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UNIDAD 3 LAS TRANSFORMACIONES POLITICAS MUNDIALES Y LOS

RETOS PARA EN EL SIGLO XXI.

Fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa

El Acta de Rendición de Alemania, firmada el 7 de mayo de 1945 en Reims.

El Fin de la Segunda Guerra Mundial reune tanto el cierre del Teatro Europeo en la Segunda
Guerra Mundial y la rendición alemana, que tuvieron lugar entre finales de abril y principios de
mayo de 1945.

Cronología de la rendición

El 25 de abril de 1945, las tropas soviéticas y estadounidenses se unieron, cortando a


Alemania en dos (véase Día del Elba). Las primeras unidades en hacer contacto fueron de la
69na División de Infantería norteamericana y la 58va División de Guardias soviética del 5to
Ejército de Guardias cerca de Torgau, sobre el río Elba.1

Suicidio de Hitler y rendición alemana

Periódico estadounidense reportando la muerte de Hitler

El 30 de abril de 1945, percatándose de que todo estaba perdido, Adolf Hitler se suicidó en su
búnker junto con su amante de muchos años y por corto tiempo su esposa, Eva Braun. En su
último testamento, Hitler nombró a sus sucesores: Karl Dönitz como el nuevo Reichspräsident
(Presidente de Alemania) y a Joseph Goebbels como el nuevo Reichskanzler (Canciller de
Alemania). Sin embargo, Goebbels se suicidó el 1 de mayo, dejando a Dönitz orquestar las
negociaciones de rendición. Dönitz nombró a von Krosigk Reichskanzler. El 1 de mayo, el
general de la SS, Karl Wolff, tras prolongadas negociaciones no autorizadas con los Aliados, y
el Comandante en Jefe del Décimo Ejército Alemán, el general Heinrich von Vietinghoff,
ordenaron a todas las fuerzas armadas alemanas en Italia cesar las hostilidades y firmaron un
documento de rendición que estipulaba que todas las fuerzas alemanas en Italia se rindiesen
incondicionalmente ante los Aliados el 2 de mayo. La batalla de Berlín finalizó el 2 de mayo,
cuando el comandante, el general Helmuth Weidling, entregó la ciudad a las tropas soviéticas.

El 4 de mayo de 1945, el mariscal británico Montgomery aceptó la rendición militar de todas las
fuerzas alemanas en Holanda, Alemania Noroccidental y Dinamarca en Lüneburg, un área
entre las ciudades de Hamburgo, Hanover y Bremen. Mientras el comandante operacional de
algunas de estas fuerzas era Dönitz, éste señaló que la guerra europea había terminado.

El 5 de mayo, Dönitz ordenó a todos los U-boots dejar las operaciones ofensivas y regresar a
sus bases.

A las 02:41 de la mañana del 7 de mayo de 1945, en los cuarteles de la SHAEF en Reims,
Francia, el Jefe del Estado Mayor del Alto Mando de las fuerzas armadas alemanas, el general
Alfred Jodl, firmó el acta de rendición incondicional para todas las fuerzas alemanas ante los
Aliados.2 Esta incluía la frase "todas las fuerzas bajo el mando alemán cesarán las operaciones
activas a las 23:01 horas, hora de Europa Central, el 8 de mayo de 1945". Al día siguiente,
pocas horas antes de la medianoche, funcionarios alemanes en Berlín liderados por Wilhelm
Keitel firmaron un documento similar, rindíendose explícitamente ante las fuerzas soviéticas, en
presencia del general Georgi Zhukov.

Efectos y derrocamiento de Dönitz

Karl Dönitz

La noticia de la rendición conmocionó a Occidente el 8 de mayo y las celebraciones brotaron a


lo largo de Europa. En los Estados Unidos, los norteamericanos despertaron con la noticia y
declararon el 8 de mayo el día V-E. Mientras que en la Unión Soviética estaba al este de
Alemania, era 9 de mayo hora de Moscú cuando la rendición militar alemana se hizo efectiva.
La Segunda Guerra Mundial es conocida como la Gran Guerra Patriótica en Rusia, y éste país
y muchos otros países europeos al este de Alemania, conmemoran el Día de la Victoria el 9 de
mayo.

Karl Dönitz continuó actuando como jefe de Estado, pero su gobierno en Flensburg (porque
tenía base en Flensburg y solamente controlaba una pequeña área alrededor del pueblo) no
era reconocida por las potencias aliadas y se disolvió cuando sus miembros fueron capturados
y arrestados por las fuerzas británicas el 23 de mayo de 1945 en Flensburg. Los Aliados tenían
un problema, porque se dieron cuenta de que aunque las fuerzas armadas alemanas se habían
rendido de forma incondicional, la SHAEF había fracasado al usar el documento creado por la
Comisión Asesora Europea (CAE) y tampoco el gobierno civil alemán. Esto fue considerado un
asunto muy importante, porque justo como a los civiles, pero no a los militares, se rinden en
1918 habían sido usados por Hitler para crear el argumento de la "puñalada por la espalda", los
Aliados no querían dar a un futuro régimen alemán hostil un argumento legal para resurgir una
vieja rencilla. Finalmente decidieron no reconocer a Dönitz y en cambio firmar un documento de
las cuatro potencias, creando el Consejo de Control Aliado que incluía lo siguiente:

Los gobiernos de los Estados Unidos de América, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
y el Reino Unido, y el gobierno provisional de la República Francesa, asumen por este medio la
autoridad suprema con respecto a Alemania, incluyendo a todas los poderes poseídos por el
gobierno alemán, el Alto Mando y cualquier gobierno o autoridad estatal, municipal o local. La
asunción, para los propósitos señalados sobre dicha autoridad y las potencias no afecta la
anexión de Alemania.

El 5 de junio de 1945, los cuatro potencias firmaron el documento en Berlín y el de facto se


convirtió en de iure.

Campos de concentración y refugiados

En los últimos meses de la guerra e inmediatamente después, los soldados aliados


descubrieron incontables campos de concentración y otras locaciones que habían sido usadas
por los nazis para encerrar y exterminar a unas 12 millones de personas. El grupo más grande
representado en esta cifra eran los judíos (la mitad del total según los Juicios de Nuremberg),
pero los gitanos, eslavos, católicos, homosexuales y varias minorías y personas
discapacitadas, así como también enemigos políticos del régimen nazi (particularmente
comunistas) formaban el resto. El más conocido de estos campos es el campo de exterminio de
Auschwitz, en la cual murieron 2 millones de prisioneros. Aunque el genocidio nazi o
Holocausto era desconocido completamente por los soldados aliados que lucharon durante la
guerra, se ha convertido en una parte inseparable de la historia de la 2da Guerra Mundial.

En mayo y junio de 1945, miles de refugiados de Yugoslavia y la Unión Soviética fueron


acorralados por los Aliados occidentales en Austria y entregados a los soviéticos y yugoslavos
en la Operación Keelhaul. Los soviéticos y yugoslavos ejecutaron o deportaron a muchos de
ellos (un ejemplo claro es la masacre de Bleiburg) La también derrotada Finlandia y Suecia se
sintieron compelidas a extraditar refugiados ingrios y bálticos de similar manera, algunos de los
cuales se suicidaron antes de ser extraditados.

División del territorio

El antiguo Tercer Reich fue dividido como se había acordado previamente por los Aliados.
Algunas partes como Prusia Oriental fueron repartidas entre Polonia y la URSS. Otras tierras
germanas, al este del río Oder, fueron transferidas a Polonia. Alemania, excluyendo a Berlin,
estaba dividida en cuatro zonas militares de ocupación: estadounidense, británica, francesa y
soviética. Austria, que había sido parte del Tercer Reich en 1938 (véase Anschluss), fue
reconstruida y dividida de manera similar. En 1955, Austria firmó el Tratado del Estado
Austríaco y bajo la condición de que permaneciera neutral, el país se convirtió en un república
totalmente independiente. En 1949, la zona soviética se convirtió en Alemania Oriental
(República Democrática Alemana—RDA). En ese mismo año, las otras tres zonas se
convertían en Alemania Occidental (República Federal de Alemania (RFA)). Berlín, la cual
también estaba dividida en cuatro zonas, permaneció bajo ocupación militar formal hasta el 12
de septiembre de 1990, cuando el Tratado sobre el Establecimiento Final Con Respecto a
Alemania fue firmado por las cuatro potencias y los dos gobiernos alemanes, el cual fue el
tratado final de paz y la restauración de la soberanía alemana. Esto permitió que la
reunificación alemana se llevara a cabo el 3 de octubre de 1990 y el país reunificado obtuviera
soberanía total nuevamente el 15 de marzo de 1991. Alemania firmó un tratado separado con
Polonia, confirmando su actual frontera el mismo año.
Unión Soviética
Союз Советских Социалистических Республик¹
Soyuz Soviétskij Socialistíchieskij Respúblik¹
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

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1922 — 1991 →



Bandera Escudo
Lema nacional: Пролетарии всех стран, соединяйтесь!
(en ruso Trabajadores del mundo, ¡uníos!)

Himno nacional: La Internacional (1922-1944)


Himno de la Unión Soviética (1944-1991)

Capital Moscú

Idioma oficial Ruso + 14 idiomas oficiales

Gobierno Estado socialista


Líderes
• 1917-1923 Vladimir Lenin
• 1924-1953 Iósif Stalin
• 1953-1964 Nikita Jruschov
• 1964-1982 Leonid Brézhnev
• 1982-1984 Yuri Andrópov
• 1984-1985 Konstantín Chernenko
• 1985-1991 Mijaíl Gorbachov
Historia
• Revolución de Octubre
7 de noviembre de 1917
• Tratado de la Unión 30 de diciembre de 1922
• Victoria sobre Alemania 9 de mayo de 1945
• Lanzamiento del Spútnik 4 de octubre de 1957
• Disolución 25 de diciembre de 1991
Superficie
• 1991 22.402.200 km2
Población
• 1991 est. 293.047.571
Densidad 13,1/km²

Moneda Rublo
Miembro de: SDN, ONU, Pacto de Varsovia, CAME,OSCE
¹ Nombres oficiales de la URSS

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS; en ruso Союз Советских


Социалистических Республик, СССР, transliterado Soyuz Soviétskij Socialistíchieskij
Respublik, SSSR), o Unión Soviética (Советский Союз, Sovietskii Soyuz; en inglés: Union of
Soviet Socialist Republics, USSR), fue una federación constitucional de estados socialistas,
basada en la ideología comunista, que existió en Eurasia a partir de 1922,hasta su disolucion
en 1991. Era a menudo referida impropiamente como Rusia, por ser su estado constituyente
más grande y dominante. Desde 1945 hasta su disolución en 1991, en un período conocido
como la Guerra Fría, la Unión Soviética y los Estados Unidos de América eran las dos
superpotencias mundiales que dominaron la agenda global de la política económica, asuntos
exteriores, operaciones militares, intercambio cultural, progresos científicos incluyendo la
iniciación de la exploración espacial, y deportes (incluidos Juegos Olímpicos y Campeonatos
Mundiales).

La URSS nació y se amplió como una unión de repúblicas soviéticas formadas dentro del
territorio del Imperio Ruso abolido por la Revolución Rusa de 1917, seguido de la Guerra Civil
Rusa de 1918-1921. Los límites geográficos de la Unión Soviética variaron con el tiempo, pero
después de las últimas anexiones territoriales principales y la ocupación de los países Bálticos
(Lituania, Letonia, y Estonia), del este de Polonia, Besarabia, y algunos otros territorios durante
la Segunda Guerra Mundial, desde 1945 hasta la disolución, los límites correspondieron
aproximadamente a aquellos de la extinta Rusia Imperial, con las exclusiones notables de
Polonia, la mayor parte de Finlandia, y Alaska.

La Unión Soviética llegó a ser el modelo de referencia para futuros estados socialistas durante
la Guerra Fría. El gobierno y la organización política del país fueron definidos por un régimen
de partido único, el Partido Comunista de la Unión Soviética(PCUS).

Al principio establecida como una unión de cuatro repúblicas socialistas soviéticas, la URSS
creció conteniendo a 15 componentes "o repúblicas de la unión" hacia 1956: RSS de Armenia,
RSS de Azerbaiyán, RSS de Bielorrusia, RSS de Estonia, RSS de Georgia, RSS de Kazajstán,
RSS de Kirguistán, RSS de Letonia, RSS de Lituania, RSS de Moldavia, RSFS de Rusia, RSS
de Tayikistán, RSS de Turkmenistán, RSS de Ucrania y la RSS de Uzbekistán. (De la anexión
de la RSS de Estonia el 6 de agosto de 1940 hasta la reorganización de la RSS Carelo-Finesa
en la ASSR de Carelia el 16 de julio de 1956, la cuenta oficial era 16). Las repúblicas fueron
parte de una unión federal muy centralizada que fue dominada por la RSFS de Rusia.

Se piensa tradicionalmente que la Unión Soviética es la sucesora del Imperio Ruso. El último
zar, Nicolás II, gobernó hasta marzo de 1917 y fue ejecutado con su familia al año siguiente. La
Unión Soviética fue establecida en diciembre de 1922 como la unión de las repúblicas
soviéticas de Rusia (familiarmente conocida como Rusia Bolchevique), Ucrania, Bielorrusia y
Transcaucasia gobernadas, las tres primeras, por partidos bolcheviques y la última por el
menchevique.

Revolución y la fundación del estado soviético

La actividad revolucionaria moderna en el Imperio Ruso comenzó con la Rebelión Decembrista


de 1825, y aunque la servidumbre fue abolida en 1861, lo fue en términos desfavorables para
los campesinos y sirvió para animar a los revolucionarios. Un parlamento, la Duma estatal, fue
establecido en 1906, después de la Revolución de 1905, pero el malestar político y social
siguió. Siendo agravado durante la Primera Guerra Mundial por el fracaso militar y la escasez
de alimento en las ciudades principales.

Vladimir Lenin en la tribuna reclamando el poder soviético. Tras la muerte de Lenin, Stalin
manda recortar la foto en la que antes aparecía Trotsky.

El levantamiento popular espontáneo en Petrogrado, en respuesta al decaimiento de la


economía y la moral en tiempo de guerra, culminó con el derrocamiento del gobierno imperial
en marzo de 1917 (véase Revolución de Febrero). La autocracia zarista fue reemplazada por el
Gobierno Provisional Ruso, cuyos líderes pensaron en establecer una democracia liberal en
Rusia y continuar participando en el lado de la Triple Entente en la Primera Guerra Mundial. Al
mismo tiempo, para asegurar los derechos de la clase obrera, las asambleas de trabajadores,
conocidas como Soviets, nacen a lo largo de todo el país. Los bolcheviques, dirigidos por
Vladimir Ilich Lenin, presionaron a favor de una revolución socialista tanto en dichas asambleas
como en las calles, derrocándose al Gobierno Provisional el 7 noviembre, 25 de Octubre según
el calendario juliano, de 1917 (ver Revolución de octubre), y entregándose el poder a los
soviets de obreros, soldados y campesinos. Solamente tras la larga y sangrienta Guerra civil
rusa de 1918–1921, durante la que se aprobó la primera Constitución soviética de 1918 y que
incluyó intervención extranjera en varias regiones de Rusia se afianzó el nuevo poder soviético.
Tras la Guerra Polaco-Soviética de 1919-1921, la "Paz de Riga" a principios del año 1921
dividió los territorios disputados de Bielorrusia y Ucrania entre Polonia y la RSFS de Rusia.

Unificación de las repúblicas soviéticas

El 29 de diciembre de 1922 una conferencia de delegaciones plenipotenciarias de la RSFS de


Rusia, RFSS de Transcaucasia, la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia aprobaron el
Tratado de Creación de la URSS y la Declaración de la Creación de la URSS, formándose la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Estos dos documentos fueron confirmados por el
primer Congreso soviético de la URSS y firmados por los cabezas de las delegaciones Mijaíl
Kalinin, Mikha Tskhakaya, Mijail Frunze y Grigory Petrovsky, y Aleksandr Chervyakov
respectivamente el 30 de diciembre de 1922. El 1 de febrero de 1924 la URSS fue reconocida
por la primera potencia mundial de la época, el Imperio británico.

La reestructuración intensiva de la economía, la industria y la política del país empezaron


desde los primeros días del poder soviético en 1917. Una gran parte se realizó según los
Decretos Iniciales Bolcheviques, documentos del gobierno soviético, firmados por Vladimir
Lenin. Uno de los adelantos más prominentes era el plan GOELRO, que propugnaba una
reestructuración profunda de la economía soviética basada en la electrificación total del país. El
Plan se inició en 1920, desarrollándose durante un período de 10 a 15 años. Incluyó la
construcción de una red de 30 centrales eléctricas regionales, incluyendo diez grandes
centrales hidroeléctricas, y la electrificación de numerosas empresas industriales. El Plan llegó
a ser el prototipo para el subsiguiente Plan Quinquenal (URSS) finalizándose prácticamente en
1931.

La era de Stalin

lósif Stalin, gobernante soviético de 1924 a 1953

Después de la dura política económica llevada a cabo por los bolcheviques durante la Guerra
Civil (véase Comunismo de guerra) , el gobierno soviético permitió que algunas empresas
privadas coexistieran con la industria nacionalizada durante los años 1920. Del mismo modo, el
requisamiento total de los excedentes alimentarios en el campo fue reemplazado por impuestos
sobre los alimentos (véase Nueva Política Económica). Aunque algunas de estas medidas
fueron discutidas por líderes soviéticos, se consideró necesario para evitar que la "explotación
capitalista" volviera a la Unión Soviética. Los asuntos económicos constituyeron el telón de
fondo en la lucha por el poder que se desencadenó entre los líderes soviéticos tras la muerte
de Lenin en 1924. Consolidando gradualmente su influencia y aislando a sus rivales dentro del
partido Iósif Stalin se convirtió en el líder de la Unión Soviética a mediados de los años 1920.

En 1928, Stalin introdujo el Primer Plan quinquenal destinado a construir una economía
socialista. Esto, a diferencia del internacionalismo expresado por Lenin y Trotsky a través del
curso de la Revolución, apuntó al socialismo en un solo país. En la industria, el estado asumió
el control de todas las empresas existentes y emprendió un programa intensivo de
industrialización; en la agricultura granjas colectivas fueron establecidas por todas partes en el
país. Encontró la resistencia esparcida de campesinos ricos que retuvieron grano, teniendo
como resultado una lucha amarga contra las autoridades y el hambre, causando millones de
muertes. El trastorno social continuó en los años treinta. La Gran Purga de Stalin del partido
eliminó a muchos "Viejos bolcheviques", que habían tomado parte en la Revolución con Lenin.
Mientras tanto, innumerables ciudadanos soviéticos fueron encarcelados y enviados a GULAG
(Administración Principal para Campamentos de Trabajo Correctivos), una red enorme de
campamentos de trabajo forzados, o simplemente ejecutados. Aún a pesar de la confusión a
mediados de los años 1930, la Unión Soviética desarrolló una economía industrial poderosa
años antes de la Segunda Guerra Mundial.
Soldados soviéticos, luchando en las ruinas de Stalingrado, en los momentos más sangrientos
de la Segunda Guerra Mundial.

