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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO

DE MOGROVEJO

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

Comprensión Y Redacción De Textos Académicos

Ensayo:

¿Por qué comer carne?

Estudiante:

Gutiérrez Briceño, Susan

26 de febrero de 2019
¿POR QUÉ COMER CARNE?

Estudios realizados por científicos, demostraron que el ser humano desde sus orígenes era
herbívoro. Su alimentación se basaba en frutas, hojas, cortezas, raíces, flores, frutos secos,
etc. Al transcurrir millones de años, llegaron periodos de extrema crisis y puso al hombre en
un problema de subsistencia. Durante la última era glacial, la falta de alimento, obligó al
hombre a comer carne animal. Matar para vivir fue una necesidad. Sin embargo, esta crisis
ya paso, y los seres humanos continúan alimentándose de carne animal.

Actualmente, el consumo de carne es mucho mayor que el consumo vegetal. Por cada minuto,
son sacrificados 180 000 millones de animales para la satisfacción del apetito. Gran parte del
total de los seres vivos sobre el planeta la conforman los animales domésticos, criados para
el consumo humano. Así lo afirmó la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
(2019): “De los animales existentes sobre la faz de la tierra el 30% de los pájaros son
silvestres, el 70% restante son las aves de corral criadas para la alimentación. De los
mamíferos, el 60% son el ganado porcino, vacuno y de otras especies de granja, y solo el 4%
son animales salvajes.”

El consumir carne es algo muy común en la humanidad y el dejarla puede parecerle a muchos
una locura. A pesar de esto, estudios han demostrado que la alimentación cárnica ha traído
consigo perjuicios a la salud, al medio ambiente, a los animales y a la economía.
EL CONSUMO CÁRNICO PERJUDICA LA SALUD

Uno de los cardiólogos más prominentes del mundo Williams C. Roberts (2016) afirmo: “Las
características de los seres humanos corresponde a la de los herbívoros, no a la de los
omnívoros, ni carnívoros.” El hombre no está diseñado para consumir carne. Por su
naturaleza, sus extremidades son manos y no garras. Sus dientes planos (para moler) y no
agudos. Su tracto intestinal es 12 veces más largo que su cuerpo; y el de los carnívoros es
corto para evitar que la carne se descomponga dentro de su organismo. Si por naturaleza el
hombre fuera carnívoro, entonces sentiría una atracción por la carne cruda palpitante y así la
consumiría. Sin embargo, el organismo se resiste antes los despojos sangrientos del animal y
para hacerlo tolerable a los sentidos, se ve en la necesidad de transformarlos por el fuego.

El consumo de carne genera enfermedades. El catedrático Dr. Claus Leitzmann del Instituto
de Ciencias de la nutrición en GieBen (2013) aseguró: “Todos los alimentos cárnicos constan
de sustancias nocivas para la salud. Es decir, el colesterol se encuentra solo en los alimentos
cárnicos. Las grasas saturadas se encuentran predominantemente en los alimentos de origen
animal.” Actualmente el índice de personas con obesidad está en aumento y el consumo de
carne está relacionado directamente con ello. Según los cálculos de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), existen 285 000 millones de personas obesas, y la obesidad es uno de los
principales factores de riesgo de la diabetes tipo II.

Por otra parte, el consumo de carne animal genera una alta probabilidad de contraer cáncer
(en el estómago, recto, intestino grueso, etc.). Argentina y Uruguay están dentro de los países
de mayor producción y consumo de carne vacuna en el mundo. Y, por consiguiente, cuentan
con un elevado índice de cáncer de mama y del intestino. El doctor Hans-Gunter Kugler
(2012), analiza las causas y confirma lo siguiente: “En la carne se encuentran sustancias que
favorecen los indicios de tumores, por ejemplo, el hierro en la hemoglobina favorece la
formación de radicales libres, y estos perjudican al ADN. También, las asociaciones
heterocíclicas y aminos aromáticos que surgen al azar y al freír la carne, ocasionan
mutaciones en la herencia genética provocando cáncer.”

