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401.95 D971b. B 1991 ad De Man, Paul Vieidn y ce; engayos sobre la retorioe BUCO PAUL DE MAN VISION Y CEGUERA ENSAYOS SOBRE LA RETORICA DE LA CRITICA CONTEMPORANEA Edicién y traducelén Hugo Rodriguez Vecchin Sneques Lezra 206. Visidn y ceguera genético, obligando a que siga un patrdn de continuidad lo que, por definicién, es a negacién de toda continuidad, © vemos al eémo al leer lu verdad fundamental se recurre w una repres forzando Ia entrada del sentido literal en un molde alegérico, de la manera en que [a In inversa] Stierle alegoriza prematuramente a w Mallarmé que se sabla atrapado para siempre en la apariencia ‘engafiosa de las imagenes naturales. El problema de la modernidad Feveli ia naturaleza paradgjicn de una estructura que hace dela poesia ica un enigma que nunca cesa de buscar Ia respuesta inalcanzablea su propio acertijo. Pretender, como lo hace Friedrich, que In modern le w decir que son as de In poesia, Pretender quela pérdida de la representacién es algo espeelficamente moderno es querer volver a ver un elemento nunca dejé de estar presente, sino que depen existencia de una alego: Por tanto, la negacién de la ificaciones radiew en In creencia de que podemos pasar de la representacién a la alegoria, o vice versa, ido pasamos de lo viejo a lo nueva, del padre al ‘ln modernidad. .a alegorla s6lo pued afirmando ‘su is menos entendemos a un poeta, mayor es la malinter- pretacién y reduceién compulsivas a la que lo sometemos, y mayor hhuestro empeno en hacerle decir lo opuesto a lo que en realidad esté diciendo, Y ast es mayor la probabilidad de que sea un poeta verdaderamente moderno; es decir, diferente a lo que —equivor cudamente— pensamos que somos nosotros mismos, Esto harla de Baudelaire un poeta francés verdadoramente moderno; y de Hilder- in, un poeta alemdn verdaderamente moderno; y de Wordsworth y Yeats, poe es verdaderamente moder xX ne Retérica de la temporalidad 1. Alegoria y simbolo Desde 1a aparicién, en el transcurso del tacada ver mis evidente {que tan sélo se trataba de un eclipse momentineo: ciertos acontecie mientos recientes de Ia eritica revelan Ia posibilidad de una retori ni deseriptiva sino que plantce mis Roland Barthes, “Eléments de sémiol nentos de la seniiologia, rad. Alberto Ménder (Mad 71 seh Gems Fone Pars Sah AR pa et) Pa nd, 1966) [Las palabras y las cosas, trad. fron en 38)). En Alemania una tendencia semejante se Estados Unidos sigue esa misma orientacion, 208 Visidn y ceguera legor! te, Uno’ de for mayores-obstieulos que sigue enfrent ciacién de la ferminologia retérien con inciones yeseonden las verdad Jamayor parte delos casos, e! uso de esta ter obedeee a presupuestos que remontan al perlodo romint ‘obvi esl eambio que t digciocho cuando In palabra “simbolo” roblema se manifiesta de manera acaso mds patente en eratura alemand, no nos proponemos trazar el expensnsde Inalegorin, unm estétien que se ni \guir entre In experiencin y In n de la experiencia. El lenguaje postico del genio, mer, es capar de trascender esta di nela individual directamente et 4 un significado especifico, y que, pi connotativo en cuanto es descifrade. contrarios", escribe Gadamer, no es arte: el simbolo parece dotado, en lo indefinide de su significado, de una capacidad inagotable de sugerencias mientras que Jw alegoria se agotn por completo en cuanto legamos a su Reidrica de la temporalidad 209 En su referencia a un significado que ella misma no alegoria se presenta como wn signo insensiblemente racional y dogmético, mientras que el simbolo se constituye al parecer on una jinidad intima entre pereepoién sensorial y tn total rasfondo de ‘esn iden clisicn de In unidad que existe entre Ia belleze corpérea y Ia ideal, se destacan los nombres de Goethe, Schiller, y Schelling. Pero incluso en el mismo marco del pensamiento alemén hay otras corrientes que complican el esquema histérico, Desde la perspectiva del clasicismo alemén tradicional, In alegoria aparece como el producto del Siglo de las Luces, y podria ser por tanto acusuda de 10 excesivo, Hay, sin embargo, otras tendencins que Ja alegorln como el lugar especifico en el qi que In polmicn de Hamann contra Herder sobre el lenguaje tengu raiz comtin con sus reflexiones sobre alegéricn de todo lenguaje, al igual que con su préctica literaria, en r mrecen entremezcladas,? Ciertamente no iden hombre del origen divino de Ja palabra, E] humanismo de Herder encuentra en Hamann una resistencia que revela la complejidad de! ambiente intelectual en el que tendrd lugar la polémies oposiei entre el simbolo y In alegoria, La historiografia de In época se ha ocupado detenidamente de esos asuntos, No hay por qué volver a ellos aqut, salvo para sefalar cudn contradictorios resultan los origenes del debate, No es de sorprender pues que, aun en el caso de Goethe, la eleccién del simbolo viene acompafinda de todo tipo de reservas y salvedades. Pero cstas snivedades tienden a desaparecer en el transcurso del siglo diccinueve, La supremacta del simbolo, concebido como a expresign de In uunidad entre la fu re Georg Gadamer, Wahrheit 1995), p. 70 Aparicio y Rufsel Agapito, » Johann Georg Hamann, enpachfen rk, vl lamanca: Sigueme, 1977, 1987). 'Die Rex in der Uber den Uriprune der Spr 210. Visidn y ceguera remacia prevalecié y ain prevaleee, Adin constituye el fundamento de es Enel momento modos propiamente simbélicos llegan en pleno desarrollo a suplantar ia alegorin, seda también el floreci estilo metaférico que nada tiene que ver con el aleg del rococé y que tumpoco puede ser llamado que tiene ei término para Goethe. Seria hartod poesia de HB ostener queen in de Patmos, el Rin o, paisajes y lugares que con frecuencia ‘aparecen descritos al principio de los pocmas son paisajes simbolicos dudes que representan, como por anslogia, Ins verdades parecen en las partes mas abstractnsdel texto, Decir esto equivale a malinterpretar Ia que su autoridad posticn deriva precisamente del hecho de que no constituyen sinéedoques y que por tanto nod que forman parte sino que yn constituyen esa total bras, estos puxajes no son el equivalente s significado iden! de cardcter mis general sino que constituyen Ia idea tanto como In expresidn abstracta que aparece en forma filoséfica o istérien hacia el final del po cualquier caso, metaférico como el de Hiderlin no puede ser deseri n entre la alegorla y el simbolo —y lo ivando las diferencing, del estilo de las dltimas obras de ra parte, cuando el término reaparece en de In época, como en Friedrich Schlegel o mis adclante en Solger 0 en E,T.A, Hoffmann, no debemos suponer que se trate de una mera cnrezea de un si 8 profundo, In influencia de Creuzer y de Schellin palabra de “Gespriich elevado, precisamente por ser indecible, sdlo puede decirse alegéricamente”4 Pero, ,podriamos deducir de esto, como lo hace su Das Hdchste kann man eben weil es h angen”. Friedrich Schlegel, "Gesprlich Uber Retérica de ta temporalidad 211 er, « nplemente utiliza el término ‘alegoria’ donde hoy dia dirlamos sImbolo?"