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Las Mieles Finales de Caña PDF
Las Mieles Finales de Caña PDF
En 1733, el Parlamento británico aprobó una Ley que imponía altos gravámenes (6 peniques
por galón) a toda el azúcar, miel de caña y ron importado hacia las Trece Colonias desde las
islas no británicas del Caribe. Esta Ley fue aprobada a solicitud de los plantadores de caña de
azúcar de las Indias Occidentales Británicas, que temían que el comercio con otras islas del
Caribe destruiría finalmente la industria británica del azúcar (Guerra-Villaboy 2001). Sin
embargo la Ley de las Melazas resultó poco efectiva a causa del contrabando y la poca acción
parlamentaria en su aplicación. Fue sustituida por la Ley del Azúcar (The American Revenue
Act) de 1764.
Esta fue una versión modificada de la Ley de las Melazas, a punto de expirar, que redujo los
impuestos en un 50%, pero incluyó otros productos como vinos, café, pimienta etc.
En este entorno, las mieles permanecieron como el edulcorante más popular a través de todo el
siglo XIX. Usadas para endulzar bebidas así como en la repostería, fueron también empleadas
en el aderezo de carnes, especialmente de cerdo y jamón. Su importancia alcanzó niveles tales
que en 1830, en las colonias inglesas, la popularidad de una novia se medía en términos de las
capas de melaza que presentaba el pastel de bodas. Solo después de la Primera Guerra Mundial
las mieles cedieron su puesto al azúcar como el edulcorante universal.
Las mieles no solamente fueron utilizadas en la fabricación de rones, sino que también fueron
incorporadas a la alimentación humana directa a través de una amplia gama de productos
horneados. Estos productos constituyeron la forma más extendida de preparación de alimentos
en esos primeros tiempos en las colonias por medio de pasteles, tortas etc. Desde Maine a
Pennsylvania las mieles de caña formaban parte de la alimentación infantil y de adultos. Eran
un producto tan importante que a los primeros pobladores de Georgia en el siglo XVII se les
ofrecían 64 cuartos (60 L) de miel como recompensa si se establecían en aquellas regiones por
un año.
Sin embargo, es preciso reconocer que no todas las experiencias relacionadas con las mieles
son tan dulces como las relatadas hasta aquí. La historia recoge también desastres en los que
las mieles jugaron un papel principal.
Las mieles finales en Cuba
A mediados del siglo XX la producción de azúcar en Cuba se movía entre 4 y poco más de 7
millones de toneladas métricas. De estas se exportaba a EE.UU. entre 35 y 55%. La Fig 1
muestra la producción de azúcar cubano entre 1946 y 1957.
En estos años, Cuba aportó entre 12 y 20% de la producción mundial de azúcar. Con relación a
las mieles de caña, la producción de estos años se muestra en la Fig 2.
8
7
millones de toneladas
6
5
4
3
2
1
0
1946 1948 1950 1952 1954 1956 1958
Año
2,000
Millones de toneladas
1,500
1,000
0,500
0,000
1946 1948 1950 1952 1954 1956 1958
Año
El azúcar y su subproducto principal, las mieles finales han estado vinculadas no solamente al
desarrollo económico de Cuba sino también han sido factores importantes en la formación de la
nacionalidad cubana, parte indisoluble de su cultura y sustento de la inmensa mayoría de sus
pobladores. Aun hoy, inmerso el sector en un proceso de reestructuración que ha reducido los
niveles de producción a menos del 50% de lo que antaño fuera, la industria azucarera sigue
ocupando un lugar primordial en el comercio exterior de la isla y lo será por mucho tiempo.
Referencias
Ely, RT. (2001) Cuando Reinaba su Majestad el Azúcar. Ediciones Imagen Contemporánea, La
Habana, Centro de Altos Estudios Don Fernando Ortiz
Guerra-Villaboy, S. (2001) Historia Mínima de América, Editorial Félix Varela, La Habana,
Cuba
Grave de Peralta, O. (1958) Anuario Estadístico de Cuba 1957, Ministerio de Hacienda
Mason, J. (2003) “Eric Postpischil's Molasses Disaster pages, Yankee Magazine Article,” Eric
Postpischil's Domain, 26 august
CAPÍTULO I. GENERALIDADES
Miguel A. Otero
Q = (S/ MSG)*100
Donde S es el contenido de sacarosa y MSG la materia seca de esa miel final. Debido a las
dificultades para la determinación de la materia seca real en las mieles finales, la pureza se
calcula generalmente por medios más simples y por tanto menos precisos como el brix y el
ángulo de polarización en las mismas, lo que rinde un valor conocido como pureza “aparente”.
Por lo que, otra forma de calcular Q sería:
Q = (Pol/brix)*100
Desde el inicio de la industria azucarera, los productores han tratado de conocer y dominar las
condiciones de formación y agotamiento de las mieles por ser este un factor de gran
importancia económica. Se han desarrollado dos teorías sobre la formación de las mieles
finales, la teoría mecánica y la química.
Teoría mecánica de formación de las mieles finales.
Es una antigua teoría que se basa en la disminución del grado de cristalización dependiente de
la velocidad en que las moléculas de azúcar disueltas son transportadas fuera del líquido o a la
superficie de los cristales.
Teoría química de formación de las mieles finales.
Se basa en las interacciones entre los componentes en su solubilización. En el sistema existen
diferentes componentes que compiten por la solubilización: azúcar, sales y otros componentes
no azúcares.
Sea una u otra teoría la cierta, bajo el nombre de mieles finales, se agrupan una serie de
productos residuales de los procesos azucareros, que poseen características y composición bien
diferenciadas. En la actualidad, y desde hace bastante tiempo, se encuentran implementados a
escala industrial, dos procesos de extracción de sacarosa, a partir de la caña de azúcar el
primero, y otro a partir de la remolacha azucarera. En ambos casos se producen mieles finales.
Es de destacar que las mieles finales no son las únicas que se producen en el proceso de
extracción de sacarosa, en tanto que este transcurre en tres pasos, se producen igualmente
mieles intermedias como las mieles A y B, de elevados contenidos en azúcar. No obstante, salvo
coyunturas que así lo ameritan, estas mieles no son comercializadas por la industria.
En el caso de las mieles finales de caña, éstas pueden ser subdivididas entre sí, en dependencia
que sean mieles finales de azúcar crudo, blanco directo o azúcar refino. En lo adelante, cuando
se haga referencia a las mieles finales, deberá entenderse las que son obtenidas en el proceso
de producción de azúcar crudo.
La miel final ha sido utilizada básicamente para la alimentación del ganado vacuno. Para estos
propósitos se ha definido como “un subproducto de la fabricación de azúcar, y deberá contener
no menos del 48 % de su total de azúcares en forma de azúcares invertidos”. El contenido total
de azúcar se suele expresar erróneamente como la suma de la sacarosa más los azúcares
invertidos, cuando lo correcto es expresarlos como la sacarosa dividida por 0.95 más la suma
de los invertidos. Esto se debe a que en el proceso de inversión de la sacarosa (hidrólisis), se
incorpora a los productos de reacción una molécula de agua.
El otro uso más extendido de las mieles finales es la producción de etanol. La fermentación de
los azúcares presentes en las mieles se lleva a cabo por la levadura, que comienza por invertir
la sacarosa para poder introducirla en el ciclo metabólico de fermentación (una variante de la
glucólisis) por acción de la invertasa que segrega. A continuación la levadura convierte los
azúcares invertidos en etanol de acuerdo con:
II.1. Composición
La Tabla 2.1 muestra la composición promedio de las mieles finales de caña y su comparación
con las mieles de remolacha. Estos valores no pueden considerarse como absolutos, por cuanto
ambas son productos extremadamente variables. En términos generales, éstas se diferencian
bastante en cuanto a las proporciones de cada constituyente, no así en su calidad, salvo la
presencia de rafinosa en las mieles finales de remolacha, que no ha sido reportada en las
mieles finales de caña.
TABLA 2.1
COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA Y REMOLACHA (*)
TABLA 2.2
COMPOSICIÓN HISTÓRICA DE LAS MIELES FINALES
Campaña pH Sólidos, ART, % ARL, % Coloides, Cenizas, NAT/AT
°bx % %
66/67 5,5 90,0 65,3 24,8 4,5 11,2 0,38
67/68 5,6 89,0 64,9 26,7 6,6 9,8 0,37
68/69 5,6 88,7 62,4 25,0 7,9 10,4 0,42
69/70 5,5 88,6 62,1 24,6 9,2 10,6 0,43
72/73 5,6 90,4 61,5 24,9 9,9 9,0 0,47
73/74 5,6 90,1 60,5 21,3 7,5 9,6 0,49
74/75 5,6 91,0 61,4 22,6 9,1 9,1 0,48
75/76 5,5 90,1 56,3 20,3 6,1 9,4 0,60
76/77 5,7 88,9 53,4 23,1 --- 9,8 0,66
78/79 5,6 89,6 56,6 18,1 9,1 9,5 0,58
80/89 5,6 86,0 55,5 20,5 9,5 9,3 0,55
90/2001 5,9 87,4 55,9 15,7 9.9 10,1 0,56
Miel de Caña
II.1.1. Agua
El agua presente en las mieles finales es en su mayor parte, agua libre; solo una pequeña
proporción está ligada a los componentes hidroxilados y a las sales como agua de solvatación.
El contenido promedio de agua en las mieles finales cubanas, es de 16%.
Normalmente las mieles finales no se utilizan tal cual, sino diluidas según el propósito que
se persiga con ellas; en general, en los procesos microbiológicos, las mieles finales deben
sufrir un proceso de clarificación para lo cual deben diluirse en proporciones adecuadas.
Se acostumbra llevarlas hasta una concentración de 45 0brix. Dado que las mieles finales
poseen una densidad superior al agua, esta dilución es a veces un proceso engorroso y
poco preciso a pesar de su aparente sencillez.
Veamos un ejemplo:
Si se quiere diluir una miel final de densidad 1,4 gmL-1 y un contenido de sólidos de 85 0brix,
hasta 45 0brix, el cálculo puede hacerse tanto en masa como en volumen. Para resolver
este problema, se emplea la regla de las mezclas (Alexeiev 1988).
La masa de la miel final se representa como x y la masa de agua como y. La masa total una
vez mezclada será (x + y) g. Ahora bien, 100 g de miel final contienen 85 g de sólidos
(expresados como brix); 1 g de miel final contendrá 85/100 g de sólidos y por tanto, x g de
miel final se podrán expresar como x/100 g. A partir de estos datos se puede plantear la
siguiente expresión, (puesto que el agua no aporta sólidos a la mezcla, o al menos estos
pueden despreciarse)
85x/100 = 45 (x+y)/100
x/y= 45/85-45
El resultado muestra que para obtener miel final diluida a 45 0brix, es necesario mezclar 45
partes de miel final con 85-45 = 40 partes de agua.
Una vez conocidas las relaciones en peso, es fácil calcular las relaciones en volumen. En
efecto, 45 g de miel final ocupan un volumen de 45:1,4 = 32,1 mL, por su parte, 40 g de
agua equivalen aproximadamente a 40 mL de agua.
