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CAPITULO VII

DISCIPLINA DE PRIMEROS AUXILIOS

SECCION I

CONCEPTOS GENERALES

7.001. Conceptos generales. El objetivo fundamental de este capítulo será desarrollar los procedi-
mientos básicos que el combatiente individual necesitará conocer, para adoptar las medidas preventivas
para brindar los primeros auxilios ante las alteraciones físicas básicas y más comunes que se producirán
en combate.

7.002. Contenido

a. Reglas a tener en cuenta para prestar los primeros auxilios y transporte de heridos.

b. Daños producidos por efectos del frío y de la humedad.

c. Heridas producidas como consecuencia de las acciones de combate.

d. Fracturas y luxaciones vendajes.

e. Mordeduras o picaduras de distintos animales e insectos

7.003. Consideraciones

a. Serán consideradas aquellas afecciones más comunes producidas como consecuencia del combate,
en las que el combatiente deberá poseer la capacitación necesaria, para brindar los primeros auxilios
con los medios de provisión individual que normalmente se tendrán disponibles.

b. El conocimiento en profundidad de las nociones elementales sobre primeros auxilios será de vital
importancia debido a que el tratamiento inicial y el acondicionamiento para el transporte que se brindará
a un herido decidirá, en gran medida, sus posibilidades de recuperación posterior.

c. De lo expresado en el párrafo anterior, surge la necesidad de contar con combatientes capacitados para
brindar los primeros auxilios, necesarios tanto en la paz como en la guerra para salvar vidas.

d. Los primeros auxilios ante heridas graves tenderán a facilitar la evacuación del combatiente herido la
cual se realizará de inmediato.

e. La higiene básica individual será fundamental para evitar lesiones y enfermedades que, posteriormente,
originarán bajas.

Se deberán transformar en hábitos las prácticas sencillas y diarias como la higiene de axilas,
entrepiernas, pies, manos y uñas.

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SECCION II

REGLAS GENERALES A TENER EN CUENTA PARA PRESTAR LOS PRIMEROS AUXILIOS

7.004. Conceptos generales.

a. Si bien se considera a los medios de evacuación como elementos de suma importancia para realizar
el traslado de un herido desde primera línea hacia las instalaciones de sanidad que cuenten con los
medios adecuados para su atención; los mismos perderán eficacia si el tratamiento inicial y la
preparación que se le brinden al paciente para su evacuación no fueran conocidos en detalle, en el
momento mismo de aplicarlas los adecuados.

b. No se abandonará por ningún motivo el cumplimiento de la misión impuesta. No obstante, se brindarán


los primeros auxilios a quien los necesite en forma urgente.

c. Si un combatiente gravemente herido debiera ser evacuado hacia retaguardia en forma urgente y no
existiera personal de camilleros del Servicio de Sanidad, la misma será ejecutada exclusivamente, como
consecuencia de la orden del Jefe de fracción.

d. Al brindar los primeros auxilios, se utilizarán en forma adecuada los elementos disponibles, recurriendo
primero a los que tiene la víctima y, en caso, indispensable se usarán los propios; solicitando en forma
urgente su reposición.

7.005. Aspectos generales a considerar para prestar los primeros auxilios.

a. Inicialmente, se protegerá al herido del fuego enemigo o de la causa que lo provocó, sacándolo de la
zona expuesta a las acciones del combate, del material electrizado, etc., con las precauciones del caso.

b. Conservar la calma y transmitirla al herido. Deberá asistirlo quien mejor conozca los procedimientos a
ejecutar, evitando con ello aglomeraciones, sustracción de personal de la actividad de combate, etc.

c. No hacer más de lo indispensable y de lo que su aptitud le permita realizar con seguridad. Las medidas
a adoptar serán sencillas.

d. Examinar rápidamente el cuerpo del herido sin movimientos inútiles. Posteriormente desprender o cortar
su ropa sin intentar quitársela, si ello significara pérdida de tiempo para brindar la atención inicial.

Se atenderá primero lo más importante, siguiendo generalmente el orden que se indica a


continuación:

a) Comprobar si hay pérdida de sangre.

b) Cerciorarse del estado general del herido.

c) Verificar su respiración.

d) Comprobar la existencia de heridas, fracturas, quema duras u otras lesiones locales, observarlas
sin tocar y no permitir que el herido las vea.

e. Se apreciará si es necesario o no trasladar al herido y en qué forma se hará.

f. Colocar al lesionado acostado, con la cabeza baja o ladeada si tiene vómitos; abrigarlo y darle líquidos,
excepto cuando esté sin conciencia o con heridas de vientre.

g. Existen 3 principios básicos sobre los primeros auxilios a brindar a un herido. Estos serán:

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1) Detener la pérdida de sangre.

2) Proteger la herida para prevenir la infección.

3) Prevenir o disminuir el agotamiento del organismo. (Shock).

h. Aspectos a tener en cuenta para transportar un herido.

1) El conocimiento de cómo y cuándo mover a un herido grave es fundamental en el primer auxilio.

El hacerlo fuera de oportunidad, bruscamente y sin tomar las precauciones necesarias,


aumentará la gravedad de las lesiones y podrá provocar la muerte.

2) El transporte deberá ser realizado por el personal de sanidad, siendo éstos los que cuentan con los
medios y conocimientos necesarios para ello.

3) Sólo se efectuará el transporte de un herido a través de integrantes de una fracción de combate,


cuando se tenga conocimiento de que el auxilio médico no llegará en tiempo y la gravedad de la lesión
así lo imponga. En esta situación, se procederá de acuerdo con las circunstancias, con los medios
y conocimientos adquiridos.

