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LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA ALIMENTACIÓN IFANTIL

Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden
impedir el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura
productividad en el trabajo. Dado que el retraso en el crecimiento ocurre casi exclusivamente durante el periodo
intrauterino y en los 2 primeros años de vida, es importante que las intervenciones de prevención en trastornos
alimenticios ocurran en la edad temprana.

Si el niño está o no bien alimentado durante los primeros años de vida, puede tener un efecto importante en su salud,
así como en su habilidad para aprender, comunicarse, pensar analíticamente, socializar efectivamente y adaptarse a
nuevos ambientes y personas. Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades
infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. "Cuando no hay suficiente comida, el cuerpo tiene que
tomar una decisión sobre cómo invertir la cantidad limitada de sustancias alimenticias disponibles. Primero está la
supervivencia, luego el crecimiento. En cuanto a la nutrición, el cuerpo parece que está obligado a clasificar el
aprendizaje en último lugar.

La relación entre la desnutrición y el desarrollo cognitivo y de conducta puede ser resumida en las respuestas del Dr.
Reynaldo Martorell a las siguientes preguntas:

1. ¿La desnutrición perjudica al desarrollo conductual?

Una nutrición pobre durante la vida intrauterina y en los primeros años de vida lleva a efectos profundos y
variados, incluyendo:

oCrecimiento físico y desarrollo motor retardados


oEfectos generales en el desarrollo cognitivo
oResultando en un bajo coeficiente intelectual (inferior en 15 puntos o más en los severamente
desnutridos)
o Un grado mayor de problemas conductuales y habilidades sociales deficientes en edad escolar
o Atención disminuida, aprendizaje deficiente y logros educacionales más bajos
2. ¿Qué nutrientes están relacionados con problemas cognitivos y de conducta?

Dado que los nutrientes tienden a agruparse en los individuos, es difícil aislar las contribuciones específicas
de cada nutriente. La deficiencia de yodo y la anemia por deficiencia de hierro son más fáciles de estudiar
que la deficiencia de otros micronutrientes. Existen investigaciones que demuestran que ambos
micronutrientes están específicamente relacionados con el daño en el desarrollo. Las formas menos severas
de deficiencia de hierro no parecen afectar la conducta. Este grado de certeza no es posible en estudios de
deficiencia de proteína-energía porque los suplementos alimenticios las proveen así como otros nutrientes.
Sin embargo, no hay evidencia que indique que las deficiencias de proteínas y energía no sean importantes.
La mejor manera de asegurar el desarrollo cognitivo y conductual es satisfaciendo las necesidades de
nutrientes con comidas naturales o fortificadas preparadas apropiadamente para niños pequeños. También
deben considerarse los beneficios de la lactancia materna al fomentar el crecimiento y desarrollo.

3. ¿En qué edad los programas de nutrición tienden a ser más efectivos?

Existe fuerte evidencia que sugiere que cuanto más temprano empiece el niño a beneficiarse de programas
de nutrición, mejor será su desarrollo conductual. Con respecto al crecimiento físico, los programas de
nutrición pueden ser efectivos mas solamente durante el embarazo y los primeros dos o tres años de vida.
Sin embargo, en lo que se refiere al desarrollo conductual, los programas de nutrición pueden presentar
beneficios en las edades siguientes, aunque bastante reducidos.

4. 7. ¿Son duraderos los efectos de una nutrición mejorada?

Sí. Estudios longitudinales indican que los programas de nutrición dirigidos a niños en los primeros años de
vida conllevan mejoras cuantificables en la adolescencia y adultez.

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