Los años treinta vieron la cooperación más cercana entre los países Occidentales y la URSS,
en 1933 relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y la URSS fueron establecidas.
Cuatro años más tarde, la URSS apoyó activamente la Segunda República Española en la
Guerra civil española contra los fascistas italianos y alemanes. No obstante, después de que
Gran Bretaña y Francia concluyesen los Acuerdos de Múnich con la Alemania Nazi, la URSS
realizó tratos con este último también, económicamente y militarmente, concluyendo el Pacto
Ribbentrop-Molotov (pacto de no agresión nazi-soviético), que implicó la ocupación de Lituania,
Letonia, Estonia y la Invasión de Polonia en 1939. A finales de noviembre en 1939, incapaz de
forzar a Finlandia en el acuerdo a mover su frontera 25 kilómetros de Leningrado por medios
diplomáticos, Stalin ordenó la Guerra de Invierno. Aunque haya sido debatido si la Unión
Soviética tuvo la intención de invadir la Alemania Nazi una vez fuese suficientemente fuerte, la
misma Alemania rompió el tratado e invadió la Unión Soviética en 1941. El Ejército Rojo paró la
ofensiva nazi en la Batalla de Stalingrado, desde finales de 1942 hasta principios de 1943,
siendo el punto decisivo mayor, y avanzó por Europa del Este a Berlín antes del rendimiento
Alemania en 1945 (véase Gran Guerra Patriótica). Aunque destrozada por la guerra, la Unión
Soviética surgió del conflicto como una superpotencia reconocida.

Desfile del Ejército Rojo tras la victoria soviética sobre Alemania Nazi, cerca 1945.

Durante la posguerra inmediata, la Unión Soviética reedificó primero y entonces ensanchó su


economía, al mantener su control estrictamente centralizado. La Unión Soviética ayudó la
reedificación de la posguerra en los países de Europa del Este al girar ellos en estados
soviéticos de satélite, fundó el Pacto de Varsovia en 1955, más tarde, el Consejo de Ayuda
Mutua Económica, la ayuda suministrada a los comunistas finalmente victoriosos en China, y
vio crecer su influencia en otras partes del mundo. Mientras tanto, la tensión creciente de la
Guerra Fría giró a los aliados del tiempo de guerra de Unión Soviética, el Reino Unido y los
Estados Unidos, como enemigos.

La Unión Soviética después de Stalin


Moneda soviética de un rublo (1981), conmemorando el 20 aniversario del primer vuelo
humano al espacio, realizado por Yuri Gagarin.

Iósif Stalin muere el 5 de marzo de 1953. En ausencia de un sucesor aceptable, los


funcionarios más altos de Partido comunista optaron por gobernar la Unión Soviética
colectivamente, aunque una lucha para el poder sucediera detrás de la fachada del liderazgo
colectivo. Nikita Jrushchov, que había ganado la lucha por el poder a principios de la década de
los años 1950, denunció el uso de Stalin de la represión en 1956 y los controles represivos
aliviados sobre el partido y la sociedad conocidos como desestalinización. Al mismo tiempo, la
fuerza militar soviética fue utilizada para suprimir los levantamientos nacionalistas en Hungría y
Polonia en 1956. Durante este período, la Unión Soviética continuó avanzando científica y
tecnológicamente, lo que le permitió lanzar el primer satélite artificial Sputnik 1, posibilitar el
viaje del primer ser vivo al espacio: Laika; y más tarde, el primer humano: Yuri Gagarin en la
órbita de la Tierra. Valentina Tereshkova fue la primera mujer en volar al espacio a bordo de
Vostok 6 el 16 de junio de 1963, y Alexei Leonov llegó a ser la primera persona en andar en el
espacio el 18 de marzo de 1965. Las reformas de Jrushchov en la agricultura y la
administración, sin embargo, fueron generalmente improductivas, y la política exterior hacia
China y Estados Unidos sufrió dificultades, inclusive estas circunstancias llevaron a la Ruptura
Sino-Soviética. Nikita Jrushchov fue jubilado del poder en 1964.

Yuri Gagarin, el primer ser humano en viajar al espacio, el 12 de abril de 1961.

Después de la expulsión de Jrushchov, otro período de la regla por el mando colectivo siguió,
durando hasta que Leonid Brezhnev se estableciera a principios de los años 1970 como la
figura preeminente en la vida política soviética. Brezhnev presidió por el período de Détente
con el Oeste al mismo tiempo aumentando la fuerza militar soviética; la concentración de armas
contribuyó a la desaparición del Détente a finales de los años 1970. Otro factor de contribución
fue la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979.

A través del período, la Unión Soviética mantuvo la igualdad con Estados Unidos en las áreas
de la tecnología militar, pero de esta expansión últimamente paralizó la economía. Por
contraste al espíritu revolucionario que acompañó el nacimiento de la Unión Soviética, la tònica
predominante del liderazgo soviético en el tiempo de la muerte de Brezhnev en 1982 fue la
aversión a cambiar. El período largo de la regla de Brezhnev había venido a ser doblado uno de
"parada" (застой), con un envejecimiento y el liderazgo político, primero y osificado.

Después de alguna experimentación con reformas económicas en la década de los sesenta,


que el liderazgo soviético volvió a medios establecidos de la administración económica. La
industria mostró las ganancias lentas pero estables durante los años setenta, mientras el
desarrollo agrícola continuó retrasarse; esencialmente la unión no produjo suficiente grano para
alimentar a su población creciente, y fue forzado a importar.

En el ámbito deportivo, la Unión Soviética hospedó los Juegos Olímpicos de 1980, con sede en
Moscú. Aunque el evento trató de ser boicoteado por Estados Unidos quienes, en el marco de
la Guerra Fría y abogando por la invasión soviética en Afganistán decidieron no asistir a los
Juegos Olímpicos y persuadir a sus aliados para que tampoco asistieran. En total, 65 países se
abstuvieron de participar principalmente debido a la iniciativa estadounidense.

Las reformas de Gorbachov y la disolución.

Dos fenómenos caracterizaron la siguiente década: el desmoronamiento cada vez más


evidente de las estructuras económicas y políticas de la Unión Soviética, y las tentativas de un
conjunto fragmentario de reformas para invertir ese proceso. Después de la sucesión rápida de
Yuri Andropov y Konstantin Chernenko, figuras de transición con raíces profundas en la
tradición Brezhnevita, Mijaíl Gorbachov fue designado líder de la URSS. Gorbachov comenzó a
aplicar cambios significativos en la economía (véanse Perestroika y Glasnost) y el liderazgo del
partido. La política de Glasnost liberó el acceso público a la información después de décadas
de pesada censura del gobierno, como también abogó por la transparencia en la gestión de los
líderes soviéticos.

Gorbachov junto a Reagan firmando el Tratado INF, en Washington D.C., en 1987.

A finales de los años 1980, las repúblicas que componían de la Unión Soviética comenzaron
legalmente un movimiento hacia una declaración de soberanía sobre sus territorios, citando el
Artículo 72 de la Constitución de la URSS, que indicaba que cualquier república componente
era libre de separarse. El 7 de abril de 1990 fue aprobada una ley, por la cual una república
podría separarse, si más de dos terceras partes de los residentes de la república votaban a
favor de ello en un referéndum. Muchas liberalizaron primero las elecciones de la era soviética
para sus propias legislaturas nacionales en 1990. Éstas avanzaron en una legislación que
contradecía las leyes de la Unión en lo que fue conocida como "La Guerra de Leyes". En 1989,
la RSFS de Rusia, que era entonces la república más grande (con cerca de la mitad de la
población) convocó una nueva elección para un Congreso de Diputados del Pueblo. Boris
Yeltsin fue elegido presidente del Congreso. El 12 de junio de 1990, el Congreso declaró la
soberanía de Rusia sobre su territorio y se adelantó a hacer leyes que procuraban desbancar
algunas de las normas de la URSS. El período de la incertidumbre legal continuó a través de
1991 cuando las repúblicas componentes llegaron a ser lentamente independientes en la
práctica.

Un referéndum para la conservación de la URSS fue celebrado el 17 de marzo de 1991, con la


mayoría de la población que votó por la conservación de la Unión en nueve de las quince
repúblicas. El referéndum dio a Gorbachov un empujón secundario, y, en el verano de 1991, el
Nuevo Tratado de la Unión fue diseñado y fue acordado para ocho repúblicas que se habrían
inclinado a convertir la Unión Soviética en una federación mucho más floja. La firma del tratado,
sin embargo, fue interrumpida por el golpe de estado de agosto dirigido contra Gorbachov por
miembros marxistas extremistas del gobierno, que procuró invertir las reformas de Gorbachov y
reafirmar el control central del gobierno sobre las repúblicas. Después de que el golpe fallara,
Yeltsin salió como un héroe mientras el poder de Gorbachov disminuyó. El equilibrio político se
inclinó apreciablemente hacia las repúblicas. En agosto de 1991, Letonia y Estonia declararon
inmediatamente la restauración de la independencia plena (siguiendo el ejemplo de Lituania en
1990), mientras las otras 12 repúblicas continuaban discutiendo de nuevo los modelos de una
Unión cada vez más débil.

El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el Tratado


de Belovesh que declaró la Unión Soviética disuelta y se estableció la Comunidad de Estados
Independientes (CEI), en su lugar. Como quedaban dudas sobre la autoridad del Tratado de
Belovesh para disolver la Unión, el 21 de diciembre de 1991, los representantes de todas las
repúblicas soviéticas excepto Georgia, inclusive las repúblicas que habían firmado el Tratado
de Belovesh, firmaron el Protocolo de Alma-Ata, que confirmó el desmembramiento y la
extinción consecuente de la URSS y volvió a plantear el establecimiento de la CEI. La cumbre
de Alma-Ata convino también en varias otras medidas prácticas como consecuencia de la
extinción de la Unión Soviética. El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov se rindió a lo inevitable
y renunció como presidente de la URSS, declarando a la URSS disuelta. Transfirió los poderes,
que pasaron desde entonces a Boris Yeltsin, el presidente de Rusia. El día siguiente, el Soviet
Supremo de la URSS, el cuerpo gubernamental más alto de la Unión Soviética, reconoció el
desplome de la Unión Soviética y se disolvió. Esto es reconocido generalmente como la
disolución final de la Unión Soviética como un estado. Muchas organizaciones como el Ejército
Rojo y la policía continuaron quedándose en el lugar hasta principios del año 1992, pero fueron
eliminadas progresivamente y/o retiradas o absorbidas por los estados nuevamente
independientes.

Gobierno y política

Cartel propagandístico soviético, ilustra a Lenin "limpiando" el mundo de los reyes, mentirosos
e imperialistas simbológicamente, glorificando así el socialismo.

La Unión Soviética se creó en 1922. Al principio se crearon algunos organismos; sin embargo,
el nuevo Estado no se institucionalizó hasta la aprobación en 1924 de una nueva constitución.
La Constitución de 1924 establecía unas bases fundamentales del Estado. El órgano legislativo
superior era el Soviet Supremo, elegido mediante sufragio universal y formado por dos
cámaras: el Soviet de la Unión y el Soviet de las Nacionalidades. La primera de las cámaras
ejercía las tareas propias de un parlamento. El Soviet de las Nacionalidades estaba formado
por representantes de las diversas repúblicas federadas y autónomas, en un número
determinado por la ley. Otra fuente de poder parlamentario era el Congreso de los soviets, que
se reunía anualmente y estaba formado por representantes de diversos soviets de la Unión
Soviética. La Jefatura de Estado estaba encarnada en un órgano colectivo: el Comité Ejecutivo
Central de toda la Unión. El Gobierno lo ejercía un Consejo de Comisarios del Pueblo. Ambos
órganos eran elegidos por el Soviet Supremo. Hasta su muerte en 1924, el Presidente del
Consejo de Comisarios del Pueblo fue Lenin. En la Constitución de la Unión Soviética de 1924
se incluyó por primera vez la estructura federal de la Unión Soviética y el derecho de las
repúblicas federadas a separarse de la URSS y establecerse como Estados independientes.
No se daba al partido una función relevante en el Estado, como si se haría más tarde en las
demás constituciones.

La Unión Soviética fue una república federal basada en quince repúblicas unidas en una unión
teóricamente voluntaria. A su vez, una serie de unidades territoriales formaban las repúblicas.
Las repúblicas tuvieron también jurisdicción pensada para proteger los intereses de minorías
nacionales. Las repúblicas tenían sus propias constituciones, que, junto con la Constitución de
la Unión, proporcionaban la división teórica del poder en la Unión Soviética. Todas las
repúblicas menos la RSFS de Rusia tuvieron sus propios partidos comunistas. En 1989, sin
embargo, el PCUS y el gobierno central se apropiaron toda autoridad significativa,
estableciendo las políticas que debían ejecutar los gobiernos de las repúblicas, provincias,
oblasts, y distritos.

Gobernantes de la Unión Soviética

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue un estado socialista federal compuesto por
quince repúblicas, creado el 30 de diciembre de 1922 y disuelto el 25 de diciembre de 1991. Si
bien la jefatura de Estado y de gobierno eran cargos diferenciados, buena parte del poder
político recaía en el Secretario General del Partido Comunista (PCUS) y otros miembros de su
Comité Central.

De hecho, era común que el Secretario General del Partido fuera Presidente del Presidium,
Jefe de Estado o Presidente del Consejo de Ministros (Jefe de Gobierno). Hasta Nikita
Jrushchov fue costumbre que el líder del partido estuviera directamente a cargo del poder
ejecutivo, pero a partir su sucesor Leonid Brézhnev ocuparon la jefatura de Estado. La prensa
occidental por lo general hacía caso omiso de estas distinciones y llamaba al líder político
Presidente de la Unión Soviética o Primer Ministro de la Unión Soviética, aunque estos cargos
no existieron oficialmente hasta los últimos meses del gobierno de Mijaíl Gorbachov.

El cargo de Secretario General del Partido no fue creado hasta el mes de abril de 1922 y se
convirtió en el máximo puesto tras la muerte de Lenin, ideólogo de la Revolución de Octubre y
principal dirigente bolchevique. Entre marzo de 1953 y el 8 de abril de 1966 el cargo se llamó
Primer Secretario. A partir de esa fecha y hasta el 14 de marzo de 1990 el cargo volvió a
denominarse Secretario General del PCUS.

Relaciones Internacionales

Artículo principal: Relaciones Internacionales de la Unión Soviética

Mapa de los estados miembro del Pacto de Varsovia.

Tras la inicialmente negación por parte del mundo capitalista del reconocimiento diplomático, la
Unión Soviética llegó a tener relaciones oficiales con la mayoría de las naciones del mundo a
finales de los años 80. La Unión Soviética también había aumentado su importancia en la
esfera internacional, desde estar fuera de organizaciones y negociaciones internacionales, a
ser uno de los árbitros del destino de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Como
miembro de las Naciones Unidas desde su fundación en 1945, la Unión Soviética se convirtió
en uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que
le dio el derecho de veto de sus resoluciones ( ver Unión Soviética y las Naciones Unidas).

Mapa de los estado miembro de la Comecon en noviembre de 1986 miembros miembros


que no han participado asociados observadores
Artículo principal: Lista de los estados miembro del COMECON

Enero 1949:

 Bulgaria
 Checoslovaquia
 Hungría
 Polonia
 Rumania
 Unión Soviética

Febrero 1949:

 - (Albania, a pesar de que formalmente no ha revocado su composición a mediados


del 1987, dejó de participar en las actividades del Comecon en 1961.)

1950:

 República Democrática Alemana

1962:

 Mongolia

1972:

 Cuba

1978:

 Vietnam

La Unión Soviética emergió de la Segunda Guerra Mundial como una de las dos potencias
principales del mundo, una posición mantenida durante cuatro décadas a través de su
hegemonía en Europa Oriental (véase bloque del este), fuerza militar, ayuda a los países en
vías de desarrollo, e investigación científica, especialmente en tecnología espacial y
armamentística. La influencia cada vez mayor de la Unión Soviética en el exterior en los años
de la posguerra ayudó a conducir a un sistema comunista a los estados de Europa Oriental,
unidos por acuerdos militares y económicos. Alcanzó al Imperio Británico como superpotencia
global, tanto en su sentido militar como en su capacidad de expandir su influencia más allá de
sus fronteras. Establecido en 1949 como bloque económico de los países comunistas
conducidos por Moscú, el soviéticamente dominado Consejo de Ayuda Mutua Económica
(COMECON) sirvió como marco para la cooperación entre las economías planificadas de la
Unión Soviética, y, más adelante, para la cooperación comercial y económica con el tercer
mundo. La contraparte militar al COMECON era el pacto de Varsovia. La economía soviética
era también de gran importancia para la Europa Oriental debido a las importaciones de
recursos naturales vitales de la URSS, como el gas natural.

Firma por Leonid Brézhnev y Jimmy Carter de los acuerdos SALT II el 18 de junio de 1979 en
Viena.

Moscú consideraba a Europa Oriental una zona excelente para defender sus fronteras
occidentales y aseguró su control en la región transformando los países de Europa del Este en
estados satélites, algo así como los EE UU con la Europa Occidental. Las tropas soviéticas
intervinieron en la Revolución Húngara de 1956 y citaron la doctrina de Brezhnev, la
contraparte soviética a las doctrinas estadounidenses de Johnson y Nixon (posterior a la de
Johnson), y ayudaron a expulsar al gobierno checoslovaco en 1968, lo que es designado a
veces como "el resorte de Praga".

A finales de los años 50, una confrontación con China con respecto al acercamiento de la
URSS con el oeste que Mao percibió, sumada al revisionismo de Jrushchov condujo a la
Ruptura Sino-Soviética. Esto dio lugar a una rotura a través del movimiento comunista global y
a regímenes comunistas en Albania y Cambodia que elegían aliarse con China en lugar de la
URSS. Por una época, la guerra entre los aliados anteriores parecía ser una posibilidad;
mientras que las relaciones se refrescarían durante los años 1970, no volverían a la normalidad
hasta la era de Gorbachov.

Durante el mismo período, una confrontación tensa entre la Unión Soviética y los Estados
Unidos sobre el despliegue soviético de misiles nucleares en Cuba durante la Crisis de los
misiles de Cuba.

El KGB (Comité para la Seguridad del Estado) sirvió en cierto modo como la contraparte
soviética a la Oficina de la Investigación Federal y a la Agencia de Inteligencia Central de los
Estados Unidos Funcionó con una red masiva de informadores a través de la Unión Soviética,
que fue utilizada para supervisar las violaciones de la ley. La rama exterior del KGB fue
utilizada para recoger información en países alrededor del globo. Después de el
derrumbamiento de la Unión Soviética fue sustituído en Rusia por el SVR (Servicio de
Inteligencia Extranjera) y el FSB (Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa).

El KGB no estaba sin control. El GRU (Directorio Principal de Inteligencia), que no fue hecho
público por la Unión Soviética hasta el final de la era soviética durante la perestroika, fue
creado por Lenin en 1918 y sirvió como órgano centralizado de la inteligencia militar y como
controlador institucional para la energía con relativamente menos restricción que el KGB. Con
eficacia, sirvió para espiar a los espías, y, curiosamente, el KGB sirvió una función similar con
el GRU. Como el KGB, el GRU funcionó en otras naciones alrededor del mundo,
particularmente en los estados del bloque soviético y países satélites. El GRU continúa
funcionando aún en Rusia, con unos recursos que exceden los del SVR según algunas
estimaciones.

