Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ART 1° – Las disposiciones de este código rigen en todo el ámbito terrestre, acuático y aéreo
sometido a la soberanía de la Nación Argentina, así como también en los enclaves constituidos
a su favor.
ART 2° –
c) los exclaves;
d) los espacios aéreos correspondientes a los ámbitos a que se refieren los incisos
precedentes;
En estos ámbitos se aplican los regímenes aduaneros que para cada caso se contemplan en
este código.
ART 5° – 1. Zona primaria aduanera es aquella parte del territorio aduanero habilitada para la
ejecución de operaciones aduaneras o afectada al control de las mismas, en la que rigen
normas especiales para la circulación de personas y el movimiento y disposición de la
mercadería.
c) los espejos de agua de las radas y puertos adyacentes a los espacios enumerados en los
incisos a) y b) de este artículo;
d) los demás lugares que cumplieren una función similar a la de los mencionados en los incisos
a), b) y c) de este artículo, que determinare la reglamentación;
e) los espacios aéreos correspondientes a los lugares mencionados en los incisos precedentes.
a) en las fronteras terrestres del territorio aduanero, entre el límite de éste y una línea interna
paralela trazada a una distancia que se determinará reglamentariamente;
b) en las fronteras acuáticas del territorio aduanero, entre la costa de éste y una línea interna
paralela trazada a una distancia que se determinará reglamentariamente;
c) entre las riberas de los ríos internacionales y nacionales de navegación internacional y una
línea interna paralela trazada a una distancia que se determinará reglamentariamente;
2. En los incisos a), b) y c) del apartado 1, la distancia a determinarse no podrá exceder de cien
kilómetros del límite correspondiente.
3. Salvo disposición expresa en contrario, los enclaves constituidos a favor de la Nación y sus
correspondientes espacios aéreos constituyen zona de vigilancia especial, en cuanto no
integraren la zona primaria aduanera.
ART 8° – Zona marítima aduanera es la franja del mar territorial argentino y de la parte de los
ríos internacionales sometida a la soberanía de la Nación Argentina, comprendidos sus
espacios aéreos, que se encuentra sujeta a disposiciones especiales de control y que se
extiende entre la costa, medida desde la línea de las más bajas mareas, y una línea externa
paralela a ella, trazada a una distancia que se determinará reglamentariamente. La distancia
entre estas dos líneas, que conforman la franja, no podrá exceder de veinte kilómetros.
ART 10. – 1. A los fines de este Código es mercadería todo objeto que fuere susceptible de ser
importado o exportado.
ART 11. – 1. En las normas que se dictaren para regular el tráfico internacional de mercadería,
ésta se individualizará y clasificará de acuerdo con el Sistema Armonizado de Designación y
Codificación de Mercancías, establecido por el Convenio Internacional del Sistema Armonizado
de Designación y Codificación de Mercancías, elaborado bajo los auspicios del Consejo de
Cooperación Aduanera, en Bruselas, con fecha 14 de junio de 1983 y modificado por su
Protocolo de Enmienda hecho en Bruselas el 24 de junio de 1986, y sus Notas Explicativas.
a) la mercadería que fuere un producto natural es originaria del país en cuyo suelo, agua
territorial, lecho y subsuelo submarinos o espacio aéreo hubiera nacido y sido criada, o hubiera
sido cosechada, recolectada, extraída o aprehendida;
b) la mercadería extraída en alta mar o en su espacio aéreo, por buques, aeronaves y demás
medios de transporte o artefactos de cualquier tipo, es originaria del país al que correspondiere
el pabellón o matrícula de aquéllos. Del mismo origen se considera el producto resultante de la
transformación o del perfeccionamiento de dicha mercadería en alta mar o en su espacio
aéreo, siempre que no hubiese mediado aporte de materia de otro país;
c) la mercadería que fuere un producto manufacturado en un solo país, sin el aporte de materia
de otro, es originaria del país donde hubiera sido fabricada;
d) la mercadería que fuere un producto manufacturado en un solo país, con el aporte total o
parcial de materia de otro, es originaria de aquél en el cual se hubiera realizado la
transformación o el perfeccionamiento, siempre que dichos procesos hubieran variado las
características de la mercadería de modo tal que ello implicare un cambio de la partida de la
Nomenclatura aplicable;
ART 16. – A los fines de la determinación del origen, y de la procedencia de la mercadería, los
enclaves se consideran parte integrante del país a cuyo favor se hubieran constituido.
Despachantes de aduana
ART 36. – 1. Son despachantes de aduana las personas de existencia visible que, en las
condiciones previstas en este código realizan en nombre de otros ante el servicio aduanero
trámites y diligencias relativos a la importación, la exportación y demás operaciones aduaneras.
2. Los despachantes de aduana son agentes auxiliares del comercio y del servicio aduanero.
ART 37. – 1. Las personas de existencia visible sólo podrán gestionar ante las aduanas el
despacho y la destinación de mercaderías, con la intervención del despachante de aduana, con
la excepción de las funciones que este Código prevé para los agentes de transporte aduanero
y de aquellas facultades inherentes a la calidad de capitán de buque, comandante de aeronave
o, en general, conductor de los demás medios de transporte.
ART 38. – 1. Los despachantes de aduana deberán acreditar ante el servicio aduanero la
representación que invocaren por cualquiera de las formas siguientes:
a) poder general para gestionar despachos, en cuyo caso el despachante podrá solicitar del
servicio aduanero el registro del instrumento pertinente;
ART 39. – Los despachantes de aduana que gestionaren ante las aduanas el despacho y la
destinación de mercadería, de la que tuvieren su disponibilidad jurídica, sin acreditar su
condición de representantes, en alguna de las formas previstas en el apartado 1 del artículo 38,
serán considerados importadores o exportadores, quedando sujetos a los requisitos y
obligaciones determinadas para ellos.
ART 42. – La Administración Nacional de Aduanas podrá disponer la suspensión por tiempo
determinado de nuevas inscripciones, cuando mediaren razones que así lo justificaren.
ART 48. – Los despachantes de aduana son responsables por los hechos de sus apoderados
generales, dependientes y demás empleados en cuanto sus hechos se relacionaren con las
operaciones aduaneras y se les podrá aplicar las sanciones previstas en el artículo 47, a cuyo
efecto y cuando correspondiere serán parte en el sumario.
2. El libro rubricado por la aduana deberá llevarse en los términos del artículo 54 del Código de
Comercio y será exhibido al servicio aduanero cada vez que el mismo así lo solicitare.
3. Los despachantes de aduana conservarán los libros referidos por el plazo fijado en el
artículo 67 del Código de Comercio.
ART 57. – 1. Son agentes de transporte aduanero, a los efectos de este código, las personas
de existencia visible o ideal que, en representación de los transportistas, tienen a su cargo las
gestiones relacionadas con la presentación del medio transportador y de sus cargas ante el
servicio aduanero, conforme con las condiciones previstas en este código.
2. Dichos agentes de transporte, además de auxiliares del comercio, son auxiliares del servicio
aduanero.
ART 64. – 1. Según la índole de la falta cometida, el perjuicio ocasionado o que hubiera podido
ocasionarse y los antecedentes del interesado, el servicio aduanero podrá aplicar a los agentes
de transporte aduanero las siguientes sanciones:
a) apercibimiento;
ART 65. – Los agentes del transporte aduanero son responsables por los hechos de sus
apoderados generales, dependientes y demás empleados en cuanto sus hechos se
relacionaren con las operaciones aduaneras y se les podrá aplicar las sanciones previstas en el
artículo 64, a cuyo efecto y cuando correspondiere serán parte en el sumario.
ART 72. – 1. Además de las obligaciones prescriptas en el artículo 33 del Código de Comercio,
la Administración Nacional de Aduanas podrá exigir que los agentes de transporte aduanero
lleven un libro rubricado por la aduana que correspondiere a su domicilio, en el cual harán
constar el detalle de todas sus operaciones, obligaciones tributarias pagadas o pendientes de
pago, importe de las retribuciones recibidas y cualquier otra anotación que se considerare
necesaria.
