Caminando Bajo Cielos Abiertos

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CAMINANDO BAJO CIELOS ABIERTOS

1Reyes 17:1; 18:30-46.


Israel es una tierra desértica, por lo que para los judíos la lluvia es
considerada como una bendición de Dios.
La lluvia es señal de cielos abiertos.

Y Dios prometió al pueblo diciendo: “Yo daré vuestra lluvia en su


tiempo,… ” (Levítico 26:4). “… daré bendición… haré descender la lluvia en su
tiempo; lluvias de bendición serán.” (Ez.34:26).

Moisés dijo al pueblo: “Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para
enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y
prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por cabeza,
y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo” (Dt.28:12-13).

Y por años la nación de Israel camino en cielos abiertos. Pero un día


Elías tisbita, profeta de Dios se acerca al rey Acab para darle una terrible
noticia:
“…Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío
en estos años, sino por mi palabra” (1Re.17:1).

¿Qué dijo el profeta? “no habrá lluvia ni roció en estos años”. ¿Qué estaba
diciendo Elías al Rey Acab? Dios ha cerrado los cielos sobre ti, sobre tu
gobierno y sobre tu pueblo.

“No habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra” Acab, entendió
claramente que Elías estaba profetizando el fin de su reinado y de su
nación. Dios había dicho que le serraría los cielos.

Israel dependía de la sobre todo de la agricultura y la ganadería. Sin


lluvia no había cultivos, ni pastos para alimentar al ganado.

Cuando se cierran los cielos: se va la lluvia, se va el rocío, y todo lo


que hay en la tierra se seca. “Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no
había llovido sobre la tierra.” (v.7).

1 Pastor Juan G. Rubio.


Entre los cielos y la tierra hay una perfecta relación, cuando los cielos
ce cierran la tierra también se cierra. “Y los cielos que están sobre tu cabeza
serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. Dará Jehová por lluvia a
tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.”
(Det.28:23-24).

¿Por qué Dios decide cerrar los cielos?

Aquí está la respuesta del porque le cerró los cielos al Rey Acab y a
Israel “Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y ocho de Asa
rey de Judá. Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y
Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que
reinaron antes de él” (1Re.16:29-30). El pecado hace que Dios cierre los cielos
“Si los cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti”
(2Cro.6:26).

Cuando los hombres hacen lo malo ante los ojos de Dios, él cierra los
cielos debajo de ellos.
Dios sujeto el principio de los cielos abiertos a la obediencia del
hombre Det.28:1-24.

¿Qué sucede en la vida de una persona cuando Dios le cierra los cielos?

Cuando Dios cierra los cielos tres cosas suceden:


1. La vida espiritual comienza a secarse.
- El altar de búsqueda de la comunión con Dios se arruina. La
oración, el ayuno, la lectura de la biblia y el deseo de congregarse
se pierde.

2 Pastor Juan G. Rubio.


- La presencia manifiesta de Dios se va. Ya no hay milagros,
hechos sobre naturales, manifestaciones del Espíritu. La vida y el
ministerio se vuelven rutina y monotonía.
- La reverencia, el respeto, el temor a Dios se pierde. Ya da igual
pecar o no pecar, la santidad y la obediencia a Dios ya no son la
prioridad.
- Los dones y los ministerios se estancan. Se pierde la unción y la
pasión por el servicio a Dios y por las almas. La persona queda
viviendo de las glorias del pasado, yo oraba, yo evangelizaba. No
se actualiza y se fosiliza.
2. La vida emocional comienza a secarse. La amargura el odio el
resentimiento, la culpa comienza apoderarse de esa persona.
- Se le endurece el corazón. Se fosiliza en su pasado, mantiene las
heridas abiertas, se amarga, no perdona, no pide perdón, se vuelve
insensible.
- Se vuelve obstinado. Todo le molesta, nada le gusta, ni le
satisface, se enfrenta con otros, es prepotente, orgullosa, intolerante
e insoportable.
- Se cae en la resignación. Hace las cosas por hacerlas, no tiene
sueños ni motivaciones, todo le da igual.
3. Las finanzas comienzan a secarse.
- El dinero se va como agua de las manos. Siempre se está
alcanzado, y nunca alcanza para cubrir las necesidades.
- Vienen las deudas. La persona gasta más de lo que gana y
comienza a endeudarse. Cae en el consumismo desmedido e
irresponsable. Se vuelve un mal mayordomo de lo que Dios le ha
dado. Comienza a retroceder en los negocios, a quebrar y perder lo
que había alcanzado.
- Pierde la paz. Las deudas, y las necesidades quitan el
sueño, la paz, el contentamiento y el gozo.