El presidente Ronald Reagan y el secretario general del PCUS Mijaíl Gorbachov en la primera
cumbre de Ginebra (1985).

En los años 70, la Unión Soviética alcanzó una paridad nuclear aproximada con los Estados
Unidos. Percibió su propia implicación como esencial para la solución de cualquier problema
internacional importante. Mientras tanto, la Guerra Fría dejó paso a la distensión y a un patrón
más complicado de las relaciones internacionales en las cuales el mundo no estuvo claramente
dividido en dos bloques opuestos. Los países menores tenían más capacidad de afirmar su
independencia, y las dos superpotencias reconocieron su interés común en intentar controlar la
extensión y la proliferación de armas nucleares (véase SALT I, SALT II, y el Tratado sobre
Misiles Anti-Balísticos).

Durante este tiempo, la Unión Soviética había concluido tratados de amistad y de cooperación
con un buen número de estados no comunistas en el mundo, especialmente en el tercer mundo
y en estados del movimiento de los no aliados como la India y Egipto. A pesar de algunos
obstáculos ideológicos, Moscú aumentó su interé por ganar posiciones estratégicas
importantes a través del tercer mundo. Además, la Unión Soviética continuó proporcionando
ayuda militar para los movimientos revolucionarios en el tercer mundo. Por todas estas
razones, la política exterior soviética era de gran importancia para el mundo no comunista y
ayudaba a determinar el tenor de relaciones internacionales.

Aunque innumerables burocracias estuvieron implicadas en la formación y la ejecución de la


política exterior soviética, las pautas principales de la política fueron determinadas por el
Politburó del partido comunista. Los primeros objetivos de la política exterior soviética habían
sido el mantenimiento y el realce de la seguridad nacional y el mantenimiento de la hegemonía
en Europa Oriental. Las relaciones con los Estados Unidos y la Europa occidental eran también
una preocupación importante para los regidores soviéticos, y las relaciones con los estados del
tercer mundo fueron por lo menos parcialmente determinadas por la proximidad de cada estado
a la frontera soviética y a las estimaciones soviéticas de su significación estratégica.
Tropas soviéticas retirándose de Afganistán en 1988.

Después de que Mijail Gorbachov sucediera a Konstantin Chernenko como Secretario General
del PCUS en 1985 introdujo muchos cambios en la política exterior soviética y en la economía
de la URSS. Gorbachov persiguió políticas conciliatorias hacia el oeste en vez de mantener el
statu quo de la guerra fría. La Unión Soviética terminó su ocupación de Afganistán, firmó
tratados estratégicos de reducción de armas con los Estados Unidos, y permitió que sus
aliados en Europa Oriental determinaran sus propios asuntos. La caída del muro de Berlín, que
comenzó en noviembre de 1989, señaló dramáticamente el fin del imperio exterior de la Unión
Soviética en la Europa central y oriental. Dos años más tarde, el imperio interno también acabó.

Después de la disolución de la Unión Soviética el 25 de diciembre de 1991, Rusia demandó ser


el sucesor legal del estado soviético en la esfera internacional. A tal efecto, Rusia aceptó
voluntariamente toda la deuda exterior soviética, y reclamó las propiedades soviéticas de
ultramar como propias. Para prevenir conflictos subsecuentes sobre las propiedades soviéticas,
los acuerdos de “variante cero" fueron propuestos a los estados nuevamente independientes
según el statu quo en la fecha de la disolución (Ucrania es la única antigua república soviética
que no ha entrado en tal acuerdo). También se plantearon cuestiones sobre la vigencia de los
tratados que había firmado la Unión Soviética, por ejemplo el tratado de misiles antibalísticos;
Rusia mantiene la posición de que esos tratados siguen en vigor, y deben ser leídos como si
fuera Rusia la signataria.

Repúblicas

Divisiones administrativas, 1989.

La Unión Soviética fue una federación de Repúblicas soviéticas socialistas (RSS). Las primeras
Repúblicas fueron establecidas poco después de la Revolución de octubre de 1917. En aquel
momento, las repúblicas fueron técnicamente independientes la una de la otra pero sus
gobiernos actuaron como una confederación coordinada dirigida por el liderazgo del PCUS. En
1922, cuatro Repúblicas (RSFS de Rusia, RSS de Ucrania, RSS de Bielorrusia, y Federación
Transcaucásica) se unieron en la Unión Soviética. Entre 1922 y 1940, el número de Repúblicas
creció a dieciséis. Parte de las nuevas Repúblicas fue formada con territorios adquiridos, o
readquiridos por la Unión Soviética, otras por división de las Repúblicas existentes. Los criterios
para establecer nuevas repúblicas fueron así:

1. estar localizado en la periferia de la Unión Soviética para ser capaz de ejercitar su derecho a
la secesión;

2. ser suficientemente fuerte económicamente como para sobrevivir por sí mismos en caso de
secesión;

3. ser denominada a partir de una etnia dominante de por lo menos un millón de personas.
El sistema se quedó casi igual después de 1940. No fueron establecidas nuevas republicas.
Una república, República Socialista Soviética Carelo-Finesa, fue disuelta en 1956, y el territorio
llegó a ser formalmente la República Socialista Soviética Autónoma de Carelia dentro del RSFS
de Rusia. Quedaron 15 repúblicas hasta 1991. Aunque las constituciones soviéticas
establecieran el derecho de una república a separarse, se quedó en teórico y muy improbable
dado el centralismo soviético, hasta 1991 con el desplome de la Unión. En aquel momento, las
repúblicas llegaron a ser países independientes, con alguna todavía floja organización bajo el
título de Comunidad de Estados Independientes. Algunas repúblicas que tenían en común la
historia o la región geográfica, fueron denominadas por nombres de grupo; éstas fueron las
Repúblicas bálticas, las Repúblicas Transcaucásicas, y las Repúblicas de Asia Central. En su
estado final, la Unión Soviética consistió en las repúblicas siguientes:

Repúblicas Países
soviética indepen
s dientes

1. RSS 1. Arm
de enia
Armenia 2. Azer
2. RSS baiyán
de 3. Bielo
Azerbaiyá rrusia
n 4. Esto
3. RSS nia
de 5. Geor
Bielorrusi gia
a 6. Kaza
4. RSS jistán
de 7. Kirgu
Estonia istán
5. RSS 8. Leto
de nia
Georgia 9. Litua
6. RSS nia
de 10. Mold
Kazajistán avia
7. RSS 11. Rusi
de a
Kirguistán 12. Tayik
8. RSS istán
de Letonia 13. Turk
9. RSS menistán
de 14. Ucra
Lituania nia
10. RSS
de 15. Uzbe
Moldavia kistán
11. RSFS
de Rusia
12. RSS
de
Tayikistán
13. RSS
de
Turkmenis
tán
14. RSS
de
Ucrania

15. RSS
de
Uzbekistá
n
Economía

La Estación Hidroeléctrica Dniéper, una de las muchas estaciones hidroeléctricas poderosas en


la época de la Unión Soviética.

Antes de su disolución, la Unión Soviética era la segunda economía más grande del mundo. El
gobierno estableció sus prioridades económicas por la economía centralizada, un sistema bajo
el cual las decisiones administrativas, en lugar del mercado, determinan la asignación de
recursos y los precios. Algunos momentos como los de Nikita Jruschov cuando afirmaba "los
enterraremos" en el sentido económico fueron tomados en serio por muchos analistas.

Después de la revolución bolchevique de 1917, el país creció desde una sociedad campesina
en gran parte subdesarrollada con la industria mínima a llegar a ser el segundo mayor poder
industrial en el mundo. Según las estadísticas soviéticas, la producción industrial del país en el
mundo creció de 5,5% a 20% entre 1913 y 1980. Aunque algunos analistas occidentales
consideran estos datos hinchados, el logro soviético fue notable. Recuperando los
acontecimientos calamitosos de la Segunda Guerra Mundial, la economía del país había
mantenido una tasa continua aunque desigual de crecimiento. El nivel de vida, aunque todavía
modesto para la mayoría de los habitantes según los estándares occidentales, había mejorado.

Aunque estos logros pasados fueran impresionantes, a principios de los años 1980 líderes
soviéticos encararon muchos problemas. La producción en los bienes de consumo en el país
soviético y los sectores agrícolas fueron a menudo inadecuados (véase Economía de penuria).
La crisis en el sector agrícola cosechó consecuencias catastróficas en los años 1930, cuando la
colectivización encontró la resistencia esparcida de los Kulaks, teniendo como resultado una
lucha amarga de muchos campesinos contra las autoridades, y contra el hambre artificial,
especialmente en Ucrania (véase Holodomor), pero también en el área del Río Volga y
Kazajistán. Una falta de inversión en consumo y sectores terciarios tuvo como resultado
comercios clandestinos en mercados negros en algunas áreas.
La MIR fue una de las estaciones espaciales más avanzadas construida por la humanidad
hasta la consolidación de la Estación Espacial Internacional.

Además, desde los años 1970, la tasa de crecimiento había aflojado substancialmente (véase
crecimiento extenso). El desarrollo económico extenso, basado en entradas vastas de materias
y trabajo, no fue ya posible; mas la mejora de la productividad soviética se quedó baja
comparada con otros países industrializados mayores. La calidad del producto necesitó la
mejora. Los líderes soviéticos encararon un dilema fundamental: los fuertes controles centrales
de una burocracia cada vez más conservadora que había dirigido tradicionalmente el desarrollo
económico habían fallado en responder a las demandas complejas de la industria de una
economía sumamente desarrollada y moderna.

Conociendo las debilidades de sus enfoques pasados para resolver nuevos problemas, los
líderes del final de la década de los ochenta procuraron moldear un programa de reforma
económica para galvanizar la economía. El liderazgo, encabezado por Mijaíl Gorbachov,
experimentaba con soluciones a problemas económicos con una franqueza (Glasnost) nunca
antes vista en la historia de la economía. Un método para mejorar la productividad pareció
estar en un refuerzo del papel de fuerzas de mercado. Mas las reformas en las que las fuerzas
del mercado asumían un papel más grande significaba disminuir la autoridad y el control por la
jerarquía de la planificación, así como una disminución significativa de servicios sociales
tradicionalmente proporcionado por el estado, como albergue y la educación.

Valorar los desarrollos en la economía fue difícil para observadores occidentales. El país tenía
enormes disparidades económicas y regionales. Pero analizar los datos estadísticos
diferenciados por región era un proceso incómodo. Además, la estadística soviética por sí
misma quizás habría sido de uso limitado a analistas occidentales porque no era directamente
comparable con la utilizada en países occidentales. El diferir de los conceptos estadísticos, las
valoraciones, y los procedimientos utilizados por economistas comunistas y no-comunistas hizo
que aún los datos más básicos, tal como la productividad relativa de varios sectores, fuera
difícil de valorar. Después de la disolución de la Unión Soviética, por lo menos, fue posible
valorar relativamente Rusia y los Estados Unidos repecto a sus deudas públicas. El 28 de
agosto de 2007, los funcionarios del tesoro de los Estados Unidos valoraron la deuda soviética
anterior a 70 mil millones de dólares, mientras que la de Estados Unidos superaba los 9
billones de dólares.

Geografía

La Unión Soviética ocupó la porción oriental del continente europeo y la porción septentrional
del continente asiático. La mayor parte del país quedaba al norte de 50° de latitud norte y
cubría un área total de aproximadamente 22.402.200 kilómetros cuadrados (8.649.500 millas
cuadradas). Debido al gran tamaño del estado, el clima variaba mucho, desde subtropical y
continental a subártico y polar. El 11% de la tierra era cultivable, 16% eran praderas y pasto, el
41% bosque, y 32% fue declarado como "otros" (incluyendo la tundra).

La Unión Soviética medía unos 10.000 kilómetros (6.200 m) desde Kaliningrado, en el oeste, a
la Isla de Ratmanova (Islas Diómedes), en el Estrecho de Bering, aproximadamente el
equivalente a la distancia de Edimburgo, Escocia, al este de Nome, Alaska. Desde la punta de
la Península de Taimir, en el Océano Ártico, al pueblo de Asia Central de Kushka, cerca de la
frontera afgana, hay casi 5.000 kilómetros (3.100 millas) de terreno, en su mayor parte
escabroso e inhóspito. La anchura total de los Estados Unidos continentales quedaría
comprendida entre las extremas fronteras septentrional y meridional de la Unión Soviética.

Demografía
Divisiones étnicas de la Unión Soviética.

La Unión Soviética fue uno de los de los países con más diversidad étnica en el mundo, con
más de 150 etnias claras dentro de sus fronteras. La población total fue estimada en 293
millones de habitantes en 1991, habiendo sido el tercer país más poblado en el mundo después
de China e India durante décadas. En los últimos años de la Unión Soviética, las etnias del país
fueron: los Rusos (50,78%), seguidos por los Ucranianos (15,48%), Uzbecos (5,84%). Otros
grupos étnicos incluyen Armenios, Bielorrusos, Georgianos, Alemanes, Osetianos, Rumanos,
Moldavos, Tayikos, Griegos, Húngaros, Polacos, Gitanos, Lituanos, Búlgaros, Letones, Turcos,
Tártaros, Baskires, Chinos, Chuvascos, Judíos, Kazajos, Azerbaiyano, Caucásicas, Urálicos,
Mongoles, Tártaros, Tuvinianos, Pueblos semíticos, Yakutos, Ket, Coreanos, Cubanos, sólo el
1,6% de la población no proviene de Rusia. Principalmente a causa de diferencias en índices
de natalidad entre las nacionalidades soviéticas, la proporción de la población rusa fue
constantemente disminuyendo en el período de la Postguerra

Nacionalidades

El extenso estado multinacional que los bolcheviques heredaron después de su revolución fue
creado por la expansión zarista durante casi cuatro siglos. Algunos grupos de naciones se
unieron voluntariamente al estado, pero la mayoría fue unida a la fuerza. Generalmente, los
rusos y la mayoría de la población no rusa del imperio compartieron poco en cuanto a cultura,
religión e idioma. Muy a menudo, dos o más nacionalidades diversas fueron colocadas en el
mismo territorio. Por lo tanto, los antagonismos nacionales se desarrollaron con los años no
sólo contra los rusos, sino a menudo entre algunas de las naciones sujetas también.

Evolución demográfica de la Unión Soviética.

Durante cerca de setenta años, los líderes soviéticos habían mantenido que las fricciones entre
las muchas nacionalidades de la Unión Soviética habían sido erradicadas y que la Unión
Soviética consistía en una familia de naciones que vivían armoniosamente juntas. No obstante,
el fermento nacional que sacudió cada rincón de la Unión Soviética en los años ochenta probó
que setenta años de gobierno comunista habían fracasado en la erradicación de las diferencias
nacionales y étnicas y que las religiones y culturas tradicionales reemergerían a la más
pequeña oportunidad. Esta realidad que enfrentaban Gorbachov y sus colegas significó que,
ante la poca confianza en el tradicional uso de fuerza, tuvieran que encontrar soluciones
alternativas a fin de evitar la desintegración de la Unión Soviética.
Las concesiones otorgadas a las culturas nacionales y la autonomía limitada tolerada en las
repúblicas de la Unión durante los años veinte llevaron al desarrollo de élites nacionales y a un
elevado sentido de identidad nacional. La represión subsecuente y la rusificación provocaron el
resentimiento contra la dominación por parte de Moscú y promovieron el posterior crecimiento
de la conciencia nacional. Los sentimientos nacionales fueron exacerbados en el estado
multinacional soviético por la competencia incrementada por los recursos, servicios y trabajos.

Grupos religiosos

La Catedral de San Basilio ubicada en la plaza roja en Moscú fue el máximo icono de la religión
en la Unión Soviética.

El Estado fue separado de la Iglesia por el Decreto del Consejo de Comisarios del Pueblo el 23
de enero de 1923. Las cifras oficiales del número de creyentes religiosos en la Unión Soviética
no estaban disponibles en 1989. Pero según varias fuentes soviéticas y occidentales, alrededor
de un tercio de la gente de la Unión Soviética, un estado oficialmente ateo, profesaba alguna
creencia religiosa. El Cristianismo y el Islam se disputaban la mayoría de los creyentes. Los
cristianos pertenecían a varias Iglesias: la Ortodoxa, que tenía el número más grande de
seguidores; la Católica; la Baptista y varias otras sectas protestantes. Hubo muchas iglesias en
este país (7.500 Iglesias Ortodoxas Rusas en 1974). La mayoría de los fieles de la fe islámica
eran sunitas. El judaísmo tuvo también muchos seguidores. Hubo otras religiones practicadas
por un número relativamente pequeño de creyentes, incluido el budismolamaísmo y
chamanismo (una religión basada en el espiritualismo primitivo). El papel de la religión en la
vida diaria de los ciudadanos soviéticos varió enormemente. Ya que los dogmas religiosos
islámicos y los valores sociales de los musulmanes están estrechamente interrelacionados, la
religión pareció tener una mayor influencia en los musulmanes que en los cristianos u otros
creyentes. Dos tercios de la población soviética, sin embargo, no tenían creencias religiosas.
Cerca de la mitad de la gente, incluyendo a miembros del PCUS y oficiales de alto nivel del
gobierno, profesaban el ateísmo. Por lo tanto, para la mayoría de los ciudadanos soviéticos, la
religión parecía irrelevante.

Cultura
Vista de una estatua de trabajadores Kolkhoz en una exhibición soviética en el Centro Panruso
de Exposiciones.

La cultura soviética pasó por varias etapas durante los 70 años de su existencia. Durante los
primeros once años de Revolución (1918–1929), hubo una relativa libertad y los artistas
experimentaron con varios estilos diferentes en un esfuerzo de encontrar un estilo artístico
soviético distintivo. Lenin quiso que el arte fuera accesible al pueblo ruso. El gobierno alentó
una variedad de tendencias. En el arte y la literatura, numerosas escuelas, unas tradicionales y
otras radicalmente experimentales, proliferaron. Los escritores comunistas Máximo Gorki y
Vladímir Mayakovski estuvieron activos durante este período. El cine recibió el apoyo del
Estado; muchos de los mejores trabajos del cinematógrafo Serguéi Eisenstéin datan de este
período.

Más tarde, durante la era de Iósif Stalin, la cultura soviética fue caracterizada por el apoyo del
gobierno al realismo socialista, con el resto de las tendencias seriamente reprimidas, con raras
excepciones (por ejemplo los trabajos de Mijaíl Bulgákov).

Después del deshielo de Jruschov en los años 50 y 60, la censura disminuyó (pero nunca se
eliminó completamente). La mayor experimentación en formas de arte llegó a estar permitida
de nuevo, con el resultado de que trabajos críticos más sofisticados y sutiles comenzaran a ser
producidos. El régimen aflojó su énfasis en el realismo socialista; así, por ejemplo, muchos
protagonistas de las novelas del autor Yuri Trífonov se refirieron a problemas de la vida de cada
día más bien que a la construcción del socialismo. Una literatura disidente subterránea,
conocida como samizdat, se desarrolló durante este último período. En la era de Jruschov la
arquitectura se centró sobre todo en un diseño funcional en contraste con el estilo altamente
adornado de la época de Stalin.