2. En su caso, el libro a que se refiere el apartado 1 deberá llevarse en los términos del artículo
54 del Código de Comercio para ser exhibido al servicio aduanero cada vez que el mismo así lo
solicitare.
3. Los agentes de transporte aduanero conservarán dicho libro por el plazo fijado en el artículo
67 del Código de Comercio
ART 75. – 1. Los despachantes de aduana y los agentes de transporte aduanero podrán
hacerse representar ante el servicio aduanero por el número de apoderados generales que
determinare la reglamentación. Sólo podrá designarse como apoderados a personas de
existencia visible.
ARTICULO 79. – La reglamentación fijará las facultades que se entenderán otorgadas a los
apoderados generales.
IMPORTADORES Y EXPORTADORES
ART 91. – 1. Son importadores las personas que en su nombre importan mercadería, ya sea
que la trajeren consigo o que un tercero la trajere para ellos.
En los supuestos previstos en el apartado 2. del artículo 10, serán considerados importadores
las personas que sean prestatarias y/o cesionarias de los servicios y/o derechos allí
involucrados.
2. Son exportadores las personas que en su nombre exportan mercadería, ya que la llevaren
consigo o que un tercero llevare la que ellos hubieren expedido.
En los supuestos previstos en el apartado 2. del artículo 10, serán considerados exportadores
las personas que sean prestatarias y/o cesionarias de los servicios y/o derechos allí
involucrados.
ART 92. – 1. Los importadores y los exportadores para solicitar destinaciones aduaneras
deben inscribirse en el Registro de Importadores y Exportadores.
ART 93. – Las personas que hubieran iniciado el trámite de inscripción como comerciantes en
el Registro Público de Comercio podrán solicitar a la Administración Nacional de Aduanas su
inscripción provisional en el Registro de Importadores y Exportadores por el plazo de SEIS (6)
meses, siempre que cumplieren los demás requisitos exigidos en el artículo 94. Esta inscripción
provisional podrá prorrogarse por el plazo de TRES (3) meses, cuando el trámite de inscripción
como comerciante estuviere aún pendiente.
1°) haber sido condenado por algún delito aduanero, impositivo o previsional, siempre que no
haya transcurrido el doble del máximo de la pena prevista en la ley para dicho delito desde el
momento de cumplida la condena;
2°) haber sido socio ilimitadamente responsable, director o administrador de cualquier sociedad
o asociación, cuando la sociedad o la asociación de que se tratare hubiera sido condenada por
cualquiera de los ilícitos mencionados en el punto 1). Se exceptúa de esta inhabilitación a
quienes probaren haber sido ajenos al acto o haberse opuesto a su realización;
4°) haber sido sancionado con la eliminación de cualquiera de los demás registros previstos en
el Artículo 9º, apartado 2. Inciso I) del Decreto Nº 618/97, hasta que se hallare en condiciones
de reinscribirse;
6°) estar inhibido judicialmente para administrar o disponer de sus bienes mientras esta
situación subsistiere;
ART 95. – 1. La solicitud de inscripción deberá presentarse ante la aduana que correspondiere
a su domicilio, con los recaudos que determinare la reglamentación.
2. La aduana interviniente, una vez cumplidos los requisitos establecidos en el artículo 94,
apartado 1. o en el 2., según correspondiere, elevará la solicitud con todos sus elementos a la
DIRECCION GENERAL DE ADUANAS, la que dictará una resolución que admita o deniegue la
inscripción solicitada dentro de los TREINTA (30) días, a contar desde su recepción.
ART 97. – 1. El Director General de Aduanas suspenderá sin más trámite del REGISTRO DE
IMPORTADORES Y EXPORTADORES a:
a) quienes perdieren la capacidad para ejercer por sí mismos el comercio, mientras esta
situación subsistiere;
b) quienes fueren procesados judicialmente por algún delito aduanero, impositivo o previsional
hasta que fuere sobreseído o absuelto por sentencia o resolución firme. No obstante, podrán
ser exceptuados de la suspensión en la medida que otorgaren garantía suficiente en resguardo
del interés fiscal; (Nota Infoleg: Por art. 1° del Decreto N° 587/2000 B.O. 24/7/2000, se
dispone que en los casos de procesamiento de personas de existencia ideal, podrá diferirse la
aplicación de la suspensión prevista en este inciso, cuando dichas personas otorguen garantía
suficiente que resguarde el interés fiscal comprometido, a satisfacción de la DIRECCION
GENERAL DE ADUANAS de la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS,
entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE ECONOMIA.)
c) quienes fueren inhibidos judicialmente para administrar o disponer de sus bienes, mientras
esta situación subsistiere;
f) las personas de existencia ideal cuando alguno de sus directores, administradores o socios
ilimitadamente responsables, fuere judicialmente procesado o condenado por algún delito
aduanero, impositivo o previsional. Esta suspensión sólo se aplicará cuando el procesado o el
condenado no cesare en su función dentro de los CUARENTA (40) días siguientes a la
intimación que a tal fin el servicio aduanero efectuare a la mencionada persona de existencia
ideal y subsistirá hasta que el procesado o el condenado cesare en sus funciones o hasta que
fuere absuelto o sobreseído.
De tratarse de las personas físicas a que se refiere este inciso que hubieran sido procesadas,
podrá disponerse la excepción de la suspensión aludida, cuando se otorguen garantías
suficientes en resguardo del interés fiscal.
ART 98. – 1. 1. El Director General de Aduanas eliminará sin más trámite del REGISTRO DE
IMPORTADORES Y EXPORTADORES a:
a) quienes hubieran sido condenados por algún delito aduanero, impositivo o previsional;
d) aquellos a quienes les fuera aceptada la renuncia. No podrá aceptarse la misma mientras el
interesado se encontrare sometido a sumario administrativo, y en su caso, hasta tanto se
cumpliere la sanción impuesta;
a) renuncia;
b) no haber comunicado a la Administración Nacional de Aduanas, dentro de los DIEZ (10) días
de notificación estar comprendido en alguno de los supuestos previstos en el artículo 94,
apartado 1, inciso d) puntos 4), 6), 7), 8) y 10) o apartado 2, inciso d) en cuanto se encuadrare
en alguno de los puntos antes aludidos, siempre que hubieren transcurrido DOS (2) años
desde la eliminación;
a) apercibimiento;
ART 101. – 1. Las acciones para aplicar las sanciones previstas en el artículo 100 prescriben a
los CINCO (5) años.
2. Dicho plazo se computará a partir del día primero de enero del año siguiente al de la fecha
en que se hubiera cometido la falta.
ART 102. – Dentro de los CINCO (5) días de notificado el apercibimiento que le hubiera sido
impuesto, el sancionado podrá interponer recurso de revocatoria con efecto suspensivo ante el
mismo Administrador Nacional de Aduanas, cuya decisión quedará firme en sede
administrativa.
Su finalidad es comprobar la correcta aplicación de la ley sustantiva tributaria por parte de los
contribuyentes.
Jarach señala que estas facultades del fisco son DISCRECIONALES, en el sentido que el fisco
puede ejercerlas, o no, según criterios de oportunidad o conveniencia que él mismo determine,
y que de emplearlas puede hacerlo con mayor o menor intensidad, con respecto a bienes y
personas que él mismo elija, siempre que no afecte mediante su acción determinadas
garantías personales consagradas por las normas constitucionales.
Otro aspecto importante = DEBER DE SECRETO que deben observar los funcionarios de
todas las cuestiones conocidas a través de su actuación fiscalizadora.
La corte dijo:
Si bien el fisco tiene facultades para determinar de oficio las obligaciones fiscales cuando
resulten impugnables las declaraciones juradas del contribuyente, sobre la base de la más
variada serie de elementos, mediante resolución fundada, ello no significa que tales facultades
sean omnímodas o escapen al control judicial (SIA S.A.)
