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32) _Deberemos apoyar Ja evolucién cronokigica en los Hechos capitales de la historia externa y en la de las stiuciones. El ambiente que rodea explica a menudo | obra, como ya hemos visto; y las caracteristicas de este ambiente—social, politica, ete-—habrin de expo nerse al encuadrar ada perfodo literari. La iconografia contemporinea de los sucesos habrés dle tenerse en cuenta como elemento psicoligico y docu: ‘mental de primer orden, 33) El cine puede prestar también su concurso. En tun ensayo reciente he intentado resumir las ventajas los inconvenientes de li aplicacion del cine a la ense ianzi media. En lo que hace referencia a nuestros esti tli, creo que el cine puede ser un auiliar interesante en Ks primeros estadios de la literatura, para dar a los flumnos una visién argumental de grandes obras que icimente leerin (por ejemplo, el filme Los Nibelun- gos). En otro aspecto, el cine podr& interesar como Fenémeno estético de nuestro tiempo y su repercusiin en el terreno de la literatura (futurismo, ullraismo, procedimientos cinematogrificos en Ia novela: Azorin, Zweis, ete) EL ESPIRITU DEL BARROCO as) ALA SACRA MEWORTA DE MM PADRE PREAMBULO 1 Barroco es, tanto como wna téenica, wn estado de espirita, Esta afirmacién no encierra novedad ale nia, porque hia podide ser intuida a través de eruditos Y tratadistas. Mds comprometido Seria fijar las carac- leristioas railicales de este estado de espiritu. La des orlentacion es mds notoria si comparamos esta incertt dumbre cow la definitiva valoracion de fos elementos Jormaies del Barroco, que hizo brillante 1a conmemora {idm del centenario gongorino. Ast, pues, si tas Tineas del Imolte han quedado fijas, queda por aclarar qué cosa Sea lo que estos moldes contienen. {Estos tres ensayos sobre et espiritu del Barroco van se aventuran—por este camino en que estd todo, 0 basi todo, por hacer. Asi, su trabajo ce doblemente i Cierto por parcial y por provisorio. Parcial, porque det mbito complefisimo del espiritu barroco mo pueden “unbrarse ahora sino breves zonas; provisorio, porque slestuiio general de ese estado de expirita hard variar Seguramente las conclusiones de esta simple finta de sondeo. ‘Asi, pues, no caerd en ta ingenua tentacion de querer demostrar demasiado. Sus notaciones tienen el valor de ‘apreciar la existencia de unos wingredientes» sin que se Uariesguen a valorar swe peso especifico dentro de la Formate general, Es muy probable que algunos de fos elementos que dan ple a estos ensayos sean considerados como traidos por fos pelos. Et autor no protesta de ello porque le ereditaria de sutil, Pero cree que:la objecion tendria 219 verdadero sentido si quisiera explicar que, dada ta con Diejidad espiritual del momento barroco, todo anaists spectral del mismo ros da fan meccladamente tonos Yeontratonos que es rnimente ardua ta tarea de seguir fl hililto ite ta trama sin dejarse desorientar por lox cruces y mudos que tuenten desviriudita, Es posible ‘que aun esta mcsela sea caracteristica, Toda criss es tina eneruetjada: 9 ef Barroco es ef trance en que hace frisis ef Renachmiento, porgue las soluclones aportadas por el fervor grecotarhio dejan de tener su equiltbrada fuerza para dejar paso a un cio de intarrogaciones. ‘Asi, contione este periodo el eco nostlgico de fo que st a, mgs la presencia real elo que prevalece. ¥, ade- Inés, Tos tulewos fermimtos espectficos que dotian de actor disotvente de lavija formula. El momento, pues, Hone el interés dramritico que ilespierta' toda caida 0 todo salto. Ya que 2! Barvoco, con sit esencal ins tisfaccén, no es solo—como desu paraleto romdntico (quiere Diors—et cule « las formas gue vuela, sino taonbien ef de tas que se under. Por un azar quea mi me parece muy significaivo, 10 ‘esuabte es, on ta Wleraura y ef arte de Espasa, 10 que Teva fermentando en 4 dusimidad esa sensactdn de ve fo o de caida. Lo pasajero es fo egulibrade. En esi0 se diferencia de modo retical de to francés, que tan pro- Jeeta ampliamente ss stente interpretado por to racto- hal. Entre nosotros toda clasictsmo estd como a prec Fio,dificitmente huido de to que fue y amenacndo de lo (que va a veri, » au minado por fos secretes mierobios de lo. personal, de To torturado ye lo insatsfecho. ijémonos en gt lox pertodox gue se acerean ids 4 1a clasicidad-el Renacimtento, et Neoctascismo—estdn Hanqueaos, aediados literalmenie, por el Cuatrocie: tos, el Seiscientos y el Ochocientos, gue som tres horas de desequitibri. La aproximacton entre