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XXXVI, 1981 RESEÑA DE LIBROS 349

SERVIO T . BECERRA, "Consonantes implosivas en el español urbano


de Cartagena de Indias (Colombia): implicaciones sociolingüísticas",
págs. 100-112. — Ofrece reglas de realización de -s (final de sílaba,
final de palabra y final absoluto), de /, r, de -n y -d, según estratos
socioculturales. Igual que otros estudiosos de las hablas del Caribe
hispánico, Becerra considera —acertadamente, a mi juicio— que no
se puede postular para Cartagena la fonologización de la abertura
vocálica.
LEE A N N GRACE, "LOS mestizos y los indigenismos: México, 1550-
1600", págs. 113-127. — Comentarios sobre la intensidad y modali-
dades del uso de indigenismos en el español escrito por diversos cro-
nistas mestizos del Méjico colonial.
El editor ha reunido una serie de estudios que constituyen aporte
apreciable al conocimiento del español americano. Es de lamentar
que los textos de algunos autores no se hayan hecho revisar por his-
panohablantes nativos y que por ello haya errores molestos: los lingüis-
tas hispanófilas (pág. 1); "las obras dialectológico-léxicas empiezan a
disminuirse, tal vez por la apariencia de diccionarios generales de
americanismos" (pág. 2 ) ; "los institutos [ . . . ] continuaban a funcio-
nar" (pág. 2 ) . Otros descuidos de la edición son, por ejemplo, Moríñigo
en vez de Morínigo (3 veces en la pág. 69).

José JOAQUÍN MONTES GIRALDO

Instituto Caro y Cuervo.

JEAN DUBOIS, MATHÉE GIACOMO, LUIS GUESPIN, CHRISTIANE MARCEIXESI,


JEAN-BAPTISTE MARCELLESI, JEAN-PIERRE MÉVEL, Diccionario de
lingüística, versión española de Inés Ortega y Antonio Domínguez,
dirección y adaptación de Alicia Yllera, Madrid, Alianza Editorial,
1979, 637 págs.

Jean Dubois y su equipo de colaboradores trabajaron durante diez


años para dar a luz un diccionario que evidentemente venía haciendo
mucha falta a los hispanohablantes.
Hasta hace relativamente poco tiempo, el único glosario disponi-
ble era el Diccionario de términos filológicos" de F. Lázaro Carreter,
incompleto y desactualizado por haber sido publicado a finales de los
años cincuenta. Era, a no dudarlo, ardua la tarea de elaborar un dic-
cionario como el ofrecido por el lexicógrafo francés debido a las múl-

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THESAURUS. Tomo XXXVI. Núm. 2 (1981). Jaime Bernal Leongómez, reseña a «Jean ...
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tiples dificultades que una obra de esa naturaleza presenta. Una de


ellas, y tal vez la más importante, es la terminología.
A nadie se le escapa el hecho de que todas las escuelas lingüísticas
poseen su propio y exclusivo léxico. Hjelmslev necesitó 106 neologis-
mos para construir todo el andamiaje de la glosemática.
Las diferentes escuelas estructuralistas, surgidas todas ellas a raíz
de las revolucionarias teorías del ginebrino Saussure, poseen —y se
precian de ello— un vasto caudal' terminológico que entorpece y
confunde, aun al especialista. Otro tanto sucede con la lingüística gene-
rativa que ha acuñado todo un acervo formal y riguroso de nuevos
términos. Y se llega al caso, también, de lingüistas que laborando
dentro de una misma escuela inventan su propio vocabulario. Lo
paradójico de todo esto puede presentarse al comprobar que los voca-
blos así introducidos no aportan casi nada original. Todos ellos
designan un solo significado, un solo concepto; diferentes formas de
expresar lo mismo que, dicho sea de paso, está presente desde las
primeras especulaciones de los griegos sobre el lenguaje.
¿Debe, entonces, el1 compilador de un diccionario circunscribir su
técnica en una sola escuela? Tal vez no, porque, de ser así, habría
que pensar en un diccionario para cada una de las diferentes teorías
sobre el lenguaje, trabajo dispendioso y de poca utilidad.
El camino seleccionado por el equipo francés parece ser el adecuado.
En palabras de los autores, "este diccionario no pretende ser el reflejo
exclusivo de una escuela, de una tendencia, de una persona, y todavía
menos de una mera opinión; era necesario dar cabida a todas las grandes
corrientes actuales" (pág. iv).
De otra parte, y es mérito grande de la obra, se ofrecen en ella
términos de la sicología y la sociología en razón de que estas dos cien-
cias están íntimamente ligadas con la lingüística. No es un secreto hoy
en día que la sicolingüística y la sociolingüística son dos amplios
senderos por donde transita buena parte de los esfuerzos de la ciencia
del lenguaje.
El diccionario de Dubois y sus colegas presenta al comienzo una
excelente bibliografía de más de veinte páginas a doble columna y dos
extensas listas de términos españoles y franceses con su recíproca
correspondencia.
En síntesis, la obra del lingüista francés es útil y necesaria y viene
a llenar en parte, conjuntamente con la de Mounin, Hartman y Pei,
el vacío que la lexicografía lingüística presentaba hasta hace poco
tiempo.

JAIME BERNAL LEONGÓMEZ


Instituto Caro y Cuervo.

THESAURUS. Tomo XXXVI. Núm. 2 (1981). Jaime Bernal Leongómez, reseña a «Jean ...

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