Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
como tú. Está hecho sin ningún ánimo de lucro por lo que queda
totalmente PROHIBIDA su venta en cualquier plataforma.
STAFF
Candy27
Arifue
Mew Rincone
Mais
ValeCog
Pili
Manati5B
Anamiletg
Krispipe
Cristi 1982
YoshiB
Psychgirl
Vane Fiorella
OrianaValkiria
DISEÑO
Mew Rincone
Han pasado cinco meses desde que la vampira Sam Parker se
Vinculó con Jared Michaels—su poderoso co-comandante dentro de la
legión personal del Gran Señor Maestro. La vida como una pareja Vinculada
ha estado yendo bien… hasta que el Gran Señor y Maestro anuncia que se
retirará de su cargo y desea que Sam y Jared tomen su lugar. Oh, alegría. A
pesar de las reservas de Sam, se comprometen a acceder al puesto. Pero
algo muy poderoso ha salido a la superficie, algo que está disminuyendo
rápidamente la población vampírica y que podría robarles la vida a las
personas más cercanas a Sam.
Atención: Esta novela cuenta con una mujer vampiro que es un rayo de sol
cegador y obstinado, un vampiro macho alfa y posesivo quien la considera a ella su única
debilidad, un montón de malas palabras, algo de conversaciones sucias, y sexo explícito y
estimulante.
Traducido por Arifue
Sam
Escuché una garganta aclararse y volví lentamente mi cabeza y alcé la vista
hacia la feroz mirada del vampiro que estaba parado detrás del sofá, mirándome.
Además de ser mi pareja, Jared Michaels era mi co-comandante… y no se veía feliz,
lo que era totalmente entendible dadas las circunstancias. Obviamente se había
teletransportado usando su muy impresionante don vampírico, y ahora estaba
metida en serios problemas. Como el hermano y compañero vampiro de Jared,
Evan, diría: pillada.
—Oh bueno, eso veo. —Incluso frunciendo el ceño, Jared era injustamente
comible. Tenía una masculinidad oscura y cruda que era tan abrumadora que
podía hacer que una chica se sintiera drogada.
Me encogí de hombros.
—Jodidamente increíble.
—Es solo que no me gustan las sorpresas —dije defendiéndome. Eso fue
del porque había registrado todo nuestro apartamento en busca mi regalo de
cumpleaños. Decidí no decirle que también había encontrado los otros dos regalos-
era suficientemente malo que me hubiera encontrado jugando con mi nuevo y
brillante PlayStation 6, el cual no había salido aun en el mundo humano,
completado con el juego de la nación vampírica.
Maldición.
—No puedo creer que vaya a tener que teletransportar tus regalos a un
lugar fuera de tu alcance. Lo único que tenías que hacer era esperar dos semanas
más.
Hice un puchero.
—No tienes que teletrasportarlos a otro lugar. Te prometí que no pasaría
de nuevo.
Su sonrisa se ensanchó.
—Sí lo hiciste. Pero estoy bastante seguro de que en algún lugar de esa
promesa hay lagunas.
Olfateé arrogante.
—Blando. —Bromee.
Solo fue el hecho de que yo era una poderosa Feeder -un don que
técnicamente solo corre dentro de la línea de sangre Pagori- lo que había detenido
los disturbios. Sin embargo, los huéspedes habían pasado la semana cercana a la
ceremonia probando mi paciencia y fuerza. El destino había decidido que sería
divertido que estuviera débil todo el tiempo. Sip, gracias a dos vampiros científicos,
había estado cambiando y al mismo tiempo debilitándome. Nadie sabía cómo
estaba cambiando o que sangriento infierno estaba pasándome. Lo habíamos
descubierto bastante rápido. Los científicos psicópatas habían estado tratando de
crear un hibrido- una mezcla de las tres razas. Los locos tuvieron éxito.
Algunos pensarían que era fabuloso ser una hibrida, de ser tan fuerte. Pero
unos pocos sabíamos que era mejor mantenerlo en secreto, dando razones de
mierda para explicar el nuevo anillo de mercurio en mis irises y mi repentino
aumento de fuerza. Todos creyeron las excusas de Antonio ya que no tenían
razones para no creerle; ellos confiaban en él. Si conocieran la verdad, no estarían
tan tranquilos en dejarme con vida. Después de todo, si los híbridos se convertían
en una raza con sus propios derechos ellos serían más poderosos que las otras tres
razas, interfiriendo con la dinámica actual. Los Pagoris perderían su “trono”, los
Kejas serían simples muescaa y los Sventé serían incluso más vulnerables que
antes. A nadie le gustaría eso.
Menos de 10 minutos más tarde Jared y yo estamos listos para irnos. Antes
de reunirnos con el equipo, Jared desafortunadamente vivía para cumplir su
palabra y teletransportó mi regalo fuera del apartamento y lo escondió en algún
lugar. Probablemente era lo mejor. Era una adicta al juego de la nación vampírica,
así que había una gran posibilidad de que lo encontrara y jugara con el antes de
que llegara mi cumpleaños.
—No todo lo hice yo —escuche que Davis decía, mientras Jared y yo nos
aproximábamos—. Somos un equipo. Además, si no hubiera sido por Butch, no
hubiera estado lo suficientemente cerca del edificio para poder entrar.
Eso era cierto. Butch uso sus habilidades para negar o reflectar cualquier
cosa que viniera hacia él produciendo un escudo y protegiendo a David- ser tan
poderoso significaba que David siempre sería un blanco inmediato. Cuando los
otros se volvieron hacia Butch y lo molestaron igual, él sonrió y negó. Una cosa que
había notado sobre Butch era que sus sonrisas torcidas nunca llegaban a sus
oscuros ojos. No estaba segura si eso significaba que no era bueno con las
emociones o que era simplemente un sociópata que no sentía nada. Dado lo
creativo que era con sus muertes, bien podría ser lo último. Pero no tenía mucho
espacio para juzgar.
—Entrenadora, te ves bien. —Al ver el brillo asesino de los ojos de Jared, la
piel oscura de Damien palideció ligeramente, pero él todavía se divertía por el
grado de posesividad de Jared.
Damien bufó.
—De ninguna manera. La última vez que dejé mi cuerpo solo con ustedes
bastardos, regrese y me encontré desnudo con una de las espinas de Chico clavada
en una nalga. Mi cuerpo no se despertó por al menos tres horas.
Denny me destelló una sonrisa con hoyuelos- él era el bebé más adorable.
Una cara y una mirada azul inocente- y señalando un lugar detrás de mí.
Entrelazando sus dedos con los míos, Jared me empujó hacia él y señalo la
pista de baile.
—Vamos. —Lo seguí, a pesar que bailar con Jared nunca era una buena
idea. ¿Porque? Porque era más como un juego previo, y nadie era tan bueno como
Jared en el juego previo. Balanceando y moliendo su cuerpo contra el mío, él
tocaba, acariciaba y atormentaba, pero ninguno de sus toques eran invasivos. No
tenía la necesidad de estar en ninguna parte dentro de mí para hacerme sentir lista
para él, que mi propia ropa me enojaba.
En muy poco tiempo todo el pelotón estaba borracho. Los vampiros solo
podían emborracharse bebiendo la sangre de un humano intoxicado. Algunas de
esas intoxicadas mujeres se habían aproximado a Jared- lo que era bastante
estúpido por parte de ellas, considerando mis tendencias homicidas. Pero Jared
nunca bebió de otra persona que no fuera yo y viceversa. A pesar de que estaba tan
sobria como un juez, me sentía borracha por el tacto de Jared. Por supuesto él
pensó que era divertidísimo y estaba bastante complacido con él mismo. Así que lo
mordí.
—Me gustaría retirarme y pasar más tiempo con la gente a la que quiero.
—Te refieres a Lucy ¿No es así? —Me gustaba la morena. Lucy era una de
las humanas de la isla y también era uno de los recipientes de Antonio- un humano
que lo alimentaba a él y solo a él. Había notado que Antonio había despedido él
mismo a sus consortes y recipientes hasta que ahora era solo Lucy.
—En mis primeros años, era ambicioso como Jared —me dijo Antonio—. Y
peleé duro por esta posición. Entonces puse todo lo que tenía en ella, negándome
muchas de mis propias necesidades. Al principio evadí relaciones porque no estaba
listo para dividir mi tiempo y atención. Después de eso, porque parecía que estaba
rodeado por personas que no estaban atraídas por mí, sino por la idea de estar con
el Gran Maestro.
—Tal vez. No es por lo que te ofrecí una posición como comandante, Sam.
Estas aquí porque te lo mereces. Pero debo confesar que tenía la esperanza de que
si los forzaba a trabajar juntos a ti y a Jared, crecerían juntos. Tú parecías ser
exactamente lo que él necesitaba, como él parecía ser lo que necesitabas tú. Y tenía
razón ¿No es así?
—Astuto. —Jared corrió una mano por su cabello—. Nada de esto quiere
decir que tengas que renunciar.
— No, pero lo deseo. Como ya dije, estoy cansado. Deseo retirarme, para ya
no tener que preocuparme de las vidas de otros y en cambio concentrarme en la
mía. ¿Alguno tiene idea desde hace cuánto tiempo no veo el mundo? Siendo quien
soy, mi vida siempre está en riesgo, y tengo que permanecer en la isla. Ya no quiero
eso por más tiempo, y no lo quiero para Lucy. Ustedes dos son capaces de
gobernar. La comunidad los ha aceptado totalmente, confían en sus habilidades
para guiarlos y protegerlos. La pregunta es… ¿están preparados para asumir la
responsabilidad?
—No me agrada que te jubiles —le dijo Antonio—. Creo que eres
totalmente capaz de gobernar por un buen tiempo, y no puedo imaginarme que no
seas el Gran Maestro. Pero… me comprometí en ser tu Heir, sabiendo que esto
pasaría eventualmente. Si esto es realmente lo que quieres, te apoyo. —Él tomo mi
mano—. Te apoyamos.
Asentí.
—Seguro.
—Sera un honor.
—Sebastián les servirá como su buscador. Él será tan leal a ustedes como
lo ha sido a mí. Y no se olviden de nombrar a su propio Heir en algún momento. No
tiene que ser inmediatamente, pero tendrás que elegir uno eventualmente. Y elegir
sabiamente.
—Tú puedes gobernar. Puedes hacer lo que sea. —Me dio un ligero y
suave beso y deslizó sus manos dentro de mi cabello—. Si necesitas más tiempo,
solo dilo y hablaré con Antonio sobre eso. Él entenderá. Esto no es mostrar
debilidad. Demuestras que te estás tomando esto tan en serio como deberías.
—No puedo pedirle a Antonio que espera más tiempo para retirarse. No
después de ver lo cansado está de todo esto. Ha estado en esta isla por demasiado
tiempo. —Todo Gran Maestro que había sido nombrado permanecía escondido
para estar a salvo de cualquier intento de asesinato—. Se merece tener su propia
vida. No ha tenido una por largo tiempo ¿no es así?
— ¿Dilo de nuevo?
Su mirada ardía con tal posesividad que hizo rodar mis ojos. Sonriendo,
me dirigió una mirada aguda.
—Hey, no creas que no he visto tu reacción cuando otras hembras pululan
a mí alrededor. Realmente creí que ibas a ahogar a Joy en la piscina esa vez. Es una
pena que no lo hicieras.
Lo que más me molestaba de las payasadas de Joy era saber que ella una
vez había sido su consorte; que lo había tocado, que lo había tenido dentro de ella.
Lo odiaba. Ella lo sabía y yo lo odiaba, aunque eso le diese a ella algún tipo de
poder. Pero era verdaderamente difícil odiarla, ya que honestamente ella era
patéticamente triste. Era imposible no sentir más que lastima por la chica que no
tenía nada de auto respeto.
—Es solo que no esperaba esto tan pronto. Es la conmoción, eso es todo.
—De verdad no creo poder hacer eso. Por una parte, me volveré loca -o al
menos más loca de lo que estoy ya. Pero por otra parte, me gusta la vida que
tenemos ahora. Me gusta ser una comandante, ir asignaciones, proteger a las
personas, y sacarle la mierda a golpes a los idiotas.
Él rio.
—Si... Extrañare eso también. Así que tal vez podríamos hacer algunos
cambios.
—Más tarde. Ahora voy a follarte hasta que no haya otro pensamiento en
tu cabeza que no sea cuan duro te quieres correr.
Sonaba divertido.
— ¡Oh por Dios, se siente como si hubiesen sido años desde la última vez
que te vi! ¿Cómo te va? A mí me va bastante bien. ¡Te ves absolutamente fabulosa!
Escuché por la vía vampírica que uno de tus regalos de Vinculación fue el encanto
de los Kejas. En mi opinión, no la necesitabas, pero debe ser lindo tenerlo. ¡Oh y
amo el tinte mercurio en tus iris! Lamento haberme perdido tu Vinculación. Mi
hermano te explicará por qué.
—Estoy genial, gracias. —Me volví hacia Jared, quien claramente está
conteniendo la risa—. Jared, esta es Ava Sanchez. Ava este es mi pareja de vida,
Jared Michaels.
Como esperaba, Ava tuvo la misma respuesta que cada hembra tenía: tenía
la boca abierta y los ojos bien abiertos. Realmente no podía culparla. Él tenía unos
ojos seductores que exigían total atención, prácticamente te tomaban como rehén.
Era imposible no preguntarse cómo se sentiría pasar los dedos por su corto y
desaliñado cabello castaño, o rozar tus manos sobre su alto y perfectamente
esculpido cuerpo.
Mientras los pitbulls; Aquiles y Nero, corrían hacia mí, les di un rápido
golpecito antes de encontrar mi mirada con el sonriente macho de pelo oscuro
sentado junto a Sebastian.
—Ahora, eso no es muy amable —dijo divertido. Él tipo no era malo como
lo eran algunos vampiros. De hecho, era relativamente decente y extremadamente
protector con su hermana, Ava. Él en realidad me había ayudado en varias
ocasiones en el pasado cuando vivía en Londres. Pero también era un sarcástico
que vivía para fastidiar a la gente. Podía ser realmente encantador, como descubrí
la primera noche que lo conocí aun siendo humana. Cuando su expresión se tornó
nostálgica, tuve la sensación que también la estaba recordando.
Define “exactamente”
Más tarde te daré la versión larga. La versión corta es que una vez él me
beso y bebió de mí. Sentí los celos y la furia aumentando en Jared, lo que era
totalmente comprensible dado que beber sangre era un acto íntimo y sexual para
los vampiros.
— ¿Por qué no nos sentamos? —sugirió Antonio con una sonrisa y mirada
cálida.
Habiendo intercambiado saludos con él, Sebastian, Luther y los guardias,
Jared y yo nos sentamos frente a los dos Sventé. Jared colocó un brazo
posesivamente en el respaldo de mi silla, mirando fijamente a Cristiano. Cada
musculo del cuerpo de Jared estaban tensos listos para golpear. No queriendo que
estuviera tan tenso, le di un golpecito en el muslo. No pareció ayudar. Me acarició
brevemente la nuca, pero no reaccionó de otra manera.
—No fue por falta de respeto. Otros dos vampiros querían la posición de
líder. Se celebró una votación y finalmente me proclamaron líder, pero aun así
había algunos que estaban molestos por ello. Sabía que si dejaba el nido antes de
que mi posición se estableciera, uno de ellos podía robarla mientras estaba fuera.
—Si no paras de mirar a Sam de esa manera, te sacaré las entrañas aquí
mismo y lo disfrutaré verdaderamente.
Fruncí el ceño.
— ¿Nuestra ayuda?
Todos los vampiros tienen un vínculo con sus creadores, aunque no era
tan fuerte como el lazo de la Vinculación con otro vampiro.
Fruncí el ceño.
— ¿Difuso?
— Yo tal vez no te agrade, Sam. Pero no olvidemos que salvé tú vida. Y que
cuidé de ti mientras estabas con Víctor.
Jared mi miró.
— ¿Eso es cierto?
—Si tú salvaste la vida de Sam, entonces estoy agradecido por ello. Así que
te escoltaremos al territorio de Quentin y aseguraremos tú protección. Pero tienes
que entender una cosa: incluso si la ayudaste o no, si continuas mirándola y
sonriéndole, te voy a asesinar y me importara un carajo.
Ella era realmente dulce. Tuve que preguntarme como era siquiera posible
que ella y Cristiano fueran parientes.
—Ahora que estamos solos, puedes decirme cual es el asunto con ese tipo,
Cristiano.
—Todavía era humana cuando conocí a Cristiano. Fue hace tiempo cuando
aún iba a la universidad. Mis amigos y yo a menudo salíamos al bar local para
estudiantes. Los vampiros aman los bares de estudiantes, ya que la mayoría de los
estudiantes están ansiosos por divertirse, emborracharse y no se preocupan por
las lagunas mentales- todo parte de la experiencia ¿Cierto? Así que si se levantan
un poco débiles y con el vago recuerdo de destellantes iris y colmillos,
simplemente van a culpar al alcohol o a pensar simplemente que sus tragos
estaban alteradas, al igual que yo.
—Sigue.
—Lo hizo. Así como también Ava. Ya sabes que me escapé de Víctor un par
de veces. Ellos jugaron un papel ayudándome. Por supuesto, cada vez que fui
cazada y llevada de vuelta al nido, Víctor estaba bastante enojado. La última vez
que lo hice, por poco me mata. Pero Cristiano logroó calmarlo y le insistió de que
yo era más útil para el nido si Víctor seguía el plan original y me permitía continuar
con vida y servirle.
—Lo que no entiendo es porque Cristiano hizo todo eso. Quiero decir, él no
me parece del tipo galante.
— ¿Quieres decir que bebió de ti, más de una vez? —preguntó Jared a
través de sus dientes apretados, poniendo una mano en el mostrado a cada lado de
mí, acorralándome —. No es que pueda culparlo. Sabes jodidamente delicioso —
Deliberadamente lamió mi cuello—. Pero lo odio por hacerlo. Lo odio por tocarte. Y
lo odio por besar esta boca que amo. Cada pulgada de ti me pertenece.
Y esas palabras eran lo más cercano a lo romántico que llegaría Jared. Pero
no me importaba que fuera raro emocionalmente o que le fuera difícil decir lo que
sentía. Él había dejado claro que se preocupaba por mí de otras maneras; me
protegía con una ferocidad que no pensaba que fuera posible, podría matar y morir
por mí sin vacilar. Cuando su atención estaba enfocada en mí, era tan intenso que
era intoxicante y desorientador al mismo tiempo. Era difícil entender que yo
realmente significara tanto para alguien.
—Entonces, supongo que tendré que reclamarlo de nuevo más tarde para
que recuerdes a quien perteneces exactamente.
Jared
Intercambié una mirada con Sam mientras estábamos a solo cien yardas
de distancia de las cuevas del nido dónde vivía Quentin Foy y la mayor parte de sus
residentes, y supe que ella estaba pensando exactamente lo mismo que yo: ¿Qué
mierda?
Viendo que Sam estaba frotando el tatuaje celta que rodeaba la base de su
tercer dedo, sonreí. Era algo que hacía a menudo cuando estaba confundida o
ansiosa, como si el nudo brail le diera fuerzas.
Varias veces desde que regresamos de nuestra “luna de miel”, me habían
preguntado cómo era mi vida como un hombre vinculado. A lo largo de los años,
había oído decir a algunos que estar atado podía hacer sentir a una persona
atrapada. En aquel entonces, supuse que eso era natural, considerando que no
había divorcio, o una cláusula de retiro. Pero estar atado a Sam no me hacía sentir
atrapado o restringido. En su lugar, me sentía centrado, más relajado. Incluso me
sentí fortalecido, lo cual era irónico dado que ella era mi debilidad. El poder de
todo eso no era espantoso, era energizante. Significaba que ella era mía, que ella
siempre sería mía, y que estaba conectado con ella de una manera que nadie más
podría estarlo. Ese conocimiento era como un ancla. Y sí, era lo suficientemente
posesivo como para sentir en los huesos una autosatisfacción sobre eso.
Cristiano, quien había estado muy pegado a Sam para mi gusto, también
notó que ella estaba acariciando el nudo y frunció el ceño.
— ¿Qué es eso?
—Aw, eso es tan romántico. —Ella me miró, sus ojos se encendieron con
interés—. ¿Tú también tienes uno?
—El diseño en tu nudo coincide con el de Sam —se dio cuenta Ava.
—Ah, ¿Qué tan dulce y romántico es eso? Yo quiero uno. ¿Pero cómo
funciona? Pensé que la piel del vampiro sanaba demasiado rápido para poder
hacernos un tatuaje.
—Me tolera, pero eso mucho decir —gruñí. Había dejado de sisearme
cuando tocaba a Sam, lo cual era un progreso. Pero él siempre parecía usar esa
mirada de advertencia “te estoy observando” Era extraño y malditamente molesto.
—También quiero uno de esos. ¿Crees que puedo tener uno?—De pie
detrás de Ava, Salem le suspiró. —¿No deberías estar en la parte trasera? —Su
tono vibraba con impaciencia.
— ¿Por qué?
—No tienes que preocuparte por Ava, Salem. —Sam le sonrió—. No dejes
que esa delgada figura e inocente rostro te confunda. Ella puede cuidarse por sí
misma. No todos los vampiros Sventé tienen dones defensivos, ¿recuerdas?
—Cállate.
La voz de Sam voló a través de mi mente como una cálida brisa. Bueno,
quería algo que mantuviera mi mente alejada de la Coronación. Parece que esto
sirve.
— ¿Que viste?
—Así que la gente está ahí dentro pero están ignorándonos. —Max hizo
una cara, claramente desconcertado—. Tienes razón; todo esto es muy raro.
Normalmente seria Max quien se quedara con Sam por la forma en que
Cristiano estaba haciendo. En el caso de Max, era simplemente para irritarme ya
que, afortunadamente para él, ya no la deseaba. Eso significaba que podía dejarlo
vivir, lo que era bueno para el equipo, porque el don de Max de causar parálisis
sensorial temporal lo convirtió en un miembro valioso.
—No pude entrar. La puerta está sellada tan apretadamente que no hay
grietas por las que pudiera pasar.
— ¿Puedes sentir a tus vampiros mejor ahora que están más cerca de
ellos?
—Tenemos que entrar por la fuerza —interrumpió Evan mirando hacia las
cuevas. Tenía la clara sensación de que él había insistido en venir para que pudiera
acelerar las cosas y distraerse de los pensamientos de Alora y de lo que hubiera
pasado entre ellos. O tal vez el problema era lo que no había sucedido entre ellos.
—No estoy a gusto con la idea de invadir su hogar, pero creo que Evan
tiene razón.
Sam asintió.
—No tenemos otra opción en este punto. —Se giró hacia el pesado y
musculoso Pagori que estaba atándose su cabello castaño a los hombros. Stuart
hizo lo mismo con su cabello rubio rizado—. Reuben, necesito que uses tu don en
Chico, David y Salem. —Con un simple toque en sus hombros, el poder de aumento
de Reuben hizo que aumentaran las espinas venenosas de Chico, aumentara el
boom psíquico de David y el puñetazo de Salem fuera fatal—. No se muevan
silenciosamente, denle un montón de advertencia de que nos estamos acercando a
las puertas para que no se alarmen. Si aun así no se abren, tendremos que entrar.
Hablaré con él. Bajé rápidamente solo para encontrarme con la entrada de
un tunel. Evan esperaba ahí impacientemente. Al menos no había seguido a solas.
Le sostuve la mirada.
—Evan, necesitas controlar tu mierda.
—Estoy bien.
—No tiene ningún sentido que no les importe. —Mientras cerraba sus
manos repetidamente, como si estuviera ansiosa por atacar una amenaza que no
podíamos ver, pequeñas gotas de energía azul plateada goteaban de sus dedos,
golpeando el aire como polvo de hada. Ahora que era una hibrido y mucho más
fuerte, no tenia ya que absorber la energía circundante; llegaba a ella, la llenaba,
esperando sus instrucciones. Unos destellos de un azul plateado jugaban
alrededor de la superficie de su cuerpo.
—Jesús —exclamó Chico, tosiendo junto con los otros—. ¿Qué es eso?
— ¿Crees que todos están heridos? Eso podría explicar porque nadie ha
venido. —
—Tenemos que irnos. Esto es más que raro ahora que hemos entrado en
un reino demasiado peligroso. Nos estamos colocando y a todos los demás en un
riesgo por quedarnos. —Esperaba un gruñido o un resoplido de ella pero asintió
con la cabeza.
No lo hizo.
No estaba seguro qué esperaba ver cuando esa persona finalmente rodeó
la esquina del cruce, pero no fue la vista que tenía ante mí. El vampiro sin camisa
estaban tan delgado, esquelético y demacrado que era repugnante. Sus brillantes
ojos rojos parecían haber sido aspirados hacia dentro y gran parte de su cabello se
había caído. Su tórax era visible, sus omoplatos salían y tenía un tex grisáceo y
traslucido. Básicamente se veía como un esqueleto con una capa de piel estirada
sobre él. Y solo había una cosa que podía hacer a un vampiro verse así.
