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El disciplinamiento de los trabajadores en los Gobiernos de Yrigoyen y Perón.

Introducción.

El movimiento obrero argentino ha sido partícipe de numerosos enfrentamientos


entre diferentes sectores de la sociedad argentina a lo largo de toda su historia. Muchos
de esos conflictos han obedecido a la discreción del poder de turno que junto a otros
actores han actuado para intentar dominar las exigencias que la clase obrera demandaba
para su bienestar. Según entendemos todas las políticas económicas emprendidas desde
el Estado siempre tuvieron como objetivo: disciplinarlo. El verdadero interés por el
ascenso social de los trabajadores tan sólo fue un medio y no un fin perseguido.
Sin embargo no fue sino hasta la llegada al Gobierno de Hipólito Yrigoyen que
el tratamiento de la cuestión obrera tuvo otro costado. Las gestiones conservadoras
anteriores prescindieron totalmente de los trabajadores y sólo se limitaron a reprimir
(Ley de Residencia) y generar ciertas iniciativas en materia laboral como por ejemplo el
Código de Trabajo de Joaquín González1 de 1904. Incluso cuando ciertos sectores
vinculados al modelo agro-exportador sentían la inconveniencia del accionar de los
movimientos obreros, el Estado no dudaba en laudar siempre en favor de la patronal.
Mediante iniciativas y proyectos de leyes socialistas 2 a través del
parlamentarismo se intentaba poner un freno al movimiento anarquista 3 – que fue la voz
principal del movimiento obrero hasta la represión ocurrida en el año del centenario
1910 - durante los gobiernos conservadores. Favoreciendo siempre a los sectores
vinculados con los sectores agro exportadores fueron gobiernos represivos (con algunos
destellos reformistas) a través incluso de diferentes organizaciones, como eran la
Asociación Nacional del Trabajo y la Liga Patriótica (con participación de radicales)
que rompían huelgas, perseguían a sindicalistas, organizaban lock-outs patronales, entre
otros.
Otras de las iniciativas de la política conservadora fue la Ley Roque Sáenz Peña
del año 1912 que imponía el voto secreto, universal y obligatorio. A través de la cual
tanto socialistas como radicales van a empezar a tomar otro rol en la política
gubernamental argentina, y van a acceder al poder.4
Para abordar la manera en cómo Yrigoyen y Perón intentaron disciplinar a los
trabajadores, sólo mencionaremos – sin pretender su demostración que excede al
análisis aquí abordado - la teoría de la segmentación del mercado de trabajo 5 que
sostiene la existencia de dos sectores laborales bien diferenciados. Por un lado un sector
primario o central, más calificado con cierta estabilidad laboral; y otro secundario o
periférico con características de mayor rotación, sueldos más bajos y precariedad en la
contratación, entre otros. También se los denomina mercados duales, se caracterizan por
presentar ciertos obstáculos que impiden el ascenso social de los trabajadores de un
segmento (periférico) a otro (central).
1
Proyecto que contemplaba entre otras cosas límites a la jornada laboral, controles sobre las condiciones
de trabajo, la creación de tribunales y conciliación, etc. (Horowitz, 2015)
2
Los socialistas con Juan B. Justo como claro referente confiaban en el reformismo a través del
parlamento como forma de imponer un Estado Socialista. Por lo cual su participación dentro de la
organizaciones obreras era limitado y existían una clara diferenciación entre el Partido Socialista y las
organizaciones de trabajadores.
3
Los anarquistas estaban representados por la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), la cual en
su Vº Congreso había adoptado como principio fundamental al comunismo anárquico.
4
Hasta la vigencia de la Ley Sáenz Peña, los socialistas enfrentaban el fraude en manos de los
conservadores y el radicalismo se mantenía en su abstención. (Falcón, 1986)
5
Existe segmentación de mercado cuando hay barreras para el ingreso de nuevos trabajadores al mercado
laboral (o salida), diferenciales de salarios a igual calificación del trabajador, entre otros.
Si bien la segmentación puede ir más allá, es decir establecerse por género,
temporalidad, edad, lugar, entre otros; dado el contexto y la situación histórica que
vamos a analizar son aspectos que para la época aún no eran evidenciados dada la
estructura del mercado laboral. Tanto en el gobierno de Yrigoyen como en el de Perón,
las mujeres (por ejemplo) tenían un rol secundario en el aspecto laboral – sociedad de
características predominantemente patriarcales en el cual la mujer sólo participaba
marginalmente del mercado de trabajo - por lo cual la principal segmentación obedecía
según nuestra posición al tipo de actividad o trabajo realizado. Del mismo modo, el
desarrollo tecnológico (que actualmente ocasiona fragmentaciones en el mercado de
trabajo) tampoco generaba grandes disparidades entre los diferentes sectores aunque sí
lo era de algún modo la ubicación geográfica de los trabajadores.6

