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7 MartÍn LUTERO
Sendbrief vom Dolmetschen (1530).
Fuente: M. Lutero, Schríften. Edición de Ernst Kahler, Stuttgart,
Reclam, 1960, pp. 168-184.
Wenzeslaus Link allen ChristgHiubigen Gottes Gnad und Barmher-
zigkeit. Der weise Salomo spricht Prov. 11 (26): «Wer Korn einbehalt, dem
fluchen die Leute. Aber Segen kommt über den, so es verkauft». Welcher
Spruch eigentlich zu verstehen ist van allem, das zu gemeinem Nutze oder
T roste der Christenheit dienen kann. Darum schilt au eh der Herr im
Evangelio den untreuen Knecht einen faulen Schalk, da.B er sein Geld in die
Erden vergraben und verborgen hatte. Solchen Fluch des Herrn und der
ganzen Gemeinde zu vermeiden, hab ich diesen Sendbrief, der mir durch
einen guten Freund zuhanden gekommen, nicht zurückhalten kOnnen, son-
dern Offentlich in Druck gegeben. Denn dieweil der Verdolmetschung
halben alten und neuen Testaments wegen viel Gerede sich zugetragen, dafi
ni:imlich die Feinde dcr Wahrheit vorgeben, als wi:ire der Text an vielen
Orten gei:indert odcr auch verfalschet, wodurch über viele einfi:iltige
Christen, auch unter den Gelehrten, so der hebraischen und griechischcn
Sprache nicht kundig, Entsetzen und Scheu gekommen, so ist wohl zu
hoffen, da:B auf's mindeste zum Teil hiermit den Gottlosen ihr Uistern
verhindert werde und den Frommen ihr Skrupel genommen werden, es
vielleicht auch dahin kommt, dafi mehr über diese Frage oder Materie
geschrieben werde. Bitt derhalben einen jeden Liebhaber der Wahrheit, er
wolle sich dieses Werk aufs beste lassen empfohlen sein und Gott treulich
bitten um rechten Verstand der güttlichen Schrift zur Besserung und
Mehrung der ganzen Christenheit. Amen. Zu Nürnberg am 15. Septembris
Anno 1530.
Dem ehrbaren und umstchtigen N., meinem geneigten Herrn und
Freunde.
Gnad und Friede in Christo. Ehrbarer, umsichtiger, lieber Herr
und Freund! lch habe eure Schrift empfangen mit den zwo Quastionen
oder F ragen, darin ihr meines Berichts begehrt: ersdich warum ich «An die
Rümer» im dritten Kapitel {28) die Worte Sankt Pauli: «Arbitramur
hominem iustificari ex fide absque operibus» also verdeutscht habe: «Wir
halten, dafi der Mensch gerecht werde ohne des Gesetzes Werke allein
durch den Glauben>>, -und daneben anzeigt, wie die Papisten sich über die
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7 Martín LUTERO
Circular acerca del traducir.
Traducción de Pilar Estelrich.
Bibl.: Frola 1982, García Yebra 1979, Pastor 1984, Schwarz 1945.
Wenzeslaus Link desea a cuantos creen en Cristo la gracia y
misericordia de Dios. Dice el sabio Salomón en Prov. 11 {26): «A quien
acumula grano la gente le maldice. Pero quien lo vende recibe bendiciones».
En realidad, esta frase se refiere a cuanto pueda ser de provecho o consuelo
para la cristiandad en general. También por eso en el Evangelio el Señor
llama bribón perezoso al criado infiel porque había enterrado y ocultado
su dinero en la tierra [Mat. 25,26 ss.]. Para evitar que caiga sobre mí tal
maldición del Señor y de toda la comunidad no he podido retener esta
circular llegada a mis manos a través de un buen amigo, sino que la he
hecho pública mediante la imprenta. Pues ya que la traducción del Nuevo
Testamento y de la mitad del Antiguo ha dado mucho que hablar, y los
enemigos de la verdad pretenden que el texto ha sido cambiado o incluso
falseado en muchos puntos, con lo cual han hecho que se horrorizaran y
asustaran muchos cristianos sencillos, entre ellos incluso eruditos que no
conocen la lengua hebrea y la griega, podemos albergar la confianza de que
mediante esta carta por lo menos se eviten las calumnias de los impíos y se
eliminen los escrúpulos de los piadosos, y hasta puede que se escriba más
sobre esta cuestión o materia. Por ello pido a todo amante de la verdad que
reciba con el mayor aprecio esta obra y pida lealmente a Dios que le
conceda una correcta comprensión de la Escritura divina para mejora y
aumento de la cristiandad entera. Amén. Nuremberg, 15 de setiembre del
año 1530.
Al honorable y discreto N., mi buen amigo y señor.
Misericordia y paz en Cristo. Honorable, discreto, querido amigo
y señor: he recibido vuestro escrito con las dos cuestiones o preguntas a las
que deseáis oír mi respuesta. En primer lugar, por qué en la epístola a los
Romanos, en el tercer capítulo (28), he traducido las palabras de san Pablo
Arbitramur hominem tustificari ex fide ahsque operibus del modo siguiente:
«Opinamos que el hombre se justifica sin las obras de la ley solamente por
la fe», -y a continuación señaláis que los papistas se acaloran sobremanera
porque en el texto de Pablo no se halla la palabra sola (solamente) y no
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Mafien weil im Text Pall;li nicht stehet das Wort «sola» (allein),
und man durfe solchen Zusatz bet Gottes Worten von mir nicht dulden
us_w.; zum andern: ob auch die verstorbenen Heiligen für uns bitten, weil
wtr les en, dafi segar die Engel für uns bitten usw. A uf die erste F rage, wo
es euch gelüstet, mOgt ihr euern Papisten van meinetwegen antworten also:
Zum ersten. Wenn ich, D. Luther, mich hane kOnnen des versehen,
dafi alle Papisten zusammen so kundig w:iren, dafi sie ein Kapitel in der
Schrift kOnnten recht und gut verdeutschen, so ware ich wahrlich so
demütig gewesen und hatte sie um Hilf und Beistand gebeten, das Neue
zu verdeutschen. Aber dieweil ich gewufit und noch vor Augen
sebe, dafi threr keiner recht weifi, wie man dolmetschen oder deutsch reden
soll, hab ich sie und mich solcher Mühe überhoben. Man merkt es aber
gut, dafi sie aus meinem Dolmetschen und Deutsch lernen deutsch reden
und schreiben und so meine Sprache, davon sie zuvor wenig
gewuflt; danken m1r aber mcht dafür, sondern brauchen sie viel lieber
wider mich. Aber ich günn es ihnen gern, denn es tut mir dennoch wohl
dafi ich meine undankbaren Jünger, dazu meine Feinde, reden gelehrt habe:
Zum andero ki:innt lhr sagen, dafi ich das Neue Testament ver-
deutscht habe nach meinem besten Verm6gen und auf's gewissenhafteste·
hab: damit ?iemand gezwungen, dafi er's lese, sondern es frei gelassen, und
allem zu D1enst getan denen, die es nicht besser machen künnen. Es ist
niemand verboten, ein bessers zu machen. Wer's nicht lesen will der lafl
es liegen; ich bitte und lobe niemand drum. Es ist mein und
meine Dolmetschung und soll mein bleiben und sein. Hab ich drinnen
irgendwann geirrt (was mir doch nicht bewuflt, auch wollt ich gewifl nicht
mutwilliglich einen Buchstaben falsch verdolmetschen), -darüber will ich
die Papisten als Richter nicht dulden, denn sie haben noch immer zu lange
Obren dazu und ihr «lka, Ika» ist zu schwach, um über mein Verdol-
metschen zu urteilen. Ich weifi wohl und sie wissen's weniger denn des
Müllners Tier, was für Kunst, FleiG, Vernunft, Verstand zum guten
Dolmetscher gehüret, denn sie haben's nicht versucht.
