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Arturo Toscanini

(Parma, Italia, 1867-Nueva York, 1957) Director de orquesta italiano. Inició su carrera
musical como violoncelista, pero demostró grandes dotes para la dirección que le
granjearon un inmediato prestigio. Entre los años 1898 y 1903 fue director de la Scala
de Milán, donde dio a conocer nuevas partituras de los repertorios alemán y francés,
además de dedicar especial atención al repertorio sinfónico, algo olvidado hasta
entonces.

Durante los tres años siguientes emprendió una gira de conciertos por toda Italia y luego
actuó en Buenos Aires, para regresar a la Scala dos temporadas más, antes de trasladarse
a Nueva York para dirigir el Metropolitan Opera (1908). Allí siguió apostando, además
del repertorio acostumbrado, por las obras líricas de su tiempo, y fueron muchas las
óperas que interpretó por vez primera en Estados Unidos, entre ellas La fanciulla del
West (1910) o Boris Godunov (1913).

Regresó en 1915 a Italia y reanudó sus funciones como director en la Scala (1920),
donde le fueron concedidos poderes nunca otorgados hasta entonces, gracias a lo cual
pudo incrementar la orquesta hasta cien intérpretes y formar un coro con 120 voces. En
1929 realizó una gira triunfal por Viena, Berlín y Bayreuth, pero ese mismo año se
agravaron sus problemas con el régimen fascista, lo que le llevó a dimitir de su cargo y
trasladarse, sin renunciar nunca a la ciudadanía italiana, de nuevo a Estados Unidos.

Fue nombrado director de la Orquesta Sinfónica de Nueva York, formación con la que
realizó numerosas giras, incluso durante los años de la guerra, con excepción de los
países germánicos e Italia. Desde Nueva York, centro de sus últimos veinticinco años de
carrera artística, viajó a Europa y América del Sur, y en todas partes fue aclamado
siempre como uno de los más grandes directores de su tiempo.
Bruno Walter

(Berlín, 1876 - Beverly Hills, 1962) Director de orquesta y compositor alemán


nacionalizado estadounidense. Realizó sus estudios musicales en el Conservatorio Stern
de su ciudad natal con la intención de emprender la carrera de pianista, instrumento con
el que debutó como solista a los trece años tocando el Concierto para piano en Mi
bemol de Moscheles con la Orquesta Filarmónica de Berlín. Pero fue al escuchar dirigir
a Hans von Bulow cuando decidió centrarse en la dirección orquestal. En 1894, a los
dieciocho años, debutó con la ópera Der Waffenschmied de Gustav Lortzing al frente de
la orquesta de la Ópera de Colonia.

Bruno Walter

Hasta 1896 permaneció en dicha orquesta como director en prácticas, y ese mismo año
se trasladó a Hamburgo donde recibió lecciones de Gustav Mahler. Su relación con
Mahler fue decisiva para su carrera profesional por las enseñanzas que recibió de aquél
y porque fue el compositor austriaco quien le proporcionó un empleo como director en
Breslau. Al ocupar dicho puesto, Walter adoptó el que sería su nombre artístico a partir
de ese momento.

En 1887 dirigió en Pressburg y al año siguiente en Riga. En la capital letona conoció a


la que sería su futura esposa, la soprano Elsa Kornek. La llegada del nuevo siglo le llevó
a dirigir en Berlín y más tarde, en 1901, a Viena. Allí fue asistente de su maestro
Mahler y director de la Ópera de Viena (Hofoper), en la que permaneció hasta 1912.
Walter simultaneó su puesto en Viena con numerosos conciertos en Checoslovaquia,
Italia, Alemania y Gran Bretaña. En este último país obtuvo un gran éxito dirigiendo
Tristán e Isolda en el Covent Garden londinense.

