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ESCUELA PARTICULAR Nº 20 “SAN LUIS”

Cirilo Armstrong Nº 325 - Cº Alegre - Valparaíso Fono/Fax 2251801

SELECCIÓN DE POESÍA
SÉPTIMO BÁSICO

Prueba de textos literarios

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Poema 1: Poema 3:
Balada Los gatos viejos
Gabriela Mistral Manuel Magallanes Moure.

Él pasó con otra; Perezosos, dormilones, aman la blancura grata


yo le vi pasar. Los gatos viejos
Siempre dulce el viento Perezosos, dormilones,
y el camino en paz. Aman la blancura grata
¡Y estos ojos míseros de los tibios almohadones
le vieron pasar! y desdeñan a la rata
que rasguña en los rincones.
Él va amando a otra
por la tierra en flor. Ya se estiran soñolientos
Ha abierto el espino; E hincan sus uñas sin filo
pasa una canción. En los bordados asientos;
¡Y él va amando a otra Ya se acurrucan, y el hilo
por la tierra en flor! Siguen de sus pensamientos.
Siéntanse frente a la hoguera
El besó a la otra Donde la olla trepida
a orillas del mar; Y alza su hervor la tetera,
resbaló en las olas Con una oreja tendida
la luna de azahar. Hacia los ruidos de afuera.
¡Y no untó mi sangre
la extensión del mar! Mientras sus entrecerradas
Pupilas observan con
El irá con otra Fijeza las endiabladas
por la eternidad. Piruetas que en el fogón
Habrá cielos dulces. Hacen las llamas doradas.
(Dios quiera callar.)
¡Y él irá con otra
por la eternidad! Poema 4:
Epigrama
Ernesto cardenal
Poema 2
Viento Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Octavio Paz Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
Cantan las hojas, un día se divulgarán, tal vez por toda Hispanoamérica.
bailan las peras en el peral; Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
gira la rosa, otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
rosa del viento, no del rosal. Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
Nubes y nubes (escritos para conquistarte a ti) despiertan
flotan dormidas, algas del aire; en otras parejas enamoradas que los lean
todo el espacio los besos que en ti no despertó el poeta.
gira con ellas, fuerza de nadie.
Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
Todo es espacio; yo, porque tú eras lo que yo más amaba,
vibra la vara de la amapola y tú, porque yo era el que te amaba más.
y una desnuda
vuela en el viento lomo de ola. Pero de nosotros dos, tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
Nada soy yo, pero a ti nadie te amará como te amaba yo.
cuerpo que flota, luz, oleaje;
todo es del viento Muchachas que algún día leaís emocionadas estos versos
y el viento es aire siempre de viaje. Y soñéis con un poeta
Sabed que yo los hice para una como vosotras
y que fue en vano.

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Poema 5: más carbón a sus ojos ardientes,
Anónimo escrito en un cuaderno de mi compañera de más uva a su ruidosa alegría.
banco
Floridor pérez Poema 7:

