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Renovación sindical libros sobre sindicatos que sobre movimientos so-


y etnografía del sindicalismo ciales. El interés científico en los sindicatos se ha re-
ducido a medida que éstos han ido perdiendo poder
Un nuevo campo de aplicación social. La hegemonía neoliberal está amenazando
de la antropología en España el margen de maniobra de los sindicatos y su capa-
cidad de movilizar e influir en los asuntos públicos.
Beltrán Roca Martínez Paralelamente, una nueva generación de movimien-
tos sociales – como ecologismo, feminismo o el pa-
cifismo – han entrado en escena y están atrayendo
1 Introducción la atención de los investigadores.1
En la sociedad postindustrial, no obstante, el tra-
A pesar de que la antropología se desarrolló inicial- bajo sigue siendo un importante espacio de iden-
mente para estudiar a los “otros” lejanos, las prác- tidades, contradicciones y conflictos sociales. Las
ticas etnográficas han cambiado con el tiempo. Los transformaciones en la organización empresarial, en
intereses de los antropólogos se han desplazado ha- el mercado de trabajo y en las tecnologías de poder
cia los centros de trabajo, las estructuras de poder, en el actual contexto de globalización, constituyen
los sistemas productivos y las leyes de las socieda- un desafío al que las organizaciones sindicales tra-
des industrializadas avanzadas. Entre estos nuevos tan de hacer frente en la actualidad. El sindicalismo
sujetos de investigación etnográfica se encuentran sigue siendo un fructífero campo de análisis.
cada vez más las organizaciones sindicales. A diferencia de otros países, el sindicalismo en
Aún existen, sin embargo, pocos estudios antro- España apenas ha conseguido atraer la atención de
pológicos sobre sindicalismo. Esto se debe prin- los antropólogos. La primera parte de este artícu-
cipalmente a dos factores. En primer lugar, como lo sintetiza los principales estudios que se han rea-
hemos mencionado, el propio desarrollo de esta dis- lizado en España sobre organizaciones sindicales.
ciplina científica se ha especializado en el estudio Hemos denominado a este tipo de investigaciones
de determinados grupos y escenarios: las socieda- antropología del sindicalismo. Se trata en todos los
des colonizadas primero, y los sectores periféricos casos de investigaciones básicas, es decir, con una
de las sociedades industrializadas posteriormente. finalidad teórica. Son aproximaciones etnográficas
Como resultado, el mundo de las relaciones labora- sobre las organizaciones que tratan de conocer las
les industriales ha sido examinado de manera más causas del auge de determinadas organizaciones
frecuente por otros científicos sociales como soció- (Talego Vázquez 1996), los motivos de la extensión
logos o psicólogos sociales. A modo de muestra, si y radicalidad de los conflictos laborales (Florido del
buscamos la palabra “sindicato” en el contenido pu- Corral et al. 2009), y los mecanismos a través de
blicado en la Revista de Antropología Social, una de los cuales el Poder neutraliza al movimiento obrero
las revistas de mayor impacto en el Estado español, (Ventura Calderón 2004). La gran ventaja de estos
apenas encontramos dos artículos que traten, aun- estudios sobre otro tipo de aproximaciones es que
que sea colateralmente, sobre organizaciones sindi- a diferencia de aquellas investigaciones que se ba-
cales. Por el contrario, si buscamos otras palabras san en el análisis del discurso a partir de entrevistas
como “patrimonio” o “inmigración”, el número de y observación documental, la etnografía “presenta
registros es marcadamente superior – 88 y 38 res- el discurso dentro de su contexto” (Connolly 2008: ​
pectivamente. 104). En otras palabras, se muestra no sólo lo que
Se da la paradoja de que a medida que los an- los sindicalistas dicen, sino también lo que hacen.
tropólogos se han ido interesando por estudiar sus La segunda parte del artículo reflexiona sobre
propias sociedades y nuevos tipos de organizaciones las posibilidades de realizar una antropología para
sociales y políticas, el interés general sobre los sin- el sindicalismo, esto es, una antropología aplicada
dicatos ha ido decayendo. Por ejemplo, utilizando la cuyos resultados sean útiles para las organizacio-
herramienta “Ngram” de Google, podemos conocer nes que se estudian. Uno de los principales debates
el número de libros cuyo título contiene determina- de la antropología actual es precisamente la aplica-
das palabras (en este caso las palabras “trade union” bilidad de nuestras investigaciones. Ya sea con el
y “social movement”). Se puede entonces compro- nombre de antropología aplicada, antropología de
bar que a partir de la década de los ochenta del siglo la orientación pública o antropología militante, una
pasado el interés académico por el sindicalismo ha parte de la reflexión antropológica gira en torno a
ido decreciendo a medida que ha ido aumentando el
interés por los movimientos sociales. De este modo,  1 Castells (1986); Touraine (1990); Offe (1992); Tarrow
en el año 2008 se publicaron el mismo número de (1998).