4) El primer auxilio se proporcionará antes de iniciar el transporte del herido, teniendo presente
inmovilizarlo en caso de fracturas.

5) El transporte incluirá el equipo completo. Cuando esto no sea posible, se llevará como mínimo su
armamento y el material de sanidad. El resto será inutilizado.

6) En determinadas situaciones, se deberán establecer prioridades para realizar el transporte. Las


mismas se fijarán de acuerdo con lo siguiente:

a) No siempre el más grave será auxiliado primero.

Al decidirlo, se tendrá en cuenta a quién lo afectará más el transporte; y en este caso, para
el herido leve no existen prácticamente posibilidades de muerte.

b) Cuando se dude respecto de la determinación, se considerará, en primer lugar, a los que requieran
intervención inmediata del Servicio de Sanidad (heridas de pecho, abdomen, etc.).

SECCION III

DAÑOS PRODUCIDOS POR EFECTOS DEL FRIO Y LA HUMEDAD

7.006. Conceptos generales.

a. En las zonas de bajas temperaturas, se producirán lesiones locales como consecuencia del frío y la
humedad.

Estas afectarán principalmente las extremidades e irán desde los sabañones, pasando por el pie
de inmersión, pie de trinchera hasta la congelación.

1) Los sabañones son lesiones leves que se producen principalmente en las manos, pies y orejas como
consecuencia de la conjunción del frío con temperaturas por arriba de 0 grado y una gran humedad.

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Se manifiestan con una hinchazón de color rojovioláceo y picazón. Podrán agrietarse,
infectarse y ocasionar serias molestias.

2) El pie de inmersión se produce por la inmersión del mismo en agua durante períodos prolongados,
generalmente más de 12 horas, a temperaturas menores a 10 grados centígrados.

3) El pie o mano de trinchera, se debe a la suma de frío entre 0 y 10 grados, humedad e inmovilidad.
Se produce como consecuencia de estar parado durante períodos prolongados, usar botas o
borceguíes ajustados o permanecer con los pies colgando.

Como consecuencia de ello, la circulación sanguínea será escasa y se producirá el enfria-


miento. Se manifestará a través de una hinchazón dolorosa, ampollas y el color de la piel, que adquirirá
un tono violáceo.

4) La congelación se produce por la cristalización del agua de la zona expuesta, con temperaturas por
debajo de 0 grados.

b. La acción del frío sobre el combatiente no se debe exclusivamente a la intensidad del mismo, sino que
existen otros factores como por ejemplo: el tiempo de exposición, la humedad, el viento, el elemento de
contacto, (se usarán guantes para evitar el contacto directo entre el metal frío del equipo a operar y la
piel), y la presión atmosférica.

c. Las lesiones producidas por el frío aumentarán enormemente el riesgo de un combatiente, que será
sometido a una nueva exposición, teniendo mayores posibilidades de sufrir otra agresión por enfriamien-
to, que aquel que no haya sufrido una lesión de estas características anterior mente.

d. Existen factores que agudizan el efecto del frío y de la humedad sobre el combatiente, como, por ejemplo:

1) La raza (la raza negra es más susceptible a sufrir lesiones provocadas por el frío).

2) La inmovilidad total y la falta de ejercicio, situaciones propias de los combatientes que permanecen
por largos períodos inmovilizados en una posición de combate.

3) La imposibilidad de cambiar la ropa húmeda por otra seca.

4) Escasa posibilidad de obtener comida y líquidos calientes.

5) El alcoholismo: la acción vasodilatadora del alcohol hace perder una importante cantidad de calor.

6) Falta de aclimatación a una determinada zona geográfica.

7) Desnutrición.

8) Falta de educación e instrucción para desenvolverse en este tipo de clima.

7.007.Prevención de las lesiones producidas por el frío y la humedad.

a. El equipo del combatiente deberá ser el adecuado, según las condiciones climáticas de la zona donde
se opere.

b. Se deberá crear conciencia, a través de una adecuada educación e instrucción sanitaria, acerca del
problema para su prevención.

c. Evitar la humedad.

1) En las posiciones: a través de cubiertas con materiales impermeables.

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2) Construir sobrepisos de madera para romper el contacto del agua con la bota de combate, drenaje
del terreno, cavar en el pozo de zorro un sumidero a cada lado, con un ancho suficiente para poder
sacar el agua con un jarro.

d. La aclimatación será un proceso que permitirá ajustarse y adaptarse física y psicológicamente a un medio
ambiente diferente.

e. Todo combatiente que haya sufrido lesiones por el frío no deberá ser destinado a operaciones militares
en climas con éstas características.

f. Se adoptarán medidas de protección particular con los combatientes más susceptibles de sufrir lesiones,
por razones de raza, heridas en las zonas de peligro, etc.

g. Se procurará detectar precozmente los síntomas de las lesiones producidas por el frío, controlar
diariamente la higiene, educar sobre hábitos que influyen desfavorablemente; (beber alcohol, fumar,
ejercicios excesivos, etc).

h. El combatiente deberá conocer que, para protegerse del frío, su cuerpo deberá ser mantenido, limpio,
seco, caliente, descansado y bien nutrido.

i. Se mantendrá buena circulación sanguínea en los miembros inferiores a través de ejercicios, adoptando
posturas correctas, masajes y evitando constricciones.

j. Se deberá beber agua para evitar la deshidratación. Esta facilitará la aparición de lesiones causadas
por el frío.

