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ANO XX. MADRID, 30 DE NOVIEMBRE DE 1876. NÚMERO XLIV.

SUMARIO.
TEXTO.— Crónica general, por X). José Fernán»
dez Bremon.—Nuestrua grabados, por D. Ense-
bio Martínez de Velasco. —Los teatros, por don
Peregrin García Cadena.— Esmeralda Cervan-
tes (carta á Fernandez Bremon) , por D. Juan
Pérez de Guzman.—Gcüthe : influencia de los
\iajes en su vida y en aus obras (continua-
ción), por D. U. González Serrano.— Cloopa-
tra, poesía de D. Ángel Gninierá, traducida del
catalán porD. Juan Tomás Salvany.—Las pin-
toras españolas, por D. José Parada y Santin.—
—Libros presentados á esta Redacción por au-
tores ó editores, por V. —De la jaqueca y de
su tratamiento, por el Dr. Vallon.—Sueltos.—
Anuncios.
GRAUADOS.—Retrato de Esmevahla CWráufrs (do-
ña Clotilde Cerda y Boscli), eminente arpista
española.—Retrato del Emmo. Sr. D. Mariano
Barrio y Fernandez, cardenal arzobispo de Va-
lencia; f el 20 del actual. (Dibujo del natural.
l)or D. Germán Gómez.)—Barcelona: Vista del
lioi-n.p antiguo. (Dibujo del natural, por el se-
ñor Rigalt.)—Expedición inglesa al Polo Nor-
te : Tripulantes del Alcrt abriendo un canal en
el mar bolado para el paso del buque.—Santia-
go (Cbile): Cabalgata alegórica para celebrar el
primer centenario del nacimiento de O'Higgins,
el 20 de Agosto último.—Palacio real de Ma-
drid : Vestíbulo y escalera principal en un día
de recepción.—Bellas Artes: Un ¿fonje capu-
chino en Jtffídiladon , copia del cuadro titulado
Fra Jimio, de Mr. Ruf1o]])li Lehmann.—De Má-
laga á Tánger. (Apuntes de viaje por nuestro
con-esponsal artístico el Sr. Pelllcer.)—Repú-
blica argentina: Retrato de M. J. Telfener,
empresario constructor del ferro-can'il de Cór-
doba á Tncuman.

CRÓNICA GENERAL.
Un siglo se ha considerado siem-
pre como un breve dia en la vida
de los pueblos. ¿ Vivirán hoy las na-
ciones con la rapidez de esa viciosa
juventud, decrépita en la más tem-
prana edad, y con el corazón mar-
chito antes de florecer, que vemos
en los grandes centros del lujo y
del desorden? Cien años acaba de
cumplir la República Norte-ameri-
cana, el más joven do los pueblos
importantes, y una enfermedad in-
curable amenaza consumir su robus-
to organismo, quebrantando su uni-
dad, ó fundiendo en un pueblo si-
métrico y monótono la nacionali-
dad pintoresca y variada do Was-
hington. La guerra civil nada ha
resuelto. La esclavitud desapareció
fáe las leyes, pero la raza negra la
tenia en su propia sangre, y conti-
núa esclava de la ignorancia y la
pereza, como si necesitase el látigo
aun para ser libre; ¡ qué asunto pa-
ra mi libro titulado £1 África e?i ESilEÜALDA C E R V A N T E S (OOSA CLOTILDE CERDA Y BOSCIl),
eminente arjíista española.
330 LA ÍLUSTÍ^ACIO]^ ESPAÑOLA Y /A^MEÍ^ICAHA, N.° XIJV

América.' Pero ¿érala esclavitud el motivo de aquel popular dentro de las ideas monárquicas, le correspon- — ¿ De quién hablas? dijo Lola asombrada y teme-
odio ? Fué la causa determinante de la ruptura: con- de . según las reglas de lo probable y de lo lógico. rosa.
cluida esa cuestión, la guerra civil reaparece con ca- Pues bien, entre estos dos últimos partidos ha na- — De Pepe Carranza
rácter electoral; las fuerzas, desniveladas hace once cido uno sin definir todavía, pero que ya se titula cen- — Pero, hombre, ¿ te has vuelto loco ? Pepe Carran-
años, han vuelto á equilibrarse: ¿habrá llegado la oca- tro parlamentario, y cuya voz lleva el Sr. Alonso Mar- za es el título de una comedia de Frontaura.
sión de otro rompimiento encarnizado ? Las noticias tinez, antiguo ministro unionista y jurisconsulto acre- El pobre hombre vaciló; la emoción le aturdía y
del telégrafo son vagas é inciertas: desórdenes en la ditado. ¿Es un bien su creación? No corresponde á congestionaba; su razón atravesaba una crisis peligro-
Carolina del Sur; allí empezó la otra guerra, llecon- esta Crónica decidirlo. ¿ Prosperará y tomará fuerzas ? sa ; por fin, se acordó del precio del consolidado, 12,50;
ceritracion de tropas en Washington. ¿ Se halla ame- No lo dudamos, si responde á una necesidad pública se habia salvado el infeliz.
nazada la integridad de la República, para quesea pre- generalmente sentida, pero se quedará en proyecto
ciso preservar de todo golpe su cabeza ? sí no llena algún vacío de la opinión, y sólo significa
No nos gusta hacer cálculos fundados en rumores te- un partido que añadir al catálogo ya muy largo de Las Botas de Sc|)úlveda se hallan en los escaparates,
legráficos, los más sospechosos de todos los rumores; nuestros grupos y fracciones. no de Reinaldo ó Vega, sino en los de Cuesta, MuriUo
nos expondríamos á errores do gmn bulto si, deján- y Duran. Conviene hacer esta advertencia, para que
donos llevar de esas noticias, supusiéramos á la Repú- » no se tome por obra de zapatería lo que es obra poéti-
blica comenzando una nueva guerra civil repentina- ca, ni se crea que nuestro festivo colaborador D. Ri-
mente: los pueblos que tienen algo que perder, vaci- No ha sido sólo la muerte del anciano y turbulento cardo Sepülveda ha arrojado la pluma para manejar el
lan y dudan mucho antes de entregarse á los furores Duque de Saldanha, y el movimiento diplomático que tírapié. Hay autores que escriben mi libro para hacer-
de una lucha. Desde la separación de la Carolina del ha producido su vacante, lo que ha dado ocasión de se un par de botas: Sepúlveda hace de las botas un
Sur, en 186Ü, al bombardeo del fuerte Sumter, en 12 discurrir en estos días á los periódicos portugueses: tam- libro. En honor de la verdad, están hechas de encargo,
de Abril siguiente, trascurrieron cuatro meses, y era bién ha hecho bastante ruido en aquel reino el destier- y esto le quita el derecho de reclamar piávilegio de in-
la guerra inevitable. Sin embargo, no podemos negar ro del Sr. Fernandez de los Ríos, representante que vención por hacer botas en verso, industria nueva, que
en absoluto la posibilidad de que los republicanos acu- fué de España en la corte de Lisboa; medida de rigor requiere, como la antigua, gran precisión en la medida.
diesen á las armas si fuesen vencidos en las elecciones de que ha protestado el escritor español en una carta En sus animados cuadros de costumbres, Sepúlveda
y se vieran obligados á entregar el poder á los demó- que han publicado los periódicos que hacen la oposi- estudiaá la humanidad por su base, y á la sociedad en
cratas, que llegarían al Gobierno ansiosos de represa- ción al Ministerio portugués. El Sr. Fernandez de los sus cimientos. Las botas están rimadas con hgereza y
lias, y acaso decididos á no dejársele arrebatar otra Ríos se embarcó con dirección á Burdeos, cumpliendo donaire : el libro está bien claveteado.
vez sino á la fuerza. la orden del Gabinete de Lisboa; no sabemos sí la ten- Tenemos entendido que el gremio de zapateros in-
dencia tantas veces demostrada por el autor de la Gtda cluirá en el próximo reparto de la contribución al nue-
Cuando en ]8G() comprendieron éstos que el Gobier- de Madrid á estrechar los vínculos entre España y Por-
no se les escapaba de las manos, anticipadamente el vo maestro de obra prima: en ese caso, el amigo Se-
tugal, haya ínfundido recelos al Gobierno de Lisboa; púlveda debe pagar la contribución en consonantes.
Ministro de la Guerra habia acumulado en los Estados en ese caso el Ministro que dictó la orden no se parece
del Sur las armas, el dinero y gran parte de los recur- La variedad que ofrece el libro no debe sorprender-
al de Los Diamantes de la Corona, que decía en verso nos : le han inspirado á la vez Apolo y San Crispin.
sos con que pudieron sostener cinco años de guerra. lo que por no tener el texto á la vista decimos en la
¿Tendrían hoy los federales la suficiente resignación j)rosa más humilde:
para entregar á los confederados el poder, exponiéndo-
se ¡I que asegurasen esta vez el golpe ? ¿ Dejarían el — España es un país que hace tiempo debería perte- La Empresa de Apolo, que ha puesto en escena un
Gobierno pacíficamente á los separatistas, que no han necemos. drama lírico de autores españoles, titulado Guzman el
renunciado á su ideal de anteponer ala política de uni- Bueno, recibe elogios de la prensa por coadyuvar á la
dad nacional la autonomía y libre acción de cada Es- creación de la ópera española.
tado ? —Ayer vi á tu mujer en el teatro de la Comedía, Nosotros creíamos que la ópera nacional estaba ya
Es indudable que la República se halla en una crisis decía pocos días hace un bolsista á un comerciante: creada: el Sr. Alvareda lo dijo en el Congreso, hace po-
por cierto que estaba muy contenta. cos días, de esta manera terminante :
grave, que, á nuestro juicio, sólo se conjuraría con —En Agosto, y á las nueve de la noche, están can-
alguna patriótica transacción, impuesta por los grandes —Se muere por el teatro; pero di, ¿ á cómo ha que-
dado el consolidado ? tando las dos terceras partes de los españoles.
intereses industriales, comprometidos en caso de una Luego, ó estamos en perpetua ópera nacional, ó en
guerra, ó continuando en el poder los vencedores — A 12,50: pues como te iba diciendo, á tu mujer
de 1805. Si, por el contrario, la candidatura democrá- le gustaba mucho Pepe Carranza: no cesó de reír en una olla de grillos.
tica triunfase, la guerra civil retoñaría fácilmente. toda la noche, y al final estaba conmovida. Perdona: J o s i FERNANDEZ BEEMON,
¿Triunfará? En la época anterior el partido de Lin- por allí cruza D. Julián y necesito hablarle Nos ve-
coln venció estando en minoría, pues obtuvo por el remos otro día.
sufragio universal un millón ochocientos mil votos, — Escucha
mientras sus adversarios, divididos, disponían de dos Pero el bolsista había desaparecido dejando al co- NUESTROS GRABADOS.
millones ochocientos mil: hoy los republicanos han merciante en la más triste ansiedad: su imaginación,
perdido en unión, y los contrarios han ganado en dis- antes llena de guarismos, se entregaba á otra clase de ESMERALDA CERVANTES. (Véase la pág. 334.)
ciplina. cálculos: no hubiera podido dar razón del precio del
consolidado: en cambio se había grabado en su cora-
Sea de ello lo que quiera , la idea de unidad y la de zón, á manera de rótulo gigantesco, un nombre odioso, EL EHMO. SR. D. MARIANO BARRIO Y FERNANDEZ,
separación constituyen un peligro más ó menos inme- que estuvo á punto de escribir en la tablilla de la bol- -Cardenal Arzobispo de Valencia.
diato para el porvenir de la República: otro síntoma sa: Pepe Carranza.
de división social grave y profundo es el recelo con A las dos do la tarde del 20 del actual, pocas horas
Un amigo interrumpió sus meditaciones shakspí- antes de cumplir 71 años de edad y 29 de pontificado,
que los norte-americanos hijos del país miran liace riauas.
tiempo á los inmigrantes europeos, ciudadanos adve- recibidos los Santos Sacramentos y la bendición papal,
— ¿ Quieres algo para mi pueblo ? Salgo esta misma dio su alma al Creador el Emmo. Sr. D. Mariano
nedizos que el viejo mundo envía en interminable pe- noche, le dijo estrechándole la mano.
regrinación, como sí Europa quisiera conquistar se- Barrio y Fernandez, cardenal de la Iglesia Romana y
—¿ Cuál es tu pueblo ? contestó el comerciante dis- arzobispo de Valencia.
gunda vez á América sin lucha y sin pehgro. traído.
Fijándonos en esta inmigración, ya no sorprende Nació el Sr. Barrio en Jaca, en 21 de Noviembre
que un pueblo se haya vuelto decrépito en cien años. — Carranza. de 1805; hizo sus primeros estudios de Humanidades
La sangre que circula en sus arterias no es de nueva —¿Te burlas? dijo con voz terrible el marido des- y Fílosotía bajo la dirección de los Padres Escolapios,
formación, ni do su propia sustancia, sino sangre de coyuntando la mano del amigo. Este pudo zafarse á y cur.só Teología y Derecho canónico en la Universi-
otro cuerpo envejecido que han inyectado artificial- duras penas. dad de Huesca, y después Derecho civil, recibiendo el
mente en sus venas. — Estoy completamente ofuscado, decia entre sí el grado de Doctor y el título de Abogado en 21 de Ene-
mísero comerciante tambaleándose por la acera, y voy ro de 1834; fué secretario de Cámara del Obispo de
á cometer alguna inconveniencia. Efectivamente, ese Albarracin, y luego Catedrático de Disciplina eclesiás-
pobre amigo es natural de Carranza, pero en todas tica en la Universidad de Huesca, y hallándose des-
Otra vez la delicadísima cuestión de la inteligencia partes creo ver alusiones: hubiera jurado haber visto emiieñando el cargo de Provisor y Vicario general de
y alcance del artículo 11 constitucional so ha debatido hasta en un cartel de teatro escrito el nombre odioso: la diócesis de Palencia, fué presentado, en 17 de Agos-
en el Congreso español, dando ocasión al Sr. Alonso no volveré á mirar esos carteles.
Martínez para votar por primera vez contra el Minis- to de 1847, para la Sede episcopal de Cartagena y Mur-
Cuando entró en su calle, murmuraba ún querer la cia, siendo preconizado en 17 de Diciembre del mismo
terio , y declarar terminado su compromiso de conci- fábula de Samaniego que empieza de este modo:
liación. La cuestión religiosa, que dividió al partido año, y consagrado en 5 de Marzo del siguiente.
moderado en las i-eunioues del Senado, cuando se bus- «Podro Pólice el vab^roso, I No olvidarán los murcíanos el horroroso incendio
caba una legalidad común dentro de la dinastía, deter- Y Juan Carranza el prudente » que se declaró en la iglesia catedral durante la noche
mina hoy otra división en el grupo constitucional disi- Los jóvenes que pasaban por delante de su casa le del 4 de Febrero de 1854: entonces el obispo, Sr. Bar-
dente, (juc, fraccionándose en dos, uno dirigido por el rio, dio pruebas de valor y energía incomparables,
Sr. Alonso Martinez, y otro por D. Francisco Santa parecía que murmuraban á su oído el final de la fábula: salvando por sí mismo á través de las llamas el San-
Cruz, aquél se separa, y éste permanece unido á la si- «Imitemos á Carranza.» tísimo Sacramento y muchas preciosidades artísticas,
tuación. Sin embargo, la disidencia de los moderados Era preciso concluir, y entró en el gabinete de su y gestionando luego incesantemente hasta reunir la
tuvo una razón de carácter fundamental en escrúpulos esposa; nunca se habían enroscado en la frente de ésta cantidad de un millón de reales que era necesaria para
respetables de conciencia; la del Sr. xilonso Martinez con tanta gracia los caracolillos de su cabello rubio y las obras de reparación.
sólo es una diferencia ds apreciación sobre la cantidad perfumado. Lola, al ver á su marido, sonrió con co- En 28 de Octubre de 18G0 fué presentado para la Si-
de tolerancia religiosa que contiene el artículo 11 ; quetería, y le dijo de repente: lla metropolitana de Valencia, siendo preconizado en
aquélla tenía toda la gravedad de una caestion de prin- — Me alegro de que vengas tan temprano, porque 18 de Marzo del año siguiente; asistió al Concilio Va-
cipios ; la de ahora tiene cierta apariencia de pretexto. quisiera un palco para la Comedia. ticano en ISGl), y fué elevado á la dignidad cardenali-
Tres partidos se disputaban la supremacía dentro de, El comerciante, indignado, no se pudo reprimir, y cia por Su Santidad Pío IX, moiu proprio y sin inter-
la legalidad monárquica; el moderado, resto exiguo en contestó con su aceiito más irónico : vención ni propuesta del Gobierno español, en 22 de
sentido numérico de un partido robusto en otro tiem- — Para ver á Pepe Carranza, ¿no es verdad? Diciembre de 187;'>.
po, pero de convicciones arraigadas, autoritarias á la — Sí pero ¿qué tienes? Cuando ocurrió la desastrosa inundación de Alcira,
vez y liberales; el conciliador liberal, cuyo nombre no — Conque ¿te gusta Pepe Carranza? en Noviembre de 1864, allí fué el generoso i3relado pa-
replicó el ra
está fijado todavía, pero que es en realidad una resur- socorrer con mano pródiga á los infelices que ha-
rección del antiguo uníonismo, hoy sin disputa el más marido levantando el diapasón. bían perdido su fortuna y hasta su hogar; cuando el
fuerte de todos; y el constitucional, equivalencia del — Por eso quisiera ir al teatro. ¿ Qué te sucede ? cólera-morbo invadió la capital de la diócesis, en 1865,
partido progresista, más fuerte que por su jioder ac- — ¿ Quién es ese infame ? ¿ Dónde vive ? Voy á des- el Sr. Barrio, que se hallaba tomando las aguas de
tual , por el natural ensanche que, como partido el más pedazarle entre mis manos. Ayer te vieron con él son- Panticosa, tan necesarias para su quebrantada salud,
riendo luego conmovida.....
N.° X L I V
y ] LUSTÍ^ACIOK KSPANOLA
¥•• Y
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MEÍ^ICAl^A. 331