Fines de la inspección
“los débitos instrumentales requeridos a la persona son semejantes para el desempeño de una
u otra tarea. Pero la diferencia es visible. La fiscalización de la determinación implica una
previa obligación tributaria sustancial con su hecho imponible y sus sujetos pasivos detectados
e identificados. Se trata únicamente de saber si estos últimos cumplieron correctamente los
deberes tributarios a su cargo. No sería concebible, por tanto, que estas tareas fiscalizadoras
se desarrollasen con anterioridad a la determinación. Tampoco sería coherente que estas
tareas de control se cumpliesen una vez extinguida la obligación tributaria sustancial. En
cambio, la investigación fiscal es independiente tanto de obligaciones tributarias constituidas
como de sujetos pasivos identificados. Y es lógico: las tareas de investigación fiscal no
requieren la existencia previa de tales obligaciones, porque su objetivo es precisamente
descubrirlas. Eso explica que existan deberes formales atinentes a la investigación anteriores
al nacimiento de la obligación tributaria sustancial, y posteriores a su extensión.”
El art. 35 ley 11.683 delimita los fines que persiguen las facultades de fiscalización, “el
cumplimiento de los obligados o responsables den a las leyes, reglamentos, resoluciones e
instrucciones administrativas”, es decir, verificar el cumplimiento que hagan los contribuyentes
y responsables de las obligaciones tributarias sustantivas de acuerdo con la ley.
Deberes de la ley
Son obligaciones:
- Carácter NO patrimonial
Estos deberes han sido previstos en las normas tributarias con la finalidad de facilitar las tareas
de fiscalización del organismo recaudador, dirigidas tanto a verificar la ocurrencia del hecho
imponible como a controlar las obligaciones fiscales; es por eso que, si bien su incumplimiento
no provoca necesariamente un daño económico al Estado, dificulta o impide la realización de
dichas tareas.
La acción de verificación por parte del organismo recaudador se inserta dentro del plano del
derecho tributario formal, que trata de los deberes administrativos y la aplicación, percepción y
control de la norma material al caso concreto, a diferencia del derecho tributario sustancial, que
se ocupa de todos los aspectos vinculados con el hecho imponible.
Como complemento de la obligación tributaria sustantiva, hay una serie de deberes en cabeza
de los contribuyentes o responsables, que tienen por finalidad asegurar la oportuna percepción
de los tributos por parte del fisco.
b) Preceptos de NO HACER
El contribuyente debe cumplir ciertos deberes que podríamos denominar de carácter general,
como presentar declaración jurada que consigne la materia imponible y el impuesto resultante.
Se deberán cumplir las normas obligatorias que dicte la AFIP en relación con la inspección; la
forma de documentar la deuda fiscal; la forma y el plazo de las declaraciones juradas y de los
formularios de liquidación administrativa de gravámenes; libros y anotaciones que deben
llevarse; el termino durante el cual deben conservarse los libros, los documento y los demás
comprobantes, etc.
El art. 33 ley 11.683 establece que, con el fin de asegurar la verificación oportuna de la
situación impositiva de los contribuyentes y demás responsables, puede la AFIP exigir que
estos, y aun los terceros cuando fuere realmente necesario, lleven libros o registros especiales
de las negociaciones y operaciones propias y de terceros que se vinculen con la materia
imponible, siempre que no se trate de comerciantes matriculados que lleven libros rubricados
en forma correcta, que a juicio de la AFIP haga fácil su fiscalización y registren todas las
operaciones que interese verificar. Todas las registraciones contables deben estar respaldadas
por los comprobantes correspondientes y solo de la fe que estos merezcan surgirá el valor
probatorio de aquellas.
También puede exigir que los responsables otorguen determinados comprobantes y conserven
sus duplicados, así como los demás documentos y comprobantes y conserven sus duplicados,
así como los demás documentos y comprobantes de sus operaciones por un término de 10
años, o excepcionalmente por un plazo mayor, cuando se refieran a operaciones o actos cuyo
conocimiento sea indispensable para la determinación cierta de la materia imponible.
Todas las personas o entidades que desarrollen algún tipo de actividad retribuida, y que no sea
en relación de dependencia, deben llevar registraciones con los comprobantes que las
respalden y emitir comprobantes por las prestaciones o enajenaciones que realicen, que
permitan establecer clara y fehacientemente los gravámenes que deban tributar. La AFIP
puede limitar esta obligación en atención al pequeño tamaño económico y efectuar mayores o
menores requerimientos en razón de la índole de la actividad o el servicio y la necesidad o
conveniencia de individualizar a terceros.
Este deber fiscal implica que el contribuyente deba verificar si las empresas emisoras de
facturas cumplen o no con el deber de presentar declaraciones juradas y pagar el impuesto que
de ellas surja determinado, por lo que los eventuales incumplimientos en que ellas hayan
incurrido en manera alguna acarrean responsabilidad al adquirente.
El contribuyente no tiene ninguna función judicial para poder investigarlo, o coercitiva para
obligarlo a cumplir, por lo cual solo debe limitarse a constar en los registros fiscales, conforme
lo establece la reglamentación pertinente, si la persona con la cual contrata se encuentra
debidamente autorizada por la AFIP a emitir estos comprobantes. No tiene atribución alguna
para requerirle a quienes venden bienes o servicios el incumplimiento de las obligaciones y
deberes fiscales a su cargo, liberándose de responsabilidad con la sola constatación en los
registros fiscales de la autorización fiscal para contratar.
Ello no quita que, en ciertos otros casos, como ocurre en el supuesto del sublite, pueda surgir
el: derecho al reintegro de ese “crédito fiscal” abonado con el precio de sus insumos, al haber
exportado las mercaderías con ellos fabricadas.
Sentado ello, nada encuentro en la ley IVA que otorgue al Fisco la posibilidad de condicionar la
restitución del crédito fiscal al exportador al hecho de que sus proveedores hayan adonado sus
respectivos gravámenes.
En otras palabras, no existe precepto alguno que subordine el derecho a la restitución del IVA
del exportador al cumplimiento de las obligaciones sustantivas por parte de los terceros con los
que él operó.
Por otro lado, tengo para mí que pretender ello conduce a dos inaceptables conclusiones. En
primer lugar, equivale a constituir al contribuyente en una suerte de responsable del
cumplimiento de la obligación sustantiva de otros, sin norma legal que así lo establezca. Y,
fiscalizar y cobrar las sumas adeudadas por los contribuyentes, mediante la transferencia de
esa responsabilidad hacia un tercero, como dije, sin ley que así lo autorice.
En efecto, no puede caber duda en cuanto a que el fisco, al haber constatado tanto la falta de
presentación de las declaraciones juradas como el pago del tributo por parte de alguno de los
proveedores de la actora debió haber puesto en ejercicio las potestades y facultades conferidas
por el ordenamiento, para lograr dilucidar la auténtica situación tributara de aquéllos, y
perseguir el cobro de la acreencia que le correspondiera, tal como lo obliga la CN en cuanto
recaudadador de las rentas públicas sin que pueda admitirse, como indebidamente lo pretende
aquí, involucra a un tercero en violación al principio de reserva de ley en materia tributaria”
El art. 34 Ley 11.683: establece una facultad exorbitante a favor del PE, no de la AFIP, en
cuanto le posibilita condicionar el cómputo de deducciones, créditos fiscales u otro efecto
tributario a la utilización por parte del contribuyente de determinados medios de pago, la que
debe ser cuidadosamente reglamentada y aplicada en cada caso particular, para que de tal
forma no sea aprovechada por el fisco para sortear el principio de reserva de ley en materia
tributaria y así pretender percibir un tributo mayor que el Congreso le ha autorizado recaudar.