* Es posible mostrar, por of contra ortancin que in eleecién de las imagenes, ef simbolo, en el se del término, aparece cada vez mis como un caso especial del lenguaje figurado, un caso especial que no puede arrogarse ninguna prioridad filos6fiea sobre ottas figuras, Tr aparicién de est odo divergentes, como los de die Poesie", Kritische 1801), Hans Fichner, esis: La represemacidn deta realidad en eva y E, Imnz (México: Fondo de Cul ‘ensayo “Figura”, Archivun Get-Nov, 138. Tad ena Edad Medi raasprac Literatura europea y Edad Alatorre (México: Fondo atur und lateinisches 1948); y Diaro de fecuras, tru Jorge Delke 212 Visidn y ceguera ertad del poder ndo sdlido? on scribe Gadamer, “era | simbolizante dela mente, Pero, ese fundamento, {No serd mas bien que la setividad simboli permanece atada a In sobrevivencia de una tradicién mitoldgica y ‘legéricu” Para dar una respuesta a esta pre abandonar el campo dea literatura alemani mismo problema en el easo de los eseritores npliar In perspectiva, contemporineo de Goethe en hha expresndo en torno a Ia que podrla parecer, a primera vista, uns superioridad det simbolo frente a la pereepeidn material y In nn continuas lw parte y idad, La forma alegorica, puramente mecinico, una abstraccién cuyo sentido o} bstancia que su “phantom proxy", el representante forma alegorien es, pl representa a un mero fantasma que no tiene ni forma ni substancl Pero aun en el pasaje mismo del Manual det estadista, de donde tomamios Ia cita, se hage Lego d stencia esencial de la alegor de substancia, Coleridge se propane, por contraste, destacar el valor * Gadamer, p76, Shakespeare and Some Other Old 1907), p. 46. + 8.T. Coleridge, The dd, ed. (New York: Reidrica de la temporalidad 213 del sImbolo, Seria de esperar que el simbolo fuese valorizado en idnd orgdnica o material; en cambio, Coleridge Ia novién de Io transhicido: "El simbolo se terizn por In transiucider de lo especial [la especie] en lo individual, de lo goneral en lo especial, ode lo universal en lo general, sobre todo, In translucider de lo eterno de yen Jo se disuelve para convertirse en el mero reflojo de una unidad mds original que no existe enel mundo mater Es tanto mds sorprendente observar que Coleridge, a aludido, caracteriza In alegoria como un mero reflejo. La es ya no tiene impor- como el simbolo ahora ti origen comin que va mis alla del mundo de la materi ‘en ambos casos, a una fuente trascendental ad tania que el tipo de rel je mayor impor n que existe entre el reflejo y Ia fuente, Pierde importancia di relacién esté basada en ‘coherencia orginica de la singedoque, como en el easo del slmbo! sise trata de una pura decis comoenelcaso dela alegoria, En efecto, ambas figuras designan Ia fuente trascendental, aunque de manera oblicua y ambigua, Coleridge subraya esta ambigedad en una definicién de ta alegoria en func disfrazadas, o cualidades morales o eoncepe | objetos de los sentidos... ya continuaci relacién al lenguaje, Ia alegoria puede formar un todo consistente”.!! De In presun simbolo, expresadaenci descripeién del longuaje 8 partes para superloridad del lesn y norteamerieana . Es de sobra conocido el lugar eminente que ocupa en esta erlticn el estudio de In metdfora y de las imagenes, a las que con ized by the transhucence of the speci Nin the special, or of 214. Visidn y ceguera cucstiones de métrien ‘o tematica, Pero la concepeidn de la metéfora que asume esta critl frecuentemente con referencia explicita a Coleridge, es le de una dialéctica entre el objeto y el sujeto, en la que Ia experiencia del objeto sdquiere la forma de una percepcién o de una sensacién. La intencién de In imagen noes, sin embargo, I translucidez, como en el caso Ind de esta sinte prioridad co Jeses y norteamericanos del romanticismo han ivo en el momento de transicién que ménticn dela naturalezs, Por lo Puesto de acuerdo precisamente Ia, manera en que It poesta roméntica de In naturalezn difiere de las formas anteriores, surgen varias dificultades, Estas dificultades radican en In tendencia comin a des y la naturaleza, Buje In descripcién a la reflexién interior, confirma que de hecho, fundamental, Lo mismo podria decirse en buen medida de apoesta puisajista del siglo dieciocho, que mezcln constantemente In 8 del siglo t fue el primero en mostrar de manera convincente, mediante Ia yuxtaposicién de un soneto de Coleridge y otro de Bowles, que habia una gran diferencia entre ambos, no obstante 8 semejanzas superficiales: un cambio fundamental de in separaba cl soneto romantico del soneto di yor vencins de recuerdos y ensuefio que surgen de regiones de la subjetividad mds profundas que las que se manifiestan "The St mig Nature Imagery", The Verbal Ieon (Lexington, Ky.; University of ky Press, 1954), pp. 106-10. Retdrica dela temporalidad 215 8 puede generar mayor a hazafia de los poctas en su capacidad para leet fiendos en los paisajes. El significado podria ser como el que vimos en el soneto de Coleridge, pero més caracteristico serla que nda, comoen lo tocante alesplritu o “una vide dnica dentro y fuera de nosotros’, Es superficie misma de Ia naturaleza y In profundidad serla entonces In manifestacidn, en el lenguaje, de Ia unidad fundamental que abaren tanto In mente como el objeto, “una vida dnica dentro y fuera de nosotros”, Tal parece, sin embargo, que esta unidad puede ocultarsele al sujeto, quien tendela ontonees que busear fuera de sl, en la naturaleza, ién de la existencia de esa unided, Para ia necesidad que tienen los poetas de comenzar a partir de paisajes naturales, que son la fuente del poder w in tesis se desi jea su documentacion en ss de Meyer Abrams y Earl W. muy parecido y a veces idéntico.' Abrams y Wasserman iden en muchos puntos, legando casi a repetirse, Coinciden, por ejemplo, on que el principio de In analogia entre Ia mente y Ia naturaleza fund dieciocho de tratar In 1 Arquitecto 0 ha disefiado el universo analdgicamente,interrelacionando el mundo fisico, el mundo moral y el espiritual mediante un complicado sistema de correspondencias.., Las técticns figurativas de los poetas 0 diecisiete encubr simbélico y analbgico".'