volvió inmediatamente á Valencia á fia de compartir las ta del sol, que iluminó los topes del Discovery, y hacía italiano, dióse principio ala demolición de los restos del
aflicciones con sns diocesanos y procnrarles todos los los últimos días de dicho mes se presentaron en este alcázar incendiado en 7 de Enero de 1737, y se puso la
consuelos posibles; cuando ocurrieron deplorables suce- buque dos hombres del Alerl, que habían hecho el vía- primera piedra del nuevo, en el centro de la fachada
sos políticos en aquella hermosa ciudad, en una oca- je, en trineo, en seis días. La temperatura era enton- del Mediodía, el 7 de Abril de 1738 , bendiciéndola el
sión solemne, el virtuoso Arzobispo, aunque se hallaba ces de 70" (Fahrenheit) bajo cero. Sr. Arzobispo de Tiro, é introduciendo en ella el Mar-
enfermo, se presentó al Capitán General intercediendo A principios de Agosto llegó al Discovenj un oficial qués de Villena, á nombre del Rey, una caja de plomo
por sus queridos valencianos, y atravesando al efecto las del Alerl, anunciando al capitán Mr. Nares que este con monedas de oro, plata y cobre de las fábricas de
barricadas y los puestos de una y otra parte.—Por es- último buque había conseguido romper los hielos que España y de Indias. Sobre la piedra, que era de gra-
tos inolvidables hechos, y por otros muchos que no le aprisionaban, y descendía, aunque lentamente, para nito, habíase grabado este breve resumen histórico:
mencionamos, asi como por sus virtudes, el Emmo. Se- reunirse al primero, y el 20.del mismo mes empren- Aedes Maurorum quas Henricus IV compomif. Caro-
ñor Barrio era venerado y querido en toda la diócesis. dieron juntas las dos embarcaciones su viaje de regre- lus Vamplificat'il. Fliilipus III ornavit. Ifinis consump-
El grabado que damos en la pág. ;]o2 ha sido hecho so á Inglaterra, llegando á Valentía y Queenstown, no sil oclavo kalendas Januarii, anuo MDGGXXXIV.
con sujeción á un dibujo del natural que ha tenido la sin haber sufrido todavía grandes trabajos, en los días Tándem Philipus V speclandas resUluil telernilale.
bondad de remitirnos nuestro antiguo suscritor el se- 27 y 29 de Octubre último. Anuo MDGGXXXVIII.
ñor D. Germán Gómez. Ahora bien; ¿ existen el mar libre del Polo y el pa- Tal fué el origen del actual I'alacio Real de Madrid.
saje del Noroeste ? Después de tantas expediciones para Reducida está por hoy nuestra misión á reseñar con
EL « B O R N E » ANTIGUO DB BARCELONA. averiguarlo, de tantas vidas sacrificadas, de tantos te- brevedad suma la escalera principal.
soros gastados, de tantos trabajos sufridos, lo único Las tres entradas centrales del Palacio, que se ha-
Presentamos en la pág. 332 una vista del Boma an-
que se sabe es que en realidad no se sabe nada. El ca- llan en los intercolumnios sobre que descansa el balcón
tiguo barcelonés, tomada del natural por el conocido
pitán Nares proclama que el Polo Norte es inaccesible, principal, dan paso á un espacioso atrio elí])tico, que
dibujante I>. A. Rigalt, y recordando que en el dia de
pero ¿ quién puede asegurar que otro marino más afor- comunica con atrios cuadrados, constituyendo todos
anteayer, 28 del actual, cumpleaños de S. M. el Rey
tunado, y con mejores medios para realizar su empre- ellos un ancho vestíbulo, de cuyo centro se pasa á un
Y). Alfonso X I I , ha debido inaugurarse el Borne nuevo,
sa, porque la ciencia progresa indefinidamente, no lle- pórtico adornado con columnas estriadas.
del cual ofrecimos una vista exterior en el nüm. X X X I X
gará á salvar esa mínima distancia, relativamente, de La escalera que hoy está en uso (porque hay otra
de L A ILUSTRACIÓN de 1875.
seis grados y cuarenta minutos que le ha faltado ex- condenada) es de tres ramales, uno de ida y dos de
La palabra catalana Borne significa límite de algu-
plorar al atrevido marino británico? vuelta, con mesillas intermedias; los peldaños de már-
na cosa ó espacio, y la plaza barcelonesa así llamada
era antiguamente el lagar destinado para la celebra- El doctor sueco Mr. Nordeuskiol (véase su retrato mol de una pieza, formando una subida muy suave ; de
ción de las .Justas Eeales, y se extendía hasta más allá y varios antecedentes en el núm. I X de L A ILUS- mármol también son las balaustradas, y dos leones uni-
del actual paseo de la Explanada. TRACIÓN de este año), que salió de líammerfest á me- dos á ellas, al dar vuelta en la mesa general.
diados de Agosto último, á bordo de un pequeño slea- «Dejando abiertas las dos escaleras (dice muy acer-
En dicha plaza hubo espléndidas justas en 1424,
mer, ha conseguido hallar un paso libre, á través del tadamente el autor de la Guia de Madrid), acometien-
que fueron presididas por el Key aragonés D. Alfonso V,
Océano Ártico, hasta la embocadura del Yenissei, rio do al salón principal, el Palacio ofrecerla incomparable •
el Noble, en celebridad de la segunda expedición que
que atraviesa la Siberia y llega hasta los confines de la magnificencia, y haciendo practicable la entrada de la
aquel valeroso monarca había mandado contra Ñapó-
China. que se condenó, se daria suntuoso ingreso al salón de
les, y posteriormente el histórico Borne era el sitio
Esperemos, porque es probable que la incógnita no Embajadores, que hoy no tiene sino dos entradas la-
donde, en un elevado tablado, se verificaba la degra-
permanezca oculta por mucho tiempo á la escrutadora terales, una por miserable y oscuro pasillo.»
dación de los clérigos á quienes el tribunal eclesiástico
condenaba, y donde luego se hicieron la? ejecuciones mirada de los hombres. La descripción de las obras de arte que decoran es-
de pena capital. Hasta el 13 de Diciembre de 1723 El primer grabado que damos en la pág. S33 repre- tas dos escaleras principales del Real Palacio exigi-
veíanse allí las horcas, que mandó quitar en tal fecha senta á los tripulantes del Alerl abriendo mi canal en ría un artículo de largas dimensiones: véala el que lo
el Virey de Cataluña, en virtud de una orden del Rey el mar helado para el paso del buque. desee en el libro citado, ó en cualquiera otro que reseñe
D. Felipe V. con exactitud y recto juicio las bellezas artísticas del
alcázar de nuestros reyes.
Algún cronista de Cataluña dice que el Borne fué el PRIMER CENTENARIO DEL NACDIIESTO DE O'lIIGGINS,
punto de reunión de la plebe amotinada en 137C, cuan- Anteayer, 28 del actual, cumpleaños de S. M. el
EN CHILE. Rey D. xilfonso X I I , la escalera principal del Real Pa-
do los habitantes de la ciudad condal sufrían los estra-
gos del hambre y de la peste, y que sólo el santo mi- El 20 de Agosto próximo pasado se conmemoró con lacio, frecuentada por elegantes damas y por el mundo
sionero valenciano Vicente Ferrer, que á la sazón re- solemnidad extraordinaria en Santiago de Chile el pri- oficial y político de la corte, con motivo de la recep-
sidía en Barcelona, consiguió apaciguar con su palabra mer centenario del nacimiento del general D. Bernar- ción general, ofrecía el hermoso y animado espectácu-
elocuente y piadosa los ánimos exaltados. do OTIiggíns, imo de los patriarcas de la independen- lo que se halla representado en el grabado de las pági-
cia de la República chilena, y entre los festejos públi- nas S3G y 337, íegun fotografía del Sr. Laurent y di-
cos que se celebraron en señal de regocijo, figuró una bujo de D. J. Comba.
EXPEDICIÓN INGLESA AL POLO NORTE.
gran cabalgata alegórica, que constaba de cuatro bellos
Aun cuando ya hemos dado en un número prece- carros de triunfo. <• MONJE CAPUCHINO EN MEDITACIÓN.
dente exacta reseña del viaje de exploración que han El primero, llamado Carro de la Vidoria, llevaba Copia del cnatlro tic ]\h\ TI. T.Ghmann.
realizado por los mares del Norte, desde Mayo del año una estatua de la Victoria, en medio de otras dos más
último, los buques ingleses Alert y Discoverij, al man- El eminente retratista inglés Mr. Rudolph Lehmann
pequeñas que representaban la Fama y la Historia; en
do del capitán Mr. Nares, creemos que nuestros lecto- ha expuesto recientemente en los salones de la Real
el centro de la plataforma interior so hallaba la diosa
res verán con,agrado nuevos detalles de la atrevida Academia de Londres dos hermosos cuadros; titúlase
Vesta, protegida por J\Iarte y velando por el fuego sa-
expedición, C[ue han sido dados á los periódicos in- el uno Ave-Mar¡a, y representa la conmovedora esce-
grado de la patria ; un Genio guiaba al carro, y sobre
gleses por ilustradas personas que en ella han tomado na de la salutación angélica; el título del otro es Fra
un trofeo militar que se ostentaba en la parte superior
parte. Reato, y de éste damos una fiel reproducción en el gra-
del mismo, figuraba el cóndor de los Andes.
El 25 de Agosto de 1875, después de haber pasado bado de la \rág. 340.
El Garro de la Marina se componía de un pequeño
por el estrecho Smith y el canal de Kennedy, el Dis- Un fraile capuchino aparece en el interior de su cel-
buque semejante al que fué capturado en la guerra de
coverij fondeó para pasar la invernada en una cómoda da, modelo de soledad monástica, sentado en modesto
la Independencia por el almirante Blanco, y estaba ro-
bahía, mientras el Aleri navegaba continuamente con escaño, con un libro entre las manos, y redúcese el
deado de escudos y tarjetoucs, figurando conchas, don-
rumbo al Norte. mobiliario de la humilde estancia á una mesa con pu-
de se leían los nombres de los más distinguidos oficia-
En el invierno, que fué crudísimo, presentáronse en pitre y varios libros, un modesto lecho y tres sillas
les de la flota de Cochranes.
dos ocasiones á la vista de los tripulantes del Discovery de madera, algún cuadro de asunto piadoso y una pila
El Carro del General representaba á O'Híggíns y á para el agua bendita; hállase el buen fraile sumergido
numerosos rebaños de Bluslr Oxen ó bueyes almizclados, los principales individuos de su ministerio, tales como
anímales que no se creía hallar en latitudes tan sep- en meditación profunda, «olvidando al mundo y olvi-
Centeno, Echeverría y Villegas; seguíale el goberna- dado por el mundo», mientras el aire puro del campo
tentrionales, así como lobos, armiños, zorros y otros dor de Valparaíso con los miembros de la municipali-
cuadrúpedos, y aun pudieron pescarse algunos salmo- llena de fragancia la estrecha celda, y dos pajarillos
dad, y le precedían las armas de la ciudad, llevadas por buscan abandonadas migajas en el alféizar de la abier-
nes y truchas. El capitán Fielden y Mr. Hart reco- heraldos.
gieron varios ejemplaT'es de flores, musgo y minerales, ta ventana.
El Carro de la República era el último, y en él tenía
que excitarán la curiosidad de los sabios. Este bello cuadro de Mr. Lehmann ha sido presen-
excelente representación la República chilena, ampara-
Desde Noviembre de dicho año hasta los últimos días tado posteriormente al público de Liverpool en el sa-
da por la Justicia, la Fuerza y la Sabiduría, que pro-
de Febrero de 187ÍÍ la oscuridad habría sido completa, lón artístico de la Biblioteca Libre {Free Lihrarij and
tegían ademas á la Agricultura, la Industria, el Co-
si algunas veces los ])álidos rayos de la luna no hubie- MunHeum), mereciendo unánimes elogios.
mercio, la Marina y las Bellas Artes.
sen iluminado el espacio durante pocas horas. Fué la Esta gran ostentación alegórica, de la que ofrece-
noche de 142 días para el Alvrí, y de 137 para el Dk- mos un bosquejo en el segundo grabado de la pági- DE MÁLAGA Á TÁNGER.
covery, y aun la aurora boreal, que apareció en varias na 833, recorrió las principales calles de la ciudad, en (Apuntes ele viaje, por el Sr. rellicer.)
ocasiones, era menos brillante que suele ser en Ingla- medio de numeroso concurso de gentes que aclamaban
terra. con entusiasmo á los principales caudillos de la Inde- El grabado que publicamos en la página 341 os la
Siete meses estuvieron los buques como sepultados pendencia chilena. segunda hoja del álbum (pie ha formado nuestro corres-
en la nieve: habíase cubierto el puente de cada uno ponsal artístico el Sr. Pellicer, con ocasión de su re-
de ellos con una gruesa capa de nieve, á fin de reco- VESTÍBULO Y ESCALERA PRINCIPAL DEL PALACIO REAL ciente viaje á Tánger: en clhi a])avecen bosquejadas
ger mejor el calórico en el fondo, y construyéronse con fidelidad suma vistas de Málaga y del estrecho de
DE MADRID.
cabanas de hielo en lí^s cercanías para establecer dife- Gibraltar; una bandera inglesa flotando en tierra es¡)a-
rentes observatorios magnéticos. En la noche de Navidad del año 1734, hallándosela ñola, y tipos de hebreos y de soldados y marinos britá-
Los equipajes no perdieron un solo momento su va- corte en el Pardo, estalló un violento incendio en el nicos ; una perspectiva de Tarifa, ciudad insigne, cuyo
lor y anímaciou : había á bordo variados juegos, y dis- Real Palacio de la Yilla, sin que pudiera averiguarse nombre es resumen de páginas gloriosas de la histo-
tracciones; prensas, biblioteca, instrumentos de músi- la causa, y quedó reducida á cenizas y escombros cal- ria patria; un ligero diseño, por fin, del aspecto que
ca, etc.; una vez en la semana se representaban come- cinados aquella antigua mansión de los monarcas cas- ofrece la africana ^J'ánger, vista desde el mar, asentada
dias, y otra so exhibían curiosas vistas por medio de tellanos. en escuetas rocas, y ceñida por heterogéneo cinturon de
una linterna mágica; los días festivos se quemaban Habiéndose propuesto el rey D. Felipe V hacer edi- vetustos murallones.
fuegos artificiales y se iluminaban los i)alos mayores ficar un nuevo ¡)alacio, y precisamente sobre el solar
con luces de Bengala; la noche de Navidad se anunció del antiguo (no en las alturas donde hoy se encuentra M. F. T E L F E N E R ,
con una serenata, y los oficiales distribuyeron oportu- el barrio de Pozas, como propuso el abate .Jubarra, ar- Empreaario-coJistnictor del ferro-carril de Córdoba á Tacnman,
nos presentes á los marineros, que cantaban alegre- quitecto turinés á quien el Rey encomendó primero la en la F..epúl)lica Ai-gentina.
mente las populares coplas Roast Iw.ef of oíd England. formación de planos y presupuesto), y aprobado el pro- El caballero italiano cuyo retrato damos en la pági-
El 4 de Marzo celebróse con grandes festejos la vuel- yecto del arquitecto Juan Bautista Haquetti, también na 344 ha sido objeto recientemente de una entusiasta
332 LA ÍLusTi^Aciori ESPAÑOLA Y AMEÍ^ICAKA. N.° XLIV