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cómo las instituciones de poder financian y utilizan En esta línea destaca la tesis doctoral de Félix Ta-
la investigación para sus fines, o cómo los resulta- lego Vázquez (1996), publicada bajo el título “Cul-
dos de nuestras pesquisas pueden afectar positiva tura jornalera, poder popular y liderazgo mesiánico.
o negativamente a las comunidades y las organiza- Antropología política de Marinaleda”. Talego Váz-
ciones populares que estudiamos. A partir de expe- quez se preguntaba por qué en el municipio sevi-
riencias propias y estudios de otros países, este artí- llano de Marinaleda se había dado una experiencia
culo propone algunas áreas en las que la etnografía de democracia directa o “poder popular” encabeza-
puede contribuir al esfuerzo por revitalizar el movi- da por el alcalde y líder del “Sindicato de Obreros
miento sindical. del Campo” (SOC), Juan Manuel Sánchez Gordillo.
Con mucha frecuencia las investigaciones, publi- Después de dos años de trabajo de campo etnográfi-
caciones y eventos antropológicos parecen estar flo- co, entre 1991 y 1993, el autor analiza el sistema de
tando en un espacio aislado de la sociedad. Se escri- poder local, encarnado en la figura mesiánica del al-
be o habla sobre la sociedad desde la torre de marfil, calde. Describe asimismo el funcionamiento de las
desde la distancia de los despachos universitarios, asambleas, el papel de los medios de comunicación
como si los problemas no tuvieran que ver con no- locales, las luchas (como huelgas de hambre, mar-
sotros. Los problemas que estudiamos rara vez in- chas y ocupaciones de tierras); y el soterrado con-
teresan a los ciudadanos. Voy a poner un ejemplo flicto social entre “la contra” (como denominan al
dentro del ámbito del sindicalismo para ilustrar de sector social rival) y el “poder popular”.
lo que estamos hablando. Un estudio antropológico Para Talego Vázquez, la experiencia de Marina-
al uso sobre el sindicalismo se interrogará por las leda sólo se entiende bajo el liderazgo ejercido por
estructuras organizativas del sindicato, el por qué el alcalde. Así identifica tres fuentes de poder: ser
de la extensión de un conflicto laboral, los reperto- líder de los jornaleros en el SOC, ser representante
rios de acción colectiva, la influencia de las culturas electo en el gobierno municipal, y poseer el “poder
del trabajo sobre las formas de movilización, o la intelectual” que le otorga ser maestro en un entorno
memoria social compartida respecto al trabajo y los rural. La masiva implantación del SOC (a diferencia
episodios de lucha sindical más relevantes. Sin em- de otros sindicatos de jornaleros más moderados)
bargo, los sindicalistas se formulan otro tipo de pre- en Marinaleda se explica, según el autor, por: a) la
guntas: ¿Cómo se consigue el éxito en una campaña frágil situación económica de jornaleros y el mismo
sindical? ¿Qué factores afectan al éxito o fracaso? sistema de reparto de los fondos del Empleo Comu-
¿Qué hay que hacer para trasladar el conflicto a la nitario; b) la desigual estructura social del pueblo,
sociedad? ¿Y para movilizar a sectores de trabaja- en el que la mayoría eran jornaleros sin tierra; c) el
dores sin tradición de lucha? ¿Cómo asegurar una perfil biográfico de Juan Manuel; y, d) que no ha-
toma de decisiones democrática en todo el proceso? bía otra organización que hiciese competencia en
¿Cómo formar a los cuadros sindicales? Obviamen- aquella época.
te, son preguntas distintas. La etnografía puede ser El aspecto más polémico del estudio fue el tono
una herramienta muy útil para dar respuesta a este crítico en que fue redactado. Bajo el lema de Gram-
nuevo tipo de interrogantes. sci “sólo la verdad es revolucionaria”, el autor con-
sideraba que su mejor contribución al movimiento
popular era ser fiel en las descripciones y análisis.
