Está en la página 1de 2

Comentario de Texto: Bestiario

Andrew Wolfley Payán


10.1

El escritor argentino Julio Cortázar (1914-1984) publica su primer libro


de cuentos, Bestiario, en 1951, el mismo año en que se radica en París. Son
ocho relatos que van sembrando mundos desconcertantes, en equilibrio
inestable y al filo del abismo. Haces de fuerzas subterráneas se infiltran en el
medio de un espacio cotidiano y rutinario dejando al descubierto zonas
sumergidas. Son mundos preñados de otredad, que amenazan constantemente
con enajenarse. La realidad se ensancha más allá de la costumbre, lo normal y
lo estatuido. La alteración de lo habitual y reconocible provoca quiebres, puntos
de fuga por los que ingresa la sospecha de que existe otro orden camuflado,
mediatizado por la cultura, que amenaza nuestra cosmovisión.

En "Ómnibus" la fuerza intrusa que amenaza el orden habitual está


personificada. La pasajera aborda el 168, el colectivo que pasa por el lugar de
la muerte y pretende ir más allá. Se niega a aceptar que el cementerio debe ser
la última parada. Peor aun, desafía a los otros pasajeros, al conductor y al
guarda, abordando ese ómnibus sin un ramo de flores. Pretende viajar hacia la
última morada con las manos vacías, contra toda costumbre. Hay otras
ocasiones en que es imposible decidir si las fuerzas disgregadoras están
dentro o fuera de los personajes, como en "Cefalea": "No estamos inquietos,
peor es afuera, si hay afuera". El narrador retacea información al lector, le
entrega el mundo fragmentado, le impide definir si los acontecimientos salen
del ámbito de lo normal o son explicables como alucinaciones.

Entre "los monstruos que bajan de regiones vagas de la ciudad las


mujeres casi enanas y achinadas, los tipos como javaneses o mocovíes" está
Celina, la única capaz de abrir "Las puertas del cielo" y aparecer bailando en el
medio de la pista, después de muerta. Una dimensión distinta, la del paraíso,
se superpone a la "real" terrestre, pero, aunque resulta inquietante, no hay
confrontación de los dos mundos. El acontecimiento no provoca una alteración
en el mundo real. Falta el conflicto, la problematización entre lo normal y lo
anormal para considerarlo un relato fantástico. Se acercaría mas al cuento
maravilloso.

El libro se cierra con "Bestiario". Los deseos sumergidos, las situaciones


veladas, la efervescencia por debajo de las relaciones familiares normales, se
materializan en la figura de un tigre. Éste define la vida del hogar, de él
depende la ocupación de los espacios en la casa. Las actividades de la familia
se adecuan a su deambular. "hay que fijarse si — Pasó un rato largo hasta que
un peón avisó que el tigre estaba en el jardín de los tréboles, entonces entraron
a comer. Esa mañana las papas estuvieron resecas". Él es, finalmente, el
"correctivo" de la vida familiar.

También podría gustarte