mu —
EMMO. SR. D. MAUTANO BAKRIO Y FERNANDEZ, CARDENAL ARZOBISPO DE VALENCIA ; f EL 20 DEL ACTUAL.
(Dibujo del nnUiial, por D. G. Gómez.)

BARCELONA.—VISTA DEL «BORNE» ANTIGUO. (Dibujo del natural, por el Sr. Eigalt.)
N." XLIV LA ÍLUSTf^ACiON, ESPAÑOLA Y yA.ME)R_iCA)S[A, 333

EXPEDICIÓN INGLESA AL POLO NORTE. — TRIPULANTES DEL «ALERT» ABiuEsno UN CANAL EN EL MAR HELADO PAÜA EL PASO DEL BUQUE.

SANTIAGO ( C H I L E ) . — C A B A L G A T A ALEGÓKICA TARA CELEBRAR EL PRIMER CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE O'HIOGINS, EL 20 DE AGOSTO ÚLTIMO.
334 LA Í LUSTRACIOlSt
?
pSPANOLA Y AMEÍ^ICANLA. N." X L I Y

ovación en todos los pueblos desde Tncuman á Buenos El drama del Sr. Bremon es una excepción de este, honda impresión que el poemita del Sr. Bremon ha
Aires, en la República Argentina: empresario cons- que podemos llamar sistema fríamente calculado, susti- producido en el ánimo de la distinguida concurrencia
tructor de la vía férrea más larga (r)4G kilómetros) que tuido á la inspiración verdadera y á la enérgica palpi- que ha asistido á su estreno. El dolorido acento de la
hoy existe en Snd-América, ha sabido llevar á cabo tación del sentimiento. El poema Dos hijos, que así S3 mujer que ve en el desvío del hijo que tiene al lado la
esta importantísima obra, con actividad sin ejemplo y llama la composición del Sr. Bremon, no está apoyado
honradez á toda prneba, en el corto espacio de cuatro
más terrible agravación de la pena que le causa la au-
años. en los recursos heroicos de la imaginación ; no es una sencia y el peligro mortal del hijo ausente; el amor en-
Es de advertir que la línea de Córdoba á Tucuman creación subordinada al deseo lamentable de producir trañable y rico en inflexiones de la matrona que lucha
pasa por el desierto de las Salinas, que tiene una ex- efecto, sorprendiendo los extravíos del gusto; no es un por retener al primero junto á su seno; los gritos des-
tensión de 90 kilómetros, y todas las personas ilustra- drama fiado á lo que hoy se llaman silaarioncsijras- garradores de la madre herida en los afectos íntimos de
das que conocían el proyecto, aun las más optimistas, ijos de efecto; es un poema del alma, en el cual el la naturaleza; todo el movimiento, en fln, de la pasión
desconfiaban del éxito, porque en aquel yermo horri-
blemente árido no hay agua, ni vegetación, ni siquie-
sentimiento estético nace de la emoción que despierta de que el autor nos muestra poseída á la heroína de su
ra tierra vegetal, sino una inmensa sabana de sal, que la fuerza de la verdad, y en el que el arte convencio- poema, ha sido interpretado por la Civili con admira-
hace recordar al viajero la leyenda genesiaca. nal ha tomado menos parte que el instinto de la natu- ble calor de verdad, y con un talento superior, á cuya
La colonia italiana en la República ha saludado tam- raleza, subordinado á una poética eternamente humana. altura han procurado con loable esfuerzo sostenerse los
bién á ]\I. Telfener como á una gloria de su patria, y El poema del Sr. Bremon, es la historia de una ma- demás actores que toman parte en el drama.
el rey Víctor Manuel le ha remitido, con una expre- dre que tiene dos hijos: el uno representa en la í'timilia La representación de Dos hijos ha sido, pues, un
siva carta autógrafa, las cruces de San Mauricio y de
la Corona de Italia.
la noción del bien: hijo desvalido del pueblo, ha mar- suceso teatral notable por más de un concepto: lo ha
M. Telfener es miembro de la Sociedad Geográfica chado á América á combatir par la integridad de su sido por la belleza de la composición en que rebosa el
Italiana y de otras notables corporaciones científicas país: el otro es un joven descreído, ó más bien, per- sentimiento, desnudo de falsos oropeles; lo ha sido por
de Europa. vertido por el escepticismo vulgar y fraseológico de la admirable interpretación que la protagonista ha en-
EusEBio MARTÍNEZ DE VELASCO. nuestros dias. La madre ama á los dos con la lógica contrado en el talento de la Sra. Civili, y lo ha sido, en
entrañable de la naturaleza: el uno es la luz ; el otro ñn, por la intensidad con que la obra ha impresionado
es la sombra de la familia ; pero la Providencia dispo- el ánimo del público.
LOS TEATROS. ne las eo.-as de tal modo, que el buen hijo perece he- El Sr. Bremon, escritor notable en otros conceptos,
I. roicamente en defensa de su patria, y el hijo desnatu- es un poeta dramático inesperado : al dar el primer pa-
Una comedia más apreciable por el esmero de su for-
ralizado, volteriano y descreído, se ve de improviso so ha encontrado el camino recto; sígalo con el entu-
ma literaria y por su tendencia moral que p>or las con-
humillado, y al propio tiempo enaltecido por la heren- siasmo y con el feliz instinto que se echan de ver en el
diciones esenciales del poema escénico, y un drama en
cia de un timbre de gloria, de una cruz ganada en los calor y en la sobria belleza de su primer ensayo, y le
un acto, de belleza á la verdad, poco común, son las
campos de batalla, que recibe de su hermano, por mano aseguramos muchos y muy envidiables laureles.
obras nuevas á que hoy vamos á consagrar algunas lí-
do un valiente: y sobrecogido por el intenso dolor de PEUEGRIN GARCÍA CADENA.
neas, haciendo caso omiso de otras producciones, de es-
la madre desconsolada, y por el legado de honor que le
casa ó de ninguna entidad, estrenadas durante la quin-
confia su virtuoso hermano, la naturaleza se sobrepone
á las sugestiones de un racionalismo y de un escepticis- ESMERALDA CERVANTES.
cena que acaba de trascurrir. La primera de estas com-
posiciones, titulada Pepe Carranza, es original de don
mo rudos ó inconscientes, y el hijo desviado de los afec-
CAETA Á FERNAKDEZ BREMOX.
Carlos Frontaura, escritor distinguido y laborioso,
tos del hogar se convierte á la fe y al sentimiento de
la familia. I.
acostumbrado á recoger laureles en el triple palenque
del periódico, del libro y de la escena; pero de cuyo
Todo esto es sencillo y natural: la imaginación, la Cuando visité por vez primera á la eminente niña,
probado ingenio se espera siempre algo más de lo que
inventiva, los resortes heroicos del entendimiento no que en el mundo del arte se ha hecho conocer con este
ha realizado en la comedia estrenada recientemente en
han tomado parte en la creación del cuadro dé familia extraño y simpático pseudónimo, fui á cumplir por de-
el teatro de la calle del Príncipe.
cuyo contorno general rápidamente hemos trazado. Y legación los deberes de una recomendación casi oficial.
Falta de novedad en el pensamiento y la ilación del
sin embargo mal decimos; y por esto mismo la im- Venía la ilustre arpista por vez primera á Madrid, y
poema; languidez en el desarrollo de la acción cómica,
presión que produce en el ánimo el desenvolvimiento conocida ya de antiguo en el circulo del palacio Basi-
y cierto olvido de lo natural y lo verosímil en algunas si-
de este combate moral, desligado de toda idea artifi- lewski, en París, por el Sr. Conde de Coello, nuestro
tuaciones, son los defectos más visibles de esta produc-
ciosa y sabiamente preconcebida, despierta un senti- actual representante diplomático en Italia, encomen-
ción del Sr. Frontaura. Pejw Carranza tiene, sin em-
miento ajeno al raciocinio perturbador y desorientado dóla á la solicita atención de compañeros queridos en
bargo , en su abono, como ya hemos dicho, lo bien in-
en el alma impresionada del espectador. la propiedad y dirección de La Época, de quienes re-
tencionado de la idea, una versificación cuidada, y el
IsTosotros entendemos por drama una lucha, una cibí la grata misión de ofrecer á Esmeralda los servi-
donaire que es inseparable de las composiciones cómi-
expansión, si se quiere, de afectos y de intereses que cios generosos que han sido repetidas veces el sólido
cas y festivas de este escritor. En gracia de estas cuali-
revisten carácter íntimo de verdad. Sin esta última escabel de muchas reputaciones, aunque legítimas, in-
dades que, si bien insuficientes para llenar las condi-
condición el ingenio podrá producir maravillas de vir- cipientes. No obstante, porque contrariaba mis planes
tud efímera y transitoria, podrá despertar, como los de aquella noche, confieso que asistí á la morada de
ciones de la buena comedia, no son, por desgracia, fre-
escritores de la raza de Cornelia, el entusiasmo de una Esmeralda casi casi como á la fuerza.
cuentes en las obras de este género, abortos extrava-
gantes unas veces, modelos otras de versificación ram-
minoría predispuesta á ceñir ciegamente los laureles Clotilde Cerda habia invitado para que la oyeran á los
plona y desabrida, ó de prosa insulsa y afrancesada, y
de esa gloria que sólo florece, á larga primavera de in- profesores más considerados del Conservatorio. Cuando
casi siempre sembradas de chistes ofensivos al decoro y
mortalidad, en la frente de los ingenios etei'namente llegué á su casa encontré en ella á Arrieta, Monaste-
á la cultura, el público .del teatro de la Comedia ha re-
humanos; pero se hundirá en las tinieblas del olvido, rio, Zabalza, Guelbenzu, Mata, el Marqués de Gaona
cibido con aplauso la producción del Sr. Frontaura.
como se ha hundido el trabajo de todos los escritores y algún otro que la memoria infiel no me trae ahora al
dramáticos que, sin tener, como Calderón, como Cornei- recuerdo. Habia también algunos convidados que, como
Pejje Carranza ha tenido, pues, un éxito regular,
lle, como Shakspeare la intuición profunda de la natura- yo, eran profanos al arte, y entre éstos el Sr. D. Ma-
aunque insuficiente para satisfacer las aspiraciones de
leza excepcional, pretenden sacar partido del mal gusto, nuel Sil vela y el Sr. Marqués de Corvera, que habiendo
un escritor tan acostumbrado como el Sr. Frontaura á
ó aspiran de buena fe á interesar á una sociedad des- comido aquel dia en casa de la Sra. Condesa del Mon-
los favores del público, y cuyo ingenio infatigable no
orientada, con recursos extraños á las leyes invariables tijo, hicieron una breve escapatoria por saludar á la
dejará pasar mucho tiempo sin ofrecernos ocasión de
de la belleza. que hablan ya admirado en Francia en los salones de
mayor aplauso.
Así á lo menos lo esperamos.
La esencia de ésta no cambia; es inmutable : varía la reina Isabel.
El desempeño de Pepe Carranza ha sido esmeradísi-
de formas, reviste apariencias diversas á través de los Monasterio me confesó que estaba aquel dia molido
mo, como lo es generalmente el de las obras que, con
tiempos; se plega á los modos característicos de las so- de trabajo (habia tenido Capilla en.Palacio y concierto
verdadero cariño al arte y á los autores, dirige el inte-
ciedades; pero permanece siempre la misma en sus en el Circo del Principe Alfonso) y aun calenturiento,
ligente actor I). Emilio Mario, y ha dejado satisfechos
fundamentos, y éstos se apoyan siempre en datos de y que sólo por no ser descortés con aquellas damas ha-
los deseos del público.
verdad. El drama del Sr. Bremon es bello, porque ha- bia deferido á su invitación. Protestas análogas oí á
ce vibrar fibras que están en el sentimiento universal, Arrieta, á Guelbenzu y á Zabalza. Pero todavía, cuan-
II. y porque tiende á despertar instintos nobles del cora- do las formularon en reserva de amistad, Clotilde no se
De un argumento sencillo, desnudo de artificiales zón humano: el amor de la patria, el amor maternal, habia acercado al arpa. Antes de hacerlo se habló mucho
complicaciones; de un combate de afectos natural, ca- el arrepentimiento provocado por altos ejemplos de ab- de grandes maestros concertistas, de grandes composi-
loroso, ajeno á los relumbrones subversi"\'os de una poé- negación, de sentimiento y de virtud: estos son los re- tores,' y entre aquella profusión de nombres exóticos,
tica vagarosa, el Sr. D. José Fernandez Bremonha he- sortes de que se ha valido el autor de Dos hijos en que ni todos eran para mí nuevos, ni todos conocidos
cho un drama en un acto, que tiene la rara virtud de su drama de cortas dimensiones, donde no hay más mo- tampoco, la amable niña hablaba de cada uno como de
despertar unánimemente las emociones de lo bello y lo vimiento que el de los afectos que en él combaten, las personas que le hubieran sido más familiares : de to-
patético, y de herir, sin disonancias extrañas, el senti- para conquistar la ovación más valedera y más signifi- dos habla recibido una lección, una nota, un recuerdo;
miento de la generalidad. Y llamamos á esto rara vir- cativa que un escritor pueda arrancar á un púbhco de y al tratar de su amistad con todos ellos, la ingenuidad
tud, porque lo es en efecto en estos tiempos en que el nuestros dias y á un público de todos los tiempos; la de su rostro y la facilidad y fijeza de su frase revela-
arte dramático, colocado en la pendiente de una gran ovación antes bien recogida que estrepitosa que dispen- ban la verdad de su relato. Aquel primer examen oral
decadencia, apela por lo común á los recursos sorpren- sa á la belleza la expansión natural de una emoción pro- ya sedujo á los hábiles interlocutores de Esmeralda.
dentes de la estructura y á los deslumbramientos de funda y unánimemente sentida. Luego se acercó al arpa; suspendió á todos con las in-
la frase, llevando al ánimo del auditorio un criterio Preciso es añadir que en la interpretación del dra- finitas armonías que arraneó su diestra mano en obras
anárquico, y provocando una confusa interpretación de ma Dos hijos la Sra. Givili ha desplegado talentos y de Godefroid, Thomas, Gounod, líaydn y Strauss, y
las nociones del gusto. facultades de actriz, que explican en mucha parte la Monasterio, volviéndose á mí, me dijo al terminar Cío-
N." XLIV LA TLUSTF(.ACIO)S(, ESPAÑOLA y .AMERJCANA. 335

