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Dengue Hemorragico. Sandra.
Dengue Hemorragico. Sandra.
La infección por dengue puede ser inaparente desde el punto de vista clínico y
puede causar una enfermedad de variada intensidad, que incluye desde formas
febriles con dolores en el cuerpo y mayor o menor afectación del organismo, hasta
cuadros graves de choque y grandes hemorragias.1 Hasta ahora se ha aceptado
que la diferencia principal entre la fiebre del dengue (FD) y la fiebre hemorrágica de
dengue (FHD) no son los sangramientos sino la extravasación de plasma que sea
clínicamente importante.2
El espectro clínico del dengue tan variado explica la diversidad de cuadros clínicos
que se pueden encontrar en una misma familia o población durante un brote
epidémico, pues algunos pacientes (quizás la mayoría) estarán solo ligeramente
afectados y ni siquiera procurarán los servicios médicos, otros serán
oligosintomáticos y otros estarán muy afectados, con gran postración y quizás con
una evolución desfavorable, deterioro clínico y muerte, a veces en pocas horas.
Cada uno de los 4 virus del dengue puede producir cualquier cuadro clínico del
referido espectro.
También existen las llamadas formas "atípicas"3 o formas clínicas con especial
afectación de un órgano o sistema, las cuales4 han sido hasta ahora infrecuentes, a
saber: encefalopatía, miocardiopatía o hepatopatía por dengue, así como la
afectación renal conducente a insuficiencia renal aguda, y otras,5,6 que también
pueden asociarse a mortalidad. Estas formas clínicas de aparente rareza o
¨atipicidad¨ no debieran sorprender, si se recuerda que los virus del dengue
pertenecen a la misma familia Flaviviridae (todos arbovirus) entre los que se
encuentran los que producen la encefalitis de San Luis y la encefalitis japonesa, así
como la fiebre amarilla, cuya expresión clínica es muy intensa en el encéfalo o el
hígado, respectivamente.3,4
Durante los últimos meses de 1999 se produjo el primer incremento del número de
casos que declinó al comienzo de 2000 para reiniciar el aumento sostenido del
número de notificaciones a partir de marzo de ese año hasta totalizar 18 433
enfermos (en noviembre/2000) para una tasa de 50,3 x 100 000 habitantes, de los
cuales 355 (12 %) fueron casos de FHD y 36 fueron considerados inicialmente como
fallecidos por esta enfermedad, en la edad pediátrica.7
Es importante conocer el modo en que agravan y fallecen los pacientes para mejorar
el diseño de las estrategias en la prevención de la mortalidad por esta enfermedad
(que no tiene hasta ahora una vacuna ni un medicamento antiviral de reconocida
eficacia) así como el perfeccionamiento del manejo clínico de casos severos
mediante la identificación precoz de signos clínicos y de laboratorio, que señalen el
inicio del deterioro del estado del paciente para proceder a la reposición enérgica
de líquidos por vía intravenosa y otras medidas terapéuticas capaces de impedir su
evolución fatal.
MÉTODOS
RESULTADOS
En 20 de los 24 casos (83 %) que fallecieron durante los primeros 3 d del ingreso
hospitalario, la condición asociada a la muerte fue el choque hipovolémico. En 8
ocasiones el choque se asoció a síndrome de dificultad respiratoria (expresión de
edema pulmonar no cardiogénico), lo cual ocurrió siempre cuando el paciente ya
había estado 24 o 48 h sin restablecerse del choque recurrente característico de
esta enfermedad. Un paciente desarrolló, además, coinfección bacteriana
(neumonía suficientemente extensa como para considerarse condición
codeterminante del fallecimiento). También en este grupo se identificaron otras
condiciones asociadas al choque: hemorragia masivas (con CID asociada o sin
esta) en 7 casos (uno durante el segundo día de hospitalización y 6 durante el tercer
día).
DISCUSIÓN
El choque fue, sin dudas, la condición que con mayor frecuencia se asoció al
fallecimiento por dengue, sobre todo en los pacientes que murieron durante las
primeras horas (0-72) de hospitalización. El choque puede ser causa directa y única
de muerte pues constituye un estado de bancarrota sistémica y también puede
inducir otras complicaciones, como son las grandes hemorragias, con CID o sin
esta, así como fallo múltiple de órganos debido al síndrome de
hipoperfusión/reperfusión con diversas alteraciones funcionales que se superponen
y determinan de conjunto el fallecimiento del enfermo.
Los mismos mecanismos fisiopatológicos que conducen al choque por dengue son
capaces de producir el edema pulmonar no cardiogénico, el cual se expresa
clínicamente como un síndrome de dificultad respiratoria que lleva al paciente a
morir "ahogado en sus propias secreciones". Es significativo que el llamado
síndrome de dificultad respiratoria del adulto, tanto en adultos como en niños en
este caso, se presenta siempre en los enfermos de dengue después del choque
prolongado o recurrente. El aporte exagerado de líquidos durante la etapa de
choque recurrente, que puede demorar 24 h o más, constituye un factor
contribuyente de importancia, sobre todo si se han utilizado coloides en el intento
de resucitación. La evidencia cada vez más frecuente de afectación miocárdica en
estos enfermos obliga a tener en cuenta la posibilidad de un cuadro de bajo gasto
cardíaco que coexiste con los mecanismos previamente referidos.
Hemorragias y CID
Las evidencias in vitro e in vivo sugieren que las células hepáticas sufren apoptosis
en respuesta a la infección por virus dengue,16 de modo semejante a lo que ocurre
por la infección del virus de la fiebre amarilla, en la cual estudios recientes
demuestran una prevalencia del mecanismo de apoptosis sobre la necrosis y una
respuesta inflamatoria desproporcionadamente discreta.17
Los signos de alarma anuncian el inicio del deterioro del paciente, por lo cual deben
ser tenidos en cuenta para iniciar la reposición de líquidos por vía intravenosa, de
modo precoz y enérgico, utilizando soluciones cristaloides principalmente. Esta
medida terapéutica puede ser salvadora. Estas orientaciones están contenidas en
las Guías para la Prevención y Control del Dengue y Dengue Hemorrágico
publicadas por la Organización Panamericana de la Salud en 1995, 19 las cuales
mantienen su vigencia.20
El presente estudio destaca la importancia del choque en el desencadenamiento de
la muerte por dengue, aunque exista y se demuestre la afectación de diversos
aparatos y sistemas. Entonces, prevenir o tratar precoz y adecuadamente el choque
puede significar evitar la muerte, por cuanto se hace prevención de otras
complicaciones (grandes hemorragias, CID, fallo múltiple de órganos), que en
realidad son complicaciones del choque prolongado y recurrente, más que
complicaciones del dengue.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0375-07602008000100006&script=sci_arttext&tlng=en
ARTICULO 2
Serotipo, Patrón de Infección y Dengue Hemorrágico en
Área Endémica Colombiana
Existen cuatro serotipos del virus del dengue (DEN-1,2,3,4) y cada uno corresponde
a una población de cepas agrupadas en varios genotipos (1-4). Los virus se
transmiten al hombre a través de picadura de mosquitos del género Aedes y la
infección puede resultar asintomática o en un síndrome febril de severidad variada.
