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Climatologia planetaria Los otros climas del sistema solar ~~ ye Climatologia planetaria Los otros climas del sistema solar Tmagen de eubierta: Representacién en falso color del manto de nubgg 4 Jupiter creada a partir de los datos de la sonda de la NASA Juno en mayo. de 2017. Ami famitig. 4 Pig Direccion cientifica de la coleccién: Manuel Lozano Leyva © Antonio M. Moro Mufioz por el texto © RBA Contenidos Editoriales y Audiovisuales, $.A.U. © 2017, RBA Coleccionables, S.A. Realizacién: EDITEC Disefio cubierta: Lloren¢ Marti Disenio interior: tactilestudio Infografias: Joan Pejoan Fotografias: Age Fotostock: 139a, 147a; Archivo RBA: 111a; Calvin J. Hamilton: 64; European Space Agency & Max-Planck Institute for Solar System Research: 59bd; ESA/NASAJPL/University of Arizona: 117; Glen Fergus: 67b; J. Comas Sold, «Observationes des Satellites Principaux de Jupiter et de Titan», Astronomishe Nachrichten, 179(4290). p289-290. (1908): 11 1bi; Matthewjparker: 147; NASA: 51, 94, 100, 111bd, 125b, 139b; NASA, ESA, and A. Simon (Goddard Space Flight Center): Sia; NASA/Jet Propulsion Lab- http:/photojournal jpl.nasa.gov/catalog/ PIA00379: 125a; NASA/JPL: 101; NASA/JPL - http://photojournal,jpl.nasa.gow catalog/PTAQQ716: 127ad; NASA/JPL/Caltech: Portada, 69b,127bd; NASAJPL- Caltecl/MSSS: 69a; NASA/JIPL-CalteclvSETI Institute: 127ai; NASA/JPL-Caltech” Space Science Institute: 93; NASA/JPL/Corby Waste: 65; NASA/JPLSpace Science Institute: 127bi; NASA/JPL/Texas A&M/Comnell: 67a, NASA/Viking Planetary Exploration Program, NSSDC: 59a 1; 59bi; Soviet Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicacién puede ser reproducida, almacenada o transmitida por ningin medio sin permiso del editor. ISBN: 978-84-473-9086-1 Depésito legal: B 22063-2017 Impreso y encuadernado en Rodesa, Villatuerta (Navarra) Impreso en Espafia - Printed in Spain — A nine TAALLUCALIEC AYE aaa we ptt? vite INTRODUGCION 7 CAPITULO 1 Un punto azul palido. 2. ee eee 13 CAPITULO2 © Losplanetasinteriores ......-0- 082s eee 43 CAPIULO3 = Los planetas gigantes .. 2.00. see cee eres rk CAPITULO4 == Elclimadelaslunas... eee eee eee es 108 CAPITULO 5 El clima del pasado y del futuro... . ++ 6-5-0 431 IECTURAS RECOMENDADAS..... 0... - 220000200000 153 INDICE 155 wyrnDUCC10N pepret de lldEeyTsaee PPO ET SS COOEASTTTEL LLL TSS LLAPLALL EPID DL bp SL phellt ponte we El 22 de febrero de 2017 la NASA anunciaba en wna rueda de prensa uno sus descubrimientos recientes mds fascinantes; la existencia de un sistema solar situado a «apenas» 40 afios-luz de la Tierra que contendria nada menos que siete planetas de un famano similar al nuestro. Tres de ellos estarian situados en la llamada zona de habitabilidad, la region en torno a.una estrella en la cual un planeta puede albergar agua en estado liquido en Su superficie, La noticia, amplificada por los medios de comuni- cacion, desaté rapidamente la curiosidad y el interés del publico “1 general ante la posibilidad de que alguno de estos planetas Dudiera reunir condiciones propicias para la existencia de vida. es &strella en Cuestion, bautizada con el nombre de TRAPPIST1, ha e ‘o demas bastante comin, del tipo conocido como ena- j mie de pequefio tamagio y muy fifa, una ms entre millones descuiben de estrellas de nuestra galaxia. De no ser por este tent simiento, habria pasado inadvertida para la comunidad unque Z hubiera ni salido en los periddicos. Pisp.y a : descubrimiento del sistema planetario de TRAP- °ercania y ia Mayor repercusién que otros por su relativa SU Timero de planetas, con anterioridad a este se a habfan encontrado mas de 3.400 exoplanetas (es decir, planetas externos a nuestro sistema solar) y, de hecho, la cifra ha seguigg creciendo. El 1 de julio de 2017, el catalogo de la NASA recog, casi 3500 exoplanetas, de los cuales 362 corresponden 4 plana. tas de un tamano comparable al nuestro. Cuando el lector este leyendo estas paginas, es mas que probable que estos mimerog hayan aumentado notablemente. Aunque no podemos descartar que la vida pueda darse ey condiciones muy diferentes a las de nuestro planeta, nuestra experiencia nos dice que en aquellos entornos donde hay agua, accesos a elementos biogénicos (carbono, hidrégeno, oxigeno, nitrégeno) y una fuente de energia, es mas facil encontrar vidg, Es por eso que los cientificos intentan identificar entre los exo. planetas aquellos que retinan condiciones lo mas parecidas a las nuestras. Para ello, no basta con conocer su tamano. Por ejem- plo, Venus y Marte tienen tamafios no muy diferentes al de la Tierra y ninguno de ellos posee agua liquida en su superficie. 4Cémo saber, por tanto, si los exoplanetas identificados retinen las condiciones climaticas adecuadas? Estas preguntas empie- zan a hallar respuesta gracias a los enormes avances en las téc- nicas empleadas para el estudio de exoplanetas, pero todavia no podemos hacernos una idea detallada acerca del clima y los fendmenos meteoroldgicos, Hay que tener en cuenta que la gran mayoria de los exoplanetas se conocen de forma indirecta, a par tir de la perturbacién que producen sobre el movimiento de la estrella en torno a la que orbitan, o bien debido a la pequena ate- nuacion de su brillo cuando se interponen entre esta y la Tierra. Apenas unos pocos se han podido observar directamente con el telescopio pero, incluso en estos casos, la imagenes no muestran mas que un punto luminoso. La situacion recuerda a la que existia en relacién a nuest! propio sistema solar antes de la invencién del telescopio. Hast entonces, los tinicos planetas conocidos, Mercurio, Venus, Mar te, Jupiter y Saturno, no pasaban de ser pequefios puntos lum Nosos que se movian lentamente sobre el fondo estrellado (u" reminiscencia de aquella época es el significado del nombre «pl neta» que, traducido del griego, significa justamente «errant®”” INTRODUCCION 67 de junio oe a oncepcion del univer mee ues eh Maes conocimniento yco P a universo, Esa noche, Galileo § su telescopio hacia Jupiter y realiz6 un descubrimiento dente. Tres pequenas «estrellas» alineadas acompajia- pan al planeta. Unos dias mas tarde, descubrié una cuarta «es. rita», ali eada también con las otras tres. Habia descubierto tre Japiter, como la Tierra, posee lunas orbitando en torno a oe qierra dejaba de ser el centro de todos los astros del uni- ers: LO emocionante de este descubrimiento es comparable al hallazgo de los primeros planetas extrasolares aunque, en este {ltimo caso, sabemos de antemano que estos exoplanetas deben ser objetos muy frecuentes, mientras que para Galileo debié ser una auténtica conmocidon encontrarse con la pequejia cohorte de satélites jovianos. Tras las pioneras observaciones de Galileo, muchos otros as- trénomos tomaron el relevo y, usando telescopios cada vez mas potentes, fueron descubriendo el resto de planetas del sistema solar (Urano, Neptuno, Plut6n) asi como numerosas lunas, la mayoria orbitando en torno a Jupiter y Saturno. Pero, incluso entrados en el siglo xx, no se tenia apenas idea de sus condi- ciones climaticas, mas alla de conjeturas basadas en una inter- pretaciOn, a veces erronea, de las imagenes de telescopio. Fue a finales del siglo xix cuando el astrénomo italiano Giovanni Schiaparelli descubrié los populares «canales» de la superficie de Marte. El hallazgo desaté la imaginacién de muchas personas oo ver en estos canales complejas obras de ingenie- wine mas por una avanzada civilizacion para transportar el : aS partes a otras del planeta. En el caso de Venus, la Situacis be gs a4 : 3: acion era mas enigmatica, ya que ni los mas potentes telesco- ts one tian apreciar ningwin detalle de su superficie, oculta que, Misia masa nubosa. Pero esto no fue obstaculo para esheranen de la década de 1960, muchos albergaran Palsaje, oo : he que, tras dichas nubes, se ocultara un selvatico primers undante agua e incluso una atmésfera respirable. 4 mest ea fuente de conocimiento del clima de Jos planetas lacion j tema solar llegé gracias al descubrimiento de la ra- 0ja, realizado por el misico y astronomo germane- INTRODUCCION briténico William Herschel en el afio 1800. Herschel comprobé que esta misteriosa radiacion formaba parte de los rayos solares y qy, apesar de ser invisible, era capaz de elevar Ja temperatura de yp, termémetro, de ahi que se refirid a ella como «rayos calorificog,, Hoy sabemos que los rayos infrarrojos son ondas electromagnéy. cas, de la misma naturaleza que la luz visible, pero de una frecuey, cia menor que la de Ja radiaci6n roja. Poco después, se descubrig que existia una relacion entre laradiacién que emite un objeto y sy temperatura y que, para un planeta o luna, la mayor parte de lar. diacién emitida corresponde precisamente a la zona del infrarrojo, Esto permitié estimar la temperatura de la Luna y los planetas, antes incluso de que estos fueran visitados por los ingenios espa. ciales, mediante el andlisis de su radiacién infrarroja. Cuando se aplicé esta técnica a Mercurio, las medidas indi- caron una temperatura diurna por encima de los 300 °C, conse- cuencia de su proximidad al Sol, pero que durante Ja noche se desploma hasta los 173 °C bajo cero. Estas variaciones extremas entre el dia y la noche que, como veremos, son consecuencia de la ausencia de atmosfera, ocurren también en nuestra propia Luna. Sin embargo, al estar mds lejos del Sol, las temperaturas diurnas no llegan a ser tan elevadas. En el caso de Marte, las medidas realizadas a mediados de la década de 1940 sugerian que este era un lugar muy frio, pero no se descartaba que pudiera albergar algtin tipo de vegetacion st milar ala que se encuentra en las regiones mds frias de la Tierra. Esta idea qued6 descartada con las imAgenes de su superficie enviadas por la sonda Mariner 4 en 1965, que nos descubrieron un paisaje drido y seco, sin ningin vestigio de vegetacin 0 de agua, y con una atmédsfera 100 veces mas ligera que la nuesit™ compuesta por didxido de carbono. En cuanto a Venus, la densa capa de nubes que cubre perma nentemente el planeta suponia una dificultad afiadida a la hora de determinar su temperatura. La radiaci6n infrarroja emitida por el planeta procede de la parte alta de su atmdsfera, CO" lo que realmente refleja la temperatura de las nubes, pero no d¢ superficie, Durante la década de 1960, varias sondas soviésice® del programa Venera consiguieron descender a través del mani? INTRODUCCION nubes e incluso Posarse sobre su superficie, cuya temperatu- de Fosult6 ser superior a los 400 “G, icapaz de fundir el plomo! oe resultado, unido a una presion atmosférica aplastante 90 fs Ja terrestre, y una lluvia continua de dcido sulfiri- ayor a yeces ™ ‘ co, hicieron ver que Venus distaba mucho de ser el vergel sofiado , por algunos. . . Asi pues, ninguno de nuestros vecinos cercanos parece reu- nir condiciones propicias para la vida, al menos, en la forma en que la. conocemos. Mercure y Venus son demasiado calientes; : demasiado frio. Pero jqué hay de nuestros vecinos mas Jejanos, los llamados planetas exteriores? Jupiter y Saturno son dos inmensas esferas gaseosas, compuestas fundamentalmente de hidrégeno, y sin una superficie solida definida. Urano y Nep- juno también poseen una gruesa cubierta de hidrégeno, pero sus interiores son esencialmente de hielo. La llegada de las sondas estadounidenses Pioneer y Voyager a finales de la década de 1970 puso al descubierto una compleja y violenta actividad at- mosférica, con tormentas casi permanenies, algunas del tamaiio de nuestro planeta (como la Gran Mancha Roja de Jupiter), y vientos huracanados que recorren el planeta de este a oeste, 0 en sentido contrario, una versi6n extrema de nuestros vientos alisios. En definitiva, también nuestros vecinos del sistema solar exterior poseen condiciones muy alejadas de lo que se conside- Taria un planeta habitable. on menos sorprendentes fueron los hallazgos en las lunas que cage eee a los planetas exteriores. Con una temperatura en a de unos ~180 °C, Titan, 1a mayor luna de Saturno, re- these atmo, especie de version helada de la Tierra. Posee una ae Osfera que, al igual que la terrestre, esta compuesta I oui de nitrégeno. Ademas, tiene nubes y lagos, tural), Las a que estaria congelada, sino de metano (gas Na Poseen uma mas Europa (de Jupiter) y Encélado (de Satume) ae emanay, orteza de hielo, pero los géiseres de vapor de “— lA existencia Fo annenite de su superficie son una prueba de Quiza un ae e uh océano interior e incluso de aguas termales. Siler chipiélago de habitabilidad, perdido en el gélido sis exterior? a a tt De este breve repaso del clima de nuestros vecinos cera. nos y lejanos se desprende que la Tierra es un lugar tinicg an nuestro sistema solar. Solo muestro planeta alberga abundan, te agua en su superficie en sus tres estados (sOlido, liquido y gaseoso), hecho que ha sido determinante para la existenciy y ladurabilidad de Ja vida. El campo magneético generado por gy interior nos protege del bombardeo constante de las particulas provenientes del Sol, el llamado viento solar, mientras que ung fina y tenue capa de ozono protege a la vida de los perniciosos rayos ultravioleta. El diéxido de carbono de nuesira atmédsfera, aunque presente en 3 de cada 10000 partes, genera el efecto in. vernadero necesario para elevar Ja temperatura del planeta por encima del punto de congelaci6n, pero en la medida justa para no superar el punto de ebullicién, que evaporaria nuestros océanos y desencadenaria el infierno en el que parece atrapado el clima de Venus desde hace miles de millones de afios. Aunque otros planetas podrian haber desarrollado formas rouy diferentes de vida a la nuestra, que no requieran de todas estas condiciones, lo cierto es que, después de décadas de ex- ploracion espacial, no se ha encontrado el mas minimo vestigio de vida en ningtn otro planeta ni en ninguna otra luna de nues- tro sistema solar. gPor qué ningii otro planeta retine las condi- ciones, aparentemente privilegiadas, que se dan en la Tierra? iA qué se debe el clima sofocante de Venus 0 la aridez del des olado Marte? ;Disfrutaron quizd en el pasado de climas més be- nignos, como ei que ahora disfruta la Tierra? ,Podrian los océanos interiores de las lunas de los planetas exteriores reunir las condi- ciones aptas para la vida? Y, por wiltimo, gse encamina la Tier hacia alguno de estos destinos? A estas cuestiones, y a otras mas, intentaremos dar respuesta a lo largo de este libro. INTRODUCCION ae perth t lp PL El hd MEEEELEEECLLLTILELEPPILISELIS fb Php pe lte et SIOOLILOLDS ALD bY, perhte: eh Wht un punto azul palido Comparado con los otros planetas del sistema solar, nuestro planeta parece poseer unas condiciones unicas y privilegiadas para el desarrollo de la vida: una temperatura benigna que permite la existencia de abundante agua en estado liquido, una atmésfera rica en oxigeno y wa capa de ozono que lo protege de los dafiinos Tayos ultravioleta. «Veo la Tierra! La visibilidad es buena... Lo veo casi todo. Se aprecia un cierto margen de espacio bajo la cubierta de cimulos. Prosigo el vuelo. jTodo va bien!». Asi se dirigia el 12 de abril de 1961 Yuri Gagarin desde la nave Vostok 1 a los ingenieros sovié- ticos que seguian el primer vuelo de un ser humano en 6rbita. Aunque solo disponemos del registro sonoro de este histérico viaje, podemos imaginar la impresién que caus6 en el astronauta tuso la visidn de la Tierra desde la escotilla de su capsula. Ga- garin tuvo el privilegio de ser el primer hombre en contemplar el azul intenso de los océanos, ocultos por el manto de nubes en Continuo movimiento, y el fino y tenue velo azulado perfilando el contorno de la Tierra, iluminado por la luz solar. Durante este Primer vuelo Gagarin lo describi6 ast: Hl Cielo es completamente negro, y contra el fondo de este “ilo negro las estrellas aparecen en cierto modo mas bri- lantes ¥ diferenciadas. La Tierra presenta un halo azul Tauy hermoso y caracterfstico, que se ve muy bien al observar el horizonte, Hay una suave transicién de color que va del azul Celeste, a) azul, azul marino y purpura, para acabar en el tono UN PUNTO AZUL PALIDO wae nia a completamente negro del cielo. Es una transicion realmente bella. Esta panordmica relatada por Gagarin poco tiene que ver eon la que tendriamos si sobrevoléramos cualquier otro planeta dg nuestro sistema solar. En ninguno de ellos observaremos océangg ni nuestra azulada atmésfera. Por contra, encontramos mundog térridos como Mercurio o Venus, los mas proximos al Sol, y otro gélidos, como Urano 0 Neptuno. Es natural pensar que las cop. diciones singulares del clima terrestre son una consecuencia de nuestro lugar privilegiado en el sistema solar, de manera que aque. llos planetas m4s cercanos al Sol, al recibir mas cantidad de radia. cién del astro rey, seran mas calidos, mientras que aquellos mis lejanos, por la raz6n inversa, poseeran climas mas frios. Pero, de ser asi, no deberfa la Luna gozar de un clima similar al nuestro? Mucho antes de que el hombre pisara por primera vez nuestro satélite ya se sabia que era un lugar bastante inhdspito. Su paisaje 4rido y rocoso, sin ningtin vestigio de vida, ya fue descrito por Ga- lileo en la primera década del siglo xvz. Tampoco posee atmosfera De tener una con un cierto espesor, observariamos su borde difi- so al darle la luz del Sol y, al interponerse la Luna entre nosotros y alguna estrella, veriamos palidecer el brillo de la estrella justo al atravesar la atmosfera. Para darnos cuenta del enorme impacto que la ausencia de atmésfera posee sobre el clima lunar, basta comparar su temperatura media con la de la Tierra. En el ecua dor terrestre, la termperatura media es de unos 27°C, nada que vet con los -53°C de nuestro satélite. Las variaciones entre é] diay! noche también son notables. En la parte iluminada por el Sol temperatura alcanza los 100 °C, pero en la cara oculta, donde na la noche hinar, la temperatura desciende drasticamente hasta unos ~133 °C. No hay ningiin lugar en la Tierra que experime? A semejantes temperaturas. {A qué se debe esta dramatica diferet cia? Un candidato natural seria la atmésfera terrestre, pero "° 08 esta la tnica explicacién posible. De hecho, en el pasado alg” cientificos atribuyeron la bondad del clima terrestre al calor P veniente del interior del planeta. La existencia de esta fuente calor queda bien patente a través de las erupciones volcénicas: UN PUNTO AZUL PALIDO pn 1827, el fisico y matematico francés Jean-Baptiste-Joseph fourier (1768-1830) se planteo también esta y otras cuestiones jacion adas con la transferenciade calor y, tras estudiar el pro- re ma concienzudamente, plasm6 los resultados de sus investi- On ones en un influyente tfatatis titulado Teorta analitica del eqlor’ En relacién a in.cuestin plan- teada arriba, concluy6é eerleramente que el flujo de calor desde el interior dela Tierra es insignificante en com- paracién con la energia que recibe del Sol. Esta conclusién se aplica a otros planetas rocosos como el nues- tro, asi como a sus lunas, y la raz6n es que la roca es un buen aislante del calor de manera que, aun suponiendo que el nucleo terrestre esta conformado por roca fundida a gran temperatura, esto no seria suficiente para expli- car la elevada temperatura de la superficie terrestre. Deseartada esta posibilidad, queda claro que la atmdsfera juega un papel fundamental como agente regulador del clima terrestre con lo que, antes de asomarnos a nuestros vecinos mas cercanos del sistema solar, conviene que nos detengamos para entender un poco mejor la atmésfera de nuestro planeta. del espacio. UN PLANETA ENVUELTO POR CAPAS DE GASES La Tierra se encuentra envuelta en una capa de aire compuesta caebalmente de nitrégeno (78%) y oxigeno (21%) y pequefias ioe de didxido de carbono y agua. El 75% de esta masa de Tecibe ee a una altitud inferior a los 11 km. Esta region stone fe ombre de troposfera. En promedio, la temperatura de © Con A €ra es maxima a nivel del mar y desciende gradualmen- a Sherk Esto es debido a que la radiacién solar calienta e esty Cle de la Tierra y este calor se transmite al aire con el Tinan eh contacto. Las caracteristicas de la troposfera deter- Mubes y, 8ran medida el clima terresire. En ella se forman las Por tanto, tienen lugar las precipitaciones en todas sus BN PUNTO AZUL PALIDO EI calor, como la gravedad, penetra todas las sustancias de} universo, SUS FayOS OCUpan todos los lugares Josees Fourier Ww NA ESTRELLA 0 PLANETA? lecer la relacion existente entre la longitud de any é i n estab E| método para hacerlo consiste 6 : F yla temperatura absoluta de un cuerpo. La luz consiste en une onda electromagn tat te \ figura} compuesta por dos campos, UND magnetico y otro eléctrico, perpendiculares entra : cuya intensidad varia periddicamente en él tiempo. En el vacio, las ondas electromagnéticas se propagan a. una velocidad constante de 300000 km/s. Una caractenistica fundamental dg estas ondas es la distancia entre crestas, conocida como longitud de onda. Esta determing io mayor cuanto menor es su longitud de onda. Al Conjunto la energia que porta la onda, sien 10 de todas estas longitudes de onda se le llama especiro eleciromagnético. El ojo humano es © un sofisticado sensor capaz d ‘400 y 760 nandémetros (inm= como espectro visible. La ~ como colores, correspondien ~ colores azulados, y las més largas © pumano no es capaz de parcibir ondas fuera de este - hacerlo. Por ejemplo, las camaras infrarrojas permiten «ver» = algo mas larga que el rojo. zCOMO MEDIR LA TEMPERATURA DE U 0,000000001 m, 0 una milésima de micra), lo que se conoeg do las longitudes de onda mas cortas (mas energéticas) a los A mayor temperatura, menor longitud de onda Cualquier cuerpo, por el hecho de encontrarse a una cierta temperatura, emite radiacion en - todo el rango del espectro alectromagnético, siendo maxima la intensidad de emision pare una cierta longitud de onda. A mayor temperatura, esta longitud de onda preferente sé hace menor En 1893. el fisico aleman Wilhelm Wien (1864-1928) encontré una sencilla relacir entre la temperatura absoluta de un cuerpo y la longitud de onda a la que se produce él pict de emision, dada por 1, = 2.002898 T es la longitud de onda del pico, en metros. una? (una idealizacion ob idamenté valida pare del Sal se ase" la ley de Wer donde T es la temperatura absoluta y |. - gta ralacién se cumple estrictamente para los llamados cuerpos negros un abjato que absorbe toda la luz que recibe, sin reflejar nada) es aproxima' los objetos «reales», de ahi su utilidad. Por ejemplo, la luz que nos llega -. ala de un cuerpo negro para una temperatura de unos 5800 K que, segun icple -corresponderia a una longitud de onda de 501 nm, que se sitdia en la zona del agpectio ve - _, (Corresponde a una tonalidad verde). El hecho de que el ojo humane capte juz justo en water ~ del espectre donde la radiacién solar es maxima puede entenderse COMO una 4 apie ‘: evolutiva, La radiaci6n solar es parcialmente absorbida por la atmésfera. Por ejemplo. » absorbe la mayor parte de la radiacién ultravioleta, mientras que algunas moleculas: ‘ j an de carbono o el vapor de agua, absorben selectivamente en algunas recuoncis| al o70r a 18 UN PUNTO AZUL PALIDO. i ee ip neering ee 2 © le registrar estas ondas dentro de una franja comprendida entre > 5 diferentes longitudes de onda son interpretadas por el cerebig (ondas menos energeticas) al color rojo. Aunque oo © rango, hay dispositivos que si permiten | la radiacion de longitud ce onda i STaprarwecapettte te e MEN LRT ROE TENE SES ERR Ba pent Direccién de avance de fa onda electromagnética ee Arriba, representacién de una onda electromagnética. Abajo, el espectro de radiacion det Sol, medido desde ta superficie terrestre y desde el espacio, comparado con Campo magnético Campo eléctrico la distribucién correspondiente a un cuerpo negro a una temperatura de 5773 K. Se observan las lineas de absorcion de algunos componentes de la atmdsfera, como el vapor de agua 0 el didxide de carbono. Irradiancia (W/m?