Está en la página 1de 274
LA MONTANA; (MUSEO TALLER) NOTA DE EDICIONES LA MONTANA Ast la levantamos. La Ciudad Jardin Lomas del Palomar es el titulo del libro escrito por Erich Zeyen que recoge la historia de la creacién de’ Ciudad Jardin entre los afios 1933-1956. La Montafia Museo-Taller presenta la edicién facsimilar del tinico ejemplar mecanografiado en castellano, traduccién del aleman realizada por su hija Adelaida Zeyen a los 19 afios de edad. Entendemos que toda edicién tiene su historia y esta comienza asi: Nuestro interés por conocer y comunicar la asombrosa historia de nuestro barrio se plasmé desde el afio 2000 en entrevistas y registros fotograficos y cinematograficos que llamamos Sucesos de Finca. Estos cortometrajes fueron exhibidos en diferentes instituciones: del barrio (Biblioteca Ciudad Jardin, Cine Helios, Club Afalp). Desde entonces nuestra formaci6n fue tomando diferentes caminos: historia del arte y del _ cine, encuadernacién, restauracién de libros y archivos, grabado, ceramica, dibujo, pintura, bordado, corte y confeccién, pedagogia, tenis, puericultura y fermentacién. La Montafia, ubicada en Plaza Plate, es el ; nombre del Museo-Taller que cobija todos esos aprendizajes. Abrié sus ~ puertas en noviembre de 2017 con las exhibiciones: “Ciudad Jardin: Arte y Archivo” y “Jorge Donn, el bailarin que nacié en Ciudad Jardin y vivié en el universo” Durante el afio 2017 trabajamos en el libro que Sebastian Zeyen, el - nieto de Erich, nos acercé a nuestro taller respondiendo a nuestro deseo de restaurar el tinico y valioso-ejemplar en castellano y emprender el proyecto de publicar las memorias de su abuelo. Sabiamos ‘que las lecturas sucesivas y las fotocopias sacadas por los vecinos interesados en conocer la historia de su barrio habian deteriorado la encuadernacién original. En la muestra inaugural de La Montafia exhibimos el original restaurado, la réplica exacta que construimos para que todos puedan ver, leer, tocar y recibimos los primeros encargos del libro Asi la levantamos de Ediciones La Montaiia, todas encuadernaciones diferentes y de disefios uinicos, realizados integramente en nuestro taller. Creemos que sabran disfrutar la lectura de esta valiosa y joven traducci6n que conserva, en tanto facsimil, los enmiendos y errores gramaticales y ortogrdficos de un texto sin correcci6n. Agradecemos a Sebastian Zeyen por su confianza y permiso para realizar esta publicaci6n y a su madre, Heidemaria Schmalzl, por su amistad y colaboracién ante las diferentes emergencias que surgen del encuentro entre idiomas. Cecilia y Maru Rodriguez B de La Montafia Museo-Taller ~ Ciudad Jardin, agosto de 2018 Restauracién de Asi la levantamos La Montana Museo-Taller Julio-Noviembre de 2017 Indice incluido por Ediciones La Montafia CAPITULO A manera de proélogo... 1933 Buscando terrenos apropiados Primera visita a la futura Ciudad Jardin Contrato con los sefiores Pereyra Iraola y Herrera Vegas En busca de financiacién Villa usién Barrio F.I.N.C.A. en Beccar Cajas de Crédito Reciproco 1942 Sagrados propésitos se derrumban Lo interes6é a Herten por el plan Compra de los terrenos “Sencillas pero de mal gusto” La provision de agua 1943 Comienza la lucha con las autoridades en La Plata Exposicién de Palomar en la calle Corrientes La primera venta ‘ Nada de terrenos vacios RON AWN 12 3) dete 20 22 23° 29 29 30 La primera palada La primera torre de agua El problema de la corriente eléctrica Ida y vuelta entre San Martin y La Plata El expediente desaparecido Jardin Zoologico Enrique Lampe 1944 La “interesante” cuestién de las calles La seccién La familia Zimmermann se muda a Palomar Policia Luz gratis La primera ciudadana nativa Lista Negra Las autoridades suspenden la construccién de las calles Arquitecto Waldner CADE no pude pagar La nueva torre de agua El centésimo Boleto de Compra-Venta La Inspeccion General de Justicia Guia de Habitantes Resumen afio 1944 1945 Asociacién de Fomento amigos de la Ciudad Jardin (AFALP) 10° cumpleafios de F.I.N.C.A. Escases de cemento. Construccion de calles Pozos hundidos = 31 32 35 37 38 41 42 42 43 44 46 50 51 51 52 oo: 53 56 S7: 58 58 59 60 Intervencion de las Sociedades del Eje Nueva oficina en la calle Olmos Servicios Publicos Muchacha para todo trabajo El mastil de la bandera La cuestion del teléfono F.L.N.C.A. se convierte en tinica propietaria de los terrenos Plant Industrial -Juan Bleyberg Mati Resumen 1975 1946 Manuel Pereiro 23. Seccion Comienza la inflaci6n Huelgas Enrique Plate se muda a Palomar Enrique morén Comienza la venta de la 2°. Secci6n 4.000 Aviadores en Palomar Negocios con las libretas de ahorro de F.I.N.C.A 38, Seccion Primer accidente de transito Mongsfeld se va, pero vuelve El Ingeniero Ortiz Dr. Antonio J. Benitez Resumen 1946 1947 Inauguracion del bar “Taku”. 91 Lucha de la prensa contra el crédito reciproco Cocinas Econémicas Banco Central Suspendo la edificacién 25 de Mayo de 1947 Club de Bolos “Blitz” (Kegelklub “Blitz”) Gregorio P. Parra Exposicién de cuadros de Palomar Nuevos aumentos de salarios. Nuevas huelgas 42, Seccién Colocacion de la piedra fundamental de la Escuela N 51 Resumen afio 1947 1948 Cooperadora Escolar Aumentos retroactivos de salarios Rompemos las relaciones con el Banco Hipotecario Nacional Terrenos del Ferrocarril Pacifico 53, Seccion. Inauguracion de la maternidad La primera muerte en la Ciudad Jardin Indignaci6n popular por las calles La nueva bandera de la Ciudad Jardin Compra de la 48. Fraccion Resumen del aiio 1948 1949 El fin de las cajas de Crédito Reciproco Librados al Banco Hipotecario Nacional Creciente Inflacién 93: of 94 96 97 SZ 98 99 100 100 100 102 103 103 106 110 111 112 112 113 113 114 114 115 121 122 6a.y 7a. Seccién Casas de altos Arquitectos maltratados Y nuevamente el problema de las calles 8a. Seccién. Carlos A. Johansen Rehusando un homenaje Mi 50° cumpleafios La lucha por la escuela Mi hermano Hugo El juez viajante Humillaciones.-Mentiras.-Falsas promesas Viaje a Europa Cajas de Crédito Reciproco europeas Morén se despierta Fallecimiento del Almirante Plate El camino a Martin Coronado Colectivos Inauguraci6n del Restaurant “Astoria” Primera misa en la capilla de la Sagrada Familia Resumen del afio 1949 1950 Bendici6n de la Capilla de la Sagrada Familia Inauguracién de la nueva escuela en la calle Jacarandaes Parasitos de la economia Monolito a Mermoz Los Bomberos de F.I.N.C.A. Monolito a Sanchez Inauguraci6n del Edificio del Club AFALP Ateneo Juvenil 122 123 123 124 125 127 128 130 132 132 133 135, 136 136 AS: 137 138 138 139 140 141 141 142 145 146 148 148 149 Siempre en la casa propia El himno a F.LN.C.A. Muchos imitadores Lentitud de las autoridades en La Plata Lucha con los representantes de obreros Record de ventas Nuevamente el B.H.N. Poca plata y muchas polillas. Arrinconado. Resumen del afio 1950 1951 COA se encarga de toda la edificacién Monolito al General San Martin Renovadas tratativas por el “Precipicio” Los terrenos de LODELPA Negocios “aparte” Primeros ensayos de Financiacién para LODELPA Arquitecto Wolf D. Loeser.- Renovacion del Ferrocarril Lacroze Propia Cloaca Central La milésima casa Monolito a Franco Cine Helios Club Aleman Palomar Inauguracién del Borussia Inauguracién del monolito al Dr. Wernicke Sala de Primeros Auxilios “Carlos Klemm” Monolito a Lorenzini Inauguracién de la iglesia metodista 150 150 151 152 152 154 155 159 160 160 161 162 163 164 165 165 166 167 168 169 173 175 roe 177 177 178 Editorial F.I.N.C.A. Revista F.I.N.C.A. “Asi la levantamos” Locales de negocio si. Locales de negocio no. Nuestros principales enemigos El pantalén de Francisco Schubert Contra toda buena fe Casas para los empleados del Banco Hipotecario Nacional ~Quién debe a quién? Muerte de Gustavo Herten Resumen del afio 1951 1952 Terminaci6n de la Planta Cloacal Dia del Urbanismo Comienzan las ventas en LODELPA Inauguraci6n del monumento F.I.N.C.A Nos llaman “Ciudad Jardin Eva Perén” Club Atlético F.LN.C.A Comienza la edificaci6n de la Plaza Almirante Plate Calle Humberto Primo a Caseros Con qué clase de gente tenemos que tratar, ;con locos? Resumen del afio 1952 1953 Consecuencias de la denominaci6n “Eva Perén” Terminacion en diez semanas Departamentos en lugar de casas particulares. Negocios “barbaros” Monolito Kohl 178 180 181 182 183 184 184 186 187 188 189 189 190 191 192 194 194 196 198 202 203 204 205 206 Busto a Eva Peron. Monumento a la Madre. Historia de las escuelas Escuela N° 51 (F.1.N.C.A.) Jardin de Infantes N° 1 Colegio Ciudad-Jardin (Gartenstadtschule) Instituto Amelet Palomar Schule (Colegio Palomar) Colegio General Martin Giiemes Escuela N°74- Reptiblica del Pert “Obras maestras del Banco Hipotecario Nacional” Chicanas. Violamientos. Calumnias Conducci6n directa de Gas Natural a Palomar Me retiro de la presidencia de COA Banco Hipotecario contra Banco Central Se construye un canal Por qué “poblacién mixta” Resumen del afio 1953 1954 La sefiorita Botta 107 millones Terminacion de la seccién Este de la Ciudad-Jardin Monolito a Newbery Decido construir una usina propia Gran actividad de la edificacién de LODELPA Lucha por la limpieza de las calles Rematar es mas facil Los pobres nervios Resumen del afio 1954 207 207 208 209 209 210 211 211 211 212 220 221 ees 222 223 224 225 227 228 229 230 230 230° 232 233 234 1955-1956 Puesta en marcha de la usina Capillita de San Roque Gas Natural Plaza Ombd Histérico Enemistad abierta con el BHN Eso si que no nos Jo van a hacer creer Dos Revoluciones Ya no se acepta ni una solicitud de crédito Pais loco. Gobierno loco. F.I.N.C.A. loca Una audiencia que me da que pensar La etapa terminada. 3407 casas. 15.331 habitantes La fechoria maestra del B.H.N Epilogo 234 235 236 236 237 238 240 241 245 248 249 253 AST LA LEVANTAMOS... LA CIUDAD JARDIN LOMAS DEL PALOMAR Traducido del alemén por ADELAIDA ZEYEN (sin haber sido corregido) Viena 1961 A manera de_prélogo. El 22 de Octubre de 1942 fue sin duda un dia como m- chos pare la humanidad. Para mi y para los anos subsiguien tes de mi vida, fue de gran importancia. Habia almorzado en compania de mi mujer — que ocupaba el puesto de secre- taria - , volviamos a la oficina, cuando atrajo mi aten- eién un gran letrero en la calle Reconquista. "Qué l4sti- mat", exclamé y ésto era la sincera expresi6n de lo que sentia. Habia descubierto una propaganda de la firma Casal, Manfredi, Pérego & Cia., quienes remataban los terrenos del llamedo “Parque Richmond".= "Qué lstima! ... 54, de eso son capaces esos oligarcas, pequenos hijos de grandes padres, de quienes n6é han here- dado m4s que apellido y quiz:& fortuna. Nombre y fortuna si, pero jam4s se vié en ellos rastro del empeno y espi- vitu creador de su progenitor. Rematar ... para que sur- giera en aquel hermoso pedacito de tierra la misma aglo- meracién de casas de familia = tan en auge en el Gran Buenos Aires -. Rematar ... y hasta eso lo encargan a otros! Beba sabe que nueve anos atr&s trabajé mucho para poner en marcha el proyecto "Parque Richmond". A su pregunta: por qué no lo intentas nuevamente?" no pude menos que responder; "Dios me guarde!¥..,"Dios me guarde!"..., pien— so nuevamente... y recuerdo cufmto luché y sufri nueve anos fntes... ler. CAPITULO 1933 Buscando _terrenos apropiados.— F.I.N-CeAs no est& m&s que en sus comienzos, pero hace ‘tiempo que me ocupa 1a idea de una agrupacién de vivien- das en forma planificada, como las conocidas en Europa desde hace varias décadas.- gn la Argentine no existe tal cosa. Rematadores ambi~ eiosos y 2 menudo inconcientes venden algfm terreno mis © menos grande que luego se divide en lotes. os compra= dores muxatxen son atraidos con mucha propaganda y +s. manos a la obra. Hay quienes edifican y hay quienes dejan su terreno abandonado durante varios anos, o quiz aécadas, Quines edifican, 1o hacen naturalmente a su guste y gana.— Mi sueno era, cn el caso FeI.NeCeAsy romper con tan espantoso sistema y mostrar al pais en qué forma debe he= cerse.= Hacda mucho que mi sccio, Dr. Germ’an Wernicke,y yo busc&bamos un terreno apropiado para nuestros planes. I6= gicamente mi interés se concentrb enam el Norte del Gran Buenos Aired, ya que esa era la regién que todos conocian y a todos interesaba. Desgraciadamente no encontr&bamos nada adecuado. 0 ol terreno era demasiado chico para nuea- tra idea o era demasiado caro, o los alrededores estaban ya tan "arruinados", que no habia 1a menor perpectiva pa- ra mi idea.— Primers visita a la futurs Ciudad—Jardin.~ Cierta tarde, tomando la acostumbrada taza de té con un amigo del Dr. Wernicke, Don RamkumxPixuets Rom6n Bala- cio, 6ste nos sugirié no’ concentrar nuestra atencién fini~ camente en el Norte. El Oeste también era interesante y 61 conocia alli algo especial. "Por Dios!™, fue la asus~ tada respuesta del Dr. Wernicke. "Qué haremos en el Oeste?, nadie querrf vivir all4, ese proyecto jamfs podré ser lle- vado a cabo, etc. > etc... “Observe por lox menos io que le ofrezco"..., respondi6 Don Ramén, muy seguro de of mismo... ¥ 21 dfa siguiente éramos tres en el Plymouth del Dr. Wernicke en direceién al Oeste. Atravesamos la Avenida General Paz, todavia en construcci6n, cruzamos Gaseros y de pronto Don Ramén pide al chofer Pstrus que frene. Vemos y nos asombramos ... frente a nosotros est& panada de sol, la futura Ciudad-Jardin Lomas del Palomar, “Hermoso", "maravillose", no podemos menos que exclamar el Dr. jernicke y yOss. y Don Ramén constata con orgullo no disimulado nuestra agradable sorpresa. Seguimos nuestro camino y eruzamos la barrera. Su guardiana, Senora de Me- gri, nos explica que 1a misma no se abre m4s que dos 0 tres veces al dia para dejar pasar el ganado. Iuego la senora nos abre una tranquera cerrada con candado. le doy la gran propina de un peso y ... entramos en el terreno del "Parque Richmond", que asi se llamaba,— Algo asf no lo,habia visto nunca eh la Argentina. Me sentia como en un cuento de hadas y el Dr. Wernicke ex- perimentaba exactamente lo mismo. Por doquier avenidas’ vordeadas de Srboles y Ante todo atrajo mi atencién y admiracién la avenida de eucaliptus que atraviesa el terreno en diagonél. Si, y experimenté sincera admi- raciéy por el creador de este paraje, Don Lednardo Pe= reyra Iraola, quien, como nos cont6 Don Ram6n Palacio, era el creador del lugar. Ia denominacién “Parque Rich- mond" tenia s& origen en un lugar similer en las cer- canias de Londres, que visité varios anos mis tarde. Quisiera dejar constancia tmxmtxat nuevamente de mi admiracién por Don Leonardo Pereyra Iraola, quien fue uno de les pocos argentinos que se han interesado en la plantacién de 4rboles, de 4rboles que tanta falta hacen al pais. En una palabra, se preocup6 por incul- car a los argentinos amor a los 4rboles. Desgraciada- mente el profundo sentido de su intencién ha sido asi- miledo s61o en muy pequena medida. =1 pueblo argentino debiera dedicar un digno monumento a Don Leonardo Perey— ra Iraola. Verdaderamente lo ha merecido.— Contemplando aquel paraiso, pensé que aquello era lo que tanto habia buscado. All1 y en ninguna otra parte debia mm surgir nuestra futura Ciudad—Jardin.- Jamis habia imaginado que existiera algo tan lindo en el Gran Buenos Aires. Volvimos por la avenida de los euca— liptus y encantado dije a mi viejo amigo: "Cuando cons= truyamos le Ciudad—Jardin, llamaremos este calle "Aveni- da Germin Wernicke". El Dr. Wernicke ri6... No supuso que mantendria mi promesa. La Avenide Germfn Wernicke es hoy el orgullo ae la Ciuded-Jardin.— Don Ramén Palacio solia acompanarnos cuando tou&bamos eS el té todas las tardes con el Dr. Wernicke. Durante el fltimo ticmpo el tema del dia era exclusivamente "Par- que Richmond". Don Ramén era rico en anécdotas y re- Breciee juveniles. Una de sus anécdotas no puede dejar de ser contadas.. Frente a le cotidiana taza de té los senores busca- ban tema en su pasado - y naturalmente cada uno trate- ba de sobrepasar a su interlocutor con pintoreseas andanzas donjuaneseas. El escenario de las "memorias" del Dr. Wernicke era generalmente en la Boca, Avella~ neda y San Fernando. A Don Ramén al contrario, estos vulgares parajes jamfs 1lamaron 1a atencién. En su ju- ventud 61 habia visto el mundo ... y conocido Berlin, De aa alli contaba tai aventura, que a su juicio hubiera hecho pelidecer de envidia al propio Casanova: “Fue en Berlin a comienzos de siglo. Cierta manana paseando “unter den Linden", descubri dos hermosisimas mujeres, divinas ... que me sonrefan en la forma mia prometedora. Ayudedo por mi diccionario pude inic&ar conversacién. Bos "churros" eran primes hermanes y... de familia a~ vistoer&tica. Una de ellas era berlinesa y su prima es- taba de visite. Convidé a las damas a tomar una taza de chocolate en lo de “Kranzler" y luego fuimos a Potsdam (Postdam, decia Palacio), a visitar los castillos. Past el die entero en tan envidiable compania y al 2imgarxtax caer la tarde me acompnaron a mi cuarto en el hotel y alli me ofrecieron todo 1o que tenian para ofrecerme.** Pero #penas llegd medianoche debieron dejarme, pues en case mxgmmah eguardeba la severa mami y t1a.-* cuando escuché su historia por primera vez, al lle~ gar Sean punto lo interrumpit "Pero sr. Palacio, eran dos P..+sy dos regias p..+s, y nada mAs! Cuénto le cos- +6 todd 41 asunto?" Completamente fuera de si, Don Ra= mén. exolonbs "Como se atreve? Sé distinguir perfectamen— te pes. de j6venes de sociedad!!!" Un poco mis y ase- guraba/ que eran las hijas del @irector del Banco AlemAn.— Gao que lo precedente demuestra cuan poco conocimien- to respecto a mujeres “tolerantes" tenian los argenti- nos. No cabe la menor duda que aquellas trotacalles bverlinesas eran mucho m4s “vivas". Y como comparacién Don Remén debia recurrir nada menos que a las “damas" de San Fernando. Pocos anos después murié Don Ramén. Pue enterrado en el cementerio de la Recoleta y con eses motivo conté esta historia y mis dudas al respecto a su socio Manfre- di. "Por Dios, pobre Palacio", contest6 mi interlocutor, "Le robé la mayor ilusién de su vida". Manfredi conocia a aventura con Injo de detalles.— Contrate con los senores Pereyra Iraola y Herrera Veges.— Volvemos 2 la futura Ciudad-Jarain, Ramén Palacio habia sido encargado de conversar con los duenos de los terrenos, Pereyra Iracla y Herrara Vegas, quienes te_ nian intenoién de renatarlos. Resultado de estas trata- tivas fue la firma de umn contrate el 13 de Septiembre p= de 1933. Segin el mismo los senores Germfn Wernicke ¥ Erich Zeyen obtenian de los miembros de las familias Pereyra Iraols y Herrera Vegas la opci6n de declarar dentro@e los sesenta dies su conformidad de mampxxax comprar los terrenos del Parque Richmond al precio de 2 millones de pesos (en aquella 6poca aproximadamente 500.000, délares).- Debian ser pagados: 600.000,— pesos en el acto y 1.400.000,— pesos dentro de cinco anos, con un interés del 3% para el primer ano, 6% pa= va el segundo y tercero y 8% para el cuarto y quinto.— En _busea_ de financiacién. De este modo quedaba todo arreglade. Faltaba s6lo 1a solucién de una pequenez ... y esta pequenez eran los 2 willones, aunque por el momento bastaban los primeros 600.000,—. Ni el Dr. Wernicke, ni mucho menos yo, ni ¥.I.N-C.As, disponian de tal fortuna. Asi me puse a la bhoqueda de capitelistas en quines pensaba despertar interés por el,proyecto. Los tr4mites duraron varios meses y el plazo de opeién fue prolongado. Llequé a coneretar algunas respuestas afirmativas. Con la parti- cipacioén de capitalistas particulares y especialmente del subgerente del Banco de Boston, Hilary Driscoll, podrie disponer de cerca de 1 mill6n, ... que ya era algo.— No piense el lector que e1 proporcionarme este dine ro fue tan simple, como la enumeracitn precedente. AL contrario, fueron precisas cientos de audiencias ener =6 = vantes, de las cuales salia generaimente sumido en pe= simismo y habiendo perdido 1s filtima esperanze. Nueva~ nente habia ofdo wn no” de alguien con quien habla con= tado sm@ron toda seguridaa. Ie fiel presencia del Dr. Wernicke, con sus consejos y sus relaciones, en todas estas tramiteciones fue sin duda un apoyo insustituible.— fembién de 61 podrda contar varias simpSticas his= torias. Me limitaré a uns, El Dr. Wernicke era carafaco y nade escapaba al severo control de su mijer: no debia tomar alcohol y comer s61o carne de pollo para no en-= gordar, ete. A pesar de todo el Dr. Wernicke vivié feliz muchos anos todavia, o quiz& justemente por eso. Por nade del mundo debi sentarse al volante. los martes el chofer Petrus teria franco. En tal caso yo ccupaba su lugar. Lleveba al Dr. Wernicke en mi auto al mediodia a su casa. Al14 estaba invitedo a elmorzar. Al Dr. Wernicke le encantaba menejar. Sabie que en mi po- @ic confier y sintiéndose inobservado, manejaba un pe= queno trecho. Esto le causaba un placer infantil, amt a mi también. ¥ después de todo, nunca pas6 algo. General- mente, cuando mexkagz descendia del auto paba abrir al- guna tranguera, pasaba el auto a toda velocidad a mi la~ do. Su conductor irradiaba felicidad. Se comprender& que tal audacia solamente era factible en ausencia de Petrus. Tremenda descbediencla debia ser transmitida in- defectiblemente a la patrona.— Wille Dlusién.— oe Ia financiacién de los terrenos le a&banes por solu~ cionada. Cenaba en el"ifunich& en el Balneraio en com panda de algunos amigos. (1a comida en aquel ,entonces no erf*mejor que ahora). Brindamos por el cercano éxi- to definitivo. Ia voz de un canillita "Razén!! ... con todos los premios,.. Se aprob6 la leg de Moratoria!!!" me hizo atragantar eiximeaim, Habla sucedide lo que yo temia desde hacia varias semanas. Le arrenqué el diario ei vendedor de la mano. Alli estaba, con todas las le- tras: el Congreso aprobé la Ley de Moratoria para hipo~ tecas. Is una de les leyes mSs insensatas que jamfs ha- yam sido eprobada por el Congreso Argentino. Protegia al sinvergiienza y perjudicaba al sincero deudor y pa~ gador. No cabz le menor dude que mis dadores de dine- ro se retractarian bajo tales condiciones, No se podia esperar de nadie me@ienemente cuerdo que invirtiera su dinero en inmuebles, desde que existia tal insegurided legal de parte del "honorable Congreso".= Guerdando 1a forma, visité 21 die siguiente al sre Driscoll en el Banco de Boston, quien me recibi6 dicien- dos “después de lo que aprob6 este asi llamado Congreso, mis amigos no intervendrén en ninguna operacién inmobi- liarie". No pedis. menos que dar 1a raz6n tanto a 61 co- mo 2 sus amigos. Me desped% con profundo pesar y enorme desilusién. 4 los dem4s financistas ni me atrvi attex a liemarles por tel6fono. queria evitar a ambos la dese~ gradable situci6n. Iz (mica respuesta posible me era m&s que conocida. gn la oficina el aeariciado proyecto fue a parar al rinc6n. Para el Dr. Wernicke y para mi =e pasé a ser "Ville Ilusién", Barrio 3,1,NeCeAs en Béccar.= Gajas de Grédito Reciproco.= En todo esto pensaba, cuando mi mujer me sugeria volver a empezar. No, mil veces no. Mi propésito era irrevocable. Vivir nuevamente aquellas desilusiones... ni sonando. Mis recuerdos retrocedieron lentamente por el camino de los aueve anos transeurridos..- La pequena F.eI-N-CeAe habia adquirido importancia. Se convirtié en Sociedad anénima y construy6 en el nor te de Buenos Aires el aristocr&tico "Barrio F.I.N.C.A. en Bécear". Con el correr de los anos las palabras "FVI.N.C.A." y "Barrio" habian pasado a ser un verdade- ro concepto. FeI.NeC.A- era la primera firma en la Ar~ gentina que, contrariamente a los barrios de rematedo- res, trataba de construir en forma orgénica y organiza- da. Tuvo imitadores, cosa comfh en la Argentina cuando algo tiene éxito. Por desgracia, ninguno de sus imita~- dores logré una obra similar.— @a el transcurso de los diltimes anos surgié en el pais el sistema de crédito Reciproco, conocido decenios atrés en Europa. ia organizaciéa de F.I.N.GeA. para ta- les fines trabajaba con resultado satisfactorio. También aparecié 1a categoria de individuos que se apoder6 del "negocio". La Inspeccién General de Justicia, quien de~ bie vigilar las Sociedades, no estaba en condiciones de frenar 12 2 ién de estos elementos perniciosos. Pronto reind le corrupeién y el engano en forms inimaginable. En mi desegperacién diri unos treinta escritos a la Inspeccién de Justicia, 91 correspondiente Ministerio y 8 otras sutoridades. De esta manera tretaba dc salvar un sistema tan Qtil como provechoso, que hubiera podido dar al peis la necesitadas cientos de miles de viviendas, sin que el Ustedo invirtiera siguiera un peso. Hasta los costos del contrcl eran pagados por las diferentes so- cdedades a la Inspeceién de Justicia.— Uno de los focos mis daninos era ARCA Soc.An6n., cu= yo directorio sparentemente tenis les mejores intenciones, pero sus ejeoutivos estaban en manos de uno de los su- jetos m&s indeseables del mundo econémicos un tal Udo Meckeler. gu inconciencia no conocia limites. Aplicaba sus practicas comerciales cn su sociedad y otras también pequenas. ¥ estas pr4cticas eran un insulto a toda decen— cia comercial. Ia Inspecci6m de Justicia no poseia armas para luchar contra este individue. iis desesperados escrites s61d lograrcn respuesta negativa:"no podemos, son m&s fuertes que nosotros". lis de una noche de insomnio fue el fruto de esta lucha agotadora, en la aue no obtuve m&s que derrotas... Don Udo y los suyos tenian motive de risa... Mintras tanto podiai continuar con su accién perturbadora. Hagta que por fin imtervino la fiscalia del Estado, no por medio de la Taspecoién de Justicia, sino por denun= cias particulares. Entoneces el Directorio de ARCA no pu- =o do menos que mandar a pasear a Don Udo. Pero ya era de— masiado tarde... Sobre las consecuencias de todos es— tos econtecimientos on el futuro de F.1-N.C.A. hablare— mos mis adelante. 28. _caPrTuLo 1942 Sagrados prop6sitos se derrumban. Mis pensamientos volaban nuevemente hecia Palomar. Trataba de dejarlos de lado... Imposible. El adorado proyecto fluia a mi memeria... Total, pregmtar no cuesta nada. Decidt hacer una visita a la firma Casal, Manfredi, Pérego & Cla, Era el 29 de Octubre de 1942. El 22 del mismo ues habia visto 1a propaganda. De todos modos debié trenscurrir una semana ontera para que me decidiera. Me hago anunciar en la oficina de la calle Bartolomé Mitre. Pido hablar con uno de los senores. Pasan s610 algunos minutos y aparece el Sr. ienfredi, 8 quien co- nozco desde anos atrfs. Tuvo que uximgax reirse: “Zeyen, ya lo sabia! Tratébamos de adivinar si y cufndo vendrial Todos estAbamos convencides euando pusimos el avisor Si Zeyen vive todavia aparecer& por aqui... y aqui est&t™ ia risa y sus palmadas continuaron... hasta contagiarner Manfredi conocia verfectamente mis malogrados esfuerzos de nueve anos atr4s en pro de la realizacién del proyee~ to y sabia... cuan enamorado estaba del asunto.— Habiendo dejado las risas de lado, pude pregunter a = isce Manfredi, c6mo se imaginaba el remate. Los terrenos se ofrecian, segin indicacién, mon una base de 45, resp. 67 centavos por vara cusdrada. Naturalmente era barati- simo y lo que yo queria saber era el precio que pensa~ ban alcanzar los senores.— "Le voy a decir una cosa”, me explic6 Nonfreai "esto es mfs 0 menos un remate judicial. Los senores Pereyra Iraola y Herrera Vegas necesitan dinero. Deben 20 millo- nes al Banco de la Nacién y como sinceros comerciantes quieren pagar. Si Ud-, doctor, ofrece un centavo mfs que 1a base y no hay otro interesado, los terrenos le perte- necen.""Muy bién, eso es lo que queria saber", fue mi respuesta. Y la resoluci6én ya estaba tomada: "Probaremos nuevamente".= Lo _intereso a Herten por el plan.— Posefdo por aquel herbico propbsite volvi a la ofici~ na, Paulatinamente se coneretaba en mi mente lo que me habia propuesto.— Segfn prospecto habia sido fijade la forma de pago como sigue: log on Godin Sigg ee 80% restantes en 8 cuotas semestrales ms el 5% de interés enual.- Yo calculaba que el monto total ascenderfa a 2 millo~ nes y ta de tal manera también sabia cu4nto necesitaba.— Carambat, pero tiene que ser posible!... pero debe ser = Ae r&pidos dentro de 13 dias ya era el remate.— El personaje que creim accesible para tal proyecto fue mi amigo Gustavo Herten, presidente de Fuhrmana S.A. Gon €1 ya habia llevado a cabo varies transacciones in- mobiliarias exitosamente, Sabla de su interés por tales asuntos, Y++- ademfis tenfa dinero. Don Gustavo ya contaba 73 anos. Y contaba con el es= pibitu emprendedor de un hombre de 30. Habia nacido en e1 ano 1869 en el Uruguay, pero de acuerdo e la situa cién era LO anos menor, especialmente en presencia de lindas chicas, por las que jamfs dej6 de interesarse.