Esto realmente no era bueno.
— ¿Estás bien?
Sam estaba atacando con sus bolas de energía, pernos de energía y rayos
de energía. Evan estaba congelando a cada vampiro que se le acercaba —no en
hielo, sino inmovilizándolos completamente para que no tuvieran flujo sanguíneo,
ni latido de corazón, ni respiración ni nada. Meros milisegundos después de que los
vampiros estuvieran congelados, explotaban en cenizas.
—Esto es una mierda — espetó. Una ráfaga de viento salió volando de sus
palmas, enviando a los vampiros a través del aire hasta que chocaron contra la
pared al final del túnel. Luego, aprovechó los elementos naturales y utilizó la tierra
para construir una pared para bloquear el túnel rápidamente.
—No los detendrá por mucho tiempo — advirtió. Tenía razón; Tan pronto
el túnel se cerró herméticamente, la pared empezó a ser derrumbada—. Rápido,
¡vamos, vamos, vamos!
Joder.
—Estoy bien.
—He dicho que estoy bien. Pero alguna de esta gente no lo está, así que
volvamos a The Hollow ahora.
Traducido por Pili, YoshiB
Sam
Nos encontramos con Antonio y Luther en un banco en el jardín botánico,
Jared y yo les dimos las noticias de todo lo que había ocurrido en el territorio de
Quentin. Sus miradas se volvieron ceñudas y se acentuaron a medida que les
contábamos la historia. Los guardias intercambiaban miradas de preocupación, e
incluso los perros se veían ansiosos como si la negatividad en el aire estuviese
afectándolos.
—Creo que alguien atrapó a todos los vampiros en los túneles y los
dejaron allí para morir de hambre —dijo Jared—. Pero ¿por qué? ¿Y quién haría
eso? No puede haber sido un intento de usurpar a Quentin o todos nosotros ya
habríamos oído acerca de su reemplazo. El chico alardearía y reclamaría su
posición como el nuevo Gran Maestro del territorio de Quentin.
Jared hizo un buen punto, pero había algo que me estaba molestando.
Ladeé la cabeza.
—Sí. —El codo de Jared me rozo ligeramente cuando cruzo sus brazos
sobre su pecho—. Sí, era como a pescado podrido.
Ambos nos tensamos cuando Antonio y Luther intercambiaron una mirada
frenética. Realmente palidecieron, lo que era extremadamente complicado de
hacer para los dos vampiros de piel extremadamente pálida.
— ¿Alguna vez has oído hablar de «La Llamada del Segador»? Es a menudo
abreviado como «La Llamada». —Cuando ambos, Jared y yo asentimos, Antonio
explicó—. Como saben, los vampiros son inmunes a las enfermedades. Pero como
con muchas especies, el vampirismo tiene un asesino natural diseñado para
controlar su número. A lo largo de la historia de la humanidad, siempre ha habido
enfermedades o virus que han hecho mucho daño a su raza. Cuando se encuentran
las curas para esos virus, otros se desarrollan después. Algunos teorizan que su
propósito es mantener la población humana bajo control, lo que tiene sentido. Es la
forma natural de las cosas, y lo mismo ocurre para los vampiros. Si no fuera así,
sobrepasaríamos en número a nuestras presas y moriríamos. «La Llamada» es
como un veneno sobrenatural que viaja como un insecto. Y es un asesino.
—Joder.
—Nada puede detener la Llamada del Segador. —La voz de Luther era
susceptible consigo misma—. Como su nombre indica, la muerte viene por ellos.
Con el tiempo, dejará de propagarse a través de la población de vampiros y
permanecerá latente durante otros pocos siglos.
—Está bien, ¿con quién hablamos? Tú debes conocer a alguien que estudie
esto.
— ¿Ahora qué?
Les ayudaremos de alguna manera, Jared. Otra vez, me ignoró. Pero tuve la
sensación de que él simplemente estaba demasiado atrapado por su propio pánico
para concentrarse en otra cosa.
Asentí.
—Tal vez no fue capaz de destruirlos él mismo. Sabes que resultaría difícil
matar a cualquier vampiro de “The Hollow”, no importa si han sido contaminados.
Antes de que él y Luther pudiesen alejarse, Jared levantó una mano para
que no se fueran.
—Me gustaría decir que sí, pero esto es algo que ha estado presente desde
hace mucho tiempo, Jared y nada nunca ha sido capaz de detenerlo. Si hay alguna
manera de combatirlo, me imagino que alguien lo hubiera descubierto ya.
—No si la única reacción al brote, lo que los vampiros siempre han hecho
es matar a quien se contamina y luego ocultarlo, ¿cierto?
—Tal vez —Fue todo lo que dijo Antonio, pero no había ninguna
esperanza en su voz—. Debo ponerme manos a la obra. —Antonio y Luther se
alejaron con los guardias y los perros, dejándonos solos a Jared y a mí.
Besé su garganta.
—Yo tampoco.
—Me tienes.
—Nada en este maldito mundo supera estar dentro de ti, sentirte, Sam.
Ninguna maldita cosa.
—Pero lo harás, cariño, porque no voy a dejar este cuerpo aun. —Redujo
sus movimientos hasta que cada empujón era delicioso pero terriblemente lento.
Curvando mis caderas, él fue aún más profundo con cada alargado empuje. Mis
parpados se cerraron con la felicidad de todo
Pero lo ignoré. En serio, ¿Cuál era el punto de obligar a abrir los ojos
cuando se cerraron de nuevo de todos modos? Hubo un zumbido de movimiento y
de repente estaba inclinada en el brazo del sofá y una mano cayó duro en mi culo.
Mire atrás hacia él, boquiabierta.
—De verdad que este es el trasero más perfecto, cariño —Alisó sus manos
sobre él antes de tomarlos posesivamente—. Aun mejor, es mío —luego estaba
adentrándose duro, profundo y rápido. Mi clímax pronto volvió a erguirse en mi
interior, haciendo mis músculos internos palpitar alrededor de él. Esta vez, no
desaceleró. En lugar de eso, sus empujones se volvieron febriles.
Cuando su sonrisa vaciló, sabía que estaba pensando en Evan otra vez.
—Así que ¿cuáles son tus pensamientos sobre qué hacer a continuación?
—Sentí que Jared necesitaba dirigir este espectáculo, necesitaba sentirse tan en
control como fuera posible. Ofrecería mis sugerencias cuando fuera necesario, pero
le dejaría tomar la iniciativa.
—Pienso que necesitamos hablar con alguien que sepa sobre los virus. Sé,
sé que no es un virus pero es algo similar. Tal vez si sabemos más acerca de cómo
funcionan, como se desarrolla los antivirus, podríamos tener una idea de cuál es la
mejor manera de abordar esta situación.
Sí, eso había sido bastante malo. Mientras nos secábamos el uno al otro,
dije:
—Aun así, no sería justo para Ava dejar morir a su hermano simplemente
porque pensamos que es un idiota
—Me di cuenta que tenías razón acerca de ella- seguro que puede luchar.
¿Quién coño la entrenó? ¿Jackie Chan?
—Entonces ¿todo lo que tiene que hacer para aprender combate es ver
como otras personas pelean y poner algunas películas de Kung Fu? Un don genial.
¿Notaste a Salem…? —Se cortó al oír un fuerte golpe en la puerta—. Podría ser
alguien con noticias sobre Evan.
—Luv, estoy tan contento de que estés bien. Estaba con Antonio cuando
informó al escuadro de La Llamada del Segador. Juro que mi corazón saltó al
menos cuatro veces. —Como yo, Fletcher era británico, y le amaba cada pedazo.
Pero también era una sangrienta reina del drama- incluso Norm estuvo de acuerdo
en eso. Se dirigió a ambos; a Jared y a mí cuando añadió—: Deben ser una bolsa de
nervios en este momento. Sé yo lo soy. Pobre Evan. Y los otros por supuesto, pero
Evan… Siempre he tenido un punto débil por él. Sin dudas tienes un plan de acción.
Estoy ansioso por escucharlo.
Se estrujó a si mismo entre David y Damien en el sofá. Ruben se había
sentado en un brazo del sofá mientras Chico se había sentado en el brazo en el que
Jared me había doblado hacía no mucho tiempo. Tuve que luchar contra una
sonrisa, y vi que Jared estaba haciendo lo mismo.
—No, pero sigue la misma lógica que uno. Esperamos poder aprender algo
de un científico quien se especialice en virus.
—¿Y si no lo hacemos?
Cuando Jared abrió su boca- lo más probable para oponerse, al igual que
Salem parecía listo para hacerlo. Ava rápidamente habló:
Incline mi cabeza.
—Sin embargo, la parte del secuestro puede ser opcional. Digo que le
preguntemos a Antonio si podemos participar en la teleconferencia. —
Ridículamente, todos parecían decepcionados porque nadie sería secuestrado.
Irreal.
Traducido por lili-ana
Sam
Antonio tardó un poco en terminar la teleconferencia. Una vez que
terminó, le pidió a Bran que permaneciera en la línea y luego nos invitó a Jared y a
mí a sentarnos a su lado frente a uno de los televisores. Afortunadamente, Bran
nos concedió algo de tiempo con su heredero, y pronto estábamos mirando el
sorprendentemente atractivo rostro de Harry Covington. Había estado esperando
alguien mucho mayor. Harry no podía tener más de veinticinco años cuando se
convirtió.
Sin duda, eso no tenía sentido para mí. La ciencia nunca había sido mi
punto fuerte.
—Continua.
—No.
—Bueno…
—¿Qué?
—Hay alguien que podría ser capaz de ayudar a tus vampiros. Ella no sería
capaz de inventar algún tipo de contra agente, pero es posible que pueda ayudar a
la contaminación.
Bien. Llámame extraña, pero encontré ese tipo de don intrigante. Era casi
un don como el karma, y yo era una gran creyente del ojo por ojo.
—Sí, puede tomar la lesión o dolor, pero debe tener a alguien a quien
dárselo. Sin eso, el daño casi instantáneamente regresa a la persona del que
procede. Imagino que funcionaría con vampiros contaminados. Pero no puedo
estar seguro.
— ¿Dónde la encontramos?
—Esa es la parte difícil. Nadie sabe dónde está Paige. —Bueno, mierda.
— ¿Quién es su creador?
—Eso está bien. —Sonrió Jared, luciendo un poco de maldad, pera ser
honesta—. Yo tampoco.
Jared asintió.
—Sí, gracias.
—Tiene que hacerlo —dijo Jared—. Solo hay tres personas en este mundo
que me importan; Sam, Evan y tú. Me niego absolutamente a perder ninguno de
ustedes.
Mi pecho estaba literalmente dolorido con los ecos de su dolor que corrían
a través de mí. Me incliné contra él, deseando poder ayudar y odiándome por no
poder. Su brazo se cerró alrededor de mí, manteniéndome allí. Quería asegurarle
que no perdería a ninguna de nosotros, que encontraríamos alguna forma de
ayudar a Evan. Pero nunca habíamos estado en contra de algo como esto antes.
Desde que nos conocimos, Jared y yo hemos tenido nuestra parte justa de pruebas
y tratar con algunos escenarios realmente extraños, pero nada como esto. ¿Cómo
ibas a pelear contra algo que no podía ver, que no tenía propiedades físicas y no
había contra-agente?
Esperaba que no, o significaba que las respuestas habían muerto con él. Si
había más vampiros contaminados por allí, era importante encontrarlos y
contenerlos. Hubo un breve golpe, y luego Luther entró a la habitación.
Antonio los cubrió con nuestra conversación con Harry Covington. Luther
parecía ligeramente optimista al final de la misma.
—Por favor, no hables en acertijos —le rogué. Tenía un hábito de ser muy
vago con sus advertencias, y me volvía loca. Luther inhaló profundamente.
—Ellos vendrán por ella. Paige West, ellos vendrán por ella.
—Ojala pudiera. Pero como todos saben, a veces una visión puede ser sólo
un sentimiento, un conocimiento. Podía sentir el peso de una dolorosa y aterradora
decisión sobre ti, una decisión que afecta a muchos, que tu seguridad descansa en
ella.
—Entonces ¿estás diciendo que si traemos a Paige West aquí, hay una
clara posibilidad que las cosas se vayan a la mierda y Sam pueda salir dañada?
—Sí.
Sebastian suspiró.
Jared soltó tal palabrota que hizo que todos abrieran los ojos y cayó de
nuevo en su asiento, enterrando el rostro entre sus manos. Había tantas emociones
parpadeando a través de él tan rápidamente que ni siquiera podía identificar lo
que eran.
—Les daremos a ambos un tiempo a solas. —Con eso, Antonio sacó a los
demás de la habitación.
—Pero…
—Te amo por preocuparte tanto, Jared, de verdad. Pero estamos hablando
de Evan, Max y Stuart.
Él sonrió un poco.
—Está bien, veamos esto de esta manera. Todo lo que Luther dijo fue “Yo
haciendo frente a una decisión” cosa que podría suceder, no que definitivamente
vaya a pasar.
Me lanzó una mirada de “Oh por amor de dios”. Por supuesto que lo hizo.
Me estaba agarrando un clavo ardiendo, y ambos lo sabíamos.
—Su visión significa nos ha dado una advertencia. Significa que sabemos
que necesitamos ser más vigilantes y cuidadosos de lo habitual. Eso nos pone un
paso adelante.
—No te me irás por las ramas, Sam. Esta vez no conseguirás salirte con las
tuya.
— ¿Qué tal si conseguimos a otras personas para que rastreen a Paige por
nosotros? —Tal vez si estaba de acuerdo en sentarme al fondo, calmaría sus
nervios.
Resopló.
—Buen intento, pero no hará ninguna diferencia, y lo sabes. Luther dijo
que el hecho de que Paige West viniese aquí será el catalizador. No importará
quien la traiga.
Cerré la distancia que había creado entre nosotros e hice un puño con su
camiseta dentro de mi mano. Mantuve el tono suave, sensible, seductor.
—Al menos acepta que Sebastian la rastree. ¿Qué daño podría hacer eso?
—Está bien. Pero no estoy de acuerdo con que venga aquí. —Tan
sangrientamente testarudo. Quería discutir más el asunto, pero sabía que él no se
iba a mover. Ahora no. Tal vez si dentro de algunas semanas no encontrábamos
otra posible forma de ayudar a Evan, Max y Stuart, quizás Jared se arrepentiría.
Sólo tenía que esperar que encontráramos una alternativa a la implicación de Paige
West. Si no, era muy posible que estuviéramos todos jodidos.
Jared
Cuando salí con Sam para ver a los chicos en la celda de contención, no
esperaba encontrarlos jugando póquer, actuando como si nada estuviera mal. Pero
tal vez era como estaban haciendo frente a la situación. Al ver a Sam y a mí de pie
al otro lado del cristal, todos detuvieron su juego y se acercaron. Parecían
completamente normales, saludables. Me podría haber preguntado si habían sido
inmunes a La Llamada si no fuera por el hecho que sus marcas de mordedura
estaban supurando en lugar de sanar. Pronto, sus síntomas empezarían y estaría
mirando el esqueleto de tres vampiros si no encontrábamos algunas respuestas.
—No creo que tengas nada bueno para decirnos. —Max no parecía
optimista. Ni Evan o Stuart.
Satisfecho, continué:
Mi expresión se endureció.
—Si esperan que nos quedemos sentados sobre nuestros culos y dejarlo
así, más vale que lo vuelvan a pensar.
—No debería haberte permitido venir con nosotros. Sabía que tu cabeza
no estaba en un buen lugar, que serías imprudente, pero te dejé ir de todos modos.
—No podrías haber sabido lo que nos esperaba allí abajo. Si alguien tiene
la culpa que yo esté contaminado, soy yo. No te escuché en esos túneles. Me lancé a
una situación peligrosa, e incluso me puse a la cabeza. Me dijiste que me alejara de
ese vampiro, me advertiste qué me atacaría, pero te ignoré.
—¿Quieres que nos pongamos en contacto con Alora sobre lo que está
pasando? —pregunto Sam con cuidado.
—No.
—Si aparece en The Hollow, no la dejes bajar aquí. —La voz de Evan fue
áspera—. Bajo ningún motivo.
—Lo prometo.
Evan miro a Sam entonces, con unas expectantes cejas arqueadas. Después
de una breve vacilación, ella habló.
—Lo prometo.
Satisfecho, Evan sonrió ligeramente.
Sam
Frustrada, lancé de un golpe el grueso libro en el escritorio de mi oficina.
Desde su asiento en su propio escritorio, Jared arqueó una ceja burlona, sonriendo
con sorpresa. Solo sacudí mi cabeza. Su sonrisa se amplió pero no dijo nada y
regreso a… bueno, lo que sea que estaba leyendo.
Además, no había rastro de Quentin Foy por ningún lado, así que no
estábamos ni cerca de descubrir si había más vampiros contaminados sueltos o no.
Otro equipo en la legión había buscado las fronteras de los túneles de Quentin y
también las ciudades más cercanas, pero ningún vampiro contaminado había sido
encontrado.
Miré hacia Jared y vi que seguía leyendo. Pensarías que estaría tan enojado
como yo, dada la condición de su hermano. Pero no. En los últimos cinco días, Jared
había sido nada más que positivo y optimista. Tal vez rehusarse a aceptar la
posibilidad de que Evan podía morir era su forma de enfrentarlo, de lidiar con ello,
y evitar romperse en pedazos.
Con un gruñido, dejé que mi cabeza cayera encima del escritorio. Mi frente
encontró el roble con un golpe sordo. Auch.
—Estoy ocupada.
Se rio.
— ¿Qué quieres?
—Sostenerte. Te extraño.
Me dio una mirada significativa que interpreté con facilidad. Era justo
decir que yo había estado irritable e impaciente con todos, incluso con él, en los
últimos días. En lugar de tomar la ruta de enfrentemos-esto-juntos y permitirnos
ser la fuerza del otro, me había apartado emocionalmente. Estaba en mi naturaleza
lidiar con las cosas a solas, desaparecer en mi propia cabeza mientras trabajaba en
ello. Era una “pensadora”, siempre había dicho mi padre. Medía silenciosamente
las cosas, exploraba la cuestión en mi mente, en lugar de confiar en alguien. Era
algo bueno en realidad, dado que mis padres no habían estado exactamente
interesados en nada de lo que yo estaba pensando o sintiendo. Mi concepción había
sido un accidente, uno malo, y nunca permitieron que lo olvidara.
—No tienes que pasar por la esta mierda sola, Sam. Ya no. Yo estoy aquí.
—Y ella te ha extrañado.
—Esa una cosa extremadamente buena porque planeo… —Se detuvo ante
un golpe en la puerta—. ¿Sí?
—Antonio está aquí para verte —anunció Fletcher. Había una nota rara en
su voz que me hizo fruncir el ceño.
—Déjalo entrar.
No había conocido a vampiros que hubiesen sido creados por Antonio, así
que inmediatamente estuve curiosa por él. El impecable Collins era de talla
promedio, tenía cabello corto marrón pálido, ojos vigilantes, y se veía como si se
sintiera como en casa al estar en una oficina. Y no me gustaba. Era una sensación
inmediata que no podía explicar. Cada instinto que tenía no le gustaba para nada
este chico. Su mirada recorrió tanto Jared y como a mí, estudiándonos. Algo para
nada santo-como-ángelito brillaba en esos ojos mientras se enfocaba en Jared.
Um…síp. Sonaba disgustado de admitirlo. Fue solo esa vez y nada más que
un polvo rápido. De hecho, estaba ebrio esa noche. Recuerda, cariño, siempre fue al
Heir lo que querían.
—No puedo decir lo mismo sobre ti, Collins. Es raro que nunca haya
escuchado sobre el primer nacido de Antonio. De hecho, en todo el tiempo que he
estado aquí, nunca has venido de visita. Ni siquiera a la ceremonia de Vinculación.
Collins se sonrojó.
—Creo que es momento que les digas por qué están aquí tú y Eloise. —
Algo en su tono hizo que los vellos en la parte posterior de mi cuello se elevaran.
— ¿Quejas?
—Y una mierda.
—Me doy cuenta que esto debe ser difícil para ti, Comandante Parker. Pero
este miembro en particular nombró un número de preocupaciones serias. No
sentía que podía ir a Antonio por este hecho ya que temían que él no fuera
imparcial, al tenerte afecto, como se ve claramente.
Jared se erizó.
—Por el contrario, hablo muy en serio, Comandante Michaels. Así que esta
es la cuestión… no es solo una queja, es toda una lista completa.
Oh, era una “lista”, muy bien: era una lista de cosas que habían sido
retorcidas para que sonasen oscuras y crueles. Sí, hacía trabajar duro al equipo,
pero no los hacía trabajar más duro o por más tiempo que otros comandantes
exigían a sus propios equipos. Era verdad que a veces le hacía daño al equipo
durante entrenamiento, pero solo como parte de ayudarles a desarrollar mejores
reflejos. Además, cuando estás entrenando con gente que tiene tales dones
violentos, habría algo de dolor, ya fuese que les gustara o no.
También era cierto que les había llevado hacia muchas tareas peligrosas,
pero eso era porque Antonio usualmente escogía que lidiáramos con ellas. Sí, había
matado durante las tareas, pero nunca había matado a un inocente. También era
correcto que habíamos ayudado a Jude a vengar lo que le había sucedido, pero eso
solo había sido en cuanto a permitirle que viniera con nosotros mientras lidiamos
con la cuestión—hubiésemos destrozado esa operación criminal en cualquier caso.
Y sí, había absorbido la energía de cada miembro del equipo una u otra vez para
usar sus dones, pero solo había sido durante el entrenamiento para así poder
ayudarlos a aprender a usar mejor y controlar esos dones.
Aun así, todas esas cosas habían sido retorcidas de tal manera para
hacerme sonar como una explotadora y cruel. Lo que me molestaba era que quien
sea que había hecho esas supuestas “quejas” tenía que tener un conocimiento
interior de cómo trabajaba para tener el conocimiento y poder retorcerlos. A parte
de Evan, Antonio, Sebastian o Luther, nunca había dejado que nadie observara las
sesiones de entrenamiento. A las únicas personas fuera del equipo que había
llevado a las tareas habían sido Jude, Ava y Cristiano. Ninguno de ellos tendría
alguna razón para hacer esto. Pero no creía ni por un segundo que cualquier
miembro de mi equipo tuviera algo que ver con todo esto.
Sonreí.
—Si estás hablando sobre la mujer que me Convirtió y vino aquí con su
consorte, ellos casi matan a Sam —dijo Jared, con un tono de voz oscuro y
amenazador, vibrando con apenas rabia controlada—. Nadie iba a dejarlos irse
vivos de aquí.
Collins enderezó su corbata.
—Solo pensarán que debe ser alguien más. Sin duda no van a gritar,
«¡Mierda, es un vampiro!». —Y dudo mucho que mi madre se moleste en llenar un
reporte sobre mí, me dijo. Ella solo se ha preocupado por Evan.
— ¡No pueden hacer esto! ¡No tienen la autoridad de hacer esta mierda!
Encogí un hombro.
—No vamos a hablar con ninguno de ustedes. —Salem se volteó hacia mí,
haciendo un gesto hacia los recién llegados—. Entrenadora, ¿qué diablos está
sucediendo?
—Oh, profundice Sr. Collins —dije con una sonrisa. No había forma de que
fuera a dar las explicaciones por él.
Harvey sacudió su cabeza enojado, lanzando una mano a través del aire.
—Así fue —dijo Collins, con temblor en su voz—. Las quejas desean
permanecer en anonimato, así que no revelaré su nombre.
Butch bufó.
Collins lamió sus labios con nerviosismo. ¿Quién no estaría nervioso sobre
tener un conjunto de poderosos y enojados vampiros rodeándote?
—No formaré parte de esto —declaró Denny, con una mirada rebelde.
—No tenemos nada que esconder, ¿verdad? —No era una pregunta, era
una afirmación confiada—. Obviamente hay alguna clase de malentendido.
Mientras más pronto lo aclaremos, mejor. Tenemos cosas más importantes por las
que preocuparnos ahora mismo.
—Bien. —Apuntó con dureza hacia Collins—. Pero luego te alejas como el
infierno de mí, joder. ¿Lo entiendes?
Aún nervioso, Collins hizo un gesto hacia Eloise, quien le dio una sonrisa
secreta a Jared mientras pasaba a su lado.
—Si pueden seguir a Eloise, ella los llevará a la mansión donde haremos…
genial, gracias. —Gruñendo y refunfuñando, cada uno de ellos prácticamente
caminó a zancadas tras de ella. Viendo que Ava, Cristiano y Jude…quienes estaban
claramente y seriamente enojados…no se habían movido, Collins se volvió hacia
ellos—: Lo siento, ¿ustedes son miembros de la…? —Dejó que la oración se
detuviera cuando Salem llegó a la espalda de Ava y bajó la mirada hacia Collins. El
chico tragó con fuerza y forzó una sonrisa, retrocediendo un paso.