$ Una versién "domada y ordeneda” d cosmologia, “matizndn hasta satisfacer el decoro neocldsico", se 1 dbl ps 10, Romanticism & (oto 1 Abrams, p. $36, 216 Visiény ceguera convierte entonees en cl origen del poema dieciocho, enel que el fendmeno sensorial se acopla a Wasserman, por su parte, ite a tedricos dit ‘descubre que de manera que el hombre advierte ‘en las cosi nexpresiva de si mismo, / Del pen re, segin lo expresa Wasserman correcta: login asoctativa, a diferencia de una forma como por In nftidn continuidad metafér Pero en realidad Abrams no pretende que sca posie bile alcanzar ese grado de fusién y mucho menos sostenerlo, cuando més, sugiere, corresponds al deseo implicito del posta de lograr In uunidad que con tanto empefto buse jonto y su estrategia como patrén epis- nto por jocho. Por consiguiente, el vocabulario erltico —e ‘encontrar términos mas adecuados ' términos menos formales y abstractos, para ‘Aparecen entonces en su lugar términos ". Esta situacién terminoldgica no que el de “analo; expresar dicha lamental de la estructura, que es la de la © Wasserman, p. 19. © Abrams, p. 58 fomaniqve et autres critiques, H. —Cunlosidades est (Buenos Aires: Pose Retorica de ta temporalidad 217 entre entidades que, en otros aspectos, podiian Pero Ia nueva terminologia apunta ya hacia un Problema formal de In \psobrec clones entte sujetos y no « Ins que puedan dase entre sujeto y objeto, La relucién del sujeto con la naturalera reemplazado por una relacién Jo, pues, del mu nos coloca frente a lo que pareceria ser el caso de wn 1, Tanto Abrams como Wasserman ofrec idealismo, Ambos acuden a la podia pensar que las cosas externas (uvieran existencin. proy comulgaba con todo lo que vela como si noe que fuese inherente a mi propia naturaleza inmateri comenta Wasserman; “La experiencia poética de Wor: recuperar esa condicién’.* La contradiccién parece inevitable: afirmar a prioridad radical del sujeto frente a Ia naturaleza objetiva resulta un tanto incompatible con In prictica de lox poetas romantics, quienes dieron espe importancia a In presencia de 1a naturaleza, Podriamos aducir numerosns defiende basada en In prioridad de li tural sobre la coneiencia del sujeto Cierto es que hay momentos en que Coleridge discute, on 108 casi fichtennos, Ia oposicién entre el yo infinito y el cardcter se expresa en (érminos esp: nes liens que exivten entre ls entidades del mundo natural 1 Wasserman, p, 26, Sobre a traduccion de self, ver nota 1 al Ensayo ‘Binswanger y In sublimacién del yo", Ibid, 218. Vision y ceguera Retdrica de la temporalidad 219 decirlo, a tomar prestada de la naturaleza la estabilidad temporal de In que carece, y de inventar estrat 4que le permite escapar de “el toque inimaginable del estrategia se encuentra por cierto en Coleridge y también, aunque quizés de manera inconsciente, en eriticos como Abrams y ‘gran sintetizador, y lit ce entre el sujeto y el objeto llega a cl patrén esencial de la imagen romantica, Esto acurrei embargo, una fuerte contradiccién, Por una parte obliga a firm idad del objeto sobre el sujeto, algo que ya esté concepcién orginien del lenguaje. Eseribe Abrams; “Las mejores meditaciones roménticas sobre el paisaje, todas manifiest i io entre el sujeto y el ue el pensumiento incorpora y hace expliito lo que ya to en el paisnje exterior™.2 Aqut In prioridad recne lentemente sobre el mundo ext ad orgdnica como principiodindmico deriva de los movin de ln naturaleza y no del sujeto, Wordsworth ve con mayor lucider lo ‘queimplica este planteamiento cuando deseribe esta misma dialéctica 16 el sujeto y el objeto en términos temporales, Para Wordsworth mientos naturales son ejemplos de lo que Goethe tama Dauer im Wechsel, permanencia en el cambio, la afirmacién de un ‘estaslo metatemporal y fjo que trasclende In desintegracién aparente de una mutabilidad que se ejerce sobre algunos aspectos externos de Ja naturaleza, pero que deja el centro intacto, De esta vi Wordsworth tiene versos famosos, como los que dedicn en “EL Preludio" a la descripeién de escenas de la montatia yen los que evocn paradoja temporal impresionante: een la naturaleza, Peroesta declaracién estd tomada curiosamente del mismo pirrafo en que Abrams cite los pasajes de Wordsworth y Coleridge que contieren al yo In misma prioridad ubsoluta sobre la naturaleza, La contradi en un verdadero eallején sin salida, Pues, ,c alternativa correcta? 4Es el romanticismo acaso un ide subietivo abit a ia asunai6n de soliplamo que le han hecho los desmistifiendores Habitantes puros del ter eerleo, Estos bosques donde ln mustte Que durardn mien ustracién, una vuelta a cierta forma de naturalismo, que nuestro mundo urbano y enajensdo solo puede concebir como un pasado nostilgico e inaleanzable? Wasserman se encuentra en Ia misma situacién de impds: para él Wordsworth representa la forma extrema dol subjetivismo mientras que Keats, poeta de “cupacidad negativa”™ ‘easishakespenteano, ejemplitica una forma objetiva y s exptesiones paraddjicas de In elernidad en movimiento pueden aplicarse a la naturaleza, pero no al yo que se encuentra totalmente atrapado en el cambio, entonces, por asi Pero a pretensidn de que Coleridge sea el reconcilindor y el mundo nou- ménico de la razén" se basa en una cita en la queel posta no hace sino In eategorin del objeto por atro yo, descartando totalmente el wdolo a un patrén puramente Cf woods decrying, never to be decayed ‘The stationary blast of waterfall J eguera 220. Vision ) intersubjetivo.* "Para heer que el objeto se conforme a nosotros, tenemos que llegar a conformarnos al objeto —ergo, tenemos que Hlegar a ser objeto, krgo, el objeto tiene que llegar a ser sujeto—seren parte el perro favorito, sabre todo un amigo, y totalmente Dios, ef ‘A Wordsworth, sin embargo, no se lo puede acusar de do ast una relacién teocéntricn a una relacién inter- {ones 1a confusidn, en los erlticos 0 en icos? ,Acuso Estos no pudieron trascender Jogismo que heredaron det siglo dieciocho? gQuedaron atrae nde una seudodialéctica entree! sujetoy jas que ast lo creen2” pero antes de pasar a terpretar Ia ela pados pues en a contradi él objeto? Hay comentar yentarios tenemos que est imigen romantien en términos de hos enfrentamos realmente & In problemiticn central del roman ticismo, Habrin que recordar que esta dialéctica se basa en cl supuesto del simbolo visto como caracterlsticn distintiva de In interrogad Podrla resultarnos til aqui pasar de literatura francess. Dado que ¢! pretromant fiesta con tanta anticipacién on la obra de Rouseau, y que a herencin de Locke nunca alcanzd, ni siquiera en el easo de Condillac, el grado do automatismo (que tuvo en Hartley) contra el qu Wordsworth hubieron de rebelarse, todo el problema de su conexién con el uso de Ia 2a resultan to mas claros en Francia que en Inglaterra, Algunos de los ores de ese perlodo ilegaron a ser cuando menos tanconscientes \dores posteriores de lo que suponta desarrollar el vido como estaba hacia una nuova forma de p memos como ejemplo el tratado De la composition cles paysages sur le terrain del Marqués de Girardin, en el que se describe lun paisaje explicitamente “romAntico”, compuesto de un bosque 2 Wasserman, p. 30, To make the object one wi ject. Ergo, the abject . Retdrica de la temporalidad 221 oscuro, montalfias cul endonde wn “ménage ‘Comenta el Marqués sobre este escenario: “Es en situaciones como éstas en Ins que se siente toda'a fuerza de