Está en la página 1de 2

Capítulo Primero

CASUALIDADES
.
Fue una casualidad. De esas que sorprenden con el viento cuando menos
lo esperas. Un encuentro no planeado, que sucedió una tarde, antes de
ocultarse el Sol.
Erguido, sobre sus dos patas, el Oso intentaba alcanzar el fruto más alto
de aquel árbol que visita recurrentemente. Los Osos se alimentan de
manera sistemática cuando logran encontrar una fuente suficiente de
alimento y agua. No olvidan los lugares donde una vez, son felices. Lejos
de imaginar lo que el destino había preparado para él esa tarde.
La princesa sumergida, en cambio, tenía un momento diferente. Ella
batallaba en la profundidad del Mar, con los fantasmas sin rostro que
llegan en la oscuridad a robarse los sueños y las ilusiones. Era valiente
en la propiedad de su mundo, aquel que nadie conocía más allá de sus
propias fronteras. Batallaba, porque era su naturaleza.
Entre el bosque y el mar, un arcoíris se dibujaba, como el puente entre
dos mundos, tan distintos, tan diferentes. Sería el camino que guiaría sus
almas en esta historia.

En silencio, se levanta, camina pocos pasos, y mira por última vez su


rostro en el espejo de agua, intentado encontrar en lo profundo del mar
lo que ya no existe.
Fue entonces que escuchó la gran explosión. El cielo iluminado
desvaneció la oscuridad, y de paso los recuerdos del pasado, para
abrirle camino a la realidad.
Se levanta y se despide. Se despide de él mismo frente al mar; seguirá
sus propias huellas, porque fueron buenas, y él lo sabe.
Marcha, esta vez solo, y no piensa cambiar la ruta, no tiene por qué
hacerlo, mientras el cielo se estremece con el estallido de dos estrellas
que marcaban el inicio del viaje y también su final, los pedazos de estas
explotan por el firmamento pero no le tocarán. Se escucha el estruendo
que parte en dos el silencio y también su alma.
No se detiene, no piensa hacerlo y se va en paz. Su camino fue bueno y al
final es lo que importa, aunque no lleve ni aun los recuerdos, En lo
profundo de su corazón sabe que siempre habrá un nuevo viaje para él.
Camina tranquilo y se va. Le preocupa ella, que aunque demore un
poco, también el estallido llegará al fondo del Mar, y allí no hay forma
de escapar

También podría gustarte