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Anuario de Investigaciones

ISSN: 0329-5885
anuario@psi.uba.ar
Universidad de Buenos Aires
Argentina

Muntó, Alejandro J.
INVESTIGANDO EN PRIMERA PERSONA (O POR QUÉ EN CIENCIAS SOCIALES
CONVIENE SER REFLEXIVO)
Anuario de Investigaciones, vol. XXII, 2015, pp. 213-220
Universidad de Buenos Aires
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=369147944021

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FACULTAD DE PSICOLOGÍA - UBA / SECRETARÍA DE INVESTIGACIONES / ANUARIO DE INVESTIGACIONES / VOLUMEN XXII

INVESTIGANDO EN PRIMERA PERSONA


(O POR QUÉ EN CIENCIAS SOCIALES
CONVIENE SER REFLEXIVO)
RESEARCHING IN THE FIRST PERSON
(OR WHY IN SOCIAL SCIENCES, IT’S BETTER TO BE REFLEXIVE)
Muntó, Alejandro J.1

RES EN A STRACT
Este artículo propone una discusión sobre distintas visio- his paper introduces a discussion about different vies
nes teóricas de la reexividad en las Ciencias Sociales, on the concept of reexivity in Social Sciences, in order to
para luego proceder a un análisis reexivo de la propia proceed to a reexive analysis of the on experience du-
experiencia en el trabao de campo. La investigación so- ring the eld or. he research that supports this article
bre la que se apoya el artículo consiste en un estudio de consists of a case study, focused on a self-managed hou-
caso, centrado en una cooperativa autogestiva de vivien- sing cooperative in Buenos Aires city, from a communitary
da de la ciudad de Buenos Aires, desde una perspectiva and critical psychosocial approach. Applied methodology
psicosocial comunitaria y crítica. El método empleado es is qualitative, based on semi structured intervies and
cualitativo y se vale de entrevistas semi-estructuradas y participative observations, hich are recorded on the eld
de observaciones participantes, con registro en el diario diary. hrough the analysis of several excerpts from this
de campo. A partir del análisis de varios fragmentos de diary, different ays in hich the researchers presence
este último, se evalúan las distintas formas en que la pre- has an effect on the studied community are evaluated, as
sencia del investigador afecta a la comunidad estudiada, ell as ho the community affects his or her on implica-
y cómo ésta también repercute en la propia implicación, tion, hich in turn has an impact on the orientation of the
lo que a su vez afecta la orientación del conocimiento noledge that is built during the research process.
construido durante el proceso de la investigación.
ey ords
Palabras cla e Reexivity - Implication - Researcher - ield or
Reexividad - Implicación - Investigador - rabao de campo

1
Lic. y Prof. en Psicología, UBA. Doctorando en Ciencias Sociales, UBA. Becario Doctoral CONICET, proyecto “Participación transformadora
y salud comunitaria en una cooperativa autogestiva de vivienda”, dirigido por Margarita Robertazzi. Docente, Psicología Social II, Facultad de
Psicología, Universidad de Buenos Aires. E-mail: amunto@psi.uba.ar

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INVESTIGANDO EN PRIMERA PERSONA (O POR QUÉ EN CIENCIAS SOCIALES CONVIENE SER REFLEXIVO)
RESEARCHING IN THE FIRST PERSON (OR WHY IN SOCIAL SCIENCES, IT’S BETTER TO BE REFLEXIVE)
Muntó, Alejandro J.