In analogia entre la belleza natural y 6! sentimiento mora lista de idnd que se produce entre el observador y In naturaleza en un lenguaje que evoca ‘wnto la forma material del paisaje como el estado de animo del qui lo observa, Los erlticos y los mundo de afuera y tan profundamente entremezclados" escribe Daniel Mornet, "que noes posible distinguir imAgenes que perciben los sentidos de as quimeras que produce la idn”.2” El mismo acento, atin vigente en los estudios mas recientes sobre ese perlodo,? aparece también en na, También aqui se di jen entre In naturaleza y misma prloridad del simbolo, coneebido comoa unidad de lenguaje en ln que puede darse la sintesis entre el objeto ye sujeto; la misma tendencia a transferirlen . centro que ha de tener para los objetos naturales la misma funcién que identidad del sujeto respecto de la conciencia, Por otra parte literaria frances que trata de la dpoca de Rousseau hasta el presente contiene ambivalencias muy semejantes a las que aparecen en los historiadores norie- ameriennos del romanticismo, En ambos casos la ambivalencia deriva de In misma prioridad conifer ujeto que tiene que tomar prestado del mundo externo In estabitidad temporal de la que carece, 4 Citndo en Daniel Marnet, Le Sentiment de la Nature en Fra idele de Jeansdacques Rowsseeu d Bernardin de Saint-Pierre (P seth, Vol, 2, W, ser, ed,(Muniek 222. Visidn y ceguera. | ado respecto # los orlgenes del romans ticismo es La Nouvelle Hélo¥se de Rousseau, que sirve de base al estudio de Daniel Mornet sobre el sentimiento de | 10.1 En obras més recientes, coma el libro de Robert Mauazi, L'Idée du bonheur dans ta hité re frangaise du 18¢ sigele,}® también juega un papel principal, “Cuando se ha leido Cleveland y La Nouvelle Hélolse, ya no queda mucho por descubrir acerca del siglo dieciocho", asegura Mauziensu préiogo.” De hecho, velle Heloise para poner a prucba casi undnime de que los orlgenes del romanticismo len con Tos comiencos de una expresidn predominantemente simbslicn, \érpretes de la novela epistolnr de Rousseau les naturaleza, corresponclencia que resulta particularmente evidente en ppasajes como el episodio de Meillerieen la carta 17 de la cuarta parte En esta carta, fiado de In ahora je, vuelve a a regidnal ‘en dias pasados, eseribi Roussenu parecer horrible’ contempordineo, y es el paso del paisaje Hay aqul una temisién polémica al gusto citar lugares semejantes para ilustrar wen 11 Ver nota 28, La Nouvelle Htélolie, en Oeuvres Ct ed, npletesy Bh Gagnebin y M Ibid, Retérica de la temporalidad 223 lerto es que Ia estrecha anal escenario y In emocidn sitve de base a draméticos del pasnje aludido: In pas recuerdo y qu al pasaje su poder drama tensidad rensual de tentacién y la reealda casi fatal en el error, que se condena ablertamente, sin rastro alguno de ambiglledad, en el contexto mas amplio de la novela, La alusidn al paisaje de M como a un desierto resu central de In novela, el jardin que Wolmar como un lugar de refugio. de relacién sujeto-objeto que presenta el episodio de Meillerie temiétien y e La pregunta temite a las fuentes especifiew ln saciedad los aspectos externos del ja iados jardins anglais, que, desde mucho antes de Rousseau, atralan ef gusto ‘ado mucho mas que la abstraceién geométriea del jardin lle Hélolve, Daniel Morne, ed. (Par nots en 3:223-47, 1925), Verln 24 Vision ceguera enrta, Queda dicho desde el p ro es otra cosa que el resultado del artif felicidad, contrario a a reino delartey no enelde la naturaleza, "Cierto es", Rousseau le hace “que In naturaleza lo ha hecho todo [en ese jardin} pero s6lo bajo midireecién, y no hay nada haya ordenado” cuando menos llamar In ateneién hacia varias mas explicitas del texto, Iareferencia a una isin d humana", que remitedirectamentea wnovela contempordnea favorita de Roussenu, et Robinson Crusoe de Defoe, la nice novela que considera apropinda para In educacién iénal Roman de la rose, que aparece justo antes de In carta sobre el Eliseo de Julie, resulta igualmente reveladora.*? La combinacion de Robinson Crusoe y el Roman de la rose podrin poco prometedora; pero tione, por cierto, 8 posibilidades ocultes, Es hurto conocido que el libro medieval, reeditado en 1735 y muy leldo entonees,4! dion Rousseau el subtitulo de Julie, “La Nouvelle Heloise”, pero la influencia no se limita a un nombre, Resulta evidente, por ejemplo, Ia semejanza que existe entre el jardin de Julfe y el jardin de amor de Deduit, que ‘aparece en Ia primera parte del libro de Guillaume de Lortis, Apenas hay un sdlo detalle en la descripcién de Rousseau que no tenga s1 Aantecedente en el texto medieval: el espacio aislado y enclaustrado del “asilo”, el privileg! reservado a los afortunados que tienen i In enumeracién tradicion buitos eatdlogo de flores, de arboles, de frutas, de perfumes, y, sobre todo, el de los pajaros, que culmina con In descripeién des ure a tout flt [dans ce jardin) me ‘ordonné." Ibid p. 472 us ma direction, et Nin arlen Ih que je » Ibid 479, 1 *Richere ne fait pas riche, dit Le Roman de (arose La riqueca no hace tieo, dice £1 Noro de la rosa”, eltado en In carta 10 de In parte 4, Pb, 2:466, Reidrica de la temporalidad 225 canto,"? Adin mas revelador resulta cl énfasis en el agua, en las fuentes: y-en los ex obedecen n de representar tuna escenn observadn o de expresar dnimo persone se vale deliberadamente de todos los detalles que le proporciona In fuente idns del ¢opos tradicional del jardin erdtico. En términos linglisticos, se trata, pues, de algo muy dis Jenguaje descriptive y metaférico que habria de predominar en In vajees puramente lenguaje igurado; no est basado en In percepeldn y mucho menos en una inléctien vivida entre In naturateza y Ia co Julie de tener dor que yo no haya ordenad Jenguaje que logra someter ef mundo externo je funde el movimiento paralelo de la naturaleza y de la pasidi En la’ primera parte del Roman de fa rose, sin embargo, el 10 del lengunje figurado no estorba el trata: n sugiere un ambiente moral que fiere totalmente de lus seeciones- moral iano den renu in sentidos, Es en el uso de la expresién alegérica, y no en el lenguaje de Jas correspondencias, en donde van a coincidir ins Defoe, tales como el de G.A. Start, Defoe and Spiritual Auto- biography y el de Paul Hunt Reluctant Pilgrim, han con- ver en Defoe a uno de BL bro de ta rosa, trad. Carlos Alvar y Jul Sirvela, 1986). © Doi, YW. 3858, 226 Visién y coguera joso puritano al q In importancia Defor huce uso a responde izados, muy parecidos en estructura y detalles al jardin del Roman de la rose, Desempen y redentora, paraiso teri valorativo en las dificultades, el trabajo, y In virtud, que lo vincula wamente a a tH nance medieval aventaja la tensién no surge del encuentroentre las los dos mundos novela. El conflieto se resuelve i¢o de la renuincin controlada y valores asocindos con ¢lculto del