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LAS AVENTURAS UN NIÑO DE LA CALLE

Otra noche más manito le decía Joaquín a su amigo armando mientras revisaba sus
bolsillos en busca de lo que había conseguido esa noche, después de haber pedido a
todo aquel que le pasaba por el lado, y a usted como le fue armando pudo conseguir
algo de comida preguntaba Joaquín preocupado por no haber encontrado casi nada
en sus bolsillos, nada hermano solo conseguí 50 pesos y esta camisa que me dio una
señora lo mas de buena .
Los dos gamines se sentaron debajo de un árbol del parque a disfrutar de lo poco
que habían conseguido esa noche. Joaquín vestía con un saco roto y viejo que cuya
talla era el doble de la suya; su rostro sucio adquiría un aire placentero mientras
sacaba de los bolsillos lo tesoros que poseía: un billete de doscientos pesos y varias
,monerías, dos lápices usados al máximo, un pedazo de pan francés, varias bolitas de
cristal de vívidos colores y su mas preciada posesión: una navaja oxidada, que
también tenia abrelatas y lima para la uñas. Joaquín deposito todas sus pertenencias
en el césped.
Después de vario minutos dedicados a contemplarlas, las volvió a meter en los
bolsillo de su chaqueta, y dejo afuera el pedazo de pan francés, que se comió con
gran avidez, y las canicas de cristal, que dejo para jugar un rato con su amigo.
El sol empezaba a ocultarse llevándose consigo los rayos que calentaban a los dos
gamines y la brillante luz que una hora antes iluminaba las flores y los arboles con su
esplendor. El parque era grande, y para los gamines era el paraíso, con la ciudad de
hierro que les ofrecía la oportunidad de montar en los carros locos , y en otros
aparatos que les producían emocionantes momentos. Los muchachos se las
arreglaban para mendigar suficientes tiquetes para montar en todo o que ellos
querían. También había campos de futbol y tenis, columpios, balancines y bosques
que se perdían en las montañas y que ellos exploraban con gran interés. El césped
suave les servía de cama la mayoría de las noches. El parque era donde jugaban,
dormían y se encontraban buscando la compañía de unos con otros.
Llenos de vida, atravesaron el parque hacia la carrera séptima. Los muchachos no
querían perder la oportunidad de pedir algo de dinero por la congestionada vía. Se
fueron, unas veces caminando despacio, otras veces saltando, otras veces corriendo y
otras jugando. Se encontraron con otros gamines en el camino y pararon un rato a
jugar con ellos. Ciento treinta pesos recogieron entre uno y otro cuento. Cuando
llegaron a su destino, estaban hambrientos y cansados. Casa por casa empezaron a
hacer sus grandes actuaciones en la cual Joaquín siempre era el que hablaba y
armando le obedecía a su amigo todo lo que le digiera, cuando llegaban a una casa
siempre pedían comida y se agarraban sus estómagos para fingir un gran hambre y
los dueños de la casa les diera pesar de ellos, en muchas ocasiones eran echados
con varios insultos y patadas pero siempre persistían hasta lograr su objetivo en otras
casas.
Después de un largo día de haber pedido comida en todas la casas de aquel barrio se
hicieron un refugio en un costado de una casa en la que sacaron todas sus ganancias
y empezaron con un festín de pan, galletas y otras comidas que les habían dado.
Al otro día se despertaron con una gran sorpresa una niña de alrededor de siete años
los miraba con gran tristeza y les hizo muchas preguntas mientras que los gamines se
aprovechaban de su inocencia y respondían lo que no era, cuando sale una mujer de
la casa llamando a su hija diciéndole que ya tenían que irse, pero la niña llamo a su
madre y le dijo que si le podían dar de comer a esos niños, suplicándole la niña su
madre acepto y saco dos tazas de café con espumas y dos pedazos de pan enormes
que empezaron a devorar con gran prisa, la señora les dijo a los dos gamines que el
esposo de ella era dueño de una gran empresa de cartón y que allí podrían conseguir
trabajo sin problema alguno, los muchachos muy felices por todo lo que les había
pasado le dieron las gracias a la señora y arrancaron hacia la empresa de la que les
habían hablado.
