Está en la página 1de 10

Las 5 Heridas más importantes del Ser Humano

Recopilado para: grupotfamilia@gmail.com

La etapa más importante es la de niño, dura hasta los


cinco años (algunos autores la sitúan hasta los 16
años). Durante ése periodo, aprendemos prácticamente
todas nuestras pautas de comportamiento para el futuro,
relacionados con nuestras actitudes frente al amor, la auto-
estima, como “manejarnos” en nuestras vidas afectivas y la
relación con nuestros padres. Ese “personaje” que se crea lo
llamamos el “niño interior” y se manifiesta en múltiples
ocasiones en nuestro día a día. Cuando ese niño interior ha
sido cuidado y mimado y es sano, sabemos recibir amor,
tenemos auto-estima y tenemos una relación sana con
nuestros padres y hermanos.
Como nos comportamos ahora, está marcado por lo que
ocurrió en esas etapas desde la concepción.
Somos muchos los que llevamos dentro un niño perdido y
solitario que se siente tremendamente rechazado, la baja
autoestima, la sensación de inherente imperfección e
indignidad, es una experiencia común entre aquellos que
tenemos heridos nuestro niño interior así como también
para aquellos que han acabado con enfermedades como el
alcoholismo, dependencia química, codependencia, un
desorden alimentario o una afección similar.
Quizás el único contacto que hayamos mantenido durante
largo tiempo con nuestro niño interior haya consistido en
reñirlo y criticarlo. ¡Y después no entendemos por qué
somos desdichados!
No podemos rechazar una parte de nosotros mismos y
seguir manteniendo nuestra armonía interior. El proceso de
sanar incluye el hecho de volver a unir todas las partes de
nosotros mismos para poder alcanzar la plenitud.
El sufrimiento, el vacío, la insatisfacción y la angustia,
provienen en gran parte del ego y de la desconexión con el
niño interior. El ego no promueve el amor ni la armonía, y lo
que menos le interesa es que el adulto haga una conexión
con su niño interior.
El niño interior tiene dos aspectos: La parte herida y
la parte sana. La parte sana es sabiduría pura, y la
herida es el compendio de la infancia en sus diversas
fases. El niño sano puede aportar soluciones para los
problemas, y el cuidado del niño herido puede
aportar paz interior
Casi todos los adultos tienen abandonado a su niño
interno. Hay que integrar al niño y satisfacerle sus
necesidades. Si esto no se hace, la vida se convierte
en una experiencia desagradable.
Quizás su niño solo necesite un abrazo por parte de usted o
bien un tiempo para que puedan jugar ambos, otra manera.
No es exagerado decir que muchos de los problemas son
causados por estar separados del niño interior.
Si alguien no cuida de su niño(a) interior, menos estará
capacitado para cuidar de otros niños. La realidad es
interna, y nadie da lo que no tiene. Muchos padres no áman
realmente a sus hijos, porque no áman a sus niños
interiores. "La caridad comienza por casa." El que no se ama
no puede
amar a otro.
El niño interior es el que atrae en gran medida las
circunstancias, para muchos es el subconsciente
(sede de las emociones). Cuando se siente soledad,
hambre, ira, tristeza, es el niño interior el que las
siente, porque el niño es visceral.
El niño interior necesita amor, cuidados, y atención.
La mayoría de los problemas se originaron en la
infancia, y si no se atiende al niño interior, este
complicará la vida adulta a través de adicciones,
dificultades para relacionarse, y baja autoestima.
Por eso es necesario recuperar la inocencia, la
imagen, la alegría, resolver los traumas del pasado,
perdonar a nuestros padres.
El niño interior es un camino hacia nuestra Alma y el
principio de una consciencia compasiva
Es importante conocer que siendo adultos, y
aunque. ya no somos lastimados de la misma
manera en la que fue lastimado nuestro niño interior.
Los mismos patrones que se plegaron en nuestro
subconsciente siguen actuando a lo largo de toda
nuestra vida.
Es poco probable que podamos iniciar una vida en
equilibrio