. , Es a:n Wege .bauet, der hat viel Meister>>. Also gehet
m1r s auch. noch me haben recht reden künnen, geschweige
denn dolmetschen, d1e smd allzumal meine Meister und ich muG ihrer aller
Jünger sein. Und wenn ich sie hiitte sallen fragen, wie man die ersten zwei
W?rt Matthai 1 (1): «Liber Generationis, sollte verdeutschen, so haue ihrer
gewuGt Gack dazu zu sagen -und richten nun über das ganze Werk,
d1e femen Gesellen. Also ging es Sankt Hieronymo auch; da er die Biblia
dolmetscht, da war alle Welt sein Meister, er allein war es, der nichts
und es urteilten über das Werk des guten Mannes diejenigen, so
1hm mcht genug gewesen wiiren, daB sie ihm die Schuhe hiitten sallen
wischen. Darum gehüret graBe Geduld dazu, wenn jemand etwas Offentlich
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pueden admitir tal añadido mío a las palabras de Dios, etc.; en segundo
lugar: si también los santos difuntos ruegan por nosotros, dado que leemos
que incluso los ángeles ruegan por nosotros, etc. A la primera pregunta, si
os place, podéis responder de mi parte a vuestros papistas lo que sigue.
Primero: si yo, el doctor Lutero, hubiera podido imaginar que
todos los papistas juntos sabían lo suficiente para traducir correctamente un
capítulo de las Escrituras, ciertamente hubiera sido lo bastante humilde para
pedirles ayuda y auxilio en la traducción del Nuevo Testamento al alemán.
Pero como sabía y sigo viendo aún con mis ojos que ninguno de ellos sabe
traducir ni hablar alemán, les he ahorrado a ellos y a mí tales fatigas. Sin
embargo, bien se ve que de mi traducción y mi alemán aprenden a hablar
y escribir alemán y de este modo me roban mi lengua, de la que antes poco
sabían; pero no me lo agradecen, sino que prefieren utilizarla en mi contra.
Pero no se lo reprocho, pues me reconforta ver que he enseñado a hablar
a mis ingratos discípulos, que son además mis enemigos.
Por otra parte, podéis decir que he traducido el Nuevo Testamento
como mejor he sabido y del modo más concienzudo; al hacerlo no he
obligado a nadie a leerlo, sino que lo he dejado a su voluntad, y lo he
hecho sólo en pro de quienes no saben hacerlo mejor. No está prohibido
a nadie mejorarlo. Quien no quiera leerlo, que lo deje; ni suplico ni halago
a nadie. Es mi Testamento y mi traducción y debe seguir siéndolo. Si en
algún momento me he equivocado al hacerla (cosa de la que no tengo cono-
cimiento, y ciertamente no quise traducir mal ni una sola letra a propósito),
no quiero tener de jueces a los papistas, pues todavía tienen las orejas
demasiado largas para ello y su «hi ha, hi ha» es demasiado débil para que
juzguen acerca de mi traducción. Yo sé muy bien, y ellos saben menos que
el animal del molinero, cuánta habilidad, diligencia, razón e inteligencia
hacen falta para ser un buen traductor, pues ellos no lo han intentado.
Se dice: «Quien edifica junto al camino tiene muchos maestros». Lo
mismo me pasa a mí. Los que aún no sabían hablar bien, y mucho menos
traducir, encima son mis maestros y yo tengo que ser el discípulo de todos
ellos. Y si hubiera tenido que preguntarles cómo había que traducir al
alemán las dos primeras palabras de Mateo 1 {1) Liber generatíonis, ninguno
hubiera sabido decir ni mu-y ahora esos listillos ponen en tela de juicio la
obra entera-. Así le pasó también a san Jerónimo; cuando tradujo la Biblia,
todo el mundo era maestro suyo, él era el único que no sabía nada, y juz-
gaban la obra de aquel buen hombre quienes no hubieran sido dignos de
limpiarle los zapatos. Por eso se necesita mucha paciencia cuando alguien
desea hacer algo bueno en público; pues el mundo siempre tiene que dárse-
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Gutes tun will; denn die Welt will Meister Klüglin bleiben und
immer das Rofi vom Schwanz her aufzaumen, alles meistern und selbst
nichts künnen. Das ist ihre Art, davon sie nicht lassen kann.
Ich wollt dennoch den Papisten freundlich ansehen, der sich hcrfür
tat und etwa eine Epistel Sankt Pauli oder einen Propheten verdeutschet.
Sofern dafi er des Luthers Deutsch und Dolmetschen nicht dazu gebraucht,
da wird man sehen ein fein, schOn, loblich Deutsch oder Dolmetschen!
Denn wir haben ja gesehen den Sudler zu Dresden, der mein N eues Testa-
ment gemeistert hat (ich will seinen N amen in meinen Büchern nicht mehr
nennen; zudem hat er auch nun seinen Richter und ist sonst wohl be-
kannt); der bekennt, daE mein Deutsch süGe und gut sei und sah wohl, daB
er' s nicht bes ser machen künnte und wollt es doch zuschanden machen,
fuhr zu und nahm vor sich mein Neu Testament, fast van Wort zu Wort,
wie ich's gemacht hab, und tat meine Vorrede, Glofi und N amen davon,
schrieb seinen Namen, Vorrede und GloB dazu, verkauft so mein Neu
T estament unter seinem N amen. A eh, lieben Kinder, wie geschah mir da
so wehe, da sein Landsfürst mit einer greulichen Vorrede verdammte und
verbot, des Lurhers Neu Testament zu lesen, doch daneben gebot, des
Sudelers Neu Testament zu lesen, welchs doch eben dasselbig ist, das der
Luthcr gemacht hat.
· Und daB nicht jemand hier denke, ich lüge, so nimm beide Testa-
mente vor dich, des Luthers und des Sudelers, halt sie gegeneinander, so
wirst du sehen, wer in allen beiden der Dolmetscher sei. Denn was er an
wenig Orten geflickt und geandert hat -wiewohl mir's nicht alles gefallt, so
kann ich's doch gero dulden und schadet mir nicht besonders, soweit es
den Text betrifft; darum ich auch nie dawider hab wollen schreiben,
sondero hab der grofien Weisheit müssen lachen, da6 man mein Neu Testa-
ment so greulich gelastert, verdammt, verboten hat, als es unter meinem
N amen ist ausgegangen, aber es doch müssen lesen, als es umcr eincs
andero Namen ist ausgegangen. Wiewohl, was das für ein Tugend sei,
einem andero sein Buch lastern und schanden, daroach dasselbig stehlen
und unter eigenem N amen dennoch aus lassen gehen, und so durch fremde
verlasterte Arbeit eigen Lob und N amen suchen -das laB ich seinen Richter
finden. Mir ist indes genug und hin froh, dafi meine Arbeit (wie Sankt
Paulus auch rühmet) mu6 auch durch meine Feinde gefürdert und des
Luthers Buch ohn Lurhers Namen unter seiner Feinde Namen gelesen
werden. Wie künnt ich mich besser rachen?
Und da6 ich wieder zur Sache komme: Wenn euer Papist sich viel
Beschwer machen will mit dem Wort «Sola-allein», so sagt ihm flugs also:
Doktor Martinus Luther will's so haben und spricht: Papist und Esel sei
ein Ding. Sic vólo, sic iúbeo, sit pro ratióne volúntas. Denn wir wollen
nicht der Papisten Schüler noch Jünger, sondero ihre Meister und Richter
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las de sabihondo y siempre tiene que pasarse de listo, pontificar acerca de
todo sin saber de nada. Es su manera de ser, y no sabe renunciar a ella.
