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Amor y Amores

Arlet Baltazar

Fue la primera historia que escribí pasando por momentos difíciles


de mi vida. Mi madre se encontraba enferma y necesitaba liberar un
poco de esa frustración interna que me acechaba día a día.
Sinopsis

Hay tantas personas en el mundo, cuando caminas rodeadas de


ellas y te sientes invisible, cuando levantas la mirada y no hay nadie
que se encuentre con la tuya… cuando aparece esa persona especial,
aquella que le da sentido a todo tu mundo ¿amor?...

Qué pasaría si al encontrarla la dejas ir, si los obstáculos


que se ponen en medio te cansan y ya no quieres seguir intentándolo,
si te dejas caer y no quieres levantarte… ¿es tu culpa ser tan débil?, si
para estar con la persona amada necesitas cruzar un puente, pero el
miedo no te lo permite… ¿es tu culpa?. Al otro extremo él te mira y
sonríe… sabe que tienes miedo, que a pesar de que no lo sigues se
queda de pie esperando… confiando en que vas a poder llegar a él.

Es amor cuando el cuerpo se mueve solo, cuando el miedo


es superado por las ansias, porque sabes que en ese otro extremo te
esperan los labios, las manos… la vida junto a él.
Perdí tu corazón

—Yo...—Joon contenía el aire dentro de sus pulmones, su corazón estaba tan acelerado
que pensaba que iba a sufrir una enfermedad—estoy enamorado...— cada una de las
palabra lo estaba matando, no podía levantar la vista, era hermosa... era única, la
persona que le causaba todas estas emociones— de ti...

Joon estaba rojo pero ansioso de escucharla, la amaba desde el primer día que la vio,
jugando con un gato afuera de la escuela, era una chica preciosa y le había costado
mucho acercarse, era tímido a pesar de las apariencias y ella demasiado popular entre
los chicos, aunque no estuviera realmente consciente de ello. So Hyun lo miraba con
ojos de conejo, ¿estaba despierta?, no sentía sus piernas, no sentía la brisa, solo sus
mejillas ardiendo... era Joon, su chico soñado, su amor... se estaba declarando,
¿aquí?... en la escuela, no podía ser, no lo podía creer.

Antes de darse cuenta So Hyun salió corriendo dejando a Joon solo y con el corazón
roto, pero ella no lo estaba rechazando, no, claro que no. So Hyun se había ilusionado
con él desde que lo vio tocando el piano en la sala de música, se veía tan maduro y
tranquilo, desde aquel día siempre lo seguía con los ojos, cuando jugaba futbol, cuando
estaba almorzando y de vez en cuando ambos cruzaban miradas en los pasillos.

Presente—

— ¡Ya!... ¿Por qué siempre tienes que recordarlo?, acaso no te he pedido muchas
veces que lo olvides...— So Hyun le daba un golpe a su novio, siempre le recordaba lo
mal que se sintió cuando ella lo dejo en aquel árbol, después de haber reunido tanto
valor para declararse.

—Por más disculpas, jamás podría olvidarme... ¿Cómo crees que me sentí? —Joon se
reía de su adorable novia, era la mujer más dulce e inocente tanto así que no podía
dejar pasar la oportunidad para jugarle algunas bromas.

—No fue mi culpa...—So Hyun estiraba sus labios arrugando la frente y mirándolo de
reojo —era muy joven...—ahora se sonreía recordando lo tonta que fue en ese
momento.
5 años atrás—

— ¡Me quiere!— le grito a sus amigas en la sala mientras entraba corriendo y se tiraba
emocionada en los brazos de Missa — ¡Joon me quiere!..— lo repetía para poder
creerlo, no estaba segura de que fuera real.

— ¡AH! — Las chicas gritaban y saltaban emocionadas, era el sueño de su amiga y se


había vuelto realidad— ¿ya son novios?... ¡Ah! ¡Que romántico! —entonces Missa vio
la cara de su amiga, ya no estaba sonriendo, lucia pálida como una flor en invierno—
¿Qué sucede?

—yo... — su voz se he asemejaba a un hilo muy fino—no le respondí...— le


confesó.

Se había emocionado tanto que no le había respondido nada a Joon, lo dejo solo...
¿quizás?... y antes de que su amiga le preguntara algo nuevo salió corriendo hacia el
patio, rogaba para que siguiera allí, para encontrarlo y decirle cuanto lo amaba pero ya
era muy tarde, no había nadie en el patio, tampoco estaba en su salón, no estaba en la
cancha de futbol... era como si hubiera desaparecido.

Al día siguiente no fue a la escuela, pasaron dos días sin verlo, So Hyun lo esperaba
hasta que el primer timbre de la mañana sonaba, pero ya eran tres días y no sabía
nada de él, ¿y si no lo volvía a ver?

—Yi Jung sunbae, ¿Qué puedo hacer?... no lo he visto desde la confesión—le decía a su
amigo de camino a casa. Su mejor amigo en el mundo, siempre la ayudaba con sus
problemas y esperaba recibir un buen consejo de él, como siempre.

—Creo que lastimaste sus sentimientos... es mejor que lo olvides, el orgullo de un


hombre es algo muy difícil de reparar— Yi Jung se molestaba mucho cuando ella
hablaba de Joon, celos, esa era la palabra, pero ella no parecía darse cuenta de nada o
era muy tonta o demasiado inocente para comprenderlo.

— ¡No digas eso!.. — reclamo So Hyun.


Caminaban de regreso a su casa cuando lo vio, lo reconocía por espalda ancha y esos
hombros fuertes, ¿Qué hacia Joon por la calle de su casa?, él vivía en al otro lado de la
cuidad... ¿acaso? Sin pensarlo más salió corriendo, dejo olvidado el bolso y sus libros,
solo corría lo más rápido que su cuerpo le permitía, cada vez lo tenía más cerca, si... lo
estaba alcanzando y no lo dejaría. Se tiro contra su espalda y cruzo sus manos
alrededor del cuerpo de Joon, pego su cara y sintió el olor de su perfume.

—Te quiero... —le dijo ella tímidamente — te quiero...—le repitió más fuerte,
agarrando sus ropas con los dedos.

Presente—

Tres años han pasado desde que So Hyun y Joon se convirtieron en novios, desde que
asistieron juntos a la misma preparatoria y luego de la extraña pero cómica confesión
de ambos. Desde entonces los dos se habían encargado de conservar sus vidas juntas,
asistieron a la misma universidad, se mudaron cerca para no tener que esperar a verse,
y porque los padres de So Hyun no deseaban que ella estuviera viviendo con su novio,
eran muy tradicionales.

Aun recordaban la tonta manera en que ambos se buscaban, Joon la miraba


largamente cuando So Hyun se quedaba haciendo el aseo de su clase, ella no se daba
cuenta de quien ponía un caramelo de frutilla en su pupitre todos los días.

Su primer beso en la calle de su casa, cuando él se enteró de sus verdaderos


sentimientos. Un dulce beso en los labios rosas, el primer beso de ella, que hizo teñir
sus mejillas de un rojo escandaloso.

En ese último tiempo ya casi vivían como una pareja, dormían entre libros y cenas de
cereales, ya no tomaban de la mano del otro con la excusa del frío... ¿Quién diría que
esa adorable chica de la esquina era la misma de hace cinco año?, esperándolo a él.

Hoy era un día especial para ambos, era el día en que se habían conocido y él tenía una
sorpresa para ella, como siempre.

Paso en su auto sonriente y como todo un caballero la invito dentro, pasearon


largamente por la cuidad, entre la comida, los juegos, los besos y las bromas, el amor
entre ellos era más que un simple enamoramiento de jóvenes, se veían a los ojos y no
tenían nada más que decirse. La verdad en el corazón de So Hyun era estar toda la vida
con Joon, y para él era la misma. Pero nada dura para siempre y el hermoso día
termino como siempre, sin una confesión importante...

So Hyun se estaba sintiendo un poco insegura en este último tiempo, Joon estaba
extraño, siempre le recordaba cuando la amaba, pero sus celos estaban haciéndolas
sentir incómoda y eso le hacía preguntarse, ¿si realmente la quería?

—Oppa... ¿sucede algo? — So Hyun se paseaba por el cuarto de él, mientras Joon
recogía sus libros en silencio, habían pasado un día tan hermoso, ¿Por qué se sentía
asustada?

El teléfono de So Hyun sonó y ella salió al pasillo a responder, era Yi Jung.

—So Hyun, ¿estás libre esta noche?— la pregunta de su amigo la sorprendió, ella le
había dicho que era su aniversario con Joon, pero ya habían acabado... ¿Qué debía
responder?— Yi Jung-sii estoy con Joon—le dijo algo bajo para que su novio no la
escuchara.

—Lo sé, pero realmente te necesito...— So Hyun cerró sus ojos sintiendo algo de culpa,
era su mejor amigo... ¿Qué debía hacer?, él la necesitaba— So Hyun?...

— ¿Te vas a ir?...— Joon estaba mirándola desde el marco de la puerta. Sabía quién
estaba detrás de esa llamada, la misma persona que lo hacía estallar en celos, Yi Jung,
no creía que solo sintiera un amor de amigo por So Hyun, lo veía en las miradas que le
daba a su novia, cuando estaban juntos... él sentía algo por ella. La seguía viendo,
mirando su reacción, le dolía que dudara en responder.

—Es... —So Hyun bajo la mirada asintiendo.

—Bien...— fue lo último que dijo antes de entrar al baño y no volver a salir.

So Hyun tomo su bolso y se fue llorando, sabía que algo malo iba pasar, sabía que algo
se estaba quebrando y le dolía. Yi Jung se movía nervioso en su departamento, era el
aniversario de ambos, pero si ella venía a verlo significaba que lo miraba como algo
más que un amigo, lo sabía y también sabía que Joon lo entendería de esa forma.
Días Después.

— ¡Siempre es él! ¡Siempre te vas corriendo detrás de ÉL! — le gritaba Joon, estaba
furioso, era el colmo que ella lo dejara solo en su aniversario, ahora también debía
cuidarlo mientras estaba enfermo— ¡¿QUIEN ESTU NOVIO?!— le grito mientras ella
lloraba.

—Tú...— le respondió entre llanto — ¡él es mi amigo!

—No lo parece...— le costaba hablar, estaba a punto de llorar, ella no lo entendía era
demasiado inocente, no entendía que él estaba separándolos y que necesitaban
alejarse de su amigo— No quiero que lo veas más.

— ¡No puedo hacer eso!, ¡no me pidas eso!..— So Hyun lo abrazo suplicándole, ¿Por
qué hacía esto?, acaso ya no la quería.

—Rompamos...— del rostro de Joon caían lagrimas silenciosas — necesito tiempo...


necesito pensar.

Puso sus manos sobre las de ella para quitarlas, So Hyun no se resistió pero no podía
dejar de llorar, su amor la estaba dejando... la estaba abandonando. Joon se fue del
departamento de ella sin verla a la cara, la dejo llorando en el suelo, como si no tuviera
alma, pero le dolía tanto o más que a ella.

So Hyun lloro durante horas, se quedó tirada en el suelo mientras se quedaba sin
lágrimas y voz. Cuando pudo ponerse de pie, fue donde la única personas que siempre
estaba allí para ella. Parecía un fantasma, pálida y con los ojos rojos. Se movía entre las
personas, arrastrando los pies, deprimida y sin ganas de vivir. Toco el timbre y la
puerta se abrieron.

—Joon... se fue...— le dijo con ganas de caer al suelo.

— ¡SO HYUN! — exclamo Yi Jung asustando, era primera vez que veía a su amor de esa
forma, estaba destruida, le dolía... pero era lo que estaba buscando, mientras ella
estuviera con Joon él jamás tendría una oportunidad de amarla.
Nuevos sentimientos

En un intento desesperado por salvar su relación Joon se fue, pensó que si se alejaba
So Hyun se daría cuenta de quién era su prioridad. Pero no contaba con que Yi Jung
aprovecharía esa circunstancia para meterse en el corazón de su novia.

—No lo entiendo…— decía So Hyun entre lágrimas, llevaba apenas unos días sin Joon y
era como si su vida se hubiera detenido en el instante que el cruzo la puerta de su casa
— ¿Por qué me dejo?...

—Porque no te quiere lo suficiente…— le dijo Yi Jung con algo de crueldad, no


intentaba apaciguar el dolor de ella, solo quería que se llenara de resentimiento y que
olvidara pronto al chico ideal, no podía soportar verla sufrir tanto por culpa del
imbécil.

—No es cierto… él me ama— afirmaba ella, mientras lloraba con más dolor.

—Se fue…— Yi Jung se arrodillo a su lado tomando su rostro— yo estoy aquí…— y


luego la abrazo fuerte, la necesitaba, no le gustaba verla con el corazón roto, así que él
se encargaría de reparar el dolor que otro dejo.

Un par de semanas después

Los primeros días fueron días de dolor, llanto y desesperación, su cabeza daba vueltas
entre los recuerdos, las cosas que aún estaban en su casa, el olor de su ropa, las
fotografías y la soledad que no se llenaba con nada. So Hyun seguía sin entender,
confundía y deprimida, apartada… abandonada, solo le quedaba Yi Jung, él, que estaba
con ella día y noche, que incluso se había quedado a dormir en casa para que no
cometiera una locura, era tan bueno con ella… tan especial, nunca iba a poder
agradecerle lo suficiente.
Yi Jung se acercó a la tienda donde trabajaba su amor, ella siempre lucia hermosa,
incluso con el corazón roto, nadie podía negar que era un encanto, con esos ojos
grandes y una cara de muñeca. Como había hecho hasta ahora, la visitaba, la
acompañaba, intentaba meterse a la fuerza en su corazón, no podía desaprovechar
esta oportunidad para hacerle saber quién era la mejor persona para estar a su lado.