- Entonees la fecha de nacimiento oscilaba entre 1869 y 1879.— Reeuerdo un hecho en el Bar Zimmermann (Domeyer) con motivo de un asado. Apenas empesibamos a construir en Palomar. Presentes, entre otros estaban Don Gustavo Her- ten, el almirante Plate y su hujo, mi viejo y querado amigo Dr. Enrique Plate. Durante 1a comida, Enrique Ple- te me sugirié escuchar la conversacién de les dos seno- res, quienes se ocugaban del futuro de la Ciudad-Jarains "Si, si", decfa Don Gustavo, “habria que tener otra vez ou edad", El aimirante Plate tenia en aquel entonces 65 anos. Bien canta Konrad Adenauer: Habria que volver a los 70. Todo es relativo en esta vida.- Que este pequeno episodio sirva para caracterizar a Don Gustavo. A 61 lo llamé por teléfono y le expliqué mi proyecto pintado con los m4s vivos colores.— De entrada Dona Gustavo no se mostré nada entusiasma= do. "No se puede hacer todo”, me contesté. Insisti pera aos que por lo menos acordara una visita a los terrenos. Otro hubiera dudado del éxito ante tal réplica, pero yo conocie wt le curiosidad en asuntos de negocios del an— elano caballero. ¥ efectivamente el 3 de Noviembre de 1942 recibi su llamado telef6nico. "Qué le parece si vamos manana a Palomar?" "De acuerdo", & fue mi respues— ta. Dios nos mand6 un @ia radiante de sol. ¥ mi optimis- mo crecié considerablemente. quien viera el terreno en un dia asi no pod4a decir que no.— Temprano fuf a buscar al senor Herten y a su socio Srnesto Lisehe, a quien ya conocia y agu secretario Axel Lundborg, a la casa de lierten en la Villa Nueva. Juntos viajamos en mi auto 2 Palomar. Este Lundborg dar& que hablar on lo sucesivo. Tel sujeto era un temi- ble sabelotodo. ¥ como seeretario de su jefe se adjuai- caba el derecho de tratarme como a un jovenzuelo, aun que yo fuera 10 anos mayor.- Por otra partem, anos més tarde se supo que el individuo no se llamaba "Lundborg” sino "Fickenseher”. Con motivo de la guerra imperanta con Alemania, Don Gustavo hab{a aajudicado a sus emplea- dos ms importantes apellidos que sonaban a neutralidad. Asi Fickenscher se convirti6 en Lundborg. Iuego de ha~ verse firmado la paz, volvié a ser portador del hermoso 4do Fickenscher.= ths tarde en Palomar le levanta~ ap mos un monumento.— Pasando de lo superfluo a lo esencial: Don Gustavo vino, vi6é y..- se decidié a participar. A su pedido re- dacté un exposé que le fue entregado el 4 de Noviembre de 1942. A continuacién transcribiré algunos pasajes del - 16 mismo. Quien conozea Palomar hoy en dia, podr& compro- bar si mis predicciones fueron o no ciertas. "se. Cada conocedor de la materia, que alguna vez haya meditado sobre edificacién org&nica en la Argentina, compratiré mi opinién que con este terreno aettrata de algo Gnico. mn una palabra, existe la posibilided de confeccionar y llevar a cabo un Plen de Edificacién, como quizé jemfs haya sido creado alguno similer en Sudamérica... Durante los 1timos decenios surgié 1a tendencia entre los duenos de los terrenos, de dividirlos en tantos lo- tes como fuera posible, para acumuler de esta manera tan tos inocentes como también fuera posible. Entonces ba~ Jo le carpa se organizaba un remate, en el cual Pulano y Mengano, rico y pobre, adquirien los lotes. Y alli comenzaba 1a construceién sin la menor uniformidad de estilo. Uno construye un rancho de chapa ondulada, otro un moderno chalet, otro un indescriptible algo que deja sin rebocar hasta que sus finanzas lo permiten, Con es= tos precedentes eparecieron los numerosos y espantosos "barrios" en las inmediaciones de Buenos Aires. No pa= saria en forma dictinta con Villa Ilusién, si ésta ca yera en manos de aquellos especulettores faltos de escrt- pulos... Resumiendo, tengo le firme conviccién que colaborande decididos cepitalistas con el trabajo de expertos en lea construccién, surgir& algo verdaderamente satisfactorio. Senor Herten, quisiera cerrar este exposé con sus pro~ pias palabras, dichas hoy durante nuestra visita a Palo- mars “Agui existe la posibilidea de crear algo hermoso, algo aunea visto para el pueblo de la Argentina... y ade m&s de ganar con ello mucho dinero".— Este exposé fue pasedo cn limpio por mi mujer, como secretaria. Hoy teniendo 1a obra terminada, se lo aicto ami hija Heidi, de 19 anos. Acaso, no es linde?, no Le puedo dejar de pensar... Gompra de los terrenos.~ El 8 de Noviembre de 1942 tuve una conferencia con Herten en su isle Hiawatta en el Rio Capital. El 9 del mismo mes tuvimos una con los senores Herten, Lische, "Lundborg" y “van Houten", cuyo verdadero nombre era Thomas. De acuerdo con las medidas bélicas de Herten, tomaban parte un urugauyo, un argentino, un sueco, un holendés y un alemfn. En realidad 6ramos todos alemanes. Pero por decisién de Herten nadie debia saberlo.— El 12 de Noviembre de 1942 Don Gustavo y yo nos diri- gimos al sal6n de remate en el Banco Popular en Buenos Aires. Con respecto a la financiacién hablamos arreglado que 61 pagarfa la sena y el resto lo conseguiriamos ven— diendo casas o F.1.N.C.A. por sus propios medios. Antes del remate, Don Gustavo me entreg6é 250.000,— (mis o menos 65.000,-— délares) que estaban destinades al pago de la seha y comisitn.— El rematador, Senor Casal, comenz6 con sus caracte- risticas palabras de bienvenida. Hay 50 6 60 presentes, en su mayoria curiosos. Casal se dirigia directamente amis "Estom seria para F.I.N-CeAs, Doctor Zeyen, tendria campo de aceién para sus ideas. No pierda la oprtunidad, y cuanto de bueno pueda ser dicho. Yo es— etc..., ete taba sentado al la do del senor Herten, quien admiraba mi aparente tranquilidad. Mis nervios habian alcanzado el punto de ebullicién, Al conoluir su disourso el rema~ Bie tador pidié ofertas. Loa terrenos se remataban en tres fracciones. Tocaba el turno a le primera. “Ofrezco la base" (Pesos 0,67), dfje. “Pero doctor, eso es una broma", fue la respuesta de Casal. Del rincén izquierdo del sal6n se escuch6 " ®# 0,70 Pesos por vara cuadrada", "Pesos 0,75", sigo ofreciendo y "Pesos 0,80" el otro. Entonces ofrezco s6lo 2 centavos mis, es decir Pesos 0,82 a lo que el rematador replica que no sea tan mes— quino. Mi fmico adversario, un aopderado de la Compania de Seguros Ia Sudamérica, quedé en silencio, Por fin el martillo fue golpesdo por tercera vez... y la fracccién nfmero 1 nos pertenecia.~ A continuacién se remataba la segunda fraccién, que después de corte lucha nos fue adjudicada por Pesos 0,70 por vere cuadrada, Seguidamente la tercera al precio de Pesos 0,76 la vara cuadrada.- Todos los terrenos, incluyendo 1a cuarta fraccién, que compramos ms tarde, nos costaron: la. Fraccién,...+... Pesos 291.312,80 2a. Pracei6n.. + " 276.261,89 3a. Fracci6nesessee+__"__ 299-941, 48 Total.....seceessee- Pesos 867,516,17 aproximadamente 217.000,-— aélares.- : #1 precedente precio en pesos se page hoy en dia de buena gana por un lote de 600 m2 en le Avenida Wernicke.— Me adelanté y pagué: -19- sos 86.751,60 mis 2% de oasis 172350, 32 Total. cesccceeses ONS 92 Se confeceion6 el Boleto de Compra-Venta a mi nombre. Finalmente comprob& que de los 250.000,—— Pesos previs— tos en concepto de sena, me quedaban Pesos 145.898, 08 en el bolsillo, Don Gustavo los guard6 sonriendo. mn cifras redondas, hablamos comprado los terrenos a Pesos 1.115.000, menos de lo pensado. Aqui debe considerar se que en aquella época 1 mill6n, todavia era 1 mill6n, es decir 250.000,— délares.- Festejando la jornada to- mamos un cafecito en el Paulista a Pesos 0,15. Eso si que podiamos gastarlot En el curso de las semanas subsiguientes, comenz6 el Juego de intrigas del ya mencionado Pickenscher-"Iund- borg", lo que duré hasta que Herten y yo nos cansamos ¥ decidimos comenzar la construcei6n de 1a Ciuded-Jardin sobre otra base.— El lapso de tiempo entre resoluci6n de comprar y el remate habla sido demasiado corto para precisar detalli referentes al desarrollo del negocio. Herten y yo concre- temos un Gentleman-Agreement, segin el cual, una vez efectuada 1a compra, dejariamos constancia de sus con— diciones.— Herten sugirié fundar una Sociedad Anénima “Parque Richmond", de 1a cual €1 seria presidente y yo director. Acepté con gusto, Al dia siguiente Herten me comunic6 su cambio de opinién. Seria conveniente designar director a una persona "neutral", F.I.N.C.A. era considerada como anti-germana, mientras que su firma Fuhrmann S.A. no queria ser vista como tal. Esta idea segin Herten procedia de Fickenscher, Lo cémico era que desde hacia meses F,I.N.C.A. figuraba en la Lista Negra de los alia~ dos. Herten, al contrario habia cambiado a su gente sus nombres alemanss como Fictenscher, Thomas, etc. en otros "neutrales", como Iundborg, van Houten. Yo no tenfa el menor interés en intrigas ni en negocios raros. Consi- deré el sueno de director de Richmond S.A. como borrado. Esto me fue f4cil, ya que poco después fui nombrado a= presidente de 1a compania COA, que dotaba a la Ciudad- Jardin de agua corriente y la cual mis tarde tomaria a su cargo la cloaca central. si Fickenscher-Iundborg em bromaria demasiado, ya le iba a cortar el agua.— “Sencilias pero dé fal gusto".— El 2 de Diciembre de 1942 visitamos con Herten al Intendente de San Martin, Del Carril, quien enseguida se nmostr6 entusiasmado por le construccién de una Ciudad- Jardin en su partide, Pocos dias mfs tarde visit con nosotros los terrenos, Lo acompan6 el ingeniero de la Intendencia, womtpelat, quien con su corto enten@imiento contribuyé a que tuviera que andar ms de un ano detrés de las autoridades tratando de conseguir la zewhaet? aprobacién de). plano de la Ciudad-Jardin.— PensAbamos construir unos miles de casas baratas, para la pequena clase media, Era aqui donde la necesidad era mayor y ea hoy en dia mayor que nunca. La idea que la planeada Ciudad-Jarain llegaria a estar formada por una poblacién heterogénea, en donde alterna le sencilla ca~ sita con le casona majestuosa, no figuré Yam&s ni en nuestro suenos m&is audaces. Debo mencionar al arquitecto Pederico Behrendt. Con sus 70 anos y su energia se joven trabajé en nuestra obra desde los principios . Behrendt habia sido en Breslau y trafa consigo cierta experiencia en el terre no de 1a vivienda. Merece especial mencién su capacidad. de organizacién, Por desgracia sus bocetos de vivienda no concordaban de ninguna manera con el gusto de los argentinos, Sus casas eran de simplicided prusiana, nada sudamericanas. Las malas lengues las apodaban “sencillas, pero de mal gusto", Sus jévenes colegas, arquitectos Juen Behrendt y Oscar Mongsfeld, eran duenos de mejor gusto. Pero no llegaron a imponerse, En discusiones de este género el “viejo” no dejé de afirmar tener rez6n. As{ podia suceder que entre las primeras construccicnes aparecieran verdaderas deformaciones del buen gusto ar— quitect6énico. Iuché en forma desesperada contra su mal gusto y repetidamente traté de llevar a los tres arqui-~ tectos por un mismo camino. Imposible. No queria perder a Pederico Behrendt como companero de trabajo. Habia lle- gado a saber apreciar su talento en varios aspectos. El nyiejo" se mostré mis fuerte que sus jévenes colegas y cuando después de una acalorada discusién, golpeé tras de sf 1a puerta de mi despacho, debimos separarnos, Al poco tiempo recibimos su reclamo de indemnizacién por = 22— Pesos 333-000,-— ( en aquella 6poca aproximadamente 79.000,~~ d6lares). Mis tarde le pagamos 50.000,— Pesos +s Pero me adelanté demasiado con mi relato... provisi6n de agua. Uno de los problemas m&s importantes que debiamos solucionar era el de la provisi6n de agua. Instaler una bomba para cada una de las casas hubiera sido una locu- ra, Decidimos proveernos de una instalaci6n central pa ro la provisién de agua.Bl intento de conseguir agua de la Cie. de Aguas Corrientes San Martin fue en vano. Por lo tanto en principio nos sirvién un pozo de agua con motor mmm y canerias hacia cada una de les casas. Esta primitive instalaci6n se convirtié con el correr de los anos en la ejemplar red de agua corriente que abarca hoy hasta el <imo rinc6n de nuestra Ciudad—Jardin.- Recuerdo perfectamente 1a advertencia del gerente de la Cia. de Aguas Corrientes San Martin, quien nos hizo notar que el que emprendiamos era un trabajo muy ingra= to y nos daria grandes dolores de cabezg, En aquel mo- mento no imaginaba cufnta razén tenia... Nada es tan propicio a los desvios demag6gicos como la discusién de la tarifa del,agua. Mas tarde ya me daria cuenta yo mis= MOvee aS 3ers CAPITULO 1943 Comienza le lucha con las alitoridades en Ia Plata.— Casualmente me top6 con mi viejo amigo, Dr. Enrique J. Plate, el 18 de Febrero de 1943 en la calle Florida. Reanudamos las relaciones con quien ya habia trabajado varios anos atr&s. Bn aquel tiempo necsitaba le ayuda de un consejero juridico en las cuestiones que surgian @ @iario con respecto 2 servicios piiblicos como agua, luz, cloacas, etc. para la Ciuded-Jerdin.— Adem&s debia~ nos logear atin la aprobaci6n del Plano General de Urba~ nisacién. Plate, con sus conocimientos y su experiencia, era sin duda la persona indicada.- Con sus pocos anes llevaba consigo una considerable earrera al servicio del Estado. Durante los anos sub= siguientes, se retiraria repetidas veces de PaIsN.CeA. y volveria a ella igual de tantas. No deja de ser intere— sente der un vistazo sobre los puestos que ocupd en el transcurso de 25 anos. Fue BAe Vemos que el puesto en F.IeN.deh. fue el més estable. Ia renovacién de las relaciones con Plate alcanzaria especial importancia después del 4 de Junio de 1943, Gonsecuencia para nosotres de le revolueién estallada en aquella fecha fue que en La Flata en lugar de tener que tramitar con las auteridsdes civiles, lo tuvimos que hacer con los interventores militares. Valiosisima en tales circunstancias fue la ayuda del padre de Eari- que Plate, oluirante Plate, maravillosa persona a quien recuerdo con sincera veneracién. su alto rango militar ne abrif les puertas a los diferentes ministerios y otras autoridades. Si en aquel tiempo no hubiera conta- do con ¢1 almirante Plate, creo que la autorizacién pa~ ra la edificaci6én de ia Ciudad-Jardin afm no nos habria sido concedida.—&x Como hace muchos anos que lievo un diario personal, pued@ informar hoy con certeza sobre el transcurso de ni "Vie Crueis" durante aquellos meses. Casi sin excep- cién en compenia del almirante Plate, hice 102 viajes a Ie Plata, tuve 139 audiencias con 16 gobernadores, ninictros y otros altos funcionarios. En una palabra: durante wi ano y cinco dias estuvimos en movimiento pa= ra lograr algo, que segtn la opinién del gobierno era un grave problema a cuyo tratamiento debia darse preferen- cla. in el fondo no puede serles tomada a mal su actuacién 2 aquellos seuores de galones dorados. Ponfan manos a 1a obra, mis de una vez con le mayor buena voluntad, pero sin el menor conocimiento de la materia. Me escuchaban. == Lenos de interés, sex admiraban ante tan maravilloso proyecto y aseguraban que el Estado por medio de ellos no podia dejar de apoyarlo. Pero... generalmente alli acababa todo. Lo dems era puesto en manos de subordi- nados, quienes permanecian inertes en su burocr&tica mo= licie.- quiz’ tuve mucha mala suerte. Quizé tuve que tratar con los funcionarios mis téntos, cuya dureza de entendi- miento era similar a la del granito... Recuerdo a un velioso ejempler de 1a aifunaida especie: el ministro de gobierno Oariozola, su otro puesto era capitén. Habia sido subalterno del almirante Plate. Este filtimo me con +0 de tal individuo que sindo joven oficial y con moti- vo de wma maniobra habia conducido su barco tan magistral- mente que en caso de guerra en tiempos del gran Odrio- zola la flota argentina hubiera sido aniquilada total- nente. ¥ a este malogrado Nelson tenia que inculoar yo lo que era une Ciudad-Jardin y por qué queriamos levantarla, "Yarevilloso, maravilloso", no se cansaba de repetir. "Siempre dije que habia que hacerlo. Hay que edificar Ciudades-Jerdines y adepfs soy de opinién que deben ser reabiertas las casas de juego y los prostibulos. Todo ellox contribuye a 1a felicidad del pueblo," BI almiran~ te Plate y yo nos miramos, El viejo marino lo habia to~ mado en serio con sus prostitulos y sus casaa de juego. Afirm6 que su iniciativa era casi ten importante como la de construir Ciudades-Jardines.- Ios dos senores corzian peligro de perderse en el Plan se 6 Odriozole. No sin trabajo consegui llevar el tema nue- vamente a lo nuestro. Oariozola, después de darme algu= nas palmadas en la espalda me aconsej6s "Siga asi, m* hijo, todo sald@r4 bién. Esté seguro de mi ayuda, etc., Dla..s, dlase.y bla...” Pero hacer no hizo nada el senor ministro.< Cierta vez lo convenc que visitara los terrenos de la futura Ciudad—Jardin, Seria el préximo sfbado y yo insistia en ir a buscarlo con el auto. Naturalmente du- daba que mantendria su promesa, Por otra parte tenia que viniendo solo se perderia indefectiblomente. "No, no de ninguna manera". Vendria solo. Decidimos encontrarnos e1 s&bado e las 15 haras en el cruce de la barrera en Palomar. Pui puntual, Pero Odriozola no estaba, No s6lo no fue puntual, no, no fue absolutamente nada. Son las 3.1/2, las 4, las 5, no aparece, Me voy triste y con una experiencia m&s. Y tomo nuevamente Im decisién de aban- donar... Al lunes siguiente naturalmente habia recobrado el 4nimo de lucha. Son las 10 de la manana. Fl almirante Plate y yo estamos sentados en la sala de espera del se~ nor ministro para enterarnos del porqué de su ausencia. Entramos, Nos recibe sonriente inform&ndose sobre nues= tros deseos. Ia fracasade visita del s&bado no le ofmos mencionar. Ho eguanto mis y pregunto respetuosamente si el s&bado el senor ministro quiz& no encontré el camino. "ah, cierto", exclam6 el viejo y dipigiéndose al elmiran- te Plate le conté que justamente en aquel dia murig ma tia. Mm el curso de la conversacién nos enteramos que ni -2%- siquiera era su tia, sino simplemente una tia, que a muy anclana edad habia pasado a la inmortalidad. El al- mirante y yo pusimos caras tristes. La comversacién de los dos senores comenz6 a girar sobre la mortalidad en general y sobre la de las tias viejas en especial. De Palomar no se oye palabra, Escuché durante algunos mi- nubos. Mado junté mis pepeles esparcides sobre el escri- torio del ministro, los guardé en el portafolic que apo= y& sobre mis rodillas. tudo también, segul esperando el fin del cuento de les ties. Como una oriatura empacada no fui capaz de decir ni una palabra. Pero esto no lla=- m6 la atencién de los viejos senores en su lamentacién universal sobre les tias muertas. Ia audiencia llega a su fin. Nos despedimos y agradecemos, De la Ciudad-Jardin no se habl6 mfs.- Delante de 1a puerta tuve que decir llevado de rabier "Este ministro tiene suerte que yo no sea el almiran~ te Plate. Bn tal caso lo hubiera mandade, may, my lejos." Aqui mkt hice uso del elfsico insulto argentine que no puedo transcribir en consideracitn de alguna lectore. Pero en su oportunidad lo dije con todas las letras. Otra sudiencie imposible de olvidar es una de las tan= tas con el gobernador Verdaguer. 21 general era un escu- cha my entusiasmado. Para le realizactén de mi idea nunea hizo algo. Cierto dia canverstbamos delante de le Puerta después de una audiencia. Bl general gobernador mantuvo un discursito sobre el concepto de patriotiana, lu patria y los deberes de cada uno hacia ella. En mt oes conviceifn no tenia necesidad de las ensenanzas del gobernegor pero escuché con paciencia. Me llam6 la a- tencién que el general hablaba de si como “argentino natizo" repetidamente y de mi como “argentino naturali- zad We vino a la memoria que anos atrés habia jurado so- lemnemente ser un fiel argentino. En tal oportunidad el juez federal que presidia 1a ceremonia aseguré que en adelante no compartiriamos con los argentinos nativos y61lo los deberes sino también los derechos. Ya no exis- tia diferencia entre uno y el otro. En esto pensaba. Sonrienio y 2 guisa de simple comentario al margen, obser~ vé: "Oligo, senor general, que Ud. subraya la diferencia entre argentino “nativo" y "naturalizado". Permitame la observaci6n que soy argentino con mayor derecho que Ud." El almirente Plate y mi interlocutor me miran asom— brados. Sereno y con amabilided compradora contints: "Yo, senor general, soy argentino porque quise serlo. Adopté esta nacionalidaa por voluntad propia, a los 35 anos y en la plenitud de mis facultades mentales. Ud., al contrario, es argentino porque su madre lo puso por casualidad en una cuna argentina", El gobernador medita profundamente, luego se dirige al almirante: “Tene ra- z6n el alemancito, tiene razén". Todos rien y la situa cién est& salvada. A 1a salide me dijo el almiranter "Ud. es un caso fmico, pero me hico gracia ver como le paré el carrito al fracasado Deméstenes".— anor Exposicién de Palomar en Ja calle Corrientes.— Paralelamente con los tr4mites en La Plate, corrfan naturalmente los planes para levantar la. Ciudad—Jardin, Fees no dejando de lado’ le venta de las casas. Con tal fin instalamos una exposicién en la calle Corrientes al 900, en el corezén de 1a ciudad. Pue inaugurada solem- nemente el 30 de Abril de 1943. Por medio de planos, cuadros y maquetes mostr&bamos c6mo habiamos planeado la futura Ciudad-Jardin y ebme nos la imaginAbamos. Le exposicién permaneci6é abierta durante varios meses. £1 jefe de ventas, Don Manuel Pereiro, y su gente atendieron en ese tiempo a varios miles de personas. “Esta exposi- cién es un exitazo", me comunicabe Pereiro casi a diario. Este genio de vendedor efectivemente logré vender ms @e 100 casas en Palomar &ntes que ninguna hubiera sido empezada.— Ia primera venta.— Pereiro vendié 1a primer casa en la Ciudad—Jardin al joven matrimonio Gimfnez el 11 de Mayo de 1943. Corrié a mi despacho, fuera de si para comunic&rmelo, Pestejan— do el acontecimiento, Pereiro habia tomado una fotogra~ fia del matrimonio Gimllenez sobre el terreno de su futu- wo hogar. Se los ve en medio del campo, rodeados de al- gunos Srboles, y mis de 100 hectfreas de terreno sin edificar. De qué manera pudo identificar Pereiro la gt & ubicacién del terreno, no llegué a comprenderlo. Pero = 30- tampoco era necesaria tal exactitud. En le foto se los ve radientes, tanto a los felices compradores como al no menos feliz vendedor. Bra lo principal. A la tarde el arquitecto Behrendt fotografié los quinientos pesos que pag6 Giménez en concepto de sena, En aquel tiempo no suponiamos que en el transeurso de poeos anos se invertirfian en la @ivded—Jarain mis de mil millones de pesos.— Como ya dije pereiro era un genio de 1a venta. Antes habia viajado en manteca y pasado con éxito a la venta do viviendas. Un gallego de pura cepa, que no dejaba pasar oportunidad de ofrecer sus casitas, En tal rele- ei6n recuerdo un episodio caracteristico que no quisieé va dejar pasar al olvido. Don Menuel habia sido victima de un infarto al coraz6n y estaba en el Hospital Espanol. Al visitarlo me cont6 la enfermera que Pereiro habia ven dido una casa a su vecino de cama. Lo cbmico era que los interlocutores no podian verse. Los trémites fueron a to~ aa vez, @ través del biombo que los separaba. A gritos ofrecia xetem Pereiro y a gritos volvia la conformidad de su cliente, Nadie podia igualarlo, Desgraciadamente Pereiro murié sin haber llegado a los cineuenta anos, poco después, de un atague al corazén. No elcanz6 a vivir el "siglo de Oro" de las ventas en Palomar. Sin auda al= gana se hubiera hecho millonario.= Nada de terrenos vactoss= Lo esencial era que en la futura Ciudad-dardin no se —l — vendian "terrenos vacios" sino casas terminadas, légice— mente con su terreno correspondiente. Ias viviendas eran edificadas en forma orgfnica y de acuerdo con perfec~ tos planes urbanisticos. En consecuencia ninguno podia edificar "a piacere” sino en cada calle iba una catego- ria determinada de casas. Entre elllas debia elegir el interesado. A este sistema debe la Ciudad-Yardin su her= mosura, fnica en Sudamérica. No debe pensarse que las casas eran uniformes. De ninguna manera. Poniamos es- Ppecial interSs en que fueran todas distintas, tanto a la vista, como en la distribucién de los ambientes. Tra- tébamos que en una misma calle hubiera siempre vivientas de igual condici6n de precio. Queriamos evitar la inme~ @iata vecindad de la mansifn lajosa y la casita del em pleado. En la Ciudad-Jorain vivian entre 91 tanto 10a “simples mortales" como los millénarios.- ie primera ae Ia venta ya estaba en plena marcha, cuando se efectué a primera palada en Palomar el 15 de Junio de 1943. Se trataba de una casa doble en la calle Ceibos, en una de las cuales se aloja hoy la viuda de otro asiduo colabore= dor, Juan Bleyberg, fallecido en 1957. Bleyberg y su Hildchen, los inseparablea, pasaban juntos cada momento libre, esi fuera caminando, mMs a menudo todavia con una buena copa en el Astoria o en el Borussia. Hanimann no le era pesado a Hildchen s6lo corporalmente, sino tan- bién después de haber tomado una copa m&s de lo necesa~ mie = rio. Hildchen soportaba todo con paciencia. Hanimann no hallaba en ella campo de ataque. Nosotros los lle~ m&bamos “Philemon y Baucis", “Pablo y Virginia" o "Ger- mfn y Dorotea". Para sus viajes de inspeccién por la Ciudad-Jardin Bleyberg utilizaba un Jeep amarillo que le quedaba a medida. Como era bastante Banzén protegia su varriga con un delantalcito contra el roce del vo- lante. Parecia un albanil en viaje de propaganda.- Bleyberg ocup6 en el transcurso de muchos anos varios puestos de importancia en F.I.N.C.A., por ejemplo jefe de ventas, jefe de le Planta Industrial, etc.— Como la instalacién de agua afin no estaba terminada, se conducia el agua para la construccién desde una bom ba cervana que provefa al ganado del vital elemento. To~ do esto era primitivo al extremo, pero funcionaba a la perfeccién, ya que todos participaban con el mayor en- tusiasmo, Los fnicos habitantes de la Ciudad—Jardin eran en aguella poca unas 150 vacas. El campo habla side al— quilado al dueno de las mismas, Agusti. Observamos un adelanto considerable desde antonces hasta fines de 1955 (cerca de 12 anos) : Sntes 150 vacas, en 1955 aproxima~ damente 20 mil seres humanos.— primera torre de agua. Bl 13 de Septiembre de 1943 comenz6 a funcionar nues= tra propia inetalacién, que inauguré solemenente. Ia verdadera inauguracién consisti6 en que el mec&nico za~ pataz, un tal Hinge, casi se ahog6. Le afluencia de la —33 — torre provisoria a la primera calle dotada de agua corrien te sucedia por medio de un fodo de aproximadamente un metro de profundidad. La commicaci6n entre las canerias habia sido efectuada, la v&lvula princifial fue abierta y con fuerte presién fluy6 el agua hacia le nueva ca~ neria. Modestamente obteniamos 120 m3 por hora. Repenti~ namente se tuerce y retuerce su cano en el lugar de u- nién. Hinze se larga al fose lo peor con sus propias manos. Pero ya sucedi6. Con enormes fuerzas se avalanza el agua por el angosto foso. Hinze desaparece de la su- perficie. Enseguisa lo extraemos de su fangoso bano. Pera morirse de risa. Solo Hinze no estaba con 4nimo de risa. Insultaba. Nosotros, los espectadores organizamos de esta manera la primera risa oficial en la Ciudad Jar— ain Lomas del Palomar.= Ia bomba era impulsade por medio de un motor Diesel, comprado de segunda mane. Ms tarde nos sirvié también pare la provisién de lus. Sobre 61 y sus manas tenaré mucho que contarles.— El _problema de la corriente eléctrica.~ Hablamos solicitado de la Smetmtmt Compania Argentina de Electricidad CADE, corriente para la Ciudad—Jardin. Nos fue negade por falta de material. (Nos encontrfiba- mos en plena segunda guerra mundial). CADE no estaba en condiciones de ampliar sus instalaciones.= En mi desesperaci6n visité al presidente de CADE, Dr. Carlos Meyer Pellgrini, a quien, como ex-socio del Dr. —34- Wernicke, conocia muy bién. Me encontraba en compania del arquitecto Federico Behrendt y debe ser atribuido @ la existente psicologia de guerra que fuéramos reci— bidos tan friamente. Para 61 F.I.N.C.A. era una compa~ nfa nazi a la cual no déebfa ayudar. Comprobé que mis ex- Plicaciones chocaban contra su irrevocable desinterés.