No obstante, vería con buenos ojos al papista que se destacara y
tradujera una epístola de san Pablo o a un profeta, por ejemplo. Eso si no
se sirviera del alemán de Lutero y de su traducción; ¡entonces veremos un
alemán o una traducción sutiles, bellos, loables! Pues ya hemos visto al
chapucero de Dresde que se adueñó de mi Nuevo Testamento (no quiero
citar más su nombre en mis libros; por lo demás tiene ya quien lo juzgue
y es bien conocido); confesó que mi alemán era dulce y bueno y se dio
cuenta de que no podría mejorarlo, pero como quería arruinarlo la empren-
dió con mi Nuevo Testamento tal como yo lo había hecho, casi palabra
por palabra, y le quitó mi prólogo, mi comentario y mi nombre, le puso
su nombre, su prólogo y su comentario, y de este modo vendió mi Nuevo
Testamento con su nombre. Ay, queridos hijos, cuán doloroso fue para mí
que su soberano condenara y prohibiera con un prólogo atroz leer el
Nuevo Testamento de Lutero, y acto seguido mandara leer el Nuevo Testa-
mento del chapucero, que era exactamente el mismo que había hecho
Lutero.
Y para que nadie piense que estoy mintiendo, pon ante ti ambos
Testamentos, el de Lutero y el del chapucero, cotéjalos, verás quién es el
traductor en ambos. Pues es bien poco lo que ha enmendado y cambiado
en algunos sitios; aunque no me guste todo, puedo soportarlo gustosamente
y no me perjudica en especial por lo que respecta al texto; también por eso
jamás quise escribir nada en su contra, sino que hube de reírme de la gran
sabiduría con que calumniaban tan atrozmente, condenaban y prohibían mi
Nuevo Testamento cuando apareció bajo mi nombre, pero fueron obli-
gados a leerlo cuando apareció a nombre de otro. De todos modos, qué
clase de virtud es esa de difamarle y profanarle el libro a otro y sin
embargo luego robárselo y publicarlo con su nombre propio, buscando así
alabanzas y renombre mediante trabajo ajeno difamado -eso lo dejo para
que encuentre quien lo juzgue-. Entretanto me conformo y me alegro con
que mi trabajo (como alaba también san Pablo [Fil. 1,18]) se vea favorecido
hasta por mis enemigos y que los libros de Lutero sin el nombre de Lutero
sean leídos bajo el nombre de sus enemigos. ¿Qué mejor venganza podría
desear?
Volvamos a la cuestión. Si vuestro papista desea tomarse muchas
molestias con la palabra sola-solamente, decidle enseguida: el doctor MartÍn
Lutero lo quiere así y dice que ser papista y asno es una misma cosa. Sic
volo, sic iubeo, sit pro ratione voluntas. 1 Pues no queremos ser alumnos ni
discípulos de los papistas, sino sus maestros y jueces. Por una vez vamos
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sein. Wollen auch einmal stolzieren und prahlen mit den Eselsküpfen; und
wie Paulus wider seine tallen Heiligen sich rühmet, so will ich mich auch
wider diese meine Esel rühmen. Sie sind Doktores? Ich auch! Sie sind
gelehrt? Ich auch! Sie sind Prediger? Ich auch! Sie sind Theologen? Ich
auch! Sie sind Disputatoren? Ich auch! Sie sind Philosophen? Ich auch! Sie
sind Dialektiker? Ich auch! Sie sind Legenten? Ich auch! Sie schreiben
Bücher? Ich auch!
Und will weiter rühmen: lch kann Psalmen und Propheten aus-
legen; das künnen sie nicht. Ich kann dolmetschen; das künnen sie nicht.
Ich kann beten; das künnen sie nicht. Und um von geringeren Dingen zu
reden: Ich verstehe ihre eigene Dialektika und Philosophia besser, denn sie
selbst allesamt. Und weifi überdies fürwahr, dafi ihrer keiner ihren
teles verstehet. Und ist einer unter ihnen allen, der ein ProOmium oder
Kapitel im Aristoteles recht verstehet, so will ich mich lassen prellen. Ich
rede jetzt nicht zu viel, denn ich hin durch ihre Kunst alle erzogen und
erfahren van Jugend auf, weifi sehr wohl, wie tief und weit sie ist. Ebenso
wissen sie auch recht gut, dafi ich alles weifi und kann, was sie künnen.
Dennoch handeln die heillosen Leute gegen mich, als ware ich ein Gast in
ihrer Kunst, der überhaupt erst heute margen kommen ware und noch nie
weder gesehen noch gehürt h:itte, was sie lernen oder künnen; so gar
herrlich prangen sie herein mit ihrer Kunst und lehren mich, was ich vor
zwanzig Jahren anden Schuhen zerrissen habe; so dafi ich auch mit jener
Metze auf all ihr Pl:irren und Schreien singen mufi: Ich hab's vor sieben
Jahren gewufit, dafi Hufn:igel Eisen sind.
Das sei auf eurc erste Frage geantwortet; und bitte euch, wollet
solchen Eseln ja nichts andres noch mehr antworten auf ihr unnützes
Geplarre vom Wort «Sola» denn so viel: Luther will's so haben und
spricht, er sei ein Doktor über alle Doktor im ganzen Papsttum; da soll's
bei bleiben. Ich will sie hinfort nur verachten und verachtet haben, so
lange sie solche Leute, ich wollt sagen, Esel sind. Denn es sind solche
unversch:imte Trüpfe unter ihnen, die auch ihre eigene, der Sophisten
Kunst nie gelernt haben, wie Doktor Schmidt und Doktor Rotzlüffel und
seinesgleichen; und stellen sich gleichwohl wider mich in dieser Sache, die
nicht allein über die Sophisterei, sondern auch, wie Sankt Paulus sagt, über
aller Welt Weisheit und Vernunft ist. Wahrlich: ein Esel braucht nicht viel
zu singen: man kennt ihn auch schon gut an den Obren.
Euch aber und den unsern will ich anzeigen, warum ich das Wort
«sola» hab wollen brauchen, wiewohl Rümer 3 (28) nicht «sola>>, sondern
«solum» oder «tantum» von mir gebraucht ist. So genau sehen die Esel
meinen Text an! Jedoch habe ich anderswo «sola fide» gebraucht und will
1 auch beides, «solum» und «sola», haben. Ich hab mich des beflissen im
1
Dolmetschen, dafi ich rein und klar Deutsch geben müchte. Und ist uns
,¡
l i
7 LUTERO 121
a pavonearnos y jactarnos como esos borricos; y tal como Pablo se alaba
para contraponerse a sus santos locos [11 Cor. 11,21 ss.], voy a alabarme a
mí mismo para contraponerme a estos asnos míos. ¿Son doctores? ¡Yo tam-
bién! ¿Son eruditos? ¡Yo también! ¿Son predicadores? ¡Yo también! ¿Son
teólogos?¡ Yo también! ¿Son disputadores? ¡Yo también! ¿Son filósofos? ¡Yo
también! ¿Son dialécticos? ¡Yo también! ¿Dan clases magistrales? ¡Yo tam-
bién! ¿Escriben libros? ¡Yo también!