De hecho, al calcular las relaciones de peso de soluciones mezcladas, se recurre a la regla
mencionada que gráficamente se representa como sigue:
miel final 850bx 450bx (es decir 45-0)
450bx
TABLA 2.3
INVERSIÓN DE LA SACAROSA EN MEDIO ACIDO A 90 °C
No azúcares
Orgánicos
TABLA 2.4
CONTENIDO DE VITAMINAS EN MIELES FINALES
Vitamina mg kg-1
Biotina 1,2-3,2
Acido Fólico 0,004
Inositol 6000,0
Pantotenato de Calcio 55-65
Piridoxina 2,5-5,0
Riboflavina 2,5
Tiamina 1,8
Acido Nicotínico 30-800
Clorhidrato de Colina 600-800
II.1.4. No-Azúcares Nitrogenados
Tienen especial interés los componentes nitrogenados en las mieles finales; los
aminoácidos provienen de la propia célula vegetal y de algunas cantidades que se forman
durante la hidrólisis de las proteínas a valores elevados de pH. En la Tabla 2.5 (Otero 1990),
se ofrece el contenido de amino ácidos de las mieles finales cubanas.
Bajo condiciones de alcalización, los aminoácidos se tornan altamente solubles y transitan todo
el proceso de fabricación hasta las mieles finales. Se ha reportado la presencia de otros
aminoácidos no comunes en las mieles finales de remolacha (Olbrich 1969). El ácido α-
aminobutírico producto de la descarboxilación del ácido glutámico y otro producto de
descomposición, el ácido pirrolidín-carboxílico. Este último se forma durante el proceso de
fabricación, debido a la acción conjunta de la temperatura y el pH a expensas de la glutamina
(desaminación) o del ácido glutámico (deshidratación). El contenido total de aminoácidos en las
mieles finales es aproximadamente el 8% de los no-azúcares presentes.
Es una práctica común, el empleo del factor 6.25 cuando se calcula el contenido de proteína a
partir del nitrógeno orgánico total. Sin embargo, existen otros componentes nitrogenados
como pirazinas y pirroles, que se producen por reacciones de degradación en el proceso de
cocción (Schiweck 1979) por lo que este valor debe utilizarse con sumo cuidado. Las pirimidinas
y purinas se encuentran también en las mieles finales como un producto de degradación de los
ácidos nucleicos de la planta. Estos componentes no precipitan durante la fabricación y aportan
nitrógeno no proteico a las mieles finales.
TABLA 2.5
CONTENIDO DE AMINOÁCIDOS DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA
Aminoácido Mg kg-1 Aminoácido mg kg-1
Lisina 50,5 Glicina 377,5
Histidina 20,3 Valina 274,2
Ac. Aspártico 913,4 Isoleucina 139,9
Treonina 158,8 Leucina 160,0
Serina 153,8 Tirosina 96,0
Ac. Glutámico 969,5 Fenilalanina 84,6
Prolina 153,2 Metionina TR
TR = trazas
II.1.5. No-Azúcares sin Nitrógeno
En los jugos existen varios ácidos carboxílicos de cadena corta como el málico, láctico y
cítrico. Estos pasan a las mieles finales solo en pequeñas cantidades pues se eliminan en su
mayor parte durante la clarificación (Yokota y Fagerson 1972).
Se encuentran también en las mieles finales, ácidos carboxílicos volátiles tales como el acético,
propiónico, butírico y valérico aunque en pequeñas cantidades. Sin embargo, las
concentraciones de los mismos varían de una muestra de miel final a otra. La Tabla 2.6
ilustra este comportamiento en mieles finales cubanas en las campañas 1986-88 colectadas en
la zona nordeste de Cuba (Otero et al 1990b).
TABLA 2.6
CONTENIDO DE ACIDOS ORGÁNICOS VOLÁTILES EN LAS MIELES FINALES DEL
NORDESTE DE CUBA(1).
Fábrica Acético Propiónico Butírico Valérico
1 660 ND ND ND
2 180 90 80 1.4
3 240 60 100 3.3
4 650 TR ND ND
5 260 31 70 7.0
6 140 60 76 2.0
7 140 TR 130 ND
(1) Los valores expresados en mg/kg responden a las medias de tres zafras consecutivas; ND =
no detectado; TR = trazas.
Estos ácidos a pesar de su baja concentración en las mieles finales, pueden producir inhibición
(Baker 1979; Otero et al 1990b). La Fig 2.3 ilustra este hecho en las mieles finales de la costa
norte de la provincia de Holguín en Cuba (Otero et al 1993).
-1
µmax, h
0.51
0.48
0.47
0.46
0.45
0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9
Butírico, mg/L
FIG 2.3 INHIBICIÓN DEL CRECIMIENTO DE Candida utilis NRRL Y-660 POR LA
PRESENCIA DE ÁCIDO BUTÍRICO EN EL MEDIO
Baker (1979) en experiencias realizadas con mieles brasileñas, comprobó que el ácido butírico
añadido hasta conformar el 1% del volumen, fue el que mayor inhibición produjo entre 10
ácidos orgánicos ensayados. Se ha reportado también en mieles de otras procedencias,
contenidos apreciables de ácidos húmicos, fúlvicos y sacarínicos (Olbrich 1969).
El ácido láctico se forma invariablemente durante la alcalización a partir de la sacarosa. La
cadena carbonada d la glucosa y la fructosa se rompe en medio alcalino y a temperaturas
elevadas (100-105ºC) de operación de esta etapa del proceso de producción, conduce a la
formación de ácido láctico de acuerdo con el mecanismo que aparece en la Fig 2.4 (Olbrich
1969). Cada gramo de azúcar destruido por esta vía, rinde 0.3 g de ácido láctico.
Gliceraldehido Metilglioxal Ácido láctico
CH2OH CH CH
Hexosa
Dihidroxiacetona CHOH
CO2
CHOH
Entre los no-azúcares orgánicos de las mieles finales, debe señalarse el ácido aconítico. Este
ácido es un intermediario en las reacciones de degradación de los azúcares hasta CO2 y H2O. En
las mieles finales se ha cuantificado también la presencia de ácidos orgánicos de cadena larga
y alcoholes (Otero et al 1990d). La Tabla 2.7 ofrece sus contenidos promedio.
TABLA 2.7
ACIDOS ORGÁNICOS DE CADENA LARGA Y ALCOHOLES PRESENTES EN LAS
MIELES FINALES
mgkg-1
Alcoholes
Amílico 0,3
Isoamílico 0,1
Ácidos Grasos
Láurico 0,09
Mirístico 0,34
Palmítico 0,05
Esteárico 0,09
Oléico 0,01
Linoléico 0,02
Linolénico 0,003
II.1.6. Colorantes
Otro grupo de componentes importantes son los colorantes. Si bien el jugo no los contiene en
forma natural, si poseen compuestos que pueden derivar en estos a través de diferentes
transformaciones.
En la producción de color participan tanto los azúcares como los no-azúcares. Los primeros,
producen caramelos y melanoidinas, mientras que los segundos dan lugar a las quinonas,
melaninas y complejos fenol-hierro fundamentalmente. El cambio de color está directamente
relacionado con el cambio de temperatura, lo que indica que el mismo es producido por
reacciones químicas.
Las sustancias coloreadas que aparecen en el proceso azucarero pueden dividirse en:
Caramelos. Estos son producto de la descomposición térmica de la sacarosa, incluyendo
deshidratación. No contienen nitrógeno y a pH constante, el caramelo formado es
proporcional a la temperatura.
Polifenoles. La presencia de fenoles libres y combinados, conduce a la formación de
quinonas que confieren el color oscuro propio del envejecimiento de los jugos (El-Ela et al
1985). Estos fenoles son decantados por el proceso de clarificación hasta un 65%
aproximadamente, sin embargo, una parte importante perdura en los siropes y llega hasta
las mieles finales e incluso al azúcar refino. Por su parte la formación de complejos
fenol-hierro, produce una coloración amarillo-verdosa en los jugos.
Melanoidinas. Son el producto final de la reacción entre los azúcares y los aminoácidos y
por tanto, son compuestos nitrogenados. Estas melanoidinas forman parte de los coloides
de las mieles finales.
La Tabla 2.8 (Otero et al 1990b) muestra el contenido de melanoidinas en las mieles finales de
siete fábricas de azúcar cubanas determinadas durante tres campañas consecutivas. El
contenido de melanoidinas se incrementa en las mieles finales almacenadas a altas
temperaturas debido a la reacción de Maillard, a expensas de los azúcares y los compuestos
aminados presentes. Estas están vinculadas con los coloides irreversibles de los que forman
parte.
TABLA 2.8
CONTENIDO DE MELANOIDINAS Y COLOIDES REVERSIBLES EN LAS MIELES
FINALES CUBANAS
Melanoidinas Coloides Reversibles
Fábrica
% % Nitrógeno % % Nitrógeno
1 0,97 3,18 7,86 1,06
2 0,88 3,19 5,64 0,83
3 1,97 3,34 9,61 1,31
4 1,20 2,49 7,09 1,25
5 1,01 2,50 12,95 1,03
6 0,91 2,95 8,29 1,29
7 1,27 3,15 7,11 0,94
Los ácidos hidroxicinámicos son compuestos fenólicos, que en la mayoría de los casos
provienen de las plantas superiores y se encuentran por tanto en los productos derivados de
éstas en mayor o menor concentración (Herald y Davidson 1983). Los tres fenoles más
comúnmente encontrados en frutas y vegetales, son el ácido caféico, el ácido ferúlico y el ácido
p-coumárico (Maga 1978).
En las mieles finales también se encuentran fenoles de este tipo y algunos derivados del ácido
p-hidroxi-benzóico. Algunos de los fenoles presentan un peligro potencial por su carácter
inhibitorio (Herald y Davidson 1983; Borneman et al 1986; Newmark 1987). Se ha evidenciado
la actividad inhibitoria de los ácidos p-coumárico y ferúlico sobre la flora ruminal,
compuesta por diferentes microorganismos y protozoos. Su acción es también marcada para
las levaduras, pero solo a valores de concentración superiores a los que se encuentran en
las mieles finales.
La Tabla 2.9 (Otero 1990) presenta el contenido de compuestos fenólicos de las mieles
finales del ingenio Guatemala, en la provincia de Holguín, durante las zafras de 1986 a 1988 y
su comparación con las mieles finales de remolacha de la RFA en 1981. Los resultados
expuestos no incluyen otros fenoles como los ácidos ferúlico y p-coumárico, identificados en
las mieles finales en nuestros laboratorios.
En la Tabla 2.10 se muestra el umbral de inhibición para cada compuesto fenólico en el cultivo
de Candida utilis NRRL Y-660.
TABLA 2.9
CONTENIDO DE FENOLES EN LAS MIELES FINALES CUBANAS
Compuesto mgkg-1 Mm
4-etilfenol + --
Siringaldehido 59 0,2
Acido Siríngico + --
Acido p-Coumárico + --
Acido Ferúlico + --
Hidroquinona 230 --
TABLA 2.11
CONTENIDO DE CATIONES METÁLICOS EN LAS MIELES FINALES DE CAÑA
CUBANAS
Catión mgkg-1 Catión mgkg-1
Ag 1,0 Fe 519,0
Al 63,0 K (*) 3,2
As 6,5 Mg (*) 0,3
Ca (*) 0,9 Mn 13,8
Cd <0,4 Na 98,3
Co 1,7 Ni 4,9
Cr 2,5 Pb 3,7
Cu 16,6 Zn 13,3
(*) Expresados como % de materia seca
Los análisis de metales, demuestran que las mieles finales contienen varios elementos en
concentraciones de trazas como Ag, As, Cd, Co, Cu y Mo entre otros. Estos elementos pueden
ser vitales para el crecimiento, o por el contrario, tóxicos, si sus concentraciones son elevadas.