Proyecto de Ley 11.289 de Caja de jubilaciones y pensiones.

Si bien la idea del proyecto de Ley 11.289 tenía objetivos para la época muy
necesarios de alcanzar, no logró constituirse como una verdadera herramienta de
progreso de los trabajadores. No sólo porque fue blanco de críticas de todos los sectores
argumentando que no preveía cómo se controlaría el aporte que harían las empresas y
los trabajadores sino porque además se presumía como una estrategia demagógica del
Gobierno para captar votos. La ley contemplaba la incorporación al sistema jubilatorio
de los sectores marítimos, industriales, del comercio, entre otros – ya contaban con esto
los sindicatos ferroviarios -.
Lo cierto es que el proyecto de Ley enviado por Yrigoyen al Congreso Nacional
no hacía más que inducir un potencial conflicto entre empresas grandes y pequeñas,
trabajadores registrados y no registrados, sindicalizados y no sindicalizados, etc.; dado
que no contemplaba ningún tipo de herramienta concreta para su puesta en marcha y/o
posterior control. Los socialistas sostenían que la ley favorecía la subcontratación dado
que las grandes empresas evitarían tener empleados propios para de esta manera no
tener que realizar los aportes. (Horowitz, 2015) Incluso iban más allá argumentando que
las empresas al tener poder de mercado trasladarían estos costos a los precios generando
una carestía en la población.
Por lo cual este intento de otorgar un beneficio tan ansiado y necesario para el
movimiento obrero no hacía más que dividir a la clase trabajadora al punto que tanto la
patronal como los trabajadores coincidieron en oponerse a la ley.7

El rol de la Federación Obrera Marítima (FOM).

Con el objetivo de cercenar al socialismo que para el caso de la primera


presidencia de Yrigoyen era muy fuerte en el Congreso Nacional y además controlaba a
varios sindicatos locales, el Gobierno se plantea un acercamiento al movimiento obrero
más directo y selectivo como el realizado con la FOM. Era claramente una estrategia de
controlar al sindicalismo para posicionarse por encima de los conflictos laborales entre
patronos y trabajadores.

