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Arma

Un arma es una herramienta de agresión útil para la caza y la autodefensa, cuando se usa
contra animales, y puede ser utilizada contra seres humanos en tareas de ataque, defensa y
destrucción de fuerzas o instalaciones enemigas, o simplemente como una
efectiva amenaza. Un arma es por tanto un dispositivo que amplía el alcance y la magnitud
de una fuerza.1 Según otra interpretación, podrían definirse como los dispositivos más
sencillos que utilizan ventajas mecánicas para multiplicar una fuerza.2En ataque, las armas
pueden ser utilizadas como un instrumento de coacción, por contacto directo o mediante uso
de proyectiles. Estas herramientas, por tanto, van desde algo tan sencillo como un palo
afilado a un complejo aglomerado de tecnologías, como un misil balístico intercontinental.
En sentido metafórico, cualquier cosa capaz de causar un daño puede ser entendida como
arma, y en este sentido se interpreta el desarrollo de la guerra psicológica durante las guerras
del siglo XX. Como ejemplo: los aviones Junkers Ju 87, conocidos como "Stukas",
activaban sus bocinas en los bombardeos en picado para inducir temor a sus enemigos.
Más recientemente, se han diseñado armas no letales, diseñadas para ser utilizadas por
grupos paramilitares, fuerzas de seguridad o incluso tropas en combate, y cuyo objetivo es
provocar daños suficientes para neutralizar a un adversario sin causarle la muerte y
minimizando su impacto sobre el medio ambiente.3 En la práctica, se entiende que cualquier
elemento capaz de dañar podría ser considerado un arma (aun cuando esta no fuera su
principal función), dependiendo de las circunstancias y fines con que se la utilice. Criterio
similar es el utilizado en la Ciencia del Derecho, donde el puño, pese a no ser su función
inmediata la de dañar, puede llegar a ser considerado un arma.[cita requerida] Sin embargo,
según el Derecho penal vigente en muchos países, un objeto no puede ser considerado como
arma si no fue creado con las funciones específicas de ataque o defensa. Por ejemplo, la
legislación española establece que:
En este sentido, para que un objeto pueda ser reputado jurídicamente como "arma", al
momento de su fabricación debe haber tenido como finalidad primordial la de ser utilizado
como "arma", ya sea de ataque o defensa.

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