En suma, ustedes deben aprender a evitar ser el juguete con los actores en el campo, sin detenerse a considerar
de las fuerzas sociales en su práctica de la sociología. al propio investigador como un actor más en este proceso.
(Bourdieu, , p. ) No obstante, en el enfoque que sostienen tanto Bourdieu
() como acquant queda claramente enunciado -co-
En este artículo, se intentará situar algunas discusiones mo se desprende de los tres puntos cruciales listados en
en el campo de las Ciencias Sociales alrededor de la no- la cita- que no se ha de tomar a las consideraciones re-
ción de reexividad, haciendo énfasis en cómo ella afecta exivas sobre la investigación como un momento de ca-
el desarrollo de una investigación, desde la recolección de tarsis para el autor del artículo, en el que despunte su
los datos en el trabao de campo, hasta su posterior aná- individualidad y se dé amplia cabida a su vanidad, como
lisis e interpretación . Para ello, dearé de lado el uso de denunciaran varias veces los sociólogos, sino que se
la tercera persona en la forma de enunciación, pues -como trata de una empresa colectiva, queriendo señalar así que
se verá a continuación- es propio del enfoque teórico la tarea le toca a la comunidad cientí ca entendida en
adoptado el reconocer la implicación del investigador en sentido amplio, y no solo a quienes eecutan un determi-
el fenómeno social que estudia, tanto como en el conoci- nado proyecto de investigación. Un enfoque de apertura,
miento que produce, y sostengo que esto puede reearse que resulta interesante, pero que también nos despierta
meor con el uso de la primera persona, cuando correspon- algunas sospechas en torno a la plausibilidad de su con-
de dar lugar a la propia subetividad del investigador. Con creción, vistas las condiciones de producción del conoci-
dicho propósito en mente, esbozaré primero un recorrido miento que -demasiadas veces- tiende a fomentar el indi-
por algunas conceptualizaciones -desde diferentes tradi- vidualismo, en especial a la hora de producir y presentar
ciones teóricas y disciplinares- sobre la reexividad en la los resultados.
investigación, para luego habilitar una reexión sobre al- En realidad y para ser del todo ustos, en esta sociología,
gunos sucesos en el desarrollo de mi propia investigación, se da crédito parcial a aquellas otras acepciones del con-
que creo que son representativos de las cosas que nos cepto que lo ligan a la individualidad del investigador, pues
pueden ocurrir a los investigadores, acaso más visibles aquella propone  descubrir las pulsiones sociales y
cuando nos disponemos a trabaar con una sensibilidad personales con que el analista inviste su trabao de investi-
hacia la incidencia de nuestra propia presencia en el cam- gación (acquant, , p. ). Pero no alcanza sólo con
po social de trabao. eso, sino que además deben rastrearse aquellos límites del
conocimiento especí camente asociados con la membre-
Algunos aportes teóricos sobre qué es ser re exivo sía y la posición del analista en el campo intelectual: se
y u no trata de desligarse momentáneamente del propio lugar
Para comenzar con este breve recorrido por lo que algu- ocupado, para ubicarlo en una trama de relaciones en la
nos autores entienden bao el rótulo de reexividad, que se produce el conocimiento. e este modo, el propósi-
parece apropiado atender a uno de los padres de la lla- to -siempre según esta línea teórica- es el de neutralizar el
mada Sociología reexiva, cuya obra alcanzó una gran inconsciente cientí co colectivo ado a las teorías, proble-
difusión en las últimas cuatro décadas y marcó la cancha mas y categorías del uicio académico. Resulta de este
para pensadores posteriores: me re ero a Pierre Bour- análisis que lo que le ha sucedido al investigador no es
dieu. Se ha de nido la reexividad en Bourdieu como singular, sino que está vinculado a una trayectoria social.
Es el propio Bourdieu () quien relaciona a la reexivi-
... la inclusión de una teoría de la práctica intelectual como dad con el concepto de objetivación
un componente integrante y una condición necesaria de
una teoría crítica de la sociedad, que di ere de otras en Adoptar el punto de vista de la reexividad no es renunciar
tres puntos cruciales. Primero, su obetivo primario no es el a la obetividad sino, por el contrario, otorgarle su plena
analista individual sino el inconsciente social e intelectual generalidad al cuestionar el privilegio del sueto cognoscen-
ado a unas herramientas y operaciones analíticas segun- te, arbitrariamente liberado, en tanto que puramente noéti-
do, debe ser una empresa colectiva antes que la carga del co, a partir del trabao de obetivación. Es trabaar para ex-
académico solitario y tercero, no busca atacar sino a anzar plicar el sueto empírico en los mismos términos de la
la seguridad epistemológica de la sociología. (acquant, obetividad construida por el sueto cientí co -en particular
, p. ) al ubicarlo en un determinado lugar del espacio social- y,
por lo tanto, adquirir la conciencia y el (posible) dominio de
Así, la reexividad se relaciona con la capacidad de los todas las coerciones que pueden impactar en el sueto
productores de conocimiento de ubicar su propio rol en cientí co a través de los vínculos que lo unen con los obe-
esta cadena productiva, ya que muchas veces se tendió tos empíricos, esos intereses, pulsiones y preuicios con los
a desdibuar su participación, tomando el relato sobre lo que debe romper para constituirse plenamente como tal.
social como una franca representación de lo que ocurría (Bourdieu, , p. )

Agradezco las gentiles observaciones de parte de los evaluadores Se puede ver aquí una versión bastante optimista del
anónimos, cuyas sugerencias fueron incorporadas al texto, así como
trabao sobre la reexividad, según la que el investigador
la siempre presente tutela de mi directora, Margarita Robertazzi.
En esta y en todas las demás citas textuales, se mantendrán las podría dominar aquellas coerciones que pesan sobre él,
bastardillas así como el uso de comillas, según guran en el original. luego de romper con los intereses y preuicios que signan