Hay que cumplir con las formas de pago impartidas por el fisco, pero, en caso de no hacerlo,
queda abierta la posibilidad de probar la veracidad de las operaciones y de esa manera no
perder las deducciones, créditos fiscales y demás efectos tributarios de interés del
contribuyente, lo que implica dar primacía al principio de la verdad jurídica objetiva.
Lo explicado tiene relación con la ley 25.345 en su art 1: No surtirán efectos entre partes ni
frente a terceros los pagos totales o parciales de sumas de dinero superiores a pesos mil ($
1.000), o su equivalente en moneda extranjera, efectuados con fecha posterior a los quince
(15) días desde la publicación en el Boletín Oficial de la reglamentación por parte del Banco
Central de la República Argentina prevista en el artículo 8° de la presente, que no fueran
realizados mediante:
5. Factura de crédito.
Esta disposición según Rubiolo, se trata de una “presunción legal absoluta, sui generis, basada
sobre el incumplimiento formal, por sus consecuencias, se transforma en nuestro caso en una
ficción, generadora así de una verdad jurídica absolutamente distinta a la real, porque el fisco
reconoce la veracidad de las operaciones.
Si bien las presunciones legales absolutas y las ficciones son herramientas aceptadas en el
derecho tributario, y ambas conllevan la inadmisibilidad de la carga probatoria, su utilización
tiene como vallado el respeto de los principios, derechos y garantías constitucionales:
capacidad contributiva, igualdad, no confiscatoriedad, seguridad jurídica y razonabilidad.
Así, la presunción absoluta atípica, se torna irrazonable y arbitraria, al negar al sujeto pasivo de
la relación tributaria la posibilidad de demostrar la veracidad de la operación. Igual lo entendió
la Corte en MERA MIGUEL ANGEL C/DGI:
“El art. 2 ley 25.345 es inconstitucional en cuanto prohíbe el cómputo de operaciones cuyos
pagos hayan sido efectuados por medios distintos de los mencionados en ese ordenamiento, a
efectos de establecer la base imponible de un gravamen, lo que equivale a establecer una
ficción legal que pretende desconocer o privar de efectos a operaciones relevantes para su
correcta determinación y cuya existencia y veracidad ha sido fehacientemente comprobada.
Debe tratarse de pedidos razonables, y no arbitrarios, que tengan relación con las cuestiones
tributarias investigadas y que la comparecencia se realice en oficinas públicas y en horas
hábiles
El art. 35. Inc c) ley 11.683 establece: Inspeccionar los libros, anotaciones, papeles y
documentos de responsables o terceros, que puedan registrar o comprobar las negociaciones y
operaciones que se juzguen vinculadas a los datos que contengan o deban contener las
declaraciones juradas. La inspección a que se alude podrá efectuarse aún concomitantemente
con la realización y ejecución de los actos u operaciones que interesen a la fiscalización.
Esta presentación comprende la exhibición de los elementos y puede ser efectuada tanto en el
domicilio fiscal del inspeccionado como en la sede de la AFIP, salvo los libros de comercio que
no pueden trasladarse del domicilio legal.
El examen de los libros de contabilidad debe ser realizado en el lugar en que aquellos estén,
sin que el fisco puede exigir que el inspeccionado los traslade fuera de sus oficinas, ya que
está obligado a su exhibición, pero no a su entrega en cualquier repartición. Se fundamente en
el art. 331 ccycom:
“(…)la exhibición general de registros o libros contables sólo puede decretarse a instancia de
parte en los juicios de sucesión, todo tipo de comunión, contrato asociativo o sociedad,
administración por cuenta ajena y en caso de liquidación, concurso o quiebra. Fuera de estos
casos únicamente puede requerirse la exhibición de registros o libros en cuanto tenga relación
con la cuestión controvertida de que se trata, así como para establecer si el sistema contable
del obligado cumple con las formas y condiciones establecidas en los arts. 323, 324 y 325.”
El art. 35 inc d) ley 11.683: Requerir por medio del Administrador Federal y demás funcionarios
especialmente autorizados para estos fines por la ADMINISTRACION FEDERAL DE
INGRESOS PUBLICOS, el auxilio inmediato de la fuerza pública cuando tropezasen con
inconvenientes en el desempeño de sus funciones, cuando dicho auxilio fuera menester para
hacer comparecer a los responsables y terceros o cuando fuera necesario para la ejecución de
las órdenes de allanamiento.
Dicho auxilio deberá acordarse sin demora, bajo la exclusiva responsabilidad del funcionario
que lo haya requerido, y, en su defecto, el funcionario o empleado policial responsable de la
negativa u omisión incurrirá en la pena establecida por el Código Penal. Art. 250 CP “Será
reprimido con prisión de un mes a 2 años e inhabilitación especial por doble tiempo, el jefe o
agente de la fuerza pública, que rehusare, omitiere o retardare, sin causa justificada, la
prestación de un auxilio legalmente requerido por la autoridad civil competente.”
Orden de allanamiento
El art. 35 inc. e) ley 11.683: “Recabar por medio del Administrador Federal y demás
funcionarios autorizados por la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS,
orden de allanamiento al juez nacional que corresponda, debiendo especificarse en la solicitud
el lugar y oportunidad en que habrá de practicarse. Deberán ser despachadas por el juez,
dentro de las veinticuatro (24) horas, habilitando días y horas, si fuera solicitado. En la
ejecución de las mismas serán de aplicación los artículos 224, siguientes y concordantes del
Código Procesal Penal de la Nación.”
Art. 21. Ley 24.769: “Cuando hubiere motivos para presumir que en algún lugar existen
elementos de juicio probablemente relacionados con la presunta comisión de alguno de los
delitos previstos en la presente ley, el organismo recaudador, podrá solicitar al juez penal
competente las medidas de urgencia toda autorización que fuera necesaria a los efectos de la
obtención y resguardo de aquellos. Dichas diligencias serán encomendadas al organismo
recaudador, que actuará en tales casos en calidad de auxiliar de la justicia, conjuntamente con
el organismo de seguridad competente.”
Hay que destacar que la ley autoriza al “administrador federal” y a “funcionarios” expresamente
autorizados por este y solo a ellos, no pudiéndose delegar la facultad en otro funcionario fiscal.
Para cumplir con las exigencias de la norma directriz constitucional, corresponde aplicar la
normativa que sobre la materia preceptúan los arts. 224 y ss. CP.
Teniendo en cuenta que está en juego una trascendental garantía constitucional, es requisito
ineludible que la orden de allanamiento esté debidamente fundada (art. 224 CP).
La generalidad de la doctrina y jurisprudencia sostuvieron que tal atribución legal procede ante
la mera negativa de acceso a la documentación, sin que sea necesaria la existencia de una
presunción de fraude o evasión fiscal. Se debe demostrar sumariamente la urgencia fundada
en producir el allanamiento e razón de las circunstancias particulares que cada caso reviste, su
omisión implica el rechazo del allanamiento solicitado al juez.
Por otro lado, si bien cesa la protección constitucional con la autorización para el allanamiento,
la medida ordenada no la anula en forma absoluta, porque eso le estaría vedado aun a los
jueces, y la orden de allanamiento sólo tiene por efecto franquear el domicilio con el único fin
de realizar una diligencia concreta destinada a dejar establecida la responsabilidad fiscal de los
contribuyentes o responsables, y por lo tanto, no puede tener un alcance mayor que la
naturaleza de la diligencia de que se trata. Es decir, no importa una facultad para practicar una
pesquisa general en el domicilio allanado, el cual mantiene su inviolabilidad salvo en la
cuestión que motivó la decisión jurisdiccional.
La corte dijo:
Voto mayoría:
“Que los agravios del apelante suscitan cuestión federal bastante para habilitar la vía
extraordinaria pues si bien la tacha de arbitrariedad no es aplicable a la discrepancia del
apelante con relación a la interposición de normas procesales, cualquiera que sea su acierto o
error, no lo es menos que si es cuestionable con sustento en aquella doctrina que la causa
haya sido resuelta sobre un punto controvertido en doctrina con fundamento sólo aparente y sin
más base que la afirmación dogmática de quienes suscriben el fallo, afectando de ese modo el
debido proceso legal.