2 Co-optación y neutralización del movimiento De este modo, el estudio incluía la falta de demo-
obrero: antropología del sindicalismo cracia real de las “asambleas” y las estrategias – al-
gunas dudosamente éticas – que se llevaban a cabo
Los escasos trabajos antropológicos sobre el movi- para imponerse a los sectores sociales que se opo-
miento sindical en España se han realizado desde un nían al “poder popular”.
distanciamiento crítico. Estos estudios se han trata- Otra interesante investigación antropológica so-
do de explicar por qué han cobrado fuerza determi- bre sindicalismo – quizá la mejor aproximación et-
nadas organizaciones y movilizaciones sindicales2 nográfica a las organizaciones sindicales mayorita-
a la par que denunciaban cómo sus estructuras ter- rias en España – es el estudio titulado “Democracia
minaban siendo recuperadas por el Estado o, en el y sindicalismo de Estado”, de Fernando Ventura
mejor de los casos, presentando un serio déficit de- Calderón (2004). El libro está dividido en dos gran-
mocrático (Ventura Calderón 2004; Ventura Calde- des partes: una primera en la que se reseña el amplio
rón y Roca Martínez 2009). marco teórico de la investigación – en la que se in-
cluye una gran variedad de autores, desde Foucault
  2 Talego Vázquez (1996); Valcuende del Río y Ruiz Ballesteros hasta Bourdieu – ; y una segunda en la que se des-
(2002); Coca Pérez (2008); Florido del Corral et al. (2009).

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entraña el funcionamiento de los sindicatos en el desplazando totalmente el componente ideológi-


ámbito de la empresa. co y revolucionario.
La segunda parte ofrece una descripción etno- – La contienda electoral favorece las fisuras y la
gráfica de unas elecciones sindicales en el Hospital desunión entre gremios, sectores y organizacio-
Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Describe nes sindicales, así como de facciones en el inte-
con todo detalle procesos como la confección de las rior de los sindicatos.
listas electorales, la caza de candidatos, la elabora-
ción y distribución de propaganda electoral, la cap- En definitiva, el caso descrito por Ventura Calde-
tación de votos, el desarrollo del día de las eleccio- rón ilustra algo hemos pasado de un sindicalismo de
nes, la competición entre sindicatos y las alianzas y movilización a un sindicalismo de gestión, profun-
comportamientos post-electorales. Finaliza reflexio- damente antidemocrático y financiado por los go-
nando sobre los efectos del sistema sindical espa- biernos para adaptar las masas al capitalismo.
ñol, que se caracteriza por la falta de democracia: Podrían ponerse algunas objeciones al trabajo de
Ventura Calderón. Una de ellas es que quizá idea-
Conservando el mismo nombre, los sindicatos de nues- liza el sindicalismo obrero de finales del siglo XIX
tro tiempo son ya otra cosa, con otra naturaleza y funcio-
nes, sirviendo a intereses diferentes; no aparecen ya como
y principios del siglo XX. Calificativos como “in-
aquel vehículo insobornable de la reivindicación obrera … sobornable” o “revolucionario” apuntan en esa di-
(Ventura Calderón 2004: ​471). rección. No cabe duda de que el sindicalismo en
España de principios del siglo XX tenía un fuerte
Para Ventura Calderón, los sindicatos se han con- componente revolucionario, pero no es menos cierto
vertido en un apéndice de las instituciones políti- que las masas trabajadoras que estaban adheridos a
cas, y han perdido su componente revolucionario y él no estaban altamente ideologizadas, al igual que
obrero. Esto se refleja en que han adoptado un mo- hoy. Otra objeción es que Ventura Calderón focali-
delo reconciliador. A pesar de las declaraciones me- za toda la crítica en el sistema de elecciones sindi-
ramente formales de sus estatutos, los sindicatos de cales. Es cierto que este sistema es en buena medi-
Estado han aceptado el marco del capitalismo y sus da responsable de la situación del sindicalismo. Sin
prácticas y discursos no van dirigidas a superarlo. embargo, confluye una gran diversidad de factores
Concluye la reflexión esbozando un retrato robot de como para reducirlo todo a una sola causa. El mar-
este sindicalismo: co ofrecido por el autor no explica, por ejemplo,
por qué en determinados casos (empresas o con-
– El proceso electoral y la práctica sindical se desa- flictos), a pesar de existir representación unitaria de
rrollan sin la participación de los trabajadores. los trabajadores, la lucha sindical adquiere unas di-
– Es de destacar la importancia de la figura del li- mensiones y una radicalidad significativa. En todo
berado, los profesionales del sindicalismo, que caso, este estudio acierta desvelando el carácter an-
no elegidos por los trabajadores, sino por las es- tidemocrático y desmovilizador del sistema sindi-
tructuras del sindicato. Éstos defienden sus pro- cal actual.
pios intereses (como no volver a su puesto de Precisamente, explicar por qué ciertos episodios
trabajo, o codearse con los superiores) o los in- de lucha laboral van más allá es lo que nos propu-
tereses de sus organizaciones (o facción dentro simos en un estudio sobre la lucha en el astillero de
del sindicato), pero en raras ocasiones defienden Puerto Real contra la reconversión naval a media-
los intereses de los trabajadores. dos de los ochenta (Florido del Corral et al. 2009).