Como puede apreciarse de la tabla, existe una amplia variedad de cationes en la composición
de las mieles finales. Entre los que pueden ocasionar trastornos en la fermentación solo se
reportan As, Cd y Cu. El Cd está por debajo del límite de detección de las técnicas analíticas
empleadas, coincidiendo con el límite mínimo de toxicidad, no así el Cu que presenta un
promedio de 12.6 mgkg-1, en pleno rango de inhibición. En el caso de las mieles finales con
contenido intermedio de Cu, entre las que se encuentran las mieles finales cubanas, tomando
como base una fermentación a 40 kgm3 de sustancias reductoras en el medio, el contenido de
Cu sería de 85 mgmL-1, aun dentro del rango inhibitorio, lo que podría ocasionar problemas
productivos. Los cationes mayoritarios son en ese orden, K, Ca y Mg. Las concentraciones de
los dos últimos son lo suficientemente elevados como para garantizar el crecimiento de los
microorganismos o la producción de metabolitos secundarios como el etanol.
Las necesidades de Mg en el medio para la producción de etanol en mieles finales de
remolacha, fluctúan alrededor de los 30 mgL-1 (Wolniewicz et al 1988). Las mieles finales
analizadas están en el rango de 790 mgL-1. En trabajos recientes realizados en nuestros
laboratorios, se demostró que la relación Mg/K es de vital importancia dado que influye en el
valor de µmax de la levadura (Otero et al 1994). En la medida que disminuye la relación Mg/K,
aun a concentraciones de Mg suficientes para soportar el crecimiento, disminuye µmax . Las Figs
2.4 y 2.5 ilustran estos resultados.
Es de destacar los niveles de Fe en las mieles finales, con un nivel superior a los 500 mgkg-1.
Si bien es cierto que este catión no es nocivo para las levaduras, e incluso es beneficioso por
su participación en la actividad de los citocromos y otras proteínas del transporte electrónico en
la respiración celular, puede ser determinante en otros procesos como es la fermentación de l-
lisina o ácido cítrico. En la primera, el máximo permisible en las mieles finales físicas es de 200
mgkg-1, dos veces y media inferior al promedio obtenido de las mieles finales cubanas.
25
20
X, mg/mL
15
10
0mg/mL
1mg/mL
5 10mg/mL
0
0 2 4 6 8 10 12
Tiempo, h
25
0mg/mL
1mg/mL
20
10mg/mL
15
X, mg/mL
10
0
0 2 4 6 8 10 12
Tiempo, h
TABLA 2.13
COMPOSICIÓN PRIMARIA DE LOS LODOS DE LAS MIELES FINALES
Procedencia
Componente (%)
Fábrica 1 Fábrica 2 Fábrica 3
pH 6,20 6,30 6,08
Materia Seca 95,40 98,40 97,90
Cenizas 40,92 49,25 43,60
Materia Orgánica 54,56 49,21 54,33
Nitrógeno Total 0,50 0,56 0,98
Nucleótidos 0,13 0,01 0,02
SRL (*) 22,74 4,98 8,42
SRT (**) 22,74 11,48 18,82
Dextrana 0,69 1,66 1,41
P como P2O5 10,29 1,09 1,19
Capacidad de Absorción 25,98 25,05 26,56
a
de Agua
(a) Expresada como g/100 g de materia seca; * SRL= sustancias reductoras libres; ** SRT=
sustancias reductoras totales
II.1.8. Coloides
Los coloides son sistemas dispersos, cuyo grado de dispersión puede variar entre 0.1 y 0.001
micras (Tabla 2.14, Olbrich 1969). En la formación de los coloides, entran polímeros de cadena
larga, sustancias gomosas, y sustancias de naturaleza péctica entre otras.
Es difícil medir el contenido de coloides en las mieles finales, pues las partículas que los forman,
difieren en tamaño, carga y proporción en un rango amplio.
Estos coloides pueden ser positivos o negativos, en función de la carga superficial que
prevalezca. Los positivos coagulan en medio ácido, mientras que los negativos lo hacen en
medio alcalino.
Las partículas coloidales provienen del jugo crudo, y solo una parte de las mismas llega a las
mieles finales, el resto se elimina durante la clarificación. La cantidad de coloides en peso en las
mieles finales, oscila entre 6 y 10%. Los coloides en las mieles finales, presentan algunas
cantidades de ácidos grasos de cadena larga, pero en general pueden ser divididos en dos
fracciones principales:
Coloides irreversibles. Estos son insolubles en agua y están caracterizados por una
naturaleza ácida, son de color oscuro y poseen un contenido de nitrógeno en el entorno de
3% (Reyes et al 1990). Están vinculados a los caramelos y a las melanoidinas, pues
incrementan su concentración en las mieles finales almacenadas a altas temperaturas.
Coloides reversibles. Son solubles en agua y tienen naturaleza química neutra, su color
es pardo claro y el contenido de nitrógeno es del orden del 1%. Contienen
aproximadamente 25% de arabanos. La proporción de coloides reversibles excede la de
irreversibles en relación de 7:1 (Otero 1990).
TABLA 2.14
CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS COLOIDALES.
TABLA 2.15
CONTENIDO DE COLOIDES EN LAS MIELES FINALES CUBANAS
Año %
1966 7,51 ± 2,63
1967 6,57 ± 2,32
1968 7,92 ± 3,56
1969 8,20 ± 3,45
1972 9,94 ± 1,67
1973 8,96 ± 2,78
1974 7,54 ± 3,12
1975 6,08 ± 1,27
1979 9,62 ± 3,43
1980 6,25 ± 1,61
1987 13,60 ± 2,35
1990-2002 11,53 ± 1,83
Promedio 8,64 ± 1,07
Los coloides presentan a lo largo de los últimos 30 años un comportamiento disperso sin que se
manifieste una tendencia estable. No obstante, deben ser cuidadosamente observados por
cuanto en esta fracción se agrupan un buen número de inhibidores del crecimiento microbiano
incluyendo las melanoidinas. Estas sustancias coloidales se conocen como “shoe polish” -debido
a que al retirarlos de la miel dan lugar a una sustancia oleosa de color oscuro similar en
apariencia al betún- en la producción de levadura panadera y son consideradas sustancias
inhibitorias del crecimiento microbiano (Delgado, comunicación personal). La razón para su
efecto perjudicial en el crecimiento de los microorganismos radica en la presencia de sustancias
de reconocida capacidad de inhibición como las melanoidinas. Por otra parte, pudieran afectar
la transferencia de oxígeno y de masa en la célula por la formación de una barrera sobre la
superficie de la misma.
Estas sustancias se encuentran en los diferentes siropes intermedios y aun en los jugos. La
Tabla 2.16 muestra su contenido en las diferentes corrientes del proceso azucarero.
TABLA 2.16
CONTENIDO DE COLOIDES EN DISTINTOS JUGOS Y OTRAS CORRIENTES DEL
PROCESO AZUCARERO
Tipo de corriente %
Jugo Crudo Mezclado 4,8
Jugo Clarificado 4,6
Meladura 5,4
Miel A 7,3
Miel B 3.24
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CAPÍTULO III PROPIEDADES DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA
Miguel A. Otero
Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA)
En el estudio de la composición de las mieles finales de caña, deben incluirse sus diferentes
características físicas, químicas y físico-químicas. Estas propiedades tienen importancia en las
industrias que emplean mieles finales de caña como materia prima. El conocimiento de las
propiedades físico-químicas de las mieles finales tiene interés desde el punto de vista de su
calidad y también en su comportamiento industrial, principalmente en el transporte,
almacenamiento y bombeo. Al mismo tiempo, influyen sobre la efectividad y viabilidad
económica de los procesos a través de los consumos energéticos principalmente.
III.2. Viscosidad
La reología es la ciencia que describe las deformaciones que sufre un cuerpo sometido a
esfuerzos producidos por fuerzas externas. Los cuerpos en este contexto pueden ser sólidos o
fluidos. Para medir la viscosidad de fluidos viscosos como las mieles finales de caña, es
necesario definir los parámetros efectivos en el proceso de flujo de las mismas. La ley
fundamental de la viscosimetría fue descubierta por Isaac Newton.
La Fig 2.1 muestra el rango de viscosidad de dos mieles de caña cubanas en función de la
temperatura.
50000
40000
Viscosidad, cps
30000
Muestra 1
20000
10000
Muestra 2
0
10 15 20 25 30 35 40
Temperatura, °C
De acuerdo con estas curvas (Luna 1974), las mieles finales de caña muestran una ligera
disminución de la viscosidad cuando se eleva el gradiente de velocidad. Esto corresponde a
un líquido con viscosidad estructural o seudo plástico.
La primera etapa de las curvas de fluidez manifiesta una conducta francamente newtoniana,
donde µ es independiente de D, hasta un cierto valor de éste a partir del cual, diminuye la
viscosidad como resultado de la orientación de las partículas de la miel final de caña, que
comienza a desviarse del comportamiento ideal.
La Fig 3.2 muestra la viscosidad de la miel final de caña en función de la velocidad de
deformación. El comportamiento reflejado en la curva es el clásico de un fluido seudo-plástico.
30
30°C
Esfuerzo de cizalla (10 )
35°C
3
25
40°C
45°C
20 50°C
55°C
15
10
0
0 25 50 75 100
Gradiente de velocidad, D
La Tabla 3.2 ofrece la viscosidad de las mieles finales de caña cubanas. Puede verse la amplia
dispersión en los valores, lo que sugiere que la composición y más aun, las proporciones en que
se encuentran los diferentes componentes de las mismas, poseen una gran influencia sobre
esta propiedad. La viscosidad varía significativamente en función de la temperatura y el
contenido de sólidos de las mieles finales de caña.
Tabla 3.2
COMPORTAMIENTO DE LA VISCOSIDAD (mPa.s) DE LAS MIELES FINALES DE
CAÑA (45 °BX) PARA ADICIONES CONSECUTIVAS DE 5% DE DEXTRANA
Muestra Blanco 1 2 3 4 5 6 7 8 9
1 492 545 528 528 528 561 561 628 628 628
2 495 528 628 628 628 710 694 727 727 729
3 528 661 677 611 661 661 694 710 710 710
4 528 528 561 611 628 545 595 595 611 628
5 512 521 545 595 578 578 694 661 694 694
6 462 495 561 595 595 628 694 611 694 694
7 462 495 578 578 595 578 661 760 694 694
8 495 528 545 545 595 644 661 793 694 710
9 462 495 512 545 561 595 611 611 578 628
La influencia de la temperatura es indicada por la ecuación de Fraenkel
log µ= log A + B/T (3)
Donde µ es la viscosidad dinámica, T la temperatura absoluta y A y B son constantes.
La influencia del brix puede indicarse en general por la ecuación de Kaganoff,
log µ= log C + Db/100-b (4)
Donde b es el contenido de sólidos expresados como brix, mientras que C y D son constantes.
2000
50°bx
1600 75°bx
Viscosidad, mPa.s
1200
800
400
0
10 12 14 16 18
Coloides/No azúcares, %
400
35°C
40°C
Viscosidad, mPa.s*1000
300
200
100
0
80 82 84 86 88 90
Sólidos en suspensión, °bx
TABLA 3.4
DENSIDAD DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA DE CAÑA.
Los resultados mostrados en la Tabla solo son válidos para el entorno de 85 a 88 °bx.
1 59.2 58.3
2 54.7 49.6
3 58.2 53.1
4 60.4 54.1
5 59.4 51.1
6 58.2 53.9
7 61.0 55.0
8 56.2 50.5
9 58.0 53.0
10 58.0 53.0
11 59.6 48.4
12 59.2 53.0
Media 58.51 ± 0.98 52.75 ± 1.49
(a) dinas/cm2 a 30 °C por el método de la gota colgante
La tensión superficial está también vinculada al contenido de sólidos en la misma. La Tabla 3.6
ofrece el valor de la tensión superficial de diferentes mieles de remolacha europeas y sus
tensiones superficiales correspondientes. Sin embargo la correlación es más compleja que la
que se pudiera suponer interviniendo probablemente la naturaleza de los sólidos además de su
concentración.