tilde de tocar Les Admix del primero de estos célebres cusaba los sacrificios exigidos para aquella empresa, no pañoles, el aniversario del más grande de los ingenios
compositores: — Confieso á usted que me he llevado chas- influyendo poco en su determinación su oposición á que florecieron en nuestra edad de oro. Tomó la ini-
co: no esperaha eslo: ni ¡ja siento el cansancio del díaacometerla. En aquella intrépida tentativa, sembrada ciativa en aquella solemnidad el representante diplo-
ni me duele la cabeza.—Arrieta, por lo bajo, emitió de los trabajos inherentes á resolución tan atrevida, mático de España en Viena D. Eduardo Asquerino,
su respetable juicio sobre la joven arpista en estos elo- superó con fe la Sra. Bosch todas las difíciles pruebas que antes que las de la política habia con gloria cul-
cuentes términos, al Marqués de Gaona y á mi:— Ver- de su aislamiento y falta de recursos, decidida á labrar tivado las palmas de la bella lituratura. Esmeralda
daderamente, dijo, esta niña es un portento: es un ta- sobre la penosa cruz de las privaciones el porvenir Cervantes fué invitada á aumentar el brillo de la fies-
lento fundamen tal. apetecido para la hija de sus entrañas. ta, ejecutando al arpa algunas de sus más predilectas
Si esto opinaban y etto sentían tan autorizados ¿ Qué relato aquí cabe de esta parte de la vida de melodías. Tratábase de un bautismo artístico de los
maestros, ¿ qué sería de mí ? Clotilde ? El arpa y los pinceles se completaban bajo la más gloriosos, y desde luego la angelical artista asintió
dulce y recíproca ternura del amor de madre á hija y entusiasmada á lo que se la pedia. Tocó, en efecto, y
II.
de hija á madre, y los dias de afán, de privaciones, de arrebató á aquel culto auditorio. Al dia siguiente todos
Lo que pensé y sentí acerca de Esmeralda en aquella incertidumbres los sonrosaban las candidas alegrías de los periódicos de Viena se hicieron lenguas de aquel
inolvidable velada, escrito está en las columnas de La la alumna infantil de las sagradas Piérides. No eran milagro del arte, como con unánime dictamen la lla-
Época. Aquella admiración á la artista, sin embargo, solas para consolarse de las desdichas de tan difícil maron.
creció de punto cuando en la afectuosa confianza que prueba. Cataluña tenía constantemente en Eoma una Inmediatamente el famoso concertista Antonio Za-
fué desde entonces vínculo de inquebrantable amistad, rica colonia de artistas del porvenir, y el humilde ho- mara se comprometió á presentarla espléndidamente
pude relacionar la aureola del genio con la aureola de la gar de las dos Clotildes era el centro de aquella gallar- en el mundo artístico alemán, y desde aquel dia Es-
constancia y los trabajos: ¡ que no fuera el celeste pri- da juventud de que formaban parte Rosales, Fortuny, meralda gozó los honores de una primera reputación.
vilegio del talento don tan digno de universales res- Valles, Martí, Vera, y otros ya insignes maestros es-
V.
petos , si sus palmas se alcanzasen ordinariamente sin pañoles é italianos, y muchos cuyos nombres aun no
las pruebas fatigosas del afán y de sus luchas exacerba- disfrutan del aura de la fama. Asquerino la recomendó á los agentes diplomáticos
das con la tenaz esquivez de la fortuna, que realza los La ilusión del arte, el ansia de la gloria, la ardiente de España en toda Europa; Cabouli-Bujá, embajador
ánimos generosos en lugar de abatirlos y achicarlos, y sed de la notoriedad laureada, el vivo estímulo de la de Turquía, le expidió título de arpista de la Embaja-
con la pugna encarnizada con la desgracia, que mien- fortuna, ¡ á cuántas ingenuas expansiones dio alientos da imperial de Turquía en Viona; el Emperador Fran-
tras más duramente persigue á los de espíritu levanta- bajo aquel techo y en aquel hogar! Nada es más her- cisco José tuvo ocasión de hacerla el primer regalo en
do , más les eleva y les engrandece ! moso que la vida de las doradas esperanzas. Ellas lo joyas ricas y espléndidas; el joven alumno del Liceo
Asmodeo, cuando habló de Esmeralda en una de sus sanan todo; ellas mitigan todos los dolores; ellas son- Teresiano entonces le cobró la estimación que ¡Drofesa
Revistas de La Ejmca, tan estimadas en el mundo del rosan todas las imágenes de la fantasía. ¡ Feliz apren- á los que en el Olimpo de las artes dan gloria á la pa-
buen tono, contó con su ingenuidad acostumbrada có- dizaje, parecido á la aurora brillante de un dia de sol tria española; y Sti'auss y Languenbach se apoderaron
mo la conoció en las antecámaras de la reina Isabel en espléndido de Mayo ! Todas las nubes de la vida son en de la niña y la llevaron como en triunfo do Viena á
París, recibiendo de esta augusta señora acogida prefe- él vaporosas brumas que se abren y desvanecen á la Munich y de Munich, durante cuatro meses, por todas
rente en su regia estancia á la concedida á los grandes primera aparición del astro bienhechor! Ningún punto las principales ciudades de la confederación alemana.
y á los títulos que concurrían al palacio de Basilewski á oscuro en el espacio previene entonces de las rudas En Munich, Wagner, que la admiró, dijo al Rey de
visitarla. Más llana conmigo la encantadora niña, abrió tempestades de la tarde. La exuberancia de fe desmaya Baviora, informándole sobre la capacidad artística de
á mi amistad dos brillantes hojas del libro de su historia. las asechanzas del destino. La misma pobreza entonces Esmeralda : Ese es el genio.
En una estaban escritas las revelaciones inapreciables es una prueba que ni abruma, ni desanima; el porve- Firmada la paz con Alemania volvió Eámeralda á Pa-
de los trabajos de su educación y de su infancia; en nir es un campo de esmeralda cuajado de vistosas flo- rís, desde donde hizo varias excursiones á Londres, y
la otra, álbum de más brillantes recuerdos, se encer- res; la gloria una aspiración sublime, y la constancia durante este tiempo tuvo el honor de tocar con los prin-
raban las espléndidas flores de que la admiración ha la más amable virtud. Ningún padecimiento llega á los cipales concertistas de Europa. Gounod y Thomas des-
sembrado el camino de la artista. El vulgo ilustrado, dinteles del alma, que sueña sin descanso entre las va- de entonces le profesaron singular cariño, y el pianista
los muelles lectores de las cosas superficiales y amenas, porosas nubes del espacio en que se cierne. Kontski, al presentarla ala Reina Victoria, la dijo:
ya han devorado algunas notas de esta parte de la his- Esta fué Roma para Clotilde en el primer vuelo de (íC'esl ma filie.t)
toria de Esmeralda: de la primera, pocas son conoci- sus estudios, y aquí, sin embargo, eftán los dias más Víctor Hugo, que con Esmeralda sostiene corres-
das, porque verdaderamente la historia del trabajo y afanosos de su existencia. Después de Roma, París fué pondencia epistolar, la escribía en cierta ocasión en
de la constancia contra las remoras del infortunio, casi, la capital elegida para ensanchar los horizontes de la una carta que fué pubhcada por todos los periódicos
casi no son interesantes más que para los que en el educación artística de Esmeralda. Féhx Godefroid, pren- de Francia: <ÍVOUS cíes encoré enfant, et vous (¡tes deja
camino de la constancia y del trabajo nos hemos ha- dado de las felices disposiciones de la niña, la tomó ba- une renommée.s) En The Times, otro entusiasta, des-
llado frente á frente en lid abierta con el infortunio y jo su dirección, y á poco consiguió envanecerse en el pués de haberla oído en los conciertos del Príncipe de
sus obstáculos. Sin embargo, algo de esto es digno de círculo de sus amistades artísticas con lo acertado de su Gales, escribió: «We hope to see Esmeralda Cervantes
saberse, para que á la aureola del genio que hoy ciñe generosa elección. next season; andhope she ivill plag hefore Queen Victo-
la frente de Esmeralda, preste su divino esmalte el El talento de la niña fué admirado por todo el París ria. Ls she not herselfa Queen of íhe musical art?y>
mérito de sus triunfos sobre el ominoso estigma de la de los talentos escogidos, y entre éstos por Víctor El álbum de Esmeralda contiene las firmas y los
suerte desdeñosa. Hugo, el primer poeta lírico de la Francia contempo- elogios autógrafos de casi todos los soberanos de Euro-
ránea. Todos animaron á la madre á sacar á Clotilde pa. La Reina de Wurtemberg le regaló un rico braza-
III.
de su oscuridad de alumna; mas como para salir á la lete ; un medallón, la de Holanda; una sortija, la de
Clotilde Cerda no desciende de una familia advene- notoriedad del mundo artístico quisieran vencer ma- Bélgica; otra rica joya y un beso, la de Inglaterra; un
diza : su padre, á quien acaba de perder, D. Ildefonso dre é hija las dificultades de nuestras hidalgas preocu- rico aderezo de brillantes, perlas y rubíes, la de Espia-
Cerda y Sunyer, miembro de una de las familias patri- paciones españolas de nombres y apellidos, Víctor ña, D.'' Isabel de Borbon ; una rica pulsera de su uso
cias más distinguidas de Vich, era ingeniero civil, y Hugo resolvió la mitad del problema bautizando á continuo, la Condesa del Montijo, madre de la Empe-
en su carrera ha dejado un nombre esclarecido, pues á Clotilde con el pseudónimo de Esmeralda, en memo- ratriz Eugenia; el Emperador del Brasil, unos brillan-
él se deben la construcción de la carretera de Barcelo- ria de una de sus más románticas producciones. El tes en unos pendientes de inestimable valor, y los
na á Francia, la del ferro-carril de Granollers, la del pseudónimo lo completó luego una augusta señora, que Presidentes de las repúblicas del Uruguay, de La Plata y
canal de la Infanta, la conducción de aguas á Valen- siempre ha dispensado á la niña artista la protección del Perú, joyas también de muy subido precio. En un
cía, los planos del ferro-carril de San Juan de las Aba- más decidida. En efecto, la reina D.'' Isabel de Borbon solo concierto en Buenos Aires se le regalaron joyas
desas y el del ensanche de Barcelona, sobre cuyo pro- hizo perfecto el nombre artístico de Clotilde Cerda, aña- por valor de 44.000 duros.
yecto escribió notables obras, donde manifestó sus pro- diendo al Esmeralda de Víctor Hugo el Cervantes del En Fíladelfia, en su visita á la Exposición, el Em-
fundos estudios y vastos conocimientos, no sólo en las inmortal autor del Quiijote. Así se reunieron en la pre- perador del Brasil organizó un concierto en obsequio
materias más propias de su profesión, sino en cuanto ciosa niña dos tan insignes recuerdos, compendio de de Esmeralda; todas las repúblicas del Sur por donde
concierne á topografía, hidrografía, climatología, hi- los dos más grandes hechos de su vida hasta entonces, ha pasado le han dispensado el honor de nombrarla ciu-
giene y sanidad. Ademas Cerda habia sido en varias es decir, su nacimiento y su educación. dadana de honor de los Estados hispano-americanos;
ocasiones presidente de la Diputación provincial de Bar- los periódicos ilustrados de París, Lisboa, Rio Janeiro,
celona, y diputado á Cortes. IV.
Montevideo, Buenos-Aires, Chile, el Perú y Nueva-
De tan abonado tronco procede la eminente arpista, Sin embargo, la vida artística de Esmeralda Cervan- York han publicado su retrato y biografía. Uno de
nacida en Barcelona el 28 de Febrero de 1861. Casi tes no comenzó hasta que su patria natural, España, se aquéllos representa un templo de flores, en medio del
en la infancia salió de Cataluña, porque su madre, do- vio presa de la más profunda de sus revoluciones mo- cual Esmeralda de pié, junto al arpa, engalanada tam-
ña Clotilde Bosch, animada de un secreto impulso, se- dernas, y su patria adoptiva, Francia, de la más omi- bién con flores naturales, recibe de manos de las tier-
obstinó en dar á la niña una educación artística, que nosa de las guerras contemporáneas. París gemía bajo nas hijas del general Mitre el pergamino-diploma de la
contrariaba las tenaces preocupaciones de la clase so- el fuego de los cañones prusianos cuando Esmeralda, ciudadanía de honor de la República Oriental. Ahora
cial á que pertenecía, refractaria en nuestro país más errante por Europa en busca de fama y fortuna, se ha- Esmeralda se encuentra en Cuba, donde la rica Anti-
que en ningún otro á abandonar las mujeres á los con- llaba en la capital del Austria hacia Abril de 1873. 11a no la prestará menos admiración. La carrera de esta
trarios embates de la lucha artística. Eoma fué el re- La colonia española que á la sazón se encontraba en preciosa niña es brillante, y el porvenir que el arte la
fugio de las dos Clotildes, y la madre, en cuyas manos Viena, con motivo de la Exposición Universal, qui- ofrece le convida con un nombre imperecedero y una
no han sido ingratos los pinceles, fió á éstos su sosten so celebrar en aquella nación, cuyos emperadores, en fortuna colosal.
y la educación de la niña, pues Cerda, que, aunque ha- los tiempos en que vivió Cervantes, recibieron su in- De todo es merecedora la que dotada por el cielo
bia trabajado tanto, no habia explotado la fortuna, ex- vestidura bajo el influjo y el oro de los Austrias es- con un talento tan peregrino ha sabido cultivarlo y
P A L A C I O R E A L DE MADRID.