momento, y esta renuncia establece Japrioridad de a expresion alegéi sin "us, pero tampoco podrin con ita a favor de la alegoria, terpretacion de In Nouvelle Hélotse ha ignorado, por lo ‘general, I presencia del elemento expresion teque seha empezado a ‘ente de un Rousseau tivista o naturalista, Ln malinterpretacién de Rousseau, de por Hu Retérica de la temporatidad 227 myy reveladora, se resiste abstinadamente a la correccién, dando muestra de lo profurdamente contictiva g frente w las “ideas recibidas” sobre la natu romanticismo europeo, ¥ es quesi ln diaiéctica entre el sujeto y el objeto no corresp 0 tan slo a un momento de ser superada), ento que cambiar sustancialmente legorizante, aunque toma con frecuencia formas muy distintas, aparece no sdlo en Rousseau sino en toda 1a literatura europen de finales del siglo jocho (1760-1800). Lejos de ser un amaneramiento heredado de Jos aspgetos superficiales del barroco y el rococs, momentos més originales y profundos de las ir una VOX. ida la naturaleza del quehacer pottico, los storindores del romanticismo inglés se han visto obligados « hacer problema de poct enfrentarse a exe problema al tratar de In obra de Blake, Cita dos poemas cortos t In primavera” y “Al verano”, y hace el siguiente comenta punto de partida de Blake... es justamente ex el paisa} embargo, ese esplritu adquiere ciertos matices marendamente terre- Ia de oceldente’... Esos primeros Elejemplode Rousseau muestra, n desarrollo continuo que lleva de lv wlegorla al natura i tod idad de In renuncia y del snctificio incluso, descriptivo del siglo dieciocho, Abrams llega n ién histories, Luego de subraynr semejaneas rica romantica y In poesia metafisicn del siglo Partiendo det poe na_mayor pr tematicas entre la Winn 13 228 Visidn y ceguera ‘composicidndel espacio’ no correspondla n una localidad especitica, como tampoco precisaba Ia presencia del lugar ante los ojos del que hhnblaba, sino que se trataba de un escenario u objeto tipico, evocado... ante los ‘ojos weidn’ para impulstr y guiar ef pensamientoa través de corresponde bajo el firme control ipologin tr distingue In poesia de finales det siglo dicciocho precisamente ¢ 108 del papel definitive que descmpetin el lugar geogriico y queesese lugar lo que establece el vinculo entre el lenguaje del poema y In experiencia empirica del lector. Y, sin embargo, aun si nos itamos a observar el desarrollo de un poeta de geograflas tan neretas como Wordsworth, In significacién del lugar puede un significado que rebasa los limites del Imente geografico, i frecuencia problemitico en virtud de des objeto metaférico, en este cuso,t Haein qué mo se dirige? ,Qué receptaculo podria contener su poderosa espfritude a respuesta tiene que haber sido —aunque In J, mar uw océano, y vaya acompaada quizds de una ingen sucada de un mapa, o de un objeto real de la nnturaleza— que se trataba ineludiblemente también de un receptdculo sin limites i dimensiones, de nada menos que del "Hay pasajes de been, though the with an image gathered froma ht have been the deter, but the ‘receptacle without bounds oF W. Wordsworth, “Essay Press, 1949), $:446, En el {uathered froma Map {ste} or from: the later {ale}, but the spirit of Retdrica dela temporatidad 229 Wordsworth, come Ia travesia de los Alpes 0 al Monte noweden, y textos de caricter menos su poemas sobre el rio Duddon, que ya no cal topogrifico de embargo, de que Ia tipologla ya no es tn menudo tras une larga y di destino auténticamente temporal, Ese des- ubrimiento se da en un yo que busca protegerse del iempo, refugidndose en un mundo natural con el que et guna semejanza, Fl pensai ntico ya no permite In tr entre un mundo creado y coincidiera con la sustan parte y el todo d simbdl telacidn entre nifieados ha dejado Ie un elemento alegérico icado 4446 [vel 230° Visio veguera que constituye el signo Iw repettcidn (en sentido que tiene en Kierkegaard el término) del signo anterior con el que nunca pusde coinidir, puesto que lo eseneial de este signo ex su rada de los primeros romdine renuncia y en Wordsworth corresponde a In pérdida de In ntidad personal en dad de una identidad o una a marca ante todo una distancia respecto de su propio origen, y asi, renunciando a Ia nostalgia y al deseo de establece su idioma en el vacfo de una diferencia temporal, De esa manera impide que el yo se identifique ilusoriamente con un no-yo, que a partir de entonees se le reconoce plena aunque dolorosamente como tal. Es ese conocimiento doloroso el que se percibe en el momento en que Ia primera literatura romintien encuentra su verdadera vor, Resulta irénicamente revelador que esa vox haya pasado desapercibida y que el movimiento literario al que Pertenece suela Hamarse naturé de indicar sus fuentes teoldgicas y filosdficus, Sin embargo, es muy poca la ntencién que se ha prestado a la serie compleja y controlada de Aalusiones literarins que, en La Nouvelle Hélolse, por ejemplo, establece el vinculo entre Rousseau y Ins fuentes aj principalmente a través de Petrarca, Liegamos, en conelusién, a un esquema histérico que difiere Imente del cundro acostumbrado, La dialgetica entre el sujeto yl objeto deja de ser el planteamiento central del romanticismo; pero ésta se encuentra totalmente instalnda en las relaciones temporales que existen dentro de un sistema de signos alegdricos, La dialéctica se ‘convertidoen un conflicto entre un yo visto en su propia condicign fauténticamente temporal y una estrategin defensiva mediante Ia cual el yo busca esconderse de ese autoconocimiento negativo, A nivel del Jenguaje, In afirmacion de Ia superioridad del simbolo sobre In alegoria, tan frecuente durante el siglo diecinueve, es una de lus formas que asume esa obs: ‘reas dela litoratu veve y también del veinte, ‘cuya gjecutoria resulta en comparacién regresiva frente las verdades que salen ala luz hacia Retdriea de la temporalidad 231 arse, pese a las ambigiedades que prevalecen tanto en In teorln estéticn como en la prictica podtica, Pero el estilo simbélico ya no conseguira sobrevivir serenamente, Ya no podr lempos] puesto que no essinoel quiere ver, Inbuenn conciencin postica de 0 velo que cubre una luz que ya na M1, fronia Para el momento,en que In tensién entre el simbolo y Ia alegorla tiene su expresion en Ins obras y las especulaciones tedricas de los primeros roméntieos, xe toma cada ver mis cone de In ronla, En ciertos casos, el interés por los nspectos retdricos del Jenguaje o, mas concretamente, el reco! nto de la constancia de lar delinterés dow Rousseau ya Wordsworth, y tambid , como posibles ejemplos de la alegoria romint evidente en todos otros casos, 8 0, entre In alegoriny In ironin que atraviesa lw historia de la retorica, Ya nos hemos referido a Hamann Friedrich Solger, E.T.A. Hoffmann, y {el danés] Kierkegaard, todos estos casos, In teorla mas o menos sistematic figurado, en la que prevalece ex Fragmenten como} 1823, pone de ms id ¥ desconcierto frente al legorlayel lo en Solger, tivo de ser de toda eratura, y quien distingue entre el simbolo y ln alegoria en términos muy sugerentes de una dialéctica entre Ia identidad y Ia diferencia, © Ver nota 3. 