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Tema 2: La educación especial en la LOGSE y su desarrollo normativo.

El
concepto de alumno con Necesidades Educativas Especiales.

1. Introducción.
2. La atención a la diversidad en las leyes en vigor.
3. Conclusión
1. Introducción.
El tema que nos ocupa es de una importancia radical a la hora de entender la Atención a la
Diversidad que se lleva hoy en día en nuestras escuelas, bajo un modelo de inclusividad.
Asimismo, la normativa legal vigente, nos aporta datos sustanciales sobre las funciones propias
de nuestra figura como maestros y maestras de Audición y Lenguaje. Así pues desarrollaremos
los puntos exigidos por el epígrafe, comenzando con la Educación Especial en la normativa legal
vigente, tanto a nivel curricular como en la que a la normativa de Atención a la Diversidad se
refiere, para finalizar con el concepto de alumnos y alumnas con necesidades educativas
especiales.

No obstante, antes de comenzar el desarrollo de los puntos del epígrafe, queremos hacer una
puntualización: nos encontramos en un momento de cambio normativo frente a lo que se exige en
el epígrafe, ya que, la Ley Orgánica 1/1990 de 3 de Octubre de Ordenación General del Sistema
Educativo (LOGSE) fue derogada en virtud de la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de Mayo de
Educación (LOE) y puntos de esta última han sido modificados por la Ley Orgánica 8/2013 de 9
de Diciembre para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Por tanto, nos parece adecuado,
más que incidir expresamente en la LOGSE, centrarnos en la normativa actual vigente.

Así pues, comenzamos el desarrollo del epígrafe analizando su primer punto: LA EDUCACIÓN
ESPECIAL EN LA NORMATIVA VIGENTE. En este sentido queremos concretar que la
Educación Especial ha evolucionado de un modelo integrador a un modelo inclusivo, es decir, de
los años ochenta a esta parte hemos pasado por un modelo exclusivo que no integraba a
alumnos con necesidades educativas en los centros ordinarios, a un modelo exclusivo pero que sí
integraba a alumnos y alumnas, encontrándonos ahora en un modelo inclusivo en el que nadie es
excluido. La diferencia, por tanto, entre integración e inclusión es que en la integración se
presupone que hay una población que integra y otros que son integrados. El modelo inclusivo de
la LOE supone una escuela para todos, nadie integra a nadie, la escuela es para todos y de

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todos. Esta evolución terminológica, filosófica y funcional ha sido concretada a través de las
diferentes disposiciones legales.
Veamos a continuación las aportaciones que dichas disposiciones legales han supuesto en el
terreno de la Educación Inclusiva. En este sentido, podemos afirmar que la LOGSE promulgada
en 1990, fue la primera ley educativa que concretó la integración del alumnado con necesidades
educativas especiales en la escuela ordinaria. Propugnaba un modelo de escuela abierta a la
diversidad y lo suficientemente flexible como para ofrecer la respuesta educativa más ajustada a
cada alumno y alumna. Con esta intención garantizó, en sus artículos 36 y 37, la provisión de los
recursos personales y materiales necesarios para tal fin. Fue la primera ley educativa española
que garantizó un único sistema educativo para todos y todas. El proceso de escolarización de los
alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales se ha regido hasta el momento por
los principios de normalización e integración (este último sustituido en los últimos años por el de
inclusión). De tal forma que, exclusivamente cuando estas necesidades no puedan ser satisfechas
en un centro ordinario, los alumnos y alumnas se escolarizarán en aulas o centros de Educación
Especial.

Tanto la LOGSE como la LOE y la LOMCE tienen dentro de sus objetivos la igualdad de
oportunidades y la atención a la diversidad, garantizando: recursos personales y materiales,
cualificación del profesorado, identificación y valoración temprana de las necesidades educativas
especiales, atención educativa ajustada a las necesidades educativas especiales en el marco de
un currículo abierto y participación de la familia. Diferentes disposiciones legales desarrollan los
principios sustentados en las mismas regulando los aspectos organizativos y funcionales
necesarios para planificar la acción educativa y ponerlas en marcha.

