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TRABAJO DE LA LECTURA “EL DERECHO COMO ARGUMENTACION”

INTEGRANTES:

 YASSER DE LOS SANTOS PEREZ


 LEA CASTILLO DELGADO
 CARLOS RUBEN RUIZ SOTOMAYOR
 HENRRY MARTIN PEREZ ALVARADO
 ROSA MELLISA RODRIGUEZ LLATAS

DESARROLLO:

1. INDENTIFICAR EL PROBLEMA.

¿De qué manera la indebida argumentación jurídica repercute en el sistema judicial


peruano?

2. REDACTAR LAS LIMITACIONES (SOCIAL,JURIDICO O SOCIAL)

 Jurídico: Toda vez, que, al margen de la reseña sobre las distintas corrientes teóricas que
han venido liderando la teoría de la argumentación jurídica; el autor aplicando criterios
sumamente objetivos, establece nuevas técnicas de litigación oral. Partiendo de una
pregunta que, a simple vista, pareciera fácil de responder ¿Qué significa argumentar?
Los aportes que realiza el autor, evidentemente van a generar un impacto jurídico tanto en
nuestros operadores de justicia, litigantes, defensores públicos, y sin duda en alguno de
nuestros brillantes legisladores. Pues, abre camino a la correcta y debida motivación que
debe dotar a todo acto que involucre un análisis, estudio y aplicación de nuestras normas
jurídicas y sobre todo para los llamados casos difíciles. Como diría Donal Dworkin: “A un
abogado se le enseña a analizar las leyes y las opiniones judiciales para extraer de esas
fuentes oficiales la doctrina jurídica. Se le enseña a analizar situaciones fácticas complejas a
fin de resumir los hechos esenciales. Y se les enseña a pensar en términos tácticos, a diseñar
leyes e instituciones legales que produzcan determinados cambios sociales de antemano.
 Social: Finalmente, como grupo consideramos que la lectura genera un impacto de carácter
social; sobre todo en la formación de los futuros abogados, ya que la enseñanza del derecho
debe partir como problemática, mas no en concebirlo como un sistema de normas; sino que
influye también principios directrices y políticas. En palabras del autor líneas antes mención,
nos interesamos en el derecho, no solo porque lo utilizamos para nuestros propósitos,
egoístas o nobles, sino porque el derecho es nuestra institución social mas estructurada y
reveladora. Si comprendemos mejor la naturaleza de nuestro argumento legal, conocemos
mejor que clase de personas somos.
3. APRECIACION CRITICA

Desde el punto de vista del razonamiento jurídico, se considera que la


argumentación tiene una doble importancia en los ámbitos del derecho
principalmente en la labor de fundamentar las decisiones, la argumentación jurídica
nos ayuda a desarrollar argumentos de manera coherente, consistente y creible al
momento de resolver una causa, así mismo la motivación de una sentencia o causa
ofrece una justificación, no una explicación de la decisión en cuestión, pero eso en
cierto modo solo puede hacerse de un esquema de llamados silogismo judicial, una
de cuyas premisas es un enunciado empírico para cuyo establecimiento se necesita
contar con razones explicativas adecuadas, justificar una decisión significa dar
razones que la hagan que aparece como correcta o aceptable, entonces cabría decir
que este resultado puede lograrse de diversos modos básicamente una decisión
puede entenderse justificado de tres maneras: Apelando a la Autoridad, al
procedimiento o al contenido. Justificar una decisión en razón exclusivamente de
la persona que la dicta.