—Sé buena —le dijo él a ella bruscamente antes de unirse al resto del
equipo.
—Yo también iré. —Se veía tan preocupado como yo de que el equipo
estuviera a solas con el Imbécil Número Uno y la Imbécil Número Dos.
—De hecho, voy a necesitar tiempo a solas con ellos. Pueden sentirse
presionados o intimados si tú estás cerca. —Su tono era plácido pero sus ojos
fríos—. ¿No tienes problema con eso, verdad Gerald?
Le di una sonrisa triste al chico que decía, “Oh, realmente no quieres jugar
así con Jared”. Mi pareja había sido criado por alguien a quién le gustaba jugar
juegos mentales, lo que significaba tres cosas. Una, Jared podía ver esos juegos a
una milla de distancia. Dos, tenía absolutamente ninguna tolerancia por ellos. Y
tres, sabía exactamente cómo lidiar con la gente que jugaba.
Suspiré.
—Como pareja del Heir, Sam siempre tendrá enemigos. Si esta gente no
puede hacerle daño físicamente, lo harán de otras formas.
Eso hubiese pasado en cualquier caso. Tenía un talento para ofender las
personas.
—Estoy bastante segura que la respuesta es no, pero tengo que preguntar
si hay alguna oportunidad de que termines esta mierda.
—Lo siento Sam pero para que el Prelature sea imparcial, tiene que ser
inmune a toda autoridad. Uno de mis predecesores una vez intentó retarlo, y no
terminó bien. Si interfiriera, se vería mal por ti…como si no creyeras que su
decisión limpiará tu nombre. Sin duda Fredrick lo verá así.
—No es por ser una perra Antonio…pero, ¿qué te poseyó para escogerlo
como tu primer nacido?
—Lo Convertí hace siglos atrás, cuando vino a mí con evidencia de no solo
la existencia de vampiros, sino de que yo era uno. En ese entonces, la gente
sospechaba más y usualmente estacaba sin miramientos a humanos inocentes que
simplemente estaban enfermos. Collins prometió mantener la información si lo
Convertía. No era una mala persona…solo muy equivocado, muy infeliz porque no
sentía que encajaba entre su propia gente. Yo me había sentido igual durante mi
vida humana. Realmente creía que convertirme en vampiro me ayudaría como
persona.
— ¿Se inventaría algo como esto por celos? Quiero decir, ¿intentaría llegar
a mí al usar a Sam porque tengo la posición que él quiere?
—Claro que lo sé. Pero eso no significa que todo esto no me moleste. —
Considerando que pronto estaría liderando a toda la clase de vampiros junto a
Jared, perdería la posición de comandante de todos modos. Pero el punto en juego
era que si el reporte de Collins recomendaba que yo fuera eliminada de mi
posición, ya no tendría el apoyo del Prelature. Sin eso, ningún Prelate estaría
dispuesto a hacer la Coronación. Como tal, no habría ningún ascenso. En adición, la
gente tendría dudas de mí una vez más si el Prelature dictaba que yo no encajaba
lo suficiente para liderar mi equipo y que los explotaba.
Si Antonio hubiera anunciado su decisión de hacerse a un lado, podría
estarme preguntando si esta “queja” era la forma de alguien de asegurarse que yo
no tomara su lugar. Pero solo un grupo de personas sabía de la intención de
Antonio. Además, se creía que yo tenía el soporte y aceptación de la raza vampírica,
de todos modos.
—Como dijo Antonio, tienes enemigos; gente que está celosa de lo que
tienes y lo poderosa que eres.
—Es una perra, cariño, lo sé. Pero no estoy seguro si ella iría tan lejos para
hacerte enojar. Para ser honesto, no creo que su imaginación sea lo
suficientemente buena para salir con algo como esto.
Punto válido.
—Pero tiene que ser alguien de The Hollow…alguien que sabe cómo
trabajo. Joy es lo suficientemente metiche para hacer algo de espionaje.
—Odio esto.
Besó mi frente, su toque fue sabe a pesar del enojo que ocasionalmente
sobresalía a la superficie.
Bufé.
—Aún sigo trabajando en las reglas, pero tengo algunas. Estoy pensando
que todo el asunto del consorte debería ser eliminada de The Hollow.
—Suena justo.
Se encogió de hombros.
—Eso no quiere decir que vaya a obligar a todos los vampiros que
actualmente son consortes a dejar The Hollow, pero tendrán que encontrar otra
forma de encajar.
—Eso es justo.
—Joy sabe cómo te ves desnudo y también Eloise, así que yo diría que soy
yo la que consigue la peor parte del asunto.
Me giró así de forma que estuve frente suyo y luego me aplastó contra él.
Jared
Mi estómago se retorció ante la visión de las mejillas hundidas de Evan y
su enfermiza complexión. Estaba acostado sobre uno de los colchones en la celda,
parecía agotado y lleno de una completa desesperación. Max se estaba ahogando
en el rincón más lejano de la habitación mientras Stuart observaba con ojos
inquietos y vacíos. Siempre era lo mismo –pasada una hora de beber un NST,
estarían vomitando, totalmente incapaces de digerirlo, totalmente incapaces de
apagar lo que ahora sería una ser predominante sed.
Había estado contaminados por casi dos semanas, y yo había venido aquí
cada noche de visita. Sabía que me estaba torturando al ver como mi hermano se
deterioraba cada vez más. Sabía que esto no me estaba ayudando. Pero ¿Cómo
estaría lejos de mi hermano gemelo, especialmente en un momento como este?
¿Cómo no podría visitarlo, a pesar de que ninguno de nosotros obtenía ningún
consuelo de que yo estuviera aquí?
Deseaba estar allí para darle algunas buenas noticias, pero la verdad era
que ni Sam o yo habíamos encontrado nada que pudiera ayudar. Me obligué a ni
siquiera pensar en renunciar, y mantener la esperanza.
Por Sam, había estado haciendo todo lo posible por salir de ese hábito de
enterrar todo profundamente. Ella no era mi madre; no usaría mis emociones
contra mí. No era alguien de quien necesitara protegerme. Por una vez en mi jodida
vida, me había permitido necesitar a alguien. Y necesitaba a Sam. Demonios, sin
ella, mi optimismo podría haber desaparecido por completo. Pero no podía
compartir mis emociones más profundas sobre este tema con ella, no podía
apoyarme en ella esta vez. Estábamos demasiado en desacuerdo con lo que
creíamos que era la mejor manera de actuar en esta situación, y no quería dar más
peso a su solución de involucrar a Paige West y revelar que mi optimismo estaba
empezando a disminuir.
Escuché unas suaves pisadas y supe que era Antonio. Sin embargo, no
aparté la mirada de Evan. Me quede allí dispuesto a que mirara mis ojos,
deseándole que viera mi determinación de ayudarlo –como si esa sola
determinación pudiera animar a Evan a luchar, a no rendirse. Pero no, mi hermano
se negaba a reconocerme. Y eso me dolió.
—Es difícil mantenerse alejado. Siento que debo estar aquí para él. Quiero
estarlo. Quero ayudarlo.
—Tal vez puedas.
Sentí como la furia zumbaba a través de Sam todas y cada una de las
veces… era la misma furia que me llenaba a mí.
Pero las respuestas de ella eran siempre rápidas, formales y eficientes. Era
cierto que no tenía mucha paciencia cuando se trataba de idiotas y podría sacarles
a ambos la mierda a azotes muy felizmente, pero Sam también era muy controlada
cuando necesitaba serlo. Los Feeders tenían que ser controlados o la energía los
abrumaría. Literalmente estaba asombrado como había logrado contenerse ante
tanta interferencia de los bastardos, porque personalmente estaba muy cerca de
golpearlos.
Siempre que ella sentía que mi propio control estaba resbalando, Sam me
calmaba inmediatamente; recordándome telepáticamente lo importante que era
no darles a los idiotas algo que pudieran usar contra ella.
—Así es.
— ¿Es una buena idea, Jared? —Una Eloisa indecentemente vestida siguió
a Collins. Dijo mi nombre como si fuera una palabra cariñosa, lo dijo con la
suficiente familiaridad para que la sangre de Sam hirviera, como un recuerdo
constante de que ella y yo nos conocíamos íntimamente, aunque apenas podía
recordar aquella noche—. Tú y la comandante Parker han sido vistos en público.
No queremos más fotos de ti por ahí. Sería mejor si ambos descansan un poco.
—No dejaré que el escuadrón haga esto por su cuenta —dije con firmeza.
Mi tono no dejó margen para la negociación.
—Tienes razón, señor Collins. ¿Supongo que esto significa que has
cambiado de opinión y que tanto tú como la señorita Montana se quedarán atrás?
Después de todo, ninguno de ustedes es parte del escuadrón, ¿verdad?
Sam unió las manos en un aplauso, fingiendo una sonrisa de puro deleite.
—Jared, tengo que objetar una vez más que la Comandante Parker te
acompañe. Se ha hecho un llamamiento público por información sobre ella.
Quentin Foy era un vampiro alto y delgado, con unos sabios ojos. Era
malditamente rápido. Al segundo que irrumpimos en su habitación de hotel y me
vio, aceleró a través de la suite tan rápidamente que logró esquivar el látigo de Sam
cuando intentó atraparlo. Pero no evitó el don de Harvey. Telepáticamente llevó a
Quentin a un sillón y –un truco que Sam le había enseñado recientemente- luego
utilizo su don para colocar a Quentin en su lugar.
Cuando los ojos de Quentin nos captaron a Sam, David, Butch, Harvey,
Salem, Ava, el Gilipollas, -desafortunadamente- a Collins, Eloise y a mí rodeándolo
en un semicírculo, parecía listo para empezar hiperventilar. ¿Quién podría
culparlo?
—Claro que no. Por eso Antonio puso una recompensa por mi cabeza.
¿Dónde están mis vampiros?
— ¿Preguntas?
—Gracias.
—No los atrapé allí para morir —dijo Quentin, ofendido—. No los
abandoné. Los dejé a la espera de poder encontrar algún tipo de cura que pudiera
ayudar a salvarlos.
— ¿Y?
Sus hombros cayeron; era la imagen de la desesperanza.
Eso no era lo que esperaba escuchar. Más de ese poco optimismo que me
quedaba empezó a desvanecerse.
—Uno de mis vampiros vino a casa con una enorme mordida —dijo
Quentin—. Dijo que había sido atacado por otro vampiro en la cuidad que está a
millas de distancia de la nuestra. Su opinión fue que su atacante había sido un
vampiro recién nacido un poco desnutrido; se había sentido culpable por haberlo
matado. No pensamos que fuera nada extraño, ya que muchos recién nacidos se
mantienen aislados y débiles por sus creadores mientras consiguen poner bajo
control la sed y don.
— ¿Así que simplemente dedujiste que había sido un recién nacido que se
había escapado de su nido?
—No, lo siento.
Ella apretó los ojos con fuerza e inclino la cabeza hacia abajo. Salem
comenzó a frotarle la espalda al mismo tiempo que Cristiano pasó un brazo
alrededor de sus hombros. Los dos machos se miraron con el ceño fruncido el uno
al otro. Era algo que hacían mucho, según Sam, Cristiano era muy protector con su
hermana y nunca le había gustado que otros chicos estuvieran a su alrededor.
Regresando mi atención a Quentin, dije:
Eso era algo que entendía muy bien. Todavía estaba molesto de que él no
se lo hubiera dicho a nadie, pero podía admitir que podría haber hecho lo mismo
en su posición.
—El primer vampiro que fue contaminado… ¿Te dijo el lugar exacto en que
el supuesto “recién nacido” lo atacó?
—No estás preparado para renunciar. Te da crédito. Pero no hay nada que
puedas hacer para salvarlos.
—Te sorprenderías de las cosas que podemos hacer. —Unas palabras tan
simple, y sin embargo, llevaban una oscura amenaza que hizo que Collins tragara
saliva audiblemente y Eloise retrocediera un poco. Sí, Butch ponía nervioso a
cualquiera.
—Danos la ubicación exacta del lugar en el que están sueltos los vampiros
contaminados—le dijo Sam a Quentin—. Podemos hacer que un escuadrón de la
legión ayude a tu gente a cazarlos.
Porque esa era la única forma de venganza para él, lo entendí. Era la
misma razón por la que Ava y el Gilipollas se habían quedado. Yo sabía que si Evan
era asesinado por alguien o algo, ninguna venganza sería suficiente para mí.
No respondí. Ella me había dicho eso una y otra vez, y también me había
dicho que estaba equivocado al pensar que las mujeres siempre habían pensado
que no tenía nada más que una alta posición y una cara bonita para ofrecer. No
importaba, de todos modos, porque la única persona que me interesaba tener algo
que ofrecer era Sam. Si ella estaba bajo la ilusión de que yo era todas esas cosas,
eso podía ser bueno.
—Es posible. Pero tengo la sensación que hay más detrás de esto. —Hizo
una pausa y exhalo una pesada respiración—. Cambiando de tema, Alora ha estado
en contacto.
—No podrá ser. —Negué con la cabeza—. Evan me hizo prometerle que no
le permitiríamos verlo en su estado.
—Yo pensé lo mismo, pero no estaba seguro. —Después de una pausa,
Antonio añadió—. Era un desastre cuando hablamos por teleconferencia.
—Estaba angustiada.
Antonio suspiro.
—Lo que ocurrió entre Alora y Evan… dado que se me dijo en confianza,
no puedo repetir los detalles. Pero diré que tuvo buenas razones para frenarlo. No
habría recibido su petición para verlo si eso no fuera cierto. Me preocupo por Evan,
y no quiero que las personas que lo rodean quieran herirlo emocional o
físicamente. Tú sabes eso.
Oh diablos, no.
—Ni siquiera sugieras que la meta en esto. Evan nos lo hizo prometer.
—Eso es verdad.
—Las personas cometen errores. —Su voz fue suave, baja—. Nosotros
hemos hecho nuestra justa parte. Nos hemos lastimado. Pero siempre hemos
arreglado esos errores. Ella quiere arreglar los suyos; quiere ayudar.
Resoplé.
—Su don es comunicarse con los animales, eso no nos va a ayudar a luchar
contra La Llamada.
¿Estaba bromeando?
—Es un dolor en mi culo, eso es lo que es esto. Como antes cuando dije...
— ¿Por qué estás sacando mierda vieja? Siempre lo estás haciendo. Como
un destapacaños.
Pagarás por esto. Tuve que luchar contra una sonrisa. Ella no se preocupó
por ocultar la suya.
Si quieres decir que vas a atarme a la cama de nuevo y hacerme venir una y
otra vez hasta que no pueda pensar bien… ven y dámelo.
Lo hice. Te lo tragaste, ¿recuerdas?
Ooh, excelente.
Sam
Fue el sonido de un gemido lo que me despertó la noche siguiente. Un
gemido lleno de desesperación, necesidad y felicidad. Rápidamente me di cuenta
de que había salido de mí. Una lengua talentosa azotó mi clítoris, haciendo que otro
gemido saliera. Sin abrir los ojos, me agaché y pasé los dedos por el cabello de
Jared, tirando con fuerza. Él gruñó y comenzó lo que sólo podía ser descrito como
un asalto sensual - sacudiendo mi clítoris con la punta de su lengua, revoloteando
esa lengua a través de mis pliegues, arremolinándola dentro de mí, y
apuñalándome una y otra vez con ella. Luego estaba lamiendo, mordisqueando,
succionando, y chupando. Dios, era bueno.
Muy pronto, llegué duro. Pero no se detuvo. Continuó su asalto hasta que
me empujó a otro orgasmo. Sin embargo, no se detuvo. Traté de alejarme.
—Dame uno más —exigió. No había pensado que era posible volver, pero
cuando él aniquilo mi clítoris con su pulgar, me vine—. Buena niña.
Chupó duro y rozó mi pezón con los dientes de la manera que me gustaba.
Le dio al otro pecho la misma atención, sin detenerse hasta que me retorcía y
gemía una vez más.
—Buenas noches.
—Muérdeme.
Rasqué mis dientes sobre su hombro y luego mordí, bebiendo profundo y
amando el sabor masculino y picante de su sangre. Aumentó su velocidad cuando
los efectos de mi saliva de Sventé alimentaron la tensión que se acumulaba en él -
podía sentir su orgasmo acercarse, y estaba acelerando por mi cuenta.
Me reí.
—¡Es adictivo!
—Mi personaje tiene más profundidad que eso, ya sabes —dije jocosa.
Aplaudí un poco.
—¡Yay!— Literalmente lo empujé de mí cuando salté de la cama y corri al
baño. Unos minutos más tarde, limpio y sintiéndome refrescada, corrí hacia la sala
de estar. Su risa gutural me siguió. Como esperaba, la PlayStation 6 estaba
esperando allí muy bien, junto con una pila de libros de Stephen King y la caja que
yo sabía contenía un magnífico par de aretes de diamantes.
Pero también había algo más: era de tamaño pequeño, rectangular y con
envoltura de regalo. Sentí a Jared detrás de mí, me volví y arqueé una ceja
interrogante. Sólo sonreía maliciosamente y descansaba en el sofá.
El regalo era de hecho, un videojuego, pero no uno que hubiera visto antes.
Se llamaba 'The Hollow’... y era realmente un juego basado en The Hollow.
Fascinada y aturdida, le di a Jared una mirada de «¿qué me dices?»
Su sonrisa se ensanchó.
—Me encanta. He visto que uno de los "malos" en el juego es Magda. Esto
significa que tengo que matarla una y otra vez, ¿no? —Ante su asentimiento, estaba
tan emocionado que casi lloré—. Es la cosa más dulce y original que alguien me ha
dado jamás. —Él se echó a reír y envolví mis brazos alrededor de él—. Gracias.
—Detente o dejaré que Dexter te escupa veneno en los ojos y te deje ciego
temporalmente.
—No, no lo harás. ¿Es realmente tan malo que me guste mirarte? ¿Qué me
guste mirarte sabiendo que eres mía y que he probado cada centímetro de ti?
—No.
—Antonio tiene una cena de cumpleaños planeada para ti más tarde. Eso
significa que puedes jugar el juego hasta entonces. Tengo la sensación de que el
equipo también querrá jugar.
Jared tenía razón. Cuando el equipo -junto con Jude- vino a desearme un
feliz cumpleaños y cada uno me dio un regalo, se unieron a mí en el juego. Estaba
tan bien pensado. El primer nivel eran pruebas. El segundo nivel ofrecía una serie
de sesiones de entrenamiento en la arena. A partir de entonces, cada nivel era una
asignación con un “malo” diferente cada vez. Y, por supuesto, las cosas se ponían
cada vez más difíciles a medida que avanzaba el juego. Incluso tenía niveles de
bonificación como paintball o nadar en la piscina de murciélagos.
Los jugadores eran tan vivos que era casi extraño. La estructura de The
Hollow era una imagen perfecta -incluso la selva circundante era increíblemente
idéntica a la de aquí. La escuadra se turnaba para jugar como otras personas,
presumiendo que tenían mejor control del don de esa persona que ellos. Eso causó
algunos argumentos.
Por supuesto, todos preguntaron si Jared podía hacer uno para ellos,
incluso Antonio y Luther. Pero Jared se negó, diciendo que quería que yo tuviera
algo que nadie más tuviera. Fletcher y Norm pensaron que era extremadamente
dulce. Todos los demás se quejaron. No podía culparlos -era aún más adictivo que
'Vampire Nation'. Tan adictivo que jugué hasta que me dolieron los ojos, y en
realidad gemí cuando me di cuenta de que era hora de asistir a la comida de
cumpleaños que Antonio había organizado.
Fruncí el ceño.
— ¿Dónde está…? —Me hizo dar media vuelta y jadeé ante la visión que
teníamos adelante.
Con la excepción de una mesa, todas los demás estaban llenas con
invitados. En la primera mesa estaba sentados Antonio, Lucy, Luther y -gemido-
Collins y Eloise. En la segunda estaban Fletcher, Norm, Ava y Cristiano. En la
tercera estaban sentados a Butch, Salem, David y Denny, mientras que en la cuarta
habían sentado a Chico, Jude, Harvey, Damien y Reuben. Mi corazón se apretó
mientras pensaba en las tres personas que no podían estar aquí.
—Oh, Dios mío—dije un poco sin aliento—. No puedo creer que hayan
hecho todo esto.
Sacudí la cabeza.
—Una vez más, gracias por ellos. — ¿Ves? podía ser agradecida a veces.
Tenía razón, lo harían. Eso era exactamente lo que necesitaba oír. Estaba a
punto de lanzar una sonrisa de agradecimiento a Jared, pero entonces su rostro se
transformó en un ceño fruncido mientras sus ojos se concentraban en algo por
encima de mi hombro. Confundida, me volví para seguir su mirada. Ah... Ava y
Cristiano se acercaban a nosotros.
Después de lamer sus labios en dirección a Jared, Joy me dio una enfermiza
y dulce sonrisa.
—Feliz cumpleaños. —Lo dijo en el mismo tono que alguien diría: «Te
odio» —. Espero que lo estén pasando bien. ¿Jared te trajo algo bueno? Me
sorprende que te haya dejado salir del apartamento. Cuando era mi cumpleaños,
nunca me dejaba salir de la cama.
¿Cómo no sentir lástima por ella cuando este tipo de mierda le daba una
patada?
—El negro es muy adelgazante en ti, bien pensado al vestir eso. Las curvas
no se ven bien en todo el mundo.
Gemido.
—En cuanto a ti... veo que todavía eres fan del look, umm, lucir-
hambrienta. Honestamente, si te tragaras una pipa, perecerías embarazada. —
Jared, Ava y Cristiano se rieron en silencio.
¿Realmente se suponía que tenía que creer eso? Bufé. Le di una mirada de
compasión.
—Los celos no son atractivos, ¿sabes? No lo luces bien.
Confundida, le pregunté:
—¿De verdad? Pero siempre... —se detuvo cuando Cristiano la tomó del
brazo y empezó a arrastrarla literalmente hacia su mesa. Volviendo a llevar su
sonrisa alegre, me saludó con la mano—. ¡Disfruta de tu comida! ¡Y feliz
cumpleaños de nuevo! —Me di cuenta de que Salem siguió a la cosita bonita con
sus ojos mientras se movía. Ella le dio una sonrisa brillante y coqueta a la que
gruñó. Por alguna razón, ella pareció encontrar eso hilarante.
—Que ese Gilipollas te desea, por supuesto. —Él rodó los ojos, tomó mi
mano y trazó el nudo de vinculación—. Creo que tiene razón. Creo que Joy pensó
que estaría tan celoso como ella por nosotros, que podrían ser amigos y que juntos
harían que nuestras vidas fuesen miserables. —Clavo su mirada en la mía—. Sabes
que todo lo que Joy estaba hablando eran tonterías ¿no? Tú eres todo lo que quiero.
—Si pensara que quieres a alguien más, colocaría tu culo desnudo sobre
un cactus.
—Es verdad. ¿Quieres saber lo caliente que estoy por ti? ¿O debo decir que
estoy "húmeda" por ti?
—No puedes hacerme esto. —Me reí de nuevo—. Ven aquí. Quiero
sentirte.
Lo fue, pero también fue una gran noche. La comida estuvo deliciosa y el
ambiente tan jovial que era casi efervescente, haciendo que la energía se aferra a
mi piel y salpicara de mis dedos como polvo de hadas. Jared chupó salsa de
chocolate de mi dedo en un punto sólo como excusa para probar mi piel recubierta
con energía -de acuerdo con él, mi piel burbujeaba como polvos azucarados o una
abeja siempre que la energía se aferraba a ella así.
Fue cuando me dejó sola por un momento para ir a hablar con Antonio que
una voz suave habló.
—Hola Sam.
—Gracias.
—No tengo dudas sobre convertirme, pero sé mucho sobre las diferentes
razas de vampiros y, bueno... — Su voz bajó—. Si soy honesta, ser un Keja no me
atrae. La sed de sangre no es tan fuerte como la de los Pagoris, pero es lo
suficientemente fuerte como para tomar la mayor parte de un año para tenerla
bajo control. No estoy interesada en estar aislado durante ese período de tiempo.
Pero los Sventés... bueno, ustedes son más humanos. Te toma menos tiempo ganar
control.
—¿Has hablado con Antonio sobre esto? Si te soy honesta, no creo que
vaya a querer que ningún vampiro aparte de él te convierta. —Sería difícil para él
saber que tiene un vínculo de sangre con otro vampiro. Ciertamente, no me había
gustado saber que Jared estaba vinculado a Magda, pero ding dong la bruja estaba
muerta.
—Sé que podría ofenderlo. Por eso quería preguntarte primero. No vale la
pena decírselo a él si no es algo que estarías dispuesta a hacer, lo habré ofendido
sin razón. ¿Has convertido a alguien antes?