Así, la organización de la Educación Especial, entendida hoy en día como educación inclusiva, se
desarrolla fundamentalmente a través de las siguientes normativas, que dividiremos en tres
grandes bloques: uno destinado a las leyes en vigor, otro a su desarrollo curricular y otro
específico de atención a la diversidad. Pasamos a su desarrollo.

2. La atención a diversidad en las Leyes en vigor.

La Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación (LOE) específica los siguientes aspectos en
relación con la atención a la diversidad:
▪ En su Preámbulo, se concreta la necesidad de atender a la diversidad de alumnado que hay
en cualquiera de las etapas de una manera adecuada a sus necesidades y por medio de una
respuesta de calidad.
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▪ En su capítulo I se establecen como principios a destacar: la calidad de la educación para
todos, la equidad que garantice la igualdad de oportunidades, la inclusión educativa, la no
discriminación y la flexibilidad para adecuar la educación a la diversidad de necesidades del
alumnado.
▪ En el título II se entiende que la adecuada respuesta educativa a todos los alumnos y
alumnas debe concebirse a partir del principio de inclusión, garantizando así el desarrollo de
todos, y favoreciendo la equidad y contribuyendo a una mayor cohesión social. Asimismo, en
este título se hace especial hincapié en la compensación de desigualdades a través de
programas específicos. Abre el término de necesidades educativas especiales a
“necesidades específicas de apoyo educativo” incluyendo, dentro de éste a: los alumnos con
altas capacidades, los que se han incorporado tardíamente al sistema educativo, los que
presentan dificultades de aprendizaje u otras condiciones personales y a los que presentan
necesidades educativas especiales por discapacidad o trastornos de la conducta. Es decir,
las personas con discapacidad son uno más entre la amplia variedad de alumnado que se
escolariza en el sistema ordinario. Dentro de los recursos, se garantiza que las
Administraciones educativas “dispondrán del profesorado de las especialidades
correspondientes y de profesionales cualificados, así como de los medios y materiales
precisos para la adecuada atención a este alumnado” (art.72.1). El docente supone una de
las claves para que la inclusión se lleve a cabo en toda su esencia, sin su formación y su
motivación, no es posible llevarla a efecto.

La Ley Orgánica 8/2013 de 9 de Diciembre para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE)


especifica los siguientes aspectos en relación con la atención a la diversidad:
▪ En su Preámbulo considera que sólo un sistema educativo de calidad, inclusivo, integrador y
exigente, garantiza la igualdad de oportunidades
▪ En su artículo 1 se garantiza la igualdad de oportunidad a través de la educación inclusiva, la
igualdad de derechos y oportunidades y la accesibilidad universal como elemento
compensador de desigualdades
▪ En su artículo 20 establece que se prestará especial atención durante la etapa a la atención
personalizada del alumnado, la realización de diagnósticos precoces y el establecimiento de
mecanismos de refuerzo para lograr el éxito escolar
▪ En su artículo 59 se añade una sección cuarta dentro del capítulo I del título II de la LOE y un
artículo 79 bis en el que se incluye al alumnado con dificultades específicas de aprendizaje,
estableciendo la necesidad de valorar tempranamente sus necesidades y la escolarización bajo
los principios de normalización e inclusión, asegurando la no discriminación

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No obstante, lo establecido en las Leyes se va a ver desarrollado en una serie de referencias
normativas que pasamos a desarrollar.