La mayoría de los enfermos desarrollan la forma leve o dengue clásico (DC) y
algunos la hemorrágica que puede llevar a la muerte cuando se acompaña del
síndrome de choque hipovolémico (DH/SCH). Los individuos que con mayor
frecuencia sufren DH/SCH han tenido una infección anterior por un serotipo
diferente del virus (5,6). Numerosas evidencias demuestran que los anticuerpos de
la infección primaria se unen al virus de la secundaria formándo un complejo que es
fagocitado por el macrófago a través del receptor Fcg. Como consecuencia más
células resultan infectadas liberándose mayores niveles de citoquinas y mediadores
químicos que incrementan la permeabilidad vascular (7,8). No obstante, casos de
DH/SCH ocurren por infección primaria y esto depende principalmente del serotipo.
Los virus DEN-2 y DEN-3 son los que más casos severos causan seguidos por el
DEN-1 y DEN-4 (5,9).
En Colombia, la circulación de virus del dengue se detectó por primera vez en los
años 70 cuando ocurrieron epidemias por DEN-1, DEN-2 y DEN-3 y más tarde en
1986 cuando el DEN-4 apareció (16). El número de casos se ha incrementado cada
año en la última década, entre 2004-2006 un total de 26 331 casos confirmados por
laboratorio fueron registrados por la Organización Panamericana de la Salud (17).
En el Departamento de Santander el dengue es endémico con epidemias cada 2-3
años, entre 1998 y 2004 la Secretaría de Salud Departamental informó 45 823 casos
de los cuales 4 634 se consideraron hemorrágicos (18).
METODOLOGÍA
Casos
Se incluyeron pacientes febriles con sospecha clínica de dengue que fueron
atendidos en instituciones de salud de cuatros municipios del departamento de
Santander (B/manga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta). Entre el 22 de febrero de
1998 y 26 de diciembre de 2004, cada semana de todos los meses del período,
fueron incluidos un total de 1 545 casos (~221/mes). Los de 1998 - 2002 fueron
seleccionados por los médicos de cada institución de salud
Sueros
De cada caso se obtuvo una muestra de los primeros cinco días de síntomas
(agudo) y en algunos otra 8-10 días después. Los sueros de 1998-2002 se
seleccionaron de los remitidos al Laboratorio de Salud Pública (LSP) de la SSD y
las restantes fueron enviados directamente al Laboratorio de Arbovirus del
CINTROP.
Patrón de infección
Se investigó en 596 casos laboratorio-positivo incluidos en 1998 (n=80), 2000
(n=84), 2001 (n=128), 2002 (n=106), 2003 (n=80) y 2004 (n=118). El promedio de
edad (años) de los pacientes de cada año fue 25±19; 22±18; 24±17; 24±18; 27±17;
26±17, respectivamente. La infección primaria o secundaria se confirmó por
ausencia o presencia de anticuerpos IgG en el suero agudo, respectivamente.
Pruebas de Laboratorio
. Aislamiento viral
Se usaron células de mosquito Aedes albopictus (clon C6/36) siguiendo el
procedimiento previamente descrito (20). Brevemente, cultivos celulares infectados
con el suero se centrifugaron por 30 min a 1 000 x g, 28o C. y después de la adición
de 1 ml de medio fueron incubados a 32oC por 12 días. El aislamiento del virus se
confirmó por IFD con anticuerpo policlonal (M29341; CDC, Puerto Rico) y el serotipo
por la misma técnica usando anticuerpos monoclonales (CDC, Puerto Rico).
. ELISA-IgG
La presencia de anticuerpos IgG anti-dengue en el suero agudo se determinó
usando un protocolo modificado del ELISA de captura previamente descrito (20).
Brevemente, el suero se adicionó a microplacas cubiertas con anti-IgG humana por
2 hs a 37ºC, luego de 5 lavados se agregó el antígeno (CDC, Puerto Rico) por 18 h
a 4ºC. y finalmente el conjugado (CDC, Puerto Rico) por 1 h a 37ºC. Enseguida de
adicionar el sustrato la intensidad del color se midió por espectofotometría. El
resultado se consideró positivo cuando el valor de la DO fue 2DS del control
negativo.
RESULTADOS
Serotipos del virus dengue
La tasa de aislamiento viral (número de aislados/total de sueros IgM+ por 100) varió
de acuerdo con el año. En 1998 fue 13,5 % (14/104) y luego disminuyó a 5,9 %
(4/67) en 1999, pero a partir de este año se incrementó de 9,2 % (10/109) en el 2000
a 24,7 % en el 2003 (38/154). Las mayores tasas se observaron en los años con
epidemias, 1998 y 2001 (18). Se identificaron los cuatro serotipos en un total de 129
virus aislados, el DEN-3 fue el más frecuente (58,2 %) seguido por el DEN-2 (22,8
%), DEN-1 (11 %) y DEN-4 (7,8 %). La abundancia de cada serotipo varió en el
tiempo (Figura 1) . El DEN-1 se aisló más entre 1998-999 (10 de 14 cepas); el DEN-
2 fue permanente y la mayoría de aislados fueron entre 1998-2001 (25 de 29 cepas);
el DEN-3 no se aisló entre 1998-2000, reapareció en el 2001 luego de 22 años
ausente de Colombia y en los años siguientes (2002-2004) se hizo prevalente (67
de 76 cepas); el DEN-4 se aisló en 2000-2001 (7 de 10 cepas) y de nuevo en el
2004.