—Vamos…—le dijo tomando su mano y casi arrastrándola fuera de la tienda.

—Espera… no puedo ir, lo siento…— le dijo So Hyun, disculpándose e intentado


soltarse de la mano firme de su amigo. Le agradecía mucho su preocupación pero no
debía tomarse tan apecho su dolor.

—So Hyun, no tiene que fingir conmigo, yo te conozco…— la miro seriamente mientras
sentía hervir su sangre, ¿es que en todos estos años ella no había notado el amor que
le tenía?, la había dejado de ver como a una hermana desde los 14 años, cuando su
cuerpo empezó a formarse, y la amo más el día que comenzó a llamarlo oppa.

Como todos los amores, Yi Jung sabía qué hacer. Primero debía sacar a Joon de su
corazón y la mejor forma de hacerlo era poniéndole fin a su antiguo yo, hacerla
descubrir nuevas partes de ella misma, las que ella no podía ver y que incluso Joon
ignoraba. So Hyun siempre tuvo una apariencia dulce, pero en la mente de Yi Jung era
más apetecible, quizás solo sería un cambio físico pero a la larga significaría mucho
más.

—Esto no es de mi estilo…— le dijo ella quejándose, el vestido era corto, muy


femenino y sexy, con la espalda descubierta. Se mordió los labios pensando que ese
modelo mataría de celos a Joon.

—Te queda fantástico…— así lucia ella en todos sus sueños, mostrando toda su belleza
y dejando en claro que todo eso le pertenecía a él.

Poco a poco y gracias a todas las salidas So Hyun iba recobrando vida, un poco de
alegría y muchos nuevos momentos con su antiguo amigo. Su mente seguía
confundida, sus pensamientos iban de Joon a Yi Jung, pero siempre que se acostaba en
la cama extrañaba a Joon. Le parecía tan injusto pensar en su ex mientras estaba con Yi
Jung, él se estaba dedicando a ella al cien por ciento, solo él le daba el apoyo necesario
para seguir adelante y aun así no podía dejar de pensarlo.

—Hace frio…— le dijo al salir del club, él le dedico una sonrisa tierna mientras se
quitaba la bufanda y la pasaba por su cuello.

—Gracias…— dijo So Hyun pensando que Joon le había dado una bufanda en su último
cumpleaños, ¿Por qué seguía pensando en él?, no había recibido ni una llamada en
todo el mes, además si estaba triste Yi Jung venía a rescatarla, como una caballero de
armadura.

—So Hyun…— le llamo para que le viera a los ojos— te amo…

La confesión de su amigo la dejo muda, ¿había dicho amo?, es que no era posible…
¿Por qué?, fue cuando su mente le llevo al último día con Joon y su pregunta "¿QUIEN
ES TÚ NOVIO?". Llevo su mano al rostro, eran demasiado dolorosos los recuerdos, más
ahora que sus palabras se hacían realidad.

No pudo responderle, le dolía saber que Joon tenía razón, pero ella era
completamente inocente, no sabía nada de los sentimientos de su amigo… pero…
¿realmente no lo sabía? ¿Realmente podía sentirse libre de culpa?, aun cuando Joon se
lo había dicho varias veces ella ciegamente creyó que era solo un afecto especial dado
por tantos años de amistad. En cuanto se lo dijo retrocedió, no respondió nada y se
despidió apuradamente de él.

Cuando llego a su casa se tiro en la cama y no dejaba de pensar en Joon, en como la


esperaba en las noches, sus brazos alrededor de su cuello para dormir, sus besos… no
podía olvidarse de él tan fácilmente, pero Yi Jung… su rostro saltaba en esos recuerdos,
no podía ser, ella todavía amaba a Joon, ese amor no podía perderse con solo un par
de palabras dichas por su amigo. Se dio vueltas en la cama toda la noche, pensando
que Joon se había marchado y que su amigo le estaba apoyando más que nunca, que
quizás ya era hora de guardar los recuerdos y empezar a avanzar.
Al día siguiente fue a verlo, su celular estaba lleno de sus llamadas, no quiso
escucharlas porque tenía que solucionar las cosas en persona. Cuando estuvo frente a
él supo que no podía recibir su amor, no estaba preparada para eso, ¿Cuánto hacia
que se marchó Joon?... solo era unos meses, ni siquiera dos…

—Yi Jung…— estaba nerviosa, sentía culpa y dolor— lo siento… pero no puedo
aceptarte…— le dijo disculpándose y en cuanto lo dijo los besos y las caricias de Joon
se metieron en sus recuerdos, estaba con Yi Jung, pero solo pensaba en Joon, ¿Por qué
no podía dejarla en paz?. Salió corriendo de la casa, no podía verlo a la cara.

—¡So Hyun!...— Yi Jung se quedó inmóvil, ¿en que estaba pensando?, declararse así de
repente… era obvio que no lo iba a aceptar, sabía la clase de persona que era ella.—
SO HYUN!...

Pero no importaba cuantos errores cometiera antes de tenerla, ella tenía que estar con
él. Corrió tras ella, la alcanzo e intento calmarla, pero ella seguía llorando. So Hyun no
quería nada, solo regresar el tiempo y estar como antes.

—Sé que es pronto para ti…— la vos de Yi Jung se mantenía firme— pero te amo,
siempre lo hice… tú nunca lo notaste, yo… no te pido que me ames ahora, solo quiero
una oportunidad… solo una.

—No sé si pueda…— So Hyun no quería darle falsas esperanzas, ahora mismo Joon
estaba metido en su corazón.

—Intentémoslo…— Lentamente la giro y la abrazo, esto era lo que siempre deseo…


tenerla en sus brazos, sentir su cuerpo, su aliento… besarla.

Pasaron muchas semanas antes de que So Hyun volviera a sonreír, no le gustaba tomar
la mano de Yi Jung pero poco a poco se fue acostumbrando a las nuevas caricias, pero
no dejaba de sentir la sombra de su antiguo amor, quizás… si todo seguía así ella
podría corresponderle a Yi Jung como él se merecía.

—So Hyun…— como siempre le sonreía, estaban tan bien juntos, solo los dos como
siempre debió ser. Joon se entrometió la primera vez, ahora estaba ganando poco a
poco el corazón de ella— te ves hermosa…

—Gracias…— podía verlo a los ojos… ¿Cómo es que nunca lo noto?, solo hasta ahora—
tú… me haces feliz— le dijo finalmente las palabras que él deseaba escuchar desde su
confesión.

—Es porque te amo…— nuevamente le repetía su amor, tenía que hacerle entender
que él era lo mejor para ella.

—yo… creo que te…— sentía un poco de dolor y dicha— estoy queriendo.

Las citas se hicieron más frecuentes, ya no salían como amigos sino como novios, a
pesar de que a veces los recuerdos de Joon venían a su mente ya no los sentía como
un impedimento en su nueva relación, era difícil dejar de ver a su amigo como tal y
empezar a verlo como a un hombre, pero le gustaba… él se preocupaba por ella y la
hacía sentir muy especial.

—So Hyun…— La miraba con pasión, estuvo esperando. Tomo su mano y sabía que
estaba nerviosa, ella temblaba un poco pero sonreía.

No hubieron más palabras, solo un dulce toque de sus manos, el nerviosismo de So


Hyun se desvanecía con la seguridad de Yi Jung, pero sobre todo hacia latir el corazón
de ella, renacía su amor, todos esos lindos sentimientos. Para él era el momento
esperado, la primera vez que toco sus labios y sintió el sabor de su boca, sus tersos
labios, no podía apartar su boca, deseaba besarla por el resto de su vida.
Para la nueva pareja las cosas iban también, Yi Jung pasaba a recogerla a su trabajo y
estaban haciendo planes para vivir juntos, parecía algo apurado pero ambos creían que
era mejor de esa forma, la última vez ella intento llevar las cosas lentamente pero no
sirvió de mucho, en cambio ahora… Yi Jung se mostraba tan dispuesto a vivir con ella,
la deseaba, podía notarlo en cada uno de sus besos.

Pero lo que So Hyun no sabía era que Joon había regresado, la vio salir tomada de la
mano de él, se quedó frío… hacían solo cuatro meses que los dos no estaban juntos y
ahora ella se paseaba de la mano con ese imbécil. No… no pudo acercase a ella, no
podía hacer lo mismo que Yi Jung, él la había dejado… era su culpa que estuviera en los
brazos de otro, detestaba a ese imbécil. Se tragó su orgullo y solo intento seguir con
su vida, pero no podía hacerlo, volver al departamento… ver como ellos se llevaban tan
bien, aguanto lo más que pudo pero solo duro una semana sin verla, sin enfrentarla.

So Hyun estaba esperando a Yi Jung en el salón de su clase, siempre venía a buscarla,


así que arreglo sus cosas mientras pensaba en que sorpresa le traería esta vez, pero
cuando la puerta se abrió no era Yi Jung quien la miraba.

—Joon…— suspiro So Hyun, sintiendo que su corazón se volvía a quebrar, ¿Cuándo? Se


puso de pie sin creerle a sus ojos, ahí estaba el gran amor de su vida, el mismo que no
le respondió sus llamadas y la dejo tirada en el suelo.

Joon estaba atragantado con su dolor, deseaba verla, la deseo ver durante todo el
tiempo que no estuvo con ella. En cambio ella, parecía que se había olvidado
totalmente de él, ¿acaso no lo extraño?, solo se fue con su amigo. Avanzo unos pasos
mientras la veía de pies a cabeza, lucia como siempre, con su cabello negro brillando…
había olvidado lo hermosa que era.

—Hola…— le dijo con su suave voz, parecía tan calmado, lucia más delgado. Joon
empezó a moverse hacia ella y lo único que se le ocurría hacer era salir corriendo—
¿Cómo has estado?...— Joon estaba intentando lucir bien, se moría de celos, de dolor
pero aguantaba todos esos sentimientos dentro.
— ¿Qué haces aquí?...— So Hyun tomo su bolso y lo puso en su hombro, estaba
molesta… ¿Por qué tenía que aparecer?, estaba bien sin verlo, estaba superándolo…
¿Qué creía que iba a pasar ahora? Paso por su lado sin detenerse, quería huir como él
lo hizo para enseñarle lo que se sentía.

— So Hyun…— le llamo tomándola del brazo al pasar a su lado— lo siento…— le dijo


antes de soltarla, era una disculpa barata pero le bastaba con verla, con tenerla
aunque sea en mal plan.

—No quiero verte… no ahora— salió corriendo de la sala, sentía que su corazón se
moría de nuevo, necesitaba ver a Yi Jung, necesitaba que la abrazara y la besar,
necesitaba que alguien la quisiera.

Ella sabía que Yi Jung no le mentía al decirle que la amaba, él la había esperado
durante tantos años y no la dejaría de la misma forma que Joon, estaba segura de que
él no le iba a hacer lo mismo, que no le rompería el corazón.

Pero en cuanto So Hyun le conto del regreso de Joon… él no supo cómo manejarlo, era
como si el peor de los males les hubiera caído encima, So Hyun aun sentía cosas por él,
eran cinco años… nadie puede borrar cinco años en tan solo unos meses, por mucho
amor que tuviera para darle a ella. Le preocupaba, si Joon intentaba alejarla de él…
¿Qué pasaría? La mente de él comenzó a dar vueltas y vueltas, la miraba con
desconfianza… ¿estaría pensando en él o en Joon?
Inolvidable

Joon salió de la sala pensando que había sido un estúpido, ¿Qué pensó que ocurriría?,
que ella se arrojaría a sus brazos y todo se olvidaría… pues no, ella salió huyendo,
dejando claro que no quería verlo más y no la culpaba. Se fue a su departamento,
estaba solo pensando en el rostro decepcionado de ella, en las palabras dolorosas, en
que a estas horas ella estaría en los brazos de Yi Jung, que él estaría besando sus
mejillas y calmando su corazón, mientras él se paseaba por la casa pensando solo en
ella.

Hubiera sido mejor si ambos se hubieran marchado juntos, pero ella no quiso
apartarse a tiempo, un suspiro cubría sus ganas de llorar, estaba dolido, estaba
muriendo de celos. Yi Jung se había aprovechado, seguramente se aprovechó de su
dolor, de la soledad… de su inocencia pero todo era su culpa.

—So Hyun… ¿Cómo puedo olvidarte?...— se preguntaba mil veces lo mismo, no sabía
vivir sin ella, no sabía cómo dejarla en el pasado— ¿Cómo pudiste olvidar?...

Esa noche no pudo dormir y al igual que los otros dos de la historia, So Hyun se quedó
en la casa de Yi Jung, aunque estaban abrazados no estaban juntos, ella pensaba en
Joon, ¿Por qué buscarla?... es no tenía ningún sentido para la chica y Yi Jung se moría
de miedo, quizás si ellos hacían que su relación fuera más rápida ya no tendría que
perderla.

Al día siguiente So Hyun fue a su departamento y allí estaba Joon esperándola en la


entrada de su casa, él tenía una llave extra pero permaneció afuera. Parecía que todo
pasaba lentamente, como él la veía avanzar y como ella se movía… todo el mundo
giraba solo para los dos. So Hyun bajo la mirada apenas estuvo cerca de él y Joon se
mantuvo quieto, solo observándola con algo de devoción y tristeza.

— ¿Qué haces aquí?..— le pregunto So Hyun, sintiendo como su garganta se cerraba.


—…— él la miro y quito sus manos de los bolsillos— necesitaba verte…— era una
respuesta sincera, la necesitaba como el aire— yo… sé que te hice sufrir y lo siento, lo
sien…

— ¡BASTA!— le grito y comenzó a llorar— no me digas que lo sientes… te fuiste, me


dejaste sola… —ella lo miro con los ojos llenos de lágrimas, se notaba el dolor que paso
en esos días— ¿acaso no te importo dejarme?... ¿Cómo pudiste solo marcharte?

