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Tema: Las cuatro etapas del llamamiento de Isaias

Texto: Isaías 6:1-8

Introducción:
Tengo una amiga que normalmente dice que todo ser humano quiere y necesita su minuto
de fama. Es una forma de decir que a todos nos gusta el halago, la exaltación, el sentirnos
importantes, etc. Aunque esto no es malo en sí mismo a muchos no les hace nada bien que
digamos, sin embargo el tema no es tan relevante en este momento sino que hoy en día la
iglesia se mueve en dos extremos importantes.
a. Los que se creen capaces, importantes y súper preparados aunque Dios los mire con
otros ojos
b. Los que se creen no óptimos, no capaces, pero Dios en su gracia decide llamarlos.
¿Está usted entre alguno de estos dos grupos?

O.T Veamos algunos principios que aprendemos de la vida de Isaías


1. El profeta Isaías experimento una experiencia sobrenatural. V.1-4
En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y
sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas;
con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro
daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena
de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba,
y la casa se llenó de humo.
a. Todos somos amantes de los eventos sobrenaturales, de los reflectores, de la fama y
el protagonismo.
b. Cualquiera hubiera estado maravillado de tener una experiencia tan maravillosa
como la de Isaías
¿Cómo se hubiera sentido usted ante tan maravillosa experiencia?
2. El profeta Isaías no tuvo una reacción jubilosa. V.5
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y
habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey,
Jehová de los ejércitos.
a. Tuvo una reacción de indignidad
b. Tuvo una reacción de confrontamiento
c. Tuvo una reacción de revisión interna.

3. El profeta Isaías tiene una verdadera experiencia de vida. V.6-7


Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado
del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó
tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
a. Dios no contradice la condición de Isaías.
b. Dios no juzga a Isaías
c. Dios limpia el pecado de Isaías
d. Dios quita la culpa de Isaías.

4. El profeta Isaías acude a la invitación. V.8


Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?
Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
a. Dios no lo llama, Dios hace una pregunta abierta.
b. Isaías ve la oportunidad y responde.
c. ¿Ya haz respondido tú a la oportunidad?

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