Me besas al despedirnos Volverán las oscuras golondrinas


como mamá Gustavo Adolfo Bécquer
te preocupas por mí
como mi hermana Volverán las oscuras golondrinas
y no te burlas como la vecina en tu balcón sus nidos a colgar,
si me pillas mirándote y otra vez con el ala a sus cristales,
y miras para otro lado jugando llamarán;
si me pongo rojo
y no preguntas por qué pero aquellas que el vuelo refrenaban
ni dices que sabes tu hermosura y mi dicha al contemplar;
que me pongo rojo aquellas que aprendieron nuestros nombres,
porque me pillas esas... ¡no volverán!
mirándote y no me atrevo
a decirte que me gustas. Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
Entonces me voy y regreso y otra vez a la tarde, aun mas hermosas,
a decirte que me gustas sus flores abrirán;
pero sólo te digo si hay tarea
y vuelvo a volver pero aquellas cuajadas de rocío,
para que me despidas como mamá. cuyas gotas mirábamos temblar
Pero como mamá despide a papá. y caer, como lágrimas del día...
esas... ¡no volverán!
Poema 6:
La compañera Volverán del amor en tus oídos
Efraín Barquero las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
Así es mi compañera. tal vez despertará;
La he tomado de entre los rostros pobres
con su pureza de madera sin pintar, pero mudo y absorto y de rodillas
y sin preguntar por sus padres como se adora a Dios ante su altar,
porque es joven, y la juventud es eterna, como yo te he querido... desengáñate,
sin averiguar donde vive ¡así no te querrán!
porque es sana, y la salud es infinita como el agua,
y sin saber cuál es su nombre Poema 8:
porque es bella, y la belleza no ha sido bautizada. NADA
Carlos Pezoa Véliz
Es como las demás muchachas
que se miran con apuro en el espejo trizado de la aurora Era un pobre diablo que siempre venía
antes de ir a sus faenas. Así es, cerca de un gran pueblo donde yo vivía;
y yo no sé si más bella o más fea que las otras, joven rubio y flaco, sucio y mal vestido,
si el vestido de fiesta le queda mal, siempre cabizbajo... ¡Tal vez un perdido!
o la ternura equivoca a menudo sus palabras,
yo no sé, Un día de invierno lo encontramos muerto
pero sé que es laboriosa. dentro de un arroyo próximo a mi huerto,
Como los árboles, teje ella misma sus vestidos, varios cazadores que con sus lebreles
y se los pone la naturalidad del azahar cantando marchaban... Entre sus papeles
como si los hiciera de su propia sustancia, no encontraron nada... los jueces de turno
sin preguntarle a nadie, como si la tierra, hicieron preguntas al guardián nocturno:
sin probárselos antes, como el sol, éste no sabía nada del extinto;
sin demorarse mucho, como el agua. ni el vecino Pérez, ni el vecino Pinto.

Es una niña del pueblo, Una chica dijo que sería un loco
y se parece a su calle en un día de trabajo o algún vagabundo que comía poco,
con sus caderas grandes como las artesas o las cunas, y un chusco que oía las conversaciones
así es, y es más dulce todavía, se tentó de risa... ¡Vaya unos simplones!
como agregar más pan a su estatura,
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Una paletada le echó el panteonero; pero hace, más regiamente,
luego lió un cigarro; se caló el sombrero Sonar su cuerda más vibrante
y emprendió la vuelta... Que tu voz, gato misterioso,
Tras la paletada, nada dijo nada, nadie dijo nada... Seráfico gato, gato extraño,
En quien todo es, como en un ángel,
Poema 9: Tan sutil como armonioso.
Perro vagabundo (fragmento)
Carlos Pezoa Véliz Poema 11:
El gato II
Flaco, lanudo y sucio. Con febriles Charles Baudelaire
ansias roe y escarba la basura;
a pesar de sus años juveniles, Ven, bello gato, a mi amoroso pecho;
despide cierto olor a sepultura. Retén las uñas de tu pata,
Y deja que me hunda en tus ojos hermosos
Cruza siguiendo interminables viajes Mezcla de ágata y metal.
los paseos, las plazas y las ferias;
cruza como una sombra los parajes, Mientras mis dedos peinan suavemente
recitando un poema de miserias. Tu cabeza y tu lomo elástico,
Mientras mi mano de placer se embriaga
Es una larga historia de perezas, Al palpar tu cuerpo eléctrico,
días sin pan y noches sin guarida.
Hay aglomeraciones de tristezas A mi señora creo ver. Su mirada
en sus ojos vidriosos y sin vida. Como la tuya, amable bestia,
Profunda y fría, hiere cual dardo,
Y otra visión al pobre no se ofrece
que la que suelen ver sus ojos zarcos ; Y, de los pies a la cabeza,
la estrella compasiva que aparece Un sutil aire, un peligroso aroma,
en la luz miserable de los charcos. Flota en torno a su tostado cuerpo.