Se investigó en casos secundarios de DH de 1998 (DH 3,7 %) y 2001 (DH 7,4 %),
en un intento de establecer la relación entre carga inmune al dengue y
severidad (Tabla 2). Se detectaron títulos mayores de anticuerpos anti-DEN-1,3 y 4
en adultos y niños del 2001 (DEN-2 y 3 dominantes) que de 1998 (DEN-1
dominante) y al contrario con anticuerpos contra DEN-2, aunque en ningún caso las
diferencias fueron significantes (p > 0,05, prueba de Mann Whitney U). El título de
los anticuerpos se determinó en 15 pacientes (6 de DH) con infección secundaria
por DEN-2, detectándose en 14 respuesta heterotípica, es decir, anticuerpos
neutralizantes de los cuatro serotipos a título ≥1:340 (Tabla 3). El otro caso (fatal)
fue un niño de 6 meses con anticuerpos contra el virus aislado y contra el DEN-1
solamente, indicando que el niño sufrió una infección primaria por DEN-2 y que los
anticuerpos anti-DEN-1 pudieron ser trasmitidos por la madre. Títulos de
anticuerpos contra el virus de la infección actual (DEN-2) ≥1:10 000 fueron más
frecuentes en casos de DC que de DH: 77,7 % vs 33,3 %, lo mismo que títulos
mayores de anticuerpos (≥1:1 200) contra los otros serotipos. Los resultados
sugieren que la magnitud de la respuesta de anticuerpos podría ser un factor
determinante de la severidad del dengue: cuanto menor más probabilidad de DH.
DISCUSIÓN
El DEN-3 causó más casos leves y su dominancia coincidió con menos DH (Tabla
1) Lo mismo se observó en Puerto Rico (29), México (30) y Venezuela (31)
siguiendo la re-introducción del virus. En el año de su re-aparición en esos países
la mayoría de los casos severos fueron por DEN-2 y algunos por DEN-1.
Igualmente, la dominancia del virus en Nicaragua en 1998 produjo una epidemia
pero el DEN-2 fue el más aislado de casos severos (32). No obstante, la introducción
del DEN-3 por primera vez en Brasil en 2000 resultó en la epidemia con más casos
severos registrada en ese país (33). Las causas de la mayor severidad vista en
Brasil no han sido aún esclarecidas pero podrían estar relacionadas con la
susceptibilidad genética y carga inmune de la población junto con mayor virulencia
de la cepa.
https://www.scielosp.org/article/rsap/2007.v9n2/262-274/es/
ARTICULO 3
Contribución al estudio de la familia Culicidae de Guatemala: relación y distribución
geográfica de las principales especies en la región norte
Tal situación es favorecida entre otros factores, por los constantes movimientos
migratorios de nacionales en busca de fuentes de trabajo, así como de
indocumentados que provenientes de diferentes países, en su gran mayoría
centroamericanos, atraviesan el Petén para dirigirse hacia los EE. UU.
Lamentablemente muchas de estas personas llegan a la región enfermas, y no
pueden recibir el tratamiento médico que se requiere.
Frente a esta situación se hace necesario por tanto diseñar estrategias, dirigidas a
detectar la presencia de las especies de gran seguimiento médico, para ubicar sus
criaderos e implementar métodos de control con énfasis en el biológico, acerca del
cual ya se cuenta con información que avala su eficacia e inocuidad al ambiente. 10,11
Métodos
Es el departamento ubicado más al norte del país (fig.) con un relieve caracterizado
por pocas elevaciones, pero con la presencia de zonas muy boscosas. Su clima es
de tipo tropical cálido-húmedo,12 en el que se producen abundantes precipitaciones
y altas temperaturas, las cuales favorecen una elevada incidencia de enfermedades
de transmisión vectorial fundamentalmente la malaria, lo que unido a los cambios
socioeconómicos y demográficos que se producen casi siempre simultáneamente,
deriva en una situación entomológica y epidemiológica muy desfavorable.
Fig. Mapa de Guatemala donde se muestra la ubicación del Departamento del
Petén (área sombreada), se destacan las 12 capitales municipales.
Para ambos ambientes se aplicó también la captura con cebo humano y de adulto
en reposo (diurno y nocturno) según metodología de la OMS.16
Resultados
Municipios
Genero/Especie Flore San Melch San San San
s Benit or de Jos Francis André
o Menco é co s
s
Stegomyia aegypti x x x x x x
Ochlerottatus scapularis x x x x
Ochlerottatus taeniorhynchus x
Gymnometopa mediovittata x x
Aedeomyia squamipennis x
Anopheles albimanus x x x x x x
Anopheles vestitipennis x
Anopheles pseudopuctipennis x
Anopheles eiseni x
Anopheles hectoris x
Coquillettidia nigricans x x x
Culex quinquefasciatus x x x x x
Culex coronator x x x x
Culex corniger x x x x x
Culex chidesteri x x x
Culex nigripalpus x x x x x
Culex erraticus x x
Culex pilosus x x
Culex peus x x x x x
Haemagogus equinus x x
Limatus durhamii x x x x
Mansonia titillans x x
Psorophora confinnis x x x
Psorophora ferox
Psorophora johnstonii x x
Psorophora ciliata x x
Sabetes tarsopus x
Toxorhynchites hemorroidalissu x x x
perbus
Toxorhynchites theobaldi x x x
Trichoprosopon digitatum x
Uranotaenia sapphirina x x x x x
Total 11 19 15 11 7 23
Municipios
Genero/especie San Luis Poptún Dolores Sta
Ana
Stegomyia aegypti X X X X
Anopheles albimanus X X X X
Anopheles vestitipennis X X X X
Anopheles pseudopuctipennis X X X X
Culex quinquefasciatus X X X X
Culex coronator X X X X
Culex corniger X X X X
Culex nigripalpus X X X X
Haemagogus equinus X X X X
Limatus durhamii X X X X
Toxorhynchites hemorroidalis superbus X X X X
Toxorhynchites theobaldi X X X X
Trichoprosopon digitatum X X X X
Total 13 13 13 12
Discusión
Actualmente se están experimentando reformas en el sector salud en numerosos
países, que plantea nuevos retos para la implementación y ejecución de programas
de control antivectorial. En este sentido en 1995, la OMS19 recomendó la aplicación
de medidas integradas de lucha antivectorial, con un mayor protagonismo
comunitario e intersectorial, unido a un fortalecimiento de la vigilancia
epidemiológica y sobre todo la entomológica, pues esta última permite la
incorporación de datos más amplios y actualizados, sobre el hábitat y nicho
ecológico de los vectores. Por ello, se hace necesario acelerar el diseño y la
ejecución de programas de investigaciones, con hincapié en la presencia y
dispersión de los vectores, su dinámica poblacional, validación y mejora de métodos
de lucha antivectorial existentes o nuevos y su aplicación, y el establecimiento y
fortalecimiento de las relaciones intrasectorial e intersectorial, con una adecuada
formulación de directrices para la investigación en esferas estratégicas.