(…) que el funcionario de la DGI que solicito el allanamiento expuso las fundadas razones que
justificaban la petición y que el juez la proveyó “como se solicita”, por lo que el fallo apelado, al
omitir todo comentario sobre aquella motivación, incurre en un excesivo rigor ritual manifiesto
que desnaturaliza el proceso al impedir el descubrimiento de la verdad real.
Por lo demás cabe agregar que las reglas atinentes al mérito de la prueba deben ser valoradas
en función de la índole y características del asunto sometido a la decisión del órgano
jurisdiccional, principio éste que se encuentra en relación con la necesidad de dar primacía a la
verdad jurídica objetiva, de modo que su esclarecimiento no se vea perturbado por un excesivo
rigor formal.”
Disidencia Petracchi:
“se consideró arbitraria la sentencia del a quo al sostener que las “órdenes de allanamiento
libradas por el juez federal carecen de legitimidad, en cuanto disponen el secuestro de libros y
documentos de comercio en violación de lo dispuesto por el art. 41 de la ley 11.683 y art. 60
ccom. En efecto, dicho tribunal omitió valorar las constancias obrantes en las respectivas
solicitudes de allanamiento que plantean cuestiones de significativa importancia para ser
consideradas, omisión que descalifica el pronunciamiento por arbitrariedad.”
FIORENTINO DIEGO E.
El art. 18 CN establece que el “domicilio es inviolable (…); y una ley determinará en qué casos
y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación”. Se consagra así el
derecho individual a la privacidad del domicilio de todo habitante correlativo del principio
general del art. 19 en cuyo resguardo se determina la garantía de su inviolabilidad, oponible a
cualquier extraño, sea particular o funcionario público. Si bien la cláusula constitucional previó
la reglamentación del tema por vía de una ley, son diversas las leyes especiales que contienen
disposiciones sobre el modo en que puede efectuarse el allanamiento en determinadas
materias, y en particular es en algunas constituciones y en los códigos de procedimientos
locales donde se regulan las excepciones a la inmunidad de domicilio. Aunque en rigor no
resulta exigencia del art. 18 que la orden de allanamiento emane de los jueces, el principio es
que sólo ellos pueden autorizar esa medida, sin perjuicio de algunos supuestos en que se
reconoce a los funcionarios la posibilidad de obviar tal recaudo.
Los jueces, únicos autorizados a emitir órdenes de allanamiento, no pueden actuar de manera
mecánica ante el pedido de una orden de allanamiento emitida por el fisco; están obligados a
analizar las razones expuestas en el requerimiento, solicitar nuevas pruebas y recién en ese
momento tomar la decisión, en caso de corresponder, de librar la orden pertinente, la que exige
la debida fundamentación, solo así preserva la garantía de la inviolabilidad del domicilio y el
derecho a la intimidad de los contribuyentes y responsables.
Agente encubierto
El art. 35 inc. g) ley 11.683: “Autorizar, mediante orden de juez administrativo, a sus
funcionarios a que actúen en el ejercicio de sus facultades, como compradores de bienes o
locatarios de obras o servicios y constaten el cumplimiento, por parte de los vendedores o
locadores, de la obligación de emitir y entregar facturas y comprobantes equivalentes con los
que documenten las respectivas operaciones, en los términos y con las formalidades que exige
la Administración Federal de Ingresos Públicos. La orden del juez administrativo deberá estar
fundada en los antecedentes fiscales que respecto de los vendedores y locadores obren en la
citada Administración Federal de Ingresos Públicos.
Una vez que los funcionarios habilitados se identifiquen como tales al contribuyente o
responsable, de no haberse consumido los bienes o servicios adquiridos, se procederá a anular
la operación y, en su caso, la factura o documento emitido. De no ser posible la eliminación de
dichos comprobantes, se emitirá la pertinente nota de crédito.
La constatación que efectúen los funcionarios deberá revestir las formalidades previstas en el
segundo párrafo del inciso c) precedente y en el artículo 41 y, en su caso, servirán de base
para la aplicación de las sanciones previstas en el artículo 40 y, de corresponder, lo estipulado
en el inciso anterior. Los funcionarios, en el ejercicio de las funciones previstas en este inciso,
estarán relevados del deber previsto en el artículo 10.”
Espeche: la utilización de los agentes fiscales encubiertos debe hacerse a través de orden
judicial y no por el llamado “juez administrativo”, porque se está transgrediendo la exigencia
constitucional del art. 18 CN.
“El empleo de un agente encubierto para la averiguación de los delitos no es por sí mismo
contrario a las garantías constitucionales. Además se regula su actuación de la siguiente
manera: la conformidad con el orden jurídico del empleo de agentes encubiertos requiere que
el comportamiento de ese agente se mantenga dentro de los principios del estado de derecho,
lo que no sucede cuando el agente encubierto o colaborador sólo se limita a reproducir para el
proceso aquello de lo que fue testigo por la actividad voluntaria de quien tenía el derecho de
exclusión sobre un ámbito constitucionalmente protegido, de aquellos en los que se configura
una verdadera intrusión a la intimidad excediendo los límites de lo que el titular de ese derecho
de exclusión admitía que fuera conocido por el extraño.”
El art. 36 ley 11.683 “Los contribuyentes, responsables y terceros que efectúan registraciones
mediante sistemas de computación de datos, deberán mantener en condiciones de
operatividad en los lugares señalados en el último párrafo del artículo 33, los soportes
magnéticos utilizados en sus aplicaciones que incluyan datos vinculados con la materia
imponible, por el término de DOS (2) años contados a partir de la fecha de cierre del período
fiscal en el cual se hubieran utilizado.
Asimismo podrá requerir especificaciones acerca del sistema operativo y los lenguajes y/o
utilitarios utilizados, como así también, listados de programas, carpetas de sistemas, diseño de
archivos y toda otra documentación o archivo inherentes al proceso de los datos que
configuran los sistemas de información.
c) La utilización, por parte del personal fiscalizador del Organismo recaudador, de programas y
utilitarios de aplicación en auditoría fiscal que posibiliten la obtención de datos, instalados en el
equipamiento informático del contribuyente y que sean necesarios en los procedimientos de
control a realizar.
Actas de comprobación
Para Rodriguez Usé dichas actas harán plana fe de su contenido en tanto no sea redargüida de
falsedad.
En cambio, la Corte:
“Cabe entender que el acta de comprobación labrada por los funcionarios intervinientes en el
procedimiento de verificación y fiscalización del cumplimiento de las normas tributarias por
parte de los contribuyentes y responsables en cuanto a las obligaciones formales, constituye un
instrumento público. En efecto, está extendida por aquéllos en el ejercicio de sus funciones, por
lo que su contenido, hace plena fe de la existencia material de los hechos y circunstancias de
que cuenta, como de la ejecución del procedimiento cumplido.”
Espeche: el acta labrada, sea o no firmada por el interesado, “sirve de prueba” en los
procedimientos de determinación de la obligación tributaria y en el sumario para la aplicación
de sanciones, es decir que, si bien hace plena fe, no se requiere su declaración de falsedad en
juicio civil o criminal, sino que el efecto jurídico que produce es una inversión de la carga de la
prueba en el contribuyente o responsable, quienes deberán desvirtuar lo transcripto en el acta
por el funcionario fiscal arrimando al procedimiento fiscal las pruebas que intenten valer a su
favor.
La obligación de terceros de suministrar información al fisco
Los terceros son cualquier persona física o jurídica privada u organismos y entes públicos que
no sean contribuyentes o responsables de la obligación tributaria sustantiva, pero que están
obligados al cumplimiento de deberes formales, por lo que deben contestar los pedidos de
informes remitidos por el fisco.