Cuando llegaron se encontraron con un gran edificio en cual solo había gente elegante
y bien vestida, se acercaron a puesto de información y preguntaron por la señora que
les había dado aquella dirección él les señalo el camino a un gran puerta de madera
que se veía al final del pasillo, cuando entraron se encontraron con un salón grande
donde habían personas hablando y discutiendo sobre la empresa, cuando vieron a los
dos gamines una señora les grito y los echo del lugar llamando a seguridad para que
los sacaran, ambos gamines aburridos por como los trataron siguieron intenta en
información que les llamaran a aquella señora pero él se negaba y les decía que se
fueran.
Una señora alta y con pelo negro les dijo que si estaban buscando trabajo fueran a la
bodega donde se fabricaba el producto, ellos mus agradecidos corrieron hacia el lugar
que les habían señalado, cuando entraron se encontraron con máquinas grandes,
hombres sucios y una gran pila de cartón, un señor se les acerco un les pregunto qué
querían, ellos le contaron sobre la señora que los había recomendado y el
inmediatamente les dio órdenes de apilar las cajas de menor tamaño a mayor tamaño.
Después de una semana de trabajo los muchachos ya estaban cansados y agotados,
ambos se dijeron que no podían más, no podían estar más tiempo encerrados en
aquella fabrica mientras afuera podían vivir grandes aventuras ya que extrañaban el
parque y todos sus juegos que lo habitaban
Cuando cobraron su paga fueron a un restaurante que Joaquín conocía, cuando
llegaron fue una gran impresión que no los sacaran del lugar como siempre les habían
echo ya que su apariencia no era la mejor. Después de haber comido pidieron unas
cervezas que les hizo marear y perder el equilibrio en varias ocasiones.
Caminando por la calle oscura y girando de lado a lado los gamines no sabían hacia
donde ir y fueron por un callejón donde vieron una gran luz blanca un sonido muy
fuerte como el de una bocina que les llegaba hasta los huesos, cuando de repente
Joaquín sintió un roce de aquel carro que lo empujó hacia la pared mientras que
armando no había tenido la misma suerte ya que su cuerpo yacía bajo el auto que
había impactado con gran fuerza sobre él, un señor muy grande y con voz muy aguda
le dio a Joaquín un fajo de billetes con el que el señor quería que llevara su amigo a
algún hospital y salió en automóvil a gran velocidad.
Joaquín aun no sabía que sucedía solo observaba a su amigo tirando en el suelo y su
cabeza le daba vueltas de todo lo que había sucedido, una ambulancia se acercó a
gran velocidad y recogió al gamín que aún no daba alguna señal de vida, Joaquín muy
asustado les dio el fajo de billetes al señor de la camilla mientras el solo le dice -
aremos todo lo posible- Joaquín caminaba de un lado al otro preocupado y confundido
tratando de seguir el camino al hospital donde llevaron a su amigo.
En medio de la oscuridad un cuerpo arrestándose que le dice a Joaquín que le ayude
que le habían acabado de disparar, que por favor lo llevara a la casa, el gamín muy
confundido le ayuda y lo lleva por el camino que el herido le va diciendo con mucho
esfuerzo. Cuando se encuentra con una señora grande que le pregunta –que te a
pasado Aurelio- el herido solo dice que le han robado y lo suben a una cama donde la
gran señora le saca la bala y le da unas pastillas que lo hacen dormir, mientras que
Joaquín aún muy confundido duerme en el mismo cuarto preguntándose de que
habría sido de su amigo.
Al siguiente día Joaquín se despierta pensando que todo lo que había vivido era solo
un sueño que todo lo que había pasado no era posible pero la realidad lo golpea
cuando ve al señor que le había pedido ayuda el día anterior dormido en frente de el.
Cuando aquel señor se despierta le pregunta al gamín que como se llama y le dice
que tiene un buen trabajo para él, mientras le grita a la gran señora para que le traiga
el teléfono.
Un hombre con una gran cicatriz saluda con gran brusquedad al herido, mientras
Joaquín solo hacia silencio en la conversación que tenían estos 2 personajes. Aurelio
le presenta a Joaquín a Cardozo diciéndole que el era perfecto para lo que había
planeado por tanto tiempo decía Aurelio con gran emoción, Cardozo se llevó a
Joaquín de la mano hacia una camioneta vieja y oxidada. Cardozo le repetía a
Joaquín que todo lo que tenía que hacer era entrar en la casa y abrir la puerta trasera
donde podrían pasar los otros dos personajes que estaban en los sillones de la parte
de atrás.
