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Vitarte en el Olvido: El Primer Barrio Obrero en Perú

Resumen

Este documento presenta el desarrollo urbano nacido a partir de la industrialización y como

todo esto dio una nueva revolución, donde se implanto nuevas propuestas para albergar a la

cantidad de personas que estaban migrando desde el campo en busca de una mejor calidad de

vida, como fruto de toda la situación nació Vitarte en 1890 alrededor de la fábrica textil y fue

la cuna del movimiento sindical peruano.

En el Perú, la necesidad de vivienda, el déficit cualitativo es un problema que afecta a un

74% de la población, existen las viviendas, pero aumenta el tamaño de la población donde

creímos que pasamos de estas viviendas colectivas a viviendas propias, pero nuevamente

llegamos al concepto de viviendas colectivas, multifamiliares, etc. Donde el paso del tiempo

mejoramiento de la tecnología, diversificamos los ideales, mejoramos calidad, este principio

de volver a ideas anteriores, se da en todos los campos, agarramos una idea y explotamos su

potencial hasta el punto que pareciera nuevo pero no lo es.

Palabras Clave:

Barrio Obrero, Habitabilidad, Vitarte

Summary

This document presents the urban development born from industrialization and how all this

gave a new revolution, where new proposals were implanted to accommodate the number of

people who were migrating from the countryside in search of a better quality of life, as a

result of all the situation Vitarte was born in 1890 around the textile factory and was the

cradle of the Peruvian trade union movement.

In Peru, the need for housing, the qualitative deficit is a problem that affects 74% of the

population, there are dwellings, but the size of the population increases, where we thought we

went from these collective dwellings to our own homes, but again we come to the concept of
collective housing, multifamily, etc. Where the passage of time improves technology,

diversify the ideals, improve quality, this principle of returning to previous ideas, occurs in

all fields, we grasp an idea and exploit its potential to the point that it seems new but it is not.

Keywords:

Worker Neighborhood, Habitability, Vitarte

Introducción:

Como la industrialización dio paso a la formación de una clase obrera, consecuencia a esto

surgió el primer barrio obrero Vitarte, símbolo de progreso, civilización hacia los sectores

populares, lo que llevaría a la disminución o erradicación de las comunidades indígenas, en la

ciudad logro el alejamiento de todo radicalismo como comunismo, aprismo, etc.

Este proyecto llego con un nuevo rol, la base de lo que se conoció como “Estado Obrero”.

Abrió fronteras que permitió entrelazar temas sociales, políticos, etc.; que han sido abordados

en la historiografía peruana desde el siglo XX

“Pareciera que la élite económica no estaba del todo decidida por el proyecto obrero,

apostando en algunos momentos a ser ella misma, antes que el Estado, la que dirija la

reconversión de los sectores populares. Cuando Drinot habla de la visión del Estado hacia la

clase obrera como medio de «desindianizar» el país, parece recurrir a una fracción de la élite

intelectual y política que buscaba para el Estado las racionalidades de disciplina y de

gobierno, mientras que la élite propietaria y empresarial estaba procurando controlar, ella

misma, algunas racionalidades de gobierno y dejar las de disciplina en manos del Estado.” [1]

Desarrollo

Los Barrios Obreros consisten en una forma de planificación urbana que surge en Europa a

raíz de la industrialización y con ello la aparición de la clase proletaria, junto con sus
necesidades. Es por ello, que se requiere una solución para controlar los problemas de salud.

Este modelo además creía en el progreso social a través de la planificación urbana y se

entendía a la arquitectura como la representación del progreso nacional, el cual también

estimularía el desarrollo industrial y beneficiaría a los pobres. Es así que en América Latina

aparecen tres soluciones de inspiración Europea: la casa colectiva, los barrios de viviendas

individuales y los barrios parques formados por multifamiliares.

Del mismo modo sucedía en el Perú a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, cuando la

condición de vida de los obreros era precaria y existía escasez de vivienda adecuada –

problemas de hacinamiento e insalubridad - para los mismos, principalmente en Lima. Desde

entonces se comenzaron a desarrollar una serie de iniciativas en cuanto a la vivienda

económica. Durante el gobierno de Guillermo Billinghurst se dedicó especial atención a la

vivienda obrera. Se cedieron lotes al Municipio del Callao para el desarrollo de este tipo de

proyectos. Lamentablemente los planes para el mayor desarrollo de este movimiento se

vieron truncados por el golpe de estado de 1914.

El caos urbano es paralelo a la anarquía que reina en la producción. La localización de las

actividades industriales tiene efectos desequilibrantes a nivel de la estructura interna de las

ciudades. Las zonas de expansión y crecimiento industrial desordenado, además de deteriorar

el ambiente urbano al situarse en el corazón mismo de los centros mayores, atraen cinturones

obreros y populares que los rodean. En el caso de Lima, los ejes industriales de la vía Lima-

Callao, de la carretera a Canta y de la Carretera Central-Vitarte son tantos focos de

tugurización y urbanización desordenada. Las pequeñas empresas encuentran en ese ambiente

un medio proclive para su desarrollo, pudiendo pagar salarios muy bajos para obreros que no

pueden asumir grandes gastos en vivienda y movilidad. La presencia de numerosos obreros y

familiares permite multiplicar las situaciones de trabajo inestable, la explotación del trabajo a

domicilio, etc. Las grandes empresas tienden al contrario a concentrarse en zonas y parques
industriales, con incentivos de la planificación estatal y en zonas alejadas del casco urbano.