/nm) 1 2,5 I INFRARROJQ. ———-———- Espectro solar sin absorcién atmostérica Cuerpo negro Espectro solar a nivel del mar O5-- 1 l | 1250 1500 1750 9000 2250 Longitud de onda (nm) 750 1000 kh a bat — ' E 2500} i 4 Cea OE piss cai oy ye nee ec aige HSS aa area UN PUNTO AZUL PALIDO formas (agua, nieve, granizo...). Hay que decir que, hasta entrad el siglo xx, poco mas se sabia de las propiedades de la tropostery Uno de los pioneros de su estudio y precursor de la Meteorologis moderna fue el francés Léon Philippe Teisserenc de Bort (1855. 1913). Desde su laboratorio en las afueras de Paris, donde se eg; tablecié en 1996, realizé numerosos experimentos con comeiag y globos sonda, con los que fue capaz de medir con precisién jy temperatura y presion en funcion de la altitud. Comprobé que ja temperatura descendia gradualmente a razon de unos 6 ¢ cada 1000 m, hasta una altura de 11,2 km. Por encima de egg altura, curiosamente, la temperatura dejaba de descender y se estabilizaba alrededor de los —55 °C. Este resultado tenia una consecuencia inmediata para el clima terrestre. Las masas de aire se calientan en la parte baja de la tro- posfera, ascendiendo por conveccién (al igual que lo hace, por ejemplo, el agua caliente en una olla puesta al fuego), al tiempo que se van expandiendo y enfriando. Como la temperatura de la aimésfera disminuye con Ja altitud, la diferencia de temperatura entre la masa ascendente y el aire circundante se va haciendo menor hasta que, al Legar a la parte superior de la troposfera, co- nocida como tropopausa, cesa el movimiento convectivo (trans ferencia de calor entre zonas con distintas temperaturas). Esta es la raz6n por la cual las nubes, que se forman también debido a este fendmeno de conveccion, adquieren su caracteristica for ma achaiada al verse frenadas en la tropopausa. Teisserenc # Bort concluyé que la atmésfera terrestre consistia en una cap? inferior, la troposfera, caracterizada por el gradiente térmico W? él habia medido, y donde se producen los fenémenos meteor? légicos, y una capa superior, mas estable, a la que bautiz6 com? estratosfera. Ademas de la temperatura, otro factor determinante par d clima y la meteorologia del planeta es la presién atmosfen® Esta se corresponde con el peso que ejerce el aire de la atm fa por unidad de area. Supongamos que dibujamos un cul de deun metro de lado enel suelo. Podemos imaginar una colum™ on Sobre dicho cuadrado que se extiende verticalmenté © Propia superficie terrestre hasta la extincién de la UN PUNTO AZ PALIDO peso que ejerce dicha columns de aire dependerd de cémo aria] densidad del aire en funcidn de la altura, ya que, cuanto v yor se8 SU densidad, mayor sera también su peso, También evel gerd de si estamos a nivel del mar, o sobre una Meseta 0 montafia, Y4 que, en este ultimo Ash; la columna de aire sera menor Ys por tanto, también la presion. En promedio, para un punto gituado a nivel del mar, la presién atmosférica correspon- de al peso equivalente a nada menos que 10 toneladas por metro cuadrado. Puesto en estos terminos, parece sorprendente que no sintamos con mayor vehemencia la presencia de la presién aimosférica en nuestra vida cotidiana. La razén es que los or- ganismos vivos nos hemos adaptado para generar una presién que contrarreste a la atmosférica. El valor medio de la presién atmosférica, a nivel del mar, resulta una unidad conveniente para comparar las presiones en diferentes medios, diferentes al- tras 0, para los propdésitos de este libro, en distintos planetas. Esta unidad se conoce como «atmosfera» (y se abrevia atm) de manera que la presi6n media sobre la superficie terrestre seria simplemente | atm. Meteordlogos cazando meteoritos Asi, las med. Jas de Teisserenc de Bort con globos sonda demos- que la temperatura de la atmésfera iba disminuyendo gra- anette hasta alcanzar los -55 °C a una altura de unos 11 km, fee eo aproximadamente constante por encima de esta. 25 ®ste resultado se pudo confirmar hasta una altitud de unos ei que no era posible elevar globos sonda por encima a saber Cura. ~Qué pasaba mas arriba? Teisserenc no lo Hegé que e] Sawn no fue hasta 1922, poco después de su muerte, tinieg @ co aleman Frederick Lindemann y el meteordlogo bri- MB. Dobson arrojaron luz al respecto: publicaron unos 3somb; °S Sorprendentes obtenides por un método no menos y Dot Fue tras la Primera Guerra Mundial cuando Linde- Wades de ta Nn aunaron sus esfuerzos para estudiar las prople- atmésfera a altitudes por encima del alcance de los Uni PUNTO AZAR PALIDO concibieron un ingenioso método gp, sistente en estudiar las trayectorias que dejaban los meteorgg al desintegrarse tras entrar ent contacto con la atmésfera. Estos meteoros, compuestos fundamentalmente por piedra 0 hierro, penetran en la atmésfera a gran velocidad (pueden superar log 160000 kilémetros por hora), evaporandose parcial 0 totalmen. te debido al calor producido por el rozamiento. Las particulas que se desprenden colisionan violentamente con las moléculas del aire, arrancando electrones de las mismas, proceso que en fisica recibe el nombre de jonizacién. Este fendmeno da lugar al caracteristico destello que ha hecho que los meteoros sean co- nocidos popularmente como estrellas fugaces. Empleando leyes termodinémicas (la rama de Ia fisica que estudia los fenémenos asociados con el calor y su transmisién), Lindemann y Dobson obtuvieron expresiones matematicas que relacionaban la densi- dad y la temperatura de la region de aire por la que habia pasado el meteoro con la velocidad del mismo, su altura y el brillo yla longitud de la estela dejada. A finales de 1922, publicaron sus Te- sultados en las prestigiosas actas de la Royal Society de Londres en un trabajo titulado «Una teoria de meteoros, y de Ia densidad y temperatura de la atmédsfera exterior a la que conduce», enel que desarrollaban su teoria y la aplicaban a cientos de medidas realizadas en su mayor parte por astrénomos aficionados. Para alturas de entre 30 y 50 km, las temperaturas predichas por la teoria de Lindemann y Dobson eran consistentes cor Jos valores obtenidos por medidas directas mediante globos sonda, lo cual sirvié para validar su método. Sin embargo, para alturas donde ya no existian medidas directas, la teoria arrojaba un resulta do tan sorprendente como inesperado. En lugar de disminu® estabilizarse, como suponia Teisserenc de Bort, la tempera: Ya aumentaba con la altura. Por ejemplo, segtin sus calculos: 8 una altura de 48 km de altitud, dicha temperatura seria de u™® agradables 21 °C. Ademis, la casi total ausencia de estrellas gaces a altitudes entre 50 y 60 km indicaba, segun los autor que este aumento de temperatura ocurriria de forma rePe™” a una altura de unos 60 km. Lindemann y Dobson fuero? alla y, convencidos de su resultado, se aventuraron 4 a globos sonda. Para ello, UN PUNTO AZUL. PALIDO sgarén peste nespra fenmena, Dei ar rode cindose algun tipo de Pp ) 4 dichas altitudes que «absorbie- ra» la radiacion solar y produjera el citado calentamiento. Los ages mas abundantes, O, y N,, parecian descartados ya que son practicamente atransparentes» a la radiacion solar. Finalmen- te, 9 decantaron por el ozono, cuya molécula esta compuesta or tres Atomos de oxigen ye que, 2 pesar de encontrarse en Ia atmosfera en cantidades infimas, posee una gran capacidad de absorcion de Ja radiaci6n solar en la regién ultravioleta, Por aquel entonces result6 una conjetura aventurada, hasta el punto de que buena parte de la comunidad cientifica recibié con escep- ticismo estos resultados. Sin embargo, poco a poco, se fueron acumulando otras evidencias experimentales que confirmaron la hipdtesis de Lindemann y Dobson. Hoy sabemos que el ozono se forma cuando la radiacién uF travioleta de onda corta disocia los dos atomos de la molécula de oxigeno. Estos atomos, quimicamente muy actives, se unen alas moléculas de oxigeno «normales» (O,) para formar molé- culas con tres 4tomos de oxigeno, es decir, ozono. Aunque la concentracién de ozono en la atmdsfera representa apenas un 0,00001%, su existencia es muy importante para la vida terrestre, ya que absorbe la parte de la radiacién solar mas energética (y, por tanto, danina), los conocidos rayos ultravioleta. _ Las medidas mas recientes han confirmado, al menos cualite- tvamente, los resultados de Lindemann y Dobson. La tempera- de an rowtesivamente en la estratosfera hasta una altura 0°C. Bate km, donde alcanza su valor maximo, en torno alos tera y ae ai se toma como el limite superior de la estratos- 8a, la tem enomina estratopausa. Por encima de la estratopat- intima ed vuelve a descender, hasta alcanzar un ae Valor fee 100 °C, para una altura de unos 80 km. a igndose re e realmente de la latitud y la estacion cst ano, 2 ajo en ica ae Tenia? sae a i Ciente, Somes 4 atmosfera. En esta region de ST ed vie ae eee como mesosfera, es donde empieza @ os A Boca Conocid los meteoros. Se forman tambien unas tenu as nubes formadas por cristales de hielo, Hamadas UN PUNTO AZ PALIOO 24 nubes noctilucenies, que solo son visibles tras la puesta de Sol en latitudes cercanas 4 los casquetes polares. Por encima de ly mesosfera, la temperatura vuelve a subir. Aunque es muy gig. cil realizar mediciones a altitudes tan elevadas, se estima que ly temperatura puede alcanzar valores de casi 2000 °C a una alty. ra de 300 km. Es por ello que esta zona se conoce con el nom. bre de termosfera. Por encima de los 480-500 kam, la termosferg da lugar a otra region mas externa, conocida como la exosfern, Aqui, la densidad es extremadamente baja (los dtomos de log gases que la constituyen se encuentran tan dispersos que reco. rren unos 10 km antes de chocar con otro). Es dificil determinay con exactitud dénde acaba la exosfera y empieza el espacio in. terplanetario, pues se trata de un cambio gradual; las moléculas van haciéndose mas y mas escasas hasta extinguirse a una altura comprendida entre los 500 y los 1500 km (figura 1). Una coraza magnética a prueba de chorros de particulas Hasta finales de la década de 1950 se crefa que mas alld de la exosfera solo existia el vacio interplanetario, situacidn que cam- bid tras las mediciones del satélite estadounidense Explorer |, en 1958. Desde una 6rbita a 2400 km de altitud, el satélite co- menz6 a detectar todo un mar de particulas, a pesar de que a esta altura la atmosfera deberia haberse extinguido completamente. Realmente, lo que estaban detectando era el llamado vienio solar, una oleada de particulas cargadas, compuesta principal mente por protones y electrones, que son eyectadas del Sol 2 velocidades medias de 1600000 kilometros por hora. {Por qué este torrente continuo de particulas no Ilegaba a la superficie terrestre? La explicacién que encontré el fisico estadounidens¢ responsable de la misién, James van Allen (1914-2006), era que él capo Magnético terrestre se encargaba de desviar dichas pat ticulas. La Tierra se comporta como un gigantesco iman, cuyos polos norte y sur coinciden, aproximadamente, con los polos sur ¥ norte geograficos, respectivamente. Cuando una particula cF gada se mueve en el seno de un campo magnético experimen Hi UN PUNTO AZUL PALIDO 3 3 Composicion Temperatura So S B38 = HETEROSFERA MESOSFERA TERMOSFERA HOMOSFERA ESTRATOSFERA ~-57 °C : polar TROPOSFERA Tropopausa. >=.” 01g ae a0 bd 1200 Termopausa ge ai rig ooh a os Tropopausa ecuatorial Gradiente normal (6,4°C-1000m) Temperatura (°C) Capas ¢ . la atméstera terrestre y evolucién de ta temperatura con {a altura. UN PUNTO AZUL PALIDO a aaa a una fuerza que la obliga a moverse en espiral a lo largo de tie llamadas lineas de fuerza (lineas imaginarias que indican Ja q reccion del campo magnético en cada punto del espacio). Bp ¢ caso de Ja Tierra, como en el de cualquier otro iman, las Ineas de fuerza van de un polo a otro. Al incidir las particulas cargadas del viento solar, son desviadas por el campo magnético, hacen. do que se muevan en espiral de un polo al otro. Van Allen y sy equipo descubrieron dos regiones en forma de rosquilla, una még “externa y otra mds interna, en las que se acumulan las particulas cargadas atrapadas por el campo magnético terrestre, impidien. do que alcancen su superficie. Estas dos regiones, que también se han observado en otros planetas, son conocidas desde enton. ces como cinturones de Van Alien y se extienden desde los 1000 alos 60000 kam sobre la superficie de la Tierra. Los cinturones de Van Allen constituyen la parte interior de una region atin mas ex- tensa, la llamada magnetosfera, una gigantesca envoltura mag- nética que rodea la Tierra (figura 2). E] viento solar se encuentra con esta envoltura a unos 64000 km, la cual lo desvia y lo obliga a fluir alrededor de la Tierra. Parte del viento solar penetra en las ciispides polares donde las particulas pueden ser «captura- das» por los cinturones de Van Allen. En estas regiones polares, estas particulas también arrancan 0 excitan los electrones de los dtomos y moléculas de la atmésfera, produciendo las espectacu- lares auroras polares, visibles en latitudes proximas a los polos. Fourier, el chaleur obscure y el efecto invernadero Para responder a la pregunta de por qué la temperatura media terrestre es mucho mayor que la lunar, volveremos de nuevo ® trabajo de Fourier sobre la teoria del calor y su aplicacién al cl ma terrestre. De él se desprende que, si la Tierra absorbe cont: nuamente energia del Sol, deberia tener también algun mecanis mo para perder parte de esta energia. De lo contrario, razono © mateméatico, la energia se habria acumulado desde su formaciol™ aumentando indefinidamente la temperatura y convirtiendo a. Tierra en un lugar inhabitable. Fourier era consciente de 4ue los UN PUNTO AZUL PALIDO que Fy S€ ra que fig. 2 { i reflejadas particulas dé viento solar : lj ae Particulas de viento solar capturadas Cinturones de Van Alten Ciispide polar _atméstera terrestre 0-100 km ade ENVOLTURA MAGNETICA choque la magnetosfera terrestre es la parte mas externa de la atmésfera y acta como escudo protector ante la lluvia de particulas que ilegan a través del viento solar. a sé movian en sus 6rbitas a través de un espacio casi va- i . per tanto, = podria perder calor mediante la friccin con de wean medio interestelar. Sugirié entonces que la pérdida que se gia debia ocurrir por la emisidn de un tipo de radiacion Propagara por el espacio vacio. Un tipo de radiacion con es are ; more “aracteristicas habia sido descubierta apenas 25 afios antes an anglo-germano William Herschel (1738-1822), con lo flores Supuso que se trataba de la misma radiaci6n, 4 la que en a Sus escritos como «chaleur obscure» (calor oscuro). ~'4 Sabemos que esta misteriosa emisién no es otra cosa Aci6n infrare ‘Oja, luz de longitud de onda mayor que jadel oy UN PUNTO AZUL PALIDO espectro visible. La atmésfera deja pasar la mayor parte de ja jy, solar, lo cual conduce al calentamiento de la superficie terrestna Fourier sabia que la emision de radiacion infrarroja aumentab, rapidamenie con la temperatura, con lo que la superficie terres, tre devolveria parte de la radiacion absorbida en forma de Cag ondas de larga longitud. Y es aqui donde la atmésfera Juega up papel fundamental, ya que esta es bastante opaca a dicha radia. cin, de manera que el calor radiado por la superficie de la Tieng quedaria «atrapado» en la atmésfera, aumentando la temperatura media del planeta. Este fendmeno es similar al que ocurre en yy invernadero, de ahi el nombre de «efecto invernadero», si bien hay que decir que Fourier no llego a establecer esta analogia, nj a utilizar este término en su ensayo. Para hacerse una idea mas cuantitativa de la importancia del efecto invernadero para la temperatura de un planeta, los astro- fisicos recurren al concepto de temperatura efectiva o tempe- ratura, de equilibrio (T,), que seria la temperatura que tendria dicho planeta si no consideraéramos el efecto de su atmésfera. Esta temperatura se determina a partir del balance energético entre la radiacién recibida del Sol (que dependeria del tamatio del planeta y de su distancia al Sol) y la energia reflejada. El re- sultado viene dado por \a férmula V4 T= 27o(+=2) d? donde d es la distancia del planeta al Sol medida en unidades a tronémicas (UA), siendo 1 UA la distancia media Tierra-Sol, y4 el albedo del planeta, que es la fraccién de energia reflejada pot la superficie, en tanto por uno. Asi, por ejemplo, la Tierra refleja un 33% de la luz recibida del Sol, de manera que su albedo ¢ 0,33. La temperatura obtenida con esta formula viene expr esada en la llamada escala absoluta, y se mide en kelvins (K). Su rel cion con la escala Celsius viene dada por T(°C) =T(K)-273: de manera que el cero absoluto corresponde a —273 °C. Este es unt valor de gran importancia ya que, segtin la termodinamica, esla es la temperatura minima posible en el universo. UN PUNTO AZUL PALIDO gi aplicamos esta = : caso de Ta Tierra obtenemos una oratura efectiva de (o -24 °C). Comparando con el temp" edio de la temperatura terrestre (15 °C), vemos | valot o rtancia del efecto invernadero en nuestro plane to ee — la Luna, dado que su distancia media al Sol es igual on erra, podemos usar la misma formula, cambiando apenas del albedo, que en el caso de nuestro satélite es a=012, rato proporciona la temperatura de equilibrio de 270 K (3 °¢) Como ya hemos visto, la temperatura media lunar experimenta des variaciones dia/noche, pero usando el valor medio de ja temperatura media ecuatorial (-53 °C) vemos que es incluso menor que la prediccién de este modelo. Esto nos dice, por un Jado, que no hay efecto invernadero en la Luna y, por otro, que el modelo conducente a la formula dada arriba es demasiado sen- cillo (entre otras cosas, el modelo desprecia la rotacion lunar). Aun asi, nos da una idea de la importancia que tiene la aimédsfera sobre la temperatura de un determinado planeta o luna. Alincluir el efecto de la atmésfera, en el caso de los planetas que, como el nuestro, gozan de ella, el balance energético entre laradiacion recibida del Sol, y la devuelia al espacio, el proble- ma se vuelve mucho mas complejo. dela Ti e] valor UNA ATMOSFERA EN CONTINUO MOVIMIENTO : cc desigual de las diferentes partes del planeta y crys a de la rotacién terrestre, provocan un continuo movi- intincade las masas de aire de la atmésfera, dando lugar a un este sist © sistema de circulacién. A pesar de su complejidad, escala Ada de vientos muestra una sorprendente regularidad a i6 alos a El conocimiento de los sistemas de vientos permi- @ los o¢é. 1840s navegantes establecer rutas marinas para sur- Mentos a en ambos sentidos. Asi, el descubrimiento de los cercans 168, que soplan del noreste en el hemisferio norte en i Cristobal dal ecuador, permitid al explorador de origen italia- °OStas am, Colén atravesar el océano Atlantico y aleanzar las €ricanas en el siglo xv. Gracias a la suerte, intulcion, UN PUNTO AZUL PALIDO oa algun conocimiento previo no confesado por el may: J novés, también fue capaz de encontrar a latitudes Mas a] ae vientos del oeste que le trajeron de vuelta a Europa a través las Azores. Siguiendo los pasos de Coldn, otros marings fer dieron a localizar y aprovechar estos vientos alisiog, Pero hu que esperar casi 200 afios hasta que se diera una primera eXDlice, cién coherente de su existencia. Esta fue propuesta en 1686 el astrénomo inglés Edmond Halley (1656-1742). Su idea era ow en las zonas ecuatoriales, al incidir la radiacién solar de forma mas directa, se produciria un mayor calentamiento de lag TMasag de aire, favoreciendo su ascenso por conveccién hacia aquellas altitudes donde se encontraba mas rarificado. El «hueco» dejado por estas masas de aire ascendente tenderia a ser ocupado por aire de otras latitudes, dando lugar a los vientos alisios, Esto explicaba solo parcialmente el fendmeno, pues no acer. t6 a dilucidar por qué estos vientos se movian de este a oeste. Esta parte fue explicada mas tarde por su compatriota el me teordlogo George Hadley (1685-1768), que, aunque abogado de profesidn, era un gran amante de las ciencias naturales. En 173 present6 un articulo con su interpretacion de los vientos alisios en la Royal Society de Londres. Estaba de acuerdo con Halley en que el aire caliente del ecuador tenderia a ascender. Por otro lado, la masa de aire ascendente, una vez alcanzara la parte Superior de la troposfera, cesaria su movimiento vertical y co menzaria a desplazarse horizontalmente, en direcci6n a ambos polos. Durante este camino, se iria enfriando, descendiendo ¥ regresando de nuevo al ecuador para cerrar el ciclo. Estas corrientes de aire que, de forma ciclica, recorren el camino de ida y vuelta del ecuador a los polos reciben el nombre de cohulas de Hadley, En cuanto al movimiento este-oeste, Hadley recumtio para su explicaci6n al llamado efecto Coriolis, un fendmeno WM él supo vislumbrar de forma cualitativa, si bien hubo que espera! 