Joaquín sabía que se trataba de un robo, y muy asustado estaba planeando su
escape en cuanto pudiera. Llegaron a una casa grande y lujosa que parecía hecha por
dioses, Cardozo empezó a abrir un gran agujero en un vidrio de tal tamaño que solo
Joaquín pudiera entrar por aquel lugar, se le da las instrucciones al gamín que entrara
y muy suavemente se dirigiera hacia la puerta trasera y les abriera el “equipo”.
Cuando Joaquín se acostumbra a la oscuridad y ve la puerta delantera en frente de
sus ojos ve la oportunidad más grande para poder escapar de las manos de Cardozo
y su equipo que esperaba con ansias que Joaquín abriera la puerta trasera. Joaquín
después de pensar que hacer abre la puerta delantera donde Cardozo no lo puede ver
y empieza a correr en sentido contrario a la camioneta de Cardozo y destino fijo, solo
quería salir y sentir otra vez la libertad.
A la mañana siguiente Joaquín se preguntaba aun por su amigo y siguió su camino
hacia el hospital donde estaba armando, en su trayecto el gamín sintió hambre y a su
lado habían cuatro grandes panes calientes que se podían oler a gran distancia, así
que decidió robarlos sin que nadie lo viera pero por mal suerte el dueño de aquel
panadería lo vio y lo empezó a seguir por un largo tiempo donde un policía agarro a
Joaquín y se lo llevo a la cárcel.
Joaquín no podía creer que lo habían llevado hacia ese lugar solo por haber cogido
unos panes por tener hambre, un policía se le acercó y le hizo un par de preguntas en
las cuales Joaquín negó todo lo que había sucedido así que lo hicieron pasar toda la
noche entre aquellas rejas.
Al día siguiente llego el mismo policía y lo saco de aquel lugar. Cuando Joaquín salió
de la cárcel solo pensaba en su amigo armando que no había sabido nada de el por
más de dos semana, mientras seguía su camino al hospital no le importaba ni el
cansancio ni el hambre solo pensaba en llegar y no cambiar su destino como lo hizo
las últimas dos semanas
Cuando llego al hospital el gamín no sabía ni por dónde empezar a buscar a su amigo
pues en información no se le podía dar ningún detalle ni información donde se
encontraba ningún paciente ya que Joaquín no se sabía el apellido de armando,
además su apariencia no era la mejor, así que empezó a buscar sala por sala, piso
por piso y nada que lo podía encontrar cuando el hospital ya iba a cerrar Joaquín se
sintió impotente y se marchó del hospital tratando de asimilar todos lo echo solo se
hacía una pregunta -¿puede estar armando vivo?- .
Después de haber todas la esperanzas atrás volvió hacia el parque donde había vivido
todos sus momentos con armando, cuando una voz que se le hacía muy similar le
susurraba al oído diciéndole –Joaquín soy yo- el gamín miro hacia atrás y vio a su
amigo armando que lo miraba con gran alegría, y se dieron un gran abrazo ya que no
lo podían creer.
Toda la tarde contaron todo lo que les había pasado y cuando terminaron y miraron
que tenían hambre volvieron a hacer lo que mejor sabían hacer pedir comida y
limosna, después de haber pedido limosna por un largo rato una señora apareció y les
dijo que si querían almorzar en la casa de ella, ellos muy sorprendidos a la oferta
aceptaron pues tenían mucha hambre y era una oferta muy tentadora.
Cuando llegaron a la casa les dieron ropa limpia, los bañaron, les dieron comida y les
dieron un hogar en donde había niños de la edad de ellos que tampoco tenían
padres. Después de tres días ya no se podían entenderse con los otros niños
peleaban por todo y los dos gamines se aburrieron rápidamente de aquel lugar ya que
la calle los llamaba y les esperaban muchas aventuras más. Así que se escaparon de
la casa en la que estaban y volvieron al parque donde todo volvió a comenzar.

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