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el vínculo de aquel con el obeto empírico. Aunque, lamen- Sociales debe ser plenamente asumido para llevar ade-
tablemente, no se encuentran aquí mayores precisiones lante una investigación seria. Esta concepción de la re-
metodológicas sobre cómo proceder para desmontar ta- exividad, que parece un atributo epistemológico de toda
les construcciones previas sí queda la impresión de que disciplina social, pero que sin duda conlleva derivaciones
se trata de una tarea que le toca al llamado sueto cien- prácticas en la in estigación me parece más cercana a
tí co, o sea que se realiza dentro de los límites de la aquella revisión permanente de los aspectos de la activi-
academia, con el n de depurar y pulir el análisis que se dad social de la que hablaba el sociólogo inglés iddens
eecute sobre la realidad social estudiada. (), para quien la reexividad es la característica dis-
Cambiaré ahora de enfoque disciplinar, pero manteniendo tintiva de la modernidad tardía.
bao el foco la noción de la reexividad del investigador. ale aclarar, ya que he nombrado a más de un referente
esde la Antropología, Rosana uber se preguntaba en teórico de las Ciencias Sociales, que las conceptualizacio-
un artículo clásico sobre por qué debería un investigador nes sobre la reexividad -ya lo habrá notado el lector- di-
remover las emociones que haya podido suscitar un inci- eren según quién y desde dónde la enuncie. Sin duda, se
dente en el trabao de campo, encontrando que trata de una categoría en boga en los estudios de sociólo-
gos y de antropólogos (acaso algo menos difundida entre
 los investigadores podemos transformar episodios en psicólogos), pero sobre cuya de nición precisa no parece
apariencia anecdóticos y personales en instancias de co- existir un consenso, sino que cada quien la entiende de
nocimiento, aplicando a lo ocurrido el mismo tratamiento formas distintas - llegando a los extremos de los investiga-
que daríamos a materiales más convencionales. Porque dores narcisistas, quienes la entienden como una excusa
esta opción, leos de proponer el uso de la legitimidad aca- para hablar largamente sobre sí mismos y cuya vanidad
démica para hacer gala de un espíritu narcisista, apunta a se denunciaba más arriba. Así, Roth y Breuer () pro-
descubrir cuánto comparte ella investigadora con la reali- pusieron, por eemplo, una guía práctica para identi car
dad social que estudia, y en qué medida puede contribuir a distintos niveles de la reexividad en las producciones de
su esclarecimiento al reconocer estos elementos comparti- las Ciencias Sociales, según ella se re era a los obetos,
dos. (uber, , p. ) a los argumentos o a los procesos sobre los que el artícu-
lo trata. Incluso, también desde la Sociología, reciente-
Se presenta aquí ya otra versión de este concepto, en mente, se puso de relieve la importancia de esta categoría
donde se tienden puentes sólidos entre el investigador y no ya para el sueto investigador, sino para los propios
el obeto de estudio (aquello a lo que Bourdieu llamaba el participantes, analizando su inerencia en el empleo de
sueto empírico), el que se encarna -en el trabao de cam- métodos biográ cos como la historia de vida y rescatando
po- en los participantes que uno aborda para recopilar su relevancia en la construcción de narrativas sobre la
datos. Si bien se insiste en la precaución contra el narci- propia existencia, una práctica muchas veces inexistente
sismo del investigador (que acaso fuera una moda en los entre los sectores más vulnerabilizados de la población
estudios etnográ cos de hace unas décadas), se vuelve (elman y Borda, ).
necesaria una introspección que devele los elementos Pero volvamos una vez más a nuestra disciplina, la Psico-
compartidos con la realidad social que se estudia y -se logía. odavía es válida la advertencia que se formuló,
podría agregar- también aquellos que lo separan a aquel desde la Psicología Social Crítica, de que -en investiga-
de los participantes, en su rol y en su visión del mundo. ciones psicológicas, muy en especial en aquellas cuyo
Así pues, se trata de una reexividad más encarnada en diseño favorece el empleo de encuestas y otras técnicas
los suetos que intervienen en el proceso de investigación, muy estructuradas- el rol del investigador suele estar
cuya ponderación también aporta su cuota al análisis oculto a la vista. Esto es solo un factor más que se rela-
cientí co. ciona con la tendencia a producir formulaciones psicolo-
Ahora bien, es preciso volver la vista a nuestra propia gicistas, es decir, que individualizan las conductas estu-
disciplina, para evaluar cómo se asimiló la noción de la diadas, anclándolas en factores psicológicos de cada
reexividad en el marco de los estudios psicosociales. En sueto, sean o no éstos tildados de patológicos. Así, para
efecto, se ha sostenido desde la corriente crítica de la estos autores, el paso clave para producir psicologías de-
Psicología Social, que tanto esta como todas las otras socializadas es abstraer la conducta del contexto relacio-
Ciencias Sociales  deben girar hacia sí mismas las nal en el que ocurre.
armas de la crítica, considerándose a sí mismas como
obetos ordinarios del análisis social y como meras prác- Cuando nosotros, como investigadores, formamos parte de
ticas sociales que deben ser investigadas sin miramientos este contexto, entonces ello se vuelve un problema de re-
particulares (Ibáñez, , p. ). exividad. Esto es decir que, a menos que seamos cons-
La propuesta de este autor -con un pensamiento de reco- cientes de las formas en que nuestras intervenciones y
nocida inuencia foucaultiana- es la de deconstruir todos nuestra relación con los que responden facilitan su respues-
aquellos supuestos que, acríticamente asumidos, se in l- ta, trataremos a las comunicaciones como rasgos de per-
tran en los procedimientos y en las teorías de los investi- sonalidad, las discusiones como actitudes, etc. (Reicher,
gadores en tanto que la Psicología Social forma parte de , p. )
sí misma -pues es también un fenómeno social, como
cualquier otro- este carácter re exivo de las iencias La traducción del original en inglés es propia.