100 afios todavia para que el cientifico francés Gaspard Gustave Coriolis ie diera en 1836 una base matematica rigurosa (y tam bién su nombre). Aqui nos bastard con echar mano de la deer cion més cualitativa de Hadley. Para ello, imaginemos un oo como el mostrado de forma esquematica en la figura 3 en €! UN PUNTO AZUL PALIDO directal NCE ENERGETICO EN LA SUPERFICIE DE La TIERRA 9.6% de ja energia que recibe la superficie terrestra proviene q sea interno del planeta. ete al balance energético ( 7 ibera la misma cantidad de energia que se recj : e ae Parte de la radiacién inlay fig ee &sta haya ido cam- bian' 47 %), otra parte es absorbida por los gases de Ia almosfera (22 pes mente la superficie (31 9). De la parte dispersada por las nubes, escapando al espacio exterior y el resto alcanza la superficie, 0 radiative) es igual a cero %) y 8h resto sleanza una fracci6n termina Efecto invernadero: gases que retienen el calor De la radiacion que llega a la superficie, ya sea de forma directa o indirecta, una parte es reliejada y el resto es absorbida. El resultado neto es que aproximadamente un 45% de la energia solar termina siendo absorbida por la superficie, haciendo aumentar su tem= peratura. Parte de este calor es fiberado en forma de radiacién infraroja, Es aqui donde = entra en juego ef efecto invernadero. Algunos gases, como el dioxide de carbono 0 al vapor de agua, que son transparentes a fa radiacisn visible, absocben de manera on eficiente Ja radiacidn infrarroja y, por tanto, parte de este calor con UGicecl semener la temperatura del planeta. Refiejada al espacio RADIACION SOLAR 26% 100% Dispersada por f las nubes Reflejada al espacio 47% a través del aire y el suelo 7% Absorhida por la atméstera 22% Dispersada por el suelo 21% Absorbida por e! suelo 24% UN PUNTO AZUL PALIDO el Sol y el rasto se debe (se dispersa) en las ny- 3 lustraci6n del efecto Coriolis en un tiovivo. El fenémeno se observa cuando un cuerpo se halla en movimiento respecto a otvo en un sistema de referencia en rotacién. hay montadas dos personas. Paco en el punto P y Sofia en el punto § se encuentran en puntos diametralmente opuestos. En un momento dado, Paco intenta lanzarle una pelota a Sofia. Para frustracion del primero y la irritacién de la segunda, la pelota no llega a las manos de esta, sino que parece desviarse hacia la derecha de Paco, $’. Vuelve a intentarlo, achacando el problema asu mala punteria, pero una exirafia «fuerza» vuelve a desviar la trayectoria en el mismo sentido que antes. Entretanto, una tee cera persona, Carmen, observa jocosamente la escena «a vista de pdjaro», desde lo alto de una noria. Para ella, esta claro lo que est4 ocurriendo. Mientras la pelota avanza por el aire, Sofia se ha movido de su posicion inicial S debido al giro del tiovive. Por tanto, para Carmen la pelota ha seguido una trayectoria per fectamente rectilinea y ha sido Sofia la que se ha desplazado. En cambio, para Paco y Sofia, que se encuentran en movirnien? giratorio, el fendmeno parece deberse a una fuerza misterios# la fuerza de Coriolis. la Algo parecido ocurre con el movimiento de los vientos ef Tierra, pensando en esta como si se tratase de un gran TE 0, mejor dicho, dos diferentes; uno para los habitantes del y misferio norte y otro para los del hemisferio sur. Bn ¢l a ferio norte, los vientos (o cualquier otro objeto en moe por ejemplo, un proyectil de cafién) son aparentemente a sok dos hacia su derecha, con respecto a la direccién del MO UN PUNTO AZUL PALIDG fuerza de Coriolis. En el hemisferio sur, el efecto es el] 10. . . z oT ario, €S decir, los vientos son desviados hacia la izquierda c segin avaniZan. . Usando esta idea, Hadley razon6 que el viento que proviene norte en direcciOn al ecuador parecer desviarse hacia olo — para un observador situado en la superficie terrestre, ‘ando lugar al movimiento conocido de los vientos alisios. Pero para un hi- ; potético observador que pudiera con- La Tierra esta rodeada por templar el fenodmeno desde el espa- cio, es el observador sobre la Tierra el que se esta moviendo hacia el este, siguiendo la rotacién del planeta. Laexplicacion de Hadley era esen- cialmente correcta, salvo por un im- portante defecto; no existe una tinica célula de conveccidn, sino tres. La idea de tres células de conveccién fue propuesta en 1856 por William Ferrel (1817-1891), un maestro de escuela y meteo- rélogo estadounidense, basAndose en el trabajo de Coriolis y en un andlisis detallado de los vientos conocidos hasta la fecha (f- gura 4). Ademas de la célula de Hadley, en cada hemisferio exis- te otra a latitudes intermedias, que fue bautizada posteriormente como céluia de Ferrel, y una tercera a latitudes cercanas al polo, conocida como célula polar. cose entender el esquema general propuesto por Ferrel, es ne- inh ie en cuenta tres factores. El primero es el de la tempe- menos») aire caliente se expande y se hace menos denso («pesa feta tendiendo a ascender. Andlogamente, el aire frio, mas Mueve al a descender. E] segundo es la presion. El aire se le fee las zonas donde la presidn es mayor hacia aquellas emog ee! ¥, por ultimo, la fuerza de Coriolis, que, como €N el hey i. nde a desviar las corrientes de aire hacia la derecha teen norte, y hacia la izquierda en el hemisferio sur 8 dleya ase comienza en el ecuador, donde el aire caliente *Nriands €bido al calentamiento solar; segiin asciende, se va a Se desplaza lateralmente hacia ambos hemisferios © 2 los polos, para volver a descender a una latitud llamado atmésfera. &n direg, UN PUNTO AZUL PALIDO todos lados por un cuerpo extremadamente raro y elastico Wituiam Fenne. ee AiG. 4 S x MASAS DE AIRE V FRENTE ‘J | ui a Viento polar Zona subpolat y's ™, de bajas presiones Pele ae Zona subtropical ; 4 , 4 de altas presiones o a ; en ze wa pe A Vientos aifsios Zona de convergencia “a intertropical ee wise cons alien oximea BTR Sea oe geome “ a hy Vientos atigios ~\ ‘ y } ae eS hmm |CUSC one “ a ey ON : Zona subtropieal i ( S\neecee QF de altas presiones eae ta A Zaria subpolar Viento polar de bajas presiones ' t Ss o Circutacién atmosférica en la Tierra mostrando las tres células de conveccion en cada hemisferio, y la direccidn preferente de log vientos en las diferentes latitudes. conace cote esto zona subtropical. Aqui entra en juego el segundo efecto de pres es, la presién 0, mds exactamente, las diferencias én es menos Pe de unos 30° a ambos lados del ecuador, lo que se ¢ El aire caliente, al ser menos denso, tambi con lo que las corrientes ascendentes del ec también a zonas de baja presion atmosférica, ciclénicas. En las zonas subtropicales el aire es tanto, mds denso y pesado, causando una zona ce © ast anticiclénica. Como dijimos, el aire tiende 4 desplaz ees! zonas de mayor presién a las de menor presion, COP ° vn aire frio tenderd a desplazarse luego hasta el ect — end” tando asi una primera célula de Hadley. Peto 24” i uador van Tig también la” mds fri0% ta presi UN PUNTO AZUL PALIDO cer factor, el efecto Coriolis. Al mismo tiempo que los plazan alecu ador, la fuerza de Coriolis los desvia dando lugar a los vientos alisios que dominan la g tropical. Parte del aire de las células tropicales es trans- eet hacia Jas células de Ferrel sobre las zonas templadas a ae Jado del hemisferio. En las células de Ferrel, la circulacion cal contraria ala de las células tropicales, de manera que el aire - se encuentra cerca de la superficie se dirige hacia los polos, eri desviado por el efecto Coriolis en direccién este, que es el sentido dominante de los vientos a estas latitudes. Las célu- Jas polares se originan por un mecanismo similar. El aire frio de Jos polos desciende, creando una zona de alta presidn. Al llegar ala superficie, se desplaza hacia las latitudes templadas, dando jugar a los gélidos vientos del frente polar. En la frontera entre la célula tropical y la de Ferrel, asf como entre esta y la polar, se generan fuertes cambios de temperatura y presién. Esto, unido al efecto Coriolis, da lugar a una répida corriente de oeste a este, con vientos de 100-200 km/h, que se desplaza alrededor del globo a lo largo de una estrecha franja serpenteante que transcurre a altitudes entre 9000 y 15000 m. Son las llamadas corrientes de chorro (0 jet stream). En occi- dente, estas corrientes de chorro fueron descubiertas de forma accidental durante la Segunda Guerra Mundial por los bombar- deros americanos. Viajando hacia el oeste a través del Pacifico una altitud de unos 11000 metros de altura, comprobaron que nie alanis Por unos fortisimos vientos que soplaban en di- Some Los Japoneses, por el contrario, si parece que ram le su existencia, porque de hecho las uprovecharon rométric ar bombas incendiarias equipadas con dispositivos ba- OS para alcanzar la altitud adecuada. El pa . Papel de tos continentes y los océanos El sist . , ma de circulacién atmosférica descrito arriba proporcio- mecanismo para distribuir el calor, transfiriéndolo de las 70tas *cuatoriales, més célidas, a las latitudes mayores, donde UN PUNTO AZUL PALIDO F NUBES Y PRECIPITAGIONES: EL CICLO DEL AGUA : f u : ; o4 © pidrolégico bajo estas tin | SSRI an NEYO RT UR em Dear mS: eaters ernes TEER ARTE ET IS ; la atmostera acarrean vapor de agua (ver figura 1 det «: A et ST oat de la evaporacion del agua de mar na fe ie a fransparente a fa radiacion solar, Con Jo que no resulta setae Cuando, por algtin motivo, sé produce un enfriamiento repentino delamasa de aire, e! vapor do agua puede condensar en forma de mindseulas gotitas o, si la temperatura és inferior ag en cristales de hielo, En este astado, el agua deja de ser translucida y se hace opaca, traneformén, teresire. El vapor de agua ¢ * dose en nubes. E! enfriamiento.puede ocurnr por varios motivos. Uno es cuando el aire recoge | més vapor al pasar por encima de un lago o mar; otro, al entrar en-contacto con una SupErficie a baja temperatura (por ejempio, una masa fria oceanica al entrar en contacto can él continen. " te); también sucede en el momento en al que se eleva al encontrar un obstéculo elevado, comg una montaia; o cuando una masa de aire caliente, mas ligera, colisiona y asciende sobre ung masa de aire frio o.si une masa de aire humedo se. ve sometida a un proceso de conveccién, El tamajio de las gotas determina el tipo de precipitaci6n “Las microgotas (0 microcristaies), cuyo tamafio medio es del orden de 0,02 mm, son ae- - masiado ligeras para caer pero, al aglomerarse progresivamente, pueden alcanzar un peso La nieve y ef hielo acumulados se funden convirtiéndose en agua Iiquida o vapor de agua FG. 1 Las gofas de agua caen en forma de tluvia, granizo, nieve o hielo E! agua se transporta a " través de las nubes por la El agua fluye por encima del suelo como escorrentia, anes in i formando rios, pantanos, re estanques y lagos El vapor de agua se iE eleva, se condensa y forma nubes El calor solar causa la evaporacién del =e “el agua se infitra bajo el suelo y se enriquece de minerales Las plantas beben del agua del - y, al transpirar, la devuelven de nue ala atmosfera Los océanos contienen el 97% del agua de la Tierra El agua penetra en la corteza terrestre y eS expelida a través de volcanes y géiseres et Li ‘ = 1 7 aria : gi Nac aR SR Nii ME re a atl Fel a at So a S ad bel LONG Gath be ane UN PUNTO AZUL PALIDO ere la fuerza de las cortientes ascendentes, a partir dst NEA n. El tipo de precipitacion (lovizna, tluvia, nieve, oranizo a oe com d imenores de 0,5 mm), se forman en nubes bajas for DUBStAS Por gotas debajo ee. como estratos, que estan asociadas a frentes CAlidos, eeu = ] Estas provienen de nubes 4 igo que SUP ort me ipitacid: de preciP! que se hayan formado (ver figura 2}. Asi, las Hoviznas, ge nuoe en equeftas é cidas ato ast mayor de 0,5 mm. se habla de lluvia 0 chubasco, aafuras intermedias (entre 2 y 6 km) con forma de algodén llamadas eumulos, que suelen 4 acompafiar a los frentes frios. Los cumulos tienden a crecer verticalmente, alcanzando zonag” imag attas y, por tantO, més frias de la tropostera, formando los denominacos cumulonim. 4 pos. Aqui tienen su origen las luvias mas intensas oO tormentas, que suelen acarrear fueries ig vientos, fandmenos eléctricos {relampagos), nieve O granizo. Debido a’su baja temperatura, (2 an estas nubes el vapor se condensa en nucleos de hielo, a los que se va adhiriendo progre- s sivamente agua. Cuando la temperatura de la nube és inferior a 0 °C, estos cristales de hielo - forman estructuras regulares ramificadas, los Copos de nieve. También existen tipos de nube y que no acarrean lluvia come, por ejemplo, los cirros, nubes altas formadas por cristales do hielo y aspecto filamentoso, Aunque la Tierra es el Uinico planeta del sistema solar con agua EB: liquida en su superficie, la presencia de nubes es muy comin én otros planetas en los que, a ademas de las constituidas por vapor de agua, estén las que se forman con otros gases, como e} diéxido de carbono, el amoniaco 0 él metano, . CUMULOS iit _ ESTRATOS os f : Aparicién de gotas de aqua = Apaticiénee ot A ‘de aguas “yo Bl vapor de las goles Miia Be oa cana » oe . o o i 8 aner0i00 = in | : | cristales aoe” Colisién y a8 = ° , « coalescencia 2s v; e °° delasgatas = * tn >0,5mm — Vergias lluvia = (gotas en sobrefusién) UN PUNTO AZUL PALIDO la radiacién solar incide més oblicuamente. Sin embargo, s) 5 clima terrestre dependiera wnicamente de la circulacién globa atmosférica, este seria igual para todos los puntos situados a ly misma latitud, lo que no es, obviamente, el caso. Por ejemplo Chicago y Roma se encuentran a latitudes similares pero Ia pri. mera experimenta inviernos mucho mas rigurosos, con tempera. turas que pueden rondar los —20 °C y copiosas nevadas. Eso og porque existen otros factores que afectan al clima de un detennj. nado punto de la Tierra. Uno de ellos es la altitud. Como ya hemos visto, la temperaty. ra de la atmésfera desciende gradualmente con la altura, hacien- do que el clima de Jas regiones montafosas sea mas frio que el de regiones a nivel del mar. Otro factor muy importante es la presencia de grandes masas de agua. Casi 3/4 partes de la superficie terrestre esta cubier ta de agua. La mayor parte de la radiacion solar es, de hecho, absorbida por los océanos, principalmente en las zonas tropi- cates. Ademas de almacenar grandes cantidades de calor, estas masas de agua ayudan a distribuirlo a lo largo del globo. Por un lado, debido a la evaporacion, la temperatura y humedad del aire aumentan, siendo este aire arrastrado de unas regiones a otras por los vientos alisios, hasta que se enfria, dando lugar 4 precipitaciones. Por otro lado, los océanos, al igual que la at mésfera, poseen un complejo sistema de cireulacion en forma de corrientes. Agui también se hace patente el efecto Coriolis, que recordemos, provoca que estas corrientes circulen en sentido horario en el hemisferio norte, y antihorario en el hernisferio Bil Estas corrientes transportan las aguas calidas y la precipitaci" desde las zonas ecuatoriales a las polares, regresando de nue vo al ecuador en forma de corrientes mas frias. Una de las més célebres es la corriente del golfo, que se origina en el golfe México y que, tras bordear parte de la costa este de Estados Uni dos, atraviesa el Atldntico y llega a Europa, asegurando 4 este continente un clima mas termplado del que le corresponderta Po! su latitud. De esta manera, las corrientes marinas y oceinice’ actian como agente regulador de la temperatura, transfirient el calor del ecuador a las zonas de mayor latitud. UM PUNTO AZUL PALIDO ees COLOR ES EL CIELO? | nos llega en todo el rango de longitudes a f a del espectra visible. Aqui, Siar fsbo aoe Su intensidad s mig un cator casi bianco. La presencia de esas tonalidades se hace bidorie seme conforman fenomeno que S produce cuando fa luz solar, tras atravesar lag gotas de ee un en sus diferentes colores. Para llegar hasta NOsOtros, Ja luz solar debe atiSiber a a chocando can las moteculas del aire, principaimente axigeno y nitrogena, Abifon atméstera, de onda son absorbidas por estas moléculas (es el caso de la radiacién utravioleta longitdes al ozono), Otras experirnentan rebotes sucesivos (se ci , absorbida io al espacio O bien llegar hasta la superficie, No todas las sank E a afectividad. Las longitudes de onda més cortas (colores rere ee “e lag de un tarnanio comparable al de las moléculas del aire, lo hacen con Le ae {pe Que Si Laluz del ma en a zon azul durante el dia, rojizo en la salida y puesta del Sol Es al caso de la radiacion azul, que @s eficienternente desviada por las moléculas de oxigeno yoitrogeno. Estos rebotes confieren al cielo diurno su caracteristico color azulado. Esta tona- lidad es incluso visible a grandes distancias en el espacio exterior, como quedé patente en la ae i ij Spersan), pudiendo escapar de fotografia tomvada en 1990 por la sonda Voyager desde los confines del sistema solar, en fa qué la Tierra aparecia como «un punto azul palido», como ta describié é! popular cient!- fico Can Sagan (1934-1996). Durante el amanecer o en el crepusculo, la radiaciOn solar nos llega de forma mas oblicua, como ejemplifica la figura, y debe atravesar una mayor cartidad de atmosfera. Cuando llega al observador, la mayor parle de las ondas violetas y azules se habran dispersado, restando apenas los tonos rojizos, lo que confiriere a los alardeceres su caracteristica tonalidad. — pe Veo un | | @tardecer rojo | ‘ va fag eS Retake eet oh een Sa ead SR AG.5 PRIMAVERA BOREAL 21 de marzo OTONO AUSTRAL age INVIERNO AUSTRAL La inclinacion del eje de rotacién terrestre, origen de fas estaciones del afio Ademés de su movimiento de rotacion, que determina las alte, nancias entre dia y noche, la Tierra gira alrededor del Sol, invin tiendo en cada revolucién (0 giro completo) 365 dias, 6 horas v9 minutos. Este movimiento de traslaci6n tiene lugar en una orbit con forma eliptica, en la que el Sol ocupa uno de sus focos, Estg significa que la distancia de la Tierra al Sol no es constante. Ey su punto mas lejano (afelio), que tiene lugar en toro al 4 de julio, la distancia entre ambos astros es de 152 millones de km, mientras que en el punto mas cercano, alla por el 4 de diciembre (perihelio), Ja distancia se reduce a 147 millones de km. A pesar de esta variacién, el clima terrestre no experimentaria grandes variaciones a lo largo del afio de no ser porque el eje de rotacién se encuentra inclinado con respecto a la perpendicular del pla- no de la érbita; concretamente, 23,27° (ver figura 5). Durante el INVIERNO BOREAL VERANO AUSTRAL FEB. * ~Perihelio nr , diciembre o 5 E Equirioccio . ERE. ; go ; : er Fis t ‘ee oe 21 de al ‘ oTOfO BOREAL 23 de septiembre PRIMAVERA AUSTRAL La figura muestra cémo fa inclinaciOn de fa Tierra respecto al Sol determina las distintas estaciones de! af0- UN PUNTO AZUL PALIDO o boreal, 1a inclinaci6n de la Tierra hace que los rayos inci- de forma mas perpendicular sobre el hemisferio norte, con cual este SE calienta mas. Para sus habitantes, el Sol se eleva Ee sobre el horizonte. En invierno, por contra, la inclinacién de ja Tierra hace que los rayos del Sol incidan de forma mds obli- a Naturalmente, en el hemisferio sur la situacién es la inversa, por lo que ambos experimentan las estaciones de forma alterna. UN PUNTO AZLA. PALIDO : } ‘ f ; ’ f 3 j 4 Laastronomia moderna atribuye un origen comin a los planetas y lunas de nuestro sistema solar. Este consistid en el colapso de una enorme masa de gas y polvo que erraba por uno de los bra- 20s de nuestra galaxia, la Via Lactea, seguramente procedente de la explosion de una estrella anterior. La nebulosa en cuestion estaba compuesta principalmente por hidrdégeno y helio (por ime aproximadamente 984 kg consistirian en estos Wondane seguido de varios tipos de hielo (agua, metano, Thetales = a finalmente, polvo y granos de material rocoso y eitacional. regién de esta nube se acumulé, por colapso LoS0l>, en tor una Mayor masa de gas, dando lugar a un «pro- forma de —s al cual quedaria el resto de la nube girando en Netas y sus fun De este material «sobrante» se formaron los pla- itas, Visitan x. También los cometas que, con sus alargadas lela misma nia. forma periddica nuestro sistema, procederian ‘omenzaron no Cuando el protosol alcanz6 la masa suficiente, ‘Ot Propores, desencadenarse reacciones nucleares en su inte- Bh be tonando luz y calor al resto de la nebulosa. Pema lativa- Mente Peque, cercana al Sol, se formaron planetas re NOS Y rocosos (Mercurio, Venus, la Tierra, Marte), LOS PLANETAS INTERIGRES seer sn acme a a a elle como planetas intertores 0 terrestres, mientras se formé un segundo grupo, los plang,, enteriores, de mayor tamario y naturaleza gaseosa (Jupiter g, tuo, Urano, Neptuno). Las notables diferencias entre ambos son una consecuencia directa de las condiciones en las gue ig formaron. El origen de los planetas interiores tuvo lugar en |, zona proxima al protosol. Debido al calor generado por este, q hielo se evapor6, mientras que las particulas de polvo y roca fu. ron amalgamandose poco a poco, dando lugar a objetos de un tamaiio de varios kilometros, llamados planetésimos. La atrae. cidn gravitatoria entre ellos debié favorecer su acercamiento, fy. sionéndose ocasionalmente para dar objetos mayores llamados protoplanetas. Este proceso se extendié durante varios cientos de millones de afios hasta que el niimero de cuerpos qued6 redu- cido alos cuatro planetas interiores: Mercurio, Venus, la Tierray Marte. La mayor parte del material gaseoso fue arrastrada por el viento solar producido por la actividad de aquel Sol incipiente y, por ello, los planetas resultantes tienen una composici6n fund mentalmente rocosa. También el clima de cada uno de ellos depende en buena me- dida de su distancia al Sol. A menor distancia, mayor cantidad de radiacién recibird y, en principio, més cdlido sera el planeta Pero, como ya hemos visto al comparar el sistema Tierra-Luna, otro factor muy importante es la presencia 0 no de atmosfera. Es imprescindible comprender la estructura y composicion de las atmésferas planetarias para llegar a entender su clima. Veamos qué sucede al respecto de los planetas interiores. Mientras que Mercurio merece mencién aparte, precisamer te porque carece de una verdadera atmdsfera, los‘otr0S tres; Marte, Venus y la Tierra, poseen atmésferas muy distintas. U8 primera diferencia es la cantidad de gas que contiene?. ” : mésfera de Venus pose 100 veces mds gas que la de la Tier que a su vez contiene 100 veces mds gas que la de Marte. ee a ae adica en su composicién (ver tabla). Las tres eS eee Renettoailes esencialmente por los a set incleorilge { 0) mo (CO,), oxigeno molecular (O,) y ‘ 108 2 10 que es acorde con el origen comun conocidos a distancias mayores LOS PLANETAS INTERIORES “nivogeno i ee oxigeno (0,) argon (Ar) metano (CH,) Pero Ia abundancia relativa de estos gases en la Tierra es muy diferente a la de sus vecinos. Las atmésferas de Venus y Marte estan formadas casi {ntegramente por CO, mientras que en nuestro planeta este gas representa apenas el 0,03%. Nuestra atmosfera esta formada mayoritariamente por nitrégeno y oxigeno (en proporcién de 4 a 1), pero estos dos gases aparecen en cantidades muy pequefias en las atmésferas yenusiana y marciana. ¢Por qué la Tierra, cuya 6rbita se sitia entre las de Venus y Marte, tiene una atmédsfera tan diferente a lade los otros dos? La pequefia proporcion de diéxido de carbono (CO,) en la at- mésfera terrestre se puede explicar si tenemos en cuenta que oo in, suelve de manera muy eficiente en nuestros océanos, i. echos termina precipitando en forma de rocas carbo- a D como la caliza, o siendo usado por numerasos orga- dens on construir sus esqueletos o conchas. Si tenemos en de la hese CO,, Legamos a una cantidad comparable a la 80a nuevas era de Venus. Esta explicacién nos leva sin embar- Océanos? preguntas. ;Por qué Venus y Marte carecen de tales >: iN el caso de Marte, suponiendo que