—Creí… que vendrías conmigo…— Joon comenzó a llorar en silencio, verla así lo
mataba, era un desgraciado… deseaba abrazarla, besarla y consolarla.

— ¿Cómo iba a hacerlo si no llamaste?, ¡NO SABIA NADA DE TI HASTA HOY!...—su


llanto se hizo desesperado, ¿Cómo es posible que pensara eso? ¿Acaso estaba jugando
con ella?

Entonces Joon la miro sorprendido… ¿ella no había recibido la carta?, se había tardado
unos días en enviarla, pero no habían sido demasiado, claro que no recibiría llamadas
de él si dejo todo en su departamento, solo se llevó su auto y lo que traía puesto en el
momento.

— ¿La carta?... lo decía todo en la carta…— le dijo confundido— ¿no la leíste?…— le


pregunto.

—Nunca recibí nada de ti… nada…—dijo ella mirándolo con rabia.

Joon no dijo nada más, si nunca leyó la carta todo estaba perdido para él. Por eso ella
nunca fue a buscarlo, por eso ella estaba con otro… porque nunca supo lo que él
sentía. Le dedico una larga mirada a esos ojos molestos, aun enojada se veía hermosa,
de todas formas se veía hermosa.

—Yi Jung y yo somos novios…


Fue lo último que So Hyun le dijo antes de dejarlo solo en la entrada de su casa, ella
cerró la puerta y se dejó caer en el suelo, esa puerta dejaba escuchar el llanto de él y
ella tuvo que cubrir su boca para acompañarlo en silencio, le dolía verlo… saber que
sufría, no tenía derecho de hacerle esto… las cosas estaban bien sin él. Pasaron unos
minutos antes que los dos se apartaran y cada uno tomo su camino, ella tomo sus
cosas y se fue a vivir con Yi Jung, mientras Joon pensaba en volver a dejar la cuidad.

Finalmente Yi Jung estaba consiguiendo lo que deseaba, ahora que vivían juntos la
relación se haría más estable para ambos, solo que no contaba con que Joon siguiera
metiéndose en su camino, no a propósito, él solo deseaba estar cerca de So Hyun, sin
importar que solo fuera una sombra para ella, solo tenerla cerca le hacía bien.

—¿Dónde vamos?...— le pregunto, a veces su novio la hacía ir a clubes nocturnos y eso


no le gustaba mucho, ambos tenían gustos diferentes, ella prefería las cosas tranquilas
mientras él gozaba con el lujo y las fiestas.

—Es una sorpresa…— le dijo Yi Jung mientras la llevaba tomada de la mano, era un día
especial, era su aniversario de tres meses y deseaba mostrarle cuanto la apreciaba—
te prometo que te encantara..

Caminaron directo al club donde siempre iba Yi Jung, era uno de los lugares más
exclusivos y todos lo conocían, pero ese día la música no era la misma, por supuesto
que no. Apenas entraron todos aplaudieron, era la sorpresa de para ella, le sonrió y
tomo su mano mientras se iban al centro. Todos estaban felices, menos Joon… no
sabía porque acepto la invitación de Yi Jung, sabía que no le gustaría, pero aun así
debía hacerlo, tenía que verlos a los dos, hacerse la idea de que están juntos.

—Gracias a todos…— seguía sosteniendo la mano de So Hyun y buscaba con la mirada


el rostro de su rival, tenía que dejarle en claro que no había espacio para nadie más en
la vida de ella— hoy es un día especia...— giro su rostro hacia ella mientras sonreía—
hace poco le declare mi amor a la mujer más especial de mi vida… y hoy quiero pedirle
que se quede a mi lado por siempre…— entonces sonrió sacando una hermosa caja de
terciopelo blanco— So Hyun ¿te casarías conmigo?...— abrió la caja mostrando el un
hermoso anillo de compromiso.
Todos gritaron de la emoción, pero en dos rostros habían otras emociones, So Hyun
parecía que estaba a punto de llorar, quizás todos pensarían que era de emoción pero
en realidad no sabía qué hacer, era muy pronto para pensar en casarse con él… pero
no podía negarse, estaban delante de tantas personas, no podía hacerle una escena.
Solo movió la cabeza asintiendo y viéndolo a los ojos, estaba asustada pero quería
confiar en él, quería quererlo de la misma forma en que él lo hacía.

Yi Jung tomo su mano y deslizo el anillo en su dedo mientras todos aplaudían, pero
Joon se levantó de su asiento y se marchó, camino por la calle sin rumbo, solo
caminaba pensando que la había perdido definitivamente, ya no tenía nada que hacer,
ella se casaría… con él y todo era su culpa… nada de esto debía pasar, ellos... Él sentía
que ellos debían estar juntos.

La noticia de su compromiso se esparció como una peste, paso apenas una semana y
ya estaban planeando el viajes de su luna de miel y buscando un organizador para la
boda. Claro que las cosas estaba algo tensa en la pareja, Yi Jung se estaba apresurando
y eso hacía sentir insegura a So Hyun, parecía una carrera hacia el altar, se vio obligada
a responderle y ahora incluso quería que viajaran con su grupo de amigos, y no
precisamente con cualquiera, entre ellos estaba Joon, ¿Qué pretendían esos dos?, su
novio se empeñaba en mostrarse como una pareja delante de él y eso solo la
incomodaba… ella deseaba llevarse bien con Joon, el enojo de su regreso había
desparecido y solo quedaba un sentimiento de cariño por el tiempo que compartieron
juntos, o eso quería mostrarle a todos, en especial a Joon y Yi Jung.

Iban a pasar unos días en la playa mientras se divertían como una pareja enamorada y
todo parecía funcionar bien, So Hyun se divertida con Missa y su novio mostraba
mucha de sus cualidades, ella lo miraba y luego a Joon eran completamente diferentes,
mientras Joon se mantenía callado y tímido, Yi Jung se mostraba alegre y ruidoso, eran
completamente diferentes en personalidad, los quería a los dos pero iba a casarse con
quien nunca la dejara.

—So Hyun…— Yi Jung buscaba a su novia. La dejo en la playa tomando un poco de


sol— ¿Dónde se metió?...— se preguntó recorriendo por la playa y al no encontrarla
empezó a buscarla por las calles cercanas, quizás había ido a dar un paseo y ver las
tiendas, pero entonces la vio… y no le gusto lo que vio.
Se quedó parado en el mirador mientras al frente, en el mar se desplazaba un barco y
no era un error, la blusa blanca, el sombrero y la falda… era su novia sentada al lado de
su ex novio, no se molestó de verlo, le molesto la risa de ella, le recodo aquellos días
en que eran novios, en los cuales él estaba solo, empuño su mano maldiciendo al
impertinente de Joon.

— ¡Ya!... Joon, basta…— le dijo So Hyun mientras se reía.

— ¿Por qué?, recuerdo bien que te gusta mucho el agua jajaja…— le estaba lazando
gotitas de agua a su cara, seguía siendo tan infantil, pero solo ella tenía derecho a verlo
actuar así.

— ¡YAH! ¡Estas mojando mi ropa!...

Los dos se estaban divirtiendo mucho mientras paseaban en el bote, no planearon ese
paseo, pero ambos disfrutaban de la tranquilidad del mar, y no se dieron cuenta que
estaban juntos hasta que era demasiado tarde. Claro que no contaban con que otra
persona los estuviera viendo. Pero para ella no paso más allá de una buena charla y
cuando bajo del bote fue directo a encontrar a su novio.

—Tómame un foto…— So Hyun sonrió haciendo su linda señal v con las manos,
siempre se tomaba fotografías en los viajes, le gustaba guardar recuerdos de todas
esos lindos paisajes.

—Estoy cansado de esto… — le dijo Yi Jung mientras bajaba el teléfono, ella estaba tan
feliz como siempre, ¿acaso no le diría con quien estuvo?, ¿se estaría viendo con él en
secreto?… eso y más pasaba por su mente, le hacía sentir molesto — ¡ya está!
¡Volvamos al hotel!…— le soltó caminando delante de ella.

—Espera…— le pidió, pero no estaba de buen humor, se adelantó dando grandes


pasos, mientras So Hyun lo seguía apurada.
Ese mismo día regresaron a Seúl, sus amigos se quedaron durante el fin de semana,
pero él no quería ver como su novia se fugaba a escondida con Joon icónicamente la
idea de viajar juntos fue para sacarle celos a él. El viaje de regreso fue incomodo, So
Hyun no entendía por qué actuaba tan frio y distante, ella no había hecho nada. Yi Jung
no la miraba, cada vez que la veía recordaba la escena del bote, era molesto, nunca se
comportaba tan alegre a su lado, jamás se había reído de esa forma con él, a pesar de
todo lo que había hecho por ella, de todo el tiempo que la había esperado ella
guardaba esas cosas especiales solo para Joon.

Sabía que ese día era mejor regresar a su departamento en vez de ir a la casa de Yi
Jung. Se separaron en el aeropuerto, ella seguía pensando que algo estaba pasando
entre los dos, la propuesta apresurad, los arranques de celos y su comportamiento
estaba cambiando. Pero como el día aun no acaba pensó en darle una sorpresa a Yi
Jung, no quería que las cosas se quedaran de ese modo. Cuando llego a su
departamento se cambió de ropa y salió a buscarlo, no quería dejar que las cosas se
enfriaran como antes… había perdido a Joon no solo porque él se fue, sino porque ella
no hizo nada para que se quedara.

Una vez que estuvo afuera de la casa de Yi Jung toco el timbre, esperaba que con eso
su novio dejara de estar molesto, aun no sabía lo que hizo para ponerlo de ese humor,
pero estaba intentando, quería que su relación funcionara.

—Yi Jung…— le sonrió al verlo abrir la puerta, ella se veía hermosa, radiante con ese
rostro de ángel— ¿puedes venir conmigo?...—le dijo dubitativa.

—…— solo pudo sonreírle, era gracioso como sus sentimientos le daban vuelta a su
enfado, ¿Quién podría enojarse con una cosa tan linda como ella?— claro que sí…
siempre— le respondió sonriendo y tomando su llaves.

So Hyun lo guio a un lugar especial, le encantaba el frio y la nieve y patinar… nos sabia
esquiar, pero algún día aprendería. Lo llevo a la pista de patinaje, donde las luces y el
cielo negro los iba a acompañar, le tomo de la mano y ambos se pusieron a jugar, él
era muy bueno así que la guiaba, se reía y era la primera vez que pudo verla a ella…
como se veía con él, Yi Jung sintió que su corazón se salía de su pecho, esto quería,
esto por el resto de su vida.

—No vayas a soltarme…— le pido entre risas.

—Jamás te soltare…— le respondió serio y mirándola.

—Creo que está haciendo más frio…— se quejó un poco, sus manos siempre estaban
frías.

—Ven aquí…— Yi Jung se quitó su chaqueta y la puso sobre los hombros de ella, la
miraba a los ojos, no había engaño, eran solo ellos dos en esa pista y nadie más— te
amo…— le dijo acercando su rostro al de ella.

So Hyun se sonrió cerrando sus ojos, estaba esperando por el dulce contacto de sus
labios, se habían besado en otras ocasiones pero esta vez fue un beso más profundo,
podía sentir la pasión de Yi Jung, era extraño… pero le gustaba, le agradaba sentirse
amada de esa forma, totalmente diferente.

Ella regreso a su casa al día siguiente, iba con una sonrisa muy amplia, ayer había sido
un hermoso final… si antes sentía dudas acerca del matrimonio ahora estaba más
confiada, iba a amarlo de la misma forma que él a ella. Estaba revisando su
correspondencia cuando su vecino la abordo. Se asustó un poco pero luego le sonrió.

—Disculpa vecina… no quise asustarte— le dijo el hombre, era raro verlo en el edificio,
siempre estaba de viaje por su trabajo y era más sorprendente que se tomara el
tiempo para saludarla.

—Descuide… estaba distraída— arreglo su cabello detrás de la oreja mientras dirigía su


vista hacia las cartas.
—Lo siento, realmente lo siento...— le dijo él haciendo una reverencia, parecía que
estuviera pidiendo por su vida— tome esto de tu casilla por error y lo olvide por
completo, solo hasta ahora que lo encontré… ah… esto es realmente vergonzoso…
creo que han pasado muchos meses desde la fecha…— le dijo entregando un sobre
blanco— espero que me disculpes, pero me tengo que ir… ya sabes, el trabajo—por su
cara parecía un poco angustiado y avergonzado.

—Oh… bueno, gracias… y no importa…— le dijo So Hyun y tomo la carta. No le dio


importancia y se despidió de su vecino, para ir a su departamento y cambiarse de ropa.
Cuando iba camino a su departamento se detuvo en seco, el nombre del remitente era
de Joon. Su corazón se paralizo al igual que todos sus músculos, con solo leer su
nombre y la fecha.

Quiso abrirla pero algo le impedía… la fecha de la carta, fue en los días en que
terminaron. No sabía que pensar, solo metió la carta dentro de su bolso y entro, no
pensaría en ella… solo haría su vida normal, como si jamás hubiera llegado a sus
manos. Salió de casa y fue a sus clases, estuvo sentada escuchando a su profesor, o así
parecía, solo que no escuchaba nada en realidad, metía la mano dentro de su bolsa y
tocaba el papel cada 10 minutos. Cuando sus compañeros dejaron el salón ella se
quedó mirando la letra, era de él. No pudo aguantar más y rasgo el papel, sus manos
temblaban un poco cuando empezó a leer.