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RESEARCHING IN THE FIRST PERSON (OR WHY IN SOCIAL SCIENCES, IT’S BETTER TO BE REFLEXIVE)
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e aquí todavía otro nivel de impacto de la falta de reexi- mente signi cativo, que tenga sentido en el ámbito en el
vidad, que Reicher sitúa en la etapa de la producción de cual se produce, lo que en la Psicología Comunitaria se
datos, esto es, mientras se implementan las técnicas du- conoce como el criterio de validez ecológica una práctica
rante el trabao de campo: qué formas de relación entre posible para alcanzar este criterio consiste ustamente en
académicos y participantes fomenta el diseño de la inves- establecer discusiones reexivas con miembros interesa-
tigación O, para acercarlo aun más al propio obeto de dos de la comunidad (algo que, para ser francos, puede no
estudio, hemos tomado en cuenta que nuestra presencia ser tan fácil de aplicar en todos los casos).
en una comunidad altera la trama de relaciones que allí Existe todavía otra técnica clásica que puede emplear el
se despliega Estas observaciones deben ser válidas no investigador para promover la reexividad: el registro de
solo para la aplicación de encuestas o los métodos cuasi- las anotaciones y el diario de campo. Incluso, una de las
experimentales, sino que aun en las líneas de investiga- funciones con que pueden cumplir estas técnicas, es la
ción de corte más etnográ co -aquellas que apuntan a de  ser la memoria el de los estados de ánimo, de las
desnaturalizar lo menos posible, en el proceso inquisitivo, dudas y de los descubrimientos e hipótesis formulados a
el fenómeno social que se estudia- es evidente la diferen- lo largo del trabao comunitario (Montero, , p. ).
cia entre que esté presente o no una persona aena a la Si bien el lector desatento podría creer que se per la aquí,
comunidad estudiada, y acaso en esta tradición de la peligrosamente, la denostada ostentación vanidosa del
Antropología exista una conciencia acrecentada de ello. investigador, vale hacer dos aclaraciones: primero, que se
Con estas últimas consideraciones, es hora ya de pasar trata de una técnica de registro de datos, en la que la
a la perspecti a teórica asumida en esta in estigación la percepción de las emociones, tanto las de los protagonis-
Psicología Social Comunitaria. En este tramo del recorri- tas, como las del propio investigador, también es consig-
do me acompañará Maritza Montero, histórica referente nada, pero que no consiste en la elaboración ni en la
de esta rama disciplinar, quien acercó una definición presentación de los resultados en sí, sino una instancia
propia de la reexividad, tanto más cercana a las tareas intermedia a ese trabao. Luego, si tomamos el planteo de
en campo de los investigadores:  la capacidad de la Psicología Colectiva (ernández Christlieb, ), que
examinar constantemente lo que hacen, de abrir procesos ve a la realidad como una entidad viva, por lo tanto capaz
de reexión sobre su quehacer, compartidos con todas las de pensamientos y de sentimientos, el registro de los cli-
personas que como colaboradores, co-autores o cual- mas grupales de las impresiones afectivas sería enton-
quier otra forma de actoría social, han participado en el ces simplemente otro nivel de descripción de la realidad,
proceso (Montero, , párr. ). para el que se sugiere el uso de un lenguae cotidiano y
Se presenta un giro respecto de los autores clásicos de la desdisciplinarizado.
Sociología: pues se trata de un proceso compartido con
los protagonistas de las comunidades abordadas. Reco- n estudio de caso: la Coo erativa El olino
lección de datos, análisis e interpretación de los mismos Abordaré ahora el caso concreto al que me he dedicado
son así etapas que se vuelven difíciles de diferenciar, en mi investigación. Se trata de una cooperativa autoges-
pues en la práctica se solapan constantemente, en la tiva de vivienda, perteneciente al Movimiento de Ocupan-
medida en que se busca hacer partícipes a los sujetos del tes e Inquilinos (MOI), ubicada en el barrio de Constitución
estudio (que leos están de ser meros obetos). Incluso, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La trayectoria
esta autora destaca la necesidad por parte de los investi- histórica de esta cooperativa se remonta al año , si
gadores de responsabilizarse de aquellos resultados que bien el predio que actualmente ocupa (con salida a las
producen, evitando escudarnos detrás de las formas im- calles Solís y  de noviembre) fue adquirido recién en el
personales de presentación, un punto en el que muestra , mediante un crédito del Instituto de ivienda de la
una fuerte coincidencia con la tradición crítica de la Psi- Ciudad (IC), que está contemplado en la operatoria de
cología Social. la Ley  de esta ciudad. La Cooperativa El Molino se
Es así que ya desde el primer momento en el proceso de apoya en un proyecto de obra que implica viviendas para
investigación, entra en uego el vínculo entre agentes ex- cien grupos familiares, de las que actualmente treinta y
ternos e internos de la comunidad: nos referimos a la fa- cuatro están terminadas, con los grupos familiares adu-
miliarización (Montero, ), donde se reconoce la im- dicatarios viviendo allí mientras la obra avanza en las
portancia de darse a conocer por parte de los primeros, tercera y cuarta etapas.
pues los miembros de la comunidad desean saber -legíti- La adudicación más reciente culminó en diciembre de
mamente- cuáles son sus motivaciones y obetivos, ade- , afectando a las trece viviendas de la segunda etapa
más de cómo aquellos se involucrarán en los asuntos de que dan a la calle Solís el proceso de decisión colectiva
la comunidad. No es legítimo, en este enfoque, un acerca- sobre quiénes ingresan a vivir en ellas no es simple, sino
miento al obeto de estudio transitorio, condicional, tenta- que está mediado por distintas instancias de decisión
tivo, signado por la falta de compromiso (Martín-Baró, -entre las que la Asamblea de la cooperativa tiene la últi-
 ) antes bien, desde el comienzo mismo, deben ma palabra- y se basa en una evaluación de tres aspectos
explicitarse las intenciones en la producción del conoci- sobre cada grupo familiar: su participación (tanto en las
miento y qué formas de participación se habilitarán para la comisiones de esta cooperativa, como en las áreas de la
comunidad durante ese proceso. Claro que la orientación, organización social a la que pertenece, el MOI), sus apor-
en este marco teórico, es producir un conocimiento social- tes (el pago mensual de una cuota para sostener la coo-