Diversos han sido los estudios entomológicos que se han ejecutado en los últimos
años, para evaluar la importancia epidemiológica de algunas especies de
culícidos,20 así como la conducta que están asumiendo en condiciones naturales, y
cuál ha sido el impacto de las acciones emprendidas.21,22
Se hace necesario señalar que por naturaleza el ambiente urbano resulta ser muy
inestable, y dispone de recursos discretos y renovables,24 que están muy
relacionados con las necesidades propias del hombre que son cada vez más
crecientes, por lo que es lógico suponer que la disponibilidad de recursos, sobre
todo para las especies del ambiente urbano, es diferente entre municipios; lo cual
deriva en la heterogeneidad del total de especies que se reportó entre áreas de
salud. El área de salud Petén Norte, por disponer de expertos cubanos en la rama
antivectorial, desarrolló un monitoreo más intenso y amplio, en comparación con las
2 restantes áreas de salud, pero ecológicamente todas reúnen iguales condiciones
para el establecimiento de las especies detectadas.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0375-07602006000100005&script=sci_arttext&tlng=pt
articulo 4
Dengue y fiebre hemorrágica del dengue, un
problema de salud mundial
LA ENFERMEDAD
Cada vez con mayor frecuencia se reportan las llamadas manifestaciones inusuales,
en el desarrollo del dengue. El fallo hepático fulminante, la miocardiopatía, y los
trastornos neurológicos (encefalitis y encefalopatía) son las observadas con mayor
frecuencia. La hipotensión, el edema cerebral, las hemorragias focales y el fallo
hepático fulminante pueden ser la causa de la encefalopatía.7-9 El incremento en las
enzimas hepáticas (aspartatoaminotransferasa y alanina aminotransferasa) ha sido
reportado en el DH con bastante frecuencia.10Aunque el virus dengue se ha
detectado en cerebro, hígado y miocardio, no está bien definido si alguna de estas
manifestaciones son producto de la acción directa del agente en el tejido o de una
respuesta de hipersensibilidad o de tipo autoinmune, o ambas. Recién se ha
reportado en pacientes de FD trastornos visuales en el desarrollo de la enfermedad
y en particular la presencia de hemorragias en la retina.11
AGENTE ETIOLÓGICO
El genoma viral codifica para 3 proteínas estructurales, la capside (C) que rodea y
protege al ácido nucleico, la proteína de membrana (M) y la envoltura (E). La
glicoproteína E es la principal en relación con la biología del virus y la inmunidad
humoral. Ella media la fusión de membrana, induce la formación de anticuerpos
neutralizantes, inhibidores de la hemaglutinación y anticuerpos
imunoamplificadores, además en ella se localiza el receptor viral. La utilización de
anticuerpos monoclonales, ha permitido identificar 3 dominios antigénicos en la
proteína E que correlacionan adecuadamente con los 3 dominios definidos en su
estructura molecular (dominios I, II y III). La proteína prM (precursor de la proteína
M) protege a la proteína E del pH ácido del medio, durante la maduración viral que
evita su cambio conformacional irreversible.15
Entre el tercer y séptimo días de la infección tiene lugar la pérdida de plasma que
caracteriza a la FHD, período en que ocurre la recuperación de los pacientes con
fiebre dengue. En casos fatales, el examen histológico de los vasos sanguíneos no
evidencia destrucción del endotelio. Esta ausencia de causas anatómicas ha
conducido a considerar que la rápida pérdida de plasma es causada por fenómenos
funcionales.26
Los daños inmunológicos por reactividad cruzada son, con frecuencia, rasgos de la
enfermedad por Flavivirus.32 El estudio de la respuesta de células T al virus dengue
ha mostrado evidencias de la participación, no menos importante, de estas en la
inducción del cuadro severo de la enfermedad.32 Se ha corroborado la existencia de
clones de células T virus específicos, capaces de responder solo al serotipo
homólogo. Otros, en cambio, presentan reactividad cruzada con 1, 2 o los 3
serotipos heterólogos restantes, así como contra otros flavivirus. 34 El
reconocimiento de estas células de reactividad cruzada está dirigido, con más
frecuencia, a los epítopes sobre las proteínas no estructurales más conservadas.
Entre ellas, la NS3 parece ser el blanco principal de linfocitos T CD4+ y CD8+.35
Las evidencias cubanas, una vez más, fueron corroboradas en un brote de dengue
3 que tuvo lugar entre 2001 y 2002. En esta ocasión solo ocurrieron casos de FHD
en adultos con infección secundaria, los que, como ya se referió, poseían
anticuerpos contra Den 1 de más de 20 años. 40 Se reafirma entonces que la
infección por virus Den 1 lleva consigo un tiempo de vida media de sensibilización
para que se produzca la forma severa de la enfermedad, si la infección subsiguiente
es con un virus DEN-2 o DEN-3, genotipo asiático.40 Estos hallazgos constituyen
nuevos retos a afrontar en el desarrollo de vacunas que ofrezcan una protección de
larga duración.
Otros autores, en cambio, han analizado las formas virulentas de ciertas variantes
virales y plantean que las formas graves de la enfermedad por Flavivirus pudieran
estar ligadas además, a un determinismo genético de la virulencia. Se asocia, de
esta forma, la aparición de cuadros graves de la enfermedad a determinadas cepas
virales o mutantes de estas.43 Se especula que, tras una infección primaria (por
ejemplo al serotipo 1), el repertorio de anticuerpos neutralizantes generados es
capaz de eliminar la infección causada por un serotipo viral diferente (por ejemplo,
al serotipo 2) antes que, en los individuos por segunda vez infectados, tenga lugar
el desarrollo de la respuesta inmune adaptativa específica contra el agente viral.
Esto se explica porque, como consecuencia del proceso de maduración de la
afinidad, los anticuerpos generados en la primoinfección son capaces de reconocer
determinantes antigénicos mayoritarios comunes en la superficie de la partícula viral
del serotipo 2. De esta forma son eliminadas, en su mayoría, las partículas virales
durante la segunda infección y, en consecuencia, los individuos desarrollan un
cuadro clínico benigno o, en muchos casos, asintomático. Sin embargo, en otros
casos, partículas virales escapan a la neutralización, pues en el proceso de síntesis
de sus proteínas estructurales no son expresados aquellos determinantes comunes
al serotipo causal de la primoinfección. Cuando son transmitidas y, de forma
mayoritaria se multiplican en otros individuos con igual historia primaria de infección
y por tanto con igual repertorio de anticuerpos neutralizantes, son capaces de
desarrollar en estos el cuadro más severo de la enfermedad. Los anticuerpos
predominantes en estos individuos son, por tanto, anticuerpos que al no poder
neutralizar la infección, por medio de su porción Fc se unen a diferentes tipos
celulares donde encuentran los receptores correspondientes y tiene lugar el proceso
de inmunoamplificación dependiente de anticuerpos.44
Otros elementos importantes son los factores del hospedero como: edad, estado
nutricional, factores genéticos e inmunológicos,45,46 los cuales contribuyen al
desarrollo de las formas graves de la enfermedad.