Guerra Fría
La Guerra Fría fue un enfrentamiento ideológico, político y bélico que se dio entre Estados
Unidos, quién representaba al bloque capitalista, y la Unión Soviética, la cual representaba al
bloque comunista. Esta se llama así debido a que fue una guerra de ideologías, y durante esta
los países no estaban dispuestos a enfrentarse en una guerra nuclear, por lo que dirimieron sus
intereses en los países periféricos.
Entre los antecedentes que provocaron el conflicto se encuentran:
 La intervención rusa en la Primera Guerra Mundial, la cual tuvo como consecuencia un
grave deterioró de la economía y una crisis política que culminó con la caída del zar Nicolás
ll en 1917.
 Los enfrentamientos entre Estados Unidos y en 1917, cuando los revolucionarios
tomaron el poder al mando de Lenin, estableciendo el primer estado socialista de la historia.
 La creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) en 1922, bajo
el mando de José Stalin.
 La intervención de Estados Unidos en la Guerra Civil Rusa, al enviar soldados, y
después la negativa a reconocer el nuevo Estado hasta 1933.

Aunque los dos países lucharon contra Alemania durante la II Guerra Mundial, estos disolvieron
su alianza cuando el líder ruso Stalin, buscando la seguridad soviética, utilizó al Ejército Rojo
para controlar gran parte de la Europa Oriental. El presidente estadounidense Truman se opuso
a la política de Stalin y trató de unificar Europa Occidental bajo el liderazgo estadounidense.
Ambas partes rompieron los acuerdos obtenidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Formación de los grandes bloques mundiales
Debido a la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética se vio forzada a fortalecer su
hegemonía sobre Europa Oriental y Sudoriental, ya que esta sufrió enormes pérdidas humanas
y materiales durante la guerra. Mientras, los Estados Unidos dominaban la economía mundial,
ya que su territorio no había sufrido ninguno de los perjuicios que habían afectado a los otro
contendientes y aún la cifra de los caídos en combate parece un costo reducido frente a los 20
millones de personas que perdieron los rusos. A estas potencias mundiales les había llegado la
hora de ser los países más poderosos y entre ambos, las diferencias ideológicas eran
insalvables.
Todo parecía indicar que la rivalidad entre el capitalismo liberal y el comunismo autoritario, sólo
se resolvería mediante una nueva guerra. Se llegaría a dar la formación de dos bloques: el
capitalista, conformado por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) la cual
estaba formada por Estados unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Italia, Bélgica, Países
Bajos, Luxemburgo, Portugal, Noruega, Dinamarca e Irlanda (después se unirían Turquía y
Grecia en 1952, y la República Federal Alemana en 1955 y España en 1982); y el bloque
comunista, formado por los países que firmaron el Pacto de Varsovia ( la Unión Soviética,
Hungría, Rumania, Polonia, Bulgaria, Checoslovaquia y Albania. La República Democrática
Alemana se uniría en 1956.)
Recién terminada la Segunda Guerra mundial, otro acontecimiento le cambió la cara al mundo:
la independencia política de las colonias. Estos nuevos países independientes de Asia y África
se incorporan al escenario político mundial con una problemática económica. Estas naciones
tenían ciertos males: faltaba industrialización, su infraestructura era escasa e inadecuada,
había atraso en la tecnología disponible, tenían una baja productividad agropecuaria e
industrial, y había un gran índice de desempleo. Su única opción para salir de este déficit, era
unirse a uno de los dos bloques. Parecían encontrarse ante el dilema de caer nuevamente bajo
el control de los países capitalistas centrales o de someterse a la hegemonía soviética.
Alianzas en Europa
Alianzas en Europa Occidental:
Los estadounidenses temían que la penuria económica del Viejo Mundo fuera un buen motivo
para el comunismo avanzara sobre Occidente, ya el viejo Continente había sido antes de la
guerra el principal cliente de los Estados Unidos y sin un pronto restablecimiento europeo, la
prosperidad de los Estados Unidos, no estaba asegurada. En 1947, el secretario Marshall
decidió poner en marcha un amplio plan de ayuda económica y tecnológica destinado a
reconstruir Europa. Los Estados Unidos estaban dispuestos a entregar los fondos necesarios
para el restablecimiento de la economía.
Se invitó entonces a la Unión Soviética y a sus países satéilites a participar en el plan, pero el
ofrecimiento no fue aceptado.
A partir de ese año los países europeos beneficiados por la aplicación del plan, realizaron
notables progresos, en pocos años, duplicaron la producción industrial de preguerra. Los
principales beneficiarios del Plan Marshall fueron Gran Bretaña, Francia; Italia y Alemania
Occidental.
Como complemento del plan, se creó en 1048 la Organización Europea de Cooperación
Económica (OECE) para facilitar la ayuda mutua entre los países integrantes. En 1951, se creó
la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), con el propósito de coordinar la
explotación de los yacimientos de cobre y de hierro del centro de Europa.
El Plan Marshall se dio por concluído en 1952, habiendo cumplido con sus objetivos. Para ese
entonces el peligro del control soviético sobre Europa Occidental había desaparecido, Alemania
Occidental era independiente y su economía se recuperaba con gran rapidez.
Pero el bloqueo soviético a Berlín Occidental fue el detonante que produjo la concentración de
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tratado de cooperación militar firmado
por Washington en 1949. Todos los países importantes de Europa Occidental, finalmente
firmaron el pacto no excepción de Suecia y Suiza, que decidieron permanecer neutrales.
Las Alianzas en Europa Oriental:
Tras el rechazo del Plan Marshall, la Unión soviética y los países europeos satélites, crearon en
1947 el Kominform, que puede citarse como la versión comunista del plan. En 1949 se
estableció en Moscú el COMECON, con el propósito de coordinar las diferentes economías
nacionales. Éste, estaba integrado por los mismos países del Kominform (Bulgaria,
Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Albania y la Unión Soviética). Después de 1955 el
COMECON, comenzó a promover la especialización económica de los distintos países para
favorecer la integración económica en gran escala. Encontró resistencia en Hungría y Rumania,
que temían quedar relegadas a un papel de país agropecuario. En 1955 se firmó el Tratado de
Varsovia entre la Unión Soviética y sus satélites europeos. Este Tratado organizó a la Europa
Oriental desde un punto de vista militar tal como había ocurrido con la OTAN en la Europa
Occidental. En 1956 se dividió el Kominform para el reingreso de Yugoslavia a la órbita
soviética. En 1968 Albania se retiró del Tratado de Varsovia (había roto relaciones con la Unión
Soviética en 1961) y del COMECON. La división entre el bloque de las democracias liberales y
el bloque de las naciones socialistas quedaba así consolidada.
Desarrollo de la Guerra Fría
En la conferencia de Yalta celebrada en febrero de 1945, Roosevelt, Churchill y el lider
soviético Josef Stalin, prometieron elecciones libres en todas las naciones liberadas de Europa.
Pero las fuerzas soviéticas impusieron dictaduras comunistas en Europa Oriental. La muerte de
Roosevelt privó a Stalin de un interlocutor privilegiado, pero su sustitución por Truman,
marcado por un profundo anticomunismo, supuso la instalación permanente de la controversia.
En 1947 se propuso la Doctrina Truman, la cual tenía dos objetivos: Enviar ayuda
estadounidense a las fuerzas anticomunistas de Grecia y Turquía y crear un consenso público
por el cual los estadounidenses estarían dispuestos a combatir en un supuesto conflicto.
Al final esta alcanzó ambos objetivos.

La cooperación científica entre Europa y América Latina

Los mecanismos para promover y apoyar las actividades de investigación entre Norteamérica,
Europa, Asia y América Latina han adquirido diferentes formas a lo largo de los años. Entre
estos mecanismos se encuentran la asistencia técnica, el entrenamiento local, el apoyo al
desarrollo de instituciones específicas, la asociación entre instituciones (twinning), así como los
mecanismos tradiciones de empréstitos bancarios al Estado, los convenios entre instituciones,
la investigación contratada y los acuerdos para llevar a cabo investigación conjunta.

Estos instrumentos de cooperación científica y tecnológica, que pueden ser bilaterales o


multilaterales, comprenden también una gran variedad de acciones promovidas por agencias
regionales intergubernamentales. Asimismo han de mencionarse organizaciones no
gubernamentales tales como las fundaciones privadas y otras instancias internacionales (entre
ellas la Academia de Ciencias del Tercer Mundo). Es difícil tener certeza sobre los recursos
económicos destinados a esta cooperación, pero no sería arriesgado afirmar que ellos pueden
ascender a billones de dólares.

Los países industrializados se involucran en actividades de investigación en América Latina y el


Caribe en concordancia con modelos y políticas que dependen en mucho de sus propias
experiencias históricas en esta región. Las modalidades de apoyo científico y de asistencia
técnica responden a las constelaciones políticas que se han forjado en las relaciones entre
ambas regiones. Por su cercanía geográfica y por razones geopolíticas, los Estados Unidos
han tenido una presencia muy signficativa y dominante durante los últimos sesenta años.
Piénsese en la Institución Smithsonian en Panamá o bien la Organización de Estudios
Tropicales en Costa Rica. Esta última es una instancia que involucra a muchas instituciones,
pero cuya naturaleza es binacional. Sin embargo, con el tiempo la presencia de organismos de
otros países se ha vuelto especialmente intensa e influyente. Por ejemplo, durante más de 20
años Alemania ha impulsado en América Central uno de sus más ambiciosos proyectos de
formación de capacidades académicas mediante diferentes programas del Servicio Alemán de
Intercambio Académico (DAAD), cuyos resultados han cambiado, de manera muy significativa,
el horizonte de la educación superior en esta región. Suecia ha impulsado un programa de
financiamiento de investigación sobre enfermedades tropicales basándose en capacidades
investigativas subregionales (Netrópica). Pero también hemos de mencionar la presencia de
agencias de cooperación japonesas, holandesas y canadienses, entre otras.

Las diferentes modalidades de cooperación científica van acompañadas de expectativas


correspondientes. Es así como la asistencia técnica se orienta a encontrar soluciones
específicas a problemas del desarrollo; en estos esfuerzos predomina la aplicación de los
recursos científicos y tecnológicos de los países desarrollados, aunque muchas veces se
procura la aplicación de medidas que tienden a adecuar la tecnología a las circunstancias
locales o bien a los conocimientos tradicionales. Desde otra perspectiva, que puede ser
complementaria a la anterior, se privilegia la formación de masa crítica propia y de capacidades
locales para la realización de actividades científicas. A esta perspectiva responde la creación de
sistemas nacionales de investigación con recursos humanos y financieros propios, pero
muchas veces reforzados por fondos complementarios externos. Entre las funciones de estos
sistemas nacionales de ciencia y tecnología se encuentran, además del financiamiento de
proyectos científicos, la promoción del estatus profesional y social del personal académico y
científico, el desarrollo de sistemas de estímulo y reconocimiento, así como la ampliación de las
posibilidades de producción y reproducción de las comunidades científicas. Hay que tomar en
cuenta que la comunidad de investigadores, por lo general, es alérgica a la burocracia y que
esto conduce con frecuencia a una acentuada antipatía hacia las estructuras institucionalizadas
de administración de la ciencia, a pesar de que pueda beneficiarse de ellas. En todo caso, debe
tomarse en cuenta que toda cooperación científica fructífera se basa en procesos de
networking que se inician en marcos más informales, aunque recurran y a veces abusen de las
instancias estatales, pero sin ser absorbidos por ellas.

Debido a la globalización, a la interdependencia económica, a la internacionalización de los


tópicos de la ciencia y la tecnología y al aumento de la competencia, actualmente se debate
sobre nuevos modelos de cooperación científica entre los países desarrollados y aquellos en
vías de serlo. Aunque estos modelos pueden adquirir diferentes semblantes, es deseable evitar
todo tipo de colonialismo científico que favorezca el asentamiento de poderosas instancias de
investigación en los países en desarrollo, cuya vinculacion con las comunidades científicas
nacionales sea accesoria o marginal. Las diferentes conclusiones de la Cumbre Mundial sobre
la Sociedad de la Información advierten sobre estos peligros de manera directa o indirecta y
apuntan a la universalidad del conocimiento, así como a lo que podríamos denominar
soberanía científica. El acento que recae en el acceso libre al conocimiento conduce también al
desideratum de que en la cooperación científica internacional los beneficios sean compartidos
equitativamente y no de manera unilateral. Ya en el pasado se ha hablado de riesgos y abusos
que ocurren en la colaboración científica, y en la actualidad se señala con preocupación la
amenaza de que la ciencia de los países en desarrollo se vea degradada a una especie de
maquila científica que, aunque sea sofisticada, no deja de ser inconveniente, pues no potencia
las capacidades endógenas de producción de conocimiento sistemático. Es por ello que se
anota que la asimetría constituye todavía un aspecto negativo muy importante en las relaciones
entre países desarrollados y países en desarrollo en materia científica. Por otro lado, como
argumento a favor de la globalización y de los tratados de libre comercio, se ha afirmado
retóricamente que el derrame tecnológico sería uno de sus supuestos beneficios, pero este es
un fenómeno cuya ocurrencia debe ser demostrada. Esto se debe, en parte, a que no se han
tomado las medidas para enlazar la investigación nacional con las empresas internacionales de
alta tecnología, ni se han creado los dispositivos para estimular la transferencia tecnológica de
estas últimas hacia atrás.

Hace tres décadas, las Naciones Unidas recomendaron que la cooperación científica Norte/Sur
tuviera un componente de formación de capacidades locales, reconociera las prioridades
definidas por los países receptores y garantizara la participación de las instituciones de estos
países. Estas recomendaciones son todavía vigentes y de especial importancia.

Diferentes evaluaciones se han llevado a cabo para determinar el grado de éxito de estos
esfuerzos. En ellas se apunta una y otra vez la mencionada asimetría y, en general, una
ausencia de complementariedad en las agendas de investigación. La asimetría se debe sin
duda a factores de poder económico y político, mientras que la ausencia de
complementariedad obedece al hecho de que los países desarrollados y los países en
desarrollo tienen diferentes prioridades en investigación. Un ejemplo de ello se encuentra en la
investigación médica: los europeos, por ejemplo, tienden a especializarse en pocas
enfermedades tropicales, mientras que los científicos latinoamericanos, en atención a las
demandas de sus propias poblaciones, le dan mayor importancia a la medicina preventiva, a
problemas de salud relacionados con el ambiente y con los regímenes alimentarios. Tanto la
salud pública como la administración de servicios de salud son de gran importancia para los
países en desarrollo. En otros campos, Europa y el Tercer Mundo muestran diferentes
intereses, por ejemplo en la investigación agrícola. Es oportuno recordar que, en la revista
Science del 7 de marzo del 2003, Kofi Annan decía: “Los países en desarrollo gastan mucho
menos que el uno por ciento de su producto interno bruto en investigación científica, mientras
que los países ricos dedican entre el dos y el tres por ciento. La proporción de científicos en los
países en desarrollo es de 10 a 30 veces menor que en los países desarrollados. El 95% de
innovaciones científicas se lleva a cabo en países donde vive un quinta parte de la población
mundial. Y la mayoría de esa ciencia – en el ámbito de la salud, por ejemplo – desdeña los
problemas que afectan a la mayoría de la población mundial” Este desequilibrio, continúa
Annan, “acentúa la desigualdad entre países avanzados y en desarrollo y crea dificultades
sociales y económicas nacionales e internacionales.”

Si la política expresa es que la cooperación científica ha de fortalecer el potencial en ciencia y


tecnología de los países en desarrollo, entonces es lógico suponer que las prioridades han de
ser definidas por ellos, tanto en el contenido científico como en los propósitos de la
cooperación. Pero esto puede implicar un acceso limitado de los países en desarrollo a la
investigación de punta, la cual sería necesaria para lograr mayores impactos en el avance
social. Los países en desarrollo no deben renunciar a la investigación básica, pues ello
profundizaría su dependencia de los resultados de la ciencia básica realizada en los países
desarrollados.

No obstante, no cabe duda de que existe una división de trabajo científico entre los países
desarrollados y en desarrollo. En términos generales, los científicos de países en desarrollo
participan activamente en las fases operativas de los proyectos conjuntos de investigación,
pero no están igualmente involucrados en otras fases, tales como la conceptualización teórica y
metodológica de los proyectos, el análisis y la discusión de los resultados y la redacción de las
publicaciones de los resultados correspondientes. Los científicos de los países en desarrollo
tienden a estar más involucrados en los procesos de recolección de datos, lo cual constituye
una participación muy limitada que no se traduce necesariamente en una potenciación de las
capacidades científicas endógenas. Una consecuencia de ello es que los científicos de países
desarrollados tienen a publicar mucho más y a participar en eventos científicos con mucha
mayor frecuencia que sus socios de países en desarrollo. A pesar de que los nombres de los
científicos de países en desarrollo aparezcan en la lista de autores de las publicaciones
correspondientes, ello no es expresión necesaria de una participación simétrica ni de formación
de masa crítica.

Como se ha dicho en una publicación de la revista Plos Biology: “Las agendas de investigación
de regiones desarrolladas y subdesarrolladas son diferentes, y las revistas más importantes
publicadas en el mundo desarrollado responden a la corriente científica principal de esas
regiones.” Por otro lado, “las agencias de financiamiento y las revistas científicas más
importantes se encuentran en la misma región económica y comparten la misma visión acerca
del tipo de ciencia que les resulta más interesante.” 2

En los países en desarrollo, la inversión extranjera directa tiene una baja tasa de transferencia
de tecnología. Por lo tanto, para engarzar adecuadamente la investigación, el desarrollo y la
innovación (I+D+i), la inversión del Estado es insustituible. Aunque en estos asuntos no existen
recetas infalibles, muchos factores indican que una posible fórmula para fomentar el desarrollo
de la C+T+i es aquella que combina una baja dependencia de la inversión extranjera con una
alta la inversión propia en I+D y un uso intensivo de los resultados de la innovación.

Costa Rica tiene una comunidad científica pequeña. No obstante, la calidad de nuestra
investigación es considerada una de las mejores de América Latina; tan buena como, por
ejemplo, la de España, según un estudio del Foro Económico Mundial. Por otro lado, a pesar
de que nuestra elasticidad en el aprovechamiento de conocimientos científicos es positiva y
también es superior a la de muchos países latinoamericanos, Costa Rica se encuentra muy por
debajo de Corea, Taiwán, Irlanda y Finlandia. De esto se derivan dos consecuencias obvias:
para adquirir redundancia en el conocimiento, nuestra comunidad científica debe ser más
numerosa y tener más posibilidades de aprovechamiento de su potencial investigativo. Es
entonces deseable un aumento de la tasa de matrícula de nivel terciario en instituciones que se
dediquen sistemáticamente a la investigación, cuyos recursos destinados a esta actividad
deben aumentar significativamente. También es necesaria una mejor capacitación de los
sectores productivos para innovar tanto en su organización y gestión como en sus productos.