barraguism romanticismo se ha Teco mis de wa vez. Se da et ll iedistintamente el cutto de lo individual 9 ie 10 ‘cronogrificn, le misencia de limites ye seniide po Aagogica, la devociin por el pasaje libre y por as fuer 20 say naturales, Tada ello ha sido notado ya de manera mds’ menos expresa, 9 sabido es que toda sforme fe hele de las artes clasicas suele cifrarse en To. que 3 lama —hard todavia wn supremo esfuerco de reco bramiento y articulard de nuevo tas formas @ tos Gino. nes. Es ef Neoctasicismo, Pero ef virus ha contagiado ya 2 a su medula. ¥, través de ls fins férmulas precise, iajo las Tineas sobria, corre fox fundamentos de te costosa arguttectra y acaba vistiendo de Medra sus dervibos. ¥ he aqul la ruina roméetioo bejo le lens Y'he agua despecho de parnasianos y de eubistas ta Vieja inquietud desvetada, € tembloroxo anbeto estado sobre ef horionta Cater em tt rate de ‘odo ello fuera tarea aparcjada a {u que ahora acomiet, pro de superior ompuse, Me tire {o aqut a seater snderos em que hay mucha brosa por it tear ne reat jecunia prote de wn iro ast se haga de retiicactones Va ets con elipin etidede pias te Queer iin, Géngora, Saavedra Fajardo, que se dan por requ tesabidas, No he de afanarme én. bisquedas erutits, puesto qiu tas fneas generates gue demande este tine fran de toner maturatrente wnt sentido elemental y gent tm, ya gute titentan caracterlcar rasgos seferos de ura poce ONG tengo fe ninguna en haber acertado. Pero creo, por otra'parte, que este libro mo ha de ser completaneme nae I LA NOSTALGIA DE UNA EDAD HEROICA ‘Love. Renacimiento es un espeism, Cuando se este ‘dig e! momento histérico que condiciona el ‘re fos pucbls circundantes, sobre tamiae pequctas acne slings, atinque tan debi na supetiordad up tant dite Fa. Givaron unos das, slo now poco ds, de Peri, ‘Huald, por lo demds, fe complts 2 su vale, Esta frase de Gobineau es vatedera para lo material En el campo del espiritu, el pueblo judaico, en pose sidn de una religion distinta de wn gran libro, de una formidable conciencia mesiénica, se. levanta como un lote soberbio sobre la pululacisn histériea del Peque- fio Oriente. ¥, de modo: matematico, a mayor sensibi- lidad histdriea, mayor tragedia espiritual, Lo judaico esti cargido de Jamentaciones en las que et quejutn broso se agacha ante la fatalidad adversa considerin ola como un providencial e indesviable azote. Los pro- fetas, decia con mucho garbo Angel Ganivet, «se pasan siempre al enemigo». Conformes, si no generalizamos demasiado, Precisamente es tambicn caracteristico de lo judaico el arte singular de superar las adversadidae des, de atravesar infiltrandose—indemne el espiritu— Jas mayores torturas. Por cada Jeremfas no falta un Ezequiel que fortalezca el aflgida pecho y ayude a atra vesar el eautiverio mas duro, Su estado moral se acera con la persecucién, que es también eterna, ya que la irrupcién en el gucto me dieval o la Hamma inguisidora no son sino breves esla- bones anecddticos en la larga cadena que va desde el Faradn a Hitler, Ello da al perfil judaico este gesto ne- gativo y rencoroso para la sociedad que le rodea, y que hha quedado fijado en la Titeratura desde Ahaswerus, el judio errante, al Daniel Morton de Galds En efecto, fo oaracteristico det alma judia es et deseo consciente 0 inconsciente, pero que se Ileva disuelto en 248 le sangre perseguida, de liquidar o de atacar tas formas lasicas, es decir, resueltas en equilibrio estable, de ta sociedad en que vive. Lo que el cristianismo tiene de judaico se me ha aparecido con claridad abrumadora Visilando las eatacumbas de Siracusa y de Roma, La polis griega y la Ciudad Imperial aparecen literal te minadas por el nuevo espirita, Una obra lenta y tena, de socavacion da al traste con los fundamentos, mien tras una voluntad de vuelo derriba los arquitrabes.y acaba poniendo sobre sus columnas los arcos ojivales que apuntan hacia lo més alto, Voluntad de destruc cidn, voluntad de superacion. No es aneedético hacer hotar que Karl Marx es un judio muy caracteristico, ¥ que en la USS. los judios tienen un papel de minoria preponderante, Como nota Berdiaett, cl mismo alin de una bienaventuranza tertenal props dct Pruelo hebreo. lo hallamos eh el soialismo le Mars. Pet Fe'den mesianica de antano, en que cl pueblo bebrey era st Ducbio clgida de Dios, se conserva simpre, corm diferencia {ie que shorn peso caw sobre una lase dcerininada: sobre St polctariad Mars ataca los fundamentos de la forma politica esta bilizada desde el Renacimiento: la nacién, De a