Está en la página 1de 12

l República Bolivariana de Venezuela

Universidad del Zulia


Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

CONTRIBUCIÓN DEL DOCENTE AL FOMENTO DE LA ÉTICA EN LOS

ESTUDIANTES

EVELYN NAVARRO GOMEZ

JOHANA JIMENEZ

JOHAN YANCE

INGRID OÑORO

Trabajo presentado al Dr:

JOAN MANUEL LOZADA

En el Seminario Docencia y Ética

Maracaibo, Febrero 27 de 2014


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

CONTRIBUCIÓN DEL DOCENTE AL FOMENTO DE LA ÉTICA EN LOS


ESTUDIANTES

Educar, que considerando su procedencia del latín Educere, significa sacar,

extraer de dentro de un individuo, de forma consciente, a partir de acciones de

intervención en cualquiera de sus dimensiones: saber, hacer, ser o convivir, es un

acto que parte de la esencia del sujeto, de un sumo respeto hacia él. Luego, el

educador debe moldear la materia prima que el estudiante le presenta, pero

atendiendo de manera muy personal al ser que está formando.

Desde esta perspectiva, el docente debe generar situaciones que sean la base

para disuadir al estudiante de la importancia de la cultura, del valor del

conocimiento, y la transcendencia que tendrá su vida si ama el saber, si participa

voluntariamente en el proceso de ser educado. Se trata de una ardua tarea, en la

que la relación personal entre docente y alumno tendrá un lugar central para hacer

posible que la educación pueda redimensionar y reconstruir la imagen de ser

humano, pues en la actualidad se debe recuperar urgentemente la dimensión

humana creadora para responder activamente a los desafíos que el mundo le ha

planteado, para actuar, generar, proponer y humanizar su entorno. En otras

palabras preparar para la vida, pero para vivir y construir vidas, ya no sólo en
l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

función del futuro sino también del presente, como seres valiosos y productivos de

su sociedad.

Todo lo anterior entraña considerar dos planos de acción o de actuación: preparar

para la vida desde el cuidado y la atención a sí mismo (el ser), y preparar para la

vida desde el cuidado y la atención al prójimo o a la sociedad (el convivir), claro

está, sin dejar de lado la concepción de la educación como transmisora y creadora

de cultura (el saber) y como promotora de un constante diálogo del estudiante con

el mundo para desarrollar su habilidad de corresponder desde el presente (el

hacer).

Así, la educación aborda un cuestionamiento permanente, coexisten dos

exigencias fundamentales: Una relacionada con los conocimientos que deben ser

creados, re-creados, mantenidos, atesorados y transmitidos de generación en

generación; y otra, referida al sentido de todas estas prácticas y que se traduce en

una palabra, ética. Todo acto educativo contiene un componente ético, por su

concepción toda educación es o deber ser en su esencia ética y toda educación es

un acto político, no solo por el ejercicio formativo en sí mismo, sino por sus

consecuencias.

Ninguna de las acciones que se lleven a cabo en una institución educativa deben

transcurrir al margen de la dimensión ética y cabe reconocer que pueden

constituirse en una experiencia de eticidad, entendida esta como un modo de

convivencia, en el que tanto la persona como el otro son importantes y valiosos,

que establece relaciones de sentido que llevan a un crecimiento de libertades


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

mutuas dirigidas a resolverse en responsabilidades compartidas que se ejercen en

las relaciones personales, institucionales y sociales.

Estos planteamientos reclaman necesariamente la enunciación de quién es o debe

ser el maestro en el escenario educativo. Aunque el estudiante está situado en el

centro de la educación de las nuevas generaciones, ahora es imperativo

considerar un aspecto primordial: en la educación el maestro es un ser valioso en

permanente relación con los estudiantes en el proceso pedagógico. Es él quien

materializa el proyecto educativo. Es él quien da fecundidad a la concepción

pedagógica preponderante, quien en su actuar cotidiano forma a los alumnos

según la concepción que la sociedad tiene y espera de ellos. Es él quien hará

posible que la educación conserve su carácter ético.

