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2.1 Concepto. Los materiales metálicos, según, Smith & Hashemi (2006), se definen, como
sustancias inorgánicas formadas por átomos metálicos, los cuales se unen mediante enlace
metálico y se organizan en estructuras cristalinas definidas. Estos materiales pueden
contener algunos átomos no metálicos (p.8).
2.2 Estructura a escala atómica. Según Schaffer, Saxena, Antolovich, Sanders, & Warner
(2000), por estructura a escala atómica se entiende: a) el tipo de átomos predominantes en
el material, b) la forma en que se enlazan o unen los átomos para formar el material y c) la
forma en que se organizan estos átomos dentro del material (p.24)..
Los átomos metálicos predominantes se unen o enlazan entre sí, mediante enlace metálico,
mientras que los átomos no metálicos, se ubican en los espacios vacios, llamados sitios
intersticiales, que quedan después de que los átomos se organizan en el material.
Según Pascual (2010): “Todavía hoy no se conoce un modelo que explique de forma
convincente como se unen los átomos en los metales”. Sin embargo, se utilizan dos teorías
para explicar este enlace: el modelo del gas de electrones y la teoría de bandas.
El modelo del gas de electrones es el más sencillo. Este modelo plantea que cuando los
átomos metálicos se acercan debido a fuerzas de atracción entre ellos, sus electrones de
valencia se liberan, convirtiéndose tales átomos en cationes cargados positivamente y
formando una red tridimensional ordenada y compacta, la cual se denominará más adelante
como estructura cristalina. Los electrones de valencia liberados, ya no pertenecen a cada
catión sino a toda la red cristalina, forman una nube o mar de electrones cargada
negativamente. Por tanto, el modelo sugiere que la base del enlace metálico es la atracción
electrostática entre la nube electrónica y los iones positivos (Pascual, 2010). Es importante
resaltar que el enlace metálico es no direccional, es decir, que no presenta ángulos de
enlace específicos como si sucede en los enlaces covalentes.
La teoría de bandas está basada en la mecánica cuántica. Esta teoría, considera el enlace
metálico como un caso extremo del enlace covalente, en el que los electrones de valencia
forman bandas de energía y son compartidos de forma conjunta y simultánea por todos los
cationes (Pascual, 2010).
2.2.2 Organización atómica. Cuando los átomos metálicos se unen a través del enlace
metálico y teniendo en cuenta que el mismo es no direccional, estos se organizan
espacialmente en forma ordenada dando como resultado un patrón que se repite en tres
dimensiones. Esta disposición de los átomos se conoce como estructura cristalina. Por
tanto, otra característica importante de los materiales metálicos es que son materiales
cristalinos.
Parámetros de red: son las dimensiones de las aristas de la celda unitaria y los ángulos
entre éstas. Describen el tamaño y la forma de la celda (Askeland, Fulay, & Wright, 2011).
Puntos de red: son los sitios o puntos donde teóricamente se ubican los átomos en la celda
unitaria.
En otras celdas unitarias se puede hacer un análisis similar, teniendo en cuenta que puede
cambiar el número el número de caras y de vértices.
Número de coordinación: corresponde al número de átomos que tocan o están más cerca
de un átomo en particular (Askeland & Phulé, 2004).
A partir de las características de la celda unitaria, considerando a esta como una muestra del
material a analizar, se pueden obtener algunos valores teóricos importantes. Por ejemplo, el
factor de empaquetamiento atómico (FEA), la densidad volumétrica teórica y la densidad
de portadores de carga eléctrica, entre otros.
El FEA es la relación entre el volumen que ocupa el NEA de la celda, con respecto al
volumen de la celda unitaria. Este factor representa el porcentaje de ocupación de la celda
unitaria y por ende el porcentaje de espacio vacío en la misma (Askeland & Phulé, 2004).
La ecuación correspondiente utilizada para calcularlo es:
(𝑵𝑬𝑨⁄𝒄𝒆𝒍𝒅𝒂)(𝒗𝒐𝒍𝒖𝒎𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 á𝒕𝒐𝒎𝒐)
𝑭𝑬𝑨 = 𝒙𝟏𝟎𝟎 (𝟐. 𝟐)
𝑽𝒐𝒍𝒖𝒎𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒆𝒍𝒅𝒂 𝒖𝒏𝒊𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂
La densidad teórica se obtiene a través de la masa del NEA de la celda, en relación con el
volumen de la celda unitaria (Mangonon, 2001), según la siguiente ecuación (2.3).
En la tabla 2.1, aparecen las características de estas tres celdas unitarias y algunos
materiales metálicos que exhiben dicha estructura.