Art. 107 ley 11.683: “Los organismos y entes estatales y privados, incluidos bancos, bolsas y
mercados, tienen la obligación de suministrar a la ADMINISTRACION FEDERAL DE
INGRESOS PUBLICOS a pedido de los jueces administrativos a que se refieren los artículos
9º, punto 1, inciso b) y 10 del Decreto Nº 618/97, todas las informaciones que se les soliciten
para facilitar la determinación y percepción de los gravámenes a su cargo.
Las solicitudes de informes sobre personas —físicas o jurídicas— y sobre documentos, actos,
bienes o derechos registrados; la anotación y levantamiento de medidas cautelares y las
órdenes de transferencia de fondos que tengan como destinatarios a registros públicos,
instituciones financieras y terceros detentadores, requeridos o decretados por la
ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS y los jueces competentes, podrán
efectivizarse a través de sistemas y medios comunicación informáticos, en la forma y
condiciones que determine la reglamentación. Esta disposición prevalecerá sobre las normas
legales o reglamentarias específicas de cualquier naturaleza o materia, que impongan formas o
solemnidades distintas para la toma de razón de dichas solicitudes, medidas cautelares y
órdenes.
Los funcionarios públicos tienen la obligación de facilitar la colaboración que con el mismo
objeto se les solicite, y la de denunciar las infracciones que lleguen a su conocimiento en el
ejercicio de sus funciones bajo pena de las sanciones que pudieren corresponder”
Los requerimientos del organismo fiscal a terceros, no pueden ser amplios e ilimitados, sino por
el contrario, limitados respecto a lo siguiente:
3) No cualquier funcionario fiscal está facultado para requerir estos informes, sino
aquellos que detentan la calidad de “jueces administrativos”, por lo que, junto con el
pedido del informe, deben acreditar dicha calidad.
La ley aclara expresamente que los ajustes formulados por la inspección y conformados por el
inspeccionado mediante la presentación de declaraciones juradas rectificativas no inhiben las
facultades de la AFIP para determinar la materia imponible que en definitiva pueda resultar.
Las liquidaciones y actuaciones practicadas por los inspectores y demás empleados que
intervienen en la fiscalización de los tributos, no constituyen determinación administrativa de
aquéllos, la que sólo compete a los funcionarios que ejercen las atribuciones de jueces
administrativos.
Estas determinaciones impositivas practicadas por la inspección no tienen los mismos efectos
de “estabilidad” que la determinación de oficio realizada por el juez administrativo, según se
establece en el art. 19 ley 11.683 y puede ser revisada sin limitación en un nuevo
procedimiento de verificación y fiscalización.
Clasificación:
El art. 11 ley 11.683 prevé como regla general el sistema de autoliquidación por parte del
contribuyente y/o responsable mediante la presentación de declaraciones juradas, salvo
cuando se disponga expresamente otro sistema de liquidación; este último puede estar a cargo
del fisco u otro organismo estatal, o realizarse en forma conjunta con el contribuyente o
responsable.
Espeche: considera que el acto de determinación, sea realizado por el fisco, el contribuyente o
el responsable, es de carácter declarativo, en tanto la obligación tributaria nace al producirse el
presupuesto material previsto por la ley, constituyendo el acto de determinación un
reconocimiento y cualificación de aquel extremo, cuyo objeto es hacer líquida y cierta la
obligación tributaria ya nacida.
El sistema de autoliquidación
El art. 11 establece que la determinación de las obligaciones fiscales se efectúa sobre la base
de declaraciones juradas que presentan los contribuyentes y/o responsables en la forma y
plazos que establece la AFIP.
El objeto de aquellas consiste en identificar la materia imponible, fijar la base y, por último,
liquidar el impuesto resultante.
Jarach: la declaración tributaria es una prestación, objeto de una obligación legal; por lo tanto,
tiene naturaleza de un acto debido en virtud de disposiciones legales.
Es función inherente al fisco la efectiva tutela del crédito del Estado. Por ello, el art 13, sin
perjuicio de confiar al contribuyente la iniciación de aquel proceso de certeza tendiente a la
determinación de la deuda impositiva, la autoriza a constatar la veracidad de las declaraciones
juradas presentadas, dotándolo al efecto de importantes atribuciones de fiscalización.
ART. 13 — La declaración jurada está sujeta a verificación administrativa y, sin perjuicio del
tributo que en definitiva liquide o determine la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS
PUBLICOS hace responsable al declarante por el gravamen que en ella se base o resulte, cuyo
monto no podrá reducir por declaraciones posteriores, salvo en los casos de errores de cálculo
cometidos en la declaración misma. El declarante será también responsable en cuanto a la
exactitud de los datos que contenga su declaración, sin que la presentación de otra posterior,
aunque no le sea requerida, haga desaparecer dicha responsabilidad.
No hay impedimento legal a la rectificación de las declaraciones juradas originales por una
nueva declaración que consigne un monto mayor al declarado. Estas rectificaciones pueden
presentarse espontáneamente por el contribuyente o con la conformidad de la AFIP.
El art. 13 dice que la AFIP tiene todas las atribuciones para verificar las declaraciones juradas
presentadas por contribuyentes y responsables con el fin de comprobar la exactitud de los
datos consignados en ella. El fisco debe determinar la obligación fiscal:
- La declaración resulte inexacta por ser falsos o erróneos los hechos consignados
El art. 18 establece que la AFIP puede utilizar dos métodos para determinar de oficio las
obligaciones tributarias sustantivas:
a) Sobre base cierta: resulta una determinación de oficio directa y por conocimiento
cierto de la materia imponible.
b) Sobre base presunta: cuando el fisco carece de elementos que le permitan conocer la
exacta dimensión de la materia imponible.
En el art. 16 la determinación de la obligación tributaria por parte del fisco puede asumir dos
modalidades: por conocimiento cierto de dicha materia (base cierta) o presuntivamente (base
presunta), si los elementos conocidos sólo permiten presumir la existencia y magnitud de
aquella.
Por ello se entiende que el legislador ha establecido un orden de prelación en cuanto a las
formas que puede seguir la determinación de oficio; de no disponer el fisco de los elementos
proporcionados por los contribuyentes y/o responsables que acrediten la existencia y
dimensión de la materia imponible (base cierta), subsidiariamente puede recurrir al modo
indiciario (base presunta).
Hay determinación con base cierta cuando la administración fiscal dispone de todos los
antecedentes relacionados con el presupuestos de hecho, no solo en cuanto a su efectividad,
sino también a la magnitud económica de las circunstancias comprendidas en él (cuando el
fisco conoce con certeza el hecho y valores imponibles.). Los elementos informativos pueden
haber llegado por conducto del propio deudor o del responsable (declaración jurada) o de
terceros (declaración jurada o simple información), o bien por acción directa de la
administración (investigación y fiscalización). Si la autoridad administrativa no ha podido
obtener los antecedentes necesarios para la determinación cierta, entonces puede efectuarse
por presunciones o indicios; es lo que se conoce como base presunta.
La determinación sobre base cierta se establecerá por los elementos que proporcionen los
contribuyentes y responsables, acompañado sus libros o registros contables y la
documentación que los respalde; también pueden obtener datos de las propias declaraciones
juradas presentadas con anterioridad por el contribuyente o de informaciones con
trascendencia tributaria suministradas por terceros. Esta información posibilita que el fisco dicte
una resolución determinativa fijada en un grado de certeza y exactitud.
HERMITAGE S.A C/ PE
“No es objetable que el legislador al establecer un tributo utilice la técnica de las presunciones.
La necesidad de acudir a éstas es admitida por la doctrina y receptada por los ordenamientos
jurídicos de diversos países”. Pero inmediatamente después aclaró “(…) aunque se ha
enfatizado que para evitar situaciones inicuas su uso debe ser limitado a aquellos casos en que
existan circunstancias especialísimas que lo justifiquen”.