k. Los objetos metálicos no deberán tocarse con las manos desnudas. El contacto directo de líquidos fríos
(nafta, agua) con la piel, podrá conducir a lesiones inmediatas. Se emplearán guantes para proteger las
manos, se evitará que los líquidos caigan sobre los pies y el sifonaje de los mismos con la boca.

l. Los objetos metálicos (anillos, pulseras, anteojos, relojes) concentran el frío y se adhieren a la piel,
pudiendo desgarrarla al tratar de sacarlos. Se evitará poseerlos o bien, para sacarlos, se mojará
previamente la zona con agua tibia.

m. Deberá inculcarse al combatiente la importancia del uso adecuado del uniforme y equipo. Para ello, se
tendrá en cuenta lo siguiente:

1) Las ropas serán livianas, calientes, en varias capas, para atrapar el aire que se calienta con el calor
corporal, y formar una capa exterior resistente al viento e impermeable.

2) Deberán permanecer secos para evitar la pérdida de calor por evaporación sobre su superficie.

3) Deberá ser floja, para permitir atrapar y circular aire, y no estará ajustada en las muñecas y los tobillos.

n. El cuidado de los pies será de vital importancia. Para ello, se procederá de la siguiente forma:

1) Permanecerán permanentemente higienizados y secos, con el empleo de polvo para pies.

2) Se deberá disponer de varios pares de medias, suaves, sin zurcidos, de tamaño apropiado para evitar
arrugas o dobleces que molesten, y cambiarlas frecuentemente para mantener los pies secos.

3) Convendrá llevar los pares de medias suplementarios contra la piel del abdomen para mantenerlos
secos y calientes.

4) Las botas o borceguíes deberán ser amplios, para permitir que los pies se muevan libremente, pero
no tan amplios como para provocar lesiones como las ampollas por roces constantes.

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5) Las botas o borceguíes deberán sacarse al acostarse para dormir. Esto permitirá que los pies se
mantengan secos, calientes y con buena circulación sanguínea.

ñ. El cuidado de la bolsa de dormir también será un factor importante a considerar por el combatiente. El
cuidado deberá contemplar los siguientes puntos:

1) Se mantendrá limpia, seca, aireada y sin roturas.

2) No se dormirá en ella con ropa húmeda.

3) No se deberá comer, fumar o beber estando dentro de ella.

4) Se la aislará del terreno cuando se duerme, colocando debajo maderas, plástico, colchón de aire,
u otro material de similares características, pero nunca sobre una superficie metálica.

5) Se dormirá en ella con poca ropa, para evitar la transpiración.

6) El vestido y desvestido será beneficioso realizarlo dentro de la bolsa, para evitar perder gran cantidad
de calor.

7.008. Primeros auxilios a brindar en casos de lesiones producidas por el frío y la humedad.

a. Qué se debe hacer:

1) Suministrar calor suave en la zona congelada, colocándola contra una parte sana del cuerpo y
cubierta de ropa.

2) Sacar todos los elementos del vestuario que puedan estar apretando o constriñendo la zona que ha
sufrido la herida.

3) Se protegerán los lugares lesionados de nuevas exposiciones al frío utilizando el paquete de curación
individual .

4) Se intentará mantener o recuperar la temperatura utilizando bebidas calientes o abrigos.

5) Se tratará al personal afectado como si fueran heridos a ser trasladados en camillas.

6) Las manos y pies afectados, serán mantenidos hacia arriba, abrigados y en reposo.

7) Evacuar al herido para que reciba la atención médica lo antes posible.

b. Qué no se debe hacer:

1) No masajear ni frotar la zona lesionada.

2) No calentar con fuentes de calor de temperatura incontrolable (fuego directo, caños de escape, etc).

3) No abrir las ampollas.

4) Se deberá conocer que fumar, tomar bebidas alcohólicas, beber café en exceso y las medicaciones
innecesarias influirán negativamente, facilitando que se produzcan las lesiones a causa del frío.

5) Si el lesionado debiera seguir caminando, no se le quitará el calzado.

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SECCION IV

HERIDAS PRODUCIDAS COMO CONSECUENCIA DEL COMBATE

7.009. Conceptos generales.

a. Toda herida de guerra, por insignificante que parezca, deberá ser atendida, ya que la suciedad y los
microbios que contenga infectarán los tejidos dañados, con lógicas consecuencias.

b. Las lesiones superficiales permitirán seguir combatiendo siempre que se las proteja. Ante la primera
oportunidad que se tenga, se la hará tratar por el personal de Sanidad.

c. Las heridas importantes, profundas o sangrantes, impondrán la evacuación del herido al puesto de
socorro, donde se le brindará la atención médica necesaria.

Previo a ejecutar esta actividad, se recurrirá al paquete de curación para realizar la atención inicial,
con la ayuda de otro combatiente, si fuera necesario.

Se informará al Jefe de fracción respecto de la evacuación.

d. Toda herida, donde la piel esté abierta y expuesta al aire o al contacto con el suelo o con el vestuario,
se contaminará si no se aísla y se cubre en forma adecuada.

Deberá ajustarse la venda para evitar hemorragias y el deslizamiento de la compresa.

e. Si en la dotación individual se cuenta con comprimidos de penicilina, y siempre que esté comprobado
que la mis mano provocará alteraciones o efectos adversos en el combatiente, se iniciará la ingestión
de los mismos cuanto antes.

f. Las estadísticas indican que el mayor porcentaje de heridas producidas por acción del combate han sido
localizadas en los miembros inferiores, principalmente por la acción de esquirlas y munición de armas
automáticas de dotación individual o colectivas, en porcentajes inferiores.