Y quiero seguir alabándome. Yo sé traducir los salmos y los profe-
tas; ellos no saben. Yo sé traducir; ellos no saben. Y o sé rezar; ellos no
saben. Y, para hablar de asuntos menores, sé yo más de su dialéctica y su
filosofía que todos ellos juntos. Y además sé con certeza que ninguno de
ellos entiende bien a su Aristóteles. Y si hay uno entre todos ellos capaz de
entender bien un proemio o capÍtulo de Aristóteles, dejaré que me
manteen. No estoy hablando de más, pues he sido educado y adiestrado
mediante todo su arte desde mi juventud, sé muy bien cómo es de pro-
fundo y hasta dónde alcanza. Y sin embargo esos impíos se comportan
conmigo como si yo fuera un huésped de su arte que acabara de llegar esta
mañana y jamás hubiera visto ni oído lo que aprenden o saben; tanto se
jactan de su arte, y me enseñan lo que hace veinte años gasté en suelas de
zapatos; de manera que tengo que responder a todos sus berridos y gritos
lo que decía aquella ramera: <<Llevo siete años sabiendo que los clavos de
herradura son de hierro>>.
Valga esto como respuesta a vuestra primera pregunta; y os ruego
que no respondáis a esos asnos con sus inútiles berridos por la palabra sola
más que esto: Lutero lo quiere así y dice que es más doctor que todos los
doctores del papado entero; dejadlo así. De ahora en adelante sólo deseo
despreciarlos y haberlos despreciado, mientras sean personas de esa clase,
iba a decir asnos. Pues entre ellos hay unos idiotas desvergonzados que no
han aprendido ni su propio arte, el de los sofistas, como el doctor Herrero
y el doctor Cucharón y sus semejantes; y sin embargo se me enfrentan en
esta cuestión, que no sólo está más allá de la sofistería, sino más allá de la
sabiduría y razón del mundo entero, como dice san Pablo [1 Cor. 1,20}.
Desde luego, no hace falta que un asno cante mucho; bien se le conoce ya
por las orejas.
En cambio, a vos y a los nuestros quiero mostraros por qué decidí
usar la palabra sola, a pesar de que en Rom. 3 (28) no he usado sola, sino
solum o tantum. ¡Ya veis con cuánta exactitud se miran mi texto esos asnos!
No obstante, en otros lugares he usado sola fide y deseo mantener ambas
cosas, solum y sola. Al traducir me he esforzado en escribir un alemán puro
y claro. Y a menudo nos ha ocurrido pasarnos dos, tres, cuatro semanas
122 7 LUTERO
sehr oft begegnet, dafi wir vierzehn Tage, drei, vier Wochen haben ein
einziges Wort gesucht und gefragt, haben's dennoch zuweilen nicht
gefunden. Im Hiob arbeiteten wir also, Magister Philips, Aurogallus und
ich, dal3 wir in vier T agen zuweilen kau m drei Zeilen konnten fertigen.
Lieber -nun es verdeutscht und bereit ist, kann's ein jeder lesen und
meistern. Es Uiuft jetzt einer mit den Augen durch drei, vier Blatter und
st6Bt nicht einmal an, wird aber nicht gewahr, welche Wacken und Klütze
da gelegen sind, wo er jetzt drüber hingehet wie über ein gehobelt Brett,
wo wir haben müssen schwitzen und uns angsten, ehe denn wir solche
Wacken und Klütze aus dem Wege r:iumeten, auf dafi man kOnnte so fein
daher gehen. Es ist gut pflügen, wenn der Acker gereinigt ist. Aber den
W ald und die Stubben ausroden und den Acker zurichten, da will niemand
heran. Es ist bei der Welt kein Dank zu verdienen. Kann doch Gott selbst
mit der Sonnen, ja mit Himmel und Erden, noch mit seines eignen Sohns
T od, keinen Dank verdienen: sie sei und bleibt Welt -in des T eufels
Namen, weil sie ja nicht anders will.
Ebenso habe ich hier, ROmer 3, sehr wohl gewufit, dafi im latei-
nischen und griechischen T ext das Wort «solum» nicht stehet, und hatten
mich solches die Papisten nicht brauchen lehren. Wahr ist's: Diese vier
Buchstaben <<s-o-l-a» stehen nicht drinnen, welche Buchstaben die EselskOpf
ansehen, wie die Kühe ein neu Tor. Sehen aber nicht, dafi es gleichwohl
dem Sinn des Textes entspricht, und wenn man's will klar und gewaltiglich
verdeutschen, so gehüret es hinein, denn ich habe deutsch, nicht lateinisch
noch griechisch reden wollen, als ich deutsch zu reden beim Dolmetschen
mir vorgenommen hatte. Das ist aber die Art unsrer deutschen Sprache,
wenn sie van zwei Dingen redet, deren man eines bejaht und das ander
verneinet, so braucht man des Worts solum «Allein» neben dem Wort
<<nicht» oder «kein». So wenn man sagt: der Baur bringt allein Korn, und
kein Geld. Nein, ich hab wahrlich jetzulicht Geld, sondern allein Korn.
Ich hab allein gegessen und noch nicht getrunken. Hast du allein geschrie-
ben und nicht durchgelesen? U nd dergleichen unzahlige Weisen in
taglichem Brauch.
Ob's gleich die lateinische oder griechische Sprache in diesen
Redeweisen allen nicht tut, so tut's doch die deutsche und ist's ihre Art,
dafi sie das Wort «allein» hinzusetzt, auf dafi das Wort «nicht» oder <<kein»
umso vOlliger und deutlicher sei. Denn wiewohl ich auch sagen kann: «Der
Baur bringt Korn und kein Geld», so klingt doch das Wort «kein Geld»
nicht so vOllig und deutlich, als wenn ich sage: <<Der Bauer bringt allein
Korn und kein Geld»; und hilft hier das Wort <<allein» dem Wort «kein»
dazu, dafi es eine vüllige, deutsche, klare Rede wird. Denn man mufi nicht
die Buchstaben in der lateinischen Sprache fragen, wie man soll Deutsch
7 LUTERO 123
buscando una única palabra y aun así a veces no la hemos encontrado. En
el Libro de Job trabajábamos el maestro Philipp, 2 Aurogallus y yo de
forma tal que a veces en cuatro días avanzábamos apenas tres líneas.
Querido amigo: ahora que está traducido al alemán y listo, todo el mundo
puede leerlo y hacérselo suyo. Ahora recorre uno con los ojos tres o cuatro
páginas y no tropieza ni una vez, pero no se da cuenta de las rocas y
peñascos que había donde ahora carnina tan ricamente como si fuera una
tabla cepillada, donde hubimos de pasar sudores y angustias antes de lograr
sacar del camino esas rocas y esos peñascos para que pudiera caminar tan
bien. Es fácil arar cuando el campo está limpio. Pero arrancar el bosque y
los tocones y preparar la tierra de labor no quiere hacerlo nadie. El mundo
es desagradecido. Si ni siquiera el propio Dios consigue que le dé gracias
por el sol, ni por el cielo y la tierra, ni por la muerte de su propio hijo:
que sea mundo y siga siéndolo, en nombre del diablo, puesto que no desea
otra cosa.
Asimismo sabía yo muy bien que en Rom. 3, ni en el texto latino
ni en el griego aparece la palabra solum, y no hubiera hecho falta que me
lo enseñaran los papistas. Es cierto: estas cuatro letras s-o-l-a no se
encuentran ahí, letras que esos borricos miran fijamente como las vacas un
portal nuevo. Pero no ven que aun así corresponde al sentido del texto, y
si se lo quiere traducir al alemán con claridad y firmeza, hay que añadirlo,
pues yo quería hablar alemán, no latÍn ni griego, cuando me propuse tra-
ducir al alemán. Ahora bien, es propio de nuestra lengua alemana que al
hablar de dos cosas, una de las cuales se afirma y la otra se niega, se utilice
la palabra solum-allein junto a la palabra nicht o kein [«no»]. Así se dice,
por ejemplo: Der Baur brtngt allein Korn, und kein Geld [«el campesino
sólo trae grano y no dinero»]. Nein, ich hab wahrlich jetzt nicht Geld,
sondern allein Korn [«no, cienamente ahora no tengo dinero, sino sólo
grano»]. Ich hab allein gegessen und noch nicht getrunken [«sólo he comido
y aun no he bebido»]. Hast du allein geschrieben und nicht durchgelesen?