4 Schlegel, ob. eit, p. xe. Friedrich Solger, Rrwins Wier Gespritehe iber das Schdne und die Kunst pela, 1829). 232 Visidny ceguera En esn époc clones entre la objeto por separado de Jn reflexi tenta llegar a una defini idn que, sobre todo en el caso de in ironia, por tanto, earece de p Iwalegoria y In iron hecho castal, aparentemente fortuito, que slo obedece al de algunos eseritores por ambas modalidades, Pero ese empirigo exige una interpretucién de cardcter ms general ¢ complica, pero tambit lo adicional que se establece entre In ironta y el desis jovela moderna, El vineulo aparece en v : Schlegel y, mas recientemente, en Lukies y los estudios estructuralistas de In forma narré un tono de voz que no corresponde w la sit Séerates, deimpregnar tod Merarla, trad, J, Pérer Ricseo (M Instiutio 9.2.44-83, citado en Knox, Retdrica de la temporalidad 233 n tedrica de In Ironia que surge alrededor de 1800 no guarda relncién directa iovela, Schlegel tendré que acudir a Sterne y Diderot para dar ejemplos clentes, y forzar un poco las cosas para hallar en Wilhelm Meisiers Lehrjahre y en lw obra de Jean Pau visién irénien.§ in un equivatente de Sel rauirse que los ironistas decimonénicos mas destacudo: ‘general novel valerse de formas y procedimientos nov gemplo, en Kierkeganrd ire, Mallarmé o en Nietzsche— pero la tendencia predominanteen todos. expresion aforlstica, rdpida y breve, como si | novela. Lan gran exeepcidn es, por supuesta, el caso notable de Stendhal, Debe quedar claro, sin embargo, que una teorla intencional de In ironia no sdlo tiene que esclarecer Ia relacion entre In la y la alegorla sino que también tiene que indagar sobre ln relncién que rien del término, mostrar que el simbolo habia su mala fe ontoldgica, La tensién como hi \orico, y, por érieamente antes de proceder a In ironta hay que empezar con la ‘opo, a partir de textos desmistticudos y en ‘en €808 textos existe en el propio nos eludir f@ este ensayo, ni preseindir, por otra parte, de varios textos importantes sobre el tema, Resulta bastante curioso tomamos como punto de partida el texto di essence du nica, Me tropieza y se Iw escena del hombre qi escribe Bau varios conceptos nocidn del desdoblamiento que di fildsofo, por ejemplo, de Ia de preocupaciones dinri mente se esconde en el com ‘en la mascara de un vocabul dud, de seflor yes el que dicho % Charles Baucel romantique et autres oew pp. 215 3, \ Retdrica de la temporalidad 235 para que exista lo edmica; ex deer, para que hayn emanacidn, explosion, presentesc relaciones interpersonales, y lo que él lam céiicoabsoluto", con quedesigna loque en otras partes dest obra Ahora la relacién no se da entre dos hombres, que son on de esa diferencia en tér n sujeto frentew otro, con todas las implicaciones de voluntad de poder, de violencia y j6n, que entran en juego cuundo una persona se rie de otra otro sujeto sino con lo que precisamente no es sujeto, entonces dicha superioridad no hace mis que designar In distancia cons superioridad y caso sino metaforas espaciales que jteomique, cest dite én deux tres en préven pectateur, ignorance, mes qu ont fat métier de développer en eux esent 236. Vision y ceguera respecto de lo que n 0 que “edmico abso itamente superior al humor intersubjet frecuentemente ve entre los f es, Baudelaire insiste 10 para descartara Daumier frente a Hogarth ya Goya,s? i hacia ln ae n, dice nes, como el artista 0 el} acento en un yoenbulario profe actividad, el hecho ese euero del zapatero ola Vida cotidiana, lent con Ia cual se intenta ajustar heterogéneo de Ia experiencia, Ladi por medio de! lenguaje como eategorla pri sustrae al yo di constituido de lenguaje y dentro del Jenguaje en el mundo como uy euentra el lad entre otras, pero esta entidad ¢s la dinica que le permite diferen- ndo, Visto asl el lengunje divideal sujeto en dos: en el yo empirieo, inmerso en el mundo, y en otto yo que, ¢ diferencinrse y autodefinirse, llega a ser como un ‘Ain ids significativo es que para Bai ticne lugar a raiz de una caida, El elemento de la ingredionte famente cémico y en el fonde irdnico, Cuando el artista 0 el fldsofo —es decir, el hombre lenguaje-—se ried equivocado y nto intersubjetive (de superio- ridad), Capaz de iantenerse de pie (como en el principio de las * Baudelaire, “Quelques earl é Retdrica de la temporalidad 237 {én con la naturaleza, La naturalera siompre 1 fuera una cosa y recordarle su facticidnd, iraleza, En esa vision de la caida queda ‘0 un autoconocimiento progresivo: e! hombre que ha caldo es un algo més sabio que el tonto que se pusea sin ver ls tropezado o que vuelva a caer. sabiduria a costa de su \ésofo0 divide al sujeto entre el yo empirico que existe en n estado de inautenticidad y un yo que sélo existe en In forma de un Lenguaje que afirma el conoeimiento de esa inaute: conocimiento no convierteal yo en un lenguaje auténtico, puesto que conocer In inautenticidad no es lo mismo que ser auténtico, Ln disyuncidn del sujeto no constituye evidentemente un proceso francés contempordneo, V. Jankélévitch distaba mucho del concepto de Baudelaire sobre la ironia al titular su libro f.Wonie ou fa bonne no ser, claro esta, que la propin eleccién del t Para Baudelaire, en todo caso, ol movimiento de In we nada de tranquilizador, doestar ene! mundo, se pone en marcha todo un praceso que dista de 5 Ast por ejemplo, en 238. Visidn y ceguera ya no detenerse aparentemente nocua, de un pequeflo autoengafio pronto llega a alcanzar dimen« siones absolutas, Partiondo en muchos casos de la Hitote o atent leva consigo el poder de convertirse en hipérbo Nama a ese poder Inquictant. y expresa el fe rntomima inglesa qite presencid ‘el mareo al punto de In leoard cordura puede darse s6lo porque estamos dispuestos dentro de las convenciones dela dupl lenguaje nl inevitablemente al borde de In locura, ‘general el patrimoni partir de al cémico ubsol manicomios Baudela Retdriea de ta temporalidad 239 superior humildad, iad. No conozco un solo loco que seu loco por exceso de es una de Ins expresiones mas frecuentes de [La risa] que fundamentales de la vida... es una risa que nunca se de enfermedad que sigue su propio curso y ejeeuta iis claro, confusién diabdliea y jocosn de Brueghe! com una especie de gracia especial y satdnica. ‘porla palabra locura oalucinacién; Ia oscuridad del I Jocura desde dentro de In locura misma, Est reflexién, sinembargo, sélo puede darse en virtud de la doble estructura del lenguaje ir6 el ironista inventa un yo que esté “loc de st locura; proeede entonces a reflexionar sobre su propia locura que acaba de objeti Fla que It ironia es