Imagen de la
celda unitaria
Puntos de red 9 14 17
Número de
coordinación
8 12 12
Número
equivalente de
2 4 6
átomos
(N.E.A/celda)
Relación 𝑎 = 2𝑅
parámetro de
4𝑅 4𝑅 2√6
red-radio atómico 𝑎= 𝑎= 𝑐= 𝑎
√3 √2 3
Factor de
empaquetamiento
68% 74% 74%
atómico.
La temperatura de fusión, está asociada a la energía de enlace y ésta depende del número de
electrones que aporta cada átomo a la nube electrónica. A medida que el número de
electrones de valencia cedidos por cada átomo es mayor, la energía de enlace aumenta y por
ende la temperatura de fusión o punto de fusión será más alto (Smith & Hashemi, 2006).
La buena conductividad térmica de los materiales metálicos, entendida como el flujo
calorífico de la zona de mayor temperatura a la de más baja temperatura, se explica por el
empaquetamiento atómico y por la existencia de la nube de electrones. Los electrones de la
nube ganan energía cinética y se desplazan de la zona más caliente a la zona más fría del
material con mucha facilidad. Por otro lado, dado que los cationes están en contacto, al
colocar el material en contacto con una fuente de alta temperatura, la vibración de los
cationes aumenta y a la vez se transmite fácilmente en todas las direcciones hacia las zonas
de menor temperatura (Askeland & Phulé, 2004), (Callister, 2009).
De igual manera, existe cierta relación entre la energía de enlace y algunas propiedades
mecánicas como la dureza y la rigidez. A mayor energía de enlace, mayor rigidez y mayor
dureza (Askeland, Fulay, & Wright, 2011).
En los materiales metálicos se presentan, principalmente, tres tipos de defectos (Smith &
Hashemi, 2006):
Defectos puntuales
Defectos lineales.
Defectos de superficie.
2.3.1 Defectos puntuales. Un defecto puntual es una imperfección en la cual intervienen
pocos átomos. En los materiales metálicos son frecuentes o comunes tres defectos
puntuales: la vacancia, el defecto intersticial y el defecto sustitucional.
𝑸
𝑵𝒗 = 𝑵𝒆𝒙𝒑 (− 𝑹𝑻𝒗 ) (𝟐. 𝟒)
En esta ecuación, Nv es la concentración de vacancias (cantidad de vacancias/cm3), N es el
número de átomos/cm3, Qv es la energía de activación o energía necesaria para producir un
mol de vacancias, R es la constante de los gases (1,987 cal/mol-K o 8,31 Joule/mol-K), y T
es la temperatura en grados Kelvin.
𝑵𝒗 𝑸
= 𝒆𝒙𝒑 (− 𝑹𝑻𝒗 ) (𝟐. 𝟓)
𝑵
El defecto intersticial, se forma cuando un átomo diferente y de menor radio atómico que
el átomo que ocupa un punto de red, se ubica en un sitio vacío o sitio intersticial de la
estructura cristalina (Mangonon, 2001), figura 2.4. Los átomos intersticiales pueden estar
presentes en el material como impurezas, por ejemplo, átomos de fósforo o de azufre en el
hierro, o pueden ser introducidos deliberadamente para modificar sus propiedades, como es
el caso del carbono en el hierro, para producir acero.
La movilidad de los átomos en los materiales metálicos, exige que se den dos condiciones:
1) debe existir un lugar vecino vacío y 2) el átomo debe tener suficiente energía térmica
para romper los enlaces con los átomos vecinos (Callister, 2009).
á𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑚2
El flujo J, se expresa en ( 𝑐𝑚2 . 𝑠 ), D que es el coeficiente de difusión se expresa en ( )y
𝑠
𝒅𝑪 á𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠
el gradiente de concentración en (𝑐𝑚3 . ). El gradiente de concentración es un número
𝒅𝒙 𝑐𝑚
negativo dado que representa una diferencia de concentración (C2 – C1), en donde C2 < C1.
𝑸
𝑫 = 𝑫𝟎 𝐞𝐱𝐩 (− 𝑹𝑻) (2.7)
𝝏𝑪 𝝏𝟐 𝑪
= 𝑫 ( 𝟐 ) (𝟐. 𝟖)
𝝏𝒕 𝝏𝒙
Para resolver ciertos problemas de difusión a nivel industrial, se utiliza una solución
particular de la ecuación 2.8. Es el caso en que un gas se difunde en un sólido, por ejemplo,
carbono en hierro. A medida que aumenta el tiempo, la concentración de átomos de soluto
en cualquier punto del sólido también aumenta, por tanto, si el coeficiente de difusión D del
gas en el sólido no depende de la posición, entonces, la solución particular a la segunda Ley
de Fick, se representa por la ecuación 2.9 (Smith & Hashemi, 2006).