partid de cantida- “Ss similare : Se elemento? = CO, que Venus y la Tierra, a dénde fue a parar tres planetas. Aram, 8 ol now? COMO Veremos més adelante, hubo un momento ih Proporei de estos planetas en el que sus destinos se separa Allos, ¢ Clonando caracteristicas diferenciadas a cada uno de . Centré ™onos ahora en su estado y clima actual. LOS PLANETAS INTERIORES -. a MERCURIO: DIAS ABRASADORES Y NOCHES GELIDAS nomica Internacional decidisé redefiniy Jegando a Plutén a la categoria de ii neta enano» y reduciendo, por tant, el numero de planetas de nuesiry ss. tema solar a ocho. Desde entoncg, Mercurio (ver detalle del planeta x la fotografia superior de la paging 51), con un tamafio algo mayor que q de nuestra Luna, paso a ser el menor de ellos, ademas del mas cercano al Sol. Si redujéramos la escalg del sistema solar haciendo que la distancia Tierra-Sol fuera dew meiro, ia 6rbita de Mercurio estaria a unos 39 cm del Sol. Mercurio es el mds veloz de los planetas. Invierte apenas 88 dfas en darle una vuelta al Sol, y lo hace a la nada despreciable yelocidad de 50 km por segundo. En cambio, rota muy lenta- mente sobre si mismo: cada dia de Mercurio equivale a 59 dias terrestres. Esta peculiaridad, ademas de dar lugar a dias y no- ches larguisimos para nuestros estandares terrestres, también produce un curioso efecto. Si nos situdramos sobre la superficie de) planeta en el perihelio, la época del afio en la que Mercuriose encuentra mas proximo al Sol, veriamos salir el astro rey porel este y ponerse por el oeste, como en la Tierra. Pero en un cierto punto de su recorrido por el cielo, el Sol se detendria y comer zaria a moverse en sentido contrario, hacia el este, durante ¢! equivalente a varios dias terrestres. Si el paso por el perihelio ocurriera durante una puesta de Sol, veriamos entonces alagral estrella ocultarse para elevarse de nuevo sobre el horizonte, per maneciendo visible uno o dos dias terrestres mas, hasta volver a perderse por el horizonte. Sin duda seria un espectaculo tinico, que haria 1as delicias los hipotéticos turistas espaciales del futuro, de no ser py estos deberfan enfrentarse a las temperaturas mas extremas e sistema solar. Durante el dia, tendrian que soportar tempera” ras de hasta 430 °C , mientras que por la noche Ja temper atures puede desplomar hasta los -180 °C. Estas variaciones exire! En 2006, la Unidn Astro concepto de planeta, re En Mercurio el cielo es negro, sin la menor posibilidad de que amanezca; una noche eterna. Cart SAGAN 48 LOS PLANETAS INTERIORES ue Mercurio no tiene atmésfera, lo que no at a an importancia que esta ha tenido para cca comp aneta un yaundo habitable. ues? a década de 1970 nuestro conocimiento de Mercurio ¢ "itado ya que SU pequefio tamafio y su proximidad al “ ft ee st observacion con telescopios terrestres. La situacién difi 6 en 1974 cuando Ja sonda estadounidense Mariner 10 con. cauiid gobrevolario, fotogr afiando buena parte de su superficie sigui ajizando SU posible atmdsfera. La sonda detecté una tenue Yl. gaseosa, rica en una gran variedad de elementos, entre otros, hidrogeno, helio y oxigeno, pero que aparecian en cantida- des infimas. Esto es debido a la poca intensidad de la gravedad del planeta, que hace que las particulas escapen con relativa facilidad alespacio, arrastradas por el propio viento solar. Al carecer de atmdsfera, no existe el efecto de dispersion que ie da el caracteristico color azul al cielo terrestre. La luz del Sol llega directamente 2 la superficie, sin ser desviada ni absorbida. Almirar en la direccién del Sol (lo cual no es muy recomendable) yeriamos un disco solar mucho mayor al que estamos acostum- brados en la Tierra, debido a su mayor cercania, mientras que, en cualquier otra direccion, veriamos el cielo completamente negro, salpicado apenas por las estrellas, como en una noche perpetua. se debe mu VENUS, EL INVERNADERO DEL SISTEMA SOLAR sy Tae vats, Venus parece un planeta gemelo al mues ent casi la misma masa, el mismo didmetro y la rola 10% ee edio que la Tierra y su gravedad es apenas un Secuencias fe embargo, su mayor cercania al Sol tuvo con ubiera podi Geo para su clima, transformando lo que hente hostil ser un planeta habitable en un mundo decidi- Petficie abraca,; Venus es un infierno con temperaturas en Str Peto no te rasadoras, y una atmdésfera aplastante y cormosiv® Yetusiang ese aqui las diferencias entre ambos planetas. Elafio “a Planeta algo mas corto que el terrestre, como corresponde mas interior, empleando 225 dias en dar una vuelta LOS PLANETAS INTERIORES completa al Sol; en cambio, gira muy lentamente sobre sj mj invirtiendo 243 dias terrestres en cada rotacion. Por tanto, sus ain son mas largos que sus afios. Ademés, rota en sentido contrarjg a de la mayoria de los planetas y lunas (solo Urano comparte esta propiedad). Un hipotetico habitante venusiano Veria salir 9] Sol por el oeste y perderse por el este. Desde la Tierra, Venus (en las imagenes inferiores de [a pagi. na contigua, detalle del planeta y de su superficie) es visible q amanecer (por eso es llamado «el lucero del alba») o al atarde cer (en ese caso, «estrella vespertina» 0 «lucero de la tarde»), superando su brillo al de cualquier otro astro, con excepcidn, na. turalmente, del Sol y de la Luna, que refulge con su brillo. Visto a través del telescopio, Venus presenta un uniforme y reluciente color perla. Su intenso brillo se debe a que refleja la mayor parte de la luz que recibe del Sol, absorbiendo apenas un 24% del misma, siendo el 76% restante reflejado al exterior (su albedo es por tanto 0,76). Pero, incluso con un potente telescopio, es imposible apreciar ningtin detalle de su superficie; Venus guarda celosamente los secretos de su fisonomia tras un grueso manto nuboso. Esto desaté la imaginacién tanto de cientificos como de escritores. Entre ellos, la del eminente fisico-quimico y premio Nobel sueco Svante August Arrhenius (1859-1927), que imagind la superficie venusiana como un frondoso vergel rico en agua. Sin embargo, esta imagen se desvanecio tan pronto como se realizaron las primeras mediciones de la temperatura de ese pla neta. Las primeras medidas de este tipo se hicieron mediante el andlisis de la radiacién que nos llega desde el mismo. Recor demos que todo cuerpo, por el hecho de estar a una cierta sa peratura, emite radiacién en forma de ondas electromagnet! en todo el rango de longitudes de onda (0 de frecuencias): acuerdo con la ley de Wien, la longitud de onda dominante & inversamente proporcional a la temperatura absoluta del oll to. Para las temperaturas tipicas de un planeta, esta longitt onda dominante se halla en la zona infrarroja del espect®©- e do los cientificos aplicaron en la década de 1950 est@ ten la radiacion que nos Hega de Venus, obtuvieron una temPe ond de tan solo 235 K (-38 °C), Sin embargo, tal y como O€ LOS PLANETAS INTERIORES Ala i2quierda, una de Mercurio tomada por ia Sofida Messenger en 2003, Debajo, una imagen dei Planeta Venus tomada por ta Sonda Mariner 10 (zquierda) Un detatle de la supertcie Venusiana captado por la Sonda Magallanes (derecha), Tierra, se sabia que la espesa atmosfera de Venus bloquearia radiacion infrarroja procedente de la superficie, con jg iy la temperatura medida correspondia realmente a las zonag sie de la atmésfera. En cambio, si la atmésfera de Venus se Compop ta como la de la Tierra frente al paso de radiacion, si seria tie parente a las ondas de radio, de longitud de onda mayor que , de la radiacion infrarroja. En este caso, el andlisis teGrico es algo mas complejo que el proporcionado por la ley de Wien, pero idea subyacente es la misma; a mayor temperatura, el espectry de emisién se desplaza a longitudes de onda menores (mayores frecuencias). El andlisis arrojo una temperatura en superficie de Venus en torno a 330 °C. Nada mas y nada menos que la tempe ratura de fusion del plomo. Los resultados fueron acogidos con escepticismo entre la co- munidad cientifica, hasta que soviéticos y estadounidenses se lanzaron a una carrera para liderar la «conquista» del planeta, enviando vehiculos no tripulados a tomar datos in situ. Los pri- meros lo hicieron con el programa Venera (del ruso Bexepa, que significa Venus). que se proponia enviar una sonda capaz de atra- vesar la atmésfera del planeta y posarse sobre su superficie. El proyecto estadounidense era menos ambicioso, pretendia enviar una sonda, la Mariner 1, para que se aproximara al planeta, hr ciera fotos y tomara diversas medidas a distancia, pero sin llegar a entrar en contacto con él. E] primer intento de cada «bando» termin6 en fracaso, pero en 1963, la sonda estadounidense Mz riner 2 consiguié sobrevolar el planeta y efectuar medidas desu temperatura, y alguna imagen. Estas medidas confirmaron las ya realizadas desde la Tierra, es decir, unas nubes muy frias sobre una superficie extremadamente caliente, a unos 425 °C. Los soviéticos, por su parte, volvieron a fracasar en su segur da mision, la Venera 2, pero, por fin, el 1 de marzo de 1966 sonda Venera 3 se posé 0, mejor dicho, irmpacté sobre la super ficie de Venus. Unos momentos antes, la sonda perdi la con® nicacién, probablemente aplastada por la elevadisima P atmosférica. A pesar del accidentado contacto, la sonda ostent® el honor de ser el primer ingenio humano que ha alcanzad0 Jasik perficie de otro planeta. En 1967, la Venera 4, en su hora ¥™ LOS PLANETAS INTERIORES go hasta la superficie venusiana, Tealiz6 medidas de sy es como su composicién quimica, su temperatura hasta quedar aplastada por la enorme presion at- 9 su P ica. LOS datos recogidos durante su descenso revelaro: mostéri cantidad de CO, mucho mayor de la que se suponfa, ‘i 5 sovi éticos aprendieron la leccion y, en misiones sucesi- reforzaron fuertemente sus son- Vas en 1970, Venera 7 consiguid Asi, ‘ das. resistir durante 23 minutos Dejenme én cualquier planeta del sistema solar, déjenme —sin on superficie, durante los cuales poder gent ; oot enviar datos a la Tierra, siendo ; ie gravedad ae i primera sonda que realiz6 un ver- Su Suelo— echar una rapida dadero aterrizaje sobre otro planeta. Registro una temperatura de 475 °C y una presion de 90 atmosferas en superficie, comparable a la presion a una profundidad de 900 metros bajo el océano. Las siguientes sondas Ve- nera sobrevivieron mas tiempo y consiguieron ademas tomar las primeras fotografias de la superficie del planeta. La primera foto- grafia a color del planeta (ver imagen superior en la pagina 59), obtenida por Venera 13 en marzo de 1982, mostré un paisaje in- femal, de una tonalidad amarillenta-verdosa, con una superficie a y fracturada, consecuencia de las elevadas temperaturas © SU Origen volcanico. A estas pioneras misiones les han sucedido muchas otras Europea (Ese dias. Por ejemplo, en 2006 la Agencia Espacial mtision ae se unia al diio estadounidense-soviético, con la planeta press. La sonda permaneci6 orbitando en tormno hasta 2014. Ademés, a las sondas enviadas especifi- Cament, he, + ©Studiar el planeta Venus hay que afiadir otras que, @ : Denes 4 otros planetas mas lejanos, han sobrevolado el Mar foto — aprovechar su impulso gravitatorio y, de paso. (0 Callen te @S y medidas de su atmosfera. Entre estas, la sonda 1998 9 1 n 1990) en su viaje a Jdpiter, o la Cassini-Huygens (e" adelante. ) en su camino a Saturo, de las que hablaremos mas donde estoy. LOS PLANETAS INTERIORES mirada a su Sol y a su cielo, y muy probablemente podré decirles Carat Sasa La atmosfera de Venus El andlisis de los datos recogidos a lo largo de todo de exploracién venusiana nos ha Permitido hacemos,” bastante detallada de la composici6n de su atmdsteny lig y de su clima en general. Como ya se Mencions, la te (ayy desciende bruscamente con la altitud, pasando de Iog a rt Capas nubosas de acido sulfurico it : ; \ Nebiina de acide sulfirico TROPOSFERA en terre een—h- 100 200 300 400 500 goo Temperatura (K) Estuctura y composicion de la atmésfera de Venus. 100 LOS PLANETAS INTERIORES a erficie, auna temperatura minima en torno a-113°¢, gobre Io tit d de unos 100 km. Esta variacion tan abrupta en par ee yientos huracanados enla Parte Superior de la at- altura P hasta 100-200 m/s. Este curioso fenémeno, conocido mnosfera ae ntacién, hace que la parte superior de la atmésfera ae amente sobre el planeta, dandole la vuelta cada cuatro D i resulta atin mas llamativo si lo comparamos con la cae niosa rotacion de este planeta sobre si mismo que, re- arsimo s, invierte 243 dias terrestres en cada giro. loin con el caso terrestre, los planetdlogos dividen ste gsferas de otros planetas en diferentes regiones 0 capas verticales. La parte mas baja, en contacto con la superficie, re- cibe ef nombre de troposfera. La temperatura va descendiendo gadualmente a medida que ascendemos en la troposfera hasta estabilizarse en su parte superior. Ena Tierra, esto ocurre a una altura de unos 11 km. La mayor parte de los fendmenos meteo- rolégicos (formacion de nubes, vientos, precipitaciones ) tienen lugar en esta capa y la mayoria de las nubes que observamos se encuentra a alturas por debajo de los 8 km. En Venus la troposfe- mase extiende hasta mayor altitud, unos 60 km. Al igual que en la Tierra, también en Venus se forman nubes, pero poco tienen que ver con las nuestras. Para empezar, lo hacen a una altura mucho mayor, extendiéndose entre los 45 y los 70 km de altura. Esta smesa capa nubosa, con sus mas de 25 km de espesor, es la res- Ponsable de la opacidad del planeta Venus que se aprecia desde t Tierra. También sus nubes son muy distintas a las terrestres. Pi de boar de agua es muy pequefia y por ello las nu- ttado ete estan constituidas por acido sulfiirico concen- don, ee, .) ¥ Se forman en la parte superior de la troposfera, dan lugar emperatura es de unos 10 °C. Estas nubes oicke Ue lag come, Curloso fendmeno. Las gotas de acido aE aleanzar Ia ponen caen en forma de lluvia, pero nunca < 7 temperature der no” del planeta ya que, al ir descendien = : Riemplo, a. 828 cireundante va siendo cada vez i 20) Esto hace una altitud de 45 km la temperatura es ya de 100 °C). ‘ue el Acido sulfarico se descomponga en vapor de Bua y 80 » €vaporandose y volviendo a ascender. LOS PLANETAS INTERIORES a a Se ec enetiien tienen etait eensneeias Por debajo de esa capa nubosa, se halla una neblina & puestos de azufre pero, a altitudes inferiores a log 39 Com, atmésfera se muestra sorprendentemente despejada y trang rente. Sin embargo, debido a la elevada presion y densidad ae entorno se ve distorsionado, como si miraramos a través ds ad trozo de vidrio o bajo el agua en el interior de una piscina, uy El efecto invernadero descontrolado gA qué se debe el clima abrasador de Venus? La respuesta ests precisamente en su atmosfera. Al ser su Orbita algo mas pequeiy que la de la Tierra, recibe mas luz solar por unidad de area. Hace 4000 millones de afios, esto no suponia un grave problema pay el clima de Venus, ya que el Sol brillaba un 25% menos que en, actualidad. La érbita de Venus se encontraba dentro la llamada zona de habitabilidad, el rango de distancias al Sol que permite la existencia de agua liquida. Para distancias menores, el agua herviria y para distancias mayores, estaria congelada. Venus se encontraria a una distancia intermedia y, por tanto, es plausible que contuviera agua en estado liquido e incluso océanos. A medida que el brillo solar fue aumentando, la zona de ha- bitabilidad fue alejandose del Sol, hasta situarse més alla de la 6érbita de Venus. Durante este periodo de transicion, su clima debié cambiar de forma dramatica. Parte del agua de su super: cie se evaporaria, aumentando notablemente la cantidad de ve por de agua en la atmdsfera. El vapor de agua actia como £3 de efecto invernadero, con lo que su presencia en la atmostert ayudaria a «atrapar» mas calor, contribuyendo a aumental mi més la temperatura del planeta, y propiciando una mayor a poracién. Este fenémeno en cadena, que ha marcado hasta el clima de Venus, fue sugerido en 1969 por el planetologe este dounidense Andrew Ingersoll (n. 1940) en un estudio titul F «El efecto invernadero descontrolado: una historia del 38" ' Venus». Segiin el modelo matematico desarrollado pot Inge si sacéramos a la Tierra de su érbita y la colocéramos © ok Venus, se desencadenarfa también este «efecto invernader LOS PLANETAS INTERIORES oo on las consecuencias devastadoras cont Un resultado parecido tendria ae puede de Ta juminosidad solar, que alejaria la zona de habits. pei is alld de la Orbita terrestre. Para nuestra tranquilidad pilida ye el Sol experimenta variaciones en su actividad, estas nlo suficientemente acusadas Como para desencadenar un no 50 mmvernadero descontrolado. efec pacernos una idea m4s cuantitativa del impacto que po- = efecto invernadero sobre el clima venusiano, podemos gee ajar, como Ya hicimos en el caso de la Tierra y de la Luna, camperat a de equilibrio de Venus en ausencia de atmésfera, psando la distancia promedio Venus-Sol (0,723 UA), y su albedo (a=0,76), obtenemos una temperatura de 230 K, es decir, -43 °C, [os aproximadamente 500 °C de diferencia con su temperatura real se deben en buena medida al efecto invernadero. Otra con- secuencia de ese fenémeno es que el calor se reparte de manera casi uniforme por todo el planeta. A diferencia de la Tierra, las yariaciones de temperatura con la Jatitud son minimas, y la va- riacién diurna es inferior a 1 °C. ; Queda una iraportante cuestién por resolver. Como vimos, el contenido de vapor de agua en la atmésfera actual de Venus es muy pequefio de manera que si grandes cantidades de agua se evaporaron, {donde fue a parar toda esa agua? Segiin Ingersoll, lo que ocurrid fue que la radiacion ultravioleta del Sol rompié di- chas moléculas, disocidndolas en hidrogeno y oxigeno. El hidré- geno, mucho mas ligero, fue escapando poco a poco al espacio oes que el oxigeno permanece hoy dia, formando OS como el acido sulfurico. MARTE, EL FRIO'Y ARIDO PLANETA ROJO rena . genes inferiores de la pagina 59) es el cuarto pla- e distany “ak solar en cuanto a distancia al Sol, orbitando a *Moximads. media de 230 millones de kilémetros del mismo, Ne su dig amente una vez y media la distancia Tierra-Sol. Aun- “metro es la mitad que el de la Tierra, ambos plane- LOS PLANETAS INTERIORES mathe oF) ables similitudes. Facilmente recong Cible s guardan not : on aati celeste por SU color rojo, no paso inadvertidg ax a antiguas civilizaciones. Los griegos lo Hamaron Ares lag tras el nombre de Marte se debe a to hijo d mie! e ni zeus y Hera, ™ are : 8 bel n v ‘on en dio a Co. sos romanos, que lo convirtier s de la guerra, bie Jupiter y Juno. ; Marte es el unico planeta que permite ver los detalles es u superficie desde ja Tierra. A diferencia de Venus, Cuya pera tua capa de nubes impide distinguir el mas minimo detalle de su superficie, Marte posee una atmosfera mucho mas tenue, mig incluso que la de la Tierra. La primera persona que tuvo el py. vilegio de observar la superficie de Marte fue posiblemente g neerlandés Christiaan Huygens (1629-1695), valiéndose de uy pequefio telescopio refractor de fabricaciOn propia. Obseryan. do el movimiento de una region negruzca de la superficie (que hoy conocemos como Syrtis Major) a lo largo de los dias, fue capaz de deducir que el periodo de rotacién del planeta rojo es practicamente igual al terrestre, de unas 24 horas. Apenas un lus- tro después, el astrénomo italiano Giovanni Cassini (1625-1712) descubrié la existencia de casquetes polares, que guardaban una sorprendente semejanza con los de la Tierra, si bien hubo que esperar mas de un siglo hasta que William Herschel sugiriera que estos casquetes estaban constituidos por hielo. No terminan ahi las semejanzas con la Tierra. El propio Herschel descubrié que el angulo de inclinacién dei eje de to tacion, la oblicwidad, es muy parecido al de nuestro planeta (aproximadamente 24°). Eso significa que Marte también po see estaciones, aunque como invierte casi dos afios terrestres en dar la vuelta al Sol y su 6rbita es mucho mas alargada a ” nuestra, no todas las estaciones tienen la misma duraciot La primavera es la mas larga, dura siete meses, mientras que e tro AL a duran seis meses y el invierno tan A ie a ocurre en la Tierra, la fisonomia de tac” nes ea experimenta también cambios con las serio sLigeaunia eee y verano de uno de sus = casi” nes pumerosas sefales de la presencia de agua en el pasado, tales como accidentes one cos aparentemante producidos por erosion de agua 0 hielo (ver imagen inferior), mminesales ~ de origen sédimentario 0 arcilloso, redes y cauces fluviales, entre otros, Ademds, se “ que existia una verdadera red fluvial en él subsuelo, qué conectaria unas regiones de! ole neta con otras. incluso hay indicios de que el planeta experimenté grandes riadas de nd _ hace unos 3500 millones de arios. N embar, Prong 8 su iNterig, a parte de ib “SeCundatia, a temperaty _. Agua liquida en las profundidades o helada bajo la superficie _Dénde ha ido.a parar toda esta agua? Recordemos que, en el caso de Venus, donde tam- “. pién se Gree que abundé e| agua en su pasado remoto, la mayor parte se evapord debide -. al efecto invernadero descontroiado y, posteriormente, las moléculas de agua se disociaron debido a la accidn de los rayos ultravioleta. Esie escenario es improbable en el caso de ot LOS PLANETAS INTERIORES arte y2 QUE: debido a au ate os - Sol, no experiments Sick: ‘ mo. Esto ha levado @ pensar 2 los Clentificos que Marte conserva bue invernaderg extrel pien en forma de hielo bajo su supericie, o incluso en forma Wiquic Na parte de esta ada Esta a ae oe que UNG de los principales fblsiosins . — pro 4 de Marte sea la busqueda de agua. Se sabe que los casquetes poleres ey mt cantidades de agua, si bien la mayor parte del tempo bajo una capa de hielo S00 grandes 4 iasonda Odyssey de ia NASA (en la imagen inferior, recreacion artist: (CO). En. 4 02 et i or, elo seco (CO, En za sj dret, coc arcs ania de ceoene ream are Sel aqua. alatitudes mas bajas (55°), justo bajo la superficie, En 2008, la también oaiageie sess 4 ; od gona Phoenix legé a tomar muestras por primera vez de agua en al artico Marciano, adema de folografiar una «nevadar. En total, se han identitficado mas de cinco milones de met = aibicos de hielo justo bajo ta superficie, suficiente como para cub 8a : rir @l planeta con un ooé ge 35 metros de profundidad. Se cree que, a profundidades mayores, podria haber pen i mas agua acumulada. / diss, “ Bie __ 1 APRNASA se tanzé en 2001 con et objetivo de estudiar el cima de Marte y tenon Su ewer 4 ith peewee LOS PLANETAS INTERIORES A pesar de la frecuente presencia de nubes, no Uueve Al descender la temperatura, en lugar de precipitar €n fo x agua, el vapor se condensa sobre la superficie en forma de en cha o hielo. En septiembre de 2008 el vehiculo de explorays® Phoenix (en la imagen inferior de la pagina contigua, @] oc donde la sonda aterriz6) tom6 fotografias de lo mas