como una “locura licida” que permite que el lenguaje prevalezca hasta en Ins etapas mAs avanzadas de In autoe no una cura para el sujeto atrapado en Ia enajenacién desu propin melancolta, Eseribe Starobinski con mucho acierto: Nada impide un valor expansive a a libertad que ha conquistado: levaa yohiarcon la reconeiliacién entre cesplrty y el tes dtrangers",Mbid., p. 303, 240 Visidn y cequera lo que of lograrse por medinel Imonte, ¥ est rep Mis que pasa a reemplazar el yo irdnico vay observar, a laqueestaa evitando el iverso, y_sosteni que separa Ia ficeidn de} La Prinzessin Brambillade Hott nde wna pargja de jdvenes comedi de ercer que los papeles nobles y « tocado representar les dan derecho a una posi en In vidi reat, Lo que finalmente los “cura Gozti, Hoffmann, Kierkegaard”, Bstratto da senstbiltd¢ razionaltd nel setece Retdrica de la temporalidad 241 No hay que ser perverso, sin embargo, para darse cuenta qu burgués del deseniace es pura parodia, que el héroe y la heralr de huber reeuperado su condicién se encuentran ahora mas mea haciendo el papel artificial de Ia pat resulta mucho ms afectada y ol pensamiento mucho mis mistificado {an pronto comose piensa que ‘onocimiento capaz de ordenar y curar al mundo se wencién, Enel mn al rey mftico, Yy para que no se piense que esas palabras anun seguro y prometedor para el prin leque Ta fuente magica de| felicidad eterna en su ascenso Los ‘un fondo que precisamente io es el mundo. Lejos de ser un retorno al mundo, In ironta a ln segunda pot lu “ironla de la ironfa que ha de engendrar di verdadera ironia— afirma y sostiene su cardeter fict dad de una reconci Mucho antes que Hoffmann o que legel to entendia cuando en una nota de 1797 define Ia ironte como “una pardbasis permanente". Por pardbasis se entiende aqui lo que In "Der Moment, in dem der Mensch umfil erate, in dom sein . Hoffmann, Prinzessin Brambilla, cap. 5. der, der Herausgeber di Krlische gel, “Fragment 66t . Phifosophische Lebrjahre (1796-1806), Ernst Bel (Paderborn: Ferdinand Schéningh, 1962), p. 85. ed, 242. Visidn y ceguera warrativo esto le resultard harto ido, respecto a la distincién que aprendié a hacer entre In persona del autor y la persona del narrador fieticio, Dicha distineién se afirma precisamen momento en que el autor no regres tor afirma, por dejarse engaar por descubre que no hay manera de regresnr ento hace patente, pues es ahor estructura temporal de i iron i in temporales, dicha equivocacién hace de la ironta la prefigur na recuperacién futura, y de la fi is tanto en forma ides que hace Peter Srondi de | thw convertido en el objeto de privudo de su eapac © NT, Ey decir, el narrador autoco Unfluenla de esteucturalisno frances, Retdrica de la tenporalidad 243 sgatividad, Hegn a convertirse en exe mismo poder, au ipio Ia ironia aparece como In superacign de le negatividad, {an s6lo permite In autorre iodo fo que enewentra int por dest Cada palabra de esa resulta perfectamente correcta desde el p sado pero no desde el del ironista, Szondi se ve obligndo a confirmar In cién entre el mundo real y el resultado de una accibn o actividud mental, Pero es pr creencin In que h Schlegel lo claramente, La qu, tanto pai mente iréni proceso infinito que A ese proceso to, le da el libertad, el rechazo de la mente a septa como definitive cualulr ete del proc, yx aus hacerlo ficaria detener lo que él tama | in" del proceso proceso apu hecho de que ironia engendra una secuenc temp. de actos de conciencia, Contrariamente a to que afirma Szondi, la ironta no es an ever-expanding wet of reflect alemén que nd duce Ia notn 69 y en particular neleren”, © Peter Seo Gegensarz (Fran) Sars und as nuestra, Verlag, 1964), p. 244 Vision y ceguera cconciencia que va escalonando y se autointensificn. Hay veces en que legel describe ese proceso interminable con gran entusiasmo, y ‘otra ver esn refleni rminuble de espejos esto consiste, de hecho, su verdadera esencia, en estar siempre haciéndose, sinIlegara terminarsejamds podria atreversen ‘curueterlenr’ Pero ese mismo proceso infinito, que aqui se presenta desde el punto de vista positive del yo postico dedieado a su propio desarrollo, lega a estar muy cerea de la locura Idcida de Baudelaire, cuando lo dese n poco mas vigjo, desde un punto de vist icidn aparece en ese Curioxo ensayo en que Schlegel se despide de los lectores del Ateneo, rito en 1798 y revisndo para la publicacién de 1800, se titula con bastante ironta, “Sobre la incompren: Q el guaje de la critica, el mismo "vértigo de ln hipérbole” que el especticulo del pai provocaba en Baudelaire, Schlegel dese ega final misma Pero nntes 4 iugein der pi jon immer wieder potenzleren und In vervielfachen,.. Die romantische raduceldn do Uranga, ob, e Reidrica de la temporalidad 245 que na tardaria en surgir toda ironlas: en verdad los astros anuncian lo fantastico, ¥ aun si sucediera que por mucho ti riquilo, no habrla que confiar en jund immer wieder geboten In vden wissen ‘ohne Ironie von der von einer tronle iner anderen nderen tronic’ bef kommen kann, we es 2u verschlucken und 2u verschlingen, dass davon 2u sehen wire, und ich muss gestehen, das ich eben dazu in der isch, Und idnd que definitivamente no es orghnica, la fuente se da sélo en términos de lia Y no permite, por tanto, ni un final ni wna puesto que: stancin y In diferen totalidnd, La ironta di puede conocer Sélo puede volver a vel cada vez mis consciente, pero dad de hacer que este conoe quedari atrapada en xe adapte al ‘legoria siempre implica una anteriorida zable. La alegoria y la hallazgo comtin de una correspondencias analdgicas o Ia modalidad mimética de una repre- sentacién en Ia que la ficeién y Ia real ne st contrapai In regresién que va do la novela irdnica del siglo dia en lo que Friedrich Schl mo décimond expensas de la incoherencin humana manifiesta, Pero el arg no tiene por qué descansar en el punto al que hemos llegado, Mits ain queenel cxso de la alegorla, In modalidnd irédnica nos huce volver ala situacién erltien del sujeto consciente; esa conciencia es evidente- ‘mente una concieneia infeliz que busca por tanto salir fuera de sf y ‘wesctz es blleb auch wihrend = AT ae Retdrica de la temporalidad @ gel, como para Kierkegaard, Ia in slo podria ser el salto que 10 obstante, un a in embargo, elnire habla, ica que © ones ultraci i in pot una ambicién superior, quisiera mundano y lanzarse audazmente ha Jwpoesta pura, en esa poesia, clara y profunda como la naturaleza, no hhabria rise como no In hay en el alma del Sabio’ recurrir « algunos textos de ta época —y conviene hablar aqui de textos bres personales—, textos que fuesen neti jesen trascendido ia ironia sin haber ealdo enel mito de \d orginicn 0 esquivado la temporalidad de todo uaje? Y si estos textos fucsen “alegéricos", jserla entonces el in? Algunos de los del propio Baudelaire, itivamente no son itdnicos sino