2.2 La atención a la diversidad en la normativa de carácter curricular

EDUCACIÓN INFANTIL

El Real Decreto (RD) 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas
mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil (en su artículo 8) y el Decreto 17/2008 de 6 de
marzo por el que se desarrollan para la Comunidad de Madrid las enseñanzas de la Educación
Infantil (en su artículo 17) establecen la intervención educativa debe contemplar como principio
la diversidad del alumnado, adaptando la práctica educativa a las características personales,
necesidades, intereses y estilo cognitivo de los niños y niñas, dada la importancia que en estas
edades adquieren el ritmo y el proceso de maduración. Para ello, las administraciones
educativas establecerán procedimientos que permitan identificar aquellas características que
puedan tener incidencia en la evolución escolar de los niños y niñas. Asimismo, facilitarán la
coordinación de cuantos sectores intervengan en la atención de este alumnado. Los centros
adoptarán las medidas oportunas dirigidas al alumnado que presente necesidad específica de
apoyo educativo y atenderán a los niños y niñas que presenten necesidades educativas
especiales buscando la respuesta educativa que mejor se adapte a sus características y
necesidades personales.

EDUCACIÓN PRIMARIA

El RD 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de Primaria


concreta los siguientes aspectos en relación con la atención a la diversidad:
El artículo 9 establece la atención individualizada, concretando que se pondrá especial énfasis
en la atención a la diversidad de alumnado, en la prevención de las dificultades de aprendizaje
y en la puesta en práctica de mecanismos de refuerzo (tanto organizativos como curriculares)
tan pronto como se detecten las mismas. Asimismo incide en la realización de diagnósticos
precoces y en la necesidad de la atención personalidad a las necesidades individuales. Como
medidas específicas se concretan: apoyo en grupo ordinario, agrupamiento flexible y
adaptaciones curriculares.
El artículo 10 relativo a los elementos transversales, establece que las Administraciones
educativas fomentarán la calidad, equidad, la igualdad de oportunidades e inclusión educativa
de las personas con discapacidad, la igualdad de oportunidades y la no discriminación,
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concretando medidas de flexibilización, alternativas metodológicas, adaptaciones curriculares y
accesibilidad universal y diseño para todos.

El artículo 14 relativo al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo:


▪ Amplía el Título II de la LOE incluyendo a alumnado con dificultades específicas de
aprendizaje y con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
▪ Concreta que se establecerán las medidas más adecuadas para adaptarse a las
necesidades de este alumnado, desarrollando los procedimientos oportunos para realizar
adaptaciones significativas y de acceso al currículo buscando el máximo desarrollo posible
de las competencias básicas.
▪ La identificación, valoración e intervención de las necesidades educativas de este alumnado
se realizará de la forma más temprana posible
▪ La escolarización de este alumnado se regirá por los principios de normalización e inclusión
y asegurará su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y permanencia en el
sistema educativo.

Por su parte en Decreto 89/2014, de 24 de julio por el que se establece para la Comunidad de
Madrid el Currículo de la Educación Primaria, concreta la atención a la diversidad en su artículo
17, especificando que se deberán valorar tempranamente sus necesidades y se deberán
establecer las medidas oportunas para que todos los alumnos alcancen el adecuado nivel en
las competencias del currículo, así como los objetivos establecidos con carácter general para la
Educación Primaria.

En cualquier caso y en cualquier etapa, las medidas de atención a la diversidad que adopte
cada centro formarán parte de su Proyecto Educativo, concretamente dentro del Plan de
Atención a la Diversidad del mismo.

2.3 La atención a la diversidad en la normativa específica.

Destacamos la normativa que, hoy en día, se encuentra en vigor, siendo esta normativa que vino
a desarrollar en su momento aspectos básicos de LOGSE, LOE y LOMCE, tanto a nivel estatal
como la específica de la Comunidad de Madrid.

Real Decreto 696/95 de 28 de Abril, que regula los aspectos relativos a la ordenación, la
planificación de recursos y la organización de la atención educativa del alumnado que presenta
necesidades educativas especiales. Establece que para su adecuada atención es preciso adoptar
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una serie de medidas que garanticen la calidad de la enseñanza en los diferentes niveles y
modalidades educativas. Entiende que, dentro de este tipo de alumnado se encuentran: alumnos
y alumnas con altas capacidades intelectuales, con discapacidad (física, psíquica o sensorial) y
con condiciones socioculturales que generen dificultades de aprendizaje significativas. Los puntos
principales a destacar en este Real Decreto son los siguientes:

▪ La necesidad de una evaluación psicopedagógica que establezca la modalidad educativa y las


medidas de apoyo y adaptación curricular necesarias
▪ Los tipos de centros apropiados para cada alumno o alumna sobre la base de sus
necesidades, estableciendo los siguientes tipos de centros: de integración, de integración
preferente y de educación especial
▪ La edad de escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales se regirá por
lo establecido con carácter general, es decir, la escolarización obligatoria se extenderá entre los
seis y los dieciséis años
▪ La Administración Educativa garantiza la provisión de recursos personales que atiendan a este
alumnado y entre ellos destaca: maestros y maestras especialistas en Educación Especial, en
Audición y Lenguaje, Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEPs) para
Infantil y Primaria y Departamentos de Orientación, para Secundaria y centros de Educación
Especial.

Orden Ministerial de 14 de Febrero de 1996 sobre procedimiento para la realización de la


Evaluación Psicopedagógica y el Dictamen de Escolarización y criterios de escolarización de
los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales, ORDEN 1493/2015, de 22 de
mayo, de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, por la que se regula la evaluación y la
promoción de los alumnos con necesidad específica de apoyo educativo, que cursen segundo ciclo de
Educación Infantil, Educación Primaria y Enseñanza Básica Obligatoria, así como la flexibilización de la
duración de las enseñanzas de los alumnos con altas capacidades intelectuales en la Comunidad de
Madrid. Entienden la evaluación psicopedagógica como un proceso de recogida, análisis y
valoración de la información relevante sobre los distintos elementos que intervienen en el
proceso de enseñanza y aprendizaje, para identificar las necesidades educativas de determi-
nados alumnos y alumnas que presentan o pueden presentar desajustes en su desarrollo
personal y/o académico, y para fundamentar y concretar las decisiones respecto a la propuesta
curricular y al tipo de ayudas que aquellos pueden precisar para progresar en el desarrollo de
las distintas capacidades. Las finalidades básicas de la evaluación son: determinar el tipo de
escolarización, decidir acerca de los apoyos, no promoción extraordinaria, flexibilización y

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adaptaciones curriculares. En definitiva, es necesaria siempre y cuando se pretenda llevar a
cabo una medida extraordinaria.

Orden Ministerial de 14 de Febrero de 1996 sobre evaluación de los alumnos con necesidades
educativas especiales que cursan las enseñanzas de régimen general y ORDEN 3622/2014, de 3
de diciembre, de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, por la
que se regulan determinados aspectos de organización y funcionamiento, así como la evaluación y los
documentos de aplicación en la Educación Primaria. Vienen a concretar como elemento fundamental
que la evaluación de los aprendizajes del alumnado con necesidades educativas especiales en
aquellas áreas o materias que hubieran sido objeto de adaptaciones curriculares significativas, se
efectuará tomando como referencia los objetivos y criterios de evaluación fijados para ellos en las
adaptaciones correspondientes.

Resolución de 25 de Abril de 1996 por la que se regula la elaboración del proyecto curricular de la
Enseñanza Básica Obligatoria en los centros de educación especial. Esta resolución viene a
concretar que el currículo de referencia en los centros de educación especial será el de la
Educación Primaria en todas sus áreas, pudiendo dar cabida a las capacidades de otras etapas,
de acuerdo con las necesidades de los alumnos y alumnas escolarizados en cada centro. En los
centros de Educación Especial, no tiene por qué hablarse de Primaria y Secundaria sino de EBO
(Educación Básica Obligatoria), que abarcará diez curso. Una vez finalizada la EBO en las edades
establecidas (entre los seis y los dieciséis años) el estudiante podrá incorporarse a un Programa
de Transición a la vida adulta (Orden de 22 de marzo de 1999), siendo, el límite de edad para
poder permanecer escolarizado dentro del sistema educativo, de veintiún años.

Resolución de 21 de Julio de 2006 por la que se dictan instrucciones para la organización de las
actuaciones de compensación educativa en centros de la Comunidad de Madrid para proporcionar
una respuesta educativa adecuada y de calidad al alumnado que se encuentra en situaciones
personales, sociales, económicas y culturales desfavorecidas mediante el establecimiento de
acciones de compensación educativa con la finalidad de facilitar la consecución de los objetivos
de la enseñanza básica.

Instrucciones de 19 de Julio de 2005 relativas a la elaboración y revisión del Plan de Atención a la


Diversidad, concretando éste como el conjunto de actuaciones, adaptaciones al currículo,
medidas organizativas, apoyos y refuerzos que un centro diseña, selecciona y pone en práctica
para proporcionar, tanto al conjunto del alumnado del centro la respuesta mas ajustada a sus
necesidades educativas generales y particulares, como a las propias dificultades que puede
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suponer la enseñanza de ciertas áreas o materias, intentando prevenir posibles dificultades de
aprendizaje. Asimismo, estas instrucciones establece las líneas genéreles y procedimientos de
elaboración del mismo así como los elementos que lo integran

Otras disposiciones que queremos destacar por su relevancia en el campo que nos ocupa, son las
siguientes:

▪ Orden de 9 de Diciembre de 1992, Resolución de 28 de julio de 2005 y Resolución de 17 de


Julio de 2006, que vienen a establecer la estructura y funciones de la orientación educativa y
psicopedagógica en educación infantil, primaria y especial de la Comunidad de Madrid y
concreta la necesidad de coordinación de los EAT y los EOEP y con otros servicios del
sector como Departamentos de Orientación de Institutos y de centros de educación especial
y con servicios de salud mental. Asimismo, establece las funciones del especialista en
Audición y Lenguaje.

▪ Resolución de 29 de Abril de 1996, que viene a establecer la organización de los


Departamentos de Orientación en los Institutos de Enseñanza Secundaria y las funciones de
sus miembros, estando dentro las los mismos la figura del maestro o maestra de Audición y
Lenguaje.

▪ Circulares a centros y equipos y a departamentos de orientación para diferentes cursos


escolares, que establecen que los recursos y las medidas para atender a la diversidad de
cada centro, así como los criterios de selección del alumnado para las mismas, tendrán que
ser contemplados en el Plan de Atención a la Diversidad de cada centro.

Una vez realizada la revisión normativa, pasamos al siguiente punto concretado por el epígrafe.
CONCEPTO DE ALUMNADO CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES. Podemos
afirmar que el término de alumnos con necesidades educativas especiales se introdujo por
primera vez en España, tras la aprobación de la LOGSE y en la normativa que la desarrolla para
salvaguardar y garantizar una respuesta educativa ajustada para aquellos alumnos y alumnas
que, por sus particulares circunstancias, están en desventaja y tienen mayores dificultades para
beneficiarse de la educación escolar.

No obstante, este término, aparece por primera vez en el informe de Warnock en 1978 y en estos
momentos preside los cambios que se han efectuado a la hora de abordar la Educación Especial
en muchos países de Europa. Es un término que tiene su origen en la Educación Especial, en el
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intento de evitar, en parte, el amplio conjunto de efectos negativos que ha tenido y tiene el uso de
las "etiquetas" en la educación de sujetos con alteraciones o discapacidades físicas, psíquicas o
sensoriales. Con este nuevo concepto se intenta poner énfasis en la respuesta educativa que los
alumnos y alumnas precisan y no centrarse en las limitaciones y carencias que presentan. Este
término se verá reflejado por primera vez en la Ley de Educación de Reino Unido en 1981,
planteando una respuesta educativa a todas las necesidades, tanto de carácter temporal como
permanente que pudiera presentar cualquier alumno/a a lo largo de su escolaridad, sobre la base
de un currículo igual para todos, con las adaptaciones precisas en cada caso.

Según define el Centro Nacional de Recursos para la Educación Especial (CNREE): "un alumno
presenta necesidades educativas especiales, si por cualquier causa, tiene dificultades de
aprendizaje, mayores que el resto de los alumnos, para acceder a los aprendizajes que se
determinan en el currículo que le corresponde por su edad, de forma que requiere, para
compensar dichas dificultades, adaptaciones de acceso y/o adaptaciones significativas en varias
áreas de ese currículo". (CNREE, 1992,: 20). Podemos considerar, por tanto, que un alumno o
una alumna presenta necesidades educativas especiales si, en líneas generales, “presenta algún
problema de aprendizaje a lo largo de su escolarización, que demanda una atención más
específica y mayores recursos educativos de los necesarios para los compañeros de su edad”
(Marchesi y Martín, 1990: 19)

Por lo tanto, el concepto de necesidad educativa especial sustituye en su concepción al término


de alumno deficiente, minusválido, incapacitado... y pone énfasis en dos aspectos fundamentales:
en los procesos de aprendizaje y en la respuesta o provisión educativa que requiere ese alumno o
alumna. La consideración de que un alumno o alumna presenta necesidades educativas
especiales empieza cuando se considera que tales dificultades no son solamente mayores que las
del resto de sus compañeros, sino que también ha agotado todas las medidas ordinarias que el
sistema educativo pone a su alcance para lograr los objetivos y fines marcados en el currículo.
Como características básicas de estas necesidades podemos destacar su carácter interactivo y
relativo, lo que implica tener en cuenta las características del entorno.

Profundizando en el concepto de necesidad educativa especial, según establece el RD 696/95,


podemos concretar que la hay cuando altas capacidades intelectuales, discapacidad (física,
psíquica o sensorial), condiciones socio-culturales, o bien el retraso particular en el desarrollo que
afecta a un área en concreto y que afectan al aprendizaje hasta el punto que es necesario
modificar algunos o todos los accesos al currículo, o, modificar los elementos mismos del
currículo. Las necesidades que pueden presentar los alumnos y alumnas pueden ser de muy
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diverso tipo, no siendo aconsejable establecer categorías entre las personas según la necesidad
educativa que puedan presentar, y por tanto, los recursos que pueden precisar. Al contrario, lo
que debe preocuparnos son las condiciones que afecten al desarrollo personal de los alumnos y
alumnas y que justifican la provisión de determinadas ayudas o servicios educativos menos
frecuentes.

Tras la probación de la LOE, se estableció, en su Titulo II, un nuevo concepto de este tipo de
alumnado, dando paso a un nuevo término: alumnos con necesidades específicas de apoyo
educativo (ACNEAE) introduciendo dentro de éstos tres secciones: alumnado con altas
capacidades intelectuales, alumnado que se han incorporado tardíamente al sistema educativo
español y alumnado con necesidades educativas especiales, dentro de los cuales sigue
contemplándose la discapacidad (física, psíquica y sensorial), así como los trastornos de
conducta. Asimismo, contempla al alumnado que presentan necesidades de apoyo a aquellos que
por sus condiciones personales o de historia académica así lo requieran. La LOMCE mantiene el
término de necesidades específicas de apoyo educativo y añade una cuarta sección relativa a las
dificultades de aprendizaje.

En definitiva, insistimos en la idea anterior: el nuevo concepto de necesidad educativa especial


establece que no es aconsejable fijar categorías entre las personas según el tipo de alteración que
presenten, sino que, lo que debe preocuparnos son las condiciones que afecten al desarrollo
personal de los alumnos y alumnas y que justifican la provisión de determinadas ayudas o
servicios educativos menos frecuentes en el ámbito escolar. Por otro lado, las necesidades
educativas especiales se presentan siempre asociadas a condiciones personales particulares,
fruto de la interacción entre el individuo y su entorno social y físico. En este sentido, por tanto, nos
informan de la existencia de necesidades especiales, tanto los problemas en el desarrollo y las
dificultades de aprendizaje significativamente mayores que la mayoría de sus compañeros, como
determinadas condiciones de riesgo de carácter personal, familiar o social. No obstante, en los
últimos años, estamos asistiendo, dentro del propio modelo de normalización, a un cambio
sustancial de la forma de entender la atención a las necesidades educativas de todos y cada uno
de los alumnos y alumnas escolarizados en el actual sistema. Estamos hablando de la inclusión
educativa (Echeita, 2006), inclusión como lo opuesto a exclusión.

Si seguimos a Stainback y Stainback (2004) este cambio de un modelo integrador a un modelo


inclusivo, se ha llevado a cabo, básicamente por tres razones: porque hay que incluir a todos los
niños y niñas en la escuela y en las aulas, no sólo situarlos en la clase; porque integración supone
reintegrar a alguien a quien se había excluido, no el hecho de no dejar a nadie fuera y porque se
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deben satisfacer las necesidades de cada uno, no sólo de unos pocos. Es decir, el término
inclusión va más allá de la mera normalización, ya que implica, participación de todos, no sólo que
puedan llevar una vida normal, sino que supone su participación activa y la capacidad de elección,
no sólo en la escuela, sino que también trasciende al terreno social de forma más global. Por
tanto, un modelo inclusivo implica unos valores sociales más democráticos y que implican la
participación de todos y todas por lo que resulta imprescindible la aplicación de este modelo
desde la escuela. Es decir, si la escuela no cambia sus formas, no da un giro a su estructura,
organización y claves didácticas, difícilmente podrá haber inclusión, habrá integración, es decir
educación como derecho para todos y como localización de las personas con discapacidad en
centros ordinarios, pero no se seguirá una filosofía inclusiva sin exclusiones de algún tipo.

La inclusividad, por tanto, implica una educación para todos y la participación de todos y todas en
la educación, supone, sin más, una educación de calidad para todo el alumnado, una educación
que dé respuesta a todos de la forma que cada uno precisa, una educación que necesita un
cambio sustancial en la formación del profesorado, un cambio organizativo de la escuela, un
cambio didáctico y metodológico importante, un cambio de actitud, de pensamiento del
profesorado, familia, alumnado y todos aquellos que tienen relación directa con la escuela y que,
sobre todo, precisa ganas y motivación de llevarla a cabo por parte de todos y cada uno de los
implicados.Es decir, hoy por hoy no importa tanto el problema que presente el sujeto, sino la
necesidad educativa que dicho problema produzca, ya que dicha necesidad supondrá una
respuesta educativa ajustada al sujeto en cuestión.

3. Conclusión
En definitiva, nos encontramos hoy en día en nuestro país con una escuela abierta a la
diversidad del alumnado existente, capaz de dar respuesta a todos los alumnos y alumnas en
ella escolarizados por medio de un único sistema educativo próximo al alumno y a su entorno
que pretende, día a día ofrecer una educación de calidad. Como se ha podido comprobar, nos
encontramos en un momento de profundo cambio, no sólo normativo, sino también terminológico
para lo cual el sistema educativo deberá disponer de los recursos y medidas necesarios para este
cometido, para lo que se precisará de un desarrollo normativo amplio y coherente que lo haga
posible.
Hemos dado respuesta a todas las partes del epígrafe del tema. Comenzando por cómo queda
desarrollada en atención a la diversidad en la normativa vigente y terminando con los alumnos de
Necesidades Educativas Especiales.

4. Bibliografía
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- Referencias normativas aportadas en el tema

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