Por lo tanto, se podría concluir que, para la comprensión de los fenómenos
inmunopatológicos desencadenados como consecuencia de la infección por virus
dengue, deben ser integrados múltiples factores: factores de riesgo
individuales (presencia de anticuerpos antidengue, edad, sexo, raza, portador de
enfermedades crónicas), epidemiológicos (vector e intervalo entre infecciones)
y factores relacionados con el virus (serotipo y virulencia de la cepa),46 los que,
como consecuencia de su interacción, ocasionan el desarrollo de la forma grave de
esta enfermedad.
EL DIAGNÓSTICO
La detección del virus constituye la primera de las evidencias y, por tanto, la prueba
fehaciente de la ocurrencia de la infección. Durante los 3 primeros días, antes del
comienzo de la fiebre y de 4 a 5 d después de esta, el virus puede ser detectado en
sangre.
Los anticuerpos, en la infección por dengue, describen una cinética que varía entre
una infección primaria y una infección secundaria, por lo que, su detección en el
suero es diferente entre ambas. En la infección primaria tiene lugar un aumento
lento y gradual de los anticuerpos IgM, los que pueden ser detectados en más de
95 % de los casos a partir del quinto día de la enfermedad. Los anticuerpos IgG en
cambio, se elevan hacia el séptimo a décimo día de la fiebre. A diferencia de la
infección primaria, en los casos con una infección secundaria se produce un
incremento muy temprano de los anticuerpos, y pueden detectarse elevados títulos
a partir del segundo día. En un pequeño número de enfermos con infección
secundaria, los anticuerpos IgM pueden no ser detectados.5,47
EPIDEMIOLOGÍA Y CONTROL
No hay dudas de la necesidad de una vacuna para dengue. Esta debe brindar
inmunidad protectora de larga duración a los 4 serotipos del virus para evitar el
fenómeno de inmunoamplificación viral. La ausencia de modelo animal que
reproduzca la enfermedad, el incompleto conocimiento de su patogenia y el
insuficiente financiamiento que han tenido las investigaciones en dengue, son varios
de los retos que ha tenido el desarrollo de una vacuna.61
Hasta tanto se cuente con una vacuna adecuada, el control del vector será la única
forma de controlar la enfermedad.
ENFOQUES FUTUROS
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0375-07602008000100001&script=sci_arttext&tlng=pt
Prevención y protección del
dengue hemorrágico.
INTRODUCCIÓN:
El dengue es una enfermedad febril aguda, que puede desarrollarse en los niños de
mayor edad (6-10 años). En los adultos aparece un cuadro típico caracterizado por
fiebre elevada, cefalea severa, mialgia, artralgia, dolor retroorbital y rash
maculopapular, conocida por muchos como fiebre quebrantahuesos; también
pueden aparecer otras manifestaciones clínicas que determinan la gravedad de la
afección, dadas por la exposición a alguno de los 4 serotipos del complejo dengue
(D-1, D-2, D-3, D-4), que se transmite al hombre a través de la picada del mosquito
Aedes aegypti y el Aedes albopictus.
La posibilidad de introducción de enfermedades emergentes y reemergentes como
esta, se ha incrementado en los últimos años en Cuba, debido al arribo creciente de
viajeros internacionales en aeronaves y buques por el turismo e intercambio
comercial con países de América Latina y el Caribe, los que además de trasladar
posibles reservorios humanos de enfermedades, transportan contenedores y cargas
que muchas veces contienen vectores y reservorios animales, a pesar de las
medidas de control existentes.
El Aedes aegypti Linnaeus, descrito desde 1762, es una de las especies de
mosquitos que se encuentran más frecuentemente en el área urbana, originario de
África y con gran importancia epidemiológica por ser transmisor de diferentes
arbovirosis. Según estudios realizados, actualmente se conoce con el nombre de
Stegomyia aegyptis dentro de los taxónomos, aunque este término no es muy
empleado.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) organizó en el hemisferio (1947)
la campaña de erradicación de este mosquito, las cuales fueron exitosas en las
décadas de los 50 y 60, pues ya en 1972 se había eliminado el vector en 21 países
de Las Américas; no obstante, en las últimas 2 décadas, la incidencia del dengue
en la región ha tenido una tendencia ascendente, con picos epidémicos cada vez
mayores, que se repiten de forma cíclica cada 3 a 5 años, lo que puede estar
relacionado con la acumulación de grandes grupos poblacionales susceptibles a la
infección, a la circulación de algunos de los 4 serotipos, al aumento de la virulencia
y la patogenicidad de la cepa circulante, así como a la diseminación del vector a
nuevas áreas de la región y del mundo.
En la década de los 50 apareció por primera vez el dengue hemorrágico en el
sudeste de Asia y en 1975, en muchos países de la región, se había convertido en
una de las principales causas de hospitalización y muerte, principalmente en la
población infantil que es la más vulnerable.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), antes de 1970 solo 9 países lo
habían notificado; en los años 80, se expandió nuevamente en Asia y en los países
donde es endémico las epidemias aumentaron progresivamente.
En 1997, la distribución geográfica del Aedes aegypti era más amplia que antes del
programa de erradicación, 18 países habían informado casos confirmados de
dengue hemorrágico y actualmente esta fiebre es endémica en gran parte de Las
Américas, donde el surgimiento de esta enfermedad constituye un grave problema
de salud pública, ya que las epidemias son más frecuentes y existe la
hiperendemicidad y la presencia de múltiples serotipos circulantes. 3 MEDISAN
2012; 16(9): 1430
Cuba no está exenta de esta realidad, pues ha sufrido diferentes epidemias de
dengue y dengue hemorrágico desde 1977, lo cual ha afectado de forma
significativa la salud de la población. Al respecto, han sido notificados numerosos
casos, de manera que los recursos empleados para su control son cuantiosos; 4,5
pero a pesar de ello los índices de infestación por este vector siguen siendo
elevados, pero la comunidad no lo percibe como un problema de salud que le atañe,
pues en las visitas de inspección que se realizan diariamente se detectan diferentes
situaciones que contribuyen a la proliferación del mosquito, donde ha incidido la falta
de aplicación del enfoque de riesgo por los decidores y el trabajo sistemático para
eliminar los riesgos.
Los modelos para el control del dengue no fueron ampliamente integrados y
participativos, no analizaron el problema en toda su magnitud y dimensión, donde
el sector salud era el principal responsable de la ejecución de todas las acciones
para detener las epidemias y eliminar el vector transmisor, estos no tenían alcance
intersectorial, pero se ha ido trabajando en ello en los últimos años.