Barecig que podemos encontrar en Marte a una «nevada». Los copo, i nieve se evaporaban ante de alcanzar la superficie, un fenome no que bajo determinadas condiciones también se obserya en Tierra y se conoce como viTga. Terminaremos esta seccién retomando la disputa entre Lowell y Wallace en relacion a la temperatura de Marte, Aun. que las numerosas sondas enviadas al planeta han demosira. do que este ultimo tenia razon en cuanto a que la temperatura marciana deberia ser mucho menor que los 8 °C sugeridos por Lowell, hay que tener en cuenta que una cosa es la temperatura que marca un termémetro y, otra, nuestra percepcién térmica Por ejemplo, al tocar un fragmento de metal y un trozo de ma dera en invierno, el primero nos parece mas frio, cuando en realidad ambos se encuentran ala misma temperatura ambien- te. La razén es que el metal es un buen conductor del calor, por tanto, este fluye mas facilmente de nuestro cuerpo a dicho objeto. El viento tiene también un efecto sobre nuestra percep cidn térmica, ya que ayuda a evaporar la humedad de la piel y esto aumenta la sensacién de frio. Los meteordlogos tienel en cuenta todos estos factores para dar la llamada asensacion térmica» en sus partes meteorolégicos, junto a la temper ature del «termémetro». Ya que la atmosfera de Marte es mucho mas tenue que la nuestra, el calor «escapara» con mas dificultad & nuestro cuerpo y la sensacién de frio seré menor. Aplicant? las mismas técnicas que se emplean en el clima terrestre,! : meteordlogos pueden calcular cual seria la temperatulé ; de Marte enviadas en 2005 por el vehiculo ta atardec rit de la NASA (ver imagen superior de lané “Trestre prover ne muestran un disco solar de color andar, ei) pstas malo también de color azul. La explicacién e, at do 0 5 €8 un poco for compleja que en el caso del crepisculo terrestre weds 4s as propias particulas del aire, entran también en a 5 las de polvo que, ademas de dispersar la luz, como rre con las moléculas del aire, tienen la propiedad de absor- ioe arte de la radiacion. Estas particulas de polvo estan com- — fundamentalmente de Oxidos de hierro, que absorben en todas las longitudes de onda excepto las correspondientes al color rojo, que son reflejadas, de ahi su color rojo. Al estar sus- pendidas en la atmésfera, Juegan un doble papel: por un lado, dispersan (desvian) parte de la radiacién azul (como hacen las particulas de aire) pero, por otro lado, absorben parte de esta radiacién azul. El color resultante depende de la competencia entre ambos efectos, y es necesario recurrir a modelos ma- tematicos para discernir cual de ellos sera el dominante. Por ejemplo, un estudio reciente realizado por el matematico esta- dounidense Kurt Ehlers y colaboradores concluye que el efecto dominante depende del Angulo de observacidén con respecto ala direccién del Sol y de la cantidad de atmdsfera que debe atrave- sar la luz. Durante el atardecer (o amanecer), al mirar en direc- cién al Sol, el Angulo de observaci6n es pequeiio y el recorrido dela luz por la atmésfera es maximo. En este caso, termina do- minando el color azul. La explicacién matematica es compleja, “ye el lector puede quedarse con el sugestivo contraste entre oe planeta azul con creptisculos rojos, y Marte, el planeta n crepisculos azules. LOS PLANETAS INTERORES he cariTuLo 3 pertertliiTETOOEDLTEVUPEUETEL CEI habe iys tt 7 ptt igen v SOOO Ep 4, yitl ios planetas gigantes Mas alla de la region del cintur6n de asteroides se hallan los cuatro grandes colosos de gas y | hielo: Jupiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos | planetas exteriores, de vistosos colores y envueltos en mantos de nubes aparentemente apacibles, albergan los fenédmenos meteorologicos mas violentos y extremos | de todo el sistema solar. Apesar de que los cuatro planetas exteriores se formaron a par- tir de la misma nebulosa primigenia que dio lugar a los planetas interiores, las condiciones en que lo hicieron fueron muy dife- rentes. Los planetas interiores se formaron en la proximidad del Sol, sometidos a.su calor y al chorro de particulas emitidas. Unas condiciones que hicieron imposible la retencidn de elementos li- getos como el hidrégeno y el helio, gracias alos cuales tuvo lugar el engrosamiento de los planetas gigantes, formados en un dre mas alejada y, por tanto, mas fria del disco de la nebulosa solar. En esta zona también se formaron protoplanetas que, ademas de Sean nc 80, contenian hielos de varios tipos. Estos, al alcan- aatrap ae a varias veces superior al de la Tierra, comenzaron ian Sai los gases de hidrégeno y helio que “ calor " do mantener en esta region més alejada, a salvo de : , viento solar. A medida que su tamaiio iba aumentan- '“Ambién lo hacia su gravedad, atrapando mas y mas gas. El Se cuatro enormes bolas de gas, el cuarteto de pla- ti omposicn €s, conformados por unos nucleos de hielo y roca. * Por tan; ‘clon es muy parecida a la de la nebulosa primigema » también a la del propio Sol. Mientras que en los LOS PLANETAS GIGANTES i) planetas interiores el oxigeno es el elemento mas abun atte los planetas exteriores (figura 1) domina el hidrégeno, bien : forma molecular (H,), bien en forma de otros Compuestog ¢ q amoniaco (NH,), metano (CH,) 0 agua (HO). thy Segtin hemos visto, el clima de un planeta viene determin en gran medida por la cantidad de luz que recibe de] So), La o diacién solar es la responsable, por ejemplo, de las abrasado Ta. temperaturas diurnas de Mercurio, del efecto invernadeyo ‘ie controlado de Venus, o de la circulacion atmosférica terrestra En el caso de los planetas exteriores, debido ala enorme distan. cia que los separa del Sol, la cantidad de luz que reciben eg thie chisimo menor y, por tanto, es de esperar que se trate de Mundos mucho mas frios que los terrestres. Como ya sabemos, es Posible determinar la temperatura de un objeto distante, como un plane. ta o estrella, a partir de la radiaciOn que emite. En el caso de un planeta, la mayor parte de esta radiaci6n corresponde a la zona del infrarrojo, con lo que es necesario recurrir a instrumentos URANO NEPTUNO SATURNO 00200 0 Temperatura (8) 200 3000 100 200 3000 Temperatura (K) Temperatura (K) “400 200 3000 to0 Temperatura (K) i ara Estructura de la atmésfera de los planetas gigantes. El cero de la escala de allitud corresponde a [a altura P la cual la presién es 0,1 atm. 76 LOS PLANETAS GIGANTES juz que proviene de esta parte que canter Los cuatro planetas gigantes oan ao elec. froma aii atmosfera, con lo que estas medi as pry e tos por yna 8 ion de la temperatura del manto nuboso, Porcionan informac e obtienen con esta técnica son ~150 °C mpera- juras que § Saturno y -214 °C para Urano y N. Para Jepiter, °C para au . y Neptuno, Exce to 178 jso de Urano, y aun tratandose de temperaturas baits) D enel valet son mayores que los que cabria esperar 4 pala erg que reciben y reflejan del Sol. Este curioso fenéme. yo sugiere que gopner, Saturno y Neptuno poseen una fuente jecalor interna suficientemente intensa como para modificar la temperatura de su atmésfera y, por tanto, influir en su climato- Iogia. Los cientificos creen que este calor interno se origin6 du- ante la formacion del planeta, cuando la energia gravitatoria se transform en energia térmica, la cual se ha ido liberando poco apoco, en un lento proceso de enfriamiento. La Tierra tiene tam- pién una fuente de calor interna, originada por la desintegracién de sustancias radiactivas en su interior, aunque apenas tiene in- fiuencia en la temperatura global del planeta. Otra caracteristica llamativa de la meteorologia de los planetas ggantes es su sistema de vientos (figura 2). Si el conocimiento de los vientos terrestres fue posible gracias a las expediciones de los navegantes que surcaron mares y océanos a partir del siglo xv, elde los vientos de los planetas exteriores se debe en gran me- tida a las expediciones de los vehiculos espaciales no tripulados Pioneer y Voyager realizadas en la décadas de 1970 y 1980. Gra- “Hs a estos ingenios, sabemos que Urano y Neptuno poseen un roe de vientos sorprendentemente parecido al de la ail vtopie Cae en direccién este-oeste sobre la zona oo. a tal este (similar a nuestros vientos alisios), y acre sls Coientee “ latitudes mayores en cada hemisferio ( gas ce : chorro). En Jupiter y Satumo los vientos tam" nen en bandas paralelas al ecuador, pero hay al menos es el sentido de la corriente, ones ién tiene ema de bandas zonales. Dado que e cbull agers Nees vien rostérica terrestre es la radiacion solar, ¢ ébiles, S de los planetas exteriores fueran mas ’ O12 = LS PLANETAS GIGANTES Distribucién de vientos zonales en las atmdsferas de los planetas gigantes. muestts minuyendo ademas con la distancia al Sol. Las medidas Jocidades que es justo al revés, En Jupiter, los vientos alcanzan ve ino pu tres veces mayores que en la Tierra, mientras que eM re pln 8 den ser hasta diez veces mayores. De hecho, en este oe srt? observan los vientos ms fuertes de todo el sistema = ge det en el caso de sus temperaturas atmosféricas, se cTee al al calor interno que desprende el planeta. LOS PLANETAS GIGANTES janetas gigantes también albergan las m: S Eon son visibles desde la Tierra, Como | ‘de Jupiter, un enorme anticiclon de un di qierra que ha permanecido en sy atm os tiltimos 300 afios. Otras han sido ob ayores tormen. ‘a Gran Mancha ametro Superior Osfera a] Menog te | " . Servadas gracj en das espaciales enviadas desde los afiog setentg celaign a asado. SU longevidad y virulencia es otra de las muchas ees a que los cientificos planetarios intentan comprender, jopiTeR, GIGANTE ENTRE GIGANTES fs el planeta exterior mas grande y mas préximo al Sol. Su di4- metro es unas once veces el de la Tierra y su masa unas 300 veces mayor, equivalente a dos veces y media la del resto de planetas y objetos menores, como lunas © asteroides, juntos. Su densi- dad promedio es de 1,33 g/cm? (es decir 1,33 veces mayor que ladel agua), lo que supone menos de una cuarta parte de la de la Terra. Esto significa que debe estar compuesto fundamental- mente por elementos ligeros. Las medidas realizadas confirman que su composicion es muy parecida a la del Sol, con wn 99% de hidrégeno y helio. A pesar de disponer del «combustible» ade- cuado, hubiera necesitaco una masa unas 80 veces mayor para {ue se iniciasen en su interior las reacciones termonucleares que lo hubieran convertido en la segunda estrella de nuestro siste- m Solar. Su composicién gascosa y su rapida rotacién (da un sto completo en menos de 10 horas) producen wn cierto achata- Mento de su zona polar. 2 Su Sine ce ee cinco veces mas lejos del Sol a ein Btperando a maatio hace que sea Tacthmente a sallente telabsvect ne luso en magnitud a Sirius, la estrelia ole "Nel firm, ~ : aclagiroen Lomo also ne (invierte casi doce anos en Ce Ws antiguos Manos le di sala tal vez las ERROESS por soe ” mitologia. ; dems de nein eee dl peincipal oa nes con telesco- Pid doy fe © Tealizar las primeras observacione oes is Nela, Galileo descubrié sus cuatro lunas May eleste. Su intenso brillo ysucadencioso MoV LOS PLANETAS GIGANTES La prediccion meteorologica para la Gran Mancha Roja y otras denominadas lunas galileanas. A través del telescopig an de Jupiter muestra un conjunto de vistosas franjas ar dig todas ellas orientadas en paralelo a] aes Y 0g. Uadoy, curas alternantes, i uras, de color rojiz i Las franjas mas oscurds, jizo, reciben el nombre bandas 0 cinturones, e se trata de estructuras permanente: S, Varian nan zonas. Aunqu lentamente de anchura, color e intensidad. Lejos de ser } géneas, ambas estan Wattatee una serie de perturbaciones en f Por de plumas, remolinos, laz extant diferentes tonalidades, desde e] ie tormentas es que permaneceran ji co hasta el rojo. Algunas de estas fo; indefinidamente, a pesar de los maciones surge intensos vientos en su periferia. cuestion de dias 0 Seen af De hecho, esta persistencia es que otras muestran una eae uno de los misterios acercade los = fe longevidad. Entre estas tltimas, la mas llamativa y célebre es sin duda planetas gigantes. la llamada Gran Mancha Roja (GMR) ANpREW INGERSOLL (figura 3), una gigantesca tormenta nue en forma de dévalo, situada en el he misferio sur del planeta, que ha permanecido en su superficie al menos desde mediados del siglo xvu, donde fue claramente a por Giovanni Cassini. Parece ser que el astronomo usd = ‘ a como referencia para determinar el periodo de rotacion = planeta. Actualmente es lo bastante grande como para abat- ne veay media el didmetro de la Tierra, aunque se han regis ‘es eee con mayor tamaho. Comparada con las tormer- ameiieerie ; ae extinguen en dias o semanas a lo sumo, la Hl area ' a GMR es excepcionalmente desmesurada. Sevan ‘i ir de esas formaciones no se comenz0 la espectroscopi ‘ ire elsiglo xx, en gran medida gracias@ fie le rad ets . na técnica consiste en descompone! ¥ ana Harentogtamae Sei que llega del planeta &° sus hake fake a es de onda y permite estimar !a tempera ue ls corner el Planeta e incluso identificar los elementos temperatura a virmos que un objeto a una determina? : emite radiacién electromagnética. Para el rane? LOS PLANETAS GIGANTES mientras que las de color claro se de Ton). ba, Jtiter con ta eee, — tonsa, piter, con | ; mad a Gran Mancha Roja (GMR) en ta mitad inferior. A su derecha, 28 por la g I telescopio espaci : MIR Y las corrientas se ete a lo largo de un peri iodo de 20 afios. Sobre imagenes de la GMR estas liiteas, esquema LOS PLANETAS GIGANTES at de un planeta, la mayor parte de esta ry dor, , temperaturas oe ; oe meeponde a la zona del infrarrojo, con lo que las iMigene infrarrojas de la superficie del planeta son de gran utijig ad Ney determinar la temperatura de las diferentes Tegiones, Dos q fueron revelados: Dor un lado, se SCrOnin Ae Jupiter EMite pas el doble de energia de la que recibe del Sol. Esto indica aue g planeta posee una potente fuente interna de un calor que " acumulado por el planeta en la etapa de su formacién y ial, venido liberando a lo largo de los ultimos cientos de millones de afios, La temperatura deducida en la parte alta de sy atmdsfor fue de 150°C, pero la existencia de la fuente interna de calor in, dicé que esta temperatura iria aumentando gradualmente a Te dida que nos adentraramos en el planeta. Por otro, se obser que la intensidad de radiacion infrarroja emitida en las zonas er mucho menor que en los cinturones y, por tanto, la tempera, ra también. Dado que esta aumenta con la profundidad y que la radiacién que nos llega proviene del manto nuboso del planeta esto significa que las nubes de color oscuro que observamos en los cinturones se encuentran a altitudes mas bajas que las nubes claras que se observan en las zonas. Apartir de estas observaciones, y del conocimiento dela circ lacién atmosférica terresire, los cientificos planetarios han llegr do ala conclusién de que las zonas y cinturones se corresponden con regiones de gas ascendente y descendente, respectivamente (figura 4). Segtin este modelo, las zonas corresponderian a rege nes de bajas presiones, donde el gas calido asciende, enfriande- se, formando nubes altas y, por tanto, frias. Serian andloges@ bs regiones ecuatoriales terrestres, donde el aire tiende a ascendet debido al mayor calentamiento solar. Los cinturones, por el COP frario, se corresponderian con regiones de altas presionesy & descendente, dando lugar a nubes a menor altitud. En defini va, estos movimientos convectivos serian analogos @ las cel de Hadley dela Tierra, Por otro lado, el gas tiendea desplazars’ ce las regiones de mayor presidn a las de menor presion. Esto le que, al llegar al techo de la troposfera, el gas en ascenso en P Zonas se desplace horizontalmente en direcci6n a los cinturo" adyacentes, de meno id | movirniem!? r presion. De no ser por el LOS PLANETAS GIGANTES “ontales Ventas . ESQUEMA DE VIENTOS ZONALES Gas caliente en ascenso Sumidero de gas fresco Al centro del planeta Wovimientos de conveccién en las zonas y cinturones de la atmdsfera de Jipite. Los = Serian regiones de alta presidn, en las que el gas frio desciende mientras que tee responce a regiones de baja presidn y gas ascendente, Como en la Tera Rrapida “ie nden a desplazarse de las zonas de alta presidn a fas de baja presen pero alee cor ne slipiter provoca que estos se desvien en direccion este U = Con el efecto Coriolis, Ntaei4 ene * originarian corrientes de sur a norte 0 de norte a sur Como sie a dicha rotacion da lugar a la fuerza de Coriolis, que, ORSte. Mos, tiende a desviar la corriente en direccion este U ; to convierte las corrientes de conveccion en bandas ho- nrg rodean el planeta. En la Tierra, el resultado - los Ortientes ¢ que ocurren a nivel del mar en zonas tropicales, ¥ 'S de chorro, que se dan a latitudes mayores en la par LOS PLANETAS GIGANTES troposfera, en la frontera ne las diferentes cé de Hadley. Bstas corrientes de Cher HY O ost rvan también 6sfera de Jupiter, justo en WA entre las zonas oa Como la velocidad Te mucho mayor en Jtipiter , fecto de la fuerza de Coriolis tambien aumenta. e A finales de la década de 1970, las sondas Voyager j ¥ 2p saron a unos miles de kilometros del planeta, Proporcionang imagenes sin precedentes de] mismo. La Voyager 1 obtuyo tha «pelicula» de la evolucion del manto nuboso que puso de ina nifiesto la frenética actividad y variabilidad de las nubes jovia. nas. Por todas partes surgian nuevas formaciones que desapa. recian en cuestién de dias. Se observo con gran nitidez cémno eran arrastradas por los vientos zonales. También revelaron que las corrientes de chorro entre zonas y bandas eran en realidad dos corrientes viajando en sentidos opuestos que dan lugar a torbellinos. La propia GMR esta confinada entre dos de dichas corrientes enfrentadas que, al encontrarse este obstaculo, lo 1 dean en sentido contrario a las agujas del reloj mientras !a propia mancha permanece casi inmévil, desafiando los fuertes vientos Como sabemos por la experiencia terrestre, el sentido de giro de Jas grandes masas de aire que conforman los ciclones y antic clones no es aleatorio, sino que viene determinado por la fuerna de Coriolis. En las regiones de bajas presiones se forman come tes de aire ascendente. El aire circundante se mueve en direccion a la zona de baja presién para ocupar el] vacio creado pero, a mismo tiempo, es desviado por la fuerza de Coriolis, dando como resultado una corriente que gira en sentido antihorario, & el he misferio norte, y horario, en el hemisferio sur. En las zones de altas presiones el efecto es el contrario. El aire desciende ¥ des: plaza radialmente al aire circundante, e] cual a su vez S° ne dando lugar en este caso a un movimiento de rotacion en sent horario en el hemisferio norte y antihorario en el SUZ. dl En Jupiter se observa este mismo fenémeno. En las ea : tratarse de regiones de bajas presiones, los torbellinos gran sentido antihorario en el hemisferio norte y horario en?” ferio sur. Se trata, por tanto, de tormentas anticiclonic® cinturones, el efecto es el contrario, dando lugar 4 ie Mas te alta de la ah LOS PLANETAS GIGANTES fe GMR que, como mencionamos, se en ‘ cue y gira en sentido antihorario, seria poy on en el tha ¢iClee gur isferio § ticiclénica confo pe commenta. art rmada Dor nubes ata eno echo que dej6 desconcertados a los cientificgs fue que Ua o de los cuatro meses transcurridos entre la legad sen al iE at das Voyager a Jupiter, los vientos zonales man aie ies tamente la misma velocidad para cada latitud, nate asain 4s sorprendente si tenemos €n Cuenta que Ios chit i ait rimentan fuertes cambios en su coloracién a lo largo ie meses 0 anos Y; ademas, van acompafiados de remolinos y otf88 formaciones que aparecen y desaparecen en cuestién de jigs. Como lo definié Andrew Ingersoll, el contraste entre Ja re- wridad de los vientos zonales y los agitados torbellings que arecen y desaparecen Son una muestra de cémo el orden pue- de surgir del caos. Todavia no se dispone de una tnica teoria para explicar el origen de esta compleja actividad atmosférica. Algunos especialistas sostienen que, como en Ia Tierra, e! mo- torse encuentra en la energia que el planeta recibe del Sol. Otros opinan que, dada Ja lejania del planeta, el origen debe hallarse en al calor interno del mismo. Se estima que el micleo de Jupiter se encuentra a una temperatura de unos 30000 °C. Elmantfo nuboso de Jupiter ‘ ee que en Ja Tierra los fenémenos meteoroldgicos tienen extiey én la troposfera, la capa mas baja de la atmésfera, que se nde desde la superficie terrestre hasta una altitud de unos Dor encima de la cual comienza la estratosfera. La tempe- su oe la troposfera decrece con la altura, estabilizéndose en Se tate alta. Por analogia, en el caso de Jos planetas #140 haltitng : - or convenio el limite superior de Ja tropasfera come ° curr la cual la temperatura se hace minina. En Jupiter, © 4 una altitud de unos 30 km por encima de las nubes Meson es Cait ia temperatura alcanza un valor de -160 *Cyla Mel dy Proximadamente una décima parte de Ja terrestre 4 Nar (es decir, 0,1 atmosferas). Al no tener una super > VY; i" LOS PLANETAS GIGANTES fcie solida, su troposfera nO ain seh detinide, edida que descendemos, rant P a ternperaty, 2 incrementando. Por ejemplo, a una profundidad de tp mor la temperatura ha a. anos 20 grads bajo ceny ja presion es de unas cinco aero eras. La radiacion electromagnetica que emite un planeta o estrell, nos permite determinar, ademas de a temperatura, su composi, cién. Cada sustancia absorbe radiacion en ciertas longitudes d onda, reflejando el resto. Mediante el espectrometro €S Dosible identificar estas longitudes de onda absorbidas conocidas comg Kneas de absorcion. Como estas son tinicas para cada elemento, constituyen una especie de cédigo de barras univoco. Gracias 3 ello, en la década de 1930 se descubrié la presencia de metang (CH,) y amoniaco (NH,) en la luz reflejada por las nubes de Ji piter. El hidrogeno molecular (H,), mas abundante pero también mas dificil de detectar, se descubri6 en 1960. El caso del helio es atin mds complejo, ya que absorbe radiacion en la regién del ultravioleta, en longitudes de onda que no consiguen atravesarla atmésfera terrestre. En este caso, su deteccién fue posible gr cias al espectr6metro ultravioleta instalado en la sonda Pioneer 10, que pasé junto al planeta en 1973. Conociendo a qué temperatura y presién se condensa cada una de estas sustancias, los cientificos han especulado que d& ben existir en Jupiter tres capas de nubes (ver figura 1). la ca superior, situada a unos 30 km bajo la tropopausa, consistina en pequefios cristales de amoniaco (NH,). Estos serian los pane les constituyentes de las zonas, dandole su tonalidad mas - La segunda capa se sitéa a unos 55 km de profundidad ¥ vs formada por hidrosulfuro de amonio (NH,HS), una ct del amoniaco y del sulfuro de hidrégeno (H,S). La tercera¢ : a.unos 100 km por debajo de la tropopausa, estaria pa gotas y