—No. Hasta que llegué a The Hollow, no había estado viviendo el tipo de
vida en la que con mucho gusto convertiría a alguien más. —El problema más
importante aquí, sin embargo, era que ya no era un Sventé. Yo era un híbrido. Y
cualquiera que se convirtiera se volvería como yo. Eso era si funcionaba. Por lo que
sabía, no pude convertir a nadie, considerando que mi nuevo estado genético no
era natural para los vampiros. Pero eso no era algo que pudiera revelarle a Lucy.
Aparte de todo eso...
—Entiendo.
—Si yo fuera tú, no hablaría con nadie sobre tus reservas. Es algo que tú y
Antonio deben resolver entre ustedes. Nunca te obligaría a ser un Keja si piensa
que te haría infeliz. Confía en él para hacer lo que es correcto para ti. Y confía en mí
cuando digo que la comunicación es realmente importante si vas a estar vinculado
a alguien.
—Cosas de chicas.
Algo así. Al notar que sus iris brillaban en rojo, estreché mis ojos.
Intrigante, pero...
—Eso no pasará mientras haya testigos.
—Claro que no. Nadie puede ver este cuerpo, excepto yo. Es todo mío. Pero
pronto ocurrirá. —Tiró de mi labio inferior con los dientes. Aprovechando mi
jadeo, me pasó la lengua por la boca. El beso fue lento y relajado, burlándose de mí
y persuadiéndome a querer más. Funcionó.
—Vamos a casa.
—Hmm, estás muy guapo esta noche, Jared. ¿No llevabas esa camisa la
noche que nos conocimos?
—No dije Jared, dije Comandante Parker. —Collins levantó una ceja
imperiosa a Jared—. ¿Siempre tomas las decisiones por ella?
Jared dijo, con toda la seriedad en el mismo tono que alguien podría usar
para preguntar si tomaba azúcar en su café:
—En realidad, no. A ella sólo le gusta que la manden cuando está en la
cama y totalmente desnuda.
Arriesgué una mirada a Collins para ver que sus mejillas se habían vuelto
carmesí. Eloise estaba rizando su labio superior hacia mí, la imagen de la
amargura.
—Que pena —suspiró Jared—. Bueno, supongo que será mejor que te
vayas.
Pensar que podía engañar a Jared era simplemente tonto. Casi lo siento
por él.
—Pero si hay una fusta ahí dentro, va a ser un límite difícil para mí, solo
para que lo sepas.
Sam
Algunas personas parecían tener talento para hacer que quisieras
desnudarlas, ensuciarlas en tripas de pescado y arrojarlas a una piscina llena de
pirañas hambrientas. Fredrick Collins era una de esas personas. Sentado en mi
escritorio de la oficina con Dexter acurrucado sobre la mesa al lado de mi
computadora portátil, ignoré firmemente a Collins mientras que él se cernía sobre
mí mientras navegaba otra vez en la V-Red en busca de información sobre La
Llamada.
Coqueteaba tanto con Jared que incluso Joy estaba enfadada con ella. De
hecho, me encontré con ellas discutiendo hacía unas pocas noches. Joy la había
puesto en su sitio y luego me guiñó un ojo en conspiración. Cuando lo mencioné a
Jared, él me había informado que Joy odiaba particularmente a Eloise ya que Joy
había sido su consorte durante el tiempo que había estado tirándose a la perra. En
la extraña mente de Joy, Eloise había hecho que Jared la engañara. Su extraña
mente también me veía como el mal menor en este caso.
Había señalado que tanto Collins como Eloise tenían una gran debilidad:
pensaban que eran intocables. Muy tonto de su parte. Si seguían como estaban,
pronto aprenderían que las cosas no funcionaban de esa manera... porque me
aseguraría de que no lo fuera.
Sonreí. Oh Dios, amaba a Fletcher. Estaba tan enojado con Collins como
todos los demás. El tipo era realmente talentoso en alienar a la gente y hacer
enemigos.
Collins tartamudeó:
—S-sí, pero…
—Haz lo que sientas que debes hacer, Sr. Collins. Pero no pienses que
amenazarme con cualquier persona o cualquier cosa conseguirás lo que deseas.
Tus grandes y malas demostraciones de autoridad se han desperdiciado conmigo.
Como tú mismo dijiste, estoy "imprudente".
Él se sonrojó.
—¿Sí? Bueno, oberveme fingir dar una mierda por eso. —Con eso, me puse
de pie y me moví alrededor de la mesa con la cabeza bien alta. Al salir de la oficina,
saludé brevemente a Fletcher, quien, claramente habiendo escuchado la
conversación y se estaba riendo bajo - y avancé por el pasillo. Por desgracia, Collins
me sombreó como lo hacía siempre.
— ¿Y el comandante Michaels?
—Él se reunirá conmigo allí. —Jared había querido hacerle a Evan una
breve visita. Era algo que hacía con demasiada frecuencia en mi opinión, y cada vez
que salía de allí estaba aún más devastado que la última vez. Una parte de mí
quería decirle que dejara de ir a la celda y no se hiciera eso, pero entendía por qué
lo hacía. También comprendí que la razón por la que se fue sin mí era que no creía
que merecía mi apoyo. Se culpaba a sí mismo en cierta medida, y nada de lo que
cualquiera dijera cambiaría su opinión sobre eso.
—Usualmente ambos están unidos por la cadera. —Su voz era aguda, casi
amarga.
Él tartamudeó.
Me detuve y giré para hacerle frente, casi haciéndolo chocar contra mí.
No dijo otra palabra mientras me seguía dentro de la arena, lo cual fue una
muy buena decisión de su parte. Dentro, Jared y el escuadrón estaban esperando.
Una Eloise escasamente vestida ya estaba sentada en el área de los espectadores.
Extrañamente, ella también estaba completamente quieta. Sólo sus ojos se movían
y brillaban de pánico. Me di cuenta de golpeó, y suspiré hacia Harvey, sacudiendo
mi cabeza.
¿Estás seguro de que estás preparado para esto? Si necesitas algo de tiempo
a solas después de ver a Evan, vete a casa y estaré despierta en un rato.
Se sonrojó.
—No puedo dejar de notar que sus preguntas se están volviendo cada vez
más sobre el equipo y cómo se sienten en lugar de las acciones de Sam —observó
Jared. Él estaba en lo correcto.
— ¿Es eso cierto, señor Collins? —Le di una sonrisa de perrita encantada
—. Oh, ¿por qué no dijiste algo antes? Ven aquí abajo.
—¿Disculpe?
—Puedes pasar cinco minutos con el equipo antes de que salgan de la
arena. Vamos, no hay mejor manera de entender lo que es ser parte de la legión
que de hacerlo de cerca y personal. Será divertido.
Jared
Realmente amaba a esta mujer. Al final de los cinco minutos, Collins había
sido golpeado psíquicamente por lo menos veinte veces, estaba cubierto de
espuma de color verde amarillento de la cabeza a los pies, había más de una
docena de espinas que salían de su culo - por suerte, Reuben había disminuido la
fuerza del don de Chico y por lo tanto las espinas sólo le causaban incomodidad... y
luego Denny le había aplicado un almizcle de mofeta. Para colmo, Collins tuvo un
encuentro personal con el techo gracias al regalo de Harvey.
—Todo está bien. Estoy bien. —Se llevó una mano al estómago y tragó
saliva—. Creo que voy a ir a sentarme un momento.
—Tal vez te vea más tarde, Jared. Estaré en la piscina si me necesitas para
algo. Cualquier cosa. —Eso estaba poniéndose muy viejo.
Yo personalmente creía que Eloise simplemente hacia todo eso para sacar
de quicio a Sam, tal vez con la esperanza de hacerle presión a Sam y que hiciera
algo que no se viera tan bien en el informe, o tal vez simplemente porque Eloise -
como me di cuenta pronto – estaba celosa de Sam. Celosa de lo poderosa que era,
de cómo la gente la miraba y de cómo la respetaban. Coquetear con el compañero
de Sam estaba garantizado para enfadarla. La posesividad adquiría un nuevo
significado cuando dos personas eran Obligadas - probablemente debido a la
protección que la pareja tenía del vínculo y la necesidad instintiva de erradicar
cualquier amenaza a él.
—Ahora que se han ido, puedo decirte lo que pasó ayer por la noche. —
Chico comprobó que Collins y Eloise habían desaparecido antes de hablar de
nuevo—. Cuando regresaste a casa después del entrenamiento, todos nos
dirigimos a la cancha de baloncesto un rato. Collins apareció, queriendo jugar,
como si fuéramos todos buenos amigos, el muy descarado cabrón. De todos modos,
le dije que no. Que sólo jugaba con personas en las que confiaba. Dijo que su
presencia aquí en The Hollow debía demostrar su lealtad a nosotros.
Harvey sonrió.
—¿Y lo hizo?
—No me lo trago.
— ¿Crees que Collins puede estar culpando a alguien que no puede objetar
porque cree que es su manera de proteger a la persona que supuestamente hizo las
quejas? —preguntó David.
Sin ella, tal vez nunca habrían aprendido a usar sus dones a su máximo
potencial, tal vez nunca habrían alcanzado tal control sobre ellos.
—Sólo queríamos estar seguros —David le dio una media sonrisa—. Nadie
podría culparte por cuestionarnos.
Incliné la cabeza.
—Bien, así que digamos que eso es verdad y alguien quiere mantenerme
distraída... ¿Por qué? ¿Por qué querrían que me pareciera aún más difícil luchar
contra La Llamada de lo que ya es? ¿Por qué impedirían nuestros intentos de
encontrar un contra-agente?
—Podría ser que alguien esté esperando que La Llamada se extienda por
The Hollow, matando a muchos de sus habitantes. —Chico agitó su mano—. Este
lugar siempre tendrá gente tratando de hacerse cargo de él. Ha pasado demasiadas
veces para contar.
Luther dijo que mucha gente vendría a por Paige West, le recordé.
Sam puso los ojos en blanco pero no me presionó sobre el tema esta vez,
gracias a Dios. Causaba disputas entre nosotros cada vez, y yo estaba harto de
tener el mismo argumento una y otra vez. Nada en el mundo me haría arriesgarla.
No podía. Pero no parecía saber lo mucho que significaba para mí. Para ella, estaba
siendo obstinado e irracional. Para mí, estaba poniendo a Sam antes de cualquier
otra cosa y decidido a mantenerla a salvo.
Claro, una parte de mí se sentía mal por negarse a traer a Paige West aquí
cuando ella podría salvar a Evan, Max y Stuart. Pero, ¿cómo diablos podía hacer
eso, sabiendo que algo malo podía pasarle a Sam, a lo que me importaba más que
nada?
Cuando había ido a ver a los chicos antes, había hablado a Evan
telepáticamente, aunque él no parecía estar en un estado mental suficientemente
racional para entenderme. Los tres se habían deteriorado mucho y parecían
horribles, casi tan malos como los atacantes. Era un recordatorio de que el tiempo
se estaba acabando. Le había contado a Evan un poco sobre Paige West, le hablé de
la visión de Luther y le rogué que comprendiera por qué no podía traer a Paige
aquí. Le pedí que comprendiera que no podía estar sin Sam. Le había dicho que si
la situación se invirtiera, no habría querido que sacrificara a Alora y su vida con
ella sólo por mí. Eso era cierto. Si hubiera entendido mis palabras, no lo habría
dejado.
—Ahora, Jared.
Al segundo que apareció al lado de la piscina, Sam giró mientras sus ojos
astutos buscaban su entorno. Su mirada aterrizó en algo - no, alguien - e hizo un
sonido silbante que habría hecho a Dexter orgulloso. Antes de que tuviera la
oportunidad de calmar a Sam y evitar que hiciera algo de lo que más tarde se
arrepentiría, se acercaba a una Eloise desprevenida. Bueno, mierda.
—Sam…
—¿Disculpa?
Eso me sorprendió.
Eloise palideció.
—No sé de qué...
—Cariño, ¿de verdad creías que si pasaba el tiempo suficiente para que tu
olor se desvaneciera, no habría sabido que habías estado allí? No se puede ocultar
una firma de energía. Los Feeders como yo son energía. ¡Y tu firma de energía
estaba por todo mi maldito apartamento! Lo que quiero saber es lo que estabas
haciendo allí.
— ¿Por qué?
—Te diré por qué lo hiciste. Lo hiciste... porque creías que podías. Ninguna
otra razón. Al igual que Collins, tienes un fuerte sentido de derecho simplemente
porque eres una representante. Bueno, déjame serte muy clara: puedes
incordiarme durante mis horas de trabajo e invadir mi oficina, pero mí tiempo
personal y mi apartamento están fuera de los límites. Así que a menos que quieras
saber qué tan imprudente puedo ser, te sugiero que aprendas rápidamente a
respetar mis límites personales.
—No me molestaría con todo esto, Antonio. Déjala cavar su propia tumba.
—Creo que deberías escuchar lo que tiene que decir. —Señaló el sofá vacío
que estaba posicionado frente a un idéntico en el que una pelirroja nerviosa se
sentaba con cautela.
—Me tragué todas las mentiras que Gregory me dijo. Estuve de acuerdo en
vincularme con él después de estar solo con él durante tres meses. No fue hasta
después de la Vinculación que cambiaron las cosas, él cambió. —Parecía tan
enojada consigo misma como estaba con él.
—Sí. Bran me salvó de él. Es una larga historia, pero él llevó lejos y él me
mantuvo como su "consorte" para darme la protección añadida. Creo que sabes por
qué realmente mantiene consortes femeninas. El arreglo funcionó bien para
nosotros, en ese sentido.
—¿Así que tu lealtad a Bran te mantuvo con él? ¿Bran se niega a dejarte
marchar?
—Lo entiendo —dijo Sam—. Para Jared y para mí también se sintió bien,
apesar de que no hemos estado juntos mucho tiempo.
Hubiera querido cazar y matar al hijo de puta... pero hacer eso habría sido
matar a Sam también, porque ella no habría sobrevivido a la ruptura del vínculo.
Mierda, no me extraña que la cabeza de Evan hubiera estado tan jodida.
Podría haber sonreído a eso si no estuviera tan enojado por cómo habían
salido las cosas –o más específicamente, cómo no habían salido– para mi hermano.
Quiero decir, ¿realmente la situación podría ser más jodida? Me pasé una mano por
el pelo, suspirando pesadamente.
—Canadá.
—No te pediré que te vayas —dije finalmente. ¿Cómo podría esperar que
lo hiciera si estaba tan en clara agonía por cómo estaba Evan?—. Pero te seré
honesto, Alora, no veo cómo puedes ayudar. Ninguno de nosotros ha sido capaz de
encontrar una solución. Sin embargo, tengo una condición. Si te quedas, no puedes
tratar de ver a Evan.
—Supongo que dejó en claro que no me quería aquí. Está bien. —Otra
vacilante y triste sonrisa.
—Me alegro de que se haya resuelto. Haré que alguien te escolte a la casa
de huéspedes, Alora. —Dijo un nombre, y uno de los guardias estacionados fuera
de la sala entró—. Por favor, lleve a esta señorita a la habitación que le pedí que
preparara para ella. Gracias.
—Gracias por dejarme quedarme, y por entender por qué necesito estar
aquí.
—Una cosa más antes de que ambos se vayan: tengo noticias de Sebastián.
Ha localizado Paige West.
Sam
Una hora completa. Pasamos una hora completa discutiendo sobre si
deberíamos o no arriesgarnos a traer a Paige West a The Hollow. Pero aún
estábamos en un punto muerto, porque ninguno de nosotros estaba dispuesto a
ceder. Jared finalmente se había marchado –un gesto de que la conversación se
había terminado. Ahora estaba acostado en la hamaca de nuestro balcón,
completamente en silencio.
Lo último que quería era estar en desacuerdo con Jared. Sabiendo que
Evan, Max y Stuart podrían morir, viendo el dolor en el rostro de Alora… Todo eso
había traído una aguda conciencia de cuan fácilmente todo podría terminar. Que
tan fácil la gente que te importa te podría ser arrebatada, así como así. Lo había
experimentado con un novio que mi Creador había matado –Bryce había sido
asesinado enfrente de mis mismísimos ojos. El dolor de esa pérdida nunca me
había dejado, y tampoco lo había hecho el recuerdo de la mirada en sus ojos antes
de que Victor lo matara. Incluso el pensamiento de que algo le ocurriera a Jared era
diez veces peor que haber perdido a Bryce. El hecho aterrador era que muy
fácilmente podría haber sido Jared el que saliera herido en los túneles. La sola idea
hizo que un miedo frío como el hielo me hiciera estremecer. Realmente no existía
tal cosa como la inmortalidad.
En cualquier otro momento, podría haber salido hecha una furia detrás de
Jared si se hubiese marchado a mitad de una discusión. Pero aunque parecía que se
había alejado con aire petulante y que ahora estaba enfurruñado, estaba conectada
con él a un nivel tan profundo que sabía que era mucho más que eso. Un temor que
lo consumía completamente lo estaba atormentando, persiguiendo, desgarrando.
Pero había más –el dolor y la ira estaban burbujeando y chisporroteando dentro de
él… y estaba intentando desesperadamente esconderlo de mí. Esa comprensión me
había detenido en seco.
Fue entonces que, después de haber aprovechado plenamente nuestro
vínculo, me había dado cuenta de algo más. Al luchar tan duro con Jared por el
tema de Paige West durante las últimas semanas, le había hecho retroceder.
Mierda.
Jared no funcionaba como lo hacían los demás. Sabía que ser criado por
una madre narcisista quien abusó de él emocional y físicamente lo había hecho
cerrarse en muchas maneras. Sabía que no compartía su dolor con otros porque, en
palabras de Evan, las emociones siempre habían metido a Jared en mierda
profunda. También sabía que, como resultado, a menos que literalmente lo
arrastres fuera de él, Jared enterraría todo en lo profundo. Pero no había esperado
que hiciera eso conmigo, pensé que habíamos superado eso. Estaba equivocada.
Había enterrado la extensión de su dolor tan profundo como le fue posible. Oh
había sentido ecos de su dolor y miedo a veces a través del vínculo, pero no me
había dado cuenta de la extensión de ellos hasta ahora. Todo ese optimismo que
había mostrado había sido su cortina de humo.
Había trabajado tan duro desde que nos juntamos para ayudarlo a
derrotar este impulso psicológico de esconder su dolor. Realmente había estado
progresando, pero claramente había retrocedido un paso porque al no estar allí
para él a través de esto, lo había hecho retraerse. Una vez él me había descrito
como su refugio. Bueno, claramente esta vez no había sido eso.
Tal vez algunos dirán que necesitaba lidiar con su mierda como un adulto.
Pero se había vuelto independiente emocionalmente a una edad temprana, estaba
acostumbrado a cuidarse el mismo y a no necesitar a nadie. Se había permitido
necesitarme, y yo había ido y lo había defraudado. Primero al alejarme
mentalmente de él, y luego al estar enojada con él en vez de ser compresiva. No se
había enfurruñado, se había retraído. Eso, para mí, era incluso peor que ser
maldecida o ser tratada con silencioso.
―Bien. Tampoco yo. ―Esa era una cosa genial sobre Jared. No se
preocupaba sin fin o esperaba una disculpa dramática antes de retroceder.
Aceptaría fácilmente una ofrenda de paz y superaría la disputa felizmente.
―No estoy aquí para pedirte que lo hagas. Como dije, he terminado de
reñir. ―Su beso en respuesta fue tan amable que pareció más un susurro de sus
labios sobre los míos―. Por favor dime que tienes algún tipo de plan porque yo
estoy sin ideas.
― ¿Incluso tú?
―Incluso yo.
―Lo que necesitas es que yo esté aquí para ti, y no lo he estado. Primero
desaparecí dentro de mi cabeza. Luego peleé contigo en vez de ser más
comprensiva. Pero como dijiste, soy terca – puedo empeñarme tanto en un camino
que casi desarrollo visión de túnel.
―Los dos tenemos que ir haciéndonos a la idea ―lo corregí, sabiendo que
sin esa paz, la culpa nos tragaría completos―. Deja de soportar todo esto. Me dijiste
que ya no tenía que atravesar mierda sola. Bueno, lo mismo va para ti. ―Enterré mi
rostro en la curva de su cuello y me acurruque de la manera que le gustaba. Sus
brazos se cerraron más firmemente a mí alrededor―. Deberíamos haber tenido
esta conversación antes. Nunca te hubiese dicho que es tu culpa que estés
sufriendo. No usaría tus emociones contra ti de esa manera; no soy tu madre.
―Levanté la cabeza para encontrar su mirada―. Siempre quiero saber cómo te
sientes, incluso si es sobre un tema en el que estamos en desacuerdo. ¿Lo
entiendes?
Se rio suavemente.
Así que lo hice. No fue hasta el amanecer que nos teletransportó a la cama
donde procedió a hacerme venir una y otra vez. Cuando finalmente se deslizó
dentro de mí mantuvo cada empuje lento y sensual, negándose a abandonar mis
ojos. Fue tan jodidamente íntimo que daba miedo. Cuando explotó dentro de mí,
me dio esas tres pequeñas palabras que no decía a menudo, siendo la persona
emocionalmente incómoda que era. Sin sorpresa, me dormí con una sonrisa
enorme en mi rostro.
Tan pronto como Luther se sentó junto a Antonio, Jared se acercó a ellos.
―Si están aquí para hablar sobre Paige West y tratar de hacerme cambiar
de opinión…
Oh sangrientamente maravilloso.
―Sí.
―¿Y los humanos? ―pregunté―. ¿Los dejamos vivir? ―No me gustó la idea
de matarlos simplemente por ser curiosos y completamente estúpidos, pero no
había muchas opciones.
Antonio asintió.
―Estoy de acuerdo. ―Me metí las manos en los bolsillos de mis pantalones
de combate―. Si nos ven como seres malvados, podrían llegar a encontrarnos y
destruirnos a todos. En este momento, sólo tienen curiosidad. Son estúpidamente
curiosos.
―Sería injusto pedirles que se queden atrás cuando quieren vengar lo que
les ha pasado a sus amigos. Todos conocemos un poco sobre la necesidad de
venganza. Si quieren correr el riesgo de ser atacados y contaminados, debemos
respetarlo. ―Volviendo su atención a Jared y a mí, habló―: Quiero que tú y tu
equipo se concentren en liberar a los vampiros que han sido capturados.
Jared asintió.
Una vez que Jared metió el papel en el bolsillo de sus vaqueros, Antonio
añadió:
―Deben irse lo antes posible. ―La ansiedad de Luther era evidente en cada
línea de su rostro―. No estamos seguros de cuánto tiempo más los humanos
esperen.
―Planeamos llevarlos ―le dije a Denny―. ¿Supongo que nadie sabe dónde
están?
Frunciendo el ceño, todo el mundo se volvió para mirar al hombre con los
ojos entornados que estaba metiendo su bloc de notas y pluma en su abrigo, listo
para ir.
―Les permitimos que vinieran con nosotros cuando hablamos con Quentin
Foy porque había un peligro mínimo. Esta tarea es totalmente opuesta.
―Es patético que crean que tenemos tiempo para esta mierda.
Con eso, les di la espalda y salí de la arena con Jared a mi lado. Todos nos
siguieron mientras nos dirigíamos a la cantina. Desafortunadamente, eso incluía a
Collins y Eloise. No les prenderé fuego. No les prenderé fuego. No lo haré, no lo haré.
Pero soñaba con eso.
Collins se apresuró a mi lado, sin aliento mientras intentaba igualar mi
ritmo.
El tipo parecía honestamente que estaba masticando una abeja o algo así.
Sonreí.
Jadeó de la indignación.
―¡Comandante Parker!
Cristiano se levantó.
―¿Qué pasa?
—Yo voy ―dijeron Ava y Cristiano al unísono. Salem le frunció el ceño por
eso, pero Ava le dirigió una linda sonrisa y le palmeó el pecho.
―Yo también voy ―dijo Jude, levantándose de su asiento. Cuando Chico iba
a objetar, agregó―: Es posible que un humano vea a alguno de ustedes. ¿No sería
mucho más fácil borrar su memoria que matarlos? ―El don de Jude nos permitiría
hacer eso. Era sólo capaz de borrar veinte minutos de memoria, pero eso sería
suficiente.
―Yo también quiero ir. Como dije, necesito hacer algo. ―Cuando yo titubeé
en responder, dijo—: Te sorprendería de lo sustancial que puede llegar a ser el don
de comunicarse con los animales, ellos pueden decirnos cosas que no sabríamos de
otra manera. Ayudó cuando The Hollow fue atacado por Bennington y sus
seguidores.
Jared suspiró.
―Entendido.
―Si estas personas van, no hay absolutamente ninguna razón por la que
Eloise y yo no podamos acompañarlos. ―El tono superior, arrogante, consigo-
hacer-todo-lo-que-quiero-y-me-obedecerás de Collins chirrió en cada nervio que
tenía.
