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Retrato realizado
por John Raphael Smith. Reproducido por gen-
tileza de la Yale Historical Medical Library.
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1965 1970 1975 1980
Año
Fig. 1-2. Erradicación de la viruela por vacunación. Tras un período de 3 años sin registrarse ningún caso de viruela, la Organiza-
ción Mundial de la Salud pudo anunciar en 1979 que dicha enfermedad estaba erradicada.
Médula ósea
Progenitor Progenitor
linfoide común mieloide Megacariocito Eritroblasto
Sangre
Célula B Célula T Neutrófilo Eosinófilo Basófilo Precursor desconocido Monocito Plaquetas Eritrocito
Célula T
Célula plasmática activada Mastocito Macrófago
Macrófago
Fagocitosis
Neutrófilo
Fagocitosis
y activación
de mecanismos
bactericidas
Eosinófilo
Destrucción
de parásitos
recubiertos
de anticuerpos
Folículo linfoide
primario
(principalmente
Folículo linfoide
células B)
secundario
(con centro germinal) Cordones
medulares
(macrófagos y
Vaso linfático
células plasmáticas)
aferente
Senos medulares
Arteria
Área paracortical Vena
(principalmente células T)
Vaso linfático
eferente
Centro germinal
senescente
Centro germinal Seno marginal
Fig. 1-8. Organización de un ganglio linfático. Como se muestra en el esquema de la izquierda, un ganglio linfático consta de corteza
externa o córtex y de médula interna. La región más externa del córtex está compuesta por linfocitos B organizados en folículos linfoides, mien-
tras que la región más profunda, o paracortical, se halla formada principalmente por linfocitos T y células especializadas llamadas dendríticas.
Algunos de los folículos de las células B contienen áreas centrales con intensa proliferación de células B, llamadas centros germinales. Estos
folículos se denominan folículos linfoides secundarios. La linfa drenada desde los espacios extracelulares del cuerpo transporta antígenos
desde los tejidos hasta los ganglios linfáticos a través de los vasos linfáticos aferentes. La linfa emerge por los vasos linfáticos eferentes de la
médula. La médula está formada por cordones medulares, que son tiras de macrófagos y células plasmáticas. Los linfocitos naïve penetran
en los ganglios linfáticos desde la sangre a través de vénulas poscapilares especializadas, que no se muestran en el esquema, y emergen con
la linfa a través de los vasos linfáticos eferentes. La microfotografía (derecha) muestra una sección de un ganglio linfático, que contiene folí-
culos con centros germinales evidentes. Aumentos ×7. La fotografía es gentileza de N. Rooney.
Vena Seno
trabecular venoso
Arteria
trabecular
Sección transversa de la pulpa blanca Sección longitudinal de la pulpa blanca
Zona marginal
Corona de células B
Centro germinal
PALS
(principalmente células T)
Arteriola central
Seno marginal
Pulpa
roja
Epitelio
(células M)
Cúpula
Área Área
Células T Células T
Centro
germinal
Folículo
(área de células B)
Pared intestinal
Fig. 1-10. Organización típica de tejido linfoide asociado al tubo digestivo (GALT). Como muestra el diagrama de la izquierda, la mayor
parte del tejido linfoide consiste en células B, organizadas en un folículo grande y muy activo cubierto por una cúpula. Las células T ocupan las
áreas entre los folículos. El antígeno penetra a través de un epitelio especializado formado por células M. Si bien este tejido parece muy distin-
to del de otros órganos linfoides, se mantienen las divisiones fundamentales. La fotografía por microscopia óptica muestra una sección de la
pared intestinal. La cúpula de GALT puede observarse bajo el tejido epitelial. Aumentos: ×16. La fotografía es gentileza de N. Rooney.
Corazón
Ganglios
linfáticos
Tejido
periférico
infectado
Proteínas
Citocinas
Fluidos
Fig. 1-12. La infección bacteriana desencadena una respuesta inflamatoria. Los macrófagos que encuentran bacterias en los tejidos son
inducidos a liberar citocinas que incrementan la permeabilidad de los vasos sanguíneos, permitiendo que líquidos y proteínas pasen al interior
de los tejidos. La capacidad de adhesión de las células endoteliales de los vasos sanguíneos también cambia, de tal forma que dichas célu-
las se adhieren a la pared del vaso sanguíneo y son capaces de migrar a través de él. Se ha demostrado que los neutrófilos son los primeros
que penetran en los tejidos desde la sangre, seguidos de los macrófagos. La acumulación de líquido y células en el lugar de infección causa
enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor, síntomas que en conjunto se denominan inflamación. Los neutrófilos y los macrófagos son las prin-
cipales células inflamatorias. En fases posteriores de la respuesta inmunitaria, los linfocitos activados también contribuyen a la inflamación.