Diaz y Espeche: la ley exige que las determinaciones de oficio estén fundamentadas por
hechos y circunstancias tales que lleven al convencimiento sobre su razonabilidad y legalidad.
Alvarez Echague: las determinaciones de oficio realizadas sobre la base presunta no pueden
constituir el único fundamento probatorio para sustentar una sanción penal, sea de multa o
privativa de libertad, pues ello no se compadece con elementales principios constitucionales
tales como la presunción de inocencia y el debido proceso; ya que requiere de pruebas directas
a los efectos e servir de fundamento de las sanciones a aplicarse.
El art. 20 detalla las presunciones que puede utilizar la AFIP para la determinación de oficio de
la obligación tributaria sustantiva.
ART. 18 “La estimación de oficio se fundará en los hechos y circunstancias conocidos que, por
su vinculación o conexión normal con los que las leyes respectivas prevén como hecho
imponible, permitan inducir en el caso particular la existencia y medida del mismo. Podrán
servir especialmente como indicios: el capital invertido en la explotación, las fluctuaciones
patrimoniales, el volumen de las transacciones y utilidades de otros períodos fiscales, el monto
de las compras o ventas efectuadas, la existencia de mercaderías, el rendimiento normal del
negocio o explotación o de empresas similares, los gastos generales de aquéllos, los salarios,
el alquiler del negocio y de la casa-habitación, el nivel de vida del contribuyente y cualesquiera
otros elementos de juicio que obren en poder de la ADMINISTRACION FEDERAL DE
INGRESOS PUBLICOS o que deberán proporcionarles los agentes de retención, cámaras de
comercio o industria, bancos, asociaciones gremiales, entidades públicas o privadas, cualquier
otra persona, etc.
En las estimaciones de oficio podrán aplicarse los promedios y coeficientes generales que a tal
fin establezca el Administrador Federal con relación a explotaciones de un mismo género.
A los efectos de este artículo podrá tomarse como presunción general, salvo prueba en
contrario que:
a) Las ganancias netas de personas de existencia visible equivalen por lo menos a TRES (3)
veces el alquiler que paguen por la locación de inmuebles destinados a casa-habitación en el
respectivo período fiscal.
b) Cuando los precios de inmuebles que figuren en las escrituras sean notoriamente inferiores
a los vigentes en plaza, y ello no sea explicado satisfactoriamente por los interesados, por las
condiciones de pago, por características peculiares del inmueble o por otras circunstancias, la
ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS podrá impugnar dichos precios y
fijar de oficio un precio razonable de mercado.
c) A los efectos de cada uno de los impuestos que se indican seguidamente, las diferencias
físicas de inventarios de mercaderías comprobadas por la ADMINISTRACION FEDERAL DE
INGRESOS PUBLICOS, luego de su correspondiente valoración, representan:
Montos de ventas gravadas omitidas, determinados por aplicación, sobre la suma de los
conceptos resultantes del punto precedente, del coeficiente que resulte de dividir el monto de
ventas gravadas, correspondientes al ejercicio fiscal cerrado inmediato anterior a aquel en que
se verifiquen las diferencias de inventarios, declaradas o registradas, ajustadas
impositivamente, según corresponda, por el valor de las mercaderías en existencia al final del
ejercicio citado precedentemente, declaradas o registradas, ajustadas impositivamente, según
corresponda.
Igual método se aplicará para los rubros de impuestos internos que correspondan.
3. En los impuestos sobre el patrimonio neto y sobre los capitales: bienes del activo
computable.
Se presume, sin admitir prueba en contrario, que en relación a los impuestos a las ganancias,
sobre el patrimonio neto y sobre los capitales, las diferencias de materia imponible, estimadas
conforme a los puntos 1 y 3 precedentes, corresponden al último ejercicio fiscal cerrado
inmediatamente anterior a aquel en el cual la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS
PUBLICOS hubiera verificado las diferencias de inventario de mercaderías.
Tratándose del impuesto al valor agregado, las diferencias de ventas gravadas a que se refiere
el apartado 2 serán atribuidas a cada uno de los meses calendarios comprendidos en el
ejercicio comercial anterior prorrateándolas en función de las ventas gravadas que se hubieran
declarado o registrado, respecto de cada uno de dichos meses. Igual método se aplicará para
los rubros de impuestos internos que correspondan.
c’) Las diferencias entre la producción considerada por el contribuyente a los fines tributarios
teniendo en cuenta las existencias iniciales y finales y la información obtenida por relevamiento
efectuado por imagen satelital, previamente valuadas en función de precios oficiales
determinados para exportación o en función de precios de mercado en los que el contribuyente
acostumbra a operar, representan:
Montos de ventas omitidas, determinadas por la suma de los conceptos resultantes del punto
precedente.
3)En los impuestos sobre los bienes personales y ganancia mínima presunta:
Se presume, sin admitir prueba en contrario, que las diferencias de materia imponible
estimadas, corresponden al ejercicio fiscal en el cual la Administración Tributaria hubiera
verificado las diferencias de producción.
Las diferencias de ventas a que se refieren el punto 2, serán atribuidas a cada uno de los
meses calendarios comprendidos en el ejercicio comercial, prorrateándolas en función de las
ventas gravadas y exentas que se hubieran declarado o registrado, respecto de cada uno de
dichos meses.
Igual método se aplicará para los rubros de impuestos internos que correspondan.
Montos de ventas omitidas determinadas por la suma de los conceptos resultantes del punto
precedente.
g) Los depósitos bancarios, debidamente depurados, que superen las ventas y/o ingresos
declarados del periodo, representan:
Montos de ventas omitidas, determinadas por la suma de los conceptos resultantes del punto
precedente.
Montos de ventas omitidas, determinadas por la suma de los conceptos resultantes del punto
precedente.
El pago del impuesto en estas condiciones no generará ningún crédito fiscal.
Las diferencias de ventas a que se refieren los puntos 2 y 3 de este inciso y de los incisos f) y
g) precedentes, serán atribuidas a cada uno de los meses calendarios comprendidos en el
ejercicio comercial en el que se constataren tales diferencias, prorrateándolas en función de las
ventas gravadas y exentas que se hubieran declarado o registrado.
Las presunciones establecidas en los distintos incisos del párrafo precedente no podrán
aplicarse conjuntamente para un mismo gravamen por un mismo período fiscal.
El art 17 “El procedimiento de determinación de oficio se iniciará, por el juez administrativo, con
una vista al contribuyente o responsable de las actuaciones administrativas y de las
impugnaciones o cargos que se formulen, proporcionando detallado fundamento de los
mismos, para que en el término de QUINCE (15) días, que podrá ser prorrogado por otro lapso
igual y por única vez, formule por escrito su descargo y ofrezca o presente las pruebas que
hagan a su derecho.
En el supuesto que transcurrieran noventa (90) días desde la evacuación de la vista o del
vencimiento del término establecido en el primer párrafo sin que se dictare la resolución, el
contribuyente o responsable podrá requerir pronto despacho. Pasados TREINTA (30) días de
tal requerimiento sin que la resolución fuere dictada, caducará el procedimiento, sin perjuicio de
la validez de las actuaciones administrativas realizadas, y el Fisco podrá iniciar -por una única
vez- un nuevo proceso de determinación de oficio, previa autorización del titular de la
ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS, de lo que se dará conocimiento
dentro del término de TREINTA (30) días al Organismo que ejerce superintendencia sobre la
ADMINISTRACION FEDERAL, con expresión de las razones que motivaron el evento y las
medidas adoptadas en el orden interno.
El procedimiento del presente artículo deberá ser cumplido también respecto de aquellos en
quienes se quiera efectivizar la responsabilidad solidaria del artículo 8º.
En caso de que el fisco rechace el pedido de prórroga, y el plazo de 15 días para contestar la
vista esté vencido, debe concederle al contribuyente un plazo de dos días para que presente su
defensa.