Las medias de la tensión superficial son ligeramente superiores a las obtenidas en mieles
cubanas aunque los valores de brix son significativamente mayores.
TABLA 3.6
TENSIÓN SUPERFICIAL EN MIELES DE REMOLACHA EUROPEAS
Muestra País Sólidos, °bx Tensión superficial, dincm-2
TABLA 3.7
CALOR ESPECÍFICO DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA DE CAÑA CUBANAS
La ecuación permite hacer el cálculo empírico del calor específico de cualquier miel final de
caña, conocidas la temperatura, la pureza y el brix.
TABLA 3.9
CONTRACCIÓN DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA A DIFERENTES
CONCENTRACIONES DE SÓLIDOS
Vol. de Solución (mL) Vol. Resultante (mL) brix Contracción (mL)
170 -------- 85 -------
170 + 235 mL H2O 395 39.5 10
+ 50 mL 440 34.8 5
+ 50 mL 490 32.5 0
+ 50 mL 540 30.0 0
La contracción no es lineal sino que depende de la dilución alcanzada. La dilución original de la
miel conduce a una contracción de 10 mL, 2.5% del volumen total. Esta fracción se reduce
significativamente con la adición de los primeros 50 mL y desaparece para sucesivas adiciones.
Una miel de 85°bx a 25°C tiene la misma densidad que una solución de sacarosa pura bajo
idénticas condiciones por definición, sin embargo, cuando una miel se diluye 1:1 para su uso, la
contracción que sufre la solución final introduce una desviación importante con relación a la
solución de sacarosa pura. Las tablas de cálculo de brix están referidas a soluciones de
sacarosa pura y por tanto no se pueden obtener valores exactos de concentración de sólidos en
las mieles a partir de la determinación de su brix. La naturaleza de los no azúcares presentes
influye decisivamente en estas desviaciones.
III.2.2.1. Teoría
El análisis teórico del medio de esterilización fue elaborado por Deindoerfer (1957) y
Deindoerfer y Humphrey (1959, 1961). Está basado en el cálculo del tiempo de esterilización y
la temperatura; por tanto es necesario el diseño de un equipo eficiente Como respuesta del
sistema, se toma el decremento de esporas viables al final del ciclo. El factor decisivo es la
resistencia térmica de las esporas la que difiere según la especie. El efecto total (S) puede
determinarse de la ecuación (Deindoerfer y Humphrey 1959).
-Ea/RT
k = -e (7)
La Fig 3.4 muestra el esquema del ciclo de esterilización por el método de corto tiempo y alta
temperatura.
TEMPERATURA
Retención
Calentamiento Enfriamiento
TIEMPO
FIG 3.4 ESQUEMA DEL MÉTODO ALTA TEMPERATURA−CORTO TIEMPO (HTST) EN LA
ESTERILIZACIÓN DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA
Este proceso debe ser cuidadosamente diseñado para evitar pérdidas excesivas de azúcares y
factores de crecimiento en la mieles los que son extremadamente sensibles a las altas
temperaturas.
Se han reportados estudios sobre la esterilización de mieles finales de caña a diferentes
temperaturas con cortos tiempos de residencia (Michelena et al 1990). Los autores encontraron
que temperaturas de 120°C y tiempos de residencia de 25 segundos reducen la población
contaminante en dos órdenes sin afectar la composición de ésta.
La Fig 4.5 ilustra la relación entre las esporas viables y el tiempo de exposición para el
Bacillus stearothermophillum 11518. Estas esporas se toman como referencia para evaluar la
eficiencia de los sistemas de esterilización por ser particularmente resistentes a las altas
temperaturas. Las curvas están determinadas para soluciones tampón y obviamente difieren
para los medios más complejos (Deindoerfer 1957).
log N
105°C 130°C
kmax = 57 min-1
Tiempo, min
ln k = C - Ea /RT (10)
Donde C es el cambio en la calidad del medio por la destrucción térmica de los nutrientes. Para
estas reacciones las Ea están en el rango de 10-30 kcalmol-1, mientras que para la destrucción
de esporas, el valor alcanza el rango de 65-85 kcalmol-1 (Sikyta 1984).
Esto quiere decir que en la medida que aumentemos la temperatura, el efecto será mayor en
las esporas que en los factores de crecimiento.
En función de esto, el método más empleado en la esterilización de medios complejos como
las mieles finales de caña, es el método de esterilización en contínuo (Pfeifer 1952, Jacobs
1973, Lin 1975), siempre que la escala de producción lo permita.
En la esterilización contínua de mieles finales de caña, se prefiere antes de la misma, llevar a
cabo la sedimentación de la fracción de los lodos (Michelena y Otero 1990).
La Tabla 3.10 muestra el ajuste para una reacción de primer orden del comportamiento de una
miel final de caña de caña (Michelena y Otero 1990). Los valores de Ea obtenidos fueron de
33.1 y 34.5 kcalmol-1 para los microorganismos mesófilos y termófilos respectivamente. Estos
resultados son significativamente menores que los reportados en los estudios de esterilización
como era de esperar, por cuanto están determinados para microorganismos y no esporas.
TABLA 4.10
EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE LA FLORA BACTERIANA DE LA MIEL FINAL
DE CAÑA
Tiempo de muerte
Temperatura, D (s) K (s)
térmica, s
°C
Mesófilos Termófilos Mesófilos Termófilos Mesófilos Termófilos
80 107 ND 6.36 ND 0.16 ND
90 ND 313 ND 117.9 ND 1.9.10-2
100 39 187 2.08 71.9 0.48 3.2.10-2
110 23 103 1.27 39.0 0.79 5.9.10-2
La Tabla 3.11 ofrece el tenor microbiológico de las mieles finales de caña de caña. La Tabla
3.12 ilustra por su parte, el perfil cualitativo de los microorganismos aislados en diferentes
muestras de mieles finales de caña y jugos de caña a través de los años (Negrete 1969, Biart
et al 1982).
TABLA 3.11
RANGO DEL CONTENIDO MICROBIANO EN LAS MIELES FINALES DE CAÑA CUBANAS
TABLA 3.12
MICROORGANISMOS AISLADOS EN LOS JUGOS DE CAÑA
Varios de estos microorganismos pueden llegar a alcanzar una gran importancia en procesos de
producción de biomasa y etanol, como es el caso de la Candida tropicalis, microorganismo
salvaje presente en las mieles y que bajo determinas condiciones pueden desplazar el cultivo de
otras levaduras de interés.
Recientemente en una de las fábricas de levadura forrajera del este del país se presentó una
contaminación residente en el sistema de enfriamiento y proveniente de las mieles finales, que
desplazó totalmente de los fermentadores a la Candida urtilis. La contaminación, con un
polimorfismo amplio fue detectada solamente después de un intenso trabajo de observación y
clasificación taxonómica (García et al 2002)
Ya en los jugos existe una variada microflora, como se evidencia en la tabla. Parte de
esos microorganismos resisten las condiciones del proceso de fabricación y pasan en distintas
formas a las mieles finales de caña.
Entre la microflora encontrada en las mieles finales de caña se hallan por ejemplo, Bacillus
subtilis, que procede del ambiente y que al esporular pasa a las mieles finales de caña,
Lactobacillus que pueden resistir temperaturas cercanas a 190 °C y que producen ácido láctico,
formando con las sales de Ca el lactato de calcio, sal soluble indeseable en las mieles finales
de caña, Bacillus cereus, productor de levulanas a partir de la fructosa y que puede influir en
cambios de la relación glucosa/fructosa de las mieles finales de caña, Leuconostoc
mesenteroides que produce dextrana a partir de la sacarosa y es responsable de pérdidas
considerables de ese azúcar.
Los hongos que aparecen en el jugo, al parecer no resisten las condiciones de fabricación y se
eliminan durante la misma, puesto que no aparecen en la microflora de las mieles finales de
caña de caña cubanas. Por su parte las levaduras que se han aislado de diferentes muestras de
mieles finales de caña, responden a una contaminación posterior de éstas.
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CAPÍTULO IV. DETERIORO DE LAS MIELES FINALES DE CAÑA
Miguel A. Otero, Erick Reyes, Norka Fundora
Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar
Las mieles finales de caña pueden ser calentadas hasta 400C sin que se detecten pérdidas en el
contenido de azúcares o una destrucción como la mencionada, siempre que esta temperatura
no se mantenga por un tiempo excesivamente prolongado. Bajo estas condiciones las mieles
finales de caña son manejables, independientemente de su viscosidad original.
Bajo regímenes de temperatura superiores a 50°C, las mieles finales de caña pueden
deteriorarse y descomponerse completamente. En la medida que se eleva la temperatura, la
descomposición procede más rápidamente (cinética de Arrhenius) y la reacción exotérmica
genera más calor. Si el calor generado no se disipa suficientemente rápido, la temperatura de la
miel almacenada aumentará aun más, incrementando a su vez la velocidad de la reacción hasta
que se llega a la destrucción explosiva. La descomposición puede ser de tal magnitud, que la
miel se convierte en una masa similar al carbón vegetal de textura porosa e incandescente.
Es difícil precisar acerca del nivel de calentamiento requerido para comenzar la descomposición
térmica, y de hecho ésta ocurre a cualquier temperatura, aún a 250C (Labuza 1982, Reyes
1987). Sin embargo por encima de 400C se incrementa la posibilidad de descomposición
térmica. La reacción que ocurre, puede decirse con certeza, es entre los azúcares reductores
y los aminoácidos, la llamada reacción de Maillard (Hodge 1953, Karel 1984, Labuza 1985,
Ibarz et al 1989).
Aw = f/fo
Aw es la actividad del agua o la tendencia a escapar del agua en el sistema dividida por la
tendencia a escapar del agua pura sin radio de curvatura. Para la mayoría de los sistemas
reales desde el punto de vista práctico, la fugacidad se aproxima a la presión de vapor (f~p)
así;
Aw = f/fo ~ p/po
Amina
Amino ácido =R´NH2 R´NH2 + R(CHOH)4CHO R(CHOH)4CH=NR´
Proteína R = H, CH3, CH2OH 1
CHO
C=O HCNHR´
C-H2 COH
R CHO
O (CHOH)2 (CHOH)3
4
R R
3 2a
CH3 H2CNHR
O OH
C=O COH
C=O COH
R O (CHOH)2 (CHOH)2
2b
6 R
5 R´NH2
La Aw es la medida del estado energético del agua en un sistema. Existen muchos factores que
controlan la actividad del agua. Los efectos coligativos de los solutos disueltos (e.g. sal o
azúcar) interactúan con el agua a través de los enlaces dipolo-dipolo, iónico o puentes de
hidrógeno. Los efectos de capilaridad donde la presión de vapor del agua sobre el menisco de la
superficie curvada es menor que en el agua pura debido a los cambios de los enlaces de
hidrógeno entre las moléculas. Interacciones superficiales en las que el agua interacciona
directamente con grupos químicos o ingredientes ni disueltos (e.g. almidones y proteínas) a
través de fuerzas dipolo-dipolo, enlaces iónicos, (H3O+ o OH-), fuerzas de van der Waals
(enlaces hidrofóbicos), y enlaces de hidrógeno. Es la combinación de todos estos factores en un
sistema lo que reduce la energía del agua y así, la humedad relativa cuando se compara con el
agua pura. Estos efectos pueden ser agrupados en dos grandes categorías: efectos osmóticos y
matriciales.