―Oh, hay una razón extremadamente buena —le dije en una voz
amenazadora, invadiendo su espacio personal. El pendejo altanero retrocedió de
inmediato—. Como repetidamente has dicho, ambos son observadores aquí. Se
espera que todos en esta misión se protejan a sí mismos y a las personas que los
rodean. Las personas pasivas simplemente se lastimarán. Y si crees que me haré
responsable de todo lo que te ocurra a ti o a la Afrodita aquí, estás muy
equivocado. Además, solo llevo a personas en las que confío para vigilar mi espalda
y las espaldas de los que me rodean. Ciertamente, no confío en ninguno de ustedes,
lo que significa que se quedan atrás. Como dijo Jared, lidia con ello.
—Ooh, ¿una nota? Estoy temblando en mis zapatos. Anota también eso.
Sam
Quentin y el calvo y fornido vampiro a su lado retrocedieron en sorpresa
cuando aparecimos delante del lugar en el que estaban agachados dentro del
bosque. Quentin parecía ser una mezcla de alivio y fortaleza al vernos. Después que
todos intercambiamos asentimientos en señal de saludo, él hizo un gesto hacia el
chico a su lado.
—Lo entiendo.
Quentin refunfuñó:
Le di un asentimiento de cabeza.
—Buena caza.
—Buen acecho.
—Tú también —dije simplemente. Una vez que Quentin, Gio, Cristiano y
Ava se teletransportaron, me giré hacia los otros—. Damien, quiero saber en dónde
está situado cada guardia en este campamento. —Stuart hubiese sido una gran
ayuda aquí; sentí su ausencia de modo penetrante—. Denny, necesitamos saber
exactamente cuántos humanos hay en esa tienda y qué clase de armas tienen.
—Los patrulleros y los que están vigilando el vehículo se ven alertas pero
asustados. Los otros están bastante confiados… incluso parecen un poco altos de
adrenalina.
Jared iba a decir algo de nuevo pero fue distraído cuando el charco
pegajoso se deslizó hacia nosotros. Rápidamente se reformó en Denny. Se sacudió
un poco.
—Hay cinco humanos dentro de la tienda. Definitivamente son militares, y
están armados con mierda que ni siquiera sabía que existía.
Damien asintió.
Harvey sonrió.
Satisfecha, asentí.
—Claro, Entrenadora.
—Mi don puede ayudar aquí —dijo Alora—. Puedo preguntar a la fauna
silvestre local que me de advertencias si más humanos se acercan y mantenerlos
distraídos por nosotros. Actuarán como mis ojos y oídos.
—No te olvides que estamos lidiando con humanos. Debe ser fácil.
— ¿Qué sucede?
Él agarró mi brazo.
Jodidamente fabuloso.
—No. Chico dijo que alguien en la tienda estaba hablando por una radio
hace unos minutos, pero no había sido capaz de entender lo que decía. Ahora esta
pensando que los humanos habían ordenando a todos sus cazadores que
regresaran al campamento. No se si estan planeando irse o que, pero tenemos que
movernos porque no tengo ninguna intencion de que me disparen un sedante. Le
dije a Chico que llevara a los demas a donde Butch, Reuben y Damien estan
esperando con los miembros del escuadron de Rodney para poder
teletransportarlos a todos de una sola vez. Voy a teletransportaros a los tres a The
Hollow primero y despues regresar.
—No. No me ire hasta que mi escuadron este fuera. Ademas, tengo unas
pocas evidencias mas de las que deshacerme. Teletransporta a los demas y
devuelvelos primero.
El gruno
—Joder, Sam.
Palidecio.
—Sí. Y tomaría la misma decision otra vez. —Esa era claramente la cosa
incorrecta a decir, a pesar de que era la verdad, porque todo el mundo parecía listo
para explotar contra mí—. Puedes darme una charla sobre esto mas tarde. —Fue a
sentarme, pero Jared me empujo hacia abajo.
—No, no te muevas.
Los ojos de Jared se encendieron de rabia, sus iris brillaban como rayos
laser.
—Pues por supuesto que no —dije—. Pero, ¿que mas esperas que haga?—
Parpadee cuando hubo un zumbido de movimiento a traves de las puertas y de
repente Antonio estaba a mi lado. Claramente había utilizado el impulso de los
vampiros para llegar hasta ahí.
Parecía angustiado.
—Te lo dije antes, puedes echarme una charla mas tarde. —Volví mi
atencion a Antonio—. Necesito saber algo. ¿Jared tambien estara contaminado por
nuestro vínculo?
—Aquí.
—Gracias. —Cada suave pincelada solo hacía que la herida picara mas. Me
estaba volviendo loca mentalmente y tuve que balancear mis punos para evitar
aranarla. Cuando Antonio termino, jadeo. La boca de David se abrio. Los demas
tuvieron reacciones similares.
— ¿Que pasa?
Fruncí el ceno.
Así que esto estaba relacionado con mi estado híbrido, entonces. Bueno, no
había manera de que pudiera vaciar la habitacion, ya que los heridos estaban
siendo atendidos aquí.
—¡Un espejo!
—Eso seran mis guardias. Los perdí en mi prisa por llegar a Sam. —
Resulto que Antonio tenía razon. Los guardias entraron con Luther y los pitbulls.
— ¿No habías previsto que esto sucedería? —El Asesor sabía guardarse
cosas para sí mismo por temor a alterar demasiado el camino de una persona.
—Solo puedo especular, porque nunca he visto que esto ocurriera antes —
Suspiro Antonio—. Pero me parece que, aunque la piel se ha cerrado extranamente,
su sistema esta contaminado.
—Puede que pierda la racionalidad mas rapido que los demas —advirtio
Antonio en un tono sensible.
Antonio asintio.
Una vez que Jared y yo estuvimos solos, me sente y lo llame con una
mirada.
—Se que es difícil para ti hacer esto. Pero no quiero lastimar a nadie. No
quiero contaminar a nadie. Por favor, no me pongas en una posicion donde pueda
hacerlo. Ya es bastante malo saber que vas a morir por mí.
El se rio, pero si ira se había ido ahora. Solo había una sensacion de
derrota.
— ¿Crees que querría vivir sin ti? ¿Crees que podría estuvieramos
Vinculados o no?
—Sam, no.
Oh.
Traducido por Vane Fiorella & Psychgirl
Jared
De pie fuera de la celda de cristal, la que tiene esa barrera impenetrable
entre Sam y yo, que ni mi don de teletransporte podía traspasar, se sintió tan
condenadamente mal que mi estómago se retorció dolorosamente. La idea de no
poder llegar a ella si quería era como un peso de plomo en mis tripas, porque ya
conocía ese sentimiento. Trajo de nuevo todo el miedo y el pánico desde que los
hermanos Trent la habían alejado de mí—como si no estuviera sufriendo suficiente
pánico en este momento.
Tenía que estar en lo cierto, de otra manera no habría aceptado que esa
hembra fuera llevada a The Hollow—lo que significaría que la visión de Luther se
haría realidad—sin ninguna maldita buena razón. Pero que viniera Paige aquí no
tenía por qué significar que la visión se convertiría en realidad, reflexioné. Las
cosas que Luther preveía no siempre sucedían, como sabía perfectamente bien. Si
tomábamos precauciones sacando a la hembra de aquí lo más rápido posible,
podríamos evitar que algo más sucediera. Era poco probable que quisiera quedarse
aquí por mucho tiempo de todos modos, no si estaba tan dispuesta a estar lejos del
resto de su especie.
—Sebastian ha llegado con la señorita West y alguien que parece ser una
amiga de ella. Aparentemente, la señorita West se negaba a marcharse sin ella.
Están esperando en la sala del piano. Debes saber que ella no tiene ni idea de por
qué ha sido traída aquí. A Sebastian le preocupaba que si le contaba lo que
queríamos de ella, pondría una gran resistencia. Sólo le dijo que había sido enviado
por ti y le aseguró que ella no sufriría ningún daño.
—Volveré pronto.
Ella asintió, dándome una media sonrisa. Dejarla se sintió mal, pero me
obligué a alejarme de la celda. Estaba a punto de teletransportarme cuando me di
cuenta de que Cristiano se había separado de la multitud y estaba apoyado contra
la pared; la expresión de su rostro me detuvo. No estaba mirándome, sino a Sam.
Como los demás, estaba claramente angustiado y enojado por lo que le había
sucedido. Pero había mucho más que ver en su rostro: dolor, angustia, anhelo y
desesperación absoluta. Lentamente, me acerqué a él.
—He aceptado hace mucho tiempo que nunca la tendría. Víctor no permitió
que yo o cualquier otro la tocara. Pero incluso si lo hubiera hecho, nunca me habría
mirado así. Ni una sola vez. Ni siquiera la noche que la besé cuando era humana.
Pero sólo porque aceptara que nunca la tendría, no quiere decir que pueda verla
vinculada con alguien más.
Curiosamente, sentí una punzada de simpatía por él. No era una persona
particularmente simpática, pero sabía que si hubiera tenido que ver a Sam con otra
persona, me habría destruido.
—Igual que yo. —Y eso demostraba lo importante que era para mí, porque
no era el tipo abnegado. Sin decir una palabra a nadie, me teletransporté a la planta
baja de la mansión y aparecí fuera de la sala de piano. Abriendo las puertas dobles
de par en par, entré en el interior. Además de Sebastián y tres guardias, estaban
también unas mujeres de cabello muy oscuro, pero ahí fue donde las similitudes
terminaron para ambas. Una de ellas era alta y esbelta, de ardientes ojos verdes,
mientras que la otra era una pequeña y curvilínea de ojos marrones.
—Así es.
— ¿Quieres que cure a alguien para ti? ¿Eso es todo? —Su tono era
escéptico.
Se rio.
—Bien. Los ayudaré. Pero Imani se queda conmigo, no quiero que se aparte
de mi lado.
—Bien.
Sacudí la cabeza.
—Sí.
—Mira, siento que todos estén enfermos, ¿vale? De verdad que sí. Pero no
puedo…
—¡Me contaminaré!
Sí, puede que sorprendiera ver al gran y malo Heir de cual sin ninguna duda
habían escuchado todo tipo de mierda oscura, sentir algo realmente por otra
persona.
—Ayúdales.
—¿Cuál es?
Aunque eso era entendible, no tenía ni idea de lo que estaba pidiendo. Claro
que podía explicar la visión de Luther, pero podría hacer que Paige pidiera irse
inmediatamente—especialmente viendo lo protectora que era con su amiga.
Estaba asustada de algo, y parecía que estaba lista para huir en cualquier
momento.
— ¿Por qué haría eso, cuando significaría acabar con su castigo tan
rápido?
—Cuando traspaso una herida, es tres veces peor. En este caso, significa
que la contaminación será tres veces más avanzada cuando el vampiro la tenga.
Tendrá que acabarse con él instantáneamente.
Podía ver que ella quería preguntar cuántos tenía, pero se mordió la
lengua.
— ¿Todos listos?
— ¿Lista?
—Sí, de alguna jodida manera, está bien. —Todo el mundo vitoreó, y vi que
Paige se ruborizaba bajo la alabanza que le era arrojada por la gente fuera de la
celda. Conociendo el golpe psíquico que le había dado en la cabeza, sabía que Evan
estaría sin conocimiento por un rato, consideré pedirle a Paige que tocara su
cabeza e intentar quitar los efectos del golpe. Pero eso significaba arrastrar a un
prisionero completamente consciente y luego hacernos cargo de los efectos -
mientras más líos causáramos, más tiempo estaría contaminada Sam.
Aparentemente leyendo mi mente, Antonio dijo:
Dile que si se sentirá mejor si Harvey me sujeta en mi sitio, está bien, me dijo
Sam.
—Hola preciosa. —No deseaba nada más que arrastrarla hacia mí, pero
eso tendría que esperar un minuto.
Sonreí.
Paige tropezó hacia atrás, sacudiendo la cabeza. Sin quitar los ojos de Sam,
transfirió la contaminación al vampiro inconsciente. Sólo cuando hube destruido
al ahora contaminado captivo, ella habló.
—Has curado a cuatro personas que son importantes para mí. Te debo por
eso. De lo último que te debes preocupar es por ser lastimada aquí. Tú y tus
amigos tienen mi protección.
Paige tragó saliva, parecía al borde de las lágrimas. Claramente, había
pasado mucho tiempo desde que se había sentido a salvo.
—Gracias.
Ignorando las preguntas que venían de los otros, nos llevé a nuestro
apartamento. Está bien, parecía un poco egoísta, pero siempre sería de ese modo
donde Sam estuviera involucrada. Hice su cabello a un lado para enmarcar su
rostro con mis manos.
—No sé qué pasará ahora que Paige está aquí, pero todavía no quiero
pensar en eso.
—Tampoco yo. Necesito tomar una ducha. Todavía puedo oler el pescado
podrido de cuando ese vampiro me mordió. —Si la contaminación hubiese
avanzado, el mismo hedor flotaría desde ella.
Lo que más quería, era estar enterrado dentro de ella, follarla duro y
liberar ese miedo y el enojo. Pero ella venía primero, y la última cosa que
necesitaba era eso. Así que en lugar de eso, le quité la ropa lentamente, la puse
debajo de la ducha y enjaboné su cuerpo con suavidad. Tuve que reprimir un
gemido ronco cuando ella empezó a devolverme el favor, deslizando sus suaves
manos hasta donde podía llegar. Cuando iba a tocar mi polla, la tomé por la
muñeca.
—Bebe, debes haberte dado cuenta de que estoy duro como una jodida
roca ahora. Contenerme ya es lo suficientemente difícil. No puedo dejar que me
toques.
— ¿De dónde sacaste la extraña idea de que necesito que seas lento y
cuidadoso? —Su mano libre se disparó y se enrolló alrededor de mi polla –perra
engañosa. Sus caricias eran firmes, seguras y audaces. Cuando envolví mi mano
alrededor de la suya, deteniendo sus movimientos, hundió sus dientes con fuerza
en mi pectoral.
—Nunca es suficiente, bebe. —Me puse de pie, pasé mis brazos por debajo
de sus muslos y la elevé muy alto. Luego la dejé caer con fuerza sobre mi polla,
haciendo que gritara. Joder, la sensación de sus músculos pulsando a mi alrededor
casi era demasiado—. ¿Es esto lo que querías? —dije entre dientes.
—Quiero que lo tomes todo, Sam. —Una vez más me retiré y con una
suave, fiera caricia, me hundí hasta las bolas en ella—. Eso es. —Flexioné mis
caderas, asegurándome de estar lo más profundo que podía. Su cara estaba
contorsionada de placer o dolor, no podía asegurarlo—. ¿Muy profundo? ¿Duele?
Ella asintió.
Jadeando, susurró.
—Yo también.
—¿Estás bien?
—Estaba más preocupado por ti. —La confusión cruzó por su rostro. ¿Ves?
No podía entender que alguien la pondría en primer lugar, que la encontraría tan
vital y necesaria. Haciendo una nota mental para tratar de decirle que la amaba
más a menudo, besé su boca suavemente—. Duerme, nena. Estás exhausta.
Ella se quedó dormida con una sonrisa en su cara — y justo como había
hecho el tiempo en que se había quedado inconsciente después de matar a su
Creador —me quedé donde estaba y la miré dormir.
Traducido por AnamiletG
Jared
Cuando llegué a la enfermería unas horas más tarde, fue para encontrar
que estaba vacío aparte de un Evan aún inconsciente y Mary Jane. Explicó que Max
y Stuart ya se habían despertado hacía una hora y habían ido a sus apartamentos a
lavarse y cambiarse. Un poco preocupado de que Evan no se hubiera despertado
aún, me senté en la silla junto a su cama, con la intención de esperar hasta que lo
hiciera. Mary Jane quería demorarse para que ella pudiera cuidarlo cuando
despertara, simplemente porque le gustaba preocuparse por la gente. Pero como
sabía que necesitaría hablar con Evan en privado, le pedí que se fuera. Además,
estaba sanado ahora, así que su ayuda ya no era necesaria.
Fue más de media hora más tarde que sus ojos finalmente parpadearon
abiertos. El alivio me atravesó.
—Hey, idiota.
Sacudió la cabeza.
—No recuerdo mucho. Pero recuerdo la sed. Recuerdo la sensación hueca
en el agujero de mi estómago. —Me dio la botella vacía y luego con gratitud tomó
otro NST.
—Mary Jane te puso a ti, Max, y a Stuart un goteo de sangre pura durante
la primera hora después de que te sanaras cuando estabas inconsciente.
—No, desapareció una vez que Paige quitó la mancha de su cuerpo. —Me
froté la nuca mientras seguía, incómodo—. Hablando de otra cosa... hay algo que
debes saber. Alora está aquí.
Evan parpadeó.
—¿Alora? ¿Por qué?
—Alora se preocupa por ti, Evan. Ella no habría venido en una asignación y
puesto en peligro su vida si ella…
Maldita sea, estaba cavando un hoyo más profundo para mí aquí. Seguí
adelante.
—Aunque ella crea que nunca la querrás, ella vino aquí y pidió permiso
para quedarse por un tiempo para ayudar a encontrar una manera de salvarte. —
Dejé que eso se hundiera un minuto—. Nos contó todo, Evan. Para ser honesto, yo
fui un poco bastardo con ella al principio porque pensé que te había rechazado.
Desvió la mirada.
—Yo tampoco.
—Pero ¿podrías haber estado feliz con ella sabiendo que alguien más
estaba atado a ella? ¿Que pertenecía a otra persona?
—No voy a mentir, habría sido una puta tortura si estuviera atada a otro
tipo. Pero eso no me habría mantenido lejos de ella. Nada podría. —Era la
verdad—. Piensas que Alora pertenece a ese gilipollas porque están vinculados,
pero no es así como funciona. Alguien sólo puede pertenecer a otro si así lo
permite. Lo sabemos mejor que la mayoría. Nuestra madre nunca veía a las
personas como personas, sino como objetos que podía poseer, usar y manipular.
Pero nunca dejamos que ella nos tuviera. La rechazamos, al igual que Alora rechazó
ese gilipollas.
—Ni siquiera puedo matarlo. Si lo mato, ella moriría. —Su risa era hueca—
. Demonios, Jared, está malditamente vinculada a otra persona. No sé cómo
empezar a lidiar con eso.
—Lo entiendo, pero como dije antes, ella no le pertenece. Ella cometió un
error de juicio cuando era joven y ha estado pagando por ello desde entonces de
una manera verdaderamente grande. ¿Crees que le gusta estar unida a alguien a
quien desprecia? ¿O te has envuelto tanto en tu propio dolor que has olvidado el
suyo? —Su silencio habló por él—. Si estás dispuesto a dejar que esto te impida
llegar a Alora, entonces tal vez te equivocaste y no están destinados a estar juntos
después de todo. —Evan abrió la boca como para objetar, pero luego la cerró—. Tal
vez te has hecho creer que ella sería tuya porque la viste en esa visión de Luther.
Tal vez tuviste esa visión sin ninguna buena razón.
Me puse rígido.
—Al reírte por estar siendo fiel a alguien que aún no conocía.
—No soy tan bastardo, Evan. Sólo porque realmente no había visto el
punto de las relaciones en ese entonces no significa que pensara que todos los
demás eran estúpidos por querer una. Sabía que no funcionabas como yo, y no
quería que lo hicieras. Envidiaba el hecho de que no estuvieras jodido por las
mujeres y las relaciones a pesar de nuestra infancia. Pero también me alegré por
ello.
Sí, bueno, eso no era algo que tuviera la intención de tocar. Si yo iba a
hablar de ello, Sam merecía ser la primera en saberlo.
—Ella sólo vino aquí para ayudar a encontrar una manera de salvarte —le
recordé—. Ahora estás bien, lo que significa que se irá muy pronto a menos que tú
se lo impidas.
—Sí, lo sé. —Me levanté—. Venga. Te llevaré de vuelta a tu casa para que
puedas ducharte y cambiarte, porque realmente apestas. Después te llevaré hasta
Alora.
Él suspiró.
Evan resopló.
—Quería hablar contigo sobre algo. Los chicos me comentaron sobre ese
imbécil, Collins. Ya se lo he dicho a Sam, pero quiero que tú también sepas que el
cabrón está mintiendo... yo no presenté ningún tipo de queja de ella.
Parecía sorprendido.
—¿Ni siquiera tú? Quiero decir, sé que no te gusto. Y todavía estás
paranoico con que quiero a Sam.
—En realidad no. —Era cierto. Claro, podría ser posesivo y celoso y
reaccionar exageradamente cuando alguien la tocaba o coqueteaba con ella. Pero
yo sabía cuándo alguien la quería y cuando alguien estaba sólo tratando de joder
conmigo para su propio maldito entretenimiento. Esto último se aplicaba a Max—.
Hace un tiempo que sé que ya no la quieres. Incluso me dijiste eso, ¿recuerdas?
—Bueno, lo hice. —Me reí—. Si pensara que habías dicho esa mierda al
Prelature por amargura y alguna clase de 'si no puedo tenerla, nadie puede', no le
habría pedido a Paige que te curara. Te habría dejado morir y no habría dado una
mierda por ti. —Max inclinó la cabeza, aceptando eso.
—Te lo explicaré todo antes de que te lleve con Alora. —Cuando Evan hizo
una mueca, añadí—: Lo lamentarás siempre si no hablas con ella. Incluso si es sólo
para decir adiós.
—Estaré allí.
—Evan, es bueno verte bien otra vez. —Antonio abrazó a Evan, dándole
una sonrisa paternal—. Se te ha echado de menos.
—No creí que alguna vez me alegraría ver esa sonrisa maliciosa otra vez.
—Evan se echó a reír, devolviéndole el abrazo.
—Sí, bueno, es bueno ver que estás bien. Debo admitir que no creía que
hubiera una forma de luchar contra La Llamada. El contra-agente debe ser
sustancial. —Fue una pista para más información. Nadie le había dicho a Collins
acerca de Paige West —ella había pedido que su participación fuera secreta para
los forasteros, no queriendo que su Creador se enterara de su ubicación. El "No
saber" estaba matando limpiando a Collins.
—¿Podemos hablar?
— ¿Herir? ¡Podría haber muerto, joder! Y eso fue por poner la seguridad
de todos los demás antes que la suya. Esa es la clase de persona que es. ¿Yo? No
tanto. Soy lo suficientemente egoísta como para preocuparme más por su
seguridad que la de los demás. ¿Sabes lo que eso significa para ti? Significa que si
sigues empujando así, yo empujaré también. ¿Y sabes qué más? —Coloqué mi cara
cerca de la suya; se congeló y sus ojos se abrieron—. Ni siquiera lo verás venir.
—No puedes amenazarme —dijo tembloroso.
Porque sabía que Sam tenía razón. Había cruzado una línea, y mi reacción
estaba completamente justificada.
—Deberías saber otra cosa. Max no está muy contento de escuchar lo que
dijiste sobre él. Pero estoy seguro de que pronto descubrirás por ti mismo lo poco
feliz que está. —Collins se lamió los labios nerviosamente y salió corriendo.
—Si algo malo le sucede mientras está aquí, será seguro decir que cavó su
propia tumba.
—¿Dónde están Paige e Imani? —Sería agradable oír que habían cambiado
de opinión y decidieron marcharse —por egoísta que fuera, pero no era optimista
al respecto.
—No tengo intención de tratarla con nada más que respeto. No me agrada
que se quede, pero salvó a Sam y a los chicos. Siempre estaré agradecido con ella
por eso.
Por supuesto que odiaba el hecho de que Paige en The Hollow pudiera
poner en peligro a Sam, pero de todos modos habría muerto sin la ayuda de Paige.
—En otra nota, ¿crees que todavía hay algunos vampiros contaminados
por ahí? —Le pregunté a Antonio.
—Hace unas horas tuve una teleconferencia con los Grandes Maestros —
respondió—. Confirmaron que han rastreado todos los vampiros contaminados de
su nido y también los de los alrededores, y que los han destruido a todos. Como tal,
espero que no haya más.
Así que eso nos daba a Sam ya mí cinco noches antes de que todo cambiara
para siempre.
—Entonces tal vez te veamos allí. —Tomé la mano de Sam en la mía—. Ten
en cuenta que cuando el Escuadrón hace una fiesta, realmente es una fiesta.
Traducido por Psychgirl & YoshiB
Sam
Jared no podía tener más razón. Aunque se suponía que la fiesta debía
tener lugar en el apartamento de Chico, la manzana entera – que albergaba a diez
escuadrones de la legión – estaba celebrando y pasándola en grande.
— ¡Me alegra tanto que hayas venido! —chilló Ava, mientras me envolvía
con los brazos. Entonces me di cuenta de que Cristiano, Norm, Jude, Paige e Imani
también estaban ahí. Ciertamente fue una sorpresa ver a las últimas dos—. ¡Me
alegra tanto que te hayas curado! Cuando oí que te habían mordido y te vi en
aquella celda, estaba llorando.
—Estoy bien ahora, gracias a Paige. —Le lancé una sonrisa agradecida a la
mujer. La que me devolvió era torpe y temblorosa.