Tras el fallecimiento de Mahler, Walter fue el encargado de estrenar dos de sus obras:
La Canción de la Tierra en 1911 y la Novena Sinfonía al año siguiente. En 1913 se
instaló en Múnich, donde permaneció durante una década al ser nombrado Director
General de Música de Baviera en sustitución de Félix Mottl. Su etapa berlinesa sirvió
para otorgarle prestigio internacional, especialmente por sus interpretaciones de óperas
de Mozart y Wagner. Compaginó dicho puesto con el de director invitado de la
Orquesta Filarmónica de Berlín, al frente de la cual estrenó obras de compositores
contemporáneos como la británica Ethel Smyth.

En 1923 volvió a Viena, ya con la nacionalidad austriaca que le había sido


proporcionada en 1911. Ese mismo año viajó a Nueva York por primera vez, y allí
debutó con la New York Symphony Orchestra. A partir de ese momento y durante
varios años estuvo viajando a los Estados Unidos para realizar giras de conciertos en
Minneapolis, Cleveland, Los Angeles y Nueva York.

Como compositor estrenó dos sinfonías y algunas obras camerísticas, pero pronto
abandonó la creación musical para dedicarse de lleno a la dirección de orquestas. Sus
interpretaciones se caracterizaban por su lirismo y calidez. La técnica ocupaba un
segundo plano ya que, en palabras del propio Walter, “concentrándose en la técnica uno
no llega a la precisión”. Su repertorio favorito era el de los maestros de la música
centroeuropea, cuya música abordaba con gran respeto.

Como sucedía con muchos otros músicos de su época, sus interpretaciones de la música
del clasicismo no tenían demasiado en cuenta los criterios historicistas, ya que Walter
utilizaba grandes orquestas para el repertorio del siglo XVIII. Su forma de dirigir era
muy distinta a la de otros maestros de la batuta como Toscanini o Furtwängler, ya que
no poseía la fogosidad del primero ni la facilidad para la improvisación del segundo.
Walter siempre trató de lograr una comunicación fluida con sus músicos, evitando en
todo momento los ademanes dictatoriales que caracterizaban a otros directores.

Ramiro Soriano (1956) es director de Orquesta. Músico nacido en La Paz - Bolivia,


uno de los directores de orquesta y coro bolivianos más importantes y reconocidos por
su gran contribución a la música boliviana. Trabajó extensamente el repertorio colonial,
la música folklórica, popular y contemporánea bolivianas.

[editar] Biografía
Ramiro Soriano Arce egresó en 1975 del Conservatorio Nacional de Música de La Paz,
Bolivia. Posteriormente estudió dirección de orquesta con el maestro Rubén Vartanyan
y dirigió por primera vez la Orquesta Sinfónica Nacional de Bolivia en 1976. En 1997
el gobierno de la URSS le otroga una beca para estudiar la carrera de dirección
orquestal en el Conservatorio Tchaikovsky culminando estudios en 1982 obteniendo el
master en Artes en la especialidad de Dirección de Orquesta Sinfónica y Opera. Estudió
con Boris Jaykin y Gennady Rozhdestvensky. Entre 1982 y 1985 realiza la Aspirantura,
post grado del Conservatorio de Moscú recibiendo el título máximo que ofrece este
instituto a los directores de orquesta.

Desde 1982 hasta 1991 fue director titular Orquesta Sinfónica Nacional de Bolivia.
Desde 1982 a la fecha es director de Coral Nova. En 1990 fue fundador y director titular
Orquesta Sinfónica Nacional de Honduras, que dirigió hasta 1994. En 1995 creó la
Orquesta de Cámara de La Paz.

Dirigió la Orquesta Filarmónica de Louisiana, Orquesta Filarmónica de Bogotá,


Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador, Orquesta Sinfónica de Tegucigalpa, Orquesta
Municipal de San Pedro de Sula (Honduras), el Ensamble de Solistas de la Orquesta
Sinfónica de Rusia.