7.010. Heridas más comunes y primeros auxilios a brindar. Algunas heridas provocadas por efecto
del combate necesitarán atención especializada, esto motivará que sólo se le brinden al herido los primeros
auxilios, y sea evacuado cuanto antes hacia retaguardia.

Esas heridas serán:

a. Heridas de tórax (Fig Nro 73).

1) En estos casos, el aire podrá penetrar por la lesión e impedir el normal funcionamiento de los
pulmones. Deberá taparse la abertura de la herida con un vendaje apretado, sujetándolo firmemente.

2) Deberá examinarse con detenimiento, para detectar la existencia de una segunda herida o
perforación.

3) Se observarán las siguientes instrucciones para heridas abiertas.

a) Comprobar que las vías respiratorias estén despejadas.

b) Si la víctima conserva el conocimiento, hacerla exhalar con fuerza el aire de los pulmones y retener
la respiración mientras se le cierra la herida.

c) Tapar la herida herméticamente con una lámina de plástico o material similar, colocando sobre
ésta una compresa sujeta con vendas. El vendaje deberá ser firme, ancho y estar bien asegurado
alrededor del cuerpo.

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d) Para reforzar la presión y tener la certeza de que la herida queda bien obturada, se fajará todo
el cuerpo con una lona, paño de carpa, u otro elemento similar, a los que se sujetará con cinturones,
fajas, etc.

e) Si la víctima desea incorporarse por resultarle más cómoda esta posición, se le permitirá, siendo
de esta forma más fácil la respiración al disminuir la presión abdominal.

Si prefiere estar acostado, deberá apoyarse sobre el costado herido, para que el pulmón
sano reciba mayor cantidad de aire. También podrá estar sentado.

f) Deberá ser evacuado de inmediato.

Herida de tórax. Fig Nro 73

4) En casos de fracturas, cuando el combatiente tiene costillas fracturadas, la caja toráxica pierde rigidez
y la respiración es dificultosa.

Si el individuo está conciente; se procederá así:

a) Comprobar que las vías respiratorias estén despejadas.

b) Colocar al combatiente en posición semi-recostado.

c) Colocar una mano sobre la zona herida, para que tenga apoyo.

d) Aplicar los apósitos sobre la herida y asegurarla con un vendaje ancho.

e) Tratar el “Shock”.

f) En caso de que el combatiente esté conciente, los pasos c) y d) podrán realizarse con éste, en
la posición de sentado.

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g) Preparar una evacuación urgente.

5) Las fracturas y heridas abiertas podrán estar acompañadas por hemorragias internas.

Estas podrán producirse sin indicio externo alguna, por ejemplo: cuando la lesión se produzca
por la onda expansiva de una explosión.

Poca es la ayuda que se puede brindar en caso de una hemorragia interna, por lo que se tratará
especialmente de prevenir el “Shock” y se preparará una evacuación urgente.

b. Heridas de vientre o abdominales. (Fig Nro 74)

1) La herida más grave que puede recibirse en el vientre, es la causada por un objeto que atraviesa la
pared abdominal, perforando a su paso órganos internos o vasos sanguíneos importantes.

2) Cuando el intestino u otros órganos estén fuera del abdomen, no se tratará de llevarlos a su posición
normal. Estas heridas serán atendidas por el Servicio de Sanidad.

3) El tratamiento a brindar será cubrir la herida con uno o varios paquetes de curación y
compresas, pero sin ajustar demasiado. La presión que se ejerza será inútil para detener las
hemorragias internas, en cambio podrá contribuir a agravarlas.

Tampoco se intentará limpiar la herida de fragmentos o elementos extraños. Esto podrá influir
en forma negativa para el tratamiento posterior.

4) No se le suministrarán al herido líquidos o comidas, ya que todo lo que ingiera pasará por el intestino
dañado y contribuirá a la infección por todo el vientre.

5) Se le podrán mojar los labios para calmar su sed.

6) Se le permitirá reposar sobre la espalda, pero con la cabeza volcada sobre el costado. Deberá ser
vigilado para evitar que se ahogue con los vómitos.

7) Se lo protegerá de la humedad y del viento y será evacuado en forma urgente.

Heridas de vientre o abdominales. Fig Nro 74

c. Heridas de los miembros:

Se procederá de acuerdo con lo determinado en la Sec V de este capítulo en lo referente a:

1) Fracturas y luxaciones. Primeros auxilios a brindar.

2) Vendajes a practicar.

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3) Tratamiento inicial de una herida.

4) Aspectos a considerar para detener una hemorragia en los miembros.

d. Quemaduras.

1) Serán heridas comunes y frecuentes, especialmente en aquellas situaciones tácticas en las que el
daño provocado a vehículos de combate desencadena explosiones e incendios.

2) Las quemaduras irán desde pequeñas y superficiales hasta aquellas que impliquen profundas
lesiones de los tejidos.

3) El combatiente podrá morir a consecuencia de las extensas quemaduras pero la gran mayoría de las
bajas se deberán a la respiración de humo o a los efectos del calor.

Este tipo de efectos será tratado exclusivamente con respiración artificial hasta contar con
asistencia médica.

4) Para brindar los primeros auxilios, inicialmente se retirará al combatiente de la zona de peligro y luego
se procederá de la siguiente forma:

a) Si el combatiente tiene las prendas con fuego, se lo acostará en el suelo y se tratará de extinguir
las llamas.