Al no existir un tratamiento específico y una vacuna efectiva contra el dengue, se
deben diseñar estrategias que rompan esquemas tradicionales y logren cambios
conductuales en los ciudadanos, de manera que sientan como suya la necesidad
de erradicar el agente transmisor.
DESARROLLO
La salud es parte integrante del desarrollo, pues al mismo tiempo es factor y
resultado. El desarrollo como proceso social está dirigido a la creación de
condiciones de bienestar para todos y la plena vigencia de los derechos y
responsabilidades de la ciudadanía. Tiene, por lo tanto, como referencia
fundamental, la búsqueda determinada y conducida por la voluntad social del
bienestar y la equidad.
El dengue constituye un problema creciente de la salud pública del mundo, en Las
Américas y en Cuba. Es considerada la enfermedad vírica más importante trasmitida
por artrópodos, teniendo en cuenta el elevado número de personas que enferman
ante una epidemia. Por otra parte, su reaparición y gravedad están asociadas con
los llamados macrofactores y microfactores, por tanto, es de vital importancia el
ordenamiento sanitario en las viviendas y su entorno, el cual tiene que ser llevado
a cabo por la propia comunidad.
Asimismo, en la mayoría de los países, el control del dengue se basa en respuestas
emergentes ante las epidemias, al no existir un programa que implemente
estrategias integradas para la prevención y control de esta enfermedad, lo que se
debe fundamentalmente a los insuficientes recursos materiales y talentos utilizados,
así como a la falta de voluntad política de los gobernantes de estos países para
enfrentar el problema.
Entre los macrofactores más importante figuran:
a) Los ambientales: Entre estos se incluyen los cambios climáticos, donde se
percibe el incremento del calentamiento global, los fenómenos del Niño y de la Niña,
que influyen en la intensidad y duración de las temporadas de lluvia y huracanes o
provocan intensas sequías y daños a la biodiversidad, además de que causan
alteraciones en los ecosistemas y se crean las condiciones favorecedoras de la
expansión y diseminación de los organismos patógenos y sus vectores. MEDISAN
2012; 16(9):1431.
b) Los sociales: Están relacionados con el crecimiento poblacional, las migraciones
y la urbanización no controlada, que provoca el crecimiento de las ciudades, de
modo que aparecen cinturones de pobreza con viviendas de características no
adecuadas; falta de servicios básicos, especialmente los relacionados con el
suministro de agua, lo cual obliga a la población a guardarla en condiciones
inadecuadas y a utilizar cualquier tipo de recipiente sin la debida protección; y la
eliminación de residuales líquidos y sólidos.
c) El modo de actuación: Tiene que ver con el comportamiento humano y con la
práctica de hábitos y costumbres, lo cual determina, en ocasiones, las condiciones
en que vive el vector del virus del dengue, por ejemplo: el depósito de ofrendas
espirituales en vasos y copas con agua, debido a determinadas creencias religiosas,
así como la utilización de recipientes para la alimentación de animales de corral y
domésticos, por citar algunos.
Por otra parte, los microfactores dependen de:
a) Las características del virus
b) La presencia del mosquito
c) La relación estrecha con el hombre, pues en grandes conglomerados hay más
probabilidades de propagación por el mayor número de personas posibles a picar.
d) La creciente resistencia a los insecticidas que hace que su tasa de supervivencia
sea mayor.
El impacto económico del dengue no ha sido evaluado, pero por la magnitud de las
poblaciones afectadas, los gastos médicos para la hospitalización de los pacientes,
la pérdida de productividad de la población activa afectada, el incremento de los
servicios de salud, la implementación de medidas de emergencia para el control del
vector y la disminución del turismo como resultado de publicidad negativa, se
considera elevado. La provincia de Santiago de Cuba presenta una alta infestación
por el mosquito Aedes aegypti, sobre todo en el municipio cabecera, que ha sido
afectado por diferentes epidemias de dengue y dengue hemorrágico.
El conocimiento de los factores que inciden en el mantenimiento del mosquito
permite trazar nuevas estrategias de intervención para erradicar el mosquito,
disminuir los costos en recursos para combatirlo, eliminar la posibilidad del
surgimiento de una epidemia y mejorar la calidad de vida de la población.
Cabe destacar que este mosquito es una especie principalmente diurna, con mayor
actividad a media mañana y poco antes de oscurecer, con una elevada
antropofagia, hábitos domésticos, que vive y deposita sus huevos en las paredes
de los recipientes donde se acumula el agua y, de hecho, ahí se desarrollan sus
larvas. Esto ocurre tanto en los alrededores como en el interior de las viviendas y
centros laborables, no solo se encuentran en recipientes utilizados para el
almacenamiento de agua para las necesidades domésticas, sino también en
jarrones, neumáticos y otros objetos que puedan retener agua estancada, por lo que
suele afirmarse: “el mosquito que pica es el mismo que el individuo ha criado”.
Solo se desplazan a unos 100 m, pero si la hembra no encuentra un lugar adecuado
de ovoposición, puede volar hasta 3 km. El período que transcurre entre la toma de
sangre, maduración y puesta de huevos se conoce como ciclo gonadotrófico, la
cantidad de sangre ingerida en cada toma por una hembra (que es la que pica) es
de MEDISAN 2012; 16(9): 1432 2,5 a 3 mg, que corresponde a uno y medio 2 veces
su peso. El contenido proteico de la sangre es indispensable para la maduración de
los huevos, por lo que puede tomar sangre de más de un hospedero. La digestión
se realiza en 72 horas aproximadamente, en lugares oscuros y protegidos y puede
vivir alrededor de 30 días donde realizará hasta 10 ciclos gonadotróficos, podrá
picar a decenas de personas y poner cientos de huevos; el ciclo de huevo a
mosquito adulto dura entre 7 y 10 días.9
En algunos estudios han sido identificados los lugares más frecuentes donde se cría
el Aedes aegypti, entre estos figuran: tanques de agua en buen o mal estado, pero
sin hemerticidad, neumáticos en desuso, cisternas, tinajas, bidones de todo tipo,
macetas o los platos que suelen colocarse debajo de ellas, latas de conservas,
frascos de boca ancha, floreros, tazas, vasos o frascos rotos, trozos de botellas que
conserven superficies cóncavas, tapas, así como cualquier otra vasija que se
encuentre en las viviendas o sea arrojada en basurales y microvertederos, lo cual
propicia la retención de agua de lluvia o del riego de plantas de jardín; otros autores
señalan la detección del vector en criaderos no habituales como zanjas y estanques
con aguas sucias, que puede predecir un cambio de hábitat de este, lo que hace
más difícil su control.