y exitosa como adultos si no hemos sanado las heridas


de
nuestro niño interior.
Cuanto más heridas y dolores de tu niño interior sanes y
lleves a tu corazón, tanto más crearás tu propia realidad (la
realidad que anhelas), no te hallarás entorpecido siempre
por tu niño interior pidiendo ser sanado. Te volverás más
auténtico, serás más fiel a lo que realmente eres, y con la
autenticidad viene el poder, un poder pacífico, profundo y
significativo que te impulsará hacia un mundo en el que tus
sueños se manifiestan con mayor rapidez, los sueños que
realmente estás buscando y que verdaderamente quieres
vivir. Afrontaras sin coraza, ni engaños y con la realidad
cruda, pormenores del pasado sanando el subconsciente de
situaciones vividas. Podrás enfrentar el miedo paralizante,
que impidedía tú crecimiento interior y el contacto con
muchas oportunidades con el mundo exterior. Inclusive
aquellas oportunidades que internamente e
inconscientemente boicoteabas. Por lo tanto, es primordial
buscar ayuda para sanar tu niño interior herido, lastimado y
que él se libere del dolor.
Las 5 heridas emocionales de la infancia que
persisten cuando somos adultos
En resumen. Los problemas vividos en la infancia dejan
heridas emocionales que persisten y vaticinan nuestra
calidad de vida cuando seamos adultos. Además, estos
pueden influir

Significativamente en como nuestros niños y adolescente de


hoy actuarán mañana y como, afrontaran las adversidades.
Estas 5 heridas emocionales o experiencias dolorosas de la
infancia, conformaran una parte de su personalidad.
La Investigadora Lise Bourbeau resume en su libro Las cinco
heridas que impiden ser uno mismo.

Las 5 Heridas más importantes del Ser


Humano, a saber:

1. Herida de Rechazo: 260.


2. Herida de abandono: 154.
3. Herida de Humillación: 314.
4. Herida de Traición: Cs218.
5. Herida de La injusticia Cs= 907

1. Herida de Rechazo: 260

Esta herida se genera cuando en su momento sentimos


temor a ser criticado. Evaluado o juzgado por los demás,
Genera pensamientos de rechazo, de nuestro interior. El
interior hace referencia a nuestros pensamientos, vivencias y
sentimientos de no ser deseado y de descalificación hacia
uno mismo. Esta herida impide que aceptemos
nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y
nuestras vivencias.

El dolor que se genera por esta herida impide una


construcción adecuada de la autoestima y del amor propio
de la persona que lo padece.
Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y
de descalificación hacia uno mismo.
Ese niño rechazado no se siente merecedor de afecto ni de
comprensión y lo que le hace aislarse por temor a volver a
experimentar este sufrimiento.
Cómo sana tu herida: Autoafirmación y contacto

2. Herida de abandono: 154./ El Cs 61124 .


Accede a esos recuerdos de abandono gravados en la
memoria emocional y sanarlos

Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que


no tengo apoyo, de mi familia, mis ideas no son
escuchadas, las ideas de los demás se imponen y no estoy
dispuesto a soportar esto. Se manifiesta un miedo interno a
las soledad, mis amigos son mis panas, ellos me
entienden, me comprenden. El niño interno (NI) no se
siente amado: Cuando el NI no se siente amado, desarrolla
necesidad de agradar para ser aceptado y amado,
alejándose del comportamientos sanos irreales, fantasiosos,
desarrollándose considerablemente necesidades de
angustia frustraciones, no se siente valorado se siente
subestimado aumentando y
desarrollando necesidades de reprimir sentimientos, el Ni se
siente abandonado, criticado, comparado, humillado
culpable.

Como consecuencia, cuando el niño desamparado sea


adulto, intentará prevenir el hecho de volver a sufrir el
abandono. Por lo tanto, quien lo haya padecido, tenderá a
abandonar tanto a sus parejas como a sus proyectos de
forma temprana. Esto responde, única y exclusivamente, al
temor que le ocasiona revivir aquel sufrimiento. Provoca
que tengamos unas carencias y miedos a que la pareja nos
abandone. Las relaciones se hacen insanas e imposibles de
llegar a buen puerto.

