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EL REALISMO MÁGICO

El término "realismo mágico" apareció por primera vez en 1925, aplicado por el
crítico alemán Franz Roh a la pintura post-expresionista. Poco después, el
escritor italiano Massimo Bontempelli, amigo del pintor De Chirico, calificaba
así a una novela suya aplicando también el concepto a la obra literaria.

Se puede decir, pues, que el realismo mágico es una corriente literaria ligada al
surrealismo, cuyo rasgo principal es la deformación de la realidad a través de
una acción fantástica, que se describe de un modo realista, sobre todo dentro
de la narrativa. En definitiva, mezcla la realidad con elementos fantásticos,
mostrando lo común y cotidiano como algo irreal o extraño. O lo extraño y
maravilloso como algo real. El escritor se enfrenta a lo real y trata de
esclarecerlo, de descubrir todo lo que hay de misterioso en las cosas
cotidianas, en la vida y en las acciones del hmbre. Pero también los sucesos
más fantásticos no se presentan, como sucedería en el cuento fantástico
tradicional, como algo que asombra tanto a personajes como a lectores, sino
como parte de la misma realidad cotidiana. Ambas vertientes de la unión de
realidad y fantasía se mezclan en las novelas hispanoamericanas.

Ya en los años 30 Borges había hablado de realismo fantástico y más tarde


Arturo Uslar Pietri usará el término de realismo mágico para referirse a la
narrativa hispanoamericana. Ángel Flores fue el primer crítico en incluir en esta
corriente a los escritores hispanoamericanos que irrumpieron con fuerza a
mediados de los años sesenta en el panorama de la Literatura española-
el boom hispanoamericano-. Estaba ligado a las vanguardias de entonces, y
rompía con la herencia del postmodernismo, realista y lineal. Es también el
realismo mágico, por lo tanto, un intento de renovación literaria, una corriente
estética.
El realismo mágico se puede definir como la preocupación estilística y el interés
en mostrar lo común y cotidiano como algo irreal o extraño; en palabras de Luis
Leal, "el tiempo existe en una especie de fluidez intemporal, y lo irreal acaece
como parte de la realidad".

El realismo mágico es una característica propia de la literatura latinoamericana


de la segunda mitad de siglo XX, que funde la realidad narrativa con
elementos fantásticos y fabulosos, no tanto para reconciliarlos como para
exagerar su aparente discordancia. El reto que esto supone para la noción
común de la “realidad” lleva implícito un cuestionamiento de la “verdad” que a
su vez puede socavar de manera deliberada el texto y las palabras, y en
ocasiones, la autoridad de la propia novela.

Si bien esta tendencia a fundir lo real con lo fantástico ya existía en las obras
de novelistas de todos los tiempos, principalmente en escritores como François
Rabelais y Laurence Sterne; otros precedentes más inmediatos pueden ser las
novelas del ruso Vladimir Nabokov o del alemán Günter Grass.
Pero el realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana
de los años sesenta y setenta, a raíz de las discrepancias surgidas entre
cultura de la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el
auge de las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta
infinitamente preciada y manipulable.

Al margen del propio Carpentier, que cultivó el realismo mágico en novelas


como Los pasos perdidos, los principales autores del género son Miguel Ángel
Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y, sobre todo,
Gabriel García Márquez. Las novelas de este último, Cien años de
soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y Crónica de una muerte
anunciada (1981) siguen siendo obras notables del género.

Fuera del continente americano el realismo mágico ha influenciado, al decir


de algunos críticos, la obra del italiano Italo Calvino y del checo Milan Kundera,
así como en el inglés Salman Rushdie.

Gabriel García Márquez dijo en una ocasión:

“Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa
lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el mundo que trataba
de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente, que por su
prestigio volviera verosímiles las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera
sin perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de
fondo, pues la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la
forma en que se diga.”

Aspectos destacables del Realismo mágico

Los siguientes elementos están presentes en muchas novelas del realismo


mágico:

 Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los


personajes como parte de la "normalidad".

 Elementos mágicos intuidos, pero nunca explicados.


 Presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad.
 Se puede apreciar en el contenido de la novela, representaciones de
mitos y leyendas.
 Contiene multiplicidad de narradores (combina primera, segunda y
tercera persona), con el fin de darle distintos puntos de vista a una
misma idea y mayor complejidad al texto.
 El tiempo es percibido como cíclico, no como lineal.
 Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al
pasado.
 Transformación de lo común y cotidiano en vivencias que parecen
"sobrenaturales" o "fantásticas".
 Preocupación estilística; una visión "estética" de la vida que no excluye
la experiencia de lo real.
 El fenómeno de la muerte aparece y “desaparece”; es decir, los
personajes pueden morir y luego “volver a vivir”…
 Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana que se
combinan con el mundo irreal, fantástico, del autor, con un final
inesperado o ambiguo.

 Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y


crudos de la pobreza y marginalidad social, espacios donde la
concepción mágica, mítica, aún es "vida real".

 Los hechos son reales pero tienen una connotación fantástica, ya que
algunos o no tienen explicación, o son muy improbables que ocurran.
 Se refiere a la novedad de los personajes, aparentemente irreales, que
siempre actúan sin actuar; es decir, que la magnitud profusa del
personaje se ve reflejada en cada letra de la novela.

Características del realismo mágico:

 Los Personajes

Los personajes presentes en las obras de esta corriente suelen viajar, no sólo
físicamente; también cambian de espacios y tiempos desde sus pensamientos
y sus estados oníricos.

 El Tiempo

Encontramos varias posibilidades:

 Tiempo cronológico: las acciones siguen el curso lógico del tiempo.


 Ruptura de planos temporales: mezcla de tiempo presente con tiempo
pasado (regresiones) y tiempo futuro (adelantos).
 Tiempo estático: el tiempo cronológico se detiene; en cambio, fluyen los
pensamientos de los personajes.

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