𝑪𝒔 − 𝑪𝒙 𝒙
= 𝒆𝒓𝒇 ( ) (𝟐. 𝟗)
𝑪𝒔 − 𝑪𝟎 𝟐√𝑫𝒕
La función de error puede encontrarse en tablas, como la que se presenta en la tabla 2.3.
Una solución sólida, es una aleación en la cual un elemento que se encuentra en menor
cantidad llamado soluto, está disuelto en otro que se encuentra en mayor cantidad, llamado
solvente o disolvente y forman una estructura de fase única. En una solución sólida, el
solvente es metálico, mientras que el soluto puede ser metálico o no metálico.
Las soluciones sólidas se presentan en dos formas: solución sólida sustitucional, donde los
átomos del soluto sustituyen a los átomos del solvente en las posiciones de red. El latón,
una aleación de cobre – zinc (/70% de Cu – 30% de Zn), es un ejemplo, en donde el zinc
(soluto), sustituye a átomos de cobre (solvente), en la red cristalina (Smith & Hashemi,
2006).
Con base en Smith & Hashemi (2006), en una solución sólida, la fracción de átomos de un
elemento que se pueden disolver en otro puede variar entre 1% y 100%. Para lograr una
mayor solubilidad de un elemento en otro se deben cumplir las siguientes condiciones:
2.3.2 Defectos lineales. A mediados del siglo XX, utilizando técnicas de caracterización
adecuadas, se demostró experimentalmente que los materiales cristalinos contienen
defectos lineales o dislocaciones. Las dislocaciones se crean durante la solidificación del
material o cuando este se somete a deformación plástica (Smith & Hashemi, 2006).
Límite de grano. Se planteó anteriormente que los materiales metálicos son cristalinos, es
decir, que cuando solidifican a partir de un líquido fundido y bajo condiciones normales de
enfriamiento, forman cristales y a su vez, los cristales individuales forman granos. Rara vez
un material está formado por un solo cristal (material monocristalino), por lo general, los
materiales metálicos están constituidos por varios cristales (material policristalino), de
estructura idéntica pero con distintas orientaciones.
El límite de grano es una región estrecha entre dos granos adyacentes en la cual los átomos
no están alineados, por tanto, debido a este desorden los átomos en esta región tienen
mayor energía (tensión superficial), que los átomos del interior. Es posible que existan
ciertos grados de desalineamiento entre granos vecinos, de ahí que se puede hablar de
límite de grano de ángulo pequeño o límite de grano de ángulo grande, luego, las tensiones
superficiales están relacionadas directamente con el grado de desalineamiento (Callister,
2009). Como consecuencia de su gran energía, los límites de grano son regiones en las que
pueden efectuarse reacciones químicas, deseables y no deseables y cambios de estructura.
El control sobre los límites de grano puede ser aprovechado para mejorar la resistencia
mecánica de los materiales metálicos. La resistencia mecánica se incrementa disminuyendo
el movimiento de las dislocaciones y el movimiento de las dislocaciones se obstaculiza
incrementando los límites de grano. Un mecanismo para aumentar los límites de grano es la
producción de materiales de grano fino o pequeño, a través del control de la velocidad de
solidificación. A mayor velocidad de solidificación menor es el tamaño de grano y mayor
es la resistencia mecánica del material (Schaffer, et al., 2000), (Mangonon, 2001).
Como el tamaño de grano tiene un efecto importante sobre la resistencia mecánica de los
materiales metálicos y sobre otras características, por ejemplo en el acabado superficial
después del maquinado, es importante contar con un método para medirlo. Un método para
medir el tamaño de grano muy utilizado es el de la ASTM (American Society for Testing
and Materials), el cual utiliza la siguiente ecuación (Schaffer, et al., 2000):
El límite de macla, es una región en la cual, los átomos de un lado son como imágenes en
espejo de los átomos del otro lado. Las maclas se forman por desplazamientos atómicos
producidos durante la deformación plástica del material (maclas de deformación), o durante
tratamientos térmicos como el recocido (maclas de recocido) (Callister, 2009).
Límites de fase. Una fase es una porción de material que tiene la misma estructura
cristalina y por ende, las mismas propiedades físicas y químicas. En muchos materiales
metálicos, como es el caso de las aleaciones, pueden existir varias fases (materiales
polifásicos), lo cual implica un cambio súbito de esas características de una fase a otra.
Referencias bibliográficas
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