Debido a las variaciones de estas interacciones, la Aw describe continuamente el estado
energético del agua en un sistema. El agua parece “ligada” por fuerzas de diferentes
graduaciones. Esto es un proceso dinámico. La Aw es a veces definida como el “agua libre”,
“enlazada” o “disponible” en un sistema. Aunque estos términos son muy sencillos no definen
adecuadamente el concepto de Aw.
La medida en que un soluto deprime la tensión de vapor del agua pura, está dada por la ley
de Raoult, en la que se expresa que el decremento relativo de la tensión de vapor del solvente,
es igual a la fracción molar del soluto
p - p0 /p0 = n1/ n1 + n2
Puede expresarse también, que la tensión de vapor de la solución con respecto al solvente
puro, es igual a la fracción molar del solvente.
p/p0 = n2/ n1 + n2
Donde p y p0 son las tensiones de vapor de la solución y del solvente respectivamente y n1 y
n2 los cantidades de moles del soluto y del solvente.
Para una solución 0,1 molal de soluto ideal, la parte derecha de la ecuación (12) es igual a
1/56.51 ó 0.0177, mientras que según la ecuación (11) es 0.9823. En otras palabras, 1 mol de
soluto ideal disuelto en 1kg de agua, deprime su tensión de vapor en 1.77% y la tensión
resultante es de 98.23% de la correspondiente al agua pura.
Esta solución tendrá un equilibrio agua-vapor con una humedad de equilibrio de 98.23%.
Esta humedad es el único valor al cual la velocidad de evaporación y condensación se igualan.
En este caso, la solución tendrá un valor de actividad del agua (AW) de 0.9823.
oxidación
autoxidación
Humedad, % materia seca
Maillard
Actividad
Enzimática
Crecimiento de
Microorganismos
IV.4. pH
Las reacciones tienen lugar por todas las vías con la influencia del pH del medio sobre la
relación de los productos formados y la tasa de color formado, la que puede ser reducida
cuando se reduce el pH. De cualquier manera, el pH tiene una influencia mucho menos
dramática sobre el aroma y el color que la que tienen la temperatura, el tiempo o la Aw.
1.2
1
Absorbancia a 420 nm
0.8
0.6
0.4
0.2
0
6 7 8 9 10 11 12
pH
L-lisina L-alanina L-arginina
35
30
25
20
%
15
10
0
0.935 0.95 0.963 0.975 0.985
Actividad del agua, Aw
Sacarosa 5-HMF*10-3 ARL
TABLA 4.1
DATOS COMPARATIVOS DE DESTRUCCIÓN DE MIELES FINALES DE CAÑA EN LA
INDUSTRIA. EN TODOS LOS CASOS EL CONTENIDO DE SÓLIDOS (° BX) = 85-88
La Tabla 3.2 (Reyes 1987) muestra los valores de las k así como los del parámetro a y el
coeficiente de correlación r para una muestra de miel final de caña cubana almacenadas bajo
diferentes condiciones por 100 días. Los valores de k son dependientes de la temperatura y
pueden describirse según la ecuación de Arrhenius.
k = k0- e-Ea/RT
Donde Ea es la energía de activación aparente en kcalmol-1, k0 es el factor de frecuencia y R la
constante de los gases. La curva de ln k contra el recíproco de la temperatura absoluta rinde
una línea recta, lo que permite hacer extrapolaciones dentro de ciertos límites.
Los datos que se obtienen sobre la Ea pueden ser expresados como una función del brix de
las mieles finales de caña y en última instancia de la AW. La curva que se obtiene, permite
elaborar recomendaciones para el almacenamiento sobre bases cinéticas.
r = 0,992
esta expresión es válida solo en el rango de brix estudiados. Sin embargo, dado que el espacio
muestral cubre prácticamente todo el rango de concentraciones típicas de las mieles finales de
caña, el resultado es aplicable en la mayoría de los casos.
La Fig 4.5 (Reyes 1987) ofrece el comportamiento de la data experimental en comparación con
la generada por el polinomio estadístico.
TABLA 3.2
EFECTO DE LA TEMPERATURA Y LA ACTIVIDAD DEL AGUA (AW) SOBRE LA
VELOCIDAD DE OSCURECIMIENTO NO ENZIMÁTICO EN MIELES FINALES DE CAÑA
ALMACENADAS
Ea exp
24
Ea simul
Ea, kcal/mol
20
16
12
40 50 60 65 70 80
Sólidos, °Bx
0
ln k0 = 135,333728 - 3,743492 bx + 0,02955 0bx2
r = 0,991
La extensión del oscurecimiento puede predecirse para una miel final de caña cualquiera a
partir de su temperatura y contenido de sólidos, a través de las ecuaciones anteriores.
Toda vez que se conozca el nivel de absorción UV y su comportamiento en el tiempo por estas
ecuaciones, puede establecerse con cierta certeza la durabilidad de una miel final de caña, y en
que momento alcanzará el estado irreversible de deterioro de continuar las condiciones que lo
producen.
En corridas experimentales realizadas en nuestros laboratorios, se demostró el deterioro
acelerado de las mieles finales de caña a diferentes temperaturas y contenidos de sólidos
(Otero et al 1990a).
Las Figs 4.6 y 3.7 manifiestan este comportamiento. El nivel de deterioro donde ya no puede
medirse la coloración UV de la miel final de caña, correspondiente a la fase irreversible del
mismo, se alcanza en alrededor de 90 dias a 60 0C, mientras que solo se requieren 10 días si la
miel final de caña se almacena a 80 0C con el mismo brix. A 87 0brix, solo se necesitan tres
días para alcanzar idéntico nivel de deterioro.
Es de destacar que para cualquiera de las dos concentraciones ensayadas, a 40 0C este nivel
de descomposición de la miel final de caña, se alcanza solo después de 5 años.
2.8
absorbancia, 280nm
2.6
2.4
2.2
2
0 7 15 30 50 100 150 200 250 300
Tiempo, días
2.8
Absorbancia, 280nm
2.6
2.4
2.2
2
0 7 15 30 50 100 150 200 250 300
Tiempo, días
Este tiempo es superior al que normalmente se almacenan las mieles finales de caña para
cualquier propósito sea alimentación animal o fermentación..
160 1000
800
120
600
mg/kg
80
400
40
200
0 0
0 22 30 60 90
Tiempo, días
TABLA 4.4
VARIACIÓN DE LOS COLOIDES EN LAS MIELES FINALES DE CAÑA DURANTE EL
CALENTAMIENTO
Almacenamiento
Coloides Control
22 30 60 90
Irreversibles 3.1 4.7 5.2 10.6 23.7
Reversibles + Sustancias 10.5 10.3 11.5 10.0 8.8
Pectinas
Total 13.6 15.0 16.7 20.6 32.5
Esto sugiere que los primeros están relacionados con la formación de pre-melanoidinas y otros
compuestos de condensación producto de la reacción de Maillard y su presencia responde a las
reacciones carbonilo-amina en mieles finales de caña (Weber 1977, Otero et al 1990b). Estos
compuestos son altamente inhibitorios no solo para el crecimiento de los microorganismos sino
que pueden provocar trastornos metabólicos cuando se emplean para la alimentación directa
(Adrian 1973).
La miel final de caña fresca sin almacenar permite una µmax = 0.50 h-1, de acuerdo con los
resultados obtenidos tradicionalmente con esta cepa en nuestros laboratorios. Después de 22
días de almacenamiento, la µmax decrece hasta 0.47 h-1, casi un 10% inferior. En este
intervalo, el contenido de coloides irreversibles (presumiblemente melanoidinas) en el medio se
incrementa desde 1.10 gl-1 hasta 4.26 gl-1. El efecto mayor se detecta en los 130 días siguientes
donde la caída de µmax llega hasta 0.31 h-1 y casi se triplica la concentración de coloides en
el medio, alcanzando 11.7 gl-1. Es de notar como a la vez la sacarosa presente va
desapareciendo del medio al igual que la glucosa. La primera se hidroliza y forma glucosa y
fructosa las que sufren la reacción con las aminas catalizadoras. En el medio se producen
también otras sustancias tóxicas que contribuyen al efecto observado. Shibamoto (1982)
clasificó estos compuestos en ocho grupos, muchos de los cuales presentan efecto mutagénico
o clastogénico (Powrie et al 1981, Gazzani et al 1987). Sin embargo, las mutaciones son
procesos lentos en su expresión macroscópica, por lo que no es de esperar este tipo de
cambios en los procesos fermentativos de corta duración.
El estudio del comportamiento del proceso de oscurecimiento en las mieles almacenadas ha
sido a cabo a partir de la absorción en el espectro UV como función de la temperatura. Esto
puede ser correlacionado con los parámetros cinéticos de crecimiento de la levadura (µmax)
como se muestra en la Fig 4.9.
0.55
0.5
µmax, h-1
0.45
0.4
0.35
0.3
0 10 20 30 40 60 100
Tiempo almacenamiento, días
40°C 50°C 60°C
0.6
0.5
0.4
µmax, h-1
0.3
0.2
0.1
0
0 0.5 1 1.5 2 2.25 2.5 2.6 2.7 3
Absorbancia 280nm
q (= S0 – S/X) = µ/Yg + m
12
Productividad (DX), g/L-h
10
0
0.1 0.2 0.3
D (=µ), h-1
TABLA 4.6.
CONSTANTES CINÉTICAS DE LA LEVADURA Candida utilis NRRL Y-660 PROPAGADA
EN CONTINUO SOBRE MIELES DE CAÑA ALMACENADAS A 60°C POR DIFERENTES
PERÍODOS DE TIEMPO
Tiempo, días µmax, h-1 KS, g/L m, g/L Yg
0 0.415 1.40 0.250 0.38
55 0.320 2.33 0.700 0.28
81 0.237 3.56 1.486 0.10
123 0.160 4.28 3.800 0.02
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
0.1 0.2 0.3
-1
D (=µ), h
0 días 55 días 81 días 123 días
15
g/100 L de batición fermentada
12
0
0 20 40 60 80 100 120
Tiempo, días
IV.10. Otras fuentes de inhibición del metabolismo microbiano en las mieles de caña
El Mg2+ y el K+ son junto con el Ca2+ los iones metálicos mayoritarios en las mieles de caña.
Componen aproximadamente el 98% de los mismos. El Mg2+, el menos abundante de los tres,
es sin embargo el más importante desde el punto de vista del metabolismo. Este ión actúa
como cofactor en múltiples reacciones enzimáticas como algunas de la glucólisis y juega un
papel vital en la síntesis de proteínas (Lehninger 1982).
Se ha reportado que el Mg2+ y el K+ utilizan el mismo mecanismo de transporte hacia el interior
de la célula (Eddy 1982) y por otra parte sus concentraciones varían de una miel a otra (Otero
1994b). La Tabla 4.7 muestra el contenido de estos cationes en diferentes mieles cubanas.
TABLA 4.7.
CONCENTRACIONES DE MAGNESIO Y POTASIO (%) EN MIELES DE CAÑA Y MEDIOS
DE FERMENTACIÓN (gL-1) PREPARADOS PROCEDENTES DE DIFERENTES INGENIOS
CUBANOS
Mieles de caña
1 2 3 4 5 6
Mg2+ 0.303 0.353 0.325 0.262 0.297 0.266
Miel +
K 2.691 4.125 2.578 2.378 2.472 4.156
2+
Mg 0.224 0.231 0.202 0.179 0.211 0.192
Medio +
K 1.986 2.700 1.606 1.625 1.753 3.006
Relación 0.113 0.086 0.126 0.110 0.120 0.064
La Fig 4.15 presenta el efecto de la relación Mg:K sobre la tasa máxima de crecimiento de
Candida utilis.
