Colecciones biológicas: son repositorios importantes de información en
biodiversidad. Aunque parezca increíble, cientos de objetos de colección como especímenes, cráneos, plumas, frutos, tejidos, entre otros, guardan los secretos del mundo natural y la memoria de los ecosistemas. Los ejemplares nos recrean la historia de las transformaciones de los sitios y nos ilustran mundos desconocidos. En los esfuerzos mundiales por la conservación de las especies y más aún en iniciativas como las de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza -UICN, las colecciones cobran cada vez más relevancia, ya que los registros biológicos y la información histórica de los ejemplares han ayudado a la categorización de amenazas de las especies en peligro de extinción. Y es que las colecciones biológicas son fundamentales en temas de conservación de la biodiversidad biológica principalmente porque es en las colecciones que se genera el reconocimiento taxonómico de las entidades biológicas, ¿esto qué significa?, pues que es lo que le permite a los investigadores saber y reconocer quiénes son las especies. Así mismo, es a través de los innumerables registros biológicos en una colección que se puede identificar su distribución geográfica, se conoce si son restringidas a áreas y/o ecosistemas particulares (endémicas), y también se puede estimar sus abundancias, es decir que se puede inferir sobre el estado de la población. Saber qué tenemos, en dónde está distribuido y en qué estado está, es la información básica para iniciar un proceso de seguimiento y conservación de una especie determinada. A través del monitoreo de los ecosistemas y apoyándose en registros históricos de ejemplares de colección, se conoce si una especie ha desaparecido de áreas de distribución previamente registradas, o si sus abundancias han cambiado significativamente. Desde las Colecciones Biológicas del Instituto Humboldt (CB-IAvH) se ha prestado apoyo para la realización de al menos 10 libros rojos que incluyen diferentes grupos de plantas y vertebrados como aves, peces y recientemente se apoyó la publicación del libro rojo de cangrejos dulceacuícolas. Para el libro rojo de aves, por ejemplo, con los nuevos registros de la colección del Instituto Humboldt, se han podido elaborar mapas de pérdida de hábitat y modelos de estimación de distribución. Parques nacionales naturales: Colombia es el segundo país más rico en especies del mundo y de una de cada diez especies de fauna y flora, sean terrestres, marinas o aéreas, habitan en el país.1 La República de Colombia ha suscrito el convenio de Diversidad Biológica2 y. conforme al mismo, se entiende por área protegida, un «área definida geográficamente que es designada, regulada y administrada a fin de alcanzar objetivos específicos de conservación» El Sistema de Parques Nacionales de Colombia (SPNN) cuenta con un total de 59 áreas (2010), con una extensión de unas 11.600.000 hectáreas, que suponen más de un 10% del territorio colombiano. Se organizan, conforme al artículo 329 del CNR, del siguiente modo:
Reserva Natural (RNN): «área en la cual existen condiciones primitivas de flora,
fauna y gea, y está destinada a la conservación, investigación y estudio de sus riquezas naturales». Hay 2. Área Natural Única: «área que, por poseer condiciones especiales de flora o gea es escenario natural raro». Hay solamente 1. Santuarios de Fauna y flora (SFF): «área dedicada a preservar especies o comunidades vegetales o de animales silvestres para conservar recursos genéticos de la flora nacional». Hay 10. Vía Parque: «Faja de terreno con carretera, que posee bellezas panorámicas singulares o valores naturales o culturales, conservada para fines de educación y esparcimiento». Hay solamente 1. El primer parque fue declarado en 1960, el «Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos», con tan solo 9.000 ha, con el objetivo de preservar un complejo de cuevas que eran el hábitat del guácharo, el pájaro nocturno que le dio su nombre. El último ha sido en agosto de 2007, el «Parque Nacional Natural Serranía de los Churumbelos Auka-Wasi», en la región andina, con 97.189 ha. El mayor parque es el «Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete», situado en los departamentos de Caquetá y Guaviare, con una extensión de 1.280.000 ha, un área de bosques, sabanas inundables y cerros. El área más pequeña es el «Santuario de Flora Isla de La Corota», en Nariño, con una extensión de solo 12 ha terrestres y 4 acuáticas, en el que se conservan ecosistemas de bosque muy húmedo de piso frío. Banco de Germoplasma: es una colección de material vegetal vivo, en forma de semillas y esporas. Sus objetivos generales son:
1. Localizar, recolectar y conservar plantas consideradas de interés prioritario
para nuestra sociedad. 2. Trabajar para el conocimiento científico orientado a la optimización de la conservación y uso de los recursos filogenéticos. Toda actividad del Banco de Germoplasma está orientada a cumplir con el compromiso de la Estrategia Europea para la Conservación de Plantas (EPCS). En la actualidad, se conservan en el banco más de mil quinientas muestras. Esta cifra se ve incrementada año tras año con nuevas recolecciones.
Además de todas las actividades básicas conducentes a la recolección y
preparación de las semillas para su conservación a largo plazo y obtención de planta adulta para reintroducciones, se desarrollan los siguientes aspectos: Búsqueda de las condiciones óptimas de germinación de las semillas y esporas de pteridofitos. Estudios de pérdida de viabilidad, tanto de semillas como de esporas. Estudio de la dormición que dificulta la germinación de las semillas en algunas especies y los pre tratamientos más adecuados para romperla. En colaboración con el Laboratorio de Anatomía e Histología se lleva a cabo la caracterización de las semillas y esporas, especialmente de sus cubiertas, estructuras con frecuencia responsables de la dormición observada en ellas.