Se tratará de privar al fuego del aire, a través del agua o utilizando una manta.

b) Se enfriará la zona quemada utilizando agua limpia u otro líquido inocuo, como leche, cerveza,
etc.

Sera importante detener el efecto de “cocción” del calor. “No se utilizarán grasas, cremas
o ungüentos”.

c) Se cubrirá la quemadura con gasas esterilizadas, procurando que quede cubierta toda la zona
afectada para evitar pérdida de líquidos.

d) No se reventarán las ampollas ni se tratará de sacar la piel quemada.

e) No quitar la ropa quemada, a menos que continúe siendo un foco de calor.

f) Si el herido tuviera quemada la cara, se preparará una máscara con un paño seco y limpio,
haciéndole agujeros para la nariz, boca, y ojos.

g) Se inmovilizarán los miembros quemados, por similitud con el tratamiento de una fractura.

SECCION V

FRACTURAS, LUXACIONES Y VENDAJES

7.011. Conceptos generales.

a. Las heridas de guerra y accidentes de campaña suelen provocar fracturas. Cuando éstas ocurran, se
experimentará un gran dolor y no se podrá accionar la parte afectada.

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Estas fracturas se consideran cerradas cuando no hay lesión de la piel (herida) y “abiertas” o
“expuestas”, cuando hay lesión externa.

b. Los músculos, nervios, y otros tejidos están expuestos a desgarrarse, si no se inmoviliza el miembro
fracturado, incluyendo las articulaciones vecinas al hueso lesionado.

En las fracturas “incompletas” donde los huesos permanecen en su posición normal, un esfuerzo
o movimiento brusco puede transformarlas en fracturas “completas”.

c. Será difícil distinguir inicialmente entre una luxación o una fractura ósea, por lo que se procederá en forma
similar a lo realizado para una fractura.

Posteriormente, los especialistas del Servicio de Sanidad determinarán su tratamiento.

d. Cuando se produzca una distensión por un movimiento exagerado de las articulaciones, los ligamentos
se estirarán y prodán desgarrarse.

Si el movimiento fuera más brusco, podrá producirse una luxación.

La luxación, normalmente, ocurre en el tobillo, rodilla, hombro, codo y dedos.

e. La parte del cuerpo donde se ha producido una fractura, deberá inmovilizarse, para impedir que los
huesos rotos y cortantes desgarren los tejidos, músculos, vasos sanguíneos y nervios.

f. La inmovilización reducirá el dolor y los riesgos de shock. Además, en las fracturas cerradas, evitará que
las costillas o fragmentos óseos hieran la piel y, a través de ésta, se contamine e infecte toda la zona.

7.012. Primeros auxilios a brindar.

a. Para las Fracturas: se deberán tener presentes las siguientes medidas:

1) Tratar la parte fracturada con suavidad y precaución, tomando el miembro fracturado con las 2 manos,
una por la parte próxima al tronco y otra por la par te alejada, ejerciendo una ligera y sostenida tracción
en sentido longitudinal.

2) Podrá producirse un “shock” en el combatiente. El personal que le brinde los primeros auxilios, deberá
conocer como, se origina y cuales serán las medidas a adoptar, con la finalidad de reducir las
posibilidades de que éste ocurra.

a) El “shock” es una alteración que se produce cuando el flujo sanguíneo no irriga bien los tejidos
y órganos vitales del cuerpo. Su persistencia podrá ocasionar la muerte.

b) El “shock” obedece a varias causas; entre ellas, la pérdida de sangre, la dilatación de los vasos
sanguíneos, el dolor y hasta las reacciones individuales a la vista de una herida o de mucha
sangre.

c) Por tal motivo, se adoptarán medidas preventivas para impedirlo y aumentar las probabilidades
de vida del combatiente herido. Estas serán las siguientes:

(1) Retirar el equipo de la víctima y aflojar su ropa, moviéndolo con cuidado y lo menos posible.

(2) Acostarlo con la cabeza baja, si ésta no está herida, manteniendo las piernas levantadas para
que la sangre circule con facilidad hacia el cuerpo y el cerebro.

(3) Abrigarlo con mantas y protegerlo de la humedad del suelo. No calentarlo con bolsas de agua
caliente, estufas, etc.

(4) Si está inconsciente, colocarlo boca abajo para que no se ahogue con los vómitos.

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(5) Si está conciente y no tiene heridas de vientre, darle agua o alguna bebida estimulante (café,
té, bebida alcohólica, etc).

(6) Evitarle dolor o daños innecesarios, inmovilizando las partes fracturadas o las grandes heridas
del miembro.

(7) Contener las hemorragias por cualquiera de los métodos conocidos y tranquilizar al herido.

3) Si existiera una herida, taparla con un vendaje, utilizando el paquete de curación individual. Si la
hemorragia no se detuviera, se hará un torniquete, sin hacer compresión sobre la parte accidentada.

Para detener hemorragias, se adoptarán los siguientes procedimientos:

a) Cuando exista una herida con hemorragia externa, se deberá detener inmediatamente. La
pérdida excesiva de sangre conducirá al “shock” y podrá provocar la muerte. El método más común
para contener una hemorragia, es comprimir la herida con una compresa y con un vendaje. Esto
se combinará con el levantamiento de la extremidad afectada y la presión digital, apretando la
arteria contra el hueso hasta anular el latido. Luego, se hará un vendaje ajustado.

