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El motor que impulsa el desarrollo de nuestro país, es la juventud; la cual tiene todo el vigor para
innovar favorablemente al medio que lo rodea. Este es el concepto ideal que se tiene acerca de la
juventud, sin embargo, es una utopía que se viene dando desde hace mucho tiempo. Al ponernos
en la situación actual, es muy desalentador ver como la tan preciada juventud se convierte en una
generación perdida, que decae cada vez más.
La mayoría de los jóvenes están siendo manipulados por los medios de comunicación y el nuevo
entorno social alienado que se da en la actualidad. Estos dos, crean un estereotipo en los jóvenes
que los hace perder su capacidad de juicio crítico, logra que adopten un rechazo a su cultura, ética
y valores morales, lo cual queda muy en el pasado. Y algo más preocupante es la educación que
se está impartiendo a todos nosotros, lo cual es un factor determinante en este problema.
El desinterés que sienten los jóvenes es producto de la poca importancia que toman las
autoridades competentes en el desarrollo de estos, empezando con una desinteresada y baja
calidad educativa hasta las pocas oportunidades que brindan para surgir y salir adelante. La falta
de lectura e investigación por parte de los jóvenes hace que sigan en esa situación y no se
propongan objetivos claros y fijos para tomar las riendas de este país necesitado de líderes.
La necesidad de una toma de conciencia por parte de todos es urgente, porque el futuro es hoy;
debemos hacer valer el derecho y responsabilidad que grandes pensadores nos encomendaron a
nosotros los jóvenes. Dejar de lado las modas que tanto denigra a nuestra cultura es un buen
comienzo, y hacer una buena organización de jóvenes estudiantes permitirá que podamos
conseguir la tan anhelada fuerza motriz que llevará al desarrollo del Perú.
1
Estudiante de la Escuela Académico Profesional de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional del
Santa.
2
Manuel Gonzáles Prada. Páginas Libres (1888). Discurso en el Politeama. III Parte.