Cuando Jared sonrió a alguien por encima de mi hombro, me volví para ver
que venían Evan y Alora. Me lanzó una gran sonrisa.
—Gracias por ser una perra entrometida, y mantener a Alora tan ocupada
que no pudiera irse hasta que yo hubiera hablado con ella.
Eso hizo que mis cejas se elevaran. Estaba esperando que Jared lo llamara
gilipollas, y lo mandara a la mierda por darme una advertencia como esa. Pero,
aunque Jared deslizó un brazo a mí alrededor en un gesto muy posesivo, no
maldijo a Cristiano, ni le dijo que se largara. De hecho, Jared asintió en forma de
saludo. ¿Estaban practicando la civilidad? ¿De qué me había perdido?
—Yo, uhm, sólo quería preguntar… ¿Sería muy malo si le cortara el cuello
a Eloise? —Estaba hablando totalmente en serio. Jude amaba su cuchillo y se
agarraba a cualquier excusa para usarlo.
—Jude, recuerda esa charla que tuvimos sobre… —Su voz se desvaneció
mientras se alejaba y la música se sobrepuso a sus palabras. No estaba segura de
querer saber de lo que se había tratado esa “charla”.
Y lo hizo.
Jared sabía que necesitaba enfocarme, así que podía suspirar tanto como
quisiera. Lo bloqueé, bloqueé todo a mí alrededor, y puse cada onza de
concentración en lidiar con el enemigo en frente de mí. Casi.
—Por mucho que me alegre que te guste mi regalo, tenemos que irnos. El
equipo estará esperando.
Resopló.
—Esa es la atenuación del año, pero da igual. ¿Crees que Max y Stuart
están definitivamente listos para volver a entrenar?
—Ya han tenido suficiente tiempo libre. —Le habíamos dado a todo el
equipo tres semanas libres de entrenamiento, permitiendo que Max y Stuart se
recuperaran del cansancio que pesaba sobre ellos y dándole a los chicos algún
tiempo para estar juntos.
Había hablado un poco con Paige e Imani durante las últimas tardes,
llegando a conocerlas lentamente. Aunque Paige era bastante reservada, ya no
sospechaba de mí. Sin embargo, todavía no estaba cómoda con todos los demás.
Imani era callada entre la multitud, pero otras veces era muy habladora—
especialmente estando Butch presente.
—Luces bien esta noche, Jared —gritó, a punto de ronronear. Se lamió los
labios y lo recorrió con la vista. Sus ojos luego se movieron hacia mí e hizo una
mueca—. ¿Mala noche? —la insinuación de que estaba vuelta mierda era clara.
Como Antonio había señalado, siempre tendría enemigos por estar una
posición de poder, así que el comportamiento de Eloise podía deberse a eso. O
podría ser algo más, algo más oscuro… Desafortunadamente, estaba empezando a
pensar que era eso último.
Cuando Collins bajó los escalones y enfiló directo hacia mí, gemí
interiormente. Ofreciéndole una brillante pero totalmente falsa sonrisa, dije:
—Desde que intentó reunirse con nosotros para desayunar más temprano,
éramos todo amigos. Incluso trató de jugar voleibol con nosotros en la playa
anoche. Ese es nuestro tiempo, Entrenadora y él no tiene derecho a molestarnos
así. —Sí, podía entender cómo se sentía Max. Yo había estado igual de molesta
cuando Eloise había ido a mi apartamento.
—Parker, no tienes control sobre tu propia… Oh. —Collins hizo una pausa,
aclarando su garganta con una tos.
Cuando abrió la boca para hablar otra vez, podría decir que iba a venir otra
diatriba. Levanté la mano.
—No tengo tiempo para escuchar sus problemas, señor Collins. Tengo un
equipo que entrenar.
¿Apodo? Daba-jodidamente-igual.
Alzó la barbilla.
—Sí, estoy segura de que el equipo está babeando ante la vista de mis
brazos y hombros. Quizá debería estar un poco más preocupado por lo poco que su
colega está usando, señor Collins.
Justo cuando sus dedos fueron a tocar a Jared, una fría corriente cortó el
aire, erizando los vellos de mis brazos. Todos nos pusimos rígidos mientras la
corriente aumentaba más y más, hasta, que un viento de color plateado de pura
energía se formó alrededor de Eloise. Lo que pasó después fue aún más chocante.
Como si fuese una aspiradora, el torbellino literalmente la azotó a través del ancho
espacio, causando que colisionara contra una pared lejana. ¿Qué mierda? El viento
azul y plateado de energía sencillamente se desintegró como niebla.
—Novo.
— ¡Fue una reacción muy violenta que pudo haber dejado a Eloise
gravemente herida! Mi reporte…
—Anótelo todo si así debe hacerlo —le dije a Collins, de alguna manera
enmascarando mi sorpresa por lo que había acabado de ocurrir—. Pero también
tendrás que anotar su comportamiento provocativo.
Él inhaló profundamente.
—Entonces creo que necesitamos tener una charla con Antonio. —Así que
lo hicimos. Bueno, Jared lo hizo. Me senté a su lado en el sofá en la habitación
frente a Antonio y Luther, quienes no habían dicho una palabra. Todavía estaba en
estado de shock, y también me estaba cagando. Mi don se había vuelto caótico una
vez, y no me gustó la idea de que podría estar pasando otra vez.
Antonio me miro.
Parpadeé rápidamente.
— ¿Repite?
—Eres una persona expresiva, Sam. Pero te has pasado las pasadas
semanas embotellando tus emociones, a pesar de lo duro que Collins y Eloise han
probado tu paciencia. Todo que haya estrangulado sus emociones llegará
eventualmente a una etapa donde “explotan”. El don de un vampiro está atado a
sus emociones. Como tal, era realmente solo cuestión de tiempo antes de que tu
don… tuviera un estallido, digamos.
—Así como cada humano produce energía, cada vampiro produce energía
sobrenatural —dijo Luther—. La energía sobrenatural es el combustible que
dispara los dones vampíricos. La energía sobrenatural que Sam ahora produce es
energía híbrida. Es potente, y llama a la energía circundante como un imán. Las dos
energías se mezclan dentro de ella, creando un coctel infernal, y fortaleciendo su
don ¿Alguna vez has visto una mezcla de sustancias químicas burbujeando dentro
de una botella con un corcho?
Dexter siseo desde su lugar en el sofá, sus escamas ahora rojas una vez
más. Claramente solo notándolo, Collins se apartó bruscamente e
involuntariamente se tropezó con Eloise.
Collins jadeo:
—¿Disculpe?
Y aquí fue donde él aprendió que no se podía joder con Sam. Y yo tenía un
asiento en primera fila. Sonriendo, cruce mis brazos sobre mi pecho y miré a mi
compañera trabajando.
Collins solo se quedó de pie, atónito, y mirando a Sam como si la viera por
primera vez. Noté que Antonio y Luther estaban tan divertidos como yo. Eloise, por
el contrario, estaba mirando a Sam; sus ojos brillaban con una mezcla de horror,
sorpresa y furia.
Sam sonrió.
Sam sonrió.
Purpura, esa era la única palabra que describía como se veía justo
entonces.
—¿Repite?
—En otras palabras, Collins… estás jodido. —La Prelature se tomaba las
quejas en contra de sus representantes muy seriamente. No me sorprendería si las
quejas de Sam hacen que le despidieran. Una cosa estaba clara: su informe no sería
reconocido como bien fundado. De hecho, teniendo particularmente en cuenta los
testimonios del equipo, las quejas contra Sam serian calificadas como sin
fundamentos y serían despedidos instantáneamente.
—Suele pasar —le dije—. Las personas ven su temperamento y pasa por
alto su inteligencia. Siempre lo lamentan.
Me encogí de hombros.
—Collins, creo que sería una buena idea que tú y Eloise se marchen
mañana. —Cuando fueron a objetar, Antonio añadió—. Han causado bastante daño
a la gente aquí, y a ustedes mismos. —Guiados por Luther, un abatido Collins y una
grosera Eloise dejaron la habitación. Antonio le dio a Sam un asentimiento en
aprobación, sonriendo con diversión—. Espero nunca terminar en el lado
equivocado contigo. No olviden que el anuncio de la coronación se hará el viernes
por la noche.
Como si pudiéramos olvidar algo como eso. Solo nos daba a Sam y a mí
esta noche y mañana por la noche antes de que todo cambiara. Una vez que fuera
declarado oficialmente que el gobierno de Antonio estaba alcanzando un fin,
entonces comenzaría a abandonar su autoridad poco a poco, relegándonos
asuntos. Aparentemente satisfecho por mi asentimiento, siguió a los otros con los
guardas detrás de él.
—He estado esperando soltar toda esta mierda durante mucho tiempo. —
Levanto el brazo hacia Dexter, quien empezó a enrollarse alrededor de él—. Valió
la pena esperar mi tiempo solo para ver las miradas en sus rostros en ese
momento.
—Lo habría sido si no fuera por el precio emocional que te costó a ti y a tu
don.
Sam
Tiré de las mangas de mi camisa blanca y fruncí el ceño a mi reflejo en el
espejo. Mucha gente se veía bien en trajes; inteligentes, sofisticados, y elegantes. Yo
no era una de esas personas.
Resoplé.
—No me importa ponerme vestidos, ¿pero un traje? Esta no soy yo, eso es
todo.
—Están bien.
— ¿Si?
Reí.
—El pobre cabrón solo tuvo como diez segundos desde el retortijón hasta
cuando voló la mierda. ¿Quién pensaría que podía correr tan rápido? Pero cuando
tienes que ir, tienes que ir.
Su sonrisa se amplió.
—Le tomó al menos quince minutos darse cuenta de que era un trozo de
su precioso pelo.
—Relájate y prepárate. –
—Puedo sentir que estás nerviosa. Pero también estás preocupada. Algo te
está molestando.
—No lo sé. No creo que sea nada realmente malo, pero lo que sea, le está
comiendo por dentro. –
—Diferente, ¿Cómo? –
—No está ocultando sus emociones o siendo reservado. Simplemente no
me dice cuál es el problema. Es como si estuviera dividido acerca de ello, quiere
que lo sepa, pero a la vez no. —Recuperé una coleta de la mesilla de mi lado de la
cama y me hice una cola de caballo—. No he presionado sobre el tema porque han
estado pasando muchas cosas, su hermano gemelo se moría, Collins y Eloise
aparecieron e insistieron en hacer nuestras vidas un infierno, resulté mordida, y
además tenía la presión de saber que remplazaríamos a Antonio pronto. No quería
añadir nada a esa presión, así que me mantuve en silencio. Pero ahora que la
mayoría de cosas van bien. Estoy tentada a preguntarle acerca de ello. De todas
formas no me lo dirá sin un poco de presión.
—Esa es mi chica.
En ese momento, Jared apareció detrás de mí. Hablando del rey de roma.
Como de costumbre, Fletcher se derritió frente a la vista de él. Con un
gesto soñador, se levantó.
—No se preocupen por mí. Ya me voy. —Me dio una mirada que decía:
recuerda lo que dije—. Los veo más tarde. —Se marchó de mi apartamento a
velocidad vampírica.
—¿Preparada?
—Lo que significa que podemos trabajar tan duro como necesitamos —
dijo Jared, sonriendo diabólicamente—. Así que vamos dejar el tema de esos
estúpidos porque ya perdimos suficiente tiempo con ellos. —El escuadrón asintió,
sus expresiones eran ahora determinadas—. Sam y yo esperamos que lo den todo
esta noche. Es inaceptable otra cosa, porque no hay ni una jodida excusa en el
mundo para que no lo den todo después de lo mediocre que han sido sus recientes
sesiones de entrenamiento.
— ¿Han escuchado eso de ahí fuera? —El pánico falso que inyecté en mi
voz los tensó, instantáneamente alerta—. Ha sonado como… una explosión.
—La última vez que los muros fueron atacados, fuimos avisados con
antelación gracias a una visión de Luther, y estábamos bien preparados. Pero
Luther no lo ve todo. Y si piensan que los próximos vampiros que atacarán –y los
vampiros eventualmente atacarán este lugar otra vez algún día- lo harán mientras
están alertas y preparados, tienen un problema peor. Querrán utilizar el elemento
sorpresa y cogerlos con la guardia baja. Intentarán quitar de en medio a Antonio,
Jared y a mí de la ecuación, no solo porque somos poderosos sino porque afectará a
la moral de todo el mundo en una gran manera e infundirá en todos ustedes el
miedo. Así que lo diré otra vez; imaginen este lugar siendo penetrado, que no
tenéis comandantes ahora, que necesitáis depender los unos de los otros… ¿Qué
haríais?
— ¿No decidirías simplemente cargar hacia la batalla como uno solo para
compensar el no tenernos con ustedes? —pregunté, presionando los labios.
—No, porque ya hemos sido sacudidos por que ustedes no estén ahí. La
peor sería desviarnos de lo que hemos sido entrenados para hacer. Nos ceñiríamos
a lo que sabemos.
Sonreí.
—Pero eso no tiene que ser malo —continuó Jared—. Ustedes se conocen
los unos a los otros por dentro y por fuera. Conocen las fortalezas y debilidades de
cada uno. Saben quien es el mejor estratega, el más rápido, quien más sigiloso, y
quien es el más fuerte físicamente, conocen toda esa información y pueden sacar
ventaja de ello.
Sonreí.
—Bien pensado, Chico. Voy a pedirles que se dividan así justo ahora.
—Chico, tú y los cuatro que piensas que serían la mejor elección para
invadir este edificio van a intentar exactamente eso.
— ¿Tú y el comandante Michaels van a tratar de ahuyentarnos? —
preguntó Stuart, poniéndose en posición en medio de la arena con el resto de su
equipo.
—No, Harvey, Reuben, Damien, David y Butch van a hacer eso. Concuerdo
contigo, Chico, hacen un buen equipo defensivo. Ahora es cosa tuya como consigas
pasarles para poder salvar a tus comandantes, asumiendo que todavía siguen
vivos, eso es todo. Si alguno recibe lo que sería clasificado como un golpe "fatal" si
Reuben no hubiera debilitado sus dones para la sesión de entrenamiento, se
sentarán en la primera fila de la zona de espectadores. Harvey, te haré el lider de tu
equipo. —Sonrió ante eso y puso a sus miembros a un lado.
Cada vez que alguien del equipo de Chico se acercaba al muro, Reuben
corría detrás de él, el capullo era extremadamente rápido, y atacaba, al mismo
tiempo que debilitaba sus dones. En ese momento Harvey mandaba a sus
"atacantes" volando lejos; nunca atacando desde el mismo punto dos veces.
Damien trabajaba en dividir la atención del equipo de Chico haciéndoles enfocarse
en su imagen astral mientras mantenía su cuerpo físico a salvo detrás de la pared.
Eso daba a David la oportunidad de eliminar a aquellos que eran distraídos por
Damien. En nada de tiempo, David se había encargado de Salem y Stuart. Denny
eventualmente enganchó a Reuben con su baba verde-amarillenta, arrojándolo a
un lado. Eso entonces dejaba a Harvey, Damien y David contra Chico, Stuart y
Denny.
Chico hizo una rápida carrera por la pared, disparando espinas hacia el
cuerpo de Damien. David consiguió golpear físicamente a Chico antes de que
pudiera alcanzarlo, sacándolo fuera. Pero Stuart, que seguía en su forma de
partículas, tomó la ventaja de que David estuviera distraído por Chico y
literalmente pasó alrededor del muro, alcanzando a Damien antes de que tuviera la
posibilidad de volver a su cuerpo. A pesar de que solo había uno "vivo" de los
miembros del equipo de Chico, todos seguían animando y haciendo un gran
escándalo por Stuart.
—Lo que más adoro de este escuadrón es que funciona como una máquina
bien engrasada. —Casi se sonrojaron ante mi cumplido—. En una situación como
esa, si hacen exactamente lo que Chico diga y se ciñen a lo que saben, continuen
funcionando así y sobrevivan. —Dejé una significativa sonrisa en mi cara—. Y
conseguirán venganza por Jared y por mí.
Viendo sus fieras expresiones, les creí. Solo esperaba que no llegáramos a
eso.
Jared
— ¿Esto otra vez? — preguntó una aburrida y muy familiar voz ronca.
—Voy a retirar lo que dije acerca de que parecía una fugitiva de Azcabán.
Ahora mismo, me recuerda a una conejita Playboy mojada que ha sobrevivido a
una dieta a base de cáscaras de papas y cocaína.
—Joy, debes pensar que te da cierto tipo de ventaja, dado que tu CI es igual
al de un ratón de campo y tu cerebro funciona en una frecuencia diferente a la del
resto de nosotros. Pero honestamente, en realidad me das pena. Sí, sacudiste las
sábanas con Jared unas cuantas veces en el pasado. Pero vamos, eso no te hace
especial porque si lo miramos bien, él era un poco puto.
— ¡Oye! —Fletcher me dio una mirada que decía Bueno, tú lo eras. Abrí la
boca para objetar, pero en vez de eso exhalé un suspiro resignado—. Bien, vale.
Joy estaba demasiado enfocada en Sam incluso para registrar que había
hablado. Su risa no contenía ni una pizca de humor.
—No te preocupes; sé que no fui nada más que un trozo de carne para él.
Sé que no se preocupaba por mí de la manera que yo lo hacía por él. Pero también
sé que nunca estará satisfecho con solo una mujer. Necesita más que eso...
—Sí, lo has dicho antes —dijo Sam con voz cansina—. Y estoy segura de
que correrá hacia ti cuando se dé cuenta de eso. Pero hasta que eso pase, puedo
dejar que los dos vivan. Así que, ¿porque no te largas?
—Pero tienes miedo de que utilice mi poder Merge contigo de nuevo, ¿no?
El miedo parpadeó brevemente en los ojos de Joy. Cuando Joy atacó a Sam
una vez, mi compañera contratacó lanzándose a sí misma hacia ella... solo que en
vez de eso, usó accidentalmente su don en el cuerpo de Joy y lo tomó
completamente. Había dejado a Joy drenada y desorientada, por no mencionar
molesta por haber perdido el control de su propio cuerpo por Sam.
—Te he dicho que no voy a dejar a Sam, pero esto es algo de lo que ya has
sido advertida. En el fondo, sabes que nada de lo que tú o alguien más haga, podrá
alejarme de ella.
—Necesitas más.
—Éramos felices hasta que ella llegó. No me amabas, lo sé. Incluso sé que
la amas. Pero no cambia el hecho de que nunca será suficiente. —Se encogió de
hombros—. No es como si fueras el único hombre vinculado que tiene una
consorte en el lado, ¿no?
—No me quieres, Joy. Quieres ser la consorte del Heir de nuevo. Eso es
todo. Era la única razón de que me quisieras.
Joy bufó.
— ¿De verdad me estás diciendo que tú estarías feliz por él si la situación
fuera al revés?
—Oh, no niego que querría despellejarte viva y hacer una alfombra con tu
carne, pero me quedaría lejos y le dejaría que viviera su vida. Definitivamente no
sería tan patética como para colgar alrededor de la manera que tú lo haces,
intentando atraerlo de regreso.
Sus ojos se encendieron con odio, hizo una mueca de desprecio hacia él.
—Por supuesto que lo cree. Sé que parece raro, pero piénsalo desde su
neurótico punto de vista. Jared no solo la tenía a ella como Consorte; tenía otras
dos también. Joy probablemente no estaba muy feliz con eso. Entonces estaba el
hecho de que, incluso con tres consortes, seguía follándose otras mujeres cuando
su humor daba en el blanco. Su mente tenía dos opciones: creer que ella no era lo
que necesitaba porque carecía de algo y que él no se preocupaba nada por ella, o
creer que él era simplemente alguien quien necesita más de una mujer y no se
reflejaba en ella de ninguna manera. Se había convencido a sí misma de la última,
porque le encajaba creer eso. Hace que la situación no duela mucho.
Sam asintió.
—¿Y quién quiere aceptar que la persona por la que te preocupas nunca se
ha preocupado por ti? Ciertamente me volvería malditamente loca.
—Bueno, ha sido una larga noche. Me voy a buscar a Norm. —Le dio a Sam
un breve abrazo, me ofreció un tímido saludo con la mano, y después no dejó solos.
Sonrió.
—Wow, te ves...
— No. —solté.
Suspiró.
— Iba a…
— No.
Levantó las manos en un gesto de exasperación.
Ahuecando mi barbilla, inclinó mí cabeza así podía mirarme a los ojos. Sus
propios ojos estaban brillando con adoración y consuelo.
—Estarás bien. —Dejó caer un beso en mi boca y luego fue a decir algo
más, pero paró ante el golpeteo de la puerta. Fletcher corrió fuera de la habitación
para contestar, y rápidamente volvió con Evan y Alora. Alora me sonrió.
—Hey, te ves…
—¿Nerviosa?
—Por supuesto que no — dije con una sonrisa forzada. Pero como dije
antes, me conocía bien; no se tragaba mi acto. Pero más que hacer una gran cosa de
eso, simplemente me ofreció una sonrisa de apoyo.
No me gustó el sonido de eso. Bran era un visitante habitual, pero los otros
no.
—Le quería decir que iba a dejar su línea y por qué —explicó—. Después
de todo lo que ha hecho por mí, sería insensible por mi parte no hacerlo cara a
cara.
Verdad.
—Sip. —Evan sonrió—. Incluso nos ofreció sus mejores deseos para el
futuro.
—Entonces vamos. —Antes de que vomite por los nervios—. Los veo a los
tres más tarde.
Cada uno de ellos nos dio una sonrisa justo antes de que Jared nos
teletransportara a la mansión. Apareciendo de pie en la puerta de la habitación
donde tendría lugar la teleconferencia, me cogió ambas manos y buscó mis ojos.
Sabía que si decía que no, nos teletransportaría de vuelta a casa, sin
titubeo, sin comentarios críticos, sin rabietas. Me pondría antes que lo que Antonio
quería e incluso de lo que él querría. Y eso fue lo que me dio la fuerza para asentir y
replicar.
—Ya que Bran está aquí, tiene sentido que se siente aquí para la
teleconferencia, considerando que él es uno de los Grandes Maestros. Covington,
Langley ambos pueden quedarse, si así quieren.
Les dio a todos un momento para absorber eso, y luego vi con sorpresa
que una sombra de tristeza ensombrecía sus miradas. Todo el mundo parecía
querer y respetar a Antonio. Yo también estaba triste de que estuviera
renunciando. Sería raro no tener su guía.
¿Qué pasa?
Se masajeó las sienes.
¿Diciendo que?
—No lo harás.
—Antes de que cada uno de ustedes salte sobre sus caballos blancos y
acudan al rescate por esta gente, es posible que quieran saber lo que van a
defender exactamente. Puede que quieran saber la verdad acerca de porque la
compañera del Heir es tan poderosa.
Oh, mierda. Jared se tensó detrás de mí. Cada uno de los Grandes Maestros
se quedaron quietos, queriendo escuchar. Bien, esto no era nada bueno. Sugerí que
a lo mejor habían sospechado que había "algo" más.
—No, Sam. Tú eres la que va a morir esta noche. Pronto serás un montón
de cenizas justo como Bran, Collins, y todos los demás vampiros que están
muriendo ahora mismo.
A través de los túneles que conectan los búnkeres bajo tierra con la mansión.
Sólo los guardias y los vampiros en esta habitación sabían dónde estaban.
Por primera vez, entendí como se había sentido Jared cuando estuvo en la
posición de tener que elegir entre mi seguridad y la de su hermano. Era diferente
cuando la decisión estaba en tus propias manos, cuando el riesgo era hacia alguien
por quien te preocupabas y no hacia ti. Realmente adoraba a Antonio, pero la
seguridad de Jared venía primero y siempre lo haría.
—Ahora.
—Eso no va a pasar.
Me miró curioso.
Joder, la perra es una Feeder. Una Feeder a quien no le gustaba que sus
esfuerzos no estuvieran funcionando como le gustaría. Pero todavía era un peligro,
ya que la única manera garantizada de debilitar a un Feeder era usando a otro,
enfrentando a un Feeder con otro Feeder.
Entonces me di cuenta.
— Es verdad.
Jared hizo otro movimiento hacia él y otra vez le tiré hacia atrás.
—No vas a tocarla, joder —gruñó, sus irises brillaron tan rojos que
parecían láseres.
— ¿Así que has venido a matarme? ¿Has hecho esta gran canción y baile
solo para destruirme? No lo creo. —Cuando fue a hablar, levanté mi mano—. No
dudo que me quieres muerta. Pero lo que más quieres es The Hollow, la posición
de Gran Señor Maestro. Te estas posicionando como el salvador de la raza vampira
para intentar excusar tus acciones. Pero cualquier persona con medio cerebro
podría ver a través de ti. —O, al menos, esperaba que pudieran.
Gruñó.
—Y a lo mejor lo hago…
—No, jodidamente que no morirás —soltó Jared vehementemente.