Los puntos de presión digital serán los siguientes: (ver Fig Nro 75)

(1) Presionar un poco mas arriba de la articulación del maxilar inferior.

(2) Presionar hacia arriba contra el hueso maxilar.

(3) Presionar el dedo pulgar delante del músculo.

(4) Presionar el dedo pulgar en la cavidad detrás de la clavícula.

(5) Presionar hacia fuera un poco detrás del borde interior del músculo.

(6) Presionar con ambos dedos pulgares contra el hueso.

Puntos de presión digital. Fig Nro 75

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También podrá utilizarse un torniquete, si no se trata de una herida de tronco o cabeza,
pero sólo como última alternativa.

(1) Vendaje y compresión de la herida.

Se utilizará el paquete de curación del herido, agregando el propio, si fuere necesario,


para aumentar la presión.

Si se requiriera mayor fuerza para contener la hemorragia, se colocará la mano sobre


el vendaje, apretando y permaneciendo así durante 5 a 10 minutos hasta que se coagule la
sangre. No se sustituirá el parche o el vendaje por uno nuevo. Si fuera necesario agregar
nuevas vendas o compresas, se colocarán sobre las primeras.

(2) Elevación de la extremidad que sangra.

Si aflorara sangre del vendaje hecho sobre una pierna o brazo, se levantará el miembro.

Si hubiera fracturas, no se moverá la parte afectada.

(3) Torniquete (Fig Nro 76).

(a) El torniquete será utilizado en las extremidades para frenar una hemorragia, pero sólo
después de haber puesto en práctica los métodos anteriores, sin resultados positivos.

(b) Se comprimirá el miembro para apretar el tronco principal de la arteria. Esto se logrará
anudando un pañuelo, faja o cinturón de género en el brazo o muslo, lo más cerca posible
del codo o la rodilla.

(c) Esta operación deberá ser realizada entre la herida y el corazón, a unos 5 ó 10 cm de
aquélla. Nunca se colocará directamente sobre una herida o fractura.

(d) Posteriormente, con un palo o sable bayoneta, se hará rotar el nudo hasta detener la
hemorragia.

El torniquete, una vez sujeto, a fin de reducir los daños producidos en la piel, deberá
tener al menos 2,5 cm de ancho.

(e) Este procedimiento sólo será aplicado en caso de extrema necesidad, ya que podrá
resultar ser contraproducente.

(f) Si el torniquete está bien apretado, la hemorragia arterial cesará inmediatamente, pero la
sangre que aún queda en las venas de la parte inferior seguirá manando hasta que todos
los vasos sanguíneos de esa zona se vacíen.

(g) Cuando se haya terminado de hacer el torniquete y haya cesado la hemorragia, procédase
a curar y vendar la herida.

(h) Un combatiente al que se le practicó un torniquete, deberá ser atendido con urgencia, pues
al no tratárselo en un lapso muy breve, el miembro sin sangre se gangrenará, especial-
mente cuando sean heridas sucias o en zonas de bajas temperaturas.

(i) Si no existiera la posibilidad de atención médica, después de una hora, se aflojará el


torniquete cada 20 a 30 minutos para verificar si continúa saliendo sangre. De ocurrir ésto,
se lo ajustará nuevamente.

(j) En las heridas de regiones que no puedan comprimirse circularmente (cara, cuello, tórax,
ingle, etc), se usará el paquete de curación individual como tapón.

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(k) El torniquete sólo será utilizado cuando la presión directa sobre la herida, la presión digital
sobre la arteria, y el levantamiento de la extremidad, resulten insuficientes para controlar
la hemorragia, y la sangre continúe fluyendo.

Torniquete. Fig Nro 76

4) Casi todas las fracturas deberán ser inmovilizadas, antes de transportar a un herido. Una fractura se
inmovilizará entablillándola.

5) Si se tratara de una fractura abierta, se deberá contener inicialmente la hemorragia. Posteriormente,


se tapará la herida con compresas y vendas, por similitud con el tratamiento brindado a cualquier otra
herida.

Los aspectos a considerar para la correcta inmovilización de una extremidad serán:

a) Para las fracturas de miembro inferior. (Fig Nro 77).

(1) Si se dispone de poco tiempo y no se cuenta con los medios apropiados, se adosará la pierna
herida a la sana, utilizando para ello el correaje, cinturón, etc.

(2) Si fuera necesario arrastrarlo para retirarlo de la zona expuesta, no hacerlo rodar ni arrastrarlo
de costado. Esta actividad se realizará en la dirección del cuerpo y con la cabeza hacia
adelante.

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(3) Antes de colocar un tutor en la extremidad herida, será necesario tirar del miembro suavemente
pero sin vacilación para colocar en línea el miembro, excepto cuando sea una fractura abierta
o expuesta.

(4) Los tutores deberán acolcharse para que no lastimen, especialmente cuando las tablillas
estén en contacto próximo con el hueso: rodillas y tobillos.

Fractura de miembro inferior (inmovilidad mediante un tutor acolchado). Fig Nro 77

b) Para fracturas de un miembro superior (Fig Nro 78).

(1) Cuando esté fracturado el hueso del brazo, se lo podrá sujetar al cuerpo con una faja,
sosteniendo la mano con un cabestrillo.

(2) Si está fracturado el antebrazo, la fijación se podrá hacer con el sable bayoneta acolchado,
sujetándolo posteriormente desde el cuello con un pañuelo o cinturón.

Fractura de miembro superior (fijación al cuerpo). Fig Nro 78

c) Fractura de columna vertebral (Fig Nro 79).