0 .5 4
0 .5 2
0 .5
µmax, h-1
0 .4 8
0 .4 6
0 .4 4
3 2
Y = -0 .0 0 1 7 X + 0 .0 1 2 8 X - 0 .0 0 6 1 X + 0 .4 4 2 3
2
r = 0 .9 6 6
0 .4 2
0 .4
0 .0 6 4 0 .0 8 6 0 .1 1 0 .1 1 3 0 .1 2 0 .1 2 6
R e lac ión M g :K
20
15
X, mgmL-1
10
0
0 2 4 6 8 10 12
Tiempo, h
Control K, 1 ppm K, 10 ppm
20
Biomasa, gL-1
15
10
0
0 2 4 6 8 10 12
Tiempo, h
Control Mg, 1 ppm Mg, 10 ppm
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CAPÍTULO V OTRAS MIELES INTERMEDIAS DE LA INDUSTRIA AZUCARERA.
MIGUEL A. OTERO
Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar
TABLA 5.1
COMPOSICIÓN DE LA MIEL RICA INVERTIDA.
TABLA 5.4.
COMPORTAMIENTO DE CERDOS CEBA/FINALIZACIÓN ALIMENTADOS CON DIETAS*
BASALES CON MELADURA INTEGRAL O INVERTIDA Y DOS NIVELES DE HARINA DE
PESCADO (HP), % MS.
16
12
DM, g/L
0
1 2 3 4 5 6 7 8
Time, hours
V.2 MIELES A Y B
Una vez que la meladura ha sido sometida a la primera cristalización, el sirope madre aun
tiene cantidades de sacarosa cristalizables. Esta masa cocida A rinde la miel A. De igual
forma, la masa cocida B, proveniente de la miel A, una vez cristalizada, se convertirá en miel B
(Webre 1967). La Tabla 5.4 muestra la composición promedio de un lote de mieles B cubanas
producidas para la ceba de cerdos.
TABLA 5.4
COMPOSICIÓN PROMEDIO DE MIELES B PRODUCIDAS PARA LA ALIMENTACIÓN
PORCINA. CUBA 2001 (Otero resultados no publicados)
No Brix Pol Pureza ARL,% ART,% Coloides Ceniza Fango
elem % % % %
7 87.289 47.674 54.621 11.200 68.284 1.533 5.151 0.657
8 89.118 39.166 43.958 10.413 63.606 3.891 6.925 0.825
6 88.033 44.588 50.672 9.627 69.385 2.150 6.118 0.967
19 87.151 39.478 45.319 9.707 62.918 3.105 6.094 0.632
6 86.083 51.473 59.815 9.612 63.858 3.807 6.068 0.600
Prom 87.490 44.436 51.502 10.111 65.658 2.865 6.214 0.741
Las mieles A y B no han sido utilizadas extensivamente debido a que hacerlo conspira contra la
producción de azúcar. Sin embargo, como sustrato carbonado en procesos de fermentación,
son superiores a las mieles finales de caña y rinden productos con menores contenidos de
impurezas inorgánicas (cenizas). Los precios fluctuantes y con tendencia a las bajas periódicas
del azúcar en los mercados internacionales, hacen cada vez más atractivo el empleo de estas
mieles intermedias en la producción de productos valiosos. Se han reportado algunos trabajos
en los que se ha empleado miel A para la producción de biomasa de levadura (Almazán et al
1982, Gómez 1990). La relación de los no-azúcares/azúcares en las mieles A, fluctúa entre 0.35
y 0.48, mientras que para las mieles B el valor oscila entre 0.60 y 0.63. En el caso de mieles
típicas con historia térmica fabril normal (i.e. sin calentamientos o alcalinizaciones excesivas)
esto debe redundar en una fermentación más estable. Gómez (1990) comparó ambos sustratos
en la producción de levadura forrajera (ver Tabla 5.5). En ambos casos, se emplearon dos
métodos de clarificación, a saber:
1. Acido en caliente (pH 3.2, 30 minutos, 800C), seguido de centrifugación.
2. Sedimentación por centrifugación sin pretratamiento.
Los resultados son superiores en miel B, debido a la mayor concentración de probióticos. Un
aspecto interesante es que la clarificación ácida en caliente, no conduce a mejoras en el
proceso por el deterioro que se produce en la miel final de caña (Otero et al 1986).
TABLA 5.5
COMPARACIÓN ENTRE MIELES A Y B EN LA PROPAGACIÓN DE LEVADURA Candida
utilis NRRL Y-660
Tipo de miel y Yx/s ProteínA, % Yp/s* Productividad
tratamiento
proteína,
gL-1h-1
Miel A clarificada 51.4 45.9 235.9 (a) 1.537
Miel A centrifugada 50.4 44.7 225.3 (b) 1.433
Miel B clarificada 46.7 49.7 232.1 (a) 1.658
Miel B centrifugada 47.2 49.8 235.1 (a) 1.929
*valores con igual exponente no difieren para α ≤ 0.05
Las de mayor aplicación en la industria actual, son con mucho las producciones de etanol y
levadura panadera. También están implementadas comercialmente en varios países, la
producción de lisina y ácido cítrico. Aunque para estas dos últimas se prefiere la sacarosa, por
los problemas que traen aparejados los altos contenidos de Fe en las mieles finales de caña y la
necesadad de realizar pruebas de fermentación antes de su utilización industrial.
V.5.1. Producción de Etanol
Las mieles finales de caña fueron introducidas en la industria alcoholera hace casi 300 años.
Balling (1865) ubica el inicio de las fermentaciones industriales de las mieles finales de caña, en
1830. Sin embargo, ya se ha visto que en 1733 la corona británica aprobó la Ley de las Melazas
e intentó aplicarla sus posesiones en el Nuevo Mundo. En realidad existen referencias de la
producción y consumo de alcohol desde mucho antes. La fermentación alcohólica de las mieles
fue durante mucho tiempo, la única utilización práctica de éstas.
En la actualidad la industria alcoholera ha evolucionado mucho, introduciéndose en la práctica
comercial procesos de producción contínuos. La producción convencional de etanol, emplea las
mieles finales de caña a altas concentraciones de azúcar y se lleva a cabo en condiciones
anaeróbicas (ausencia de O2 para inducir la fermentación alcohólica en las levaduras). A los
efectos de esta industria, el término no-azúcar, no incluye los azúcares invertidos y la rafinosa,
en el caso de las mieles finales de caña de remolacha, desde que estos pueden ser convertidos
igualmente en etanol. Sin embargo, las determinaciones de azúcares en las mieles finales de
caña son por demás inexactas (Otero 1986), a partir de que incluyen ciertos materiales
reductores que no son asimilables o solo parcialmente, bajo ciertas condiciones, por
determinadas especies de microorganismos, como el furfural y sus derivados (Sánchez y
Bautista 1988).
La Tabla 5.9 ofrece la diferencia entre los "azúcares reductores" totales y la determinación de
los mono- y disacáridos en las mieles finales de caña de caña por cromatografía líquida de alta
resolución (HPLC) (Otero et al 1990c). Estos métodos cromatográficos son los únicos
disponibles en la actualidad con suficiente confiabilidad. Sin embargo, el equipamiento
necesario es caro y no totalmente justificado en el control industrial.
TABLA 5.9.
DIFERENCIAS ENTRE LOS AZÚCARES DE LAS MELAZAS CUANTIFICADOS POR HPLC
Y POR REDUCCIÓN CON Cu.
Algunos de los componentes no-azúcares en las mieles finales de caña tienen peso suficiente en
la producción de etanol, lo que justifica su atención detallada. Parte de los aminoácidos, son
convertidos por las levaduras en “aceite de fusel” (Olbrich 1969). El volumen de aceite de fusel,
formado por alcoholes superiores (amílico, isoamílico, propílico etc.) es proporcional a la
cantidad de levadura formada.
Se puede reducir la cantidad de aceite de fusel en la fermentación, adicionando sales de amonio
que son metabolizadas más fácilmente por las levaduras.
Los rendimientos de etanol son, si las condiciones de operación son favorables, de 64 L de
etanol por cada 100 kg de azúcares.
Se ha hecho mención a mieles finales de caña difíciles de fermentar en las destilerías. Entre las
causas más comunes de este fenómeno están: contaminación elevada, presencia de ácidos
grasos volátiles, especialmente el butírico en proporciones anormales y deterioro de la miel final
de caña por almacenamiento inadecuado.
Esto implica una conversión de glucosa en glicerina de 51%; sin embargo, no es posible
recuperar más del 36% del peso del azúcar como glicerina. El mosto después de fermentado
contiene aproximadamente 30 kgm3 de glicerina, 20 kgm3 de etanol y 10 kgm3 de acetaldehido.
La glicerina obtenida con mieles finales de caña se encuentra altamente impurificada y es
necesario un proceso posterior de purificación para su comercialización (Kretzschmar 1955).
Levaduras Etanol
Invertasa
Glicerol
Saborizantes
SCP
Acidos nucleicos
Lípidos
Bacterias Etanol
Acido Láctico
Acido Propiónico
Acido Butírico
Acido Acético
a-Amilasa
Proteasas
Aminoácidos
Hongos Biomasa comestible
Antibióticos
Acido Cítrico
Acido Oxálico
Acido cítrico
A principio de siglo el ácido cítrico se producía a partir de jugo de limón que se neutralizaba con
carbonato de calcio, obteniéndose citrato de calcio. Alrededor de 1950 la producción era
monopolizada por la Chas Pfiezer y Co. Inc. de Brooklyn EE.UU. utilizando indistintamente
mieles de remolacha o de caña.
El principal substrato para la obtención del ácido cítrico por vía fermentativa es la miel; no
obstante, algunos productores de Japón han utilizado almidón de papas y parafinas. La
importancia del ácido cítrico radica en su amplio uso en las industria de alimentos, química,
textil, farmacéutica, metales y otras. (Centro de Comercio Internacional UNCTAD-GATT 1972).
Acido itacónico
En 1967 el ácido itacónico fue aislado de los productos de la pirólisis del ácido itacónico al
obtenerse a partir del ácido aconítico.
Este ácido y sus derivados se utilizaron ampliamente en la industria química en usos como la
obtención de resinas para intercambio iónico, agentes de endurecimiento, plastificantes y
otros. Por su gran capacidad de reacción puede ser empleado para la preparación de
termoplásticos de alto peso molecular. (Kirck et al 1962, Prescott et al 1967).
Butanol y acetona
Weizman (1951) patentó un proceso para obtener alcohol butílico (butanol) y acetona por
medio de un bacilo, utilizando como materia prima el maíz. Durante la Primera Guerra Mundial
se produjeron grandes cantidades de estos productos para la gelatinación de altos explosivos y
para la producción de barnices de revestimiento de tela de aeroplanos (Gabriel 1928).
Años más tarde comienza a utilizarse la miel con igual propósito, se empleaban nuevos bacilos
para incrementar los rendimientos y reducir los costos de materia prima, pero a pesar de su
productividad tuvo que dejarse de utilizar por la escasez de mieles, empleando de nuevo el
proceso a partir granos. En la actualidad la producción de butanol-acetona se realiza
fundamentalmente a partir de acetaldehído y de propileno. (Faith et al 1965).
Acido láctico
Es el componente ácido principal de la leche agria y un elemento normal de la sangre y de los
músculos de los animales. El ácido láctico puede obtenerse por fermentación controlada de
varias fuentes de carbohidratos como sacarosa, glucosa o lactosa, que se obtiene de mieles,
maíz, hidrolizados de almidón, de papas y otros, empleándose diferentes bacterias de acuerdo
al substrato utilizado.
Durante muchos años este ácido fue producido mediante procesos fermentativos. En 1963 esta
situación varía al construirse una planta de 4 500 toneladas que utiliza un proceso sintético a
partir del lactonitrilo sintético como materia prima (Faith et al 1965).