Eso hizo que Covington se tensara y casi pude ver los engranajes dando
vueltas en su cabeza. Mi escudo parpadeó cuando la succión se intensificó de
repente y rápidamente lo rehíce de nuevo. Dana estaba sonriendo con suficiencia,
contenta consigo misma. Si no hubiera sido una híbrida, habría desintegrado ya mi
escudo. Era en momentos como este cuando agradecía ser un híbrido.
—A lo mejor nos mates y te quedes con The Hollow —dijo Jared—. Pero
estas olvidando una cosa muy importante.
— ¿Y cuál es?
—Mira, soy una persona justa. No veo ninguna razón por la que las
personas aquí tengan que morir solo porque tú tienes que ser destruida. De hecho,
puedo solo ponerlos en celdas aislantes y hacer que alguien teletransporte esas
celdas fuera de aquí. Pondré en libertad a Antonio y a todo el mundo aquí, y podrán
vivir, doy mi palabra delante de todos estos Grandes Maestros, puede mostrar lo
confiable que puedo ser. Pero será tu vida a cambio de la de ellos.
—Hemos vivido vidas muy largas —dijo Luther—. Ahora tú y Jares son los
que importan. — Sebastian asintió de acuerdo, totalmente serio.
—Entonces es una buena cosa que pueda solventar ese pequeño detalle. O,
más concretamente, Imani puede resolverlo.
— ¿No te dijo lo que podía hacer? ¿No te dijo porque la queríamos, porque
Paige la ha estado escondiendo?
—Si aceptas mi trato, Imani primero cortará tú lazo con Jared. Esto le
permitirá vivir después de que tú mueras.
—Hay una cosa que no entiendo —dije—. ¿Cómo descubriste toda esa
información privada acerca de nuestros métodos de entrenamiento paran hacer las
quejas?
Resoplé.
Ignoró eso.
—Haz tu decisión, Sam. Y elige sabiamente.
Luther no estaba bromeando cuando dijo que sería una decisión que nos
afectaría a todos. Al menos que diera mi vida por las vidas de la gente de The
Hollow, todos morirían y Covington podría gobernar simplemente por el miedo
que causaría este suceso. Si otros decidían luchar contra él por la posición, muchas
vidas se perderían... y todo porque quería salvarme a mí misma. ¿Había realmente
una elección cuando tantos podían morir? ¿Cuándo no había garantías de que
saliera de esta con vida en cualquier caso?
—Hazlo, Imani.
Entonces lucharemos.
— Hazlo.
Así que Langley abofeteó a Paige fuerte una vez, dos, tres veces. Imani
gritó que parara, pero en vez de eso lo hizo otra y otra vez, cada vez más fuerte.
Deseaba estar suficiente cerca para matarlo. Si no hubiera sido imperativo
mantener mi escudo intacto, habría hecho mi látigo y le azotaría con él.
Jared enredó los dedos de una mano en mi pelo y envolvió su brazo libre
alrededor de mí como si mantenerme cerca la mantuviera lejos. No lo hizo. La sentí
en mi cabeza... era la sensación más rara. Como tener una pequeña mano
registrando en mi cerebro. Después esa mano se quedó quieta y un dedo tocó algo
que era casi elástico, el movimiento envió reverberaciones a través de mi cabeza y
por el vínculo, haciéndome parpadear. Entonces dos dedos lo agarraron
fuertemente, tiraron, y... y nada. Lo hizo de nuevo, agarrando más fuerte esta vez,
tan fuerte que dolió y tuve que acunar la cabeza en las manos. Pero todavía, nada
pasó.
—No funciona.
Pude sentir la propia satisfacción de Jared, pero no dejó que esa emoción
se filtrara.
Una cosa buena era que, dado que mi don estaba enlazado a mi estado
emocional, cualquiera de mis emociones que corriera alto, y lo estaba ahora, la
energía parecía envolver la superficie completa de mi cuerpo. Una vez que el
escudo se hubiera ido, podría absorber esa energía y usarla para fortalecer mi don.
Tenía toda la intención de hacerlo, pero tendría que ser cuidadosa y discreta, o
Dana lo notaría y Covington sabría que mi acuerdo era un fraude.
No pienses que te voy a dejar morir esta noche, Sam. El hierro ahí casi me
hizo sonreír.
Dana se miró las manos; estaban goteando con energía, de la manera que
las mías hacían muchas veces. Sus pupilas estaban dilatadas, haciéndola parecer
drogada.
—No te irás de este lugar con vida. —La voz de Antonio era fuerte, dura y
puro hielo.
— Yo creo que sí, y lo verás. Pero soy un hombre de palabra, así que así es
como irá la cosa. Mis vampiros escoltarán a todo el mundo excepto a Sam e Imani
fuera de esta habitación. No hay necesidad de ver a tu compañera, o debería decir
ex-compañera, morir, Jared. —Dana se volvió hacia Covington. —Déjame matarla.
Déjame tomar el último...
—Ya has tenido tu diversión, Dana. Es mi turno. —Eloise dio una vuelta
hasta que estuvo delante de mí. Después la perra me pateó en la cabeza. Oh, ella iba
a pagar jodidamente por eso. Jared balanceó su brazo para agarrarla, pero
entonces dos vampiros de Covington vinieron para arrastrarlo lejos. Ira zumbó a
través de mí, causando que más energía alrededor se me colgara. Otra vez,
discretamente la absorbí.
Dejó que le cogieran, dejó que le movieran detrás de mí, que lo alejaran,
aunque maldijo todo el tiempo. Eloise escogió ese momento para patear mi cabeza
una vez más. No necesitaba oler mi sangre en el aire para saber que estaba
sangrando. Absorbiendo más energía sutilmente, me prometí a mí misma que esa
perra no sería más que una pila de cenizas pronto.
¡Absórbelo, Sam!
Ahí es cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo. Sabía que oírle salir
herido estaba alimentando mi furia, causando que más energía se colgara de mí,
cargándome. Pero esta vez era diferente... La mezcla de energía junto con el
zumbido por la superficie de mi piel, empujándome como un animal enjaulado que
quería liberarse... casi como si estuviera tan enfadado como lo estaba yo.
Jared gruñó:
Una rabia que consumía todo surgió de mí; rabia que se intensificó cuando
Eloise me golpeó de nuevo, esta vez en las tripas. El dolor, la vista de su sonrisa
malvada, y la esencia de la sangre de ambos, Jared y Antonio, en el aire era
simplemente demasiado para mí para tomar. Un odio total y rabia ardiente me
llenó mezclándose con el miedo helado que ya estaba dentro de mí. Y no quería
nada más que derribarlos a todos fuera de la maldita habitación y tirarlos por el
balcón.
Covington habló.
Saltando sobre mis pies, corrí por el balcón con Jared pisándome los
talones y miramos hacia abajo. Los cuatro vampiros se estaban levantando,
confusos. Antonio miró a sus vampiros que seguían rodeados por los hombres de
Covington y gritó:
— ¡Al ataque!
Sam
La mayoría de los vampiros de Covington que estaban debajo de nosotros
volaron hacia atrás y golpearon el suelo con fuerza. Sospeché que era gracias al
don de Harvey. Los animales irrumpieron en escena desde todas partes; un jaguar,
arañas, monos, simios, y aves tropicales. Sin duda los había llamado Alora. Saltaron
a la batalla sin dudarlo, lo que fue una buena cosa porque muchos de los enemigos
estaban intentando coger a Antonio. Para mi alivio, aguantaba por su cuenta.
No podía estar más de acuerdo, así que no dije nada mientras nos
teletransportaba fuera. Mi estómago cayó mientras veía todos mis alrededores. La
que había sido una preciosa comunidad ahora estaba hecha un desastre, la cual
parecía más un campo de entrenamiento táctico. Pero no tenía tiempo para
lamentos. No ahora.
En vez de eso, extendí las palmas y succioné la energía de alrededor,
recargando mi don hasta que estuvo lleno de fuerza y estuvo goteando energía una
vez más. Dios, se sentía bien. Después conjuré mi látigo, disfrutando de la
sensación familiar que zumbaba contra mi piel.
Asintió.
—Esta es su lucha, bebé. Es algo personal para ellos. Langley mató a Bran,
quien Alora adoraba y a quién Evan automáticamente respetaba por protegerla
todo este tiempo. Añadido a eso, Langley hirió a Paige e intentó usar a Imani. Lo
quieren muerto, al igual que yo quiero muerto a Covington y tú quieres a esa
Feeder y a Eloise muerta. Además, todos los animales están ayudando a
protegerles. Y Paige es muy ruda.
Era cierto; su poder podría curar, pero era claro justo ahora que podía ser
también un arma; robaba las heridas de las personas y atacaba a otros con ellas, y
devolvía cada herida que la hubieran hecho de regreso a quien quiera que la
hubiera herido. Los animales también eran poco piadosos en sus esfuerzos por
proteger. Y eso debería ser suficiente, porque Jared tenía razón, esto era personal
para ellos. Ninguno podía decirme que no fuese detrás de la Feeder o Eloise o
Covington. Estaría perdiendo mi tiempo si intentara alejarlos de Langley, y
probablemente también los pondría en peligro distrayéndolos. Más que eso,
necesitaba llegar al escuadrón.
Mierda. Paige sería de gran ayuda ahora mismo, pero dudé en alejar de
Langley a menos que los chicos se estuvieran muriendo. No podía culparla
realmente de estar tan enfocada en llegar a él. Tenía toda la intención de herir a
Dana y a Eloise pronto, y ciertamente tenía la intención de asegurarme que
Covington muriera esta noche. Si todo se iba a venir abajo, él vendría abajo con
nosotros.
—No. Dos de la legión estaban en el bunker con ellos, solo en caso de que
alguien... —Se cortó cuando repentinamente una gran red se disparó hacia
nosotros y engulló a Max. Ah, mierda. Pero antes de que el Keja tuviera la
oportunidad de usar la red para arrastra a Max hacia él, Jude estuvo a su lado con
ese cuchillo suyo y cortó a través de la red. Una vez libre, Max tosió mientras se
ponía de pie de un salto.
Antes de que cualquiera pudiera actuar, otra red llegó y esta vez envolvió a
Stuart. Pero el Keja responsable había cogido al vampiro equivocado, porque
Stuart simplemente explotó en partículas y escapó fácilmente. Antes de que el
vampiro tuvieran la oportunidad de crear otra red, Jared acabó con él.
—Lo llevaré dentro del edificio con Damien y Reuben —dijo Butch
mientras empezaba a arrastrar a Denny lejos.
Fui a agradecer a Jared, pero entonces fui golpeada contra el suelo por
Harvey cuando unas ramas elásticas se disparaban para atraparme. En un
parpadeo, remodelé mi látigo en una bola de energía y la lancé a mi atacante.
Aparentemente, sin importar como, fallé mi blanco porque esas ramas intentaron
alcanzarme de nuevo. Pero antes de que pudiera tocarme, y lloriqueo de dolor
llenó el aire y esas ramas se convirtieron en cenizas. Sospechaba que Jared había
sido mi salvador, pero no estaba segura.
—Sam...
Entendía su ansiedad. La última vez que puso a otras personas antes que a
mí, volvió para encontrarme mordida por un vampiro infectado.
—Estoy tan contenta de que puedas estar aquí para esto, Jared. —Eloise
me chistó—. Solo porque mi don de esconder mi esencia… —bueno, eso explicaba
por qué pensó que no podría sentir que le había dado una pequeña visita a mi
apartamento—… es defensivo, no significa que esté indefensa, Sam. Te dije que ibas
a morir esta noche.
—Y yo te dije —empecé, sacando lentamente la pértiga de mi pecho—, que
te mataría. —Con la pértiga finalmente fuera de mi cuerpo, mi piel empezó a
coserse instantáneamente. Eloise palideció—. Y así lo haré.
Traducido por Mais
Sam
—Síp.
— ¿Dos contra uno? —Qué típico de ellas tomar ventaja del hecho que yo
estaba por mi cuenta—. Bien, si así lo quieren. Novo. —Un Dexter rojo siseó
mientras dejaba su forma de tatuaje y ahora estaba envuelto alrededor de mi
pierna. Eloise y Dana se pusieron rígidas—. Me imagino que esto iguala el campo
de juego un poco.
Le dije a Eloise:
—Básicamente, esto es lo que va a pasar: si intentas atacarme mientras lidio
con la pequeña Dana aquí, Dexter lidiará contigo. Si intentas correr, él estará sobre
ti antes que puedas retroceder un paso. Ese es el motivo por el que las serpientes
de esta camada se llaman “Atacantes”. Así que sé una buena chica y espera ahí, y
luego tendrás tu turno.
Dana bufó.
— ¿Ahora que estás con energía híbrida, quieres decir? No funciona así. Tu
sistema no llega a tomarlo porque eres una Pagori, no un híbrido. Ese es el motivo
por el que tus manos están temblando y te ves un poco inestable. Imagino que
tienes un dolor de cabeza mortal también.
—No importa, bicho raro. Lo que importa es que mueras. Y ahora el final
está cerca.
—Y entonces enfrento la cortina final —canté, retándola con mis ojos a que
actuara.
Estaba algo curiosa por lo que podría hacer, del control que tenía sobre su
don. Los Feeders eran extremadamente raros, así que no había conocido a muchos.
Si las circunstancias hubiesen sido diferentes, podríamos haber intercambiado
notas. Pero considerando que estaba segura que su voz elevada y chirriante era
capaz de hacer sangrar mis orejas, dudaba de que pudiésemos haber hablado largo
rato sin importar las circunstancias.
Me reí.
—Nadie que me conoce te diría que me asusto, seguiría retándote…nadie se
va después de haberle hecho daño a mi pareja. Vas a sufrir. Y voy a disfrutar
haciéndote sufrir.
—De nuevo, no está mal. —Antes que pudiera atacar de nuevo, solté un
largo aliento de energía; una explosión de aire suficientemente poderosa para
enviarla a golpearse contra el árbol detrás de ella.
— ¡Perra!
Pero el viento no había sido capaz de enviarme muy lejos, noté. Incluso con
mi energía híbrida dándole a su don un empujón, no había lidiado bien con los
elementos naturales.
Sintiendo la herida en mi cabeza inmediatamente sanar, me puse
rápidamente de pie y caminé hacia Dana…quién, luego noté, estaba raramente
sonriendo hacia algo detrás de mí. Podría haber pensado que era un truco para
distraerme pero podía escuchar pasos en el césped.
Bueno, no, no era exactamente así lo que había sucedido. Jared nunca había
sido su compañero, y ellos nunca habían sido exclusivos. Pero Joy nunca había sido
normal así que veía el mundo un poco diferente.
Escuché un llanto de agonía y miré brevemente hacia Eloise y Joy –oh sí, Joy
definitivamente estaba haciéndola atravesar por serio dolor. Estaba bastante
segura de que acababa de escuchar romperse la columna de Eloise. Mierda, eso
debía dolor como la mierda.
Mientras se desvanecía el grito de Dana, volví la mirada hacia atrás para ver
que su carne estaba medio pelada y su mirada era oscura y brillante con furia.
—Pensé que había sido clara cuando dije que te haría sufrir. Oh, ¿pensaste
que era puro palabreo? —Le di una sonrisa suave y de pena—. No, cariño. No eres
la primera persona a la que hago daño y no serás la última.
—Estás loca.
—Un poco —me permití decir—. Pero en su mayoría es porque tengo una
reacción violenta contra pequeñas perras tontas como tú. Y como dije, nadie le hace
daño a mi pareja. —Entonces mi látigo estuvo en mi mano de nuevo y corté su
rostro con este.
1
En el original Fraggle Rock, una serie infantil conocida en español como Los Fraguel, protagonizada por
unos muñecos llamados Fraguels.
Con un chillido fuerte, se apartó. Para su crédito, se recuperó rápidamente,
conjurando una gran roca para servirle de escudo. Simplemente chupé la energía
de la roca, haciendo que se rompiera en pedazos. Pero aparentemente, ella había
estado lista para eso; su hacha estaba de vuelta y apuntó a mis piernas esta vez.
Salté, apenas evitando el arma. Lanzó su palma contra mi pecho lo suficientemente
fuerte para enviarme hacia atrás. Golpeé un árbol, haciendo que el aliento saliera
de golpe.
Dana sonrió.
—Duele, ¿verdad?
Sí, dolía. Me quité los pantalones de mi nuevo traje, que estaba roto,
quemado y manchado de sangre—Fletcher iba a ponerse como loco—y me puse de
pie. Entonces, antes que pudiera registrar en su cerebro el movimiento, conjuré
una pequeña bola de energía y disparé hacia Dana. Atrapó su hombro, y el impacto
la hizo desmayarse contra el suelo una vez más. Por supuesto que podría haber
enviado una bola de energía mortal suficiente para matarla en lugar de
simplemente desmayarla. Pero muerte por una bola de energía no parecía
suficientemente dolorosa para alguien que había hecho daño a Jared. Muerte por el
veneno de Dexter, sin embargo… Síp, eso sonaba mucho mejor. Y él claramente
estaba esperando unirse a la diversión porque estaba deslizándose alrededor de
ella, siseando. Mirándolo con cautela, ella se congeló, obviamente preocupada por
hacer cualquier movimiento repentino.
Cuando llegue a su lado, Dexter movió su inteligente mirada hacia mí. Sabía
que quería permiso para atacar… así que se lo di. Ante mi asentimiento,
inmediatamente escupió veneno en sus ojos. Chillando, ella se frotó con
desesperación sus ojos. Ahí fue cuando Dexter atacó—en un momento que fue
puro borrón, le mordió la parte superior del brazo. De nuevo, ella chilló, alejándose
de él. Pero no hizo diferencia—no había manera de evitar a Dexter: él la mordió de
nuevo, esta vez en su pierna.
Sus gritos agonizantes me dijeron que sí, se había dado cuenta. Tal vez
debería sentirme mal por ella. Tal vez debería querer terminar su dolor. Pero esta
persona había lanzado una bola de energía hacia Jared y se había reído de su dolor.
Había sido parte del plan de tomar The Hollow, y había disfrutado cada segundo de
dolor por el que me había hecho atravesar. Además, me habría matado
alegremente si lo hubiese podido hacer. Así que no había ni una onza de piedad en
mi sistema.
—Estás haciendo esto por Jared, ¿verdad? Es tu revancha por hacerle daño,
¿verdad?
Asentí.
—No voy a dejarlo ir, Joy. —Ella necesitaba entender eso, necesitaba
aceptarlo finalmente, porque realmente yo había tenido suficiente de sus cojones.
—Y él no te dejará ir. Para él, siempre has sido tú. Te odio por eso. —Pero
no había ni amenaza ni enojo en sus palabras.
En ese punto, teníamos que luchar para abrirnos pasos a través de ellos. Los
primeros seis círculos de vampiros ahora estaban destrozados. Si podía solo lograr
atravesar estos otros cabrones, podría llegar al bastardo. Pero estos hijos de puta
no lo estaban dejando fácil.
Por ejemplo, estaba el Keja que seguía lanzándome bolas de hielo—y dolían
como la mierda. Luego estaba otro Keja que estaba creando roturas en el suelo que
eran lo suficientemente amplias y profundas para que la gente cayera.
Desafortunadamente, algunos lo habían hecho. También estaba el Pagori que
estaba cubierto de escarabajos y los estaba lanzando hacia todos; escarabajos que
parecían morder. Aun peor, también teníamos que lidiar con un camaleón que
estaba subiéndose por la gente y rompiendo sus cuellos antes que siquiera se
dieran cuenta que alguien estaba ahí. Realmente ese tenía que desaparecer.
Mientras una idea de pronto vino a mi mente, le hablé a Denny. Quiero que
encuentres ese camaleón por mí. Dudo que pongas las manos en él porque ese hijo de
puta es rápido. Pero lánzale tu baba. Luego seremos capaces de verlo y obtener un
disparo limpio.
Denny asintió.
Entendido.
—¿Qué?
Pero mi problema real no era ese. Era el saber que Covington era bastante
poderoso con su don de encantar objetos—podía volver cualquier cosa mortal. El
objeto más simple podía convertirse en un arma.
—Mierda.
Confiando en que el equipo podía lidiar con los otros, luché con los
vampiros que quedaban frente a mí y me lancé directamente dentro del
círculo…justo a tiempo de ver a Stuart ser apuñalado en el corazón con el mismo
cuchillo que antes había cortado la garganta de Antonio. Mierda. Dividido entre la
urgencia de correr al lado de Stuart y atacar a Covington, dudé. Covington tomó
ventaja de ese momento de duda, cortando mi brazo con su cuchillo. Estaba tan
antinaturalmente afilado que no solo rompió a través de mi robusta chaqueta de
cuero y camiseta, sino que también se llevó capas de piel. Y supe entonces que el
cuchillo probablemente podría cortar a través de cualquier cosa.
—Ese fue el por qué Langley no fue capaz de rastrear a Paige —reflexioné.
Sin darle importancia al tema, regresé mi atención a un Covington que gruñía. Su
mirada se lanzaba hacia todas las direcciones, claramente notando lo que yo ya lo
había sentido. Todos estaban alrededor de nosotros, observándonos fijamente. La
batalla se había terminado. Sus vampiros estaban muertos. Él era el único que
quedaba…y no había absolutamente ninguna forma de que saliera de esta vivo.
Ante mi señal, Alora hizo que la pantera se alejara de Covington. Riendo con
humor, él se puso de pie.
—Claro que sí. Y te mataré. Pero nunca dije que fuese a darte el honor de
tener un duelo conmigo.
—Auch —dijo Harvey—. Ahora, eso es ser frío. —Su voz era de aprobación.
Tenía razón; era ser frío privar a alguien de un duelo. Decía que no valían el
esfuerzo.
— ¿Por qué haría un duelo con alguien que no tiene decencia o integridad?
Intentaste tomar la posición de Antonio, e intentaste tomar The Hollow. Te gusta
obtener las cosas de una manera fácil, te gusta hacer trampa. Así que dime, ¿por
qué diablos debería darte el honor de un duelo honrado, sabiendo que harás
trampa? ¿Cuál sería el punto?
— ¿Sigues viva, pequeña híbrida? Qué lástima. Realmente pensé que Dana y
Eloise se encargarían de ti.
—Lo intentaron… ellas y sus pequeños corazones. Dana aún no está muerta.
Pero el veneno de Dexter se encargará de eso en los próximos veinte minutos más
o menos. Aunque me temo que Eloise ha llegado a un final viscoso. Puedes
agradecerle a Joy por eso.
— ¿Joy?
Sam me sonrió.
Y esas cosas sin duda no tenían absolutamente ningún sentido para nadie
más que para Joy, pero como sea.
¿Te atacó?
La multitud se hizo a un lado de nuevo, esta vez dejando que Antonio pasara
al centro. Pero él no ingresó al círculo; me di cuenta que estaba dejando que Sam y
yo lidiáramos con el tema, demostrando su confianza en nosotros para que todos lo
vieran. Bajó la mirada hacia Covington.
Sam suspiró.
No, joder, no lo permitiría. Ella era mía… no quería que nadie la tocara, y
mucho menos que bebieran de ella. Y si soy honesto, estaría celoso de cualquier
lazo de sangre que tuviera con otra persona. Quería que solo estuviera enlazada a
mí. Sí, eso era posesión nada saludable pero nunca pretendí ser algo más.
Sam bufó.
— ¿Y por qué haría eso exactamente? Por favor dime, ¿qué me haría decidir
hacer desaparecer a mi propia raza del mundo? ¿Cómo podría beneficiarme eso?
Estás diciendo cosas que no tienen absolutamente ningún sentido. Pero eso ya lo
sabes, ¿verdad? Solo has venido aquí con excusas para tratar de justificar lo que
has hecho esta noche. Estás intentando hacer que los Grandes Maestros de aquí
vayan contra mí.
—De todo esto, que ella sea un híbrido es algo bueno —dijo Antonio—. No
solo significa que ella puede proteger a nuestra raza mejor que nadie más, sino
también que es tan poderosa que desalentará a los vampiros que quieran empezar
guerras en el futuro.
Eso era cierto: ellos no querrían la oportunidad de lo que ella les haría, o lo
que yo haría a alguien que siquiera se atreviera a hacerle daño.
—Al intentar matarla y fallar tan miserablemente, todo lo que has hecho ha
sido demostrar a todos lo poderosa que es. No estoy agradecido de eso porque
demasiada gente ha muerto esta noche. Pero lo que significa es que todo esto no
tuvo ningún maldito sentido.
—Se me ha ocurrido que sería una buena idea mantener tus brazos a tus
costados—explicó Sam—. No podemos tenerte lanzando otras cosas, ¿verdad?
—Harvey —dije.
—¿Sí?
—Ajá.
—Bien. Controla a este bastardo por mí. Quiero que todos lo vean.