cristales de hielo de agua, que se corresponden# “ade nubes azuladas. Estas dos capas nubosas mas bajas, m4 o son las nubes que vemos en los cinturones. ast Curiosamente, los compuestos que forman las tres — “ mubes son esencialmente incoloros, con lo que sigue 51 fro derse bien el origen de las variadas tonalidades ave 9° LOS PLANETAS GIGANTES | ora joviana. Se cree que estos se deben a jp atmo” nuestos 0 elementos, Como azufre, fésforo ganicos. trazas de 0 incluso pitas s oat puestos or 0 algun paseo por las nubes de Jupiter Un | ito pale) paseo Pola bes de xstioo ce improbable) P ®8 de Jpiter a bord jn ioboo driible | plpaseo comenzaria en la parte alta de la atmésfera, por enci- adel techo de nubes, donde la presion es de 0,] atm, es decir, una décima parte de la presiOn media terrestre a nivel del mar. Als, la luz del Sol nos llegaria en toda su plenitud, aunque se- faescasa pues, por su posicin, Jupiter recibe 27 veces menos juz que la Tierra. Tan poca, que la temperatura no superaria los 150°C bajo cero. Durante el dia, que dura algo menos de cinco horas, el disco solar destacaria en el cielo, pero se veria seis ve- ces mas pequefio que desde la Tierra. En compensacién, goza- | tamos del espectaculo de sus cuatro lunas mayores: fo, Europa, Ganimedes y Calisto, que frecuentemente producirian eclipses teSol. A simple vista, el tnico planeta apreciable seria Saturno, mostrando un brillo modesto. te desplazarnos en longitud podriamos aprovechar las ré- Didas corrientes de chorro, que pueden alcanzar los 600 kavh. be omen trasladamos desde una punta 8 otra del pla- Ndrfam ds Cuanttas semanas. Para cambiar de sentido, solo e chon S$ que modificar nuestra latitud para coger la corriente fonters Gieoee Esta maniobra seria delicada porque en la Olinos y a cinturones y zonas tendriamos que atravesar re- tty 8 ag o turbulencias. Si nos desplazaramos desde las Petatura Gee a los polos, encontrarfamos que ae Cahismo ae Cambia, sefial inequivoca de que om oC &, Sie el calor por todo el planeta. Con ‘Vez @ amos deleitarnos con alguna aurorapolal : * Nog 30 rad la parte alta de la atmdsfera, ,descenden@ km cruzando el primer manto de nubes, unos cirros LOS PLANETAS GIGANTES a7 88 compuestos por cristales de amoniaco. La temperaturs , de unos 120 °C bajo cero, pero la presién seria comparabjy. terrestre. El cielo es de color negro azulado, surcado POT he ak sas nubes multicolores. Mas abajo, las altitudes son mig ane y el cielo se ira tornando de una tonalidad entre roja y Many una profundidad de unos 125 km, en la base de las nubes gg : A de agua, la temperatura puede ser de unos agradables 20 °¢ 3 " si bien la presion comienza a ser un problema (5-10 atmsfera Mirando hacia arriba ya apenas veremos la luz del Sol, bloaue | por una gruesa capa de nubes. Es probable que Iueva, aunque esta lluvia no mojara ninguna superficie, porque no hay ningtn terreno sélido sobre el que caer y, en cualquier caso, al descen. der a zonas mas célidas, terminara evaporandose y volviendo manto de nubes. La oscuridad es total, apenas interrumpida por los relampagos producidos en el seno de las enormes tormenta, Si descendemos 100 km mas las condiciones se vuelven m- cho mas hostiles. La temperatura habr4 ascendido hasta unos 150 °C y Ja presién hasta unas 20 atmésferas. En esta regidn fue donde perdié el contacto la sonda Galileo, que se sumergic a la atmésfera del planeta en 1995. Justo aqui terminaré también nuestro viaje. No es posible llegar hasta el centro del planeta en ningtin ingenio imaginable. Mucho antes, nuestra nave sé fund ria y vaporizaria, y sus 4tomos se disolverian como mintisculas gotas de agua en un gran océano. Descendiendo a las calderas del coloso directas Wu Aunque se perdié para siempre, las Gnicas medidas as nda que, = disponemos del interior de Jupiter se deben a esa So 4 llegar a Jépiter con su nave nodriza, se desacopl6 y tr it a través de su manto nuboso. Antes de enmudecer log? ; iD datos durante 58 minutos, durante los cuales recortl? era de? de atmésfera. Cuando dejo de transmitir, la tempera? 153 °C y la presién de 23 atmésferas. fund Aunque no hay medidas directas de la atmésfera 4 a mo- dades mayores, los cientificos planetarios han elabor LOS PLANETAS GIGANTES amaticos para describir sus propiedades t von, 12 temperatura 0 la composicién, apartir ja presi? — mos, como el tamafio, su densidad 9 que § a de su atmésfera. Segtin estos Modelos e des? consistiria en tres grandes capas. La mai eta a xtiende desde el manto de nubes qu aleg como de Valores la Nergig el interior as externa, 00 km, est4 com hasta una profun. jdad de unos 200 4 i i fundamentaimente nidrogen© molecular. Bat ug e€ unos 1000 km, la presién pot tas 100000 atm y el hidrégeno comienza a comportar i un liquido, haciéndose paulativamente mds denso : a nte. A una ae take 20000 km comenzaria la segunda Capa, de unos m de espesor. En esta region, la presin supera los millones de atmosferas. En estas condi- ciones, los electrones se desligan de los protones, moviéndo- se libremente, lo que permite Ja conduccion de electricidad, como ocurre en los metales, de ahi que el hidrégeno en este estado sea conocido como hidrdgeno metdlico, Una evidencia indirecta de estas corrientes internas podria ser el gigantesco campo magnético del planeta. Por ultimo, estaria el ndcleo del mismo, compuesto por roca y hielo, es decir, por elementos mas pesados. La temperatura aqui podria ser de 30000 “Cy lapresi6n de 80 millones de atmédsferas. Muchisima, pero no suficiente como para iniciar la fusion del hidrégeno, que habria convertido a Jupiter en una estrella. - SATURNO, EL SENIOR DE LOS ANILLOS ae Venus y la Tierra son, en muchos aspectos, planetas ’S, también lo serian Jupiter y Saturno. Este es el segundo ts nl de nuestro sistema solar, con un diametro ae Hipiter haa 9,5 diémetros terrestres, un poco meaet ee eno Yel hel o Componentes principales son tambien el _ “i hamente Y Se cree que posee una estructura de ae a Manto 4 wa @ la de Jipiter: un miicleo rocoso, TON tena de hidrégeno liquido que, a su ve#, estatia TO abs “Sa capa de hidrogeno molecular (figut 5). Des LOS PLANETAS GIGANTES Modelo del interior de Jupiter y Saturno, mostrando su nucleo rocoso, y las capas de hidrdgeno metalico, hidrégeno liquido y finalmente su atmosfera gaseosa. Me Tierra, observamos apenas su manto nuboso, de un color ana rillento-anaranjado. Las fotos de las sondas Voyager tambien re velaron la existencia de franjas, pero estas son mucho a marcadas que en Jupiter, déndole un aspecto mas uniforme J menos colorido. Saturno se encuentra al doble de distan ! En un sistema solar a escala, con Ja Tierra en 9 de! Sol, Jupiter lo harfa a unos cinco metros, Y “ u on fi A simple vista, no pasa de ser un puntito brillan ae — mento. Galileo, al observarlo con su telescoplo a etal Medio trafios l6bulos», uno a cada lado, que no SUpO a con Ul siglo después, en 1655, Christiaan Huygens, ©4 ror telescopio mas potente, acerté a identificar las . servacion® como un anillo plano que rodeaba el planeta. Las Jo 0 posteriores revelaron que lo que parecia ser 4 cia del Soi que Jispiter unmet 5m solo all! LOS PLANETAS GIGANTES una sucesiOn de miles de anillog tien ae alidad tr6nomos profes} a dia de h, at tanto a los astro Protesionales como tambc oy i en a psc ; nados. . 108 gficio piter, la répida rotacién de] planeta — mn _ J one miento de los polos, mds acusado en el caso giertO a pesar de que su tiempo de rotacioén —jo dur: Js Soo a gaturniano— es similar al de Jupiter (unas i de wai sugiere que el interior de Saturno eg Menos rigi : 135): | de Jupiter, lo cual apunta a que su capa de hidrogen, ue & (dihidrogeno, H,) es mucho mas Sruesa, haciendo e la densidad de Saturno sea meno: molecular ademas qu Y que la de su permano Mayor Tica ideale ali gaurno, como Jupiter, emite mas radiacion de la que recibe ja Sol, concretamente, dos veces y media mas. Esto significa que también posee una fuente de energia interna, pero, segtin los rilculos, esta no procede solo del calor acumulado durante sy fomacién. De donde procede el calor adicional que desprende interior? La explicacion mas aceptada fue la ofrecida por dos astrofisicos, Edwin Salpeter (1924-2008), de origen austriaco, y eneozelandés David Stevenson (n. 1948), a mediados de Ja dé. cada de 1970. Ambos relacionaron esta cuestién con otra para [a que no se tenia explicaci6n, que era la menor cantidad de helio enla atmdésfera de Saturno, en comparaci6n con la de Jipiter jcon la del propio Sol. Como podia ser si todos procedian de ’misma nebulosa primigenia? Salpeter y Stevenson hicieron ia propuesta ingeniosa para explicar y vincular ambos fend- oe Imaginaron que Saturno, al ser algo mas pequefio que ‘pller, se habria enfriado més rapidamente, desencadenando motdensacion del helio gaseoso en gotas de helio liquido que ' ae al Interior del planeta como si de lluvia se — ie Satur Caria la menor cantidad de este gas en la atmé - Bas de a otro lado, la friccid6n de ingentes oie a icional “v0 Con el hidrégeno circundante — a Cree fe aparentemente alimenta la «caldera» = . ns ep tgs y ts ae proceso comenzé hace unos 2000 a Mismg fenémenc. se encuentra proximo a experim LOS PLANETAS GIGANTES gt La aimésfera de Saturno La atmésfera de Saturno esta formada, como los compuestos mas simples derivados de} éeaty deh: ; oxigeno y nitrogeno: metano (CH,), amoniacg oe hicks ' agua (H,O). Tambien, como en Jupiter, tas Hitbox! se distribuyen en capas: la mas alta, de crigt *S de co, una intermedia de hidrosulfuro de amonio (NEE Tonia capa inferior de cristales de hielo de agua. 8) yy Teniendo en cuenta la similitud entre sus atmés | extrafio que estos planetas sean tan diferentes eN aparienen + explicacién parece encontrarse en la diferencia de mee ambos colosos. Al ser Japiter tres veces mds Masivo hat gravitatoria sobre su atmésifera es mucho mayor, Samain do sus tres capas de nubes en una rango de unos 75 km, oid tras que en Saturno esas mismas capas ocupan unos 30) kn Esto hace que las mas profundas, responsables de los colores mas oscuros e intensos, estén parcialmente oscurecidas pork gruesa atmdésfera que yace sobre ella. Aunque esto explicang el color mds homogéneo y apagado de Saturno, el origen dela diferentes colores es, como en el caso de Jupiter, incierto. | A pesar de su aspecto apacible, la atmosfera de Satumo # ve surcada por fuertes vientos en direccién este-oeste, similares a los de Jupiter, pero de mayor intensidad, pudiendo alcanu velocidades de hasta 1800 kni/h en Ia zona ecuatorial (figura?) Estas corrientes dan lugar también a remolinos en forma évalo, menos marcados que los jovianos. Sin embargo, - en cuando gigantescas tormentas irrumpen en sv it _ hb 2010, la sonda Cassini (ver imagen en pagina care érbita de Saturno desde 2004, fue testigo de una de eo tas que, avanzando a gran velocidad, llegé arodear Se conve completo. Seguin los registros previos, estas tormen omie,ct | ventes» parecen ocurrir cada 30 anos lo que, corso Sa ales de Fons feras, Parecg Aoi | cide con el periodo orbital del planeta. En los aS cual se han registrado apenas media docena de a seni em ea ocurren, se trata de fenémenos espectaculares bes z are ae ae " acompafiadas de fuertes descargas eléctricas, T fotografiada por la sonda |. Para entonces, a cola de la tormenta rodeaba ya completamente el plata. hemisferio norte de Saturno, formada en diciembre de 2010y GIGANTES LOS PLANETAS GIGANTES LOS PLANETAS yee bee 0 Se ee oe © Gitima vez el planeta Saturno, gale Vee PPre Bperie oe Gn Su atméstera, emulan que hizo la sonda Galileo en Jupiter. Aunque el objetivo de esta Ultima Maniobra, baiji & 10 el Grand Finale, 6s evitar una colision fortuita de la sonda con alguna Ce las iy i ie acerca de. la atmdsfera del-planeta ¥ observer mes de cerca que AUNCA sus Ho ditimos minutos de la sonda, antes dé perder contacto con la Tierra; serén fre todos sus sensores recogiendo datos de taco tipo, de-su campo magnético, de icion do la atmédsfera, de tos vientos... pero, tendra tlernpo también para. captar Sobrevygy Di © sin precedentes de sus anillos y nubes. - to que, posiblemente, Cassini nos mostrara ~ tumo obsetvado desde su manto nuboso. Aun brillando 100 veces menos que en la Trea } elastro rey dominard el cielo diurno. Seguramente; cuando sus rayos atraviesen log Cristaleg | © de hielo de las nubes de amoniaco, produciran bellos efectos dpticos, similares a Nuestrog : halos y parhelios (un fendmeno producido por la reflexion de la luz solar en las nubes que da . lugar a varias imagenes del Sol dispuestas simétricamente). El cielo se vera de un color az = oscuro, qué sé ira volviendo mas amarillento a medida que nos sumerjamos en las nubes, {. Salvo que nos encontremos justamente ef el ecuador, podremos disfrutar del especticul ©° producido-por sus anillos (ver imagen inferior), dispuestos en forma de arco y surcando toda.) & la béveda del cielo. De noche; sobre’el firmamento estrellado, quiza podremos deleitaros 5° con el panorama de sus lunas, si bien, aunque se han identificado ya mas de media centé- » ©. Nar, la mayoria son pequefiasy las mayores estan muy alejadas del planeta. Titan, por een | 2 plo, fa mayor de todas, se veria como la mitad de nuestra Luna y mucho menos biillante, ya que refleja una porcién pequeria de ia luz que recibe del Sol. en 2013 por la érbita alrededor de Satumno, “ 6 aprecia él = eu sistema de anillos. Mas abajo, seiralizac’ con une fecha. apreoia la Tie" ‘visite como U" : pequetip pur azul. LOS PLANETAS GIGANTES ate Bor I ab! ANillos, im 1 Meticgs, con iS Com 0: i imagenes | Adelanténdonos a estas imagenes historicas, podemos imaginar cémo sera el Cielo de Ss. i Fotografia tomada sonda Cassini, e tes relampagos que han sido fotografiados tanita i ga Cassi ies a5 nan EL GIGANTE DE HIELO l) 1 » pasa de ser un débil puntito de luz en ¢| — osiblemente, fue confundido Con una estrella en g vento pe o. Su descubrimiento se atribuye al astré io do antigu' - 5 momo William Herschel quien, en 1781, se percato del movimiento del objeto gore el fondo estrellado y, aunque originalmente lo confundig on un comet, otros HSITONETOOS mas experimentados le hicia. ran ver que Jo que habia descubierto era... {UN nuevo planeta! Urano esta 20 veces mas alejado del Sol que la Tierra, lo que sone casi 3000 millones de kilometros. Esto hace que, aunque su diametro sea cuatro veces superior al terrestre, el planeta se muestra como un pequeno y difuso disco de un tono verde-azu- lado, incluso a través de un potente telescopio. La situacién cam- bié drasticamente con el paso de Ia sonda Voyager 2, que sobre- vlé el planeta en 1986, y que a dia de hoy es Ja timica sonda que havisitado el planeta. Una peculiaridad de Urano respecto al resto de planetas del sis- ema solar es que su eje de rotacion esta inclinado completamente Sobre el ecuador, concretamente 98°. Esto le da el curioso aspecto (e una peonza rodando sobre su érbita. Una de las hipétesis més iceptadas de este hecho es que en el pasado debi6 colisionar con ee errante de un tamafio comparable al de la Tierra. En el “nto del paso de la Voyager 2, en 1986, el polo sur del plane- ‘Puntaba al Sol, siendo por tanto verano en el hemisferio sut. clog. las cuatro estaciones dura unos 21 afios a e€lveran abra que esperar hasta la década de 2030 par scat ittars al a hemisferio norte, momento en el que er ses Ne, en log “ . Otra consecuencia de su anémala ae 85 daly eg Sela mache) dun anes a jieda- tes doy, Uegada de la Voyager, ya se conocian otras Tin y temperag como su masa, su tamaifio, e incluso la a 46 a de su atmésfera, Esta dltima se habia infer! prano M LO PLANETAS GIGAN B +r de la radiacion infrarroja emitida por el plane eneonp. dose un valor de -214 °C, apenas 59 grados por encima del uto, Esto hace de Urano el planeta mas frio de] sistem, Ce, abso bajisima temperatura es consecuencia de la lejania da Sola seo al Sol, pero también de la ausencia de una fie is calorinterno. A diferencia de Jupiter y Satumo (Y, como ie de de Neptuno), que emiten mucha mas radiaci6n de Ja qe re¢j del Sol, en el caso de Urano, apenas el 30% de lar lacién etd, procede de su interior, correspondiendo el resto a Ja radiacién, fiejada del Sol. Ello sugiere que el planeta ha perdido buena Ts del calor acumulado durante su formaci6n, que se supone twvoh, gar en condiciones similares a las de los otros planetas extemoy A dia de hoy, se desconoce la razon de este rapido enfriamienty, Como en los otros planetas gaseosos, la atmdsfera de Urano esté compuesta fundamentalmente de hidrégeno molecular y he lio. El tercer componente es el metano (CH J, el cual supone ape. nas un 2% de las moléculas presentes en la atmésfera. Sin embar: go, es el responsable del color azul-verdoso del planeta, ya que este compuesto absorbe la mayor parte de la radiacién roja, y reflejals tonos azules y verdes, que son los que observamos desde el exte- rior. La temperatura de la parte alta de su atmédsfera es tan baja que el metano es capaz de condensarse y formar nubes. Se cre que por debajo de la capa nubosa de metano Urano debe alberga otras capas de nubes similares a las de Jijpiter y Saturno, con estrato mas alto de nubes de cristales de amoniaco, otro interme dio de hidrosulfuros de amonio y uno mas bajo de vapor de agua. La densidad media del planeta es considerablemente ee que las de Jtipiter y Saturno. Esto sugiere que Urano post? Me nor cantidad de gas y una mayor concentraci6n de Se ae pesados, tales como agua, amoniaco y metano. Dada la bait” peratura del planeta, estos elementos pesados sé ie en forma de hielo. Esta caracteristica, que comparte _ contd No, hace que estos dos planetas sean también conocido los «gigantes de hielo» (figura 6). A partir de los datos obtenidos mediante las ? terrestres y por la sonda Voyager, tales como la temp? - : calor irradiado por el planeta o su densidad, los cien! jon observac! d LOS PLANETAS GIGANTES SB posible modelo del interior de los gigantes de hielo, Urano y Neptuno. intentado hacerse una idea de su estructura y composicién inter: na. Uno de los modelos propuestos considera que el planeta po- se tres capas diferenciadas: un miicleo central rocoso pequefo, mencionado manto de hielo y, finalmente, una cubierta gaseo- sade hidrégeno y helio. La atmdésfera corresponderia a una fina “pa de esta cubierta gaseosa. La temperatura del nucleo se ha ‘stimado en unos 5000 °C, menor que la del nticleo de Ja Tierra a 7000 °C). La presion, en cambio, seria aproximadamente al as, ts © 1a del nticleo terrestre, unos ocho millones de atmoste- tts " estas Condiciones extremas, el hielo del manto no tendria oiany a arigida, seria mds bien una pasta fluida, una especie - Iiterigy . agua ¥ amoniaco. Se ha especulado que este a Ma de le Contener grandes cantidades del diamante, a : COtdensaci. ils iceberg, resultante de la disociacion del C os lanbign =A de carbono. El hecho de que el interior de es Caf €ptuno) sea tan diferente al de Jopiter y de o “os Centif, Orla ampliamente aceptada de un origen comun. = “°S han sugerido que Urano y Neptuno se formaro LOG PLANETAS GIGANTES oF una fase més tardia, cuando buena parte de la Nebiilosa o habia desaparecido, atrapada por sus hermanos Mayo Las primeras fotografias enviadas por la sonda Vo ni transformaron las difusas imagenes terrestres en una bells Wit, n estampa de un color azul-verdoso. Algo que llamé Ig y los cientificos fue su aspecto homogéneo, sin liter de tonalidad y sin manchas u otras perturbaciones, muy dig Res del vistaso y colorido manto de Jupiter. La sonda fue ea, tectar la presencia de nubes de metano, pero no las de v Capa2 de jy, quizA porque estas se encuentran a mucha mayor profind ad aparente ausencia de tormentas podria estar relacionad, Si menor energia interna del planeta, lo que inhibiria Jos movin; tos de conveccién y daria lugar a una atmosfera mas estable \, obstante, también se ha apuntado que la neblina de Metano ge cubre por completo el planeta podria ocultar la posible actividad meteoroldgica de las capas mas bajas. Para responder a ests } otras preguntas, la NASA y la ESA estudian actualmente la post lidad de enviar nuevas sondas al planeta, que incluirian un médub de descenso como el que ya se utilizé en Jupiter. El lanzamientom seria antes de mediados de la década de 2020. Teniendo en cuena los 15 ahos del trayecto, de momento deberemos conformame con los datos de la veterana Voyager, y con las observaciones ret lizadas desde la Tierra o desde satélites y telescopios espaciales k pesar de que en su dia los planetdlogos estaban ansiosos por cibir las mediciones de Voyager, esperando que la anémala ob cuidad del planeta produciria un sistema de vientos muy difer te al de los otros planetas. Durante el paso de la sonda Vor" cuando e! polo sur del planeta apuntaba directamente al a ecuador debia estar en un creptisculo constante, ¥ el polo ib en total oscuridad. El calor recibido en el polo sur sera mane do al resto de! planeta por los vientos, con lo que 10s on io esperaban encontrar corrientes viajando de un polo al a cat €squema de vientos diferente para cada hemisferio. Pot at trario, se encontraron con un sistema de vientos de es” ve (ver figura 2), iguales para ambos hemisferios ¥ 9° us mente parecidos a los terrestres, Parece que, aunque ¢ vientos $e encuentra en |g . wa i on en el planeta viene gobernada cet a Slay su won del planeta y la consecuente fuerza de : anes We gp TNO, pl0S DE LOS MARES... Y DE LOS VienTog 1g Neptuno no es visible a simple vista. Su des Br ro en 1846, pore después de ser Predicha su exis. ia por el entonces estudiante de mateméaticas y astropern: wectico John Couch Adams (1819. ao 2) yel astronomo francés Urbain Lo vemos fal invisible y ig Verrier (1811-1877). De manera yep planeta N oe independiente, ambos estudiaron los Colén vio Amér Fake arentes desajustes en el movimien- de Espaiia. Sus mone fa costa pde Urano y lo atribuyeron correc- Espafia. JS Movimientos se umente al efecto gravitatorio de un han notado, vibrantes a io fargo planeta desconocido, llegando a cal- Ge [a linea de largo alcance cular su posicion con exactitud. Este de nuestros andiisis, con una hallazgo es considerado por muchos ee como uno de los mayores logros de la id ap inferior fa de una mecanica newtoniana. demostracion ocular. Waal Hersom, Neptuno guarda notables similitu- En cuestién de vientos, Urano se parece bastante a la Tiemaa _ con Urano, tanto en su tamafo, Wapariencia externa y su composicion interior, pero se encuen- Tamucho mas alejado del Sol. En nuestro sistema solar en mi- ine “a la Tierra a un metro del Sol, Urano orbitaria a2 ice on, ee a una treintena. Invierte nada menos que 165 me fue g le una vuelta al Sol, lo cual quiere decir que, desde i Dentbierto, el planeta ha completado poco mas de una Menog | ido a su enorme distancia al Sol recibe 1000 veces "que la Tierra y el disco solar se veria unas 30 veces Mtuetio, A partir de la