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N° 2 – Sultán 175
HISTORIAS
En las mesas de la recepción, hay letreros pequeños en donde se —Me encantó, fue muy especial.
anima a los visitantes a solicitar información por si desean ofrecerse —¡Me alegro! ¿Puedes ahora ir con esta otra voluntaria? Estarán
como voluntarios en el Templo. Hace varias semanas se me acercó un juntos en la bienvenida inicial. Te sugiero que observes cómo lo hace
joven de 17 años llamado Hernán, quien me preguntó: ella para recibir a los visitantes y ofrecer la primera explicación.
—Visité el Templo, me gustó muchísimo. Veo que ustedes Al cabo de una hora, ambos regresaron a la recepción. La
aceptan voluntarios, me gustaría saber cómo es eso. voluntaria dijo:
Le expliqué cuáles son las opciones para ofrecer voluntariado en —Los últimos 20 minutos estuvo Hernán solo dando la
el Templo. Cuando terminé, Hernán dijo: bienvenida. ¡Estaba tan feliz!
—Me gustaría ofrecer ayuda como guía. Yo miraba el rostro de Hernán y se le veía radiante. Tuve que
—¡Muy bien! ¿Cuándo puedes venir? contener mis deseos de ir a abrazarlo de pura felicidad.
—Puedo venir el viernes. Hernán se quedó el resto de la jornada sirviendo como guía en
—Entonces, si te parece, podemos juntarnos a las 3 de la tarde. varios puestos, siempre acompañado de otros voluntarios. Cuando ya
Tendremos una breve capacitación y definiremos cómo vas a nos estábamos despidiendo después de una jornada agotadora, dijo:
empezar. —¿Puedo venir mañana también?
El día viernes Hernán se presentó puntual a la hora acordada. —¡Claro, perfecto!
Leímos el Manual de Guías y le entregué además el libro breve sobre —Bien, vendré por la tarde.
Bahá’u’lláh que se publicó para Su Bicentenario. Leyó con avidez —Acá nos vemos.
ambos documentos, después de lo cual hablamos sobre el servicio de Llegó puntual a las 3 y nuevamente se quedó hasta el cierre de la
los guías. jornada. Al final del día se integró a la colación sencilla que había
Cerca de la hora de apertura del Templo llegaron otros para los voluntarios y compartió como uno más. Parecía que había
voluntarios que empezaron a desplazarse hacia sus puestos de encontrado su sitio.
servicio. Le dije al joven: Antes de irse se me acercó nuevamente. Me dijo:
—Hernán, acompaña por favor a esta voluntaria. Ella estará —Me gustaría leer otras cosas sobre la Fe. Necesito conocer más.
dentro del Templo, te sugiero que observes bien cómo ella hace Le presté un libro introductorio que recibió feliz.
entrega del librito de oraciones a cada visitante. —Gracias, lo voy a leer. ¡Volveré la próxima semana! Creo que
Hernán se fue al Templo acompañado de la voluntaria y estuvo puedo venir todos los sábados, y quizás los viernes también.
una hora ahí. Al término de su turno le pregunté: Desde ese día, Hernán ha venido ya muchas veces. Además de los
—¿Cómo te fue? viernes y sábados, viene también los jueves. Ha servido como guía en
todos los puestos, ha ayudado en los jardines y en la limpieza, y ha Cuando bajamos del auto, mi amigo me dijo:
expresado su deseo de participar en las actividades del instituto Vida —Me parece muy impresionante que alguien que ni siquiera
con Sentido. ¡Se le ve tan integrado y cómodo que da la impresión había estado aquí hubiera sido afectado por el Templo. Es evidente
que llevara años sirviendo en el Templo! que se ha convertido en un lugar importante para la ciudad.
***** *****
Vine hoy al Templo en Uber. El conductor, que era un seguidor de
Para venir al Templo tomé hoy un Uber junto con un amigo de Brasil Krishna, me empezó a hacer preguntas sobre el lugar y le conté varias
que visitaba por primera vez el lugar. Cuando el conductor supo cosas. Cuando llegamos me dijo:
nuestro destino nos preguntó: —¿Puedo bajar contigo y conocer el lugar? Me gustaría
—¿Ustedes ya han ido al Templo Bahá’í antes? aprovechar que ya estoy acá.
Mi amigo respondió: —¡Claro! Mira, ya es casi la hora de cierre así que no estoy segura
—No, nunca he ido. de que nos dejarán subir, pero podemos preguntar.
El conductor le dijo: Pudimos pasar justo a tiempo. El conductor alcanzó a estar un
—La Fe Bahá’í es la religión más nueva que existe, y este Templo rato dentro del Templo sin nadie más, pues ya todos se habían ido. Al
es el único que hay al sur del mundo. salir me dijo:
—Parece que usted ya lo conoce… —Yo quiero participar de esto. Me hace mucho sentido, nunca
—En realidad, no, pero me he preocupado de investigar un poco había visto algo así.
porque hay mucha gente que pregunta por el Templo. No he ido, El hombre es oriundo de La Serena, y justo ese día había un
pero es importante informarse igual. voluntario que había vivido muchos años en esa misma ciudad. Se
Hizo una pausa y luego añadió: quedaron ellos conversando un buen rato; al final del día, lo vi partir
—Creo que este Templo ha sido muy bueno para Santiago. Nos ha con varios libros bahá’ís bajo el brazo.
ayudado a los santiaguinos a reflexionar que debemos dar la
bienvenida a todas las personas, sin importar de dónde vengan.