Parte de sus trabajadores viven en las barriadas de sus alrededores, o en los distritos que se

constituyen en verdaderos dormitorios de la clase obrera. En efecto, por más altos que sean

los salarios pagados a esos obreros, relativamente a los otros, raras veces les permiten acceder

a viviendas más decentes. Para muchos de ellos, las exigencias de la reproducción de la

fuerza de trabajo y de la familia implica el tener que ubicar en alguna dedicación productiva a

su esposa, hijos y/o familiares, en las actividades del comercio, del pequeño artesanado

urbano o de los cachuelos. Todos esos mecanismos llevan a la concentración de la clase

obrera en número reducido de barrios: en 1972 en Lima, 71 % de los obreros vivían en 10

distritos, de 45 que contiene el Área Metropolitana. [2]

La crisis de la vivienda tiene extensiones en todo lo que se refiere a equipamientos de

infraestructura y servicios urbanos. Ni el capital invertido en la producción y gestión de esos

equipamientos, que goza muchas veces de fuertes subsidios fiscales, ni el Estado, agente de la

planificación urbana, tienen una intervención que revoque la anarquía que reina en ese

ámbito, en relación a las necesidades de la población urbana. La estrechez del mercado, de

los presupuestos municipales, y la baja rentabilidad de esas actividades, explican que ellas

sean asumidas casi exclusivamente por capitales con fuertes rasgos especulativos, o muy

poco concentradas y racionalizadas. Esos bienes de consumo entran, sin embargo, en las

exigencias de la reproducción de la fuerza de trabajo y son terrenos de gran parte de la

organización y movilización en los barrios. Pueden ser reagrupados en dos rubros, según que

sean elementos de consumo individual o colectivo.

Durante el gobierno de Benavides, se procuró construir barrios obreros bajo normas

modernas: viviendas amplias y económicas de entre dos a cuatro habitaciones, de material

noble, con jardines, agrupadas en complejos urbanos, con centros deportivos, servicios,

piscina y áreas de recreación. La modalidad de obtención de dichas viviendas era mediante


sorteo entre personas que debían cumplir las principales condiciones de ser hombres casados,

sin antecedentes penales, con trabajo estable y con un mínimo de dos hijos. Además debían

aceptar que trabajadores del Ministerio de Salud realizaran inspecciones periódicas a sus

viviendas para cerciorar su buen estado.

Es así que el momento de verdadero auge de los Barrios Obreros fue a inicios de los 30‟s

como programas llevados a cabo por la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, el

Ministerio de Fomento y Obras Públicas y la Junta Pro Desocupados6. Si bien la Junta Pro

Desocupados tuvo comisiones en cada departamento del Perú, la de mayor importancia fue la

Junta Departamental de Lima Pro Desocupados (JDLPD), la cual tenía como objetivo

principal la asistencia social y destinó el 20,2% de sus fondos obtenidos entre 1931 y 1934

para la construcción de viviendas para obreros (Maldonado, 2010:195). Además se costearon

los pasajes de retorno a sus lugares de origen para los trabajadores desocupados en Lima. En

este momento habría que considerar el crecimiento urbano en el Perú – entre 1908 y 1940 el

crecimiento de Lima fue de casi 280% (Maldonado, 2010:193) - y las demandas sociales

como consecuencia de ello.

Este barrio obrero contaba con 8 manzanas de 118 casas. 30 casas de 4 habitaciones, 60 casas de 3 habitaciones, 28 casas

de 2 habitaciones. Se construyó además un local para cine de 400 personas, para los servicios médicos, botica, proveeduría,
carnicería, una escuela para 300 niños, 8,000 m2 de parques, una piscina de 18 x 8 m con servicio de duchas. (El Comercio,

1936; citado en Maldonado, 2010:197)

Bibliografía

[1] DRINOT, Paulo, 2016, La seducción de la clase obrera: trabajadores, raza y la formación

del Estado peruano, traducción de Óscar Hidalgo W., Lima, IEP y Ministerio de Cultura. 325

pp.

[2] Etienne, Henry (mayo. 97 1°Edicion) El desarrollo urbano y los sectores sociales en los

barrios de Lima metropolitana. 15 ene 2014, de Nueva Sociedad, Universidad Católica de

Lima, Perú

[3] Julio Calderon. (ene. 2015). Programas de vivienda social nueva y mercados de suelo

urbano en el Perú. 12/09/2018, de SciELO Sitio web:

http://www.scielo.org.pe/pdf/apuntes/v43n79/a08v43n79.pdf

[4] Ricardo Tapia Zarricueta, RevistaInvi,Vol. 20 Núm. 53 (2005): Mejoramiento y

Mantención del Parque Habitacional Urbano.

[5] Nueva Sociedad N°275, mayo-junio de 2018, ISSN: 0251-3552, www.nuso.org

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