Es muy común que estas personas hablen o piensen de esta


forma: “Te dejo antes de que tú me dejes a mí”, Victima
“nadie me apoya, no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te
vas, no vuelvas…”.
No sabe poner límites, Dramatiza los problemas, Teme la
autoridad. Emoción adicta: Sufrimiento, Cualidad Mayor:
Empatía, solidaridad, creatividad. Trabajo comunión.
Cómo sana: Disciplina y Estructura, límite
3- La humillación Cs= 314

Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que


los demás nos desaprueban y nos critican. Esto destruye
la autoestima infantil. Las heridas emocionales de la
humillación generan con frecuencia una personalidad
dependiente
Podemos crear estos problemas en nuestros niños
diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, o bien
comparándolos con otros, primos amigos etc., así como
aireando sus problemas ante los demás (algo que es,
tristemente, muy común). Esto, sin duda, destruye la
autoestima infantil y, por tanto, dificulta la posibilidad de
cultivar un amor propio saludable.
Haber sufrido este tipo de experiencias requiere
que trabajemos nuestra independencia, nuestra
libertad, la comprensión de nuestras necesidades y
temores, así como nuestras prioridades.

4. Herida de Traición o el miedo a confiar:


Cs218.
Esta herida se abre cuando personas cercanas al niño no
cumplen sus promesas, haciendo que se sienta
traicionado y engañado. Como consecuencia, se genera
una desconfianza que se puede transformar en envidia y
en otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor
de lo prometido y de lo que otros tienen.
Padecer estos problemas en la infancia construye
personalidades controladoras y perfeccionistas . Son
personas que quieren tenerlo todo atado y reatado, sin
dejar nada al azar.
Si has padecido estos problemas en la infancia, es probable
que sientas la necesidad de ejercer cierto control sobre
los demás. Esto se justifica, frecuentemente, por la
presencia de un carácter fuerte; sin embargo, digamos que
obedece a un mecanismo de defensa, un escudo de
protección ante el desengaño.
Estas personas suelen confirmar sus errores por su forma
de actuar, haciendo así que se cumplan sus prejuicios.
Tienen que trabajar la paciencia, la tolerancia y el saber
vivir, así como aprender a estar solos y a delegar
responsabilidades.
Es muy común que estas personas hablen piensen o actúen
de esta forma: Piensa Rápido. Controlador, no confía.
Imagen de arrogancia. Impaciente e Intolerante. Defensiva.

Como sana: Restitución de la confianza y aprendiendo a ser


cuidado, no manipular

5. La Injusticia: Cs= 907

La injusticia como herida emocional se origina en un


entorno en el que los cuidadores principales son fríos
y autoritarios.
. Una exigencia excesiva genera sentimientos de ineficacia
y de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.
Albert Einstein sintetizó esta idea muy bien con su
archiconocida frase “Todos somos genios. Pero si juzgas a
un pez por su habilidad de trepar un árbol, vivirá toda su
vida creyendo que es estúpido”.
Como consecuencia, quien experimente este dolor,
puede llegar a ser una persona rígida que no admita
medias tintas en ningún orden de su vida. Suelen ser
personas que intentan ser muy importantes y alcanzar un
gran poder.
Es probable que se haya creado un fanatismo por el orden,
el perfeccionismo o, incluso, por el caos. La cuestión es
que son personas que radicalizan sus ideas y, por ello,
tienen dificultades para tomar decisiones con seguridad.
Para hacer frente a estos problemas hay que trabajar
la suspicacia y la rigidez mental, con objeto de generar
una mayor flexibilidad y permitir la confianza en los demás.
El primer paso, como todo en la vida, es aceptar que las
heridas pueden estar en nosotros, darnos permiso para
enfadarnos y, sobre todo, darnos tiempo para sanarlas.
Ahora que ya conocemos las cinco heridas del alma que
pueden afectar a nuestro bienestar, a nuestra salud y a
nuestra capacidad para desarrollarnos como
personas, podemos comenzar a sanarlas.
Como sana: Flexible, Aceptarse, expresar su emotividad, ser
libre

También podría gustarte