— Behrendt participaba pero se expresaba con @ificul— ted en castellano. Yo sabia que Neyer—Pellegrini aomina~ ba el alemfn como el castellano. Traté de der un giro alem&n a la conversacién, diciendo en aquel idioma: “Este proyecto merece el sudor de los nobles" Hubiera si-~ do una excelente opprtunidad para Meyer—Pellegrini de continuar en alemfn, cuando las dificulatedes de Behrendt deberfan haberlo enervado. Yo mismo no me lo podia per~ mitir por cortesia, respetando la costumbre del pais. Bl presidente de CADE lo dejé a mi colaborador seguir tartamudeando la lengua de Cervantes. Si, habia que te~ ner gran cuidado con estos alemanes, Y Behrendt era ju- aio y Meyer~Pellegrini medio judio.- Cuando noté que tendriamos que arrancar con las manos vacias, me sumergi en obstinado silencio. Meyer—Pellegrini termin6 1a conversacién con estas palabras: "Entonces deberian esperar tiempos mejores para levantar la Ciudad— Jardin." $1, pero la filtima palabra fue mila, diciendor "No, senor, Ud. se equivoca. Ia Ciudad—Jardin se construi- tar bién seguro“. Se encogié de hombros y le eudiencia se v6 igual, aunque Ud. mo nos dé corriente. ¥ puede di6 por terminada. Yo me hallaba frente a un nuevo pro= blema: el problema de la provisién de corriente eléctri- ca. abs Ida_y vuelta entre San Martin y la Plata. Mientras que nosotros and&bamos tan ocupados en so— Jucionar un problema tras otro, las autoridades corres- pondientes, todavia no se habian decidido a aceptar o no el proyecto. ¥ todo quedaba estancado en manos de la burocracias+. Ninguno de aquellos individuos mantenidos a impuestos abandonaba su cl&sico letargo... Por mi parte mxpttex explotaba de rabia y nerviosidad.— os esfuerzos para xugmer lograr la aprobacién del proyecto pueden ser divididos en dos etapas. Primero, la de la municifialidad de San Martin y segundo, despu del triunfo de la revolucién del 4 de Junio de 1943, an- te las autoridades provinciales en Ia Plata. Comencemos con San iartin.— Después de incontables conferencias con el intendente Del carril y su asesor técthico Montpelat, nos habiames puesto de acuerdo sobre les bases del proyecto. Por fin se encontraron estas bases en poder de las autoridades correspondientes en San Martin el 15 de Marzo de 1943. Nuevamente innumerables conversaciones con los jefes de seceién. El proyecto debia ser presentado al Congejo De- liberante (delirante, lo llemfbamos nosotros) en san Martin el 4 de Junio de 1943 para su aprobacién definiti-* va. Pero para aquel dia meorable nuestros militares te - nian otro proyecto. Durante la manana tropas ocuparon la casa de gobierno. A la tarde la revolucitn habla triunfado. Légicamente el Concejo Deliberante no mantu- 36 - vo mt su sesi6n. Sus miembros se mantuvieron ocultos. Tenian cosas mis importantes que hacer, en luger de aprobar el plano para una futura Ciuded—Jardin. Natural- mente la administracién nacional quedé sin autoridades y nuestros planes, una vez m&s... en el aire.- El destituido Intendente Del Carril, nos habSa permi- tido comenzar coh la edificacién en Palomar, consideran- do 1a falta de trebajo imperante en su Partido. Asi em- pezamos a trabajar con &nimo y confianza en Dios, aunque 8 proyecto afin no habia sido aprobado. Preocupado es= tabe a la espectativa de las nuevas autoridades. Temia que el nuevo intendente nos retirara el permiso de su antecesor, porgquet prohibir lo que el antecesor permitié y tacherlo de lecura es cosa de honor en toda revolu- cién argentina, El 6 de Julio de 1943 fue nombrado el nuevo interven- tor Bottino quien, cosa de no creerse, después de haber— me recibido amablemente, accedié a que continuframos con la construccién. Asimismo prometié ocuparse de le pronta aprobacién del proyecto, porque “una obra tan no- ble" merecia el apoyo de las autoridades en todo senti- do. Pero. el 20 de Julio de 1943 me informé personal- mente que 61 no tenia facultad para aprobar el proyecto, en adelente era agunto de las autoridades provinciales en Ila Plata.- Si, y aqui comienza nuestro verdadewo Via Crucis que debia durar hasta el 26 de Julio de 1944. Como ya escri~ bis fueron necesarios 102 viajes a La Plata, 139 audien- cas con gobernadores, ministros, para lograr en un ano —ip = y cinco dias lo que con la dedicacién adecuada y consi- derando 1a urgencia del asunto, no debia tardar mis de un mes. Uno de los jefes de la Direccién de Catastro y Geodesia, el ingeniero Churruaril, me aseguré el 18 de Octubre de 1943, que el estudio técnico del asunto du- raba 10 dias. Supongamos que la Municigalidad de san Martin haya necesitado otros tantos dias para su estu- dio pre-revolucionario, Serian en total 20 @ias. los 350 dias restantes fueron utilizados para pander el ex- pediente de un lado a otro, para mayor gloria de uma bu- rocracia estéril. ¥ el pueblo clamaba por vivienda y el gobierno subrayaba en cada una de sus publicaciones que tal problema debia ser tratado con preferencia. Era de no creerlo!! expediente desaparecid Bottino prometi’o mandar enseguida los expedientes a Ia Plata para continuar con su tremitacién. Entretanto hebiamos conversado con el ministro Odriozola, quien se comprometié a la pronta terminacion del asunto, El ex- pemiente es despachado de San Martin a Ia Plata por Cor tificedo y dirigido al ministro personalmente. Pasan 8 dias y el almirante Plate y yo lo visitamos a Odrio- zola para saber sobre el destino de lo nuestro, El expe~ @iente no lleg a Ia Plata, Nadie sabe nada, Vuelvo a San Martin (85 km), Me entregan el recibo del correo. Con el recibo voy al correo, en el correo me mestran le firma del empleado en la Plata, deun tal Rocha, Vel = 3G! vo a La Plata (otros 85 km) a lo del ministro. Rocha es llamado: si..., se acuerda haber recibido algo asi, Pu- go 1a carta sobre el escritorio del ministro y de alli desaparecié, Todo se revuelve. Nada se encuentra. Hoy todavia, estaria dispuesto a regalar una buena suma a los pobres si averiguaria quien fue el animal que hizo Que fue hecho con toda inten- ei6n, no cabe la menor duda, Quizfi un "revolucionario" desaparecer el expedient quiso embromar a otro “revolucionario" y los embromados fuimos nosotros. Cuando ya teda basqueda era en vano, volvi a Buenos Aires. Trabajando dia y noche durante una semana, Sex nuestros arquitectos Federico y Juan Behrendt y Oscar Mongsfeld reconstruyeron 1a solicitud con todos los pla~ nos requeridos, c&loulos, etc. Esta vez entregué todo personalmente en manos del ministro en La Plata. El caba- lero dijo por lo menos: "Tengo que pedirle disculpas en nombre del ministerio". Bueno, por lo menos era algo. Ie dije que la mejor disculpa seria si llevara el asunto @ su definitiva aprobacién. Lo prometié solemenente, Igual pasaron cinco meses hasta que su sicesor, a 61 se lo tragé 1a tierra, suscribiera el proyecto. Entonces nos dedicamos a la transmisitn de las calles a la provincia, lo que nuevamente dur6 siete meses.— Jardin Zoolégicé.~ las dificultades seguian, pero nosotros también se~ guiamos edificando. Ya nos enorgullecia una hilera de te= =39 = chos rojos, cuando recibi el llamado telefénico de Bottino. Iamentaba comunicarme que la poblacién se hallaba altera- da por nuestra construccién sin que el plano haya sido aprobado, Yo tenia que presentarbe una autorizacién es~ orita del ministro para continuar edificando, sino habla que suspender... Pui a verlo y traté de hacerle compren- der el dano que causarfa ten absurda medide. Quedé firme en su decisién, pués la*poblacién"sxmmitm ... Y yo sabia quien era esta "poblacién", nadie mAs que su futuro yer no, peligroso,sujeto que ocupaba el puesto de arquitecto en la iMunicipalided aunque le faltaran aprobar los tlti- mos exfmenes.— Bl joven caballero de unos 25 anos haela alardes de su elocuencia, mientras que el tema de conversaci6n cay6 sobre el gerende de F.I.N.C.A., Enrique Lampe. Como Lam pe se destacaba por su corpulencia, el joven principe lo nambraba finicamente e1 "gordo". No dejé de disculparse, ai- eiendo: "lo nombro asi, porque no me acuerdo de su nembre. Enseguida repliqué: "No se preocupe por tales pequeneces, Si Ud. supiera como lo llamamos nosotros en P.I.N.Ceheee no aleanza el Jardin Zool6gico entero..." El hombrecito es- tuvo a punto de explotar. Su futuro suegro, al contrario me @ijot "Apacigilese".— Después de esta conferencia, visjé una vez mis a Le Plata, después de haber pasado a buscar al almirante Plate, Se ofrecié para llamar a Bottino inmediatamente por telé- fono. A la manan siguiente hablo con el intendente: “ No, la orden no ha llegado”. Ie pido al almirante Plate que le iiame al ministro, lo que éste tambi’en hace enseguida. -40-° El ministro explica que convers6 con el intendente. la indignacién popular por 1a edificacién anticipada, segin 1o comunicado por si oficina técnica, no podfa ser con= tenida... Y entonces "no me anim6", fue la respuesta del ministre. No podemos olvidar que como marino ya fue ta~ chadé de héroe. estar satisfecho, El Jarain Zool6gico habla sido venga~ Comprobé que el futuro yerno debia do.= Me af por vencido. Mandé un mensajero a Palomar con le orden de suspender moment&neamente los trabajos. A la ma= nana siguiente, el 28 de Septiombre de 1943, le hice saber al ministro que yo ya habia suspendido la edificacién y gue no necesitaba molestarse. A pesar de todo, unas ho- vas mfs tarde aparecié un empleado quien di6 orden de de- jer de trabajar a los que ya no lo hacian, Tal gloria se la adjudicaba a si mismo, Ademfs el caballerito queria su venganza. ¥ la tuvo. "Hay que embromarse", dicen los argentinos en tales oprtunidades.~ Enrigue Zampe.~ En lo que precede nombre a mi querido amigo y companc~ ro Enrique Lampe. Ya en aquel tiempo sufria de una terri- ble enfermedad, 1o que no lo hizo desistir ni un momento de marchar fielmente a mi lado en le"lucha por Palomar", Todavia alcanz6 a tener Ja alegria de poder comunicarme telef6bhicamente desde Ia Plata el 30 de Diciembre de 1943 que el proyecto Palomar habia sido suscripto hoy Por el gobernador Legén. Para los mchachos de F.I.N.C.A. aie aquello significaba un feliz fin de ano. El 22 de Enero de 1944 viene Lampe por filtima vez a la oficina. "No puedo més", fue su triste despedida... El 10 de febrero lo enterramos en el Cementerio Alemfn, Una casa de departamentos en F,I.N.C.A. yuna calle en Todelpa que llevan su nombre, harfn que siempre sea re~ cordado.— 42 CAPTTUIO 1944 Ia _"intersante" cuesti6n de las calles.- No debe pensarse que con la firma del gobernador todo estaba solucionado y que podiamos dar rienda suelta a nuestras ansias de edificar. Al contrario, Apenas resuel- ta esta formalidad, surgieron nuevas gtftte dificultades, Para urbenisar una parte del terreno sobre el cual que- riamos comenzar a edificar, debia ser resulta 1a cues~ tién de las calles, Esto quiere decir, transfertr la su- perficie de las mismas a le autoridad correspondiente. De ahi surgié une “interesantisima" cuestién de competencia entre Provincia a Munigipalidad que ni hoy est& defini- tivamente solucionade, Esencialmente consistia en lo si- guienter la Municipalided se adjudicaba el derecho, de acuerdo con los sucesos hist6ricos anteriores de reclamar * que las calles le fueran cedidas. Pero el consejero ju- ridico del gobierno revolucionario en Ie Plata, reclama~ ‘ba, apoyfndose en le validez de una ley referente a le fundacién de nuevos pueblos, la transmisién de las calles al fisco provincial, aunque la poblaci6n se hallara den- = 42- tro de los limites del Partido de General San Martin.= Bl punto de vista de los jueces provinciales se im puso y el decreto correspondiente fue firmado. Pero cuan— do los expedientes volvieron a la ifunicipalidad, ésta ae- elar6é que la Ciudad-Jardin ya no era asunto de ella, Sim- plemente, para la Munfcipalidad no existiamos. la com petencia habr& sido muy interesante para los juristas. Para nosotros no lo era. Mientras tanto no tenfamos calles aprobades. No podiamos entregar los planos. Paltaba la iluminacién pfiblica. No se recogia la basura. No tenia- mos policia, Nuestras calles no se cuidaban ni se lim piaban. Resumiendo: para las autoridades no éramos na— die. Simplemente no existiamos. Secci$n.— las dificultades no atenuaron nuestro affn de construir. Desde que 1a primera palada habia sido dada el 15 de Junio de 1943, podia darse por empezada la la. seccién.< Esta primera secci6n est& comprendida entre Boulevard Gral. San Martin, Los Geranios y los Aromos,— Ia familia Zimmermann se muda a Palomar.= El 29 de Febrero de 1944 entraron a vivir en la pri- ° mera casa terminada en la calle JacarandSes, como pri- meros habitantes Rodolfo Zimmermann con su esposa Lilly e hija Elena y el arquitecto Juan Behrendt. Si digo “ter- minada" es un poco exagerado, pues el hogar de los Zimmer— = 43- mann dejaba mucho que desear todavia. Pero como el ar~ quiteeto director de obras vivia en la caga, pronto es— taria “terminada del todo", El matrimonio Zimmermann y el arquitecto Behrendt habian habitado una linda casa en el Barrio F.I.N.CeAe en Béccar. Un “empujoncito de arriba" los llev6 a mudarse a aquella r egi6n nada hos- pitalaria, Rudi mismo me cont6 cufntas lagrimas costé @ Lilly tan indeseada mudanga, Con la instalaci6n de la familia Zimmermann fijamos oficialmente el nacimiento de la Ciudad—Jarain.- En el transeurso del ano 1944 los siguieron como nue= vos habitantest Dr. Erieger, Dr. Zeyen, A. Sénchez, F. Idppelt, C. Mones Ruiz, C. Greco, G. Balella, J. Maccarini §. Rold@fm, P. van Svygenhoven, M. D&vila, D. Horan, Irene Wolf, A. Puente, M. Granados, Emilia Otero, J. Costamagna, M. Oitena, S. Medina, C. Anorga, J- Fonso, I. Tobar y P. Re&Bi0.— Naturalmente tenIamos que ocuparnos de que estos pri~ meros habitantes no tu’ieran que prescindir de todos los adelantos de la ciencia, No habia luz: les regalamos a la gente una l4mpara patentada. Ia basura la recogia un carro de F.I.N.C.A. y la policia la reemplazebamos por un sereno armado,— Policia. A muestro sereno le aconteci6 poco después un hecho singular. Como ya se sabe, para nosotros no existia la Policia, Nos parecié bién dotar a nuestro sereno de una — 4g escopeta. Su aspecto imponente debia servir para espan- tar a visitas indeseadas. Pero pronto pude comprobar que con nuestro affn habfamos ido demastiado lejos. De repente recibimos una citaci6én de la policia quien tomo posesién de nuestré Gnico “portador de armas", Su escopeta fue embargada (lo est& hoy todavia) por uso prohibido de armas, En adelante nuestro Angel guardién debia cumplir con sus funciones "desarmado". Pero... tal oportunidad nos sirvié para tener por lo menos una ves a la policia en 1a Ciudad-Jardin, IAstima que s6lo por una hora,= Para solucionar el problema de la policfa resolvimos ponerles una casa a disposicién, 1a que las autoridades prometieron pagar mfs tarde. Por medio de innumerables tratatives logramos que por fin fueran estacionados en a Ciudad~Jardin un oficial con cuatro de sus hombres. Naturalmente, la comisaria no fue pagada jamis y perte- neoe hoy todavia a F.I.N.C.A. Si alguna vez alguno de nuestros muchachos iria a parer al calabozo, podria afir— mar con tode certeza “estar en su propia casa".= Inz_gratis.~ Como ya se sabe la CADE nos habia negado la corriente eléctrica. Como estfbamos en tiempo de guerra era impo- sible conseguir el material necesario. Entonces compramps un motor Diesel y el 12 de Marzo de 1944 brill6 por pri- mera vez luz "nuestra" en Palomar. Fue el arquitecto. Behrendt quien jubiloso me transmitié la noticia teleft- =ise= nicamente. Las casas habitadas eran pocas y no podfamos darnos el lujo de poner tres turnos de trabajo de ocho horas cada uno para la atenci6n de las insteleciones. Ii-- mitamos la luz eléctrica desde que oscurecia hasta las 22 horas. Pero entreg&bamos la luz gratis.— Gon fines de trabajo me habia amueblado una casita en la calle Jacaranafes.— A veces también pasaba la noche en Palomar, Una de es= tas noches jugaba al Skat con 2 amigos cuando relaypagueb a luz, lo que significaba que faltaban cinco minutos pa- ra las 22 y que pasados estos cinco minutos se apagaria, Pasamos un rato agradable y no queremos interrumpig. For lo tanto mando a alguien con piritu servicial a nues— tra "usina" con le orden de dejar esta noche la lug una hora mis y ademis encenderla manana entre las 6 y las 7 horas, lo que tampoco era costumbre. Asi se hizo, Mi ami- g0 Brieger vivia a pocos metros. A la manana siguiente, sin saber de la disposici6n de la luz se afeit6 a luz de vela, Terminé y automfticamente quizo apagar la luz e= iéctrica. Yes. oh, milagro luz radiante brillaba sobre su rostro recién afeitado. Un poco ms tarde lo encontré en la calle y me dijo: * Cuando esta manana se prendi6 la luz, le dije a mi mujer: Se nota quien est& entre no- sotros". Tal pequenez puede a menudo darle fama de omni— potente a uno, Mientras que luch&bamos "proluz propia" les profeticé a mis amigos que la CADE nos daria su luz 4ntes del Bér- mino de tres dias cuando la nuestra funcionara, Me equi- voqué s6lo en 48 hiras. Ya el 17 de Marzo de 1984 apare- = 46 = ei6 un representante de CADE con la noticia oficial de que de shora en adelante nos darian luz. Los proble- mas de material hebian aparecido repentinamente. Igno- rarnos y dejernos sin luz, eso ci lo hablan podido. Pe~ ro cuando vieron que nos arreglamos s61os, entonces si que tenian voluntad de ayudarnos en todo sentido. No po- dian aceptar la competencia de insignificahtes como no~ totros que mostraban al pueblo que la produceién de co rriente eléctrica en realidad es tan fAcillit No, esd si que no podian arriesgarlo... Asi, después de indea- eriptibles e innumerables formalidades burocrAticas... por fin recibimos luz, Aqui se podria cambiar ficilmen- te un viejo proverbio: * Ayfdate a ti mismo y te ayu- daré CADE.= Yo personalmente tenia intencién de continuar con nues tra luz. Pero los otros senores estaban ea contra, Nolens, volens, medejé convencer. Pensaba que si seguiamos con las instalaciones propias tendria que sobrellevar las preocupaciones y los dolores de cabeza... solo.— Ia_primera ciudadana nativa,— En lo que precede hablé ae mi amigo Dr. Heinz Brieger. Aqui me propongo contarles que aparte de sus muchos m&ritos, le corresponde el gran mérito de ser autor de un acontecimiento de sume importancia para nuestra joven Qiudad~Jardin. Pue el padre del, o mejor de 1a primera ciudadana nativa,— Brieger y su mujer, Rosalia, habian venido a vivir « =A como habitantes N2 2 a una casita en la calle Ceibos. Bra un diseno original de Federico Behrendt que segin el decir de las malas lenguas se componia s6lo de puertas. Brieger afirmaba que cuando entraba la luz del sol, ellos debian salir. Todos juntos no cabian. Era algo finico aquella casa, Una verdadera obma maestra de su ereador, a quien todas las musas parecian haber aban- donado.: Rosalia Brieger era una senora joven y muy linda. Y cuyo pronunciado talle llenaba de esperanzas a todos de ver pronto aumentada 1a poblacién en forma natural. Como en aquel tiempo vividmos lejos de 1a civilizacién no podia pensarse en una partera, ni mucho menos en un médico. Yo le habia ofrecido a Brieger llevar a su m- jer en mi auto a la clinica en el momento necesario, siempre que estuviera, Como ya escribi, vivia s6lo es= por&dicamente en la Ciudad-Jardin.- Brieger comnic6 a su mjer mi propuesta y me con test6 que la misma no haria uso de ella, pues..."le daba tanta vergilenza". Bueno, esperemos, pensé. Lleg6 e1 24 de Septiembre de 1944. Justo queria sentarme a Ja mesa cuando aparecié el bueno de Brieger para decir— me: "Ya empieza, doctor, recién acaba de reventar la bolsa de agua.2 "Con mucho ruido?", no pude dejar de preguntar. Después de todo, era 1a primera vez que sto * sucedia en la Ciudad—Jardin. Ia comida quedé en la mesa, Me senté al volante, Brieger a mi lado, en direceién a la casa de las puertas, diatante a 150 metros de la mia. All estaba Rosalia, sumamente nerviosa... y ya no = 48 = se avergonzaba. Ahora el asunto se habia puesto serio. A toda velocidad la llevamos a 1a clinica en la calle Ias Heras en Buenos Aires. A la manana siguiente nos enteramos que durante la noche habia llegado Christel.— Solememente la nombramos primera ciudadana nativa de la Ciuded-Jardin.— Bl 30 de dulic de 1944 habia nacido 1a pequena Iujén Waria Figueroa, pero sus padres se mdaron pocos dias después de la CiudadtJardin.— lista Negra.~ De un acontecimiento agradable a otro menos agrade~ ble: el domingo 16 de Enero de 1944 leo,en el diario que tanto P.I.N.C.A. como sus firmas hermanas CALICANTO y IAMPS & Cla. figuraban el la Lista Negra de los alia~ dos. El porgué no lo sé, Mis companeros de directorio eran todos argentinos’ nativos. Yo mismo, naturalizado hacia anos. Ocupfbamos gran cantidad de judios =mkrz en la compania( de los 4 arquitectos en Palomar, 2 eran judi + Pero no vali6,de nada. Figur&bamos en la Lista y debiamos llevar las consecuencias. Aparentemente no nos importaba nada, pero fue un gran golpe. Enrique Tempe sufrié mis que ninguno. Tenia muchos amigos entre los ingleses. La Lista Negra le amrg6 las filtimas se- manas de vida.- Ia mayor parte de nuestros proveedores pertenecia a efrculos amigos de los aliados. B1 suministro de mate- riales nos acarreé graves dificultades. Pero pasd poco 69 = tiempo y “por detrfis" conseguimos lo necesario, en parte por representantes, en parte gumxf por firmas con otra de~ nominaci6n. Estas compenias nok tenian papel de impor— tancia en el comercio y podfan permitirse romper con Jas reglas de 1a sagrada Lista.- El primer 4a después de la publicacién apareci6é el representante del The First National Bank of Boston para comunicarnos el cierre de nuestra cuenta. A conti— nuacion los dierios se negaron a aceptar nuestros avi- g0s. Y aquello fue lo peor, Poco a poco se tranquili~ zaron, Pas6 aproximadamente un mes y los diarios acep- taron nuevamente los avisos de P.IeN-CeA. Después de todo el negocio era mas importante que le sagrada Lista.— Nuestro nombre adorné aquella Lista famosa hasta el 5 de Diciembre ae 2945. Etonces nos tacharon junto con otras companias sin que hubiéramos hecho un paso para lograrlo. Debe saberse que en aquellos anos de guerra la lista Negra fue un peligroso instrumento de boycott por parte de los aliados. Quien mantuviere le mis in- significante relacién comercial con alguna de las fir mas o personas que figuraban en ella, era inseripto in- mediatamente, All4 se tenfla todo lo que "arriba" no era considerado amigo de los aliados, Pertenecientes a esta~ dos aliados eran castigados con severas multas en su propio pais, si mantenian alguna relacién con alguna de las firmas senaledas en la Lista. Concluyendo: en ammt aguel momento era peligroso ser nuestro amigo. ¥ la Ciudad—Jardin marchaba adelante @ pasos agigantados.— =50 = lag autoridades suspenden la construccién de las calles. Todavia tengo que escribir algo sobre las calles en Palomar, Es demasiado tragi-cémico. ¥ quiz& sirva para demostrar a qué extremos es capaz de llevar en ciertos casos la triste actuaci6n de la burocracia, Ya conté que 1a itunicitialidad y 1a Provincia se disputaban la posesién de nuestras calles, Nadie cedia y nadie de ocu_ paba de ellas. Pedimos a la Provincia y pedimos a la Municipalidad que nos hicieran las calles. Ambas se ne- gaban hasta que la cuesti6n de 1a posesién estuviera a— clarada. Por fin me cans6. Ai la indicacién de construir las calles nosotros y por nuestra cuenta. Ios nuevos nabitantes debian tener posibilidad de acceso a sus viviendas. Recién aqui se vié a lo que puede llevar la burocracia. Uasi simulténeamente nos comunicaron les dos autoridades que habe que suspender los trabajos. Repli- qué que cederia tnicamente por la fuerza y ped& hacer paralizar los trabajos por la policia ante los ojos de la poblacién. Inmediatamente aparecieron los enviados de Frovineia y Municipalidad uno tras otro. ¥ suspendie- ron los trabajos. Bsperé hasta que el segundo hubiera doblado 1a esquina, Para regocijo de todos, imvarti la orden de continuar. Asi lo seguimos haciendo hasta el dia de hoy. No nos molestaron mAs. Quiz4 caimos en el € 3 olvido. Quiz& se avergonzaron, ... tan poco como autori- dades pueden avergonzarse.— Quién puede introducirse en la mente de aquellos cazadores de leyes?... =e Arquitecto Waldner. E112 de Junio de 1944 el arquitecto Waldner inici6 su actuaci6én importante en la direccién de’ obras en Pa- lomar. Durente varios anos trabajé con gusto a su lado. Hasta que m4s tarde nos dejé por su propia voluntad por diferencias con su colega, el arquitecto Federico Beh rendt. Waldner era un auténtico austriaco. Su gracia natural nos proporcioné gratos momentos de risa, hacién~ donos deslizar las légrimas por las mejillas. Justo habia sido habitada la calle Aromos en la primera sec- cién. Entre las numerosas beldades femenines atrajo la especial atencién de Waldner una tal senora S. Verdade— ramente era un aspecto exhaltante cuando la misma se @irigia a hacer su primer paseo por el jarfiin a la ma=- nana, Igevaba zapatilles de abrigo. Por lo menos una media se arrollaba a modo de acorde6n. Su "negligé" es_ taba tachonado de remiendos y necesitaba urgentemente otros... El cabello ams al viento emigata flameaba en pintorescos mechones. Su silueta era la de una escope= ta. Pero el atuendo creo que lo hubiera envidiado la propia Jackie Kennedy. Cierta manana Waldner contempla— ba meditabundo aquel malogro de 1a naturaleza... “Le gusta?", le pregunté."Y... realmente es un churro," fue su respuesta,— CADE no puede pagar. El incumplimiento de CADE nos sigue sirviendo de =52- ma. Aqui se trata de la indemmizaci6n que proyeo\han pagarnos por nuestras instalaciones eléctricas que po- dian utilizar para las propias. Zran en su mayoria pos- tes y cables conductores. Conversé con el ingeniero Bengoles, correcta y accesible persona, representante de CADE. Pero, nolens, volens seguia las directivas de sus superiores. Me hizo esperar tres meses. CADE ya habia instaledo sus lineas. Nuestro establecimiento ya estaba fuera de funcionamiento. En tal momento me co- municé que les era imposible pagar, ya que nuestro ma terial les era completamente inservible. Que esto tl~ timo no era verdad, lo podia palpar un ciego con su bastin. Pero, qué le iba a hacer? No hubiera sido dig no de ser ofdo en un internado de senoritas lo que le dije a Bengolea refiriéndome al comportamiento de su compania... ¥ después de todo me alegraba la dea de verne liberado del problema de la provisién de luz. ¥ me callé la boca... después de haberme desahogado lo suficiente ante el inmutable Bengolea.— Ia nueva torrex de agua.— Bl 11 de Agosto de 1944 anexamos la red a la nue- va torre de agua de hormigén armado y después de un in- tento fra: ado fluyé a las 11 horas 32 minutos el pri- * mer agua hacia la red. Radiantee de alegria contemplan los casualmente presentes jefes de P.I.N.sC.A. y como tam bien el problema de la luz estaba solucionado, compro- bamos satisfechos que hab{dmos adelantado un buen tre-~ =a cho. Em aquel momento pésefamos una torre y una perfo- racién, de la cual extrafemos el émprescindible liqui- do, WAs tarde la altura de la torre fue elevada consi- derablemente y se le anexaron tres perforaciones.= El_centésimo Boleto de Compra-Venta.~ El i6 de Octubre de 1944 se firm6 el Boleto de Com- pra-Venta por la casa nfmero cien en Palomar, El 26 de Julio de 1944 las calles de la primera seccién habian sido cedidas a 1a Provincia, es decir que recién exis- tian legalmente desde hacia dos meses y medio, A pesar de esto ya se hablan vendido cien casas.~ Nuevamente debo referirme al éxito de quien era jefe de ventas, Don Manuel Pereiro, Fue el y su gente quines lograron alcanzar tal cifra en tan poco tiempo! ¥ el éxito de fue fiel hasta la muerte.- Repetidamente hice mencién de autoridades que esta- ban en pro o en contra de nuestro proyecto. Entre ellas no puede olvidarse a 1a Inspecctén General de Justicia, En un principio sus ideas eran de sentido contrario a las nuestras. WAs tarde las mismas se volearon en pro de nuestro proyecto, ¥ la Inspeccién General de Justi- eda llegé a convertirse en nuestra protectora y amiga. El director de la seccién que nos correspondia, Dr. Alberto Guerizoli, y sus més cercanos colaboradores, chine Dr. Adolfo Pardo y Nicolés Perriello en un princi-19 no estuvieron en nada de acuerdo con lo nuestro. Observaban criticamente que wna firma como P.Iell.C.A. administradora de dinero ajeno como Caja de Crédito Re= elproco, se dedicara exclusivanente a um proyecto ex- ponigéndose de tal manera a un gran riesgo. Y 1a Ins- pecci6n General de Justicia se olvidaba que en nuestro caso no se trataba de un riesgo sino de la edificacién de toda una ciudad. ¥ aquello habia que hacéreelo com prender. La respuesta a flor de labios era: " No es po- sible". Y las dificultades se nos acumulaban en el ca~ mino.