Está en la página 1de 3

EL INFLABLE DE LA MUERTE 1

EL INFLABLE DE LA MUERTE

Jorge David Cortés Sánchez

Universidad de Ibagué
EL INFLABLE DE LA MUERTE 2

Recuerdo esta situación que paso hace no más de 12 años, una situación que ha día de hoy

sigue siendo tan lucida como la primera vez que la experimente, no porque esta haya dejado

traumas ni nada por el estilo sino porque fue una experiencia cercana a la muerte a tan corta

edad.

Yo era un niño pequeño de no más de 5 años, el cual disfrutaba de la vida, era feliz e

inocente, no sufría por nada, mis padres me querían y se podría decir que teníamos un poder

adquisitivo alto, pero jamás llegamos a pensar que con todo lo bueno que vivíamos, mi vida

podría haber acabado con un solo chasquido de dedos o en este caso con un empujón.

El día

Era el folclorito en mi colegio y como buen estudiante que era fui al evento ya que tenia que

bailar el San Juanero, baile, vi a los otros grados bailar y me desocupe, almorcé y pase el día

con mis padres y mi hermana recorriendo los distintos stands que había y viendo los eventos

que se estaban haciendo a los alrededores, cuando finalizando el recorrido llegamos a una

atracción en especial.

El inflable

Mis ojos quedaron como platos al ver semejante castillo inflable que tenia en frente y como

era común quería subir en el y jugar un poco, mis padres no se negaron y nos pagaron la

entrada mi hermana y a mí, subimos y empezamos a corretear, saltar y disfrutar al igual que

los otros niños dentro de él, fue divertidísimo, pero lo divertido acabo cuando decidí pasar

por un aro inflable y ahí empezaron mis problemas.

La verdugo

Muchos niños querían pasar por el aro, entre ellos yo, por lo que hacíamos una fila y

avanzábamos rápido a través de él. Llego mi turno de atravesar el aro, pero al parecer la niña

que estaba detrás de mi le urgía cruzar el aro, por lo que mientras yo lo cruzaba ella me

empujó haciendo qué me cayera y quedara atrapado dentro del aro. Intenté levantarme para
EL INFLABLE DE LA MUERTE 3

dejar a los otros niños pasar, pero no tenia donde agarrarme y la parte donde estaba empezó a

desinflarse porque había un hueco en la tela, empecé a preocuparme ya que me estaba

hundiendo, el inflable se me estaba cayendo encima y no podía hacer nada para evitarlo.

La desesperación

Intente de todo para salir de esa situación, pero todo resultaba inútil, cada vez me hundía más

y me quedaba sin aire por lo que me desespere y comencé a gritar a todo pulmón pidiendo

ayuda y a moverme bruscamente para salir de una vez por todas de ahí, pero nada de eso

resulto.

La rendición

Me canse de luchar y simplemente acepte mi destino, se me empezaba a nublar la vista y

quede mirando al cielo con el brazo levantado apuntando hacia él, veía una luz, no se si era el

sol, pero esa luz cada vez se acercaba más rápido a mí, se sentía bien y el dolor empezó a

desaparecer, ese parecía ser mi inminente fin.

La salvación

Todo parecía perdido, pero paso lo algo inimaginable, cuando estaba a punto de llegar a la

luz, alguien se cruza en el camino, era un joven moreno y barbado que me toma del brazo y

me saca de ese agujero en el que estaba, respiré profundamente y le agradecí al joven por

sacarme de ese lugar.

No sé lo que era esa luz, no soy creyente de ninguna religión, pero creo que eso que veía era

lo que pasa después de la muerte, agradezco el vivir y jamás olvidare a ese joven, el cual lo

considero mi héroe.

También podría gustarte