El consumo de carne, también, influye negativamente en la memoria. Así lo demostró los


resultados de una investigación realizada en el Hospital Brigham and Women de Estados
Unidos (2008): “Las grasas saturadas presentes en la carne animal, están asociadas
directamente con una mala función cognitiva general y pérdida de memoria a largo plazo.
Por el contrario, las grasas monoinsaturadas se asocian con una mejor función cognitiva
general, y de la memoria.” Las personas con mayores cantidades de consumo de grasas
saturadas como las carnes rojas, generan alteraciones cerebrales (pérdida de memoria,
demencia, etc). En cambio, las personas que consumen grasa monoinsaturadas provenientes
de origen vegetal como el aceite de oliva, almendras, etc. brindan una mejor función y
desarrollo cerebral.

Por otro lado, el consumo de carne reduce el tiempo de vida. Pues el ser humano no necesita
los nutrientes de la carne. La experta en nutrición Virginia Messina afirmó: “Las comunidades
más longevas del planeta tienen una dieta vegetariana. Llegan a vivir hasta 120 años, dado
que no tiene que desgastarse tanto el cuerpo en deshacer la proteína de la carne para volverla
a formar". La genética determina el 25% de longevidad de una persona. El 75% restante
depende de los hábitos y del estilo de vida. En Iccaria, una Isla Griega de 255km2, viven las
personas más sanas y longevas del mundo. Esto se debe a que el 90% de su dieta es
vegetariana, alta en frutas, verduras y legumbres.

Susannah Kenton afirma: “Una dieta rica en productos crudos no solo puede revertir la
degeneración orgánica, sino retardar el envejecimiento e incluso hacernos sentir mejor
emocionalmente.” La energía más nutritiva proviene de las plantas. Ellas obtienen energía
del sol por medio de la fotosíntesis, y consumirlas hace que esa energía pase a nuestro
organismo. Además las plantas proporcionan enzimas, vitaminas y minerales que son
absorbidas del suelo. Cuando se consumen alimentos vivos, los trillones de células de nuestro
organismo se llenan de nutrientes. El 60% de la alimentación humana debe ser cruda, ya que
fortalece las defensas y aumenta la energía vital.

Según Emun Szekely: “el ser humano debe consumir los alimentos, clasificándolos de la
siguiente manera: 25% Biogénicos (germinados semillas, minerales), 25% Bioestáticos
(alimentos cocidos) y 50% Bioactivos (frutas, verduras frescas y nueces).” Estos tipos de
alimento, al estar en pleno proceso de crecimiento, contienen el máximo de vitamina y
energía. Poseen sustancias necesarias para la revitalización de las células y los tejidos del
cuerpo. Asimismo, se incrementa la resistencia biológica contra enfermedades degenerativas
y estimula el proceso curativo natural del organismo. Por lo tanto, una dieta sana contiene
los nutrientes en cantidades suficientes y proporciones adecuadas para el cuerpo.

LOS ANIMALES NO SON TRATADOS COMO SERES VIVOS

La ganadería intensiva es una auténtica tortura de animales. En las instalaciones donde son
criados, se les trata de manera cruel. Las gallinas, cerdos y vacas son las especies que más
sufren. Los pollos, para hacer alimentados, se les corta el pico y se les introduce el alimento
mediante tubos. Luego, se les inyecta hormonas de crecimiento y de producción. Por este
motivo, las gallinas se desploman porque no pueden soportar el peso que cargan y cuando ya
no son productivas, se les cortan las patas para ser trasladadas inadecuadamente al matadero.
El cantante reconocido Paul McCartney, se refirió a esto con las siguientes palabras: “Si los
mataderos tuvieran paredes de cristal, todos serian vegetarianos. Nos sentimos mejor con
nosotros mismos y con los animales, sabiendo que no contribuimos a su dolor.”