Su labor de difusión de la música colonial boliviana como director de Coral Nova tiene
más de 20 años de labor continua con innumerables grabaciones discográficas. Como
director Coral también trabajó sistemáticamente la música folklórica boliviana creando
una escuela de arreglistas salidos de la propia Coral Nova. Otra de sus contribuciones
está en el estreno de música boliviana del siglo XX, especialmente para coro y trabajos
orquestales de autores bolivianos.

Como compositor tiene numerosas obras corales a capella, obras para piano y canciones
para piano y voz.

[editar] Premios
Medalla Cultural de la Universidad Católica Bolviana
“La música es un arte que siempre fue mi motivo de vida”

Por Ángela Carrasco - La Prensa - 28/03/2012

CONFERENCIA. Julio Barragán, en la presentación de las actividades del Centro


Sinfónico - Ángela Carrasco La Prensa

¿Quién es Julio Barragán?


Nací en La Paz en 1951, estudie música con Gustavo Navarre y dirección coral con
Wolfgang Kudrass, Alain Charron y Roger Wagner.

Hablemos un poco sobre su trayectoria como músico, compositor y director.


En 1972 fundé la Coral Nova. Entre 1982 y 1999 dirigí el Coro Santa Cecilia, de Santa
Cruz. En 2000 fundé en la ciudad de Santa Cruz la Camerata EnCanto, que dirigí hasta
2010. Actualmente trabajo en el proceso de creación del Coro Sinfónico Nacional con
un proyecto de profesionalización de la actividad coral que cuenta con el apoyo del
Ministerio de Culturas y la Fundación Orquesta Sinfónica Nacional. También compuse
dos obras: Cantata de Elay y La Misa camba.

¿Cómo es que incursionó en el mundo de la música? ¿Hace cuánto?


La música provocó mi fascinación desde niño. Mientras realizaba estudios
universitarios, y bajo la influencia de Gustavo Navarre, entendí que este arte era mi
motivo de vida.

¿Qué significa para usted la música?


La música es un lenguaje capaz de expresar y comunicar un mundo espiritual, afectivo e
intelectual que no puede manifestarse con otro lenguaje.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de este oficio?


La ventaja es que enriquece la vida de quien asume la música como oficio. La
desventaja es probablemente que no resulta fácil obtener la remuneración justa.

En su amplia trayectoria, ¿recuerda alguna anécdota que le haya sucedido?


Desde haber tumbado un órgano de iglesia en el camino a Obrajes, hasta haber lidiado
con un desquiciado que pretendía ser un monje ortodoxo ruso, compositor, concertista y
director de orquesta, las anécdotas son infinitas. La vida, por lo tanto, ha transcurrido en
escenarios estimulantes.

¿Con qué personas (reconocidas del ámbito) pudo trabajar?


Mis buenos amigos en la música y la intelectualidad son Ramiro Soriano, Carlos
Seoane, David Handel, Gustavo Navarre (que ya se fue), Armando Soriano, el gran
maestro Julio Kempff e Ismael Serrate, dos cambas sensacionales.

En relación con su nombramiento, ¿cómo fue que lo convocaron para participar en el


Coro Sinfónico?
Ante la evidencia de que la actividad coral patrocinada por el Ministerio de Culturas
atravesaba una profunda crisis, por iniciativa de David Handel, Carlos Seoane y otras
figuras del mundo musical paceño, me convocaron para presentar mi postulación a la
convocatoria lanzada por el Ministerio de Culturas.

¿Cómo asume este nuevo reto como Director del Coro?


Después de una carrera de casi 40 años, la posibilidad de contribuir con la
profesionalización de los coros en Bolivia se presenta como un reto extraordinario.
En cuanto a los integrantes del coro, ¿cómo ven ellos esta nueva temporada?, ¿qué
expectativas tienen tras el cambio?
Al principio es difícil establecer normas de disciplina profesional. Mucha gente no lo
acepta. Pero poco a poco se va consiguiendo convencer de que la única forma digna de
hacer música es la que se basa en el desarrollo sistemático de las habilidades y los
talentos. Por el momento sólo algunos aceptan el desafío y lo hacen con entusiasmo. Se
espera que en el futuro el número crezca y se generalice en el país esta metodología de
trabajo.