4. HACER CONTRASTE CON LA REALIDAD


Argumentar es aportar razones para defender una opinión, un punto de
vista. Argumentamos cuando creemos que debemos apoyar o refutar un hecho o
asunto, por lo que al argumentar pretendemos que el otro cambie de opinión, se
convenza, se ponga del lado del punto de vista que defendemos. Para conseguir el
efecto perlocucionario de la argumentación, es decir, que el destinatario resulte
persuadido, el productor del texto persuasivo deberá reunir argumentos,
pruebas y razones­ con los que dar credibilidad a su discurso y presentarlos
coherentemente de manera que conformen un conjunto semántico y lingüístico
capaz de modificar las convicciones de quien nos escucha; ofrecer una sucesión de
pruebas clara y ordenada es, sin duda, una de las tareas más complejas del texto
argumentativo, pero no la única ni la más importante.
De lo que verdaderamente depende que un texto realice su función persuasiva es
de que esos argumentos sean los adecuados a los destinatarios y a la situación
de comunicación en relación con el asunto a tratar; la argumentación es, en
consecuencia, una tarea compleja, que exige dominar mecanismos lógicos y
psicológicos pero también aspectos estrictamente comunicativos y
contexto­dependientes pues es ahí donde la argumentación encuentra su
verdadero sentido discursivo.
Ahora, teniendo en consideración la idea general, en el campo jurídico, los
magistrados, aplican la argumentación jurídica que aplica el modo, cómo de hecho
los jueces argumentan y de cómo de hecho pueden argumentar, al estar sometidos
a todo tipo de determinaciones ideológicas, prácticas, políticas y hasta laborales,
sino que, además, oculta tal realidad mediante crudas idealizaciones. En suma, que
tal teoría de la argumentación reemplaza la realidad por el ideal y acaba
presentando el ideal como si fuera real. En consecuencia, rige para los jueces la
obligación de motivar sus sentencias, y esta es la razón por la que, en nuestros
sistemas jurídico­políticos no nos conformamos con que la sentencia sea un mero
ejercicio de autoridad. Autoridad la tienen también, pero pedimos que los jueces den
razones. ¿Sus razones? No, razones admisibles, razones que nos hagan pensar
que cualquier persona normal y formada, y decente, también podría haber dictado
una sentencia así, si le hubiera tocado hacer de juez en ese caso.
El juez debe argumentar para hacernos presentable a nosotros (a las partes, a los
especialistas, a cualquiera que pueda entender algo del asunto y examinarlo) esa
decisión que es «suya». Si el «sistema» no le deja, de hecho, cumplir honestamente
con esa exigencia, será porque el sistema es perverso o indecente, no porque la
petición de razones al juez esté fuera de lugar; si es tal o cual juez el que prefiere
darnos gato por liebre e ir nada más que a lo suyo, medrando a golpe de sentencia
complaciente para los que mandan y reparten, la culpa no será de los ideales de la
racionalidad argumentativa, sino de la muy real deshonestidad de ese juez en
particular.
Lo que, según nuestra hipótesis, ha pasado es que muchos de los autores que se
pueden integrar en esa teoría estándar, empezando por el propio Alexy, han
acabado juntando en un mismo paquete su modelo de racionalidad argumentativa
de la práctica jurídica decisoria y su idea de que existen pautas morales objetivas
(objetivismo) y cognoscibles (cognitivismo) que, bajo la forma que sea (normas
jurídicas positivas con especial carga moral, como principios y valores mencionados
en las constituciones, o normas extrapositivas, no positivadas, que sin embargo
también serían parte del Derecho), ofrecen un referente cierto y objetivo al juez, ya
sea porque desde esa amalgama jurídico­moral se presupone única respuesta
correcta para cada caso difícil, ya porque en tal conjunción se encuentran por lo
menos las reglas que excluyen toda una serie de soluciones positivamente posibles
como soluciones incorrectas.

5. PROPUESTAS

1) Definitivamente, hay un genuino interés de la comunidad jurídica en superar el


actual estado de la problemática de la argumentación jurídica, siendo imprescindible
realizar una investigación e análisis de estudio de las decisiones judiciales, con el
fin de demostrar si son aplicadas conforme a un debido razonamiento jurídico.
2) Que las universidades a nivel nacional en la formación de abogados deben enfatizar
como punto de partida en su enseñanza la problemática del derecho.
3) Utilización de modelos de decisión que podemos emplear para formar a los
magistrados; como el Modelo Deductivo, el Modelo Discursivo y el Estratégico, con
el fin de dar una mejor calidad en las sentencias judiciales
4) Adquirir destrezas para realizar un trabajo metódico de razonamiento jurídico, que
incida en la mejora de la apreciación de los hechos, la interpretación normativa, la
coherencia lógica interna, la evaluación de la decisión judicial a la luz del sistema
jurídico nacional y la comunicación de dicha decisión.
5) Analizar el proceso de razonamiento jurídico, sus fundamentos y etapas, que sirvan
de base para una adecuada comunicación de sentencias judiciales.
6) decisiones estratégicas como la utilización de técnicas de razonamiento con
ejemplos y analogías con el fín de ejercitar en técnicas de toma de decisión sin
normas previas ·
7) Usar reglas que repriman mala fe procesal (ocultamiento deliberado de
información) ·
8) Dotar de legislación en un soporte moderno y manejable · Capacitarlo en temas
transversales: ej. Delitos usando contratos, defensa constitucional de la familia, etc
9) Identificar y usar reglas y principios que autorizan que el juez corrija consecuencias
nocivas de la norma · Análisis económico del derecho
10) Identificar casos de entrampamientos y de solución creativa que sirvan de
modelos. · Análisis retrospectivo de sentencias ·
11) Reconocimiento de autoría de sentencias: · Colocar sentencias en Internet
12) Técnicas de negociación, mediación, solución de conflictos, agente de la
realidad · Crear mecanismos alternativos de menor costo: ej. Arbitraje municipal,
etc. · Análisis económico del derecho.
13) Modificar normas procesales jurisprudencialmente · Nuevos modelos de
demanda · Sentencias que regulen conducta de las partes: Inteligencia
estratégica · Cambios en la norma procesal, que permita decisiones estratégicas en
los jueces.
14) Reforzar uso del juzgamiento anticipado · Reprimir mala fe procesal · Técnicas de
creatividad para romper rutinas mentales.
15) Uso de reglas de honestidad intelectual. · Sistema de precedentes · Cambio normas
procesales que exijan cita del precedente.
16) Uso de reglas de honestidad intelectual. · Identificación de deformidades el lenguaje
“experto”. ·
17) Uso del árbol de problemas y otras formas de organización de una
decisión. · Técnicas argumentativas:
18) uso de conjeturas y refutaciones · Inteligencia estratégica

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