6
La cuestión geográfica si bien fue importante coincidimos en no darle la trascendencia que sí fue dada
por Gino Germani como explicación de la movilidad social ocurrida durante el Gobierno de Perón. Es
decir negando la existencia previa de un movimiento obrero ya organizado y con estructuras de poder.
Explicando el fenómeno del peronismo sólo en términos de nuevos y viejos trabajadores. (Portantiero et.
al, 2004)
7
La misma es votada y aprobada en el Congreso de la Nación pero luego durante la presidencia de Alvear
y producto de las diferentes presiones de los diferentes sectores, la misma es derogada.
Una actitud permanente durante toda la gestión del Presidente Yrigoyen fue la
selectividad a la hora de mediar en los conflictos, actuando siempre de manera
personalista, evitando que las huelgas sean visibles o desataran nuevos conflictos,
apoyando al sindicalismo revolucionario que le resultaba mas conciliador 8 y evaluando
el impacto de los paros sobre la actividad económica. En 1915 los sindicalistas
revolucionarios habían obtenido la conducción de la FORA en su IXº Congreso9,
estableciéndose así una FORA (Vº Congreso) “anarquista” y otra “sindicalista”.
Sin embargo entendemos que si bien el objetivo visible pudo haber sido – al
igual que con la Ley 11.289 – acercarse al movimiento obrero y cumplir con sus
demandas; la motivación era la de apoyar un sindicato vinculado con una de las
actividades productivas más trascendentes para aquél entonces vinculadas con un
modelo de agro exportación.
Las características más sobresalientes que presentaba el movimiento obrero
portuario eran que lograba encadenar otros sectores directamente relacionados, existían
muchos trabajadores y empresas extranjeras vinculados y por sobre todas las cosas los
conflictos eran muy visibles cuando ocurrían.
Otra de las prácticas que utilizaba el gobierno para lograr el disciplinamiento de
los trabajadores era la “oficialización” en la contratación de los trabajadores del puerto,
favoreciendo a los sindicatos y generando mercados duales entre insiders y outsiders 10;
logrando de esta manera imponer una barrera de ingreso a los desocupados y cierta
protección a los contratados. La estrategia de base era según Falcón (2000) un acuerdo
mutuo, Yrigoyen no generaba ni facilitaba organizaciones gremiales que compitieran
con los sindicalistas revolucionarios y éstos se abstenían de la contienda electoral.
De esta manera Yrigoyen comenzaba un ciclo no ya de prescindencia de la
cuestión obrera sino de negociación, conciliación y arbitrio; aunque muy lejano y
diferente a lo que se enfrentará el movimiento obrero con Perón; quien como se verá
más adelante, enfrentaba los conflictos gremiales no sólo de manera personal sino
involucrando al Estado en su conjunto.

La Federación Obrera Ferroviaria (FOF) y una posible estrategia11.

De la misma manera que los portuarios, los sindicatos relacionados a la red


ferroviaria fueron durante la época de un interés particular por el Gobierno de Yrigoyen.
Era un sector transversal a todos los demás por su impacto en la logística de las
exportaciones, la movilidad de la población (difusión y propaganda política) y la
estructura de sus sindicatos. Los ferroviarios estaban agremiados en La Fraternidad
(maquinistas)12 y a partir de 1912 – a instancia de los sindicalistas revolucionarios - los
talleristas se agremiaron en la FOF. Luego en el año 1920 con la constitución de La
Confraternidad, integrada por La Fraternidad y la FOF; se dispuso el cese de toda
8
El sindicalismo revolucionario se abstenía de levantar una ideología identitaria para hacerlo sólo en
nombre de la lucha de clases y buscando que los trabajadores sólo se identificaran con su condición. El
objetivo último era lograr un mayor poder del movimiento obrero por lo cual no confiaban en el
parlamentarismo ni en un Estado que lo consideraban al servicio de la burguesía. (Belkin, 2013) “Todo el
poder a los sindicatos” sostenían.
9
Esta luego pasaría a denominarse Unión Sindical Argentina (USA) a partir del año 1920. Luego a partir
del año 1926 la COA (Confederación Obrera Argentina) es la organización que comenzará a recibir
aquellos cuadros y gremios que la USA fue dejando de lado.
10
Insiders se refiere a los que están empleados y outsiders a los desocupados.
11
Una práctica habitual de la Unión Cívica Radical era la instalación de Comités partidarios, tanto en
barrios como en gremios. El Partido Socialista en cambio, centraba su labor en bibliotecas, cooperativas y
en lo que denominaron Casa del Pueblo.
12
La Fraternidad es uno de los sindicatos mas antiguos de la Argentina fundado en 1887.
injerencia política y el comienzo de pérdida de poder por parte del sindicalismo
revolucionario. (Falcón et. al, 2000)
Tal como se mencionó, los ferroviarios al igual que los marítimos, respondían a
los sindicalistas revolucionarios y se encontraban dentro de la FORA IXº Congreso.
Frente a los conflictos que ocurrían con los ferroviarios la lógica de acción del Gobierno
no era diferente a la ocurrida con los marítimos dado que eran sectores estrechamente
vinculados con el modelo agroexportador y cualquier conflicto que se desatara se
propagaba muy fácilmente al resto de la economía.
El Estado en su nuevo rol de árbitro13 mediaba (aunque parcialmente) a favor de
los trabajadores marcando una clara diferencia con los demás sectores (municipales,
frigoríficos, etc.) generando malestar en las empresas vinculadas y en los trabajadores
no beneficiados (anarquistas). Esta segmentación en el mercado de trabajo si bien
reflejaba cierta limitación en la política yrigoyenista conseguía en el mediano plazo el
disciplinamiento de los trabajadores y la construcción política del radicalismo en la
cuestión obrera.