El ácido láctico es uno de los principales acidulantes los alimentos y las bebidas; se emplea en
las tenerías para tratar las pieles y en la tintura ácida de la lana. Sus ésteres son útiles como
disolventes de laca y en la fabricación de plásticos. El lactato de calcio tiene uso medicinal
como fuente de calcio en el organismo.
L-lisina
Es uno de los aminoácidos esenciales más importantes en la nutrición animal, su función
biológica fundamental es participar en la creación y construcción de la proteína celular. Es un
componente en las dietas del ganado monogástrico y se utiliza como medicamento.
Existen dos vías para su producción a escala industrial: la química y la fermentativa, esta última
es la más empleada en el mundo. A principios de la década de 1950 la producción de L-lisina
fue patentada por la firma Chas. P. Fizer Co. Convirtiéndose en el primer aminoácido producido
a nivel industrial. (U.S. Pat 2 1957).
La producción en gran escala comienza en 1958 cuando se establece un nuevo proceso
fermentativo por la firma Kyowa Hakko Kogyo Company. Las firmas Ajinomoto Company y
Toray Company han desarrollado otros procesos. (Moo-Young 1965).
Glutamato monosódico
En la industria alimentaría es uno de los saborizantes más conocidos, tiene aplicaciones médicas
y se utiliza en la industria como antioxidante en las gomas y agente fijador.
El método tradicional de obtención consiste en la recuperación del ácido glutámico de las
proteínas vegetales obtenido por hidrólisis ácida tales como gluten de maíz y trigo. Se recupera
de las mieles de remolacha por hidrólisis alcalina. La sal sódica se produce neutralizando el
ácido glutámico crudo con sosa cáustica diluida. Este método de extracción se utiliza aún en
muchos países pero ha sido reemplazado por el proceso fermentativo.
En Japón el método fermentativo fue desarrollado en 1956, utiliza microorganismos capaces de
producir glutamato monosódico de materias primas que contengan carbono: mieles, glucosa o
ácido acético. En la actualidad las mieles de caña o el almidón de tapioca se emplea como
materia prima para su producción. (Moo Young 1985).
c ( EDTA) * (Va − Vb ) * 40 * D
Ca 2 + = (g/L)
Vm
Donde:
Va: Volumen gastado en la valoración de la muestra (ml)
Vb: Volumen gastado en la valoración del blanco (ml)
c (EDTA): concentración de EDTA estandarizada con el patrón de calcio
Vm: Volumen de muestra empleada en la valoración con EDTA (ml)
Para el cálculo de las concentraciones de calcio y magnesio se emplea la siguiente ecuación:
c ( EDTA) * (Vc − Va − Vb ) * 24 * D
Mg 2 + = (g/L)
Vm
Donde:
Vc: Volumen gastado en la valoración de la muestra (ml)
c (EDTA): concentración de EDTA estandarizada con el patrón de magnesio
Vm: Volumen de muestra gastado en la valoración con EDTA
VI.4. DETERMINACIÓN DE MATERIA SECA POR GRAVIMETRÍA
a. Objetivos y alcance:
El análisis es uno de los métodos más sencillos para la determinación de sólidos totales en
muestras en polvo o líquidas.
b. Fundamento:
Es fundamenta en la exposición de la muestra a la acción del calor (temperatura) para eliminar
el agua presente. Con la materia residual se corrige el error que introduce el contenido de agua
de la muestra en la marcha analítica.
c. Reactivos y materiales:
Crisoles de porcelana de 50 ml
Cápsulas de aluminio
d. Aparatos, utensilios y medios de medición
d1. Balanza analítica
d2. Desecadora
d3. Estufa
d4. Pipetas
e. Avisos y precauciones
En la técnica no se utilizan reactivos agresivos que puedan provocar quemaduras y otros daños
a la salud.
f. Procedimiento
Se secan los crisoles o cápsulas conteniendo 5 g de arena pura y lavada en estufa a 105 0C
durante 4 horas y se colocan en una desecadora hasta que alcancen la temperatura ambiente.
Se pesan 3 crisoles o cápsulas por cada muestra y se anotan sus pesos (Pc). Una vez pesados
los crisoles se procede a pesar alrededor de 2 g de miel o utilizar entre 2 y 5 ml si la muestra
es líquida (Pch).
Se introducen en estufa a vacío regulando la temperatura a 65 oC durante 18 horas. Se colocan
en desecadora hasta que alcancen la temperatura ambiente y luego se pesan (Pcs).
g. Expresión de resultados
Los resultados se expresan en % en peso o % en volumen
Cálculos
Donde:
Peso seco = Pcs - Pc
Peso húmedo = Pch - Pc
VI.5. DETERMINACIÓN DE CENIZAS
a. Objetivos y alcance
Determinar el contenido mineral de las muestras a analizar
b. Fundamentos
El método se basa en la incineración de la muestra a 250 y 450 oC. El residuo que queda
contiene fundamentalmente las sustancias inorgánicas presentes entre las que se encuentran
los macro y micro minerales, sílice, etcétera. A este residuo se le denomina ceniza bruta
(carbonatada) y nos da una información acerca del contenido mineral de la muestra.
c. Avisos y precauciones
El material debe ser incinerado previamente flameando un crisol con tapa en campana para
evitar proyecciones.
d. Aparatos. Utensilios de medición
d1. Balanza analítica
d2. Desecadora
d3. Estufa
d4. Mufla
e. Procedimiento
Se secan los crisoles o cápsulas en estufa a 105 0C durante 4 horas y se colocan en desecadora
hasta que alcancen la temperatura ambiente. Se pesan 3 crisoles o cápsulas por cada muestran
y se anotan sus pesos (Pc). Una vez pesados los crisoles se procede a pesar alrededor de 2 g
del material o utilizar entre 2 y 5 ml si la muestra es líquida (Pch). Se introducen en estufa*
regulando la temperatura a 105 oC durante 24 horas. Se colocan en desecadora hasta que
alcancen la temperatura ambiente y luego se pesan (Pcs).
Luego se introducen en una mufla los crisoles o cápsulas y se incineran a temperatura entre
450 y 500 oC durante 6 horas. Se enfrían en desecadora y se pesan (Pcc).
f. Expresión de resultados
Se expresan en % en peso (p/p) o en % en volumen (p/v)
Cálculos
% cenizas = peso cenizas / peso seco
Donde
Peso seco = Psc - Pc
Peso cenizas = Pcc - Pc
VI.6. DETERMINACIÓN DE ALCOHOL EN SOLUCIÓN
a. Objetivos y alcance:
Determinar el contenido de alcohol (etanol) en soluciones, macerados y mostos.
b. Fundamentos del método
El método se basa en que por oxidación con dicromato de potasio en presencia de ácido
sulfúrico, el alcohol se transforma completamente en ácido acético
c. Reacciones
En este método tienen lugar las siguientes reacciones:
Si se respetan las prescripciones del método, la reacción es cuantitativa. Por otra parte, la
reacción se detiene en la fase del ácido acético porque esta sustancia es estable en las
condiciones en que se opera.
d. Reactivos y materiales
d1. Dicromato de potasio 0.05 N en medio sulfúrico: 2.45 g de dicromato de potasio se
disuelven en 500 ml de agua y se completa a 1 L con ácido sulfúrico concentrado. Si no se
dispone sulfúrico puro hay que eliminar por oxidación las sustancias oxidantes que pudiera
contener. Para ello se disuelve el dicromato en un poco de agua (20 ó 30 ml), se añaden los
500 ml de ácido sulfúrico y se calienta a 100 oC durante 1 hora. Después se enfría el líquido y
se completa, con las máximas precauciones (el líquido se calienta intensamente), con agua
hasta 1 L. Mediante un ensayo en blanco se determina el factor de la solución, y si es
necesario, se le añade el dicromato necesario.
d2. Tiosulfato sódico 0.1 N. Solución de yoduro de potasio aproximadamente al 10 %
d3. Solución de almidón aproximadamente al 2 %. A causa de su alterabilidad, es conveniente
prepararla con solución saturada de sal común.
d4. Agua alcalina: 1.5 ml de NaOH 0.1 N hasta aproximadamente 100 ml de agua
e. Procedimiento
e. Repetibilidad
Dos resultados de una analista no deben diferenciarse en pH en no más de 0,08 unidades y en
acidez más que 5% relativos. Dos resultados de dos laboratorios no pueden diferenciarse más
que 0.15 en pH y más que 85 relativos en acidez.
VI.8. DETERMINACIÓN DE NITRÓGENO ORGÁNICO TOTAL
a. Objetivo y Alcance
Esta norma establece el método de ensayo para la determinación del nitrógeno orgánico en
muestras de origen natural y sintético y el cálculo de la proteína Kjeldahl. El método no
distingue entre nitrógeno orgánico proteico y no proteico. Si es importante para el ensayo de la
muestra en general, debe determinarse el nitrógeno no proteico por un método apropiado y
hacer la corrección pertinente. La determinación del nitrógeno en forma de nitratos o nitritos no
es posible por este método.
b. Fundamento del Método
Este método es un proceso de combustión húmeda, basado en la descomposición de las
sustancias nitrogenadas, hirviendo con ácido sulfúrico concentrado. El carbono y el hidrógeno
de la sustancia se oxidan a CO2 y H2O, reduciéndose una porción de H2SO4 a SO2, siendo ésta la
que reduce a los compuestos nitrogenados. El nitrógeno forma el amonio que con el H2SO4 se
combina definitivamente para formar (NH4)2SO4.
Terminado el proceso de combustión o digestión y disuelta la sal amoniacal, el amoniaco se
libera por adición de una solución concentrada de base fija y se destila para recoger el NH3 en
un exceso conocido de ácido estándar. Por volumetría se calcula el nitrógeno presente.
c. Reactivos Químicos
c.1. Ácido sulfúrico concentrado, ≥ 97% de pureza, libre de nitrógeno ρ = 1,84g/ml. Pueden
utilizarse otros ácidos de poder oxidante elevado, como el perclórico (HClO4) siempre que se
encuentren libres de nitrógeno. De ser éste el caso debe tenerse precaución por la propiedad
de los percloratos de producir explosiones.
c.2. Catalizador: 1g de K2SO4 o Na2SO4 anhidro, más 10 mg de Se o SeO
c.3. (NH2)2Fe(SO4)2.6H2O (sal de Mohr); %N=7,145
c.4. Hidróxido de sodio, solución 50%. Pese 500g de NaOH (debe pesarse lo más rápido posible
para evitar la formación del NaCO3) en una balanza técnica y disuélvalo lentamente y con
enfriamiento en 700-800 ml de agua destilada. Una vez disuelto totalmente y frío, trasvase a un
volumétrico de 1 L y enrase.
c.5. Solución de ácido bórico 4%. Disuelva 40 g de ácido bórico en agua destilada y enrase
hasta 1L.
c.6. Solución indicadora. Se pesan 200mg de azul de metileno y se disuelven en 100 ml de
metanol (0.2%). Se realiza la misma operación aparte pero con rojo de metilo. Se mezclan
entonces dos partes de la solución alcohólica de rojo de metilo con una parte de la solución
alcohólica de azul de metileno.
c.7. Ácido clorhídrico 0.02N. Esta solución se prepara tomando 1.8 ml de la solución de HCl
concentrado y se enrasa en 1L y se estandariza.
d. Aparatos, Utensilios y Medios de Medición
d1. Balanza analítica, precisión 0,1 mg, capacidad ≥ 160g
d2. Papel de pesada desprovisto de nitrógeno
d3. Hornilla eléctrica si es posible regulada
d4. Aparato de destilación por vapor
d5. Tubos de digestión de 100 ml
d6. Bureta de 25ml
d7. Campana extractora de gases
d8. Frascos goteros
d9. Pipetas de hasta 10 ml
e. Procedimiento
e.1. Preparación de la porción de ensayo.