Cuando a roer mendrugos corrompidos Poema 12:


asoma su miseria, por las casas, Poema para una joven amiga que intentó quitarse la vida.
escapa con sus lúgubres aullidos Claudio Bertoni
entre una doble fila de amenazas.
Me gustaría ser un nido si fueras un pájaro
Allá va. Lleva encima algo de abyecto. me gustaría ser una bufanda si fueras un cuello y tuvieras
Le persigue de insectos un enjambre, frío
y va su pobre y repugnante aspecto si fueras música yo sería un oído
cantando triste la canción del hambre. si fueras agua yo sería un vaso
si fueras luz yo sería un ojo
Poema 10: si fueras pie yo sería un calcetín
El gato si fueras el mar yo sería una playa
Charles Baudelaire y si fueras todavía el mar yo sería un pez
y nadaría por ti
En mi cerebro se pasea, y si fueras el mar yo sería sal
Como en su casa, y si yo fuera sal
Un lindo gato, fuerte, dulce y tibio. tú serías una lechuga
Cuando maúlla se le oye apenas, una palta o al menos un huevo frito
Tan tierno y discreto es su timbre; y si tú fueras un huevo frito
Por más que su voz se apacigua o retumba, yo sería un pedazo de pan
Es siempre rica y profunda. y si yo fuera un pedazo de pan
He ahí su calidez y su secreto. tú serías mantequilla o mermelada
Esa voz, que brota y se filtra y si tú fueras mermelada
En mis fondos más tenebrosos, yo sería el durazno de la mermelada
Me llena como un verso numeroso y si yo fuera un durazno
Y me regocija como una pócima de amor. tú serías un árbol
Ella atenúa los más crueles males y si tú fueras un árbol
Y detiene todos los éxtasis; yo sería tu savia y correría
Para decir las frases más largas, por los brazos como sangre
No necesita palabras. y si yo fuera sangre
No, él no es el violín, instrumento viviría en tu corazón.
perfecto, que muerde mi corazón,
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Poema 14: mi táctica es
No te rindas quedarme en tu recuerdo
Mario Benedetti no sé cómo ni sé
con qué pretexto
No te rindas, aún estás a tiempo pero quedarme en vos
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, mi táctica es
enterrar tus miedos, ser franco
liberar el lastre, y saber que sos franca
retomar el vuelo. y que no nos vendamos
no te rindas que la vida es eso, simulacros
continuar el viaje, para que entre los dos
perseguir tus sueños, no haya telón
destrabar el tiempo, ni abismos
correr los escombros,
y destapar el cielo. mi estrategia es
no te rindas, por favor no cedas, en cambio
aunque el frío queme, más profunda y más
aunque el miedo muerda, simple
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento, mi estrategia es
aún hay fuego en tu alma que un día cualquiera
aún hay vida en tus sueños. no sé cómo ni sé
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo con qué pretexto
porque lo has querido y porque te quiero por fin me necesites.
porque existe el vino y el amor, es cierto.
porque no hay heridas que no cure el tiempo. Poema 16:
abrir las puertas, Hagamos un trato
quitar los cerrojos, Mario Benedetti
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto, Compañera
recuperar la risa, usted sabe
ensayar un canto, puede contar
bajar la guardia y extender las manos conmigo
desplegar las alas no hasta dos
e intentar de nuevo, o hasta diez
celebrar la vida y retomar los cielos. sino contar
no te rindas, por favor no cedas, conmigo
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda, si alguna vez
aunque el sol se ponga y se calle el viento, advierte
aún hay fuego en tu alma, que la miro a los ojos
aún hay vida en tus sueños y una veta de amor
porque cada día es un comienzo nuevo, reconoce en los míos
porque esta es la hora y el mejor momento. no alerte sus fusiles
porque no estás solo, porque yo te quiero. ni piense qué delirio
a pesar de la veta
Poema 15: o tal vez porque existe
Táctica y estrategia usted puede contar
Mario Benedetti conmigo