La resolución de vista
La resolución de vista es el acto que da inicio al procedimiento y que tiene por fin hacer
conocer los motivos que han llevado a la fiscalización a cargo a reclamarle el pago de una
deuda, por lo que es una declaración unilateral efectuada en ejercicio de la función
administrativa que produce efectos jurídicos directos. La vista será válida en tanto en cuanto
indique con precisión el contribuyente o responsable, la base imponible, el tributo y períodos
rectificados, los hechos y el derecho que dieron lugar a ella.
La vista es un acto administrativo emitido por la AFIP mediante el cual se pone a consideración
del contribuyente o responsable las impugnaciones y cargos formulados por la inspección en el
procedimiento de verificación y fiscalización, en este se toma conocimiento de cuál es la
obligación tributaria sustantiva que el fisco considera que debe abonarse. A los fines de poder
ejercer el derecho de defensa en juicio, la vista debe contener DETALLADO FUNDAMENTO de
las impugnaciones y cargos formulados por la inspección, como así también poner a
conocimiento y consideración todas las actuaciones administrativas llevadas por el organismo
fiscal. El incumplimiento por parte del fisco de estas exigencias hacen del procedimiento de
determinación de oficio nulo de nulidad absoluta por incumplimiento de los procedimientos
legales establecidos en la ley.
Se exige que junto a la vista se disponga la instrucción de sumario por la presunta infracción
cometida, la cual tiene por fin impartir seguridad jurídica al procedimiento, evitando
pronunciamientos contradictorios en diferentes procedimientos administrativos o procesos
judiciales, uno por la determinación impositiva y el otro por la sanción penal. Si así no ocurriera
se entenderá que la AFIP no ha encontrado mérito para imponer sanciones, con la
consiguiente indemnidad del contribuyente.
Prueba
Es un deber del fisco requerir y producir los informes y dictámenes necesarios para el
esclarecimiento de los hechos y la verdad jurídica objetiva.
Las formalidades: que se deben atender en la interposición del recurso de apelación al Tribunal
Fiscal de la Nación, que no se podrá ofrecer la prueba que no hubiera sido ofrecida en el
correspondiente procedimiento ante la DGI.
Etapa probatoria
La prueba debe ser producida dentro del término de 30 días posteriores a la fecha de
notificación del auto que las admite. Este puede ser prorrogado mediante resolución fundada
por un lapso igual y por una sola vez.
En conformidad con el principio de la verdad material, el juez administrativo puede disponer las
verificaciones, controles y demás pruebas que, como medidas para mejor proveer, considere
necesarias para establecer la real situación de los hechos.
La ley de procedimientos administrativos establece en el art. 46 “Se admitirán todos los medios
de prueba, salvo los que fueren manifiestamente improcedentes, superfluos o meramente
dilatorios”.
La providencia que ordene la producción de prueba se debe notificar a las partes interesadas
indicando qué pruebas son admitidas y la fecha de la o las audiencias que se hubieran fijado.
La notificación se debe diligenciar con una anticipación de 5 días, por lo menos a la fecha de la
audiencia.
- Testimonial: los testigos son examinados en la sede de la AFIP , a cuyo efecto se fija
previamente día y hora de la audiencia y una supletoria para el caso de que no
concurran a la primera. La incompetencia de estos a ambas audiencias hace perder al
proponente el testimonio de que se trate, pero la ausencia de este último no obstará al
interrogatorio de los testigos presentes.
- Los testigos son libremente interrogados por el funcionario competente sin perjuicio de
los interrogatorios que el contribuyente o responsable puede presentar hasta el
momento de la audiencia. Se debe labrar acta de todo lo actuado.
- Peritos
El segundo parr. Del art. 17 ley 11.683 establece: “(…) evacuada la vista o transcurrido el
término señalado, el juez administrativo dictará resolución fundada determinado el tributo e
intimando el pago dentro del plazo de 15 días.
En un mismo orden de ideas sigue el art. 74 ley 11.683 “las sanciones deberán aplicarse en la
misma resolución que determina el gravamen. Si así no ocurriera se entenderá que la AFIP no
ha encontrado mérito para imponer sanciones, con la consiguiente indemnidad del
contribuyente”.
Empero el art20 de la ley 24.769 prevé, para el supuesto de que los considerandos de la
resolución de determinación de oficio surgiese que se ha configurado el tipo penal de algunos
de los delitos tributarios establecidos en la ley penal tributar, que la autoridad administrativa se
debe abstener de aplicar sanciones hasta que sea dictada la sentencia definitiva en sede
penal. En este caso no resulta aplicable lo establecido en el art. 74 ley 11.683 y, una vez firme
la sentencia penal, el fisco puede recién en esta instancia proceder a aplicar las sanciones que
correspondan, sin alterar las declaraciones de hechos contenidas en la sentencia judicial.
La resolución de determinación de oficio tiene importantes efectos penales ya que el art. 18 ley
24.769 establece que el fisco solo puede formular denuncia una vez dictada la determinación
de oficio de la deuda tributaria. El art. 20 de dicha ley aclara que la formulación de la denuncia
penal no suspende ni impide la sustanciación y resolución de los procedimientos tendientes a
la determinación y ejecución de la deuda tributaria, ni la de los recursos administrativos,
contenciosos administrativos o judiciales que se interpongan contra las resoluciones recaídas
en aquellos.
Dr. Riggi:
“Conforme lo establecido en el art. 18 ley 24.869, para sustentar una denuncia penal por un
delito tributario, la AFIP debe necesariamente dictar resolución de determinación de oficio de la
deuda o de convicción administrativa de existencia de un ilícito, lo cual hace a la plena vigencia
de los montos impuestos como condición objetiva de punibilidad y permite que el sujetos
investigado pueda ejercer su derecho de defensa en la instancia administrativa donde tiene la
oportunidad de discutir la cuantificación de la deuda.”
Art. 17 ley 11.683: “En el supuesto que transcurrieran noventa (90) días desde la evacuación
de la vista o del vencimiento del término establecido en el primer párrafo sin que se dictare la
resolución, el contribuyente o responsable podrá requerir pronto despacho. Pasados TREINTA
(30) días de tal requerimiento sin que la resolución fuere dictada, caducará el procedimiento,
sin perjuicio de la validez de las actuaciones administrativas realizadas, y el Fisco podrá iniciar
-por una única vez- un nuevo proceso de determinación de oficio, previa autorización del titular
de la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS, de lo que se dará
conocimiento dentro del término de TREINTA (30) días al Organismo que ejerce
superintendencia sobre la ADMINISTRACION FEDERAL, con expresión de las razones que
motivaron el evento y las medidas adoptadas en el orden interno.”
El principio de inmutabilidad y certeza del derecho impide al fisco, una vez dictada la resolución
determinativa de oficio, modificarla unilateralmente. La ley 19.549 dispone “el acto
administrativo regular, del que hubieren nacido derechos subjetivos a favor de los
administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede administrativa una vez
notificado”.
La resolución por la cual se determina la obligación tributaria solo puede ser modificada:
1) En caso de que se descubran errores de hecho, omisión o dolo por parte del
contribuyente, responsable o tercero de la exhibición de datos y elementos que
sirvieron de base para la realización de la determinación de oficio.
2) Cuando se haya dejado constancia de su carácter parcial y definido los aspectos que
han sido objeto de la fiscalización; esta hipótesis no es, en realidad, una causa de
modificación, sino una circunstancia que habilita una nueva determinación sobre
conceptos diferentes.
Es un procedimiento especial de determinación impositiva (art. 31) que se aparta del regulado
por el art. 17, es de carácter excepcional y tiene que ser utilizado en los casos taxativamente
previstos por la ley, por lo que se debe aplicar en forma restrictiva por parte del fisco.
Para que la AFIP pueda proceder al cobro de las obligaciones fiscales de los contribuyentes
deben reunirse los siguientes presupuestos:
- Que el contribuyente no haya prestado declaración jurada por uno o más períodos
fiscales.