= Por medio de numerosos eseritos inten$6 explicar mis ideas y conceptos a la Inspecoién General de Justicia, Por medio de escrites que recordamos hoy todavia con una sonrisa en auables reuniones.- i auel momento todo era en vano. Ko velan y no que~ rian ver.— Legué a 1a conelusién que tmicanente una visita a Palomar cambiarfa la errada suposici6n de los senores. Insisti durante meses, Varios fueron los sf y los no. Por fin el 10 de Noviembre de 1944 contaba con la res= puesta afirmativa de los doctores Guerizoli y Pardo. ambos acordarian una visita a la Ciudad-Jarain al ifa siguiente.= Puntualmente lo ful a buscar al Dr. Pardo a su casa. Lo acompanaba su hijo Adolfite. Queriamos encontrarnos con el Dr. Guerizoli en una determinada esquina. Espera— mos media hora, una hora, El Dr. Guerizoli no aparece: = 55 - Blamamos por teléfono a au casa. Nadie contesta. Luego nos eonfes6 el Dr. Guerizoli que habia vuelto a dor— mirse dado el poco entusiasmo existente por mi smplica- da visita. Pardo y yo sonreimos desilusionados = y via~ jamos solos 4 Palomar, Alli mostre todo a Pardo, quien leno de entusiasmo no puso menos que decir una y otra vez: "Esto tiene que verlo Guerizoli".- A la manana siguiente, domingo 12 de Noviembre de 1944, lo llamé a Guerizoli por teléfono a su casa. A= parentemente también estaba en la cama, pero esta ven si que lo haria levantart En todas las formas posibles Je pedi hacer por lo menos hoy 1a visita promotida. Mil y una escusas, No habia caso, Toqué su amor propio di- eiéndole que por favor no me dejara plantado como ayer. Y¥ acept6. Nos encontramos a las 11 horas 30 en el Café Apolo en la calle cabildo.- Llegamos a Palomar y veo que sus ojos no le alcanzan parer mirar, Caminando cruzamos el parque en todas di- recciones y Guerizoli afirma repetidas veces: * ¥ creo que esto es un acierto," Su sihcera conviccién era que aquello liegaria a ser una gran obra... “Aleanzarlo es nuestra firme decisién, doctor", fue mi respuesta "Y.+. si ou establecimiento nos dejaria un poco tranquilos, habriamos adelantado un gran pago".— El Dr. Guerizoli me prometié que en el futuro podria contar con 1a protescién de 1a Inspeccién General de Justicia, ¥ mantuvo fielmente su promesa, El y sus cola= Doradores nos ayudaron siempre dentro del marco de lo posible. Amablemente les ofrecemos un banquete que ya” -56- muxtradigi llegé a ser tradicional. A fin de ano nea visitan Guerizoli y su gente (también los q'> ya no forman parte de 1a Inspeccién de Justicia) para un asad de camaraderia en Pelomar, ¥ alli se recuerd: ¥ se ad= mira el progreso de la Giudad-Jardin. Estos encuentros han sido ano tras ano desde 1944, ininterrumpidameute,— Guia de Habitantes.— A partir del ano 1944 editébamos anualmente una Guia de Habitantes. Alli se encontraban, adem4s de los do- micilios muchas estadisticas interesantes. Ia historia de este libro se extiende a lo largo de 12 anos. En aquel lapso de tiempo 1a poblacién habia aumentado desde 162 habitantes en 1944 ixmt@x a 12.601 en 1955. A prin cipios de 1956 ya eran 15.331. Linda cantidad, si pen- samos que sobre los gismos terrenos y doce anos atras sélo vivian 120 vacease. En los primeros doce anos nacieron 801 ninos. De ellos 392 varones y 409 nenas.— Ia Guia de Habitantes conten’ ia también un articulo de fondo que tratabe sobre el desarrollo de 1a Ciudad— Jardin durante el Gltimo ano, una enumeracién de los hechos de mayor importancia, nombre de los habitantes por orden sifabético y los mismos nombres ordenados por calles, direcciones de médicos, enfermeros, parteras, etc.— No faltaban les d@irecciones para cesos urgentes Por ejemplo policia, bomberos, hospitales, ete., comuni— caciones para llegar a la CiudadeJarain, los habitantes Ps ordenados por profesién y remo comercial, una lista de les firmas que trabajaban en la construccién de la Siué dad—Jarain. Pinalmente se encontraba un plano detalle~ do de la Giudad-Jarain.— El eosto de esta Guia de Habitantes era muy ellevado. Sin embargo la entreg&bamos casi gratis. Aparecié hasta e1 ano 1955 inclusive, Entonces creimos que la Asocia- cién AVALP, como representante de los intereses populares estaria en condiciones y tendria voluntaa de editer le Guia por su cuenta. Pero nos equivecamos. Los sucesi- vos presidentes y directores de AFALP estuvieron dema— siado ocupados en otros asuntos, por ejemplon pelear contra el grupo F.I.N.C.A. y exigir lo imposible. Enton- ces no sobré tiempo para obra provechosa y productiva. Pero si pelear era mucho mfs ffcil y més comodo! Bl_ano 1944 Durante el ano 1944 edificamos 36 casas que alberga= ban 162 habitantes.— Adem&s tuvimos policia, Comenz6 a funcionar la luz de CADE y llegé al mundo la primer ciudadana nativa de la Ciudad—Jardin.= Bdificamos a lo largo de las calles de la primera sec~ cién e inauguramos la nueva torre de agua de hormig6én armado.— A partir de aquel ano editamos una Guia de Habitan- tes y se firm el centésimo Boleto de Compra—Venta.— No debe olvidarse que en 1944 logramos entablar bue= +56 = mas relacionss con 1a Inspeccién General de Justic. 52 CAPITULO 1945 Asociaci6n de Fomento amigos de le Ciudad—Jardin (AFALP) E112 de Enero de 1945 y por iniciativa del Dr. Brie- ger se fand6 la Asociacién APALP en la Plaza de los Aviadores. Lleno de entusiasmo me hice socio, Ia Aso- ciacién tendria como fin el fomento de todas las,mejoras en 1a Ciuded-Jardin y adem&s ocuparse de sus intereses culturales.- Si en aquel tiempo el bueno de Bricger y yo hubié~ ramos sospechado cufntos disgustos ibamos a tener en los anos siguientes con todos y cada uno de los miembros directores de AFAEB, entonces nos hubiéramos mantenido @ buena distancia. Bajo el primer presidente Don Pedro Reggio, todo marché mis o menos todavia. Los senores de AFALP toda~ via eran de opinién que fmicamente en duenas relaciones con Fel.iieGeA. podrian @ograr algo provechoso para su Club. M4s tarde cambié radicalmente: AFALP vela como su deber més importante atacar a F.I.NsCeAe con oxigen cies cada vez mayores, Por fin me cansé y rompimos les relaciones con aquella gente. iis terde volveremos so- bre el asunto.— 10° cumpleanos de FsINeGeAs a5 B1 $8 de Febrero de 1945 P.I.N.O.A, festejaba sv d&eimo cumpleanos. En hores de le manana se efectué un homenaje frente a la tumba del fellecido primer presi- dente de F.I-N.C.A., Dr. Gormfn ‘jernicke.. Algunos dias mis tarde festejamos ¢1 acontecimiento en el Jovsten Hote? son una cena cn la que participaron todos los coleboradores y amigos. 31 verdadero espiritu de P.I.N.— Jehe, como lo Llenfbamos gali6 2 relucir en tal oportu- aided. Bl tema era Ciudad-Jardin Lomas del Palomar. A Su alrededor giraba todo. Por ejemplo podia ser que una conversacién comenzara con la inmortalidad de las ma- viposas... pero indefectiblemente terminaba en la Ciudad- Jardin, ¥ asi estaban todos con alma y coraz6n ea el asuato. ¥ asi se pudo construir la ciu’ad—Jerain.— easez de cemento.- Jonstruccién Je calles. Bn aguelle €poca tenia mis buenos disgustes a diario por la ereciente eseasez de cemento, Tlog6 a tal pun- to que efectivamente debiamos rogar por cada veinte bolas. Este tambi’en fue el motivo por el cual no pu= @imos pensar en hecer calles deze coment en le parte “vieje", Para ello hubieran a@ido necesarias varios mi- 2s de volsas de ento. ¥ nos alegr&bamos si conse= guianos algunos cientos, pudiénde entoness seguir con as casas en construccitn.= lox circunstencia de no haber podido hacer calles de cemento lleg$ nfs tarde-2 acarrearnos grandes dificulta- des. Ins calles de mejorado, que ostuvimos obBigados a = 60 = hacer, no resistiéron al tr&fico que aumentaba dia 4 dia, TratAbamos de remediar su triste estado por medio de continuas reparaciones. MAs tarde los habitantes vie= ron el cuidado de las calles por FsI.NeGeA. como obliga~ torio. Hasta que los hice cambiar de idea y las calles quedaron libradas 2 su destino. Pasaron pocos anos y el aspecté fue espantoso... Hasta que los senores ha~ bitantes se convencieron que con F.I,N-C.A- no habla na_ da que hacer y se unisron para reconstruir las calles de mejorado por sw propia cuenta, Las calles de 1a parte Norte de la Ciudad—Jardin, es decir desde Boulevard PeI-NeCeA» en direccién Norte como también las de Lodelpa, fueron hechas desde un principio de cemento, Aqui no existi6 el citado problema. Si hablo de la escasez de cemento no puedo dejar de mencionar a mi amigo Manuel Hidalgo, gyggneme gerente de las “Santeras El Sauce", quien me ayudé ms de una vez con algunos cientos de bolsas, cuando Ja situaci6n era desesperante.— Pozos hundido; Severas preooupaciones me causaron los frecuentes hundimientos de pozos durante el ano 1945. Como en aque- lla 6poce no disponSamos de cloaca central, habla que dotar a cade una de las casas de un pozo negro. Ym asi supimos que a través de nuestros terrenos en direccién Worte-Sur se extendia una franja de bierra en muy malas condiciones. Sus inexplicables movimientos obiginaben’ -61- rajeduras en las paredes de las am casas, amén de los ya mencionedos hundimientos de pozos. Desesperados bus~ cfbamos la causa pues el peligro era enorme. Como tni- ca explicacién quedé el ya citado mal estado del suelo que se extendia en un ancho de mis o menos cien metrog a través de la Ciudad-Jardin. Casi exclusivamente en aquelle franja de tierra era donde se producian los hun- dimientos y las rajaduras en las paredes. Hicimos los poz0s de cenento, lo que no es corriente. Ademhs tomamos nedidas de seguridad especialos en 1a zona de peligro. Paulatinamente el némero de los citados accidentes dis- minuy6 hasta anvlarse por completo. Hoy en dia el problema est4 solucionado gracias a 1a cloaca cent~al y como no quedan mis que muy pocos pozos negros en la JiudadeJardin, tampoco habré m&s hun- dimientos.— Intervenoi’on de las Sociedades del Bie. El 2 de Abril de 1945 sufrimos un nuevo golpe. Le Argentina se encontraba desde hacia poco tiempo en es~ tado de guerra con Alemania. a aquella fecha se oficia- 1iz6 que las cuentas corrientes bancarias de varias Socie- dades, senaladas como Sociedades del Eje habian sido em bargadas. Entre ellas figuraba también la gue nos era muy cercana Fuhrmann Soc. Anén., cuyo presidente era Don Gustavo Herten. Preocupade segui atentamente el desarrollo posterior y cuando el 21 de Julio de 1945 también fueron embargadas las Jompanias de Seguros slenanes y los mmx bom Bancos, me persigui6 1a obsesi6n que a F.I.N.C.A. le sucederfa lo mismo.— Terrible aquella tensi6n nerviosa. Aunque trataba de convencerme que en F-I-N-C.A. no habia motivo. Pero, acso existia en las otras sociedades? Muchas de las firmas intervenides que yo conocia eran establecimientos puramente argentinos, con per- sonal argentino y algunos senores alemanes en el di~ rectorio. En F.I.N.CeA. no era diferente, Pero qué no podia esperarse en aquella 6poca desquiciada de autori-~ dades igualmente fuera de quicio? Reeordaba cuando anos atr&s habia prestado juramento como argentino“recién hecho".= Bl juez federel nos asegur6é que a partir de aquel momento no s6lo compartiamos los deberes, sino todos os derechos con los argentinos nativos. No existia 1a menor diferencia, Qué habia sido de aquellaa prome— sas? Muches de nosotros eran tratados como apestados. Durante algunos afas parecis que tos argentinos natura~ lizados también tendrian que presentarse semanalmente en la policia.— Aquel era el deber de los ciudadanos alemanes.— Cuan superflua y denigrante humillacién de gente que en parte hacia varias décadas que trabajaba honradamen- te en la Argentina!!! Conozeo el caso de un viejo empleado de F.I.N.C-A-) Don Germ&n Bobzin. Contaba m&s de 70 anos, estaba casa do con una uruguaya y era padre de tres hijos varones y una hije nacides en 1a Argentina. Este caballero, que’ =o vivia ininterrumpidamente desde 1895 en la Argentina, debia presentarse como extranjero cada semana en la comisaria de su localidad. Za locura estaba en auge.~ Yo me habia propuesto que, si como argentino na- turalizado se me pbligaba a tel humillacién, romperia mi carta de ciudadania, Ia arrojaria a los piés del primer funcionario piblico que se me crusara por el camino, sin pensar en las consecuencias, Era mi firmi- sims resolucién, Felizmente no tuve necesidad de cum plirle.~ Ia orden con respecto a los argentinos naturaliza- dos fue levantada y también el peligro de embargo pa— a6 de largo por F.I.N.C.A. Pero fueron semanas y meses de gran tensién nerviosa. De un dia para otre no po~ dian ser calculadas las dimensiones de los nuevos dis- paratesm que emanarian de aquellas autoridades perse~ guidoras de alemanes.= Nueva oficina en la calle Olmos.~ El 19 de Junio de 1945 se traslad6 el resto de CALI- CANTO, es decir la contaduria de San Martin 529 a Pa- lomar a la nueva oficina en la calle Olmos.— Ia seccién técnica ya se habia trasladado anteriormente. De esta manera se posibilit6 um trabajo m&s claro y concentra— do dentro de la misma Ciudsd-Jardin. En aquella época yo tenia una casita en la calle Geranios y asi podia de- dicarme durante la manana exclusivamente a les proble- mas de la Ciudad-Jardin, La tarde la pasaba dedicado a - 64- mi trabajo en f.I.N.C.A. en San Martin 501. Tas oficinas en Palomar necesitaron ser xgxam am- pliadas y representan hoy un arrogante edificio. En 61 trabajan COA,{la Cfa. de Servicios Phblicos) y LODELPA, la constructora a Palomar Oeste.— Con fines de propaganda y con motivo del traslado, queriamos filmar una pelicula en la ¢iudad~Jardin, en la que mostrariamos administraci6n, direceién téeni- ca y obra, Senalando la Iista Negra ENELCO se neg6 a aceptar el peligro. Paciencia, también tenia que fun— eionar asi. Y funcion6.- Servictos Pablicos.— El 3 de Julio de 1944 tuve una prolongada conferen- cia con el arquitecto Juan Behrendt, Dr. Brieger y Rudi Zimmermann sobre la ignmxanmta absoluta indiferen— cia de 1a iunicipalidaa con respecto a la Ciudad—Jar din. Ias calles no eren alumbradas, no se las limpiaba, no se recogia le basura, a la policla nunca se la veia, En una palabra, no existiamos para ellos,’ Resol~ vimos que en adelante seria axxutexte 60A la encargada de los Servizios Piblicos, la que lo hizo en forma ejemplar durante largo tiempo. De cualquier manera, mucho mejor que m’as tarde la municipalidad, cuando se acord6 de nosotros.- Con nuestro Diesel dimos luz a las calles. Un carro de F.IeNeCeA. recogia 1a basura. Hactamos limpiar las calles y durante lam noche serenos nuestros vigilaban. =< 65 < a gona, sin armas pero armados de un regio garrote Y eee con los ojos bién abiertos.= Muchacha para todo trabajo. Con todo derecho puedo afirmar que en aquel tiem= po, siendo el jefe de todo, era a los ojos de todos "muchacha para todo trabajo". Hacia de alealde, jefe de policia y me faltaban s6lo las facultades para ello. Pero hasta en aquel aspecto los habitantes crefan po- der contar conmigo. A tal respecto quiero contar un suceso c6micos Cierta manana suena el timbre de mi casa, En el um bral se encuentra un habitente de 1a calle Aromos, sr. Y., wn minfisculo hombrecito. Del mismo sabia que era dueno de una enorme mujer, cuyo peso doblaba ffcilmen- te el suyo. Sus vecinos eran un matrimonio austriaco, cuya parte femenina era una verdadera conventillera. Por cualquier insignificancia las comadres se lanza~ ban al mutuo ataque, a lo que el vecindario ya esta- ba acostumbrado. Pero aquella manana habla sido terri— ble. El motivo fue que Dona V. barri6é la basura de su vereda sobre la de la vienesa, quien se lanz6 ix a la lucha con 1a escoba en alto para domar a su vecina, Su pequeno marido naturalmente acudi6 a ayuderle. ¥ alli se desarroll6 el siguiente di&logo: Conventillera 2 1 (vienesa) ! "Ah, ahf llega el hombrecito x quiere meterse! Qué quiere? Quie~ re que la t =e = re que la tia le a6 una paliza? Conventillera N° 2 (sra, de ¥.) s(fuera de si)"Ud., infame!, mi ma- vido ya le va a cantar las cuarentain Va aver, Ud. Ud.., Ud. Conventillera n° 1 (vienesa) "CAllese, cAllese, tinicamente Ud. tiene la culpa si el hombrecito se va debilitando de a poco. Tiene que dejarlo dormir de noche, de vez en cuando, Es demasiado lo que le exi~ ge al muchachito... No vé que casi ni puede tenerse en pié? Ud. es de— masiado para tal maridito. su matri- monio fue un error",= ¥ aquello fue el colmo para la Sra. de V.— Tremen— do insulto le hizo perder el fltimo control. ¥ las a ecaloradas “damas" se lanzaron con la escoba en alto una sobre la otra, Los vecinos sonreian ante el gratui- to espect&culo. Y el insultado marido corri6 a recurrir mi intervencién, “Pero si yo no soy juez. Qué quiere que haga?" Y a Y. le preocupaba menos la femenina be- talla que le ofensa a su masculine honor, Que 61 era demasiado chicoa para una mujer tan grande, que no puede tenerse en pié, no, no, aquello era demasiado... Me lavé las manos del asunto y llamé a mi vecino Rudi Zimmermenn a quien envié como juez al campo de batalla, Su vienesa tranquilidad logré restablecer pronto 1a paz. lis tarde me conté :"Ie di la razén a las dos y quedaron conformes" ==67= El mfstil de la bandera.~ A principios de Julio de 1945 vino Pedro Reggio con la idea de erigir un mAstil para le bendera en 1a Plaga de log Aviadores, lo que naturalmente cont6 con nuestra entusiasmada aprobacién. Enseguida pusi- mos manos e le obra: el materiel lo,pohia F.I-N.C.Ar, el argquitecto Behrendt se encargaba personalmente del trabajo de albanilerfa, Los senores Reggio Anorga y yo ofici&bamos de ayudentes. Fl mfstil fue donado por Don Gustavo Herten, ¥ el 8 de Julio de 1945 tuvo lugar la solemne inauguracién en la vispera de la fiesta patria.— Fue un domingo. El frio helaba hasta los huesos, Y¥ desde miy temprano comenzaron a llegar los alumnos de las escuelas de Palomar "del otro lado”. Ia Banda de la Aeronfutica estuvo presente y su comandante, coro-nel Carvia oficiaba de padrino junto con la primera com pradora en la Ciudad-Jardin. £1 coronel mantuvo un entusiasmado discurso en el que expres6 el agradeci- miento de la Aeronfutica a F.I.N-C.A, Dijo: " Todos ustedes saben que nosotros los aviadores queremos a este Palomar. ¥ si los alrededores, embellecidos por la hermosa edificacién de F.I.N-C.A+, lo queremos mucho mis, Y agradecemos a F.I-N-C.A. por sw obra." Tuvo lu- gar una solemne misa de campana, Y cuando por fin nues— tra bandera flame6 sobre el alto mAstil en el géliao viento mananero... Entonces todos estaban felices y contentosee. y especialmente los muchachos de F.I.N.C.A. = 68 A continuacién tuvo lugar el obligatorio asado y - por el frio - se consumieron considerables cantida- des de vino tinto y bebidas fuertes. A la noche toda- via hubo una fiestita para un nficleo redyucido en mi casa. Verdaderamente habfamos vivido un gran dia, enfin un dia como pocos.— ia _cvestitn del teléfono.— ¥ nuestra joven ciudad crecia y crecia, Llegaban nuevos habitantes, nacian ninos. Perdee. para las au- toridades no egistiamos. Durante meses ya hablamos su- plicado que nos instalatan por lo menos un teléfono en la Ciudad-Jarain. Pue todo en vane.— as comunicaciones telefénicas con FsI.N.CeA. en Buenos Aires se desarrollaban de la siguiente manerat Ias indicaciones que deb’ian ser transmitideas eran acumuladas. De acuerdo a lo convenido los arquitectos llamaban desde Palomar a las 10 y a las 16 horas, mm tonees traté&bamos lo que debia ser tratado, Nuestros argquitectos podian elegir entre ir a pié a una esta~ ciéf de servicio distante a un kilémetro 1/2, o diri- girse a una pulperia m4s cercana, es decir 1 km. Aun= que la pulperia estuviera m&s cerca, era de aconsejar ir a la estaci6n de servicio pues de alli se podia hablar mis o menos tranquilamente. Mientras que en la pulperia las retumbantes conversaciones de los gauchos entre copa y copa, hacia ininteligible cualquier con— versaci6n.— = Aor. Serio se ponia el asunto naturalmente si habla que llevar a cabo una comunicacién urgente. Entonces P.1.N.— CoA. llamaba a la case particular de Neto, cuya mujer o hija se hacian al camino de 2 ku. a la bfisquede del senor requerido, Aquel volvia los 2 km, llamaba a F.I.N.CeA. y se enteraba de lo que pasaba, RApido y practicop verdad? Im relaeién con las autcridades llevAbamos una vida como en la selva virgen. Pediamos, protestbamos, re- clam&bamos, nos enoj&bamos, airigiamos solicitudes a la Compania de & Tel€fonos, haelamos noter el peligro en caso de accidente, enfermedad o incendio, £1 resul- tado fue nul : "No podemos. No tenemos material. Np tenemos linea",- ¥ todo hasta que un Zuncionario de la Compania de feléfonos compré una casa en la primera seceién, El hombre todavia no se mud6é. Observando una manana la terminacién de le casa, veo que ahi cerca se levanta un poste de teléfono y preginto a uno de los italianos: "Qué esté haciendo ach?" "Tal6fono pa’ esta casa" Me quedé con la boca abierta, Lo que no habia logrado la urgencia de la creciente Civdad-Jardin, lo habia al- cangado 1a influencia de un insignificante funcionarie. De repente fue posible. De repente habia material. ¥ también habia linea. Se me subié 1a mostaza. Sin dejar pasar una hore man— aé un telegrama al tinistro, quej&ndome sobre 1a compro= bade injusticia. Quiz& se le abrieron los ojos a los senores. No recibi respuesta, Pero a los pocos dias =70- aparecié un senor Biondi, quien trajo la noticia que dentro de poco tiempo tendriamos tel6éfono. Casi en~ loqueci de alegria. No podia ereerlo. Pero efectivamen- te unas semanas ms tarde fue instalado un teléfono pi- blico en la Avenida Capitan Rosales, hoy Boulevard Ge- neral San Martin. Ahora por lo menos pedia llamarse desde la Ciudad-Jardin, aunque a veces habia que es= perar turno. A la Ciudad-Jardin no podia llamarse, naturalmente. Aquelio todavia tardaria anos.— Hoy todavia, cuando quien quiere teléfono lo con sigue m4s tarde o m4s temprano, no puedo dejar de ex— presar mi indignacién sobre el orresponsable comporta- miento de la Compania de Teléfonos. Para un funcionari- to enseguida kubo teléfono particular, nuestra ciudad con sus ya 500 habitantes podia esperar.— F.I-N.C.A. se convierte en tnica propie~ taria de los terrenos.~ Bl 5 de Octubre ae 1945 puede ser considerado como un gren dia pare F.eI.N.C.A. y mfs tarde para la Ciudad Jardin. Em aquel dia aparecieron los senores Herten, Idsche y Iundborg-Fickenscher y me ofrecieron todos los terrenos a la venta. Aparentemente Herten se habia cansaée de las continuas discusiones entre Pickenscher y yo y queria retirarse del negocio. Me cost6 un gran esfuerzo no pegar un salto de jfibilo por la noticia. Suponia, no sin razon, que si mis demostraciones eran demasiado expansivas, el aumento de precio seria pro~ porcional. 31 17 de Octubre de 1945 fue firmado el contra to por el senor Herten en Cérdoba y el 19 de Octubre de 1945 por mi en Buenos Aires. Herten, que estaba de paseo en Gérdobs, me eseribié una carinosa carta fe- iciténdome. Decia alegrarse por haberme dado cancha libre, moncionando aimult&neamente 1a exitosa inter vencién de nuestro comtn amigo Enrique Schwarzhaupt quien colaboré mucho en el cierre del contrato.- Pue ak en el dia de la firma por mi parte, cuando mi enemigo y adversario profesional Axel Iundborg se present6 como “erbert Fickenscher. Debo confesar que hasta entoncea verdaderamente no habia descubierto el menos ind@icio del cambio de nombre. Bueno, por mi par te podria haberse llamado Pérez, Total, desde aquel momento ya no mantendriamos m&s relaciones. ¥ asi de~ bia ser, “ues 61 y yo hubiéramos seguido trabajando juntos, la Ciudad-Jarain seguramente nunca hubiera si- do construida.= ¥ nosotros eramos los 4nicos propietarios de los terrenos!! Con excepeién de 1a llamada cuarta fraccién, que se extend@ia aproximadamente desde la parte Sur de la Plaza Almirante Plate, en direcci6n Norte hasta wertin Coronado. Mis f4cil si citamos los nombres ac- tuales de las calles. Ia cuarta fraccién la contituye la superficie entret Conde Zeppelin, Aviador Katienzoy Plilschow y Lorenzint. te terreno no lo vendié Herten, Sin embargo recibimos una opeién sin haber fijado pre- cio, de la cus] hicimos uso en el ano 1949, Después de dificultosos tr’amites en los que no falt6 la inter See vencién d:structora de Fickenscher, liegd también aguel terreno a nuestra posesién.— Se puede uno imaginar,con qué entusiasmo me volqu’e en aquel tiempo sobre el gran deber... Ahora demostra~ ria de io que eran tapaces los michachos de F.1.NeG-Avy si los dejaban tranquilos. Y creo que lo hemos demos= trado con el correr de ios anos subsiguientes. No se si en aquel momento Herten tuvo otros motivos pare librar se del negocio con la venta de los terreuos, Sea como sea, con su decisién me ofrecié la posibilidad de llevar adelante e] asunto a mi manera. Bn mi recuerdo repito 2 Herten mi mis célido agradecimiento por aque- lla su decisién.— ee Plante Industrial ~ Juan Bleyberg. El gobierno impulsaba la construccién y la escasez de materiales aumentaba continuamente. Ia decisién fue répida. Después de poco pensarlo, decidimos ayudarnos solos. Al urbanisar el terreno debian ser niveladas las ealles y a menudo también los lotes. De ello resultaba un enorme sobrante de tierra. Por qué no habriemos de utilizarla para fabricar ledrillos? Dicho y hecho. El 5 de Noviembre de 1945 comenz6 a fabricarlos un contra~ tista y el 10 de Diciembre de 1945 teniamos los primeros ladrillos de nuestra propia fabricacién.— Faltaban tejas. Comprobamos que la tierra de Palomar era especialmente indicada para la fabricacién de tejas. Se construy6 el horno correspondiente y después de varios ensayos frustedos la fabricacién entré a funcionar mag~ nfificamente para nuestra gran satisfacoi6n. Nada menos que seis contratistas habian pasado por la prueba. Se llemaban: Masferrer, Tassart, Sénchez, Catarain, Balaguer y Parisi. Este fltimo fue quien logré poner a nuestra disposicién tejas "usables". Para darle nombre a nuestra propia fabricacién, llamamos a las tejas con las silabas iniciales de sus mayormente fracasados creadores: MATASACABAPA. Esta denominacién se grab6 en todas las te- jas y adorna hoy en dia los techos de numerosas casas. Pronto se instal6 le Carpinteria, dirigida por los senores Wagner y socios. Allegra e hijo trabajaban em la fbrica de mosaicos. También cont&bamos con un taller mec4nico que nos proporcionaba las vigas de madera para ahs los techos. Lo dirigia Francisco Steingruber. ¥ varias otras intalaciones m&s.— Jefe de esta llamada Planta Industrial era Don Juan Bleyberg, del que ya escribi anteriormente. Siempre se 1o vela lleno de nuevas ideas, cuya ejecucién cancelaba inmediatamente al presentarse la primera dificultad, Don Juan no era enemigo de una buena copa. Y lo siguié sien- do hasta su temprana desaparicién en el ano 1957. A continuaci6n va uno de los més simp&ticos recuerdos que guardo de Don Juan. Se trata de una pelea acaecida entre nuestro héroe con un pintor contratista en el “Bar Domeyer", como llamAbamos aquel establecimiento de Rudi Zimmermann en la Plaza de los Aviadores.— Este con— tratista, de nombre Martinez, habia tomado algunas copas m&s de las necesarias. De Don Juan tampoco podia decirse que estuviera en ayunas ~ el frio reinante lo habia o- bligado a ingerir algunas canitas... En tal estado se encontraban, cuando entraron a discutir por alguna baga— tela, Ia explosiva sucesién de insultos me fue transmi- tida por mi hija Mati, quien contaba en aquel tiempo 8 anos. Ileg6 hasta mi jadeante y en su cémico alem4n dijo: Papi, papi, en el Domeyer hay un hombre que quiere matar al senor Bleyberg!!!!". "Pero", contesto yo, "c6mo se te ocourre tal cosa?" "Si", contings Mati “el hombre le dice siempre ol senor Hleyberg: te voy a machusar!, te voy a perforar!, te voy a desinflar! cara de sapo!!!™ Esto lo vepetia Mati en una forma tan cémica y monétona, hasta casi podria decirse comercial, que ha sido motive de risa durante varios anos. Para"salvarle la vida" a Heyberg eo corrd a lo de Domeyer- Pero ya hablan hecho las paces. Con sendas copas de cana en la mano y frente al bar, brindaban a la salud de ambos."Pero, qué pas6?", les pregunté. Ia sonriente respuesta de Bleyberg fuer "Ni escuché lo que me dijo Martinez. Total, a ese viejo no necesito més que mirarlo con fuerza y ya no cuenta més e1 cuento". Felizmente habian hecho las paces.