Los cerdos son asesinados con toda la crueldad de un psicópata. En el momento de nacer, se
le cortan los dientes, el rabo, y se realiza la castración sin anestesia. Asimismo, algunos de
ellos no llegan a la adultez, porque son asfixiados por su madre en el momento de lactancia.
Esto se debe a que las jaulas son muy reducidas (impiden cualquier tipo de movimiento) y
provocan un enorme estrés a estos sensibles animales. Al mismo tiempo, las supuestas
granjas industriales no reciben nunca la luz del sol. Esto genera carencias de vitamina D
(necesaria para la absorción de la vitamina C) y gran concentración de gases tóxicos. Como
consecuencia, los cerdos presentan fracturas y úlceras en los ojos. Cuando llegan al peso
óptimo son dirigidos al matadero, para ser sacrificados por cualquiera de estos dos métodos:
electrocución y gaseados en cámaras. Pero estos métodos no son muy eficaces, ya que, el
animal puede recuperar la conciencia cuando está siendo descuartizado o desangrado. De este
modo, es como la carne de cerdo llega al plato de cada persona.

Hoy en día los animales son considerados como productos, mas no como seres vivos. Muchas
personas pueden quedar horrorizadas por la forma en que las empresas cárnicas crían y matan
a los animales, pero más tarde pueden estar comiéndolas. Esto se debe a la disociación, pues
quita el sentimiento de culpa y tristeza alguna que se le pueda tener al animal. Pero, nosotros
como humanos debemos indignarnos frente a este acto tan sanguinario para con los seres
vivos. El centro de Bienestar Animal de la Universidad de Cambridge reafirmó: “Ponernos
en el lugar de los animales es el primer paso para comenzar a tomar decisiones más
respetuosas con ellos, para solidarizarnos con su situación aunque los altos muros de las
granjas nos impidan verlos, para que digamos un NO rotundo a estas crueles industrias
sustituyendo la carne en nuestra alimentación.”

IMPACTO DEL CONSUMO DE CARNE EN EL SUELO

La FAO (2006) declaró: “Del total de la superficie utilizada para la producción de la


agricultura, el 70% es destinada para la ganadería y solo un 30% para alimento directo del
hombre.” Alimentar al ganado, significa utilizar innecesariamente gran parte de la superficie
terrestre. Asimismo, los nutrientes, proteínas y minerales de la tierra son desperdiciados por
los animales, ya que su organismo no los asimila completamente. Por ejemplo, La cantidad
de calorías y proteínas que se encuentran en el suelo, se pierden en un promedio de 90% en
el proceso de engorde del ganado y solo el 10% de proteínas se queda retenido en las carnes
para ser aprovechados por el hombre. De los nutrientes utilizados para producir carne de
pollo, el 82% se pierde en el proceso de engorde, en la carne de cerdo se pierde un 90% y en
la carne de vaca 97%. Por este motivo, los alimentos de origen animal utilizan mucho más
terreno que los alimentos de origen vegetal.

Según la ONU (2006): “Se talan 4000 m2 de bosques por segundo. La principal causa es el
pastoreo animal y el cultivo de su alimento.” La ganadería es la principal causa de
deforestación mundial. Para producir 1 kg de carne de vaca, se necesita 17.5 m2 de terreno.
Pero en la misma cantidad se podrían producir 40.3 kg de frutas, 12.4 kg de cereales, 5.2 kg
de frutos secos o bien 7 kg de legumbres. La cantidad de proteínas presente en 1 kg de
legumbres, es la misma o ligeramente mayor que en 1kg de carne. Así que, al remplazar la
carne por las legumbres se obtiene la misma cantidad de proteínas, pero explotando solo la
séptima parte del terreno. Si se optara por una alimentación sin carne animal, se cuidarían los
árboles y bosques de nuestro planeta.