3 Pastor Juan G. Rubio.


Muchos creyentes están caminando bajo cielo de bronce, y sobre una
tierra de hierro, por causa de su desobediencia. Dios les ha cerrado los
cielos. Están trabajados, cargados, cansados y sin deseo de seguir luchando.
Necesitan andar bajo cielos abiertos para que cambie su vida, y
puedan disfrutar de la vida abundante que Cristo vino a dar.
¿Cómo volver andar en cielos abiertos?

Veamos la Palabra ¿Qué hizo el profeta para que Dios abriera los cielos?
“Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le
acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado”. (1Re.18:30).

1. Arreglo, restauró el altar de Jehová que estaba arruinado.


Restauro la comunión con Dios que se había perdido.

2. Restauró el gobierno de Dios sobre la nación. “Y tomando Elías doce


piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido
dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre, edificó con las piedras un
altar en el nombre de Jehová” (v.31-32). En la numerología bíblica, el número
doce significa gobierno. El rey Acab y el pueblo habían dejado el gobierno
de Dios para servir a los baales. “Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el
que turbas a Israel? Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu
padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales”. (V.17-18).

3. Restauro la ofrenda. "después hizo una zanja alrededor del altar, en que
cupieran dos medidas de grano. Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y
lo puso sobre la leña. Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el
holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún:
Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez, de manera que el agua corría
alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja” (32-35). El Dios
de pactos, es Dios de ofrenda, cuando nos acercamos a él debemos hacerlo
con una ofrenda de sacrificio. Todos los grandes personajes de la Biblia,
fueron gente de altar y de ofrenda.

4. Volvió el corazón a Dios. “Cuando llegó la hora de ofrecerse el


holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de

4 Pastor Juan G. Rubio.


Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por
mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que
conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de
ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y
el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se
postraron y dijeron:!!Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!” (v.36-39). El corazón
del pueblo se volvió a Dios, y lo adoraron, lo reverenciaron y lo
reconocieron como el Dios de Israel.

Cuando Dios manifiesta que la ofrenda del altar ha sido de su agrado


y la acepta, debemos estar seguros que él ha decidido abrir los cielos una
vez más para nosotros.

Cuando Dios quita el pecado y abre los cielos, debemos esperar la


lluvia.

Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se
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oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y
postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. 43 Y dijo a su criado: Sube
ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a
decir: Vuelve siete veces. 44 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la
palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu
carro y desciende, para que la lluvia (que se acerca) no te ataje. 45 Y aconteció,
estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran
lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. 46 Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el
cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel” (v.41-46).

Si Dios te ha cerrado cielos, arregla el altar de tu comunión con Dios,


restituye el gobierno de Dios en tu vida, y traiga una ofrenda de fe al altar.

Cuando Salomón construyo el templo de Dios hizo esta oración: “Si los
cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia
este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los
afligieres, tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu
pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia
sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo ” (2Cro.6:26-27).

Y Dios le contesto a Salomón diciendo: “Yo he oído tu oración, y he elegido


para mí este lugar por casa de sacrificio. Si yo cerrare los cielos para que no haya
lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi
pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y

5 Pastor Juan G. Rubio.


buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2Cro.7:12-14).

No importa la condición en la que te encuentres ahora, si quieres


caminar bajo cielos abiertos, Dios dice hoy: “Venid luego, dice Jehová, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si
quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes,
seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho” (Isa.1:18-20).

Jesucristo con sus brazos extendidos y su tierna voz también te dice:


“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera
mi carga” (Mat.11:28-30).

¿Qué significa andar bajo cielos abiertos?


Caminar bajo el favor de Dios

Cuando Dios abre los cielos suceden cosas maravillosas, y andar bajo
cielos abiertos, es vivir en las maravillas de la gloria de Dios.

 En llenura del Espíritu. Cuando Jesús fue bautizado los cielos se


abrieron y él fue lleno del Espíritu Santo, al igual que los discípulos el
día de pentecostés (Mat.3:16-17; Hech.2:1-4).
 En bendición. Las bendiciones de Dios, descenderán del cielo como
lluvias de bendición (Ezeq.34:26).
 En fortaleza. Aun los momentos más duros, dolorosos de nuestra
vida, y hasta la muerte, podemos ver los cielos abiertos como los vio
esteban, y ser fortalecidos para amar a Dios (Hech.7:55-56).
 En abundancia. Cuando caminamos bajo cielos abiertos, la
abundancia nos persigue donde quiera que vamos (Malaq.3:10-12).
 En gobierno. Cuando caminamos bajo cielos abiertos, cumplimos el
propósito de Dios y Él gobierna a través de nosotros (Det.28:11-13).
6 Pastor Juan G. Rubio.

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