Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Detrás Del Fuego 2
Detrás Del Fuego 2
Desde la más remota antigüedad, el fuego es conocido por el ser humano. Se presentaba como
un fenómeno de la naturaleza, que se manifestaba de forma espontánea en determinadas
circunstancias, tras tormentas por acción de los rayos, erupción de volcanes, etc. No se sabe
cuándo el ser humano fue capaz de reproducir este fenómeno, frotando materiales entre sí
cerca de hojas secas o hierbas.
Los egipcios perfeccionaron la técnica para hacer fuego, y así pudieron fundir metales. Todas
las religiones primitivas emplearon el fuego, como elemento fundamental en la ofrenda de sus
sacrificios. La forma en que se propagaba hacia arriba, era el símbolo de la comunicación con
sus dioses. Era una señal de pureza e iluminación. Al mismo tiempo, todas las religiones se
referían al fuego como un suplicio insoportable, el tormento de los infiernos.
Platón (428 a.C.) estableció los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, aire, agua y fuego. En
la antigüedad, el fuego fue empleado de diferentes maneras en las guerras (flechas
encendidas, “fuego griego”).
El Emperador Augusto César, organizó en Roma un cuerpo de bomberos formados por 600
esclavos a los que llamó “vigiles”, pues debían quedarse despiertos durante la noche. En
Pompeya (Italia) se comprobó la existencia de conductos de agua que ya eran utilizados para la
extinción de incendios.
Los griegos, por su parte, tenían sus dioses antropomórficos: 12 mayores u olímpicos y dioses
menores. Zeus (Júpiter para los romanos) era el más importante. El dios del fuego para los
griegos era Hefaistos (Vulcano para los romanos).
Algunas frases de personajes históricos lo definen: “El fuego es un fiel servidor, pero también
un enemigo y una expiación” (Confucio). “El incendio es una de las tácticas de guerra más
sencillas” (Napoleón). “En el primer instante un fuego se extingue con un pie, después ni un río
caudaloso sería a veces capaz de sofocarlo” (Shakespeare).
EL PORQUÉ DE LA INVESTIGACIÓN
Quienes nos abocamos a la lucha contra incendios conocemos el esfuerzo que requiere el
entrenamiento, preparación y mantenimiento de los recursos humanos y materiales. Ahora
bien, ¿Por qué los cuerpos de bomberos deben también investigarlos?
Sabemos que esta labor, hasta hace algunos años, estaba constituida por una tríada:
Protección preventiva o prevención (aquellas conductas tendientes a impedir la producción de
un incidente; por ej., la prohibición de fumar en áreas determinadas); Protección pasiva o
estructural (toda vez que el incidente se ha iniciado, mitigarlo impidiendo su propagación: por
ej. los muros corta-fuego, la sectorización de incendio) y Protección Activa o Extinción: ante la
producción de un incidente ya declarado, una brigada de incendio o los bomberos locales,
concurren a apagarlo.
Hoy existe una cuarta pata que viene en apoyo de las tres anteriores: la investigación.
Las preguntas serían: ¿Falló la prevención? ¿Fue suficiente la protección preventiva? (al ver
cómo el fuego se propagó) y la tercera y última: ¿Fue correcta la labor operativa? ¿De qué
modo se extinguió el proceso? Esto permite mejorar los servicios, elaborar políticas de
prevención de incendios, poseer estadísticas que fundamenten la adquisición de mayores
recursos, etc.
También en el presente, las grandes empresas realizan auditorías internas, que requieren
investigar este tipo de incidentes a fin de deslindar responsabilidades, establecer normas y
mejoramiento de roles en el desempeño de sus trabajadores, etc.
EL MÉTODO CIENTÍFICO
Antes de esta Guía, la investigación era un arte. Hoy puede decirse que se trata de una ciencia,
que se nutre de distintas ramas del conocimiento. Es por ello, que un grupo que se dedique a
esta labor, debe estar formado por distintos profesionales: ingenieros electricistas, mecánicos,
ingenieros civiles, ingenieros electrónicos, arquitectos, licenciados en seguridad e higiene,
abogados, etc.
Una vez hallada el área de origen, deberá establecerse el “punto de origen”, que es aquél
donde se produjo el contacto entre la fuente ígnea y el primer material que ardió. Todo este
proceso se realiza a fin de hallar la causa del evento.
La primera dotación que arriba al lugar tiene que poseer los fundamentos básicos de la
investigación.
Ello es así, porque su accionar en las operaciones de extinción puede conducir al fracaso de las
tareas periciales que se realizan posteriormente. El personal operativo debe tener en cuenta
todas las particularidades del incidente al momento de su llegada: coloración de las llamas y
del humo, olor particular dentro del lugar, situaciones irregulares -como desorden, faltantes de
mobiliario o mercaderías, personas que abandonan rápidamente la escena, hallazgo de
víctimas fatales, su posición en la escena, etc.-
Por otra parte, el uso inmoderado del agua en las tareas de extinción, atenta contra una
correcta labor pericial, ya que puede desdibujar la escena. Si fuera necesaria una exhaustiva
remoción del lugar, la dotación actuante interrumpirá dicho trabajo y el personal investigativo
deberá arribar al incendio y comenzar su tarea de relevamiento: toma de vistas fotográficas,
contacto con el personal actuante, recabado de aportes informativos de testigos.
Quien se halla a cargo de una dotación debe pensar que todo incendio es considerado
intencional y debe por lo tanto ser investigado, hasta que se demuestre su carácter accidental.
El conocimiento que la norma requiere del investigador se refiere a: ciencia del fuego; química
del fuego; termodinámica; dinámica del fuego; dinámica de la explosión; simulación de
incendios por computadora; investigación de incendios; análisis del incendio; metodología y
tecnología de la investigación; materiales peligrosos; análisis de fallas y herramientas
analíticas; sistemas de protección contra incendios; recolección; documentación y
preservación de evidencias, y sistemas eléctricos.
En los Estados Unidos, las certificaciones son llevadas a cabo por asociaciones como la I.A.A.I.
(International Association of Arson Investigators) u organismos gubernamentales como la
A.T.F. (Bureau of Alcohol, tobacco, firearms and explosives – Agencia federal de alcohol, armas
y explosivos).