misma anera, Ia teadicién elisiconaristotélica, que durante la Edad Media se alia a I Escolisticn para construir un tedificio firme de razin y de método, se ageieta a los olpes del neoplatonismo, que busca la infinitud—Io Absolute-—a través de una cadena judaica: Filén, Ton vol, Loin Hebreo, Espinosa, Reducido este esquema al aire de Ja literatura, po- driamos paradigmatizarlo asi: eavacverizan de modo feminente las. produceiones de la literatura hebrea dos jersus conivapuestas que tienen su origen coineidente fn la condicién social del escritor: son et impulso de Infisiiud y ef afam de saboraje. El primero opera por sublimacian del segundo en los espiritus més amplios, 249 El afin de sabotaje, en cambio, es una forma primaria de reaccign ante [a vida cotidiana. Ahora bien: infini ud y sabotaje caracterizan extraordinariamente el am: biente intelectual del espiritu barroco. La filosofia de Espinosa es una forma de sabotaje—precisamente por cevision—del racionalismo cartesiano. Y Espinosa es el filgsofo del espiritu barroco, Su orientacién intelectual puede proceder de su sangre portuguess—es decir, do- blemente espafiola por meridional y por occidental—y su conocimiento de Ia poesia gongorina, El ambiente Que le rodea—en el arte y en la religién—es tambicn specificamente barroco, Karl Gebhardt ha notado cémo fr la filosofia espinosiana se encuentran las tres carac: teristicas que conceptiia fundamentales del Barroco: lo informe, fasustancialidad y la potencialidad, Ahora bien: el primer concepto—lo informe—, en el que Geb: hhardt coincide con el concepto wallliniano del Barroco, jene en Espinosa un especial matiz. que coincide, més ‘que con Ia idea de lo informe, cara a Gebhardt, con ta idea de sabotaje que he intentado exponer. Uno de tos textos espinosianas—magnificamente elegidos por el en- sayista—dlice ast: Ser fnito significa, en verdad, una nezacin parcial, y ser inpbito. a cambio, fa nfvmacitn absolut dela eisteneta de Estas palabras no son sing Ia proyeccién, en la ética, lel concepto fundamental de I filosofia de Espinosa, Segiin ef cual fa sustancia infinita es el supremo coneep- tovy, por tanto, las cosas finilas, las figuras, no son sino figura no ex sino determinacion, y no pm ser come queda dicho, He aqui, pues, en ayuda nuestra, unidos los dos con- ceptos: ‘afirmacién de lo indeterminado, negacién de lo eterminado; exaltacién de lo infinito y sabotaje de to real 50 Ahora bien: lo esenciamente judaico es fa conviven- cia, con alternado impetu, de ambos elementos. Dice Renan: I verdadero iaaclita os un hombre continuamante ato smamado orl descontato Yq sive chen nest ese Esta daplice actitud animica resulta de una doble pos- tura vital, Lo judaico se caracteriza justamence por la Singular coincidencia del més arrebstado sueio meta Fisico y del mas realista sentido comercial, Pueblo. de teélogos y de usureros, el mundo es para elios, alterna tivamente, trampolin para ef vuclo y volumen de botin Lo intermedio no existe, Y el mundo representativo social, externo, se ignora, Asi, con el Deuleronomio para cla esperanza y con el Eelesiastes para Ia desesperacion, ‘el judio se remonta unas veces al afin de lo absoluto fabstracto y se revuelve despues contra la vanidad de Tas cosas voneretas que son eso, vanidades cuando fallan como press. lie Faure ha hendido bien la intimidad del arte de Rembrandt en un ensayo sobre su religion, Hay, cier- tamente, en el gran pintor barroco mucho aire de gueto y. sobre todo, esa valoracién indistinea de Ta luz y la Sombra, de lo amable y lo adusto, que es, a Ia vez, espe Cifea de la obra rembrancltiana y del ambiente entene- brecige por la miseria o el menosprecio. Faure sefala Ta ver. con eleyante ligereza, ciertos detalles de las pinturas en que Rembrandt revela escenas evangélicas Estos detalles son esguinces ironicos, muecas de inere: tdulidad, rincones groteseos, Y bien: eno es todo esto, lun acto de sabotaje? Vease que acudimos a Ios rasgos tespintuales porque, desde el punto de vista formal, no hay que dadar ya, después de Wolifin, en la considers ida de Rembrandt como paradigma del barroquismo. Veamos nucvas tonalidades de su espiritu, La realidad no tiene para Rembrandt consistencia alguns: es una forma pasajera, sumida habitualmente en el oscuro si lencio de lo ignoto, v aireada y puesta a la haz en un ‘momento dado, Un descuida, un olvido, y tas formas se hhunden hacia adentro, hacia’ su no ser Se trata ahora de delinear todos estos elementos

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