[«¿sólo has escrito y no lo has leído?»]. E innumerables formas semejantes
en el uso diario.
Por más que la lengua latina o griega no lo haga en todas estas
formas de expresarse, la alemana sí lo hace y tiene por costumbre añadir la
palabra allein, a fin de que la palabra nicht o kein resulte más plena y
significativa. Pues aunque también puedo decir: Der Baur bringt Korn und
kein Geld [«el campesino trae grano y no dinero»], la expresión kein Geld
no resulta tan plena y significativa como si digo: Der Bauer bringt allein
Korn und kein Geld [«el campesino sólo trae grano y no dinero>>]; y aquí
la palabra alletn ayuda a la palabra kein a que resulte una expresión plena
de sentido, alemana, clara. Pues no hay que preguntar a las letras de la
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reden, wie diese Esel tun, sondern man mufi die Mutter im Hause, die
Kinder auf der Gassen, den gemeinen Mann auf dem Markt drum fragen,
und denselbigen auf das Maul sehen, wie sie reden und darnach dolmet-
l 7 LUTERO
schen; da verstehen sie es denn und merken, dill man deutsch mit ihnen
redet.
So wenn Christus spricht: «Ex abundantia cordis os loquitur».
Wenn ich den Eseln soll folgen, die werden mir die Buchstaben vorlegen
und so dolmetschen: Aus dem Überflufi des Herzens redet der Mund. Sage
mir: ist das deutsch geredet? Welcher Deutsche verstehet solches? Was ist
Überflufi des Herzens für ein Ding? Das kann kein Deutscher sagen, es sei
denn, er wollte sagen, es bedeute, da6 einer ein allzu groG Herz habe oder
zuviel Herz habe; wiewohl das auch noch nicht recht ist. Denn «Überflufi
des Herzens» ist kein Deutsch, so wenig als das Deutsch ist: Überflufi des
Hauses, Überfluí1 des Kachelofens, Überflufi der Bank, sondern so redet die
Mutter im Haus und der gemeine Mann: Wes das Herz voll ist, des gehet
der Mund über. Das heifit gutes Deutsch geredet, des ich mich beflissen
und leider nicht allwege erreicht noch getroffen Denn die
lateinischen Buchstaben hindern über die M afien sehr, gutes Deutsch zu
re den.
Ebenso wenn der Verd:iter Judas sagt, Matthai 26 (8): Ut quid per-
ditio haec? und Marci 14 (4): Ut quid perditio ista unguenti facta est? Folge
ich den Eseln und Buchstabilisten, so mufi ich's so verdeutschen: Warum
ist diese Verlierung der Salben geschehen? Was ist aber das für Deutsch?
W elcher Deutsche redet so: Verlierung der Salben ist geschehen? U nd wenn
er's recht verstehet, so denkt er, die Salbe sei verloren und müsse sie wohl
wieder suchen; wiewohl das auch noch dunkel und ungewifi lautet. W enn
nun das gutes Deutsch ist, warum treten sie nicht herfür und machen uns
solch ein fein, hübsch neu deutsch T estament, und las sen des Luthers
T estament liegen? Ich meine eben, si e sollten ihre Kunst an den T ag
bringen. Aber der deutsche Mann redet so (Ut quid etc} Was soll doch
solcher Unrat? oder: Was soll doch solcher Schade? Nein, es ist schade um
die Salbe; -das ist gutes Deutsch, daraus man verstehet, dafi Magdalene mit
der verschütteten Salbe sei unzweckmafiig umgcgangen und habe ver-
schwendet; das war Judas' Meinung, denn er gedachte, einen besseren
Zweck damit zu erfüllen.
ltem, da der Engel Mariam grüfiet und spricht: Gegrüfiet seist du,
Maria, voll Gnaden, der Herr mit dir. Nun wohl -so ist's bisher einfach
dem lateinischen Buchstaben nach verdeutschet. Sage mir aber, ob solchs
auch gutes Deutsch sei. Wo redet der deutsch Mann so: du bist voll
Gnaden? Und welcher Deutsche verstehet, was das heifit: voll Gnaden? Er
mufl denken an ein Faí1 voll Bier oder Beutel voll Geldes; darum hab ich's
verdeutscht: Du Holdselige, worunter ein Deutscher sich sehr viel eher
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lengua latina cómo debe hablarse alemán, tal como hacen esos asnos, sino
que hay que preguntárselo a la madre de familia en su casa, a los niños en
la calle, al hombre corriente en el mercado, y mirarles a la boca para ver
125
cómo hablan y traducir de acuerdo con ello; entonces sí que lo entienden
y se dan cuenta de que les están hablando en alemán.
Así, cuando Cristo dice: Ex abundantia cordis os loquitur {Mat.
12,34]. Si he de hacer caso de esos asnos, me pondrán delante las letras y
traducirán: «De la abundancia del corazón habla la boca». Dime: ¿es eso
hablar alemán? ¿Qué alemán entiende algo así? ¿Qué es eso de la
«abundancia del corazÓn»? Ningún alemán puede decirlo, como no quiera
decir que significa que alguien tiene un corazón demasiado grande o
demasiado corazón; por más que ni siquiera eso es correcto. Pues «abun-
dancia del corazÓn» no es alemán, del mismo modo que no es alemán
..:abundancia de la casa», «abundancia de la estufa», «abundancia del banco»,
sino que la madre de familia y el hombre corriente hablan así: «Lo que
llena el corazón rebosa por la boca». Esto sí que es hablar bien el alemán,
por eso he J.uchado y desgraciadamente no siempre he podido lograrlo ni
dar con ello. Pues las letras latinas hacen que resulte enormemente difícil
hablar bien el alemán.
Asimismo cuando Judas el traidor dice en Mateo 26 (8): Ut quid
perditio haec? y en Marcos 14 (4): Ut quid perditio ista unguenti /acta est? De
seguir a los asnos y literalistas, debo traducirlo así: «¿Por qué ha sucedido
esta perdición de los ungüentos?». Pero ¿qué alemán es éste? ¿Qué alemán
dice: «Ha sucedido perdición de los ungüentos»? Y si lo entiende correc-
tamente, cree que el ungüento se ha extraviado y hay que volver a buscarlo;
aunque también eso suena oscuro e incierto. Y si esto es buen alemán,
¿porqué no se presentan y nos hacen un bonito Nuevo Testamento alemán
y dejan en paz el Testamento de Lutero? Quiero decir que deberían mos-
trarnos su arte. Pero el alemán dice así (Ut quid, etc.): «¿Qué tontería es
ésa?:. o «¿Qué despilfarro es ése?», «¡Ay, qué lástima de ungüento!»; esto es
buen alemán, que permite entender que Magdalena no ha obrado correcta-
mente al derramar el ungüento y lo ha desperdiciado; ésta era la opinión
de Judas, pues tenía intención de destinarlo a un fin mejor.
Ítem cuando el ángel saluda a María y dice: «Dios te salve, María,
llena eres de gracia, el Señor es contigo» [Luc. 1,28]. Bien, así se ha
traducido al alemán hasta ahora siguiendo la letra latina. Pero dime si es
buen alemán. ¿Dónde habla así el hombre alemán: «llena eres de gracia»?