radiacién infrarroja emitida por él tes ar M8 estimado que la temperatura de la parte superior Ment *sfera es de unos 214 °C bajo cero, curiasamente, Cast Sap 1! de Uran igual que Jupiter ¥ NN, debe 0. Parece que Neptuno, al igual qu Poseer una potente fuente interna de calor. LOS PLANETAS GGANTES MISIONES A LOS PLANETAS EXTERIORES ; i netas exteriores mediante ingenios no tripuladas ga n:., ae = C las sondas norteamericanas Pioneer 10 y 41, Fain ns bias be las primeras fotografias de cerca del planeta Jupiter, durante sy encuentra 8 Pena, } ae Pioneer 10 Se convertia en el primer ingenio en alcanzar la Grbita de Prutge 1973 & raat gemelas Voyager 1 y 2, enviaron imagenes ran Planeta y de sus Ntag Sy mejor calidad y resolucion que las de sus eee emas, captaron lag ene " desconocidas erupciones voleanicas del satelite loy lescubrieron dos Cesconocidgs anilos de Jupiter compuestos por und. irate de particulas diminutas. Tras alinione y recorrer un millon de kilémetros diarios, un ane después llegaban a Saturno, Las ima : de los anillos dejaron atOnitos a los cientificos, que no esperaban tantisima Compigidad y... tidad. Uno de sus hallazgos mas llamativos fue el descubrimiento de auroras Polares, stig alas terrestres. La trayectoria de Voyager 1 ae ajusto para sobrevolar Titan, la MAVOr brag Saturno, y analizar de cerca su densa aimosfera, alejandose posteriormente det plano de érbita de los planetas y concluyendo asi su mision cientifica. LAS PRIMERAS oe acorn ‘das que Sonda Voyager y al disco de ora Sonidos de la Tierra, una compilacién de imagenes y sonidos a cada una de las sondas, LOS PLANETAS GIGANTES 2 escudrifia Urano y Neptuno ager ager 2 continuo su camino rumbo a Urano + Voy Neptu ; ; pare pectwvament); donde llegd en 1986 y 1989, respect re een 2euierda ” § ce vai eran revolucionarios, En Urano, distinguio unos ten ee Sus j Yun Cinturéy, de * y jan fu ; ues trones y protones Se Movian agitadam a eal las superficies de sus lunas i Por campo mag. n@ticO del eS +990, los ingenieros giraron las cAmaras para tomar ja ubriG Una decena de. eves ae desde el exterior, en la que se aprecian los diferentes hen "Sora ce i gisternia Sad ul pélido» al que se refirid Sagan. Tras esta foto de familia, se eae Tera, | g epun ara ahorrar energia y memoria, Pero la misién continda hasta nuestro as i tas - - dde unos 17 km por segundo, en 2012 la sonda atravesaba la felts wink = ee al viento solar y el espacio interestelar. Las sondas portan dos discos da i 5 j-agos en oro (ver imagen ala izquiérda), con sonidos e imagenes que retratan nena pe day la cultura en la Tierra. La probabilidad de que sea interceptado por una hipotétiea aE extraterrestre es infima (jVoyager 1 tardara 10000 afios en alcanzar ia esiralig més péxima en SU trayectoria!), pero se trata de un geste simbdlico, una especie de 2 a! es ya ni EL CLIMA DE LAS LUNAS 112 ae télite de Saturno, Hiner. aenla érbita de otro sa » Uperid provocab veces mayor que la de nuestra lung, Esta ult ser casi dos ‘i "gn 1907, el astrénomo espaol Josep Comas i Sola (yg 1937) estudid el satélite con el telescopio de 38 cm de nie 68. PeSulta, del Observatorio Fabra de Barcelona. Al publicar estos dos, junto al dibujo realizado par él mismo (ver imagen inferio, izquierda en la pagina 111) hacfa notar que el satélite TOStrah un oscurecimiento de su borde (un fenomeno conocido com oscurecimiento del limbo), lo que interpreté como un claro in, di cio de la presencia de atmésfera. 5 Dados los medios empleados por Comas i Sola, muchos eXper tos pusieron (y ponen) en tela de juicio que fuera posible distingyip el borde difuso de un objeto tan pequefio y distante como Titan, a pesar de las reconocidas y excepcionales dotes visuales del as. trénomo. Pero en 1944 el astrofisico de origen neerlandés Gerard Kuiper (1905-1973) anunciaba un importante hallazgo que parecia darle la raz6n; habia conseguido identificar las bandas de absorp. cién de metano (ei principal componente del gas natural) en e espectro de radiacion del satélite, lo que parecia ser una prueba inequivoca de la presencia de una atmésfera rica en este hidrocar- buro. Sin embargo, atin cabia la posibilidad de que este metano estuviera en estado sdélido o liquido y fuera realmente parte de la superficie. La confirmacién definitiva de la existencia de atmésfera en Titan leg finalmente en 1980, cuando la sonda Voyager paséa menos de 5000 km del satélite. Sus medidas corroboraron la exis- tencia de una envoltura gaseosa, asi como Ia presencia de metano, pero, contrariamente alo esperado, este gas constituia menos del 2%de la atmésfera, La mayor parte consistia en nitrégeno molec lar (N,) que, curiosamente, es también el principal componente de la atmésfera terrestre. Al final, resulté que aquel pequefio y gélide mundo situado a 1500 millones kilémetros de nosotros era mas Parecido a nuestro planeta de lo que nadie habia podido imagine Las imagenes enviadas por la camara de la sonda estadounider se revelaron ademds que Titan est4 envuelto en una capa de ned! na de color anaranjado, lo que impedia distinguir el mas minim? detalle de su superficie. La luna saturnal se mostraba una Vel esquiva ante la curiosidad humana. Aunque decepcionante, FL CUMA DE LAS LUNAS i | i ado. En ja dé totalmente Inesperado. Kn la década de 19 | a no i Sagan y su colega indio Bishun Khare toate |e i seria una atmésfera me waar © ita i! como Ja que supuesta- En Titan puede : neta . QUE todavia s, 2 a ritan. Para ello, aeibar conserven las Moléculas . gett? ge experimentos en ToS que han estado lloyj = gasere “a yna muestra rica en 2 Oviendo del Cielo “nt a con radiacion ultravioleta Como mana durante tos ditimos en a energéticos, simulando la Cuatro mil millones de afiog | yon’ el viento solar. Observa- completamente inalteradag njamuestrase transformabaen — congeladas, aguardando ta llegada eamigancia de Color MAITEN-TOHZO de log quimicgs de ja 7 wer edenominaron tholén (del grie- jas que componen la atmosfera de un planeta 9 Teer ARISE "Velocidad de escape (km/s) i luna 2.4 |__ Mercurio / a 43 i r ee sh ros 50” pects P Tierra a ne 12. al : | Jupiter 59,5 ~ La velocidad de las particulas, al ritmo de la constante de Beltzmann ~ Para un gas a una cieria temperatura, no todas jas particulas se mueven con la misma velo- cidad, sino que obedecen a una cierta distripucién de velocidades, con una valor promedio _ dado por la expresion: i © siendom la masa de la particula, k la llamada constanie de Boltzmann y T la temperatura. elocidad media. Esto elocidad de escape, gia aproximada, un de escape && unas _. Amayor temperatura, mayor agitacion térmica y, por tanto, mayor v hace que una fraccién mayor de las particulas de! gas alcance !a vi = aumentando la probabilidad de que se pierdan en el espacio. Como 1 fs planeta consigue retener un cierto 4tomo o compuesto si la velocidad a mO- Seis veces mayor que la velocidad media de estas moléoulas. Por ejemplo, par a que » Iécula de oxigeno (O,) a 20 °C se obtiene una velocidad media de 0,48 kin/s Oak Para una molécula de hidrégeno (H ) a la rnisma temperatura, S@ obtiene saps de campo gravitatorio de la Tierra, cuya velocidad de escape es ce unos 11 km/s 2 sarnes retener el oxigeno, pero no el hidrageno. Esta teorla fue desarroliada en detalle po Jeans en su monogratia Teoria dindmica de fos gases, publicada en 1904. orienta ae Geer 120 EL CLIMA DE LAS LUNAS a cteristicas muy diferentes a Jas de lo os. Las imagenes de infrarrojo realizag tenta desde la Tierra indicaban as 4 Comien. es y Europa poseian superficie rane Mientras les de hielo, en fo no parecia haber te iciog posela © a Otros Satélj. 3 gables fios Se wr ge los ane 05 animed ; : ve claras S°n* e386" tres dias antes de que la sonda Voyager 1 hici _,acion en 1979, los cientificos estadounidencee qn" ap) ima ; n Ray Re Id i enses Stanton patrick Cassen y Kay Reynolds publicaron un in, eale, ig en el que anticipaban que, debido al efe ee tN fuerzas gravitatorias de Jupiter y de Bee : ae a Buropa), fo estaria aictny ana intensa. gombinacién de hidrége- ’ interiores de Encélado {0 2gR TSCA PRAT RG HR SORES te Las observaciones realizadas por la soncia Cassini desde 2005 han convertics 0 a En uno de los abjetos mds excitantes de nuestro sistema solar. Los espectacularas = ead an por de agua exoulsados a gran presi6n nos hablan de la existencia de un gran oe, te de va. Pero ademas de agua, Cassini detect6 pequefias cantidades de hidrégeno molec compuestos, come diéxido de carbono, metano y amoniaco. |_a presencia de “os es muy Sugerente ya que, en los océanos terrestres, suelen estar asociados crotermales. En estas, el agua se fittra a través de las rocas porosas del fondo m, i inkerigg ular Yy Ottag €8t08 com, : 8 fuentes py. NO Dara st expelida a gran temperatura y presion, junto Con-mineralés y gases disueltos en ela. So cha que un fendmeno similar puede estar ocurriendo en el interior: de Eneéiado recreacién del océano de este satélite). En la Tierra, el calor generado y log " pulsados constituyen la fuente de energia para varias formas primitivas de vid ren de la energia solar. Un gjemplo son las llamacias arqueas metandgenas, microorganismAes = anae- rébicos que obtienen gnergia para subsistir me- diante la produecién de meiano, un proceso CO- nocido como metanogé- nesis, Uno de estos me- canismos. consiste en ‘a no y diéxide de carbono disuelto en el agua. Esta reaccién quimica parece encontrarse en: e} Origen de la vida en la Tierra. Es concebible pensar que estos procesos se pue- dan dar también en las furnarolas de los océanos de otras lunas del sisterna solar) donde, gracias a los datos recogides por la sonda Cassini, sabemos que existen los ingredien- tes necesarios para que esto ocurra. fetes SEB Ae Sea see, EL CLIMA DE LAS LUNAS (En fa im @.QUE NO tequig. OMPUESIOg ay. - EL OCEANO INTERIOR DE ENCELADO: ,UN NICHO DE VIDA EXTRATERRESTaes "ay Se eta ep aera ROE RR Ds TB EIDE OS ee di see una tenue atmésfer j cual posee © @ de nites jun? - seres, ademas de la superficie més 8eNo ali. de Nef 5 35-40 grados por encima del ce € todo al or ad an (un 0 TO oe 50" no Pluton, degradado a planeta ep, absoluto), uso ® jiquida en SU interior. Ano; Podtia con. ot agua at dio siglo, hemos pasado de pensar en jag lun pe - rocosos & inertes, a considerarlos Objetos de a wi on +, tan interesantes 0 mas que los planetag Ft sae 7 es? sce witan. La gran pregunta que los cientificos ansian an 408 que? wgerd el ellos donde encontraremos Iq primera el oe vega extracerrestre’ EL CLIMA DE LAS LUNAS } M gar yLO 5 AOLOEEOEPEL EO OPP SS £, pptet beled OU rip apy fe +s, we bey, yee Webey, . Le pyy ah ‘ety aclima del pasado y del futuro f)clima de los planetas de nuestro sistema solar no siempre fue como lo conocemos ahora. En el pasado, Venus y Marte disfrutaron de climas més _ parecidos al terrestre, pero evolucionaron hasta | convertirse en los inhdéspitos cuerpos celestes actuales. ;Le espera al clima de la Tierra un futuro igualmente hostil? Ios planetas y las lunas de nuestro Sistema Solar se acabaron de fomar hace unos 4600 Ma (millones de atios), un largo periodo de tiempo durante el cual han sufrido grandes cambios tanto en su morfologia como en su Clima, hasta adquirir su aspecto ac- tual. Desde luego, es probable que estos cambios sigan ocurrien- doen la actualidad, aunque a un ritmo tan lento que solo sean perceptibles a escalas de miles o incluso millones de aftos. En el caso de la Tierra, que obviamente es el que mejor co- nocemos, los registros geolégicos nos hablan de los continuos cambios climaticos ocurridos alo largo de la historia (figura 1). hhicialmente, el planeta en el que habitamos debid ser un obje- muy caliente, compuesto por roca fundida, que poco a poco ite enftiandose hasta desarrollar una corteza s6lida. Este calor ath de la propia contraccién gravitatoria, asi como de las donde colisiones con objetos errantes. El titimo gran = Sién eg ments Upo, ocurrido hace 4500 Ma, consistio en la ° - Surgig os objeto del tamafio de Marte, a partir de = res 0s ON otros mi Durante los siguientes 500-600 Ma, los ¢ ones tek, objetos mas pequefios debieron ser constantes. F p ‘ 48itado de este periodo, hay algunas evidencias f6si FL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO AG. ESCALA GEOLOGICA Formacion dela Luna Evolucién del clima global de la Tierra desde su formacién hace 4600 Ma, hasta la actualidad. Edad (miliones de afics) 2000 1000 570 \ ESCALABIOLOGICA eee cowancaco ~;~~ EONPROTEROZOICO vita: Ayia a a 7 nen ee a EO, Células procarictas Células eucariotas | Cefalépodos, ca fies : vertebrados Glaciaciones Sturtiana, Explosién | Bombardeo intenso Tardio (LHB) Marinoana, Varanger cambrica Hace 3800-3600 millones de aflos Liberacién catastrdfica Extincidn masiva. Explosion de rayos gamma de metano CH, Hace 443 millones de afios les que apuntan a la existencia de organismos vivos hace nada menos que 3400 Ma. La existencia de agua liquida en los pri- meros océanos terrestres, que podrian datar de hace 3800 Ma, pudo proporcionar las condiciones propicias para ello. Desde entonces, la Tierra ha pasado por periodos célidos y frios pero, salvo raras excepciones, manteniéndose siempre en una franja de temperaturas relativamente estrecha, por encima del punto de congelacion y bastante por debajo del de ebuilicién del agu Una de estas excepciones fue la gran glaciacion ocurrida hace unos 700 Ma, durante la cual la totalidad de los continentes ¥ océanos de la Tierra quedaron cubiertos por una grues4 = EL CUIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO 2019 | insactos, hongos, gusanes | Tyr 1 \ | ord |. | f ! 2 2 ie o 3 Be | 2 belg a) # lElElel ELE] ee ig@)¢), 32 | 4 eigiclgig es | 5 | 2 | tes toi | © | #3 iB "cou mesozoico EON CeNOZ0ICN ve = nee Mamiferos -—T ——"" rechos, cleadas, ke | dinosaurios, aves | % : : wee 30 los dinosaurios Cierte dal eStre A Inicio de cho de Panams eniltones de afios) ama. edad ( 65 Terciari 18 | iia Aes ah se ange Desaparecen Glaciaciones en la Antartica y el Artico Hace 45 millones de afios de hielo donde se alcanzaron temperaturas medias de -50 °C, convirtiendo al planeta en una gran bola de nieve. En los tiltimos 4-5 millones de afios ha existido, segiin las prue- Bs geol6gicas, una propension al enfriamiento del planeta acom- i i una disminucién general de las precipitaciones. Esta ‘a general se ha visto alterada por repetidas fluctuaciones, domi = las cues curren con una curiosa periodicidad. Por Cones 1s el tiltimo millén de afios, se han observado glacia- sion de ae regulares de unos 100000 afios. La compreir 8, €S una é cambios periddicos, conocidos como ciclos climali- las grandes cuestiones alas que intenta dar respuesta EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO las glaciacio Nes en el hemister ero norte Curiemarig Frio Calor Aparicién def Homo sapiens 136 la paleoclimatologia. Otra cuestion, igualmente inte que ver con el hecho de que el brillo solar ha ido Sana tiene latinamente, siendo actualmente un 30% mayor que hace 4 0 pay, Esto llevaria a pensar que la temperatura de la Tierra dabei ido también en aumento pero, como acabamos da fice habe, realidad ha ido fluctuando entre periodos frios y ¢ lids Nar, ep niéndose dentro de una franja apta para Ja persistencia de fan gQué hay de nuestros vecinos mds préximos, Venus y re Es ldgico pensar que también ellos han experimentado ‘ond climaticos globales a lo largo de su historia. Sin embargo log cambios han debido seguir una tendencia diferente a los fe tres ya que, habiéndose formado en condiciones similares ae de nuestro planeta, presentan actualmente climas muy diferentes al nuestro. Venus se ha convertido en un horno con temperaturas de mas de 400 °C en su superficie y-con una gruesa atmésfera corrosiva rica en CO,. Marte, por contra, es actualmente un plane. ta frigido y seco, con una tenue atmésfera, también de CO, En me. dio, se sittia nuesiro planeta, con su atmdsfera rica en nitrégeno y oxigeno (ambos gases minoritarios en las atmésferas de sus veci- nos), y una temperatura benigna que permite la existencia de agua en sus tres fases. Este hecho ha sido sin duda fundamental para la existencia de vida, al menos, tal y como la conocemos. Esto nos lleva a otras preguntas. jHa sido igual de estable el clima de los otros planetas del sistema solar 0, por el contrario, han pasado por climas mas favorables que el que presentan en la actualidad? Como ya hemos mencionado, la atmésfera determina en buena medida el clima de un planeta o luna por lo que, para dar respuesta a las cuestiones anteriores, comenzaremos abordando el tema del origen y evolucién de las atmdsferas en esos planetas interiores. TIERRA, MARTE, MERCURIO Y VENUS: ATMOSFERAS DE ORIGEN TARDIO Z r 1a Ya. se ha comentado que, segiin el modelo mas aceptado po! . arom comunidad cientifica, los planetas del sistema solar s€ ee a partir de la amada nebulosa solar. Esa nube de 245 ¥ EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO e 4 i Ly: | pjeren™ 5, Ademas, en el relativamente célido entorn satoriamente en un Momento aden del cual se formaron chen, nn lugar x que fueron agrupandose a su vez on i ts g hasta conformar los actuales planetas, sme 8 may rmigenia contenia en torno a un 98% de hiro que la ents p o gravitatorio de los planetas interioy, geno y . alc : atr : es fue Proba- pelos insuficiente para atrapar cantidades gj cativas de ga i léculas di 5 © solar, Ja aoe tarmica de las molec le las atmésferag Primigeniag jon fculas i eel b ombardeo de parti Provenientes del Sol, fue sug, wi ar’ despojar a los planetas internos de estas atmésferas + fe rd = eg, Las atmésferas actuals de estos planetas tienen, por an io, un origen posterior a la ormacaonitie los propios planetas, —" septando, por tanto, el origen tardio de las atmésferas de planetas interiores, los cientificos han apuntado a dos po- — mecanismos. El primero seria de tipo endégeno, y consis. tiga en Ia emanacion de gases del interior del planeta, donde se pncuentran absorbidos 0 fijados quimicamente. El otro, de tipo sxogeno, procederia de los meteoritos que, durante cientos de nillones de afios, han estado bombardeando a los planetas y a wus unas. En particular, estos meteoritos contienen abundante agua (aproximadamente una quinta parte de su masa) con lo que esposible que el impacto constante por parte de estos objetos haya aportado ingentes cantidades de agua a los planetas. Enel caso de la Tierra, parece ser que el mecanismo domi- | hante ha sido el endégeno. De hecho, es un proceso que sigue ocurriendo hoy en dia, principalmente a través de la actividad leetonica y de las erupciones volcdnicas, las cuales expulsan abundantes cantidades de vapor de agua (H,0), didxido de car- bonto (CO,) Y mon6éxido de carbono (CO) (ver imagen superior 0 et agina 139). Cuando la temperatura de la Tierra descendié la “lente, hace unos 3800 Ma, el vapor de agua acumulado via, aimésfera comenz6 a condensarse y caer en forma de tu a lugar a los océanos. Este proceso pudo extenderse te millones de afios, terminando por cubrir la mayor parte ap Otros gas itr J dixido de azufre 80), a acid gases, como el nitrogeno, € 0 9 clorhidrico (HCD, o el acido fluorhidrico (=) FL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO también emanaron de las entrafias de la Tierra, Cada uno un curso diferente, segtin su naturaleza. E] SO,, el HCl y Stguig g se diluyeron en las Mas | Ap as ‘ La vida no es un milagro. Es dando lugar a las sales ot un fenémeno natural y puede otros seth En el caso del nit esperarse que aparezca, siempre eo, al no disolverse en agua Sea, mul6 mayoritariamente en |: que haya un planeta que duplique fera, hasta el punto de eng: ae Ttirse en las condiciones de la Tierra. su principal componente. Los sina 138 Haroto Urey dos componentes principales de g atmésfera primitiva fueron | co metano (CH,). El oxigeno (O,), el segundo componente de nues. tra atmdsfera actual, aparecié mucho mis tarde, como Veremiog. La existencia de océanos desde hace al menos 3800 Ma planteg un serio problema. Seguin los modelos de evolucién estelar, en esta época el brillo solar era un 25% menor que el actual. Suponiendo que la atmésfera de entonces era igual a la de ahora, los modelos matematicos nos dicen que, en tales condiciones, la Tierra debia estar de forma permanente a temperaturas bajo cero y el agua de su superficie estaria, por tanto, congelada, Sin embargo, hay evi- dencias (por ejemplo, a partir de la datacion de rocas sedimenta- rias) que prueban que en esa época existia agua en estado liquido. Una aparente contradiccién, que se conoce como la «paradoja del Sol joven y débil», que ha sido objeto de debate desde que fuera apuntada por primera vez por los asirofisicos Carl Sagan y George Mullen en 1972. Una de las explicaciones mas aceptadas supone que, en el pasado, la atmésfera de la Tierra contenfa mayores cant- dades de gases de efecto invernadero, tales como el didxido de car bono o el metano. En la actualidad el GO, supone apenas un 0,05 0,04% de la atmésfera terrestre y el metano aparece en trazas, pero podrian haber existido en cantidades mucho mayores en el pasado. En el caso de Marte, no hay evidencia de actividad me pero sus numerosos crdteres sugieren una intensa actividad wal cAnica en el pasado que podria haber jugado un papel aint - de los voleanes terrestres, expulsando, entre otros gases, ee es cantidades de vapor de agua y diéxido de carbono. Un se sik el monte Olimpo que, con sus 22-23 km de altura sobre la Yel EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO Arriba, una imagen de ‘a erupclén tel monte Santa Helena, en Esta. dos Unidos, ocurida en 1980. Las erupciones volednicas expulsan grandes cantidades de didxido de carbono y vapor de agua al exterior. Abajo, imagen del monte Olimpo de Marte, ef mayor volcan conocido del sistema solar, fotografiado por la sonda Viking 1, EL CLIMA DEL PASADO ¥ DEL FUTURO j # ! 