Ahora, ante los nuevos desafíos de nuestra sociedad y de la educación, se debe

concebir al ser humano como un ser rico en potencial y posibilidades, un ser

creador, en permanente diálogo con el mundo. Toda educación significa para el

docente como para el estudiante un ejercicio de socialización en el que se

adentran en el torrente de un mundo ya existente, colmado de contenidos, de

categorías, de escalas valorativas y de auténticos y considerables núcleos

morales, normativos, en ocasiones restrictivos, otras, permisivos. Pero aquí no

solo tiene lugar la transmisión e incorporación de estos, por el contrario es un

proceso en el que el individuo crea y recrea la interpretación del conocimiento, un

juego de resignificación y si se quiere de libertad en relación con saberes que

compendian representaciones sociales, tradiciones culturales, referencias éticas,


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

morales y normativas, donde el conocimiento de un sentido ético y moral del

mundo pasa, en mayor o menor medida, por un grado de apropiación y validación,

del comportamiento moral y ético.

La Escuela y el fomento de la ética en los estudiantes

Son las organizaciones educativas las responsables de contribuir a la cimentación

del vivir solidario mediante la implementación de un proceso de construcción de

eticidad, entendido como creación gradual y plural de un tejido de valores

compartidos que orienten el desarrollo de un proyecto de vida instituido en la

perspectiva ética que apunte al diseño y materialización de la mejor de las

posibilidades de un futuro valioso. El diseño de estas posibilidades debe estar

guiado por el poder del conocimiento orientado a la mejora de la calidad de vida

humana, social y ambiental, por medio de la solución de problemas

fundamentales, la formulación de orientaciones que encaucen a la sociedad y el

aporte para dar sentido al uso de la tecnociencia en concordancia con la dignidad

de la vida. Todos estos elementos deben armonizarse en la reflexión filosófica,

desde la tolerancia en el diálogo intercultural para solventar las diferencias

políticas y culturales que existan, logrando así la instauración de acuerdos

específicos en las distintas áreas donde la ética aplicada se emplee.

Es fundamental que las políticas del Estado apunten a orientar y generar los

cambios que las instituciones y los docentes necesitan, para convertir a éstas

últimas en espacio de la comunidad en el que se desarrolle el proceso creación y

recreación de la cultura y, como instancia establecida para la formación de los


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

ciudadanos, generar desde allí la reflexión para indagar por el tipo de ciudadanos

y de proyecto ético que quiere ayudar a formar, la planificación del proceso de

construcción de una sociedad civil fuerte y organizada y la acción de la comunidad

para asegurar la convivencia democrática. Hacer de la escuela un espacio natural

para el diálogo ético e intercultural, la formación, la humanización de sus

miembros y centro generador de eticidad.

La escuela como espacio comunitario por excelencia donde se promueve el

diálogo reflexivo entre los sujetos que participan en el proceso educativo y el

mundo que les rodea, proporciona a la sociedad la gran oportunidad de gestar

nuevos comportamientos, en una acción compartida, más allá de los actores

internos a los que se ha establecido, para lograr la formación intelectual,

espiritual y social de individuos más humanizados que estén en consonancia y

proyección hacia los demás como forma de buscar su plenitud personal en la

medida que impulsa la realización del otro en una acción colectiva compartida.

El docente y el fomento de la ética en los estudiantes

Los educadores, al planificar y desarrollar la acción docente, deben reconocer y

apoyarse en la naturaleza y el potencial de las fuerzas espontáneas que se

manifiestan en la comunidad escolar y de sus referencias éticas, morales y

normativas, pues una educación capaz de generar cultura para la construcción de

nuevas sociedades no puede ni podrá darse si no es en la co-construcción y en la

co-creación que surge de la interacción entre quienes dialogan en el espacio


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

educativo cotidiano. Ahora bien, para reconocer esas fuerzas que actúan en la

comunidad educativa es fundamental escrutar el contexto en el que se

desenvuelve el estudiante, lo que permitirá tener un panorama más amplio de

todos los factores que se manifiestan en ella, pues todos ellos influyen en la

representación que cada estudiante tiene del mundo.

