Está en la página 1de 1

CRITICA “EL GRAN INQUISIDOR”

LOS HERMANOS KARAMAZOV, F. DOSTOIEVSKI

Es increíble ver el otro lado de la moneda cuando se trata de religión, de Dios, de Jesús, y
no solo del otro lado de la moneda, sino de un punto filosófico.

La manera en como vemos las cosas del lado del amor, del lado donde no hay peligro,
donde nos hacen creer que tenemos la libertad absoluta en nuestras vidas es en parte una
tela donde nos ciegan, pues analizándolo profundamente, realmente no nos tiene libres,
con todo el amor que nos hacen creer que tiene para nosotros, está todo puesto bajo leyes,
bajo mandatos que como sociedad debemos seguir.

Pero si lo vemos en otra perspectiva, los humanos necesitamos una guía, pues sin esa guía
no tendríamos un límite, debemos ver que es “lo bueno” y “lo malo” en la vida, porque sin
ello, no tendría la población aún más control en cuanto a sus acciones.

El Gran Inquisidor revela que el hombre no necesariamente tiene por fin último la felicidad,
sino que es claro que lo que la sociedad anhela es el mantenimiento del status quo; El Gran
Inquisidor mismo yace en la libertad de la humanidad y en esa inevitable sumisión y
búsqueda de una autoridad a quien delegar cierta responsabilidad.

Un elemento importante que contiene la historia es la ironía, ya que la misma iglesia que
creo cristo es la que se encarga de juzgarle y condenarlo a la hoguera a través de su
cardenal, tal que es una paradoja.

Este relato nos abre los ojos ya que nosotros no tenemos la libertad de elegir, pues nuestra
libertad está en manos de otros, esos otros son las diferentes religiones que nos rodean en
la vida diaria, el mismo cardenal lo ha dicho, que nos engañan y que todos nosotros
podemos ser parte del plan.

He aquí una parte del cuento que me ha dejado perpleja:

“Jesús cuando se asumió como un hombre fue cuando estaba en la cruz, cuando dice
“¿Dios mío porque me has abandonado? El pierde la fe pues ya no se cree el hijo de Dios
pues solo es un hombre.”

También podría gustarte