– Las elecciones funcionan como simulación de A partir de testimonios orales y el análisis de más
participación que otorga legitimidad a todo este de dos mil documentos, reconstruimos la lucha de
sistema antidemocrático. los trabajadores del astillero de Puerto Real contra
– La campaña electoral se convierte en un espec- la reconversión. La particularidad de ese episodio
táculo, un acto de marketing político, y se pierde fue su radicalidad y su extensión al conjunto de la
el componente ideológico o de elaboración de sociedad local. Entre los factores que explicaban la
propuestas alternativas. dimensión del conflicto destacaban los valores de
– El tipo de comportamiento de sindicalistas a la solidaridad y las prácticas de las culturas del tra-
hora de conseguir votos suele estar absolutamen- bajo del astillero; la percepción sobre la desapari-
te falto de toda ética. Parece que “todo vale” para ción del mundo-fábrica; las expectativas de cam-
los participantes. bio social que trajo consigo la transición política; la
– Los programas electorales son una purga, una se- existencia de un modelo sindical autogestionario o
lección caprichosa, de las demandas de los traba- “anarcosindicalista” en la factoría; y la dificultad del
jadores. La selección obedece al rédito electoral,

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Estado para utilizar técnicas de represión que eran que los sindicatos no representan a los trabajado-
percibidas como propias del franquismo. res, abusan de su poder, están corruptos, e incluso
Desde estos estudios se parte de que para com- frenan el crecimiento económico del país. A la falta
prender el funcionamiento – y la crisis de legitimi- de legitimidad debemos sumarle la pérdida de po-
dad – del sindicalismo actual en España, debemos der social debido al fin de la concertación social, los
prestar atención al momento de su configuración cambios en el ordenamiento jurídico, el aumento
(Ventura Calderón y Roca Mártinez 2009; Florido del desempleo y las transformaciones en la organi-
del Corral et al. 2009). El sistema sindical fue con- zación del trabajo.
figurado en el proceso de conversión de la dictadu- Sindicatos de otros países ya se enfrentaron hace
ra franquista en una monarquía parlamentaria – más unos años al desafío que supone la pérdida de poder
conocido como “transición democrática”. Como ex- sindical. Numerosos autores investigaron las estra-
plican los manuales, todo proceso de “transición” tegias sindicales para aumentar su afiliación e in-
implica primero la negociación de unas nuevas re- fluencia.4 La renovación sindical parte de la premisa
glas del juego político. Según este esquema, este de que las transformaciones sociales que trae consi-
momento tiene dos fechas clave: la firma de los Pac- go la globalización están debilitando el poder social
tos de la Moncloa en 1977, suscritos por todas las de los sindicatos. Así, los sindicatos deben volver
fuerzas sociales, y el referéndum sobre la Constitu- sobre sus fuentes de poder social y actualizarlas. El
ción en 1978. Posteriormente se abre una etapa de nuevo contexto está lleno de amenazas, pero tam-
“consolidación” en la que hay expectativas de que bién contiene oportunidades. Las organizaciones
esas nuevas reglas sean respetadas. Según algunos sindicales tienen numerosas debilidades, pero tam-
autores este periodo coincide con la primera legis- bién disponen de valiosas fortalezas.
latura del partido socialista, entre 1982 y 1986. Por Richard Hyman (2007) es posiblemente el autor
último, habría un proceso de “institucionalización”, que mejor resume esta perspectiva. Para él ésta tiene
en el que las reglas serían interiorizadas y por tanto tres objetivos: a) volver a tener un papel proactivo
el régimen disfrutaría de legitimidad ante la mayoría en la empresa y los centros de trabajo, superando la
de la población. Este periodo iría desde 1986 hasta acción meramente defensiva; b) recuperar la demo-
la actualidad (Pérez Díaz 1993). Los resultados de cracia interna de los sindicatos para que los afiliados
este modelo sindical no han escapado a la atención se identifiquen con sus organizaciones; y, c) articu-
de diversos investigadores. Oliet Palá (2006), por lar las campañas sindicales a movimientos e intere-
ejemplo, pone de manifiesto que las organizacio- ses más amplios a escala nacional e internacional.
nes sindicales tienden hacia la desideologización, Hyman aboga por un sindicalismo de capital social,
la pérdida de combatividad y el carácter clientelar- esto es, organizaciones sindicales que han superado
corporativo. el modelo de sindicato administrador de servicios
para insertarse en redes sociales más amplias.
