Está en la página 1de 1

Perico y Juan 3:16

P
erico era un pobre muchacho que no UN BAÑO CALIENTE
tenía amigos ni hogar. Vendía periódicos Después llevaron a Perico a una bañera con agua
para ganarse la vida. Su madre había caliente. ¡Qué feliz se sintió al poder lavarse! Hacía
muerto y a su padre no le importaba la mucho tiempo que no había tomado un baño.
vida de su hijo. De vez en cuando Perico iba a casa de
¿No sé lo que será Juan tres, dieciséis; pero
su padre, pero casi siempre dormía en el parque.
¡qué limpio me deja!
NECESITABA UN HOGAR
CAMA Y COMIDA
Una noche fría, cuando Perico vagaba por las calles,
Cuando estaba bien bañadito, lo llevaron al comedor
un policía lo detuvo.
y le sirvieron una deliciosa cena. A Perico le pareció la
–Muchacho, ¿qué haces fuera de casa a estas ho- comida más rica que jamás había probado.
ras? –le preguntó.
¿Qué será Juan tres, dieciséis?
–Señor, yo vivo en la calle. Mi No lo sé; pero satisface a un niño
mamá ha muerto y a mi papá no le hambriento.
importa nada de mí.
Esa noche Perico durmió como
–Pobre niño –dijo el buen policía–. un rey. Le dieron una cama suave
Lo que tú necesitas es un buen hogar. con sábanas limpias. ¡Qué más
Yo sé de una casa donde te pueden podía desear!
recibir. Pero sólo puedes entrar si
¡No hay nada como Juan tres,
dices la clave.
dieciséis! Para un niño cansado
El policía le dijo dónde quedaba la es rico descanso.
casa y cuál era la clave para entrar. Al
Al día siguiente, salió a vender
despedirse de Perico, dijo:
sus periódicos con una sonrisa de
–No te olvides la clave. Es Juan oreja a oreja. Estaba bañadito, había
tres, dieciséis. dormido entre sábanas limpias, había tomado un deli-
–Juan tres, dieciséis –repitió Perico. cioso desayuno, y le habían dicho que podía regresar
Muy contento se dirigió en dirección de la casa que todas las noches.
le había indicado el policía. Perico nunca más se sintió solo. Gracias a Juan
tres, dieciséis había recibido un hogar.
«SOY JUAN TRES, DIECISÉIS»
Repitiendo la clave, Perico llegó a una casa grande PARA TI TAMBIÉN
de color azul. Sintió un poco de temor al tocar la puerta. Algunas personas llaman a Juan tres, dieciséis «la
–¿Quién es? –preguntó una voz desde adentro. pequeña Biblia». En pocas palabras este versículo
contiene el gran mensaje del amor de Dios. Juan tres,
–Soy yo. Juan tres, dieciséis.
dieciséis es para ti también.
Al oír la clave, le abrieron la puerta.
Digamos juntos las palabras de Juan tres, dieciséis.
Un hombre muy amable le dio la bienvenida y lo
llevó a una habitación donde había una chimenea con
fogata. «Porque tanto amó Dios al mundo,
que dio a su Hijo unigénito, para que
–Caliéntate, niño –le dijo–. Seguramente tienes frío.
todo el que cree en él no se pierda,
Perico se acercó al fuego. ¡Qué agradable era! sino que tenga vida eterna.»
¿Qué será Juan tres, dieciséis? –se preguntó–. Juan 3:16, NVI
No lo sé; pero si un muchacho tiene frío, ¡cómo lo
abriga!
«La Perlita» con Tía Margarita —
­ 10, 1/2010
http://misperlitas.wordpress.com. No para uso comercial.

También podría gustarte