VESTÍBULO Y ESCALERA PRINCIPAL E N UN D Í A DE RECEPCIÓN.-


338 LA TLUSTIIACIOJSL ESPAÑOLA Y AMEÍ^ICAKA. N.° XLIV

hacer brillar su celeste resplandor en la esfera á que era sa por la universalidad de su genio, que desea llegue á AYeimar como primer fruto, aunque todavía parcial, de
llamado. Muchos trabajos y desvelos la costó su educa- ser WdtliUeraiur. Bien pronto ha de e.scribir Goethe á su viaje á Italia. Al mismo tiempo signe Goethe traba-
ción artística; muchos trabajos y desvelos le cuesta sus amigos, diciéndoles que ni viaja por mero capri- jando el Withelm Meister, y cultivando todas las artes
cho, ni desea recoger grandes tesoros de saber, sino 'bellas, cada vez más entusiasmado de su viaje, y ad-
también el logro de sus laureles ; pero el cielo los tiene para enriquecer la cultura de su país. Cuando Goethe quiriendo siempre nuevas y más lécnndas enseñanzas
decretados paira los espíritus constantes, y nadie ven- busca lo verdadero y lo bello, que tiene por patria el en todo lo que ve y observa, que le llama principal-
ce á Esmeralda en la constancia que la inspira su fe" universo, y que extiende sus dominios por toda la con- mente la atención en la frondosidad de la naturaleza y
J U A N PBREZ DE GÜZMAN. ciencia humana, cuando ansia penetrar en el mundo en la perfección rítmica del arte ((i).
IS^oviembre, 187G.
del arte y en la región de la verdad, le anima un sen- De esta suerte se dispone Goethe á convertir primero
timiento cosmopolita, le alienta un amor universal en provecho propio, luego en utilidad general lo que
humano, y le mueve un sincretismo superior á las más aprende en su viaje á Italia, cuya importancia, princi-
GOETHE.
grandes sublimidades del sentimiento nacional, que, palmente en lo que se refiere á la estancia en Roma,
como subordinado al primero, ni es por él desconocido reconoce el mismo poeta, cuando considera el dia de su
INFLUENCIA DE I O S VIAJFS EN SU VIDA Y EN SUS OBRAS. ni amenguado. primera entrada en la Ciudad Eterna como un segundo
1 7 8 6 — 1794. En cuanto llegó Goethe al término de su viaje, á nacimiento. Renace, en efecto, el alma del artista, fa-
(Contiuuaciono
Roma, se apresura á disculparse con sus amigos y á vorablemente dispuesta ya p a r a d l o , á la adoración del
manifestarles los altos fines que le impulsaron á hacer paganismo, encarnando en la práctica su antigua teo-
II. su viaje. «Perdonad, amigos míos, dice (5), mi mis- ría de ser jMliteista en el arte, y señalando tal viaje el
terioso viaje los tesoros que recoja de él no los des- término obligado de la trasformacion del genio de Goethe
«Los productos de nuestros talentos, dice Goethe, tino á mi uso personal, quiero que oniclkzcan el resto al antiguo clasicismo, cuya necesidad había él ya sen-
deben ser los manjares servidos en la mesa de la pu- de toda nuestra vida.» En estas frases queda descubier- tido para la literatura patria en su primera residencia
bhcidad» (1). En busca de nuevos productos parte ta la incógnita, explicada su falta de patriotismo y en AYeimar (7). Y^a es el antiguo autor del Werther, el
secretamente Goethe desde Carlsbad á Italia el 3 de aquella indiferencia á la amistad y aquel alma insensi- que fué representante de toda la protesta de la espon-
Setiembre de 1786, para realizar un pensamiento ya ble al amor con que pretenden algunos denigrar la per- taneidad en la inspiración, el poeta reñexivo, el Gran
maduro en su alma. En los sitios que frecuentamos sonalidad de Goethe, olvidando cuan superiores móvi- Pagano que, según él mismo dice, «ha comprado una
habitualmente, la monotonía del paisaje deja inactiva les excitan su actividad, y no queriendo reconocer que cabeza colosal de Júpiter, y la ha colocado á la cabecera
nuestra observación; pero en otros lugares, los mismos el gran poeta goza tanto en su viaje como refiriéndole de su cama para dirigirla diariamente sus preces» (8).
objetos solicitan, por la especial situación en que se en afectuosa correspondencia á sus amigos, cual si su Aunque Goethe tenía un permiso indefinido para estar
hallan, nuestra actividad, que se despierta diligente y sensibilidad excesiva no hallara nunca lugar suficiente ausente de AVeimar, y el Duque le había relevado de
poderosamente ante la novedad del espectáculo, en lo para espaciarse, y anhelara siempre irradiar luz y calor, todo compromiso, decidió el poeta, una vez que creyó
cual reconocía Goethe la inmensa importancia de los verdad y sentimiento del centro refulgente de su pro- cumplida la principal misión que le había llevado á
viajes. Así es que Gcethe se sintió en seguida que lle- pia alma. Italia, recogiendo en su viaje una riqueza inmensa de
gó á Italia, según dice Kosenkranz (2), como reju- Cuando Goethe se encuentra en Roma, cuando ve ideas y emociones, abandonar Roma y volver á Weimar,
venecido, y llega Goethe á reconocerse ya, libre de sus realizados sus más vivos deseos y se apercibe de que sintiendo tan fuerte nostalgia de la vida como debe
ocupaciones diarias, más af)to para sus trabajos: «son la continuidad de la vida lleva consigo algo más que sentirla toda alma tocada del fuego divino de la ins-
largos los dias en Italia, dice, y el aire animador que inconscientes anhelos, y también algo menos que enga- piración , al ausentarse de la región del arte y de la be-
en este país se respira, y la belleza de los objetos que ñosas ilusiones, no puede por el pronto dominar su lleza. Con un estado de ánimo, según el mismo Goethe
se contemplan, despiertan y fortifican el sentido poé- primera impresión, y, aunque la empresa acometida no afirma en sus « Memorias», heroico-elegiaco, paseaba el ar-
tico. •» le sorprende, pues ya ha dicho, y ahora repite, que no tista solo por las calles de Roma la última noche de su
Tan pronto como el gran poeta logra librarse de las ha hecho el viaje para gozar, sino para acostumbrarse residencia en la ciudad, quizá evocando la antigua vi-
trabas que le imponia la rutina de sus ocupaciones á la contemplación de lo grande y de lo sublime; sin da, muerta ya en él; quizá contemplando los gérmenes
diarias y deja de estar avasallado por las conveniencias embargo, dista tanto el presentimiento vago y la inde- de la que nuevamente surgía en su alma, sin poder ex-
cortesanas, muestra el fondo inconmensurable de su ge- terminada intuición de una cosa de su directa con- presar sus sentimientos poéticos más que repitiendo la
nio, esparce sus potentes facultades y se consagra á templación, que parece estar y quedar por tiempo des- conocida Elegía de Ovidio. Antes de apreciar los rebul-
una actividad, que parece ser un vértigo, observando vanecida la fuerza titánica con que este genio quiere tados del viaje de Goethe, ya de regreso en Weimar
aquí, meditando allá, poetizando antes, aprendiendo orientarse en el mundo antiguo, que constituye para (Junio de ] 788), es indispensable conocer, á más de los
ahora y enseñando luego, y siendo siempre en toda oca- él una nueva vida. Así lo índica al menos la descrip- múltiples trabajos que ocuparon su inteligencia, las dis-
sión aquel espíritu envidiable, cuyos móviles son la ción que hace él mismo en la segunda parte de sus tintas emociones que excitaron su incansable y exqui-
verdad absoluta y la belleza infinita, y cnyo más vivo Memorias, donde ha referido su viaje á Italia, redac- sita Eensibilidad.
y anhelante deseo es la inmensidad (3). Hay que con- tándola en vista de la correspondencia escrita desde
fesar, pues á ello obligan la magnitud del genio de Roma á sus amigos. III.
Gccthe y lo limitado de nuestras facultades, que causa Como consecuencia natural de tal estado, parece En ningún momento de su vida deja Goethe inacti-
indecible admiración en el ánimo observar cómo apro- Goethe, contemplando por primera vez á Roma, el an- va la poderosa evolución do su inteligencia, puesta
vecha este espíritu sublime todos los instantes de su tiguo discípulo de Espinosa, concibiendo la sustancia constantemente en acción para aportar materiales nue-
vida para mejorar y perfeccionar su cultura. Si obser- absoluta y reconociendo como su primer atributo lo vos á la indefinida empresa de su educación ; pero á la
va las montañas del Tirol, es para recoger datos que inefable.—« Al contemplar, dice, esta existencia de más vez aspira el gran poeta á proseguir igual dirección en
confirmen sus ideas sobre la creación del mundo ; cuan- de dos mil años, cuya forma y naturaleza ha cambiado todos sus afectos y emociones, que se tranforman y
do asiste al teatro en Yenecía, entiende estar obligado tantas veces el curso de los siglos, y que sin embargo cambian, evitando cuidadosamente, ya el hastío y mo-
á decir las enseñanzas que recoge en la representa- subsiste apoyada en los mismos cimientos, se cree uno notonía, que produce la posesión del amor, ya la pérdida
ción ; al pasar por Ferrara y Bolonia, observa los cua- en presencia del juicio del destino, tomando parte en sus de su hbertad por la perpetuidad de los afectos del
dros de sus museos, de igual manera que la Universidad decretos eternos. Es Roma una gran e.=cuela, que enseña corazón. Y como el artista hace de sus obras el diario
de esta última población, sin que por eso deje de visi- diariamente tanto, que no se puede decir nada. Debía- de sus sentimientos, y los episodios dramáticos que le
tar los Apeninos y hacer estudios sobre el fósforo. Se mos permanecer aquí durante muchos siglos en un si- ofrece la pasión del amor constituyen después el núcleo
esfuerza Gffithe en dar cuenta de todos los lugares por lencio pitagórico. B Esta conmoción profunda y este sen- de lo más preciado de sus creaciones, hay que tener
donde pasa, de los edificios que visita, de los cuadros timiento inexplicable piden lo que no acostumbra á en cuenta esta nueva faz de su vida para comprender,
que contempla, de las grandes obras que ve de arqui- economizar el gran poeta, un trabajo asiduo que abar- eu parte, la complejidad de elementos, en medio de los
tectura y de escultura, anotando á la vez los fenóme- que por igual todas las manifestaciones de la ciencia cuales fructifica su poderosa inventiva las obras ma-
nos físicos, las variaciones de temperatura y la consti- y del arte; así es que desde un principio, y conservan- gistrales que le han conquistado imperecedero nom-
tución geológica de los sitios por donde va pasando, do su incógnito bajo el nombre supuesto del negocian- bre. Ya en lo más florido de su juventud un episodio
sin descuidar el enterarse de los usos, costumbres y te MüUer, se consagra Goethe, con una actividad pro- personal, al parecer sencillo, el de la concentrada pa-
vestidos de los italianos, queriendo encontrar en todas digiosa, á observar y mirar el gran libro de la natura- sión que Goethe concibiera en AVetzlar por Carlota
partes la verdad y deseando contemplar en todos los leza y el arte. De este tiempo datan la mayor parte de Bnff, ofreció al artista el material adecuado para que
objetos la belleza, sin que aquel primer propósito per- los trabajos científicos de Goethe, que alcanzan, en la el fuego de su genio creara la inapreciable obra del
judique á este segundo ; porque en Goethe son insepa- hora presente, gran boga y justifican en parte la idea Werther, sin que desde entonces haya dejado el poeta
rables el artista y el científico. que el poeta tenía de su obra como naturalista. En de tomar como asunto de sus composiciones, princi-
Como prosigue su actividad tantos y tan respetables Éoma se disputan su tiempo las ciencias y las artes, palmente en lo que se refiere á la lucha y contraste de
fines; como va ávido de saber y marcha con el alma estudia á la vez la Perspectiva y la Anatomía, reparte los afectos, sus propios sentimientos.
llena de deseos, no nos extraña su inmensa alegría su atención entre la Arquitectura y la Escultura y sigue Larga y dolorosa experiencia albergaba el alma del
cuando por vez primera hiere con su planta el suelo de haciendo observaciones sobre las plantas y los mi- poeta de sus antiguos afectos; tenía lacerado su cora-
la Italia y llegan á sus oídos los armoniosos acentos de nerales. zón por los recuerdos y atormentada su conciencia con
la lengua del Dante. No es preciso para explicarse tal Se une para sus trabajos artísticos con Tíschbein, remordimientos inextinguibles de las ingratitudes co-
alegría suponer á Grethe huérfano de sentimientos pa- con el cual visita los museos, la vía Appia, la tumba, metidas; pero era más fuerte que su propósito su sen-
trióticos, como gratuitamente supone Bossert (4) cuan- de Ceciha Métela y la Capilla-Sixtina. Dedica algunas sibilidad, cuyas explosiones inevitables aparecían, cre-
do dice : « Al llegar Goethe á Italia se cumple en él el horas de la mañana á aprender el dibujo y á estudiar cían, se desarrollaban y alcanzaban el máximum de la
milagro, explicable sólo en el alma de un alemán: el de las artes plásticas, habla de poesía y arte con Angélica pasión ante las excitaciones más insignificantes. Y no
despojarse completamente de su nacionalidad. El pla- Kaufmann, á la cual lee algunas escenas de su Ifigenia, costaba en verdad poco trabajo al gran poeta, ya que
cer que siente el viajero, cuando, á la vuelta de su ex- que rehace por completo en Roma, poniendo toda la se veía arrastrado por la pasión al borde del abismo,
pedición, oye hablar la lengaa patria, se manifiesta obra en verso. Se asocia á todos los artistas alemanes sumergirse, cual buzo de su propia alma, en el fondo
inversamente en Goethe cuando llega á Italia.» Y sin que encuentra en Roma, se niega á dejar el incógnito, insondable donde anidan las pasiones, para subyugar-
embargo de esto, los alemanes son patriotas, y de ello protesta de la fama que le da el Werfher, de cuya com- las y dominarlas, emancipándose de toda servidumbre
tienen elocuentes y recientes ejemplos los franceses; posición se alejan cada dia más sus nuevas concepcio- que ofreciera algún obstáculo á su triunfal carrera por
pero el patriotismo de Goethe está subordinado, como nes, y siempre le mortifica la idea de no aprovechar el las regiones del arte. Como tales heridas manaban con-
todo sentimiento de su alma, á la idolatría que profe- tiempo hasta los límites inconcebibles á que le llevan
su insaciable deseo de ver y observar la naturaleza y (G) « Lo que encanta á Gcetlie en It.alia es la libre expansión que ob-
contemplar el arte. serva en la naturaleza, la pei-feccion de la forma y la verdadera belleza , la
(1) Convpfmííons de Gtethe : t. I., pág. 80. belleza plástica.!) HEIXIÍICH : Histoire de la JMíéniíwe ullemande: t. II.
(2) EosEXKnAXz: 1. c., pAg. 206. Después del viaje emprendido en Febrero de 1787 á (7) (cEl viaje de Goethe á Italia constituye u n a era decisiva en la histo-
(3) (c El carácter del genio de Goethe es la inmensidad. Existirán genios Ñapóles y Sicilia, vuelve Goithe de nuevo á Roma, don- ria de sus ideas. )> CAIÍO : Philowjihie de Gcetlie, pág. 82.
más profundos, pero no m á s vastos, ni dotados de una actividad capaz, co- de da por terminado su drama Egmont, y lo manda á (8) (1 La poesía septentrional, que domina en el IIV'/Y/Í^T, cedici por este
mo la del gran artista, de dedicarse á la vez á todas las direcciones del pensa- tiempo ante la belleza y armonía de los poetas griegos; Homero y Sófocles
miento.» CARO : Pliiloaophie de CUielhe, pág. 104. sustituyeron á Ossián y Shakespeare.» W E B E R : Ilisloire de Ui Littératiire
(4) A. B O S S E R T : 1. C , pág. G5. (5) Mémoires de (líethe. Binxi'eme¡^itríiP. Vimujea : pág. 70. üllemaiide; li-aüuction par F. Luuth, pág. 206.
N." XLIV LA ÍLUSTR,ACION ESPAÑOLA Y yA.MER,icAríA. 330