(1) Se extremarán las medidas de precaución con un traumatizado de columna.

(2) Para levantarlo se necesitarán varias personas, evitando al máximo la flexión del cuerpo.

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Se lo levantará unos 20 (veinte) centímetros del sueloc y entonces se deslizará la
camilla por debajo del cuerpo, asegurando que la manta enrollada o material acolchado
similar, se encuentre en el lugar exacto.

(3) Lo ideal para su transporte será una superficie plana y firme (tabla, chapa), colocándolo boca
arriba con un pequeño rollo bajo los riñones.

(4) La camilla donde se lo transporte, deberá ser más larga que el herido.

(5) Si no existiera otro medio de transporte, se lo hará boca abajo sobre una manta o paño de carpa,
colocando una manta plegada en el lugar donde ha de apoyarse el tórax de la víctima.

Fractura de columna vertebral (cuidados a observar). Fig Nro 79

d) Para fracturas de cuello (Fig Nro 80).


(1) Son sumamente peligrosas y exigen la inmovilidad total de la cabeza.
(2) No se rotará ni inclinará hacia adelante la cabeza.
(3) Se improvisarán soportes con piedras envueltas en trapos, con la botas de combate rellenas
con tierra, rollos de ropa o papel, para inmovilizar la cabeza.
(4) No se dará vuelta al herido.

Fractura de cuello (fijación de la cabeza). Fig Nro 80

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(5) Si la víctima debiera que ser transportada se hará lo siguiente:

(a) Se colocará, paralelamente a la víctima, una tabla ancha o material semejante, que exceda
en largo el tamaño del herido.

(b) Si la víctima yaciera boca arriba, un combatiente la sujetará con las manos la cabeza y el
cuello, otro lo tomará por debajo del hombro y la cadera y, suavemente, la llevará sobre
la tabla o camilla.

(c) Si el herido está boca abajo, se le sujetará la cabeza y el cuello de igual manera que lo
expresado en (b), y el segundo combatiente dará vuelta a la víctima y la empujará con
delicadeza sobre la tabla.

(d) Se colocará un cojinete o algo similar bajo el cuello, levantando levemente los hombros
y se inmovilizará la cabeza como se expresó en 3).

(e) Se mantendrán sujetos los soportes improvisados y la cabeza, pasando un pañuelo o faja
sobre la frente de la víctima y anudándolo por debajo de la tabla o camilla.

b. Luxaciones:

1) Se inmovilizará al herido como si se tratara de una fractura.

2) El primer auxilio a brindar consistirá en hacer un vendaje ajustado con el paquete de curación o un
trozo de género para sujetar la articulación e impedir el movimiento.

3) No se harán masajes y dentro de las posibilidades, se guardará reposo con el extremo del miembro
apoyado y en elevación.

c. Vendaje:

1) El vendaje será necesario para cubrir una herida, de tener la pérdida de sangre o inmovilizar una
parte del cuerpo.

2) Sobre las heridas se colocará una gasa esterilizada, o bien trozos de género, hasta que intervenga
el Servicio de Sanidad.

3) Un vendaje bien hecho se conoce porque:

a) Ajusta lo necesario y en forma pareja para detener la sangre, o inmovilizar, de lo contrario


provocará dolor, hinchazón y serios perjuicios para el tratamiento posterior.

b) No se desliza ni se afloja al moverse el miembro.

c) No es muy abultado, permitiendo vestirse o calzarse.

4) Forma de realizar un vendaje.

a) Con la mano izquierda, se tomará el extremo de la venda, y con la derecha el rollo, vendando de
derecha a izquierda.

b) Se cuidará de no tocar con la mano, u otra parte del cuerpo, uniforme, etc, la parte del vendaje
que irá sobre la herida, a fin de evitar la infección de la misma.

c) Cubierta la herida con uno de los dos apósitos con que cuenta el paquete de curaciones, se
sujetará la venda, apretando en forma pareja y suficiente, para evitar que la sangre continúe
saliendo y no se mueva el vendaje.

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d) Si, por alguna razón, no se dispusiera del paquete de curaciones, ni de una venda, se emplearán
trozos de sábanas, camisas, etc, limpios.

Para algunos casos, podrá ser útil un pañuelo grande o una tela cuadrada, dependiendo del
tipo de herida o fractura.

SECCION VI

MORDEDURAS O PICADURAS DE ANIMALES VENENOSOS E INSECTOS

7.013. Conceptos generales:

a. Será fundamental adoptar todas las medidas de prevención necesarias, a los fines de evitar picaduras
o mordeduras de animales venenosos, a través de la instrucción básica y conociendo cómo actuar ante
distintas situaciones que se presenten en el campo de combate.

b. Ante la mordedura o picadura de éstos, se procederá sin pérdida de tiempo a suministrarle los primeros
auxilios.

c. Siempre se deberá consultar al personal especializado del servicio de sanidad al respecto para su mejor
tratamiento.

d. Será necesario contar entre los elementos de primeros auxilios, al menos, con una dosis de suero
antiofídico por fracción, cuando se prevea operar en zonas donde pudiera haber este tipo de animales
venenosos.

Respecto del suero antiofídico, es aconsejable que sea inyectado por personal capacitado. Este
personal estará en condiciones de conocer la cantidad de suero a aplicar y como controlar la reacción
alérgica que sobrevendrá a la inyección del suero.

Se deberá recordar que el suero necesita ser conservado a varios grados bajo cero.

e. No se conoce con exactitud cuál es el tiempo límite para ser inyectado con suero desde el momento de
la mordedura. Sí se debe tener presente que el suero debe ser administrado lo antes posible.