En España apenas se han comenzado a desple-
3 Una herramienta para la revitalización sindical: gar este tipo de estrategias. La “Confederación Sin-
antropología para el sindicalismo dical de Comisiones Obreras” (CCOO), por ejem-
plo, tiene previsto renovar sus estructuras y modelos
En España la ofensiva mediática contra los sin- de acción en su X Congreso Confederal en febrero
dicatos y algunas malas prácticas sindicales que de 2013 (CCOO 2012). Otro ejemplo puede ser el
aparecen con cierta frecuencia en las relaciones sindicato vasco ELA (Eusko Langileen Alkartasuna
laborales,3 han contribuido a deslegitimar a las or- – Solidaridad de los Trabajadores Vascos), que ha
ganizaciones sindicales. En las encuestas del Cen- protagonizado importantes cambios reforzando su
tro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de octu- autonomía política, financiera y en la negociación
bre de 2010, los sindicatos eran, junto a los partidos colectiva para preservar su poder social (Elorrieta
políticos, las organizaciones peor valoradas por los Aurrekoetxea 2012). Algunos investigadores están
españoles (CIS 2010: ​¿?). Lo cierto es que en la comenzando a estudiar el fenómeno dentro de nues-
opinión pública española ha calado el discurso de tras fronteras (Martinez Lucio 2008; Calleja Jimé-
nez y Köhler 2009). En particular, proponen dos
  3 Nos referimos a prácticas como negociar despidos; desmo- estrategias para revitalizar los sindicatos, son el or-
vilizar a trabajadores cuando no se controlan las iniciativas; ganizing y la negociación flexible. Ambas se basan
aceptar la moderación salarial y políticas públicas lesivas
para los trabajadores a cambio de espacios de poder insti-
tucional y subvenciones directas e indirectas; la falta de de-   4 Milkman and Voss (2004); Landier et Labbé (2004); Frege
mocracia interna; o el – muy común – uso de la condición de and Kelly (2004); Pernot (2005); Phelan (2007); Hyman
representante sindical para el beneficio personal. (2007).

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en la experiencia de las organizaciones sindicales de der deben adoptar estrategias de movimiento social
aquellos países en las que las políticas neoliberales (2004: ​¿?). En concreto: a) emplear la interacción
llevan más años aplicándose (especialmente Reino cara a cara, utilizando las habilidades sociales de los
Unido y Estados Unidos). La estrategia del organiz- militantes de base; b) ir más allá de la huelga en sus
ing fue utilizada por primera vez por los sindicatos métodos, recurriendo a campañas de acción colec-
de servicios estadounidenses para reclutar y movi- tiva y acción directa; c) construir coaliciones entre
lizar a sectores de trabajadores no sindicados y con- las organizaciones sindicales y las organizaciones
seguir el apoyo de la comunidad: comunitarias; y, d) ubicar las demandas de justicia
social e interés general antes de las estrictamente
Organizing es un concepto de reclutamiento y moviliza- económicas.
ción sindical desarrollado primero por los sindicatos de Otra interesante aproximación etnográfica so-
servicios estadounidenses y se basa en la organización de bre renovación sindical es la tesis doctoral de Con-
solidaridad en un territorio y un colectivo determinado, nolly (2008). La autora investiga en profundidad el
por ejemplo, las trabajadoras de limpieza de un barrio o
caso del sindicato francés SUD-Rail, una escisión
los trabajadores de seguridad de una zona portuaria o de
un polígono. Mediante servicios y campañas en la zona
del sindicato CFDT (Confédération Française Dé-
elegida los sindicatos pretenden llegar a estos colectivos mocratique du Travail) que pretende erigirse como
dispersos y fragmentados con empleos precarios y orga- alternativa al sindicalismo convencional aumentan-
nizarlos sindicalmente como una comunidad de base con do la democracia interna, emitiendo un discurso que
capacidad de autoorganización (Calleja Jiménez y Köh- vaya más allá de lo estrictamente económico y co-
ler 2009: 1). nectando con nuevos movimientos sociales, como
el movimiento anti-globalización. Tras dos años de
Algunas de las claves de esta estrategia consisten observación participante, concluye que en el caso de
en otorgar más peso a lo local, la implicación co- SUD (Solidaires Unitaires Démocratiques), la reno-
munitaria, y el lanzamiento de campañas en torno a vación sindical tuvo éxito al organizar sectores no
empresas o localidades específicas. En efecto, con- sindicados, renovar la militancia, e implicar el sindi-
vertir un conflicto laboral en un problema de la po- cato en luchas locales y globales más amplias (Con-
lítica local aumenta el poder de presión de las orga- nolly 2008: ​¿?).
