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CERRO “EL COLORADO”

(Barranca)

Se cuenta que en el lugar llamado “El gallinazo”, que queda frente al cerro “El
Colorado”, hace muchos años la gente veía salir del mar a una mujer muy hermosa
de cabellos rubios y largos, que a no dudarlo era una sirena. A horas 12 del día
cuando el sol estaba en su máximo esplendor se notaba a ella arreglándose el cabello
con un peine de oro brillante. Cuando los pescadores del lugar la veían se acercaban
atraídos por su hermosura como queriendo conversar con ella, nunca lo
consiguieron.

Cuando faltaba poco trecho para llegar donde se encontraba, ella se lanzaba al mar,
desapareciendo bajo sus olas. Los pescadores absortos veían aparecer en el agua dos
hermosas corvinas. Dos pescadores que osaron pescar a esos animales acuáticos
desaparecieron, siendo vistos aquellos al cabo de unos días junto a la sirena y
acompañados de un perrito, sentados en la cima del cerro.

Cuando algunos amigos y familiares se acercaban para rescatar a sus seres queridos,
inmediatamente se abrían las aguas y aparecía un camino largo por el que se
marchaban éstos en su carruaje de oro hasta desaparecer.

PERSONAJES

Narrador

Pescadores

La sirena

Lugareños

Narrador: Se cuenta que en el lugar llamado “El gallinazo”, que queda frente al cerro
“El Colorado”, hace muchos años la gente veía salir del mar a una mujer muy hermosa
de cabellos rubios y largos, que a no dudarlo era una sirena.
Pescador 1: pero que hermosa mujer la que iluminan mis ojos en este día.

Pescador 2: compañero no creo que esa hermosa mujer sea humana.

Pescador 1: ¿porque lo dices?

Pescador 2: solo fíjate. El color de su cabello es rubio intenso cual color del oro, y las
mujeres de este lugar, no tienen así el color de su pelo.

Pescador 1: ¡sí! Tienes razón, pero aun así es muy hermosa.

Narrador: Al día siguiente, a horas 12 del día cuando el sol estaba en su máximo
esplendor se notaba a ella arreglándose el cabello con un peine de oro brillante y
entonando una hermosa melodía.

Lugareños: asombrados y encantados salieron de sus casas a escuchar la melodía.

Pescador 1: caramba compañero, pero que melodía tan bonita.

Pescador 2: yo aun tengo muchas dudas.

Narrador: Cuando los pescadores del lugar la veían se acercaban atraídos por su
hermosura como queriendo conversar con ella.

Pescador 1: me gustaría tener una conversación con ella

Pescador 2: Jajajaja… ¿pero qué estás diciendo?

Pescador 1: ¡bueno! Para saber si esa mujer es humana o una sirena, podemos ir a
averiguar.

Pescador 2: claro compañero y te demostrare que ¡yo! Estaba en razón.

Narrador: pero nunca conseguían hablar con ella, porque cuando faltaba poco trecho
para llegar donde se encontraba, ella se lanzaba al mar, desapareciendo por completo
bajo sus olas.

Pescador 2: ya casi compañero, sigamos que quiero ganarte y sacarte cachita, de que
yo estaba en lo cierto.
Pescador 1: nos falta poco, y cada vez que nos acercamos lo veo más hermosa.

Sirena: se lanza al mar ¡splash…! (sonido del chasquido del agua)

Pescador 2: no es posible ya se lanzo al mar.

Pescador 1: nos falto poquito compañero.

Pescador 2: si y mi versión de que ella no era humana, sino más bien una sirena, queda
confirmado.

Narrador: al día siguiente los pescadores absortos veían aparecer en el agua dos
hermosas corvinas. Pensaron que hoy sería un buen día de pesca, y agradeciendo al
señor Dio, lanzaron sus anzuelos al mar.

Pescador 1: mira compañero parece que hoy será un buen día de pesca

Pescador 2: ¡Jujuy…! Estamos con suerte.

Pescador 1: lancemos nuestros anzuelos y atrapemos esas corvinas.

Narrador: los dos pescadores que osaron pescar a esos animales acuáticos
desaparecieron, siendo vistos aquellos al cabo de unos días junto a la sirena y
acompañados de un perrito, sentados en la cima del cerro.

Cuando algunos amigos y familiares se acercaban para rescatar a sus seres queridos,
inmediatamente se abrían las aguas y aparecía un camino largo por el que se
marchaban éstos en su carruaje de oro hasta desaparecer.

Robles Tuanama Marco

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