"So Hyun… soy torpe, tímido y celoso… soy impaciente contigo, protector y no puedo
controlarme muchas veces. Lo siento, siento ser todas esas cosas pero lo que no puedo
dejar de sentir es como mi corazón grita tu nombre.

Me fui porque no sabía que decir, que hacer para que vinieras conmigo. Lo único que
puedo hacer ahora es pedirte perdón, no quiero que estemos lejos… te amo más que a
mi vida.

Ahora puede que estés sufriendo mucho por mi culpa, lo sé… por favor, sé que me
amas, por favor… ven a mi lado…"
Las palabras seguían y seguían, tres hojas llenas de sus sentimientos, las letras
comenzaron a borrarse por las lágrimas de ella… él le había pedido que se fuera con él,
si esa carta hubiera llegado a sus manos, nunca hubiera tenido el corazón roto. ¿Por
qué la vida era tan injusta?, porque la hacía sufrir de esa forma, si las cosas habían
pasado de ese modo… ¡Porque enterarse de la verdad!

Se levantó llorando, secaba sus lágrimas pero estas no dejaban de brotar. Sus pies
conocían el camino hacia él, si estaba asistiendo a clases lo encontraría allí. Paso por
los pasillos sin importarle los demás, solo iba a tranquilizarse hasta ver a Joon. La sala
de música, el lugar favorito de Joon, cuando abrió la puerta él estaba mirando por la
ventana.

— ¿Por qué?...— le pregunto sin contener sus emociones— ¡¿POR QUÉ NO VINISTE
POR MI?!— le grito y arrojo la carta al suelo. Estaba dolida, confundida… su corazón le
decía una cosa y su cabeza otra.

Corrió hacia él y le dio una bofetada, pero no se quedó con eso, siguió golpeándolo,
estaba llena de dolor, solo quería que él sintiera lo que ella paso. Pero lo que So Hyun
no sabía era que él se sentía más muerto que ella, por lo menos ella estaba
rehaciendo su vida… mientras él se quedaba en el pasado. Luego de unos golpes, las
manos de ella se cansaron y él la abrazo… la contuvo como antes, sentir el olor de su
perfume, lo volvía loco… deseaba besarla, pero la respetaba mucho para aprovecharse
del momento, espero a que se calmara y luego la ayudo a sentarse, mientras él se
quedaba frente a ella contemplándola con amor.

—Lo siento… — le dijo secando sus lágrimas, su piel… como extrañaba la suavidad de
su piel— pensé que habías decidido no ir, por eso acepte tu decisión, me quede
esperando y esperando… — la miraba con amor, comprensión… no quería hacerle más
daño— pero eso no importa… — le sonrió— ahora lo único que importa es que seas
feliz…— fue la primera vez que Joon parecía quebrarse. Le dolía decir aquellas
palabras, le estaba dando ánimos, él se moría… pero ella merecía toda la felicidad.

So Hyun solo lloro, le dolía ver como su gran amor se convertía en su incondicional, ese
que nunca dejo de serlo, ¿Por qué la vida los quiso separar?, si esta carta hubiera
llegado a tiempo. Pero al levantar la vista se dio cuenta que no valía la pena seguir
rondando en lo que no fue. Le sonrió asintiendo con la cabeza, ya no era su turno, solo
debía seguir adelante, aun no amaba a Yi Jung de la misma forma en que amo a Joon,
pero lo amaba de una manera diferente. Joon le acariciaba la mejilla mientras se
contenía, ella… se veía diferente a sus ojos.

La pareja se consolaba mutuamente mientras otro los observaba, Yi Jung había ido a
buscar a So Hyun, supo por unos amigos que estaba llorando, pero lo que vio… no eran
solo celos, era miedo, verlos a los dos así de juntos… era horrible. No podía seguir
mirando, solo quería entrar y golpear a Joon, pero sería un error… así que hizo lo único
que sabía hacer, pasar las horas en el club. Para cuando So Hyun se calmó Yi Jung ya
estaba bebiendo con un par de chicas y ella… solo pensaba en buscarlo para decirle
cuanto la amaba.
El pasado regresa

Joon no le dijo nada a So Hyun sobre su pelea con Yi Jung, incluso al llegar de vuelta a
su casa la encontró despierta y sentada en el sillón, estaba temblando… dios… como
amaba a esa mujer, con su fragilidad, con sus sueños y su inocencia. Camino lento
hacia ella y sus ojos se clavaron en los de él, parecía una niña asustada.

—Vamos a dormir…— le dijo extendiendo su mano.

Ella asintió con la cabeza mientras se dirigía al cuarto de él, como si fuera un padre le
ayudo a quitarse el abrigo y la acomodo en la cama, se iba a retirar a dormir en el sillón
pero ella lo detuvo, solo le basto una mirada para que él comprendiera, no quería
dormir sola, no quería sentirse sola, Joon sonrió y se acomodó sobre la cama para
abrazarla, So Hyun cerró los ojos mientras Joon pegaba su cuerpo al de ella.

Los días siguientes fueron tranquilos, So Hyun regreso a su casa y no volvió a ver a Yi
Jung, intento llamarlo pero él no respondía. Se resignó a pensar que él la había
dejado… se sentía doloroso, volver a caer con la misma roca. Pero no se sentía igual…
no se sentía como la primera vez que alguien la dejo, era un dolor más suave… menos
agudo. Estaba frente al espejo mirando su rostro, estaba pálida, un poco ojerosa, pero
bien. Hoy haría algo que de lo que no estaba muy segura, pero no se sentía bien
llevando el anillo de Yi Jung, no cuando él había desaparecido de su vida, no mostraba
señales de estar vivo… se quitó el anillo y lo dejo dentro de su caja, acaricio el
terciopelo y lo metió en su bolso, como otros días lo llevaría a su casa.

Pero nuevamente Yi Jung no estaba en ella o no quería verla… entonces sintió que
todo había acabado para ellos dos, dejo la bolsa en la entrada de su casa y se retiró, se
sentía totalmente derrotada… absurdamente inocente. Dejo de pensar en su
compromiso, en su novio y en que tenía una vida amorosa, solo quería concentrarse
en la universidad y olvidarse que tenía corazón.

Esa noche se quedó en el parque cerca de su casa, se sentó a mirar el cielo y pensar
que tal vez era del tipo de mujeres que no podían ser felices en el amor, que quizás
debía olvidarse de eso y pensar en algo más grande que ella.
—So Hyun…— La vos era tan familiar, como abrir los ojos todas las mañanas.

—Joon…— le dijo algo sorprendida. Desde que paso la noche en su casa no se había
vuelto a ver, se había sentido un poco extraña al despertar abrazada a él y sobretodo
sentirse completamente aliviada de tenerlo a su lado.— ¿Qué haces aquí?...

—Solo…— dijo él sonriendo y poniendo sus manos en los bolsillos, se veía bien, a pesar
de todo ella siempre salía adelante… era como una ramita de bambú, aunque parecía
frágil era muy resistente— paseaba por aquí… — bajo la mirada— no… yo quería verte.

— ¿Qué?...— le dijo So Hyun confundida y lo miro con algo de reproche— estoy bien…
no te preocupes más.

Joon se sintió un poco golpeado por sus palabras, ¿acaso le estaba pidiendo que se
apartara?, es que no podía hacer eso… lo había intentado pero no podía mantenerse al
margen de su vida. Trago saliva y asintió, le dio una última mirada y regreso sobre sus
pasos… no podía dejar de pensar en ella.

Ya había pasado un par de semanas y seguía sin saber hacia dónde ir… era como una
hoja al aire, sin Yi Jung, sin Joon sin nadie que le ayudara a levantarse. Estaba saliendo
del trabajo su teléfono comenzó a sonar, casi como un robot respondió la llamada.

—Hola…— dijo esperando a que respondiera la otra persona.

—Hola…— se escuchó una risa.

— ¿Quién es?...— le pregunto algo confundida… no conocía ese número pero la voz le
era familiar.
— ¿Acaso ya no puedes reconocerme?...— le pregunto la persona del teléfono y
también lo escucho a su espalda. So Hyun se giró mirando su teléfono.

—Pero… Joon…— balbuceaba mirándolo incrédula ¿Qué estaba haciendo?

—Vamos…— le dijo tomándola de la mano y arrastrándola con él.

So Hyun sintió como sus mejillas se volvían rojas, era casi como en los días de escuela,
cuando él venía a buscarla a su club y la llevaba lejos de sus compañeros, solo para
intenta quedarse a solas y así finalmente robarle un beso. Ella dejo de pensar en eso
porque solo hacía que su corazón se acelerara más. Finalmente Joon libero a So Hyun y
se giró encarándola. Se había alejado de ella muchos días y sin importar que hiciera,
todo seguía girando a su alrededor, incluso su cama conservaba el perfume de ella.

—So Hyun…— dijo mirándola— no puedo apartarme de tu vida…— eran palabras


directas y sinceras, palabras que había pensado y soñado con decirle desde que volvió
a buscarla, desde que ella se comprometió— lo intente, lo intente mucho pero por
más que trato… sigo pensando en ti, en lo mucho que extraño estar contigo. En lo feliz
que fuimos juntos y en que deseo que eso vuelva a ser como antes… yo… no puedo
dejarlo en el olvido, simplemente no puedo— le confesó al amor de su vida.

Ella lo escucho y sin darse cuenta su corazón se encendió, quizás era por los viejos
recuerdos… quizás ya no estaba enamorada de él pero escucharlo hablar con tanto
amor… eso le causaba mucha ternura, sin embargo antes de que terminara de hablar,
recordó como la había dejado… como se marchó sin importarle nada… no, no iba a
volver a confiar en el amor o en su corazón, siempre terminaba equivocándose. Ella le
puso una cara de desprecio, no era lo que sentía pero necesitaba apartarlo, apartar a
su corazón de otro dolor, le dio una última mirada antes de girarse, no iba a seguir
escuchado palabras dulces, solo era una forma de engañarla… de hacerle creer en un
falso amor.

Joon se sorprendió de ver la cara que ella puso, pero más le sorprendió su actitud, sin
decir nada se fue… le recordó a su confesión, cuando ella lo dejo esperando en el
árbol, entonces se armó de valor, una vez la dejo escapar, una vez la dejo esperando
pero una tercera vez era inaceptable.

— ¡So Hyun!...— le llamo pero ella siguió caminando. Entonces dio dos grandes
zancadas para alcanzarla, la agarro firme de su brazo, sin querer lastimarla. La giro y
ella lo miro, esos grandes ojos… brillantes y adorables, los reconoció… estaba feliz—
No te vayas…— le dijo y su voz se hizo más firme y decidida— no voy a dejar que te
vayas, una vez te perdí, una vez te deje ir. Pero no voy a hacerlo lo mismo, no importa
el tiempo que me tome, no me importa si tengo que vivir persiguiéndote— ella abrió
ligeramente sus labios sorprendida— no voy a dejar de hacerlo, te voy a seguir así sea
en este mundo o en otro.

Las dos figuras se quedaron viendo un largo tiempo antes que uno de los dos volviera a
hablar y moverse, pero las palabras sobraban cuando se tenían dos corazón latiendo al
mismo ritmo.

Las palabras de Joon se cumplían a cabalidad, todos los días iba a buscarla y aunque So
Hyun intentaba evitarlo pero él se las ingeniaba para siempre estar a su lado, desde las
salidas con sus amigos hasta quedarse esperando en el parque por ella. No importaba
el tiempo que le tomara solo necesitaba eso, tiempo.

So Hyun sentía que su corazón se había vuelto loco, no dejaba de pensar en Yi Jung, si
estaría bien… si no le habría ocurrido nada malo, pero antes de darse cuenta ya estaba
de vuelta en el mundo de Joon sonriendo idiotamente al verlo por la ventana sentada
en ese parque cercano a su casa, meciéndose en los columpios, era un idiota… hacia
frio y él llevaba dos horas allá afuera. Cerro la cortina pensando en él, en lo mucho que
extrañaba sus besos, sus manos… pero no podía, no debía... sacudió su cabeza y volvió
a la realidad, su solitaria realidad.

Tras varios intentos de él y de muchas negativas de ella, Joon decidió que era tiempo
de poner las cosas en claro, si antes no tuvo el valor para hacerle frente a las
situaciones cuando debía, ahora era el momento. Sin pedir permiso fue hasta el grupo
de chicos en la universidad y metiéndose en medio de ellos, la tomo de la mano
raptándola de sus amigos y la mirada atónita de las chicas. Ella forcejeo un poco y
reclamo, pero a él no le importó, tenía que hacerlo… no había otro modo de hacerle
entender. Una vez que se alejaron lo suficiente de los ojos ajenos él la libero, pero
antes de que ella pudiera reclamar o decirle que estuvo mal llevársela, él actuó.

—Te amo…— le dijo con una expresión seria en su rostro— te amo más que a nadie,
siempre te amé… siempre te voy a amar, no importa el tiempo que pase, no importa si
te alejas de mi o si te casas con otro hombre, no me importa...— la respiración de él
era agitada.

So Hyun se quedó sin palabras, estaba… era como si todo el mundo se hubiera
derrumbado y ella se encontrara cayendo en un agüero sin fondo, pero ese agujero se
ilumino completamente y cayó sobre una suave superficie… ¿su corazón? Estaba
completamente loca… completamente desquiciada, ¿Cómo podía pensar eso?... pero
no estaba pensando, estaba sintiendo, sentía que su corazón se desbordaba de alegría.
Era lo único que siempre quiso oír de él, de su amor… no le importaba volver a sufrir,
volver a sangrar por la misma herida, deseaba estar cerca de él… deseaba a Joon.

Sin palabras ella se arrojó a él y lo beso, fue un acto estúpido no pensó en nada, solo
quería volver a sentir sus labios contra los de él. Un beso… un solo beso puede hacer
que tu mundo cobre vida y se vuelva un lugar fantástico.