¿Y qué alemán entiende lo que quiere decir «llena de gracia»? Tiene que
pensar en un barril lleno de cerveza o una bolsa llena de dinero; por eso he
traducido: «agraciada», cosa que permite que un alemán se imagine mucho
126 7 LUTERO
vorstellen kann, was der Engel meinet mit seinem Gru6. Aber hier wollen
die Papisten toll werden über mich, dafi ich den Engelischen Grufi ver-
derbet habe, wiewohl ich dennoch damit nicht das beste Deutsch habe
troffen. Und würde ich hier das beste Deutsch genommen haben und den
Grufi so verdeutscht: Gott grüfie dich, du liebe Maria (denn so viel will der
Engel sagen und so würde er geredet haben, wenn er hatte wollen sie
deutsch grüfien), ich glaube, sie würden sich wohl selbst erhiingt haben vor
übergrofiem Eifer um die liebe Maria, daru.m, daG ich den Grufi so
zunichte gemacht hatte.
Aber was frage ich danach, ob sie toben oder rasen? Ich will nicht
wehren, dafi sie verdeutschen, was sie wollen; ich will aber auch ver-
deutschen, nicht wie sie wollen, sondern wie ich will. Wer es nicht haben
will, der laB mir' s stehen und behalte seine Meisterschaft bei sich, denn ich
will sie weder sehen noch hüren; und sie brauchen für mein Dolmetschen
weder Antwort geben noch Rechenschaft tun. Das hürest du wohl: Ich will
sagen: «du holdselige Maria, du liebe Maria», und laB sie sagen: <<Du voll
Gnaden Maria». Wer Deutsch kann, der weiB wohl, welch ein zu Herzen
gehendes, fein Wort das ist: die liebe Maria, der liebe Gott, der liebe
Kaiser, der liebe Fürst, der liebe Mann, das liebe Kind. Und ich weifi nicht,
oh man das Wort diehe» auch so herzlich und genugsam in lateinischer
oder anderen Sprachen ausdrücken kann, das ebenso dringe und klinge in's
Herz durch alle Sinne, wie es tut in unsrer Sprache.
Denn ich halte dafür, Sankt Lukas als ein Meister in hebraischer
und griechischer Sprache habe das hebraisch Wort, so der Engel gebraucht,
wollen mit dem griechischen «kecharitoméni» treffen und deutlich machen.
Und denk mir, der Engel Gabriel habe mit Maria geredet, wie er mit
Daniel redet, und nennet ihn <<hamudóth» und «isch hamudóth», vir
desideriórum, das ist, «du lieber Daniel». Denn das ist Gabrielis Weise zu
reden, wie wir im Daniel sehen. Wenn ich nun den Buchstaben nach, aus
der Esel Kunst sollt des Engels Wort verdeutschen, müfite ich so sagen:
Daniel, du Mann der Begierungen, oder, Daniel, du Mann der Lüste. O,
das ware schün deutsch1 Ein Deutscher hüret wohl, daB «Mann», «Lüste»
oder <<Begierungen» deutsche Wort sind, wiewohl es nicht eitel reine
deutsche Wort sind, sondern «Lust» und «Begier» waren wohl besser. Aber
wenn sieso zusammengefasset werden: Du Mann der Begierungen, so weifi
kein Deutscher, was gesagt ist, denkt, dafi Daniel vielleicht voll büser Lust
stecke. Das hieBe denn fein gedolmetscht. Darum muB ich hier die Buchs-
taben fahren lassen und forschen, wie der deutsche Mann das ausdrückt,
was der hebraische Mann «lsch hamudóth» nennt: so finde ich, dafi der
deutsche Mann so spricht: Du lieber Daniel, du liebe Maria, oder: du
holdselige Maid, du niedliche Jungfrau, du zartes Weib und dergleichen.
Denn wer dolmetschen will, muB graBen Vorrat von Worten haben, damit
7 LUTERO 127
mejor lo que quiere decir el ángel con su saludo. Pero aquí se enfurecen
contra mí los papistas diciendo que he pervertido el saludo angélico,
cuando ni siquiera he dado con el mejor alemán. Y si hubiera usado el
mejor alemán, traduciendo así el saludo: Dios te salve, querida María (pues
eso quiere decir el ángel, y así hubiera hablado de querer saludarla en
alemán), creo que se hubieran ahorcado ellos mismos por exceso de celo a
causa de la querida María, por creer que con ello había destruido yo el
saludo.
Pero ¿qué me importa a mí si están enfurecidos o frenéticos? No
pretendo impedir que traduzcan lo que quieran al alemán; pero también yo
quiero hacerlo, no como quieren ellos, sino como quiero yo. A quien no
le guste, que me deje en paz y guarde su maestría para sí, pues yo no
quiero verla ni oír hablar de ella; y no tienen necesidad de responder de mi
traducción ni rendir cuentas de ella. Oyes bien: yo quiero decir «agraciada
MarÍa», «querida MarÍa» y dejarles que digan «llena de gracia María». Quien
hable alemán sabe bien qué palabra tan dulce y conmovedora es ésta: «que-
rida MarÍa», «el buen Dios», «el emperador bienamado», «el buen príncipe»,
«el buen hombre», «el niño querido». Y no sé si la palabra liebe puede
expresarse también en latín y otras lenguas de manera tan cordial y concisa,
que penetre en el corazón y llene con su música todos los sentidos como
lo hace en nuestra lengua.
Pues opino que san Lucas, que tan bien dominaba las lenguas he-
brea y griega, quiso acertar con el griego kecharitomém la palabra hebrea
que utilizó el ángel y dejarla bien clara. Y me imagino que el ángel Gabriel
habló con María como hace con Daniel, a quien llama hamudóth e isch
hamudóth [Dan. 9,23; 10, 11.19], vir desideriorum, es decir <<querido Daniel».
Pues ésta es la manera de hablar de Gabriel, tal como vemos en el libro de
Daniel. Ahora bien, si hubiera de traducir según la letra, siguiendo el arte
de los asnos, tendría que decir así: Daniel, du Mann der Begierungen
[«Daniel, hombre de las apetencias»], o Daniel, du Mann der Lüste [«Daniel,
hombre de los deseos»]. ¡Qué hermoso alemán! Bien ven los alemanes que
Mann, Lüste o Begierungen son palabras alemanas, aunque no lo acaben de
ser del todo, pero Lust y Begier serían mejores. Mas cuando se unen de este
modo: Du Mann der Begierungen, ningún alemán sabe qué se ha dicho,
piensa que tal vez Daniel esté lleno de deseos malvados. Eso sí que sería
una magnífica traducción. Por eso aquí tengo que dejar a un lado las letras
y averiguar cómo expresa el hombre alemán lo que el hombre hebreo
denomina !sch hamudóth; veo entonces que el alemán habla así: «querido
Daniel», «querida MarÍa», o bien: «muchacha agraciada», «doncella encan-
tadora», «tierna esposa» y cosas por el estilo. Pues quien quiera traducir
debe disponer de una gran provisión de palabras, a fin de tenerlas a mano
 128 7 LUTERO
er die recht zur Hand haben kann, wenn eins nirgendwo klingen will.
Und was soll ich viel und lange reden vom Dolmetschen? Sollt ich
aller meíner Won Ursachen und Gedanken anzeigen, ich müfite wohl ein
Jahr dran zu schreiben haben. Was Dolmetschen für Kunst und Arbeit sei,
das hab ich wohl erfahren; darum will ich keinen Papstesel noch Maulesel,
die nichts versucht haben, hierin als Richter oder T adeler dulden. Wer
mein Dolmetschen nicht will, der lafi es anstehen. Der Teufel danke dem,
der es nicht mag oder ohn meinen Willen und Wissen meistert. Soll's
gemeistert werden, so will ich's selber tun. Wo ich's selber nicht tu, da
lasse roan mir mein Dolmetschen mit Frieden und mache ein jeglicher, was
er will, für sich selbst und lebe wohl!