La ambigüedad frente a empresas extranjeras14.

Como en el caso de los frigoríficos Mihanovich, la compañía de teléfonos o la


refinería West Indian Oil Company; Yrigoyen siempre tuvo una actitud de apoyo al
reclamo de los trabajadores. Sin embargo en aquellos sectores que no presentaban
impactos económicos de consideración o no generaban cierta visibilidad en la opinión
pública, la gestión radical no dudo en aplicar medidas represivas con el accionar policial
primero e indirectamente, a través de los militares.
Tales fueron los casos de La Forestal y Las Palmas en el norte santafecino
(estancias dedicadas a la extracción del quebracho), o en los conflictos desatados en la
Patagonia con el fusilamiento de los obreros huelguistas (productores de lana). 15 Lo
cierto es que tales zonas eran consideradas periféricas y el impacto generado sobre la
zona núcleo (llanura pampeana) era relativo.
Por lo cual hasta finalizada la década de 1920, la característica predominante del
mercado de trabajo era la segmentación; con empresas grandes y tecnificadas y
pequeños talleres artesanales. Con predominancia de la Capital Federal como núcleo
económico (Camarero, 2007); con los sectores agro exportadores como principales
dinamizadores de la economía. Yrigoyen quien tuvo grandes desaciertos en sus
políticas, supo entender la realidad fragmentada (segmentada) del mercado de trabajo,
profundizar su dualidad entre insiders y outsiders: sindicalizados y no sindicalizados,
centrales y periféricos, visibles y ocultos, nacionales y extranjeros; con el objetivo de
disciplinar al trabajador. Finalizaba entonces su primera presidencia con una buena
recepción en el sindicalismo y con un nivel de popularidad en claro ascenso.
Luego sería el turno de los antipersonalistas, el presidente Alvear pudo cosechar
muchos de los logros del yrigoyenismo aunque sin grandes resultados sobre todo en las
cuestiones parlamentarias (con una situación económica favorable). Finalizado el
mandato de Alvear quedarían dos años más para Yrigoyen pero es derrocado en 1930
por el General Uriburu.
13
Si bien la DNT es creada en el año 1907, es recién durante el Gobierno de Yrigoyen que se le otorgan
mayores funciones sobre todo en lo relacionado a la conciliación de los conflictos. (Falcón et. al, 2000)
14
El ingreso de capitales de origen norteamericano fue notable superando a los capitales ingleses sobre
todo en relación al sector energético. Durante la gestión radical se funda la empresa argentina de
Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF).
15
Además de lo que se conoció como la Semana Trágica en Enero de 1919, por las muertes ocurridas en
la represión para policial en con los trabajadores de los Talleres Vasena.
La década infame.