alegéricos en el ido que hemos dado al término, ;serian ejemplo de esa “poesia puraen In que, como en el alma de! y lugar para tn risa?" Tienta pensar que si, pero dado el alcance de las implicaciones, con \pulsivo y enfocar la respuesta haciendo una ro n estructura de Ia alegorla y a de In ironta. exto que sirve a In demostracién tiene In ventaja de ser muy ido. Tomarin mucho tiempo mostrar que el texto ieidn de lo que llamamos pocsl ie sigue el patron fundame catueteriza ala alegorin n sul ensayo sobre Ia risa, Ba ‘aparente ironfa, de una figura podt Retérica de la temporalidad \e49 248 Visidn y Poema, el muy wordsworthiano “golpe de leve sor declaracién aparentemente inocua llega a ser cl punto de vista retrospective del estrofa, ta desde tno posi sentir el roce de los aos. ‘Ahorn est inmut No oye ni puede v + que hace ver el pasado como ‘con roeas, y c hay una J examinar I estructura temporal del texto, notamos que desea consecutiva de dos etapas de conciencia, La primera corresponde al pasado mistificado, yla segunda al ahora del poema, la ido se Teen en ef que no fo son aisladamente o en | ra estrofn, como tampoco es irdnieo el poema en ificacién del pasado que ahora se Su totalidad. 1a postura del sujeto, instalado enel hora”, es lade un el ea coe rere ele Wee tee efecto, sino In yo que ya no es vulnerabl end ‘acontecimiento que separa esns dox dudar. Esa postura podela ‘que sigue siendo tapas es 1a discontinu de una muei impersonal inidentiad dla mujer andnima— 08 versos 3 y 4 tienen para nosotros particular interés sabiduria, No hay en ella una verdadera Feconoce plenamente el error de una cond! n ve las cosas tal y 4 postura surge como resultado de dos cosas: ue se refiere el sujeto noes su propia muerte sino i ot" Persona en segundo lugar, el pooma esta Ella parecia una cosa que no podta sentir el roce de los aos. ‘ambigledad concentrada en ficndo del pasado, cuando de Ia muerte habia palabra “cosa” con uso en forma lidicamente amorosa (dado que la iva era una mujer). Los versos tienen casi Ia Pudo haber es: ‘ara el lector enterado, Ja res} de los pocos poetas qu muerte, y hablar, por asl decitlo, del poema es, en efecto, lo bastante amplio como i Mils importante adn que la ottedad de aparentemente obvio de que el eacién a través de una sccueneia #g0 Vino la muerte, y ahora pisvalece la visién eterna de In esteriidad rocosn de ln cen humana, Ya no hay alferencia 0 separacign en a] sujeto, ala anita en el poemiay puede, por consiguicnt, transfers ve train edgien de los versos 3y4en a sabidurin delos verso finer difore desplegido sobre una temporalided que es exclusivamente la del Poema y en la que Ia condicién del error y la sabiduria Hegun a ser etapas stcesivas, Esa { Wordsworth es w ticamente soby z eee athe sbucaoa siniestro “parecla”, de un piropo sobre it Juventud inmarcesible de la dama, Lo peculiarmente sorprendente del the touch of earthly years. No motion has she no She neither hears nor Rolled round in enr\h's diurnal course, ‘With rocks, and stones, and trees, 0 forces 250 Visidn y ceguera posible dentro de una temporal en la temporalidad eonereta de nos unahora real, que es el ahora dela muerte y yace se espacio on blanco entre las dos estrofes, La Inalegorla reaparece aqui en la tendencia del lenguaje aser nextenderse sobre un ¢je de tiempo imaginario para conferir di 1 Jo que, de hecho, ocurre simultdneamente en el sujeto, | poema inversa de esa forma, En casi todas las citas de Baudelaire y de Schlegel, lt ironia se presenta como tin proceso instanténeo que se da répida y stbitamente en un solo momento: Baudelaire habia de “Ia fuerza de desdoblarse rdpidamnente”, “el poder de ser a la vez uno que su pluma no pueda logar a expresar In si especticulo visual: “con In pluma todo [el especticulo] palidece y se congela".”* Su obra posterior, que es 1a més irdnicn, los poemas en prosa de los Tableaux parisiens se hacen cada vez mis cortos y ito instanténeo del pun se ese) ie los dos sujetos, el emplrico y el irdnico, estin presentes simultinenmente, yuxtapuestos en el mismo instante pero | como dos seres inconexos ¢ irreconcilinbles. La estructura es justa- mente la opuesta a In del poems de Wordsworth: ahora la diferencin mpo queda reducido a hace revivir ulgo de la fact como una sucesiéh de mon La ironia, que es esencit inte Ia modalidad del presente, desconoce ‘memoria como In duracién prefigurativa, migntras que ta dentro de un tiempo ideal que no es o sin final. nunca el aqui y el La ironia es aparece como }én de una continuidad que reconoce ser ilusoria, estas dos medalidades, con todas sus profundas Retdrica de la temporalidad 251 ezcanen In esfern In cequern tan pronto abandonan esa esfera para entrar en el m ‘Ambas son determinadas por una experiencia mos con un breve comentaric mente perversa de valerse In alegorin. dincréni lad del presente 1 menos que a una combinacién de las dos se nero, Todo parece muy ser ido se suipone que el iempon de los dins y los altos, Pero la cosa se com) propone René joveln comienza en el error y in darse cuenta, 10 de ese error, esto dit ‘una estructura m i 7a cuando tomamos e ards todas esas eta: derecho tanto como vn alegor ne que sellar, por asi decirlo, Jos momentos irénicos dentro de la duracidn alegor En La Chartreuse de Parme 252 Vision y ceguera jotado el énfusis de hal en lo momentineo y las discon . Georges Poulet, entre otros, lo deseribe que encontramos: por oj 8 personajes de Flaubert, tte Roger Martin du Gard, Todos parecen future, Cor yomns Hardy, npre a euestas el peso iendhal el ironista, cuyos describe a fondo el resto del ensayo, si bien liza el término “ironia", Sin embargo, vemos, sobre todo. en La Chartreuse de Pare, lentos mo de cortejo en Ia alta torre de In pr in ha mostrado convincentemente cémo esos episodios, con sus numerosos antecedentes lite! alegéricos y emblemiticos,” en La Nouvelle Hétotse, nei prefigurativa, dandole a la que, por definicién, nunca podria ironla. Cabria aftadir que esa com también determina lasustaneia temitica de Ia novel en su totalidad, el mythos subyacente de la alegarl ‘cuenta Iw historia de dos amantes que, como a Eros y Psiquis, nunca se les se por completo. Cuando pueden verse los separa une valvable; cuando pucden tocarse, tiene que ser en la oscuridad impuesta por una decisidn totalmente arbitr irracional, el designio de los dioses, Este ¢s ¢ 15 Georges Poulet, Mesure de /Ynstant (Parts; Plon, 1968), p. 280, hal, La Chartreuse de Parmie (1839), cp. The Tower as Emblem, Aral lostermann, 1967). Romanica, vol, 22 Rerdrica de la temporalidad 283 ‘alecer entre losdos yos, y tematiza escritor, siempre pensd que jad seuddnima y su identidad nominal, EL ién que da Schlegel de la ironia como: it rireuse de Parme ‘como una de Ins pocns novelas de Ia novela, como Ia ulegorla de la ironia,

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