nizaciones sindicales. Para ello, las alianzas con el Efectivamente, la etnografía puede ser una herra-
tejido comunitario y los movimientos sociales son mienta para la revitalización sindical. Utilizada por
fundamentales. Algunos autores hablan, por lo tan- profesionales y activistas, podría llegar a construir-
to, de “sindicalismo en red” o “sindicalismo de mo- se una especie de antropología para el sindicalismo.
vimiento social”. Durante mi trayectoria militante he utilizado la an-
Desde nuestra perspectiva, la antropología so- tropología para fortalecer a las organizaciones sin-
cial tiene un enorme potencial de aplicación en el dicales y sus actividades. En base a esta experien-
estudio del sindicalismo. La etnografía, en concre- cia, encontramos cinco campos de trabajo concretos
to, puede desvelarnos una información crucial so- para esta suerte de antropología aplicada. Explicare-
bre las estrategias sindicales. La mayor parte de los mos brevemente cada uno de ellos.
análisis se han realizado utilizando una metodología
cuantitativa que a lo más que ha llegado es la ave-
riguar qué factores influyen en la victoria en las lu- 3.1 Diagnósticos sobre condiciones de trabajo en
chas laborales (Bronfenbrenner 1998: ​¿?). Estos empresas, sectores y territorios para campañas
estudios, sin embargo, no explican cómo y por qué de afiliación y movilización sindical
tienen éxito las campañas sindicales. Esa es precisa-
mente la aportación que puede realizar la etnografía. Antes de iniciar una campaña de afiliación sindical,
Existen muy pocos estudios etnográficos sobre organizing o movilización, suele resultar muy útil
estrategia sindical. Uno de ellos es el trabajo de Ste- contar con un diagnóstico más o menos riguroso de
ven Henry Lopez (2004). A partir de su trabajo de las empresas, sectores o territorios en los que se va
campo en el sindicato de servicios estadounidense a intervenir. Este conocimiento nos permite acertar
SEUI, describió cómo los sindicatos se enfrentan mejor en los objetivos y diseño de la acción, pero
en el día a día con las resistencias de los trabajado- también hace posible evaluarlas una vez conclui-
res hacia los sindicatos, los procesos organizativos das para sistematizar los aprendizajes y garantizar la
internos que dificultan un “sindicalismo de movi- acumulación de la experiencia. Por ejemplo, cono-
miento social”, y la actuación del poder empresarial cer con antelación las condiciones de trabajo de las
para intimidar a los empleados. Lopez concluye que empleadas de hogar en una localidad puede ayudar
los sindicatos para renovarse e incrementar su po- a desarrollar estrategias eficaces para que los sindi-

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catos se aproximen a ese sector de trabajadoras con


mayores probabilidades de éxito. Si no se conocen Las relaciones laborales son relaciones de poder,
sus problemas más comunes todo esfuerzo de movi- en las que se desarrollar estrategias, tácticas y pro-
lizarlas caerá en saco roto. En ocasiones, la informa- cesos de intercambio político (Pérez de Guzmán
ción de este tipo de análisis – como los testimonios 2012). Otra aplicación de la etnografía es el estudio
de trabajadores – puede utilizarse para elaborar ma- de estas estrategias y tácticas sindicales. Dentro de
teriales de denuncia pública y propaganda sindical. esta línea, los trabajos de Lopez (2004) y Connolly
(2008) son verdaderamente innovadores. A diferen-
cia de otro tipo de metodologías – más frecuentes
3.2 Análisis de las dinámicas organizativas – sobre estrategia sindical, la etnografía puede dar-
internas nos pistas no sólo sobre qué funciona o no funcio-
na, sino cómo y por qué funcionan. Los estudios
Diversos autores coinciden en que la democratiza- de caso, así como las descripciones detalladas de
ción de las estructuras organizativas es una condi- las campañas, movilizaciones, asambleas, entrena-
ción necesaria para la renovación sindical (Lopez mientos y negociaciones, permiten disponer de un
2004; Connolly 2008). A menudo, las dinámicas tipo de información sobre la acción sindical a la que
internas de las organizaciones frenan su transfor- no es posible acceder por otros procedimientos.