Si el contexto con el cual se encontró Yrigoyen al comenzar su presidencia fue


de total ausencia de políticas laborales e injerencia del Estado en los conflictos obreros,
no muy diferente fue lo que ocurrió con la gestión del Coronel Perón como Secretario
de Trabajo.16
La década de 1930 constituyó una instauración de las viejas guardias
conservadoras pero con la mirada puesta en el desarrollo industrial, es decir que a un
sector oligarca tradicional ganadero se sumaría ahora uno incipiente de carácter
industrial. Las mismas acciones y políticas aplicadas al anarquismo (represión y
desocupación) serían las que van a llevar adelante con el comunismo en los años 30.1718
Es precisamente entonces que el movimiento obrero tendría un nuevo actor
protagónico de parte del comunismo, que entendía mejor este nuevo contexto de
primera industrialización por sustitución de importaciones (ISI) en sectores que
requerían generalmente baja calificación, los constituían actividades de tipo trabajo
intensivas y empresas integradas verticalmente (construcción o frigoríficos por
ejemplo). El comunismo empieza entonces a consolidarse en el poder del movimiento
obrero para disputar más adelante con el socialismo el control de la Confederación
General del Trabajo19. Si bien la CGT es constituida en 1930 por fusión de la USA y la
COA, va a sentir la presencia comunista recién a partir del año 1936.
En este entorno el mercado de trabajo tendría una nueva configuración, no ya
dependiendo del oficio particular en que se trate sino más bien por rama; por lo cual la
segmentación (fragmentación) no operaría tanto entre diferentes sectores sino dentro de
la industria.

El personalismo como política de Estado.

Previo a la asunción como presidente de la Nación, Perón como miembro de la


junta militar que da el golpe de Estado en 1943 y en su rol como Secretario de Trabajo
comenzó a gestionar lo que sería en un futuro próximo su plataforma de Gobierno.
Durante la presidencia de Juan Domingo Perón, una de las primeras
intervenciones directas sobre el movimiento obrero fue la destitución de Luis Gay quien
dirigía la Confederación General del Trabajo en aquél entonces. Se proponía entonces
disciplinar a los trabajadores bajo el liderazgo indiscutible de una sola figura
despojándolo de la autonomía y libertad de acción característicos de los años
precedentes.20 La destitución de Gay junto a la disolución del Partido Laborista daba

16
Perón comienza el 27 de octubre como Director del Departamento Nacional de Trabajo, que luego fue
convertido en Secretaría de Trabajo y Previsión. (Portantiero et. al, 2004) Dejando atrás una época de la
DNT como árbitro y archivo del ámbito laboral para pasar a ser un actor principal en el devenir del
movimiento obrero.
17
En diciembre de 1932 la FORA declara la huelga general en respuesta al proyecto de ley que prohibía al
comunismo en la Argentina. (Iñigo Carrera, 2011)
18
Por su participación en puerta de fábrica, el comunismo empieza a ocupar lugares a los cuales el
Socialismo nunca quiso llegar. Tanto el anarquismo en su vieja lucha por sindicato de oficios y el
sindicalismo por estar más ligado al sector de servicios, van a empezar a perder posiciones frente al PC.
19
El Partido Comunista (PC) era una escisión del PS, primero denominado Partido Socialista
Internacional y luego PC. Tuvo su experiencia de central obrera en el año 1929, el Comité de Unidad
Sindical Clasista (CUSC).
20
Ya en su gestión como Secretario se habían realizado cambios en la cúpula (con encarcelamientos) de
CGT Nº 1 y la CGT Nº 2 había sido clausurada por tener componentes comunistas. Además de la
intervención en la Unión Ferroviaria que se caracterizaba por ser un sindicato dialoguista y conciliador.
comienzo a una etapa estatista del movimiento obrero, cuyos dirigentes otrora
verdaderos cuadros autónomos del Estado pasarían ahora a ser burocráticos y
dependientes de Perón. (Del Campo, 1983)
El mercado de trabajo entonces ya configurado en un desarrollo industrial
incipiente, dejaría atrás el escepticismo del Estado por un nuevo rol que lo pondría a
este último como un participante fundamental. No ya el presidente de manera tan
personal y frontal (como ocurría con Yrigoyen) sino aliándose con sindicalistas primero,
negociando y llevando adelante acciones concretas por parte del Estado
(institucionalizando la cuestión obrera).

La segmentación orientada desde el Estado.

