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El primer paso de la terapia del color consiste en hallar su color básico o

resonante. Escriba en una tarjeta lo siguiente, si es posible con tinta de color


para cada uno:
Su nombre/rojo Su nombre/azul
Su nombre/naranja Su nombre/índigo
Su nombre/amarillo Su nombre/violeta Su nombre/verde
A continuación, declare a su subconsciente que está buscando su color
básico. Sostenga el péndulo sobre su nombre y cada uno de los colores, por
turno. El color resonante será el que provoque la oscilación más fuerte y
uniforme.
Después que haya averiguado cuál es su color resonante, comience a usarlo
en sus ropas tanto como pueda, dentro de los límites del buen gusto,
evidentemente. Descubrirá que se siente más enérgico y menos propenso a
contraer enfermedades. Siempre que se encuentre cansado, sostenga
algunas cintas o lazos de terciopelo de ese color y mírelas fijamente. Pinte su
dormitorio de ese color, para que sus rayos le bañen mientras duerma.
Nuestras auras están compuestas de todos los colores del espectro en
diferentes proporciones. El cuerpo astral mantiene un delicado equilibrio de
color, y, cuando este equilibrio se altera, tenemos el principio de la
enfermedad. Siempre que se sienta fatigado o enfermo, o simplemente
deprimido, es una buena idea comprobar las deficiencias de color de su aura.
Escriba en una tarjeta lo siguiente:
Rojo Naranja Amarillo Verde
Azul índigo Violeta
Sostenga el péndulo por encima de cada color y pregunte: «¿Soy deficiente
en rojo? ¿Soy deficiente en anaranjado?» y continúe hasta completar la lista.
Si el péndulo oscila positivamente sobre alguno de los colores, haga una
marca a continuación y siga preguntando.
Cuando termine, probablemente descubrirá que tiene una insuficiencia en
dos o tres colores. Es lo normal. En muy pocos casos, especialmente después
de una violenta crisis emocional, las personas necesitan más de tres, a veces
todo el espectro. Sean cuales sean, tiene que recuperarlos. Esto se logra de
diversos modos. Algunas personas usan lámparas de colores y hacen que el
paciente se siente bajo determinado color por cierto tiempo. Si usa este
método puede emplear el péndulo para saber cuánto tiempo debe
permanecer bajo la lámpara.

Otro método sencillo y más fácil de absorber colores es mdiante el


pensamiento. Al pensar intensamente en algo -cualquier cosa- uno empieza a
resonar o a sintonizar con esto. Este método ha demostrado ser el más
sencillo. Puede hacerse rápidamente, en cualquier lugar donde se encuentre,
y no es preciso un equipo caro. Supongamos que a usted le hace falta el color
rojo. Sostenga el péndulo sobre su mano izquierda (si es zurdo sobre la mano
derecha) y visualice el color rojo penetrando en su mano y desde ella al resto
de su cuerpo. Al hacerlo, observará que el péndulo empieza a oscilar en una
dirección positiva de modo muy intenso. La intensidad de la oscilación estará
en proporción directa con el poder y la intensidad de su pensamiento. Si el
péndulo gira débil o perezosamente quiere decir que su concentración es
escasa y le llevará más tiempo realizar el proceso. Acaso necesite descansar e
intentarlo más tarde cuando se sienta más fuerte; o inténtelo junto con otra
persona. De este modo el poder de su pensamiento se combinará con el suyo
propio. Si el péndulo gira intensamente, significa que el color está
incorporándose a su organismo de modo adecuado, con poca resistencia.
Siga visualizándolo hasta que el péndulo se pare y deje de oscilar. Cuando
esto ocurra, quiere decir que ha absorbido la cantidad de color que su cuerpo
puede admitir en ese momento. Repita el proceso con cada color en que
tenga una carencia. Después podrá comprobar los resultados realizando
nuevamente la prueba de los colores. Pregunte «¿Todavía me hace falta el
color rojo? ¿El color naranja» y así sucesivamente.

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