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perativa) y su colaboración en la ayuda mutua (que es el seguir la recomendación de uber () expuesta más
nombre que se da al dispositivo por el que los propios arriba, y tratar al texto del diario de campo como un ma-
socios participan en la obra, debiendo cumplir con un total terial más para analizar.
de tres mil horas netas para acceder a la vivienda). Estos En este punto, vale explicar la técnica que empleo para el
son solo algunos de los trazos que marcan la compleidad registro de las anotaciones durante el trabao de campo,
orgánica de la dinámica de autogestión en El Molino, la que consiste en diferenciar dos tipos de entradas (usando
que se replica en otras cooperativas del MOI, si bien esta colores, en el cuaderno donde anoto durante las asam-
tiene una particularidad que siempre resaltan los socios: bleas, y separando luego en dos columnas, al transcribir
sus cien viviendas la vuelven el proyecto más grande de en el archivo digital del C). e un lado, aquellas que dan
la organización - y a la vez, un caso eemplar de hábitat cuenta de lo que sucede, las acciones que tienen lugar en
autogestionado en el ámbito porteño, donde el severo el momento de la observación y el contenido de lo que
dé cit en políticas habitacionales ha sido largamente se- dice cada persona que habla en la Asamblea, anotando a
ñalado (Rodríguez, i irgilio, Procupez, io, Ostuni, veces frases textuales. el otro lado, el registro de mis
Mendoza et al.,  erzer, ). percepciones sobre las emociones que atraviesan a los
La presente investigación se apoya en parte sobre resul- participantes (ernández Christlieb, ), un contenido
tados previos, elaborados en el marco de una Beca Estí- acaso más difícil de capturar, para lo que me valgo de
mulo (UBACy) en los años  y , que tenía por diversos indicios: las gestualidades, el intercambio de
obeto de estudio a esta misma cooperativa. En los años miradas, los comentarios que se escuchan por lo bao (de
subsiguientes, mantuve un contacto asiduo con algunos los que a veces ni se llegan a entender las palabras, pero
miembros de la comunidad, y durante el año  retomé sí el tono en que se pronuncian), siempre en relación a
la asistencia a las asambleas semanales de la cooperati- aquello descrito en la primera columna, que es lo que
va, para explorar su dinámica de funcionamiento y las ocurre en la escena pública de la Asamblea. Entran en
conictivas grupales que allí se expresan, tal y como eran este segundo orden de anotaciones también las descrip-
referidas por varios socios de El Molino, preocupados por ciones sobre el espacio en que se desarrolla la Asamblea
el nivel de violencia que a veces se alcanzaba en sus (el que en determinadas ocasiones, se vuelve un conteni-
espacios de participación. do de la misma) y todo lo que concierne directamente a
El diseño de la investigación que eecuto actualmente es mi presencia allí, como por eemplo cuando un socio se
de tipo exploratorio-descriptivo y apunta a dos obetivos: me acerca para preguntarme algo.
por un lado, estudiar las diversas manifestaciones de la Se me podría obetar que un investigador serio debería
participación en el marco de este proyecto autogestiona- apuntar a neutralizar el efecto de su presencia en el cam-
do, donde se sostienen principios cooperativos y prácti- po de estudio, para poder aproximarse al fenómeno social
cas de horizontalidad en la lucha por la vivienda por el en un estado de mayor pureza no obstante, no es per-
otro, explorar las formas de sufrimiento derivadas de la tinente tal obeción sobre la falta de asepsia metodológica
participación en esta cooperativa de vivienda, así como en el caso de la observación participante (Montero, 
las estrategias de afrontamiento que despliegan sus pro- Martín-Baró, ), pues en esta técnica se reconoce -ya
tagonistas. La metodología empleada es de corte cualita- desde su denominación- el hecho de que la presencia del
tivo, algunas de las técnicas que aplico son las entrevistas observador introduce un elemento nuevo, ineludible, en el
semi estructuradas y la observación participante, con re- campo social que se busca describir, y en este marco es
gistro en el diario de campo (C) del investigador. legítimo que el investigador intervenga durante su obser-
En concreto, para este trabao, revisé un corpus de  vación, cuando lo uzgue pertinente. Aunque queda claro
entradas en el C, que corresponden a las observaciones que, en una asamblea comunitaria, ningún investigador
que realicé en la asamblea de la Cooperativa El Molino, podría intervenir con una alocución como cualquier otro
entre mayo y diciembre del , con frecuencia semanal, integrante de la comunidad, hay ocasiones en las que
los días lunes por la noche (si bien en algunos casos la ésta misma se encarga de interpelarnos, reclamando ya
asamblea se suspendió, por motivos climáticos o de due- explicaciones sobre nuestra presencia, ya ideas o solu-
lo, o bien yo no pude asistir). Además, de forma accesoria, ciones para encarar algún problema determinado. En
repasé algunas entrevistas realizadas en el período ante- este sentido, ser presentado como psicólogo (o como
rior de la investigación, en los años  y , con la estudiante de Psicología) muchas veces no le es indife-
atención puesta en las formas de de nir los conictos de rente a las personas que integran un grupo humano.
los mismos protagonistas, así como algunas entradas del
C de por aquel entonces. Entonces alentino se me acerca y me explica el pedido
que me hizo antes con la hoita en la que me pidió por es-
Investigando en ri era ersona: autas ara un crito mi número de teléfono, durante la asamblea, que
análisis re exivo existen en la cooperativa algunas situaciones de violencia
Para esta fase del desarrollo, insistiré en emplear la pri- familiar y que estaban pensando en armar un pequeño ta-
mera persona del singular, pues sería difícil proponer una ller, por fuera de las comisiones, para tratar el tema entre
reexión de modo impersonal, cuando se trata del análisis los involucrados, que les sería útil tener a alguien que sepa
de mi propia implicación en la investigación y las repercu- de Psicología.  Martina me pregunta por cómo estoy de
siones del trabao de campo sobre mí mismo intentaré tiempo, ansiosa por empezar a armar el taller esta semana,

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y entonces le cuento que me estoy yendo de viae el viernes, tigador por parte de la comunidad es siempre positiva a
pero que planeo seguir asistiendo a la cooperativa a mi veces, puede tomar visos de sospecha, o aun de franca
regreso ella me propone que tal vez pueda sumarme a lo incredulidad. Es importante saber reconocer cuando esto
que lleguen a armar por entonces. ocurre, y no dearse llevar por el sentimiento del rechazo
Se me ocurre que Osvaldo mani esta las expectativas de de la comunidad -que es muy duro para el investigador,
varios compañeros, cuando al despedirme y tras desearme como ya lo mencionara uber ()- sino buscar líneas
un buen viae, me dice: aparecé cuando vuelvas. (C, de análisis que permitan encuadrar y explicar esas reaccio-
--) nes. Así, solo una semana después de la entrada anterior:

Esta entrada en el diario de campo, que corresponde a mi alentino menciona nuestro taller una intervención a reali-
primer acercamiento a la Asamblea de la Cooperativa El zarse en la asamblea siguiente, unto a otros psicólogos de
Molino -hace más de cuatro años- da cuenta de que, ya orientación comunitaria, ante la escalada de violencia per-
desde el comienzo, varios socios se movilizaron ante la cibida por los socios en varias instancias de participación,
presencia de un agente externo a la comunidad, prove- usto mientras lo hace, Silvina me ve y comenta: él es
niente del campo de la Psicología. Por aquel entonces, la socio ya, dirigiéndose hacia mí hace como un año que
demanda tomó la forma de un pedido asistencial, asocian- venís, vos te vas a recibir de qué. (C, --)
do seguramente mi gura a la de un psicólogo clínico, y
de ello se derivó luego un espacio de salud en la coope- Poco importa que en el momento no tuviera una respues-
rativa, que llamamos Asistencia a Situaciones de Riesgo ta concreta para darle a Silvina (pues entonces ya era
Social (ASRS), sostenido por miembros de la comunidad Licenciado, pero no seguía con ningún estudio formal
y profesionales externos, el que funcionó durante algo relacionado con mi presencia en la cooperativa) lo que
más de un año. No es mi propósito ahora balancear los me impregnó entonces fue la sensación de no ser bien
logros y los desafíos de esa experiencia, tan intensa para recibido, reforzada por el tono de la alocución de esta
mí, de trabaar conuntamente sobre situaciones graves socia, como si mi condición de observador -para la que
de violencia familiar, de consumo problemático de sustan- había solicitado permiso a la Asamblea, cuando volví a
cias y de otros tipos, cuando aún era un estudiante de asistir a ella, el  de mayo de aquel año- debiera ser
grado. Sin embargo, al día de hoy sigue fresca en mi transitoria, y mi permanencia tras cuatro meses comen-
memoria la exhortación de Osvaldo, que, mirando atrás, zara a despertar suspicacias entre algunos socios. ui-
creo haber seguido al pie de la letra. Sucede que -vale zás me habría visto seriamente desalentado en mi traba-
reconocerlo- la vivencia de acercarme al grupo humano o de haberme apegado a estas palabras, pero lo que hice
que constituye la Cooperativa El Molino, tampoco fue in- fue, en cambio, entenderlas como parte de una conictiva
diferente para mí. propia de la Cooperativa El Molino, la que me arrastraba
En las entradas del C revisadas para este trabao, hay a su campo de batalla, sin que yo me lo propusiera.  de
otros eemplos de ocasiones en las que lo que ocurre a qué se trataba esta conictiva ale revisar las palabras
mi alrededor me afecta directamente, algo que difícilmen- de uno de los protagonistas:
te podría separarse de mi relación con el proceso íntegro
de la investigación, signado por el vínculo con la comuni- En El Molino, durante muchos años, se dio que habían dos
dad que es su obeto de estudio.  Al llegar, un socio grupos bien bien opuestos. Eran... grupos que represen-
me saluda afectuosamente: qué facha aludiendo a la taban a los socios fundadores, u originarios, en los cuales
ropa que llevo puesta. Esto me alegra, pues los socios había por ahí mucha convivencia, y de esa convivencia,
ya me reconocen como un participante habitual (C, - muchos conictos, entonces se daba que los socios que se
-). Más allá del gusto que produce el ser halagado incorporaban, normalmente o se volcaban para un grupo, o
por la vestimenta, hay un elemento más que entonces me para el otro. (Entrevista a alentino, --)
despertó una sensación positiva, y es el que los socios
registraron mi presencia en la Asamblea, no solo aquel Así que en esta cooperativa -yo ya lo sabía desde el -
día, sino comparativamente (a partir de la apariencia físi- muchas veces la dinámica de las discusiones se polariza
ca) con las otras ocasiones en que había estado allí rea- en torno a dos grupos, donde uno hace más énfasis en la
lizando la observación. Esto me dio una con rmación vinculación con la organización social a la que pertene-
práctica de que estaba puesta en marcha la familiariza- cen, recalcando la necesidad de participar en sus áreas
ción, y ya no solo con los miembros de la comunidad con y en todas las instancias a las que se convoca desde su
quienes había interactuado directamente -fuera en entre- Comisión irectiva. Mientras que el otro, menos afecto a
vistas, o en el espacio de ASRS- sino con socios que la línea de aquella conducción, pone el acento en el tra-
solo me conocían por verme en la misma Asamblea. Mi bao dentro de la propia cooperativa y, en especial, en la
presencia asidua allí había producido algún efecto aun- necesidad de concluir lo antes posible con la construcción
que fuera solo de reconocimiento. de las cien viviendas. No importa aquí lo que yo opine
Sin embargo, no necesariamente esta recepción del inves- sobre esta conictiva, antigua en la trayectoria histórica
de El Molino (como relataba alentino), ni que me parezca
En todos los fragmentos de diario de campo y de entrevistas pre- que ambas visiones son perfectamente complementarias
sentados, se cambiarán los nombres de los protagonistas. lo cierto es que la polarización existe en las asambleas,

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FACULTAD DE PSICOLOGÍA - UBA / SECRETARÍA DE INVESTIGACIONES / ANUARIO DE INVESTIGACIONES / VOLUMEN XXII

