Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Meningitis
La meningitis es una inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
Esto explicaría la rigidez del cuello y también los demás síntomas, debido al lugar de procedencia
del paciente, es probable que no tuviera acceso a vacunas.
Por lo general, la meningitis es causada por una infección bacteriana o viral que invade el líquido
cefalorraquídeo (LCR) e inflama las meninges. El líquido cefalorraquídeo (LCR) es el líquido que se
encuentra dentro de los espacios abiertos del cerebro y que protege y resguarda el cerebro y la
médula espinal. Las meninges son las membranas delgadas que recubren el cerebro y la médula
espinal. Los hongos o parásitos también pueden causar la meningitis, aunque estos casos
generalmente se presentan solo en pacientes que tienen deprimida su inmunidad. La gravedad de
los síntomas y el pronóstico del niño dependen del organismo específico que provoca la
meningitis. La meningitis puede afectar a bebés, niños y adultos. Algunas bacterias y virus son más
comunes en ciertos grupos de edades que en otros, incluidos los siguientes:
Estreptococo grupo B
Listeria monocytogenes
En los bebés más grandes y en los niños, las bacterias más comunes incluyen las siguientes:
Streptococcus pneumoniae
Sífilis
Tuberculosis (TB)
Los organismos que causan la meningitis generalmente colonizan el tracto respiratorio de una
persona y pueden transmitirse mediante el contacto cercano con una persona que puede estar
infectada o al tocar objetos contaminados, por ejemplo, perillas de puertas, superficies duras o
juguetes, y luego llevarse las manos a la nariz, la boca o los ojos. También pueden transmitirse a
través de las secreciones respiratorias de un estornudo, una conversación en la que las personas
se encuentran muy cerca, besarse o al tocar material infectado. Por lo general, la infección
comienza en el tracto respiratorio y luego se desplaza por el torrente sanguíneo, donde puede
alcanzar el cerebro y la médula espinal. Es posible que el organismo primero provoque un resfrío,
una infección sinusal o del oído (más común en los niños) y que luego se desplace por los senos
paranasales hacia el cerebro y el líquido cefalorraquídeo; aunque este método de transmisión es
menos común. Un niño puede no presentar síntomas, pero, sin embargo, es posible que porte el
organismo en la nariz y garganta.
Además de una historia clínica y un examen físico completo, los procedimientos de diagnóstico
para meningitis pueden incluir los siguientes:
Un análisis de sangre puede ser de ayuda para diagnosticar infecciones que causan
meningitis, pero no puede ofrecer un diagnóstico definitivo de meningitis por sí mismo.
Estudios de diagnóstico por imágenes del cerebro, por ejemplo, una tomografía
computada ("TC", por sus siglas en inglés) o una resonancia magnética ("MRI", por sus
siglas en inglés). A veces, la TC se realiza para descartar otras enfermedades, pero por sí
sola no puede diagnosticar la meningitis. Es posible que una MRI muestre cambios
inflamatorios dentro de las meninges, que son el revestimiento del cerebro. Estos estudios
ayudan, pero no pueden por sí solos dar un diagnóstico definitivo de meningitis.
El alcance de la enfermedad
Referencias