Das kann ich mit gutem Gewissen bezeugen, dafi ich meine hOchste
T reue und Fleifi drinnen erzeigt, und ni e kein falsche Gedanken gehabt
habe, -denn ich habe keinen Heller dafür genommen noch gesucht, noch
damit gewonnen. Ebenso habe ich meine Ehre drin nicht gesucht, das weifi
Gott, mein Herr, sondern hab's zu Dienst getan den lieben Christen und
zu Ehren einem, der droben sitzet, der mir alle Stunde so viel Gutes tut,
dafi, wenn ich tausendmal so viel und fleifiig gedolmetscht, ich dennoch
nicht eine Stunde verdienet h3tte zu leben oder ein gesund Auge zu haben:
Es ist alles seiner Gnaden und Barmherzigkeit, was ich hin und habe, ja,
es ist seines teuren Bluts und sauren Schweifies, darum soll's auch, wenn
Gott will, alles ihm zu Ehren dienen, mit Freuden und van Herzen. Lis-
tero mich die Sudeler und Papstesel, wohlan, so lobeo mich die frommen
Christen, samt ihrem Herrn Christo, und hin allzu reichlich belohnet,
wenn mich nur ein einziger Christ für einen treuen Arbeiter halt. Ich frag
nach Papsteseln nichts, sie sind nicht wert, dafi sie meine Arbeit sallen
prüfen, und sollt' mir van Herzens Grund leid sein, wenn sie mich
losbeten. Ihr Lastern ist mein h6chster Ruhm und Ehre. Ich will dennoch
ein Doktor, ja auch ein ausbündiger Doktor sein, und sie sallen mir den
N amen nicht nehmen bis anden jüngsten Tag, das weifi ich fürwahr.
Doch hab ich wiederum nicht allzu frei die Buchstaben lassen
fahren, sondern mit grofier Sorgfalt samt meinen Gehilfen darauf gesehen,
so dafi, wo es etwa drauf ankam, da hab ich' s nach den Buchstaben behal-
ten und hin nicht so frei davon abgewichen; wie Johannes 6 {27), wo
Christus spricht: «Diesen hat Gott der Vater versiegelt». Da ware wohl
bes ser Deutsch gewesen: Diesen hat Gott der Vater gezeichnet, oder, diesen
meinet Gott der Vater. Aber ich habe eher wollen der deutschen Sprache
Abbruch tun, denn von dem Wort weichen. Ach, es ist dolmetschen kei-
neswegs eines jeglichen Kunst, wie die tallen Heiligen meinen; es geh6ret
dazu ein recht, fromm, treu, fleifiig, furchtsam, chrisdich, gelehret,
erfahren, geübet Herz. Darum halt ich dafür, dafi kein falscher Christ noch
Rottengeist treulich dolmetschen k6nne; wie das deutlich wird in den
,¡
1:
7 LUTERO 129
cuando no haya manera de que suene bien ninguna.
¿A qué seguir hablando del traducir? Si hubiera de indicar las causas
y cavilaciones de todas mis palabras, seguramente tendría que dedicar un
año a escribir sobre ello. Bien he podido enterarme de qué clase de arte y
trabajo es traducir; por eso no quiero soportar como juez o crítico a
ningún asno o mulo papista que no haya intentado hacer nada de eso.
Quien no quiera mi traducción, que la deje en paz. El diablo se lo pague
a quien no le agrade o quien la corrija sin que yo lo quiera ni lo sepa. Si
hay que corregirla, prefiero hacerlo yo. Si yo no lo hago, que me dejen en
paz con mi traducción y que cada cual haga enhorabuena lo que quiera por
sí solo.
Puedo afirmar con la conciencia limpia que le he dedicado la
máxima fidelidad y diligencia, sin albergar jamás una sola idea falsa -pues
no he aceptado ni intentado lograr un solo céntimo con ella, ni lo he
ganado-. Del mismo modo no he intentado procurarme honor al hacerla,
bien lo sabe Dios mi Señor, sino que la he hecho para servir a los queridos
cristianos y honrar a Aquel que tiene su trono en lo alto, que me hace
tanto bien cada hora que, aunque hubiera yo traducido mil veces más y
más aplicadamente, no hubiera merecido vivir siquiera una hora o tener un
ojo sano. Todo cuanto soy y tengo se debe a su gracia y su misericordia,
más aún a su cara sangre y su ácido sudor, por eso si Dios quiere ha de
servir todo para honra suya, gozosamente y de todo corazón. Si me
calumnian los chapuceros y asnos papistas, adelante, pues me alaban los
cristianos piadosos junto a Cristo su Señor, y demasiada recompensa es ya
que un solo cristiano me tenga por un trabajador fiel. Los asnos papistas
no me preocupan, no son dignos de examinar mi trabajo, y lamentaría
profundamente que alcanzaran mi absolución con sus rezos. Sus calumnias
son mi mayor fama y honra. No obstante, quiero ser doctor, e incluso un
dechado de doctores, y no han de quitarme este nombre hasta el día del
Juicio, eso lo sé con certeza.
Pero por otra parte no he prescindido de la letra con excesiva
libertad, sino que junto a mis ayudantes me he fijado en ella meticu-
losamente, de modo que cuando parecía necesario he mantenido la lite-
ralidad y no me he apartado tan libremente de ella; como en Juan 6 (27),
donde dice Cristo: «A éste lo ha sellado Dios Padre>>. Seguramente hubiera
sido mejor alemán: «A éste lo ha marcado Dios Padre» o «a éste lo señala
Dios Padre». Pero he preferido menoscabar la lengua alemana antes que
apartarme de la palabra. Ay, traducir no es un arte que domine cualquiera,
como opinan los santos locos; se necesita un corazón recto, piadoso, fiel,
diligente, temeroso, cristiano, erudito, experimentado, avezado. Por eso
pienso que ningún falso cristiano o espíritu sectario sabe traducir fielmente;
como se desprende de los Profetas traducidos en Worms, donde ciertamente
130 7 LUTERO
Propheten, zu Worms verdeutschet, darin doch wahrlich grofier FleiB
angewendet und meinem Deutschen sehr gefolgt ist. Aber es sind Juden
dabei gewesen, die Christo nicht graBe Huid erzeigt haben -an sich ware
Kunst und Fleifi genug da.