e iste tambi n la percepción de ue tales cuales s ci s cio se ganó con unidad amos a defender a fondo a ese
están enr lad s en un de send s grup s a partir de edi cio, con la herramienta de lucha procedente.
ell es ue muc as eces se delinean de anteman las n tad en tr c l r re banc e instalaría gust s
acci nes puestas en cual uier discusión p r acces ria en el P para bancar una t ma ( - - …†)
ue sta pueda parecer
Ent nces sería neci de mi parte ign rar el ec de ue legam s a un tema uizás más p l mic a ni el episte-
accedí a esa samblea en gran medida presentad p r m lógic • asta u punt es legítim ue el in estigad r
el pr pi alentin uien es además un de l s re erentes se impli ue en el enómen s cial ue estudia‚ uand se
del segund de l s grup s menci nad s mientras ue trata de una comunidad que se de ne por sus prácticas de
Sil ina uien me abía interpelad suele ser cera del resistencia de luc a muc as eces parecería erróne
primer Re isand la entrada en el se c rr b ra ue apegarse a la n ción de la disociaci n instrumental ue
ue ustamente mientras ablaba alentin ante la sam- suele rec mendarse a l s psicól g s para acercarse a l s
blea s bre una inter ención ue se pr duciría c n psicó- su et s ue estudian‡ al men s en la medida en ue n s
l g s ue Sil ina me miró me abló a pesar de ue a encuadrem s en la tradición de la Psic l gía P lítica repre-
en tras asambleas n s abíam s sentad cerca el un del sentada p r gnaci artín-ƒaró (…ˆ )
tr de ue a n s c n cíam s de antes (pues abía Per n es s l mi disp sición a t mar las banderas de
llegad a entre istarla cuatr a s atrás) rriesgand un lucha del MOI, ante un posible conicto con el Estado, lo
p c más la interpretación de este incidente p dría sugerir ue me llamó la atención en este ‰ltim ragment sin
ue n ue Sil ina uien me interpeló a mí sin ue más ue esa p stura es acti ada ( lcada en mi diari de
bien abló -a tra s de ella- la resistencia de uno de estos camp al cal r de una asamblea agitada) cuand abla
grupos a de ar ue el tr inter iniera s bre la samblea un re erente de esta rganización s cial cu a el cuencia
mediante agentes e tern s a la c munidad (per as cia- me a ecta a mí tambi n me dispara ideas ue an en
dos a un conicto interno a la misma). sint nía c n su al cución lle ánd la más le s en e ect
Es ust rec n cer ue a desde la Psic l gía S cial nadie abía ablad asta el m ment de cupar un edi-
munitaria se abía ad ertid s bre este riesg s cio, ni de salir a luchar directamente contra el obierno
agentes externos no deben identi carse con un grupo en de la iudad Per c n su inter ención R land l gró
particular ni con un sector especí co de la comunidad enr larme a mí tambi n en su ap en esta luc a -
( nter p ) alg ue se uel e p r demás este tip de enómen s es l ue l uel e un re erente
e idente a la luz de este epis di ra muc as eces para la c munidad Ent nces nue amente sería una
en la práctica est n es tan ácil de cumplir sin ue el necedad de mi parte el ign rar ue mi p stura ante la si-
s l ec de acceder al camp de la man de tal cual tuación del hábitat en esta ciudad está muy inuida por mi
persona, puede inuir sobre la percepción del investiga- e periencia de acercamient al O ue las rmas en
d r c m cercan as ciad a ella tant más cuand ue se plasma este acercamient a la ez s n realimen-
e isten grup s bien di erenciad s en una c munidad la tadas p r las ideas ue teng s bre l s camp s de luc a
distribución de l s c ntact s del in estigad r entre ell s en l s ue act‰an l s pr tag nistas s in estigad res
es asim trica En este escenari n se me currió una s ciales tambi n tenem s una ide l gía aun ue algun s
estrategia de nitiva para correrme de aquel lugar que me n uieran rec n cerla ella repercute en la rientación
asignar n per sí t m la precaución de pr curar -cada ue t ma el c n cimient ue pr ducim s a n ueda
ez ue inter iniera sea durante la samblea p r uera duda de ell
de ella- acer re erencia a l s punt s de ista de amb s
grup s para ubicarme en un punt más e uidistante ante Re exiones nales
esta di isión imaginaria l ue me abilita un ma r mar- A partir del análisis de la reexividad en sus varias dimen-
gen de acción en el traba de camp El desa í sigue si nes en especial seg‰n ella se plasma en el registr
igente seguramente la pe r medida a t mar sería ptar de mi traba de in estigación en el diari de camp de-
por ignorar que esta dinámica de conictos afecta tam- seo -todavía- compartir unas últimas reexiones. emos
bi n a mi pr pia presencia allí c m in estigad r ist distint s e empl s de cóm se p ne en ueg la inte-
ntes de c ncluir c n este desarr ll uier se alar tra
forma en que se encarna la reexividad durante el trabao ‡
l respect parece álida la casión para rec rdar las palabras
de camp la ue tiende a desdibu ar las r nteras entre de un gran psi uiatra ue marcó el desarr ll de la Psic l gía S -
agentes e tern s e intern s de la c munidad cial en rgentina Š s ƒleger uien acu ó en nuestr medi la
idea de la disociaci n instrumental ue describía el desa í del
entre istad r ( ue para ƒleger es a la ez un in estigad r) en
abla R land re erente istóric del O s bre un c n-
l s siguientes t rmin s Se puede de tra manera describir esta
icto con el obierno de la Ciudad por un edi cio afectado dis ciación c n la ue tiene ue traba ar el entre istad r dicien-
a un Pr grama de i ienda ransit ria de la rganización d ue tiene ue ugar l s r les ue en l s n pr m id s p r el
el P € a decisión t mada es ue el O n se entrevistado, pero sin asumirlos en su totalidad (Bleger, , p.
mue e del P Para R land está en ueg l mism ). A partir de esta reexión, se podría establecer una interesan-
te anal gía entre las n ci nes de la contratransferencia seg‰n
para ui n es el patrim ni del Estad •Es para el puebl
se la entiende en la Psic l gía clínica la de re exividad en la
rganizad para l s due s del capital‚ en las a elas tradición de la in estigación en iencias S ciales sin embarg la
de ƒrasil en las illas en el P Se incendia „ese edi- magnitud de tal empresa n s impide desplegarla a uí

