El miércoles de ceniza es una festividad que da comienzo a la cuaresma, cuyo objetivo es

promover un tiempo de arrepentimiento, penitencia y conversión. La imposición de la ceniza

recuerda lo intrascendente que es la vida en la tierra, y la importancia del contenido del alma,
que es lo que nos llevará a nuestra vida en el cielo; así, la ceniza pretende llevarnos a preocupar
de lo esencial y no de lo material, ya que éste, al igual que nosotros, se reduce a polvo.
Cuaresma, significa ‘antes de la pascua’, y comprende 40 días desde el miércoles de ceniza hasta
el jueves santo. Es un tiempo destinado a la conversión, que implica seguir a Jesús, abandonar
el pecado y acercarnos a Dios. En este periodo, es muy importante la oración para estar cerca
de Dios y cambiar nuestro interior; al igual que el sacrificio, que es un ofrecimiento que se hace
a Dios, y representa para nosotros una privación; se diferencia de la penitencia porque ésta es
la aceptación de los sufrimientos que Dios nos envía. Concluyendo, el miércoles de ceniza es el
inicio de un tiempo para acercarnos a Dios, arrepentirnos de nuestros pecados y vivir según su
palabra.