tínuamente sangre de las victimas abandonadas, á la ligro? «Volver sobre mí, dice el mismo Goethe, aun- Y alzando airada en sus febriles manos
par que del corazón inexplicable del verdugo, se iba que con dolor, pues para ello tenía ya edad y experien- La faz de Antonio, con pasión le besa,
gradualmente Gojthe poniendo en guardia contra sus cia suficientes. Vamos, me dije, ¿ permitirás que en Ro- Y le rechaza, y mírale un instante,
propias emociones, que hacían á veces vibrar sus sen- ma te avasalle un destino, semejante al del Werther, Y entre la corte aléjase, soberbia.
timientos con fuerza superior á su misma inventiva perdiendo así todo el fruto recogido en tu vida pa-
poética. Así es que el antiguo amante de Federica sada?» (2). Se alza el amante al desnudar la espada.
mostraba ya por este tiempo cierto tímido recelo de U. GONZÁLEZ SERRANO.
Cierra los ojos prorumpiendo : «¡ guerra!»
entrar en lucha consigo mismo, huyendo preventiva- (¿le continuará.) Y «¡ guerra I» suena ya de nave en nave,
mente la ocasión, para evitar el peligro, y sintiendo, Y c ¡ guerra!» Octavio en lontananza truena.
con un creciente cansancio de los amores pasajeros, CLEOPATRA. Y búscanse los leños, cual delfines
la falta de una tranquilidad interior que le predisponía POESÍA DE D. ÁNGEL GUIMBRÁ,
Buscan del mar la repentina presa;
á desear la paz del hogar. De semejante estado de áni- Silban al aire los ferrados garfios;
in-emiada con la FLOR NATURAL , en los Juegos Florales de Bai-celona Chocan las naves, y al chocar se estrellan;
mo ofrece prueba bien irrecusable la idea que se des- del presente año.
arrolla en la composición dramática que con el título En los pechos se doblan los aceros;
de Los Hermanos dio á luz poco antes de emprender Frentes machaca la pesada entena;
su viaje á Italia (1). Estos síntomas de favorable pre- — Hijos de Xurna, la potente reina, El mar se tifie de sangrienta púrpura,
disposición á regularizar los afectos son quizá anuncios Del dios del Nilo creación y gala. Y el cielo cubren, al silbar, las flechas.
de los deseos de Gtcthe de dejar de ser una excepción, Coronada de estrellas y de flores Doquier zozobran los bajeles altos
anhelando pagar el tributo de su vida y de su nombre Llega temblando como humilde esclava. Con sus gentes y máquinas guerreras.
en el matrimonio. Ademas cuidaba el poeta, ya que Alzó los ojos al titán del Tíber, Entre el humo, y arrastran á las naves
era víctima del amor como necesidad imprescindible Extendió el brazo á detener las águilas; Contrarias, al caer, que á ellos se aferran.
de su alma, de amenguar la fuerza de la pasión y borrar Yo soy el rayo que fulmina Jove; Multiplícase Antonio : de repente
en ella todo lo instintivo é irreflexivo de sus primeras Cieguen los ojos y que el brazo caiga.— Las manos alza y páHdo contempla
manifestaciones para trasformarla en un sentimiento Así, presente al popular Consejo, El altivo bajel de Cleopatra,
de relativa paz y tranquilidad, como condición á propó- Altivo Antonio álos caudillos habla, Que raudo escapa y el desorden siembra.
sito para su fin. De forma que en sus relaciones en Mirando á las legiones, ya deshechas. —El rayo codicié del Capitolio,
Weimar con M." Stein apellidaba ya á su elegida «la Correr al Cydno, que á sus pies resbala. Y los dioses airados me desdeñan ;
que (alma y apacigua los vértigos de pasión.» Ya se es- Con velamen de púrpura, trireme Vil Prometeo soy, tú eres la víbora
tunen todos estos precedentes como justificación del De perlas y corales recamada.
cambio de sus sentimientos en armonía con la trasfor- Enroscada en mi ser ¡ Maldita seas !
maeion de sus ideas; ya se considere que el artista des- Oculta en nubes de caliente aroma, ¡ Mas yo te adoro ! —
confiaba de sus propias fuerzas para vencerse á sí mis- Hiende hgera las tranquilas aguas. Y mientras la victoria
mo, una vez puesta en juego su pasión; ora se refiera Y entre los trinos de invisibles pájaros, Ciñe de Octavio la triunfante enseña,
este innegable cambio á obra del tiempo; ora se expli- Y al son de címbalos y alegres flautas, Ija espada arroja, el gobernalle empuña.
que por las influencias del viaje á Italia, que, como De la nube á través, radiante y bella, Toca la trompa y lánzase en pos de ella.
punto de verdadera transición entre la juventud y la Matrona augusta descendió á la playa. III.
madurez del poeta, acusa en él una trasformacion física Centellean los ojos del triunviro,
y moral, es lo cierto que Gccthe estuvo durante su via- Que ya el amor enciende sus entrañas, Reposo helado en torno de la Reina;
je á Italia en guardia contra sí mismo y procuró evi- Y de César no ve la sombra adusta, Lejos rodando el carro de las sombras;
tar en lo posible el peligro de la pasión amorosa, tanto Y el deseo le arrastra hacia Cleopatra. Enfrente Osíris entre azules llamas;
para aprovechar mejor su tiempo y conservar más fá- — Señor, la noche en lontananza azota Los esclavos aquí rendidos lloran.
cilmente su independencia, cuanto para no poner á Negros corceles de impalpables alas; Perdido escuchan un lamento triste,
prueba su ya conocida debilidad en la vida del senti- Permite alzarse al poderoso Egipto Y los cautivos la rodilla doblan;
miento. Estas razones explican, según nuestro humilde Mientras no vuelva á relucir el alba. En su lecho mortal se alza Cleopatra, *
juicio, que en este período de la vida de Goethe no Cual otra Venus olvidé mis templos Desnuda, haciendo de sus trenzas toga;
abunden tanto como en otros los accidentes y episo- Para admirar al Dios de las batallas; Abre los brazos jadeante : ha visto
dios amorosos que ponían en tan grave peligro la re- Que hoy nos corone del festín la hiedra; Al esposo correr hacia la esposa.
gularidad de su existencia. Mantiene Goethe durante En sangre egipcia nadarás mañana.— La vista errante, pálido, á raudales
los diez y ocho meses que viaja por Italia correspon- Al dulce hablar de la esplendente ondina, Caliente sangre de su pecho brota.
dencia amorosa con M.'^ Stein, purificada ya su alma Cautivo Antonio se estremece y calla, Y amante ciñe aquellas formas yertas,
de la pasión que esta mujer original despertara en un Y el pueblo ruge al desgarrar sus togas, y él con los besos el vigor recobra,
principio en el poeta, consagrado por entonces á dar Y el seno al apretar contra la herida,
cuenta á su amiga de los placeres de que gozaba y de Y los cuestores en silencio pasan, Así le habla y al mirar le ahoga:
los frutos que recogía en su viaje. Sin comprender tal Y éntranse todos por las anchas puertas
De altivo alcázar de columnas altas, — ¡ Oh rayo fiel de agonizante luna,
vez M.« Stein el carácter de Goethe, y sin merecer qui- ¡ Qué hermoso estás al alumbrar mi losa!
zá el afecto que éste la conservaba, iban sucesivamente l)ú sube incienso hasta el altar del ídolo, Cuando huyen todos, deshonrando á Egipto,
haciéudose más raras las cartas, cambiadas entre iino y Y el néctar hierve y en las copas salta. ¡ Tú llegas, y eres mío, y no de Romal
otro como preludio de una ruptura inevitable, que tu- El tiempo vue'a en la purpúrea mesa El golpe atroz de la fatal centuria
vo lugar al regresar Gcjethe á Weímar. Sobre la orgía al sacudir sus alas Abrió en los muros enemiga gola
Cuando Goethe se dirigía á Roma, se detuvo quince De pronto reina aterrador silencio, ¡ Todo acabó ! ya el dios de Alejandría
dias en Venecía, donde se enamoró de una bailarina, ¡ La nueva aurora despuntó tempirana!
con la cual vivió, entregándose por corto tiempo á los i Oh imperio excelso, rebosando vida Cede su altar al sueño de las lobas. ,
goces y placeres de que no le habían permitido disfru- Vuelves al seno de la oscura nada! Los corazones para el triunfo ineptos
tar las conveniencias de la corte. De este amor, ver- lérguese Antonio: vacilante, empuña Arranquemos, y uniendo nuestras bocas,
dadera nube de verano, se hastió bien pronto el alma La copa que arde al reflejar las lámparas. Si al primer beso el orbe compartimos.
ideal del poeta, que tomó, sin embargo, de su amante — i Romanos, dice, de rodillas, besa Partamos hoy el reino de las sombras.
algunos de los rasgos más salientes, que-caracterizan El sol de Egipto al sol de Cleopatra!— Cierra el guerrero los errantes ojos;
la creación de Blignon en el Wühelm Meistcr. Al llegar ¡ Temblad, oh esfinges ! Al airado grito La frente inclina murmurando : ¡ oh, Roma!
la noticia de este desliz del poeta á la corte de Wei- De guerra vense relucir las armas Y resbala del seno de la Reina,
mar, se permitió 11."= Stein, en sus salones, con un tacto Mas, ¡ ay! que se abren los tupidos muros, Y contra el suelo ensangrentado choca.
dudoso y una habilidad ajena al buen gusto, hacer Y cien griegas, de eunucos rodeadas. Suena á lo lejos behcoso estruendo,
comentarios repetidísimos de la conducta del poeta y Altos los brazos y los ojos lánguidos, Y crece y llega y rebramando asorda;
de lo injustificado del favor y consideración que el A los guerreros con furor se abrazan, Sus aceros desnudan los esclavos.
Gran Duque dispensaba á su antiguo amante. Y los aceros, al caer, chispean, Las puertas ceden retumbando todas.
En Octubre de 1787 se hallaba Goethe en- Castel- Extinguense las lámparas, Cleopatra
Y el aire mil aromas embalsaman :
Gandolfo, donde vio y trató á una joven bellísima de Los dioses ciegan, ciérranse las flores. A un lado aparta las sangrientas ropas, .
Milán. S3 ofreció bien pronto Goethe á enseñar á la jo- Tiemblan las luces, y al temblar se apagan. Sierpe salvaje de crujiente anillo
ven el inglés, la cual, antes de aprender la lengua, se II. Sus pechos muerde y al morder se enrosca.
convenció del profundo amor que había despertado en
su maestro, que no le era por cierto antipático. Bien Altas las anclas y los remos bajos,
Surcan el mar, pesadas, las galeras. Cae el último esclavo: la vil turba
pronto los comensales de la reunión en que se veían y Cubiertas con la sombra que en la escuadra De soldados levanta las antorchas ;
hablaban los dos amantes se complacieron en enterar Proyecta el gran navio de la Reina. Sobre el cadáver de su amante, la hija
á Goithe de que su preferida estaba prometida hacía De tantos reyes moribunda llora.
tiempo á otro, cuya revelación causó tan profirndo do- Y dice Antonio sobre su regazo : Octavio entonces con purpúreo manto
lor á Goithe, que, según él dice, huyó de repente del — ¡ Oh amor funesto que al mortal doblegas ! Sus cuerpos cubre al exclamar : —¡ Victoria \
seno de una sociedad que tan cruelmente había herido Mira á lo lejos, en la niebla roja. Mío es el mundo ya. — Mas ella iérguese.
su corazón. La gravedad del peligro que para el alma Esas romanas y gigantes velas. Da un grito agudo, la mirada torva
de GoBthe implicaba una pasión iniciada en su alma, Por tí olvidé la gloria de mis padres. Clava un momento en el triunfante César,
sin ser gustada en sus expansiones, no pasó desaperci- Por tí en el polvo mis laureles ruedan, Y cae y espira maldiciendo á Roma.
bida para la penetrante observación del poeta, que ve- ¡ Y aun quieres abrazarme, parricida,
nia á Italia á aprender y vivir en consorcio con la apa- Traducida del catalán por
Y así aplastar el cetro de la tierra I—
cible serenidad del arte antiguo, más que á luchar con Y dice el hada:- —El carro de mi gloria JUAN TOMÁS SALVANY.
sus pasiones y á perder un tiempo precioso para su Mañana en templos y palacios veas,
progresiva educación. ¿ Qué había de hacer ante tal pe- A él uncidas matronas y sibilas
Arrastrando sus ídolos de piedra. , LAS PINTORAS ESPAÑOLAS.
(1) Los dolores que siente Guillermo, víctima del trabajo y huérfano Hel Montes de ruinas formarán sus pueblos;
consuelo que ofrece el aire de paz interior que se respira en el hogar domós- De mis miradas brotarán hogueras; L
tico , y la preferencia casi instintiva de Mariana hacia los niños por un tier" La ardiente llama avivará el insulto. Mucho se ha escrito acerca de las facultades intelec-
no presentimiento del afecto déla maternidad, son otros tantos indicios, de- Del corcel frigio á la sangrienta huella.—
licados y poéticos, del estado de ánimo de Gijuthe al componer sn obra Loít tuales de la mujer, y de su aptitud para llegar á poseer
Hermanos, f2) Mémoires dp (Iwthf. Dciixiiimc partíe: Voyagcs, pág. 209. las artes y demás conocimientos humanos. Por nuestra
340 LA ÍLUSTI^ACIOISC ESPAÑOLA Y AMER_ICANLA. N.° XLIV

