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El reto de educar hoy

Ensayo

El rol investigativo del Docente en la práctica pedagógica

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales,

Fundación Universitaria Los Libertadores

Docente

Yesid M. Hernández R.

Clara Yaneth Ardila H.

Especialización en Pedagogía de la Lúdica

29 de agosto de 2019

Bogotá, Colombia
Los docentes se enfrentan cada día a nuevos retos cuando inician su labor frente a un

grupo de niños que esperan escuchar, ver o hacer algo novedoso y divertido, pero también

deben enfrentar elementos que tienen los estudiantes a su disposición como son las nuevas

tecnologías y su vertiginoso cambio las cuales los distraen del proceso de aprendizaje si no

se orientan y dosifican adecuadamente, eso lleva a que el docente deba replantear

constantemente las maneras o formas como guía y orienta a sus estudiantes hacia el saber y

para ello debe identificar lo más claramente posible las características y necesidades de sus

estudiantes en el proceso de aprendizaje así como los estilos de aprendizaje que poseen. En

este orden de ideas las teorías de aprendizaje nos brindan elementos suficientes para llegar a

solventar esas necesidades de la labor docente y de paso conducen al análisis sobre la labor

docente propiamente dicha, sus características, falencias y fortalezas, aportando desde la

experiencia a la complementación o transformación de los Enfoques, las Teorías y los Estilos

de aprendizaje y permitiendo que se lleve al aula lo que cada uno de ellos puede aportar en

el contexto particular de trabajo docente.

El aprendizaje, según Vigostky (citado por Baquero, 1997) se origina en los niños a

través de la interacción con los pares o con los guías que en el caso de los escolares son sus

docentes o adultos cercanos y luego ese aprendizaje se interioriza llegando al hecho de que

el niño ha “aprendido” , por ello es necesario que la interacción del estudiante sea

mayoritariamente con sus pares y con sus docentes en los espacios escolares y que el uso de

las nuevas tecnologías estén mediadas por el accionar en conjunto o colaborativo en caso de

que se requieran y sin dudar este uso en el espacio escolar debe responder a una estrategia de

la planeación del proceso de aprendizaje que, como lo plantea Ausbel, correspondería a una

estrategia pre-instruccional que permite al docente acercarse al conocimiento previo del


estudiante, o una estrategia co-instruccional de manera tal que lleva al estudiante a la

reconstrucción del saber desde la elaboración que sea capaz de hacer con el conocimiento

adquirido (citado por Silva, 2009).

Las nuevas tecnologías se han convertido en uno de los elementos favoritos de

información y entretención de los estudiantes pero también pueden favorecer el proceso de

aprendizaje en la medida que permiten organizar y crear actividades y acciones que orienten

al estudiante hacia la construcción y apropiación de un concepto o conocimiento, pero cuando

se hace uso de ellas sin la orientación debida o para otras actividades, no aportan lo que se

quiere o por el contrario cuando el docente nunca acude al uso de estos medios se genera en

el estudiante una imagen muy restringida del uso que puede darle a las nuevas tecnologías y

como coloquialmente dirían “no navegan en la red sino naufragan” quedándose únicamente

en redes sociales y juegos en línea o si acaso llegando a Wikipedia y el rincón del vago.

También es importante tener en cuenta que el uso de estas tecnologías debe estar alternado

con el diálogo con sus pares y con los docentes ya que acciones como la escucha y la

argumentación enriquecen su proceso de aprendizaje al llevarlo a relacionar sus saberes y

opiniones con las nuevas ideas de sus compañeros o las que le esté presentando el docente,

pero también le enseñará valores como el respeto por las ideas ajenas, la escucha o la

capacidad de defender sus tesis u opiniones sin agresividad y en últimas vera que la

diversidad de ideas y opiniones enriquecen a un grupo. En todo caso esta interacción

permitirá guiar al estudiante hasta la organización de sus saberes, la relación de los mismos,

la selección y la reelaboración del conocimiento momento en que el docente podrá decir que

ha logrado llevar o guiar a su estudiante hasta la adquisición de un nuevo conocimiento.


Dicho proceso es un constante reto ya que exige una evaluación personal profesional

o si se quiere llamar un Autoaprendizaje sobre la labor de la enseñanza, sobre los cambios

que se deben asumir, sobre los métodos que se deben revaluar y dejar atrás o las

combinaciones que se deben crear siempre respondiendo a las necesidades que plantea la

sociedad, pero principalmente a las necesidades que demandan el contexto y los estudiantes.

Referencias

Baquero, R. (1997). Vigotsky y el aprendizaje escolar. Buenos Aires, Argentina: Aique


Grupo Editor S.A.

Silva L. M. (2009). David Ausubel y su aporte a la educación. Ciencia UNEMI, 2(3), 20-23.
Páginas.

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