¿Tuvo la oportunidad de reunirse con los integrantes del Coro Sinfónico?


Desde enero se está trabajando con un estupendo grupo de cantantes paceños. Varios
muy profesionales. Al mismo tiempo, se está desarrollando un curso de capacitación
profesional abierto a todos los cantantes aficionados en el Centro Sinfónico.

¿Cuales son las actividades preparadas para este año con el Coro?
Tenemos preparados cuatro conciertos de temporada, que son El barroco de Sucre, con
villancicos del Archivo Nacional, y la Misa camba, que se realizará en junio, Canto para
una semilla, cantata de Violeta Parra con montaje escénico en septiembre.
Otra de las presentaciones es Arias, dúos y coros del siglo XVIII, con obras de Bach,
Vivaldi, Haendel y Mozart, con solistas nacionales, esto será en noviembre. También
vendrá para cerrar el año, el tradicional e infaltable La magia de la Navidad, con
villancios bolivianos, carols y obras navideñas del repertorio universal, esto será en
diciembre. En las dos primeras presentaciones estará sólo el Coro Sinfónico, y las dos
segundas tendrán el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional. Y, como
siempre, todas estas presentaciones son de lujo.

¿Cuál es la meta que se espera alcanzar con el Coro Sinfónico?


El propósito principal es conseguir un elenco coral conformado por cantantes que sepan
leer música, que tengan técnica vocal desarrollada y estén familiarizados con el
repertorio coral universal. El trabajo de este personal capacitado será remunerado
correspondientemente.

FREDDY CESPEDES RODRIGUEZ

CÉSPEDES RODRÍGUEZ, Freddy Humberto (Cochabamba, Bolivia, 1939).- Músico, violinista y director
de orquestas. Hizo estudios en el Conservatorio de Música de la ciudad de La Paz. Se especializó en
violín con la profesora Olga de Maldonado. Prosiguió su formación en Buenos Aires, Argentina, con el
profesor Humberto Carfi. Hacia 1970 ingresó a la Orquesta Sinfónica Nacional, cuando era director del
mismo el maestro Gerald Brawn, y es designado concertino, cargo en el que permanece por 36 años
hasta la fecha. El mismo año 1970 se graduó como arquitecto de la Universidad Mayor de San Andrés.
También en 1970 es fundador y director del Cuarteto y Conjunto de Cámara Boliviano, ofreciendo
conciertos en distintos escenario del país. En 1974 obtiene una beca por concurso para realizar altos
estudios musicales referidos al violín, música de cámara, conjuntos orquestales y dirección en la
Academia de Música ‘Chigiana’ de Siena, Italia. Entre los años 1975 y 1977 se desempeñó como crítico
de arte en el periódico ‘El Diario’ de La Paz. En 1980 es designado director de la Orquesta Sinfónica
Nacional y está a la cabeza del estreno mundial de la ópera boliviana ‘Incallajta’ del compositor Atiliano
Auza.

En 1992 funda la Orquesta de Cámara “Pro Música” y ofrece conciertos en La Paz y Cochabamba. El año
2000 es diseñador y fundador de la Escuela Municipal de Música y de la Orquesta Municipal de la ciudad
de El Alto -luego nominada como Sinfónica-, designado por el entonces Alcalde José Luis Paredes.

Desde el año 2003 organiza el denominado ‘Festival del Sol’ -en que interviene además como director de
la Sinfónica de El Alto- que a la fecha se ha convertido en un evento binacional al participar Perú.
Junto al sinfónica de El Alto ha dado conciertos en La Paz, Sucre, Cochabamba, Oruro, Puno, Juliaca y
Pomata. Es parte del trío ‘Apolo’ junto a Emilio Aliss y Oriana Stambuk. El 2007 fue director invitado de la
Orquesta Sinfónica de Wyoming, en EEUU.

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