B E L L A S A R T E S

UN MONJE CAPUCHINO KN MEDITACIÓN.


Cojíia del cuadro titulado Fra Beiriu, de Mr. líudolph Lehmann.
N.° XLIV LA ÍLUSTÍ^ACION: ESPAÑOLA Y /A^MER^ICAN^A. 341

DE MALAGA A TANGEE.

(Apuntes de viaje por nuestro corresponsal artístico el Sr. Pellicer,


842 LA ÍLUSTF(,ACION[ ESPAÑOLA Y AMEI^ICAJÍA. N.° XLIV

parte, no trataremos esta debatida c importante cues- ras, que desde las primeras épocas de la regeneración los muros de las ciudades los hechos heroicos ó dignos
tión, pero sí debemos hacer notar qae la mujer ha cul- de la pintura merecieron honrosos puestos entre los de perpetuarse. La pintura mural de las iglesias, eje-
tivado con éxito las Bellas Artes, y principalmente la más distinguidos cultivadores del arte, mereciendo por cutada sobre fondo dorado, carecía de la animación y
pintura, de que aquí vamos á ocuparnos, y en todos todos conceptos el ¡Drimero y más preferente lugar, por el movimiento de las composiciones militares en las
tiempos se encuentran mujeres dignas de consideración su antigüedad y sus propios méritos, la hermana de murallas, que perpetuaban la memoria de los héroes;
y de celebridad. Joan de Brujas, tenido por el inventor de ta pintura al pero era grandiosa y sobria, asemejándose en su li-
Conocidos son en la antigua Grecia los nombres de óleo. Los autores dicen que esta señora, llamada Mar- túrgica y obligada manera de ser, á la monótona colo-
Timaretes, hija del célebre Mycon, el menor, autora garita Encina, pintó maravillosamente al temple y al cación de las figuras egipcias, y como ellas presentaba
de la famosa tabla de Diana, que se hallaba en Efeso, óleo, después que se hubo inventado este nuevo pro- un ideahsmo elevado y una expresión de severidad
en el templo de la cazadora diosa; Irene, cuya obra cedimiento. Más adelante fueron muy estimadas las pin- admirable. Las imágenes y los retablos estofados ofre-
maestra fué el Retrato de una muchacha, que se con- toras Susana Sandraht de Nuremberg; Ana Felicitas cían mucha variedad y una bella armonía en la colo-
servaba en Eleusine; Calipso, autora de un famoso Neuburg, que á la vez fué notabilísima escultora; Ma- cación de colores, siendo el dibujo y los adornos según
Viejo y del Retrato de Teodoro, nombrado maestro de ría Grabia, franconfortense, y Raquel Ruisch Van el gusto de cada época, y en cuanto á las iluminacio-
armas; Aristaretes, hija y discípula del pintor Near- Pol, eminentísima pintora de Amsterdam, hija del cé- nes de los vidrios, se hacían por medio de,procedimien-
cho; Olimpia, maestra que fué de Autoboloro; Marcia, lebre anatómico Rnisch y discípula de Guillermo Van tos químicos, de los que muchos, ó más bien todos, se
hija de Varron; Alcisteme, autora de una famosa Ba- Aeht, famoso pintor flamenco de flores y frutas, á han perdido, ó por medio de pedazos unidos que, se-
cante, que fué muy elogiada por los autores antiguos; quien Raquel igualó en breve. Otras muchas artistas mejantes á los mosaicos, eran los más ápropósito para
Lala, pintora oriunda de Cyzica, en la Misia, que eje- pudiéramos citar de la importancia y valer de las an- impresionar con sus fantásticas luces la imaginación
cutaba sobre marfil, con asombrosa facilidad y destreza, teriores, pero por no alargar demasiado esta sucinta de los creyentes. De la pintura en miniatura ya hemos
especialmente los retratos de mujer, y otras muchas. reseña, sólo nombraremos, por su mérito particular, á la dicho al hablar del Vifjiliano en qué consistía, y á qué
En los pueblos modernos han existido igualmente pintora flamenca María Sibila Merian, de quien más altura se encontraba en el siglo x, y sólo nos resta aña-
pintoras de extensa nombradia y de sobresaliente méri- detenidamente me ocupé en otro trabajo (1), y que dir que después de esta época, en lugar de perfeccio-
to, rivales de los grandes maestros en las más florecien- unía á sus talentos como artista extensos conocimien- narse, decayó mucho el arte hasta el siglo xiii, en el
tes épocas artísticas, y á las cuales el público y los tos científicos, de los cuales hacía aiflicacion á la pin- cual un nuevo impulso le condujo á más floreciente
príncipes protectores del arte agasajaron y considera- tura, y de ésta reciprocamente á las ciencias naturales. estado.
ron notablemente. La fama nos ha trasmitido la me- Tampoco debemos pasar en silencio el nombre de la Los monasterios é iglesias eran entonces los princi-
moria de los laureles que alcanzaron, y sus obras han esclarecida Angélica Kauffman, cuyos cuadros históri- pales talleres de toda producción intelectual, y donde
conservado vivo el testimonio de sus talentos. cos y retratos eran muy estimados á fines del pasado la pintura desenvolvía sus primeras manifestaciones ar-
No todas, sin embargo, disfrutaron en paz de los siglo, y cuyos trabajos en miniatura son de lo más per- tísticas, y las comunidades de mujeres han legado al-
aplausos que su genio mereciera, pues la envidia de los fecto que en este género se puede ejecutar. gunos testimonios de que también tomaban parte acti-
que debian ser sus hermanos y admiradores amargó En la vecina república han florecido algunas pinto- va en este primer cultivo del arte. Posible es que fuera
muchas veces la dulzura que les proporcionaba el cul- ras bastante apreciables, dada la escuela á que perte- del claustro se ocupasen algunas mujeres en lo mismo^
tivo de la más bella de las artes. Ejemplo de esto es necen, y entre ellas debemos citar á María Carrelet, con tanto más motivo cuanto que en la fabricación de
la trágica muerte de la pintora bolonesa Isabel Sinari, á Luisa Cheron y á Mad. Hay, poetisa, pintora y tapices tomaba parte el bello sexo, y en aquéllos entra
digna discípula de Guido Reni, émula de los más es- grabadora distinguida, siendo también digna de men- como un elemento de su formación el dibujo y el colo-
clarecidos artistas de su época, y mujer justamente ce- cionarse por su relativo mérito Mad. Le Brun, hija rido; y siendo esto, como entonces acontecía, no sola-
lebrada como una de las mejores esperanzas del arte: del llamado príncipe de los pintores franceses. Tam- mente un arte mecánico ú oficio, sino una artística
Isabel Sinani dio vuelo á su talento en el cuadro que bién ha sido muy elogiada Luisa Deselecert, tanto por ocupación entre las señoras de las altas clases sociales.
representa el Bautismo de Cristo, lienzo de .30 palmos su extremada belleza como por su habilidad en el arte. La historia del arte no se manifiesta más claramente
de alto, que pintó en breve tiempo, siguiendo el estilo En España no han faltado tampoco artistas de mé- en nuestra patria hasta tiempos más modernos.
del Guido, para la Cartuja de Bolonia, su patria. Fué rito sobresaliente, y á recordar sus olvidados nombres, JOSÉ PARADA Y SANTIN.
pintado este cuadro en competencia de otros celebra- dando á conocer muchos hasta aquí nunca debidamen- ( Se continuará.)
dos profesores italianos, rivales de la eminente artista, te mencionados, asi como á esclarecer y acumular da-
los que, viéndose vencidos, apelaron á un veneno, que tos y noticias que puedan de algún modo servir para
puso fin á la vida, más no á las glorias de tan esclare- formar la historia artística de la mujer española, se di- LIBROS PRESENTADOS

cida pintora, á la temprana edad de 26 años. rige este corto trabajo. Á ESTA BEDACCION P O R AUTORES Ó EDITORES.