— Mati.- Recién nombré a mi querida hija mayor Mati. Imposible continuar sin decir algo m&s sobre 1a misma. Muy a me~ nudo me acompanaba en mis recorridas de inspeccién por jas obras. Asi soliamos pasar delante del monumento a Pickenscher-Odriozola en la calle Geranios. El mismo es= taba en construcci6n. Meditabunda contemplaba Mati la surgiente obra de arte. De repente exclamé: "Ah, esto es alemént ayer me rompl 1a cabeza pensando qué idioma seria! En ese momento me ai cuenta que el obrero colocaba la palabra "fata". Antes de que siguiera cualquier explica~ ion tuve que reir, reir de corazén. La criatura habla tomado 1a palabra latina "fata" por le alemane "Vater". En la vispera, leyendo y releyendo “ducunt volentem" no habia llegado a ninguna conclusitn. Ahora estaba todo acla rado. Para disculparla debo hacer notar que en aquella @poca de guerra no se pod4a concurrir a ninguna escuela alemana, Y el alemfn que hablaba era puramente de o1d0. Légicamente escribir no sabia ni une palabra. suerte que Mati tenfa sentido de humor y no se sinti6 nade o- fendida. del Moulin Rouge de Paris, Nicola Paone, el gran c6mico, la bailarina Maria Pug del Teatro Colén, I4li Heinemann, la notable cantante, Los Ninos Cantores de Viena, Esteban de Sanlhear, el excelente concertista, Ia gran revista misical "Al estilo de Paris" con Rafil Sfnchez Reynoso y sus "Santa Paula Serenaders", como D'Arcy Ballett, Diana Martin, Jacques O'Neill, Maria de las Nieves y la actualmente Vedette del Folies Bergére de Paris: Alicia MArquez.— menciono también al*Teatro de Pallett bajo la direcci6 de Otto Werberg, el bailarian espanol Paquito Reyes con Edith Palomero, el Ballett "Dionigos" con Nilda Alverez y Francisco Pinter, Eva Montes y Fernando Guerra en "Pinceladas de Arte Espanol y Americano", el Ballett Renate Schottelius, etc.= Dignos de mencioner son también: Juancho y su Teatro Infantil, featro de Arlequ’in con Ana Gryn y Enrique Agilda, Bl Mago "Wong", el Profesor “Max", el astrélogo y mago "Nostradamus", No puede olyidarse tamktfor tampoco la actuacién del cantante Mattauch con composiciones de Leo Zeyen, a- companado por el compositor, == De los teatros vocacionales vimos al "Teatro Expe— rimental en "Los piés descalzos" con interpretacio— nes y obras de Federico Garcia Lorca, como p.e.t "Ia gapatera prodiosa" y "Bodas de Sangre".— Peatro la Miscara, Ia Iuciérnaga, Ia Bohemia, ete.- Como escecialmente notable, menciono uh concierto ofrecido por la totalidad de la Base Aérea El Pa- omar, que fue también transmitido por Redio Belgre~ N0.— El 24 de Noviembre de 1951 fue representada la obba "Polichinelas", cuyo autor, César A, Rolén es habi— tante de la Ciudad-Jardin. Fue un gran 6xito y una buena interpretaci6n.- El 3 de Octubre de 1951 la “Deutsche Bihne" interpre- +6 la obra "Die Nonne und der Ligner".. empresarios ¥ aquellos"Gangsters" que querian apoderarse del HELIOS, sin duda el mejor cine de la zona, continua ron su obra,= Cuando notaron que F.I-N-C.A no deja- ria de proteger a aquel teatro, paulatinamente fueron desistiendo.— Club Alem&n Palomar. El 9 de Abril de 1951 August Ernst Rauch fund6 el Club Alem&n Palomar. Esta asociaci6n tomé em un prin- cipio un xm marcado rumbo ascendientes pero el mismo descendié igualmente ae r4pido en los anos siguientes. Aparentemente su director no habia encontrado el tono acertado para le sociedad argentino-germana.— = 174 - E17 de Junio de 1951 fueron nuestros huéspedes el Capitan Sanders con Ja tripulaci6n del "Santa Ur- sule", primer barco alem&n de post guerra.— El 17 de Noviembre ae 1951 el club Alem&n hizo su primera fiesta de Carnaval. El Club Alemfn habia fundado una seccion especial "thispas Rojas". ¥ de esta manera le fiesta transcurrié absolutemente a la coloniense y duré hasta 1a madrugada.— Aqui se pre- senté por primera vez “Tante Minna” con sus canciones y sus discursosp que m&s adelante verdaderamente lle~ garon a formar parte de todas las organizaciones del Club Alemén,- También el t4o Germfn se destac6 por su fibra lirica. Nuestro querido Onkel Hermam, com- panero de trabajo en los primeros momentos de F.IeN.~ GAs, siempre estuyo en su puesto. ifs adelante una seria aificultad éptica lo oblig6 a retirerse al mere- eido pero indeseado descando.~ Hasta en su anciana eded Onkel Hermann no es ene- migo de una buena copa. ¥ en los primeros anos de F.I.N.G.A, no era posible convencerlo de que se fue~ ra a casa...mientras que en la "Bowlw hubiera algo todavia".— antes de intalar su domicilio en la Ciudad Jardin, Onkel Hermann vivia en Martinez. Después de una divertida reuni6n debia luchar para alcanzar el filtimo trea. Generalmente durante el trayecto lo ven- cla el sueno, se pasaba de estacién y seguia viaje hasta Tigre. Alli naturalmente el guarda lo despertaba. Pero entonces ya no valian de nada los buenos conse- jos. Ya no volvia ¢tm ningtn tren, sino de e largo - 15 = rato algin colectivo.— En su castellano entrecortado m&s afm por el alcohol ingerido, Onkel Hermann pre- gunté a un policia a caballo por la parada m&s préxie ma, B21 policia queriendo asegurarse una propina se ofreci6 a llevarlo. ""6mese del estribo" y asi se puso en marcha el c6mico cortejo. Por el camino se to- paron con otro que también iba a caballo. "Pero, a quién llev&s ahi?" "A un inglés borracho", fue su respuesta.— Y el policfa no sabia que aquel que atras— traba al hogar no era un inglés borracho, sino el tio Germin, e1"0nkel Hermann” de Colonia sobre el Rhin... Inauguracién del "Borus: os El 22 de Septiembre de 1951,fue inaugurada la Confiteria "Borussia" por medio de un Baile de Prima- vera del Club Alem&n. Pue una de las fiestas ms lin- das de las que participé en Palomar.— Inauguracién del _monolito al Dr. Wernicke.~ El 13 de Septiembre de 1951 hacia diez anos del fallecimiento del Dr. Germ4n Wernicke. Con tal moti- vo descubrimos un monolito en la esquina de les calles homena je Avenida Wernicke y Conde Zeppelin. Fue unaxftexts emo- cdionante de la que participaron la viuda de nuestro primer presidente en F.I.N.C.A-, senora Ema Petersen de Wernicke, por quien fue descubierto el monolito.— ~ 176 - see ¥ an aquel dia tuve que recordar otros dias en 1 ano 1933, cuando visité los terrenos con el Dr. Wernicke y Don Ramén Palacio, los terrenos de nues— tra futura Ciudad-Jardin... Generalmente entonces de~ J&bamos nuestro auto estacionado en aquella misma es~ quina y cruz4bamos a pié el campo.- Caminabamos, ven- tilabamos nuestras $deas y habl&bamos del futuro... Desgraciadamente el Dr. Wernicke y Don Ram6n Palacio no alcanzaron a vivir la realizaci6n de nuestros de- seos.- Desgraciadamente ambos debieron abandonar es~ te mundo a una hora demasiado temprana para partici— par en la definitiva realizacién de nuestros planes.— Unicamente... Don Gustavo Herten estaba presente.— como un solo hombre. El fue quien m&s adelante parti— cipé en las preliminares para la edificacién de la sonada Ciudad-Jardin, sobre todo en el aspecto finan- ciero.— El nombre de Herten, quien en aquella época ya contaba ochenta y dos anos, también fue inmortali- zado en la placa recordatoria. Al descubrirla hicieron uso de 1a palabra, aparte de mi el senor Madero y el Dr. Germfn Wernicke hijo.— Después de un té que tomamos juntos en el "Borussia", tuvo lugar una representacién de gala en el Cine-Tea~ tro HELIOS. Estuvieron presentes la senora Emma Peter- sen de Wernicke y thda la fapilia.— los alumos de la escuela cantaron el himno a F.I.N.C-As "Muchachos hoy cantemos...” ¥ bajo la h&bil aireccién de Predro Reggio se desarroll6 un acertado programa. IAstima que fue un poco largo. Al extremo emocionada agradecié = 171 - mis tarde la senora de Wernicke el homenaje a su falle~ cido esposo.—- ¥ yo también me sentia muy satisfecho. El Dr. Wernicke siempre habia sido mi gran amigo a quien veneraba come a un padre. Sela de Primeros Auxilios "Carlos Klemm".- Igualemente el 13 de Septiembre de 1951 fue inau- gurada la Sala de Primeros Auxilios “Carlos Klemm".— El nombre fue puesto en honor del recientemente fa~ lec4do Carlos Kiem, quien siempre habia estado 1is— to para ayudar a todos que lo necesitaban.- Y ali- vié a mochos enfermos y accidentados en 1a Ciudad— Jardin. Honolito a Lorenzini. El 2 de Diciembre de 1951 fue descubierto un mo nolito en la calle Lorenzini en honor de 1a aviadora argentina Carola lorengini.— El acto cont6 con gran participacién popular.- Hicieron uso de la palabra los senores Vatteone, Iironi y el Dr. Brieger.- A continuaci6n tuvo lugar un Lunch en el "Borussia", donde contamos con la presencia de altos oficiales de la Aviacién Argentina. Entre ellos quien era coman— dante de Palomar, Brigadier Correa, asi como el mmx Brigadier Zuloaga, 41 famoso sobrevolador de los An~ des Teodoro Fels y el no menos famoso sobrevolador del Rio de la Plata, aviador Germané, etc.— - 178 - Inauguraci6n de 1a iglesia metodist: E115 de Diciembre de 1951 estAbamos nuevamente de “inauguractén". ¥ esta vez se trataba de la igle~ sia en la esquina Claveles y Paraisos,-que habia sido adquirida por la comunidad metodista en Buenos Aires,— En forma solemme fue entregada la llave por Gregorio Parra. Juego el pastor Ia Moglie celebré un "Gosttesdienst" a continuaci6én del cual hizo bri=- liar sus talentos financistas.- Logré recolectar en= tre los presentes cincuenta mil pesos, con lo que ya habia pagado m&is de un quinto del precio de 1a iglesia.- El reste 1a commidad metodista llegé a Juntarlo en muy poco tiempo.~ Esta iglesia habia si- do pagada, lo que originé una sonrisa de satisfaccitn en labis del cajero Rain. ¥ mientras que pensaba en la no pagada iglesia cat6lica... queria cambiar su credo por el,protestante... Cuando al ser terminada la iglesia catélica, no ha- pia dinero para su pago, le parroquia se comprometi6é @ pager quinientos pesos mensuales de algiiler.- De estas cuotas ni fue pagada la primera.~ Se reza mu~ cho y se hacen muchas colectas.— Pero para el pago de la iglesia no hay plata... Desde hace anos ax ya no se habla m&s del asunto y seguirA asi... hasta que F.I.N.C.A- pierda la paciencia,< Editorial F. wista F. 2 1To= E1 22 de Enero de 1951 se instal6é 1a recientemen— te fundada Editorial FeI.N.C.A. Sociedad Anénima en sus oficinas en San Martin 529, En aquel tiempo se habla pensado que aquella firma se ocuparia de le totalidad de 1a propaganda en pro de las ventas de F.I.N.GsA.— Ademis se la encargaba de la administra— eién y explotacién de la Revista F.I.N.C.A., que en aquel tiempo existia hacia ya catorce anos.— El 1 de Marzo de 1938 aparecié el N° 1 de esta revista y el 1 de Diciembre de 1955 - ojal& no para siempre - la filtima, N° 191.= Por medio de escritos e im4genes aqui podemos palpar la historia de F,I.N.— GeA. en sus puntos principales... el desarrolle de Béccar y m&s tarde el triunfo de le Ciudad—Jardin Lomas del Palomar.— Aqui quedaron fijados todos los acontecimientos importantes hasta fines de 1955. Se habla de las inauguraciones de negocios, restaurants clubs, teatro, etcce Para aquellos a quienes intere- sa el desarrollo de 1a Ciudad Jardin... un veradero documento.— Como ya dije la revista alcanz6 1a edad de dieci- ocho anos. En diciembre de 1955 aparecié el Gltimo némero. Los brutales limites en el crédito del Banco Hipotecario Nacional y las consecuencias que ello a~ carre6 a COA, nos obligaron a tomar tal medida.— Desgraciadamente la Editorial F.I.N.C.A. Sociedad An6nima no siguié el desarrollo que yo habia esperado de ella.- Sus directores, empleados que repentinamen- te fueron jefes, se gustaban en su papel. ¥ asi hallaron - 180 - les fa1t6 el envi’on para hacer de aquelle sociedad lo que se hubiere podido llegar a hacer de ella... Ia Editoriel fue y siguié siendo una sociedad de sub- vencién, a la que F.I.NeCeoAe debia pasar varios mi- les todos los meses, sino todo hubiera acabado mucho Antes todavia, Esta sociedad existe de nombre todia- via y en 1956 se durmié en un largo sueno.-. quién sabe si y cudndo vendré alguien a despertarlag= "Asi la leventamos Ios jefes de cada una de las firmas del grupo FeI.N.CeA. debian pasarme un informe quincenal sobre su actividad, sobre observaciones efectuadas, re- clamos,ets.- Por otra parte, yo cada vez publicaba circulares qn las que daba las indicaciones necesa- rias a cada uno de los jefes.— Esta correspondencig aparecia en forma de un librito. Guillermo Stephanus dombinaba el material existente en forma clera y pr&ctica.- Los llam&bamos "Asi 1a levantamos"... tn total se publicaron hasta principios de 1956, 15 de estos libritos. su lectura da en varios p4rrafos, hoy en dia todavia, motivo de sonrisa... Y si nues- tros antiguos companeros releen aquellas lineas, se asombrarén de todo lo que tuvieron que dejarse decir. Al extrano aquello darf una idea precisa de lo que hvbo que luchar y protestar para erigir una Ciudad- Jarain.- ¥ se luch6.- ¥ se protest6.— El contador Rain solia decir con leve ironia cuan- oe Giee do tenia que pagar la cuenta a la imprenta:"Apare- eieron las obras de Schiller..." Locales de negocio si.- locales de negocio no.— +seAdems el ano 1951 fue otro ano de lucha con~ tinua con el Banco Hipotecario Nacional.— su irres- ponsabilided y sus incumplidas promesas llevaron re- petidamente al Grupo F.I.N.C.A. a gran escasez de dinero.— Era como para llorar.— Yo me propuse no per— der oportunidad de advertir a firmas serias de no confiar en las promesas del B.H-N.— Se prometia mucho. Se cumplia poco y nada.-la irresponsabilidad de cada uno de los funcionarios festejaba verdaderos triun- foss.. Cuando se veian arrinconados por mi a causa de firmes promesas.., entonces se havian negar.— 0 habian partido de viaje. 0 recién habian sido 1lama- dos urgentemente del Ministerio...y cuanta mentira y excusa pudiera ocurrirseles,— Y si se llegaba a ha- dlarlos a los senores, entonces ponian tal cara como si por primera vez en su vida oyeran de nuestro asun- to... De no creerlo. ¥ Parra y Rossetti vivian préc~ ticamente en el B.H.N.~ Infinidad de veces habian ex- plicado... sin resultado.— Primeramente se dijo que construyéramos locales de negocio. Ellos les financiarian, Empezamos a @onstruir. No podia permitirse que siguieran abriéndose negocios en garages y barracas.- Entonces dijeron “no”, no fi- nanciarian los negocios.— Y nosotros ya habiamos in- ~ 182 - vertido cientos de miles.— Nos habiamos comprometido a la venta de gran can= tidad de casas al precio de sesenta mil pesos. Ia prometida financiacién pero tard6 tanto en llegar que @ nosotros mismos nos costarou noventa y un mil pesos por unidad.- A pesar de todo el Banco Hipotecario Nacional nos obligé a venderlas al precio convenido,- Cuando le preguntaba al Dr. Pena cuando saldria de su eseritorio un determinado expediente, equel me contestaba:“in tantos y tantos dias, naturalmente, siempre que...". Y siempre habia un “siempre que..." Uno echaba ia responsabilidad sobre el otro. El in- geniero Ortiz decia una cosa, el Dr. Pena otra, San Martin ponia una condici6n m&s... Y entre todos elles yo buscaba 1a soluci6n de mis problemas... posesio- nado de la idea de construir una hermosa Ciudad- Jardin.- Nuestres principales enemigos. Y los tres senores que nombre en lo precedente eran los mejores. Contrariamente en el asi llamado "segun- do juego" teniamos a nuestros peores enemigos.= Nun~ ca supe ni los pensamientos ni les intenciones de aque- los tipos.~ De todos modos velan como su mayor obli- gaci6n la de ponerme dificultades en ei camino, se deatacaba un tal Romero Toledo, como también un secre- tario de nombre Guillot. se les acoplaron los emplea~ dos spangenberg y Cepeda. Todos ellos bajo le direccién - 183 - del vicepresidente Iuis Waria lagos, individuo de ho- rizonte sumamente reducido... Todos ellos luchaben contra nosotros en la oscuridad... Todos ellos nos dar4n tema para seguir hablendo m&s adelante.= El_pantal6n de ®a Franciseo Schubert.— Un viejo mmiguxtemtsa amigo vienés me cont6 que Franz Schubert, que siempre se encontraba en apuros financieros, habia ideado un sistema especial para emtenderse con el mozo de un restaurant vecino.= Al lado de su ventana habia instalado un poste. Y so- bre auuel poste colocaba su pantal6n.- Si se lo veia con las dos péernas para arriba, aquello queria decir que el mozo preparara un meni de primera, con varios platos, entrada, vino, etc.-y entregarlo en lo de Schubert. Si se veia al pantal6n con una pierna ha- cia abajo, queria decirs sopa y carne, sin entrada y sin vino. ¥ si les dos piernas colgaban significabay traé lo que quieras, tengo que hacerlo anotar". ¥ en esta filtims situaci6n me encontraba yo con el Banco Hipotecario Nacional. Por mis apuros en construir, con- fiando en las promesasde aquel Banco, llegué varias veces 4 encontrarme en una situaci6n de tenep que aceptar todas las condiciones que me eran impuestas "post festum". Oierto fa se me ocurrié mandarle al Dr. Pena un pequeho 6160 de luis Neu. mn 61 se vela a Erich Zeyen colgando su pantalén con las dos piernas colgantes - 184 - fvente al Banco Hipotecario Nacional.—Todos los que lo vieron, rieron. Pero aquello tampoco cambié la situacién.— Contra toda buena fe.— Que el siguiente ejemplo sirva para demostrar en qué forma los tasadores del B.H.N. actuaban contra toda buena fe, Por la edificacién de la ciudad—Jardin los terrenos de los alrededores habian subido de pre- vio y continuaban subiendo. Mientras que a los posee~ dores de aquellos terrenos se les aumentaban las ta- saciones para los pristamos, los nuestras no cambia— ban, Asi sucedié que nuestros terrenos en la mejor wbicacién en la Ciudad-Jardin, con agua, cloaca, ete eran estimados entre Pesos 60,vr y 70,— por m2. Mien tras tanto en Martin Coronado, sin agua ni cloaca na turalmente, los terrenos eran estimados en Pesos 100,— el m2.- » Bstas no son afirmaciones infundadas. Ia verdad puede ser comprobada con facilidad por medio de los archivos del Banco Hipotecario Nacional. Se trataba de verdaderos atentados contra la buena fe. Se trata ba de una regia combinacién de imbecilidad e infamia... Casas para los empleados del Banco Hipotecario Nacional,— En el mes de Octubre de 1951 el presidente del - 165 - BeHeN., Alonso~Crepolini, me comunic6 que 39 empleg~ dos del Banco necesiteban una case en Palomar.~ Pa~ ra ello imponia condiciones especiales de financia— sign y yo debia ofrecer precios convenientes. Asi lo hice. Hoy en dia las treinta y nueve familias vi- ven felices en 1a Jiudad-Jardin. Se lo deben a F.I.Ne- A. Con aquells operaci6n perdimos por lo menos un millon de pesos.— Reperaba en le antecala de "Crespolini*, Delan- te mi transportaron un importante canasto de flores. Lo levaron al despacho del presidente, Fl secretario me comunicé que las flores venian de las treinta y nueve agradecidas familias, que tenian su hogar en Balomar - gracias a F.I. A.— Cuando mis tarde en- tre al despacho del presidente vi las flores sobre su eseritorio. von cara de inocente no pude evitar de pregunter: ‘Tiene cumppleanos?". Evasivo Crespolini contest6: "Aqui todos los dias es cumpleanos". Pero en homenaje a qué habia recibido las flores, eso no lo dijo. Bl 1s de Octubre de 1951 "“respolini" con algunos de sus directores visiteron le Ciuded—Jardin. Obser- varon todo, wisitaron todo y admiraron. Después toma- ron parte en un asado en el APALP, Este asado habia sigo tan bién organizaic por le direccién de AFALP que todo el esado fue comide por el pueblo reunido alrededor del fuego. A la mese en que yo estaba con los hufspedes de honor llegé poco y nada... Mi mujer traté de compensar un poco el asunto por medio de ~ 106 - ure torta que fue a buscer a casa, Pero a pesar de todo, pienso que “Crespolini" y su gente se levanta~ ron sin haber saciado su apetito.— Quién dede a quién? En aquel tiempo trabaj&bamos muche con le Caje Ka= clonal de Previsitn Social. Su presidente era el se- nor Policicchio. Aquelle instituci6n también se des- tacaba en el pago atrasado de hipotecas que hacia tiempo que habfin sido otorgadas. Pedimos una audien- cia que tuvo lugar el 20 de Agosto de 1951 en preser— cle de Gregorio Parra, el Dr. Brieger y mia. Bn aquel tiempo y también ahora se usa que las com penSas deban a la caja grandes sumas de dinero. Segu- ramente Policicchio también tenia idea que nosotros venfamos por alguna prérroga de plazo. Ni nos escuche- ba bien y comenz6 @ hablar: que 61 también tenia que tener su dinero, etc... etc....- "No senor Presiden- te, su Caja nos debe a nosotros, nosotros somos los acreedores", fue mi replica. En un principio Polici— e@hio se qued6 con 1a boca abierta, Aquello no lo habia vivido muy a menudo, ¥ cuando se enter6 que se trataba de algunos millones, no pude menos que ex~ plicarnos apenadox que mal pagaban su tributo las fir— mas que debian hacerlo. Por tal motivo no podia ayu- dar a una obra como le de FeleNeUeAe en la forma que lo hubiera querido hacer.Hablo de Palomar y elogi6 a la Ciudad-Jardin. Nos cont6 que gran perte de sus ~ 187 - paseos domingueros eran por Palomar. Como fruto de aquella audiencia lievamos a casa algo m&s de filimo, pero dinero... eso si que no. Ya que hablo de no pagar, tengo que mencionar las continuas luchas que entabl&bamos con la caja re— ferentes al pago a los contratistas. En aquel tiem- po tenfamos encargada toda la edificacién a Contratis- tas que mantenian obreros por cuenta propia, En con~ secuencia también estaban obligados a los pagos per— tinentes a la Caja, Naturalmente una parte de aquellos empresarios pagaba s6lo espor&dicamente. Control era précticamente imposible ya que los tipos generalmente no llevaban libros, Le caja queria hacernos respon- sables a nosotros del pago de aquellas cantidnaes mi~ licnarias. Tuvimos que mantener una lucha dificil y larga, hasta que por fin autoridades superiores mos dieron la raz6n, Por suerte nada teniamos que ver con aquellos pagos.- Muerte de Gustavo Herten.~ Bl 22 de Noviembre de 1951 tuvimos que lamentarnos por la muerte de un gran amigo y co-creador de la cfudad—Jardin, Don Gustavo Herten. mm aquella fecha fue victima de un accidente de tr&nsito en la esqui- na de Callao y Cordoba. Pocos dias 4ntes todavia yo lo habia felicitado por su 82° cumpleanos. Y tenia tan excelente aspecto, que parecia que Don Gustavo aleanzaria sin la menor dificulatad los primeros cfien ~ 188 - anos de vida,~ Herten a pesar de su avanzada edad, era dueno de una gran mimxx elasticidad, tanto mental como fisi- ca, Tenia una salud de fierro, era alto y siempre se habia mantemido delgado. Siempre le gustaban : las mujeres, el vino y el canto. Pero ecpecialmente... lo primero, como afirmaba orgullose. Y si se nos ocurrta dudar un poquito... pobre de nosotros. Su muerte verdaderamente me conmovio, No s6lamen~ te habla sido un amigo fiel y =mxqxtmmcexputtaxcums 2tmxx con quien se podia contar, sino también un co- fundador de nuestra Ciudad-Jarain.- Se lo debemos a su colabaraciém que se pudo empezar a construir en el ano 1944.~ ang 1952 A fines de 1951 habia 1.180 casas en Palomar. Las mismas servien de vivienda a 5.299 personas.— Durante aquel ano se inauguraron los monolitos a: San Martin, Avisdor Franco, Dr. Wernicke y Aviadora Lorenzini.- Comenzamos con la construccién de la propia Planta Gloacal y se termin6 la milésima casa en Palomar.— Se encuentra en la calle Rohland entre Conde Zeppelin y Avisdor Franco y lleva une placa recordateria.— Se inaugur6 el Cine HELIOS y el Restaurant Bortissia, Adem&s comenz6 a funcionar la iglesia metodista y la Sala de Primeros Aurilios Carlos Klem.- - 189 - Se fund6 el Club Alem4n Palomar. 12° _caPrTULO 1952 Terminaci6n de la Planta Cloacal.- Bn los primeros dias del ano 1952 se termin6 la octave seccién, es decir el terreno entre Zeppelin y Aviador Plilschow. Fue una gren mérito del director de obra Danschewitz, quién llegé a terminar aquellos varios clentos de casas en un tiempo invreiblemente cortos= El 26 de Enero de 1952 se inauguré la pileta de nataci6n del AFALP. El 2 de Febrero de 1952 se habia terminado con la pavimentaci6n alrededor de le Plaza Almirante Plate.- El 1 de Marzo de 1952 anoté en mi diario que la construceién de la Planta Cloacal se halleba muy e- delantada. Ya el 12 de Mayo del mismo ano pude hacer donstar la feliz noticia que ya habia sido inaugura— da.- Dia _del Urbanismo. El 9 de Noviembre de 1952 fue un gran dia para la Ciudad-Jardin,~ En aquel dia tuvo lugar “Dentro de sus muros" la fiesta en honor del Dia del Urbanismo",— Contamos con la presencia del arquitecto Carlos Maria = 190.< Della Paolera, Adem&s estuvicon presentes altos fun- cionarios pablicos, numerosos oficiales y mucha gen- te. Todos participaron con gran entusiasmo de la her- mosa fiesta. El hermoso tiempo primaveral también contribuy6 a su mayor éxtto. Agi que la ciudad-Jardin era "el mejor ejemplo de un excelente Urbanismo". En 1a Argentina habia sido elegida como lugar de reunitn para festejar a- quel dia, ¥ su belleza fue muy elogiada por todos los oradores. A la tarde todavja tuvo lugar una reuni6n de expertos en la materia, en el Cine HELIOS. También alli se puso a la Ciudad—Jardin Iomas del Palomar como ejemplo de aquello que debiera hacerse en toda a rephblica. Pero hasta el momento s61o ha sido he- cho en nuestra Ciudad-Jardin.- Gomienzan. las yentas de LODELPA.~ A principios del ano 1952 las ventas habian sido Dastante reducidas, Recién el comiento de las ventas de LODELPA trajo al asunto nuevo envién.— El 10 de Enero de 1952 se firms el contrato con los vendedores de los terrenos.— El 4 de Febrero de 1952 pusimos los primeros carteles de propaganda en la nueva parte a construirse. A fines de Octubre co- menzamos con las ventas. Durante los meses interme- dios habiamos tratado sin éxito de alcanzar la apro- ‘bacién de nuestros planos para el nuevo plan de finan- ciacién “Eva Per’n" del Banco Hipotecario Nacional.—~ = 19s Se hablaba y no se llegaba a nada. Todos encontraban nuestros planes “maravillosos"... pero no resolvian absolubamente nada. Ideg6 fin de Octubre y yo per- ai la paciencia. Comenzamos a vender. £1. primer aia, en el 26 de Octubre de 1952 se vendieron veinte ca- sas. Diez dfas m&s tarde, el 5 de Noviembre de 1952 y@ habian sido vendidas 260 casas.- Aquello verdaderame mente fue un 6xito sensacional que tampoco dejé de surtir efecto sobre los senores del Banco Hipoteca— rio Nacional. Naturalmente... en sentido negativo.- El 4 de Diciembre de 1952 nos 1llamé el ingeniero Ortiz por teléfono, prufmmtunentexintigumtex, my nervioso. Entre los senores del B-H»N, reinaba gran indignacién por las ventas que habiamos formalizado. +++ Y que desde"arriba" venian severas amenazas.- Enseguida visite al jefe judicial del Banco, Dre Iglesies Very. Uon aquel convine que anulariamos las ventas formalizadas y devolveriamos las senas page— das. Después de que aquello habia sido cumplido, el Banco Hipotecario Nacional nos comunic6 que estaba de a cuerdo con el sistema que habiamos aplicado. +++ Y¥ las ventas anuladas fueron renovadas de igual manera,.— Inauguraci6n dei _monumento a F. El i7 de Marzo de 1952 de habia vuelto a empezar con la edificacién después de 1 1/2 meses de vaca~ eiones, ete.— El 5 de Abril de 1952 tuvo lugar con = 192.- la participacién de todos los empieados = y obreros, da inaugurzeién del monumento a F.I-N.C.A., en le plaza frente al edificio del Club APALP.- El monu~ mento habia side erigide en horas libres de trabajo por todos los obreros y empleados en honor de su empieadora.— Huestra una hermasa figura de mujer que representa a P.I.N.C.A,— Delante suyo sostiene un escudo de F.I.N.C.A. y en la otra mano lleva una ca~ sita.= La figura forma la coronacién de una gran fuente, sobre cuya pared posterior estén grabados las cuatro estrofas del himno a P.I.N.C.A.— Ia tota— lidad de la obra es una creacién del arquitecto Os- car Mongsfeld.— Pue una hermosa fiesta que mostré la verdadera fraternidad entre empleadora y empleados. Adem&s de los representantes de le poblacién hicieron uso de la palabra algunos de nuestros jefes, come también je- fes de los sindicatos.~ A contimacién tuvo lugar un gran reunién en el Borussia, donde igualmente fes— tejémos e1 70° cumpleanos de Don Germfn Zeyen, de nuestro querido "tio Germfn".