mación, adaptabilidad y, en definitiva, éxito. La
etnografía se ha revelado como una metodología
especialmente adecuada al análisis interno de las or- 3.5 Estudio de las estrategias de poder
ganizaciones complejas (Schwartzman 1993; Roca empresarial
Mártinez 2011). Aspectos como la organización in-
formal, las culturas organizativas o el liderazgo son Los estudios sobre estrategias empresariales se han
capturados mejor desde la etnografía. Esta perspec- realizado principalmente desde una óptica jurídica.
tiva nos permite entender la forma en que las rutinas Sanguineti Raymond (2006), por ejemplo, funda-
cotidianas constituyen y reconstituyen las estructu- menta su interesante estudio en sentencias judicia-
ras organizativas y sociales. En todo caso, siempre les. Su obra ofrece información formidable sobre
resulta complicado y polémico estudiar este tipo de cómo los empresarios transforman sus estrategias
realidades, pues a menudo el investigador se en- a medida que cambia el ordenamiento jurídico. En
cuentra ante incómodos procesos, como rivalidades España las estrategias han pasado de centrarse en el
y conflictos internos. cierre patronal a dirigirse a defender la producción.
Sin embargo, esta perspectiva debe complementarse
con el estudio etnográfico. Es preciso conocer cómo
3.3 Investigaciones sobre tejido asociativo operan en el día a día los empresarios, muchos pro-
y problemas sociales de la comunidad cesos y prácticas escapan a los ojos de los jueces
que dictan las sentencias. La etnografía en cambio
Uno de los elementos fundamentales de la renova- si nos permite acceder a sutiles – cuando no ocultas
ción sindical es trascender las demandas estricta- (Scott 1998) – tácticas empleadas por empresarios
mente laborales e incluir reivindicaciones más am- (y trabajadores).
plias, que favorezcan a intereses generales. Otro Ya existen algunos estudios que apuntan en esta
elemento clave es la construcción de alianzas entre dirección. Brodkin y Strathmann (2004), por ejem-
el sindicato o sección sindical y los movimientos plo, documentan cómo los empresarios recurren a
sociales locales. Tanto para la formulación de las tácticas como aislar a sindicalistas, crear conflictos
demandas como para las alianzas, puede ser valioso étnicos, vigilar a los sospechosos o humillar públi-
disponer de información profunda y actualizada so- camente a trabajadores, para evitar la consolidación
bre la estructura social local – realizando, por ejem- de sindicatos. He aquí un ejemplo de táctica intimi-
plo, un mapeo de actores sociales que incluya al te- datoria:
jido asociativo y los movimientos sociales – y los
principales problemas de la comunidad. Las meto- A management consultant takes a gun from his briefcase
dologías participativas de investigación ofrecen in- and speaks into a tape recorder addressing the union or-
teresantes posibilidades en este terreno (Greenwood ganizer by name. “I have a license to carry this revolver.
and Levin 1998: ​¿?). I will protect myself. I will protect all the workers who
don’t want to vote for the union.” Afraid of violence, the
organizing committee tells the organizer that people want
the union to go away. When the consultant starts his act
3.4 Examen de estrategias y tácticas sindicales

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after the next shift, the workers squirt him with water pis-
por explorar en España y otros países. El método et-
tols the organizer purchased. This kind of fear tactic is
routine for management consultants. Humorous respons- nográfico puede ser una herramienta útil para la re-
es may defuse the tense situations they engineer (Brodkin vitalización de las organizaciones sindicales.
and Strathmann 2004: ​4).

Bibliografía
Adoptar esta perspectiva implica llevar a cabo
la propuesta de una “antropología hacia arriba”, es Brodkin, Karen, and Cynthia Strathmann
2004 The Struggle for Hearts and Minds. Organization, Ideol-
decir, una ciencia social que no sólo estudie a los ogy, and Emotion. Labor Studies Journal 29/3: ​1–24.
grupos subalternos sino que, a pesar de las enor-
mes dificultades, ubique su lente sobre las clases Bronfenbrenner, Kate (ed.)