Mi táctica es si otras veces


mirarte me encuentra
aprender como sos huraño sin motivo
quererte como sos no piense qué flojera
igual puede contar
mi táctica es conmigo
hablarte
y escucharte pero hagamos un trato
construir con palabras yo quisiera contar
un puente indestructible con usted
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es tan lindo mejor que nadie
saber que usted existe la ley amarga
uno se siente vivo de estos países
y cuando digo esto
quiero decir contar ustedes duros
aunque sea hasta dos con nuestra gente
aunque sea hasta cinco por qué con otros
no ya para que acuda son tan serviles
presurosa en mi auxilio
sino para saber cómo traicionan
a ciencia cierta el patrimonio
que usted sabe que puede mientras el gringo
contar conmigo. nos cobra el triple

Poema 17: cómo traicionan


Mario Benedetti usté y los otros
¿De qué se ríe? los adulones
y los seniles
(Seré curioso)
En una exacta por eso digo
foto del diario señor ministro
señor ministro de qué se ríe
del imposible de qué se ríe

vi en pleno gozo aquí en la calle


y en plena euforia sus guardias matan
y en plena risa y los que mueren
su rostro simple son gente humilde

seré curioso y los que quedan


señor ministro llorando de rabia
de qué se ríe seguro piensan
de qué se ríe en el desquite

de su ventana allá en la celda


se ve la playa sus hombres hacen
pero se ignoran sufrir al hombre
los cantegriles y eso no sirve

tienen sus hijos después de todo


ojos de mando usté es el palo
pero otros tienen mayor de un barco
mirada triste que se va a pique

aquí en la calle seré curioso


suceden cosas señor ministro
que ni siquiera de qué se ríe
pueden decirse de qué se ríe.

Poema 18:
los estudiantes Rayén no quiere ir a la escuela
y los obreros Álvaro Prieto
ponen los puntos A don Segundo le creo
sobre las íes y por esto es que ahora yo
les cuento lo que contó
por eso digo de Rayén Cruz Catrileo
señor ministro una niñita que llevo
de qué se ríe metida en mi corazón
de qué se ríe casi sin ni una razón
pues nunca la conocí,
usté conoce pero escuchar fue vivir
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la historia de esta canción. Rayén decidió dar tiempo
Vivía en la falda ‘e un cerro a la opción definitiva
cubierto de árboles viejos por mientras hizo en su vida
ni tan cerca ni tan lejos lo que quiso en el momento
con una gata y un perro y así termina este cuento
y con sus patine’ ‘e fierro sin darse cuenta siquiera
que solía conducir se tituló de enfermera
su tío Juan Ñecuñir una noche azul de invierno,
se los dio pa’ su cumpleaños, y bailó pa’ cada enfermo
en el último verano cuando fue gran hechicera.
nueve acaba de cumplir.
La despertaba temprano
su padre pa’ ir a la escuela
se inventó un dolor de muelas
pero el diente estaba sano
le parecía que en vano
le enseñaba el profesor
que podía ser mejor
y progresar poco a poco,
le parecía muy loco
que exigieran pundonor.
Y Rayén no era na’ ‘e floja
(no se trataba de eso)
tenía re buenos sesos
y una mente que no afloja
de las piernas no era coja
y tenía buen humor
cocinaba con amor
muy temprano unos piñones,
incluso de vacaciones
concentrada en su labor.
Su madre algo preocupada
le preguntó un frío otoño
“¿por qué querido retoño
aún sigues acostada?”
“es que la escuela es helada”
le dijo por decir algo
pero su madre es un galgo
para sacar conclusiones,
y descubrió las razones
de ese sabor algo amargo.
Lo que a ella le ocurría
no le pasaba a cualquiera
sentía que aunque estuviera
en la casa sí aprendía
“mi abuela me dijo un día
que ella nunca fue a la escuela
y era re sabia la agüela
no me lo puede negar”,
se puso la madre a llorar
y Rayén que la consuela.
Se miraron fijamente
a los ojitos morenos
la madre los vio tan buenos
tan puros y relucientes
que le dijo con la mente
que hiciera lo que quisiera
que fuera buena hechicera
gran machi como su abuela,
o cocine las cazuelas
bailarina o enfermera.
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