Esa día era el mejor dentro de todas las malas semanas que había pasado, quizás se
había vuelto loca… pero era imposible negar ese sentimiento. Justo antes de llegar a su
casa alguien bloqueo su paso, ella estaba tan distraída pensando en el beso que choco
contra él. Cuando levanto la vista para disculparse sus ojos se abrieron, era él.

—So Hyun…— Yi Jung la miraba coqueto— ¿podemos hablar?...

Quizás era el día de hacer locuras, porque allí estaba ella, sentada en la compañía de Yi
Jung. Él la miraba con curiosidad, lucia muy bien… no como la vez que Joon la
abandono, eso le hizo sentir envidia, a pesar de todo su esfuerzo ella no parecía
afectada por su rompimiento, el cruzo sus manos y sonriendo sutilmente.
— ¿Cómo has estado?...— parecía una plática casual, pero en realidad necesitaba
tantear el terreno.

— ¿Te importa?…— le respondió secamente— ¿ahora estas preocupado?...

—So Hyun…— le dijo intentando llevar una conversación tranquila. Él saco la caja de
terciopelo, la que contenía el anillo de compromiso que le dio— por favor…— le dijo
acercando la caja hacia ella.

— ¿Qué?...— exclamo viendo la acción de él, ¿estaba hablando en serio?

—Yo aún te quiero…— le dijo insistiendo. Pero ella cambio completamente su actitud,
se levantó golpeando la mesa con sus dos manos.

—Deja de bromear…— entonces su voz se elevó— QUE CREES QUE ESTUVE HACIENDO
TODO ESTE TIEMPO…— estaba molesta, ¿Cómo podía hacer eso?, pensar que ella iba a
aceptar una disculpa como esa— ESPERANDO QUE REGRESARAS… NO— tomo sus
cosas y salió de esa casa, estaba hecho un desastre, le dolía pensar que Yi Jung le
propusiera olvidarse de todo, no era justo para ella.

Comenzó a llover y ella caminaba sola en la calle, lloraba y se lamentaba por su


estúpida ingenuidad… estaba molesta con Yi Jung, estaba molesta con el mundo.

—Por favor…

Pedía So Hyun mirando al cielo, solo necesitaba una razón, una sola para volver a
confiar en uno de ellos, necesitaba verlo y sentirlo, si Yi Jung venía a buscarla era
porque su arrepentimiento era verdadero y si Joon llegaba… ella cerró sus ojos. Estaba
en medio de la lluvia, en ese parque cerca de su casa, su cuerpo estaba congelado por
la lluvia.
— ¡SO HYUN!...— le grito.

— ¿Viniste?…— dijo suavemente antes de sentir que su cuerpo se rendía, no quería


seguir luchando, no más.

— ¡So Hyun!...— le dijo él sujetando su cuerpo, abrazándola para protegerla,


necesitaba su cuerpo… necesitaba sentirla— lo siento… lo siento…— le pedía llorando,
había tardado mucho en llegar, ahora estaba mojada y muy fría.

—Tengo frio…— le respondió ella llorando.

—Está bien…— él la mirada sonriendo y llorando con ella, sus manos fueron a posarse
en sus mejillas y sus pulgares le daban suaves caricias, ambos se miraban con amor
reprimido.

Esas fueron sus últimas palabras antes de besarla, como amaba su boca… ella entre
abrió los labios y pudo sentir el sabor dulce que recordaba, recorrer y acariciarse
mutuamente, sentía que el mundo giraba en torno a ella, ese beso era uno de los
mejores besos que había sentido en su vida. El beso termino cuando tuvo la necesidad
de respirar, lo miro tímidamente mientras él le sonreía cariñoso, hacía tiempo que
soñaba con esto, con tenerla en sus brazos y amarla.

Ella cruzo sus brazos alrededor de él, mientras el acomodaba su cabeza en su hombro
para abrazarla con cuidado, dejo un beso en sus cabellos negros. A pesar de que
ambos estaban mojados y hacia frio, su cuerpo se sentía cálido, lleno de fuego.

—No te dejare nunca…— le dijo él mientras ella empezaba a llorar nuevamente.

Él se sonrió cerrando los ojos y quedándose así por un tiempo. El frio por fin surtió
efecto y ambos se refugiaron lejos de la lluvia, ella lo llevo dentro de su departamento,
ambos reían, estaban felices… completamente entregados a la vida, él seco su cabello
y le preparo algo de comer para luego ir a descansar y abrigarse.
No más oportunidades

La lluvia hizo un buen trabajo, limpio las calles, los techos y los viejos sentimientos de
dos personas. Esa lluvia ayudo a que las raíces que parecían muertas revivieran,
aunque algunas se pudrieron con el agua... otras iban a dar unas lindas flores en
primavera.

Yi Jung sentía algo en su pecho... era un poco extraño, había intentado seguir a So
Hyun pero se le perdió entre las calles, pero no pudo alcanzarla, quizás ese fue el
momento más triste de su vida, después de intentar durante años conseguir a la mujer
que siempre deseo tiro su oportunidad a la basura, pero quizás aún había tiempo de
remedir las cosas entre ellos dos, quizás había una esperanza.

Tomo la caja del anillo, si no la encontró en las calles sabía dónde podía hallarla hoy,
compro un gran ramo de flores, las favoritas de ella, se sonreí de solo pensar en la cara
que pondría al verlo, si, seguro le iba a gritar un poco o quizás hasta hacer una escena,
pero de todas formas lo intentaría, ella valía la pena.

Iba caminando a encontrarla mientras se reía, la amaba, eso era obvio para él. Pero se
quedó en ese pensamiento, pasaba por el parque que estaba antes de su casa y no
podía creer lo que vio.

— ¡Ya!...— So Hyun se quejaba.

Joon soltaba risa tras risa, los dos sentados en una banca jugando y haciéndose
cosquillas, mientras ella lucia radiante, completamente feliz.

Yi Jung sintió ganas de llorar, eso no debía pasar así, ella era su novia, la mano de Yi
Jung soltó el ramo de flores y estas se estrellaron rompiendo sus pétalos y
desparramándose por todos lados, ayudadas por la brisa de la mañana. La Feliz pareja
seguía en su juego mientras los ojos de Yi Jung se hundían y su corazón se estaba
quemando de celos y dolor.
No soporto verlos, se largó furioso, pero no con ella, estaba furioso consigo mismo.
Había hecho tantas cosas para dañarla y ahora no podía reclamarla para él, Joon
incluso intento ayudarlo. No veía salida de este túnel, caminaba y caminaba pero no
había luz al final, solo seguía la profunda oscuridad.

—JOON...— grito entre risas tomando sus manos — ¡Ya basta!..— le pidió con sus ojos
de súplica.

—Me gusta verte reír...— le dijo con una sonrisa, las manos de ella aflojaron las de él y
las de él pasaron a sujetar las de ella por las muñecas y la fue acercando lentamente —
quiero hacerte reír...— le dijo antes de que ella cerrar los ojos y ambos se besaran con
ternura.

Ninguno de los dos se percató de las miradas dolorosas de Yi Jung, para ellos solo
existían los dos. Tras correr los días la pareja se volvió sólida, los amigos de So Hyun se
conmocionaron al verla con Joon, hacia unas semanas ella estaba comprometida con Yi
Jung y ahora andaba con su ex novio, muchos reprocharon su conducta y perdió un par
de amigos, pero los que la conocían de años sabían que tarde o temprano ella iba a
regresar con él, nunca se vio una pareja más perfecta, pero con todos sus defectos
ellos se complementaban muy bien.

— ¿De verdad lo dejaste?...

—No... Él me dejo...— le respondió a su amiga Missa.

— ¿Pero él siempre estuvo enamorado de ti?...— Missa no entendía como Yi Jung


había desaprovechado una oportunidad como esa. Pero en el fondo estaba feliz, ver el
rostro radiante de So Hyun era más que suficiente.

—Creo que... no pudo con todo mi pasado...— dijo So Hyun con algo de tristeza.
Romper con Yi Jung no fue doloroso, más bien fue decepcionante, se suponía que él la
amaba... pero su amor no duro tanto, en cambio Joon, el soporto todo su compromiso
y jamás le pidió nada a cambio, solo estar a su lado — ¡Ah! Tengo que irme...— le dijo
al ver la hora, tenía una cita con su amor y no quería llegar tarde.

— ¡Hay! ¡Tienes que contarme todo!...—le grito su amiga.

— ¡Te lo prometo!— So Hyun se giró levantando su mano haciendo la promesa con su


dedo meñique.

Como siempre la cita tenía lugar en el parque, había tantos recuerdos en ese lugar que
era perfecto para hacer de un día normal en algo maravilloso. Desde las comidas en
pareja, hasta pasar el día mirando los árboles y respirando un poco de brisa fresca. So
Hyun caminaba rápido y miraba su reloj, ya llevaba unos cuantos minutos de retraso y
Joon se molestaba mucho cuando lo hacían esperar.

Lo vio a lo lejos, sentado con la vista perdida en alguna cosa, So Hyun suspiro
resignada, quizás hoy iba a ser el día de la primera pelea. Bajo el ritmo de sus pasos y
tocio un poco al estar cerca de él, enseguida su novio giro la cabeza para ver a su
hermosa novia. So Hyun sonrió con algo de culpa y él solo mantuvo una expresión
seca.

—Llegaste...— le dijo secamente y desvió la mirada.

—Lo siento...— se disculpó sin saber que decir.

—Te ves linda incluso cuando pones esa cara — dijo él sonriendo y haciéndole unas
cosquillas a su confundida novia.

— ¡YAH!...— le dijo ella golpeando suavemente sus manos — ¡no me hagas esas
bromas!...— se quejó antes de rendirse a los brazos de él y recibir sus caricias,
aceleraba su corazón, la enloquecía.
—No seas gruñona...— se sonrió besando su mejilla— tan adorable como un conejito...

—Ya... deja de bromear — le pidió para soltarse de sus brazos. Necesitaba tener sus
manos libres para darle su regalo, se había pasado el día haciéndolo y no era justo que
por sus jugueteos no se lo diera— tengo algo para ti...

— ¿Para mí?...— le dijo él dejando sus manos en los bolsillos de la chaqueta, la miro
entrecerrando los ojos y se sonrió — ¿acaso será una sorpresa?...— le pregunto
alzando un poco el mentón y mirando al cielo — ¿Qué podría ser?...— se dijo a sí
mismo.

So Hyun se sonrió al ver las expresiones infantiles de su novio, era un poco tonto en
algunas ocasiones. Llevaba la caja dentro de su bolso, así que no tardo nada en sacarlo,
una linda caja roja con un lazo amarillo, no era una excelente cocinera... siempre era él
quien cocinaba y ella limpiaba pero ese año habían pasado el día de san Valentín
juntos, más no el día de blanco... eso la puso a pensar.

—Feliz día de blanco...— le dijo entregando la caja. Joon se sorprendió de escuchar esa
frase, estaban llegando a septiembre... ya había pasado mucho tiempo desde la fecha.
Entonces ella lo miro haciendo un puchero con sus labios — sé que es tarde, pero no
me pareció justo que este fuera el único año que no te regalara algo en ese día...

—Siempre me sorprendes...— Joon tomo la caja roja y la abrió, estaba llena de


bombones de chocolate — ¿los hiciste tú?...— el pregunto manteniendo la sonrisa.

— Sí... son de cereza...— la primera vez que hizo uno salió horrible y tuvo que hacerlo
tres veces más antes de que el sabor del chocolate fuer a chocolate y no algo
quemado— están deliciosos...
— ¿Sí?...— cuestiono mirándola. Tomo uno y lo observo... tenía buena forma y no
parecía mortal — pruébalo tú primero — y le ofreció el bombón a So Hyun mientras se
reía.

— ¿No confías en mí?...—le dijo con cara de pena, no era una manipuladora pero sabía
cómo romper las barreras de él.

— Tsk...— murmuro él y se llevó el bombón a la boca, cerró los ojos cuando lo mordió
pero estaba delicioso— ¿estoy muerto?...— le dijo en broma y ella le dio un golpe en
su brazo — ¡Au!..

— Deja de molestar...

— Ahora tú...— le dijo ofreciéndole un bombón a ella — Aaa...— le pidió.

Se pasaron bromeando y comiendo los bombones que ella preparo para él. Se sentía
bien hacer cosas simples como esas, cuando estaba con Yi Jung siempre iba a lugares
costosos y frecuentados por muchas personas pero con Joon las cosas eran diferentes,
ambos eran muy parecidos y gustaban de cosas simples.

El rumor de la ruptura de Yi Jung con So Hyun corrió muy rápido, todos hablaban de
eso además de lo rápido que ella lo cambio por Joon. Claro que eso no le hacía ningún
favor a ella, ni tampoco calmaba los celos de Yi Jung, quien a pesar de haber salido de
la vida de So Hyun, ya estaba planeando como volver, una vez lo hizo y podía hacerlo
una vez más. Ese día él la estaba esperando fuera de su departamento, le tranquilizaba
saber que esos dos no estaban viviendo juntos, así por lo menos sabía que ella no era
totalmente su novia.

Cuando So Hyun termino de despedirse de sus pocos amigos y se encontró sola, él se


acercó a ella, al principio lo hizo tímidamente pero luego adopto esa pose de confianza
que tanto lo caracterizaba. Ella se estaba arreglando el cabello cuando alguien toco su
hombro, se giró sonriendo, estaba segura de que era él.
— ¡Joon!...— dijo esperando verlo a él.

—...— Yi Jung se quedó sin palabras al escuchar el nombre de él en vez del suyo. Le
dolía su orgullo y el corazón — Hola...— fue lo único que se le ocurrió decirle.