Entre las acciones dirigidas por el Gobierno (todavía Perón como Secretario de
Trabajo) fueron las relacionadas con la instauración de sindicatos paralelos “afines” - de
manera directa o indirecta – como en los casos de la Unión Obrera Metalúrgica y la
Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA).
Si bien Perón no tenía en sus primeras apariciones el buen visto por parte de la
dirigencia sindical, la persecución y represión a comunistas21 fue clave para empezar a
configurar sindicatos más permeables y aliados después. Incluso las gestiones realizadas
por la Secretaría de Trabajo en contra de los sindicatos antiperonistas determinaba que
tuvieran poca vida más allá del año 1946. Entre estas acciones se encontraban la
imposibilidad de firmar convenios, de tener una obra social, ni de llevar adelante las
luchas gremiales. (Del Campo, 1983)
Por lo cual Perón retomaba viejas prácticas del caudillismo yrigoyenista,
fragmentando al movimiento obrero en la misma industria (no ya entre sectores u
oficios) constituyendo a los nuevos insiders y outsiders del mercado de trabajo:
calificados y no calificados, peronistas y no peronistas. Además quedarían constituidos
un nuevo esquema sindical: sindicatos viejos, nuevos y paralelos. (Portantiero, 2004)

La industria frente a los “nuevos” trabajadores.

Los grandes flujos inmigratorios desde finales del Siglo XIX hasta principios del
Siglo XX explicaron gran parte de los excluidos del mercado laboral de ese entonces,
los extranjeros22. En este contexto operaba lo que se conoce como La ley de Hierro de
los salarios, es decir la población era atraída a nuestro país por mejores salarios reales
que en el exterior; y viceversa.
La segmentación operaba entonces por la disposición a trabajar al salario real
vigente más que por otra causa. Las primeras organizaciones de trabajadores van a
reclamar principalmente salarios.23 Si bien existían trabajadores calificados y no
calificados en las ciudades, éstos últimos residían sólo temporalmente para luego
emplearse en labores agropecuarias en épocas de cosecha. (Poy, 2014)
Sin embargo a partir de la década de 1930, se da en Argentina un proceso de
migraciones internas que no llega a explicar definitivamente la segmentación del

(Del Campo, 1983)


21
La Policía de la Capital Federal contaba con una Sección Especial para la Represión del Comunismo,
creada durante la presidencia de Uriburu.
22
Según (Falcón, 1984) de un total de 4 millones de habitantes en el año 1895 en Argentina, un millón
eran extranjeros aproximadamente (predominantemente italianos, españoles y franceses).
23
Los primeros en agrupar a los trabajadores fueron los anarquistas y socialistas, si bien existieron otras
posiciones e ideologías sobre todo las relacionadas con la Iglesia Católica luego de la promulgación de la
encíclica Rerum Novarum en el año 1891 por el Papa León XIII.
mercado de trabajo de ese entonces. La nueva configuración es determinada sobre todo
por una industria que crecía al ritmo de mayores niveles de producción pero que a pesar
de ello no generaba mecanismos de distribución del ingreso a los trabajadores.
Las migraciones de “nuevos” trabajadores es un fenómeno que no explica por sí
solo la nueva configuración del mercado de trabajo – es decir no sostenemos la
hipótesis de Germani – pero sí ocasiona dualidades (segmentación, fragmentación, etc.)
al interior de la industria argentina.
Las explicaciones se han basado en caracterizar a esa masa de trabajadores
(nueva) como pasiva y de gran heterogeneidad con respecto a los “viejos”. Constituía
así un reemplazo total de trabajadores que cambiaban radicalmente la situación vigente
del mercado laboral. Sin embargo estas migraciones internas tuvieron el rol de
complementar más que reemplazar.
Para dar cuenta de ello apelamos al esquema que utiliza Portantiero (2004) para
explicar el tránsito hacia la industrialización. En primer término la segmentación en el
mercado por nuevos y viejos trabajadores es real pero insuficiente, incluso se habla de
un “Nivel de orientaciones” que los nuevos traen desde sus orígenes sin un modelo
definido, con apremios económicos y la necesidad de resolver su situación social que
los llevaría a ser manipulables – una masa obrera con objetivos de algo mejor sin saber
a qué y dispuesta a seguir a un líder mesiánico -.
Pero entendemos que la verdadera segmentación en el período analizado
obedece a un corte diferente más vinculado con condiciones de tipo objetivas en
relación al trabajo propiamente dicho. Es decir está relacionado con la calificación, la
experiencia, el tipo de trabajo y la estabilización. Es decir “todos” los trabajadores
(nuevos y viejos) se encontraron con una industria liviana que se afianzaba, pero que
empezaba a requerir cierta calificación (la industria química por ejemplo) junto a otra
que crecía más en extensión que en intensidad (frigoríficos y construcción).
Perón que al igual que Yrigoyen, supo dimensionar esta realidad del mercado de
trabajo y apelando a un relato paternalista de esos trabajadores (con baja calificación,
frustrados por viejas luchas, desencantados con el sindicalismo, etc.) pudo cooptarlos.
Sería en este contexto que Perón con su política de sindicatos paralelos afines
(desguazadas ya las centrales competidoras y la misma CGT) empezaría a tejer su
vínculo más indisoluble con el movimiento obrero, fruto del disciplinamiento de los
trabajadores y a través de la fragmentación del mercado de trabajo.