Otras mujeres distinguidas en el cultivo del arte II. DICCIONARIO DE LAS METÁFORAS Y UEFRAKES de la lengua
produjo la Italia, entre las que merece una especial castellana, por D. José Musso y Fontes. — Útil obra que
La pintura en España no aparece figurando en la
mención Sofonisba, célebre pintora de la noble familia historia del arte hasta muy entrada la época de la do- consta de más de 7.500 refranes, slosados los que lo nece-
sitan. Un torno en 4." mayor de 252 ¡láginas, á dos colum-
de los Anguicolas, de quien dice Van-dik que recibió minación romana, en cuyo tiempo hubo de seguir las nas. Véndese á ,S0 reales en Madrid, librerías de Aguado,
muchas luces con sus consejos, á pesar de dárselos una fases del arte greco-romano, no conservándose nom- Gaspar y Bailly Bailliére.
ciega. Era hermana de otras dos pintoras, Lucía y Au- bres de los pintores españoles de esta época, excep- L A líEVOLiTCiON DE 18G8 JUZGADA POR SUS AUTORES.. Docu-
rora Crenorbuk, también apreciables en el arte. mentos, juicios, máximas, palinodias y desabogos, colec-
tuando el de Adriano, emperador, que cultivó á la vez cionados por D. J u a n Mané y Flaquer. Obra política, quo
María Tintoreta, hija de Jacobo Eobusti, fué cele- las ciencias y las artes, y el del célebre Marcial, que trata de la interinidad y del reinado de D. Amadeo de Sa-
brada y protegida por los principales personajes de cultivó en su juventud con éxito la pintura. boya. Un tomo de 264 páginas en 8.° mayor. Véndese á \i
reales ejemplar en las principales librerías, y en Madrid en
Europa, y sus obras tan elogiadas como las de su padre.
Durante las dominaciones goda y árabe no se cono- las de Olamendi, López, Duran y San ^Martin.
Sa muerte ha inspirado al distinguido pintor Morelli
cen nombres de pintores nacionales, y la historia tam- E L CORREO DEL AMOR, nuevo secretario galante, conte-
uno de sus más bellos cuadros; Propercia, hija del cé-
poco nos ha trasmitido noticia sobre ninguna pintora niendo infinidad de modelos de cartas de amor, declaracio-
lebre Máximo Rosi, se distinguió tanto en la pintura nes, reproches, etc., seguido de Un rumi1le.te de poesías
de aquellos tiempos, á pesar de que, por indicios y cau- amoronas, y completado con la Guía del matrimonio. Un
como fué hábil en la estatuaria; Artemisa Somi fué
sas que expondremos á continuación, debieron de exis- tomo en 4." menor, de 200 páginas. Véndese á 8 reales en
diestra pintora, copiando animales y flores, y manejó
tir mujeres que se dedicaron á este ejercicio en las las principales librerías, y en casa del editor, Sr. Vinardell,
también con igual acierto la figura; Lavinia Fontana, Barcelona (Ronda de San Antonio, 50).
primeras manifestaciones del arte.
hija del famoso Próspero Fontana, autora de quien se Los ALIMENTOS, por M. A. Vogl (versión española).—
Es necesario llegar al siglo s para encontrar el prin- Guia
conserva en el Escorial una magnifica obra ; María y práctica para comprobar las falsificaciones de las ha-
cipio de nuestra historia biográfico-pictórica, siendo rinas , féculas, cafés, chocolates, tés, especias, drogas, etc.
Teresa Tibaldi, hijas del Bolones, pintor que trabajó
Vigila y sus ayudantes Sarracino y García, pintores Obra ilustrada con multitud de grabados. Un lindo tomo
mucho en el citado monasterio, fueron asimismo cele-
de vitelas del tiempo del rey D. Bermudo, los prime- de 200 páginas, que se vende á 8 reales en la librería de
bradas como mujeres de elevado talento ; liosalba Oar- D. Joaquín Vinardell, Barcelona ( R o n d a d o San Antonio,
ros artistas de importancia de quienes se tiene noti- 5 0 ) , y en las principales de provincias.
rieri, veneciana, fué muy elogiada, y D.'' Catalina
cia. Pintó Vigila, que fué monje de San Martin de
Qaerubini, cuyo mérito celebró toda Italia, logró ser E L ARTE DE LOS FUEGOS ARTIFICIALES, seguido do una ins-
Albelda, el célebre códice llamado por su nombre Vi- trucción sobre la luz eléctrica, por M. L. M. E. Andot. Ver-
admitida en el seno d' las principales academias y cen-
gitiano, y lo concluyó el 25 de Mayo de 970. En esta sión española. Un tomo de más de 200 páginas, ilustrado
tros artísticos de Europa. Esta señora fué mujer y dis-
obra, que no carece de condiciones artísticas, especial- con 50 figuras. Véndese á 8 reales en la librería de D. Joa-
quín Vinardell, Barcelona (Ronda de San Antonio, 50).
cípula del pintor español D. Francisco Preciado, entre
mente por la brillantez y buena combinación de los co-
los arcades de Roma Parrhasio Thebano, autor de la LECTURA ÚTIL Y AORAnARLE Á LA NISEZ, escogida y orde-
lores, están retratados de cuerpo entero 1). Ramiro II, nada por U. Miguel Sadcrra y Vilallonga. Esta obrita, cuyo
Arcadia pictórica, y fué mujer distinguida y apreciada
su mujer D." Urraca, y D. Sancho, el Craso, de Na- lema es Fumilia, Retiginn, Patria, Educación, Cunocimieii-
entre los amantes del arte, habiendo sido admitida en tns, h a merecido la aprobación de la autoridad eclesiástica,
varra.
la Academia de San Lúeas de Roma en 17G2, en la y se llalla de venta en las principales librerías, á dos pesetas
Clementina de Bolonia el 1778, en la de Nobles Artes La pintura se hallaba entonces reducida á la que el ejemplar encuadernado, y con una linda cubierta cronjo-
de San Fernando, y pensionada, en 1789, por Carlos I I I ornaba los muros de ciudades é iglesias, á iluminacio- litograüada.
en el extranjero, por lo que puede considerársela en nes de estatuas y de vidrios para las ojivas de los tem- NOVELAS POPULARS, per Joscph Feliu )' Codina. — L A
plos, y al embellecimiento de los códices. Antes del DiDA, precehida d'un prólech de D. Frederich Soler (Srrafi
parte como española, ya por ser discípula de un pin- Pitarra), é ilJustrada ab numerosos grabáis per T. Padró.
tor español y haber sido pensionada por nuestro Go- Vigiliano ya los monarcas D. Alonso el Casto y Or- —Lo RECTOR DE VALLFOGONA, novela histórica original,
bierno, como j)or haberse connaturalizado y constitui- deño I I hablan adoi'nado con pinturas murales los il-lustrada per T. Padró.—Estas dos populares obras cata-
lanas han sido publicadas en dos lindos volúmenes en la
do familia en nuestra patria. templos que fundaron, y durante la época de la recon-
quista ora costumbre, laudable por demás, pintar en Biblioteca Itu^^trada, que con tanto acierto dirige el editor
barcelonés D. .Joaquín Vinardell. Precio de cada torno,
Alemania, Flándes y los Países Bajos, naciones por
10 reales en las principales librerías, y en la del editor, Bar-
demás fecundas en grandes artistas, han producido (1) Las Ciimcias y la Pintura, por José Parada y Gautin.— celona (Ronda de San Antonio, 50).
también una numerosa pléyade de importantes pinto- Madrid, 1875. V.
N." X L I V LA ÍLusTi^Aciorí ESPAÑOLA Y /^MEÍ^ICAIÍJI. 343

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IIIIUnlMIlilllllllllMIII
3-44 J_JA JLUSTIIACIO)N[ ^ S P A Ñ O L A Y AMEI\ICAN:A. N." -XLIV

DE LA JAQUECA gelatina, del tamaño de nna pildo-


Y DE 8U T R A T A M I E N T O . ra, y que, bajo una envoltura del-
Existen jiocas enfermedades tan gada y tras])arente, contienen cada
frecuentes, tiin poco graves en apa- una cuatro ó ciuc(-) gotas de esencia.
riencia, pero tan dolorosas como la Inventada esta preparación qior el
jaqueca; abate la constitución más doctor Clertan, ]iei'mite por sns con-
vigorosa, incaj)acita al enfermo de diciones que se tome sin dificultad
todo trabajo, de toda ocupación, y un medicamento de un gusto tan
hace su existencia digna de lástima desagradable, prestando asi un ver-
si, como sucede frecuentemente, ad- dadero servicio á los enfermos.
quiere el carácter periíklico. El do- Desde el comienzo de la jaquera
lor es de tal violencia, qne es me- conviene tomar dps ó tres ])erlas de
nester haberle experimentado para esencia de trementina del doctor
formarse una idea de é l ; parece que Clertan ; se tragan rápidamente, co-
la cabeza va á estallar ; el cuei'po ¡¡e mo las pildoras, en una cucharada
halla quebrantado, y frecuentemen- de agua; y con frecuencia la jaque-
te sobrevienen penosos vómitos, que ca se disipa por completo á los veinte
aumentan este estado desufriniiento. ó treinta minutos. Lo rei)etiinos:
este medio no es infalible, pero da
Si aun no son bien conocidas las
resultado en ocho veces de cada diez,
causas que producen la jaqueca, se
razón suficiente para aconsejar su
desconoce más completamente la na-
ensayo á aquellos que se hallen aco-
turaleza de esta dolencia. Todos los
metidos de esta dolorosaenfcrmedad.
autores, con escasas excepciones, se
hallan conformes en considerar la No pretendemos haber hecho un
jaqueca como nna verdadera neu- descubrimiento, pevo tenemos la sa-
ralgia que afecta los nervios de la tisfacción de haber tenido una idea
cabeza. feliz, que será provechosa á un gran
uúmero de pei-sonas.
Si nos contentásemos con dar nna
definición de la jaqueca, ofrecería- D R . VALLON.
mos un l)ien pequeño consuelo á los
desgraciados pacientes que sufren
esta enferuicdad, y no es éste, en Triiilean.i: Pcrles, Ba//i^ lioses, C'fiir
verdad, el objeto del ])resente arti- (V Arth-lmul, p o l k a s ; MJi' I'ri¡iíeiiij)n,
culo. Por fortuna, podemos ofrecer LÍ-.L-res da Feu, Palle de Velvars, Cnir
algo mejoi', á saber: un tratamiento (le Uuaie, Ceriaes Pompailour, v a l s e s d e
que con gran frecuencia hace pasar Ji:lio J í l e i n q u e h a c e n f u r o r e n Parif.
la jaqueca en algunos instantes, mos-
trando así (jue ésta es una verdadera
neuralgia. En el establecimiento de librería
No entraremos en la enumeración . . . y encuademación de D. Leonardo
de los muchos remedios preconizados Miñón, Valladolid (Acera de San
contra la jaqueca: la mayoría de
Francisco, 12), se encuadernan los
ellos no tenían razón alguna de ser,
y han caído rápidamente en un ol- tomos de L A ILUSTRACIÓN ESPAÑO-
vido bien justificado. No se había LA Y AMERICANA con las elegantes
pensado sobre el tratamiento de la tapas hechas al efecto en Barcelona,
enfermedad ; y dado que la jaqueca ' REPÚBLICA ARGENTINA. — M. J . T E L F E N E E , como también cuantas encuaderna-
es una verdadera neuralgia, se tra- e m p r e s a r i o - c o n s t r u c t o r d e l ferro-carril de C ó r d o b a á Tucumn '• clones de lujo se encarguen.
taba de verificar si el agente más
eficaz conocido contra las neuralgias curaría la jaque- éxito en todos los casos tratados (^;cuál es el medica-
ca ; nosotros hemos ensayado este agento y humos obte- mento ipie da resultados siempre?), y sin embargo, los ALMANAQUE DE «LA ILUSTRACIÓN»
nido resultado. resultados felices han sobrepujado á nuestras espe- TArwV 1 8 7 7 . — A Ñ O I V .
^ Partiendo del i^rincipio de que la esencia de tremen- ranzas. escrito por distinguidos literatos y poetas, i ilustrado con láminas al cromo
tina es un maravilloso remedio contra las neuralgias, Diremos primeramente que la esencia de tremen- de notables artistas espafiolos. Un folleto en 4." mayor.
bajo cualquier forma que se presenten y cualquiera tina no puede tomarse en poción, ni en jarabe, ni en V é n d e s e en l a s p r i n c i p a l e s librerías d e M a d r i d á O r s . , y se
que sea la región donde aparezcan, hemos aplicado á las emulsión, á causa de su sabor insoportable, razón por r e m i t e á p r o v i n c i a s , b a j o o e r l i l i c a d o , por 8 rs., e n v i a n d o el i m -
jaquecas el tratamiento por la esencia de trementina. la cual la administramos siempre bajo la forma de p o r t e al A d m i n i s t r a d o r d e L A J I Ü D A . E L E G A N T E I L U S T U A D A ,
Debemos, en verdad, confesar que no hemos obtenido perlas. Las perlas son pequeñas cápsulas redondas, de calle d e Carretas, n ú r a . 12, p r i n c i p a l .

"^

-s9* PARÍS-^7-
COMISIÓN, EXPORTACIÓN
AVISO,—Para satisfacer el deseo de nuestros corresponsales y suscritores, publicamos el cuadro siguiente, que indica
PARIS^T-

las casas de París á las cuales podrán dirigirse para hacer los pedidos que les convengan.
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