— Onkel Hermann es uno de les hombres que lucharon en las filas de P.I.Ne— eA. desde sus primeros d4as. Por tal motivo fue es~ peciaimente agacajado y obsequiedo en aquel dia.— Nog liaman "Ciudad Jardin Eva Per6n",— Bl 26 de Abril de 1952 el director del Cine HELIOS, Pedro Reggio, “i salir de la funcién me commic6 - 193 - 2 que nos llam&baxos Viuded Jardin “Eva Per6én" a par— tir de aquel d4 .~ "Hay que embromarse", escribt g- quel die en mi diario. Con esto no quiero ponerme como un absoluto antiperonista. Al contrario. m la era de Perén nuestra Ciudad—Jardin habia vivide su "siglo ae aro". Asi no lo habiamos visto antes ai lo vimos m&s tarde.- Por otra parte no me parecia nada conveniente que la tan discutida senora esposa de nuestro presidente diera su nombre a nuestra Ciudad- Jerdin, Tenia cientos de miles de enemigos a muerte. Era seguro que ninguno de ellos seria en el futuro une de nuestro compradores.— $6 que en la Argentina existe una ley por la cual reeién se puede dar el nombre de una persona a calles después de cinco anos de su muerte. En la denomina~ eion de las ciud@ades o pueblos este plazo es prolon~ gado hasta los diez anos.- Pero para la todepoderosa esposa del todopoderoso presidente en aquel tiempo aguella ley naturalmente no era vélida.— Un cierto consuel. encontré en el fundamento del documento que nos cambiaba de denominacién. Habia par— tido de 1a Municipalidad de General San Martin y de- cla exactamente como sigues "Queremos para la villa m&s linda, la villa Lo- mas del Palomar, el nombre de Eva Perén y “lea cluded de las flores y ae los ninos" debe os- tentar el nombre que gravita en todos los co- razones de los hijos del pueblo, que ven en Eva Perén a la abenderada de la Argentina Jus— ticialista".- - 194 ~ Club Atlético F.I.NeC.A.~ El 1 de Mayo de 1952 se fund6 el Ciub Atlético Flt.N.c.A., bajo la proteccién de Juan Bleyberg.- Desgraciadamente el asunto se durmié bién pronto como muchas de las fundaciones “Bleyberg".— Don Juan siempre ten’ia mucho entusiasmo, para nuevas i~ deas, Pero apenas aparecia la primera dificultad, ou interés se paralizeba y Bleyberg lo pasaba a cuarto intermedio.— Asi pas6 con su club Atlético, Asi pasécon sus Bomberos y con muchas de sus creaciones. Todas las habia emprenaido con gran entusiasmo, pero... Sino era un buen tipo que no vivia mfs que para la Ciuded~ Jardin y ... last not least para ou Hildchen.— Comienza la edificacién de la Plaza Almirante Plate,— Bl 2 de Mayo de 1952 comenzamos con el hormigén armado en la Plaza Almirante Plate, El 23 ae Noviem- bre de 1952 se empez6 con 1a venta de los departamen- tos que serian erigidos alli, ma aquellas obras el director tena como ayudante a un tal Don Pablo Svhvpp, del cual también quiero contar una anécdota.— Schupp era simp&tico y oriundo de Mannheim, El castellano nunca liegé a cer su especialidad. Peor que munca lo habisba cuando se exitaba, Entonees si que confund4a todo lo que era posible confundir. Entonces protcztaba porque las “techas" no eran en— = 195 = viadas a tiempo » los techistas no podian seguir con su trabajo. Protestaba porque la “fuerza matriz™ era demasiado débi&. Y finalnente protestaba porque el carpintero todavia no habia terminade el "tambu- rin (trampolin) para le Finea F.I.N.C.A, Schupp habia instalado une zapateria pare su hija Hella en la Plaga Almirante Plate. Naturalmente se interesaba vivamente por la marcha del negocio. Biem- pre queria saber si habian venido muchos clientes, pocos o ningunos. Por desgracie generalmente 1a res puesta era la tltima,= Asi Don Pablo m&s adelante se decidi6 2 liquidar cu negocie.- En aquel tiempo debia vigilar una obra que esta- ba en construceién justo enfrente del negocio ae su hija, Repetidas veces 10 observé mientras que hacta las mis tremendas estiradas de cuello para controlar simulténeamente 1a llegada de materiales y 1a entre- aa de los clientes en el negocio de su hija. Mis tarde le inmortalicé con un dibujo en 1a can— cha ae tolos. Se 1s vé con un anteojo astronémico con el que simulténeamente puede mirer hewie edelen- te hacia atr&s.- Su bonita hije Hella se cas6 unos anos m4 tarde con vn oficial norteamericano y llevé a su padre g a su madre consigo a los Estados Unidos. Muchas veces Schupp me escribi6 tarjetas de al- gunos "Tripp" que habia hecho en auto, Se ¥6 que el inglés le era tan dificil e imposible de aprender como el castellano.= - 196 = Bl 25 de Noviembre de 1952 fue terminada otra perforaci’on de agua en la Avenida Culicanto.— Bl 20 de Diciembre de 1952 inauguramos el nuevo eruce de barrera en el extremo Norte de la Avenida Pereyra Iraola y la calle que continga a Caseros.— Por aquella obra haba adquirido mérito especial el Dr. Briegor.- Este tltimo fue uno de los pocos colaboradores que , a parte de su empeno en el tra- bajo diario, habian comprendido que una Ciuded—Jardin no se compone solamente de ladrillos, cal, wadera, hierro, etc. Brieger se esforz6 en dar vida a la naciente sociedad. Mantenta relaciones, se preccupa= ba por la fundaci6én de escuelas, clubs, ete., se preo~ cupaba por abrir calles que nedie queria que fueran -ablortas, etc... etc... Al respecto puedo contarles un ineidente sumamente comico. Antes de que comenzaramos con la construcedén ae Ja Ciudad-dardin, habian aido expropiados por las autoridedes militares algunos terrenos en aa parte Sud-Oste. Se decia necesitar el lugar para depésito de forrajea y para la construccién de una panaderia militar,- £1 terreno fue separado del terreno prin- cipal sin verdedero razonamiento ni sin ser pensado dos veces. Asi nom4s, como nosotros los citiles de~ cimos"1lenos do respeto y admiracién", “manum mili- taris".- Generosos como son los militares en este caso habian extendido su cerce por dos calles que - 197 = debian queder libres como medio de acceso a la Uiudad—Jardin,- Aquellas eran la hoy Cotegio Militar y otra m&s (sin nombre), situada algo m&s en direce eién Norte que debia comubicar la esquina PlAtanos Norte ~ Paraisos con Ios Olmos — Matienzo.- Después de largas tratativas coh las autoridades militares finalmente logré que fuera ablerta la impor— tante Colegio Militar. Al contrario no fue abierta la calle sin nombre porque nosotros no teniames el menor interés en ello, mn una reunién sobre la Urbanizaci6n, con “ederico Behrendt hablamos y habia- mos llegado a 1a conclusién que la calle Gladiclos bastaba completamente. Ios fondos de las casas de aquella calle fueron orientados en direccién de la no existente, resopectivamente calle "sin nombre " y no abierta,- "Ojala que a nadie llegue a ocurrirse- le abrir aquella calle", deciamos entre nodotros en aquella ocasi6n, Verdaderamente una calle sélo con fondos no ofreceria my lindo aspecto. Asi estaban las cosas. Se acercaba mi cumpleanos.— Por medio de muchos giros Brieger dej6 entrever que con tal motivo me preparaba una gran sorpresa y una gran alegria, Esperaba impaciente. De las sorpre- sas verdaderamente tenia miedo. Pero xmbxexiu de lo que en realidad se trataba... ni en mis suenos més audaces me hubiera aventurado a sonarlo... No quiero que el lector siga en la duda, Briger habia logrado, después de dificultosas tramitaciones que duraron varios meses, que los militares cedieran - 198 - la calle “sin nombre" y que la misma fuera ablerta al transite. De susto casi me desmayo. ¥ Brieger no necesit6 preccuparse por ser victima de la broma general.~ Denominamos a 1q en realidad nunca abierta caller Valle Brieger.- Su esposa Rosalia se habia hecho acreedora de gran mérito en la edificaci6n y bendici6n de la jamAs pa~ gada Capille de le Sagrada Familie.- Rosalia también fue muy eficaz ayuda para su marido en las relacio- nes sociales. No siempre estaba completamente de acuerdo con las ideas e indicaciones de su “EINZ", Pero a pesar de todo fue para 61 un gran apoyo e hizo mucha obra por la Ciudad-Jardin.— Especial interés tenie naturelmente por las fies- tas de carfeter religiodo. m tal caso no se separa— ba del Rosario, por asi decirlo.— Adems Brieger es un entusiasmado aviador. Prac- ticando tan hermoso deporte hemos sido excelentes camaradas durante michos anos, A menudo volamos so- bre la naciente Ciudad-Jardin en Piper, Fleet, Focke- Wulff, Robin, Beechcraft, etc.- En cada aterrizaje cada uno de nosotros traia nuevas ideas, ideas para hacerlo todo afin mcho m&s lindo y mucho mejor... Con qué clase de gente tenemos que tratar, con locos? También e1 ano 1952 estuvo marcado del ininterrum pido, pero ahora ya acostumbrado luchar contra el Banco Hipotecario Nacional.— Muchas veces las exi- 71 = gencias de aquellos senores #m eran de tal indole que nos hacian dudar de su estado mental.- Asi nos querian obligar a conceder precios que en un fmico grupo de casas para nosotros hubiera representado una pérdida de tres millones y medio de pesos.— Replicamos que nuestros precios eran justos gx y be- jos. As todavia: que nadie estaba en condiciones de construir ten barato como nosotros y a pesar dc todo, recién después de mucha ida y vuelta aquellos malévolos nos dejaron partir con un ojo negro... Otra vez fue retenido un expediente por mas de cinco millones por un Director Diaz por que un tal cliente del Banve habia venido con una pequena recla~ macién. Primero teniamos que arreglar aquel asunto.— Indigué al director, que bajo tales condiciones ya no estaria decidido a seguir trabajando con el Ban~ co. Recién entonces el senor director se digné a sus—* cribir.- Yo creda que todo ya estaba en orden. Pero reeién después de semanas me enteré que todavia era necesaria la firma del vicepresidente Siri. Aquello naturalmente volvié a tarder varios meses. m al- gunos casos era para volverse loco de rabia e indig- nacién.— En aquel mxem momento me juré a mi mismo no iniciar jamfs en lo sucesivo alguna operacién con la seccién "Barrios" de aquel Banco,— ¥ aquel jura- mento tambien lo mantuve. Fielmente, De no haberlo hecho, seguramente haria tiempo que vivirfa en el ma— nicomio.= : Para aprobar un expediente que habla sido prepara- = 200 — do con todo esmero y dedicacién por nuestros exper- tos, el Banco Hipotecario Necional necesitaba aproxi— madamente el triple de tiempo que nosotros para to- da la construccién,- Habria que haberse reido. Pero era demasiado triste.- la causa de aquella pésima ad- ministracién debia tener m su origen en que junto a algunos pocos elementos valiosos se encontraba v- na camarilla de conspiradores.- Aquellos se habian hecho lugar y dominaban le administracién interna del establecimiento y 1a dirigian segén su criterio.- El freeuente cambio en le autoridad superior natu- realmente lo favorecia increiblemente.- Generalmente los nuevos directores y presidentes ocupaban su puesto empapados de 1a mejor buena voluntad, Daven buenas indicaciones para las reformas necesaries, etc.- ¥ en un principio aquellos senores se mostra- ben solo de su mejor parte y como fieles servidores de su guevo amo.~ Pero pronto iban ganando nuevamen- te su lugar y finalmente todo era mucho peor que 4ntes.- C6mo un presidente que generalmente venia de algtn ramo completamente distinto g no tenia la me~ nor idea de administracién iba g poder imponerse con- tra aquel bando? Dex la época que estoy haciendo men_ cién en este momento uno era abogado, el segundo contador, el tercero ingeniero, el cuarto contador el quinto absolutamente nada y el sexto escribano.- Partiendo de estos puestos de un dia para otro eran conyertidos en la superior au‘oridad de uno de los mayores instituciones financieras del pais.— Ne habia = 201 = nada que hacer. ¥ los conspiradores tenian buen mo- tivo de risa. Lo m&s indignante que habla que aguantarles a a- quellos senores era cuando se havian negar a pesar de que la audiencia habia sido convenida previamente.— Mandaban el asunto de uno a otro. Era indignante dc ver como lo mandaban g uno de aqui para all, como cada uno encontrabe otra escusa para largarle el far— do al m&s préximo, Era indignante su comportamine- to cuando se descubrian como perfectos mentirosos, su risa sarcfstica al verme en la antesala de algin funcionario, tres horas, cuatros horas... Asi espera- ‘ban que me cansara y me fuera. Pero se equivocaron.— Yo aguantaba y esperaba. Finalmente al tal “senor Importante" no le quedaba otro remedio que recibirme, A menudo me volvia loco de alegria cuando habia le- grado algo. Pero cuAnto me cost6é todo aquello medi- do en nervios... eso los felices habitantes de la Ciudad—Jardin no se lo pueden imaginar ni empleando 1a mejor buena voluntad.— El incalificable comportamiento del Banco Hipoteca~ rio Nacional liev6 repetidas veces a nuestras compa- nfas a gran escasez de dinero.~ Quien pepr lo pasaba era el pobre Parra. El ademfs debia aguantar a los proveedores deseosos de page y adem&s mi mal humor, consecuencia de los ac.ntecimientos.& Muchas veces esperamos largas horas juntos en las entesalas. Reciprocamente nos lament&bamos por nues— tras desgracias. Y cada uno de nosotros ventilaba = 202 - su gran indignaci6én, Y en aquel "valle de l4grimas" nuestro mayor consuelo era la gran certeza que los ereadores del Banco Hipotecario Nacional eran asa~ dos en sl infierno. Bl_ano 1952¢ A fines de 1952 habia 1.340 casas en Palomar que albergaban 6.022 habitantes.— Bn aquel ano se terminé con la construccién de la Planta Closeal.- Adem&s ce inauguré el monumento a PeTeN.Cehe— El Club Atlético PeIeN.CeA- necié a su corta vide. Se comenz6 con la edificacién de las casas de altos en la Plaza Almirante Plete y se terminé con Ja calle Humberto Primo a Caserose= En el ano 1952 la autoridad correspondiente nos 846 el nombre de Ciudad Jardin Eva Perén.— ma eOagee 13° CAPITULO 1953 gonsecuencias de la denominaci6n "Eva Perén". En el curso del ano 1953 cada vez se afienz6 mis mi conviccién de gue el cambio de nombre dispuesto por el Concejo Deliberante de San Martin acarrearia también un gren cambio de categoria en nuestros fu- turos clientes.—- En los anos recientemente transcurri+ dos habiamos podido vender también casas caras.— Na~ algo nfs turalmente aquello sélo contribuia al embellecimiento general de la Ciudad-Jarain. Especialmente en la Ave~ nida Germin Wernickey Boulevard ?.1.N.c.A. y Aviador Im elmann se vendieron casas grandes y caras, Pero claremente también se notaha que después del cambio de nombre se veria en ésto un gran retroceso.— Los asi llamados oligarcas no querian vivir en uma ciudad que llevara el nombre de su ktunxadime mejor odiada mujer. Y la asi llamada buena clase media mm se creia demasiado distinguida para vivir en una Ciu- dad Jardin "Eva Perén", que devia su nombre a quien en cada uno de sus discursos y publicaciones promil— gaba su preferencia por el proletariado.— ¥ asi tuve que decidirme a reducir la totalidad de nuestra obra a la edificacién de casas pequenas.~ Y con ello tuvimos un 6xito enorme.- Se trataben de pe- quenos chalets generalmente en las manzanas 32 y 38, as1 como en la franja entre Zeppelin, Boulevard FeI.N.— CeA-, Avenida Wernicke y Pereyra Iraola,— El 11 de - 204 - Enero de 1953 se habian formalizado 15 ventas. El 27 : de Enero eran 70, El 16 de Junio de 1953, 250. Cerra- mos el primer semestre de 1953 con un valor de ven- tas por m&s de 40 millones (aproximadamente 3,8 mi- laones de délares).— Cade fin de semana se veia una verdadera invasién popular en Palomar, Enormes masas de gente se tras— ladaban de un lado a otre, como si fueran calles co- mo Florida o Corrientes... ¥ a menudo en tales fines de semana se vendian hasta 30 casas.- El 27 de Julio @e 1953 se habfen vendido setecientas casas y a fin ae eno eran m&s de mil. Conforme a ello naturalmen- te también era le actividad en la construccién. Ja~ m&s hebiamos edificad> a tal ritmo. Cientos de obras eren edificadas simlt&neamente, ¥ hubiéramos podi- do crear y vender mucho mfs todavia si hubi’ eramos querido ampliar nuestra obra hasta el infinito... @erminacién en diez semanas. Cerea del fin del tercer cuatrimestre se comen- 26 con las construccién de aquellas asi llamadas ca-~ sas del Plan Eva Perén,~ En los primeros dias de A- gosto el presidente del Benco Hipotecario Nacional, Ingeniero Lawson habia expresado su deseo de entre— . ‘ gar algunas de aquellas casas a sus felices poseedo— res en su visita prevista para el 17 de Octubre,= Con inereible empeno el arquitecto Loeser puso manos a la obra. El 17 de Octubre de 1953, apenas = 205 - diez semanas después de haber comenzado a edificar- las, alli estaban las 12 primeras casas, Estaban lis- tas, perfectas y esperando 1e entrega de las lleves. Aquello también tuvo lugar en forma solemne, Habr& imaginado el presidente Lawson en aquel momen— to ae su establecimiente llegaria a ser bajo sus sucesores? Habr& imaginado que tardarian entre tres y cinco anos para terminar pequenas viviendas de e- mergencia? Si le respuesta hubiera sido afirnativa... creo que Lawson se hubiera avergonzado de su Banco... Departamentos en lugar de casas. particulares.— Negocios "b&érbaros".— Ia gran demande era wna incombatible demostracién de 1a enorme escasezbde vivienda reinante, Ya en e- quel entonces ne entretentan con la idea de construir preferentemente en el futuro pequenos departementos. De tal manera 1a vivienda se abarataria atm mis pa~ ra el pequeno cliente, Por los continuos aumentos de precios, ya de moda en aquel tiempo, pronto lle- garia a ser imposible para quien tuviera un sueldo mediano de comprarse una vivienda propia, Adem&s se sancion6 la Ley de Propiedad Horizontal que posibili- taba la adquisicién de un departemento.— En el curso del mes de Agosgo de 1953 se vendieron os &iltimos locales de negocio en la Plaza Almirante Plate,los comerciantes de la Plaza Almirante Plate se unteron para impedir el aumento de los llamados = 206 = negocios "salvajes” en garages, etc.— Voluntariamente les ofrec4 en aquel momento mi ayuda, Mantuve incontables tratativas con las auto- ridades pero no alcancé m&s que muchas promesas.= Ia Municipalidad "no vela". Sobre todo si el suje- to pagaba los impuestos y tributos obligatorios: a- quello era lo principal.- De cualquier manera no existia la menor necesidad de abrir negocios “salva- jes", Habla suficientes locales de negocio a dispo- sicién entres Centros Comerciales: Boulevard General San Martin, Plaza Almirante Plate y Plaza LODELPA, Los entreg&bamos en las condiciones de pago mis con- veniente: + Pero siempre existiré aquella clase de gente que jams se podr4 acostumbrar al orden, ni tampoco quiere acostumbrarse al orden... Monolito a Ki El 8 de mero de 1953 el embajador Alemfn , Terden- ge acordé una visita a la Ciudad—Jardin, El mismo descubrié el 2 de Mayo de 1953 un monolite erigido en honor de Hermann Kthl y stis companeros, Se conme~ meraba el 25 aniversario del cruce del Océano en di- reccitén Este-Oeste.— Estuvieron presentes altos re- presentantes de las autoridades civiles y militares.— Tuve el gran placer de poder saludar a tres excelen- tes representantes de la Aviaci6n de Guerra germana: el General Galland, el coronel Rudel y el coronel Baumbach. Este <imo fue victima poco después en la - 207 ~ Argentina de un accidente de aviacién.— la Banda de Aeronfutica de Palomar tinterpreté el himo alem&nr "Deutschland, Deutschland tiber alles..."y las l4gri-~ mas me rodaban por las mejillas, No,pude evitarlo. Creo que era la primera vez después de le segunda guerra mundial que el himo alemfn era tocade pibli- camente en la Argentina,— A continuaci’on tuvo lugar un lunch en el Borussia que fue de transcendencia, Entre otros estuvieron presentes los parientes del companero de Kthl,HUnefeld, que viven en la Argentina.- Busto a Perén,— Monumento a le Madre.- El 19 de Abril de 1953 tuvo lugar el descubrimien- to del busto de Eva Perén, erigide en la calle Boule— vard General San Martin,— El 18 de Octubre de 1953 fue descubierto el monu- mento 4 la Madre en la Plaza Almirante Plate con gran. participacién popular.— Historia de las escuelas,— El 13 de Marzo de 1953 recibimos la noticia que el gobierno hab’ia decidido erigir un Colegio Nacio- nal en la Ciudad-Jardin,- Aquella noticia naturalmen- te fue recibida con el mayor jabilo por todos.- Pero en aquel jibilo primitivo también qued6 to- = 208 = doe— En el futuro nada m&s se supo de la ejecucién de aquel proyecto.= MAs adelante un grupo de senorss y senores de origen alemén tomaron el asunto en sus manos.’ En pocas palabras quiero contar en lo siguien- te la historia de cada una de las escuelas de la Ciudad—Jardin,— Escuela N° 51 (P.1.N. ds £1 primer toque de campana en la nueva escuela no anunciaba solamente el comienzo de las clases, sino también el nacimiento de nuestra vida colecti~ va.+. Bra en el mes de Septiembre de 1948 y la prime ra directora de 1a escuela se llamaba Primidad F. de Zeroli. La primera maestra era Dora Ortiz de Mascias. En el mes de Octubre se fundé la Cooperadora Esco- ler. El presidente era Don Pedro A. Reggio, prime- ra secretaria Ieonor Azucena E. de Vidal. Esta fl- tima con su dinamismo y experiencia di6 a la escuela e1 empuje necesario.~ Ia escuela se traslad6 entre varios hogeres serviciales en la calle Colegio Mili- ter, Avenida Tipas y Aviadora Lorenzini. Alli con- tinué hasta el dia de 1a gran inauguracién de la escuela propia, de 1a Escuela F,I-N-C-A., @ princi- pios del ano escolar 1950.- El e@ificio escolar cuenta con 14 aulas, sal6n de Actos, mAstil de 1a bandera, ete. Cuenta com 600 a- lumnos entre turnos manana y tarde.- A fines de 1960 1a escuela F.I.N-C.A. fue nombrada Escuela Tenien~ te Coronel Atilio Catanéo. Cudles son los méritos de al servicio de la patria aquel feniente Coronel verdaderamente um lo — 209 = ignore. Por la Escuela N° 51 seguro que no tuvo nin. guno.— Jardin de Infantes R° 1s Bn Junio de 1951 tuvo,lugar en los safones de le Escuela N° 51 la inauguraci6n del primer Jardin de Infantes estatal del Partido de General San Martin,— Rapidamente se desarroll6 en los tres salones un pequeno paraiso para los ninos, Personal docente e interesades erigen instelaciones y procuran material did&etico, como no se encuentra mejor en Jardines de Infantes partivulares de la “haute yoléé".— Di- rectora es desde un principio Marie Iuisa Villerino Frias y vicedirectora Elena Irurzun. imbas intimamen- te ligadas con la fundacién de aquel segundo hoger de nuestros ninos.— Colegio Cinded-Jerain (Gertenstadtschule): El Colegio Ciudad—Jarain es el primer estableci— miento surgido $r la colectividad alemana después de 1a segunda guerra mundial, en la Argentina,— Fue un dia memorable para la colectividad alemana cuan- do el Dr. Brieger llam6 a wa primera veunién en mi nombre, en la Cantina F.I.N.CeA.— Los presentes eran: senores Th. Schmidt, Gegenschatz, Bleyberg, Mieth, Barei®, Krittian, Bathen, Mohnkern y Morr, las seno~ rast Volberg, Meyer, Krittian y otras. En la reuni6n ratificaron su deseo de dar a la juventud clases de alemin y de abrir con tal motivo una academia. - 210- Bajo la direccién eficiente de Erhard Koenig pr-n- to se logré emplier estas clases hasta los siete pri- meros enos de escuela primaria,— Antiguos talleres en la Plante Industrial fueron transformados en lin- des avles por cuenta de F.I.N.C.A. lis adelante to- m6 a su cargo laddireceién del establecimiento Her mann Ohnsorg y su senora se encargo de la direceiéa de la escuela primaria argentina.— Ea el mes de Abril de 1956, bajo 1a direceién del Dr. Nattkempers, surgié el Codegio Secundario. En lugar principal y con sacrificios personales, inter- vinieron los senores Gegenschatz, Dr. NuSbaumer, Seckt, Allolio, Schultz, Ortlivb y Wertheimer. El Colegio Ciudad-Jarain, conjuntamente con s6lo dos colegios m&s en la Argentina, forma alumnos cuyo pachillerato es reconocido en las universidades a~ lemanas.- Ia cantidad de alumnos sobrepasa los tres- cientos.= InBtituto Amelets El edificio escolar est& situado en la calle Bou- levard F.I.N.C.A,- A fines del ano escolar 1960 los alumnos del instituto terminaban por primera vez 6° gredo.- El establecimiento también posee un Jardin de Infantes, como también ¢1 Colegio Ciuded-dardin,= Direetoras y duenas del establecimiento son las se~ noras Elida Dolores Yotrone Bengolea de Pintos Insta y América V, Borrone Bengolea de Quijano.— Ser hes Palomar Schule (Colegio Palomar) + Director y dueno es el ingeniero Rub’en A. Treglia, Ia escuela empezé su labor lectiva en el me ano 1948 y el edificio escolar esta situado en la Avenida Wernicke 543.- La cantidad de alumos es 4150. Colegio General Martin Gliomess Director y dueno es el profesor Miguel Angel Isas- mendi,- Como tinico establecimicnto de la zona, es- ta escuela est4 autorizada para la ensenanza se- cundaria en las tres disciplinas: Nacional, Comer- cial y Normal. Las tres est&n en funci6én.- Ia cantidad de alums es aproximadamente de 400. En la calle Aromos se encuentra on construccién un edificio de seis pisos.— Escuela N° 74 — Rep&iblica del Perf: Como creadora espiritual y efectiva de esta es- cuela debe ser reconocida la senpra Leonor Azucena E. de Vidal.~ La escuela empez6 sux ensenanza en el edifficio de la Escuela 51. Mis adelante se trasla- aaron al edificio construido por F.I-N.C-A, en los ex-talleres de la Planta Industrial. En el ano 1957 el gobierno firmé el contrato para la edificaci6n de un grandiose edificio. Para acelerar se comenz6 con le demolicién del viejo edificio. Provisoriamen- te la escuela se trasladé a barracas de la Escuela 51. Después que todo sucedi6é asi, el gobierno nos comunic6 que no contaba con medios para el pago del ~ 212 = nuevo e@ificio escolar.~ Entonces por medio de la ayude de FeI.N.CeAs y de la asociaci6én de padres se ‘wolvieron a levanter las ruinas y la escuela volvié a funcionar en la calle Aviador Matienzo. Desde el ano 1959 existe wna Cooperadora Escolar, cuyo pre- sidente es 61 senor Leonoff, Ademfs ocupa un puesto de suma importancie el senor Belforti. Ia escuela cuenta con 520 alunmos,— “Obras maestras"del Banco Hipotecario Nacional" Chicanas.~ Violamiantos.~ Calumnias,~ El 20 de Agosto de 1953 comenz6 la edificacién del Edificio LAMPE, situado en la entrada Sud de la Ciudad-Jarain.- El Banco Hipotecario Nacional nos ha- pia prometido solemnemente 1a financiacién de este edificio.- MAs tate tarde dejé en la via a los com pradores y en consecuencia, también e nosotros. Sim plementes no cumplié con su promesa.- Tal irrespon- sabilided fue origen de enormes djficultades para OOA. ¥ hablo de dificultades “Enormes" por tratarse de valores millonarios.— Por otre parte,cada uno de los pasos que diera el Banco debia ser por asi decirlo “implorado® por no- sotros,= Sea, que los expedientes siguieran su cur- sof sea que el directorio aprobara nuestros asuntoss qea que se firmaran las escrituras; sea que los in- genieros del Banco Hipotecerio Nacional viajaran a Pa- lcmar, comprobaran el adelanto de las construcciones = 213 = y @ieran la orden para nuevos pagos.~ Todo debie ser implorado, en el m&s amplio sentido de la palabra,— Bra para volverse loco.- Era indigno de gente.— Hoy en dia todavia no he llegedo y comprender ofmo el po~ bre Parra eguanté aquello.~ En el BH.N. habia una barra que set divertia enor- memente chicaneando © imponiendo dificultades a nues- tra obra.- Verdaderamente uno no sabe de qué mane- ra apostroferlos © aquellos sujetos.— Sobre todo en aguel tiempo se trataba del ya mencionado Romero To~ edo quién con su actuecién coronaba la cantidad de intrigas.— Adrede retenia nuestros expedientes. ¥ nin- guna autoridad del Banco Hipotecario Nacional estaba en condiciones de impedirselo.~ Aparentemente todos estaban de acuerdo.— Somo los préstamos del Banco Hipotecario Nacional siempre eran demasiado bajos y para alcanzer a pesar de ello una financiacién pera 1a gente de medios més escasos, nos habiamos mfsx ofrecido a retener una parte de la deuda del comprador en segunda hipoteca.— Pero aquello no lo permitié el Banco Hipotecario Nacional: No, aquello si que no era posible. De ninguna mane~ ra segundas hipotecas.— Pero entonces si que golpeé gon el puno bien fuerte sobre la mesa... entonces nos lo permitieron,-se dignaron de permitirnoslo. Pero en cada uno de los casos en particular debia ser au- torizada por el Banco Hipotecario Nacional.— Asi que aquellos senores se atribuian e si mismos am el dere- cho de aceptar o no las seguhdas hipotecas que otorga— =e ba F.I.NeCeA. con su dimers pr pio dinero.-Unicamen- te mentes enfermas pueden haber imaginado tal ridi- culez.