Das sei vom Dolmetschen und der Art der Sprachen gesagt. Aber
nun hab' ich nicht allein der Sprachen Art vertrauet und hin ihr gefolget,
dafi ich ROmer 3 (28) <<solum» (allein) hab hinzugesetzt, sondern der Text
und die Meinung Sankt Pauli fardero und erzwingen's mit Gewalt; denn
er behandelt ja daselbst das Hauptstück christlicher Lehre, niimlich, dafi
wir durch den Glauben an Christum, ohn alle Werke des Gesetzes gerecht
werden; und schneidet alle Werke so rein ab, dafi er auch spricht: des
Gesetzes (das doch Gottes Gesetz und Wort ist) Werk nicht helfen zur
Gerechtigkeit; und setzt zum Exempel Abraham, da6 derselbige sei so ganz
ohne Werk gerecht geworden, dafi auch das h6chste Werk, das dazumal
neu geboten ward von Gott vor und über allen andern Gesetzen und
Werken, natnlich die Beschneidung, ihm nicht geholfen habe zur Gerech-
tigkeit, sondern sei ohn die Beschneidung und ohn alle Werk gerecht
worden durch den Glauben, wie er spricht Kap. 4 (2): «1st Abraham durch
Werke gerecht worden, so kann er sich rühmen, aber nicht vor Gott». Wo
man aber alle Werke so v6llig abschneidet -und das muJ3 ja der Sinn dessen
sein, dafi allein der Glaube gerecht mache, und wer deutlich und dürr van
solchem Abschneiden der Werke reden will, der muJ3 sagen: Allein der
Glaube und nicht die Werke machen uns gerecht. Das erzwinget die Sache
selbst, neben der Sprache Art. Ja, sprechen sie: es klingt argerlich und die
Leute lerneo daraus verstehen, dafi sie keine guten Werke zu tun brauch-
ten. Lieber, was soll man sagen? 1st' s nicht vi el argerlicher, da6 Sankt
Paulus selbst nicht sagt: «allein der Glaube», sondern schüttet's wohl gr6ber
heraus und st6Bet dem Faíl den Boden aus und spricht: «Ühn des Gesetzes
Werb, und Galat. 2 (16}: «nicht durch die Werk des Gesetzes» und desglei-
chen mehr an anderen Orten; denn das Wort «allein der Glaube» k6nnte
noch eine GloB finden, aber das «ohn Werk des Gesetzes» ist so
grob, argerlich, schandlich, daíl man m.it keiner Glossen helfen kann.
Wieviel mehr künnten hieraus die Leute lernen, keine gute Werk tun, da
sie h6ren mit so dürren, starken Worten van den Werken selbst predigen:
«Kein Werk, ohn Werk, nicht durch Werb. 1st nu das nicht Mgerlich, daíl
man «ohn Werk, kein Werk, nicht durch Werk» predigt, was sollt's denn
Mgerlich sein, so man dies «allein der Glaube» predigt?
Und was noch Mgerlicher ist: Sankt Paulus verwirft nicht schlichte,
gew6hnliche Werke, sondern des Gesetzes selbst. Daraus kOnnte wohl
jemand sich noch mehr argern und sagen, das Gesetz sei verdammt und
verflucht vor Gott und man salle eitel BOses tun, wie die taten ROmer 3
(8): «LaBt uns BOses tun, auf daíl es gut werde», wie auch ein Rottengeist
7 LUTERO 131
se aplicó gran diligencia, siguiendo de cerca mi alemán. Pero entre ellos
había judíos, que no rindieron muchos honores a Cristo -por lo demás es
una buena muestra de arte y esmero.
Hasta aquí lo dicho del traducir y de la manera de ser de las len-
guas. Ahora bien, no sólo he confiado en la manera de ser de las lenguas,
siguiéndola, al añadir solum-allein en Romanos 3 (28), sino que el texto y
la opinión de san Pablo lo exigen y lo reclaman con fuerza; pues ahí mismo
trata del elemento principal de la doctrina cristiana, esto es, que nos
justificamos por la fe en Cristo, sin obra de la Ley alguna; y separa con
tanta nitidez todas las obras, que dice también: las obras de la ley (nada
menos que la Ley y Palabra de Dios) no ayudan a la justificación; y pone
como ejemplo a Abraharn, que logró justificarse sin obras tan completa-
mente que incluso la obra más excelsa, que acababa de ser ordenada por
Dios antes y por encima de todas las demás leyes y obras, es decir la
circuncisión, no le ayudó a justificarse, sino que sin circuncisión ni obra
alguna fue justificado mediante la fe, como dice en el capÍtulo 4 (2): «Si
Abraham fue justificado por las obras, tiene derecho a vanagloriarse, pero
no ante Dios». Ahora bien, cuando se dejan tan completamente aparte
todas las obras, y tal ha de ser el sentido de que sólo la fe justifique, quien
quiera hablar clara y secamente de esa separación de las obras tiene que
decir: «SÓlo la fe y no las obras nos hacen justos«. Lo exige la cosa en sí,
además de la manera de ser de la lengua. Entonces dicen: suena escandaloso,
y la gente aprende a entender con ello que no necesitan hacer buenas obras.
Querido amigo, ¿qué puede respondérseles? Mucho más escandaloso es que
el propio san Pablo no diga: «solamente la fe», sino que lo exprese más
groseramente aún y haga que se colme el vaso diciendo: (<Sin las obras de
la Ley», y en Gálatas 2 (16): «no por las obras de la Ley», y expresiones
similares en otros puntos; pues la expresión «solamente la fe) aún admitiría
una glosa, pero la expresión «sin obras de la Ley» es tan burda, escan-
dalosa, abominable, que no sirve de nada comentario alguno. Cuánto mejor
podrían aprender de ahí las gentes a no hacer buenas obras, puesto que
oyen predicar acerca de las propias obras con palabras tan secas y fuertes:
«Ninguna obra, sin obras, no mediante las obras». Y si no es escandaloso
predicar «sin obras, ninguna obra, no mediante las obras», ¿porqué habría
de resultar escandaloso predicar «solamente la fe»?
Y algo aún más escandaloso: san Pablo no rechaza simples obr:as
corrientes, sino las de la propia Ley. Eso podría llevar a alguien a
escandalizarse aún más y decir que la Ley es condenada y maldita ante Dios
y que sólo hay que hacer el mal, como se haría en Romanos 3 (8): «Haga-
mos el mal, para que se convierta en bien», como empezó a decir también

132 7 LUTERO
in unsrer Zeit anfing. Sollt man um solcher Argernis willen Sankt Paulus'
Wort verleugnen oder nicht frisch und frei vom Glauben reden? Lieber,
gerade Sankt Paulus und wir wollen solch Argernis haben und lehren um
l
..
keiner ander Ursachen willen so stark wider die Werk und treiben allein
auf den Glauben, dafi die Leute sallen sich iirgern, stoGen und fallen, damit
sie künnen lernen und wissen, dafi sie durch ihr gute Werk nicht fromm
werden, sondern allein durch Christus' T od und A uferstehen. KOnnen si e
nun durch gute Werk des Gesetzes nicht fromm werden, wieviel weniger
werden sie fromm werden durch hOse Werk und ohn Gesetz! Darum kann
man nicht folgern: Gute Werk helfen nicht - darum helfen hOse Werk,
gleichwie nicht gut gefolgert werden kann: Die Sonne kann dem Blinden
nicht helfen, daE er sehe, darum mu6 ihm die Nacht und Finsternis helfen,
daE er sehe.
es,
-··
7 LUTERO
un espíritu sectario en nuestra época. ¿Acaso habría que negar la palabra de
san Pablo o no hablar de la fe sin tapujos debido a tal escándalo? Querido
amigo, precisamente san Pablo y yo deseamos esos escándalos, y no es otro
133
el motivo de que prediquemos con tanta fuerza contra las obras y lo
basemos todo en la fe sola, a fin de que las gentes se escandalicen, tropiecen
y caigan, para que estén en condiciones de aprender y sepan que no pueden
justificarse por sus buenas obras, sino sólo por la muene y resurrección de
Cristo. Ahora bien, si no pueden justificarse por las buenas obras de la Ley,
¡cuánto menos podrán justificarse por las malas obras y sin la Ley! De ahí
no puede deducirse: Las buenas obras no sirven; por lo tanto las malas
obras sirven, del mismo modo que no es correcto deducir: El sol no puede
ayudar al ciego a ver, por lo tanto la noche y la tiniebla deben ayudarle a
ver.[ ... ]
t. ..Pero yo lo quiero, yo lo ordeno: mi voluntad es razón suficiente» Uuvenal, Sátiras, VI,
v. 223).
2. Se refiere a Melanchthon.