— Hola Yi Jung...— pero más confundida estaba ella, ¿Qué hacia él esperándola? miro
hacia el lado y luego al otro, ¿acaso estaba esperado a otra persona?— ¿Qué haces
aquí?— le pregunto finalmente. Se estaba sintiendo un poco incomoda, más porque
sentía los susurros de las otras personas.

— Vine a buscarte...— era típico de él sonreír con ese encanto de gran ganador —
necesitamos hablar.

— No...— le dijo ella frunciendo el ceño, no había nada que hablar, la última vez que lo
vio se portó como un idiota y ahora venía a conversar, no, ya era muy tarde para eso.
Puso su bolso en el hombro para marcharse.

—Por favor...— dijo interponiéndose en su camino, sus ojos suplicaban, jamás había
hecho eso con alguien y mucho menos con una chica— solo una vez...

So Hyun no pudo resistirse, era amable con todos y no sentía odio hacia él, solo estaba
enfadada por la decepción que le causo. Pero al final acepto ir con él a pesar de las
miradas y los murmullos, se subieron a su auto en dirección a su casa. El camino fue
silencioso, solo sentía las miradas de él, y ella intentando no parecer demasiado
orgullosa. Cuando se estaciono al frente So Hyun soltó un suspiro... ¿Cuántas veces
había dormido en esta casa?, ahora todos esos recuerdos parecían lejanos. Él como
siempre se portó como un caballero, abrió su puerta y la invito a pasar dentro.

— ¿Quieres algo de beber?...— le pregunto con una sonrisa.


— No gracias...— So Hyun se sentó mirándolo, se veía algo apagado.

—So Hyun, no te llame para que estés a la defensiva, solo quiero...— lo había pensado
bien, no quería forzar las cosas pero sabía cómo presionar sin mostrar que estaba
desesperado — una noche.

— ¿Qué?...— le dijo ella sin entender muy bien a qué se refería.

Él se levantó de su asiento y la tomo de la mano, ella reclamo un poco pero solo


obtuvo unas risitas traviesas de su parte, la monto nuevamente en su auto y la llevo al
tan conocido club donde solía ir. Le dio una mirada coqueta antes de abrir la puerta del
auto y llevarla dentro. So Hyun hizo un gesto de reproche por todo lo que estaba
haciendo Yi Jung. Ella tenía novio y ahora entendía bien cuáles eran sus intenciones,
quizás antes hubiera caído inocente en sus brazos pero no ahora. Él siempre tenía
muchos trucos para usar y en cuanto llego al club la dejo cerca del escenario, se subió
a él tomando un saxofón siempre mirándola.

—Hoy quiero hacer algo especial...— dijo al micrófono mientras las chicas se giraba a
verlo— le hice mucho daño a una mujer y quiero pedirle perdón...— se quedó
mirándola mientras llevaba la boquilla del instrumento a sus labios — So Hyun...—
pronuncio su nombre antes de empezar la canción.

Las chicas suspiraban y gritaban de la emoción, cualquiera de ellas mataría por


llamarse así o si quiera tener el honor de tales actos. So Hyun por su parte, bajo la
mirada, esto no estaba bien, no se sentía bien estar aquí con él. Una vez que la música
empezó a fluir sus ojos se levantaron automáticamente viendo como Yi Jung se lucia
en el escenario, cada nota, cada sonido era especial, tristes y profundo. Su pecho
empezó a inflarse y su respiración se agito, sentía que le faltaba el aire cada vez que él
la miraba ¿acaso seguía se había enamorado de él?, pero pronto esa pregunta se
respondería sola. Una vez que toco toda la canción Yi Jung se bajó del escenario a
buscarla, sabía que ella amaba los detalles románticos, esperaba que con eso quizás le
diera una oportunidad. So Hyun en cambio se dedicaba a mirar la puerta de salida, no
se había marchado antes porque los ojos de todos estaban puestos en ella.
— ¿Qué dices?...— le pregunto a ella, levantando su mano y dejándola alzada al aire —
me das una oportunidad...

Hubo un silencio entre ellos dos, más las chicas aullaban de dolor, el chico sexy del club
le estaba rogando a esa don nadie una oportunidad. Ella bajo la mirada y sus ojos
temblaban.

— Lo siento...— respondió ella haciendo una reverencia hacia él — no puedo...

La mano de Yi Jung quedo sostenida en el aire y su mirada completamente vacía al ver


como ella salía corriendo del club, era como si el tiempo se hubiera quedado parado y
todo lo demás se moviera excepto el, ni siquiera respiraba, su corazón no latía, nada
tenía sentido.

So Hyun corría, siempre corría sin rumbo, pero no esta vez, hoy estaba completamente
segura de hacia dónde iba, sus pies eran tan firmes y rápidos, solo querían llegar lo
antes posible. Parecía una loca corriendo pero estaba un poco lejos y era tarde. Otra
persona salió corriendo del club, Yi Jung la vio doblando en la esquina y enseguida se
subió a su auto para seguirla, estaba alterado, se suponía que ellos debían terminar
juntos esa noche, no debió pasar esto.

Pero mientras conducía despacio siguiéndola se dio cuenta hacia donde se dirigía... sus
manos apretaron el volante y se mordió los labios al verla llegar al departamento de él,
parecía desesperada por verlo. Estaciono su auto afuera y sus ojos se posaron en el
tercer piso, ese era el departamento de Joon, ¡maldito afortunado!

So Hyun golpeo fuerte la puerta, tan fuerte que podía tumbarla en cualquier
momento, Joon se apuró en abrir y apenas se abrió ella se lanzó sobre él, casi lo tumba
con el impulso, pero necesitaba colgarse a su cuerpo. Joon dio unos pasos hacia atrás
para recobrar el equilibrio sujetándola por la cintura para soportar su peso, se puso a
reír enseguida, le gustaba esa nueva chica más impulsiva.
— ¿Qué pasa?...— le pregunto ya que ella no hablaba, tenía los ojos cerrados y bien
apretados.

—Te amo...— le dijo empuñando sus manos y respirando agitada — te amo...— le


repitió.

Joon se sonrió ampliamente y cerró la puerta, la beso en las mejillas, en la frente y en


sus labios, era la primera vez que le decía eso en muchos meses, liberaba su corazón
de las ultimas cadenas de dudas, solo necesitaba eso para ser feliz.

—Debo ver la cena...— le dijo él al cabo de unos minutos, So Hyun seguía sin soltarlo y
no parecía tener intenciones de hacerlo — bebe...— entonces ella soltó poco a poco el
cuello de él y para que fuera a terminar lo que estaba haciendo antes de interrumpirlo
— yo te amo más...— le susurro antes de que lo dejara ir por completo.

So Hyun se quedó con una sonrisa y ganas de llorar, hoy por fin le había puesto punto
final al otro capítulo de su vida y estaba abriendo una nueva historia desde cero con
Joon. Ella camino por la sala dejando su abrigo y el bolso en el sillón, salió hasta el
balcón para ver las estrellas y la luna, el cielo de día o de noche siempre le traía
tranquilidad. Inspiro profundamente llenando sus pulmones de aire y felicidad, hoy
era su día.

—Te vas a enfermar...— le dijo Joon acercándose a ella.

—No es cierto...—le respondió sonriendo y sintiendo como el pasaba sus manos por la
cintura y las cruzaba por delante.

—Necesitas un poco de calor...— le respondió Joon poniendo su cuerpo cercano al de


ella y su rostro descansando en sus hombros, entre el suave espacio de su cuello y sus
hombros, respirando el aroma dulce que emanaba de su cuerpo.
— ¿Sí?...— le dijo algo divertida al ver como él se aprovechaba del frio para envolverla
con su cuerpo.

— Sí...— se sonrió y la beso, ya no eran besos suaves, estaban cargados de pasión,


lujuria y deseo, realmente habían madurado, ambos.

Yi Jung lloraba en su automóvil, esos dos se amaban, se amaban realmente. Golpeo el


volante del asiento una y otra vez, deseaba gritar y entrar llevársela lejos, pero no
podía, ella ya no lo amaba. Pego su frente en el volante mientras sentía como sus
lágrimas seguían cayendo a las mejillas sin tener como frenarlas.

Esa noche fue trágica para Yi Jung, cuando dejo de llorar se fue a su casa y acabo con
todo el licor que había en ella, no quería saber del mundo solo quería borrarse del
mundo, borrarlos a todos.

Es increíble cómo cambian las cosas, en un instante era primavera y ahora estaban en
pleno invierno, viendo como caían los copos de nieve en la calle cubriendo todo de
blanco. Los rumores en la universidad cesaron al cabo de un tiempo y ellos retomaron
su vida como antes.

— ¡YAH!..— le grito Joon — ¿Por qué tienes que llevar esas ropas?...— saco unas
blusas y vestidos de la maleta de ella — ¿estas no son ropas de invierno?...— le crítico.

— Ya te dije...— So Hyun volvió a poner las ropas dentro de la maleta...— JOON...— le


grito al sentir sus manos alrededor de su cintura — ¡YAH! BASTA...

—No quiero que te vayas...— él besaba su cuello haciéndola sonrojarse, hace tiempo
que él había cambiado sus caricias por estas que la hacían suspirar.

—Joon...— susurro rindiéndose a los besos de su novio. Pero esa tregua duro hasta
que las manos de él subieron a su blusa, y con una cierta habilidad ya había quitado
dos botones de esta — ¡YAH!..— Le grito dándole unos golpes a las manos de él y
girándose — NO...— le grito levantando su mano.

— Tks...— se quejó él mirándola mientras ella volvía a hacer sus maletas.

Cuando ella termino de hacer sus maletas Joon las bajo y las puso dentro del auto,
miraba a So Hyun de reojo, parecía algo molesta, pero era lógico hacer esa clase de
cosas si estaban en pareja, además ya no eran unos niños y habían esperado mucho
tiempo. Pero ella parecía reacia a sus toques.

Llevo el auto hasta el aeropuerto, para colmo de cosas ella se iba de viaje con su clase,
eso lo había puesto de mal humor, se iban a disfrutar unos días en la nieve, claro... ella
se iba con todo un grupo de chicos ansioso por ponerle las manos encimas, ¿Cómo se
suponía que aceptara eso?

—Joon...— ella fue la primera en romper el hielo, no le gustaba ver a su novio con un
rostro de perro — son solo unos días...— le dijo en consuelo.

—Mmm...— murmuro entre dientes, estacionándose. Apago el motor de su auto y


cruzo su cuerpo hasta alcanzar su rostro, el beso fue muy tierno — lo sé...— se sonrió
viendo las mejillas de ellas rosadas — tan linda...— bromeo antes de salir del auto.

La pareja era casi un icono entre las parejas, se veían dulces, tiernos y lucían realmente
bien juntos. Incluso se demostraban su afecto en público, aunque solo fueran un beso
suaves en sus labios, se armaba un escándalos entre todos. Joon tenía una puntada el
pecho, como si algo fuera a pasar, quizás solo eran imaginaciones suyas.

Se quedó hasta ver como despegaba el avión, era un viaje corto solo una hora y ya
estaba extrañándola... ojala el tiempo pasara rápido para tenerla de nuevo en su casa.

El primer día sin ella, se la paso arrojando bolas de papeles en un basurero... dando
vueltas por la casa y ordenando la ropa, incluso limpio un espacio en su closet para
colgar lo que ella dejaba en algunas ocasiones... estaba un poco aburrido pero no
podía irse a buscarla, tenía que darle un poco de espacio con sus amigos y dejarla
respirar un poco. Miraba constante mente el reloj imaginándose que estaba haciendo
a esas horas.

En cambio So Hyun estaba disfrutando cada momento, salieron a pasear a caballo en


medio de la nieve y todo era tan lindo, cada minuto se les ocurría hacer otra cosas,
beber chocolate caliente y practicar con los esquíes.

—So Hyun tu puedes...— le dijo una de sus amigas.

— ¡Ah!... sí...— era un poco torpe con esas cosas pero le encantaba probar cosas
nuevas.

— ¡SO HYUN!..— escucho un grito y luego un golpe.

Un poco de nieve le cayó en el rostro y sentía que le dolía la cabeza, pero sobretodo
sentía un peso encima de ella. Con miedo de ver que paso mantuvo los ojos cerrados y
poco a poco abrió uno, solo veía una sombra borrosa así que abrió un poco más el otro
ojo y finalmente se formó la figura.

— ¿Estas bien?...

— Yi Jung...— dijo ella sin creer que estaba enfrente de él. Se arrastró hacia atrás y se
quitó los guantes de la mano y el aparato que le ayudaba a ponerse de pie —
¿Qué?..— Miro hacia el lado y no sabía si era una broma — ¿Qué haces aquí?...— le
pregunto.

—...— se sonrió encantadoramente — solo descansando...— era una verdad a media,


sabía perfectamente que ella estaría aquí, gracias a la ayuda de Missa, su amiga en
común. Le había costado mucho sacarle la información pero tanta suplica surtió
efecto.
— ¡So Hyun! Estas bien...— llego una de sus amigas a su lado para ayudarle a
levantarse.

—Sí... lo estoy — ella miro a su amiga y a Yi Jung.

—Ven vamos a dentro...

El corazón de ella hacia un sonido extraño, estaba latiendo aceleradamente, seguro era
por el susto de casi ser atropellada por una moto de nieve, no tenía nada que ver con
él, nada que ver. Mientras ellas se alejaban él se sonreír travieso, si ella estaba sola
aquí podía ser su última oportunidad.

Esa noche So Hyun no pudo dormir, se sentía mal, era como si estuviera engañando a
Joon, pero jamás pensó que él se encontraría allí. Se cubrió la cabeza y cerró los ojos
apretándolos, deseaba desaparecer debajo esas sabanas y aparecer en la cama de su
novio.

