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Túpac Amaru II, un cacique cusqueño, se rebeló junto con su esposa Micaela Bastidas y miles de indígenas contra los abusos de los españoles en 1780, logrando algunas victorias iniciales. Sin embargo, fueron derrotados en 1781, capturados y ejecutados públicamente en la Plaza de Armas del Cusco el 18 de mayo, convirtiéndose en símbolos de la lucha por la justicia y la libertad.
Túpac Amaru II, un cacique cusqueño, se rebeló junto con su esposa Micaela Bastidas y miles de indígenas contra los abusos de los españoles en 1780, logrando algunas victorias iniciales. Sin embargo, fueron derrotados en 1781, capturados y ejecutados públicamente en la Plaza de Armas del Cusco el 18 de mayo, convirtiéndose en símbolos de la lucha por la justicia y la libertad.
Túpac Amaru II, un cacique cusqueño, se rebeló junto con su esposa Micaela Bastidas y miles de indígenas contra los abusos de los españoles en 1780, logrando algunas victorias iniciales. Sin embargo, fueron derrotados en 1781, capturados y ejecutados públicamente en la Plaza de Armas del Cusco el 18 de mayo, convirtiéndose en símbolos de la lucha por la justicia y la libertad.
Túpac Amaru II (José Gabriel Condorcanqui) es el cacique cusqueño que se
rebeló contra los abusos que cometían los españoles en el Virreinato del Perú. Su gran levantamiento se inició el 4 de noviembre de 1780 en Tungasuca, al sur del Cusco, contando con el apoyo de su valiente esposa, Micaela Bastidas, varios caciques y miles de indígenas.
Después de algunas victorias iniciales, los rebeldes fracasaron en su intento
de tomar el Cusco (8 de enero de 1781) y fueron derrotados en las batallas de Checacupe (6 de abril de 1781). Poco después, Túpac Amaru II y Micaela Bastidas fueron capturados, procesados y sentenciados a muerte. La pena se cumplió el 18 de mayo de 1781 en la Plaza de Armas del Cusco.
Túpac Amaru II fue obligado a presenciar el ahorcamiento de su hijo mayor,
Hipólito Condorcanqui Bastidas, y otros familiares y amigos que participaron en la rebelión. También vio la muerte de su esposa. Micaela fue estrangulada en el garrote vil y rematada con patadas en el vientre. A Túpac Amaru intentaron descuartizarlo con cuatro caballos, pero resistió a este tormento. Finalmente fue decapitado.
Cada 18 de mayo los peruanos rendimos homenaje a Túpac Amaru II y
Micaela Bastidas, símbolos de liderazgo, lucha y sacrificio por la justicia y la libertad.