- Al AFALP le hablamos regalado un terreno de 7.666 m2. Encima habiamos edifieado un gran edificio de club con todes las instalaciones de deporte.— Aquelle lo hicimos después que el Banco Hipotecario Nacional nos habia comunicado que nos otorgaria una hipoteca cvyo importe era menor de] precio de costo. Aquella hipoteca la redescontarie el Banco Central. Esta era en aquel tiempo le acostumbrade financiacién del Zan- co Hipotecario Nacionals siempre recibia el dinero necesitado del Banco Central.— Cuando el edificio estuvo listo y entregado, entonces algi empleaducho, cre que se trataba de nuestro fiel "amigo" Spangen- berg, encontr6é que aguella hipoteca no estabaite de acuerdo con algfn lejeno reglamento del Banco Hipote- cario Wacional.— Entonces sce neg6 ,le operacién.— Nosotros habiamos cumplido con lo que aos habia sido enckRgado. La operaci6n estaba definitivamente acor- dada. Pero no se hizo.= Seguramente, el citado enano autor del asunte aleanzé un elogio especial de sus jefes.— Para P.1.NeC.As de todos modos significé que tenie colocado un importe de m&s de medio millén a cincuenta anos, a un interés verdaderamente ridicule. J Otra “obra maestra" del Banco Hipotecario Nacional: la enorme cantidad de tiempo necesaria para el calcu Jo y las consultas referentes a la fijecién de pre- eles para nuestros clientes.— También aquel derecho = 215 - se lo haben adjudicado personalmente aquellos bene- factores populares,- Naturalmente nosotros 6famos demasiado impacien— tes para esperar m las decisiones de aquellos "pena- dos “ individuos, Entusiasmades comenzfbamos con la edificacién. Y finalmente debiamos conseguir eré= ditos intermedios de itras instituciones... mientras que esperébamos que los senores del Benco Hipétecario Nacional tuvieran tiempo para nosotros.- Raturalmente en tales casos los clientes nos xkanm abonaban a no- sotros los intereses que debiemos pagar por el prés~ tamo.= Repentinemente surgié el rumor que F.I.N.C.A. no escrituraba por que queria estar mayor tiempo en goce de los intereses, ¥ la indignacién paulatinamente al, canz6 proporeiones despesuradas,-Si aquella gente hu- Piera sabido cémo y en qué forma en F.I.N.CeAe nece- sit&bemos aquel dinero, entonces..., también de ha~ ber sabide como le est&bamos encima a aquel Bancoy... Entonees s{ que hubieran pensado de otra manera so- bre nu-stro comportamiente.= Pero asi nuestros eajeros eran saludados muy poco amablemente, Cierta ves una tal "dama" llegé a apodar a la aireccién de P.I.N. C.A. con "manga de ledrones", Entonces si que se me acabé le paciencia. Escribi un articulo de fondo pera la Revista FeI.N.C.A. m 61 daba a entender con suma claridad que la culpa del retraso radicaba tmica y ex clusivamente en el Banco Hipotecario Nacional. ™ com secuencia... la mencionada "manga" no debia ser busea- = 216 - da en F.I.N-C.'-, sino muy en otra parte... Hasta aquel articulo, que debia haber hecho sonto- jar de vergiienza a los directores del Banco Hipoteca- rio Nacional... Hasta aguel articullo los dej6 comple- tamente frios e inmutables,— No sucedi6 nade. Se si- guib el mismo paso que Antes,= Pronto no tuve mejor vemedio que dar orden expresa de no entregar ninguna casa, por ms terminada que esté, antes de haberse firmado la escritura definitiva coh el Banco Hipote- cario Nacional.= De tal manera nuestros clientes te- nian buen motive para andarle detrés al Banco Hipo- tecario Nacional... ¥ en algunos de los casos también tuvieron éxito... Siempre que también tuvieran la cu- na correspondiente... Indescriptipaemente raro y cémico fue para mi, cuan- do en aquellas semanas me encontré con el ingehiero Ortiz. El ingeniero José Ortiz de funcionario del Banco Hipotecario Nacional habia pasado a ser clien- te del mismo, En aque! tiempo se dedicaba a la construc- cin de un Barrio en C6rdoba, Aparentemente sus rela- ciones con el B-H.N. eran tan exitosas, que hablaba en igual forma que yo sobre aquel establecimiento... © quiz& peor. Si aquello todavia era posible.= De to- dos modes aquel encuentro fue para mi motivo de secre- ta alegria, E En este lugar quiero decir algunas palabras sobre mis relaciones “politicas" de aquel entonces, Le opi- nién sin importancia del Banco Hipotecario Nacional, de aquellos melintenoianaaca imbéciles, exbittx habia Late Tlegado a atribuirles a ellas el éxito de la Ciudad- Jarain,— Aqui se trata de mi amistad con quien en aquella @poca era vicepresidente de le Necién, ite kuxtuxfutuaievex Contraimirante Alberto Teisaire y su esposa Duilia. Coh ellos, asi como también con el presidente de la Camara de Diputados, Dr. Antonio J. Benitez habia conversado repetidas veces sobre los problemas de la Giudad—-Jardin, Pero aquello tuvo lu- wxm lugar en una época en que ga habian sido sebrelle— vadas les peores ; principales dificuktades. Es thx interesante de comprobar que conoci a la senora de feisaire el 17 de Abril de 1953 y al Almirante el 13 de Mayo. Asi que con toda seguridad no pueden haber— me ayudado en los preparativos para la edificacién de le Ciuded-Jardin.- De haberlo hecho, no seria mfis que un honor para ellos,= Asi todo no fue mAs que un ena- cronismo f4cil de demostrar.— Al presidente de la Cémara de Diputados lo cono— cf en el ano 1946 en Potrerillos, Mendoza, En aquella 6poca nadie imaginaba que el mismo llegaria a ocupar un tan alto cargo p&blico.— Poco después lo nombré abogado de P.I,N-C.A,— ¥ aquello,lo siguié siendo has- ta la revolucién en el ano 1955. Solamente aquelle. Nada mfs.- Presidente de la CAmara de Diputados recién fue nombrado el 25 de Abril de 1953. Y¥ en aquella é- poca las mayores dificultades de la Ciudad—Jardin ya habian sido sobrevividas.— Aquellos rumosres habian side puestos en boca de m- chos especialmente por la mafia del Banco Hipotecario = 218 - Nacional, Pero aquellos rumores no llegaron a impedir que el 2 de Agosto de 1953 tuviera lugar un allena— miento de mi casa en Palomar. Se me tenia en sospe— chas de intrigas anti-peronistas!... Todo aquelle tuvo su origen en chismes de sirvientas. El asunto egd a ofdos de un capitén del ejército quien de in- mediato transmiti6 aquel gran peligro a su general.— ¥ de aquel general, que por otra parte también era director de la ¥scuele de Guerra, partié lam orden de la citada revisaci6n,— Naturalmente no encontra- ron nada de lo que buscaban. Un amigo me habia pasa~ do la noticia de la secreta revisaci6n. Asi bien pron- to pude tomar las medidas mmemmmxtax contrarias ne- cesarias. Me fue muy f&cil demostrarles a los se- nores “revisafores" que para mi mi trabajo y mis preo- cupaciones no me dejaban tiempo para dedicarme a mo~ vimientos pro o anti-peronistas.— Los senores, del general para abajo hasta el comisario investigador se disculparon cortesmente y me nombraron perfecto peronista,— En realidad yo no era nada. Ni pro ni cantra. Era presidente de FeI.N-C.A. y nada mis. Tam poco queria ser otra cosa. Justamente se me ocurre un incidente sumamente comicoe Pue en el Sal6n principal de la CAmara de Di- putados. Fue en el ano 1953, Era la fiesta de clausu- ra de las sesiones anuales y el presidente Benitez he habla invitado, as’i como también a mi mujer y a mi hermano H,go.— Tomamos ubicacién en el palco de la presidenta, senora Irma Benitez. Es decir, nos on O19 = quedemos de pi€ porque todos los asientos ya estaban ocupados por otras personas.- Repentinamente noto que al lado nuestro hay otro palco igual que est& completamente vacie. “Esto hay que aprovecharlo", le dije a mi hermano y ambos no vacilamos en levantar una pierna tras otra y pasar al palco vecino.— De golpe me llama le atencién que Benitez, en su sille de presidente, queda dubo como una estatua, Nos hace senas desesperadas. Algo no eat& en orden, Repen- tinamente me doy cuenta que estamos en un palco pro- hibido. Era el palco de la fallecida en el ano 1952, senora de Perén, "Evita", la Jefa Espiritual de la Nacién." Después de su muerte nadie habia vuelto a pisar su palco.— Nadie debia pisarlo y Hugo y yo vol- vimos a teeparnos al palco de Benitez, donde Irma nos clavé sus ojos desmesuradamente abiertos.- Habiamos cometido wn sacrilegio terrible. Pocos dias después me cont6 Ben’itez que Snicamente por medio de una or- den estricta habia conseguido evitar una delicada in- vestigacitn del hecho.= Hay que haber vivido en aque- lia 6poca para comprender aquella estupiides de alto grado.— Si, verdaderamente era asi. Hog en dia no sabemos si desde aquel entonces el mundo se mejoré 0 est& peor todavia... En aquel tiempo tenfamos un sindico, cunado de los hermanos Wernicke. Este particip® activamente en los preparativos revolucionarios. Fue buscado por la po- licia y m4s tarde hayé al Uruguay. A pedido de algu- nos directores de P.I.N.C.A. fue destituido de su car- ~ 220 - go de sindico el 27 de Mayo de 1953. Encontré muy Justa aquella resoluciém. Soy de opinién que hay que ser comerciante o revolucionario. Las dos acti- vidad:s al mismo tiempo no dan buen resultado. la destitucién me fue tomada muy a mal por el interess~ do y por los hermanos Wernicke, Pero aquello recién mfs tarde... después que la revolucién de 1955 habia hecho a Bradley merecedor de altos honores.— Conduccién directa de Gas Natural a Palomar.~ También tuvieron lugar en el eno 1953 las trata- tivas del Dr. Brieger ammx con las autoridadcs de Gas del Estado. Las mismas las desarroll6é Brieger con gran habilidad.~ Después de mucho conversar y de mucho pedir alcanzamos la promesa de obtener una conduceién directa de Gas natural e le Ciudad—Jardin.~— Adem&s pagamos el importe de 2,8 mill nes, en su mayor parte juntado entre la poblacién.— Tenfendo una conducc46n directa de gas natural, evitariamos las continuas manipulaciones con los tubos de super— gase~ Pero los trabajos recién fueron iniciados a fines del ano 1955 y las instaleciones comenzaron a funcio- nar en 1956, Que las tratativas y ms adelante la financiaci6n hayan tenido tanto éxito, es mérito éni- co y duradero del Dr. Heinz Brieger.— - 221 - Me retiro de la presidencia de COA.- En la Asamblea General del 25 de Abril de 1953 no me hice votar m&s como presidente de COA, Habia ocupado aquel puesto desde la fundaci6n de la socie~ dad.- A propuesta mia fue votada el Dr. Mario Werni- ckes En los primeros anos el Dr. Wernicke limitaba su actividad a cobrar sus dividendos a fin de ano.— Pero mis adelante, cuando después de la “gloriosa revoluci6n libertadora" COA cayé en una situacién dificil, Mario tomb las riendas en la mano y lievé pronto la nave a buen puerto.— En un principio el joven se lo habia imaginado demasiado f4cil, pero m&s adelante crecié con sus ovligaciones.— Banco Hipotecario contra Banco Central.~ Bl 18 de Febrero de 1953 tuve una audiencia con el ministro de Finanzas Revestido. En presencia del Gerente Ditaranto me fue prometido encontar una "so~ luci6n préctica” para las cuestiones reinantes entre @1 Banco Central y nosotros con respecto a la liqui— dacdén d-finitiva del Crédito Reciproce.= El 14 de Agosto de 1953 por fin el ministro firm6 el acta correspondiente, Con ello habiamos llegado a un acuer— do que conformabe a ambas partes. Desgraciadamente durante los anos siguientes surgieron grandes difi- cultades en 1a ejejucion de tal arreglo. Neturalmen- = 222 = te iniciadas por nuestro enemigo de siempre, ol Ban— co Hipotecario Nacional. Este establecimiento se ne— wabe a financiar las hipotecas que nosotros propo- niemos, por mfis que el Banco Central le hubiera ase- gurado el inmediato redescuento.— los menoresdetalles ne entran en el marco de este escrito. Pero que nuc— vamente sea dicho a qué vaivenes y disgustos estaba mos librados al estar en manos de los Bancos Oficia~ les. Naturalmente todo iniciado por el Banco que es Lemado “Banco” sin derecho, el maldito B.H.N.— Se_construye un _canal.— Después de violentas discusiones con los duenos de los terrenos de LODELPA, finalmente el 25 de Sep- tiembre de 1953 llegamos a un acuerdo seg’un el cual los terrenos pasaron a nuestra exclusiva pertenencia.— Las relaciones sociales con las familias Pereyra Irao- la y Herrera Vegas fueron rotas.— Primeramente se vié la necesidad de la construc- cién de un canal a través de los terrenos de LODELPA. Asi se hizo. 1 gasto fue de un mill6n.— Al llegar fin de ano y mi mem ocupaba el pensamien- to en un plan detallado sobre la edificacién de Le delpa. Ademfs de la edificacién fijemos los plazos de comienzo y terminacién, Como veremos ms adelan— te fueron cumplidos exactamente bajo la excelente su~ pervisi6én general del arquitecto Loeser.— Por qué "poblacién mixta".— No quisiera cerrar 1a historia del ano 1953 sin hacer mencién de mi viaje a los Estados Unidos de Nabteam6rica, Emprendi aquel vieje con las mejores recomendaciones y en compania de mi mujer y mi her- mano Hugo. Estuvimos en Nueva York, Baltimore, Washington y Philadelphia. Zn todas partes nuestros ‘colegas" amerivanos nos recibieron amablemente. Nos mostraron todo lo que podian mostrarnos y todo lo que quisimos ver. Vi mucho my lindo y muy importan— tes visitamos barrios de millonarios, colonias de clase media, colonias en las que los habitantes se habian reunido por profesiones o oficios, por ejemplor empleados del ferrocarril, empleados ae Banco, em pleados de comercio, oficiales, etc.- Especialmente este Gltimo sistema nunca cont6 con mi aprobacién, No puedo imaginarme que sea lindo si el empleado ban- carios en su caminata dominguera se ve rodeado finica- mente de otros empleados banearies. Tampoco me pare- ce juatamente ideal oi la senora del teniente coronel @ la noche le comunica a su marido lo que la senora del capitén le confié secretamente sobre la senora del comandante... Seghn mi opinién el barrio "mixto" como lo tenemos en Palomar exxtaxsat representa la solucién ideal. con nosotros vive conforme tanto el pequeno emples~ do como ¢1 millonario. Eote t1timo quizé en una calle un poco m4s ancha con chalets mAs grandes.- — 224 -~ Pero ninguno necesita avergonzarse de su pueblo. Cada uno puede decir con orgullo: "yo vivo en 1a Ciudad- Jardin Lomas del Palomar", sin que de ello pueda de~ ducirse oi ex se trata de un empleado bancaric, em pleado de correo, oficial o cualquier otra cosa. Io principal es: la individualided de cada uno en particular debe ser respetada al extremo. ¥ en la Giudad—Jardin Lomas del Palomar se prest6 especial atencién al cumplimiento de este sistema.— Quien di- ce “vivo en la Ciudad-Jardin" no explica con ello que pertenece a tal o cual gremio, si es rico 0 po- wre. Con ello explica que vive bién, que tiene un her- moso hogar Aquello es 1c principal. Y nuestro habi~ tante se siente orgulloso.— El ano 1953. A fines de 1953 habia %,481 casas en Palomar que albergaben a 6.642 habitantes.— ‘Qaexenxinaxguraitonxtexxkeaeit keexaxkeRt Se inaugur6 el monolito a Kéhl. Se descubri6é el pusto de Eva Perén y se inauguré el monumento a la Madre. Ademfs se construy6 el gran canal a través de LODELPA.— = 225 7= ¥ seguia su camino 1g lucha con el Banco Hipote~ cario Nacional. i primer lugar se trataba de con— seguir las eproximadamente mil carpetas necesarias pare la construcci6én de las casas del Plan Eva Per6én, En segundo lugar debian ser puestos en marcha los trémites correspondientes, Para tal fin instalé una seccién especial bajo la direccién de la senorita Botta. Esta filtima todas las mananas debie informarne largo y tendido sobre el éxito o fracaso de la vis- pera. Con empeno y dedicacién se volc6 a su tem di_ @icil trabajo la senorita Botta, Con tal motivo me- receria el agradecimiento especial de los habitantes de LODELPA. Seguramente aquellos no tienen la menor idea de c6mo tuvo que luchar mchas veces le nina Botta en pro de los intereses de los sclicitantes de crédito. ¥ encima la pobre tenia que vérselas con mis nervios exitados al extremo por 5 6 6 horas pasa~ das en alguna “antesala del infierno".., Recuerdo perfectamente cémo a menudo rodaron las lfgrimas por sus mejillas, cuando en alguno de mis estados cré- nicos "BIHINY... quiz& la traté injustamente.— "Fue todo en interés de la Giudad-Jardin, querida seno- rite Botta, entre cuyos habitantes Ud, también cuen— ta, Estoy seguro que hoy ya me perdon6" Solia suceder que en el Banco Hipotecario Nacional = 226 = no hubiera mis carpetas; se habian olvidado de encarm garlas en la imprenta Kraft. Yo me hacia extender la nota de pedido y 1a llevaba personalmente a Kraft. El Banco Hipotecario no contaba con gente para la confeceién de las carpetas, yo mandaba personal de F.I.N.C.A. y aquel havia el trabajo. Faltaba per— sonal para mantener en marcha los expedientes en el Banco, pués yo mandaba personal auxiliar de F.I.N.— GA. Este contribula e agex dilatar afin mis el ya i- nutilmente dilatado aparato administrativo del Banco Hipoteeario Nacional.— ¥ a pesar de todo, nodotros construiamos mis rapide de lo que marchaba el Banco con sus generalmente tan imbéciles gta trfmites. Ge- neralmente las casas eran entregadas a sus duenos éntes que la escritura con el Banco Hipotecario Na- cional hubiera sido firmada, es decir antes de que nos hubieran entregado un sélo centave. ¥ cuando los habitantes estaban feliz y finalmente en sus casas a menudo debian reclamar durante anos para poder es— criturar. Y la culpa naturalmente ce la echaban a la pobre F.I.N.C.A., que de pura maldad retrasaba la es- crituraci6n, porque no queria de ninguna manera el dinero adeudedo por el Banco... Si le gente que re- partia en aquel tiempo el panfleto "Qué pasa en F.I.N.- A.?" se hubiera imaginado siquiera con qué ansias esper&bamos la escrituracién y en qué forma necesi- t&bamos el dinero!!! Por otra parte debo-mencionar que a veces también era culpa de nuestros clientes si los trémites del = 27 = Banco Hipotecario Nacional se retrasaban. Aunque a menudo Miguel Granados hacia todo lo posible por mantener el asunto en marcha, s0lia suceder que dos empleados de F.I.N.0.A. ya habian ocupado su casa en la Ciuded-Jerdin sin haber siquiera pesado al Banco le correspondiente solicitud de orSaito.— tna inerei- ble dejadez, para le cual no hay calificativo. Pe- ro de todos modes aquellos dos jévenes se las tuvie- ron que ver muy en serio conmigo. ¥ estoy absoluta— mente seguro que nox les irA a suceder lo mismo cuan— do compren su préxima casa,- i107 millones. Durante mi viaje de cuatro meses a Europa en el ano 1954 las relaciones con el Yanco Hipotecario Ne~ cional hab’ien sido dejadas bastante de lado, La ma- la sangre que me ocasioné el conocimiento de ello, fue seguramente también el origen de mi seria en— fermedad en el ano 1955, En lo que respecta a las earpetas del Plan Eva Pe~ rén, el 8 de Abril de 1954 teniamos en nuestro poder todas las necesarias. Con satisfacci’on pude hacer constar en mi diario que las solicitudes en el Banco ascendian en aquel momento a mis de 107 millones.- Aquellos 107 millones los fuimos obteniendo paulati- namente en el curso de los anos 1955 y 1956, en base @ las carpetas en nuestro poder. Lo recibimos porque el Banco no tuvo otro remedio. Con qué agrado alli — 226 = se hubiera visto el pasar por alto con aquella obli- Gecién. Desgraciadamente no se pudo, pues se trata— ba de una “cuesti6n social". que aquellos 107 mi~ llones nos fueran otorgadvs no me lo,perdonaron has- ta el aia de hoy los senores Guillot, spangenberg, Cepeda, Iagosy ete.— Pero mmm aquel dinero estaba mie cho mejor empleado en 1a Jiudad-Jardin Lomas delPa— lomar que en los inservibles Barrios de Bmergencis. surgidos por medio del Banco Hipotecario Nacional. Creo que sobre ello los citados senores no querrén iniciar discusi6n conmigo.— Perminaci6n de la seccion Este de la Ciudad-Jardin.— Pero a pesar de las dificultades que surgian del Baneo Hipotecario Nacional, seguiamos, Seguiamos aunque en la primera parte del ano por la continua escasez de medios la franja entre Zeppelin, Boulevard FeI.N-C.A. adelantaba muy lentaments, Hasta fin de ano fueron terminadas, ademas de la franja arriba men- cionada las cases ametinukerme individuales en la Ave- nide Germfn Wernicke y Boulevard FgI,NC.A.— El 32 de Diciembre de 1954 podiamos decir con todo orgulle que habiemos terminado con 1a primera etapa de nues- tro plan de edificacién, es decir la secciém Este de la calle Aviador Matienzo.Esta perte podia darse por terminada, faltando imicamente algunas pequeneces.- Asi nos lo habiamos propuesto. Y lo alganzamos,— ~ 209 = En un principio se proyeetaba terminar con LODEE- PA haste fines de abril de 1955. Pero e2 fallo del Banco Hipotecario Nacional hizo que la edificacién continuara haste el ano 1956, Para el Triangulo que queda libre entre Boulevard Fel.NeGeAs, Avenida Germin Wernicke, Pereyra Iraola y Plaza Almirante Plate se habia proyevtado 1a cons- truceién de casas de departementos,— El 31 de Octubre de 1954 el arquitecto Mongsfeld me present6 un in- teresante proyevto referenten’a la edificacifn de le Plaza de los Aviadores con casas de departamentos. El plano sigue siendo actuel hasta ek dia de hoy. Desgraciadamente s6lo pudo ser terminado el "8 de Febrero Terminal".- Eaperemos que el futuro vea la realizacién de nuestros planes... y esta es 1a mis linda esperanza: una realizacién sin Banco Hipoteca- rio Nacional.~ Monolito a Newwery.— B1 18 @e Marzo de 1954 se descubrié e1 monolite en honor del aviador Newbery. Acaecié en forma de una gren fieste en presencia de muchos representantes de 1s aviacién civil y militar.— A continuacién tu- vo lugar un gran asado en 1a Finca F,I.N.CeA.— Era un cuadro hermoso el que constituian michas hermosas mujeres y los uniformes blancos de los oficiales de aeronautica bajo los 4rboles iluminados,= Tuve el honor de compartir la mesa con los dos = 230 = veteranos de la aviacién Brigadier Zuloaga y Teodoro Pels, Ya que la provisién de luz por parte de CADE em peoraba dia a dia, resolvi en el mes de Octubre de 1954 e@ificar una usina propia para la provicién de luz en 1 DELPA.— Pocas semanas después le misma ya se haliaha en construcci6n.— Mis adelante hablaré sobre su inaugurecién, En el ano 1955.— Gran actividad en la edificactén de LODELPA. Hacia fines del ano 1354 era una verdadera satis— faceién ver 1a actividad reinante en 1a construceién de LOTELPA.— Ias casas surgian r4pidamente y ge en general habia algunos cientos que se encontraban si-~ mult&neamente en construccién.= Ahi se les iban los ojos a 1.8 ae? Benco Hipotecario Nacional. Aquello les eva demasiado. Pobres muchachos.~ Su actividad primordial siguid siendo tratar de disminuir 1a ve- locided de nuestra edificaci6n chicaneando y biscando dificultades. Y si era posible impedir que sigui e- ‘ ramos. Eran verdaieros patriotas.- la limpicza de las calles. = 331 = En el trenseurso del ano 1954 llevé a cabo en o laboracién con mi viejo amigo Guillermo Stephanus, una desesperada luche en pro de 1a limpieza de les calles y de los terrenos sin edificar. Le recoleccién de la basura por parte de la ifmicipalidad de San Mar tin no pod4a decirse que marchara perfectamente. Por io tanto y en consecuencia ciertos habitantes habien tomado 1a buena costumbre de echar le basura y ren tos de comida sobre los terrenos vacfos.— Por medio de la Revista F.I.N.0.A. Stephanus llev6 a cabo su desesperada luche, contra aquellos senores. Llamarlos "chanchos" hubiera sido una ofensa pera el “util a- nimal, Haste llegamos a fundar una “Liga de los In- diferentes". Se acreditaba como socios tuicamente a aquellos que se habian mostrado como “super-chanchos" por largar asi només la basura.= Si comprobSbamos no de estos casos, entonees en la primera vez era publicada la direccifm, en la segunda direecién y nombre del culpable.~ Al llegar a la tercera vez el sujeto era hecho socio vitalicio de la Liga y su nom bre era pvblicado en la lista de honor de cada una de las edifiones de Ja Revista PeI.NeGeA.— Pécil pue_ de uno imaginarse qué centided de enemigos nos aca- rre6 aquel proceder.- Hay gente que no queria acos- tumbrarse a limpieze e higiene.- Pero aquello no nos hizo mella a Stephanus y 2 mi. Ni les numerosas car— tas amenazantes a los ‘alemanes atrevidos" consiguie~ ron apartarnos de nuestro modo de proceder.— Para tocarme en maxpumks una parte sumamente de- ~ 832 = lieado, cierbo grupo de aquellos malintencionados logré que el Concejo Deliberante dispusiera cambiar el nombre de la Avenida Germén Wernicke en “Nueva Argentina".- A todos era conovide mi veneracién por mi paternal amigo, a quien F.I.N.C.A. debia su exis~ tencis, Para mi aquello era asunto de honor. Deses~ perados lucharon los hermanos Wernicke y yo contra aquella injusticia. Gracias a Dios el decreto no lieg6 © llevaree a cabo. Ia calle mis hermosa de la viudad-Jardin se llama hoy como antes: Avenida Ger- mén Wernicke.- Gracias a Dios.— Rematar es mis fécil.— Hacia fin de ano muestro vecino d; terreno en el extremo Oeste Fries Ayerza también pensb en construir un barrio"a la Ciudad-Jardin".- anos antes habia ad- quiridi aiuellos terrenos a bajo precio de las fami- lias Pereyraviraola y Herrera Vegas. Repentinemente empezb a nadar en grandes plones. Queria imiter a Fel Vehe Ba un principio realmente parecion que iba a ualir algo de todo aquelio. Pero los terrenos = no tenian luz, cloaca, ete. Yo me habia ofrecido a hacer extender nuestra red sobre los terrenos del senor Frias Ayerza, Pero a tal senor las dificultades le fueron demasiado grandes. Crey0 conveniente rema- tar los terrenos en la forma usual. Y asi fue tam bién.+ Lo cémico de todo era 1a propaganda que le ha- efa al asuntoz en la propaganda se hablaba de los = 259 = terrenos vecinos a la Giudad-Jardin, A continuacién se hablaba de las bellezes de la Civdad-Jarain, con fotogrefias Gnicemente de ella, de sus instalaciones sociales, ete.- Es este un buen ejemplo de como pue- de uno adornarse con latireles ajenos. Asi se hace propaganda, Rematar, y entonces dejar los terrenos librades a su destino. Pare mis no aleanzaba en eque- lies oligercas y “nobles del pais".-zl remate fue un fracaso. Ms adelante los terrenos fueron vehdidos, Si tenemos suerte de ellos también surgiré otro * Barrio de Porqueria". Es una lfstima. Aquella parte hubiera sido la salida de LODELPA hacia el ceste.— Los pobres nervios.— #1 4 de Junio de 1954 emprendi un viaje a Europa. En aquel crucé Europa en auto desde Lisboa a Népoles. fraje recuerdos imborrables. Vi y observé todo lo que en Europa se hace y en la Argentina "podria" ha= cerse, Todo si no existiera la terrible burocracia y el Banco Hipotecario Nacional. B1 20 de Octubre de 1954 regres. Cuando me fue informado todo lo que habia pasado en el transcurso del ano en el Banco Hipotecaric Nacional... Aquelle 4i6 un gran golpe a mis nervios, tanto que tuve que pasar todo el ano 1955 em tratamiento médico. Sobre todo habia empezado un terrible zumbido en los of dos bajo el que xmf&rxit sufri durante muchos meses.— - 234— El ano 1954 % A fines d- 1954 en la Ciudad Jardin hebia 2.054 casas que albergaban 9.346 personas,— Se inauguré el monolito a Newbery. A fines de ano se termin6 con la seccién Hste de Aviador Matiento con las planeadas casas de departamentos.— 15° GAPTPULO 1955/56 Puesta_en marcha de la Usina.~ A prineipios de enero verdaderamente podia decir se que en LODELPA todo marchaba al ritmo deseado.— Bajo la meritoria direcci6n del arquitecto Loeser las casas surgien asi nomfs de ia tierra... Pare- cia que todos los qué intervenian hubieran sospecha- do lo que aos aportaria el futuro y trabajaran bao el lema: ApGrate, los buenos tiempos pronto habrén pasado..." También ade anteba a pasos agigantados la cons— trucéién de la Usina eléctrica. En un acts soleme mi hija Sibila puso en marcha las correapondientes m&quinas el 26 de Junio de 1956.- La instalacién en un principio doté de corriente eléctrica a una . parte de LODELPA.- Capillite de San Roque. ~ 235 - B principios del mes de Junio encargué al arqui- tecto Seckt la construccién de la capillita "san Réque” en la Pinca F.I.N.U.A.— El plazo de termina— cién fue fijado. Fue una l4stima que el arquitecto Seckt no pudiera cumplirlo, Aquello siempre le fue dificil como tampoco nunca pudo acostumbrarse al rit- mo de trabajo de FeI.N.C.A.— Sintiéndolo mucho me tuve que separar en el mes de Septiembre de aquella persona con tantas condiciones. Especialmente en la Avenida Wernicke habia edificado gran cantidad de ca- sas.