De esta manera, el docente podrá lograr mayor éxito en su labor de co-creador,

co-constructor, co-generador de cultura y de redimensión y reconstrucción del ser

humano cuyos actos estarán guiados hacia fines y valores compartidos, que

resguarden la dignidad humana, la vida y el bien común. Así la sociedad se

fortalecerá y logrará mayor eficacia para enfrentar y combatir la avalancha de

elementos enajenantes y desintegradores que hoy invaden a los individuos en

formación, causándoles anomia, desinterés por el otro, fomento del egoísmo,

deseo enfermizo de llenarse de bienes materiales, estimulando el consumo

excesivo como elemento de recreación aun a costa del daño a la salud personal.

El desafío de los docentes conlleva una enorme trascendencia ética: formar

sujetos libres, autónomos, pero también felices y en constante relación

constructiva con los demás. Porque aunque la ética es en sí misma primariamente

personal, esta primacía no conlleva una indiferencia hacia una “ética social”. En

esta doble perspectiva es donde deben situarse los quehaceres sociales de los

docentes. Porque en ellos se asienta mucho de lo que fundamenta su

trascendencia en la vida de cada individuo, asociada a la prestación de un servicio


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

social, con proyección y vocación públicas. Y esto no puede hacerse de cualquier

manera, debe concebirse como una verdadera formación ética de carácter social.

Lograr estos objetivos exige la elaboración de propuestas que coadyuven a


lograr una buena acción formativa en cooperación con los demás destacados
agentes de la comunidad a la que pertenece conjuntamente con el sujeto
participante en el proceso de formación.

Una tarea necesaria del docente en el fomento de la eticidad en sus estudiantes

debe ser el desarrollo de la autonomía en estos. Coadyuvar a la construcción de

individuos capaces de pensar por sí mismos, de actuar por convicción personal,

de tener un sentido crítico, de asumir responsabilidades requiere reconocer sus

capacidades para aprehender los valores, actitudes, normas que le trasmiten los

diferentes ámbitos de socialización, al tiempo que se palpa su habilidad de

apropiarse activamente de estos contenidos culturales, resignificarlos y construir

nuevos valores. Se trata de generar escenarios, o aprovechar las situaciones que

se susciten en el devenir cotidiano del proceso educativo, que favorezcan el

desarrollo de una conciencia moral autónoma, subrayando la profunda

aprehensión y dependencia del ser humano del contexto cultural en el cual se

forma, por ser este el que le da los elementos para construir su recreación del

mundo, al tiempo que se reconoce su capacidad de razonamiento, de abstracción

que le permite tomar distancia de esto que le es dado, y asumirlo críticamente a

partir de valores y principios que hacen referencia a saberes universales.


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

El docente en su acción educativa también debe generar espacios que le permitan

al sujeto su desarrollo como individuo humanizado y humanizante. Esto, aunado a

la diversificación, la coordinación, la jerarquización, la toma de conciencia de sus

motivaciones en relación con el proceso de co-creación de cultura y redefinición

del ser humano, con la cimentación de su vida social y laboral como ser valioso y

productivo de su sociedad, y el papel que allí tiene su propia determinación y la

orientación a partir de un sentido y una significación muy personal, respecto a lo

que es una vida buena, una vida deseable; debe capacitarlo y posibilitarle la

generación de proyectos de realización personal, empezando por un proyecto

dentro de su vida escolar y avanzando hacia un proyecto laboral y profesional y de

forma más amplia un proyecto de vida.