Conclusión.

Hemos visto como los Gobiernos de Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón
han aplicado políticas laborales muy similares aunque en contextos y situaciones
marcadamente diferentes. Se han valido de la fragmentación del mercado de trabajo
para disciplinar a los trabajadores y ejercer un poder político más efectivo – aunque sin
todos los resultados esperados -.
Lo cierto es que el devenir histórico los ha posicionado como populares y
democráticos a pesar de aplicar la represión, la persecución y la segmentación en el
mercado de trabajo. También es cierto que han sido estadistas muy capaces y han sabido
leer la coyuntura histórica mejor que sus rivales opositores para construir poder.
Tampoco el movimiento obrero en sus diferentes posiciones ha podido construir
en el período analizado una central gremial lo suficientemente poderosa como para
cambiar el curso de los hechos. La falta de unidad, la constitución de una central obrera
única y fuerte o la incoherencia en ciertos planteos organizacionales así podrían
explicarlo.24

Bibliografía.

Belkin, Alejandro (2013) “La crítica del sindicalismo revolucionario argentino al


parlamentarismo” Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda. Nº 3.

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urbana en las décadas de 1920 y 193: clase obrera y sectores populares” Revista de
historia y pensamiento crítico. Nº 4.

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del trabajo en la Argentina, 1920 – 1935”. Editorial Iberoamericana.

Del Campo, Hugo (1983) “Sindicalismo y peronismo. Los comienzos de un vínculo


perdurable.” CLACSO.

Doyon, Louise (2006) “Perón y los trabajdores. Los orígenes del sindicalismo peronista
1943 – 1955.” Editorial Siglo XXI.

Falcón, Ricardo (1984) “Los orígenes del movimiento obrero (1857-1899)” Capítulos 3,
4 y 5. CEPAL.

Falcón, Ricado y Monserrat, Alejandra (2000) “Estado, empresas, trabajadores y


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Horowitz, Joel (2015) “El radicalismo y el movimiento popular”. Capítulos 4 a 7.


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Iñigo Carreras, Nicolás (2011) “La estrategia de la clase obrera 1936. Editorial Imago
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Oved, Iacob (1978) “El anarquismo y el movimiento obrero en Argentina” Capítulo 2.


El vuelco de los anarquistas hacia la intervención en los sindicatos obreros (Junio de
1897 – Junio de 1899).

Portantiero, Juan Carlos y Murmis, Miguel (2004). “Estudios sobre los orígenes del
peronismo” Editorial Siglo XXI.

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Editorial Imago Mundi.

Torre, Juan Carlos (1989) “Interpretando (una vez más) los orígenes del peronismo”
Revista Desarrollo Económico. Nº 112.

24
Los anarquistas en su negación al Estado y la organizaciones sociales (sobre todo los anarco-
individualistas) fueron los más claros en sus planteos, oponiéndose a todo lo que venia del Estado y
actuando en consecuencia. Por supuesto encontraron limitaciones al actuar con las organizaciones obreras
y los sindicatos, además de sus conflictos con los anarco-comunistas y los socialistas. (Oved, 1978)

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