- Aquellas contribuyen verdaderamente al hermo- seamiento de la avenida,- Era una léstima. Siempre empezaba atrasado yuberminaba atrasado. Y¥ aquello P.I.N.CeA. no lo queria. En las ventas durante aquel ano podemos anotar ver daderos triunfos. las casas de la Avenida Wernicke se vendian lentamentes las casas “Eva Per‘n" répi~ do. En la segunda quincena del mes de Junio de 1955 vendimos 400 de estas Gltimas. Mis verdaderamente no podia pedirse, Gas Natural.- El 22 de Octubre de 1955 tuvo,lugar le primera palada para la colocaci6n de la red de gas natural, Su terminacién en el ano 1956 signific6 un verdadero adelanto para nuestra Ciudad-Jardin.- ae Ba6-= Plaza Ogbé Historico. El 16 de Noviembre de 1955 se termin6 1a Plaza Omb& Histérico en LODELPA.- Es conocido que los terrenos de la Ciudad-Jardin constituyeron une par te del campo de batalla de CASEROS, donde Rosas fue vencido por Urquita el 3 de Febrero de 1852 y mAs adelante obligado a renunciar.- Gracias a aquelle realidad nuestro jefe arquitecto Juan Behrendt habia llegado a formarse un pequeno museo de balas de cantn, puntes de lanza, ete que habian sido encontradas al heecer las excavaciones.- Existe la anécdota que Re- sas poco antes de su huida a Buenos Aires, firm su renuncia bajo un ombG en el campo de batalla.— En el terreno de 1 DELPA se encontraba un majes- tuoso viejo ombi. Solememente lo nombramos &rbol histOrico, le dimos una pequena plaza y le colocames una placa recordatoria,—donde en pocas palabras se menciona la batalla,- Si toda la historia con la re~ nuneia bajo el ombi verdaderamente es cierta...y si aquel es el verdadero ombi..., no puedo decirlo. Pe- ro imaginemos que realmente fue asf. Entonces ten~ dremos la satisfacci’on y la certeza de estar para- dos bajo un arbol histérico. Que estamos sobre un campo de batalla, eso s4-que lo sabemos bién seguros.— Enemistad abierta con el B.HeN. fambién del B.H.N. no hay nada bueno que decir Sess en este ano.~ Ia enemistad ablerta con los funciona— ios de aquel Banco tomabe paulatinamente mayores proporciones.- Asi fue que un tal D., que no esta~ ba en condiciones de pagar la primera cuota por la casa comprada, la habit6 a la fuerza y ahi quea6.— Suando investigamos m&s a fomdo el asimto comproba- mos que aquello lo habia hecho por consejo del Doc~ tor Lépez Fidanza, abogado...del Banco Hipotecario Nacional.- Enseguida me fui amxg a quejar a lo del jefe de abogados del B.H.N., Dr. Iglesias Very. Aquel ventil6 su indignacién sobre el "colega" en acalora- das palabras... Pero ya habia pasado. ¥ todos te~ niamos que vérnoslas para sacar al tipo de aquella casa... Las dificultades -que ocasiona en le Argenti- na sacar de una casa habitada sin ningén derecho a un “intruso"... Bueno, aquello s6lo puede opinarlo aguél que alguna vez tuvo que luchar contra un caso asi en nuestré pais... Eso_si que _no_nos lo van a hacer creer.— En el mes de Febrero el Banco una vez mfs no te- nia dinero. No podia cumplir con sus obligaciones m&s urgentes, AS{ se nos sugirié devolver todos los expedientes que teniamos en nuestro poder. Se pensa~ ba resolver - eventualmente - un aumento del 10% en los prestamos.~ Enseguida me di cuneta de lox que se trataba. Y nos negamos, Los senores fmicamente que- rian ganar tiempo. Después « naturalmente no efectua— = 238 - rian el prometido aumento,- Naturalmente les cause~ ba mucha rabia que - secretamente + yo descubria en- aeguida sus intenciones... Dos Revolucione: Yuelvo sobre los dos acontecimientos mis signifi- eativos acaecidos durante el ano 1955. Se trata de las dos revoluciones. le malograda del 16 de Junio de 1955 y la lograda del 16 de Septiembre del mismo ance Yo mismo nunca me ocupé de politica. ¥ mi me era exactamente lo mismo si gobernaba tal o cual presiden- te. 0 si teniamos este o aquel ministro. Yo estaba conforme con cualquiera, siempre que no impusiera ai- ficultades al desarroll: de nuestra Ciudad-Jardin.= Tampoco tenia tiempo para ocuparme de tales cosas.- Lomas del Palomar ya gastaba todas mis fuerzas.— Asi no fue con algunos de mis colaboradores y -ompaneros de directorio. En este caso se trata de los componen- tes de le familia Wernicke. Aparentemente tenian tan poco trabajo en sus trabajos oficiales y privados que todavia les gobraba tiempo para conspirar. Asi des- pués del malogrado golpe en el mes de Junio, aunque indirectamente, F.I.N.C.A. también tuvo que pagar las consecuencias,— Ya dije m&s adelante que a principios de sxauaxmx eno mis nervios se encontreban en muy mal estado. A fines de Junio estaba algo mejor. Mis médicos me acon- sejaron emprender un viaje. Asi lo hice, Pui a Perit = 239 - y México, @ donde me acompanaron mi mujer y mi hija Sibile.- Una tarde hicimos un paseo en auto por los alrededores de México-City. Volvimos al hotel. Re- pentinamente son el teléfono. Era mi hermano Hugo, quien desde Buenos Aires me comunicaba que en conse— cuencia de la malograda revolucién de Junio habien si- do arrestados Mario Wernicke y su cunado Bradley. fambién hebien arrestado a la hija de Germin Werni- ckep Maria Antonieta. Se la acusaba de haber guarda- Go armas para los revolucionarios. Se vé que la fe- milia Wernicke no s6lo creaba hijos héroes sino tam- vign hijas-heroinas.- Mi hermano me aconsej6 volver enseguide a Buenos Aires. Asi lo hice pocos dias después, Dntonces pude comprobar cuanto dano habian hecho a FeI.N.C.As los Wernicke con sus haganas ye- xa “ua réicas. Sobre mix escritorio encontré dos ci- taciones. Una de ellas éra a una conferencia con el gerente del Banco de la Nacién, Dr. Abad. Seriamen~ te me comunic6 que bajo tales circunstancias no podia pensarse en una renovacién y mcho menos en una amplia eign de nuestro crédito, Al contrario cuanto antes aebiamos cubrir el crédito existente. la segunda invi- tacién era de quien era presidente del Banco Hipote- cario Nacional, ingeniero Juan Calas Lawson. Asom- brado y muy asustado habia quedado después de la no~ ticia que entre nuestros miembroa de directorio se en— contraban agitadores contra el régimen de Perbn, Me expres6 seriamente que no podria pensarse en la conce~ , si’on de ninguna de nuestras solicitudes, fntes de = 240 - que el asunto de la conspiraci6n estuviera completa— mente aclarado.~ qué le iba a hacer? Lo tinico que pude fue repetir una y otra vez que yo que en reali- dad era el tnico jefe activo de FeI-N.CeA., no te- nia nada que ver ni la menor idea del asunto, A law- son no pude convencerlo. Me sugirié ,presentarle una orden escrita del presidente de 1a s4mara de Dipu- tados Dr, Antonio Benitez o del Vicepresidente Tei~ saire para que continuaran nuestros cr’editos. Hablé con Benitez. Con cara sumamente asustada se neg6 di- cigndome: Perén dijo que quien se mete en una cosa asi, sea ministro, diputado o cualquier cosa, vuela de todos los puestos".— Buenox, con Teisaire enton— ces ni lo intenté,— Yano se acepta ni una solicitug de crédito,— De todos modos la agradable consecuencia innediata fue que el Banco Hipotecario Nacional no acept6 m&s ninguna solicitud de crédito que correspondiera a la Ciudad-Jardin,- Ias solicitudes que estaban en trémi- te fueron tomando rumbo paulatinamente eu los flti- mos meses del ano 1955 y a principios de 1956. No se acept6 ninguna solicitud m’as. Y asi quedé también hasta el d4e en que escribo estas lineas.— El 16 de Septiembre de 1956 tuvo,lugar 1a lograda revokucién libertadora, Y fuimos libertedos una vez més. Tuve la suerte en el transcurso de 25 anés de ser libertado tres veces en la Argentinag en 1930, = 241 - 1943 y ahora en 1955.- De golpe ya no valian nada los directores "peronistas". El ingeniero lawson poces dias antes todavia habia resguardado con tanto es- mero su prestigio peronista, Hoy se lo arrestaba, Lo mismo sucedi6 con los directores de los otros Bencos nacionales y llenos ae voluntad de accién o- cupaban sus puestos los nuevos senores. De capitanes de agua salada y de agua dulce... de 1a noche a la manana surgian capitenes de 1a economia, De la aoche a le manana Mario y Meria Antonieta Wernicke eran considerados como héroes nacionales. En F.1.N.C.A. qe llam&bamos “Horst Wessel y Johanna Stegen".— Podria haberse pensado que gracias a su heréica ac- tusci6n los nuevos senores se mostrarian con buena cara en el asunto Ciudad—Jerdin, En realidad fue exactamente lo contrario. Hablaré de ello en lo que sigue. Pala loco.- Gobierno locos~ FsI.NeJeAs loca.— Bl ano 1955 tocaba a su fin. Mario Wernicke se habia convertido en héroe nacional. Su cunado Bradley se mostrd como “intimo amigo y defensor del nuevo presidente del B.H.N., Rawson Paz. Bueno, en el futu- ro todo debria marchar a pedir de boca... pens&bamos.- Al contrario. Ia locura festej6 sus mayores triunfos.— Ia policia en mi casa de L.mas de Zamora buacaba al ex-presidente de la camara de Diputados, Dr. Antonio Benitez. Mientres tanto se hablaba que el Vicepresi— dente Teisaire habia sido victo cuando era sacado de mi casa, encadenado Al mismo tiempo el nuevo gobierno nombraba al gerente de F.I-N.G.A., Dr. Plate embejagor argentino ante 1a ONU, All‘ mantuvo su tan discutido discurso sobre que “por fin" zufm Peréan habla sido derrocado.= Cierto dia Parra me commi-~ vo que P.I-N.GeA. seria intervenida. Porqué, 61 tam poco sabia de-irlo. ¥ Mario Wernicke me explicé que se habia instalado una comisién investigadora en to- das. las iedades. la misma hacia y deshacia por cuenta propia y tria disorden dentro de la vida co_ wersial,= Ia locure festeja triunfos: Germ&.. vernicke lo quiere despedir a Parra porque no le obedece. Mario Wernicke quiere despedir al Dr. Brieger, porque squél en otre 6pooa habia planeado el despido de ou cuna- do Bradley.— El,Dr- Rosso habia sido interventor en el BeH.N. algunas semanas :antes dei nombramiento de Rawson Paz. El mismo me explic6 que all4 se encontraban solici- tudes de erédito por m4s de veinte millones. Frente a los mismos se hallaban entradas prActicamente insig- nificantes.—Por otra parte en» quella audiencia no- + porfeetamente cusn mala influencie ejercia el empieado Guillot sobre el Dr. Rosso. Esta mala influen eia se dilaté mic adelante bajo la presidencia de Rawson Paz y Romanelli... para mucho mal del Banco de sus clientes. = Hasta cl 13 de Noviembre de 1955 los ofectos de eye 1a gloriosa revolucién todavia se habian mantenido dentro de ciertos limites. Pero aquel dia fue hecho presidente Aramburu. Entonces las comisiones inves- tigedores empliaron su campo de accién, “Investiga~ dures" surgian de aquellos muchachitos que tenian todo derecho de someter a una vergonzosa investiga- cién @ hombres de edad madura que habian trabajado durante varies décades en el comercie.~ No es difi- cil de imaginarse lo que surgio de aquellas investi- gaciones por medio de inexpertos, Los verdaderos in~ fractores de leyes eran demasiado vivos para dejar— se agarrar por aquellos muchachitos, Pero los hombres honorables..., bueno, aquellos eran chicaneados i- natilmente.— Un papel magnifico y muy noble también correspon— 4i6 en aquelia gloriosa revolucitn libertadora a nuestro oligarcas Herrera Vegas ; consortes.— Cierte dia sali6 un decreto por el cual no se permitia la inseripei6n de ningim titulo de las firmas que este- ban en investigacién o de aquellas que estaban en comunicacién con personas que eran investigadas.— Habia que dar una explicacion que no existia tal co- municaci6n.— Enseguida se negaron los senores Herrera Vegas a firmar, ya que sabian que era amigo de al~ gunos del ex-gobierne, Fueron en vano mis explicacio- nes que aquelias relaciones siempre habian sido de caracter privade, janés comercial.~ Reoién 1a incan~ sable paciencia de Rossetti logr6é lievarlos a fie- mar.— En el tiempo intermedio no me habia expresado — 244 = en forma muy amable que puede decirse sobre ellos... gue sus madres me lo perdonen,— Antes de la menciona- de revolucién aquellos senores m&= de una vex me habien envidiedo por tal amistad. ¥ los millones que habian ganado por medio de Pe1+N+CeA., no eran tur- bados por ninguna clase ae sombras por le amistad de gente del gobierno.- “Nonx olet" ce dice dende hace verios siglos.— Situeciones incréibles.- siem- pre tengo que volver e decirlo: Dios preserve a nues— tro pais de més revoluviones libertadoras,— Zn aquellos dias mi auto fue manchado varies ve- ces con bombas de alquitrén.- les instalaciones de Ja Finca P.I.N.C-A. fueron danadas.- Era la obra del pueblo. En aque] tiempo heblé con el subsecretario de Pi- nanzas, Dr,Verrier. Me quejé sobre 1a conducta del Banco Hipotecario Nacional... Me habl6é durante una hora y me explic6 que no estaba en sus manos hacer nada. Que me dirigiera al actual vicepresidente del BeH.N., Legos.- A114 fui con Parra. Le explicamos nuestros prohlemas. ¥ la respuesta fue una mirada nm la que no dijo nada... Tanto que luego a la sa_ liga, Parra y yo no sabiamos si reir o llorar. #1 muchachito habia ascendido en poco tiempo de dactilo-— Qué situa- grefo poco rendidor a vicepresidente. ciones! Pobre pais... = 245 — Une_audiencie que me de qué pensar, Cierto die apareciémm en mi despacho el héroe nacional Bradley.— Me comunic6 que como huevo presi- dente del BeH.NW- habia sido nombrado un tal Rawsen Paz, intimo emigo,suyo.— Bueno, aquella si que era una buena noticia, Enseguida pedi a Bradley que me consiguiera una audiencia con el nuevo presidente.— De un die para otro me prometia que 1a audiencia ten- dria lugar "manana". Pero siempre se postergabs.~ Entretanto el Banco nos devolvié solicitudes de cré- dito que ya habian sido aceptades. Porque “las cunas se acabaron". Asi explicaban orgullosos los “liber~ tadores".— Qué le iba a hacer? Personalmente traté de conseguir una audiencia con Rawson Paz. El 26 de Diciembre de 1955 le entregué un escrito y el 3 de EB nero de 1956 me recibi el "joven principe",-dcspués de tres horas de espera,— Ia audiencia merece ser relatada en sus detalles.- Como ya dije, después de tres horas de espera pude entrar en el "santuario" Ni una palabra de disculpa por parte del presidente, por haberme eapermtm hecho esperar tres horas. aaa. Un saludo friamente cortés. Ie pregunté si conocia le Ciudad-Jarain. No, pero habia ofido de ella, Ave- vigiié si habla letdo mi escrito del 28 de Diciembre de 1955. En aquel escrito habia dado expresién a grandes vasgos de lo que necesitaébamos. Seguh mi opinién lo hice en forma perfectamente correcta y cortés,+ratén- do de hacerle entender por qué pedia para F.I.N.C.A, © = 246 - algo asi como un tratamiento especial. Después de todo llev&bamos tras de nosotros la mejor obra en la Argentina con respecto a la construcci6én de la case propia, Y con orgullo podiamos afirmar que ninguna fir ma habia logrado le que Fel.NeGeA. logré en el cur- 20 de los filtimos diez anos transourrides.- quiz& cometi ei error de mencionar en aquel escrito los va~ rios barrios semiterminados como medio de compara~ cién, aquellos barrios que hebian surgido por la pro- pia direceitn e iniciativa del BeH.N.- Mis palabras al respecte naturalmente no podien ser portadoras de elogios... aquello debe de haberlo tocado en for— ma especiel,— En mi, presencia empez6 a leer el escri- to. Cuando llegd aproximadamente a la cuarta hoja, tir6 el cuadernillo « un céstade. Me miro. No dijo une sole palabra, En el momento no se me ocurrié nada mejor que expresear:"Lergo, no?". En forma cortante me contesté: “targo y atrevido". Enseguida le asegu- ré que hecie 25 anos que vivia en el pais, Que hable- ba bién el castellane y que verdaderamente no encon- trabe. ningin pérrafo de mi escrito que podftia ser ca- lificado de “atrevido".- Pero si aquello era su opi- nion, le pedia mil veces disculpas. Mi intencién era pedirle algo. Asi que verdaderemente en ningén momen— to se me hubiera ocurrido ponerlo en 4nimo de rabia por medio de un escrito atrevido.— Ni me escuchd.— Se leyanté violentamente gritando: "porque este es un nido de coimeres. Aqui todos han coimeado, ustedes ‘tambi‘en". Contrariamente ai agitado revolucionario 247 - me levanté uy tranquilo y le expligue lo siguien- te: "Después de tales acusaciones, debo pedirle que me vite encseguida nombres y fechas. De otra manera no me queda otro remedio mm que ma tomarlo por un miserable caiwmiador. Aquellas palabras dichas tran- quilemente pero con toda seriedad tuvieron un efec- to insOlito. De golpe mix se tranquilizo el senor presidente y me explicé: rd6neme, se me fue la lengua. Me alegra mucho lo que Ud. me dice".- ¥ aqui queda en duda qué fue 1. que lo alegr6: que yo ne- gara ser un coimero, que yo lo tratara de calumia~ dor--. “Muy bign", continuo “volvamos a fojas uno", Conversamos algunos minutos todavia mientras que me explic6 que en aquel momento no podia leer mi eseri- to, vero que me lo contestaria punto yor punto, tam bi’en por escrito. ¥ aqueila respuesta consistié en que pocos dias después me mand6 de vuelta el ori- ginal, ma bastante cortés, volvi a P.I.N.U.A. ya con aquella Después que nos habiamos despedido en for— idea fija: Con esta gente ya no conseguiremos nfs nada que favorezea a la Jiudad-derdin.— mm el senor Rawson Paz habia reconovido el orador de un grupo impreguad. de odio. En aquel tiempo gobernaban el pais y veian on nuestra obra ‘unicamente que habia surgido en le época de Porén. Aquello bastaba para dejernos de lado. Pero nunca se dieron cuenta que bajo Berén no recibinos ninguna ayuda sino solamente chicaneo y dificultades. Creo que en capitulos ante- riores tamm lo expliqué suficientemente.— No, con = 248 - aquella gente no habia nada que hacer.— Aquello era la triste realidad. Ia xaxm@ justeza de mi opinién se demostré m&is adelante, Después de le revolucién 1ibertadora el BeHeNe no acepté mis ni uns solicitud de erédito referente a la Ciu@ad—Jardin, como ya lo dije.— Los pagos que fueron efectuados en el ano 1956 fueron a raz6n de eréditos aceptados anteriormente.— Desde los tiempos de Rewson=Paz, asi como los de su sucesor Romanell4, vimos del BsH.N.« fnicamente odio, enemiztad, persecisién y calumia, Bran obra diaria de nuestros enemigos de siempre: Guillot, Cepeda, Iagos Spangenberg, ete.- Ia causa de esta enemistad ms puede ser s6lo una. Pero es dificil de demostrar se. Ademis sobrepasa los limites de este escrito.— Btepa terminada 3.407 casas.— 15.331 habitantes.— Principios de 1956, Resolvi dar por terminade la primera etapa con las construeciones que tuvieron financiaeién antes de la revolucién libertadora,.— Con sumo orgulle pod4amos comprobar que hasta el 31 de Mayo de 1956, es decir en 12 enos, habiamos construidao 3.407 casas que servian de alojamiento a 15.331 habitantes. Y todo ello lo habiamos logrado sin ningfm apoyo del gobierno. Siempre que el con- tinuo. chicaneo no cuiera sur visto como apoyose. Por otra parte no hacian mis que acrecentar nuestro empeno,— = 249 = Una hermosa Ciudad—Jardin, con 15.331 habitantes en 3-407 casas y todo lo que corresponde habia sur— gido de la nada en 12 anes.— Que alguno nos imite.— Hasta el momento, mostré&rnoslo, no nos lo mostré na- die.— Ia fechoria maestra del B.H-Te~ n Junio de 1956 emprendt un viaje a Europa por 11/2 anos. Durante mi eusencia fueron vendides 434 departamentos, los llamados Mekudos.~ Aquelia fue una transaceién amexmbumigé para la cual mi amigo Parra logré mi consentimiento recién después de ha~ berme negedo varies Weces. Naturalmente la construc~ tora COA se puso a la obra con"empeno FeI.N.CeAe” Bn pocos mamax ostaba terminado el hormigén armado de las casas de departementos. AqueZio habia sido financiade con las senas de los compradores y con los aproximadamente 15 millones que puso COA. El Benco Hipotecario Nacional previamente habia dado la solemme promesa que daria une hipoteca sobre su vi- vienda a los compradores. Neturelmente ninguno de aquellos compradores pertenecientes a la clase media estaba en condiciones de financiar por si solo la edificacién.— Aproximadamente a fines de 1956 en Viena recibi 1n notivia de Mario Wernicke que el Banco pedia la escrituracion de los terrenos a cada uno de los con- sorelos. Sino no seguiria su curso la correspondien~ ~ 250 — te solicitud de crédito. Nuestros 4343 434 compra- dores representabe:: en tobal 34 consorcios. Bl pe- aido de escrituracién partié del Banco, porque en aquel,entonces se formaban en el pats gran cantided de consorcios en forma comercialmente bastante poco solide, Generalmente no significaben otra cosa que carteles sobre determinados terrenos. Por medio de los mismos alguna desconocida empresa de construccién buscaba compradores para emprender con sus senas al~— gf imposible negocio. Los pobres compradores que confiaban su dinero a aquell.s aventureros, general mente tambien lo perdieron, Aparentemente eraaquello Je que queria impedir el Banco, mientras que pedia que los terrenos estuvieran en posesitu de 30s so- licitantes de crédito, Con ello debian obtener crédito Unicamente aquellos consorcios en los cuales tam vign parecta posible 1a ejecucién de la construccién, Mario Wiernicke soliciteba de mi el consentimiento pa- ra gitm.le escrituracién de los terrenos a nombre de cada unio de los consorcics.— Primeramente mek me asusté. Dije yue no. Uonocia de sobra la irrespensa- biltfad de aquel asi llamado Banco y sabia lo que po~ dia conterse c.n sus promesas... Pero Wernicke y tag- nién Porre insistieron. Acepté, Quiz:4el hermoso vie~ je ne habia vuelto optimista. Habla vistoixmmxame— 3 admirado la nuevamente surgiente Europa. Verdade- remente no podia imeginar todo lo que iba a suceder en nuestra querida Argentina en el futuro mis pr6éxi-— mo.~ De todos modos losterrenos fueron escriturados. i= ‘Signifiex Do 34 consorcios con cada uno 14 familias, 4 no estuvieron en condiciones de escriturar. Habian gastado todas las senas pagades y gui les faltabe el @inero para los gastos de escrituracién, honorarios de escribano, etc.- Los otros 30 consiguieron el di- nero a costa de grandes sacrificios. ¥ asi aproxima- damente 37 padres de familia aparecieron ante los correspondientes escribanos y las correspondientes escrituras furon fiirmades. Con ello. los terrenos ha~ bien pasado a pertenecer a los consorcios,— sablamos perfectemente que muy pocos de los con- soreios en todo el pate que habien oblicitade prés- ttamo al Banco estaban en condiciones de poder cumpkir con Ins condiciones de aquelkm despues de la escritu- racién. Asi era nuestra mfs intime conviceion que nuestros pedi¢cs, res. los de nuestros consorcids, pasarfion & ocupar los primeros lugares y el pago ae los préstamos sucederia en el tiempom més corto. Aquel fue el motivo por ¢1 cual di mi conse:.timiente para la escritureci6m.— Con todas fuerzas se siguié construvendo para poder terminar cuanto éntes les tan necesitadas viviendas.- Perog entonces el BeHeN, hizo su fechoria maestra y se rode6 de absolute si- lencio. No se habié m&s de los préstamos proyectadog Dejemos de lado las engenosas promesas y xmmxuninw conselacioness Ba los primeros meses de 1957 COA lle~ g6 a la situacién de Ok, que se encargaba de la edi- fieacién de los Mekudos, no podie dar un paso mis.— a edificaci6a se suspendi6. Y como demostracién = 2= del incumplimiento ae la palabra del 3.H.N. y como vergilenza para nuestra querida Ciudad—Jardin, hay hoy en dia 20 bloques de edificio semiterminados, de los cuales verdaderamente no puede decirse que contribuyen e1 embellecimiento de la Ciuded-Jardin,- Son un monumento a 1a irresponsabilidad y a la in~ capacidad de los @irectores del BeH.N. ¥ el camino que lieve hacia ellos las malas lenguas lo llaman: "Paseo de los Esqueletos"s Ung modest homenaje al Baco Hipotecario Nacional.— A pesar de ello por parte del gobierno siempre se le vuele @ confiar & aguel Banco nuevos proyec- tos para la edificacitn de le vivienda. Hasta el mo~ mento €1 Banco fracas6 en todo lo que emprendi6.- Aquel asarato est& tan gastedo y ten corrompide y tan imeapaz de accifn que s6lo zesta una solucién: liqui- dar y no pensar m&s en ello, Este Banco no estuvo jamfis en condiciones de establecer diferencia entre el sincero comerciante y el sinverglenza. quizé tam poco 10 quise y aquella es la causa mis profunda de su fracaso.- Se me @iré quiz&: pero si construy6é va- rios miles de casas de emergencia. A lo que replico que el sistema de trabajo de aquel Banco es tan irre~ cional que aquellas casas costaron el triple de jo que hubieran :ostado levantadas por una firma decen- te. Ia actuaci6n del Banco Hipotecario Nacional con- tribuy6 a que ninguna firma seria se aventure ya a construir una ciudad-Jardin. En lugar de ello aque- llos inconcientes construyen por su cuenta. ¥ gene- = 253— ralmente alli y asi quedan cus obras durante anos en un estado semiterminado... Se pudren, se roban sus instelaciones y Ja perdida de intereses por el ca~ pitel invertido es enorme. Bueno, basta con esta co- media de desquiciados, xemmck mejor dicho "tragedia", ace rato que el pueblo de ia Argentina dié su fallo sobre aquel establecimiento.— ELILOGO couo ya dije, la primera etape de la Ciuded-Jerdin le vimos terminada el 31 de Mayo de 1956. ¥ aquella fue cu.gran suerte. Bajo los nuevos senores le fue puesto 4 su futuro desarrollo barreras no franque- bles Une gran corona de 3.704 chalets con techos rojos y todo lo necesario para wna vide moderna y conforta- ble, rodea a los terrenos que quedan libres todavia, Sobre ellos habiamos resuelto, todavia antes de le revolucién libertedorap erigir casas de departamentos. les casas particuiares ya nadie puede pagarlas.— No s@ si me cera voncedide poder escribir dentro de sigunos anos la historia de le construccién de le segunda etapa de la viudad-Jerdin. No lo sé, Pero que lo haria con muchisimas ganas..- Bueno, de ello no necesite dudar nadie. Si he vemos la jiudad-Jard@in en todo su esplen- dor ante nuestros ojoss.si elle suscita le admiracién de todos, = Entonces alguien se preguntaré cudles ie fueron los factwes principales de su éxito. ¥ enton— ces la respuesta es sumamente simple: Todos los m- chachos de F.1-N.CeA- se dieron con el 100% de sus fuerzes para la obra. Vivien y dormian con el pen- samiento en Lomas del Palomar. Lo tricte es que aguellas fuerzas debieron ser empieedas de ln siguien- te manera: 10% de trabajo productivo, 90% de lucha contra las autoridades, especialmente contre el BcH.N. Qué hubiers sido de wewx nuestra Ciudad de haber po- aido repartir nuestres fuerzas en senfido inverso, es decir si hubiéremos podido emplear 90% de nuec- tres fuerzas en trabajo productivo.— Todo lo que hay en le Ciuded-Jardin en materia de organizaciones sociales no ha -ostad: ni un centavo de subvencién a la administracién nacional o a ningun otro.- Bodo lo puso FeI,N.C.A. por sus propios medios. ¥ nuestra tmice recompensa fueron ocasionales elogios en ocasionales aiscursos de algunos funcionarios piblicos. Los aparatos subalternos entonces procura= van tomar venganza por el elogio de sus superiores por m@io de doble chicaneo y dilatades dificulta- des.- Una burocracia enloquecide, fm nuestro caso verdaderamente festejaba orgias... iichas veces es- tuvo a punto de quitarnos el “animo de trabajo y el ato del B.H.N. jugaba el papel «fs impor— tante.— Como yo dije anteriormente; el aparato de control de los Bencos nacionales s6lo lleva en si la idea que el solicitente de préstemo puede ser wn bandide. © ~- 255 - Con tal motivo imponen condiciones que un sincero comerciente no puede cumplir. ¥ el bandido logra de cualquier manera enganar al correspondiente Banco, a pesar de toda viveza y medidas de segurided. Los articulos en 1+s diarios ereo que lo den a entender clavamete.- Otro serio impedimento pare quien quie- ve ilegar al fin de una obra, es aa arrogancia de ciertos funcionerics estatales y bancarios. Se creen muy alto por encima de todos cuando posgen ia autori- © dad y cl dinero. ¥ asi tratan también al "mortal cual- quiera" Bueno, y asi quiero llegar verdaderamente al fi- nal de este escrito. Con melancolia, rero, tambien von orgullosa melancolia pienso ea aquel tiempo en que entregabamos una casa a su felis dueno cada 12 horas, 16 minutos... dia y noche, domindos y feria— dos incluidos.- Era una época en que el caadro de la viudad—Jardin se transformaba, semana tras semana... Y FeI.NeCeA- podia mostrar de lo que era capaz.— ERICH ZEYEN Asi la levantamos... La Ciudad Jardin Lomas del Palomar Traducci6n del aleman: Adelaida Zeyen, 1961 Editado y publicado por La Montana Museo - Taller Boulevard San Martin 2297. Plaza A. Plate Ciudad Jardin Lomas del Palomar Buenos Aires | Argentina | Subido a la nube el dia 13 de agosto de 2018 EDICIONES LA MONTANA,

También podría gustarte