El quehacer docente en su actuación co-creadora y co-constructora de individuos

con comportamientos éticos demanda de un ejercicio constante en torno a un

proyecto ético que, a través de la reflexión permanente, haga conscientes a todos

los participantes de la preponderancia de criterios, normas y actitudes que

favorezcan la convivencia y permitan el desarrollo de unos propósitos individuales

en una acción colectiva compartida; de la misma forma que se establecen

escenarios de aprendizaje y reflexión en la convivencia y para la convivencia, el

docente debe instaurar al mismo tiempo espacios para la promoción de la

democracia como estructura y como cultura. La construcción de una sociedad

democrática abarca todos los ámbitos de la vida social e involucra la inmersión en

la vida personal y laboral. La búsqueda del consenso en torno a unos mínimos


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

hace parte de la construcción de eticidad en la comunidad educativa. Esta

construcción no parte de cero, retoma parte de los valores que han sido

aprehendidos en el proceso de socialización y que debe ser apropiado y

reconstruido para aportarlos en la generación de la cultura democrática, una forma

de ser que se plasma en la aspiración personal y colectiva de la comunidad hacia

los valores. Valores como el respeto mutuo, la cooperación, la reciprocidad, la

equidad, la libertad, la solidaridad, la democracia, el sentido de la responsabilidad

y cuidado de uno mismo, de los otros, de la naturaleza, etc.

El docente, en el desarrollo de su actuación educativa, en todos los momentos del

diálogo reflexivo que establece el individuo con la sociedad y que le lleva a la co-

creación de la culturas y co-generación de un nuevo ser humano debe tener como

uno de sus propósitos la batalla contra la doble moral que separa y coloca en

oposición lo que se dice y lo que se hace, nublando el juego de resignificación y

de relación con saberes que comprenden representaciones sociales, tradiciones

culturales, referencias éticas, morales y normativas, pues estrangula la

apropiación y validación del comportamiento moral y ético; En la actualidad, donde

impera la competitividad y el individualismo, la doble moral tiene un alto peso en

nuestra vida social y genera, de un lado escepticismo y rechazo de parte de los

individuos hacia todo lo moral, en su conjunto, y de otro, un facilismo, dado que

la educación en la eticidad se reduce muchas veces a unos enunciados que se

consignan en un texto o se queda en un documento. El logro de una coherencia y


l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

consecuencia entre la teoría y la práctica es uno de los retos más grandes para el

docente.

El reconocimiento de la integridad del ser humano, de un sentido profundo de

totalidad en todas sus experiencias y manifestaciones es una exigencia para la

construcción de eticidad en los estudiantes; admitir que sólo con fines analíticos es

posible separar lo cognitivo, lo afectivo, lo intuitivo, lo racional, etc. Las demandas,

exigencias, expectativas de la vida social tienden a fragmentar al individuo. La

escuela debe buscar hacer un reconocimiento de la persona en la singularidad y

sentido de unicidad que tienen todas sus expresiones y todas sus vivencias, debe

luchar contra todas las prácticas que tienden a la homogeneización. La actuación

del docente en el proceso de construcción de la escuela como proyecto

multicultural, requiere de ámbitos de diálogo intercultural que contribuyan al

reconocimiento de la diferencia, la pluralidad y la singularidad, al tiempo que se

trabaje en la reducción de las desigualdades, en búsqueda de la equidad, en

términos de una educación que favorezca la igualdad de oportunidades.

Por último y como conclusión, la educación concebida como un proceso en el que

los individuos, los ambientes y los elementos pedagógicos se relacionan como

parte de un todo en un diálogo reflexivo que permite la aprehensión de la cultura,

las representaciones sociales, tradiciones culturales, referencias éticas, morales y

normativas y la posterior resignificación, apropiación y valoración de estos para la

generación una nueva realidad; puntualiza que la acción de un elemento de este

proceso define a los otros. Por lo tanto, no puede plantearse un concepto de ser
l República Bolivariana de Venezuela
Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades
División de Posgrado
Maestría en Gerencia Educativa

humano para formar a los estudiantes en la eticidad sin que en el docente esté

implicado en esta concepción. Esta imagen de ser humano es encarnada por el

docente en su ser y actuar cotidiano y es él quien, como representante de la

sociedad, hará posible desde sí mismo nuevas relaciones y marcos pedagógicos

en los que se podrá desarrollar el potencial del sujeto en su aspecto ética. En la

actualidad es necesario ubicar a los docentes junto al estudiante, en el centro del

proceso pedagógico, ya que la formación de este último en la eticidad no puede

separarse de la actuación y la concepción ética del maestro.

También podría gustarte