La mirada de todos me dijo que el mensaje que había enviado había sido
recibido, fuerte y claro. Era un mensaje que sería esparcido. Y solo un maldito
idiota lo ignoraría. Sam deslizó su mano entre la mía, y todos hicieron una ligera
reverencia. Tuve que sonreír cuando Sam gimió—odiaba las reverencias. Si no
hubieran tantas muertes, los vampiros aquí sin duda habrían animado la muerte de
Covington, pero la mayoría de ellos todavía estaban atacados con enojo y dolor
ante la cantidad vidas que habían sido perdidas.
—No lo hará. —Le lancé una mirada de reprimenda. Ella solo rodó sus ojos.
Ese pequeño culo caliente definitivamente sería azotado más tarde. Usando
nuestro lazo, le envié una imagen de ella desnuda e inclinada sobre mi rodilla con
mi mano elevada sobre su culo. Ella jadeó indignada, volteándose para darme una
mirada completa—. Oh, sucederá —le aseguré, mi tono oscuro. ¿Y qué hizo? Me
envió en respuesta una imagen… una imagen de Dexter mordiendo mi oreja
mientras se reía con deleite. Maldita perra loca.
Traducido por Mew Rincone & OrianaValkiria
Sam
No era habitual que tuviera pesadillas. O si las tenía, no las recordaba
cuando me despertaba. Pero soñar que tu compañero es quemado vivo mientras
eres retenida y forzada a mirar es suficiente para hacer que una chica se despierte
de un sobresalto y sentarse sobre la cama.
Pero peor que el daño que sufrió The Hollow era el daño ocasionado a su
población. Seis de los diez escuadrones de la legión habían sido aniquilados,
incluyendo a sus comandantes. La mayoría del número de guardias de Antonio
estaban muertos, al igual que las consortes de Luther y Sebastian. Solo quedaron
treinta y ocho humanos, y diez de ellos estaban gravemente heridos. Originalmente
hubieron cuarenta y tres humanos supervivientes, pero siete habían estado al
borde de la muerte y eligieron convertirse en vampiros en lugar de morir.
Afortunadamente, Reuben, Damien y Denny se recuperaban bien de sus
lesiones, aunque con lentitud. Cristiano, Jude y Sebastian también resultaron
heridos de gravedad, pero casi se habían recuperado por completo. Lo principal
era que se recuperaban. Tristemente no podía decirse lo mismo para muchos de los
vampiros que fueron heridos. Paige había estado demasiado agotada para
ayudarlos a todos, de hecho, se desmayó después de un rato. Nuestros aliados
también perdieron a algunos de sus vampiros durante la batalla. Además, aquellos
vampiros que estaban vinculados a otro, murieron cuando lo hicieron sus
compañeros. Tantas muertes.
—Por todos los que perdieron la vida anoche. Merecen ser recordados y
reconocer y honrar su sacrificio.
—Es una buena idea. Lo haremos tan pronto como hayamos reparado este
lugar.
—Me sorprende un poco que ni una sola persona se haya opuesto a que
sustituyamos a Antonio por mi estado hibrido.
—Además, serían unos idiotas si fueran contra alguien tan poderoso como
tú, teniendo en cuenta lo que yo le haría a una persona que incluso pensara en
hacerlo.
—Esa era la idea. Nadie olvidará nada de lo que ha pasado. Todo vampiro
que no haya estado allí, escuchará sobre ello, y lo más probable es que esté diez
veces exagerado, pero eso solo puede ser una buena cosa. —Hizo un puño con mi
cabello y apoyó su frente contra la mía—. Te juro que casi morí cuando le pediste a
Imani que cortara el vínculo. No puedes volver a hacer algo así, Sam. No puedes
sacrificarte por otras personas, ni siquiera por mí.
—No. Morir significa estar sin ti. No puedo hacer eso. Si eso me convierte
en egoísta, no hay mucho que pueda hacer al respecto. Te lo he dicho más de una
vez, Sam. Tú estás primero. Sé que nunca nadie te ha antepuesto, así que no puedes
asimilarlo ni entenderlo. Pero para mí, estás primero.
—Tú eres tú. Y es todo lo que necesitas para que gustes a la gente y te
respeten. Las personas que son directas… únicamente están contentas cuando
hablan contundentes a los demás. No son sinceros sobre quiénes son, los defectos
que tienes y los problemas que tienes. Pero tú no escondes quien eres. No actúas.
No juegas a juegos mentales. La gente siempre sabe dónde está cuando trata
contigo. —Deslizó sus dos brazos a mí alrededor y me sostuvo apretadamente,
pellizcando ligeramente mi boca—. Es parte de lo me encanta de ti. Es lo que me
atrajo de ti en primer lugar. Por supuesto, tu voz ronca y tu delicioso cuerpo
también tuvieron mucho que ver con eso.
—A mí igual.
Quise calmar su estado de ánimo, así que pasé mis uñas por su espalda,
haciendo que me disparara una sonrisa burlona.
Tan pronto como mis brazos rodearon su cuello, hubieron las familiares
mariposas en mi estómago cuando nos teletransportó a… Oh.
Chasquee:
—Sé que no te gusta rogar. —Retiré el dedo, rodeé su culo con mi brazo e
incliné sus caderas—. Pero lo harás. Porque sabes lo bueno que será cuando te dé
lo que quieres.
Sonreí.
—Oh, te follaré bien. —En un movimiento suave y lento, salí casi por
completo antes de deslizarme de nuevo en el interior. Una y otra vez, lo hice,
amando lo caliente, apretado y pulida que estaba a mí alrededor. Sabiendo lo
sensible que era su cuello, besé, lamí y mordí cada centímetro -haciendo que su
cuerpo se hiciera más y más flexible debajo del mío. Cuando rocé mis dientes sobre
su pulso y chupe fuerte, jadeó mi nombre.
—Hazlo. Muérdeme.
—Lo sé, pero quiero oírte decirlo —Le lamí sobre la zona del pulso y lo
mordí suavemente, chupando una vez más.
Realmente me gruñó.
—Por favor.
Tire para atrás y entré de golpe en ella, haciendo que dejara salir un
gemido.
— ¿Así?
—Más.
—Lo único que quiero de ti son esos ojos —Al segundo abrió sus párpados
de golpe y cuando los ojos de aguamarina teñidos con mercurio se encontraron con
los míos, empecé a golpear sin piedad dentro ella, dentro y profundo con mi polla.
Me pasó los dedos por el pelo y me apretó, confiando en que le daría lo que
ella necesitaba. La doblé hacia atrás lo suficiente para chupar un pezón duro en mi
boca. Tenía el perfecto par de senos -había estado obsesionado con ellos desde el
primer día. Mordí su pezón y la sangre chorreó por mi boca. Mientras bebía, moví
una mano de su cadera a su otro pecho, recorriendo su pezón con el pulgar. Sus
músculos se apretaron y ondularon alrededor de mi polla cada vez más y, joder, se
sentía muy bien.
—No me iré.
—Y yo a ti, bebé. Más que a nada. —Y por esa razón, tendría que decirle
sobre la visión que había tenido por Luther. No se podía negar que debería
habérselo dicho antes de que nos Vinculáramos, pero me entró miedo de que eso
pudiera hacerla cambiar de opinión. Esa misma sensación de pánico estaba todavía
conmigo ahora, pero estaba mal esconderle esto. Se merecía saberlo. Sólo tenía que
esperar y confiar en que esto no cambiaría nada, tenía que confiar en ella.
Respire hondo.
—Así que no lo has mencionado antes porque... ¿no te gustó que se hiciera
realidad?
—Oh.
—No estaba solo y afligido, por lo que no era que te hubiera tenido y de
alguna manera, te hubiera perdido en ese futuro que había visto. Estaba solo y
estaba bien con ello. —Miré su cara cuidadosamente, buscando cualquier señal de
que fuese a alejarse. No es que fuese a dejar que lo hiciera, pero tendría que estar
preparada para agarrarla si llegara a eso—. No llegué a decírtelo antes del Vínculo
porque me preocupaba que si lo hacía, lo tomarías como una especie de signo de
que no estábamos destinados a estar juntos, que nuestros futuros no se suponía
que estuviera entrelazado o algo así. —Ahora la confusión se mezclaba con
conmoción, pero agradecía que ninguno fuera aprehensión o la inquietud que yo
esperaba.
Le acaricié la cara.
—Lo que estás diciendo es que... ¿cuándo te uniste a mí sabías que podrías
estropear un futuro en el que ascendieras?
—Así que cuando dices que para ti, estoy primero, realmente lo dices en
serio, ¿verdad?
Escrutó mi rostro.
—¿Por qué me has dicho esto? Puedo sentir el pánico que tienes a que
haga una tontería. ¿Por qué me has hablado de la visión?
Y eso era una cosa muy difícil para mí, porque mis dos mayores temores
eran que algo le pasara a ella o que se fuera. Honestamente, todavía era un shock
que, para empezar, me hubiera dado una oportunidad, teniendo en cuenta el idiota
total que fui cuando llegó por primera vez a The Hollow. El hecho de que se
vinculara a mí, todavía sobresaltaba mi mente porque encontraba demasiado
difícil aceptar que ella siempre se preocuparía por mí. Conocía mis errores, sabía lo
jodido que estaba. Y cuando tu propia madre no puede amarte, hacía difícil creer
que alguien más llegue a hacerlo. Sin embargo, aquí estaba Sam. ¿Y ella pensó que
la dejaría ir? La perra loca no iba a ir a ninguna parte. Si pensaba diferente,
entonces estaba más loca de lo que pensaba.
No sonaba como si hubiera un “pero” por venir. Aun así, necesitaba estar
seguro de que no iba a tratar de luchar conmigo en esto.
—Eso realmente suena que habría sido divertido, pero no será necesario.
Te amo; no voy a ninguna parte a menos que tú vengas conmigo.
—Oh, iré.
La acosté sobre la sábana y luego la rodé suavemente, de modo que
quedara a horcajadas sobre mí. Esta vez le dejé tomar el control; era lento, pero
aún así profundo, y yo me corrí tan duro como siempre.
—Agárrate fuerte —Me refería a más que a solo a eso, y ella lo sabía. Su
rostro se suavizó.
—Siempre.
Traducido por Mais
Sam
¿Dónde diablos estaba Jared? Mientras observaba el salón lleno de gente,
donde estaba sonando suave música de piano y vampiros inteligentemente
vestidos estaban tomando TNS con sabor a champagne, me recordó a la recepción
de mi ceremonia de Vinculación. Esta clase de reunión elegante y formal no era del
todo mi tipo pero era parte de la Coronación, así que no había mucho que pudiera
hacer sobre ello. Síp, en una hora, Jared y yo seríamos declarados oficialmente la
Pareja de Grandes Señores Maestros.
Nota para mí: Cuando Jared y yo dejemos nuestras posiciones, hacer que la
pre-fiesta a la Coronación sea divertida.
Habían pasado tres semanas desde el ataque en The Hollow, y con la ayuda
de cientos de voluntarios, el lugar fue milagrosamente restaurado a su estado
original—o mejor que eso. Había ligeras diferencias aquí y allá. La principal era
que la mitad de la mansión ahora era un espacio de oficina. Cuando Antonio
escuchó que Jared y yo no queríamos mudarnos a la mansión—simplemente no se
hubiese sentido correcto para nosotros, parecía más la casa de Antonio—él había
insistido en minimizar su vivienda. Sentía que nosotros teniendo espacio de
trabajo individual en el mismo centro de la comunidad daban significado a nuestro
rol en The Hollow.
—Sam —dijo, arrastrando las palabras, con una sonrisa de afecto. Colocó
sus manos en mis antebrazos—. Te ves…
Alcé mi mano.
—Permite que te detenga. Los cumplidos no son lo mío. —Por supuesto que
él ya sabía eso.
—Estoy bien.
Le sonreí ampliamente.
—Hola Rick.
—Es Ricardo.
—No tengo ni idea, por eso estoy aquí. —Volteándome de nuevo hacia Wes,
pregunté—: Supongo que no has visto a Jared por aquí, ¿verdad?
—Genial, gracias. —Dándole a cada uno de ellos un breve adiós con la mano,
caminé hacia donde estaba Fletcher, riendo con Norm, Ava y Cristiano… pero no
estaba Jared. Fui a hablarles pero Fletcher me jaló para un abrazo que fue lo
suficientemente fuerte para quitar el aire de mis pulmones—. No. Puedo. Respirar.
Él aligeró su agarre.
Norm se rio.
—Gracias.
—Como siempre, Fletcher puede llevarse el crédito. —El vestido blanco con
agarre en el cuello era, como todo lo demás que él me había dado, ajustado pero un
ajuste perfecto.
—No tienes que irte. De hecho, espero que no lo hagas. Tengo planes para ti.
—Ella me miró con duda, pero simplemente le di una sonrisa misteriosa—. Seré
revelada pronto.
—Eso se hará sin que lo digas. —Él inclinó su cabeza—. Joy se fue anoche,
por si no lo sabes.
Me encogí de hombros.
—Solo porque alguien acepte que no puede tener a la persona que quiere no
significa que pueda lidiar con observar a esa persona con alguien más.
— ¿Estás bien?
Él asintió, tragando saliva con fuerza.
—Tú, eh…cuídate. —Se veía como si quisiera decir algo más, pero en su
lugar, solo sonrió. No era una de sus sonrisas frecuentes. Era una sonrisa real.
Sabiendo que Antonio estaba cerca de las puertas del patio con Lucy,
Sebastian y Luther, dije:
—De acuerdo, gracias. —No fue hasta que Fletcher agarró mis manos que
me di cuenta que había estado jugando con ellas con nerviosismo.
—No estoy nerviosa. —Le di un empujón suave y luego fui a buscar a Jared.
En su lugar, me encontré cara a cara con Max, quién estaba con Chico, Jude,
Damien, Denny y David.
—Porque estás nerviosa —dijo Damien. Ante mi gruñido, él alzó sus manos
en gesto de inocencia.
No me calmó.
Bufando, avancé hacia las puertas del patio…solo para encontrar que
Antonio, Lucy, Sebastian y Luther ya no estaban ahí. Y más importante, tampoco
Jared. Sabía, a través de nuestro lazo, que estaba cerca, pero no sabía su ubicación
exacta. Si tuviera su don para teletransportarme, podría haber usado el lazo para
llevarme inmediatamente hacia él.
Gruñendo por dentro, me dirigí hacia las puertas del patio, preguntándome
si estaban afuera. Mientras me acercaba, vi que Butch, Salem, Stuart, Reuben,
Harvey, Paige e Imani estaban amontonados en la esquina. No me sorprendió ver
que Butch estaba muy cerca de Imani o que Stuart estaba molestando a Paige, o
que Salem tenía su mirada puesta en Ava a pesar de que ella estaba al otro lado de
la habitación.
Reuben sonrió.
—Muy pálida.
Butch sonrió.
—Gracias. —Me alejé para irme pero luego noté que la mirada caliente de
Salem se había transformado en un ceño fruncido. Siguiendo su mirada, vi que
Damien estaba coqueteando con Ava—. Sabes, simplemente podrías ir ahí y hablar
con ella.
—Le hablo.
Él suspiró.
—Ella es…
—¿Qué?
—Buena…y yo no.
Él suspiró de nuevo.
Confundida y frustrada, fui hacia Antonio y los otros. Él me dio una sonrisa
brillante.
—Dijo que iba a encontrarte, pero luego Ethan vino y se lo llevó a un lado.
—Apuntó hacia donde los hermanos estaban parados al borde de la playa.
Finalmente.
—Bien.
—Estás algo…pálida.
— ¿Interrumpo algo?
— ¿Mejor?
De hecho, sí. Extrañamente, sus besos tenían una manera de calmar mis
nervios. Relajándome contra Jared, miré a Evan.
— ¿Dónde está Alora?
— ¿En serio?
—Ha dicho que no. —Extrañamente, no sonó dolido. De hecho, usó el mismo
tono que uno usaría cuando se refiere a un niño confundido… como si fuera algo
lindo que ella pensara que tenía una opción. Sí, bueno, el estilo determinado de
Evan no le permitiría jamás aceptar un “no” de Alora. Había esperado demasiado
para encontrarla.
Evan sonrió.
—Fueron casi sus palabras exactas. Solo estoy feliz que ya no esté unida a
ese imbécil. Quiere decir que podemos tener eso algún día, cuando esté lista…
gracias a Imani. Le debo a esa chica más de lo que ella se da cuenta. —Imani había
usado su don para cortar el lazo entre Alora y Gregory. Yo suponía que el chico no
lo había tomado muy bien, pero que se jodiera. Alora le pertenecía a Evan…
cualquiera podía verlo.
—Es irónico lo mucho que temí traer aquí a Paige. Si ella no hubiese venido,
te habría perdido a ti y a Sam. Y si Paige nunca hubiese solicitado refugio para ella
e Imani, nunca nos hubiésemos dado cuenta que Imani era tu única oportunidad de
poder Vincularte con Alora algún día.
—Parece que a veces tenemos que tomar el camino largo antes de llegar al
lugar donde necesitamos estar… si eso tiene sentido. —Vió a Alona acercándose y
elevó su brazo, invitándola a acercarse. Ella se derritió a su lado, sonriendo—.
¿Dijo algo interesante el pájaro?
—¿Qué me he perdido?
—Antonio no necesita decirle nada a nadie. La única gente que sabía que
algunas de las personas aquí estaban contaminadas eran Bran, Covington, Langley,
Collins, Eloise y Quentin. Los cinco primeros están muertos y como Quentin estaba
tan agradecido por toda la ayuda de Antonio y por rescatar a su hermano de los
humanos, estuvo de acuerdo en que Ryder limpiara de su memoria lo que nos
había sucedido. —El Pagori tenía una mano síquica que podía buscar dentro de la
mente de una persona e incluso robar recuerdos específicos, aunque no podía
limpiar años de recuerdos.
—Nop.
Él se rio.
—¿Qué?
—Estás jugando con tus manos —notó Jared, colocando mi cabello detrás de
mi oreja. Fue entonces cuando me di cuenta que había estado juntando y
separando mis manos. Inmediatamente las relajé, quedándome sin expresión.
Ahuecando mi mentón, él me volteó para enfrentarlo por completo—. No tienes
que fingir conmigo. Es perfectamente normal que estés nerviosa ahora mismo.
Infiernos, incluso yo lo estoy. No creo que sea algo para lo que alguien esté
totalmente listo…ni siquiera yo, e infiernos, he tenido mucho más tiempo para
acostumbrarme a la idea de lo que tú has tenido. Si necesitas más tiempo….
—Deja de preocuparte por mí. Estoy tan lista para esto como jamás estaré.
—Y eso fue todo lo que realmente podía pedir de mí misma.
—Es la hora.
Jared
Cinco minutos después, Sam y yo estábamos de pie, mano a mano en el
podio artificial de la sala, mientras Antonio, quien estaba en frente de este con el
Prelate, hizo un gesto para que hicieran silencio. Era el mismo Prelate que había
hecho la ceremonia de Vinculación. No había estado bromeando cuando le dije a
Sam que estaba nervioso, pero por suerte eran uno nervios buenos. Aun así,
teniendo a toda esta gente presenciado nuestra Coronación y sabiendo que toda la
cosa estaba en vivo en V-Tube…era un poco desconcertante.
—Sé que es muy inusual que hayan tantos presentes en una Coronación —
empezó Antonio, refiriéndose aquellos presenciando la ceremonia por V-Tube—.
Pero creo que todos podemos acordar que fueron circunstancias inusuales las que
trajeron a estos vampiros aquí. Su ayuda y apoyo nunca serán olvidados. Y
tampoco las acciones de la pareja que ven aquí… Samantha Parker y Jared
Michaels.
—Por lo que espero que todos ustedes los sigan y los apoyen cuando yo
abandone mi posición y ellos tomen el lugar como la Pareja de Grandes Señores
Maestros. —La mano de Sam se apretó contra la mía mientras que Antonio y el
Prelate se unían a nosotros en el podio. Cada uno de ellos recostó una mano sobre
nuestras manos entrelazadas, sonriendo.
—Sí.
—Sí.
¡Oh Dios, están haciendo una reverencia de nuevo! Sam estaba totalmente
enloquecida.
—Antes de que diga algo más, tengo que agradecerles a las personas que
vinieron y se unió con nosotros contra Harry Covington. También debo agradecer a
todos por aceptar el estado híbrido de Sam. Fue un cambio forzado, y ella no se
merecía ser castigada por algo que nunca quiso, por ser cazada o elegida como
blanco.
Apreté su mano.
Tan irreal como era, Fletcher estaba llorando y limpiando sus ojos con un
pañuelo, mientras un Norm sorprendido le palmeaba el hombro.
Sam continuó:
Y ese era un punto muy bueno. Era un punto que la mayoría de la gente
estaría de acuerdo, ya que casi la mitad de la población no había escogido esta vida
por ellos mismos.
—Y finalmente…
—Mi esperanza es que las mujeres de este salón con los nombres Alora,
Jude, Ava, Paige e Imani acepten un lugar en ese equipo…todas ustedes se lo han
ganado. —Por sus expresiones satisfechas, tenían la intención de aceptar la
oferta—. Sebastian ha acordado ayudarme explorar otras adhesiones a la legión
como totalidad. Así que si hay alguien ahí afuera…hombre o mujer, Pagori o Keja o
Sventé… que crea que tiene lo que hay que tener, estaré esperando a conocerlos.
Aunque por ahora, voy a decir adiós para poder pasar un tiempo con mi pareja.
—Un equipo completo femenino, ¿eh? Debería haber visto venir eso.
—Solo queremos que entiendas que hemos prometido nuestra lealtad hacia
ti.
—Parte de ella lo hizo. La cosa es… yo estaba feliz en la visión. No, no feliz.
Estaba contento. Así que la visión no era mala, aunque estoy más feliz y más
contento con la forma en que las cosas están ahora.
Eso tendría sentido. En ese entonces, no había creído que estaba hecho para
relaciones o que había algún punto en ello. Había estado bien estando solo, con
solo consortes. Tal vez hubiese estado razonablemente contento si hubiese
continuado de esa forma porque no hubiese conocido lo que me estaba perdiendo.
Aunque ahora, ni siquiera podía imaginar estar sin Sam. Era ella quién había
cambiado mis percepciones en las relaciones.
—En otras palabras, ¿era una advertencia para que juntara mi mierda?
Luther se rio.
—Gracias Luther.
— ¿Estás segura que estás bien? Quiero decir, probablemente esto no sea
algo que hubiesen tomado si no hubiese sido yo el Heir. Y aun así, te Vinculaste a
mí de todos modos.
—Tal vez piensas que es un buen negocio. La verdad es que podrías haber
tenido algo mejor. Pero nadie te hubiese amado como yo. —La besé suavemente,
diciendo en serio cada palabra—. Dime que sabes que, aunque todos tenemos
todas estas grandes responsabilidades ahora, siempre vendrás primero a mí.
—Lo sé.
Eso fue fácil. Arqueé una ceja, sorprendido por la confianza en su respuesta.
— ¿Ha si?
Fruncí el ceño.
—No, después de eso. Dijiste que podías organizar el control de los dones
del equipo en cinco noches…
Ella se rio.
Fin…
Quiero dar un grandísimo agradecimiento a mi esposo por ser tan solidario y por
ayudarme con—bien, haciendo todo—el trabajo de casa para darme ese espacio
libre que necesito. Y gracias a mis fabulosos hijos, sólo por ser ellos.
Debo darle un gran agradecimiento a mi lectora Beta, Andrea Ashby —¿qué haría
yo sin ti, mujer? Ella es el ojo extra que necesito y siempre está ahí cuando necesito
su consejo y ayuda.
También quiero agradecer a Ruby José—una vez más, hizo una increíble portada
para el libro y absolutamente la adoro.
Finalmente, gracias a todos mis lectores. Sin tu apoyo, esto nunca podría
convertirse en una serie, por lo que te estoy eternamente agradecida.
Si por alguna razón quisieras ponerte en contacto conmigo, ya sea, por el libro o
estás considerando la auto-publicación y tienes alguna pregunta, por favor no
dudes en enviarme un correo a suzanne_e_wright@live.co.uk.
Cuítate,
Suzanne Wright
Autora
Website: http://www.suzannewright.co.uk
Blog: http://www.suzannewrightsblog.blogspot.co.uk
Twitter: https://twitter.com/suz_wright
Facebook: https://www.facebook.com/pages/Suzanne-
Wright/1392617144284756
Consumed(Profundo En Tus Venas
#4)
La vampira Sventé Ava Sánchez tiene una decisión difícil de tomar: ¿debería
aceptar la invitación del Gran Maestro de
los Vampiros y unirse a su legión?
Significará dejar atrás a su hermano y su
hogar. También significará trabajar con el
vampiro Pagori, Salem McCauley. A
diferencia de la mayoría de los vampiros,
ella no teme al Sr. Alto, Rubio, y Osado...
incluso si tiene algunos rasgos psicopáticos.
De hecho, él tiene una sexualidad cruda que
la tienta a abandonar su regla de «sin
relaciones» y él le da exactamente lo que
quiere de ella—todo.