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¡ALTO! ¡ALTO! ¡ALTO! ¡DETÉNGASE! ¡ESCUCHE!

Usted corre un peligro que no conoce. El camino que sigue lo lleva a la muerte segunda,
la que está después del Juicio final. Dice la Santa Biblia en Apocalipsis 20.15: “Y el que
no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego.”
Si estas fueran palabras e invenciones de hombres, no tendrían ningún valor.
Nosotros somos simples criaturas humanas que no vemos más allá de nuestros ojos, y
nuestras mentes no pueden imaginar ni percibir las cosas divinas.
Pero el que lo dice es Dios. Quien lo contradiga, se opone al que creó y sostiene
todas las cosas visibles e invisibles. El Padre se dio a conocer a nosotros por su Hijo
Jesucristo, que vino al mundo para dar su vida en la cruz. Ocupó ese lugar como
sustituto de los pecadores, y derramó su sangre preciosa para borrar todas nuestras
maldades. Así nos aseguró el perdón de Dios y la salvación del castigo eterno.
La Palabra de Dios dice en el Evangelio según Juan 3.36: “El que cree en el Hijo,
tiene vida eterna; pero el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios
está sobre él.”
No tenga duda de que esta es la verdad de Dios para todo hombre y toda mujer que
viene a este mundo. Los que creemos en el Hijo de Dios y aceptamos por fe su obra de
morir y resucitar por nosotros, tenemos vida eterna. Por eso salimos a la calle para
decírselo a todos, y los que lo escuchan hoy no podrán negar que lo han oído.
Los que son incrédulos al Hijo de Dios, no verán la vida eterna. Cuando haya
terminado esta vida presente, pasarán al Juicio de Dios, y después al lago de fuego y
azufre, que es la muerte segunda.
A usted que lee, que oye hoy estas palabras, Dios le da la oportunidad de salvarse.
Pero si lo duda, si sigue sin creer en Jesús y muere en esa condición, la ira de Dios lo
arrojará al infierno preparado para el Diablo y para todos los que lo han seguido.
Lo invitamos a buscar la ayuda que necesite para convencerse de estas cosas,
asistiendo a la

Lo esperamos.
Dios quiere lo mejor para usted. No lo rechace.

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