140 ra circundante, es el mayor volcan del sistema solar : inferior de la pagina 139). Ya vimos que las mig) anes (ver ithagen Marte han encontrado numerosas evidencias de la ne ACiales 5 abundante agua en forma liquida en el pasado marciano. Tela da mentarias, cantos rodados, cauces fluviales, ,. Nuevam, TOCaS seg. plicacién mas plausible es que Marte tuvo una 4 cre st, la gy. CO,, capaz de generar el efecto invernadero Necesario Osfera dg Ja temperatura del planeta y permitir la existencia de ent elevar En cuanto a Venus, el menor brillo solar en iog aectlla nuestro grupo planetario jug6 a su favor en estas étapas res de nas, ya que debio impedir el efecto invernadero destonee que domina hoy en dia el abrasador clima del planeta, oe durante esta etapa inicial, Venus estaria en la zona habita mn decir, en el rango de distancias al Sol donde puede existir e, es en forma liquida. Gracias a ello, se considera muy protiibles. durante mas de 2000 Ma el planeta albergara océanos de 2 liquida y condiciones aptas para la vida. : Asi pues, poco después de la formacién del sistema solar, la Tierra y sus dos vecinos mas cercanos, Venus y Marte, habrian evolucionado de forma muy parecida. Tras dejar escapar los ga- ses mas ligeros (hidrégeno, helio), la desgasificacién de su inte- rior les proporcion6 atmésferas ricas en diéxido de carbono y abundante agua liquida en forma de océanos. En esta fase, los tres planetas partian de condiciones propicias para la vida pero, aparentemente, esta solo se ha dado en la Tierra. Venus evolu- ciondé hacia el planeta térrido que es hoy, mientras que Marte se convirtiG en el planeta arido y frio que conocemos. LA PARADOJA DEL SOL JOVEN Y DEBIL Y LA HABITABILIDAD TERRESTRE Se ha comentado que una posible explicaci6n ala paradoja del Sol joven y débil es que, en el pasado, la atmésfera terrestre Te mayores cantidades de gases de efecto invernadero, como didxi de carbono y metano. Pero esta interpretacion resuelve solo a cialmente el problema ya que, de haber sido ast, el aumento P EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO la jnosidad solar habria Producido el Calentanj | eset ie del plane —_ temperatura hasta valores ut | ope terrestre. A ae se sumaria que, debido - eta. | Pa a cacion del interior, la cantidad de 00), eis Proceso recel, intensificando atin mas el efi sit : ven stera argo, como sabemos, alo largo de varios miles de ee i relia terrestre se ha mantenido dentro Sv, ones id Qué mecanismo lo ha hecho posible ¥ por - . ha. watt o mismo en otFos Planetas, como Venus o Marte Oha cemrespuest fue propuesta por al eninents fisico-quimic ab Nobel de Quimres estadoun dence Harold Urey en 1953 prem es que hay procesos que eliminan continuamen 1200.4 : om Por un lado, este se disueive en las aguas dem es ia a (de hecho es el el mismo gas responsable de lag bur. nis de las bebidas carbonatadas). Por otro lado, Cuando el CO, ge disuelve en agua de lluvia He convierts €n acido carbénico. fee reacciona con las rocas, disolviéndolas y liberando, entre gitos productos, bicarbonato (HCO,), el cual es arrastrado por dagua hasta los mares y océanos, donde se va depositando en foma de sedimento. A ello contribuyen de manera decisiva log tilones de pequehos organismos marinos que transforman el HCO; en caliza para construir sus resistentes conchas 0 capara- ones, y que terminan precipitando al fondo marino cuando mue- | rn. Se trata de un proceso lento pero que, al cabo de miles de mi- | lones de afios, puede producir sedimentos de cientos de metros te profundidad, como los espectaculares acantilados de Dover, mlacosta inglesa (ver imagen superior en la pagina 147). cat Re reducen drdsticamente la cantidad de CO, en Wiis temper y, con ello, también el efecto invernadero, bajan- siti fe del planeta. La disolucién del CO, en agua se tnento de teers cuanto mayor es la temperatura, con lo que el tstriccion - pee solar fue compensado por una oe Tatero, B1 CO 0, Rit la atmésfera, lo que redujo el efecto inver | “Sfenémen, a eta puede volver al exterior mediante | “Ode € volcanismo (figura 2). Este intercambio cich- | Bel oia? “nire la corteza y la atmésfera desempefia ademds un gine a Vi * como regulador de la temperatura del planeta. FL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO of it 142 Océano ee a 2 - / } oxsi0, + 200, Car + 2H60,- ——> Caco, +sio, | E eH Meteorizacion CaCO, + CO, + H,0 Metamortismo ij © cat + 2H00," + Si0, — eS = CaSi0, + C0, £ Subduccidn de placas f : s Reese: susie Aue aetna Naat paresis eset : a) £1 didxido de carbono atmosférico, junto al agua de Iluvia, disuelve las rocas de fa corteza, produciendo bicarbonato, Este es arrastrada a los oceanos, donde reacciona con otros minerales y se deposita en su fondo marino. Debida alos movimientos de subduccién es conducide a profundidades mayores, donde la elevada temperatura termina liberando de nuevo el CO,, que es expulsado en las erupciones yolcanicas. zPor qué no funcioné un mecanismo similar en el caso de Venus y Marte? Las reacciones que forman los carbonatos tienen lugar inicamente en presencia de agua liquida. Sila temperatura del planeta se hace tan elevada que se evapora toda el agua, este mecanismo queda por tanto inhibido y el CO, tendera a acumu- larse en la atmésfera, aumentando la temperatura a ft por efecto invernadero. Ademés, el vapor de agua actta ti bi como gas de efecto invernadero, con lo que su presencia vain atmoésfera contribuiria a «atrapar» mas calor, aumentando oo mas la temperatura del planeta, y propiciando una mayor ae racién, Aparentemente, esto es lo que le ocurrié a Venus: taba formacién de los planetas, hace 4600 Ma, Venus s¢ eS a en la zona de habitabilidad, conteniendo agua en eae i més e incluso océanos. Al aumentar el brillo solar, esta S¢ = adero alld de la érbita de Venus, desencadenando el efecto inven EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO | f 0 geoLdGico DEL CO, TERRESTRE Ysu EFECTO TERMOstaTO ac atl carbone (CO,) desempena un '™portante Papel como regui ‘g idx! vplanat2 ¥ de su biosfera. El co, se elimina de tg atméstera ald adlor de la temps. _ al eaccionar con las rocas (principaimente silicates) de b 'salverse en aya a los océanos, donde reacciona con log minal oi De est : uel Pasitando eq forma 5 carbonatos, co : é SubCUeSiOn produ for fondos marinos. Debico a los movimientos de fo acas, estos sedimentos son transportados @ Zonas més protund | ica a a elevadas temperaturas y presiones, que les hacen onary ndas, donde son el que retorna a la atmosfera a través de erupciones Voloanicag Nderse Tuevamente 8 sédimentog i el CO. jo super lento: medio miflén de afios de un ciclo muy lento (aproximadamente medio millén de (ver figura). I CO, presente actualmente en la aimasfera “ pnele Ge trata pono tipic0) iiprio entre temperatura baja. Por contra, si el planeta se enfria, se disuelve menos CO. en los ocd iandose en la atmosfera y aumentando su temperatura. De este Modo, el CO, actia *: acum! ; % ] como una especie de termostato, regulando la temperatura teresire, Gracias a este mecanis- ma, a temperatura de la Tierra sé pudo mantener muy por debaio def punto ce ebulicién def Demasiado calor A Neat ™ i é ‘ Los océanes disuelven mas CO, de ls atméstera a Demasiado frio se tea, — OES Los océanos disuelven menos <0, de ld atméstera 5 F 9 & oe % El efecto El efecto ° invernadero invernadero sé incrementa decrece y la i ° as CO, queda en y la Tierra se — Menos C0, queda en . : i f} : lg atmostera ° Calienta : ohatmisrgge tt von a a i Se forman mas carbonates * Se forman menos carbonatos SOARES me o Hetaci ° ° ° ° Solucttny st 3 el ciclo de CO, en la atmésfera de la Tierra. EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO aAOS pera un dtomo de cap = os representa sf estos dos procesos. La formacién de carbonatos se hace még ae un: es ja temperatura. Si el planeta se calienta, se pierde mas CO, de la atméstera vis , agua | estes HOS por la tacig. aa, permitiendo la existencia de océanos en forma liquida, a pesar del aumento del brilo solar.) 144 descontrolado. Esto trajo aparejada la desaparicién ” nos y, posteriormente, Ja disociacién de las moléculas 4 de agua de la atmésfera debido a la radiacion solar © Vapop el hidrégeno escapo al espacio exterior. ” 8S lo eyay En el caso de Marte, su destino fue oiro bien d lado, su mayor lejania del 5ol lo mantendria a to invernadero descontrolado. La desgasificaci rior proporcioné al planeta una envoltura gaseo similar o incluso mas densa que la que posee Tierra. El consiguiente efecto invernadero pe una temperatura lo Suficlentemente calida como para pemnitir la existencia de agua liquida en su superficie, como asi parece confirmar los registros geoldgicos. Sin embargo, el planeta lee menz6 a perder su atmosfera, lo que se tradujo en un profundo cambio climatico, convirtiendo un planeta himedo y edlido ei otro seco y frio. Marte posee hoy en dia una atmésfera muy te- nue, con unas 100 veces menos de gas que la terrestre. Con el objetivo de esclarecer los mecanismos responsables de la pér dida gradual de la atmésfera marciana, en 2014 la NASA envid a Marte la sonda MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evo- lutioN). Gracias a los datos recogidos, se ha podido determinar que los principales causantes de la desaparicion de la atmdsfera han sido el viento y la radiacion solar. La eliminacion de CO, por este mecanismo redujo el efecto invernadero y llevé al enfria- miento del planeta. Viendo el dramatico destino que han sufrido Venus y Marte, es inevitable preguntarnos cémo de cerca estuvo la Tierra de sucumbir a uno u otro escenario. Ciertamente, nuestra ubica- cién en la privilegiada zona de habitabilidad del sistema solar ha tenido mucho que ver en el clima templado de nuestro planeta. Seguin diversas estimaciones, si colocdramos al planeta Tierra en la érbita de Venus, terminaria sometiéndose también al efecto invernadero descontrolado. Por otro lado, el hecho de que nt tra atmésfera no haya sido barrida por el viento solar, Oe marciana, es gracias al potente campo magnético terresire, = hace que la mayor parte de las particulas del viento or desviadas sin llegar a colisionar con los iones de la atmos OCEq_ istinto, Por salvo del Cfoe. On de su inta, Sa ricg en CO Actualmente ib rMitiria Manteney EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO | it | ae api MARTE SU ATMOSFERA? i ue PE Ma, e| planeta Marte posefa una denga le yoporciond el efecto invernadero necesaric o ‘cao y permitir a existencia de agua liquida en su superieje eo OMe” Hania " pardiendo 20 @ poco, Produciendo un enfri | agua liquida en su superficie. De acuerde ntorno a Marte desde 2014, la causa de ag; ie ynos 4000 fj He no: esta Pi I lo pai fu } meer saricion de pee en orbit © HWA oyiaradee | #8 | pivens4 { janizacio” os elect gas (principal 10s ions. 8 e_ntes 6% laat jon solar sobre las partioulas de la atmostera, Ep | 2, como en la de la Tierra, las moléculas son despojadas deg, J diacion solar {principalmente los rayos X y ultravioletas), S eectones por ~ jon. Debido al déficit de 6lectrones, los atomos y mo camente (ones). EI viento solar, que también a Imente electrones y protones), interacciona eléctri celeréndolos a gran velocidad. En su camino, calisi mosfera, los cuales pueden escapar al espacio o determinar la cantidad de atmdsfera que se ha , Para ue Ms : : a Nr medido la concentracian de dos isotopes diferentes RR "APR Pear, oe : eo Y Gruesa atmastara e. i a TiGa €n diéxid wens | : 18, Sin ombar, i lamiento Gradual a esta a eon BS Madicas de a sonda 4 Ostaria en ta accion 9 Parte alta dela atmés. 2 gt oedane : &N UN proceso Condocide : Wctlas restart quedan COMpuestO por partioul Pe Ca y Magnéticamente con ONAN Con altos étomos pre. -: xterior si adauieren la eneroia es cess 2 sti Derdido desde su formmacisn ‘ rea del gas argén, el 36 y al 39, BLES agg eee 146 EL OXiGENO TERRESTRE Y EL ORIGEN DE La VIDA Hoy en dia, el oxigeno constituye el 21% de la atmdsfor tre, siendo el segundo gas mas abundante, después ae res no. Sin embargo, en la atmésfera original este element Ttrdge, practicamente ausente. La situaci6n permanecié asi has estaba unos 2450 Ma, momento en el que los registros ReOl6gicog hag tran la presencia de pequefias cantidades de oxigeno, By on : de este aumento no es geoldgico, sino biolégico, y se ihe aparicién de formas de vida muy simples, lamadas iasas, a rias (imagen inferior de la pagina contigua), que ¢ omenzaro, usar la luz solar parar extraer energia mediante la Aisociacién i moléculas de agua, liberando el oxigeno como Mero deshecho de este proceso. El proceso, conocido como Sotosintesis oni. génica, fue dotando paulatinamente a la atmésfera de oxigeno que, junto con la disminucién de CO,, termind conformando sy composicion actual. La acumulacién de oxigeno en la atmésfera no fue un proceso uniforme (figura 3). Durante millones de afios, el oxigeno liberado no se acumulé en la atmésfera, sino que se Presion 0, atmosférico (atm) 3,8 ESTADIOS 2 3 Miles de millones de afios ior e inferior. Estimacién de la evolucién del oxigeno en a Tierra. Las lineas representan las cotas superior @ In EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO Arriba, los atantilados de Dover, ubicados en la Costa britanica frente a Francia, constituidos por una espectacular pared caliza. Abajo, una mierafotogratia de Cianobacterias filamentosas, responsables de la aparicién de 0, en la Terra. EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO 147 | { | { 148 EN Pe.” empleé en la oxidacién del eee ne a dar Oxidos — Hace unos 1800 Ma, emipez6 & ereTE nds. la concent Por ‘ Ja capa de ozono. Asi, » ta CONCeNtracign de ejemplo, ésfera comenz6 a dispararse hasta alcanzay oxigeno en la aim cuales & en ocasiones) los valores actuales. OTs Haobactl rias no fueron los eee organism 98 Vivog sobre la Tierra. Hay evidencias ae 3500 millones de afios, existieron bacterias que realizaban otro tipo de foto. sintesis, que convertia la luz infrarr ‘oja solar en compuestos de ére, sin produccion de oxigeno. Algunos estudios identifican determinados sedimentos de hace 3700 millones de agua con signos de actividad biolégica. Teniendo en cuenta que las rocas més antiguas identificadas en la Tierra tienen una edad de unos 3800 millones de afios, esto significaria que la vida surgié muy pronto, apenas unos millones de afios después del enfriamien- to de la Tierra. Este pequenisimo intervalo de tiempo entre Ig formacién del planeta y la aparicion de los primeros indicios de vida ha hecho sugerir a algunos cientificos que las primeras sj. mientes para ja vida Hegaron desde el espacio exterior, quizd a bordo de meteoritos. De hecho, se ha encontrado abundante y variado material organico en los restos de meteoritos caidos en la Tierra que otorgan plausibilidad a esta hipotesis. En cualquier caso, la presencia de las cianobacterias y otros or- ganismos simples durante millones de anos vuelve a poner de ma- nifiesto la importancia de las condiciones excepcionales de la Tie- ira, Manteniéndose en un rango de temperaturas apto para estos organismos. Aunque podemos argumentar que, en otros entornos, comolosactuales Venusy Marte, podriandarse otras formasdevida muy diferente a la nuestra, lo cierto es que, hasta donde sabemos, ni uno ni otro han conseguido desarrollar ninguna forma de vida. CAMBIOS CLIMATICOS PERIODICOS Hasta ahora, hemos considerado la evolucién de los climas pla- Netarios en la escala temporal de miles de millones de afios que va desde la formacién del sistema solar hasta la actualidad. En EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO jo sumo. Este fenomeno fue estug; — Aes serbio Milutin Milankovie (1879-1958), el Se ofisi tos cambios @ las variaciones de la érbita : terrestres. En concreto, identificé tres tipos de alteraciones del movimiento terrestre que producen variaciones periédicas en su clima. El primero es la variacién en la excentricidad de ta drbita, es decir, el grado de acha- tamiento de la misma, en relacidn a la forma circular, que hace que la distan- cia Tierra-Sol vaya variando a lo largo del afio. El segundo, la variacion en la oblicuidad (nutacién), es decir, el Angulo que forma el eje de rotacién de la Tierra con res- pecto a la perpendicular del plano de su érbita. Sabemos que ac- tualmente este angulo es de 23,4°, pero este valor oscila arriba y abajo 1,5° en periodos de 41 000 afios. Por dltimo, esta el llamado movimiento de precesién. Como si de una gran peonza se trata- se, el eje de la Tierra va cambiando de orientacién, describiendo una circunferencia cada 25800 afios. Mientras que en el caso de una peonza la causa es la gravedad terrestre, en la Tierra es debi- do a la accion gravitatoria de otros planetas, principalmente la de Japiter. Estos tres efectos se combinan entre si, unas veces para reforzarse, y otras para amortiguarse, dando lugar a los llamados ciclos de Milankovic (figura 4). La variacion de la oblicuidad, aunque parezca muy pequefa, parece estar detras de las edades de hielo en la Tierra. Cuando el eje de rotacién es mas perpendicular al plano orbital (menor oblicuidad), el calentamiento de los polos es menor y el Sol se eleva menos sobre los polos en verano. La temperatura polar es mas baja, y se acumula mas hielo, produciendo las glaciaciones. En cuanto a la precesion, esta tiene consecuencias sobre las estaciones terrestres. Las cuatro estaciones del aio vienen deli- mitadas por los equinoccios y solsticios. En los equinoccios, el fay la noche tienen igual duracion. Actualmente, estos ocwrren espacio, EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO mnsico € inge- quien atribuyé eg. del eje de rotacién No Creo que la humanidad sobreviva otros mil anos, a menos que nos diseminemos por et Srepuen Mamons 149 cicLoS DE MILANKOVIC Vatiaciones Pe ea en la érbita Po - me ; yla fotacién wa * : de la Tierra we ‘s \ (respect al Sol fis . \ ¥ estrellas coma : ; : Polar y Vega), aa ‘9 Tesponsables i ’ de Ios cicios de Milankovic, ~~ EXCENTRICIDAD Vega Estrella polar » 4 o \ heer 2? PRECESION e) 22 de marzo y el 22 de septiembre. En el solsticio de verano (21 de junio) se da el dia mas largo del ano (la noche mas corta), mientras que el de invierno (21 de diciembre) corresponde al dia mds corto (noche més larga). En la actualidad, el solsticio de verano ocurre en las cercania del afelio, el punto en el que la Tierra esta m4s alejada del Sol, mientras que el de invierno lo hace cerca de) perihelio, el punto de la érbita mas cercano al Sol. Esto provoca veranos e inviernos templados. Debido a la prece- sidn, los equinoccios y solsticios se van desplazando. Cuando el verano tiene lugar en el punto mas cercano al Sol, y el invierno en el punto més alejado, las estaciones se extreman, dando lugar €L CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO eranos térridos e inviernos m; i ‘ 2 yernaNn a intervalos de 11000 aiios, pan Situaciones se Estos ciclos sé dan también en otros planetas res jp oblicuidad es actualmente de 25°, similar por tants ow on mjerra. Pero, al estar mas préximo de Ju iter, experimen: a la de la yor fuerza gravitacional, con lo que las variaciones de oblicuidad son mucho mas exageradas, variando entre 15° y 25° en _ de unos 100000 anos. Como en la Tierra, en periodos echt z dad pequefia es esperable que los casquetes polares acumulen — hielo (de CO, y agua). En Venus, por el contrario, la Oblicuidad es muy pequefia (3°) pero, ademés, el clima del planeta viene Faria: mentalmente deierminado por su densa atmosfera, que se encarga de distribuir el calor a lo largo de toda su superficie, con jo que los cambios en la oblicuidad deben afectar poco al clima del planeta. En Titan, la gran luna de Saturno, se ha estimado un ciclo de unos 60000 afios, que afectaria a la localizacién de sus lagos de metano, QUE FUTURO LE ESPERA AL CLIMA TERRESTRE? La Tierra ocupa una posici6n privilegiada en el sistema solar en la ya mencionada zona de habitabilidad, pero sabemos que no sera asi para siempre. El aumento de luminosidad solar ha ido alejando la zona de habitabilidad del Sol. Hace unos 4000 Ma esta zona incluia la érbita de Venus pero, con el tiempo, Venus fue quedando fuera de la misma, con las consecuencias que ya conocemos para nuestro planeta vecino. Inevitablemente, la Tierra quedara fuera de la zona de habi- tabilidad cuando el Sol abandone la llamada secuencia princi- pal para convertirse en una gigante roja. Esto ocurrira de aqui a unos 4000 millones de anos, tiempo mas que suficiente como para que otros muchos mecanismos hayan podido alterar el ch- ma y la vida en el planeta. Aunque a lo largo de los Ultimos ciertos de millones de afios el aumento del brillo solar ha sido compensado por una mayor destruccién de CO, atmosférico, llegara un momento en que este Mecanismo no sea suficiente para mantener la temperatura en EL CLIMA DEL PASADO Y DEL FUTURO 151 182 dria desencadenar un ef ‘ mens alcanzando terrier OS dero descontrolado en i mars @S abra. erdiendo eventualmenté ef agua “iquida debidg sadoras Y PY iva de los océanos. De acuerdo con algunos - Ne atc esto ocurrira dentro de unos-500 ition: Mo. delos mae antes de alcanzar este escenario, la desapans de i ee del CO, de laatmosfera impedira la fotosint Clon debuena pare © ant tros organismos, con “sis de Ja mayoria de las plantas yo" © 7 CON Consecuencias dramaticas para el resto de la biosfera. Pero hay otros escenarios posibles. Como mencionamos, fens tinuamente parte del CO, senna en el interior de la Tierra pasa a la atmésfera. A medida que el interior de la Tierra se vaya enfriando, la expulsién de CO, ira disminuyendo, mientras que sy desaparicién de la atmésfera continuaria. E] efecto invernadero seria cada vez menor y la temperatura de la Tierra caeria, hasta nelar por completo el planeta. Entonces, entraria en un estado de glaciacién total. | El que la Tierra termine transformandose en un horno, 0 en una gran bola de nieve, dependera de cual de los escenarios anteriores ocurra primero, lo cual es dificil de predecir. En cualquiera de los dos casos, estos cambios tendran inevitables consecuencias so- bre las diferentes formas de vida en nuestro planeta. Ante tal perspectiva, algunos cientificos piensan que el futuro de la humanidad estarfa en otros objetos de nuestros sistema solar. E] aumento de la luminosidad solar puede hacer que otros planetas y lunas mas exteriores evolucionen hacia climas mas benignos que los que poseen actualmente. Por ejemplo, la tem- peratura de Marte aumentard, aunque debido a su tenue atmés- fera, dificilmente alcanzara condiciones de habitabilidad simila- res ala de la Tierra. Una cuestién interesante es qué les ocurrira a las hinas que albergan agua liquida en su interior, como Euro- pao Encélado. ;Se fundiran sus cortezas heladas, aflorando sus océanos interiores? ;Podria estar en uno de estos pequefios y distantes mundos el futuro de la humanidad? Aunque hoy en dia no disponemos de respuestas para estas cuestiones, los cientifi- cos esperan que estas nos lleguen gracias a las futuras misiones destinadas a explorar estos mundos lejanos. jos valores actuales. Es EL CLIMA DEE PASADO Y DEL FUTURO LECTURAS RECOMENDADAS CLEPPTTEMSEOEOLLEPLEBSELE 4 hs pep see tet VLEOOESSSSSEIPEL LE ALPS Ze a SOOPOLMAOLLAIPSL EES P SOPLES Ey ALLEN, O.E. Y EL EQUIPO EDITORIAL DE TIME-Lire Books, La atmésfera, Barcelona, Planeta, 1991. Arranz Garcia, P. y Sotis Garcfa, J., Cielos exdticos, Madrid, Equipo Sirius, 8.A., 1994. Bryson, B., Una breve historia de casi todo, Barcelona, RBA, 2003. Frazier, K. Y EL EQUIPO EDITORIAL DE TiME-LiFE-Boors, El Sistema Solar, Barcelona, Planeta, 1991. Incerso, A., Planetary Climates, Princeton University Press, 2013. —, Jtpiter y Saturno, Investigacion y Ciencia, n.° 65, 1982. Kety Bearry J., Corus Petersen, C., Cuaminy, A. (eps.), The New Solar System, Sky Publishing Corp. y Cambridge University Press, 1999. 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