Como ejemplo, puede citarse un accidente ofídico mortal, donde el individuo afectado tuvo doce
horas de vida posterior a la mordedura sin haber podido ser asistido con suero antiofídico.

7.014. Medidas de prevención. Existen estadísticas que indican que las mordeduras se producen
en un 80 % en los miembros inferiores, de las rodillas hacia abajo, un 18 % en los muslos; y el 3 % en el resto
del cuerpo, fundamentalmente en los brazos y manos. Se adoptarán las siguientes precauciones:

a. En zonas de pastos altos, malezas o de vegetación acuática, usar permanentemente las botas o
borceguíes.

b. No apoyar las manos en el suelo, ni sentarse o defecar en terrenos donde la maleza oculta el mismo.

c. No tocar directamente con las manos debajo de troncos, piedras, dentro de cuevas, siendo éstos los
lugares que los ofidios eligen para ocultarse.

d. Antes de dormir y al levantarse, revisar bien el interior de la carpa, la bolsa de dormir y toda aquella parte
del equipo que, por sus características, puedan albergar arañas, víboras, etc.

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e. Colocarse el calzado y los pantalones de tal forma que no permitan el ingreso de víboras o arañas. Se
tomará la precaución de revisarlos antes de ponérselos.

f. No entretenerse en molestar víboras o arañas, éstos temen y, normalmente, huirán a esconderse si no


se los molesta.

g. La higiene del vivac es un recurso efectivo contra los ofidios.

h. Si una víbora o araña mordiera o picara a alguien, deberá matársela y guardar su cadáver lo más íntegro
posible, tratando de conservar intacta la cabeza para que el médico tome conocimiento de las
características de ésta.

i. En forma relativa, podrá conocerse si una víbora es venenosa o no por las siguientes características.

1) Color: oscuro excepto la víbora coral.

2) Cabeza y cuerpo: en general tiene la cabeza triangular, separada del cuerpo por un estrecho cuello.
La coral no presenta casi cuello.

3) Cola: en las víboras venenosas es corta y cónica. En las culebras se continúa insensiblemente con
el cuerpo y es más larga.

4) Ojos: son alargados. Las inofensivas los tienen circulares.

5) Escamas: las culebras son lisas. La coral verdadera tiene escamas lisas.

6) Dientes: las venenosas poseen los colmillos más largos que los dientes.

j. Estas diferencias no son determinantes. Como prevención, será acertado considerar todas las víboras
como venenosas, para adoptar las medidas de prevención al brindar los primeros auxilios.

Las mordeduras son dolorosas y casi siempre sangran en forma abundante.

7.015. Tratamiento inicial o primeros auxilios.

a. En caso de mordedura de víboras:

Inicialmente se deberá tener presente que será fundamental mantener el ritmo sanguíneo lo más
lento posible, para demorar la llegada del veneno al corazón.

Para ello, se tendrá en cuenta lo siguiente:

1) No hacer cortes en el lugar de la mordedura.

2) No efectuar torniquetes o ligaduras en el miembro afectado.

3) No cauterizar la herida.

4) No succionar la sangre de la herida.

5) No darle a la víctima bebidas alcohólicas de ninguna especie.

Las medidas que sí se deben poner en práctica para brindarle a la víctima los primeros auxilios,
son las siguientes:

1) Hacer sentar o reposar a la víctima evitando por todos los medios que se agite.

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2) Evitar los nervios y tranquilizarlo.

3) Mantener el lugar de la mordedura inmóvil y por debajo del nivel del corazón.

4) Aflojarle las ropas, cinturones, botas; quitarle anillos, reloj, etc.

5) Darle de beber abundante líquido, preferentemente bebidas calientes y bien azucaradas como té,
café o mate cocido. Esto será en forma constante hasta recibir el antídoto.

6) Recurrir lo antes posible al personal especializado para aplicar el suero antiofídico.

7) Si se está solo, y no se espera auxilio, caminar despacio o autoevacuarse por el medio más rápido
en busca de auxilio médico.

8) Aunque se esté seguro de que la víbora no era venenosa, igualmente será conveniente recurrir a un
examen médico, ya que pueden presentarse síntomas de infección.

9) Si, al cabo de 10 minutos, no se siente una intensa sequedad y tirantez en la boca, dolores de cabeza
y dolor e hinchazón en la zona mordida, debe suponerse que la serpiente no era venenosa.

b. Picaduras de arañas, alacranes y escorpiones.

Se procederá por similitud a lo expresado en a.

c. Picaduras de insectos.

1) En el caso de picaduras de insectos que transmiten enfermedades, se requerirá la intervención del


Servicio de Sanidad ante los primeros síntomas de las mis mas.

En las picaduras de abejas y avispas convendrá extraer el aguijón, con una aguja o alfiler cuya
punta haya sido quemada previamente.

Para desprenderse de sanguijuelas o garrapatas, se aproximará a éstas un cigarrillo


encendido para quemarlas.

Si se anduvo descalzo en zonas donde exista pique o nigua, revisarse los pies, especialmente
las uñas.

En caso de infección, recurrir al Servicio de Sanidad.

d. Mordeduras de otros animales.

1) Las mordeduras de monos, gatos salvajes, etc., pueden ser peligrosas por la transmisión de la rabia
o de infecciones.

Se tratará de apresar al animal para examinarlo mediante la intervención del Servicio de


Sanidad.

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