En la actualidad, la inversión en educación general en Costa Rica es equivalente al 6% del PIB


y la oposición parlamentaria ha planteado un aumento al 8% como medida para enfrentar las
implicaciones a mediano y largo plazo de la apertura comercial con los Estados Unidos. Pero
este aumento de la inversión en materia educativa será aún más pertinente si se piensa en los
requerimientos de un posible tratado de asociación con la Unión Europea, cuyos alcances son
de mayor hálito que los de un tratado comercial.
Por otro lado, en los proyectos internacionales debemos aplicar una ética de la cooperación
que nos garantice una participación sustantiva, más allá de una simple maquila científica, como
lo he sugerido anteriormente.

La Universidad de Costa Rica es la más importante instancia de investigación científica del


área centroamericana. En materia de cooperación internacional, la Vicerrectoría de
Investigación sigue principios éticos que se encuentran explicitados en políticas científicas
internacionales. Entre los aspectos que contienen esas políticas, se encuentran los siguientes:
(1) Definición conjunta de los objetivos de los proyectos de investigación; (2) uso compartido de
la información; (3) diseminación y aplicación conjunta de los resultados; (4) beneficios
compartidos de los resultados; (5) los proyectos conjuntos deben conducir a un aumento de la
capacidad investigativa y de la masa crítica; y (6) evaluación de la cooperación científica.

Las universidades públicas son la columna vertebral de la ciencia y la tecnología en Costa


Rica. Gracias a los esfuerzos de muchas décadas, la investigación universitaria ha contribuido
de manera amplia al desarrollo nacional, desde las ingenierías hasta las ciencias sociales y las
humanidades, pasando por las ciencias de la salud y las básicas, las agroalimentarias y las
ambientales. Solamente alrededor de 1400 personas se dedican a la investigación en nuestras
universidades públicas, pero debemos tomar en consideración que somos un país muy
pequeño que cuenta con apenas unos 4 millones de habitantes. En la Universidad de Costa
Rica (UCR), estas contribuciones se plasman actualmente en más de 980 proyectos llevados a
cabo por 750 académicos.

Ya que no esperamos depender de la inversión extranjera directa en materia de investigación


científica, nuestros esfuerzos en la UCR se han dirigido a diferentes objetivos:

1. La participación en redes regionales (por ejemplo en el programa de movilidad


académica y en el Consejo Latinoamericana de Investigaciones Científicas de la Red de
Macrouniversidades Públicas de América Latina y del Caribe), redes Alfa, etc. Se han creado
diferentes mecanismos para incentivar la participación en un espacio compartido del
conocimiento entre Europa y América Latina. Uno de estos mecanismos ha sido el Programa
Alβan, el cual ha sido de gran importancia en sus cinco convocatorias, con positivos
beneficios. Pero tomemos en cuenta que el porcentaje más alto de becarios del programa
Alban ha escogido España como su país de destino, lo cual conspira en contra de una
deseable multilateralidad. En la siguiente lista vemos el porcentaje de becarios del programa
Alban que opta por España, según país de origen: Argentina 49.2%, Bolivia 42.9%, Brasil
27.7%, Chile 52.0%, Colombia 46.1%, Costa Rica 36.4%, Cuba 55.6%, Ecuador 72.7%, El
Salvador 75.0%, Honduras 100.0%, México 43.5%, Nicaragua 100.0%, Panamá 50.0%, Perú
61.8%, Uruguay 57.1% y Venezuela 46.4%.3
2. Fortalecimiento de la internacionalización por medio de acuerdos y fondos bilaterales
(DFG y Universidad de Potsdam; CSIC, Universidad de Kansas, Universidades de Bremen y
Greifswald).
3. Creación de nuevos espacios académicos para el intercambio internacional (por
ejemplo, Cátedra Humboldt).
4. Nuevos fondos y mecanismos de reintegración de investigadores jóvenes.
5. Adscripción a OPEN ACCESS & OPEN ARCHIVES.
6. Mayor inversión en equipamiento de laboratorios.
7. Nuevos programas de reconocimiento e incentivos para investigadores (nuevos fondos
competitivos, premios a investigadores).
8. Fondos para realizar investigación en todas las regiones de Costa Rica, con
participación de investigadores de esas regiones (fondos intersedes).
9. Evaluación anual de todos los centros de investigación.
10. Acreditación de ensayos de laboratorio

La comunidad científica costarricense aspira a ingresar en espacios de investigación que se


encuentran en la frontera de la ciencia. Sin embargo, es importante no perder de vista los
niveles de desenvolvimiento investigativo de pertinencia inmediata, tales como aquellos
relacionados con salud y nutrición, eficiencia energética y sustentabilidad ambiental, seguridad
alimentaria y genética de cultivos, al igual que la innovación en servicios y en sistemas
sociales. A esto se suma la creación del Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas,
gracias a una donación de la Unión Europea.
Para finalizar, quisiera mencionar algo que ustedes posiblemente conozcan y que bien se
aplica a nuestras realidades latinoamericanas. En 1913, en misiva dirigida a Miguel de
Unamuno, el histólogo español y Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal comunicó
una idea cuya vigencia es permanente. Dijo lo siguiente:

“Todo nos urge, pero nos urge sobre todo la ciencia que es de lo que vamos peor. Y si por este
lado no completamos nuestro patrimonio espiritual, corremos grave riesgo de ser expropiados
como nación… Es preciso, en suma, ser completos para ser respetados.”

Y es que considero que esta es la vía para enfrentar las asimetrías que mencionaba al inicio,
las cuales constituyen para nosotros, según mi opinión, uno de los más importantes riesgos en
la cooperación internacional. Su superación mediante el fortalecimiento de capacidades
endógenas es sin embargo la gran oportunidad que ahora se nos ofrece.

1. Ph.D. Vicerrector de Investigación, Universidad de Costa Rica. Ponencia presentada en la


mesa redonda “Obstáculos y desafíos para la cooperación científica entre Europa y América
Latina”, dentro del simposio “Entre Viena y Lima. Aspectos actuales de las relaciones entre
Europa y América Latina”, organizado por el Lateinamerika Institut, Viena, 20 de octubre de
2007.

Modernización y Globalización en el ámbito económico mundial.

Introducción
Desde la perspectiva de la historia económica el fenómeno de la globalización se hace
presente como una etapa superior del capitalismo, a tal punto que con una mirada al pasado
vemos la avanzada hacia la mayor concentración de la riqueza. El sistema actual, entendido
como un conjunto de actividades, procesos, instituciones y creencias interelacionadas con una
prosecución y consecución de finalidades colectivas, es decir, entendido como una cultura
económica, y ante el papel crucial que ha jugado el Estado, como institución abanderada para
los cambios, se plantea el desarrollo como una nueva figura donde el sector público debe hacer
escasa presencia.
En el presente siglo han aparecido en forma cíclica movimientos de nacionalización y
privatización, por lo que sería de esperar para el siguiente siglo una vuelta a la nacionalización.
Por hoy la preocupación de muchos grupos latinoamericanos y de otros países radica en la
problemática que no se está atendiendo, ante la verdadera necesidad de modernizar el Estado
y el sector privado. El proceso de modernización en El Salvador es un arnés que pende de esa
dinámica histórica de globalización. Nos ocupa en este escrito la tarea de hablar sobre ello,
desde un punto de vista puramente crítico y con el buen ánimo de reconocer todas las variables
y agentes que persiguen el entorno de la modernización del Estado. Así, en primer lugar se
presenta un descripción breve del precedente histórico inmediato, seguida de las
observaciones de otros países con procesos semejantes. Luego se detalla sobre la
privatización y las medidas para mejoras en la eficiencia de operación estatal. Al final se intenta
trazar, a nivel conceptual, el nuevo movimiento que se maneja a las alturas propias de este
proceso, que comenzara hasta hace pocos años en nuestros países y que ahora goza de
grandes prioridades para los programas de los gobiernos.
LA MODERNIZACIÓN DEL ESTADO
1- LA DINÁMICA NEOLIBERAL
Desde el inicio de la gestión del gobierno de ARENA con el Lic. Alfredo Cristiani, se dejó ver un
crecimiento de la convivencia gobierno-sector privado. La relación se fortalece con la llegada
en 1994 del Dr. Armando Calderón Sol, cuando se planteó la modernización del Estado como
una condición para iniciar el despegue hacia el desarrollo, después de haberse superado el
problema de la guerra, al menos, aunque quedaran intactas las razones que la iniciaron.
Aunque el plan económico del Dr. Calderón Sol nunca se ha expuesto claramente, y cuya
existencia ha sido puesta en duda, tampoco ha sido producto de una discusión nacional. Hay
algo que sí es claro: los intereses que representa y defiende el gobierno a partir de las
decisiones que toma, pertenezcan o no a un plan nacional. En la década presente son muchas
las instituciones domésticas que han elaborado propuestas para un plan que proporcione
herramientas útiles para resolver la situación de los que sufren en este país. Universidades,
fundaciones, gremiales, partidos políticos y centros de investigación económica y social han
presentado proyectos nacionales, más o menos integrales, que coinciden en la preocupación
por los altos niveles de pobreza, la impotencia del sistema para generar vida digna al individuo,
la devastación de los recursos naturales, por el continuo irrespeto a los derechos humanos y
por la necesidad de alcanzar un crecimiento sostenido.
Paulatinamente se supera la idea de apoyarse únicamente en el termómetro macroeconómico
para diagnosticar el estado de una nación1. Se cuentan con nuevos parámetros que
diferencian el crecimiento del desarrollo, y se sustituye el cómodo ingreso s, sin retocar los
métodos de organización institucional y sin adaptar las funciones de las oficinas estatales a las
necesidades verdaderas de la población.
En la administración anterior se procedió a liquidar entidades con fines sociales, como el
Instituto de Vivienda Urbana (IVU) y el Instituto Regulador de Abastecimientos (IRA). Se dio
libertad a los empresarios para que manipularan los precios, y para la administración actual del
Dr. Armando Calderón Sol se suprimió el Ministerio de Planificación y se reestructuró el
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Independientemente de los fenómenos macroeconómicos que se deriven de la privatización,
ésta se enmarca dentro de la política de ajuste del gobierno, que pretende reducir a la mínima
expresión posible las funciones del Estado como productor de bienes y servicios. El mismo
ajuste compromete a compensar los efectos sociales negativos que se provoquen. Y es aquí
donde reside uno de los mayores problemas del neoliberalismo, respecto a la necesidad de
tener que redistribuir los recursos al final del proceso, cuando es el mercado quien debería
distribuir justamente los recursos y riquezas que genera. " Esto nos lleva a insistir en la
redistribución de los frutos del trabajo, del capital y de la tierra (y otros recursos naturales) de
una manera más coherente con el destino universal de los bienes. La distribución que los
neoliberales relegan al final del proceso de crecimiento, convirtiéndola en una distribución
escatológica, o sea, al final de los tiempos, tiene que ser el grito contra el neoliberalismo. El
efecto 'rebalse', es decir, que llegue a los niveles inferiores de ingresos lo que sobra en los
superiores, no es aceptable éticamente ni funciona adecuadamente..." apunta Luis de
Sebastián4.
"Recientemente un economista del Banco Mundial admitió que podía transcurrir une
generación antes que los beneficios del ajuste llegaran a la población mayoritaria. Esta
población ya no puede esperar más"5 señala un estudio de Funde. Agrega que no solo deben
formularse políticas sectoriales o regionales, sino también hay que tomar en cuenta las
condiciones y necesidades microsectoriales y microregionales, y diseñar con ellos medidas que
les respondan.
De entre las decisiones del Estado en la década presente, es necesario separar las que son
producto de los Acuerdos de Paz, y las que son propiamente medidas de modernización del
Estado. Ambos son proyectos con distinto origen y tienen, por tanto, distinta finalidad. La
depuración de jueces, ejecutada con grandes tropiezos, en una forma bastante tímida, por el
Consejo Nacional de la Judicatura, y la creación de la PNC no son, como es claro, iniciativas
gubernamentales de primer orden; son imposiciones de los Acuerdo de Paz. También alrededor
de esto veremos más adelante el escenario que representa para la coyuntura los Acuerdos de
San Andrés.
De esta forma, dentro de la modernización, hablaremos de las dos grandes vías, como ya se
mencionó, privatización y mejoras de la eficiencia de las actividades del gobierno. Se tratará de
explorar para reconocer el verdadero objetivo que hay en estas medidas, y saber si realmente
se busca el desarrollo de toda la población o el de algún sector en particular.
"La modernización del Estado significa la adecuación de la estructura organizativa y de su
personal administrativo a las funciones que la cambiante historia le va demandando", apunta el
padre jesuita Francisco Javier Ibisate6. Enmarca la privatización dentro del dinamismo histórico
de El Salvador, a partir del movimiento inicial del Estado, cuando asimiló funciones nuevas,
como los nuevos horizontes regionalistas del área, ampliación acelerada de la infraestructura
nacional, creación de una nueva red institucional, ampliación del sector público, etc. Ahora se
tiene que los vientos giran para otros espacios.
También ve una contradicción entre la manifestación de la Cumbre Mundial Para el Desarrollo
de marzo de 1995, en Copenhague, que concluyó en que las sociedades prósperas eran
aquellas que existían en función del ser humano, contrastado con los proyectos de
modernización neoliberalista. Allí no se ven claras respuestas a la pobreza generalizada, el
crecimiento con desempleo y la insolidaridad social, que son los mayores problemas mundiales
detectados en la cumbre de Copenhague. Desde esa visión, la modernización no debe apuntar
al Estado como el único problema, sino incluir al sector privado, por el lado del beneficio social,
dada la imperfección del mercado y su probada incapacidad de satisfacer las necesidades de
todos, con justicia y equidad.
En la Declaración Conjunta de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Tuxtla Gutiérrez II,
realizada el 15 y 16 de febrero de 1996 en San José, Costa Rica, se hace expresa la idea de
que la globalización de los mercados es lo que ha obligado los esfuerzos de modernización
estatal regional, para poder aspirar a insertarse en la economía mundial7. Estos Acuerdos de
Tuxtla Gutiérrez II han sido suscritos por México, Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras,
Nicaragua, Costa Rica y Panamá, y se refieren a reuniones periódicas de alto nivel para tratar
básicamente asuntos políticos y económicos.
En mayo de 1996 el presidente de Argentina Carlos Saúl Menen visitó El Salvador más para
animar los movimientos de privatización que para tratar asuntos propios de la ocasión.
A principios de julio de 1996 la ANEP dio a conocer su Manifiesto Salvadoreño, que se basaba
en puntos como el ahorro interno, el gastos social con responsabilidad fiscal, la democracia a
partir de una economía de mercado y la urgente necesidad de acoplarse a la globalización.
Esta propuesta, que da un tono bajo a la disposición de recursos naturales para poder mirar al
desarrollo, levanta en prioridad la educación y la salud. En realidad, es lo que se podía esperar:
apoyo claro a la reducción del sector público, por el pecado de su ineficiencia, con una visión
bastante miope que a simple vista perece ingenua, pretendiendo armonía sin que el sector
empresarial solidarice su trato con la clase trabajadora.
De todas maneras, la propuesta tenía también el objetivo de causar un efecto psicológico en
los demás sectores, un impacto, tratando, si se quiere, de formar una imagen. La elevada
publicidad fácil se hizo cargo de ello.
2- OTRAS EXPERIENCIAS EN LATINOAMÉRICA
COSTA RICA
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En Costa Rica el Ministerio de Transformación del Estado ha trabajado buscando la
disminución de la burocracia cerrando y fusionando instituciones, con la idea de acortar los
trámites en las oficinas estatales, los que en la mayoría de países son números y complejos.
Así también se trabaja con la formación de híbridos, dejando la cúpula de las instituciones
siempre en manos estatales, pero con participación privada; se trata entonces de una
privatización parcial.
A nivel teórico el elemento social se trata de aplicar asistiendo a quienes han perdido sus
empleos por este proceso, sea capacitando o creando redes de empleo. En Costa Rica, como
en otros países que ejecutan proyectos de modernización, se planea continuar después con la
privatización a nivel municipal. En lo que va desde abril de 1996 han trabajado con un plan de
eliminación de 8,000 empleos, haciendo grandes esfuerzos para callar a los que se oponen al
proceso.
BOLIVIA
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En Bolivia se ha estado trabajando en la privatización de las extracciones petroleras. Aunque
los grupos laborales han estado protestando también por la desprotección en que el ambiente
podría quedar a raíz de las extracciones petroleras, si se realizara la privatización una gran
cantidad de empleados serían afectados. Como en mucho casos, estos grupos no tienen
ventaja alguna sobre la decisión del gobierno.
En Chile, cuyo proceso ha sido presentado en El Salvador como modelo de privatización,
Télex-Chile vendió a principios de este años el 100% de las acciones de su filial Chilexpress,
comercializadora de servicios de Curier, encomiendas y giros nacionales e internacionales, a
Socimer Chile, por la cantidad de 20 millones de dólares.
MÉXICO
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En México, dentro de una excesiva concentración del poder político que implantó la
privatización sin mayor obstáculo, el caso de la venta de TELMEX desde la década de los
ochentas, que fue únicamente un traslado del monopolio al sector privado, no vino a cambiar
para nada la distribución del mercado y al presente no se ha observado bienestar social a partir
de ello. Con la venta de esos activos se pagó parte de la deuda externa, pero estas empresas
privatizadas se endeudaron en el exterior por cantidades similares.
TELMEX tuvo que dejar el monopolio sobre el servicio de larga distancia en agosto de 1996,
cediéndole la concesión a Avantel, pero reservándose el servicio de larga distancia nacional. El
problema inicialmente giró alrededor de los precios que TELMEX cobraría a los nuevos
operadores para conectarse a su red, como una forma de subsidios cruzados para mantener a
flote la telefonía local. Las firmas que forcejean con TELMEX por un mercado de 9 millones de
usuarios lograron consolidar en enero de 1996 la Asociación de Concesionarios de Telefonía
(ACTEL), compuesta por Avantel (MCI-Banacci), Alestra (Alfa-AT&T), Unicom (GTE, Bancomer
y Telefónica de España), Iusatel (Iusacell-BEll Atlantic), MarcaTel (IXC, Wester Inc. y Radio
Beep), Investcom (Grupo Comunicaciones San Luis-Nextel) y Cableados y Sistemas. Avantel
es la unión entre el mexicano Grupo Financiero Banamex Accival y la estadounidense MCI, que
es la segunda firma más importante del sector telefónico de Estados Unidos.
Para estos concesionarios el costo de interconexión representaría un porcentaje alto del precio
total de cada llamada. TELMEX, por el contrario, espera equilibrar sus bajas de ingresos con el
monto que provenga del cobro de interconexión a sus competidores. En el centro de esto se
encuentra la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), que prácticamente ha sido
obligada a imponer una solución al problema. En febrero hizo circular entre los ocho
competidores un anteproyecto de Reglamento de Interconexión, que asigna a la SCT un papel
de vigilancia permanente y se ignora la pretensión de TELMEX, pero que primero debe ser
firmado por los involucrados, incluyendo TELMEX.
Otra de las dificultades es el uso de las claves de acceso 91 que se usa actualmente para
llamadas de larga distancia nacional, que TELMEX desea conservar para dejar en desventaja a
los demás.
La privatización de la banca en México tampoco ha sido un buen ejemplo; han continuado
siendo ineficientes, a pesar de que se privatizaron para eliminar precisamente ese problema. El
Consejo de Administración fue, al parecer, una herramienta útil para el control de los entes
privatizados y disminuir así la corrupción, pero fueron abandonados poco a poco. Existe hoy la
duda si privatizar la petroquímica y la electricidad, pero son proyectos demasiado grandes
como para tomarlos a la ligera. Especialmente el petróleo representa un riesgo elevado de que
vaya a dar a las escasas petroleras internaciones, que se pueden contar con los dedos de una
mano.
La empresa Distribuidora de Gas Natural, formada por la empresa mexicana Próxima y las
estadounidenses Enova International y Pacific Enterprises International, se adjudicó en agosto
de 1996 la privatización del servicio de gas, con 12 años de exclusividad en la construcción del
sistema de distribución y la recepción, conducción y entrega de gas dentro de la zona de Baja
California.
NICARAGUA
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TELCOR, la empresa estatal de Telecomunicaciones y Correos de Nicaragua, comenzó a ver
su oscuro destino a partir de las negociaciones en 1992, cuando el Banco Mundial impuso a
Nicaragua la privatización de las empresas estatales para préstamos que cubrirían parte de la
elevada deuda externa. Está ya bien decidido que ni siquiera se incluyó en el presupuesto
nacional para 19968. Es otro caso en donde no se conoce el beneficio directo de la venta, pero
que sí se ha manejado toda una campaña publicitaria para evitar una oposición masiva que
pueda entorpecer el proceso, que lleva toda velocidad. Incluso el sindicato de TELCOR ha
recibido presiones para que no estorbe el camino, y quienes se oponen claramente son mal
vistos por el gobierno. El sindicato y varios diputados de la Asamblea Nacional propusieron una
coinversión que incluya al sector privado y al gobierno, manteniendo éste control pleno para
proteger los usuarios. Con este plan los trabajadores retendrían la mayoría accionaria y el 70%
de los beneficios generados. Sin embargo la propuesta fue rechazada por la mayoría de
diputados en una sesión secreta. Sólo obtuvieron garantía de estabilidad laboral, la donación
del 1% de las acciones de la empresa y el derecho a comprar otro 10% de las mismas.
El 27 de julio de 1996 se celebró la licitación del 40% de las acciones de la nueva Empresa
Nicaragüense de Telecomunicaciones (ENITEL), en la que participaban Telecomunicaciones de
Chile, AT&T, Sprint, Telefónica de España, STET y Usacell Bell Atlantic Corp. De esta operación
el gobierno espera obtener unos 200 millones de dólares, parte de los cuales servirán para
indemnizar a nacionales y extranjeros confiscados en la década pasada por el gobierno
sandinista. De las seis ofertas en esta licitación se tomará la más ventajosa propuesta
monetaria, haciendo el traspaso administrativo en agosto y el definitivo en septiembre.
En Nicaragua quienes presionan por la privatización son un reducido grupo de especuladores
con gran influencia política y económica, quienes junto al Fondo Monetario Internacional y al
gobierno, han tratado de sacar provecho, cada quien en su buena parte. Aunque la ley de
privatización ya está aprobada, algunos sectores han pedido al gobierno el mismo recurso que
solicitara el FMLN en El Salvador, es decir, un plebiscito para que el pueblo decida qué camino
debiera tomar la privatización. Las respuestas a esto fueron similares en ambos países: que
por estar cercanos a un período electoral no se podía intervenir en una acción tan prioritaria,
contando además con la falta de presupuesto para ello.
ECUADOR
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Así como sucede en Nicaragua y El Salvador, la cercanía a una temporada electoral marcó en
Ecuador una carrera contra el tiempo por privatizar sobre todo EMEtel, la Empresa Estatal de
Telecomunicaciones. Básicamente la idea es dividir esta empresa en dos que serían vendidas a
dos operadores internacionales. Cada uno de ellos tendría concesiones de 15 años, incluyendo
un periodo de monopolio de cinco años, para los servicios de telefonía local, nacional y al
exterior en sus respectivas zonas, como las Islas Galápagos.
En enero de 1996 se presentaron como interesados AT&T, MCI Communications Inc., Sprint
Corp., Ameritech Corp., Telefónica de España, Telecom de Francia, y Stet de Italia. El
organismo encargado de vigilar el proceso de privatización de las empresas estatales es el
Consejo Nacional de Modernización (CONAM), mientras la oficina específica para EMEtel es la
Comisión de Modernización de las Telecomunicaciones (COMOTEL). Aunque los servicios
celulares, de radio móvil, satélite, de troncales y de búsqueda ya eran operados por dos
compañías, CONACEL y OCETEL, la venta de EMEtel incluye su concesión celular. La
embajada de Estados Unidos estima que el valor del EMEtel es de unos 2 mil millones de
dólares, tomando en cuenta que tiene digitalizada un 70% de sus principales centrales y que
tiene ingresos anuales de 250 millones de dólares, de los cuales 60% proviene de las llamadas
internacionales.
Un director de CONAM ha admitido que en los próximos tres años el costo las llamadas
internacionales bajará, mientras que el costo del servicio interno se elevará, ante la necesidad
de incrementar los ingresos de EMEtel. Sin embargo, con la nueva ley de telecomunicaciones
se autorizan subsidios para los sectores de bajo consumo, las zonas fronterizas y el territorio
isleño.
ESPAÑA
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En junio de 1996 se aprobó un amplio plan de privatizaciones para modernizar las empresas
públicas y conseguir más ingresos para las arcas del estado. El Programa de Modernización
del Sector Público Empresarial del Estado pretende introducir criterios de optimización y de
racionalidad económica en las empresas propiedad del estado para contribuir a su viabilidad
futura.
Se han formado cuatro grupos de empresas a privatizar. El primer grupo incluye la corporación
bancaria Argentaria, la petroquímica Repsol, Telefónica y Tabacalera, que son muy rentables y
pueden ser privatizadas de inmediato. El segundo grupo incluye a Endesa o Red Eléctrica
Estatal, cuyos sectores tienen que ser desregulados. El tercer grupo está aun en proceso de
reestructuraciones, como Iberia, la constructora de aviones Casa y Aluminios Inespal. El cuarto
grupo está compuesto por empresas que no serán privatizadas durante este período
parlamentario, por razones estratégicas o sociales. Aquí se encuentran la siderúrgica Hunosa,
Astilleros Españoles, la Corporación Siderúrgica Integral y las empresas de defensa Santa
Bárbara y Bazán.
El Consejo Asesor de Privatizaciones, que se menciona estar formado por profesionales
independientes, gestionará todo lo referido, controlado directamente por el gobierno. Varias de
estas empresas hacen presencia en América Latina como demandantes en otros procesos de
privatización, como la Telefónica, que tiene intereses en Argentina, Perú, Chile, Nicaragua,
Ecuador y Venezuela.
Con la llegada al poder este año del centroderechista José María Aznar se da prioridad al
saneamiento de la economía española para poder incorporarse en la forma debida a la Unión
Europea, reduciendo los déficit públicos que hacen peligrar la incorporación de la moneda
única europea.
El proceso comenzó hace once años, cuando el gobierno socialista de Felipe González sacó a
bolsa cerca de 40 empresas públicas, donde se encontraba la fábrica automotriz Seat, vendida
en 1986 a Volkswagen. En 1993 el gobierno se deshizo de importantes paquetes de acciones
en Argentaria, Repsol, Telefónica, Enagas y otras. En la actualidad el sector sindical se opone
al nuevo plan, considerándolo un desmantelamiento al estado de bienestar.
ITALIA
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Entre el 1 de febrero y el 31 de marzo de 1997 el gobierno de Italia tendrá a la venta la
empresa de telecomunicaciones Stet. El proyecto incluye la venta de las actividades cercanas a
la principal, como la compañía de instalación de cables Sirti, la manufacturadora de equipos
telefónicos Italtel y su compañía de informática Finsiel.
La acción dorada que el gobierno piensa conservar le dará alto poder de decisión, sobre todo
para mantener unidas los servicios de telefonía móvil y de línea fija. De esa manera Stet
mantendrá a Telecom de Italia con líneas fijas y a Telecom Italia Mobile con telefonía móvil. La
nueva empresa que resulte de la privatización debe estar formada por inversiones italianas y
extranjeras, y vendrá a darle un respiro al IRI, que posee 61% de Stet.
Para agosto de 1996 Stet tenía una capitalización de mercado de casi 16 mil millones de
dólares. En abril había anunciado un aumento de casi 30% en sus ganancias consolidadas de
1995 hasta mil 600 millones de dólares.
PERÚ
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En 1998 se espera finalizar con las privatizaciones, dentro del mecanismo de Participación
Ciudadana, con la intención de reducir los niveles de pobreza en un 50% para el año 2000.
Este mecanismo pretende que unos 400 mil peruanos se conviertan en accionistas, dentro de
la venta local iniciada a finales de mayo de 1996, que se refería al 29% perteneciente al estado
de la Telefónica del Perú, filial de Telefónica Internacional de España. J. P. Morgan y Merrill
Lynch serán los asesores para esta transacción.
Para los defensores del proceso, no solo se busca racionalizar el gasto público, sino también
mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, asignando adecuadamente los recursos
sociales.
3- EL PROCESO DE PRIVATIZACIÓN EN EL SALVADOR
Eduardo Zablah, ante la pregunta, ¿Acaso está vivo el plan económico?, responde: "De las
cinco áreas propuestas (parte fiscal, comercial, modernización, monetaria e inversión local) se
ha trabajado al pie de la letra en cuatro, con excepción de la parte monetaria, que implicaba la
dolarización. Fue cancelada.
Las prioridades en 1996 son la privatización de la comunicaciones y su mayor competencia;
privatizar las distribuidoras de energía y la apertura de nuevos jugadores; privatizar las
pensiones que tienen problemas serios, porque ya no tiene viabilidad en el mediano plazo.
Hablamos de desburocratización agresiva. Se modernizó la gestión fiscal, se aumentó la base
tributaria, hay sanidad. Se vienen reduciendo los aranceles y las barreras. Con una estructura
arancelaria 15-0, nuestros industriales estarán en mejores condiciones competitivas.
No se trabajó en la dolarización. Sin embargo, se trabaja en seguros, la ley del mercado de
valores. Se ha caminado..." (La Prensa Gráfica, Informe Especial Económico, miércoles 6 de