Se pesa en balanza analítica, entre 0.05 y 1g de muestra, en dependencia del contenido de N2
esperado, previamente homogenizada de forma que sea representativa de la población que se
quiere analizar sobre un papel de filtro libre de N2. Si se trata de una suspensión se toma su
equivalente sobre la base de la materia seca conocida.
e.2. Digestión.
La muestra junto con el papel de filtro, se transfiere a un tubo de digestión. Se añaden 5 ml de
H2SO4 y 25mg de catalizador. Se coloca la muestra (hasta 12 muestras a la vez) en el digestor y
se realiza la digestión. Al inicio la temperatura debe incrementarse lentamente para evitar
proyecciones de la muestra. Se considera concluida la digestión cuando la reacción torne
incolora o amarillo pálido y no se observen partículas negras. Se deja el calentamiento por 20
minutos adicionales.
Advertencia: Esta operación debe realizarse en una campana con buen tiro de aire.
Las muestras se dejan enfriar y se enrasan en matraces volumétricos de 100 ml con agua
destilada.
e.3. Destilación
Se coloca en un erlenmeyer de 125 ml 5 ml de la solución de ácido bórico y 4 gotas del
indicador y se sumerge el extremo del condensador del equipo de destilación debajo de la
superficie de la solución. Se añaden al equipo de destilación 10 -12 ml de solución de NaOH
50%, 10 ml de la solución digerida y diluida y se cierra el equipo cuidando no dejar ninguna
salida de vapores abierta que permita la pérdida del NH3 formado.
Se destila en corriente de vapor para arrastrar el NH3 hasta recoger 50 ml de destilado sobre la
solución de ácido bórico.
e.4. Valoración
Se valora el NH3 con la solución de HCL 0.02 N llevando a un punto final donde el cambio de
color sea de verde a lila (Vm).
e.5. Ensayo en blanco
Se realiza un ensayo en blanco utilizando la misma cantidad de reactivos, sustituyendo la
muestra por agua destilada (Vb).
f. Expresión de los Resultados
f.1. Método para los cálculos
El contenido de N2 se calcula según la expresión siguiente:
donde: N es la normalidad del ácido y el factor 0.14 es el equivalente del N2 dividido por 10. El
contenido de proteína Kjeldahl se obtendrá por multiplicación del contenido de nitrógeno por un
factor convencional (6.25 en proteínas estándar). Para el caso de productos lácteos se tomará
6.38).
f.2. Ensayo de comprobación
Para comprobar el estado técnico y la confiabilidad de los sistemas de destilación y valoración,
se corre un ensayo en blanco utilizando (NH4)2Fe(SO4)2.6H2O según se detalla a continuación.
Pese 0.050g de sal de Mohr en un tubo de digestión añada 25 ml de agua destilada y proceda
según se establece en los apartados del e.2 al e.4.
g. Repetibilidad y reproducibilidad
Los ensayos se realizarán por duplicado. Si las réplicas difieren en más de un 2% se realizarán
ensayos adicionales
Vi.9. DETERMINACIÓN DE FÓSFORO POR EL MÉTODO COLORIMÉTRICO CON EL
METAVANADATO DE AMONIO.
a. Objetivo y alcance
Este método establece la determinación del contenido de fósforo en las aguas y aguas
residuales.
b. Fundamento del método
Los iones fosfato en un medio adecuado y la presencia de vanadato de amonio y el molibdato
de amonio forman un ácido heteropolar mixto. La intensidad del color del complejo formado es
proporcional a la concentración y la misma se mide en un espectrofotómetro a 415 nm.
c. Aviso y precauciones de seguridad
Tener cuidado al manipular el ácido sulfúrico y el ácido nítrico concentrados pues producen
quemaduras al entrar en contacto con la piel. En caso de accidente lavar las partes afectadas
con abundante agua y luego con una solución diluida de bicarbonato de sodio. Los vapores que
se desprenden en la digestión de las muestras resultan altamente irritantes a las mucosas, por
lo que se deberá realizar la manipulación en campana extractora de gases de buen tiro.
d. Reacciones
La reacción fundamental que ocurre entre los iones fosfatos y los iones amonio y molibdato se
representa por la siguiente ecuación:
e. Reactivos y materiales
e.1. Ácido sulfúrico PA (d=1.84 g.mL-1)
e.2. Ácido nítrico PA
e.3. Solución de hidróxido de sodio NaOH 10 % (v/v)
e.4. Solución de fenolftaleína 1 % en alcohol absoluto
e.5. Solución desarrolladora de color (molibdato de amonio y metavanadato de amonio)
e.6. Fosfato monobásico de potasio (PO4H2K)
f. Aparatos
f1. Espectrofotómetro para trabajar a una longitud de onda de 415 nm
f2. Matraces aforados de 25, 50, 100 y 250 mL
f3. Buretas
f4. Erlenmeyers
f5. Balones Kjedahl de 100 y 250 cm3
f6. Hornillas eléctricas
f7. pH metro
g. Muestreo y muestras
Para la toma de la muestra utilizarán recipientes de vidrio o plástico y se tomará a un volumen
de muestra no menor que 500 mL.
Para conservar las muestras se mantendrá fría, en la oscuridad y se adicionará cloruro de
mercurio 40 mg litro de muestra.
h. Procedimiento
h.1. Preparación de la solución matriz.
Se secan por dos horas a 105oC alrededor de 1 g de KH2PO4 PA. Se enfría en desecadora y se
pesan 0,4394 g, disolviéndose en agua destilada a pH 1,5.
Se pipetean 4 mL de la solución matriz a un volumétrico de 100 mL y se enrasa con agua
destilada a pH 1,5.
h.2.Preparación de la solución desarrolladora de color: Se disuelven 25 g de molibdato de
amonio (PA) en 400 mL de agua destilada. Por otro lado, se disuelven 1,25 g de metavanadato
de amonio (PA) en 300 mL de agua a ebullición. Se enfría y se adicionan 330 mL de ácido
clorhídrico concentrado; se enfría y se adiciona a la solución de molibdato de amonio y diluir a 1
L con agua destilada.
h.3. Procedimiento de la curva de calibración. De la solución patrón se pipetean por duplicado a
volumétricos de 25 mL los volúmenes expuestos en la tabla siguiente:
Donde:
m: porción de ensayo en g
a: volumen de digestión en mL
D: dilución de la muestra
F: factor de la curva de calibración
VI.10. SUSTANCIAS REDUCTORAS INFERMENTABLES PARA LA PRODUCCIÓN DE
LEVADURA
a. Fundamento
En las mieles finales de caña existen ciertas sustancias con poder reductor las cuales no son
utilizadas por la levadura durante su propagación y reciben el nombre de infermentables
(SRInf).
El método para su cuantificación consiste en mezclar una disolución de la miel con levadura
Candida utilis bajo las condiciones óptimas para su propagación y una vez que se hayan
consumido todos los azúcares metabolizables se determinan las sustancias reductoras
residuales que son las que se consideran infermentables.
b. Procedimiento
Se pesan 10 g de miel y disolver en 150 ml de agua destilada. Se añaden 150 mg de fosfato
diamónico, 210 mg de urea y 120 mg de sulfato de amonio. Se ajusta a pH 4.5 y se transvasa
toda la mezcla a un frasco de invaginación. Se adicionan 20 g (base seca) de Candida utilis
previamente lavada. Se coloca un tapón de algodón y se lleva a un shaker por 12 horas.
Después de pasado ese tiempo se centrifuga y se lleva el sobrenadante a un balón de 125 ml.
Se lava el residuo con agua destilada y se adiciona el sobrenadante de lavado al balón. Se deja
en baño de agua a 60 -70 oC hasta que alcance esa temperatura y una vez lograda se adicionan
5 ml de ácido clorhídrico, agitar y dejar durante 10 minutos. Enfriar y neutralizar con hidróxido
de sodio (20%). Se enrasa y se añade 1 g de oxalato de potasio. Se centrifuga y se toman 10
ml para el análisis. A partir de este momento se procede de igual forma que en el análisis de
sustancias reductoras totales.
c. Expresión de los resultados
Donde:
V: volumen de disolución de sulfato de diamonio de hierro II consumidos en mL
e.5. Disolución de referencia de hidrogenoftalato de potasio. Se disuelven en agua 425, 1 mg
de hidrogenofatlato de potasio, previamente secados a 105 oC y se diluye a 1 L. Esta disolución
es estable durante una semana, si se almacena a 4 oC. La DQO de esta solución corresponde a
500 mg.L-1 de oxigeno. Esta disolución se prepara cada vez que se quiera comprobar la técnica
y la calidad de los reactivos.
En caso de defecto de este reactivo se prepara una solución de referencia de glucosa,
disolviendo 468,6 mg de glucosa previamente secada a 103oC, diluyéndose a 1 L, la DQO de
esta solución corresponde a 500 mg.L-1.
e.6. Disolución indicadora de ferroína. Disolver 1,485 g de 1-10 fenantrolina monohidratada
juntamente con 0,695 g de sulfato de hierro (II) (o sulfato de diamonio II) y llevar a 100 mL
con agua destilada.
f. Aparatos
Equipo de reflujo. Consta de un frasco cónico de 50 mL con cuello esmerilado, al que se le
ajusta un condensador refrigerante.
Balanza analítica con valor de división de 0,1 mg.
g. Muestreo y muestras
g.1. Se toma un volumen de muestra no menor de 500 mL y se utilizarán durante el muestreo
recipientes de material plástico o de vidrio, limpios y secos.
g.2. Preparación de la muestra de ensayo. Las muestras inestables serán analizadas
inmediatamente y los que contengan sólidos sedimentables, serán homogeneizadas
adecuadamente para obtener una muestra representativa.
Si es necesario conservar la muestra para su análisis, ésta se acidifica con 1 mL de ácido
sulfúrico concentrado (d=1,84 g.L-1) por cada litro de la misma y se conserva a 4oC por un
período de 5 días.
h. Procedimiento
h.1. Preparación de la porción de ensayo. Se toman 1 mL de muestra, o una alícuota diluida de
1 mL, y se transfieren al frasco cónico del equipo de reflujo. Se adicionan 0,04 g de sulfato de
mercurio (II) si la concentración de cloruros es menor a 1 g.L-1 ó 0,8 g si la concentración es
superior, y 1 mL de la disolución de dicromato de potasio.
Se añaden al frasco cónico perlas de vidrio y se adicionan lentamente, en pequeñas porciones,
3 mL de disolución reactivo de ácido sulfúrico, mezclando y enfriando hasta que la disolución se
encuentre perfectamente homogénea antes de aplicar el calor.
h.2. Determinación. Se conecta el condensador y se refluja la mezcla durante 12-15 minutos se
enfría a temperatura ambiente, se lava el condensador con 100 mL de agua destilada, se deja
enfriar y se valora el exceso de dicromato con la disolución de sulfato de diamonio y hierro (II),
utilizando 2 ó 3 gotas de solución indicadora de ferroína. El cambio de color de amarillo rojizo a
verde y de éste último color a carmelita rojizo.
h.3. Ensayo de blanco. Se realiza un ensayo de blanco siguiendo el procedimiento establecido
en 9.1 y 9.2, sustituyendo la muestra por 1 mL de agua destilada.
i. Expresión de los resultados
i.1. Métodos para los cálculos.
Para el cálculo de la DQO se emplea la siguiente ecuación: