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Qué es y cómo se realiza una pericial psicológica

El siguiente artículo pretende ser una breve introducción a las periciales de tipo psicológico,
siendo útil tanto para los profesionales que quiera empezar a desarrollar su actividad en este
sentido como para quienes deban pasar por este proceso.

Una pericial tiene por objetivo que un especialista en una disciplina concreta emita su juicio
respecto a un tema de su competencia para ser usada esa información en un proceso judicial.
En el caso de una pericial psicológica será por supuesto un psicólogo el que valore una
situación y a unos individuos concretos.

Casos típicos son aquellos en que se deberá valorar la peligrosidad de un individuo o bien las
consecuencias a nivel psicológico que ha tenido una agresión en la víctima. Aún así, el caso
más común es la valoración de la idoneidad para la guarda y custodia de los menores en
procesos de divorcio o separación de los progenitores.

En este tipo de procesos el objetivo del perito será evaluar si los dos padres son aptos para
ejercer como tal o bien alguno de ellos (o ambos) no poseen las aptitudes necesarias para ello.
El resultado más habitual es que ambos progenitores estén capacitados para compartir la
custodia pero también sucede a menudo que sólo uno de ellos la detentará finalmente. En
casos extremos, la guarda y custodia podría recaer sobre terceros, como una familia de
acogida.

Es importante cuando iniciamos las entrevistas y pruebas con los progenitores aclarar que no
se está juzgando su salud mental, ya que no son pocas las personas que no conocen que este
tipo de procedimientos son a día de hoy muy habituales y que sirven para que el juez tenga
más información a la hora de tomar una decisión. No son pocos los evaluados que reaccionan
defensivamente ante esta situación al ser un proceso que desconocen y que les crea ansiedad
la posibilidad de perder a sus hijos. Por ello, para crear un clima de entrevista adecuado es
mejor explicar antes que nada como funciona la pericial y como se procederá el psicólogo
durante esta.

Además, recomendamos incidir en que sean sinceros en sus respuestas. Hemos de tener en
cuenta que como hemos dicho, no serán pocos los evaluados que teman una evaluación
negativa y sus consecuencias de modo que el fenómeno de respuestas que buscan la
deseabilidad social estará más presente que nunca. Esto en parte sucede por la idea
preconcebida de que el perito no tiene medios para conocer si los datos aportados son reales
o no. Lo cierto es que el perito psicólogo tiene acceso al expediente judicial y puede contrastar
información y además las pruebas psicométricas ideadas para el ámbito judicial están
diseñadas con el objeto de detectar estos intentos de alterar los resultados. Por ello,
insistiremos en la sinceridad en las respuestas.

Normalmente la sesión empezará con la propia entrevista, donde el perito recabará todos los
datos que considere relevantes para el caso. Puede ser conveniente ofrecer al evaluado que
aporte toda información que no sea explícitamente preguntada por el psicólogo pero que él
pueda considerar importante.

Este tipo de entrevistas se diferencian de las que tienen un objetivo terapéutico en que el
psicólogo no puede mostrarse demasiado comprensivo ni servicial, ya que su objetivo no es
ofrecer ayuda al evaluado sino esclarecer las cuestiones planteadas por el caso. Una forma
rápida de entender esto es con el ejemplo de las periciales para guarda y custodia de menores.
En este tipo de procesos legales, cada progenitor está representado en el proceso por un
letrado, mientras que el perito es el defensor (por así decirlo) del menor. Al fin y al cabo, todas
las averiguaciones de este servirán para llegar a unas conclusiones que reflejaremos en el texto
de la pericial y que vendrán a ser indicaciones del régimen de custodia más conveniente para
el mayor beneficio del menor, que deberá ser siempre nuestro objetivo en estos casos.

Tras la entrevista se suelen aplicar pruebas psicométricas específicas para su uso forense. El
perito deberá usar su experiencia para saber cuáles usar en cada caso por lo que es importante
tener soltura en un número razonable de estas herramientas. Si tenemos sospechas de que el
evaluado ya ha realizado anteriormente alguna de estas pruebas y test, es mejor buscar alguna
alternativa que funcione análogamente ya que el sujeto podría haber aprendido el
funcionamiento de la prueba y saber cómo contestar a los ítems para obtener resultados más
favorables.

Una vez realizadas todas las pruebas necesarias a todos los implicados aún no habremos
acabado, pues nuestra labor no termina hasta la vista oral del juicio. En ella se nos pedirá que
estemos presentes pues cabe la posibilidad de que se nos haga pasar a la sala para defender
nuestra pericial ante los letrados de las partes que no hayan quedado satisfechas. Hay que
entender que por la naturaleza del contexto casi siempre habrá al menos una de las dos partes
a la que los resultados no le beneficiarán y es por ello que deberemos de estudiar bien nuestro
texto para poder responder adecuadamente a todas las preguntas que se nos haga, que
pueden ser a veces bastante rebuscadas.

Durante esta última fase del proceso y también durante la redacción del texto hemos de
recordar que quienes lo han de leer no necesariamente tienen una formación en materias
psicológicas y es por ello que deberemos usar términos y expresiones que puedan ser
entendidos por todos y aún así reflejen claramente la verdad.

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