El conocimiento de los elementos que constituyen factores de riesgo para la
proliferación de este vector, permite evaluar oportunamente las acciones a realizar
y modificar así aquellos que son susceptibles al cambio.
La participación social es el instrumento privilegiado de una democracia, concebida
como un régimen de convivencia de diálogo y de negociación social para la solución
de los conflictos de interés entre los diversos grupos y actores de la sociedad, en la
búsqueda de un proyecto común para el desarrollo de la comunidad. Esta aspira a
establecer nuevas formas de relación que incluya a todos los actores sociales y
brinda los conocimientos necesarios para tomar parte e impulsar procesos que
persigan alcanzar el bienestar colectivo a través de la solución de conflictos.
Permite, además, la ruptura de la asimetría existente entre los servicios
institucionales de salud y las comunidades, lo que significa democratizar el saber y
ampliar los espacios de decisiones de quienes han sido tradicionalmente excluidos
de la posibilidad de influenciar determinaciones, en materia de salud, por fuera del
indicador familiar.
En diferentes investigaciones sobre el ciclo de vida del vector y la evolución del
dengue, entidad clínica más frecuente transmitida por el Aedes aegypti, se ha
demostrado que la población debe desarrollar diferentes acciones para evitar la
picadura del mosquito dentro y fuera de su domicilio, con el uso de repelentes, ropas
oscuras y mosquiteros, entre otras; pero su accionar debe estar encaminado
fundamentalmente a la búsqueda de posibles criaderos en el domicilio y destruirlos,
con la autoinspección de la familia y colectivos laborales, con una periodicidad
semanal en los locales y sus alrededores, lo cual se conoce con el nombre de
autofocal familiar.
• Principales actividades a desarrollar
1. Colocar tapas bien ajustadas en los depósitos de agua para evitar que los
mosquitos pongan allí sus huevos; si estas no ajustan bien, el mosquito podrá entrar
y salir.
2. Tapar fosas sépticas y pozos negros, obturar bien la junta a fin de que los
mosquitos no puedan establecer sus criaderos. MEDISAN 2012; 16(9): 1433
3. En la basura y los desechos abandonados en torno a las viviendas se puede
acumular el agua de lluvia, por lo que se debe desechar ese material o triturarlo
para luego enterrarlo o quemarlo, siempre que esté permitido.
4. Limpiar periódicamente los canales de desagüe.
La vivienda es uno de los escenarios más importantes donde la salud pública se
construye, es un espacio de participación por excelencia, el cual se trata con redes
de apoyo, es el lugar donde las personas realizan su actividad en el proceso de
interacción con otras personas, unidas en las diferentes comunidades sociales en
las condiciones de un medio social dado.
Se ha demostrado que la existencia de criaderos de mosquitos Aedes aegypti
constituye un riesgo para las personas que conviven con él, ya que su proliferación
y la picada a una persona infectada puede provocar el surgimiento de una epidemia
de gran magnitud, de ahí la importancia de su erradicación. Toda vez que se conoce
que un riesgo es la probabilidad de sufrir un daño, enfermedad o muerte en
presencia de determinadas circunstancias, que inciden en una persona, grupo de
personas, comunidad o ambiente, se expresa la posibilidad de que un daño puede
o no ocurrir. También se define como el conjunto de condiciones anormales que
pudieran producir un efecto dañino sobre el individuo, en correspondencia con la
exposición a los agentes causales.
Un factor de riesgo es cualquier fenómeno físico, químico, biológico o psicosocial,
o alguna enfermedad anterior al efecto que se esté estudiando, que por su presencia
o ausencia esté relacionado con esta y confiere al individuo un grado variable de
susceptibilidad.
Existen diferentes clasificaciones: los individuales que son peculiares al individuo,
colectivos o ambientales que afectan a las comunidades y pueden depender de la
naturaleza, los componentes ecológicos y otros ambientes especiales donde se
desenvuelve el individuo en sus actividades cotidianas; otros autores lo relacionan
con el origen de estos, a saber: biológicos, socioeconómicos, socioculturales,
económicos y ambientales.
Cuando se identifican los factores de riesgo, se mejoran las condiciones
ambientales, puesto que se fortalecen las capacidades técnicas para recolectar y
analizar las dificultades ambientales y aplicar los resultados para resolver los
problemas existentes; 21, 22 asimismo, se ponen en función las capacidades
gerenciales entre organizaciones para mejorar la discusión de dichos problemas, de
manera que se puede educar a la población sobre los aspectos que afectan su salud
y permite establecer mecanismos para la participación comunitaria en el proceso de
toma de decisiones, con el establecimiento de prioridades, así como la asignación
de los recursos financieros y talentos humanos que estarán en función de manejar
en forma efectiva las estrategias que solucionen los problemas ambientales ya
identificados.
En cuanto a la eliminación del mosquito Aedes aegypti y la prevención del dengue,
las autoridades comunitarias deben garantizar un adecuado abastecimiento de
agua potable, lo cual es esencial, ya que su escasez obliga a la población a
guardarla en depósitos que se convierten en criaderos de mosquitos, así como
también desarrollar un sistema eficaz de recolección de residuos para eliminar
posibles criaderos artificiales, establecer visitas domiciliarias cuando sea necesario,
donde los visitadores enseñen a los miembros de la familia a impedir que los
mosquitos proliferen (promoción de salud) y efectuar campañas de educación
sanitaria con las que se MEDISAN 2012; 16(9):1434 explique a la comunidad la
naturaleza de la enfermedad y las medidas que hay que tomar para combatirla.
El uso del enfoque de riesgo, con sus 6 componentes, es muy útil para trazar
estrategias de intervención con vistas a solucionar los problemas identificados
previamente, pues no toma en consideración si las causas que provocan un daño a
la salud son médicas, políticas, económicas o intersectoriales.
COMPONENTES DEL ENFOQUE DE RIESGO
- Factor de riesgo: Atributo o circunstancia detectable en individuos, en grupos o en
el ambiente, asociada con la probabilidad incrementada de experimentar un daño a
la salud, eventos o fenómenos de cualquier naturaleza a los cuales se expone en
su ambiente.
- Marcador de riesgo: Son las características personales o del medio, no
controlables pero que definen personas vulnerables. - Indicador de riesgo: Es la
variable o condición cuya presencia pone de manifiesto la existencia de un daño a
la salud, la presencia temprana o tardía de la enfermedad.
- Signo de riesgo: Es el factor exógeno o endógeno ligado a la afección en forma
significativa, como la presencia de enfermedad en estadios tempranos.
- Grupo de riesgo: Individuos que poseen determinadas características comunes
que los hacen vulnerables a padecer una o varias enfermedades o daños.
- Factor de protección: Factores personales o ambientales que tienen un efecto
independiente positivo, en términos de reducir la probabilidad de enfermar o morir.