marzo de 1996).
Sin embargo, en marzo de 1996 el gobierno se echó para atrás en el proyecto de privatizar las
pensiones, debido a su latente operación con déficit que vuelve al INPEP "no deseable" a los
ojos de la inversión privada. Al menos una reforma del sistema completo de pensiones sería un
paliativo obligatorio para lograr dicha privatización, por lo menos en términos aceptables
mínimos.
Los procesos de privatización son un componente que no puede faltar en la receta de los
programas económicos impulsados por instancias internacionales. En El Salvador, estos
movimientos ocupan alta prioridad entre los puntos generales del programa de gobierno del
partido ARENA. Se pretende alcanzar con esto la estabilidad de las finanzas públicas y la
participación de la empresa privada en áreas productivas donde no se estaría produciendo con
toda la eficiencia y rentabilidad posible. Se trata de darle espacios a la empresa privada para
que se reproduzca en áreas antes reservadas para el Estado.
En realidad la privatización de los bienes del estado envía a otras manos lo que se adquirió
durante décadas con fondos tributarios del trabajo de la población. Por esa razón, el proceso
de privatización no deja de ser preocupante, ya que nadie está entendido, ni por lo tanto
conforme de los criterios ni de los objetivos, ni de la seguridad de que ese dinero regrese a
donde debe. Si bien la acumulación original de capital, que viene desde tiempos de la colonia,
como lo mencionan los estudiosos de historia económica, se ha caracterizado por una elevada
dosis de violencia, ya para este grado de evolución capitalista de la presente década
observamos la entrega de empresas con grandes recursos al sector privado en una forma muy
sutil, sin violencia abierta.
La idea del bien común que debe revestir a una labor de gobierno queda con esto más lejos.
Muy bien ha identificado el Papa Juan Pablo II este problema en América Latina. En su
mensaje de visita a El Salvador el 8 de febrero de 1996 habla, entre otras cosas, de un "no al
capitalismo excesivo", refiriéndose con esto a muchas cosas: condiciones de trabajo indignas,
nivel de remuneración injusto, acumulación excesiva de riqueza, y cualquier otra consecuencia
semejante, que sin duda afecta a la humanidad por la humanidad.
En El Salvador no han faltado quienes hayan advertido sobre el riesgo que para la población
representa la privatización. Se supone que esto viene a resolver el problema de la gestión de
servicios del Estado, pero solo eso. No hay un mecanismo que dé beneficio directo de la
privatización a los sectores pobres. Hay otros ámbitos que el gobierno no quiere tocar, como el
replanteamiento verdadero del papel del ejército y el cuestionamiento de que si realmente es
necesario tener fuerzas armadas que consumen altas cuotas del presupuesto nacional.
También la seriedad de problemas como la dependencia económica de las remesas
provenientes de Estados Unidos, que sostiene una economía frágil no basada en la capacidad
productiva interna del país, la pérdida anual de tierras aptas para cultivo, la sobrepoblación, la
contaminación del agua, etc. Todo esto estallará muy pronto, en las vísperas del año 2000.
En cuanto a qué vender y qué no vender para no cargar al Estado con operaciones
desventajosas, no está del todo claro que las empresas privadas sean superiores a las
empresas gubernamentales; por la evidencia de la realidad, la ineficiencia o la competitividad
no es patrimonio de nadie.
Los puntos argumentales se resumen en un primer lugar, que muchas personas consideran
que una empresa de propiedad gubernamental es ineficiente. Esto no se puede generalizar,
aunque ciertamente existen. Luego, hay quienes creen que el gobierno no debería ser
propietario porque las empresas deben ser eficientes en términos de utilidades, y que cualquier
otro objetivo distorsiona al mercado y por lo mismo tiene un costo social. En tercer lugar, la
propiedad gubernamental es rechazada porque el gobierno nunca vigila de cerca lo que se
hace en las empresas, y la corrupción a la orden del día.
La ineficiencia no es propiedad del Estado, ni tampoco está el Estado obligado a ser rentable
económicamente, porque existen otras metas, como servir a la comunidad, por ejemplo.
Existen en El Salvador muchas instituciones privadas, públicas y de propiedad social, que no
buscan obtener ganancias, y no por eso serán ineficientes. Una empresa gubernamental puede
buscar la distribución de bienes que de otra forma no llegarían a ciertos grupos, o producir
bienes que de otra forma no existirían. Para quienes desean privatizar, el gobierno no debería
buscar esto, sino dejar que el mercado cumpla con ello. En otras palabras, que la mano visible
del Estado se haga de lado, para que la mano invisible liberal del mercado haga de sus
malabares y esparza justicia por doquier.
El mercado sin duda puede determinar los precios y el volumen apropiados de producto a
elaborar en muchos casos, pero no se puede generalizar. No se puede dejar a la deriva qué
debemos estudiar, qué nivel de contaminación es la adecuada en las calles, hasta qué punto
llevar el nivel de población, etc.
Las publicaciones de la UCA señalan también otra inquietud a partir de la privatización: las
implicaciones en las tarifas de los servicios. En la experiencia de otros países, la privatización
de empresas de servicios públicos han causado fuertes incrementos en el nivel general de
precios. Los sectores menos favorecidos han tenido siempre mayor sensibilidad al incremento
en las tarifas de servicios básicos, por la dificultad de ajustarlas a su presupuesto.
Sugieren además, las publicaciones, que en vista de la prácticamente inevitable ola de
privatizaciones, para el anteproyecto de Ley de Privatización en El Salvador se consideren
algunos aspectos.
_ Creación de un marco institucional que se encargaría de la administración del proceso.
_ Creación de un esquema específico que defina la forma en que se distribuirá la propiedad de
las empresas privadas.
_ Que el Estado conserve su capacidad de incidir sobre las tarifas para evitar especulaciones
sobre los precios de los servicios.
_ Definir con claridad cuál será el destino de los fondos que se obtengan de la privatización.
La empresa estatal es básicamente un monopolio; si la empresa pasa a manos privadas y
sigue siendo monopolio, por su control sobre el mercado, se tiene una privatización de las
ganancias, que es peor que la situación inicial. Macario Schettino, en su artículo ¿Socializar
costos, privatizar ganancias?9 señala que el origen de la ineficiencia no es quien es el dueño,
sino si hay o no competencia.
Examinando el caso de México, observamos que hay renglones que el gobierno controla y
donde no hay competencia, por razones legales, ni habrá después por razones económicas. En
las calles de San Salvador no podrán haber dos redes de agua potable o dos redes telefónicas
para que el usuario elija la más conveniente.
En cuanto al problema de la delincuencia, ya se tienen en 1996 resultados de la inadecuada
forma en que se trataron algunos fenómenos de postguerra, y del incumplimiento a muchos
puntos de los Acuerdos de Paz. La Ley de Emergencia Nacional se interpreta como una clara
violación a la Constitución, dentro de una ley apresurada, mientras se clama por la salida del
desesperante estado de delincuencia. Por otra parte, se muestra completo desinterés en
legislar para modificar el reglamento electoral.
Acerca de la modernización, Funde apunta que hay precariedad de la infraestructura de las
vías terrestres y los servicios como la electricidad. El sistema energético presenta también un
panorama crítico. La séptima parte del sistema de transmisión y 2 de las 19 subestaciones
existentes están fuera de servicio, calculándose en un 40% la porción de la red que necesita
ser rehabilitada, aunque este sector absorbe la mitad de la inversión pública en
infraestructura10.
Alrededor de la privatización de los ingenios de azúcar y de los anteproyectos de regulación de
distribución de energía eléctrica han girado las principales discusiones. Para 1996 se enfatiza
sobre la dificultad para privatizar los fondos de pensiones, el avance en lo referente a las
telecomunicaciones, los puertos y aeropuertos y la generadora de energía eléctrica11. No se ha
expuesto a tiempo un plan claro que determinara los criterios que regirían el proceso de
privatización, ni los agentes ni la calendarización.
A continuación se presentan las instituciones que el gobierno ha expresado constituyen la
nómina a privatizar.
Administración Nacional de Telecomunicaciones (ANTEL)
En todo lo referente a privatización en El Salvador, el caso de ANTEL es quizás el de mayor
atención por la importancia estratégica que tienen las comunicaciones en la economía. Desde
su creación ANTEL ha estado impulsado por el potencial que tiene su servicio para la empresa
privada, más que para la población. Los avances en la informática permiten globalizar la
información y los negocios en la redes de acceso público internacional como Internet,
enlazando virtualmente todo tipo de organizaciones como universidades, empresas, bibliotecas,
centros de información, oficinas de estudios internacionales y oficinas religiosas, exigiendo
enlaces cada vez más eficientes. En marzo de 1996 se inició el acceso electrónico vía módem
a la Bolsa de valores salvadoreña, con otros servicios afines en línea. Aunque hasta hoy esta
bolsa de valores ha trabajo bajo un marco puramente especulativo, debido a que son los
primeros intentos para aprender a bailar el mismo son de otros rumbos, se facilita visualizar
que para bien o para mal crecerá en el corto plazo.
Para 1996 ANTEL enfrenta problemas financieros para llevar a cabo proyectos de expansión de
nuevas líneas telefónicas. El hecho de que existan menos de cinco líneas por cada 100
habitantes habla de un déficit muy serio, tomando en cuenta que hay más de 300,000
solicitudes en espera. También es necesario mejorar la calidad de las líneas existentes para
garantizar comunicación eficiente con las nuevas tecnologías.
Los miembros de ASTTEL, la agrupación laboral de ANTEL, desde que se tuvieron noticias de
la privatización comenzaron a expresar su oposición, relacionando la pérdida de más de 5,000
empleos con el cambio de propietario de ANTEL. En El Salvador las organizaciones laborales
de las instituciones de gobierno y autónomas tienen una amplia tradición de lucha
reivindicativa; en el caso de la privatización están en desventaja porque no entran
protagonizando en ese proyecto, sino más bien están en la mira del gobierno, quien apunta a
disminuir el tamaño del gobierno. En 1996, conforme avanzaban los pasos de privatización, se
han ido expresando públicamente en oposición al proyecto, mientras la dirección de la
institución trata de vender la idea de la privatización de ANTEL a como sea, incluyendo
reportajes con razonamientos fáciles que han pretendido la privatización como una
obligatoriedad por razones de propio peso. Se han montado también publicaciones continuas,
contando además con el apoyo de los periódicos más grandes del país, y conferencias de
economía orientadas a la justificación de la privatización a toda costa y a toda velocidad, con la
meta de terminar antes de la finalización del periodo del Dr. Calderón Sol. Hay algunos pocos
elementos del sector privado que no están de acuerdo con la privatización, pero es difícil saber
si se trata de una genuina preocupación o de un rechazo por no haber clara oportunidad de
sacar provecho para ellos mismos.
El sector empresarial quiere también velocidad en el proceso, mientras la Comisión de
Notables, que debe vigilar el caso de ANTEL así como toda la labor de la Comisión de
Modernización, ha hecho su aparecimiento hasta finales de mayo de 1996. La Ley de
Privatización de entes estatales no ha sido aprobada todavía, y continúa siendo uno de los
principales puntos de apoyo de quienes lo rechazan; fué hasta el 31 de julio de 1996 que el
comisionado, por medio del ministro de economía, presentó a la Asamblea Legislativa el
anteproyecto de ley de la privatización de las telecomunicaciones. Por otra parte, la Comisión
de Notables que está compuesta por Alfonso Rochac, Guillermo Trabanino y David Escobar
Galindo, desde su nombramiento no han hecho mayor presencia en el proceso.
En general, ante la privatización se observan dos tendencias sindicales: la de protesta,
agrupados bajo la Unión Nacional de Trabajadores Salvadoreños (UNTS) y la de aprobación,
de los sindicados de orientación pro-gubernamental, entre ellos FESINCONSTRANS, ACOPAI
y OSILS.
En la edición de marzo de 1996 de la revista financiera inglesa The Economic se presentaba
que ANTEL sería dividida en dos compañías, vendiéndose cada parte en un 45% a
inversionistas extranjeros estratégicos, dejando entre 6% y 8% para los empleados(La Prensa
Gráfica, El Financiero, 2 de abril 1996); el resto para inversionistas privados nacionales o
extranjeros. Se señalan prácticas semejantes para la privatización de pensiones, distribuidoras
de electricidad y el aeropuerto, según entrevista a Juan José Daboub. La Comisión
Presidencial para la Modernización del Estado manejaba otra proporción de asignación de
acciones. El proyecto incluía privatizar el Hospital de ANTEL. En el Wall Street Journal del 22
de enero de 1996 la Comisión Presidencial Para La Modernización del Sector Público publicó
un anuncio invitando a la banca y a las firmas de consultoría financiera para concursar en una
precalificación que seleccionaría a seis instituciones con experiencia en consejería de procesos
de privatización.
El entonces comisionado de la presidencial para la modernización del Estado, Alfredo Mena
Lagos, que fue nombrado en octubre de 1995, expuso en abril de 1996 que los bancos
clasificados eran Salomon Brothers, Morgan Stanley, Citybank, Barclays, Rothschild y
Schroeders. La preselección fue hecha por representantes de ANTEL, el Ministerio de
Hacienda, de Economía, la oficina del comisionado y por elementos del sector privado. A este
nivel ya se comienzan a determinar las incongruencias del proceso. Muchos observadores del
proceso mencionan que, por una parte, se comienza sin contar con una ley que autorice vender
este patrimonio del Estado. En segundo lugar, se comienzan a tomar decisiones sin la
aprobación de una verdadera comisión multipartidaria que, para el caso, estaría compuesta de
una gran cantidad de agentes involucrados en el quehacer político y económico.
Para buscar intermediarios inicialmente el gobierno envió detalle de los términos, para recibir a
cambio las ofertas técnicas y económicas sobre lo que ofrecían como posibles intermediarios
en la privatización de ANTEL. El 31 de mayo de 1996 la Comisión de Modernización eligió al
consorcio Morgan Stanley/Citibank. La tarea del banco elegido se refiere a revisar los estados
financieros de ANTEL, determinar el valor de la empresa, asesorar al gobierno en la creación
de dos empresas y promover la venta en el mercado nacional e internacional. También
determinaría el porcentaje que se destinaría para cada sector, es decir, qué parte se venderá a
socios estratégicos extranjeros, a los empleados y para negociar en la bolsa de valores. Se
planeaba finalizar en noviembre de 1996.
La duda en cuanto al precio que se establezca se refiere al criterio de valuación que puede ser
viciado por más de un agente en el proceso de privatización de ANTEL. El valor de un negocio
debe basarse en su futuro potencial, es decir en cuanto a sus ingresos futuros; en este aspecto
la institución puede ser mal utilizada.
Aunque la comisión de gobierno siempre mencionó que la apertura de ofertas será en forma
pública, la desconfianza en todo el proceso es obvia. Esto se fundamenta en los antecedentes
que tienen las instituciones del Estado en operaciones semejantes, como las licitaciones y la
intermediación con fondos donados para proyectos específicos de bien para las comunidades.
Y algo peor, con el manejo de fondos provenientes de préstamos internacionales a muy bajas
tasas de interés. Por esa razón, acertadamente el padre Ignacio Ellacuría, en sus viajes a
Alemania a mediados de la década de los ochentas recomendó que los fondos donados se
canalizaran por medio de las organizaciones no gubernamentales (ONG's).
La privatización de ANTEL se había dividido en cuatro fases. La primera se refiere al marco
regulatorio y la aprobación de ley necesaria; la segunda fase incluye el diseño del proceso,
políticas y los diferentes pasos a seguir, según lo establezca Morgan Stanley/Citibank. También
debía promover a la institución a nivel nacional e internacional. En tercer lugar se planea la
visita de los posibles inversionistas para evaluar las condiciones de ANTEL y del ambiente
empresarial del país. En la última fase se subastarían las acciones, es decir se ejecuta la
privatización propiamente dicha, más o menos en noviembre de 1996.
En la primera mitad de 1996 se han expuesto en ANTEL apresuradas medidas para preparar
condiciones atractivas a quienes invertirán en su privatización. Las luchas laborales se han
acentuado entre los sindicatos, tratando de conservar condiciones laborales para los
empleados, y la dirección de ANTEL, que dentro de una cacería de brujas, busca limpiar el
ambiente de la institución, eliminando a quienes se oponen al proceso.
Con la instalación de la nueva Asamblea, producto de las elecciones de marzo de 1997, se
toma otro camino en la discusión del proceso de privatización de ANTEL. El 29 de mayo de
1997 se derogó la Ley de Privatización de las Telecomunicaciones y se creó una comisión ad
hoc que debería elaborar en dos meses un nuevo proyecto de dicha ley, donde se definiría si
habría privatización, y de haberla fijarse el porcentaje. El 5 de junio el presidente de ANTEL dio
a conocer que el precio base de la institución sería de 475 millones de dólares, teniendo un
valor en libros de 370 millones. Otro precio de mercado de la institución, que había sido
recomendado en 1996 con consultores externos, fue uno de los puntos de ataque de quienes
se habían opuesto al plan.
Banco Hipotecario de El Salvador
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El 6 de marzo de 1996 renunció la mayoría de la Junta Directiva del Banco Hipotecario, que es
el último banco en manos de Estado. Se planeaba iniciar su proceso de privatización el 16 de
febrero de 1996, pero el día anterior el BCR notificó a la Junta detener el proceso.
Con la banca salvadoreña se puede hablar de una reprivatización de la banca, como lo señala
el padre Javier Ibisate, de la Universidad José Simeón Cañas (UCA). Ya antes se había
nacionalizado la banca, y ahora el gobierno del partido ARENA lo devuelve a manos privadas,
bajo formas fraudulentas de distribución accionaria. Después de la banca comercial solo queda
el Banco Hipotecario, que en la mayoría de años desde su creación solo había operado con
déficit. Al renunciar los miembros de su Junta, acusaron que se quería retrasar el proceso de
privatización, con la intención de incorporar a una banca alemana, cambiar los porcentajes de
acciones para los trabajadores y el nombramiento de una "Comisión de Vigilancia" que
fiscalizaría el proceso12.
Otros agentes opinaban que la Junta había renunciado porque la "Comisión de Vigilancia"
vendría a entorpecer intereses escondidos de dicha junta, y que el banco alemán mencionado
en realidad no existe. De todos modos, hay incertidumbre sobre la forma en que se ejecutará la
privatización del Banco Hipotecario.
En el pasado, con la banca en poder del estado se tenía por común la impunidad crediticia de
algunos sectores allegados al gobierno y al ejército. El saneamiento de cartera fue condición
innegable para su privatización, por razones obvias, terminando millones en créditos
irrecuperables cargados al Estado.
Fondo Social para la Vivienda
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Inició un proceso de modernización en 1993 alrededor de las reformas orientadas al
saneamiento de las finanzas institucionales. Aunque sus activos estarían controlados por el
Estado, sería administrado con criterios propios de las instituciones financieras privadas,
arriesgando con esto su configuración y determinación de financiar viviendas al menor costo
posible.
A mediados de julio de 1996, en una conferencia internacional sobre vivienda se conoció el
gran déficit que hay en El Salvador. El acceso a la vivienda se ha limitado enormemente por
subida de las bienes raíces y por la elevada tasa de interés para créditos hipotecarios y de
vivienda. En los últimos años se ha visto agudizar la finalidad lucrativa en la mayoría de
proyectos que se consideraban de beneficio social. Fundasal y Fonavipo (sucesora del IVU)
son las únicas entidades que han afrontado esta necesidad de las clases más desprotegidas.
El FSV prácticamente trabaja bajo los mismos esquemas que las financieras del país, limitando
su alcance al estrato medio.
Los ingenios de azúcar
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"El Salvador, un país de propietarios", es el estribillo político que ha manejado el gobierno de
ARENA bajo la gestión del Dr. Armando Calderón Sol. Falsamente se ha querido dar otro color
a la privatización, haciendo sonada referencia a la venta de acciones a los empleados de las
instituciones, bajo condiciones como las de créditos blandos. Según el Comité de Privatización
de Ingenios, a finales de 1995 se terminó la etapa de valuación de los ingenios y se presentó al
poder ejecutivo el anteproyecto del Decreto de Transferencias de Ingenios para que fuera
sancionado. En este decreto se tiene que cuatro ingenios estatales pasarían a manos de
trabajadores y cooperativas cañeras que las trabajan.
Al parecer la fase de valuación fue lo que más retrasó su privatización, pero ya en 1996 han
aparecido señalamientos de malos manejos en la compra de activos para favorecer a los
nuevos propietarios, que tampoco parecen estar satisfechos. Se han dado despidos de
empleados y directivos sindicales, negativas de entrada a los lugares de trabajo y algunos
incumplimientos de indemnizaciones laborales.
El plan piloto de privatización de los ingenios, que inició con uno de ellos, El Carmen, tuvo
obstrucciones para el desembolso de créditos ya autorizados provenientes del Banco de
Fomento Agropecuario. Contrario a los cuatro ingenios que el decreto planteaba, desde el 11
de julio de 1996 se trabaja también con la privatización de los ingenios La Cabaña,
Chaparrastique y La Magdalena.
Mediante Decreto Legislativo No. 92 del 21 de julio de 1994 se emitió la Ley de Privatización de
Ingenios y Plantas de Alcohol13. En base a esa ley se creó la Comisión de Privatización de
Ingenios y Plantas de Alcohol, encargada de gestionar y valuar la privatización de los ingenios
pertenecientes al Instituto Nacional de Azúcar y a la Corporación Salvadoreña de Inversiones
(CORSAIN).
El ingenio Jiboa de San Vicente, inicialmente planeaba comenzar su privatización en noviembre
de 1996, asignando 55% de las acciones a cooperativistas y productores individuales, 15%
para los empleados y 30% para subasta pública en la Bolsa de Valores(La Prensa Gráfica,
Panorama Económico, 18 de abril 1996). Sin embargo, para llegar a esto se necesitan 56
millones de colones, según el coordinador de la Comisión Nacional para la Privatización de
Ingenios y Plantas de Alcohol; primero se tienen que liquidar créditos pendientes, realizar
reparaciones y pagar indemnizaciones a todo el personal.
El 3 de julio de 1996 el Presidente de la república y el Ministro de Economía anunciaban que
CORSAIN e INAZUCAR habían constituido la sociedad denominada Ingenio Jiboa, S.A., en
donde la primera era propietaria de ciento noventa y nueve acciones y la segunda de una
acción. Se estaba autorizando que CORSAIN vendiera el Ingenio Jiboa a la sociedad Ingenio
Jiboa, S.A. por un precio de 180 millones de colones.
A pesar del problema con el ingenio Chanmico, que se trasladó desde San Juan Opico hasta
Usulután, los ingenios parecen ser los que van más avanzados en la privatización. La Ley de
Privatizaciones de Plantas de Alcohol dice que la venta debía realizarse in situ, es decir en el
sitio de localización.
¿A quién se quiere beneficiar?, ¿Se está vendiendo al precio correcto?, ¿Qué destino tendrán
esos fondos?, ¿Qué papel juegan realmente los intermediarios?, ¿Si es rentable, es realmente
conveniente vender una institución?. Si no fuera rentable nadie compraría esos activos, son las
interrogantes que salen a luz al discutir sobre la privatización de los ingenios, que ya es un
hecho.
Aunque la operación de los ingenios estatales presentaban condiciones desventajosas, las
verdaderas razones fueron de sentido político, entendido que la privatización es una parte de la
política de ajuste, como ya se ha mencionado. Según el Instituto Interamericano de
Cooperación para la agricultura (IICA), los rendimientos de los ingenios estatales están 3.7%
abajo de los del sector privado, siendo además su capacidad inferior en un 5.7%. Los estatales