La mañana se anunció con unos débiles rayos de sol, Joon suspiro mirando el techo de
su departamento, había pasado el día de ayer invicto, solo la llamo para saber cómo
había llegado, podía hacerlo, podía lograrlo... solo tres días más, de pronto se puso de
pie y se quitó el pijama, a quien estaba engañando, no iba aguantar tanto tiempo solo,
metió lo que pudo dentro de un bolso y se abrigo para el viaje.

Mientras en el otro extremo, So Hyun combatía las miradas de Yi Jung, no quería


seguir topándose con él a cada minuto, era molesto, en el desayuno compartieron
mesa, incluso él tuvo el descaro de cortar sus frutas y ofrecérselas. Claro que lo
rechazo, se levantó algo molesta de la mesa y se fue a la recepción, estaba
considerando irse antes del plazo, frotaba sus manos enérgicamente preguntándose
qué hacer.

— ¿Tan pronto te aburriste?


Ella levanto la cabeza y allí estaba él, con una horrible chaqueta roja y el cabello
revuelto, como si recién se hubiera levantado de la cama. So Hyun se quedó sin aliento
poniéndose de pie, ¿acaso lo estaba soñando?

— ¿Así recibes a tu novio?...— negó con la cabeza dando el primer paso y abrazándola
— lo siento... no puede aguantar...— se disculpó por interrumpirla con sus amigos,
prefería pedir perdón a pedir permiso.

So Hyun lo beso y negó, ella era la más feliz de estar con él, ya estaba pensando en irse
pero si él se quedaba con ella entonces todo estaba bien.

Una vez que él se registró en una habitación salieron juntos a pasear en caballo, la
primera idea era ir de esquiar pero ella se negó rotundamente. El paseo a caballo fue
mucho mejor que lo de ayer, tenía los brazos de él cruzados en su cintura, amaba eso,
sentir como su cuerpo se pegaba al suyo, su aliento cálido en su cuello.

Sus amigas se morían de envidia, su novio se la había robado de todas las actividades
del grupo, la llevo a caminar e incluso se arrojaron en la nieve haciendo ángeles,
parecían dos niños disfrutando de un paseo escolar. Era tanta la emoción que ella se
olvidó completamente de Yi Jung, ni siquiera se lo menciono a Joon y como él no veía
nada más que a ella pues nadie noto la expresión dolorosa que llevaba a todas partes
Yi Jung.

Cuando llego la tarde y por fin se habían calmado, Joon lentamente saco la cadena que
siempre llevaba en su cuello. So Hyun lo miro un poco curiosa, ese anillo lo
acompañaba a todas partes, era un recuerdo muy preciado de él. Soltó la cadena y la
dejo colgando de sus dedos.

—Es tuya...— le dijo emocionado.

— ¿Ah?...— So Hyun se asustó y negó con la cabeza — es de tu madre...


—Y ahora es tuyo...— tomo la mano de ella y la extendió para dejar el anillo en su
palma — y tú eres mía...

Había llorado mucho ese año, demasiado y seguía asiéndolo pero lejos de ser lágrimas
amargas estas eran de felicidad. Su corazón se quería salir de su pecho, estaba tan feliz
de tenerlo a él, y esto era la prueba más grande de su amor.

La mañana siguiente se despidieron de sus amigos, habían disfrutado mucho el paseo


del día anterior pero ambos sentían otro tipo de necesidad. Regresaron en el primer
avión de la tarde, no hubo otro horario para llegar más temprano, pero los dos estaban
felices de estar de regreso en casa.

—Hice algunos cambios...— le dijo abriendo la puerta.

— ¿De qué tipo?...— le pregunto ella entrando con la maleta y viendo la casa
reluciente— wo... parece nuevo — le dijo en broma.

—No seas tonta...— Joon tomo su mano y la llevo al dormitorio — hablaba de esto...—
y le señalo el closet...— ahora puedes poner tus cosas...

—...— So Hyun lo miro de reojo mientras abría el closet. Incluso había ropas de ella
colgadas.

Joon no sabía que iba a pasar ahora, sentía que había dos posibilidades, que ella se
enojara con su pedido o que todo saliera bien. Tosió un poco para reclamar su
atención, pero ella parecía ida. Trago saliva y se aproximó a ella, puso su mano en el
hombro y fue entonces que la vio, estaba sonrojada.

No hubo palabras nada... solo el silencio y la respiración de ellos, So Hyun se quitó la


chaqueta dejándola caer en el suelo y su mano temblaba cuando levantaba su blusa,
estaba nerviosa, era su primera vez. Joon se quedó inmóvil viendo como ella
lentamente se desnudaba ante sus ojos... no supo si moverse o no, hasta que la vio
temblando. Instintivamente sujeto sus manos guiándola, removió su blusa dejándola
casi desnuda y su piel lucia tan pálida. Ella levanto la mirada, parecía dudar.

—No tenemos que hacerlo...— Joon no quería obligarla a nada.

—Pero quiero...— le respondió enseguida.

Ella cerró los ojos y desabrocho su pantalón. Él la ayudo con todo, desde el pudor de
quedarse desnuda hasta calmar sus nervios, no iba a lastimarla, no iba a dejar que
nadie la lastimara... solo deseaba amarla de una manera que nadie más podría hacerlo.
Los besos, la manera en que las manos de Joon iban recorriendo su cintura, sus
muslos, su voz tranquilizándola, su aliento derramado en distintas partes de su cuerpo,
el sabor de sus labios. Sus mejillas se llenaron de lágrimas al sentir que sus cuerpos se
unían, su voz se quebraba al sentir como Joon la amaba... era un dulce dolor, no supo
cuánto tiempo estuvieron quietos y tampoco supo cuando su cuerpo dejo de temblar,
solo sentía que su piel ardía y que el mundo giraba, su cabeza daba vueltas y pensó
que iba a caer, pero siempre venia él a recatarla. Joon la abrazo y protegió a su ángel,
no solo estaba feliz... esa palabra no era suficiente. Ella cerró sus ojos dejando que él la
protegiera, que la cuidara.
Un día Blanco

A la mañana siguiente So Hyun no quiso abrir sus ojos, sentía la respiración de Joon
sobre su cabeza, además estaba desnuda, solo pensar que tenía que ver el rostro de
Joon la avergonzaba, estaba esperando que él se despertara y se levantara, así podría
evitarse la penosa escena.

— ¿Realmente vas a quedarte con los ojos cerrados?...— le vos de Joon llego como
una brisa fresca — creo que ya no tienes nada de qué avergonzarte...— la acomodo en
sus brazos, pero ella seguía fingiendo que estaba dormida — entonces...— bajo un
poco su voz — ¿puedo?...— dijo bajando su mano por la espalda desnuda de ella,
estaba a punto de llegar a sus caderas.

—No...— exclamo ella abriendo solo un ojo, su rostro estaba radiante, lucia más
hermosa que nunca.

—Tonta...— le dijo besando su frente.

A pesar de los intentos de Joon, So Hyun era una chica tímida y aunque no se
arrepentía da nada se cohibía fácilmente con toda esa nueva vida. Él entendió
plenamente y la dejo sola en el cuarto, así aprovechaba para planear algo especial,
quería que ella recordara esa experiencia para siempre. Preparo un desayuno ligero, la
llevaría a la playa, seguro que eso la animaría mucho.

Como se esperaba, o mejor dicho como Joon esperaba, su novia era completamente
suya y nadie podía arrebatarle lo más preciado que ella le había dado, entonces supo
que no había obstáculo que los apartara. Para sorpresa de él, ella tomo la iniciativa y
decidió mudarse con él, al principio se sentía extraño vivir con él, estaba tan
acostumbrada a tener su hogar propio, pero esta vida de pareja tenía sus ventajas,
comida deliciosa tres veces al día y un hombre que siempre estaba dispuesto a
abrazarla.
Claro que cuando los padres de So Hyun se enteraron de eso se quisieron morir, era
muy extraño ver que su hijita se fuera a vivir con un chico, aunque fuera el mismo
novio que tuvo desde la escuela, eso no importaba, sino el hecho de que estaban
actuando como una pareja casada sin estarlo. Pero en secreto y a espaldas de su novio
hablo con el padre de ella, él no se sentía comprometido a actuar de forma
responsable, pero estaba completamente perdido por ella. Le pidió permiso a su padre
para casarse con ella y también su bendición. El padre de ella estaba algo receloso, no
le gusto que los jóvenes pasaran por encima de él pero ahora su yerno estaba
haciendo las cosas como era debido.

— ¿Qué hablabas con padre?...— le pregunto ella al salir de casa.

—Solo le preguntaba si de pequeña eras malcriada...— le dijo en broma.

— ¡Ya!...— So Hyun torció sus labios.

— ¡Deja de gruñir!...— le grito Joon sacándole distancia con sus largos pasos.

— ¡No huyas!...— le respondió ella mientras lo perseguía.

— ¿Quién huye?...— le dijo él caminando de espalda para verla.

— ¡Tonto!...— le grito y entonces Joon se detuvo en seco y ella se movió nerviosa,


conocía esa mirada — ¡Ah!...— grito So Hyun cuando Joon corrió tras ella.

Intento esconder detrás de un árbol pero él la alcanzo antes de que pudiera hacer
algo, la cargo en su hombro y la hizo girara un par de veces antes de ponerla de nuevo
en el suelo, esta era su pequeña venganza. Se metieron al parque namsan para
caminar entre los arboles florecidos, la primavera estaba en pleno apogeo y ella
caminaba lentamente por los senderos tomada del brazo de él, mientras los pétalos de
las flores flotaban a su paso, era mágico.
Con la bendición del padre de ella Joon solo tenía una cosa más que hacer, buscar el
momento para proponerle matrimonio a So Hyun. Eso y buscar los anillos, pero era un
poco difícil hacerlo, siempre que salía a comprar lo hacía con ella incluso la llevo a una
joyería, quería ver algunos anillos disimuladamente pero incluso así era difícil, ella se
quedaba pegada a su lado mirando los collares y aretes.

— ¡Amor!...— le dijo emocionada — mira esto

— ¿Qué es?...— le pregunto mientras se acercaba desde atrás. No le daba tiempo para
nada.

— ¿No son hermosos?...— le respondió con una pregunta mientras se reía, era un par
de aretes de plata.

—Mmm...— exclamo él y en vez de mirar los aretes se fijó en la caja del lado, una caja
un par de anillos, no entendía mucho de joyas pero algo le decía que eran los indicados
— son un poco costosos...

—sí...— se quejó un poco, pero era cierto... no debían gastar el dinero en esas cosas.

—Mejor vamos por un helado...— más tarde volvería por ellos. Se adelantó a ella y
salió de la tienda.

— ¡Espera!...— le grito ella mientras se iba corriendo tras sus pasos.

El paseo había sido divertido, pero no fue un día perfecto. Su madre los había ido a
visitar y la verdad fue muy molesto tenerla en casas, se quejaba de todo. Que su
departamento era muy pequeño, que deberían pensar en comprar una casa, eso y
más.
— ¡Ah!...— exclamo So Hyun en la cama, estaba pensando en todas las cosas negativas
que su madre le dijo, en vez de ser una visita agradable se había convertido en una
pesadilla — mamá es una molestia...— le dijo a Joon que distraídamente leía un libro a
su lado. Ella al ver su cara pasiva se cubrió la suya con las sabanas haciendo un
pequeño berrinche.

—Hmm...— exclamo él cerrando su libro — ¿Qué pasa?...— le pregunto intentando


sacar a su novia de las sabanas, pero esta luchaba para no mostrar su rostro — So
Hyun...— le llamo pero ella seguía haciendo su berrinche.

— ¡Mamá!...— le respondió finalmente sacando sus sabanas — ¿Por qué tiene que ser
tan negativa?...— le pregunto con ojos de cachorro.

—Porque es tu madre...— le dijo en respuesta. La señora estaba preocupada por su


hija y era lo más lógico, si tuviera una hija no le gustaría que un tipo se la llevara — se
preocupa por ti.

So Hyun lo miro haciendo un puchero, su novio era un hombre en verdad, lo abrazo y


se quedó así, a pesar de que Joon reclamo, ya que aún tenía ganas de leer un poco más
pero era difícil luchar contra una criatura tan adorable como ella. Si supiera que le
esperaba mañana, de seguro no estaría tan preocupada por su madre o su padre.

Le costó un poco deshacerse de ella, tuvo que enviarla a comprar comida para salir de
casa sin que sospechara, lo bueno es que sabía exactamente donde ir y que comprar.
Se apuró en llegar a la joyería y apenas pudo compro los anillos, no pido grabarlos ni
nada de eso, luego de la propuesta lo haría, por ahora los necesitaba para la noche. Se
quedó fuera del departamento sacando los anillos, eran muy lindos... brillaban a la luz
del sol.

—Qué pequeño...— susurro al ver el tamaño.

Los dedos de ella eran finos, el anillo de él era un poco más grueso y ancho, era la
primera vez que compraba una joya y era precisamente de ese tipo. Se reía solo, era
un poco extraño incluso para él pero sentía que era lo correcto, ya no quería pasar un
día más sin que ella fuera su esposa.

Para cuando regreso al departamento ella estaba de brazos cruzados y con el ceño
fruncido... parecía algo molesto de encontrarse sola en el departamento. Él solo se
sonrió de lado mientras aclaraba su garganta para hacerle saber que había llegado.

— ¿Dónde estabas?...— le pregunto levantándose.

— ¿Estás molesta?...— le respondió ocultando su risa, sabía que eso la desesperaba.

— ¿Por qué me mandas a comprar si ibas a salir?...— le dijo gruñona.