La agricultura animal es la industria que más producción de alimento necesita”. Cada año se
utilizan 760 millones de toneladas de grano para alimentar al ganado. Si esa cantidad de
alimentos se diera directamente a las personas, podría satisfacer el hambre de diez veces la
cantidad de gente que come la carne de las vacas que se alimentan de esos granos. De esa
manera, se podría resolver el hambre mundial. Sin embargo, se calcula que para el año 2050,
la demanda de la industria cárnica favorecerá el incremento de animales vacunos y, por
consiguiente. aumente la deforestación. De esta manera, la vida de nuestro planeta se verá
cada vez más reducida.

CONTAMINACION DEL AIRE POR EL GANADO VACUNO

La FAO (2006) manifiesta: “En las últimas décadas, la concentración de metano en la


atmósfera se ha ido incrementando de manera importante, hasta 1% por año, siendo su
principal origen la ganadería. Pues esta produce más gases contaminantes que el transporte.”
Las vacas son seres rumiantes. En sus cuatro estómagos degradan la comida utilizando
sustancias que, al ser expulsadas, se liberan como gas metano. Cada animal produce 300-
400 litros de metano por día. La eliminación de este gas por las vacas es más contaminante
que el gas expulsado por los aviones, trenes, autos, etc. Por ejemplo, las vacas en Estados
Unidos producen más gases de metano que 22 millones de autos juntos al año.

La ganadería es responsable de la emisión de 7100 millones de toneladas de dióxido de


carbono. Este contaminante es expulsado mediante gas, eructos o por el estiércol. Se estima
que, para el año 2030, la emisión de gases de este tipo aumentará por la producción ganadera
en un 60%. Por otra parte, los animales vacunos generan también los ácidos nítricos. Estos
son fuertes gases climáticos con un potencial de efecto invernadero 300 veces mayor. Y
provienen de los residuos fecales y del intenso uso de abonos, utilizados en las plantas como
alimento a estos animales.

PERJUDICACION DEL CONSUMO CÁRNICO EN LA ECONOMÍA

El beneficio económico es solo para las grandes compañías cárnicas. A mediados del siglo
XX, las compañías avariciosas comenzaron a destruir a las pequeñas granjas tradicionales.
Mediante el poder económico que poseían, presionaban a estas granjas para que cerraran, o
para que les vendieran sus tierras. Así surgió la fábrica de productos animales, para destruir
a pequeñas granjas y maltratar a sus trabajadores. Esto ocasionó la desaparición total de las
granjas independientes. Desde los años 50, más de 2 millones de estas granjas han
desaparecido. Por esto, se debe optar por otro tipo de alimentación y sustituir en su totalidad
el alimento de origen animal.
En la Unión Europea, existe una gran pérdida económica por la alimentación de los animales.
Más de la mitad de su presupuesto económico está destinado a la producción agrícola, y la
mayor parte de esta es para el alimento de la ganadería. Pues los animales vacunos necesitan
ser más alimentados que un humano para que puedan adquirir en su carne solo un 20% de
proteína. Todo este presupuesto desperdiciado para el alimento de los productos cárnicos,
podría ser utilizado para alimentar y ayudar a las personas más pobres. Si la humanidad,
dejara el consumo de carne por un consumo vegetal, el hambre mundial desaparecería. El
exrelactor especial de la ONU (2013), declaró: “La agricultura mundial podría dar de comer
sin problemas a 12 000 millones de personas. Un niño que hoy en día muere de hambre,
muere asesinado”.

En conclusión, la carne no es un alimento indispensable en la dieta humana. Se debe optar


por una alimentación y estilo de vida más sano, comiendo frutas, verduras, legumbres, etc.
Asimismo, Al remplazar los vegetales por la carne, se contribuye a que muchos animales no
sean tratados cruelmente y a que nuestro ecosistema sea menos contaminado. Por tanto,
depende de la decisión de cada ser humano la perdurabilidad del planeta.

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