1998 Organizing to Win. New Research on Union Strategies.
dominantes: Ithaca: Cornell University Press.
What if, in reinventing anthropology, anthropologists Calleja Jiménez, José Pablo, y Holm-Detlev Köhler
were to study the colonizers rather than the colonized, 2009 Nuevas estrategias sindicales en España. Organizing y
the culture of power rather than the culture of powerless, negociación flexible. [Paper presentado en el I Congreso
anual REPS; Oviedo, 5–7 de noviembre de 2009]
the culture of affluence rather than the culture of poverty?
(Nader 1969: ​289). Castells, Manuel
1986 La ciudad y las masas. Sociología de los movimientos
Obviamente es extremadamente difícil realizar sociales urbanos. Madrid: Alianza Editorial.
una observación participante en los centros de tra- CCOO – Confederación Sindical de Comisiones Obreras
bajo. El acceso a estos escenarios suele estar restrin- 2012 Gaceta Sindical 111. [Edición especial; julio 2012]
gido a los empleados. No obstante, este obstáculo CIS – Centro de Investigaciones Sociológicas
puede sortearse en entrenar de aplicar metodologías 2010 Latinobarómetro XIII. Estudio 2.849; Octubre 2010.
participativas, entrenar a los propios trabajadores y ¿????.
sindicalistas, y recurrir a métodos audiovisuales. Coca Pérez, Agustín
2008 Los camperos. Territorios, usos sociales y percepciones
en un “espacio natural” andaluz. Sevilla: Fundación Blas
Infante.
4 Conclusiones
Connolly, Heather Margarita
2008 Exploring Union Renewal in France. An Ethnographic
Muy pocos investigadores han analizado el conflic- Study of Union Activists in SUD-Rail. [Typescript PhD
to laboral y las organizaciones sindicales desde una Thesis; University of Warwick]
perspectiva etnográfica. Puede afirmarse que los an- Elorrieta Aurrekoetxea, Joxe
tropólogos aún no han desarrollado plenamente su 2012 Renovación sindical. Una aproximación a la experiencia
potencial para el estudio de las sociedades indus- de ELA. Tafalla: Txalaparta.
trializadas avanzadas. No obstante, existen algunos Florido del Corral, David, José Luis Gutiérrez Molina, y Bel-
trabajos que están abriendo camino. Hemos distin- trán Roca Martínez
guido dos tipos de acercamientos al sindicalismo: la 2009 El pueblo en la calle. Reconversión naval, sindicalismo
antropología del sindicalismo, centrada en el estu- y protesta popular en el astillero de Puerto Real. Sevilla:
Centro de Estudios Andaluces.
dio crítico y distanciado de las organizaciones sin-
dicales, y la antropología para el sindicalismo, que Frege, Carola M., and John E. Kelly (eds.)
2004 Varieties of Unionism. Strategies for Union Revitaliza-
pretende poner sus técnicas y conocimientos al ser- tion in a Globalizing Economy. Oxford: Oxford Univer-
vicio de los activistas y aspira a contribuir a la re- sity Press.
novación de las estructuras sindicales. Greenwood, Davydd J., and Morten Levin
En este artículo hemos comprobado que, a pesar 1998 Introduction to Action Research. Social Research for So-
de la escasa tradición de estudio del sindicalismo cial Change. Thousand Oaks: Sage Publications.
por parte de los antropólogos españoles, esta dis- Hyman, Richard
ciplina contiene interesantes herramientas teóricas 2007 How Can Trade Unions Act Strategically? Transfer – Eu-
y metodológicas que pueden ponerse al servicio de ropean Review of Labour and Research 13/2: ​193–210.
este movimiento social. Dentro de equipos interdis- Landier, Hubert, et Daniel Labbé
ciplinares en los que participen abogados labora- 2004 Les organisations syndicales en France. Paris: Éd. Liai-
listas, sociólogos y economistas, los antropólogos sons.
pueden contribuir a revisar, y mejorar, las activida- Lopez, Steven Henry
des, estrategias, discursos y estructuras de los sindi- 2004 Reorganizing the Rust Belt. An Inside Study of the Amer-
catos. Las relaciones laborales y los sindicatos son ican Labor Movement. Berkeley: University of California
Press.
un campo de aplicación para los antropólogos aún

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2008 ¿Todavía organizadores del descontento? Los retos de las 2004 Democracia y sindicalismo de Estado. Elecciones sindi-
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Ciencias Sociales 18: ​119–133. lógico. Madrid: Fundación de Estudios Libertarios An-
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