Teniendo en cuenta los conocimientos sobre el enfoque de riesgo y las
características del mosquito Aedes aegypti en cuanto a su desarrollo, si se aplica a
la enfermedad dengue puede considerarse:
- Factor de riesgo: Existencia de tanques desprotegidos y depósitos artificiales,
dentro o fuera de las viviendas y/o centros laborales.
- Marcador de riesgo: Existencia de focos de mosquitos, con índices superiores a
los permisibles.
- Indicador de riesgo: Aparición de casos febriles en áreas de elevada infestación
por mosquitos Aedes aegypti.
- Signo de riesgo: Dolores óseos en la población febril.
- Grupo de riesgo: Población que vive en manzanas con elevada infestación por
dicho mosquito.
- Factor de protección: Realización del autofocal familiar, lo que eliminaría los
posibles criaderos del vector. MEDISAN 2012; 16(9): 1435
CONCLUSIONES
El conocimiento y aplicación del enfoque de riesgo es vital en las diferentes
entidades clínicas, sobre todo en las infecciosas como el dengue, donde la
participación intersectorial y comunitaria es definitoria para garantizar la eliminación
del vector transmisor.
Al tener en cuenta los macrofactores y microfactores relacionados con el mosquito
Aedes aegypti, además de los síntomas y signos que caracterizan a las personas
afectadas, se pueden trazar estrategias de intervención que permitan modificar o
eliminar los factores de riesgo ya definidos y susceptibles, así como detectar a
tiempo los posibles casos para evitar la propagación del dengue.
https://www.medigraphic.com/pdfs/medisan/mds-2012/mds129n.pdf
Qué es
El dengue es una enfermedad vírica que se transmite a través de un mosquito. Este
virus es muy común en las áreas cálidas y húmedas del mundo.
Causas
El virus del dengue se propaga por mosquitos hembra, principalmente de la especie Aedes
aegypti y en menor medida A. albopictus. Además, estos mosquitos también transmiten la fiebre
chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de Zika.
Síntomas
Los síntomas del dengue se inician después de un período de incubación que puede variar de cinco
a ocho días tras la picadura y las personas suelen presentar:
Fiebre alta.
Náuseas y vómitos.
Erupción en la piel.
Debilidad general.
Tos.
Dolor de garganta.
Prevención
Desde la Organización Mundial de la Salud(OMS) afirman que la única manera para controlar o
prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores:
Es fundamental mantener el ordenamiento del medio ambiente para evitar que los mosquitos
encuentren lugares donde depositar sus huevos.
Limpiar y vaciar cada semana los recipientes en los que se almacena agua para el uso doméstico.
Además, aplicar insecticidas adecuados a los depósitos en los que guarda agua a la intemperie.
Por otro lado, se debe utilizar mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga larga y los
materiales tratados con insecticidas y vaporizadores.
Tipos
El dengue clásico que no suele presentar muchas complicaciones, ya que el organismo tiende a
recuperarse por completo con los cuidados adecuados.
El dengue hemorrágico que está causado por los sereotipos Den 1, Den 2, Den 3 y Den 4, cuyo
período de incubación es de entre cinco y ocho días. Es una manifestación severa y puede causar
la muerte del paciente porque pueden aparecer taquicardias, dolor en los huesos, hemorragias,
alteración de la presión arterial, insuficiencia circulatoria o deshidratación.
Diagnóstico
Existen varios exámenes que se pueden hacer para diagnosticar esta afección, como un examen de
laboratorio para medir el nivel de anticuerpos a través de una muestra de sangre, un hemograma
completo o pruebas de la función hepática.
Tratamientos
Los expertos afirman que no hay tratamiento específico para el dengue. No obstante, es esencial
la asistencia por parte de los médicos y enfermeras que tienen experiencia con los efectos y la
evolución de la enfermedad, para salvar vidas y reducir las tasas de mortalidad.
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/viajero/dengue.html
MODO DE PREVENCIÓN
Dengue Clásico:
Fiebre alta.
Dolor de cabeza en la zona frontal.
Dolor detrás de los ojos que se incrementa con los movimientos oculares.
Dolores musculares y articulares.
Falta del apetito.
Erupción de máculas (pequeñas erupciones en la piel).
Náuseas y vómitos.
Dengue Hemorrágico:
Cruz Roja Guatemalteca recomienda a la población aplicar las medidas preventivas para
evitar la transmisión de esta enfermedad. Ante la aparición de cualquiera de sus síntomas
diríjase al Centro de Salud más cercano.
https://www.cruzroja.gt/noticias/dengue-prevencion-y-sintomas/
Todos los días podemos hacer algo para prevenir los criaderos del mosquito
transmisor de zika, dengue y chikungunya. Todos los objetos que acumulen agua
pueden ser un posible lugar donde se crien mosquitos. Conocé las simples acciones
que podés realizar de lunes a domingo, repetilas semanalmente y cada vez que
llueva.
Lunes
Damos vuelta y cambiamos todo lo que acumule agua: los objetos que acumulan
agua en tu casa pueden tener huevos de mosquito. Por eso es importante vaciarlos,
lavarlos bien y dejarlos secos, siempre dados vuelta o bajo techo.
Martes
Cambiamos el agua de floreros y bebederos: en cualquier objeto que contenga
agua, el mosquito puede poner huevos. Por eso, si tenés floreros o bebederos de
agua para mascotas, es importante que los vacíes, los laves y los vuelvas a llenar
día por medio.
Miércoles
Cepillamos y lavamos las cámaras de los desagües: este es uno de los lugares
preferidos del mosquito. Por eso es importante que las cepillemos y limpiemos con
frecuencia.
Jueves
Tapamos los tanques de agua: si tenés en tu casa un tanque o cisterna que acumule
agua en el exterior, tapalo completamente. Y si no podés taparlo, ponele un
mosquitero.
Viernes
Tiramos todo lo que no usamos: en los espacios al aire libre siempre acumulamos
cosas que quizás no necesitamos. Esas cosas son ideales para que el mosquito
ponga sus huevos. Hoy juntá todo lo que no uses, ponelo en una bolsa y sacalo
para que lo retire el recolector.
Sábado
Cortamos el pasto: todos los lugares que conserven agua pueden ser un criadero
del mosquito. Por eso, si tenés un lugar al aire libre con pasto, mantenelo corto, dejá
la superficie limpia y revisá que no tengas plantas con agua acumulada en las hojas.
Domingo
Liberamos canaletas: si tenés una canaleta al aire libre, liberala de hojas y tierra
para que circule el agua. Después cepillá los bordes y revisá que tenga bien la
inclinación para drenar.