Antígeno extraño
Cada linfocito posee una sola clase de receptor con especificidad única
La interacción entre una molécula de antígeno extraña y un linfocito con un receptor capaz de unirse
a dicha molécula con afinidad elevada provoca la activación linfocitaria
Los linfocitos que poseen receptores específicos contra moléculas propias ubicadas son delecionados
en un estadio temprano del desarrollo de las células linfoides, y por lo tanto
no están presentes en el repertorio de linfocitos maduros
Región constante
(función efectora)
Janeway et al.: Inmunobiología. © Masson, Barcelona, 2000
Cadena Cadena
ligera ligera
102
101
100
Respuesta
contra el antígeno A
10–1
10–2 Respuesta
contra
10–3 el antígeno B
4 8 12 16 20 64 68 72
Días
Antígeno A Antígenos A+B
Fig. 1-19. Curso de una respuesta de anticuerpos típica. El antígeno A introducido en un cero encuentra poco anticuerpo específico en
suero. Después de un período de latencia, aparecen anticuerpos contra el antígeno A (azul); su concentración asciende hasta alcanzar una
meseta, y después desciende. Cuando se analiza la presencia de anticuerpos contra otro antígeno B, no resulta detectable en suero (amari-
llo), lo cual demuestra la especificidad de la respuesta de anticuerpos. Cuando se expone posteriormente al animal a una mezcla de antíge-
nos A y B, se produce una respuesta muy rápida e intensa contra A. Este fenómeno ilustra la memoria inmunológica, o capacidad del sistema
inmunitario para generar una respuesta inmunitaria secundaria contra el mismo antígeno de forma más efectiva, facilitando al huésped defen-
sa específica contra la infección. Ésta es la razón fundamental para suministrar dosis de recuerdo tras la vacunación. Observar que la res-
puesta contra B se parece a la respuesta inicial o primaria contra A, ya que éste es el primer contacto del huésped con el antígeno B.
Fig. 1-20. Se requieren dos señales para la activación de los linfocitos. Además de recibir una señal a través del receptor de antígeno,
los linfocitos maduros deben recibir una segunda señal para activarse. Para las células B (ilustración izquierda), la segunda señal la suminis-
tra generalmente una célula T. Para las células T (ilustración derecha), la señal la proporciona una célula presentadora de antígeno profesio-
nal, que aparece aquí como una célula dendrítica.
Viruela Viruela
Virus (intracelulares) Gripe Gripe
Varicela Varicela
Fig. 1-22. Principales gérmenes patógenos a los que se enfrenta el sistema inmunitario, y algunas de las enfermedades que causan.
Complemento
Célula T
citotóxica
Virus
a b
Lisosoma Micobacteria
T H1
Antígeno
Fig. 1-25. Mecanismos de defensa del huésped contra la infección por micobacterias… Más información
Janeway et al.: Inmunobiología. © Masson, Barcelona, 2000
Fig. 1-25. Mecanismos de defensa del huésped contra la infección por micobacterias. Las micobacterias que infectan a los macrófa-
gos se hallan en vesículas citoplasmáticas que se resisten a la fusión con los lisosomas y a la consiguiente destrucción a causa de la activi-
dad bactericida del macrófago. Sin embargo, cuando una célula TH1 específica reconoce un macrófago infectado, libera moléculas activado-
ras de macrófagos o citocinas que inducen fusión lisosomal y desencadenan la acción bactericida del macrófago. La eliminación de micobac-
terias de las vesículas de los macrófagos activados puede visualizarse en las fotografías de microscopia óptica (fila inferior) de macrófagos
infectados con micobacterias en reposo (izquierda) y activados (derecha). Las células han sido teñidas con rojo ácido para revelar la presen-
cia de las micobacterias, que se aprecian como bastones teñidos de rojo en los macrófagos en reposo, pero que han sido eliminados en los
macrófagos activados. Las fotografías son gentileza de G. Kaplan.
MHC de clase I MHC de clase II
Péptido
Membrana celular
Fig. 1-26. Las moléculas de MHC presentan fragmentos de antígeno en la superficie de las células… Más información
Núcleo
Fig. 1-27. Las moléculas de MHC de clase I presentan antígeno derivado de proteínas del citosol. En células infectadas con virus, las
proteínas víricas se sintetizan en el citosol. Fragmentos peptídicos de las proteínas víricas se transportan dentro del retículo endoplasmático
allí se unen a moléculas de MHC de clase I, las cuales a su vez transportan los péptidos a la superficie celular.
Anticuerpo
Célula B
Fig. 1-28. Las moléculas de MHC de clase II presentan antígeno cuyo origen se halla en las vesículas intracelulares…
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Aniquila
Tc
MHC
de clase I
Fig. 1-29. Las células T citotóxicas reconocen antígeno presentado por moléculas de MHC de clase I y aniquilan la célula diana…
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Activa
Activa
TH1
TH2
MHC
de clase II MHC
de clase II B
Fig. 1-30. Las células TH1 y TH2 reconocen antígeno presentado por moléculas de MHC de clase II. Tanto las células TH1 como las TH2
reconocen péptidos unidos a moléculas de MHC de clase II. Cuando reconocen su antígeno específico en macrófagos infectados, las células TH1
activan el macrófago, lo cual lleva a la destrucción de la bacteria intracelular (ilustración izquierda). Cuando las células TH2 reconocen antígeno
sobre las células B, las células T cooperadoras inducen dichas células B a proliferar y diferenciarse a células plasmáticas productoras de anti-
cuerpos (ilustración derecha).
Fig. 1-31. Las respuestas inmunitarias pueden ser beneficiosas o perjudiciales según el carácter del antígeno. Las respuestas bene-
ficiosas se muestran en blanco, las perjudiciales sobre fondo oscuro. Cuando una respuesta es beneficiosa, su ausencia es peligrosa.
Polio
40
Casos
notificados Vacuna
por 100.000 30 inactivada
habitantes
20
Vacuna
10 oral
0
1940 1950 1960 1970 1980 1990
Paperas
600 60
Casos Vacuna Casos de
notificados 500 50 SSPE
por 100.000 notificados
habitantes 400 40 en EE. UU.
300 30
200 20
Paperas SSPE
100 10
0 0
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990