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INVESTIGANDO EN PRIMERA PERSONA (O POR QUÉ EN CIENCIAS SOCIALES CONVIENE SER REFLEXIVO)
RESEARCHING IN THE FIRST PERSON (OR WHY IN SOCIAL SCIENCES, IT’S BETTER TO BE REFLEXIVE)
Muntó, Alejandro J.

rrelación investigador-comunidad durante el trabao de RE ERENCIAS I LIO R ICAS


campo, relacionándolos con los procesos de familiariza- Bleger, . (). Temas de psicología (entrevista y grupos). Bue-
ción con los protagonistas, con las expectativas que des- nos Aires: Nueva isión.
pierta en ellos la presencia de un profesional externo, con Bourdieu, P. ( ). El propósito de la sociología reexiva
la implicación propia en las luchas que lleva adelante la (seminario de Chicago). En P. Bourdieu  L. acquant, Una
comunidad estudiada, y aun con la inclusión del propio invitación a la sociología re exiva (pp. -). Buenos Aires:
investigador en la con ictiva grupal que aquella atraviesa Siglo eintiuno.
efectos todos que no siempre son buscados o deseables, ernández Christlieb, P. (). La lógica epistémica de la inven-
pero que sin embargo, ocurren. Sucede que en la Psico- ción de la realidad. En M. Montero (ed.), Conocimiento, reali-
dad e ideología (pp. -). Caracas: AEPSO.
logía Social Comunitaria -así como en otras disciplinas de
iddens, A. (). Modernidad e identidad del Yo. El yo y la so-
las Ciencias Sociales- trabaamos con personas y con
ciedad en la época contemporánea. Madrid: Península.
grupos humanos, cargados de emociones, pensamien-
uber, R. (). Antropólogos nativos en la Argentina. Análisis
tos, ideales y necesidades, y nosotros mismos no dea-
reexivo de un incidente de campo. Revista de Antropologia
mos de ser humanos, que también cargamos con lo pro- 39 (), -.
pio, incluso cuando investigamos. Alguien puede todavía
elman, M.  Borda, P. (). Narrativas y reexividad: Los
sostener que nuestra propia presencia resulta inerte para efectos biográ cos del enfoque biográ co. Revista Latinoa-
los fenómenos sociales que estudiamos, o que ellos le mericana de Metodología de las Ciencias Sociales 4 () ver-
resultan indiferentes a nuestra subetividad En todo ca- sión electrónica. Recuperado el -- de http:.memo-
so, por qué sería eso deseable ria.fahce.unlp.edu.arartrevistaspr.pr..pdf.
No puedo evitar volver a referirme a la postura de Martín- erzer, . (comp.) (). Barrios al sur. Renovación y pobreza
Baró (), referente de la Psicología de la Liberación, en la ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires: Café de las Ciu-
quien hace tres décadas ya deó planteadas las tareas dades.
cruciales para que los profesionales desarrollemos una Ibáñez, . (). La tensión esencial de la Psicología Social. En
perspectiva propia, forada en los países latinoamerica- . Páez, . alencia, . Morales, B. Sarabia  N. Ursua, Teoría
nos y que pueda asistir a su desarrollo con ese propósito, y método en Psicología Social (pp. -). Barcelona: Anthro-
pos.
es forzoso que nos replanteemos nuestro bagae teórico
y práctico, pero desde la vida de nuestros propios pue- Martín-Baró, I. (). acia una psicología de la liberación. Bo-
letín de Psicología El Salvador 22 (), -.
blos, desde sus sufrimientos, sus aspiraciones y sus lu-
chas. a he insistido en los efectos nocivos que puede Martín-Baró, I. (). El método en psicología política. En: Mon-
tero, M. (coord..), Acción y discurso. Problemas de psicología
tener para la investigación social, evitar asumir y respon-
política en América Latina (pp. -). Caracas: Eduven.
sabilizarse de la propia presencia en una comunidad
Montero, M. (). Relaciones entre Psicología Social Comuni-
ahora, iré un poco más leos. Propongo que cada uno de
taria, Psicología Crítica y Psicología de la Liberación: una res-
nosotros debería preguntarse, en lo más íntimo de su puesta latinoamericana. Psykhe 13 () versión electrónica.
conciencia, qué tipo de conocimiento está construyendo, Recuperado el -- de http:dx.doi.org.S-
a qué obetivos apunta y a cuáles intereses apoya con su .
producción cientí ca. La pregunta, crudamente formula- Montero, M. (). Hacer para transformar. El método en la psi-
da, es la siguiente: queremos aportar, irreexivamente, cología comunitaria. Buenos Aires: Paidos.
a una ciencia para la reproducción del orden social esta- Reicher, S. (): Laying the round for a Common Critical
blecido, o, por el contrario, nos animaremos a construir, Psychology. En . Ibañez  L. Iñiguez (eds.), Critical Social
desde la base, una ciencia para la transformación social Psychology (pp. -). Londres: Sage.
Rodríguez, M.C., i irgilio, M.M., Procupez, ., io, M., Ostuni,
., Mendoza, M. et al. (). Políticas del hábitat, desigual-
dad y segregación socioespacial en el área metropolitana de
Buenos Aires. Buenos Aires: Autor.
Roth, .-M.  Breuer, . (). Reexivity and Subectivity: A
Possible Road Map for Reading the Special Issues. Forum:
Qualitative Social Research 4 () versión electrónica . Recu-
perado el -- de http:nbn-resolving.deurn:nbn:de:-
fqs.
acquant, L. ( ). acia una praxeología social: la es-
tructura y la lógica de la sociología de Bourdieu. En P. Bour-
dieu  L. acquant, Una invitación a la sociología re exiva
(pp. -). Buenos Aires: Siglo eintiuno.

echa de recepción: 


echa de aceptación: 

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