—No te alteres...— le consoló mientras tomaba su mano — ¿vamos a comer?...— le


pregunto mientras ella se movía inquieta en sus brazos. Era toda una fierecilla si se lo
proponía.

— ¡Ya!... ¡me mandas a comprar comida y ahora me invitas a cenar fuera!...— le dijo
acompañando la frase con un golpe.

— ¡Ah!...— se quejó exageradamente — solo acepta...— le pidió, ella hacia todo más
difícil, por una vez... que le costaba cooperar.

Pero le costó un par de golpes antes de que aceptara a salir con él, le gustaba cuando
ella se enojaba, pero estaba feliz de que finalmente acepta. La llevo a un lugar común,
no iba a pretender llevándola lugar lujoso. Él acomodo su silla y se sentó frente a ella,
se veía linda aun con ese dejo de molestia en sus ojos.

— ¿Te gusta?...— le pregunto uniendo sus manos al frente sonriendo.


—Hmm...— le dijo asintiendo con la cabeza — esta delicioso...

Joon se reía travieso, no había mucho que hacer solo una pregunta y una respuesta.
Metió su mano en la chaqueta y saco una caja algo grande y cuadrada, So Hyun estaba
comiendo cuando la vio... levanto sus ojos para verlo y él solo se sonrió mientras
acercaba la caja, ella dejo de lado los palillos y enderezo su espalda... ¿acaso serían los
aretes?

—So Hyun...— Joon estaba completamente serio— cásate conmigo...— no fue


realmente una pregunta, más bien pareció una orden.

—...— ella se quedó con la boca abierta y su meno comenzó a temblar cuando agarro
la caja, sus ojos estaban asustados al abrir la cajita y ante ella relucieron un par de
anillos. So Hyun lucia más sorprendida cada vez, eran preciosos. No supo realmente
cuanto tardo en salir de la impresión— Sí...— le dijo ella finalmente mientras sus ojos
se aguaban— quiero ser tu esposa...

Una propuesta simple, para un par de corazones simples. Las primeras personas en
saber de su compromiso fueron sus padres, Joon ya había hablado con él padre de ella
y ahora él sonreía orgulloso de su hija, había conseguido un buen hombre. Pero la más
feliz era su madre, ya creía que su hija iba a vivir sobre la moral, aunque para la joven
pareja ese no era el motivo para casarse, sino el amor que sentían mutuamente.

Missa grito emocionada al enterarse que su mejor amiga se iba a casar y a diferencia
de su anterior compromiso sabía que este sí tendría un final feliz, pero por mucha
felicidad que le causaba la noticia tenía el deber de informarle a Yi Jung los nuevos
sucesos. Para su amigo de la infancia iba a ser difícil de aceptar que So Hyun sería la
esposa de Joon.

El tren se movía turbulento, el sonido de las ruedas sobre los rieles era molesto en un
principio pero con el pasar de los minutos se convirtió casi en una melodía de fondo. El
joven iba sentado mirando por la ventaba y sosteniendo una cámara, sacaba fotos
indiscriminadamente dejando libre su mente y también su corazón. Justamente hoy
ella iría camino a la iglesia, pero él no estaría esperándola al final del pasillo. Yi Jung
había decidió tomar un viaje por Corea, recorrer los distintos lugares, intentar dejar el
pasado atrás, no estaba totalmente conforme con lo que hizo, aun sentía que ella pudo
ser suya, pero había cometido tantos errores... ella merecía ser feliz.

La boda llevo solo un mes de organización, al principio solo iba a ser una boda privada,
con familiares y unos pocos amigos, sin embargo la madre de So Hyun se encargó de
hacerla un poco más grande. Pero Joon estaba feliz, su novia en pocas horas se
convertiría en su esposa, aunque el traje de etiqueta lo ahogaba y no verla en todos
dos días lo traía muy preocupado, su madre le dio la idea de que se separar antes de la
boda, que sería más emocionante la espera.

— ¡Madre!...— le grito So Hyun, era la tercera vez que arreglaba el velo y ya estaban
retrasadas— ¡quiero irme!...— le rogo, era común que una novia estuviera ansiosa por
llegar a la iglesia, pero ya no soportaba tanta cosa, que el ramo, que el vestido, tanto
para hacer una pregunta que ya tenía respuesta.

—So Hyun... las novias siempre se hacen esperar...— le dijo mientras arreglaba el
faldón de su vestido.

— ¡Madre basta!...— le pidió, ya estaba cansada... ¿Cómo no la entendía?

—Él no se va a ir...— le dijo su madre mientras la abrazaba— te va a tener para toda la


vida... déjame estos minutos a mí...— le pido, era su pequeña niña, y ya no lo seria
nunca más.

—Madre...— le dijo ella besándola en la mejilla — no es como si fuera a morir, solo voy
a casarme...— le dijo tranquilizándola.

— ¡So Hyun!...— el grito de Missa era inconfundible— ¡ya es hora!...— le dijo


apurándola y terminando con el abrazo — luego pueden abrazarse...
—Ah... no me jales—le dijo So Hyun, pero su amiga tenía razón era un poco tarde y la
música llevaba un buen rato sonando.

Estaba tranquila, no pensaba que fuera a dudar ahora, pero cuando estuvo de pie en el
pasillo de la iglesia, con los bancos llenos de personas esperando que ella caminara al
altar, sintió que su corazón se hacía pequeño. Miro hacia la salida y le dieron ganas
huir, pero al final de esa alfombra roja estaba él esperándola, su cara lo decía todo. No
se dio cuenta cuando su cuerpo se movió solo, paso tras pasos y las notas
acompañándola, se sonreí a medida que se acercaba a él y Joon respiraba felicidad,
dos días sin verla y ahora... lucia como todo un ángel solo faltaba sus alas.

Estuvieron lado a lado cuando el sacerdote empezó la ceremonia, ambos se dedicaban


miradas cómplices, sentía como la mano de Joon intentaba sujetar la suya, deseaba
tocarla, después de tantos días. Llego el momento de los anillos y estando frente a
frente le prometió amor eterno, deslizando la argolla por su dedo, ella hizo lo mismo,
mirándolo a los ojos, sello su promesa de amor con ese intercambio de anillos.

—Puede besar a la novia...

Hasta ese momento los invitados estaban silenciosos, fue el momento en que Joon
tomo el rostro de So Hyun depositando un beso, como extrañaba sus besos, deseaba
tener esos labios y besarlos por siempre. El grito de los asistentes les espanto y se
separaron, So Hyun estaba notablemente avergonzada pero él tomo su mano para que
juntos enfrentaran las miradas de sus amigos y parientes. Ahora eran una feliz pareja
casada y seguirían su vida juntos, con felicidad y tristeza, todo lo que viniera en
adelante.

Yi Jung miro su reloj, a esa hora ella ya debía ser una mujer casada, él se sonrió
amargamente mientras acomodaba el bolso en su hombro y bajaba del tren, maldecía
la suerte de Joon pero también les deseaba toda la felicidad, por más recelos que
sentía en el fono deseaba que tuvieran éxito.

—Dos meses después—


Un auto se estacionaba frente a una casa, una pareja joven se bajaba de ella y
contemplaban la casa con ilusión, era un regalo de bodas un poco costo por parte de
su esposo, pero como ya no necesitaba su departamento y prefería tener un hogar
tradicional, el barrio tenía escuelas, jardines y todo lo necesario para empezar una
vida.

— ¡Vamos!...— le dijo Joon tomando la mano de ella y abriendo la parte trasera del
auto— hay mucho que desempacar...— le dijo a su esposa y esta le devolvió una
mirada traviesa.

—Ya lo sé...— le dijo tomando una caja y llevándola dentro.

—Oh... ahora que eres una mujer casada te has vuelto más fuerte...— bromeo él a ver
que cargaba una caja grande.

Se rieron y bromearon durante dos horas, las que se tardaron en llevar dentro lo que
necesitaban para instalarse por ahora, la casa era de tamaño mediano, no muy grande
pero amplio para los dos. Mientras ella se encargaba de ordenar las cajas él preparaba
la comida para ambos y la observaba, tan meticulosa al sacar los cuadros de su boda
incluso los recuerdos de la escuela. Ese día comieron en el suelo, pero al llegar la tarde
ya tenían armado su cuarto y para aliviar su trabajo la llevo a recorrer el parque,
sabiendo lo mucho que a su esposa le gustaba estar en los parques, se había
preocupado ese detalle.

La llevo hacia los columpios y se quedaron mirando el cielo, hasta ahora no había
escuchado una queja de su esposa, mucho menos una mala cara. Para ella todo era tan
irreal, desde que se casaron no había tenido un solo problema, nada, era una paz
completa, claro que discutían pero solo eran bobadas, ahora todo esto era enserio.

—Amor...— le dijo de manera cariñosa. No eran los únicos en el parque, había una
madre con dos niños que jugaban tranquilos — mira...
—¿Qué cosa?...— le dijo ella mientras sonreía y miraba a los niños, eran
aproximadamente de dos años y el otro de cuatro, se veían tan tiernos — que
traviesos...— le dijo ella mientras cruzaba las manos.

— ¿Crees que podríamos tener uno de esos?...—giro su rostro hacia ella —


¿pronto?...— la pregunta fue seria, realmente se sentía preparado para ese paso,
habían sido muchos años y quería tener esa dicha, junto a ella.

— ¿Qué?...— exclamo sorprendida — ¿estás hablando en serio?...— su corazón se


enloqueció, quería besarlo y abrazarlo.

So Hyun asintió con la cabeza mientras él se ponía de pie y se arrodillaba en frete de


ella, tomo sus manos y las beso, deseaba hacerla feliz, la mujer más feliz del mundo y
eso incluía muchos hijos, una casa llena de niñas como ella y quizás uno solo chico
como él.

— ¿Entonces vamos a intentarlo?...— le bromeo al ver que su esposa estaba de


acuerdo.

— ¡YAH!... no digas esas cosas en público...—le reclamo avergonzada y lo abrazo por


su cuello — vamos a intentarlo...— le susurro al iodo.

La abrazo y beso llevándola de regreso a su nueva casa, Joon esperaba que pronto los
dos tuvieran la noticia de un hijo, eso seguro alegraría a sus suegros y a todos sus
amigos. Pero sobretodo completaría la dicha de una vida juntos.
Finales Felices

Joon se daba vueltas en la cama intentando dormir un poco más, era sábado por la
mañana y el trabajo lo tenía muy cansado, trabajar como médico era agotador y lo
peor es que no podía ver a su esposa tanto como deseaba.

—Levántate...— la dulce voz de ella se metía en su oreja y sus manos se metían debajo
de su pijama, con los años se había vuelto un poco más liberal en algunos temas y
adoraba eso de ella.

—No quiero...— le dijo agarrándola de la cintura y tumbándola en la cama...— ¿Por


qué tienes que ser tan mandona?...— le pregunto antes de devorar esos labios
carnosos, era increíble que a pesar de los años siguiera deseando esos besos, ese
cuerpo y deseando provocar esos ruidos intensos.

So Hyun se rindió bajo el cuerpo de su esposo, lo veía poco, pero en momentos como
estos sentía que el tiempo no había pasado para ellos estaban tan enamorados como
en el colegio y siempre lo estarían, aunque pasaran mil años. Las caricias de ambos se
hicieron intensas, el intentaba quitar la camiseta que usaba para dormir cuando la
puerta se abrió de golpe.

— ¡PAPÁ! ¡MAMÁ!..— la voz del niño se escuchó hasta la esquina del barrio— ¿Qué
hacen?..— Les dijo un niño de 5 años mientras corría a la cama y se lanzaba en ella, y
se iba a separar a sus padres — ¡mamá es mía!...— le grito a su padre mientras ponía
sus manos alrededor del cuello de ella — es mía, mía, mía...— le repetía mientras So
Hyun miraba la frustración en la cara de su esposo.

— ¡Seok Young!...— le dijo Joon con algo de reproche pero sin sonar demasiado duro
con él — ¿Por qué siempre tienes que alejar a mami de papi?...— tomo a su hijo por
las costillas haciéndole reír— mami es mía...

— ¡YAH!...— les grito a los dos que se retorcían encima de ella— ¡dejen de jugar!... no
soy de nadie, los quiero a los dos...— les dijo a los hombres de su casa.
— ¡Mami! — la vocecita dulce de una nena se escuchó por el pasillo y sus piececitos se
hicieron presentes en el cuarto de sus padres, era una niñita de 3 añitos. La nena
estaba llorando y llevaba en su mano un conejito — Papi...

—Despertaron a So Min...— les dijo So Hyun algo enojada con los dos.

—Ven aquí amor...— le llamo Joon abriendo los brazos para recibirla.

Los esposos se miraron y soltaron grandes risas. So Hyun se había casado embarazada
y su primer hijo llego muy pronto, luego esperaron un tiempo antes de intentar tener
otro bebe ya que Joon estaba recién empezando en su trabajo y So Hyun terminando
sus estudios. La nena vino a los pocos años y era una constante felicidad, los niños los
volvían locos, pero era una locura buena. Quizás no tendrían más hijos, pero esos dos,
no había necesidad de más.

— ¿Quieren desayunar?...— les pregunto a su esposa y sus hijos.

— ¡Panqueques!...— les dijeron los tres.

—¡¡Porque sigo siendo el que cocina!!...— se quejó de broma, como todos sus días
libres, pasaría el resto del día jugando y consintiendo a su familia.

-Porque eres el mejor haciéndolo... - le respondió su esposa abrazada de sus hijos.

Se miraron y él vio la perfecta vida que siempre quiso con ella, era padres, estaban
cansados, a veces peleaban, a veces la hacía llorar, pero siempre terminaban juntos
porque no había forma humana que los mantuviera separados.

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