tienen costo de operación superiores, por lo que obtienen menos del 50% de las utilidades
obtenidas por los ingenios privados.
La mayor parte de la producción de los ingenios se exporta. En Estados Unidos tiene un precio
preferencial, pero tiene un precio mucho menor al resto del mercado mundial. A nivel nacional
la presencia de los ingenios estatales, que han hecho mantener controlados los precios, ha
establecido cierto equilibrio que sería fácilmente roto con la privatización, haciendo presión
hacia arriba en los precios. A simple vista los afectados serían los empleados de los ingenios,
que no puedan comprar suficientes acciones con su indemnización, y el consumidor, que ver
subir los precios inmediatamente. Se teme también la manipulación que puedan hacer los
cañeros al determinar el precio de la tonelada métrica.
La generación y distribución de energía eléctrica
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El caso de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) se presenta con un
aspecto más oscuro, debido a que no se explica en qué consiste el plan respectivo autorizado
por el gobierno el 4 de enero de 1996, que se empezó a analizar en abril de 199514. Después
de privatizar la distribución se pasará a considerar la privatización de la generación y
transmisión de electricidad. La separación de estas dos actividades requiere de una estrategia
que podría tomar hasta tres años.
CAESS, CLESA, CLES, Y CLEA eran distribuidoras privadas que en 1986 pasaron a ser
propiedad de CEL, a raíz de la caducidad de 50 años de concesión.
Aunque el proceso comenzó en septiembre de 1994, hasta en la segunda semana de abril de
1996 se supo que se trabajaría de igual manera que ANTEL, es decir, licitación de instituciones
para la labor de valuación e intermediación de la venta de acciones de electricidad.
CLESA, de Santa Ana, absorbió a CLEA de Ahuachapán y a CLES de Sonsonate. CAESS se
derivará en Eléctrica del Sur y en Eléctrica de Oriente. La llamada Es Energía atendería el
mantenimiento de CAESS y Eléctrica del Sur y Oriente. En cuanto a DEUSEM, que es ya de
propiedad mixta, se mantendrá sin variación, o sea atendiendo Usulután. En el interior del país
también se ha otorgado en concesión a la Hidroeléctrica Sociedad de Matheu y Co. Para
diciembre de 1996 se espera la privatización de la primera distribuidora.
Una vez se encuentre elaborada la ley de la Superintendencia de Electricidad y
Telecomunicaciones, se pretende la privatización de las distribuidoras de electricidad al mismo
tiempo que ANTEL, aunque la institución financiera encargada de privatizarla estará elegida
hasta en septiembre de 1996.
El Puerto de Cutuco
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Se evalúa la factibilidad de hacer una concesión total de los activos del puerto, como son
terrenos, muelles y bodegas. El puerto de Cutuco ha tenido una baja de su importancia al
disminuir el uso del ferrocarril para transporte de cargas hasta el interior del país. CEPA, para
hacer un poco atractiva la privatización inserta el proyecto de instauración de un canal seco
entre Cutuco y Puerto Cortez, en Honduras, teniendo acceso con esto al Océano Atlántico.
El proyecto de privatización de este puerto aún en 1996 no tiene detallado un plan preciso, pero
se iniciará con la presentación de un plan de concesionamiento a la Comisión para la
Modernización del Estado, para que sea evaluada.
El Aeropuerto Internacional de El Salvador
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CEPA es una institución que tiene ya varios años de estar funcionando, que naciera en la
época del auge de la idea del Mercado Común Centroamericano, siendo de la misma
generación de CEL. Estas instituciones estaban en manos de militares que ejercieron la
dirección desde enfoques estratégicos no precisamente administrativos. Eran grandes aparatos
del estado con finalidades no del todo rentables, donde se asignaban plazas laborales a los
favorecidos del partido de gobierno y se creaba una cultura de favoritismo, proteccionismo y
corrupción.
Con la llegada de la presión extranjera y de las fuerzas revolucionarias para desmilitarizar la
sociedad, y sobre todo las entidades del estado, se vio forzado el partido ARENA a nombrar
civiles para la dirección de estas autónomas.
La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, CEPA, según palabras del presidente de la
institución Ing. Arturo Zablah, obtuvo ya en 1995 dividendos por la privatización de algunos
servicios en el Aeropuerto Internacional, como mantenimiento terrestre para aeronaves, servicio
de combustible, estacionamiento de vehículos y negocios como la tiendas libres, bancos,
alquiler de autos, cafetería y transporte15.
Se tienen privatizados también el manejo de equipajes, cocina de vuelos, correo y
comunicaciones, encomiendas y servicios para el personal de CEPA como la alimentación y el
transporte.
No se sabe en qué forma se hizo, pero incluso están en camino de privatizar la función de
almacenaje y manejo de carga y agua.
4- MEJORAR LA EFICIENCIA DE OPERACION DEL ESTADO
Además de la privatización, el proyecto de modernización del Estado salvadoreño incluye
modificaciones que indican una reducción del gasto al interior de las oficinas públicas que no
aplican para el proceso de privatización, como son las oficinas ministeriales y otras
instituciones afines.
El "Pacto de San Andrés. Desarrollo: el nuevo nombre de la paz", suscrito el 31 de mayo de
1995, entre el gobierno de Calderón Sol, ARENA y el Partido Demócrata, aparece para
preparar el escenario de lo que sería para finales de 1995 una de las más difíciles decisiones
del gobierno16: La Ley Temporal de Compensación Económica por Servicios Prestados en el
Sector Público, conocida como ley de retiro voluntario. Algunos sectores opinan que se tenía
otra prioridad en ese acuerdo: elevar la tasa del impuesto al valor agregado. Ambas decisiones
causaron muy complicados momentos al gobierno.
Un acuerdo que incluyera a la oposición (o al menos una parte de ella), para una decisión del
tal tipo era una condición necesaria, de primer orden, para el gobierno. El medio de legitimación
es una opción ya muy conocida en la historia política de la humanidad. La habilidad de prever
la oposición al cambio se basa en muchos recursos políticos, unos más sutiles que otros. Van
desde las uniones matrimoniales estratégicas de las familias reales de la Edad Media hasta los
simples compadrazgos en nuestras tierras centroamericanas.
Las fuerzas de izquierda, sea por su desventaja numerosa en la asamblea o por otros motivos,
han fallado en muchos casos en su labor de contrarrestar el ímpetu gubernamental, si se
compara con las expectativas que la población se formó al votar por ellos en las elecciones de
1994. En el caso del Pacto de San Andrés, ha sido muy cuestionable el papel que se asumió,
tomando en cuenta los fines, los antecedentes y la filosofía política, tan distintos para ambas
partes. Muchos se quedaron atónitos de lo pasaba en esa fecha, y los sectores se preguntaban
qué tan genuina era aquella maniobra política.
Viendo el contenido del documento, se evidencia lo que sucedió con los empleados públicos
con el artículo 471, y se amplia la luz sobre toda esa compleja red estratégica que se abandera
con el nombre de Modernización del Estado, usando de muletas algunas medidas de beneficio
real para portar otras de gran incidencia para la estructura económica y social.
Se resume a continuación parte del Pacto de San Andrés, en lo referente al tema que nos
ocupa.
4. La reforma del sector público
a. La introducción de eficiencia en la ejecución.
* Nueva Ley del Servicio Civil. Pretende establecer un nuevo estilo de servicio en las oficinas
del Estado.
* La creación de un escalafón técnicamente diseñado. Trata de asignar incentivos a la
superación.
* Asignar salarios con base en el mérito. Se redefine el criterio para los aumentos de sueldo,
dejando de lado los aumentos generalizados que no premian la efectividad. Se tomarán
medidas como
- Ley de retiro voluntario. "Esta Ley permitirá que se retiren del servicio público, en fecha
determinada, las personas ocupando plazas innecesarias, unificando el criterio a usarse."17
- Retiro de personal en edad de pensiones. "Debe solucionarse para el fin de 1995, el problema
de este personal."
a. Privatización e introducción de competencia en los servicios públicos.
* Privatización. La privatización de servicios públicos irá orientada a llenar dos requisitos:
-Transparencia. "El proceso de privatización debe llevarse a cabo de una forma totalmente
transparente por el Órgano Ejecutivo, bajo la supervisión de una Comisión Especial de
Probidad conformada por personas de diversos sectores".
-Participación de los trabajadores de dichos servicios en la propiedad de la empresa privada.
* El uso de los fondos de la privatización. "Los fondos provenientes de las privatizaciones no
deben usarse jamás para el pago de gastos corrientes. Deben usarse para el pago de deudas y
para inversión de infraestructura y desarrollo humano."
5. Fortalecimiento de la competencia
* Rebaja de aranceles. Busca subir la productividad.
-Rebaja de aranceles. "La rebaja de aranceles es una condición indispensable para lograr los
beneficios de la globalización a través de la reducción de los costos de producción. Los
aranceles de importación son equivalentes a impuestos a las exportaciones, crean privilegios, e
incentivan la ineficiencia."
* Protección al consumidor, que incluye Reforma a la Ley y el fortalecimiento de la Oficina de
Protección al Consumidor.
-Protección de la competencia, por medio del Proyecto de la Ley del Fomento de la
Competencia.
-Fortalecimiento del sistema financiero.
6. Política agraria y agropecuaria.
-Seguridad en la tenencia de la tierra.
-Conversión y mecanismos de participación.
-Deuda agraria
-Desmovilizados de la Fuerza Armada y del FMLN.
-Política Agropecuaria.
7. Transparencia en el manejo de las organizaciones no gubernamentales. Busca el acuerdo
regular el manejo de los fondos de las ONGs. A principios de 1996 se inició el intento de
establecer el ambiente legal adecuado para lograrlo, pero muchas entidades, gremiales y
fundaciones, incluso del sector privado, se opusieron de inmediato por considerarla una clara
intervención que podría ascender a un tipo de control dañino para estas instituciones. El sector
privado aprovechó la oportunidad para insertar en la polémica el acoso fiscal que el Ministerio
de Hacienda estaba implantando a partir del reclamo del mismo sector privado por evitar la
evasión fiscal.
El Pacto de San Andrés plantea como nuevas reglas del juego para las ONGs una serie de
requisitos, como son una supervisión por parte de la nueva Superintendencia de ONGs,
dándoles igual trato que a las instituciones financieras. Esta Superintendencia debe llevar
también un registro de ONGs, en donde se aclaren los objetivos que se persiguen, quienes son
los promotores, dirigentes y donantes. Así mismo se plantea en dichos acuerdos la exigencia
de llevar una contabilidad formal, convirtiéndose en entidad auditable según las normas
respectivas del país, incluyendo además la presentación de los estados financieros a la
Superintendencia y su publicación de por lo menos una vez al año. Se agudiza sobre las ONGs
la vigilancia fiscal sobre las actividades exentas de impuesto, dejando para el proyecto de Ley
la tarea de señalar sanciones y multas por incumplimientos de todo tipo.
El control de las ONGs es una moneda de dos caras distintas. Por una parte se deben cerrar
todas las posibilidades para un fraude. A principios de abril de 1996 se descubrió que, por
medio de una ONG fantasma, se había estado estafando a muchas personas al solicitarles
dinero como fianza para trabajar en proyectos de asistencia médica para niños en zonas
rurales. Por otra parte está la gran labor humanitaria que las ONGs heredaron desde los
tiempos de la guerra civil. En lo que va del siglo XX no ha existido en El Salvador un
mecanismo de ayuda más limpio, efectivo y oportuno que el de estas instituciones. Una
intervención estatal, con un estilo ya muy conocido, podría dejar indefensa a muchas zonas
que reciben ayuda únicamente por esta vía.
8. Política laboral, que busca crear un ambiente de cooperación entre empresarios y
trabajadores.
9. Seguridad Social y Pensiones. Tiene entre sus objetivos separar la labor de salud de las
pensiones y unificar los sistemas de pensiones del INPEP con las del ISSS, con una serie de
reformas que deben estar listas a finales de 1996, según el acuerdo.
10. Protección del medio ambiente. Pretende formar una Ley de fomento de la reforestación y
obras de conservación, y una Ley de penalización de la contaminación y deforestación.
11. Promoción Internacional del país. Trata de formar atracción para la inversión y el turismo.
12. Compromiso tributario. Señala el pacto que para ejecutar estos proyectos se debe ampliar
la base tributaria, aumentar los ahorros a partir de la austeridad y la eficiencia, aumentar la
recaudación y ajustar el Impuesto al Valor Agregado, tal como se cumpliera en julio de 1995
cuando se llevó al 13% en una subida de tres puntos.
Finalmente, el Pacto de San Andrés deja tomada por clara la intención de elevar el número de
agentes de la PNC, tratando de llegar a los 20,000 al finalizar 1996. También de impulsar el
punto no cumplido de los Acuerdos de Paz en cuanto a garantizar a los excombatientes y
lisiados de la Fuerza Armada y del FMLN sus indemnizaciones, los programas de reinserción y
transferencia de tierras, así como impulsar otros programas de inversión social como salud,
educación y protección ambientalista.
Como se ha expuesto, el Pacto de San Andrés viene a ser un "libro de profecías" del gobierno,
al menos en lo que queda del mandato de Calderón Sol. Se encuentra el problema de la
modernización al aterrizar en los proyectos específicos que deberían ejecutarse. Como se ha
advertido ya, la incertidumbre es un amigo muy conocido en el ambiente de las plataformas de
privatización. Se siente la idea de la improvisación en la mayoría de casos, y no se ha
dispuesto un orden de ejecución conocido para la población. Dentro de la política fiscal, el caso
del incremento al IVA, como impuesto regresivo, viene a imponer mayor carga a las clases
media y baja.
El pacto de San Andrés tiene algo característico, que no exige cumplimientos semejantes a
todos los agentes que lo firman. El gobierno es el portador de la única batuta, mientras que el
Partido Demócrata prácticamente se ha quedado sin la facultad de influir directamente en lo
pactado. Como ya se ha mencionado antes, se desconocen los motivos reales que el PD tuvo
para firmar el pacto, pero ya el 9 de abril de 1996 hizo público su desacuerdo y retiro del pacto,
argumentando severas faltas al pacto por parte del gobierno. Ante eso, el gobierno
simplemente dijo que eso no tenía importancia y que las medidas apuntadas en el pacto no se
detendrían.
Si la intención del PD se focalizaba en alcanzar el cumplimiento de los últimos puntos
pendientes de los Acuerdos de Paz, entonces sí realmente debe aceptarse que se cometió un
error muy grave.
Con la Ley Temporal de Compensación Económica se eliminaron cerca de 15,000 empleos
públicos, llevando con las indemnizaciones una fuerte de carga sobre el presupuesto de la
nación, teniendo el gobierno la convicción que se compensaría en el mediano plazo con la
disminución de los gastos en sueldos.
Los costos de las indemnizaciones sumaron unos 600 millones de colones, que fueron
financiados por la colocación de Letras del Tesoro, compradas por el sistema financiero. El
endeudamiento interno del gobierno será saldado con la emisión de bonos por un monto que
casi duplica la deuda original (cerca de 1,100 millones de colones18. Esto no habla
precisamente de un proceso coherente de modernización que pretende deshacerse de los
déficit fiscales.
En su momento el problema se focalizó en la depuración de los listados de los plazas a
eliminar, pasando por alto la población el problema del financiamiento de la medida. Aparte de
los vicios asociados a la depuración del listado, se hizo obvio el alto nivel confrontativo que se
dio entre las organizaciones laborales y los titulares de las oficinas involucradas, como el
Ministerio de Obras Públicas, ISTA, ISSS, ANTEL, etc., que llegó hasta la toma de Catedral por
exempleados del MOP en enero de 1996, ante el despido colectivo del 15 de diciembre de
1995.
La declaración de la Corte Suprema de Justicia sobre la inconstitucionalidad parcial de esta
medida, mal entendida por quienes se oponían, no vino sino a respaldarla.
5- GLOBALIZACIÓN Y MODERNIZACIÓN
La globalización es una fiesta a la que no todos están invitados, pero que todos quisieran
asistir. En realidad son las grandes empresas transnacionales las que definen quienes entran y
quienes no. El Salvador puede ser atractivo para ellos únicamente por la posibilidad de adquirir
instituciones como ANTEL y CEL, pero tristemente muchos empresarios nacionales tendrán
que desaparecer ante la fuerza de estas empresas que viendo eliminadas las restricciones a
los mercados regionales, han iniciado ya a invadir.
Esta globalización actual, entendida como un proceso tendiente a la creación de un mercado
mundial libre donde circulen todas las formas de capitales financieros, comerciales y
productivos, es reconocida por varios economistas como la cuarta globalización. Dentro de la
evolución del capitalismo se tiene la primera globalización, que se refiere a la consolidación del
capitalismo a nivel mundial en base al desarrollo industrial. En la segunda globalización se
tiene ya un fuerte capital comercial a nivel mundial, que permite separar entre un mundo
desarrollado y otro subdesarrollado, por medio del intercambio desigual19. La tercera
globalización coloca al capital financiero como puntero para la condición de atraso del
submundo capitalista, vía inversiones directas e indirectas.
La globalización actual del capital obviamente no es un campo de oportunidades para todos. Se
puede entender entonces que hay una tendencia cada vez mayor a la concentración de la
riqueza. Las entidades financieras internacionales, como es ya muy conocido, imponen
condiciones a los gobiernos para: a)preparar la disposición para la globalización, y b) evitar la
oposición a este proceso. A juicio del empresario local sigue siendo más conveniente entrar a la
globalización aunque sea con desventajas, que quedarse fuera. La evidencia obliga a
comprender que no funciona así este fenómeno.
En la nueva historia económica que se quiere escribir, se quiere dar ahora el papel protagonista
al mercado, dejando atrás una página melancólica del poder estatal. "Economía de mercado y
Estado, planificación económica e iniciativa empresarial, nunca fueron términos antitéticos en
América Latina. Sin embargo, ahora son planteados así por los ideólogos del neoliberalismo.
En la actualidad se quiere vender la idea de que la modernización sólo puede ser alcanzada
por agentes privados, cuando mucho de lo que hay de moderno en nuestros países se hizo
desde el Estado, y ello no siempre en detrimento ni en contradicción de los sectores
empresariales" 20.
Dentro de este contexto, el gobierno maneja una visión de modernización limitada a un simple
desmantelamiento del Estado, sin considerarlo dentro de un modelo económico integral, tan
necesario en El Salvador. Se apuesta a los resultados macroeconómicos, que son imágenes
difusas no reflejantes del desarrollo social. La modernización para el caso salvadoreño se
refiere apenas a un desmantelamiento indiscriminado, como se hace en otros países
latinoamericanos, rodeados de un desorden de prioridades a partir de un visionismo electoral,
en la mayoría de casos.
Como se puede observar, hay muchos detalles comunes en los distintos procesos de
privatización en el mundo. Uno de ellos, como ya se dijo, es la concepción tan viciada de
modernización del estado, que incluye la forma en que se da a conocer el proceso a la
población. Otro elemento es la prioridad que los gobiernos asignan a estos programas. Es
común, además, que lo más rentable se venda primero y que la gran parte de acciones busque
inversionistas extranjeros.
Aparte de los organismos financieros internacionales también están los intereses empresariales
domésticos que tratan de sacar ventaja de esta oleada privatizadora, a la sazón en boga. El
gobierno ha traicionado al Estado, por el desmantelamiento y por la modificación irresponsable
de sus funciones, dejando de lado al ser humano como centro de la labor de normativa. Hay en
1996 una carrera contra el tiempo por lograr la privatización antes de las elecciones de alcaldes
y diputados de 1997. A la vez el sector privado alerta sobre la desaceleración de la economía y
presiona por la desgravación arancelaria que, según ellos, ayudaría a hacerle frente a la
inmediata invasión por parte de la competencia extranjera.
Conforme avanza el proceso de privatización hay un mayor convencimiento de que el cambio
de manos de las instituciones estatales es el fin en sí, y no un medio para lograr objetivos como
empleos, salud, estabilidad, eficiencia de la gestión, crecimiento sostenido, educación o
cualquier otra forma de inversión social. Los desequilibrios en el área social son graves y de
línea cada vez más acentuada, y sobre esto la privatización no ha logrado mayores
superaciones en ningún país, salvo algunas externalidades que se han exagerado para apoyar
la privatización. En otras latitudes, y según nos enseña la Economía, no se aplicará una misma
receta para el mismo problema.
¿Y después? La incertidumbre del futuro de las instituciones, que pueden llegar a manos de
pocos inversores que formen monopolios u oligopolios que manejen las tarifas a su antojo. Así
mismo, de lo que menos habla el gobierno es del destino de los fondos de la venta. Por su
parte las organizaciones que se oponen a la privatización han fallado al no lograr propuestas
claras, profundas y consensadas. Los señalamientos aislados e imprecisos de algunos
sectores no han logrado hacer reflexionar a los funcionarios, que sí parecen defenderlo con
buen ánimo.
Independientemente de la defensa incondicional y apasionada, intencionada e interesada de si
privatizar o no hacerlo, podría recomendarse la privatización únicamente si se establecen las
condiciones legales que garantizaran la competencia para estas empresas, asumiendo que al
cambio de propietario se atribuyese la desaparición del monopolio. Esta modernización que se
necesita sobre todo implicaría un cambio de concepción, una nueva mentalidad de nación que
no ignore la pobreza, el desempleo y la corrupción, todo desde un alcance multisectorial. Por la
evidencia, el caso de El Salvador no es así. Para Funde, debe hacerse una reestructuración del
Estado que potencie la transferencia de recursos y competencias hacia las municipalidades y
comunidades, así como la desconcentración de las actividades económicas5. Los esfuerzos del
gobierno en descentralizar las funciones no apuntan a la problemática del país, y ambos
procesos están desligados de las propuestas fiscales y tributarias10. Para afrontar la injerencia
de los bancos internacionales de desarrollo se deben establecer convenios transparentes que
sean producto y apoyo de un debate público. Debe haber reducción de subsidios a ciertas
actividades productivas, sobre todo para la exportación5.
Para la Asociación de Medianos y Pequeños Empresarios Salvadoreños (AMPES), hay también
una necesidad de modernización, pero avisa que la privatización debe verse como un proceso
orientado a elevar la rentabilidad de la sociedad como un todo, y atender con esto problemas
como salud, educación y vivienda popular. Por la evidencia del caso de los bancos y
financieras, a juicio de AMPES, se ha buscado la concentración para beneficiar a un reducido
grupo empresarial, que utiliza al sistema financiero como palanca para incrementar su
presencia en los diferentes sectores de la actividad económica. Enfatiza también que se deben
suspender todas las actividades de privatización hasta que se tenga el marco regulatorio
aprobado.
En lo referente al tema, el FMLN en su Plan del Frente ante la problemática económica, plantea
una reforma administrativa del estado, calificando y fortaleciendo el estado para hacerlo más
eficiente, no reduciendo ni desmantelando. No deben privatizarse los recursos o actividades
estratégicas como la generación y transmisión de energía, las telecomunicaciones, el
abastecimiento y distribución de agua y los servicios de salud y educación. Se debe promover
también la descentralización y el desarrollo municipal.
Como se dijo al inicio, se debe tratar de explorar qué está por detrás de estos procesos
económicos y llegar a las observaciones más acertadas que se pueda, para contribuir al
aumento de nuestra experiencia económica, tan cara para nuestros pueblos._

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